Ecatepec, el corazón de La Costeña E

n el marco de la celebración del primer centenario desde su fundación, La Costeña abrió las puertas de su planta en Ecatepec, Estado de México, inaugurada en 1971 y con 18 hectáreas, la más grande en cuanto a tamaño y producción; ahí se concentra el 70% del volumen de productos que comercializa.

En cuanto a la fabricación de sus envases, cuenta con nueve líneas de producción, donde se elaboran alrededor de tres millones de envases diarios de ocho diferentes tamaños.

El inmueble cuenta con dos plantas, la de chiles y la de otros productos, como mayonesa y frijoles, donde se lleva a cabo un proceso desde limpieza de alimentos, preparación, envasado, pasteurización y etiquetado.

Asimismo, tienen tres centros de almacenamiento y distribución (CAD), el primero con una capacidad de 40 mil pallets, el segundo con 60 mil posiciones y el tercero, inaugurado en diciembre de 2022, tiene una capacidad de 30 mil pallets, en el que se integran los productos de los otros almacenes para una operación más ágil.

“Lo que hicimos fue crear una capacidad más rápida de flujo de movimientos específicamente para recibir a nuestras plantas, recibir producto, recibir volumen y poder ser mucho más ágiles, mucho más rápido directamente en lo que tiene que ver con la salida a nuestros clientes”, aseguró Alfredo del Bosque, director de Logística.

Este último CAD tiene una estructura de acero de 30 metros de alto con 11 niveles automatizados para despachar los tráileres, además de que los dos primeros niveles fungen como área de picking en donde se hacen armados de pallets mezclados de diferentes productos, dependiendo las necesidades de los clientes.

Con esto, son posibles 4.4 millones de movimientos anuales para despachar 43 mil 885 viajes en 600 rutas de distribución en todo el país; tan solo desde la planta de Ecatepec se despachan alrededor de 100-130 tráileres, de los cuales el 30% se realiza con flota propia.

Todo este movimiento y las inversiones en expansión y tecnología van enfocadas en mejorar su producción y optimizar sus operaciones logísticas, pero también en atender las necesidades de los clientes que cada vez son más estrictas.

“Tratamos de tener la mejor eficiencia, primero para entregar las necesidades al cliente, pero también ser muy eficientes en el tráiler. La idea es que el tráiler venga lo más lleno porque es el costo más alto en lo que tiene que ver con distribución”, señaló Del Bosque.