Agentes aduanales, “a la carga”

Felipe Miguel González lleva toda su vida profesional laborando en la aduana del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), incluso antes de convertirse en agente aduanal. En 1994 obtuvo su patente bajo concurso, pero fue desde antes, en 1978, cuando se incorporó al mundo del comercio exterior como tramitador de permisos de importación y certificados de devolución de impuestos indirectos para la exportación en la agencia Servicio Aeroexpress Rápido Internacional (SARI).

Por Jennifer Galindo Hernández y Enrique Duarte Rionda @jenna_GH_ / @EnriqueDuRio

Felipe Miguel González, director general de Corporación México Express de Grupo Visión

El anhelo de Felipe era convertirse en empresario. En el año 1995 emprendió la cimentación de Grupo Visión, donde actualmente concentra varias empresas enfocadas al despacho aduanero, consultoría en comercio exterior, comercializadora, servicios de mensajería, operador logístico y freight forwarding

“Con ello le damos servicio integral al importador y exportador. Hemos venido creciendo de acuerdo a las necesidades del mercado, implementando normas y procesos que nos dan una certeza jurídica y una garantía de servicio al cliente”, refiere en entrevista.

González Jaimes es uno de los poco más de 200 agentes aduanales que tienen adscrita su patente en la aduana del AICM -cada agente aduanal tiene oportunidad de estar adscrito en cuatro aduanas, de acuerdo con la normatividad-, y también es uno de los que ya está tomando decisiones en su negocio para adecuarse a los cambios que se están presentando en el país en materia de carga aérea. El primer movimiento ya lo realizó. Grupo Visión ya cuenta con oficinas corporativas en un inmueble construido ex profeso en las inmediaciones de la terminal de carga del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), aunque aún no tiene adscrita su patente en aquella aduana, la número 50.

El agente aduanal prevé que una parte considerable del negocio que opera desde la aduana del AICM se remita al AIFA, ya que el 40% de la mercancía que apoya en la importación al país proviene de aerolíneas exclusivas de carga y, bajo el decreto presidencial publicado el pasado 2 de febrero en el Diario Oficial de la Federación (DOF), estas compañías tendrán que operar en un aeropuerto distinto al de la capital del país.

Hasta el cierre de esta edición, se tenía conocimiento de que unos 28 agentes aduanales ya estaban adscritos a la aduana del AIFA. Uno de ellos es John Willy, con su agencia aduanal Oñate Willy y Cía (OWCIA), quien también desde meses atrás se ha adelantado a las decisiones gubernamentales y ha apostado inversiones en la nueva terminal de carga aérea.

“Conozco bien el área de la aduana y de los almacenes, tiene una gran infraestructura, la gran ventaja de la zona donde está, que es la base militar de Santa Lucía, es el espacio que tiene, muy abierto, con mucho espacio a donde crecer”, comenta en entrevista.

160

Número de elementos que ha dispuesto la autoridad en la aduana del AIFA, todos ellos militares.

Pero no todo será color de rosa. Aunque es un beneficio para el gremio aduanal y para todos los importadores y exportadores, Willy Kolter, también presidente de la Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales (CLAA), describe que el AIFA traerá sus respectivos retos y existirá una curva de aprendizaje durante los primeros meses, pero que al final resultará en un despacho aduanal más eficiente y rápido.

OWCIA, con dos patentes registradas en la aduana del AICM, despachaba mil pedimentos mensuales, de los cuales el 80% correspondía a la industria de aeronáutica, automotriz y farmacéutica.

El agente aduanal analiza que las actividades internacionales de carga aérea en el AIFA serán una oportunidad de crecimiento para su negocio y que, en caso de no tener presencia, perderían clientes actuales. En este sentido, no lo observa como una inversión sustancial, aunque aún tiene que considerar la renta de espacios físicos para este fin.

De entre las 11 empresas que ganaron la licitación para la operación de uno de los 12 almacenes fiscalizados en la terminal aérea del AIFA, TAP TMM ha invertido hasta ahora unos cinco millones de dólares en equipamiento para ofrecer servicios de punta para la carga aérea.