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No les crea a esos dirigentes de golf. Vienen peleando entre ellos desde hace décadas. ¿O se le olvidó el despelote entre Sánchez y Harker?
Carlos Almonacid
O son muy ricos los de Fedegolf o son unos ineptos para captar las ayudas del gobierno. No le creo a Sánchez C.
Carlos José Cuartas
Esos Calle son tremendos. Dirigente que se tenga, intentan tumbarlo y a las patadas. Mal síntoma del golf del golf Colombiano.
Sergio Bautista R.
Gracias por la rifa del Drive. Estuve pendiente y muy contenta por el resultado. Gracias por pensar en nosotros.
Clara Lucia Duque
Que la plata se perdió, se perdió. Como dicen los políticos, cuantas becas se habrían logrado con esos dineros?
Serafín Maldonado (Venezuela)
Propongo un gran debate sobre la incidencia del dinero en las decisiones de los profesionales de golf. Que participen jugadores y Sponsors.
Fabio Segura Ariza
DIRECCIÓN GENERAL
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Diego Rivera
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Margarita Quillet
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Este triunfo de Nicolás Echavarría en el Open Puerto Rico nos ubica, con fichas colombianas, en todo el tablero internacional.
Tenemos ahora destacada presencia con Nico en el top del PGA, Juan Sebastián Muñoz, muy bien ubicado y con muchas posibilidades en el LIV y ahora, nuestra periodista, líder de mujeres golfistas, la Tata Castro, nos revela aquí mismo, en esta edición, la presencia de María José Marín en el Augusta National Women’s Amateur,es decir el Master de mujeres y quién, con sus 16 años de edad, fue invitada especial por el LPGA Tour a jugar el torneo cuya final se jugará en el mítico campo de las magnolias de Augusta.
Valga el momento para recordar a Camilo Villegas y toda su estela de triunfos que abrieron el camino para que nuestra bandera se mueva hermosa en los pabellones de todos los campos del mundo.
Buen paso de los colombianos en el 2023. Seguro llegarán más satisfacciones.
Uno de los torneos más fascinantes que tiene el PGA TOUR es el MASTERS que se juega en Augusta National, una cancha donde hemos visto competir solo hombres y que desde hace muy poco las mujeres tienen ese privilegio, pero no las profesionales, las aficionadas.
Desde el año 2019 se juega allí el Augusta National Women’s Amateur,el evento se creó para que el golf femenino generará mayor interés del público y para que estas jóvenes aficionadas cumplan su sueño de llegar al profesionalismo.
Jennifer Kupcho fue la primera ganadora de este primer torneo en 2019, en 2020 se canceló por la pandemia, en 2021 la japonesa Tsubasa Kajitani de solo 17 años se convirtió en la primera jugadora internacional en ganarlo y en 2022 Anna Davis, de 16 años, es hasta ahora, la campeona más joven después de un 69, tres bajo par, en la ronda final en Augusta National.
Un poco de historia para contarles que falta poco para que inicie una nueva versión de este torneo importante de mujeres aficionadas en esa hermosa cancha llena de historia, Augusta National.
En total serán 72 mujeres amateurs quienes competirá durante 3 días (54 hoyos). Se realizará un corte después de 36 hoyos,
avanzando las 30 mejores jugadores y los empates a la ronda final que se jugará en la cancha de Augusta National. En caso de empate, después de 54 hoyos, el ganador se decidirá por muerte súbita.
Sólo la ronda final se juega en Augusta National el día 1 de abril, las primeras dos rondas se jugarán en el Champions Retreat Golf Club de la ciudad de Augusta en el estado de Georgia los días 29 y 30 de marzo de 2023, significando esto que solo las que pasen el corte desfilarán por el famoso campo de la chaqueta verde.
Se trata de María José Marín, quien con solo 16 años de edad recibió invitación para participar en este importante evento que comenzará el 29 de marzo de 2023.
Este año, Colombia tendrá nuevamente una representante en este torneo de maestras para las jugadoras aficionadas más importantes del mundo.
Allí se darán cita las mejores 72 jugadoras aficionadas y la ganadora recibirá invitación por 5 años más a este torneo y a otros de gran importancia como el US Open amateur.
María José con una hoja de vida impecable , ganó este año el Nacional de Aficionadas de México y ahora se enfoca en disputar este importante torneo que en 2022 tuvo también presencia colombiana con Valery Plata.
Nos vemos en el tee
Augusta National puede ser calificado como el Taj Mahal del golf y podría, por qué no, tener a una colombiana campeona. Vamos Colombia.
Me costó, no lo niego. Me demoré, lo reconozco. Llevo más de 20 ediciones pensando como sentar mi protesta, como mostrar mi furia contra las normas de la secretaria de movilidad en el caso de las foto multas y los comparendos indefendibles en la carretera.
Llevo ese tiempo sufriendo las sandeces de los letreros de límite de velocidad de la carretera Bogotá Girardot más precisamente en la ruta Chía Canoas Tocancipá.
Es penosa la mala señalización. Es una vergüenza. Da pena con los visitantes que observan ese mar de incongruencias. En qué parte del mundo acaso existen o cohabitan, en espacios de menos de 500 metros de distancia, letreros fijadores de velocidad que cambian de 80 a 40 kms por hora y cambian varias veces de numeración.
Pero bueno. Ok. Ahora lo entiendo. Mas estúpido era yo que no lograba comprender la incongruencia de la señalización de la vía y pretendía castigarla con inútiles artículos denigrantes. No. Mi ignorancia enfurecida llegó al límite de la comprensión, la sobrepasé y entré en razón. Ahora toca asumir las consecuencias.
Fue una funcionaria, que no recuerdo su nombre de la Secretaria Distrital de Movilidad, la que me abrió los ojos de manera definitiva. Es sencillo. Dada la mala situación de nuestras vías y la irresponsabilidad de un porcentaje muy grande de nuestros conductores, debemos asumir la cruel realidad.
No podemos tener libertad de movimiento en nuestros vehículos. Lo triste es que, a pesar de tener automóviles capaces de avanzar a un promedio de 70 kilómetros por hora, con sus herramientas de seguridad y navegación de última generación, la realidad es que los peligros que esas dos variables probadas, mal estado de la vía e irresponsabilidad de algunos, terminan de un tajo con la magia de la velocidad.
No importa que algún vehículo pesado o de carga se mueva con las restricciones de su peso impidiendo el adelantamiento de su carro aun en los tramos de línea amarilla interrumpida que lo permite.
Tampoco importa que las pantallas electrónicas instaladas en la vía señalen una velocidad por encima de la permitida. No se puede pasar, sencillo, no se puede adelantar y punto.
En mi caso particular el trayecto Bogotá Girardot es un suplicio. Cómo es posible haber retrocedido con el tiempo, cómo explicar que hace 12 o 13 años, en condiciones inferiores de trazado y de capacidad de los vehículos, hacíamos el trayecto de casa a casa en tres horas promedio por cualquiera de las dos vías. Llegaron las ampliaciones y también las prohibiciones.
Claro, éramos más jóvenes y corríamos a más velocidad, cierto. Realmente corríamos y contamos con la buena suerte, la gran mayoría, porque no se entiende de otra manera, que nunca nos pasó algún desastre ni venial ni mucho menos mortal.
Pues resulta que ahora, en pleno siglo 21, a pesar de contar con una de las dos carreteras más importantes del país (Silvania y La Mesa) , la realidad es otra. La taza de mortalidad diaria es aterradora y la única manera de controlarla es restringir la velocidad de los vehículos de manera exagerada y pasar de una velocidad posible
promedio de 70 kilómetros por hora a una difícil de 50.
5 horas promedio ahora, hoy en día, la duración de nuestro mismo viaje. Hay que entender que así es la realidad de nuestro país. Hay que comprender que esa es la verdad de nuestras carreteras y más bien debemos colaborar para que ello se convierta en norma.
La solución es otra. Nada de maldecir, ni denigrar, ni mucho menos correr o insultar. Salga de viaje en momentos adecuados. Domingos 6.00 am es muy recomendable, miércoles mediodía también, pero nunca, pero nunca domingos o finales de festivos 5pm, ahh y disfrute el panorama, a esa velocidad, tiempo le queda para hacerlo.
Buen viaje!
que ya lo hemos dicho, pero vale la pena recordarlo. Sucede que con el tiempo el cuerpo se olvida de esta instrucción y comienza a perder su potencia.
Vuelva por ella. ¿Quiere agregar 25 yardas más de distancia a sus tiros?
Vaya a su campo de práctica. Esta recomendación no se debe ejecutar en el campo y mucho menos con un match de por medio. Se trata de perfeccionar un golpe que a todas luces se está tragando la distancia que su swing merece y todo por falta de una corrección sencilla.
Decíamos que hay dos factores que intervienen en esta transformación: La pausa y la mirada. Vamos por partes porque se trata de una sola modificación:
No sabemos la razón científica, debe ser la comunicación física entre el cuerpo y la mente. Lo que sabemos y hemos podido comprobar es el resultado real, existente, cuando se ejecuta esta variable en el swing con, óigase bien, con todos los palos de la talega.
La Pausa: Cuando usted logra dominar esta pausa en lo más alto de su swing el cuerpo, de alguna forma, alinea el golpe de manera más acertada y le imprime ese mayor grado de perfección que, muchas veces, se pierde con la velocidad del movimiento. Se trata de lograr, y por eso es mejor dominar la técnica en el campo de práctica, un alto, una pausa de máximo 1 segundo en el tope del swing para bajar
con la velocidad ideal para su distancia. Sin sumar fuerza ni exagerar la potencia. Eso sí, desenroscando con vigor.
La mirada: Ese momento, ese segundo de la pausa, debe ser aprovechado para fijar en la bola, más exactamente en el punto en el que quiere golpearla, su mirada total. Remirarla, decíamos con anterioridad.
El resultado es aterrador, impresionante… Créame. Una distancia agregada muy difícil de conseguir en términos de golpe normales y una dirección estupenda del lugar de aterrizaje.
Cuando se acerque caminando hasta el lugar que reposa la bola, luego de este golpe y observe impresionado el lugar que alcanzó, por favor disfrute esa sonrisa en su rostro y acuérdese de nosotros.
Salud!
hizo parecer fácil. Los últimos hoyos del Open Puerto Rico los jugó con una dosis de tranquilidad inmensa. Su swing fue juicioso, suave y repetido en todos los momentos.
Nada lo perturbó. Ni los lagos, ni los roughs quemados por el sol ni mucho menos el viento alborotado playero que manejó de manera excelente. Unos fairways amplios y generosos le ayudaron pero una mecánica perfecta de sus movimientos le permitieron mantener su swing sin variables ni descontrol.
La salida del 18 nos asustó a todos. Su mismo brazo izquierdo anunció, luego del golpe del Drive que la bola había salido
mal y que había que buscarla por su lado izquierdo. Young, su compañero de twosome también erró por el mismo lado.
Nicolás nunca perdió la calma, recorrió el tramo adyacente, los obstáculos que enfrentaba y tomó la mejor decisión: jugar a buena. Nada de exageraciones ni jugadas de riesgo, Par 5 para jugarlo con inteligencia y así se lo propusieron, en medio de la alegría que jugó del lado de ambos, el caddie y Nicolás.
De 3 en green para birdie de 6 yardas y la dejó dada. Un empujón mas y con Par, Nicolás Echavarria se convirtió en el tercer jugador colombiano en ganar un torneo PGA tour y ahora, que Juan Sebastián cambió de liga, se convirtió en el colombiano capaz de hacerlo de nuevo y permitir el alborote de nuestra bandera.
Los beneficios son muchos al ganar un PGA tour. El principal, además de los puntos Fedex es la garantía de su presencia durante los dos próximos años sin que peligre por ningún motivo su participación. Ahora puede diseñar su calendario de acuerdo a los campos que se avecinan y lo cómodo que las fechas le convengan.
Igual Que Juan Sebastián, Nicolás picó en punta. Recién comienza la temporada y ya gana su primer torneo oficial. Lo veremos en unos días en Pontevedra, en The Players, codeándose, en el famoso hoyo 17 con los grandes, con los mayores, con la élite del mundo.
Gran trabajo de Camilo Villegas que nunca lo abandonó. Es su amigo, su mentor, su paisano y su jugador de confianza que lo aconsejó sobre la calma, sobre la manera de jugar el último día con apenas 2 golpes de ventaja. Aun a pesar del embate final de Akshay Bhatia que, con 4 birdies en los últimos 9 hoyos se brincó a los segundos y
se le acercó a Nicolás para, desde atrás, ubicarse a 2 golpes de distancia.
Por eso el temor de haber fallado la salida del 18. Pero no de Nico sino de nosotros, espectadores que veíamos esos dos golpes muy amenazantes.
Nada varió. Camilo, el día anterior le advirtió sobre la segura presencia de un par de hoyos malos. Así fue en el 6 7 y 8 que con un error simple cometió bogey que arregló rápidamente con dos birdies seguidos.
De nuevo: Viva Colombia.
Qué maravilla lo que nos hiciste sentir Nicolás. Gracias de parte de todos los golfistas colombianos.
Todos sentimos la alegría de verte en esa caminata final en medio de las sonrisas y la felicidad del triunfo.
En las primeras declaraciones que dio Nicolás durante el Open Puerto Rico de este Marzo 5 que finalmente ganó, dijo algo que para mí es novedoso y más en un jugador colombiano:
“Soy un buen jugador de vientos”
Brutal condición, pienso yo. Sin pertenecer al mundo de los golfistas que pueden decir con facilidad que juegan con el viento, reconozco que es muy cierto que, como elemento, entra casi siempre en juego.
El viento es sinónimo de mal tiempo, me lo estoy imaginando siempre antes de la lluvia fina e incluso anterior a un buen aguacero. Se nota en el cuerpo, sin duda, en la cara y en la cabeza cuando azota con mediana intensidad. Pero donde se deja ver perfecto es en las copas de los árboles. Allí está, haciéndolas danzar todas al unísono, en un ballet verde y bello.
Ahora bien. Como juega ese viento?
Dice Nicolás, en su misma declaración, que logró mantener su juego bajo y que con eso
pudo dominar los efectos del fuerte viento. Como así? Que habrá querido decir? Será que el vuelo de la bola rasante o vuelo bajo, presenta menos resistencia al viento y su fuerza, que allá arriba?
¿Es que acaso siempre hay viento?
¿Siempre hay que calcularlo? Yo diría que en días soleados podría ser que no haya ninguna incidencia de él en el trayecto de la bola. Pero allí está en la mayoría de los casos.
¿Como se juega? Digo, profesionalmente. Vamos a buscar una opinión conocedora del tema porque me parece muy interesante poder tener control de esa fuerza para tiros no francos, que ameritan curvatura.
Yo, hoy en día, estoy en capacidad de hacer doblar la dirección de la bola desde el fairway con el objeto, por ejemplo, de evitar un tronco grueso de algún árbol. Pero, se trata de un control del drive (lo uso desde el fairway en caso de perfecta posición) alineando la bola con mi pie izquierdo y ayudando el golpe con un efecto que logro, desde las muñecas, con el impacto.
Pero usar el viento para perfeccionar dirección? No. Esa no me la sé y Nicolás lo comenta con la seguridad de los que ya manejan el asunto a su favor. No es sino repetir una y varias veces su último día en Puerto Rico para entenderlo.
No era nada ligero. Se trataba de jugar con uno de los profesionales que, al otro dia, arrancaba en la grilla de salida del primer dia del torneo oficial.
Como tenía una hora aproximada entre el final de la conferencia de prensa y el inicio del Pro Am, me serví un tinto en la cafetería del Club para organizar mi salida y estabilizar mis nervios. Estaba citado en el tee de salida del hoyo 18 del campo Pacos con salida en carrusel y calculaba unos 10 minutos para llegar al lugar. No tenía caddie sino carrito de empujar lo que me pareció muy cómodo. De pronto, al mirar el reloj, me dí cuenta del error. Estaba a 5 minutos del cornetazo de inicio y yo situado en la cafetería de la piscina de la sede a casi un kilómetro de mi salida. Me tuve que devolver hasta el parqueadero de carros a recoger mi talega y mi carrito de empujar y cuando comenzaba el trayecto hacia el hoyo, ratatatán.. sonó la corneta.
Nunca había jugado uno. Sí me habían invitado pero mi nivel de golf no me animaba por aquello del oso peludo. Esta vez acepté, con base en el mejor nivel que he adquirido y por los deseos de vivir la experiencia y poder compartirla con ustedes.
He aquí un señor de más de 70 corriendo con el carrito por delante en busca de aquel tee que, desde allí, se observaba a kilómetros de distancia. En la mitad del trayecto divisé los grupos, ya todos en la mitad del hoyo y yo aun sin ubicar mi foursome. Una moto de la organización me auxilió y me indicó la dirección del green de ese 18 donde ya se encontraban mis partners. Otro trote pesado hasta que llegué a ellos.
En medio de saludos y conversación explicatoria, en inglés, por supuesto, me invitaron al foursome y me ofrecieron su amable comprensión para integrarme al tee de salida del hoyo uno donde di comienzo a mi experiencia.
Chris Baker era el profesional que nos tocó de compañero junto a Sean Powers y Patrick Powers, jugadores, sin lugar a dudas, de menos de un dígito de hándicap. Con el acelere de la preparación preparé mis elementos, me alisté a dar el primer tiro al que, amablemente, me convidaron mis partners.
Con todo y salió bien. Un buen impacto con el Drive me puso mi bolita a unas 190 yardas cargadas a la derecha que me dejaron muy contento dados los pasos anteriores.
El 1 es un par 4 recto sin dilemas mayores. Chris golpeó en seguida y le bastó un hierro
plano. Creo que era un 2. Sin mucho protocolo y con dos swing de práctica disparó luego de un movimiento suave, super relajado y relativamente lento. Tardó años en subir a su máxima altura y se desenroscó a gran velocidad.
El sonido fue hermoso, puro metal, la línea recta y perfecta pasó de aire mi bola y aterrizó contra la pared de entrada al green. Fácil, sin esfuerzo, sin tensión, tranquilo y con un ritmo acompasado y certero.
Los otros dos jugadores también me superaron, por supuesto y todos recogimos para situarnos donde Chris por aquello de la modalidad Scramble.
Qué experiencia. Lo juro. Solo pudimos jugar 10 hoyos antes de una amenaza de lluvia que fue considerarda por los comisarios amenazante para la estabilidad del campo y el inicio del torneo al dia siguiente. Con mucho orgullo cuento que 2 de las 10 bolas de salida fueron marcadas por la mía, gracia a unos tiros cortos pero rectos que coincidieron con 3 tiros de mis partners por fuera del fairway.
Tengo que mencionar, con mucho orgullo también, una aproximación de unos 90 yardas que dejé, con mi sand, prácticamente dada con las respectivas palmadas de mis partners en mi espalda. Birdie en ese hoyo!
Que arena la de los bunker del Country. Majestuosas. Alcancé a grabar esta salida de Chris que dejé en mi retina como algo extraordinario. Obsérvenla, por favor.
Score interrumpido en el hoyo 9 por el asunto del cornetazo final. Pero repito, que experiencia. Un campo nivel Korn Ferry es algo diferente. Sus fairways, sus roughs y repito, sus bunkers. Por Dios que arena!!
Agradezco mucho la invitación.
Jugar al lado de estos monstruos me dejó gran enseñanza y ponderación.
Es buena, tal vez muy buena. La producción es magnífica y la definición visual es de máxima tecnología.
Se trata más de lo humano que de lo competitivo. Ahí está su virtud. Esta serie sigue los pasos de algunos jugadores profesionales que han llegado a ganar torneos de primera línea pero que sus emociones y momentos personales juegan
en contra de sus intereses y les producen muchos bajones deportivos.
Nunca más fácil entender qué les sucede, como a todos nosotros. Malos y buenos días, tiros imposibles de comprender en momentos definitivos y satisfacciones irrepetibles.
El mejor, para mí es el último, el de Rory Mcllroy. Su gran lección es la de perseverar. La de manejar los resultados adversos como una enseñanza profunda para los juegos futuros, para que no le ocurra lo de muchos conocidos que caen en los abismos de la incertidumbre sin razones visibles, sino que, luego de muchos triunfos, algunas
Ya la ví, toda, es decir sus 8 capítulos iniciales.
veces sensacionales, se sumergen en el poder mental negativo, que no los deja avanzar ni repetir sus triunfos.
El caso de Koepka Brooks es patético. Número 1 del mundo de manera efímera, intempestivamente deteriora su juego y desaparece de los primeros 50 lugares del ranking mundial. Claro, caen de la forma americana de caer, se devuelven en sus aviones privados a sus mansiones perfectas a llorar al lado de sus familias que no logran con sus palabras y mimos, ajustarlos de nuevo al sendero del triunfo.
No creo sin embargo que haya nuevas temporadas. El automovilismo y su fórmula
1, que iniciaron estas series deportivas, tienen la espectacularidad de las carreras de su calendario con todo lo sensacional de sus acontecimientos. Colisiones, pasadas agresivas, batallas personales cada vez menos fáciles de controlar por parte de los equipos, pero la simple carrera de dos horas de duración ofrece situaciones increíbles de adrenalina pura que capta la atención inmediata. No así el golf.
Nuestro deporte es pasivo, lento, mas bien bello y divino y comprometido con la concentración, situación que se refleja en el respeto del público y su silencio en el momento de la ejecución de un golpe.
Son los millones que se juegan lo más dramático. Con la disculpa de la familia, porque quieren lo mejor para ellos, los golfistas de esta categoría caen en la tentación gris de migrar a otros torneos a cambio de ingresos descomunales.
Que Greg Norman haya decidido liderar este golpe LIV a la PGA, pues termina de entenderse, dado que siempre fue un hombre de negocios en grande, cuyas cifras le permitieron vislumbrar el objetivo a largo plazo de esta liga. Pero que Phil Mickelson lo haya secundado terminó de golpear la moral y credibilidad de la competencia.
Detrás de él llegaron nombres de muchos años e incluso jugadores de las nuevas generaciones dispuestos a darse la pela por el cheque.
Juan Sebastián uno de ellos.
Como criticar su decisión, como no acompañarlo en esta oferta que lo catapulta a los números mayores. No podemos.
Acompañarme de la naturaleza y de los cantos de todas las especies de aves que circundan nuestro campo de golf, son los factores que más me obliga, o mejor, me hacen dar gracias a Dios por vivir.
Se que soy un privilegiado por estar rodeado por un entorno bello, natural y diseñado en torno a la belleza y al perfeccionamiento de sus formas.
Al pasar por una de las casas de nuestro condominio me encuentro con esta estación eléctrica que corresponde no a una estación comercial de servicio, sino a una casa normal cuyo propietario se salió del molde y diseñó su propia estación de suministro de energía.
El hombre, ¿o será una mujer? Decidió adelantarse 12 años a la Unión Europea que acaba de dictaminar su prohibición para la
venta de vehículos de gasolina desde el año 2.035 en los países miembros.
Sin preámbulos mayores, se construyó su central de abastecimiento de energía. Como se ve en la fotografía que le tomé, adecuó de manera admirable su espacio de estacionamiento y empotró dos torres pequeñas de cemento bien terminadas que permiten ver, en uno de sus laterales una toma de electricidad para conectar el cable de suministro de electricidad de su propia casa a las baterías de sus carritos. ¡Genial¡
Siglo 21 en pura. Seguro es porque vengo de donde vengo, o mejor desde donde vengo, pero me sorprendió este adelanto tecnológico al cual sinceramente no estaba aún preparado.
Ahora llegan los paneles solares.
Con ese derroche de rayos solares que nos circunnavegan no demoran en ofrecernos paneles compactos de fácil implementación cuyo costo de instalación, diferido a 12 meses, debe ser, igual o inferior, a lo que estamos pagando mensualmente, con estas tarifas ingobernables y espeluznantes durante un año.
¿Se imaginan? Un año pagando lo mismo, pero por la instalación del sistema y a partir de segundo año tarifas de 30.000 pesos mensuales aproximados.
¿Será? ¿Lo permitirán nuestras empresas de energía? ¿O mejor las multinacionales?
Con un putt de ocho metros para águila, el australiano Rhein Gibson se quedó con el triunfo del Astara Golf Championship presentado por Mastercard, cuarto torneo de la temporada 2023 del Korn Ferry Tour.
Soy Golfista lo vaticinó. El hoyo a escoger para ver la final del torneo era el 18 desde la espectacular tribuna montada al lado de la sede del Club. Ese cierre en el hoyo 18 del Country le permitió a Gibson firmar una ronda final de 64 golpes para así llegar a un global de 267, 16-bajo par. Esta se configuró entonces como su segunda victoria en el circuito estadounidense.
A cuatro golpes del campeón finalizó el líder de los primeros 36 hoyos de juego, el estadounidense Kevin Dougherty. El californiano luchó y con un 68 en su ronda final esperaba que esta fuera suficiente para poner en aprietos a Gibson. En un empate por el tercer lugar finalizaron con 11-bajo par, los también estadounidenses Brandon Harkins (67), Ryan Gerard (69) y Ryan McCormick (68) y el australiano Brett Drewitt (68).
Seis jugadores cerraron el top-10 con 10bajo par en el global. Entre ellos destacó el noruego Kris Ventura, quien había iniciado el domingo como puntero de la competencia. Una ronda final de 71 golpes lo privó de celebrar el que habría sido su tercer triunfo en el Korn Ferry Tour.
Nada de nada Camilo Villegas se quedó en el corte con un +2 que ni lo acercó y los otros dos invitados tampoco llegaron al grupo de sábado y domingo.
El mejor latinoamericano de la competencia fue Cristóbal del Solar, quien empató al final de la semana en el puesto 13 con un score acumulado de 9-bajo par 274. El chileno llegaba al hoyo 15 a solo dos golpes del liderato, pero finalmente una ronda de domingo de 68 no le permitió luchar por el título en la capital colombiana
El cuatro veces campeón en PGA TOUR Latinoamérica ha superado los cuatro cortes de lo corrido de la temporada y de momento ocupa el puesto 31 del listado de puntos. Recordemos que el Astara Golf Championship fue el segundo de tres torneos del Korn Ferry Tour en América Latina. El primero fue el Panamá Championship y el tercero será el Astara Chile Classic, del 30 de marzo al 2 de abril en Santiago de Chile. El jugador latinoamericano que sume más puntos en este trío de eventos recibirá una exención para jugar el México Open at Vidanta, torneo del PGA TOUR programado del 27 al 30 de abril en Vallarta, México.
“Es increíble realmente. El año pasado fue algo difícil no te voy a mentir. Sabía que venía jugando bien, lo hice en Panamá y lo continué haciendo esta semana. Me encanta venir a este lugar, realmente me gusta mucho. Hice un gran plan de juego y metí putts claves. Saber que soy el campeón es algo muy loco”, sostuvo Gibson, quien jugó por sexta vez este torneo en el Country Club de Bogotá.
Gibson iniciaba la ronda final a solo un golpe de Ventura y empezó a recortar la diferencia con dos birdies en sus primeros nueve hoyos. Sin lugar a duda su mejor momento llegó en la vuelta con un putt para águila en el 10. A partir de ahí el australiano se mantuvo haciendo pares hasta el 15 donde firmó un nuevo birdie para borrar la paridad que existía con el resto del field. En el 18 luego de un gran segundo tiro a green, Gibson metió un putt de ocho metros para águila y deleite del público local.
El jugador de 37 años venía de superar su primer corte de la temporada en Panamá pero Bogotá le traía buenos recuerdos luego de un top-10 en 2019. Su victoria de este domingo lo catapultó al tercer lugar del listado de puntos, el cual sigue siendo liderado por Chandler Phillips.
El Korn Ferry Tour volverá a territorio estadounidense para disputar del 23 al 26 de marzo el Club Car Championship at The Landings Golf & Athletic Club en Savannah, Georgia.
“Vengo con mucha confianza en mi juego. Confié en mi plan y le pegué a la bola increíble. En el 18 quería llegar a green para tener dos putts. Todo me salió a la perfección, metí el águila y se siente muy bien ganar después de tres años”, concluyó Gibson tras su ronda final libre de bogeys.
Los mejores 40 golpes de la historia. Un trabajo de producción imposible de no admirar. Bolas en los palos, en el agua y que entran al green. Bolas a la bandera, todo tipo de impredecibles que confirman que nuestro deporte depende, en mucho, de la suerte del día.
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