The13th AÑO: 2
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NÚMERO 23
UNA R E VISTA IMA GINARIA
SIZE | BENJAMIN HOLTON ROZZ WILLIAMS | KILLING JOKE | CARO TAPIA CINE | LITERATURA | MÚSICA
STAFF
DIRECCIÓN GENERAL
ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO
Diego Centurión [ Departamento de Música ]
[ Departamento de Cine ]
REALIZACIÓN Y DISEÑO
Diego Centurión
Nicolás Ponisio
Julieta Curdi
Erick R. Vieyra
José Luis Lemos
Alejandro Cenizacromada
Gustavo García
TRADUCCIÓN
Marcelo Simonetti
Bernardo Jiménez Mesa
Maxx Wilda
[ Departamento de Literatura ]
Marcelo Simonetti
Rodrigo Debernardis
Pablo Ravale
Marcelo Simonetti
Damián Snitifker
Ariel Soriano Marianarchy Deadbilly
[ Departamento de Artes Visuales ]
Bernardo Jiménez Mesa
Julieta Curdi
Ricardo Padilla (Oriani_K)
Nazarena Talice
J.D. Daire Alujas
Lily Moonster
Gabo Rojo César León Gabriel Muscio Nahuel Ordoñez Alex Martiniaddict COLABORAN EN ESTE NÚMERO Fotografías: Sol Heberle, Luciano Gertner, Giselle Tobbachian y Vanesa Paula.
CONTACTO issuu.com/revistath13th
facebook.com/the13thlarevista
revistathe13th@gmail.com
twitter: @RevistaThe13th
Las fotografías usadas en esta Revista son propiedad de sus respectivos autores.
EDITORIAL
Diciembre, 2015 Una nueva publicación y ya se nos va el año…y venimos un tanto atrasados. Nos tardamos un poco para lanzarla debido a la cantidad de información que tenemos, así que es muy probable que para finales de este diciembre se encuentren con una nueva publicación de Revista The 13th. Para empezar este nuevo número de noviembre tenemos dos ingresos más al staff, en primer lugar la dama, Lily Moonster, quien suma su mirada a través de su lente en eventos para nuestra revista. En segundo lugar Alex Martiniaddict que suma la pluma para escribir sobre lo que más le gusta, la música. En cuanto a los contenidos tenemos dos excelentes entrevista, una a Mario Mendoza, un director de México que ha realizado un documental sobre una banda de su país llamada Size, que merece ser rescatada y hacer que su historia sea escuchada en toda Latinoamérica. Otra gran entrevista a Benjamin Holton de My Autumn Empire, quien nos habla de su nuevo trabajo “Dreams of death and other favourites”, recientemente lanzado. Un gran Dossier sobre Rozz Williams. Una nueva sección se presenta “Tres x Uno”, en donde ponemos una canción/video clip bajo la lupa de cada departamento de nuestra revista. Este mes hemos asistido a muchos conciertos y los tenemos reseñados con grandes fotos. En la sección “Pura Melomanía” nos ponemos al día, ya que siempre venimos algo atrasados. En literatura se reseña “Aurélia” de Gérard de Nerval. En Cine le rinden un homenaje a Wes Craven. Los departamentos estamos trabajando y pronto habrá novedades. No queremos contarles mucho porque estamos planificado algunas cosas. Pero se vienen buenas noticias. Por ahora, y como si fuera poco, abrimos el nuevo capítulo y esperamos que sea de su agrado como lo ha sido para nosotros realizarlo.
REVISTA THE 13TH
ÍNDICE
SIZE - NADIE PUEDE VIVIR CON UN MONSTRUO por
Erick R. Vieyra...............................................06
TRES POR UNO por Pablo Ravale, Nicolás Ponisio y Diego Centurión ............................................................................24
ME GUSTA ESTAR UN PASO ADELANTE por Diego Centurión................................................................28
DOSSIER: ROZZ WILLIAMS por
Erick R. Vieyra................................................................................................32
PALABRAS EN LA ARENA ASTRONAUTRA DE LOS SUEÑOS por Pablo Ravale.....................................................................................................40 CRÓNICAS DESDE MERDEVILLE APUNTES DE NEBULOSA por Pablo Ravale..................................................................................................................44 HIDDEN TRACK ...............................................................................................................................................................46 RESCATE CINÉFILO HOMENAJE A WES CRAVEN por Nicolás Ponisio y Gustavo M. García.......................................................................48
EL ESCRITOR SERIAL Scream: Vigila Quién Twittea por Nicolás Ponisio .........................................................................................................58 EN CONCIERTO POR EL MAÑANA por Gabriel Rojo / Fotos: Sol Heberle..............................................................................................66 LA RESISTENCIA por Gabriel Rojo / Fotos Luciano Gertner.........................................................................................68 NI MÁS NI MENOS, ¡VIVA LA FIESTA! por Marianarchy / Fotos Giselle Tobbachian....................................................74 ROCK AND ROLL, TRANCE Y PSICODELIA por Ariel Soriano / Fotos Lily Monster......................................................78 SIN HALLOWEEN por Diego Centurión / Fotografías: Lily Monster..............................................................................88 TWO NIGHTS LIKE THESE por Marcelo Simonetti e introducción de Diego Centurión Fotografías: Natalia Sbert y Nazarena Talice..................................................................................................................96 SUPER FESTÍN DIY por Nahuel Ordoñez / Fotografías: Vanesa Paula.........................................................................108 PURA MELOMANÍA PROCEDIMIENTOS ILEGALES por Diego Centurión..................................................................................................120 EL SONIDO DE LAS MÁQUINAS por Cesar León.......................................................................................................121 RECUERDA LO QUE EL FUTURO UNA VEZ FUE por Ariel Soriano............................................................................123 ENGENDRO MAESTRO por Marianarchy Deadbilly....................................................................................................124 LA PROMESA DE ALGO BUENO POR VENIR por Rodrigo Debernardis.....................................................................125 EL HIPNÓTICO ENCANTO DE LAS MARIPOSAS (1ER VUELO) por Diego Centurión................................................126 HERMOSO RUIDO por Ariel Soriano...........................................................................................................................128 EL HIPNÓTICO ENCANTO DE LAS MARIPOSAS (2DO VUELO) por Diego Centurión...............................................129 UN ÁLBUM FUERA DE LOS PATRONES ESTABLECIDOS por Ricardo Padilla.............................................................130 MUSIC CORNER por Alex Martiniaddict......................................................................................................................132 EL PRECIO DE LA INTEGRIDAD por Gabriel Rojo.......................................................................................................133 LA ABDUCCIÓN DE MAHOMA por Alejandro Cenizacromada..................................................................................134 BROCHE DE ORO BAJO LA CAMISA por J. D. Daire Alujas.......................................................................................135 NO DE ESTA TIERRA, SÍ DE THE DAMNED por Marianarchy Deadbilly.....................................................................137 EL ÁNGEL ANALÓGICO por Aejandro Cenizacromada..............................................................................................138 ¿QUÉ BEBER PARA ESCUCHAR MEJOR? ARCADIA - SO RED THE ROSE & SIDECAR por Max Wilda........................................................................................141 YOU COULD HAVE IT SO MUCH BETTER & MODERN COCKTAIL Nº2 por Max Wilda.............................................142 EL JARDÍN DE LAS DELICIAS........................................................................................................................................144 DERECHO DE PISO CARO TAPIA................................................................................................................................................................156
[ Por Erick R. Vieyra ]
DEL ROCK A SIZE NADIE PUEDE VIVIR CON UN MONSTRUO “Hubo un tiempo en los anales del rock hecho en México, en donde las historias se empalmaban, entreveraban y parecían ser más el fruto de una mente delirante que resultado de la realidad.”
INTRODUCCIÓN AL ROCK MEXICANO
A un costado tengo torres de vinílicos, al otro, cientos de libros donde hay algunas biografías de ese tipo de personas reconocidas como músicos. No me gustan las revistas y artículos de opinión al haberse convertido hoy en herramientas de propaganda y no instrumentos de información o reflexión; prefiero las fuentes directas; discos, entrevistas, estudios de historia del sonido o biografías serias. Haciendo un breve ejercicio de conteo de memoria de esos productos, es complicado equiparar los nombres de los diseñadores del sonido que han construido la historia de la cultura en el extranjero y los que han hecho lo respectivo en México. Mirando al extranjero escapan cientos de nombres de forma casi automática, algunos son una leyenda aun siendo parte de lo alternativo, de lo sedicioso y contestatario; Luca Prodan, Evaristo Paramos, Paco Galán, Claude Bessy, William Bennett, John Zewizz, Ka-Spel, Nick Cave, Wendy O. Williams, Siouxsie Sioux, Lydia Lunch, Nico, múltiples nom-
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bres ocupan con rapidez la lista. Pero, cuando esto se contrasta con el caso de México se obtienen resultados escasos, algunos llegan a ser vergonzosos, generando la pregunta del porqué ello. La respuesta que a primera instancia podría parecer facilista tiene una proporción de verdad: en México hay una mediocre producción en el terreno del sonido. Tener producciones en este terreno no sólo está asociado con el número de gente interesada en hacer un grupo o proyecto, presentar música en vivo o grabar un disco, sino que está relacionado con la fabricación de mediadores que son paralelos a la música; la apertura de medios de comunicación privados y públicos como lo pueden ser canales de TV, reseñas en periódicos, elaboración de documentales, ponencias públicas, discusiones en torno al valor de un producto musical, etc. Poniendo un ejemplo que sea concreto respecto a lo que aquí sostengo, y dando mayor atención a lo ocurrido en los 70s; la emergencia del punk rock a nivel mundial se asoció con cientos de artículos que hablaban sobre eso, algunos hechos desde la pluma del oficialismo los cuales casi siempre eran tendenciosos al desprestigio (Daily Mirror y The Sun, diarios amarillistas británicos, le dedicaron primeras planas al punk rock, principalmente a los escándalos de Sex Pistols), pero también existían aquellos que trataban el tema con mayor rigurosidad como fue el caso de las míticas Slash Magazine y la ZigZag Magazine que estaban hechas desde el underground. En el caso de la TV llega a mi memoria el papel que jugó Tony Wilson en la televisión británica (he tratado este punto en el número 12 de The 13th), a su vez, en lengua castellana está La Bola de Cristal y La Edad de Oro en España, donde existía la apertura para hacer severas críticas no sólo al medio cultural del sonido sino también a la política por nombre y apellido, era posible hablar de marxismo y presentar espectáculos abiertamente antigubernamentales en televisión pública, donde personas como Santiago Alba Rico defendían con argumentos bastante intelectualoides de izquierda la necesidad de promover el desarrollo de la cultura musical en la España postfranquista como una muestra del grado de civilización y democratización en un país que buscaba dejar atrás los escollos de su dictadura (en las recientes transmisiones de Otra Vuelta de Turka -TV de España- se entrevistó a
Santiago Alba y se tocó su experiencia en este punto). Aspecto semejante -aunque no con la potencia que se dio en Europa y los Estados Unidos-, ocurrió en Argentina y Brasil donde destacó el amplio trabajo de sellos independientes (Silly Producciones, Baratos Afins), la presencia de artistas de vanguardia en medios públicos y el trato serio que se le dio a gente como SUMO, Virus, As Mercenárias, Fellini, Cólera o Azul 29, lo cual ahora rinde frutos y hay variadas referencias concretas de lo benéfico que ha sido para esos países el haber abordado en su momento su dinámica cultural aun cuando ésta no fuera apreciada por las multitudes. A continuación mencionaré algunas implicaciones. No separo los aspectos culturales del avance democrático en las naciones (para conocer una extensa opinión al respecto, revisar el décimo número de esta revista). Actualmente existe en Brasil una sociedad políticamente activa que está poniendo en jaque a su gobierno y que, dada la presión social, la élite política y empresarial está pisando cárcel. Argentina también tiene un proceso político interesante, en su televisión pública se tienen programas de corte progresista como Filosofía Aquí y Ahora, e incluso esta mañana veía diversas entrevistas a Ricardo Iorio (que es una valorada figura del rock argentino de protesta) donde vierte opiniones que en México sería imposible escuchar en cualquier televisión pública. En España hay entrevistas a Evaristo Paramos (vocalista de La Polla Records) donde se observa que es una persona respetada al reconocer en él a un sujeto que a su manera luchó por la libertad de expresión (recomiendo la entrevista que se le realizó en 2014 en el programa Por Fin Viernes), también hay múltiples reportajes sobre el Rock Radical Vasco que fue la línea más contestataria del punk rock castellano de los ochentas, incluso el caso de la influencia que esto tiene en Pablo Iglesias es de llamar la atención. Pablo Iglesias es un joven político de izquierda con un curriculum apabullante, es el líder del partido PODEMOS que ha contribuido al terremoto político y social en España, él se ha declarado abiertamente admirador del punk español disidente (Reincidentes, La Polla Records, etc.) y ha dicho que éste estilo es una parte imprescindible de su acervo educativo, cosa que ha sido también vista en otros reputados politólogos españoles como el caso de Juan
Carlos Monedero. Ahondando un poco más en lo expuesto está el caso de “Canino”, quien fuera baterista de Sin Dios hoy es uno de los diputados más importantes de la izquierda en el Parlamento Europeo (recomiendo la entrevista que Pablo Iglesias hizo a Javier Couso en el programa Otra Vuelta de Tuerka). En Inglaterra, el caso de Jeremy Corbyn también es paradigmático al sostener que CRASS son para él una de las propuestas de música política más acabadas que ha conocido el Reino Unido. Incluso muchas de las actividades contemporáneas de la música independiente están directamente asociadas con el legado que dio CRASS (recomiendo el documental There is No Authority but Yourself). Como aspecto complementario, cabe mencionar que desde la academia británica se han hecho tributos en festivales públicos al trabajo de Joy Division, los cuales han tenido buena aceptación por parte de la gente a pie, siendo esto un indicador no sólo de tolerancia cívica, sino del respeto a sus artistas como parte del desarrollo de su país a lo largo de la historia reciente. Sostengo que esto ocurre porque en esos países hay respeto a su ambiente creativo, se discute la importancia y relevancia de los músicos incluso por sus detractores que regularmente se encuentran en el ala de los conservadores, ahí la música no se agotó en las salas de conciertos ni se observó por exclusivo como un mecanismo de diversión y esparcimiento, sino que hubo gente que la entendió -inclusocomo herramienta pedagógica (hay un interesante documental llamado “Experimental Music School” donde se aborda el papel de la música experimental como mecanismo impulsor de la creatividad en niños en el Reino Unido). Es decir, hubo gente que trabajó con las ideas que subyacen a la música estimulando la penetración de ella en la idiosincrasia de su país. Esa dinámica también es parte de los definitorios de una nación desarrollada; sin embargo, para una visión simplista como la que sostengo hay en México, el terreno artístico no es relevante e incluso se le suele ridiculizar, a sus músicos se les lanza a la fila de los aspectos accesorios y decorativos, a su vez es necesario señalar que para esta visión simplista y hueca algunos músicos han contribuido de manera activa, el caso de Alex Lora en México es el más evidente al encontrarse hoy a la altura de un bufón del sistema.
Cabe preguntarse ¿cuántos políticos en México conocen, al menos de nombre, a Rodrigo Gonzalez, a Decibel, a Las Insólitas Imágenes de Aurora, a Síndrome, a Rebel'd Punk o SIZE? ¿Cuántos mexicanos leen la poesía decadencista que aquí se hizo a principios del XX? ¿Cuántos de los que se hacen llamar nacionalistas reflexionan en torno a la cultura nacional no oficial? ¿Cuántas de las llamadas instituciones culturales invierten en la creación de documentales, artículos y exposiciones sobre la historia artística de México? ¿Qué tan sencillo es conseguir un subsidio gubernamental para abordar la historia de la música de protesta en México? ¿Cuánto se discute en medios de comunicación el valor de la música como elemento informal educativo de masas? En este país no hay ningún tipo de política de Estado que haga justicia a la transmisión cultural de contenidos que un conservador promedio definiría como “contenidos de protesta”. E incluso, contrario a lo que sostiene un neoliberal promedio, tampoco la iniciativa privada ha tomado cartas en el asunto. En mi opinión hay una suerte de dictadura cultural blanda en México; aquí se ha censurado desde pintores hasta escritores, pasando por académicos, activistas sociales, cineastas y gente que ha formado parte del rock. Los casos más evidentes, al haber sido los más cínicos, están en los sexenios de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría (para esos días continuaba censurada la pieza fílmica “La sombra del caudillo”) donde hubo una política de facto para censurar el rock como expresión de rebeldía juvenil y es consabido que gente como Raúl Velasco dedicó su vida a ser un censor en el terreno musical de este país (José Agustín trató este asunto en la Tragicomedia Mexicana). Cabe aquí señalar que esa censura se acompañó de una campaña de manipulación de la opinión pública donde se usaron diversos personajes mediocres como peones del aparato gubernamental que fungieran como una suerte de modelos del rockero juvenil, contribuyendo a banalizar las ideas que subyacen al rock; gente como César Costa, Enrique Guzmán, Alberto Vázquez, por mencionar sólo algunos, fue presentada a la opinión pública como los íconos del rock en un tiempo donde el medio principal para el adoctrinamiento de masas era la televisión. Hasta la actualidad muchos les siguen citando como hitos del rock en español.
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Ahí hay una proporción de la respuesta del porqué del atraso de la música en México; se ha actuado deliberadamente para callarla, para normalizarla, para comprarla y prostituirla. Citando una frase que Ricardo Iorio dijo en una entrevista, y que se puede aplicar a este país: Se induce a las personas a no prestar atención a las cosas que no sean escapismo en esta gran red de escapismo que tiene el ser humano… Hay personas que han robado literalmente, con la música han robado demostrando la infancia de la música y diciendo estupideces han ganado fortunas... y nunca ha contribuido en algo a la sociedad después de haber succionado. Ante esta dinámica dirigida “desde arriba” siem-
pre se han presentado casos que intentan ser rupturistas de lo ortodoxo, y eso ocurre en todos los países y en diversas ramas del quehacer creativo (música, pintura, literatura, cine, danza, escultura, etc.). Regularmente estos casos se suelen asociar al Underground (revisar número 10 de esta revista), lo cual está ligado tanto a las formas de acceso -es material complicado de encontrar- como a la manera en que se realizan estos trabajos de forma independiente -en lengua inglesa se le conoce como Do It Yourself, DIY- y también se asocia con lo subversivo y con la censura. Se trata de producciones que suelen estar alejadas de la llamada “dictadura de lo normal” (término usado en Brasil en el ámbito del rock experimental).
En México también se han presentado estas actividades y para ellas se ha adoptado por influencia extranjera el término Underground. Sin embargo, hasta los 60s fue ultramarginal, y no sería hasta los tiempos de la llamada revolución sexual (muy ligada a “La Píldora”) cuando comienza a abrirse el espacio cultural en México, pero la apertura fue bastante dolorosa, bastante golpeada. La Literatura De La Onda (las mayúsculas son intencionales) era la discordia contra el pasado, contra los escritores formalistas, oficialistas -casi todos- y magnánimos, fue la desavenencia con ese tipo de escritores que hacían una especie de manuales del cómo entender al mundo, Octavio Paz era docto en esa labor de normalización de conciencias a un nivel literario y académico, Carlos Fuentes fue otro de ese mismo rubro. Sin embargo, los jóvenes de los sesentas tenían otros intereses y otras formas de comunicación (la expresión “agarra la onda” es precisamente eso, entenderse con formas de comunicación y acción diferentes y contrapuestas a las que usaban los viejos). Los trabajos de José Agustín son ejemplos claros de esa otra forma de comunicación, la cual estaba asociada a la liberación sexual, a la protesta, a la sedición, a la separación del núcleo familiar, a las drogas, a los beat, y, claro está, al rock 'n' roll. Hay un documental producido por Canal 11, TV pública en México, llamado, Beatniks: Un Aullido de Libertad. En él se describe este fenómeno en México. Incluso en el terreno académico también se dio un interesante proceso de cambio hacia un análisis más crítico, en ello destacó Daniel Cosío Villegas y Pablo González Casanova. Fue en esos días cuando personas como Enrique Guzmán, Cesar Costa, etc., fueron rápidamente promovidos como el modelo típico del rockero, esta promoción se dio como si se trataran de meros productos de consumo y ejercer así una normalización dado que lo que ellos hacían era ad hoc con lo conservador, era gente profundamente reaccionaria, ahí no había ideas progresistas o vanguardistas, no había problemas más allá de los que tiene un típico hijo de burgués, en esa música no había asomos de calle. Fue en estos tiempos donde el rock que se ligó a la matriz contestataria fue prohibido en México, eran los tiempos de Diaz Ordaz (uno de los presidentes que más apodos coleccionó, lo cual muestra que la
figura presidencial ya no era una figura de admiración, sino objeto de irreverencias). Rodeado de la situación mencionada se dio la primera ola del rock en México, pero en la siguiente década comenzó tanto en los Estados Unidos como en Inglaterra una dinámica distinta que tocó a México por importación a finales de los setentas. Esta otra dinámica se encontró impulsada por la radicalidad y la politización, e intentó ser rupturista principalmente la década que le precedió. Fueron los jóvenes que habían viajado a los países donde se dio la explosión del punk los que lo trajeron a México en un tiempo donde en el terreno de la música lo más vanguardista que se podía escuchar en una banda mexicana estaba influido por el rock progresivo con tintes experimentales (Decibel es un ejemplo de esto), encontrándose en la línea del llamado Rock En Oposición (conocido como RIO, por sus siglas en ingles) y que era, dicho sea de paso, sólo practicado por un puñado de personas. Cuando el punk empezó a salpicar a México se dio en unas circunstancias desfavorables; no existía una industria musical madura como sí había en Europa y los Estados Unidos, y no existía porque no se había trabajado en ello; no existía el conocimiento técnico para mezclar instrumentos que incorporaban las nuevas tecnologías, mezclar sintetizadores con batería, guitarra, bajo y voz era algo desconocido para los escasos ingenieros de sonido que había en México; no existía la visión para organizar eventos masivos de rock, lo que ocurrió en Avándaro sentó un importante precedente pero no se hizo una réplica del mismo dejando con ello espacio a las ataduras gubernamentales, incluso se ha dicho que Avándaro fue posible porque sus organizadores y promotores eran figuras ligadas al sistema como fue el caso de Jacobo Zabludovsky, pero ante las fuertes críticas hechas por sectores del conservadurismo se ejerció el veto gubernamental. Resumiendo, cuando el punk llegó a México estaban abonadas las circunstancias para que se mantuviera en la marginalidad. Sumando a lo anterior, la propia ideología del punk rock y sus derivados directos (Post Punk, Synth Punk, Hardcore, etc.) ponían otro relevante punto sobre la mesa: el punk tenía que ser por necesidad proletario y si no lo era es porque se trataba de un seudopunk, de un punk hecho por farsantes.
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Como ya se ha mencionado, la gente que trajo este estilo al país era gente que tuvo las posibilidades de viajar al extranjero lo cual tiene como elemento implícito que era gente cercana a la burguesía, ya sea clase mediera o hijos de burgueses. A su vez, mantenerse actualizado de las tendencias vanguardistas extranjeras no era ni sencillo ni barato, requería tener contacto con gente que se moviera en distintos países, por lo menos en los Estados Unidos, y pagar sumas considerables por un disco. Se trataba de materiales caros y escasos. Tomando en cuenta lo anterior, el punk en México transcurrió en dos fuentes, una era la que provenía de jóvenes de un sector económico “acomodado”, y otra era la que se hizo por jóvenes de clase obrera (cabe señalar que, al menos en un principio, estos segundos aprendieron de los primeros). La dinámica que se dio en México desembocó en una especie de hegemonía del punk fuertemente ligado a lo proletario sobre aquél que se hacía jóvenes con otra realidad de vida. Aun cuando para algunos esta suerte de confrontación pudo haber sido estéril, ella sigue marcando hasta nuestros días las opiniones generales con respecto a bandas como Dangerous Rhythm y otros proyectos y grupos que nacieron principalmente en el sur de la Ciudad de México, una de las zonas de alta plusvalía del país. Gente del punk rock nacional sigue catalogando a los rockeros no proletarios como embusteros que sólo entraron al rock porque en esos días éste se manejaba casi como una moda. Por ejemplo, son conocidas las opiniones de Amaya (líder del grupo veterano de punk rock, Síndrome) respecto a los grupos que aparecieron a finales de los setentas en el sur de la ciudad. Las opiniones generales son desfavorables para esa clase de grupos. Esto, aunado a las medidas oficialistas de transmisión de la cultura nacional, contribuyó a que no se abordara y escribiera la historia del desarrollo de la música en México de forma vinculada, dejando huecos y múltiples vacíos en la narrativa. Además de que la música nacional fue en su conjunto afectada por esto (tanto proletaria como no proletaria), también se vieron afectaciones en lo particular. Diversos grupos tuvieron que sortear con la censura, la falta de espacios, el mal manejo técnico, la intriga para impedir el desarrollo de su carrera y aspectos semejantes, sumando a lo anterior está el
hecho de que pasado el tiempo no se hizo más referencia a ellos e incluso cuando emerge el “Rock en tu Idioma”, al cual yo lo manejo como una de las mayores farsas de la música en castellano, se promovió a éste, al menos en México, como el rock nacional por excelencia intentando borrar de tajada lo que antes se había realizado. Uno de los grupos que sufrió el olvido casi absoluto fue una banda de rock nacida en el sur de la Ciudad de México a finales de los años setentas, un grupo pionero en la vanguardia artística y subterránea el país, un grupo que hizo música futurista, un grupo que comparándolo con lo que se hacía en el extranjero tenía un nivel más alto que muchos de sus contemporáneos. Ese grupo fue un cuarteto de jóvenes llamado SIZE. Han transcurrido más de 30 años para que se hiciera una referencia audiovisual sistemática sobre ellos. Es hasta ahora que existe un trabajo hecho al estilo de la vieja escuela, de forma autónoma, independiente, con pocos recursos pero con mucha creatividad -como se hace el Underground-, un documental realizado por Mario Mendoza (productor y director), titulado: Nadie Puede Vivir Con Un Monstruo. Actualmente el documental se encuentra en su primer periodo de distribución en DVD después de haber sido presentado en diversos eventos nacionales y extranjeros. El productor ha sido entrevistado por medios de comunicación públicos y privados respecto a este trabajo y, en general, la aceptación ha sido buena. Encuentro varios justificantes para creer que Nadie Puede Vivir Con Un Monstruo reúne las características para ser un documento importante para la historia del rock que se hizo en México, una historia que ha sido casi siempre devaluada, vilipendiada y reprimida. Tuve la oportunidad de conocer a Mario Mendoza en un restaurante de la ciudad de México hace unos meses atrás con motivo del viaje que hizo a la Ciudad de México, DF, para presentar el documental en la Fonoteca Nacional y abrir con ello el periodo de ventas del primer tiraje en físico. En ese entonces le hice la invitación para tratar sobre él y su trabajo en esta revista, y de esta forma contribuir a la transmisión de su trabajo en este medio con sede en Argentina. Aceptó de inmediato y en las semanas posteriores comenzamos a tratar el día en que se celebrara ésta.
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LA ENTREVISTA A continuación se presenta la entrevista, la cual se realizó el día 25 de octubre del 2015, tuvo una duración de aproximadamente dos horas y fue por videollamada. Dada la extensión de la misma lo que aquí presento es una síntesis de cada una de las respuestas dadas por Mario Mendoza para cada una de las temáticas que se abordaron. La entrevista se dio en un formato muy abierto que permitió tocar bastantes aspectos relacionados tanto con el documental como con su creador, se hizo así con el objetivo de tener referencias sobre la persona que se encontró detrás del documental, sus aficiones, su vida, etc., aspectos que muchas veces son pasados por alto pero que aquí se intentó rescatar al ser factores relevantes para entender este trabajo. A manera de apunte; posteriormente -tentativamente para diciembre-, se harán cápsulas de esta entrevista que serán cargadas al canal YouTube de The 13th.
LA RELACIÓN DEL PRODUCTOR, MARIO MENDOZA, CON EL UNDERGROUND. Para tratar a SIZE es casi indispensable encontrarse relacionado de alguna manera en lo que es llamado, Underground, dado que de otra manera es complicado conocerles al no haber sido ellos un grupo que tuviera difusión. Por esto se preguntó en torno a la experiencia de nuestro entrevistado en la música subterránea, cuál fue su acercamiento, en qué años, etc. A continuación su respuesta. Yéndonos más atrás de SIZE, el primer contacto en el underground, dado que lo hay en varios ámbitos, en mi caso fue el underground metalero, te estaré hablando en mi infancia -en quinto o sexto de primaria- donde empecé a coleccionar las revistas de Sonido y Conecte (que eran las dos revistas mexicanas de rock que eran casi las únicas). Comencé a coleccionar esas dos revistas por los grupos de hard rock y heavy metal que estaban sonando mucho, en Monterrey era lo que llegaba e incluso en cuanto a discos era lo que yo conocía en cuanto a estos estilos. Cuando empiezo a coleccionar estas revistas empiezo a
ver grupos que yo no conozco, aun cuando eran referencias meramente de nombre porque esos discos no eran sencillos de conseguir, pero recuerdo haber leído un artículo de Casino Shangai en el 85 (1985). Eran grupos que me llamaban la atención, sin embargo, al no tener un acceso a los discos se convertían casi en una curiosidad para mí. Luego paso a la secundaria, y entonces me empiezo a enterar de los nuevos estilos que nacían como el death metal, el trash metal, black metal, etc. Así fue mi primer contacto con el underground, que era en el ámbito metalero. Fue entonces cuando conocí a personas que sí tenían la oportunidad de comprar discos en el extranjero y muchos eran coleccionistas principalmente de metal, pero entre sus colecciones también tenían cosas de punk, de hardcore, como D.R.I., Minor Threat, etc., y es por esa influencia en que empiezo a escuchar hardcore y punk, y así empiezo a conocer este otro ámbito del underground, incluso formé parte de Toxodeth como músico y empiezo a estudiar guitarra y también me empiezo a interesar mucho por los teclados, para ese momento estaba yo escuchando mucho rock progresivo como Emerson, Lake & Palmer y así del rock progresivo fui llegando el rock en oposición, que es una rama un poco más experimental, el Krautrock y es entonces cuando me encuentro con Decibel por allá por el 95 aproximadamente.
DE LA CENSURA DEL ROCK AL ROCK EN TU IDIOMA. Como se mencionó anteriormente, es un hecho público que el rock fue censurado en México por causas relacionadas con el mantenimiento de lo que se podría definir como cultura del Status Quo, se ha tratado el impacto que esto tuvo en el desarrollo de la música nacional. Sin embargo, esa ha sido mi opinión y mi forma de entender el proceso del desarrollo del rock en México, pero existen otras visiones sobre el hecho, dado lo cual se preguntó a nuestro entrevistado su opinión al respecto de la censura y sus efectos, así como al papel que para él pudo haber tenido el Rock en tu Idioma como una nueva oleada de rock para normalizar conciencias y si esto pudo, de alguna forma, opacar el trabajo de SIZE.
Respecto a la censura: Definitivamente fue algo que frenó bastante el desarrollo de los grupos, del rock en general pero sobre todo de propuestas más arriesgadas. Dado que la escena no sólo se desarrolla con los grupos, sino que existan los lugares, los técnicos que sepan regular a los grupos, etc. Y al existir esta prohibición, que no era escrita sino de facto, afectó para que no hubiera lugares, no hubiera gente, los ingenieros no supieran cómo lograr un buen sonido… pero de todos modos el rock tenía que desarrollarse, incluso siguió existiendo a pesar de toda esta prohibición que fue como del 71, después de Avándaro, hasta por los ochentas. Respecto al Rock en tu Idioma: Soy un poco contrario a que el Rock en tu Idioma haya opacado esta otra línea. Es complejo el tema porque no es una cuestión tan clara, sino que hay matices en medio. Creo que fue un cambio generacional, incluso antes de Caifanes estaban Las Insólitas Imágenes de Aura, y ya para cuando aparecen Caifanes, SIZE ya no existía y Casino Shangai me parece que ya no estaba activo para cuando Caifanes editan su primer disco. Aunque fueron músicos que tuvieron un punto de intersección su desarrollo fue posteriormente, en otro momento. Por ello no sostengo que los hayan opacado, sino que fue otra generación; ocurre que cuando se abren los espacios en los medios a estos nuevos grupos sí les dan espacios en televisión, espacios en radio, etc. Por ejemplo, mucho tuvo que ver que con esta venida de grupos argentinos y españoles genera que se abran más los medios, y yo creo que esas cosas influyeron para que existiera mayor exposición y tuvieran otros niveles de producción y distribución. No hay que olvidar que esas otras propuestas ya no estaban activas, cuando ese boom del rock en tu idioma estos otros grupos ya no existen. Por eso creo que principalmente fue un cambio generacional. ¿Qué opinas respecto a lo que se dice que SIZE no eran buenos músicos? Por ejemplo, Sabo Romo menciona que SIZE no eran virtuosos o buenos compositores, pero es que la propuesta de SIZE no era esa, la cualidad de SIZE era aportar en cuanto a ideas, imaginación e inventiva, refrescar creativamente a lo que se había hecho hasta esos días y no a presentarse como buenos músicos.
LA BURGUESÍA Y EL NACIMIENTO DE SIZE EN MÉXICO Una de las críticas, quizás la principal o al menos la más constante que se le ha hecho a SIZE está relacionada con su clase social de procedencia. Se les ha clasificado como una banda de rock burgués que, al encontrarse cercano al primer punk que se hizo en México se les ha desacreditado por ello. Dado esto, se preguntó al respecto del tema. Yo difiero de esa opinión, definitivamente. Los han criticado mucho respecto a que si eran punks burgueses, y sí fue mucha crítica respecto a eso, y aunque no fueran como tal burgueses eran clase media acomodada, pero gracias a eso ellos tuvieron acceso a viajes al extranjero y otro tipo de información que es lo que les dio las herramientas para hacer lo que no se estaba haciendo en ese momento en México. Sí es cierto que provenían del seno de la clase media y eran diferentes al punk proletario, pero yo no diría que eso les quite mérito a lo que hicieron pues lo que estaban haciendo era muy significativo para el rock en México dado que estaban cambiando la manera en que se estaba haciendo el rock en este país que estaba muy estancado en el rhythm and blues. Y tanto SIZE como Dangerous Rhythm le dieron la vuelta a eso, y esa fue su aportación. Tampoco considero que el punk, o el rock, tengan que ser completamente proletarios. Por ejemplo, hay una entrevista que le hacen a Walter Schmidt respecto a eso, y él pone como ejemplo a The Damned, ellos no eran un grupo marginal, tenían una imagen cuidada y ellos empezaron el punk rock en lo discográfico. Y SIZE estaban influenciados por eso, y por Wire… existió un contingente de bandas de Inglaterra que estaban influenciadas por el glam y todo eso. Por ejemplo, SIZE participó junto con Dangerous Rhythm y con Rebel’d Punk en el primer encuentro de punk en México que hubo en el Chopo, aun cuando ellos no se consideraban a sí mismos como punk, quizás Illy sí se definía como punk pero los otros estaban más en el New Wave, necesariamente están ligados al punk mexicano tanto por este antecedente del Chopo como por sus raíces en la música. Además ellos contribuyeron bastante para difundir muchas bandas de punk y new wave que estaban apareciendo en Inglaterra porque en el caso
de Walter, como director de la Revista Sonido, trajo a México muchas de esas ideas, este tipo de influencias y referentes que no se conocían y se conocieron gracias a ellos.
SIZE EN LA HISTORIA DEL ROCK Ligado con la respuesta previa, y dado que el documental cuenta con una buena base de investigación, se preguntó respecto a las causas que están relacionadas con el estado de olvido casi completo por el que pasó el grupo. Es difícil identificar una sola cosa, fueron varias las que influyeron, pero una importante es que al no existir un registro discográfico amplio, es decir, lo que editaron fue un tiraje reducido comparado con los estándares de la industria, no roló mucho, se conoció más en el DF que en el resto del país y al estar inactivo el grupo dejaron de aparecer en revistas y en el cambio generacional se fue olvidando lo que se hizo antes. Y no hay que olvidar que al no haber una documentación de esta escena, tanto de SIZE como de la escena que estaba alrededor de SIZE en México, no hay referencias a qué consultar, los conocen los entendidos pero de ahí no pasa, y conforme más pasa el tiempo se va acentuando más este olvido. Sin embargo, creo que la edición en CD que se dio en Rock'n'Roll Circus en los 90s ayudó mucho a que no callera en el olvido por completo, y ese disco pasa a ser ya un documento y es importante como cosa de culto. Ese disco hace que se siga corriendo de voz a voz e incluso en Internet.
ASPECTOS RELACIONADOS CON LA REALIZACIÓN DEL DOCUMENTAL. Una vez tratados los puntos anteriores, se comenzó a tratar de forma más directa lo que compete a la realización del documental, su difusión, su aceptación, su tiraje en DVD, etc. Ello se abordó por medio de preguntas como las siguientes: ¿cuándo nace la idea de hacer un documental sobre SIZE? ¿Cómo se fue construyendo el mismo?¿existieron apoyos gubernamentales como una beca económico, difusión? A
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continuación se presentan las respuestas dadas a estas y más cuestiones. Eso ya fue en el 2006, es cuando empiezo con esta idea de hacer un documental. Pero viene de antes; yo conocí a SIZE por el disco que lanzó Rock'n'Roll Circus, pero incluso cuando yo escuché por primera vez a SIZE todavía no me hacía click esa música, yo en ese momento estaba muy interesado por el rock en oposición y SIZE me parecía una música muy sencilla que no me parecía muy excitante. Pero con la llegada de Internet yo empiezo a adentrarme en el new wave de los ochentas y empiezo a escuchar mucho ese tipo de música y fue hasta entonces que empiezo a entender a SIZE. Yo a Walter y a Charly (Carlos Robledo) los conocí por el 2001 por una entrevista que les hice para un fanzine que yo editaba, el fanzine se llamaba REO (siglas de Rock En Oposición), a ellos los entrevisté como Decibel, edité dos números y en el segundo fue cuando edité el número donde hablo de ellos. En el 2003 ellos vienen a Monterrey (lugar de residencia de Mario Mendoza), musicalizaron El Viaje A La Luna de George Meliés en un festival que hizo un amigo llamado Oscar Sánchez, y es entonces cuando vuelvo a tener un contacto con ellos y fue cuando empecé a hablar con ellos sobre SIZE, de dónde venían las letras y cosas de ese tipo. Por esos años me entero que se estaba organizando un disco de tributo a SIZE donde se invitaba bandas de México e incluso había una banda de Perú, incluso apenas va a salir ese disco… y ese tributo fue fundamental, me llamó mucho la atención y también porque gracias a él como pude tener acceso a testimonios de primera mano. Me parecía muy importante que un grupo después de tantos años de no existir tuviera ese poder de convocatoria y esa figura de culto, y eso para mí fue determinante. Además de que ya había hecho una especie de documental, que en realidad es un cortometraje, sobre Aguaulco y el llamado Sonido 13, y estaba fresca esa experiencia del documental con lo que pasó con el disco tributo de SIZE, y es entonces cuando se me ocurre hacer un documental sobre ellos. Es entonces cuando hablo con Walter y fue cuando empezaron los viajes al DF y empiezo a hacer todas las entrevistas y a armar el material. ¿Cuál ha sido la respuesta del público respecto al
documental? En general ha sido buena la respuesta, he tenido opiniones de que es una porquería y otras que dicen que es bastante bueno. Pero no estoy en contra de que se critique de forma dura, porque al hacer un trabajo de este tipo una se expone a que se digan cosas fuertes, pero yo diría que en general la aceptación ha sido buena. ¿Cómo fue evolucionando el documental para tener la versión final? Cuando hice la primera versión, la primer función que se dio de forma pública fue el 5 de agosto del 2011 en el que era el Cine Teresa, era un corte de 128 minutos, ese mismo corte lo presenté en Tijuana, en Ciudad Victoria, en Monterrey… y mucha gente me decía que el documental era bueno pero estaba muy largo, y estaba yo mismo concierte de que era un tiempo extendido respecto al promedio de documentales de rock. Ya con la cabeza más fría, al año siguiente, me dije que si la tirada es que salga en DVD sí se puede comprimir un poco más y enviar esos cortes a la parte de extras, esto fue en el 2012. Incluso por eso la fecha del documental es del 2012 aunque lo presenté por primera vez en 2011. Después tuve un mal entendido con los hermanos Lafontaine donde por una cuestión de créditos me pidieron sacarlos del documental y ese es el corte que quedó como oficial del DVD. Incluso el haber hecho esos cortes ha funcionado mejor pues es más accesible para gente que no conoce a SIZE y que se les presenta por primera vez, y ya si quieren tener más información están los extras del DVD para quién los quiera ver. ¿Se contó con apoyos gubernamentales o fue un trabajo autogestionado? Sí busque una especie de beca para este trabajo, ya ahora que lo terminé sé que es sufrido hacer las cosas con tu propio dinero. Ya ahora veo que es significativo el hecho de que no haber un compromiso puedes manejarlo con más libertad, porque el que te da la beca te exige cumplir el trabajo en un tiempo específico. Pero para mí representa un camino que yo elegí, al no estar becado no quise detenerlo, no quise decir que al no tener un apoyo económico
esperar hasta que llegara, sino que me fui por el camino independiente, decidí yo sólo moverme con mis propios recursos, ir a México para las entrevistas, incluso lo hice con un equipo bastante modesto y a diferencia de que cuando hay una beca tienes un equipo de trabajo detrás que te apoya, aquí casi todo lo tienes que hacer tú. Sí tuve apoyo de amigos y gente, por ejemplo, Diego Suarez me ayudó mucho con la edición de una forma incluso desinteresada, también a mi productor de audio… en los créditos los menciono porque me ayudaron, pero un equipo grande de trabajo para una producción de mayor presupuesto es imposible porque cada uno se preocupa por su trabajo para poder vivir, y eso es bastante entendible. Así que no me quedó de otra, pero para mí ahora es importante ver que al no estar en tiempos de entrega pude manejarlo, digerir mejor las entrevistas, conocer a más personas para nutrir la información, y después vino el proceso de producción del DVD que también es algo sufrido, el proceso de producción del DVD requiere etapas que necesitan dinero y tienes muchos tiempos muertos por falta de presupuesto. Así que hay ventajas y desventajas. Uno asimila mejor el material, pero hay muchos tiempos muertos. Pero sí me ayudó a que fuera independiente, principalmente en la realización, porque ya para la producción si hubiera sido bueno tener un apoyo económico para que saliera más rápido. ¿Tienes en mente realizar más trabajos de corte documental o fundar un sello para distribuirlos? Sí, pienso que voy a seguir haciendo documentales. También me gusta la ficción, el cine de ficción, y no quiero quedarme sólo haciendo documentales aunque sí quiero contar otras historias que me interesan. Respecto a fundar un sello, no lo he pensado, también ya es otro tipo de trabajo y absorbe mucho. En este caso del documental me apoyé en Genital Productions porque yo conozco a Toño Rotuno y me parece una persona derecha, de confiar, y su sello me parecía ideal para que este trabajo estuviera en su catálogo. Además de que él siempre está presente en eventos de música independiente y me pareció ideal. También se sumaron esfuerzos con Terraza Records, con ellos maquilamos (fue un tiraje de 500
copias), también se sumó El Arte de los Ruidos que es un sitio de noticias. Digamos que es nativo de Genital Produccions pero hay toda una suma de esfuerzos. ¿Existe la posibilidad de un segundo tiraje en DVD? Sí estoy con ganas de editar un segundo porque este primer tiraje ya se están terminando las piezas. Pero tengo en mente lanzarlo en línea para renta o para descarga en línea. Y eso me imagino que ayudará a que se difunda mejor, pues hay mucha gente que lo busca en Internet para verlo desde su computadora. Siempre hay gente que quiere el físico, pero hay otros que les gusta en versiones digitales… al MP3 y todo esto, pero hay generaciones, tanto viejas como jóvenes, que siempre queremos la versión en físico, en vinil o Cds. Y como a mí me gusta más el físico por eso pensé en tener el tiraje físico y que fuera atractivo, con su librito, serigrafiado, etc. Uno de los aspectos a llamar la atención cuando se ve el documental, es la falta de opiniones del productor a lo largo del trabajo. Algo que no suele ser común en los documentales de rock donde generalmente se intenta construir una narrativa para así dirigir una opinión al espectador. En Nadie Puede Vivir Con Un Monstruo esto no se observa, dado lo cual se preguntó al respecto, si fue una intención deliberada o si se tuvo ese resultado sin intención. Definitivamente es completamente voluntario el hecho de no hablar, de no querer guiar al espectador sino plantearle un esbozo por capítulos donde la estructura la da el capítulo mismo; aquí hablamos de los antecedentes, aquí de la formación, etc. Pero en el contenido de cada capítulo yo preferí dejar hablar a los entrevistados, no guiarlo yo, sino dejar hablar a los entrevistados. Para mí esa es la mejor forma de documentar, es más objetivo creo yo. Para el caso del primer documental ahí si lo hice con voz en off, pero era principalmente por los objetivos del documental, y al no haber entrevistados soy yo el que empieza a dar los datos, es por la misma naturaleza de ese documental; pero, cuando yo me planteo el de SIZE quise hacerlo con las propias voces de los entrevistados y no por la mía. Para el momento en que se realizó la entrevista ya
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se contaba con diversas presentaciones en el extranjero del documental, lo cual es un aspecto relevante dado que parte del menosprecio por el rock nacional no sólo se explica por causas internas, sino por la dinámica e interés que en el extranjero se presenta en torno al rock hecho en México. Dado ello, se preguntó al respecto de dichas presentaciones. Esta (refiriéndose a una presentación en Europa que se dio semanas antes de esta entrevista) fue en Polonia, no fue en Alemania (Mario hace esta aclaración dado que en la pregunta que le hice le pregunté sobre una exposición que yo creía había sido celebrada en Alemania). Fue una exposición que hizo Laureana Toledo, la hija de Francisco Toledo, y ella tuvo una exposición en octubre de este año y ella me había platicado casi a inicios de este año (2015) que le gustaría presentar mi documental junto con otros trabajos de punk como Nadie es Inocente de Sarah Minter, y otros. Yo en ese momento le dije que sí, y sólo fue cuestión de tiempo y cuando se presentó la oportunidad se pudo proyectar en Polonia. Pero previamente a eso ha estado, en tres ocasiones fuera de México; la primera fue en Lima (se presentó la versión de 128 minutos), en un festival de Perú. Luego con la versión de 98 minutos, al año siguiente, se presentó de nuevo… y también en Bogotá (Colombia) en un festival llamado Alta Fidelidad. En México, uno de los medios de comunicación con mayor impacto en la población es la televisión abierta, hasta la fecha sigue siendo el medio al que más acceso se tiene y el lugar donde mayormente se informa el ciudadano de a pie. En los días en que se presentó el documental en el Fonoteca Nacional de México se hizo una entrevista a Mario Mendoza en uno de los pocos canales culturales que tiene la TV mexicana. Ahí, se mencionó por parte de los entrevistadores -quizás sólo de momento y sin la seriedad necesaria- la opción para difundir el documental en ese canal. Dado lo anterior, en esta entrevista se le preguntó al respecto, así como también se hizo la pregunta sobre los mecanismos que se han buscado para su difusión más allá de los festivales culturales y su venta en DVD En una entrevista que me hicieron en Canal 22 me hicieron esa propuesta (aquí se refiere a la propuesta de proyectar el documental en TV), pero no
hubo un seguimiento de eso, y como esta es mi primera producción, porque aunque es formalmente mi segundo documental yo considero este de SIZE como el primero por la forma en que lo hice, por todo el trabajo de investigación que hay detrás, por el tiraje, etc., no estoy acostumbrado a conducirme en los medios de comunicación y no sé realmente cómo se pudiera hacer, además de que al vivir yo en Monterrey me es complicado ir al DF y ponerme en contacto directamente con ellos para ver la posibilidad de que el documental pudiera salir al aire. Y cuando me hicieron esa entrevista yo estaba con la cabeza muy revuelta, pero por ahora me interesa más la opción digital porque siento que en cuanto facilidad de poder ver el documental la opción digital es la que necesito en este momento. Por eso no me he dedicado a buscar esos espacios, aunque si alguien me hace la propuesta de lanzarlo sí la tomaría muy en cuenta.
EL UNDERGROUND EN LA ACTUALIDAD El último aspecto que tratamos durante esta entrevista fue el referido a la vigencia del underground en nuestros días. Existe un debate que básicamente se podría resumir en dos ideas confrontadas; una que sostiene que el subterráneo ya es cosa del pasado y otra que sostiene que aún se encuentra vigente pero se expresa por mecanismos distintos a los que se tenían hace 30 años o más. Teniendo como hecho que SIZE fue un grupo que formó parte del underground mexicano (y me parece que eso es indiscutible), se preguntó respecto a la opinión de esto, así como a la vigencia o no de esta forma de música que se identifica como rock subterráneo en la actualidad. Yo entiendo el underground como algo que se dio donde no existía acceso a la información, como algo que era conocido por pocos en cuanto a música, literatura, cine, etc., y de lo cual sólo los entendidos tenían acceso, casi siempre se llegaba a ello de voz en voz o de mano en mano. Y ahora lo que hay es mucho material al cual se puede tener acceso con un click, mucho material en Internet que hace más accesible todo. Por eso yo creo, aunque es sólo mi opinión, así yo lo entiendo, que el underground se quedó en el pasado y que ahora los que se definen
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como bandas de subterráneo son bandas que están influidas por aquello que se hizo antes, pero que ya no son propiamente under, aun cuando puedan tener esas influencias o esas ideas de no comercializarse. Por eso yo creo que no sólo estaban relacionadas las bandas con hacer punk o hardcore con cierto tipo de letras o sonidos, sino con la forma en que se llegaba a ellas dado que eso hacía toda una forma de vida tanto para los grupos como para los coleccionistas. Y ahora yo ya no veo eso.
REFLEXIONES FINALES La forma en la que yo conocí a SIZE fue por medio de una charla con un melómano de Argentina. Hablábamos de post punk (que es uno de mis estilos preferidos además del experimental y el noise), yo suelo seguir bastante la escena brasileña dado que ahí encuentro cosas muy interesantes, incluso cosas que podría sostener tuvieron más calidad que
mucho de lo que se hizo en Inglaterra y los Estados Unidos que son los dos referentes casi principales de estos estilos, aunque también en Italia, Francia, Alemania y los Países Bajos tienen su historia. En aquélla charla se me mencionó a SIZE como una de las bandas que en Argentina se tenía como importantes en la escena de México, y como una de las bandas de la que menos información había (de entrada, antes de ese día yo nunca los había oído). Ahora han pasado muchos años desde esa plática, en esos años Illy Bleeding seguía vivo y estaba dando actuaciones en directo. Como ocurre a casi todos los que escuchan por vez primera sus canciones, quedé impresionado e incluso incrédulo respecto a que realmente fuera un grupo que alguna vez hubiera tocado en el México de la censura, en el México donde Alex Lora había lucrado tanto y de forma tan sucia con el rock, en el México donde lo más honesto, inteligente y rockanrolero que había conocido era Rodrigo Gonzalez (que es otro que se fue demasiado pronto), en el México de los punks
del norte de la ciudad, de Los Gallos, del Piscis, del Rebel’d, del Síndrome, de la ciudad que vería nacer a los Atoxxxico, a los Masacre 68 y de ese tipo de bandas tan callejeras y casi belicistas. Saber que SIZE existió en ese momento de la historia fue para mí un motivo de orgullo, un referente para un país donde emergió una banda que aún sin ser fuertemente disidente parecía que estaba en contra de todo lo que se había hecho en este país, de una banda vanguardista capaz de ponerse al tú por tú con las figuras extranjeras y que quizás ni ellos mismos sabían lo que estaban haciendo. Sentí un orgullo quizás comparable al que tiene un extranjero que sabe que su país no se agota en la historia que le contaron de niño, sino que hay una interesante y vibrante leyenda debajo del oficialismo, una práctica que empuja las oxidadas estructuras culturales y que se puede ver de frente sin avergonzarse. Tener ahora un referente audiovisual, una inves-
tigación bien hecha y, más aún, una investigación que se realizó rompiendo múltiples dificultades es algo que parece concatenarse, por sí mismo, con la narrativa original que de SIZE se dio en los hechos. Es casi una metáfora. Después de todo, para la grandeza se tendrá que esperar el encuentro con final del camino. Y algunos ya han dejado en la historia su nombre. En memoria a Jaime Keller y en agradecimiento a SIZE Contacto para venta del documental en México y el extranjero: https://www.facebook.com/lokomendoza Opiniones y críticas sobre el artículo: https://www.facebook.com/erick.r.vieyra
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TRES POR UNO En este espacio nuevo abrimos un vínculo en donde confluyen los tres departamentos de la Revista, Música, Cine y Literatura. La idea es simple. Una canción y cada departamento lo examina desde su lugar, desde la música, desde la letra y desde el video. Nuestra primera apuesta es:
Killing Joke – Love Like Blood
MÚSICA Si pudiésemos meternos en un laboratorio de hits y ver el procedimiento (si hubiese una receta o un plan) de creación de una canción de éxito, veríamos que hay ciertos requisitos básicos que habría que cumplir a raja tabla; fraseos de guitarras o de teclados pegadizos o estribillos fácilmente recordables, melodías simples, armonías que no incomoden al oyente, ritmo agradable y, de ser posible, pegadizo, una voz que encandile y haga que todos quieran cantarla o corearla. Pero tal vez uno de los principales puntos es que la radio pueda pasarlo una y otra vez y que no canse. Pero ¿Cuál de estas condiciones cumple esta famosa canción de Killing Joke? Ninguna. ¿Y esto cómo puede ser? No lo sé, son esas cuestiones de la vida que pasa y ¡listo! El comienzo con el teclado de Jaz Coleman es intrigante y hasta fantasmal, la disonancia de la bella y elegante guitarra de Geordie Walker incomoda durante toda la canción, pero sin ser agresiva (aunque el machaque no es ensordecedor y tampoco agresivo), aunque es aguerrido. La batería de Paul Ferguson crea junto al inquietante y punzante bajo de Paul Raven, una pared tan impenetrable como alarmante que nunca nos relajará, los acordes de Geordie nos descolocan y nos mantiene alerta. La voz de Jaz Coleman es dura y, por momentos, fantasmal. La canción es como una habitación abandonada en donde las paredes macizas e impenetrables (representadas por bajo y batería), nos ponen la cuota de claustrofobia y agresividad, de un lugar en donde todo puede pasar. En esas paredes con pintura descascarada aparecen imágenes y figuras abstractas que desafían e inquietan (en este caso la guitarra), la sensación de un techo y piso no tan estable y que puede caer sobre nosotros, esa tensa preocupación, la pone el teclado de Coleman, quien a su vez parece quejarse y presagiar sólo vicisitudes y nos inquieta. ¿Y cómo una canción tan incorrecta, según el manual del hit, es reconocida como un clásico de la época? Son esas cosas raras de la música, indescifrable,
pero que, a pesar de no seguir los mandatos de un hit, seguramente está en varias radios y compilados de los años 80’s, como un clásico de esa década.
LITERATURA Por lo que tengo entendido, esta canción significó un éxito rotundo en la carrera de Killing Joke. La pasaban en las radios, en las pistas new wave de baile del mundo, y la gente no sólo se la pedía a los DJ, sino que además la cantaba y hasta saltaba con ella. Ahora bien, ¿sabían aquellos oyentes cuál era, en sí, el mensaje que intentó transmitir la banda al momento de encerrarse en el estudio y decidirse por grabarla? Estoy seguro que no. Nacidos tras el espasmo, las convulsiones y el colapso final del punk, Jaz Coleman y los suyos fueron, a finales del siglo pasado, uno de los más claros exponentes de esa ancestral tradición de ritos paganos y danzas tribales, del ritmo sentido como vehículo de contagio pero también como vía de expresión de una necesidad individual destinada al sofoco de ese fuego interior que siempre impulsa a crear. De esta manera, y moviéndose dentro de las estructuras básicas de lo que es aquella alguna vez rebelde música llamada “rock” (es decir: voz, guitarra, bajo y batería), estos cuatro chamanes devenidos en artistas supieron conjugar todos esos elementos y además lograr ponerlos al servicio de la tan perseguida y casi extinta amalgama entre fondo y forma de una narración. Porque, si una de sus canciones se titulaba “Tension”, así es como uno tenía que sentirse mientras la estaba escuchando; o si, por el contrario, se titulaba “Wardance”, bueno… las espadas, como se imaginarán, se encontraban en lo alto. Sea como fuere, la cuestión es que desde el minuto cero Killing Joke siempre buscó despertar o abrir a sus seguidores a otro tipo de temáticas. Nunca fueron un grupo de estadios. Tampoco una banda que le interesase conversarte sobre lo que un chico siente acerca de una chica. Aún así, y cuando “Love Like Blood” vio la luz como simple, muchos pensaban
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que la cosa venía más o menos por ahí, sin embargo no. Su mensaje, desde lo letrístico, apuntaba más bien a disparar dardos que estuvieran comprometidos con las problemáticas sociales y políticas, con lo que es la mentalidad fundamentalista (“Hasta que el coraje aparezca y la acción esté hecha / un amor como sangre, un amor como sangre”) y en especial con lo que sería estar dispuesto a dar tu vida (“Tenemos que jugar con nuestras vidas como soldados en el campo / Pero la vida es corta y yo estoy corriendo todo el tiempo”) con tal de cambiar al mundo (“Fuerza y belleza están destinadas a la decadencia / así que corta a la rosa que florece…”) y hacerte inmortal (“Amor y odio pelean con corazones ardientes / hasta las leyendas viven y el hombre es dios otra vez”). Por todo esto y encima como si fuera poco, la canción –junto con todas las otras que integran el disco (Night Time, de 1985) –, se halla tamizada por una melodía de teclado que, no sólo le aporta profundidad e intensidad a la labor del cantante, sino que además representa el punto de apoyo más distinguible sobre el que se mueven, tanto la guitarra mántrica de Geordie Walker, como la ajustada base rítmica de Paul Raven (bajo) y Paul Ferguson (batería). Por último y ya, sí, para cerrar, diré que si me preguntara alguien qué es lo que me atrapó y me sigue atrapando de Killing Joke y de una gema como “Love Like Blood”, le respondería que, para empezar, su clima épico, luego su aura oscura, su groove tribal y su propuesta anárquica; aunque también, por qué no, su valentía y su no dejarse captar; su constancia fuera del mainstream y de las etiquetas (que si postpunk, que si rock gótico, que si metal, que si industrial); su dedicación, pero, por sobre todo, su jamás dejar de buscar; su querer a todo costo, y volviendo a la letra, “tener que jugar con nuestras vidas como soldados en el campo”.
CINE Los integrantes de la banda Killing Joke interpretan el tema Love Like Blood rodeados por sus instrumentos y un amplio espacio de total blancura, a excepción de las sombras de los mismos proyectadas sobre la pared. Lo blanco, elemento ligado a la bon-
dad y la pureza, es intervenido y unido en parte por la oscuridad así como también lo sugiere una suerte de amor como sangre. El videoclip destaca por una división de dos estilos estéticos. Uno, el ya mencionado espacio de performance de la banda acompañado por sombras y flameantes banderas coloridas, una de ellas con en el nombre de la banda en ella. El otro, una puesta en escena con un dejo a expresionismo alemán donde el arte escenográfico presente utiliza cielos pintados y campos construidos para contextualizar a los personajes. Un granjero devenido en soldado sosteniendo un martillo, una madre y su hijo oz en mano esperando a su regreso y un niño japonés girando sobre sus pies. Todos ellos claros elementos del movimiento comunista, observados desde la postura de la Unión Soviética y la República Popular China y en el medio, la lucha revolucionaria que derrama sangre, destruye naciones y separa familias. Tanto sea por el irracional amor patriótico a una bandera o el incondicional a los seres queridos, ese amor presente tiñe de oscuridad a las imágenes representadas al igual que los integrantes de Killing Joke lo hacen con su proyección de sombras. Si bien el videoclip utiliza un arte nacido del expresionismo alemán, contradictoriamente comparte un contenido cercano al del cine ojo soviético. Más allá del hecho de que este tipo de cine poseía un fuerte rechazo a los elementos artificiales como lo son el uso de un guion, la puesta en escena o la participación de actores profesionales (algunos de los elementos que aquí también están presentes), creía en el uso del montaje (elemento si se quiere tan ficcional como los rechazados) para emitir su objetividad a través de la unión de imágenes. Factor también presente en Love Like Blood y que logra a que, a pesar de la diversidad estilística y los dos espacios, en teoría ajenos entre sí, se unan al ritmo y el poderío de música y letra englobándolos a todos. A la representación del trabajador, de la familia, a los músicos que están en igualdad de posición acompañando con el movimiento de sombras al soldado y al niño japonés, y por último al receptor oyente/espectador que después de estar ante este video, difícil sea poder apartarse de él. Y todo ello en conjunto, es algo digno de llamarse amor.
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[ Entrevista a Benjamin Holton de My Autumn Empire por Diego Centurión / Traducción: Bernardo Jiménez Mesa ]
ME GUSTA ESTAR UN PASO ADELANTE Una vez más Wayne Hussey aparece en nuestras páginas, como en el número 18, esta vez anticipándonos su próxima visita a Buenos Aires, con dos conciertos en el Café Boris, el 20 y 21 de noviembre. El cantante de The Mission nos abre las puertas de la intimidad de esos próximos encuentros con los Missionarios de Argentina.
Hola Ben, gracias por permitirnos entrevistarte una vez más, aunque esta vez no por un álbum que festeja su aniversario de lanzamiento, sino por tu nueva obra bajo las alas de My Autumn Empire: “Dreams of death and other favourites”. Hablar de un nuevo trabajo de My Autumn Empire es como hablar de una pequeña caja de recuerdos que siempre nos depara una sorpresa siempre grata. ¿Cuánto tiempo has tardado en escribir estas canciones? “Death Song” y “Forcefield” se escribieron en febrero del año pasado y el resto siguió lo largo del año. Algunas ideas para las canciones y la música había estado conmigo un poco más. Después de “The Visitation”, ¿cuánto has estado presentándolo y cuando sentiste la necesidad de escribir nuevas canciones? Por una razón u otra no pude tocar muchos conciertos con "banda completa” el año pasado o el presente, por lo que muchos de
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los conciertos para promover “The Visitation” fueron en solitario y a un millón de millas de distancia de las versiones grabadas. Usualmente comienzo a escribir material nuevo inclusive antes que el álbum en el que estoy trabajando salga. Si es posible me gusta estar un paso adelante. ¿Es un viaje de regreso a esa sensación que tenías antes, teniendo en cuenta que regresaste a tu ciudad natal, y sentiste ese tipo de protección cuando estabas en la casa de tus padres otra vez? Era menos acerca de los sentimientos de protección cuando volví a mi pueblo, era más la tristeza y el paso del tiempo. Las personas que ya no estaban y las que aún permanecían, de alguna era triste en ambos casos. Por supuesto, mientras estaba en mi casa de la infancia y las calles donde crecí, crecía mucho la reflexión. Supongo que se manifiesta más en canciones como “Garden Echoes” y “Willows In The Close”, que se remontan a epic45. La atmósfera del álbum es bien íntima y acogedora. ¿Cuánto tiene que ver en el sonido conseguido el hecho de haber grabado en cinta? Fue hermoso volver a grabar en cinta, el solo hecho de poder hacerlo era como volver a casa para mí, pues esta era mi manera predilecta de grabar, mucho antes de que me pasara al medio digital y las computadoras. Le imprimió algo fresco a los procesos, un buen cambio. Definitivamente prefiero el sonido de la cinta, y sus limitaciones hacen que tengas que saber muy bien lo que vas a hacer al momento de grabar. ¡No hay posibilidad de editar nada! ¿Cómo piensas que este trabajo se traducirá al vivo; ya que es bastante minimalista la instrumentación. ¿Lo harás con una banda o en un estado más puro y solitario? Ya toque un par de recitales con este material ¡todo muy distinto entre sí! Dos veces lo he hecho como solista. Una vez con guitarra acústica, una con guitarra eléctrica, y una vez como trio. Creo que hay mucho con lo que puedes jugar, cuando se trata de llevarlo a los escenarios. Aunque son detalles mínimos, hay muchas capas sonoras ahí. Como ya lo dije, sin embargo, disfruto el proceso de interpretar canciones de una manera diferente en vivo. Puedo ter-
minar tocando de manera muy ruidosa y con todo, o puede ser más minimal que la propia grabación. Aunque este disco comienza un poco más pop y luego, cuando la grabación pasa, se vuelve cada vez más folk... hay un aura de nostalgia que abraza a todo el álbum que hasta por momentos se vuelve psicodélico pero relajado. ¿Qué sientes al escuchar el álbum entero? La primera canción, “The Following”, es una especie de adiós al sonido más pop (por unos momentos) y entonces el álbum se hace mucho más oscuro, me parece, antes de desvanecer en un estado similar a un sueño, hacia el final. Pocas veces son sueños felices. Hay una notable alusión a los años 70’s. ¿Te has inspirado en escritores de guiones de la Tv de los 70’s? Cuéntanos sobre ellos, porque no conozco esos nombres. Nigel Kneale es conocido en el Reino unido, más que nada, por escribir un show de TV llamado Quatermass, en los 50s, que de alguna manera fue el primer programa de ciencia ficción serio, no pensado para niños, sino para una audiencia más madura. El también introdujo elementos de horror a su acto, y en sus obras más tardías, también había un poco de “terror costumbrista”. Deberías ver la serie que realizó en los 70s titulada “Beasts”, es increíble. Muy rara. Por aquel tiempo el también escribió el guion de un dramatizado para TV llamado “Murray”, del cual tome uno de los títulos y temas para escribir. “The BeautifulGolden Y”, “Death Songs” y “Garden Echoes” son mis favoritas. ¿Cuáles son las tuyas del nuevo álbum? ¡Siempre es una pregunta difícil de responder! Me encanta tocar “Death Song” en vivo, y creo que es probablemente una de mis mejores canciones hasta la fecha, Fue una canción que llegó de la nada, de mi subconsciente, y cayo justo en la cinta. La escucho y me parece como si estuviera canalizando algo. ¿Qué planes tienes para lo que queda de 2015 y para el próximo año 2016? He estado tocando en July Skies recientemente, al lado de Rob de Epic45, así que esto me toma mu-
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cho tiempo pero ha sido muy agradable también. Ahora quiero armar una banda para tocar como My Autumn Empire y tocar algunas fechas para promover el álbum, de pronto el próximo año. Creo que July Skies tocarán unas fechas más también alrededor del Reino Unido y de pronto Europa. Lo nuevo de My Autumn Empireme está dando vueltas en la cabeza, de hecho, tengo otro álbum que va a salir muy pronto en “Sound In Silence” un sello Griego, en el cual se recopila las grabaciones que hice el pasado otoño. Va a venir con un BOOKLET con los poemas inspirados en la música, escritos por el muy talentoso Andrew Taylor. También tengo un sencillo pop, el cual saldrá en el sello de mi amigo E. L. Heath, llamado Plenty Wenlock.
Podemos soñar con algo nuevo de Epic45? He estado hablando con Rob recientemente, los dos queremos de verdad que suceda pero el tiempo tiene que ser el correcto. Hay, ciertamente, mucho material apilado (de hecho encontré recientemente un montón de material sin lanzar que ha madurado hermosamente con los años), pero todavía tenemos compromisos con otros proyectos. Sucederá, en algún momento, espero. Nos encantaría verte en algún escenario de Latinoamérica, pero por el momento, nos contentamos y nos ponemos felices con poder escuchar tu nuevo trabajo. Gracias por tu tiempo y seguimos en contacto.
[ Por Erick R. Vieyra ]
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ROZZ WILLIAMS PERSONALIDAD SUICIDA Y LA USANZA VULGAR DEL GÓTICO
Hace un par de noches encontré un trabajo hecho por una radio latina donde se trató las condiciones que llevaron al suicidio a Rozz Williams, era una entrevista que realizaron a Christian Madrigal. La entrevista fue la típica exposición soez de preguntas y respuestas sin objetivación, todo parecía bastante improvisado. Ello despertó mi curiosidad para conocer cuál es el tono general, en forma de escaneo solamente, de las opiniones respecto al personaje; entré a foros, blogs, artículos de periódico (incluso encontré uno en La Jornada -prensa mexicana progresista-) para conocer sobre lo que de él se escribe. No encontré algo distinto a lo que ordinariamente se puede decir de una persona así, puntos de vista triviales y simplistas. Sostengo que ese tipo de opiniones son efecto de la carencia de visualización de la música como algo más allá del territorio de la moda y la diversión. Un abordaje flaco y superficial abogará por hacer de este hombre un instrumento atractivo para lo soez dadas las características de su trabajo; su relación con los aspectos obscuros de la personalidad causó escándalo; la relación ambigua que mantuvo en el aspecto sexual y la actitud irreverente a lo religioso alzó las voces de organizaciones fundadas para preservar la moral conservadora (principalmente en los Estados Unidos); su cercanía simbólica con el nacional socialismo alemán es fuente de indignación
política; y, en general, el tono de sus múltiples proyectos se transborda de lo obscuro a lo amarillista. Y es este último factor (el amarillismo) el que nutre una cantidad numerosa de opiniones entre sus seguidores; pero el amarillismo, al final de cuentas, atrae a la gente vulgar y prosaica; opino que Rozz Williams era una persona a la cual no se puede ubicar como un ser vulgar ramplón, sino como una persona con un sentido estético de la belleza bastante desarrollado, incluso como una persona perfeccionista, abocada al detalle, al uso de metáforas, al lenguaje idílico. Lo cual es más propio de gente con pensamiento refinado, elegante, una elegancia obscura y atormentada, dramática y fatalista, injuriosa y oculta. Características, todas ellas, presentes en personas con sentido artístico, además, el artista suele tener relaciones conflictivas con el entorno, incluso algunos han dado a este fenómeno (al conflicto) el estatus de semilla de base para hacer arte. También cabe señalar que era una persona desequilibrada emocionalmente, atada a conflictos íntimos arraigados. Conocer el trabajo de Rozz Williams es encontrar a una persona que se ubicó dentro de la explosión de estilos que atrajo consigo el punk, estilos que fueron cultivados por las generaciones de jóvenes de los setentas y ochentas para marcar diferenciaciones con generaciones precedentes, dado que el punk principalmente fue un fenómeno de ruptura. Rozz, como
su fuente raíz (en algún momento se definió como un punk romántico), abogaba por lo darle voz a la naturaleza salvaje del humano así como por mantenerse al margen del oficialismo y el consumo masivo, era perfeccionista pero nunca tuvo un toque académico o formalista en su trabajo, lo suyo era una propuesta callejera, autodidacta y autónoma, pero bien trabajada y ensayada. Dentro del sonido, él trató las diferentes aristas de la muerte, sus circunstancias y sus efectos: la muerte asociada a los romances, la asociada al asesinato, al gore y la tortura, el amor como preámbulo del sufrimiento, el sexo en relación con lo ruin y lo pervertido, la naturaleza de la amargura que lleva al suicidio, e incluso aspectos tan mundanos como la prensa amarillista tan vigente en los Estadios Unidos y en México (se declaró admirador de una revista mexicana llamada “Alarma”, la cual se centraba en documentar historias de homicidios y suicidios), también dio atención a psicológico y lo psiquiátrico que con la muerte se acompaña (gustaba leer perfiles psiquiátricos de asesinos seriales), incluso aspectos de la superstición como la magia negra, el hermetismo y la iglesia satánica de Szandor LaVey, era parte de sus intereses. En resumen, toda su vida pública se caracterizó por ser un artista de temas mortuorios principalmente expuestos por medio de la música (de ahí que se le diera como nombre a su estilo, Deathrock. Nombre que desde los años 60 ya existía para hacer referencia al tipo de rock que centraba sus temáticas en la muerte). Sin embargo, su trabajo no se restringió al terreno de la música; también ejerció en las letras durante un tiempo, particularmente dentro del terreno de la declamación por medio de la lectura de poesía que él mismo escribía, la cual estaba inspirada principalmente en Poe y Baudelaire, una poesía individualista, fatalista y obscura. En el último tramo de su vida incursiona en el terreno del cine por medio del impactante cortometraje llamado PIG (el cual tiene ese nombre por inspiración de la seudofilosofía fundamentalista de Charles Manson), y en él se aborda el asesinato como ejercicio ritual. De lo anterior desemboca la opinión relativa a una especie de obsesión por la naturaleza de la muerte, opinión que yo comparto; no me resulta descabellado sostener que Rozz Williams vivió obsesionado
con ese tema, incluso su nombre artístico también fue tomado con base en ello. Él solía visitar cementerios desde su temprana adolescencia y fue en una lápida donde leyó el nombre “Rozz Williams”, el cual adoptó para sí. Vivir tan cerca de una dinámica particular le lleva a cualquiera a operar con ella; por ejemplo, interesarse apasionadamente por la política se traduce en hablar de ello, leer sobre ello, trabajar en ello, identificarse con ello, comenzar a comportarse bajo parámetros políticos y seguramente se terminará por convertirse en un político; cosa semejante ocurre en otros ámbitos como puede ser la misma ciencia, cuando te interesa en grado alto se leerá sobre filosofía de la ciencia, sobre la historia de la ciencia, se estudiará, se harán experimentos y análisis acorde a una metodología científica, se aprenderá a pensar de forma sistemática, se adoptará un lenguaje específico, las discusiones científicas serán el tema de conversación común y se terminará por ser un científico. Esto ocurre siempre que se trabaja con ahínco en algo, se termina por adoptar sus formas, sus mecanismos de acción, su lenguaje, hasta la forma de pensar el mundo. Desde mi punto de vista, lo ocurrido con Rozz Williams -desde las causas por la cual se preserva su legado como artista así como su suicidio- tiene como fuente el considerar el trato obsesivo que daría a la muerte durante décadas así como al grado de identificación que él tuvo con el tema y los significantes que le otorgó sugieren una relación casi íntima. Dado lo cual, sus rompimientos amorosos, el abuso de drogas, etc., los ubico como eventos únicamente circunstanciales pero no determinantes para que él tomara la decisión que ya conocemos. Respecto a su legado, a él se le debe el mote de “gótico” y “deathrock” (previamente se ha mencionado la fuente de este último, pero en realidad es una fuente ya olvidada y sin uso. En la actualidad se usa el nombre deathrock para hablar de estilos fuertemente influenciados por Christian Death), sin embargo, actualmente el toque se usa como una suerte de moda sin reflexión al respecto de sus implicaciones; vestir de negro y pintarse la cara se acompaña con visitas a cementerios para tomar fotos, para alegar un glamour y un “culto a la muerte” que realmente no existe entre los chicos que se hacen lla-
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mar góticos. La propuesta de Rozz Williams y otros artistas de ese mismo toque no era la novela rosa que hoy es, por el contrario, el gótico era una posición extremista, una forma de explorar la sugestión y lo que los psicoanalistas llaman el subconsciente, lo maldito no en el sentido mágico o satánico, sino lo maldito entendido como lo prohibido. La relación del gótico con el medievo se da casi por automático con lo anterior por medio de un rastreo de las formas de tortura y muerte que nacen de la superstición religiosa que se tradujo en las medidas que se tomaron en un momento de la historia donde el sexo, el placer y el hedonismo estaban prohibidos, donde había medidas extremas de censura ante formas divergentes de pensar, una época donde se experimentó con distintas maneras ocasionar sufrimiento como mecanismo de purificación del alma y el pensamiento. Esa es la relación que existe entre el gótico como época y el gótico como estilo para hacer música contemporánea; que, desde mi punto de vista, fracasó. Es decir, el gótico fracasó como movimiento musical por el hecho de que para mantenerse dentro de los aspectos obscuros del ser, entendido en el sentido amplio, es indispensable abrazar el extremismo y ello no es sencillo. Rozz Williams es un ejemplo de lo complejo que es esto. Absurdo es creer que la fascinación por la naturaleza obscura del ser humano llega por una preferencia musical específica. Esto está asociado a la tipología educativa que se reciba en el desarrollo de la persona. Siguiendo al personaje tratado, es público que Rozz tuvo una educación familiar marcada por el fundamentalismo religioso (particularmente el cristiano), el conflicto familiar, las prohibiciones, el maltrato físico y psicológico, incluso se ha sugerido que sufrió violación en su niñez. Y son estos elementos los que crean a personas como él, personas que arrastran una serie de heridas que no sanan a lo largo de su vida, personas que no creen en el concepto de la civilización, personas a las cuales se les complica formar lazos afectivos aun deseándolos, personas que crean figuras fantasiosas para comunicarse (él narraba que durante su niñez solía ser visitado por espíritus. Eso puede ser explicable; es común que los niños creen figuras imaginarias de compañía cuando experimentan una fuerte represión y violencia en el hogar ocurrida en contextos de soledad) y todo ello inmiscuido en
un medio donde, una vez llegada su adolescencia, se ofrece liberación en una herramienta artística, cosa que era la música de aquellos tiempos, la cual ofreció como principal fuente de atractivo la autonomía en los jóvenes, la independencia que no tenían en universidades, en el hogar, una emancipación que no existía en la vida común, un albedrío que no ofrece un trabajo de oficina. Además, era una liberación de la cual se podía vivir dado que en aquellos días se podía obtener los ingresos suficientes para comer, rentar un departamento y hacerse de algunos bienes por medio de la música de protesta. Durante los ochentas vivir de la música subversiva en los Estados Unidos era algo bastante viable. La mayoría de los músicos de aquellos tiempos podían dedicarse exclusivamente a la música, incluso existía la posibilidad de que obtuvieran una considerable fama y fortuna si optaban por venderse de forma masiva y hacerle el juego a la industria musical, una industria que estaba dispuesta a invertir grandes cantidades de dinero en nuevas producciones de sonido. Los artistas que actualmente tienen fama y que vienen desde hace treinta años, todos han tenido, además de talento, inversión de empresarios en su carrera; el caso de David Bowie es el más claro y conocido de ellos, cuando escalaba la fama mundial con Ziggy Stardust no tenía ni un peso en la bolsa, fue su sello discográfico el que invirtió cantidades millonarias en él para hacerlo pasar por un personaje que había nacido casi de la nada y con todo en sus manos. Ziggy Stardust fue el ejemplo típico de la emergente figura del rockstar setentero. Ahora bien, lo que Rozz Williams hizo en el terreno del sonido no fue otra cosa más que trabajar de forma libérrima con los aspectos mencionados anteriormente, comenzando con bandas de punk y terminando en el noise y el experimental, fase que no suele ser muy conocida por la gente que se hace llamar seguidora de la cultura obscura, incluso no les suele agradar a los llamados “góticos” al considerar el noise como un estilo demasiado violento y arcaico para sus gustos rosas. Sin embargo, aquél al cual reconocen como padre de su género que hoy ellos toman como moda trabajó con ruido blanco al hacer de estos estilos un reconocimiento de que en ellos se concentran las posturas extremistas y obscuras que él había explorado a lo largo de su vida; la
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experimentación del noise y el ambient es la música obscura y subterránea por excelencia. El grupo con el cual se posiciona en el terreno del sonido es Christian Death (anteriormente había sido parte de bandas punk), banda con la cual lanzó algunos discos manteniéndose como líder de la misma antes de que Valor Kand literalmente lo robara, cosa que no le importó demasiado a los seguidores de Christian Death dado que hasta la fecha siguen consumiendo lo que hace el grupo tanto en discos como en giras. Los seguidores más fieles con el trabajo de Rozz Williams siguieron sus diferentes fases encontrando en ellas posicionamientos más o menos estables y consecuentes con su primera época, cada uno de sus proyectos (algunos los mantenía de forma paralela; dos o más proyectos de forma simultanea) solía ser distinto de los otros, otorgando con ello la muestra palpable de que él poseía el talento necesario para fundar nuevas bandas y hacer que éstas trascendieran en cada uno de los terrenos donde se ubicaban. Un talento que Valor Kand ni por asomo posee. Como se ha señalado ya, originalmente el gótico era un estilo de rock subversivo, extremista y elegante sin la necesidad de ser ruidoso. A medida de que éste se fue popularizando a la par con el surgimiento de bandas con tendencias más disminuidas en comparación con lo que se observaba en la primera época donde una gran proporción de los góticos montaban conciertos realmente impactantes, ganándose la censura en medios y la prohibición de presentaciones; a medida de que el gótico pasó de ser un punk elegante, frío e inteligente, a ser un estilo donde se reinaban las baladas románticas y las historias simplonas de fantasmas y vampiros, los que pertenecían al estilo original fueron migrando de él. Algunos murieron (en esa época era común la muerte por sobredosis de heroína); otros se fueron a un estilo que se hizo en la ciudad de NY como respuesta a la comercialización de las tendencias de sonido de entonces, a ese estilo se le llamó No Wave; otros se arrojaron al ambient, el cual suele ser música conceptual etérea; otros más comenzaron a trabajar con el industrial y noise que se estaba exportando
de los países bajos de Europa y Japón; y otros fueron consumidos por la industria y formaron bandas de New Wave o simplemente se dedicaron a otra cosa diferente a la música. Para el caso de Rozz, él optó por mantenerse en el underground trabajando con sonidos conceptuales que se acompañaban de un controvertido contenido visual, el trabajo que hizo en Premature Ejaculation es pionero en los Estados Unidos. Incluso él era uno de los críticos más férreos de bandas de gótico comercial, actitud que mantuvo hasta sus últimos años cuando se burlaba de London After Midnight al acusarles de farsantes al hacer música sólo para atraer mujeres y llamar la atención a las cámaras de MTV. El camino de Rozz fue semejante al que siguieron otros de su misma cepa, gente que siempre creyó en el punk originario como filosofía de vida a pesar de las circunstancias, gente como Stiv Bators. Desde mi punto de vista, la influencia que él tuvo fue mayor a la que se le reconoce y a la que se le reconocerá en el futuro. Ya se escribió la historia de ese estilo y hoy tanto el rock gótico como el deathrock ya tomaron el camino de los fanfarrones. Hoy los góticos no tienen un interés por reivindicar el estilo ni por experimentar en él, se ha convertido en música de moda para clubs nocturnos, en un tipo de moda para vestir, en una moda que alberga la fantasía de poseer una personalidad obscura, ahora se dicen vestir de negro y pintarse la cara porque están deprimidos y otras sandeces por el estilo, hacen ello sin detenerse a pensar que personas como Rozz Williams eran así efecto de su desarrollo personal y que sufrían dicho estado, que era gente desequilibrada psicológicamente, gente de muy difícil trato, gente muy anárquica en su comportamiento, que eran herederos de aquellos pensadores y artistas que tienen poca fe en las posibilidades que otorga la civilización para alcanzar una estado de plenitud en la vida. Incluso la forma en la que Rozz Williams se suicidó dice mucho de ese tipo de personalidad que tiene un estado de comportamiento disposicional para sufrir hasta el último momento de su vida.
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PALABRAS EN LA ARENA
[ “Aurélia” de Gérard de Nerval por Pablo Ravale ]
ASTRONAUTRA DE LOS SUEÑOS
Gérard de Nerval sigue siendo entre nosotros un escritor insuficientemente conocido. Traductor, poeta, narrador, cuentista, libretista, Nerval fue un escritor atípico para su tiempo. Su obra más profunda e inquietante fue escrita en los últimos años de su vida como un testimonio de su particular descenso a los infiernos. Amigo y colaborador de Gautier, de Alejandro Dumas, de Víctor Hugo, Nerval fue admirado por ellos, pero la rareza de su propósito literario y el extraño estilo de su prosa y de su poesía sólo podían ser comprendidas a partir de Baudelaire, Rimbaud y, ya en el siglo XX, de André Breton. Porque pocos como él pueden ser llamados en Francia “románticos”. Su interés por el romanticismo y por la literatura alemana lo llevaron a traducir en 1828 el “Fausto” de Goethe, pero fue traductor también de Heine, Jean Paul y Hoffmann. Quizás halló en ellos la afinidad no sólo por los poderes del sueño, sino también por la nostalgia, por los orígenes, por la pérdida de la infancia y por la percepción de un mundo en perpetuo nacimiento y alteración. Centrándonos ahora en "Aurélia", el libro que hoy nos ocupa, podría decir que, más allá de de sencillez y su carencia de oscuridad expresiva, encontramos en él la capacidad de envolvernos en una abismal transparencia. Escrito como fiel reflejo de uno de
sus momentos de mayor desequilibrio psico-emocional (de hecho, estuvo varias veces internado desde 1841 en adelante), es también el lugar donde ocurre la experiencia que relata. Su primera línea es ya famosa: “El sueño es una segunda vida”. De modo que para Nerval el sueño participaba de una lógica y es otro momento de la experiencia del yo. Puesto que, a partir de que el sueño se prolonga, sin perder un sentido lógico, en la vigilia, el mundo se torna doble (“No sé cómo explicar que, en mi interior, los acontecimientos terrestres podían coincidir con los del mundo sobrenatural”, dice). Así las cosas, es oportuno pensar que el crítico moderno mejor informado sobre las actividades del movimiento surrealista aprobaría la fórmula que para concentrar la intención del mágico texto de Nerval encontró Gautier al decir de “Aurélia”: “Aquí la razón escribe al dictado las memorias de la locura”. Ya que nada, ni la presencia del automatismo poético falta a esa definición que todavía resiste una variante: aquí la vigilia escribe al dictado las memorias del sueño. En efecto, “Aurélia” es un sueño de anábasis (término de origen griego que significa “subida” y que alude a la expedición hacia lo interior), tenido no en la ensoñación sino en la vigilia, y desplegado gracias a la analogía (que asiste tanto a la poesía como
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a ciertos delirios) entre reinos distintos y a menudo en discordancia. Por otra parte, el fuerte paganismo de la obra de Nerval está también presente en él, aunque esta vez reñido con un no menor sentimiento de culpa por la pérdida –para sus dos años– de su madre. Porque por esa necesidad de limpiar la culpa y, a su vez, de salvarse, es que el poeta intenta el restablecimiento de la armonía universal, la expiación de su culpa individual como búsqueda denodada de una escisión fundamental: la ruptura del orden analógico (él ve que “todo vive, todo actúa, todo se corresponde”). No obstante, y en su complejo combate contra la lógica, Nerval finalmente percibe que el cristianismo es, en esencia piedad, y hasta parece aceptar la capacidad del Cristo para perdonar. Aún así, sigue en pie la pregunta por la posibilidad de perpetuar el vínculo entre el sueño y la vigilia, entre el interior y el exterior. Por último y ya, sí, para ir cerrando, diré además que fue el propio Nietzsche –afín en algunos extremos a Nerval– quien afirmó que sólo quien lleva un gran caos en sí puede poner una estrella en el cielo. Nerval lo hizo sin alzar la voz. Descendió a los infiernos con una sonrisa. Quizás no lo sabía, pero el libro que buscaba, único, lo había encontrado mientras lo estaba escribiendo.
CRÓNICAS DESDE MERDEVILLE
"… Sí, soy consciente de que para ser escritor se debe estar ligado a la tarea constante de hackear el lenguaje, el Sistema, el Cosmos entero, como si se tratara de un mero programa de computación. La actividad de la escritura es, entonces, una actividad de hacking. Aunque, ¿de qué? Sencillo: del lenguaje mismo."
Apuntes de nebulosa La cosa es así: sumergido en una pesada nube de sueño, de pronto me vi a mí mismo andando desnudo por el palier y las escaleras de un edificio. Subía, bajaba. Entraba y salía de los interiores espejados de un ascensor. En eso, mientras me encontraba recorriendo no sé qué piso, me topé de frente con una muchacha pelirroja, vestida elegantemente con un traje gris y camisa abrochada hasta el segundo o tercer botón. Ella me miraba, no me quitaba por un segundo los ojos de encima. En su mirada, yo no percibía sorpresa o impresión, sino más bien una perversa frialdad. Me observaba, pero era como si yo no existiera allí; era como si ella estuviese distante de mi persona a causa de miles y miles de leguas de rumbo incierto. Sin embargo, estando ambos en esa situación, se volvía preciso que digamos o hagamos algo para romper con semejante y tan incómodo silencio. Ella me escrutaba y la expresión de su semblante se mantenía imperturbable. Empero, y por vía de la telepatía, comenzaba a escuchar en mi cabeza una voz que me pronunciaba lo siguiente: “Ves, estas son las desventajas de haberte vuelto invisible…” A lo que, asustado y queriéndole responder, yo me quedaba imposibilitado de movimientos y de habla. Gritaba, o sea, hacía el esfuerzo, pero resultaba absolutamente inútil. Luego, descubriéndome ya consternado, ponía –por paradójico que suene– mi entera atención en sus esbeltas blancas piernas, las cuales contrastaban de un modo llamativo contra el negro de las baldosas del piso del pasillo. Casi sin darme cuenta, y de un momento para otro, la tenía parada a centímetros de mi cara y, acto seguido a eso, ella me ordenaba que le quite los zapatos. Yo, mutis por el foro, no podía más que obedecer. “Ahora vas a fijarte en mis pies y a adorarlos con todo el brío de tu corazón…” –resonó con estrépito por los corredores de mi mente– “Más no te olvides del medio sol en las ventanas, de la medianoche en las entrañas…” Temblé, temblé pero mi cuerpo estaba rígido. “Y dime, forastero, ¿cómo habrás de hacer para apagar aquel fuego que te carcome; cómo pretendes escapar de mí, si yo soy esa fortaleza que has levantado sobre los cimientos de tus sueños y con los escombros de tus muertes? Yo soy la que oracula, la que alimenta a tus letras y a tus miedos; soy la que te despoja de certezas y te enseña lo que verdaderamente sos; soy la Nebulosa, la Fuente, la Ramera; soy tu lucidez y también tu osadía; soy lo que te lleva a concebirme cual figura femenina misteriosa; soy el agua en la ahogas y el barro en el que te moldeas…”
HIDDEN TRACK
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RESCATE CINÉFILO
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HOMENAJE A WES CRAVEN: Cuando la muerte asesina al terror El 30 de Agosto pasado llegaba una triste noticia para la comunidad cinéfila. El director Wes Craven fallecía a los 76 años tras una larga lucha contra el cáncer cerebral. Un hombre nacido del cine independiente que supo formar, junto a otros contemporáneos, el terror que nos aterrorizó de niños y nos deslumbró de grandes. Con pocos o muchos recursos, siendo siempre más factible lo primero, Craven supo incomodar, divertir y profundizar analíticamente sobre el arte de asustar, y lo hacía desde el núcleo mismo del género. Hoy en día, más que lamentar su muerte celebramos su trabajo en las siguientes páginas de este número y que incluso se extiende en parte a la sección del escritor serial. Disfruten de una selección de film de Wes Craven que, con pros y contras, exponen el ejemplo de una filmografía a ser respetada y recordada.
Miedo, instinto primitivo [ Por Nicolás Ponisio ]
The Hills Have Eyes (1977) es el segundo film, tercero de contarse The Fireworks Woman realizado bajo el seudónimo de Abe Snake, de un director que ya desde sus inicios hacía posar atentamente la mirada sobre él. El film de Craven se encuentra a mitad de camino entre su predecesora The Last House on the Left (1972) y la influenciada por ésta The Texas Chainsaw Massacre (Tobe Hooper, 1974), haciendo uso de un estilo cuasi documental que le aporta, no tanto desde la actuación sino desde la narración de la cámara, un cercano realismo que raya en alarma del espanto. Distanciado de la perfección, con fallas y sus faltas de recurso se alcanza un estado de primitivismo que le aporta su propia identidad. La escasez de elementos no priva de nada al film, todo lo contrario, se ve centrado en concentrarse en algo primordial para el género de terror: clima y ambientación. Despojado de adornaciones que suelen enriquecer a otros films, en este caso la ausencia de las mismas funcionan a favor de historia y género. La familia Carter se haya en un viaje de carretera camino hacia California. Un desvío de la ruta dejará a la familia varada en pleno desierto y a merced
de la naturaleza más salvaje en la forma de una familia totalmente opuesta a los Carter (a los hermanitos pop también). La naturaleza lo es todo, desde la desolación que rodea a los Carter cercados por las inmensas colinas hasta de los caníbales, hijos de su entorno natural, tanto del desierto como de las estrellas. Todos los integrantes masculinos de la familia atacante llevan nombres de planetas, el padre y líder Jupiter (James Withworth) y sus tres hijos y manos derecha en la carnicería humana Mars (Lance Gordon), Mercury (Peter Locke) y el particular y estremecedor bebé gigante Pluto (Michael Berryman). Alejados de la civilización, estos cavernícolas de la era moderna son impulsados por los instintos más sádicos y primitivos que el director no expone morbosamente sino que la mayor parte del tiempo lo sugiere desde las sombras, anticipando el horror como quien justamente observa detrás de las colinas. Las imágenes de un hombre prendido fuego vivo, un perro destripado o el robo de una bebé para ser devorada, tienen desde su concepción una fuerte carga perturbadora, pero el verdadero horror es aquel que al estar solos nos hace girar la cabeza sobre los hom-
bros para comprobar que estamos solos a pesar de sentir una presencia cercana, el mismo que la intuición de Bobby (Robert Houston) uno de los hijos Carter, previene sin mucho éxito el peligro cercano. Así como la totalidad del film goza de un uso primitivo que cumple su cometido, o que los caníbales emplean exitosamente para la tortura, los propios Carters, víctimas del horror, deberán responder de la misma manera y dejarse arrastrar en el árido desierto por actos bestiales que a la vez son la génesis humana, la formación del hombre. La familia de clase media, al igual que el film, se ve despojada de todo material ajeno que facilita su vida pero que no son indispensables. A lo largo de la trama, dicho carácter primitivo va in crescendo conforme la familia se adentra más en un ambiente desconocido, siendo uno de los perros quien primero advierta el peligro y ataca rabiosamente a los atacantes, luego los hijos Bobby y Brenda (Suze Lanier-Bramlett) quienes atacan aún siendo dependientes de los artefactos de
una vida de confort y como etapa final Fred (John Steadman), el padre de la bebé quien, perdido en la inmensidad del desierto y privado de todo carácter moral o social que previamente lo rodeaba, alcanza el nivel más alto de salvajismo. Uno que bañará en rojo sangre tanto personaje como encuadre. Así como tiempo después el cine de Craven hablaría satíricamente con el género de terror (la primera y cuarta parte de la saga Scream como una tésis de ello), en The Hills Have Eyes el director crea una retroalimentación de contenido entre el propio film, sus personajes y el horror. Todos ellos despojados por igual y haciendo uso de lo salvaje como mayor recurso, sea este de salvación de manera interna (los personajes del film) o de incomodidad de manera externa (el espectador). Retroalimentación negativa que adquiere como resultado positivo un componente del buen cine y del horror que, al igual que el arte pictórico, ha tenido parte de su génesis en las cavernas... y las colinas.
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Sin lugar para los débiles y promiscuos [ Por Gustavo M. García ]
Respetarás a tu familia, a tus padres, a tu comunidad y, sobretodo, a Dios. Porque respetando las leyes de tus ancestros, lograrás la salvación eterna. Sobre estas bases conservadoras nace Deadly Blessing (1981), un genial thriller construido a pasitos de una comunidad Amish (o algo parecido), donde la tensión se divide, durante toda la historia, entre el misterio de lo sobrenatural y el de la realidad. Hoy en día, nos cuesta recordar una película del siglo XXI que no deja claro hasta el final si la tragedia que consume a los protagonistas está producida por la terrorífica humanidad o por fuerzas que están más allá de nuestro mundo. Craven se apoya en esto cada segundo y es lo que produce que una historia tan inocente, en comparación a lo que estamos acostumbrados a ver hoy, siga vigente y te atrape hasta el final. Sin necesidad de hartar con apariciones sorpresivas y picos de sonido, que igualmente están, Bendición mortal (como la conocemos en el mercado hispano) va componiendo el miedo con un relato sólido, reivindicado por la buena selección de sus
actores. La profunda expresión de Ernest Borgnine, el líder Amish que con sólo una mirada impone respeto y fatalidad, la mirada abrasiva de Lisa Hartman, la joven vecina que hace del pueblo un lugar más extraño, el sufrimiento entre sueños de una hermosa Sharon Stone adolescente, que le suma más locura al asunto, y la arrolladora actitud de Susan Buckner, que tienta hasta al más puro de los humanos, colaboran para hacer al relato único. Los efectos especiales y la fotografía siguen la línea de lo utilizado en las películas de terror de la época, pero la escena final es garantía de que con pocos recursos puede hacerse algo fantástico, si hay una buena historia que lo soporte. En síntesis, Deadly Blessing es un infaltable a la hora de escabullirse en los clásicos del terror y una joya importantísima dentro del recuerdo de uno de los más grandes maestros de la locura, el horror y la fatalidad, Wes Craven. PD: ¡Cuidado con el Íncubo!
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Mr. Kruger bring me a dream [ Por Nicolás Ponisio ]
Sandman, personaje del folclore anglosajón, es un ser mágico que provee a los niños dulces sueños para que descansen por la noche, al menos en su versión benévola. Otras versiones toman a Sandman como un ser maléfico que atormenta a los niños que no se van a dormir cuando sus padres lo dicen y les quita los ojos para alimentar a sus crías (y después se culpa a Disney de dañar las mentes infantiles). Como si se tratase de una versión aún más aterradora, si es que eso es posible, a mediados de los ochenta aparecía un nuevo atormentador de niños muy ligado al mundo de los sueños en el film. Freddy Krueger, uno de los villanos más reconocidos del mundo cinematográfico hacía su terrorífico debut en A Nightmare on Elm Street (1984). El personaje, interpretado por Robert Englund, dobla la apuesta de su compañero del mundo onírico. Mientras que Sandman captura a sus presas por no dormir, Freddy aterroriza a sus víctimas justamente al dormir. Wes Craven posiciona a los personajes en un mundo de pesadilla constante, una tortura que excede el hecho de si están durmiendo o no. Cuando duermen, la presencia de Freddy los acecha en cada rincón, mientras que al estar despiertos, el
estrés y la resistencia al sueño son otras dosis de castigo. No hay respiro y sabiendo esto, Craven logra hacer prevalecer la tensión a cada instante. Desde los imaginativos escenarios que se desarrollan en la mente de los personajes, como los pies de Nancy (Heather Langenkamp) al hundirse en los escalones o el torbellino de sangre que supone la muerte de Glen (Johnny Depp), hasta la aterradora música de cuna, compuesta por Charles Bernstein, que se desentiende de la finalidad de relajar a quien la oye. Terror y atractivo visual comparten la pantalla por igual (no ocurre lo mismo con las actuaciones, donde las buenas brillan por su ausencia), sin obviar la originalidad de tal villano e historia a pesar de que, con el paso del tiempo, ha envejecido con notoriedad. La tensión y la creatividad de los escenarios donde se desarrollan las muertes no dejan luga al escape (al menos para el público y para unos cuantos adolescentes del film), sabiendo jugar con el mundo de ensueño y el real hasta llegar al punto de no poder diferenciar uno del otro. Esto logrado sin la necesidad de constantes explicaciones o idas y vueltas. Algo de lo que cineastas como Christopher Nolan y su perinola de la suerte podrían aprender un poco.
Amor en tiempos de zombies [ Por Gustavo M. García ]
En 1985, el antropólogo y etnobotánico Wade Davis publicó un libro llamado La serpiente y el arcoiris donde relataba su experiencia con el culto vudú en Haití, durante la dictadura de Jean-Claude Duvalier a principios de los ochenta. En él, Davis despertó polémica al dar a conocer la existencia de un “polvo zombie” creado por brujos de este país caribeño para paralizar, dormir y hacer pasar por muerto a cualquier persona. Tres años después, Wes Craven se apoya en su historia para lanzar a la pantalla grande su doceava película, La serpiente y el arcoiris (1988). Allí, desarrolla la aventura de Dennis Alan, un etnobotánico contratado por una empresa farmacéutica para averiguar la veracidad del polvo y, en caso positivo, llevar una muestra para analizarla y convertirla en una potente anestesia natural. Apenas Alan llega a Haití, comienza una de las películas de terror más extrañas de la década, donde la fantasía propia de Craven, la leyenda de los “zombies reales” y un trasfondo político oscuro se entremezclan con una aparente facilidad. Alan, perfectamente encarnado por Bill Pullman, se sumerge en Puerto Príncipe en busca de la doctora Marielle Duchamp (Cathy Tyson) que lo ayudará a encontrar a un tal Christophe, ¡el primer caso de muerto viviente en el mundo! Como es de esperar-
se, esta relación supera los límites de lo laboral y comienza una historia romántica que compite con la trama central de la película, hasta ser parte de ella. Entre sexo, hermosos paisajes naturales, brujos, cementerios y tumbas, Alan estará vigilado por el líder de los Tonton Macoute (guardia personal del dictador Duvalier), un poderoso brujo capaz de penetrar en los sueños y poseedor del secreto de los zombies. Así, Dargent Peytraud, gran papel interpretado por el sudafricano Zakes Mokae, se convertirá en el villano de la película y el encargado de no sólo torturar a Alan, sino de transportarlo hacia el mundo de sus pesadillas, de su propia locura. Pero cometerá el error de meterse con lo que más le importa, Marielle. Craven despliega todo su potencial fantástico para crear, en un ambiente tétrico y malsano (que quizás sea lo mejor de la película), una historia que termina escapando al género de terror para contar, de algún modo racional, este mito del “polvo zombie”, pasando por el chamanismo, el amor, las revueltas sociales que generan los golpes militares y por el continuo debate sobre la existencia (o no) del alma. Una mezcla que promete mucho, pero que a medida que pasan los minutos va entrando en un sinfín que finaliza sin terminar de cubrir las expectativas creadas.
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Materia: análisis de género [ Por Nicolás Ponisio ]
Wes Craven da cátedra en un curso de análisis con Scream, un film de y para cinéfilos. La película de 1996 no solo brinda y revive el ya más que clásico relato del asesino perseguidor de adolescentes, también lo renueva haciendo de él una tésis sobre el género de terror. Lo superficial y banal que puede resultar a simple vista la trama, es dejado a un lado con el fin de divertir al espectador con referencias a otras películas del género, críticas hacia el mismo y la autoconciencia con guiño directo a la generación del vhs por sobre todas las cosas. De allí que los asesinos sean también adolescentes y por eso la torpeza con que se manejan disfrazados con la máscara inspirada por el famoso cuadro de Edvard Munch. Se caen, tropiezan, reciben golpes bajos e intentan meterse ridículamente en sitios en los que no caben. Si hay alguien que puede teorizar y burlarse sobre los films de terror a su antojo, ese es Craven, quien incluso se autoparodia realizando un cameo disfrazado de su clásico personaje Freddy Krueger y del cual también aprovecha para hablar de su saga en debacle. Con esto no se quiere transmitir
que la función de la película solo sea satirizar a toda costa el género, para eso ya tenemos las olvidables Scary Movie. El análisis y desglose que se realiza es acompañado por buenas secuencias de terror y su respectiva dosis de sangre. Una de ellas es parte del climax final en el que el suspenso del relato alcanza un mayor nivel de intriga y terror con la utilización de la música diegética (y extradiegética a la vez) proveniente del televisor en el que están pasando Halloween (John Carpenter, 1978). La unión de dos films, resignificando en parte al de Carpenter y alcanzando el lugar de clásico el de Craven. Los motivos de los asesinos de turno poco importan, incluso los mismos personajes del film lo evidencian. Importa la estructura y las reglas a estudiar de un género que, para los noventa, ya hace tiempo venía en caída y al que Scream le abrió las puertas nuevamente. De este hecho fortuito se aprovecharían las películas que intentaron emularla y lo volverían a enterrar para ser revivido incontables veces, pero pocas ellas con el éxito de Scream.
EL ESCRITOR SERIAL
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SCREAM: VIGILA QUIÉN TWITTEA [ Nicolás Ponisio ]
El humor, el terror, la cinefilia y la autoconciencia son algunos de los elementos que conforman la estructura narrativa de Scream (1996), film perteneciente principalmente al género slasher, y que seguirían formando parte en sus tres secuelas incluyendo a la tercera parte, la única no guionada por Kevin Williamson, el otro padre de esta saga cinematográfica. En 2011, La cuarta parte de la saga, que parecía iniciar el trayecto hacia una nueva trilogía, encontraba a los ya conocidos y viejos personajes (sobre todo viejos) frente a una nueva generación de adolescentes. El primer grupo siempre liderado por la querida y sufrida Sidney (Neve Campbell) y el segundo por su hermosa y carismática sobrina
Jill (Emma Roberts, hija de Eric, sobrina de Julia). Ambas generaciones están allí para mantener los códigos establecidos desde la primera entrega, a la vez que incorpora nuevas reglas y tecnologías acorde a los tiempos de hoy en día, haciendo que el teléfono de tubo deje lugar a celulares, cámaras webs y redes sociales. Una década y un puñado de años después de esa primera llamada que preguntaba a una temerosa Drew Barrymore (actriz para la que en principio era el personaje de Sidney) “What’s your favorite scary movie?”, los personajes y la fórmula (re)creada de Wes Craven y Kevin Williamson gozaban de la misma frescura terrorífica e irónica por igual y fiel a sí misma.
Otro puñado de años más tarde, un nuevo terror estaría ligado a la franquicia del asesino de la máscara de El grito pero en el peor sentido posible. Quienes ahora gritarían aterrados serían los fans. MTV, otrora cadena de televisión dedicada a la música que devino en canal de realitys, anunciaba llevar a su pantalla una serie basada en Scream. Sabiendo el público al que suele estar destinada la programación de MTV, uno especialmente al consumo de historias del corazón y al cholulismo internacional del malo como “¿Qué vestido usó Lady Gaga en los Grammy?”, los rumores de una adaptación, del ser ciertos, no podían correr buena suerte. Pero, a la vez que los fans se enardecían contra la cadena televisiva y contra todo familiar cercano a ésta, un pequeño haz de luz albergaba una posible esperanza de encontrarse ante un buen producto. Ese haz llegó en la forma de Wes Craven que apadrinaba a la serie como productor ejecutivo. Si bien la idea de una serie basada en Scream que no tiene lazo alguno con los personajes o hechos de los films, salvo por el asesino enmascarado, resulta ridícula, al menos la presencia de uno de los padres creadores podía albergar un producto mínimamente respetable. Aferrado a esa esperanza es que uno se sienta, con más temor que cualquiera generado por un film
de terror, y presencia el posible comienzo del fin. Dejando de lado los típicos personajes teen (que parecen rondar los 30) de poco cerebro y esbeltos cuerpos, el primer episodio sorprende con un grato uso de la fórmula establecida en los films previos. Es así como en primera instancia irrumpe en pantalla la primera víctima de “Ghostface”. En la soledad de su hogar, compuesto por artefactos y seguridad de última tecnología como reconocimiento de voz y luces que se apagan o prenden al palmear las manos, Nina (Bella Thorne) se ve amenazada por el misterioso asesino en una escena que recuerda mucho a la inaugural del film de 1996, siendo los mayores cambios la máscara del asesino, según la estúpida política de la cadena había que “modernizarla” debido a que la clásica ya no asusta, y el hecho de que la llamada terrorífica devino en escalofriantes twitteos y mensajitos de Whatsapp. A raíz de esta muerte y del cyberbullying hecho a Audrey (Bex Taylor-Klaus) al filmarla besando a su novia, todos en el pueblo de Lakewood pasan a ser parte de la lista de víctimas y sospechosos. Durante los primeros tres episodios, a medida que se van conociendo a los distintos personajes principales, asesinatos y el acoso virtual hacen acto de presencia por igual en una suerte de diálogo entre el
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terror clásico y el moderno. Ya no estará el querido cinéfilo Randy (Jamie Kennedy) deconstruyendo el clásico slasher de John Carpenter, pero algo es algo. En su lugar tenemos a Noah (John Karna), el nuevo amante del cine y las series que tan acertadamente establece que “El espectador debe preocuparse por los protagonistas, conocer sus vidas, sus problemas y cotidianeidades para que su posible muerte sea más traumática y haga sufrir a los televidentes”. El género de terror pocas veces se distinguió por dotarle profundidad a sus personajes, ligados básicamente en ser carne de cañón, sin embargo la trinidad de héroes de Scream conformada por Sidney, la amarillista periodista Gale Weathers (Courteney Cox) y el atontado oficial de policía Dewey (David Arquette), logró con cada horror vivido afianzar una relación con el espectador y acrecentarla con el correr de los años en cada entrega. La saga, ahora perteneciendo al formato televisivo, podía contar con la extensión de casi ocho horas de historia (diez episodios) para generar esta empatía y preocupación por el nuevo grupo de amigos. Esto efectivamente sucede en un principio pero a Noah se le olvidó mencionar algo de vital importancia: si la historia pierde su rumbo y sus personajes no generan interés alguno, es muy probable que suceda lo mismo con el especta-
dor haciéndolo cambiar de canal por más muertes sangrientas que haya. Y es que hasta eso se pierde con el correr de los episodios. Bien digna de la cadena que le da hogar, la serie parece cambiar el peligro y el suspenso detrás de los asesinatos, que incluyen a un antiguo asesino serial llamado Brandon James que halló la muerte en el lago del pueblo y su extraña relación con Emma (Willa Fitzgerald como la Cindy de turno), el pasado de su madre y la nueva ola de asesinatos. Estos eventos son prácticamente olvidados después del tercer episodio, el cual ofreció el mejor y quizás único momento de mayor nerviosismo terrorífico, y la serie empieza a centrarse en engaños, celos de secundaria y amoríos que encuentran mayor relación con Glee que con Scream. La cursilería de Cris Morena invade la pantalla, incluso haciendo que el asesino ni asome su cabeza por varios episodios, dirigida a un público adolescente más interesado en si la protagonista optará por quedarse por Will o Kieran (Connor Weil y Amadeus Serafini), los rompecorazones de las chicas y los quemacocos del público, o subtramas de extorsiones, personajes encarcelados, disfraces para el baile y demás elementos que no aportan más que lo que ya lo hicieron tantas telenovelas mexicanas y producciones con la cara inamo-
vible de Sebastián Estevanez. La falta de carisma y actuación que tienen Emma y sus amigos está a años luz de la simpática “Scooby pandilla” de Sidney y compañía. A diferencia de sobresaltarse con el sonido de un teléfono sonando, las apariciones de la nada del asesino y la desesperación claustrofóbica ante el laberíntico espacio que resultaban las casas de las víctimas (amor eterno a esas corridas por escaleras, el millar de habitaciones y el uso de “puertas trabas” para impedir el paso del enemigo), la desesperación proviene de cada aspecto acartonado de historia, personajes y los temas melosos de la banda sonora que son impuestos a capricho del musicalizador cada cinco minutos. Esto aumenta el deseo por ver correr sangre, tanto de los personajes como de Taylor Swift o la cantante teen pop que sea furor en los pasillos de recreo. La serie hará un recorrido por la vida adolescente de cada uno de sus personajes pero es el mismo show quien sufre adoleciendo la ridiculez de sus vaivenes. A medida que la temporada se acercaba a su final se podían percibir pequeños logros que parecían despertar a la historia del letargo generado así misma, esos que volvían a centrarse en el misterio y el horror de una ciudad preocupada más por estar a la última moda que por el creciente conteo de cadáveres. Dichos momentos tienen una corta vida, cercenados violentamente por un episodio final que solo parece recordar en sus minutos finales que entre
tantos “Teen Angels” también acecha un asesino, el cual debe revelar su identidad. Un poco de sangre, nulo climax y la ausencia de una presencia sobrehumana, la que todos los que portaron la máscara han tenido y que por si acaso nadie lo relacionara con el film original, se ve reducida a un desganado “siempre vuelven”. Una de las reglas establecidas por Randy para sobrevivir en la primera entrega de la saga era nunca decir “enseguida vuelvo” (o el burlón I’ll be right back de Matthew Lillard). La serie indirectamente juega con esa frase al dejar algunos cabos sueltos y la presencia de otro asesino serial. Si las mismas reglas del cine pueden ser aplicadas a la televisión, más de uno rogará que el show no sobreviva a su primer año. Faltando un día para la emisión del último episodio, se anunciaba el fallecimiento del querido Wes Craven. Los detalles dados fueron que el director hace tiempo padecía de un cáncer cerebral, el cual terminó por poner fin a su vida el 30 de Agosto pasado. Los forenses podrán culpar al cáncer, pero viendo el resultado de la serie que mancilló una de las grandes creaciones del director, nadie podría extrañarse que el “Ghostface” de MTV se haya cobrado otra víctima. La única que realmente les duele a todos. Tal vez no todo tiempo pasado siempre fue mejor, pero definitivamente el horror sí. No te preocupes Wes, siempre tendremos Woodsboro.
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EN CONCIERTO
[ Por Gabriel Rojo / Fotografías: Sol Heberle ]
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POR EL MAÑANA
Blur en Tecnópolis, 11 de octubre de 2015
El show de Blur en el estadio cubierto de Tecnópolis (un lugar que probó ser más que apto para hospedar recitales de categoría) resultó tan polifacético como la carrera tanto de la banda misma como la de su frontman polirrubro Damon Albarn. Y lo más notable es cómo todas estas distintas caras fueron integradas con naturalidad, gracia y talento. La apertura con “Go Out” y “There’s no Other Way” parecía apuntar a un show con una avalancha sonora Glam-Punk, pero este resultó ser apenas uno de los estilos explorados durante el set. Una sección de vientos y un coro de cuatro personas se lucieron en la deliciosamente lánguida “Ghost Ship”, uno de los puntos musicales álgidos de la noche junto con la experimentación casi Krautrockera de “Thought I was a Spaceman”, también procedente del excelente nuevo disco de la banda, The Magic Whip. Las canciones nuevas presentadas fueron sólo cinco, pero realmente contaron. Y durante el transcurso del show, el estadio colmado (salvo por el pullman, que finalmente no se habilitó, gracias a lo cual los que habían adquirido las entradas fueron transferidos
sin cargo al superpullman numerado) adoptó con facilidad y agrado los distintos roles que la banda hábilmente les instó a adoptar, desde convertirse en un coro góspel gigante (en “Tender”) a ser espectadores de una deliciosa pieza casi Ambient (“Caravan”, interpretada por segunda vez desde la reunión con el guitarrista Graham Coxon.) Se trató de un setlist variado, con una dosis generosa pero no abrumadora de hits, y suficiente espacio para temas favoritos no-singles como “Trimm Trab”, “Badhead” y “Stereotypes.” Destacaron también el carisma tanto de un Damon Albarn hoy más concentrado en cantar bien que en lucirse como showman y del desenfrenado estilo de Coxon. El profesionalismo fue notable sin que la banda caiga en piloto automático, y el público estaba tan conforme con el show que cuando hubo que reiniciar “The Universal” por un error de tiempo nadie – ni la banda ni la gente- se hizo demasiado problema. Como siempre, el futuro de Blur es incierto – pero, si este show se toma como indicador, es muy poco probable que sea aburrido.
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[ Por Gabriel Rojo / Fotografías: Luciano Gertner ]
LA RESISTENCIA
Muse en el Complejo al Río, 17 de Octubre de 2015
La cuarta visita de Muse a Buenos Aires fue, acorde con el contenido de las letras de la banda, un ejemplo de resistencia ante la adversidad. Frente a un sonido desconcertantemente bajo (fácilmente superado por un CD al mango dentro del hogar) que iba y venía con el viento en una noche de clima relativamente normal, el que la pasó bien (exceptuando las primeras filas del campo VIP, que dadas su proximidad al escenario aparentemente no tuvieron problemas) fue verdaderamente porque hizo un esfuerzo. Y es que en realidad había mucho para disfrutar, tanto a nivel de la banda como de la audiencia. Muse en esta gira optó por reducir la escala de sus shows luego del estrafalario despliegue de Pop de estadio a la U2 que se vio en Live at Rome Olympic Stadium y regresar a algo más cercano a la esencia del power trio, formato que muchos fans opinarán que les sienta mejor. Acorde con esto, la lista de temas también reflejó el lado más rockero de la banda, y a los hits a esta altura infaltables como “Supermassive Black Hole” y “Uprising” se le sumaron temas favoritos de Absolution y Origin of Symmetry como “Citizen Erased” y “Apocalypse Please,” más la primera mitad del estridente nuevo álbum Drones. Del lado más Pop sobrevivió “Madness”, tan gloriosa que se pudo adaptar con facilidad a la avalancha Prog-Rock que la rodeó. Culaquier incidente duran-
te el show en sí fue menor (búsquese por Internet, de ser estrictamente necesario, la confusión con la bandera uruguaya – lo que hay que plantearse realmente es por qué todavía seguimos sintiendo la necesidad de izarle banderas a las estrellas de Rock) y la performance de los tres integrantes, como siempre, fue impecable. ¡Si tan sólo se hubiera escuchado! El entusiasmadísimo público, que coreaba casi todas las letras, riffs, solos y hasta los imposibles tonos del cantante Matt Bellamy (cosa que se escuchaba casi más fuerte que el recital mismo) hizo todo lo posible por remontar el bajón del sonido, en muchos casos con éxito, disfrutando de temas que prácticamente nacieron para la participación comunal (“Starlight” y “Knights of Cydonia” por citar sólo algunos.) Eso sí, cada tanto los cantos de “no se escucha, no se escucha” hacían notar la disconformidad, aliviada sólo en parte cuando Bellamy saludó al público del campo trasero y afirmó que también los podía ver. En definitiva, un show de calidad para muchos arruinado por negligencia. Esperemos que en algún momento, como dicen los mismos Muse, a los fat cats les dé un heart attack.
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[ Por Marianarchy / Fotografía: Giselle Tobbachian ]
NI MÁS NI MENOS, ¡VIVA LA FIESTA! Vive Le Fete en Niceto Club – 19 de octubre de 2015
El lunes 19 de octubre de 2015 éramos todos perros bajo la lluvia. Apenas llegué a Niceto había poca gente y estaba terminando “Patokai” una banda electro, que sonaba muy bien en especial su guitarrista. Luego fue el turno de The Charlies Jacket quienes sonaron más potentes, si siguen por este camino serán una gran banda. Antes de que comience el show principal fue ingresando más público, aunque no fue un lleno total. Podías bailar tranquilamente en tu lugar, incluso estar cómodo adelante de todo (como quien les escribe). Pasadas las 22hs. comenzaron su show Vive La Fete, abriendo con la genial “Nuit blanche”. Era una noche lluviosa, y dentro de Niceto una noche en penumbras, al menos para poder verle la cara a Els Pynoo (la sexy cantante de la banda). La banda prohibió a los fotógrafos usar flash, y las sombras de los integrantes del grupo de música se mantuvieron a lo largo de todo el recital.
A Nuit blanche, le sucedieron, Tokyo, Schwarzkopf, Liberte, Verite (el público se animo un poco más), Naive, Exactement (cuyo que nos recuerda a “Fade to grey” de Visage), Mon Dieu, AC, BMW, Touche Pas, Jaloux, Maquillage (se estaba llegando al climax), Noir Desir (fue el punto máximo del recital), culminando con Popcorn-Por Que-Vivre Sur Video. Els bailaba constantemente de forma ondulante, Daniel disfrutaba con sus poses “guitar hero” (las mismas que hacés mientras te bañas en la ducha), el tecladista parecía un maniquí impecable (su frialdad tenía encanto), el baterista saltaba en su butaca, y el bajista “superpuntual” (parecía el mellizo simétrico de Daniel). A pesar de haber lugar, un galgo blanco con voz de chihuahua se pegoteaba a mi costado izquierdo, yo trataba de separarlo, luego enroscó su pata como hiedra en la mía, yo lo pateaba y pisaba para alejarlo. Algo pude repelerlo. Luego el galgo estiró su largo brazo hacia la cantante que le dio la mano. El galgo absurdamente la empujó hacia adelante y ella
chocó contra el ventilador y casi se cae de boca, dijo “Ahhhh!” (de la misma forma sexy en la que canta). La banda sonó compacta, prolija, poderosa. Las baterías disco aceleradas, eran matizadas por las contundentes guitarras de Daniel y matizadas por la dulce y naif voz de Els . Llamó la atención varias cosas: - que hayan tocado canciones de cuatro de sus ocho álbumes. - en la proyección de la pantalla del escenario repetidamente se mostraba la carátula de su álbum “2013”, del cual no tocaron ninguna canción… - las “llamativas” luces dejaban en penumbras
el rostro de Els, esto daba para sospechar algunos “playbacks”, especialmente en los gritos orgásmicos del final de “Noir Desir”… Al terminar el recital, este “redactor” excitado de la emoción se acercó a la cantante. Ella me agarró la mano, la tenía congelada (a pesar de haber bailado todo el show), y comenzó a besarme románticamente desde mi mano hasta mi codo. Oh, la la?... Si a uno le sucede esto podría sentirse halagado, elegido, pero fue muy bizarra la temperatura del cuerpo de Els, quien escalofriantemente parecía muerta-viva... Sintetizando fue un show esperado, justo, preciso. Ni más ni menos. De todas formas, Viva la fiesta!
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[ Por Ariel Soriano / Fotografías: Lily Monster ]
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ROCK AND ROLL, TRANCE Y PSICODELIA Dune International Psych Fest
Dune International Psych Fest fue un festival para el cuál se juntaron 3 productoras independientes para traer a Argentina a una de las más activas bandas de la nueva ola del rock psicodélico de San Francisco, California: Moon Duo. Acompañada por las bandas locales Nairobi, In Corp Sanctis, Las Kellies, Kill West, Riel y Fat Dojo. Llegamos al festival para cubrirlo invitados por las productoras, sonaba la música que estaba poniendo el DJ Augusto Henri, que sin dudas fue lo más destacado de la noche con temas de PIL, Cabaret Voltaire, Syd Barret y varias extrañas mezclas de sonido dub, rock and Roll y psicodelia. Ya habían pasado por el escenario Fat Dojo con puntualidad, luego las chicas de Riel sorprendieron con un corto y buen show. Despues Kill West hizo de las suyas sonando muy bien mientras iba subiendo el volumen. Augusto Henri deslumbraba entre tema y tema adicionando cada vez más color a la noche hasta que subieron Las Kellies, para mí lo más interesante de la noche, sonaron increíbles, su coctel new wave - punk quedó coronado con el tema "Legal Tender" de The B-52's. Se sucedieron luego las bandas In Corp Sanctis que tocaron su psicodelia per-
fectamente, muy pensado era su set y muy correcta su ejecución. Para Nairobi la fiesta se había armado y realmente estos muchachos la rompieron con ritmos africanos, dub y reggae, lo más festivo de la noche, cerrando con el único rock and roll, ¡que su comunidad les permite tocar! a todo humo y vapor. Cuando lo más interesante de la noche había pasado subieron al escenario Moon Duo, la banda de San Francisco compuesta por el guitarrista Ripley Johnson y Sanae Yamada sumando al baterista John Jeffries. Cuando el volumen era tan poderoso que no se podía estar en la sala, comenzaron con su Kraut rock psicodélico denso y contundente, los primeros temas parecían zapadas de rock and roll, trance y psicodelia. Esta banda sonó muy ajustada y precisa pero con desconocimiento de lo que estaba ocurriendo con el volumen que se hacía insoportable lamentablemente, lo cual impedía a los presentes disfrutar. Ellos estuvieron muy bien son una gran banda que por momentos recreaba algunos pasajes de Can con Space Rock y un ¡punk rock extraño! Con los oídos destruidos decidimos retirarnos satisfechos con la alegría que nos produjo "Legal Tender" de The B-52's interpretado por Las Kellies.
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[ Por Diego Centurión / Fotografías: Lily Monster ]
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SIN HALLOWEEN
Gigio y los Inquilinos del Tiempo e Iguana Lovers en Liverpool Bar, 31 de octubre de 2015
La noche en la que todos pensaban en esa fiesta importada llamada Halloween, sumada a la Noche de los Museos, daban un marco más que complicado para que mi asistencia a dos eventos fuese más difícil. Pero este concierto fue el primer evento que la revista auspiciaba y era asegurada mi presencia. Llegó la noche y después de asistir a una Escuela Museo en la zona de Flores, me subí a un taxi en busca de la zona de Palermo para encontrarme con el evento principal de mi noche. Noche fresca y rara para un 31 de octubre porteño. No tuve la oportunidad de ver el concierto que abrió la noche “Myte y Sus Linternas Verdes”, pero por los comentarios de Ariel (cantante de Iguana) me dijo que según él lo mejor de la noche. El lugar estaba a medio llenar, me senté en una mesa hasta que empecé a ver caras conocidas, pero inmediatamente empezó el set de Gigio, reconozco
que mucho no había escuchado y poco sabía de su música, lo que más conocía es a su baterista Gabriel Muscio, quien suele tener algunas participaciones en esta revista. Así que me senté atentamente y me dejé llevar por la música de Gigio y los Inquilinos del Tiempo. El set fue simple y efectivo, cargado de una historia poco conocida por el gran público, Gigio Gonzales es un baluarte poco reconocido en nuestro país, simplemente porque no estuvo en una banda conocida, pero sí estuvo en los momentos donde todo lo mejor de la música de los años ochenta se gestaba. Pero “por H o por B” nunca pudo ser parte de esa camada de músicos que se consagrarían en grandes bandas. Pero él siempre estuvo ahí cerca de todo y, a la vez, lejos de todo, pero su reconocimiento es entre sus pares y después de todo, el éxito es todo lo contrario a lo que se cree.
¡El éxito no es Fama! Volviendo al set de la noche, canciones muy convincentes y con mucha calidad encerraron ese concierto que me dejó un gusto muy agradable en los oídos. Una banda compacta hizo que las canciones tomaran una coloratura muy variada y certera, sin conocer las canciones previamente, puedo decir que cada canción me parecieron prolijamente ejecutadas y con un alto vuelo a banda de culto. Con el lugar ya lleno se subieron los Iguana Lovers. La banda anunciaba la despedida de su gran último álbum “Surfing Caos” y eso era una buena opción para festejar este gran trabajo. Una intro tranquila y serena nos mete lentamente en clima… la banda estrena baterista nuevo, pero no parece ser su primer concierto. La introducción se abre y comienza a aparecer “Cerca de Vos” el que cierra Surfing Caos. Después Ariel Soriano e Iván Mirabal empiezan a desplegar sus mareas de distorsiones (que podrían ser la envidia de la actual formación de Jesus and Mary Chain), Universo, Surfer de Padua, Feliz, Colonias Espaciales, Mersey bit, Inmortal, Extragno, Crei, Virgen, Clash, Nuevo orden y Nuclear Age fueron las canciones que sonaron, el verdadero rock nocivo para desprevenidos oídos se debate entre un
recuerdo de lo que fueron en los noventa (cuando formaron la banda) y su actualidad plagada de pequeños pero importantes logros. Una banda que supo forjar su carrera sin traicionar sus principios, aunque a veces esto sea no ser millonario, pero al final el dinero pasa y se gasta y los logros quedan, y esta banda sí que consiguió logros desde la independencia. La noche estaba tenida de ese espíritu rebelde que sonoramente, por suerte, nos alejaba de lo que se está convirtiendo en costumbre, esa noche nos sentimos sin Halloween, gracias a esta verdadera noche del rock más ruidoso y hasta por momentos bellamente ensordecedor. Como comenté antes el cierre llegó con la gran “Nuclear Age” y luego la banda desplegó su última descarga de acoples y caos, dejando el escenario tenido de irreverencia sónica, que tan poco se ve en las bandas que pueblan el mundo radial. Como dijo en un momento Ariel Soriano, esta es la verdadera Noche de Los Museos, la noche del Museo del acople y del terrorismo sonoro. Se dice banda de rock, pero esta es una de forajidos del sonido que dispara directo a la sensibilidad del caos, o del Surfing Caos.
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[ Textos: 1ra Noche: Marcelo Simonetti y 2da Noche: Diego Centurión Fotografías: 1ra Noche: Natalia Sbert y 2da Noche: Nazarena Talice ]
TWO NIGHTS LIKE THESE
Wayne Hussey en Boris Club, 20 y 21 de Noviembre de 2015.
Wayne Hussey es a Buenos Aires, tan sólo para presentar un paralelismo, como Johnny Indovina (Human Drama) lo es para México. Hay lugares en donde cada artista se siente a gusto y siempre que puede (ya sea ofreciendo recitales o simplemente de visita) elijen un destino al que recurren a menudo. Sabemos que A Wayne Hussey le gusta Buenos Aires, y él mismo lo ha manifestado en la entrevista que nos concedió en el número anterior. Y si nos ponemos a pensar, luego de aquellas legendarias noches de 1988 en el mítico Estadio Obras Sanitarias, Wayne ha venido con su banda The Mission o en plan solista, pero siempre ha decidido hacer presentaciones de alta calidad en esta ciudad. Con banda, 2000, 2002, 2012 y 2014, como solista 2008, 2012
y estas dos noches en Boris Club. Pensar en su presencia en este lado del mundo supone muchas cosas, reuniones de amigos de todo el país, pequeñas congregaciones pero fieles, como pocas veces se suelen ver estos últimos años. Y casi sin publicidad en las calles, y como suele hacerse ahora, todo manejado por las redes sociales, logró agotar la primera noche y la segunda totalmente colmado aunque no “sold out”. Primera noche Wayne sólo y un concierto enorme, muchos fans lo catalogaron como uno de los mejores, y el segundo junto a Jimmy Rip. A continuación las sensaciones de las dos noches…
VIERNES 20 DE NOVIEMBRE Wayne es un asiduo visitante a nuestro país. Sea con las distintas encarnaciones de The Mission o en solitario, desde su primera obligada incursión solista en 2002. Sabemos bien que se siente verdaderamente como en su casa aquí, y que suele venir de visita a recorrer Buenos Aires, su ciudad favorita en Sudamérica. Ésta vez, como la mayoría de las veces, todo iba a ser parte de un mismo ritual, y como la mayoría de las veces, iba a ser diferente. Wayne llegó el miércoles a Buenos Aires, se “aclimató”, y ya el jueves se encontró con Jimmy Rip para tratar de armar el show a dúo del sábado. Iba a ser difícil, ya que Jimmy sabe de The Mission sólo un puñadito de canciones de las más radiables de los ochenta, y a su vez Wayne conoce el trabajo de Jimmy en distintas bandas, pero no su trabajo solista más reciente. Por eso el jueves fue “trabajo duro”. Pero vamos a lo que nos atañe, el show del viernes, el show solo, con la excusa de la presentación de su disco solista de fines del año pasado, Songs of Candlelight and Razorblades. Hussey llegó al hermosísimo e íntimo Boris Club apenas pasadas las 18, y lo primero que hizo fue sentarse al imponente piano y comenzó a probar fragmentos varios, aún sin sonido en la sala. Durante dos horas cambió de guitarras varias al piano, y al ukelele (su nuevo fetiche) y al presenciar el acto uno puede perfectamente darse cuenta de que más allá de ciertos contornos que perduran en sus shows solistas, el cuerpo de
cada uno de ellos es totalmente espontáneo, y depende claramente de como se sienta antes del show y durante el mismo, tal como dice en las entrevistas. ¿Ustedes se imaginan, sin embargo, que un cantante y músico con casi cuarenta años de trayectoria que llenó estadios y recintos en todo el mundo pueda probar sonido dos horas en un pequeño lugar donde caben 165 personas cuando se encuentra encima sin banda detrás? Imposible de imaginar, pero así es. En dos horas de prueba de sonido Wayne disfruta aún más que durante el show, pareciera. Y la mitad de las canciones que ahí prueba, no van a ser parte del show luego. Sweet Smile of a Mistery, Belief, y otras que no fueron parte de ninguno de los dos shows sonaban unas horas de antes de comenzar el show, con Wayne con una sonrisa de oreja a oreja. Da vueltas a su cancionero del mismo modo que o hace durante el show, como jugando al Don Pirulero, ésta sí, ésta no… Arranca con una y en la mitad sigue con otra. Y al armar la lista de temas que va a tocar luego, llega hasta el tema seis, siete, y de ahí la nada misma… El show comenzó igual que los shows de la gira solista de fines del año pasado en Europa: Madam G y All along the watchower, con un Boris colmado y expectante, contemplando la estampa característica de Hussey en los últimos años, con su botella de vino al costado a la que ya había besado dos o tres veces antes del show. Para el tercer tema, Shades of Green, ya todos empezábamos a entrar en clima. La primera vez que le pregunta al público “What do you want to hear?” es al finalizar Island in a Stream, el cuarto tema. Y ante el primer grito (“Father!”), ya Wayne rompe el boceto de los primero siete temas y agrega Father a la lista en guitarra. Seguimos con la guitarra acústica en la oda a su gente, Litany for the Faithfull, del último disco de The Mission. Las versiones de los temas que Wayne acostumbra a tocar menos son siempre distintas a las que conocemos, ya que Wayne ni acostumbra a escuchar sus discos, ni a escuchar sus shows. Por lo tanto, toca sobre una idea. Y eso embellece aún más a Litany for the Faithfull, y a otras que son o de sus discos solistas o de una ejecución casi en solitario a pesar de estar firmadas con la banda, como Litany. Luego, la obligada Severina, que empieza a levantar temperatura en el ambiente apareciendo los primeros coros “populares” y las primeras sonrisas complacientes del ícono.
Ahora Wayne pasa al piano por primera vez durante la noche, y arranca con Dragonfly, del disco Aura del 2001. El plan crooner en el que Wayne se sumerge emparda en tamaño con el gigante rocker de fines de los ochenta. Es como si siempre hubiera estado en ese lugar. Las canciones como Dragonfly, con sus aires al clásico Butterfly on a Wheel, que originalmente conocimos con banda, lucen desnudas, crepusculares, irreconocibles para los desavenidos. Y Wayne empieza a interactuar con el público con la mezcla perfecta entre el tipo que sabe que es una figura mítica admirada por décadas por su público, y el muchacho que se toma el vino con amigos tocando temas de otros… Y a Wayne le dan ganas de tocar “When I drift too far from shore”, gema preciosa de su último disco solista al piano, y cuando alguien le grita por una u otra canción los manda a escuchar el disco, porque es la que acaba de elegir la que quiere tocar. Y entre tema y tema, un brindis con un buen vino mendocino, postal eterna en el oriundo de Bristol desde sus primeros shows con Sisterhood al comienzo de 1986. La versión al piano del clásico missionero de Naked and Savage es sencillamente escalofriante. Wayne hace de su voz un instrumento. La estira y contrae
como un desamorado en puntas de pie al borde de un precipicio. La muestra es que cuando la concurrencia reconoce la canción amaga con palmas, pero al escuchar la sentidísima interpretación la sala queda en silencio. De aquí Wayne vuelva a la guitarra, para tocar el corte del último disco solista, “Wither on the Vine”. En un show europeo de fines del 2014 Wayne se lamentaba: “si yo hubiese escrito éste tema en 1989, hubiese sido número uno. Y es verdad. Una batería electrónica y unos coros muy a la Depeche Mode, y un sonido de guitarras muy a la Sisters, muy Wayne. Una gema de pop oscuro bailable. Los humores musicales cambian, y pasa el Bside más amado por sus fans, sacando Blood Brothers: Forever More, donde Wayne se luce más que nada en guitarra, bordando sonidos cavernosos sobre la clásica pista de fondo. Luego, el turno de Fabianne, otro lado b de The Mission amadísimo por los fans. Pero ésta vez, la versión es casi irreconocible. Intimísima, con una voz desgarradora, finales estiradísimos y de voz quebrada, que dejan el lugar en un silencio absoluto. Se le pega Black Cat Bone, del último disco, en guitarra acústica y desnuda, y después arranca el obligado Wasteland, con la platea estallando, aun cuando es una versión bluseada muy alejada del go-
thic rock clásico original. La voz de Wayne nunca brilló tanto. Nunca jugó tanto con ella como hoy en día. Y nunca en los últimos 25 se lo ve tan confiado y tranquilo con lo que hace. Dentro de Wasteland aparece Lucky, de Radiohead, aparece Like a Hurricane de Neil Young, y ya es un clima hipnótico, estamos todos en las nubes, con la piel de gallina y el corazón a flor de piel. Wayne desgarra los versos, los desangra sobre la guitarra con una versatilidad magistral. Agrega al medley la versión desnuda y country bluseada de Personal Jesus, el clásico de Depeche Mode escrita por su una vez compañero de escenario Martin Gore, y luego encara los versos finales de Wasteland acompañado del público, arengando como en los shows de la banda. Volviendo al piano, ejecuta la bellísima Bouquets & the Bows de su último disco solista, para luego sumergirse en Butterfly on a Wheel, coreada por todo el recinto con botellas y vasos en mano, como en una misa pagana. Un secreto a voces, un lugar de otro mundo donde no sabemos si volveremos a estar pero donde nos quedaremos siempre, algo que sólo nosotros sabemos y que sólo los que estuvimos ahí podemos entender. Eso sentíamos cada uno de los que ahí estábamos. Y Wayne arriba del escenario,
era parte de nosotros ahí. No era el tipo del escenario. Era uno que se había subido pero que podía estar abajo. Pero que ningún tipo podía hacerlo en el escenario como él. Lágrimas en el final de Butterfly, a pesar de haberla escuchado en vivo decenas de veces, en distintas formas. Luego Wayne distiende el ambiente, charlando con nosotros acerca del show del día siguiente con Jimmy, bromeando sobre las elecciones que sufriremos el domingo, mostrándonos una foto de la vista del lugar donde vive hace ya más de una década en San Pablo. Luego Wayne tiene la delicadeza de agradecer a un servidor el vino que acaba de tomarse, y de dedicarme la canción requerida: A Wing and a Prayer, en preciosísima versión de guitarra acústica, atacando los versos con furia y desencanto, alternativamente. Y luego, Bird of Passage. El preciosismo original, de belleza gótica rimbombante y romántica, luce desnuda y desoladora en guitarra acústica. Antes del final, Wayne nos cuenta un “secreto” acerca de sus planes próximos que no podemos escribir aquí, y luego cierra una noche inolvidable con la versión de la bellísima Swan Song circa 1984, muy en plan batcave. Por mucho que podamos querer a The Mission, por mucho que sea para muchos de nosotros, como
lo es para mí, The Mission la banda de sonido de nuestras vidas, nos es inevitable negar que Wayne llega en ésta clase de shows a un pico inigualable. Te levanta y te aplasta en el piso con una facilidad incomparable. Te deja exhausto y feliz como en el mejor polvo de tu vida. Y él lo siente así también, ya que debe luego irse corriendo al hotel, por haber estado tomando vino y tocando sin parar durante seis horas casi, entre algo más de dos horas de prueba de sonido y dos horas cuarenta de show, sin probar bocado, dándolo absolutamente todo. Los que estuvimos ahí el viernes 20 de Noviembre no vamos a poder olvidarlo aunque queramos. Nuestra piel se va a seguir erizando. Una parte de nosotros va a seguir estando ahí sentados, riéndonos con él y compartiendo vino como viejos amigos, y adorándolo como un ícono inalcanzable al mismo tiempo, sintiendo a mil por hora cada una de las emociones donde nuestro héroe nos llevó en esa noche inolvidable.
SÁBADO 21 DE NOVIEMBRE Sábado, segunda noche de Wayne Hussey en Buenos Aires, mi arribo a las puertas de Boris fue por la tarde/noche. Allí el encuentro con los missioneros amigos, y con Bernardo Jimenez Mesa, quien sería mi compañero de mesa durante este concierto. De antemano sabíamos que el concierto estaba condicionado, por las votaciones en Argentina para presidente, por lo cual a la medianoche el concierto debía acabar. Muchos de los que nos encontramos en la puerta habían concurrido la noche anterior y los comentarios del viernes eran los mejores. Pero esta noche sería diferente. Acomodados en un lugar el piso superior esperábamos el comienzo del concierto, atrás mío un hombre alto vestido de negro y sombrero hablaba en inglés y algunos asistentes se acercaban a sacarse fotos, obviamente era Jimmy Rip. Quien en un momento se levantó y se dirigió al piso de abajo para subirse al escenario, él solo. Allí en un castellano roto, medio español medio inglés, saludó y tomó su guitarra y abrió la noche “Wandering Spirit” (canción compuesta por Rip y Mick Jagger), Jimmy es todo un bluesman, la actitud al tocar la guitarra por momentos me hizo acordar a
esos cantautores a los Leonard Cohen, Johnny Cash, y hasta Nick Cave. Una voz profunda, sincera y con la dureza de un hombre que cuenta sus vivencias y si buscan descubrirán que fueron muchas. Cuando promediaba la primera canción se paró al lado mío Wayne Hussey y mira atentamente la performance de su amigo Rip, con vino en mano (la costumbre), se quedó en la misma posición y sólo la cambiaba para aplaudir o para tomar un trago (de la botella obviamente). Jimmy seguía su set, la segunda y la tercera fueron de su autoría, mientras seguía demostrando sus dotes de guitarrista fabuloso y sobre todo del dominio de todos los recursos que da una guitarra. Promediando la tercera canción Wayne se dispone a ir hacia el escenario (bajando unas escaleras), pero se quedó en el medio para que su presencia no atrajera la atención de todos en el medio de la actuación de su amigo. Llega la cuarta canción y Jimmy presenta a Wayne y el momento esperado había llegado. Juntos interpretan la canción de Jimmy “No Entiendo, Lo Siento”. Fabulosa conexión de estos dos músicos. “Ain't No Prayer in the Bible Can Save Me Now” abre el set de Wayne aún con Jimmy en guitarra, haciendo que escuchar su guitarra con slide sea un placer. La canción del último trabajo de The Mission, The Brightest Light del 2013. Y el dúo suena como si hubiesen ensayado durante semanas y como contó antes Marcelo, sólo hubo un día de ensayo. Luego de la canción, Jimmy abandona el escenario, dejando la comunión entre Wayne y sus fans. “A Night Like This” trae el alma de The Cure al escenario, una hermosa versión con una guitarra con un efecto en reversa que sirve de apoyo para la acústica versión que se encuentra en el disco “Bare” (primer solista de Hussey). El ritual entre la voz de The Mission y el público da su primera muestra de que no habrá “otra noche como esta”. “Love Me to Death” enciende al público que corea y sigue el pulso con las palmas. Hasta se establece una complicidad hermosa entre artista y público. Terminado Wayne se pasa al piano y “Martha's Harbour” de All About Eve se hace presente. Y luego la hermosa “Love” de John Lennon. Wayne vuelve a la guitarra y de manera excelente zos regala, “Black Mountain Mist” y “Careless
Whisper” de la banda de George Michael, Wham! Hussey se da vuelta para intercambiar el instrumento y toma el ukelele y se despacha con la sorprendente versión de “The Killing Moon” de Echo and The Bunnymen y seguida una muy festejada por el público enfervorizado “Like a Child Again”. Jimmy Rip regresa al escenario y se despachan con versiones de “The House of the Rising Sun, aquella canción que inmortalizó The Animals; “As Tears Go By” de The Rolling Stones; “Dancing Barefoot” de Patti Smith; “Cosmic Dancer” de T. Rex y “Like a Hurricane” de Neil Young. ¡¡¡Maravilloso!!!!
Llega el Encore, y ambos regresan al escenario y terminan la noche con “Tower of Strength” y cierran con la versión de la canción de Bob Dylan “All Along the Watchtower”. La noche fue corta pero intensa, tuvimos momentos sublimes como “Love Me to Death”, “Black Mountain Mist”, “Like a Child Again” o “Tower of Strength”, pero rescatamos los momentos en los que Jimmy y Wayne disfrutaban del escenario junto a amigos, porque eso fue lo que pareció, una reunión de amigos.
[ Por Nahuel Ordoñez / Fotografías: Vanesa Paula ]
UN AÑO DE AUTOGESTIÓN EN DOS DÍAS
Super Festín DIY, Mar del Plata 27 y 28 de Noviembre.
DIARIO DE VIAJE DEL FESTIN DIY Camina hacia la parte de atrás, abre el baúl y la emprende a martillazos contra el motor. Una catarata de agua hirviendo se abre paso por el paragolpes hasta dar con el pavimento. Un hilo delgado de aceite le sigue. Le vuelca un bidón de agua. Otros golpes más y cierra la tapa. Empieza en La Plata, pero ya venían saliendo hace algunas horas desde Avenida de Mayo. Los que pasaron a buscar cargan sus instrumentos y saludan al resto. Toman cervezas o agua. “Rulo, te veo a vos y sé que la voy a pasar a bien”. Ríen, alguno orina contra un árbol en la vereda. Fijan el rumbo definitivo. Arranca y el caño de escape despide una nube negra y densa con un delicado aroma a diesel. Autopista. Zapatilla. Setentaicinco kilómetros por hora.
En viaje leer textos que hablen sobre viajes hace que por momentos los dos se confundan y la noción del tiempo se distorsione.
Saliendo de La Plata se desata un diluvio. El micro escolar naranja navega sobre los charcos en las huellas de la autopista. Flota como una balsa, se mece hacia los lados cada vez que un buque carguero lo sobrepasa. Algunos rayos explotan sobre el fondo negro. La escena es dramática.
Amanece en gris mientras el colectivo apunta al centro del sol. Parada táctica en Castelli. Primer contacto con la bestia que no debe ser nombrada. Nadie durmió demasiado. Desayunan parados. Llueve mientras entran a Mar del Plata. Es la mañana de un feriado y casi no hay gente en la calle ni en las veredas.
El 221 recorre de norte a sur el costado de la ciudad pegado al mar. Pasa junto al Museo de Arte Contemporáneo y un paredón naranja con ventanas y grafitis que dicen fascismo es libertad. Luego del Parque Camet hay una verdulería al costado de la ruta, frente a la caseta donde paran los colectivos. El corazón rojo de las sandías partidas en cuartos brilla con fuerza.
El ingreso al predio es atravesando una calle interior cubierta de arboles. Algunas hojas secas cubren el suelo de tierra mojada. El escenario principal está montado en una sala con grandes ventanales que dan al patio y la calle de entrada. Los otros dos escenarios están montados frente a una chimenea. +Las bandas tocan una atrás de otra. Casi sin respiro. De un escenario al otro. Es maratónico, desmedido. En un remanso conversamos con Fernando. Está convencido y tiene razón. Escucha atento y habla con justeza. Gesticula poco, cordial. Consiguió de alguna manera un vaso de vidrio y toma fernet. El sol entre las nubes baña el césped del patio. Algunos gansos blancos algo asustados corretean erráticamente. Hay una oveja con evidentes signos de estrés. Distintos grupos de gente se sientan en el suelo y toman mate, cerveza o los dos. Quieren todo a la vez. Tomarlo todo. Es un campo. Se juegan cosas, se legitiman jugadores, hay algo en disputa. Se define qué vale lo que vale. Son también canales informales. Se cierran fechas y se arman movidas.
La noche cae lenta como si fuera verano. Apareció de la nada, entre la maleza. Las pupilas reflejaron la luz, furiosas, como una liebre encandilada al costado de la ruta. Ya no había cervezas, y el cargaba tres tubos de vino tino de diversos pelajes mientras se
desplazaba con la gracia de un coyote que cruza el desierto a medianoche.
El Clan del Pez Negro se mueve mejor en las sombras. Son un grupo homogéneo y todas sus conductas se guían por un código ancestral e implacable. Sus miembros son reclutados con lo más selecto de cada distrito. Son convocados a iniciarse quienes logren conectar con los campos magnéticos que atraviesan las distintas regiones dominadas por el Clan.
El edificio entero vibró durante 48 horas y sus paredes, aún nerviosas, temblaban con vigor. Pasará algún tiempo hasta que las maderas de la casa regresen a su estado de reposo. La liebre, los gansos y la oveja ya no serán los mismos.
Luego de la tormenta la comitiva se reúne a celebrar el fin de la batalla. La guerra aún continuaba, aunque en ese momento hicieron de cuenta que lo olvidaban. Iniciaron un fuego y algunos animales muertos fueron su alimento. Los anfitriones lo dieron todo. Reposaron sobre el pasto al sol de la tarde más apacible del último decenio.
El sonido de los ángeles copulando se parece bastante al que produce un cuchillo implacable serruchando el plástico más ordinario. Con un descuido casi calculado y una botella de 2,1/4lts fabricaron el contenedor más hermoso que se haya visto, la copa última de todas las victorias efímeras. La feria comenzó temprano, pero a esa hora de la tarde había entrado decididamente en su fase de eclosión. Delicados techitos azules ofrecían de reparo a los puestos. Algunos rayos de sol se filtraban entre las ramas de las acacias y los eucaliptos. Desde el colectivo se escuchan risas de niños corriendo atrás de una pelota. El césped de un verde perfecto. Corre una brisa fresca, salada, mansa. La escena era veraniega y un par de adolescentes buscaban reparo cómplice en el banco más recóndito de la plaza para jurarse amor eterno.
Una lata gigante. Un contenedor naranja con cuarenta asientos decorado por una calavera en llamas surfea sobre una ola perfecta que abre hacia la derecha y rompe contra las piedras de la orilla. Las olas siguen estallando, el contenedor salta sobre ellas echando espuma negra por el escape.
La nave aminora la marcha bastante antes de llegar a la plataforma, con una precaución llamativa. Una patrulla de androides vigilantes rodea el casco y apuntan a las compuertas mientras un silencio tirante se hace sobre la tripulación. El motor se detiene.
Camino a la guarida de la bestia, mientras todos estaban distraídos, uno de ellos lo divisó. Ahí cerquita, esperándolos: una parrilla abierta con un quiosco con bebidas frescas en la parte del frente. Era la tentación. La última trampa perfecta que la bestia les tendía. Los estaba cazando. La maldición del Minotauro es, en realidad, una leyenda antigua. Habla de los tormentos que recaerán sobre todos aquellos que fallen en tributarlo de forma adecuada. Desde lo profundo de su guarida laberíntica y subterránea espía a sus visitantes mientras alimenta rencores prehistóricos. En su sed infinita, espera pacientemente que alguien caiga en alguno de sus engaños. Quienes se atrevieron a desairarlo sufrieron abominaciones de las más atroces; ellos no serían la excepción, mucho menos “en un año de eclipses con lunas rojas”.
La noche es cada vez más fresca. Habían estado errando por el espacio exterior algunos meses o varias horas. El tiempo, todo el mundo lo sabe, es relativo cuando uno está perdido.
“Va a pasar el 161, el 78. Va a pasar un barco…”
Bondi 2 tiene aspecto de haber sufrido vejámenes varios. En una plaza de La Plata se paró por primera vez. En el peaje fue la definitiva. Sobrevino un nuevo transbordo.
Constitución 9am. La compañía se disuelve en el caos. LAS BANDAS Fueron dos días intensos cargados de música en vivo. Tocaron más de 30 bandas en 3 escenarios distintos. La autogestión como forma de entender el mundo aunó los esfuerzos de los organizadores y de las bandas que participaron. La alineación inicial funcionaba como bosquejo del orden en que podrían suceder las cosas, pero sobre la marcha se fueron acomodando las bandas y los escenarios. Las dos jornadas cerraron y abrieron con shows increíbles. Los anfitriones acondicionaron de manera encantadora un hermoso predio cercano al mar y lindero con el Parque Camet. Los sellos discográficos independientes participan con sus ferias, aunque la labor que realizan tiene menos que ver con vender discos que con la tarea permanente de engrasar los engranajes de los vínculos. La Suma de Todos los Tiempos abrió el festival con un show preciso y enérgico. La formación con Diaz
en teclados agrega matices y texturas al sonido de la banda. Los locales de El Picnic de Un Millón de Años siguieron con su set noise pop. Luego Palmer, cantautor de estilo personal que interpretó algunas canciones de su nuevo disco Posguerra y otras del grupo Principiantes en el escenario designado para solistas. Los platenses de Los Subterráneos realizaron una increíble versión del tema La Playa de Los Japón, banda con la que comparten algunos integrantes. Amor Elefante estrenó tema nuevo al final de su show. Luego de algunos cambios de alineación, tocaron sus canciones en medio de otros actos más ruidosos. Diego Paietta y un trio compuesto por guitarra, clarinete y un sintetizador con algunos efectos se presentaron en el escenario experimental frente a la chimenea del primer piso. Canciones nostálgicas y psicodélicas de ritmo libre. La primera jornada la cerró La Gran Pérdida de Energía con uno de los mejores shows del festival. Limbo Junior inició el segundo día en una especie de continuidad con el cierre de la noche anterior. Fue un show vigoroso e intenso cargado de melodías
urgentes y que incluyo una nueva canción. El weird folk de Explorador Azul ocupó el escenario del bar. Siguieron Los Días con una genial interpretación de los temas incluidos en Energeia más un estreno. En los ventanales de atrás del escenario se veía al viento agitando con fuerza las ramas de los arboles. En el escenario del primer piso toca Buscapolos con su lo-fi instrumental y viajador. Isaac invoca al sol como en un mantra inducido por sonidos reverberantes. Por la tarde sale el sol y en el patio aparece una intervención acústica de Mínima discos con Tranier, Palmer, Canel y Valenti haciendo canciones en clave folk. Cerraron con una hermosa versión de ‘Trabajando en el ferrocarril’. Julen y La Gente Sola con su show emocional continuaron la alineación. Félix, guitarrista de 107 faunos, cantó algo de su repertorio como solista. Gastón Massenzio interpretó canciones de La Presencia y algo de su disco Lapsus en formato eléctrico. En el primer piso la furia adolescente de los tandilenses Indigencia Vip aporto frescura y encantadores momentos de energía desbordada. La formación de trio con guitarra, teclados y laptop abrieron el show con un tema potente y de pulso bailable seguido por algunas canciones en
tono post-punk. Verde y Los Caballos a Marte dieron un recital breve e intenso de viaje psicodélico. Hicieron una excelente versión de ‘Mañana en el abasto’ y canciones de su primer EP ‘Gracias por el viaje’. Valle de Muñecas presentó ‘El final de las primaveras’ con un show prolijo y sólido. Manuel Embalse a su vez tocó algunas canciones de su nuevo disco Ilusión y de espíritu insaciable continuó adelantando material de un próximo disco. Bosques cerró el festival sonando ajustados y con momentos muy elevados. El festival fue por momentos abrumador, algo caótico. Pero el espíritu de los organizadores y los que participaron de disfrutar de lo que sucedía a cada hora en alguno de los escenarios hacía que se pudiera seguir adelante. Había un puñado de gente que coincidía en la mayoría de las bandas, el resto veía un rato alguna y luego descansaban. Fueron más de 12 horas continuas por día de bandas tocando en vivo. Fue una celebración dionisíaca de un año expansivo para la música independiente en Argentina. Un evento que demandó un trabajo arduo y probablemente no se repita en el corto plazo, pero que de tan necesario seguirá siendo fecundo para la escena.
PURA MELOMANIA
Procedimientos ilegales Dr. Feelgood – Malpractice (1975) [ Por Diego Centurión ]
Segundo trabajo discográfico de la banda. El paso previo al gran éxito comercial que llegaría de la mano de su “Stuppidity” (1976). Y luego del primer gran golpe que fue su álbum debut “Down By The Jett”, de principio de 1975, que los hizo salir al mundo y tomarlo por asalto con su enérgico Pub Rock. Meses más tarde de este álbum se edita “Malpractice”, el segundo trabajo en estudio. Repitiendo las mismas fórmulas que en su antecesor pero apostando un poco más a las canciones propias. Y si con su debut había energía y clásicos de la banda, en este segundo, la receta continúa. “Malpractice” es un compendio de grandes canciones que se convertirían en clásicos como "Going Back Home", "Back In The Night", “Watch Your Step" o "Riot In Cell Block No. 9" (tal vez la canción en la que Wilko daba más miedo). El álbum desde su portada nos muestra que el cuarteto nos muestra que estos chicos no son confiables, no son lo que todo padre quiere como novio para su hija. Su vestimenta no es de rockstar ni de chicos educados, sino más bien de delincuentes, y su actitud, en la imagen congelada por Keith Morris (Nick Drake en “Bryter Layter” y “Pink Moon”, Led Zeppelin en “Untitled”, John Cale en “Helen Of Troy”, entre muchas portadas), está más que clara, Lee Brilleaux (cantante y armonista) tocándose un testículo y Wilko Johnson (guitarra y coros) en actitud sospechosa junto a Big Figure (batería), Sparko (Bajo) mirando la situación como si nada, pero a la vez en actitud de que “acá no pasa nada raro”. Ya desde la primera impresión que suele ser la portada demuestran que no tienen intención de buscar el agrado. "I Can Tell" abre el álbum con un intenso y cortante riff de Wilko, la canción de Bo Didley sirve de arranque ideal para este disco, con la áspera voz de Lee, acompañada magistralmente por un exquisita base de Sparko y un fiel y constante ritmo de Big Figure. El estilo del solo de Wilko sería adueñado por
las bandas punk unos años más tarde. Desafiante comienzo. "Going Back Home", un clásico. Con el comienzo incisivo de un riff pegadizo pero contundente comienza esta gran canción coescrita por Wilko y Mick Green (ídolo de Wilko). La armónica histérica e inquietante de Lee se va filtrando entre sus frases vocales provocando que el oído perciba un acelere en el ritmo. No hay que dejar de escuchar la versión del 2014 en el álbum de Wilko (Going Back Home), cantada por Roger Daltrey. "Back In The Night" otro clásico de la primera época de los Dr. Feelgood, en donde Lee hace gala de su histrionismo impulsivo e histérico en la guitarra con slide sobre una base filosa y simple del resto de la banda. Un efectivo rock and roll lento. "Another Man", "Rolling And Tumbling" de Muddy Waters y "Don’t Let Your Daddy Know" repiten fórmulas de Rhythm & Blues con energía Pub Rock. "Watch Your Step" otra gran canción de este álbum, originalmente de Bobby Parker, merece ser rescatada y valorada al punto de clásico. Colocada en el lugar del tracklist de Malpractice, en donde se necesita un sacudón, no porque el disco aburra, sino porque el tono de las canciones se homogeniza y el espíritu del disco necesita un golpe. "Don't You Just Know It" es el paso intermedio para la gran "Riot In Cell Block No. 9", que es tal vez la canción más impactante que los Feelgood tocaban en directo, Wilko ametrallaba al público con
su Fender Telecaster. Canción escrita por la dupla presliana Jerry Leiber - Mike Stoller, que en su haber tiene canciones como “Hound Dog”, “Jailhouse Rock” o “Trouble” a la cual nos remite inmediatamente. Una de las más cautivante y provocadora en vivo. "Because You're Mine" baja un poco las revoluciones pero no el sonido de la punzante telecaster de Wilko, que está machacando los oídos de forma sistemática en toda la canción, la solidez del tándem Sparko (bajo) y Big Figure (batería) sirven para los espasmódicos riff de Wilko. "You Shouldn't Call The Doctor (If You Can't Afford The Bills)" irrumpe de manera descarada poniéndole ritmo y atrevida velocidad a este rhythm and blues (pre – punk), ¿el solo de Wilko? Puro punk, estridente e histérico, dejan-
do asentado el camino a los jóvenes de la época, que serían quienes tomarían unos pocos años después estas enseñanzas. Un trabajo de hormiga para Dr. Feelgood, puro rock y rhythm and blues, ejecutada de la forma menos acostumbrada y más descarada. Este “Malpractice” ha influenciado a lo que vino años después, sino busquen las declaraciones de Clem Burke narrando sobre una fiesta en un piso de Nueva York en donde apareció una copia de este álbum y desde que se puso sonó toda la noche. En esa fiesta estaba la escena de lo que sería el punk rock neoyorkino, entre ellos Blondie y los Ramones. Pura Historia.
El sonido de las máquinas Kraftwerk - Radio-Activity /Radio-Aktivität (1975) [ Por Cesar León ]
Se dice que si para el Rock están los cuatro de Liverpool, para la música electrónica están los cuatro de Düsseldorf. Kraftwerk (central energética) poco a poco ha venido reclamando ante el gran público el espacio que se merecía en la historia de la música. Sin ellos buena parte de los sonidos que disfrutamos no existirían o al menos serían muy diferentes a lo que tenemos hoy. Artistas tan disimiles como Radiohead, A place to bury Stangers, Deadmau5, Erasure, Depeche mode, Madonna, Liars, Chemical brothers, The Orb, Falco, Kylie Minogue, etc. En fin casi toda la industria de la música le debe a Kraftwerk esa fusión de tecnología y música que ahora nos parece tan fácil y cotidiana, pero que tenía que haber sido concebido por alguien y ese alguien es Kraftwerk. Recordemos que antes de Kraftwerk la música utilizaba la tecnología solo como un medio para alterar, transportar grabar o pulir las ideas interpretadas por instrumentos tradicionales –guitarras, bajos, violines, pianos– pero nunca como un elemento responsable de la construcción o de la composición misma. Fue hasta que
estos discípulos de Stockhausen –uno de los compositores más respetados de la “música culta” contemporánea– empezaron a traducir la teoría en producciones reales. Si bien Morton Subotnick, Pierre Schaeffer, John Cage o Wendy Carlos desde diferentes posturas propusieron su versión de musica electronica no fue hasta que Kraftwerk definió y acercó ese concepto a una audiencia que la chispa hizo arder toda la escena musical. Radio-Activity o en su versión en alemán RadioAktivität se publica en 1975 y es el quinto álbum de la banda, fue el primero completamente concebido y ejecutado con instrumentos no convencionales y
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basados en la electrónica –sus dos primeros son una especie de experimentación con flautas órgano y batería– Fue grabado en los estudios privados del grupo Kling Klang de Düsseldorf. El álbum sucedió el relativo éxito alcanzado por Autobahn de 1974, que si bien fue el primer álbum de Kraftwerk con su sonido característico, aun incluía flautas y órganos en su interpretación. Radio-Activity confirma, evoluciona ese sonido hecho por máquinas: frío, calculado, exacto pero que lleno de un ambiente lúgubre, casi taciturno que imprimen Hütter y Schneider conforma la perfecta analogía de la sociedad industrial contemporánea que hemos construido. RadioActivity no es una apología simple de la tecnología o del avance de lo moderno en el sentido de los Futuristas de inicios de siglo XX como Marinetti. Si bien a priori se siente ese inocente entusiasmo por la tecnología –La voz de la energía. Ohmio, dulce ohmio– En su sonido se advierte una apesadumbrada atmósfera, como si de una advertencia de que algo no funciona bien en el mundo que vivimos. El tema central del álbum es un juego de palabras radio-actividad no trata solo del efecto de la radioactividad como tal, sino también exalta el entusiasmo por la actividad radial. De allí que Antenna, Radio stars, News y Radioland tratan casi exclusivamente de este tema. Antenna uno de los sencillos que se lanzan del álbum es una hermoso homenaje a esos extraños artefactos capaces de transmitir el mensaje de la modernidad a través del espacio. Utiliza un poderoso sonido secuenciado que marca la armonía y que luego oiremos en infinidad de composiciones de tecno. Para esto Kraftwerk incorpora no solo la síntesis de sonido a partir de minimoogs y de su Arp Odyssey para lograr melodías y armonías mecánico-electrónicas sino que comienza a usar secuenciadores para construir sus frases (repeticiones). En lugar de que las notas sean tocadas en su sucesión a mano y que estén sujetas a los errores que ocurren en la interpretación –por perfecta habilidad que se tenga como pianista, cuando se repite una frase las notas se atrasan o adelantan fracciones de segundo– eso da un sabor humano a la música, pero precisamente esto era lo que Kraftwerk intentaba eliminar para lograr su sello robótico. Entonces deciden que los loops son programados por un secuenciador que ejecuta
con exactitud numérica los bucles de la canción una y otra vez ya sean estos bajos o percusiones y esto va confirmando el carácter del sonido Kraftwerk. Radio-Activity es el otro sencillo y tema central del álbum que se convertiría en una de los más populares e influyentes de Kraftwerk. Comúnmente utilizado como soundtrack de documentales televisivos tiene un gran poder gracias a la utilización de un rotundo bajo electrónico secuenciado, contrastado con un angélico coro que nunca termina mientras las voces desconsoladas que van contando cómo la actividad radial - radioactividad está entre nosotros. La utilización de sonidos de telegramas efectos, ruidos y contadores geiger terminan de armar una bella composición que durante 7 minutos usa ese Leitmotiv (repetición) a modo de mantra industrial que nada enaltece esa modernidad, más bien parece una irónica reflexión sobre la triste contemporaneidad tecnológica. Los otros temas ayudan a conformar la obra, son experimentaciones con las ondas producidas por sus sintetizadores, vocoders que alteran la voz y la convierten en un instrumento más con un carácter técnico robótico que tanto usarán después bandas como Daft Punk, LCD soundsystem y hasta Stevie wonder o Black Sabbath, Mención especial para Uranium que como dato curioso fue sampleada para lograr el sonido pad (fondo) para la mítica Blue monday de New Order. Radio-Activity es un álbum imprescindible en la historia de la música. Posiblemente si Kraftwerk no hubiese existido otro artista había incorporado estas tecnologías en la industria musical, pero habría tardado tiempo en desarrollarse el motor que permitió que Gary Numan, Depeche Mode, New Order, David Bowie y muchos lograran su sonido. Este álbum es un punto donde confluyen las técnicas, recursos y forma de componer de las últimas 4 décadas. Posiblemente el DJ que solo sabe darle play a su Traktor o girar el cutout de su máquina de efectos y espera la ebullición del público ante el sonido del Kick desconozca esta historia. –pero de eso no trata la música electrónica, la verdadera música electrónica es hecha por artesanos de las ondas y los circuitos– No sabe lo que le debe a los 4 de Düsseldorf.
Recuerda lo que el futuro una vez fue
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Big Audio Dynamite - This is Big Audio Dynamite [ Por Ariel Soriano ]
Mick Jones era el cerebro musical de The Clash. Fue Jones quien arregló el cover de Murvin –Perry, “Police and Thieves” del primer LP de The Clash. Jones, quien escribió la música de "White Man in Hammersmith Palais" y Jones quien dirigió a la banda en las aguas desconocidas por sus compañeros de The Clash de la música disco, el hiphop y otras influencias urbanas. Jones fue despedido de The Clash poco después del baterista Topper Headon. Y mientras Strummer y Simonon se dejaron manipular por el manager Bernie Rhodes, Mick Jones se fue a hacer uno de los álbumes más audaces de la década de 1980. Escuchando el álbum de Big Audio Dynamite, se hace muy claro que Jones mantuvo la visión de The Clash intacta. Hace 30 años, el hip-hop fue visto como algo pasajero. Pero fue Jones, quien tuvo la visión de en qué dirección soplaba el viento. Aumentada por el bajista Leo Williams, el baterista Greg Roberts, el tecladista Dan Donovan y el cineasta DJ Don Letts en 'FX' y coros. Reunió una banda que trajo a su visión lo que The Clash debería haber sido. La música de Big Audio Dynamite. La utilización del sampler era relativamente nuevo y algo que era completamente ajeno a la gran mayoría de las bandas de rock, sin embargo, esta no era la primera vez que Jones se sumergía en el paisaje musical del momento que se extendía más allá de los horizontes del rock'n'roll hacia la fusión del reggae
y el hip-hop. Retazos y fragmentos de lo que estaba sucediendo: el dub, el punk, el funk y la electrónica. Este álbum es representativo de una época en que las posibilidades de la tecnología parecían ilimitadas. De hecho oír fragmentos de diálogos de películas para impulsar la narrativa parecía innovador y revolucionario. El debut de Big Audio Dynamite fue un contrapunto sorprendente y emocionante para gran parte de la mediocridad que obstruía la escena de la música de la época. Fundamentalmente, se trataba de música que se podía bailar y fue en “E = MC2” en donde confluyen las ideas de Big Audio Dynamite y se funden en la perfección. This is Big Audio Dynamite está ligado a un momento muy específico, este álbum ocurrió hace mucho tiempo para una nueva revisión. This Is Big Audio Dynamite recuerda lo que el futuro una vez fue y ¡fue!
Engendro maestro Dead Kennedys – Frankenchrist (1985) [ Por Rodrigo Debernardis ]
Frankenchrist es el tercer álbum de estudio de Dead Kennedys. Tienen la particularidad de contener canciones más extensas, de hasta 6 minutos, instrumentos no convencionales (pero justamente esta es una banda que no le teme a salir de las convenciones y los estereotipos)… En este álbum explotan todavía más los sonidos punk, hardcore, rockabilly, a gogo, surf, psicodélicos, country. Las letras siguen siendo fundamentales, humor, sarcasmo, crítica social, inteligencia, propuestas de vida. Este álbum fue censurado porque traía un poster de una obra del genial H. R. Giger (creador de Alien) que se llama “Penis Landscape” y presentaba penes penetrando vaginas, uno de ellos con preservativo. Vamos a los temas: "Soup Is Good Food" comienzo a gogo, sello Dead Kennedys, la ironía de Jello Biafra hablando sobre el desempleo. “Hellnation” compuesta por D.H, Peligro, a toda velocidad, la canción más corta del álbum, presenta todos los trucos del hardcore californiano de los 80´s. La batería vuela a toda velocidad junto al bajo contundente, la guitarra chillona (con su característico sonido acompaña) y la voz sobreexcitada canta a la “Nación Infierno”. "This Could Be Anywhere (This Could Be Everywhere)" Jello Bafra no es un excelente cantante pero es muy ingenioso en como frasea, su timbre es inconfundible, especialmente en la pronunciación de la última sílaba de las palabras. Siempre pensé que Johnny Rotten (en este sentido) fue una influencia crucial que Jello supo explotar y ponerle su propio estilo. En mitad de la canción a la misma velocidad son capaces de reducir la intensidad y crear misterio de serie de agente secreto, para volver a subir al pico aún más alto. ¡Tomá!, una canción de casi 6 minutos sobre la violencia y el sentimiento de ser policía. “A Growing Boy Needs His Lunch” un comienzo sensacional, que parece una banda de sonido entre
spaghetti western y sixties a gogo. En la mitad de la canción un solo irónico y divertido. "Chicken Farm" aquí el bajista demuestra por qué está en la banda, la velocidad es lenta, la melodía es llevadera, la guitarra se luce como nunca, Jello puede hablarte en una misma canción sobre la explotación, la guerra y el estilo de vida yanqui. "Jock-O-Rama (Invasion of the Beef Patrol)" aceleramiento, coro caricaturesco de porristas alentando a los jugadores de “fútbol americano”. En la mitad de la canción Jello parodia a un entrenador-trovador mientras los acordes de guitarra lo acompañan, y luego vuelve la banda a toda velocidad. "Goons of Hazzard" parodia “Duques de Hazzard” y todos los héroes de la TV, machistas, racistas, xenófobos y homófobos. La guitarra con saturación de reverb y delay, chilla melodiosa. Una canción ecléctica con su propia coherencia. "M.T.V. - Get off the Air" burla y más burla a la falta de creatividad y la música comercial. Jello imposta la voz como un “video dj”. Al grito de “MTV fuera del aire!” explota acelerada la canción, luego un abrupto cambio de ritmo incluye unas trompetas. "At My Job" esta canción es diferentes a todas las del álbum y de la banda, predomina el sintetizador, compuesta por East Bay Ray, nos cuenta acerca de la rutina laboral al compás de una marcha mecanizada. "Stars and Stripes of Corruption" la canción más extensa del álbum, un manifiesto maníaco anti-american dream. Frankenchrist es un álbum espectacular de una banda fundamental en la historia de la música.
La promesa de algo bueno por venir
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The Bolshoi – Giant (1985) [ Por Rodrigo Debernardis ]
Bajo el influjo gótico de los salvajes años ochenta en Inglaterra, The Bolshoi hacía sus primeras armas, y en 1985 editaba Giants, un EP de 6 canciones en el que asomaba el potencial de una banda que dejaría su huella en la historia musical de aquella gloriosa década. Por aquella época The Bolshoi era un trío y ese no es un dato menor, ya que su sonido filoso, despojado y oscuro se percibe mucho más notoriamente en este Giants que en sus trabajos posteriores, ya con un cuarto integrante en la banda (el tecladista Paul Clark), y con un estilo un poco más “acolchonado” y pop. Pero estamos en 1985 y el disco que importa es Giants, un trabajo más que interesante que abre con “Fly” (01) y ya muestra su intención perturbadora y subterránea, con la guitarra entrando como un cuchillo a lo largo de toda la canción. En “Sliding Seagulls” (02) se aprecia la innegable influencia del cantante de los Psychedelic Furs (Richard Butler) en la voz de Trevor Tanner, así como en el track que da nombre al EP (Giants, 04) los Cure se asoman desde arriba, manejando los hilos de esta oscura y ecléctica melodía. El track 03, “Hail Mary” te lleva a cabalgar por las
fantasías juveniles de Tanner al ritmo de una guitarra desbocada que recién pareciera (sólo pareciera) sosegarse al final. Con “Happy Boy” (05) llega “el clásico” del disco. Una gran canción, pareja, y con una bellísima melodía vocal. La banda suena ajustadísima aquí, pero sin perder la frescura. El trabajo cierra con “By The River” (06), un hipnótico viaje a través de loops y susurros que, lejos de relajarnos, nos mantiene en inquietante alerta, a la espera de algo más. Pero ese algo más no llega, o sí, pero no en este disco, que tiene la energía creativa de los primeros discos y la promesa de algo bueno por venir…y eso si vino.
Hermoso ruido The Jesus and Mary Chain - Psychocandy (1985) [ Por Ariel Soriano ]
The Jesus and Mary Chain son un grupo de Glasgow, se formó en 1983 alrededor de la asociación para componer canciones de los hermanos William y Jim Reid. 1985 vio la llegada de su LP debut – Psychocandy. Este 2015 cumplió 30 y todavía es considerado como un hito en la música mundial que ha resistido la prueba del tiempo como un clásico, para mí. Fue uno de los primeros en combinar canciones pop con ardientes
tonos de guitarra y fuzz. En Argentina fue elegido el mejor disco internacional del año 1986 en las encuestas de los principales medios de difusión especializados. En mi barrio, la zona oeste del gran Buenos Aires, eran considerados como The Beatles mientras Argentina ganaba el mundial de fútbol de la mano de Maradona con música de Valeria Lynch. Ese mismo año en Gran Bretaña
fue considerado el peor disco de la historia. Es la batalla entre el maltrato sónico y la dulzura de la música que le da un poder deslumbrante. Es un disco muy luminoso tildado de oscuro que entre escucha y escucha se hace cada vez más luminoso y adictivo. El sonido del LP nunca ha podido reproducirse en vivo y mucho menos ahora a 30 años del debut, ya que se han juntado para tocarlo en vivo nuevamente. He sido invitado a participar de un ensayo de la banda en Buenos Aires, el día anterior a telonearlos con Iguana Lovers y tuve la posibilidad de meterme un poquito en la intimidad de la banda y los hermanos Reid. Charlando de manera informal me comentaron que los efectos de fuzz y distorsión que utilizaron en la grabación habían sido fabricados de manera artesanal por un japonés y los perdieron en un aeropuerto, no entendí si los compraron en Japón o en otro lugar pero no los pudieron volver a conseguir. Psychocandy es el título perfecto para esta colección de melodías deslumbrantes perseguidas por el fantasma de la Velvet Underground. Progresiones de acordes clásicos enterrados bajo capas de ruido blanco estridente. Esta es la pared sonido de Phil Spector golpeada por John Cale e Iggy Pop con hermosas me-
lodías ultracaóticas donde conviven Beach Boys con Einturzende Neubaten y Ramones. Cualquier persona con un interés leve en la gloria de la música de guitarras debe poseer este disco ya de estos nihilistas del caos. Se ha hablado mucho de este ábum en todos lados, espero poder haber aportado algo. Si lo escuchaste mucho recomiendo que consultes a tu médico y realices una audiometría por las dudas.
El Hipnótico encanto de las Mariposas (1er vuelo) Cocteau Twins - Tiny Dynamine (1985) [ Diego Centurión ]
“Un LP siempre parece una declaración importante, el siguiente paso, bla, bla… No lo es. Esto es algo que hemos estados haciendo casualmente este año. En nuestro estudio” Robin Guthrie Precedentemente la banda venía de disfrutar un gran reconocimiento con su trabajo anterior “Treasure” (1984), primer trabajo con Simon Raymonde al mando del bajo, y si bien en el medio está el EP “Aikea Guinea” de principio de 1985, sólo sirvió de intermedio entre el sonido del álbum
mencionado y la nueva sonoridad que comenzaría a gestarse desde estos EP’s que nos abarcan hoy: “Tiny Dynamine” y “Echoes in a Shallow Bay”, ambos editados en noviembre de 1985, con una diferen-
cia de un poco más de diez días. Estoy hablando de un cambio sonoro más refinado, con muchos más climas, sobre todo en lo concerniente a las guitarras de Robin y una sólida y armoniosa base de Simon Raymonde, que conjuntamente a las mareas calmas guitarrísticas sirven de base para la frágil y luminosa voz de Elizabeth Fraser. Pero estos trabajos no fueron pensados para editarlos al público sino que fueron registrados como una prueba técnica, para evaluar el Guerrilla Studios. ¡Sí, señores! Se dieron el lujo de poner a prueba un estudio con estas bellas canciones y sin pensar en sacarlas a la luz. ¡Vaya Resultado! Gracias, a quién sabe quién, que decidieron editar todo el material. Antes de empezar a desmenuzar el tracklist de este primer EP, hay que mencionar algunos puntos que enmarcan como unidad a ambos trabajos (recuerden que a fin de ese año se editaron juntos como un solo trabajo). Pero la unión de estas ediciones va más allá del formato de edición. Hay un concepto muy marcado en el sonido, el tratamiento sonoro tiene un refinado cuidado y las guitarras tienen un poder de envolver al oyente de una manera más estilizada y profunda, como si un arroyo emanara de la solvencia del bajo (que le marca el rumbo a las corrientes sónicas de Robin) y que se esparcen por todo el espectro sonoro cubriéndonos y logrando que la voz de Elizabeth se eleve sin problemas como una mariposa multicolor. Y este es otro punto de unión de ambos trabajos, que lo desmenuzaremos en cada track. De lo que hablo son de las mariposas, sí leen bien, ambos trabajos tienen en común la utilización de imágenes, nombres y el sonido muchas veces nos puede hacer pensar en Mariposas. Pero para que se entienda este concepto acompáñenme en esta recorrida por una de los años más brillantes de Cocteau Twins. “Tiny Dynamine” Este primer trabajo que abordaré se ha editado el 15 de noviembre de 1985, bajo el prestigioso 4AD. Desde el título vemos la referencia al mundo de las mariposas ya que “Pequeña dynamine” hace referencia a una especie llamada “dynamine” que se encuentra en la cuenca del Amazonas, pero su expansión abarca desde México hasta Bolivia. "Pink Orange Red" abre de manera brillante este
pequeño mundo onírico y rodeado de belleza, comienza con una guitarra flotante de Robin, que luego sería marca registrada hasta en su carrera solista. La voz de Elizabeth parece de manera calma y se funde en las olas de la guitarra. Luego el ritmo junto a la base de Raymonde crean un simple pero efectivo dominó de sensaciones dulces, que van cayendo como lluvia purificadora ante cada cambio de guitarra y la voz queda siempre prendida y suspendida en un canto de sirena. Un paisaje lúdico se crea en el momento del solo de Robin. No cabe duda que es una de las canciones que más admiro de esta época. "Ribbed and Veined" es un instrumental en donde parece dominar el espíritu This Mortal Coil, por sonoridad y construcción arquitectónica de las instrumentaciones. El nombre de esta pieza muy probablemente nazca de una frase de la canción “When Mama Was Moth”. Acá la guitarra de Robin surfea en la corriente segura y constante del bajo de Simon. Canción que seguramente sirvió para experimentar sonoridades y posibilidades técnicas con respecto a bases y guitarras sin la voz de Liz Fraser, que ya se extraña. "Plain Tiger" es una bella canción que utiliza el nombre de otra especie de mariposa. Y si nos detenemos a pensar en este punto, la sonoridad de la canción nos remite a las acciones básicas de una mariposa a estar posada sobre alguna flor y a levantar vuelo, y repetir estas acciones varias veces durante el track. La fragilidad del “insecto holometábolo” se la puede percibir en el comienzo con una voz de Elizabeth entre susurrada y etérea, en cierta forma, mostrando el lado más vulnerable de Plain Tiger. Pero con la irrupción de las guitarras de Robin el vuelo comienza y las voces de Fraser se multiplican y se vuelven más seguras y luminosas, y este juego se repite varias veces. "Sultitan Itan" no varía mucho de la anterior canción, en cuanto a estructura y sonoridad. Las voces de Elizabeth se multiplican en los estribillos y en las frases sólo hay una voz que encanta. Las guitarras aparecen tímidamente en las frases pero se multiplican en los estribillos, generando una explosión multicolor junto con las voces. La consistencia del bajo y la batería programada sostienen todo el tema. El título de la canción se desprende de la letra de la primera canción “Pink Orange Red”. Y con esta canción cerramos el primer EP “Tiny Dynamine” y pasamos al segundo EP.
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El comienzo de un viaje personal Soda Stereo - Nada personal (1985) [ Por Cesar León ]
Tengo una especial preferencia por los segundos álbumes sobre las óperas primas de las bandas que me gustan. Las primeras producciones aunque develan lo que es una banda, lastimosamente en su construcción terminan siendo un poco accidentadas. El todo o nada que las bandas asumen en su lanzamiento termina afectando no solo la calidad de las producciones sino su personalidad –a veces tampoco saben hacia dónde van a nivel sonoro, y eso se va dando con el tiempo– Normalmente al primer álbum de una banda le sobran ganas pero carece de norte claro, es allí donde los segundos álbumes llevan ventaja pues corrigen los errores causados por la inexperiencia. “Nada personal” es uno de esos casos. Grabado y publicado en 1985 apuntala lo que va a ser el sonido y carácter de Soda stereo. Atrás van quedando las divertidas pero en cierta forma anodinas Jet set, Vitaminas, Mi novia tiene biceps o Dietético de su primer álbum. Cerati y sus muchachos empiezan una espiral de experimentación sonora que les traería al lugar que tienen en la historia. El Ska y el sonido punk “rockanrollero” evoluciona en un sonido mucho más sólido y contundente. Las letras irreverentes se transforman en juegos de versos surrealistas. Soda Stereo experimenta el mismo proceso que sus maestros espirituales The Police y The Cure tuvieron en las transiciones de Outlandos d'Amour a Reggatta de Blanc –en los primeros– y de Three imaginary boys a Seventeen Seconds en los segundos. Nada personal es postpunk en su esencia, new wave en su sonido y avant garde frente a la escena de la música latinoamericana de la época. La primera vez que lo escuche (o vi) fue tal vez en la televisión pública de mi país, no recuerdo bien si fue Juegos de seducción o Nada personal. La radio se dividía entre sonidos populares y el dominio del pop estadounidense / británico. Nunca había escuchado algo similar. Las guitarras llenas del sonido dulce pero posmoderno del pedal flanger de Cerati
contrastaban con la aspereza arcaica de las bandas de rock del momento. Sus letras extrañas diferían totalmente de la simplicidad del pop o de las pretensiones sociales de otros artistas que venían del sur o de la movida madrileña que llegó a estas tierras, que estaba más centrada en la irreverencia, la burla o simplemente pasarla bien después de los tiempos de Franco. Su sonido hacia inclasificable a este grupo, demasiado pop para los seguidores de bandas pesadas, demasiado extraño para el mainstream, demasiado depurado para los punks. Sin embargo ese contraste combinado con la calidad excelsa que logra la banda en este álbum es el que hará que pase a la historia. La configuración de la banda es similar a la de The Police. Tres miembros que se contraponen a la fórmula sempiterna de 4 músicos permite la simplificación al tener unas sola guitarra frente al modelo de guitarra rítmica y guitarra líder lo que permite un sonido más claro, donde el bajo es más protagonista y donde la guitarra –gracias a las cada vez más comunes pedaleras con sonidos diferentes a la distorsión– hace ocasionalmente el rol de fondo antes solo destinado a los sintetizadores o teclados, creando texturas innovadoras. Todos los sonidos se vuelven más claros y contundentes, mención aparte la voz de Cerati –Nunca antes una voz de una banda de estas tierras había sido tan rotunda– Analizando canción por canción y tratando de no caer en sitios comunes debo hacer especial én-
fasis en uno de los momentos más emocionantes de la historia del rock latinoamericano y es la intro de Juegos de seducción. Creería que no hay un in crescendo más épico que esa sucesión de compases. Sobre Cuando pase el temblor y Nada personal son tan éxitos y perfectas en su composición que las voy a obviar, prefiero hablar sobre la que tal vez es mi favorita del álbum, no tan contaminada por las escuchas involuntarias de la radio permanece fresca y medio escondida. Ecos es la última canción del álbum, lugar a veces reservado dentro de las producciones discográficas para la canción más robusta de un disco pero que no es tan factible de ser convertida en sencillo comercial. Es creo la canción más atemporal de este álbum, Sin ser tan “Soda mainstream” como Nada personal, su estructura es similar a la que llegarán a usar en los discos Signos, Dynamo y Sueño Stereo. Una canción larga, oscura con una intro en progresivo ascenso que toma su tiempo en desarrollarse y que choca contra el tema principal –coro– que es limpio, de bella y fácil melodía para luego desencadenarse y finalizar en un hermoso sombrío solo instrumental. Estructuras como esta se verán en Signos, Final caja negra, El efecto Doppler, o la obra maestra En remolinos. Imágenes retro, Danza rota, Estoy azulado con-
firman ese lenguaje que Soda Stereo ha concebido, una perfecta combinación de infrecuentes elementos pero que terminan siendo una unidad. Mientras otras bandas andan buscando acordes y progresiones fáciles de memorizar por sus fans y nada más. Cerati Bosio y Alberti alternan esos coros de fácil recordación con extravagantes letras, inusuales armonías y progresiones, lo cual hace que sus composiciones sean más ricas, que exijan un poco de trabajo al oyente y que tengan cada día que se escuchen, un detalle nuevo que descubrir, lo que las hace menos perennes así se expongan una y otra vez en la radio. Nada personal es el comienzo del sonido Soda Stereo completamente definido, proyectará el devenir del rock en este continente. Si no trascendió fuera del continente es por esas barreras idiomáticas, comerciales o culturales obtusas que conforman nuestros mapas. Nada personal terminó convertido en éxito lo que le pudo haber desgastado pero mantiene la frescura de los sonidos menos convencionales y que hacen inescuchables álbumes de la misma época, Tiene 30 años y ha envejecido bien, es más. Aún mantiene un mucho tufillo vanguardista. Suena mucho más actual que muchas bandas de la desvencijada escena contemporánea
El Hipnótico encanto de las Mariposas (2do Vuelo) Cocteau Twins - Echoes in a Shallow Bay (1985) [ Por Diego Centurión ]
"Estábamos a mitad del camino, cuando nos dimos cuenta de que lo que estábamos realizando estaba bien, así que decidimos seguir aún más, y hacer algo con él." Robin Guthrie Anteriormente en el primer vuelo hemos analizado la unión entre “Tiny Dynamine” y este segundo EP lanzado con tan sólo semanas de diferencia, y podemos decir que es este es un trabajo que completa o que los dos se complementan a la perfección.
El efecto mariposa en este trabajo está a flor de piel en Cocteau Twins. Este EP se puede encontrar más un formato de canción y es menos experimental que
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el primero (si se quiere). Y tiene más interacciones vocales y guitarrísticas más punzantes e incisivas que en “Tiny…”. Tal ez el espíritu de la experimentación en este trabajo tuvo más que ver con el sonido duro de las percusiones, que en este grupo de canciones tiene un peso más rítmico y, si se quiere, más tribal. Pero también los juegos vocales se multiplican y las capas de guitarras se entremezclan con mayor frecuencia y con mayor caudal de arreglos. “Great Spangled Fritillary”, es la canción que abre este trabajo y vuelve a recurrir al reino de las aladas criaturas. El abanico de climas generados por la guitarras son bastantes oscuras y la estática melodía en la voz reinante de Elizabeth Fraser se contrapone con los coros que juegan alrededor de la voz principal, balanceando el clima en un punto justo. El track es sombrío, inquietante y recién se abre con el ingreso del bajo que suelta en un abanico luminoso, generado principalmente por las voces y las guitarras. “Melonella” otra referencia directa a las mariposas en el título. Una canción de corte más duro, con algunos sabores a sus primeros años, con un bajo rígido y directo y las guitarras y pianos que aparecen y desaparecen en forma más cristalinos para contrarrestar la carga tensa y dramática de la base. La voz de Elizabeth juega en tonos simplemente celestiales. “Pale Clouded White”. El nombre es una mezcla de dos especies de la misma familia de mariposas piérides, las comunes son de color blancas y amarillas
pero son dos especies distintas, una se llama “Pale Clouded Yellow” y la otra simplemente “White”. Pero volvamos a la música, la canción es la más percusiva de este EP. Por momentos me recuerda mucho a This Mortal Coil, recordar que fueron partícipe del primer álbum de la banda en 1984. “Eggs And Their Shells” es el magnífico cierre de “Echoes in a Shallow Bay”, una maravillosa y elegante canción que descubre la fragilidad celestial de la voz de Elizabeth. El estribillo es como una dulce canción de cuna que todos quisiéramos que nos susurren al oído en las largas noches de insomnio para que nos entreguemos al mundo de los sueños. Un delicado cierre, ensoñador y cautivante, estos ejercicios sonoros que esta banda nunca le costó conseguir. Cerrando este trabajo, el que no puede separarse fácilmente de “Tiny Dynamine”, podemos decir que las canciones de este EP, son menos experimentales, y que acá reina mucho más el ritmo y culmina con el Cocteau Twins más adorado por los que somos fanáticos. Y pensar que esto fue sólo un laboratorio de experimentación. ¡Vaya mi agradecimiento a 4AD y los Cocteau Twins que no se guardaron estos registros para su archivo personal, y nos dieron la posibilidad de poder tenerlo en la mano cuando terminaron de producirlo! Y no tuvimos que esperar a las eternas reediciones de material perdido o liberado muchos años después de producido.
Un álbum fuera de los patrones establecidos Deftones - Around the Fur (1995) [ Por Ricardo Padilla ]
En 1995 Deftones ya habían conseguido establecer, quizás sin decisión, las bases del llamado Nu metal, gracias a la aparición de su primera producción 'Adrenaline', un disco experimental que golpeaba la escena y recibía elogios a pesar de su adolescente propuesta. Se trataba de un nuevo inicio, el surgimiento del nu metal como un subgénero musical revitalizaba la música que hasta esos años no mostraba nuevos brillos. La fusión de géneros tan
afianzados como el heavy metal, el rap y el grunge se cocinaban en las mentes de bandas como Korn, P.O.D y Limp Bizkit para irrumpir en una escena hasta ese momento underground. Muchas de las bandas que surgieron en la época, mantuvieron la fórmula del rock pesado agresivo sintonizado con estribillos hip hop y acompañados de pellizcos de electrónica sampleada. Para los Deftones la pauta característica no estuvo estableci-
da como tal. En 1997 la banda californiana liderada por Chino Moreno comenzó a moldear lo que sería uno de sus discos más importantes: Around the Fur, y que se convertiría a mi entender, en el eslabón hacia el sonido consolidado y personal de la banda. Su segunda placa marca un antes y un después, girando además la dirección del movimiento Nu metal ya que los Deftones empiezan a experimentar con otras vertientes musicales. Esta ruptura produce un desprendimiento de las etiquetas que hasta ese momento identificaba a la banda y que la desmarcaba del estilo. La identidad absoluta y la potencia melódica marcaba a la banda con un sello propio. Su avance era evidente. Su sesión rítmica se escucha más poderosa, podemos notar los impecables riffs de Stephen Carpenter, la variación de las baterías y la marcada voz de su líder que a diferencia de su álbum precedente se sienten más seguras y vitales. Deftones empieza a pulir su estilo en esta segunda placa, su capacidad de poder combinar varías técnicas y remarcar su característico sonido atmosférico y susurrante que abre paso a los explosivos y endemoniados acordes la hace sencillamente original, potente y melancólica a la vez. Un punto importante a destacar y que establece fronteras con sus pares de género es la marcada influencia de otros estilos y vertientes musicales muy apartados al metal. Bandas como The Smiths, The Cure y Cocteau Twins han repercutido favorablemente en el sonido de la banda, y en especial a la actitud y a la voz de Chino Moreno quien maneja prodigiosamente los estados nostálgicos y provocadores de las canciones. En 'Around The Fur' la banda se quita la etiqueta y abre camino a la variedad y la calidad musical. A lo largo de sus once temas (contando a Damone, el track escondido al final del disco), percibimos un equilibrio muy bien aplicado entre lo necesariamente agresivo y lo oportunamente lánguido que se acarician para convertirse en una fórmula exitosa que apunta hacia la evolución. El disco parte con uno de los temas que quizás le da esa personalidad nu metal y que les sirvió para darle notoriedad a la banda ante los medios de comunicación alrededor del mundo, estoy hablando de 'My Own Summer' (Shove It). La batería de Abe Cunningham junto a los riffs de Carpenter abren
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nuestros sentidos, las primeras frases casi murmuradas de Chino nos muestran una atmósfera bastante sombría que estalla en un coro furioso ‘shove it, shove it', simplemente magnífico. Es esta peculiaridad en la interpretación de su líder que la hace exquisita e inevitablemente dependiente. Otros temas que están dentro de esa escala tan intensa y brutal son 'Lhabia' y 'Rickets' donde las afiladas guitarras y el impecable bajo del desaparecido Chi Cheng le dan una constancia que golpea inesperadamente tras susurrantes coros y rapeos endemoniados de Moreno. El tema que da nombre al álbum llama mucho mi atención por los ambientes atmosféricos y siniestros casi imperceptibles, pero que le da una riqueza y calidad compositiva sin igual. Una muestra que la influencia del metal no lo es todo. Quizás el tema que linda con la genialidad y que rompe los esquemas es 'Be quiet and Drive' (Far Away). El preludio de acordes distorsionados y la voz evocadora de Chino te llevan a niveles emotivos incontrastables. 'Máscara' es la canción donde está presente la influencia oscura de bandas como The Cure. El tema es lúgubre y la velocidad disminuye considerablemente en sus bases rítmicas. Con algunas revoluciones más arriba encontramos a 'Dai the flu', voces agónicas magistralmente acompañadas de un perfecto: guitarra, bajo, batería muy bien amalgamado, y que hace de preludio de la explosiva 'Headup', en la que participa el ex Sepultura Max Cavalera, quizás uno de los temas más pesados y el más orientado ha-
cia el Nu metal. Rabia y distorsión es lo que caracteriza a 'Lotion', toda la genialidad de la banda canalizada en furia vocal y riffs inesperados muy potentes. Por último, mejor dicho casi último, la no menos importante y muy destacada 'MX' que se consagra con una gran carga de guitarras. Al final de ese track, que dura cerca de 37 minutos, podemos encontrar a 'Damone', repitiendo la fórmula de temas como Lhabia y Rickets, bastante
intenso y agresivo y en donde se lucen las percusiones. “Around the fur” es sin duda uno de los álbumes que se convirtió en uno de los más importantes del género, a pesar que los Deftones han tratado de despegarse de aquella etiqueta de banda nu metal que los persigue. Su trabajo posterior se ha encargado de dejar atrás los apelativos. Su extenso horizonte les ha dado nuevos bríos que los consolidarían como una banda con sello propio y fuera de los patrones establecidos.
Music Corner Black Grape - “It’s Great When You’re Straight, Yeah” (1995) [ Por Alex Maartiniaddict ]
En las postrimerías de la fiesta “madchesteriana”, Shaun Ryder y Bez no parecían más que despojos irrecuperables de su adicción a cuanta droga diera vuelta por ahí. Sin embargo, el mundo quedaría sorprendido cuando tres años después de la separación de Happy Mondays, regresaron bajo el nombre de Black Grape con el aclamado “It’s Great When You’re Straight… Yeah”, un álbum exitoso en todo sentido. A través de distintas canciones pegadizas que se suceden a lo largo de sus jugosos 46 minutos y monedas, Shaun y su nueva banda le dieron una vuelta de tuerca al britpop reinante en aquellos años y a la misma imagen de su anterior banda, tomando elementos básicos de “Pills n’ Thrills and Bellyaches” para llevarlos a una exquisita madurez. El álbum va generando una tensión in crescendo que explota desde los primeros acordes y con la hipnótica armónica de “Reverend Black Grape”, pero parece no tener fin. Explotando un espacio que busca en todo momento ubicarse entre el hip hop y el dance alternativo de su época, el segundo single “In The Name of The Father” nos posee con su ritmo infeccioso y su estribillo pegadizo. El disco continúa mostrando un crisol de estilos donde rap, soul, pop y house se mezclan con total naturalidad, consiguiendo un resultado tan lisérgico como las mentes de los integrantes de Black Grape y el arte que lo recubre: una imagen “warholizada” de El Chacal como cover,
reiterada en forma serial en su interior. Pero si bien con solo los dos primeros temas ya estábamos en condiciones de subirnos arriba de un parlante y dispuestos a bailar toda la noche mientras pedimos a los gritos una impostergable botellita de agua mineral, esto sería solo el comienzo. “Tramazi Party” nos reacomoda plácidamente en las alturas y nos prepara para el momento del máximo jolgorio y desenfreno del disco: “Kelly’s Heroes”, uno de los momentos más altos en la carrera del buen Shaun, inspirada en la setentosa película protagonizada por Clint Eastwood y Telly Savalas, al igual que su video donde nuestros inspirados músicos juegan el papel de una exitosa (¿?) banda de delincuentes. Lo que nos deposita gentilmente en “Yeah Yeah Brother” y nos permite bajar un cambio recién en el track 6, “A Big Day In The North”. Relajen tan solo unos minutos, muchachos, porque con “Shake Well Before Opening” volvemos a acidificarnos y mover todo el
cuerpo como si esto recién empezara. Entramos así en el último tramo de este placentero trip que no llegará a los picos que ya nos ha regalado, pero que nos mantendrá sacudiendo la cabeza en forma complaciente con otra sorpresita como “Shake Your Money Maker”, para cerrar bien arriba con otro delirio de ganchos, canticos fiesteros y un festival de instrumentos de viento llamado “Little Bob”. La ópera prima de Black Grape fue un suceso comercial que llegó al tope de las listas británicas, y
despertó el interés de los críticos sobre como evolucionaría la banda. Lamentablemente, su siguiente álbum “Stupid, Stupid, Stupid” no sonaría más que como una extensión de su predecesor. ¿Pero quién nos quita lo bailado? Si tuviera que identificar este disco con una imagen, sería la de un inglés pasado de alcohol en la barra de un irish pub, levantando una pinta de refrescante honey beer frente a sus amigos y proclamando a los cuatro vientos: “It’s Great When You’re Straight… Yeah!!!!!”.
El Precio de la Integridad Erasure - Erasure (1995) [ Por Gabo Rojo ]
Tras un período de éxito comercial imparable, en 1995 el emblemático dúo de Synth-Pop decidió redefinirse (incluso bautizando al nuevo disco con el nombre de la banda) y experimentar. El resultado no fue comercialmente positivo, cortando en seco la racha de hits que venían teniendo desde fines de los 80s, y reduciendo la visibilidad mainstream y ventas de los álbumes de Erasure de una forma de la que nunca se llegaron a recuperar del todo. ¿Un alto precio a pagar por un álbum diferente? No del todo, teniendo en cuenta que Erasure es una obra de arte y la coronación de la banda como artistas imprescindibles tanto del Pop como de la Música Electrónica El enfoque fue el siguiente: no perder la sensibilidad Pop melódica propia de la banda, pero adaptarla a formatos de canción más extensos (como mínimo el doble que los obligatorios 3 minutos del tradicional single Pop,) donde las inmediatamente reconocibles partes vocales de Andy Bell son alternadas con elaborados interludios instrumentales al mejor estilo Jean Michel Jarre, y la influencia del productor Thomas Fehlmann de The Orb es notable. El tempo del disco es más bien tranquilo y relajante, ejemplificado por baladas como “Stay with me” (famosamente descripta por el diario The Guardian como “más hermosa de lo que este mundo merece”) y la épica “Sono Luminus”. Sin embargo, también contiene uno de los más gloriosos himnos Pop de la banda
en “Fingers and Thumbs.” La pieza clave del disco, “Rock Me Gently”, es quizás también la más representativa del estilo del mismo: Bell, luego acompañado por un coro góspel, canta “There’s more to life than thrills and spills and dollar bills”, lo cual no podría quedar mejor ilustrado a lo largo de los 10 minutos de la composición, 5 de los cuales consisten de un envolvente interludio Ambient que bien podría ser un tema en sí mismo, y que cuenta con la perturbante participación de la cantante vanguardista griega Diamanda Galás. Prácticamente se trata de una “canción de cuna para adultos”, un viaje por los sabores agridulces de la vida que desemboca en un estado de paz, madurez y promesa para el futuro. “Rock Me Gently” fue luego lanzada como single de forma remixada y masivamente editada. Si bien agradable, ninguna versión posterior de la canción captura con exactitud la proeza musical de la versión origi-
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nal; el momento culminante de un disco que resultó ser la unión perfecta entre el Pop masivo y la Música Electrónica instrumental de vanguardia. La calidad se mantiene hasta el final, los temas tan relajados y el balance entre partes instrumentales y vocales tan fluido que los 70 minutos se pasan como nada. Para su álbum siguiente, Cowboy (1997), Erasure regresaría al formato Pop de 3 minutos con resultados favorables, cosa que mantienen
hasta el día de hoy. Sin embargo, y a pesar de su pobre recepción en el momento de su lanzamiento, el álbum Erasure es atesorado por muchos fans como una muestra viva del potencial de dos figuras clave de la música contemporánea cuando se encuentran libres de restricciones. (Partes de esta reseña provienen de libro “Canciones, Sonidos y lo que Sigue”)
La Abducción de Mahoma Muslimgauze – Izlamaphobia (1995)
[ Por Alejandro Cenizacromada ]
¡Oído señor oyente! está usted ante uno de los más grandes álbumes (desde el punto de vista de este humilde servidor) de la carrera del máximo defensor sónico de los derechos de la nación palestina en el mundo de la electrónica etno experimental. La tarea no es fácil, Izlamaphobia es un disco doble que abre con un tema algo estridente, plagado de drones como lo es Hudood ordinance, tal vez como una manera de mostrar que no cualquiera puede entrar a la hermética secta de discípulos de Muslimgauze; por lo tanto constituye una prueba reina antes de sumir al oyente en deliciosos estados de trance que giran en torno a las percusiones, la electrónica narcótica y los bajos potentes. Izlamaphobia es uno de los mejores representantes en toda la discografía del fallecido Bryn Jones a.k.a Muslimgauze, de su época final antes de su enigmática muerte en Enero de 1999. Un extraño hongo en su sangre que género una neumonía, aunque otros hablan de conspiración ¿El Mossad quizás?, nunca se sabrá. Pero en terrenos más amables, uno nunca termina de preguntarse cómo le haría este extraño personaje, quien al momento de su deceso había grabado 92 trabajos (EP’s , sencillos, álbumes etc.), esta especie de extraño ermitaño absorbido por su propio alter ego y convertido en los siguientes años en un extraño
objeto de culto. Más de una década ha pasado y esos 92 trabajos han pasado a ser 170 (según su santidad Discogs) y no estamos contando temas que hizo para compilaciones. Muslimgauze fue único en su iniciativa de combinar las melodías del medio oriente a comparación de otros proyectos ingleses; aunque podría atreverme también a recomendar el álbum Just an illusion (1990) de los enigmáticos Zoviet France y Stoneface (1989) de los Nocturnal emissions, porque son discos que considero, de lo mejor que he escuchado en cuanto a etno experimental se refiere junto con este Izlamaphobia. Más allá de toda la polémica con la fascinación de Bryn Jones por la estética de los grupos extremistas islámicos (que para algunos pudo ser una estrategia para vender su obra) no evita que uno quede indiferente ante semejante obstinación. Sellos como Staalplaat, Vinyl On demand o Soleilmoon conscientes de estos duros tiempos
como por ejemplo la difícil situación con las migraciones de países como Siria o Afganistan a Europa, han decidido reeditar material de Muslimgauze cambiando los provocadores artes originales de carátula con mujeres y niños musulmanes armados por iconografías árabes mucho más amigables. Y de todos esos álbumes que el editó en doble, triple o cuádruple, este Izlamaphobia es el más representativo, se siente que aquí une elementos que explotan en otros discos por separado donde el hombre se vuelca exclusivamente a hacer ambient, tribal o sus temas infinitos. En Izlamaphobia el mantra de los tambores repetitivos como danzas derviches, se arropan de loops y juegos con las frecuencias. A veces los temas se cortan abruptamente pero ¡NO SE ASUSTE AMIGO OYENTE! La copia que usted compró no está dañada, lo que pasa es que al señor Bryn Jones le gustaba hacer eso a placer, tal vez como una manera salvaje
de marcar su territorio sónico, de ondear con orgullo su bandera underground. A él le importaba un reverendo culo lo que pensara la crítica con respecto a su profanación sonora asaltando mezquitas con sintetizadores. El Techno febril en temas como The eternal illusionists of oid Bachdad y The public flogger of Lahore dan espacio para la danza, pero por momentos uno no sabe si Mahoma en vez de ascender a los cielos desde lo que hoy se conoce como el domo de la roca en Jerusalén, fue más bien secuestrado por extraterrestres. Ojalá mi vida no corra peligro si es que en algún momento un honorable miembro de la Yihad llega a leer esta humilde reseña. Por último, si el lector puede hacerse al libro biográfico chasing the shadow of Bryn Jones, seguramente logrará descubrir mucho más de ese universo hermético del hombre consumido por su propia leyenda.
Broche de oro bajo la camisa The Passengers - Original Soundtracks 1(1995) [ Por J. D. Daire Alujas ]
Sin duda para poder adentrarnos en este disco, tenemos que saber a priori de quien estamos hablando cuando hablamos de Brian Eno. Y si bien este personaje se gana el respeto y admiración por si solo y su impronta le precede, no podemos negar que para una gran masa de gente el puente para la introducción a su persona y el vínculo para conocer (en parte), su trabajo, le corresponden a U2, quienes en los 80 lo trajeron "de vuelta" (a punta de presionar y hostigar, tal vez como sólo Mr. Bono sabe hacerlo), al entonces algo retirado productor y músico. Tal vez sus hitos anteriores, principalmente en relación con la producción de grandes discos de David Bowie, se dieron en una época en la que la figura del productor musical no era algo necesariamente relevante al alcance de las grandes audiencias, y quedaba relegado solo a entendidos. Me atrevo a decir que la década de los 80 fue la época en la que el productor ya adquiere para las masas un perfil artístico propio, una impronta e
imagen que lo sitúa como guía y director sonoro de una obra discográfica, emblema que tal vez ya venía creciendo desde el trabajo de George Martin con The Beatles, y alimentado durante los 70 por productores como Phil Spector, Alan Parsons y Quincy Jones. En este contexto, la figura del productor adquiere también distintos cauces según su enfoque propio. Y lo cierto es que Brian Eno no es de aquellos que sólo se limitan a resaltar y potenciar el sonido característico del artista, sino que además impregna de su propio
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sonido e identidad a aquellos a quienes produce. El inicio de la relación Eno-U2 se remonta a 1984 en un contexto en el que la banda requería cambiar radicalmente su espectro de sonido y su carácter punk-rock del que provenía (más por influencia externa que por pertenencia intrínseca). Inspirados en discos de Bowie y Talking Heads, Eno sería la piedra angular en la búsqueda sonora del grupo, la escuela necesaria para absorber conocimientos y vaciar el imaginario sónico que se incubaba en la banda. Lo cierto es que Eno no aceptaría en primera instancia la solicitud, básicamente por desinterés. La producción musical no era algo que estuviera en su agenda en aquel entonces, menos aún para grabar a un grupo irlandés con aires punk. Más interesante era experimentar con las posibilidades del video y el arte sonoro, cosa en la que se ocupaba entonces. Y fue el propio Bono quien, al no aceptar la negativa siguió llamando hasta concertar una reunión, a la cual Eno asistió junto a su esposa (y manager en aquel entonces), y un productor canadiense llamado Daniel Lanois, con el objetivo claro de traspasarle el trabajo a él y así descomprometerse del asunto. Lo que siguió a aquella reunión ya es historia sabida. Una relación entre la banda y ambos productores que permanece hasta hoy y logró hacer de U2 una de las bandas más importantes de los últimos 30 años, haciéndola traspasar el cerco de las bandas alternativas que pujan por lograr entrar en la industria, hasta convertirse ellos mismos en la propia industria, demarcando la tendencia influyendo a muchos otros y dominando las cifras de ventas y de público. Si bien ambos productores tienen caracteres y métodos diferentes, entre ambos lograron cubrir casi en su totalidad todas las dimensiones musicales y creativas de U2, donde Lanois fue siempre considerado un padre más musical que sonoro, un tipo al que recurrían para salir de problemas creativos y cuya sola presencia permitía tocar mejor y generar más confianza. Eno en cambio se caracterizó siempre por su carácter más cerebral e intelectual, un artista vanguardista con una sola de cuyas ideas se puede fundar una escuela. Dentro de todo aquel recorrido, luego de 10 fructíferos años de discos en conjunto, y tras haber cerrado la gira ZOO TV con la que envolvieron el paquete Achtung Baby / Zooropa, el proyecto The Passengers surge como una plataforma necesaria una vez que la
relación sonora entre la banda y Brian Eno ha cuajado lo suficiente como para ser creativamente libres colaborando juntos. La idea surge con la intención de ponerse al servicio de Eno y trabajar ya no como una banda de rock ni como compositores de canciones ni como artistas pop. La idea es experimentar lo suficiente como para desmarcarse de lo ya hecho (bajo la marca de U2), dejar atrás cualquier idea pre-establecida y montar una superficie en la cual los cinco músicos improvisan desde el solo placer de experimentar y descubrir sonoridades desde aquello. Personalmente, pienso que es un gran momento en la relación entre productor y banda, en tanto que logran hacer confluir los intereses artísticos de ambos mundos, el interés en la música para cine y las artes visuales por parte de Eno, y las ya demostradas habilidades de U2 para adaptarse a los cambios y las nuevas tecnologías de la época, ya con madurez y sin la presión de buscar la fama o vender millones de discos. Así, Original Soundtracks 1 es una colección de piezas donde sobran los paisajes, la abstracción sonora, la confluencia de emociones desde la tensión a la melancolía, como resultado de múltiples sesiones (y muchas horas) de improvisación, bajo la idea de musicalizar filmes reales o inexistentes, tal vez como una forma de plantearse el ejercicio creativo desde imaginar paisajes o situaciones posibles. Este ejercicio ya lo resalta The Edge cuando habla de cómo surgieron algunos temas de The Joshua Tree, como una manera de invocar imaginariamente paisajes concretos en las sesiones de composición de la banda, que resulta finalmente en un disco con un efecto cinemático y un verdadero sentido del espacio y el ambiente. Además de la banda y de Eno, al proyecto se sumaron algunos otros pasajeros como Howie Bernstein, músico, productor y Dj colaborador habitual de Björk, Tricky y proyectos posteriores de los mismos U2. Holi (Akiko Kobayashi, cantante japonesa), el gran Craig Armstrong (colabora con cuerdas en MIss Sarajevo), Des Broadbery y un viejo conocido de U2, el arreglista, productor y multi-instrumentista Paul Barrett, entre otros. También considero que es el fin de una era en cuanto a la trayectoria creativa de la banda; éste disco, no obstante su naturaleza conceptual y su rareza y el hecho de que no corresponde a un disco de U2,
supone un broche de oro para cerrar la época más brillante y creativa. Y he sabido de muchos que así lo piensan. Lo que vendrá después no logrará nunca estar a la altura y se irá desperfilando a medida que nos acercamos al presente. The Passengers y Original
Soundtracks 1 quedó definitivamente impreso y situado en los noventa, tanto como un testimonio de la vanguardia de élite de la época, y también como broche de oro bajo la camisa (así de discreto), al peak del ascenso de una de las mejores bandas de los 80.
No de esta Tierra, sí de The Damned The Damned - Not Of This Earth (1995) [ Por Marianarchy Deadbilly ]
Luego de Anything (1986) la banda sufre varios cambios, se separa por un tiempo. Dave Vanian forma Phantom Chords junto a Rat Scabies, Captain Sensible sigue dedicado a su carrera solista. Y en 1995 editan “Not Of This Earth” (así se llamó en Estados Unidos y Japón), bajo el título “I'm Alright Jack And The Bean Stalk” en el resto del mundo, con la misma lista de temas y diferente arte de tapa. Producido por David M. Allen (The Cure, The Sisters Of Mercy, Clan Of Xymox, Depeche Mode, The Mission, etc). La banda en esa época estaba conformada por Dave Vanian en voz, Rat Scabies en batería, Alan Lee Shaw (Maniacs, Physicals,The Rings) en guitarra y coros, Kris Dollimore (The Godfathers) también en guitarra, y Jason Harris (New Model Army) en el bajo. Las canciones del álbum están escritas por Scabies y Shaw. Incluye como invitados a Glen Matlock (Sex Pistols, Rich Kids y otros) como bajista en "Tailspin" y "Never Could Believe". Este es un álbum con muchos “yeites” de guitarra y bases a lo The Stooges como en "I need a life", "Testify", "Shut it" (que eligieron como simple), "Not of this Earth" , “My desire” (en los que los teclados destellan), y "Shadow to Fall". En otras canciones Dave luce su voz en todo su esplendor como en "Tailspin" en además donde la guitarra enloquece, también en "Never could believe" en la que Dave se anima al "falsete" como cierre del tema junto a un solo de guitarra que sostiene el
estallido. La progresión de esta canción nos recuerda a “Dear Prudence” de The Beatles. "Running man" tiene una cadencia casi gospel, el “reverendo” Dave seduce mientras el colchón del hammond sostiene la perpetuidad. Una canción de 5 minutos que pasa por diversos climas e incluye un maravilloso solo de guitarra. "Heaven Can Take Your Lies" es un poco más tranquila pero no por eso con menos energía, Dave hace de las suyas con su esplendorosa voz y en este caso también la canción termina con un solo magnifico en fade out. "No More Tears" es la canción más extensa y más “lenta” del álbum, una balada en al que Dave parece un crooner, looser, sentimental cantando en un bar. El álbum cierra con "Prokoviev", un instrumental que grabaron en 1991 con Brian James en las guitarras. Quizás no sea uno de los mejores álbumes de la banda, pero sí no podés dejar de tenerlo.
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El Ángel Analógico Depeche Mode - Playing the Angel (2005)
[ Por Alejandro Cenizacromada ]
Ronny Moorings de Clan of Xymox en alguna entrevista comentaba que la música es como el vino, a medida que pasa el tiempo, va ganando en sabor. Con Playing the angel de Depeche mode pasa eso, con el paso de los años ha ganado en peso y muchos de sus temas se han convertido en clásicos, aunque en el momento de su lanzamiento para las revistas especializadas generó críticas divididas. Para Rolling Stone por ejemplo, reseñaron el álbum como un disco que en términos generales excitaba pero no calentaba, salvo algunas canciones. PTA es un disco desde mi punto de vista que fusiona la inmediatez de Some great reward (1984) y el espíritu corrosivo del Songs of faith and devotion (1993). Para DM su anterior lanzamiento en ese momento, Exciter (2001), había sido recibido con cierto desencanto por parte de los fans de la banda. Martin Gore se defendió alegando que ninguno de ellos era ya adolescente y que como hombres de familia estaban en busca de su madurez artística caminando por un sendero más optimista en sus canciones. Yo defiendo Exciter, considero que la cuestión radicó en que con los años se ha demostrado que DM funciona mejor con un productor que tenga más inclinación hacia la postura rockera en la electrónica, en viejas épocas Gareth Jones quien produjo la obra maestra Black Celebration (1986) había trabajado con bandas que reinventaban el rock desde otra perspectiva como Einsturzende Neubauten; Flood ni se diga, con su trabajo con U2 o Smashing Pumpkins. En Exciter la producción corrió a cargo del fallecido Mark Bell (L.F.O su proyecto, es de escucha obligada en el universo Techno) que ejecutaba una brillante electrónica líquida; respetuosamente considero no funcionaba del todo con la postura algo sacrílega de ese amor sin promesas que pregona DM. Pero Exciter tuvo temas fantásticos (Breathe, Dream on, Shine, Comatose, The sweetest condition, Easy tiger por citar algunos). También creo que por otra parte fue el exceso de temas en el disco, con-
tenía trece, si miramos por ejemplo Violator (1990) la obra maestra de la banda solo tiene nueve temas o Music for the masses (1987) diez. Canciones como I am you, Goodnight lovers o The dead of night funcionaban mejor como lados B de algún single y curiosamente los Depeche se hicieron soberbio cover de Iggy Pop (Dirt) como lado B del single I feel loved que si merecía estar en el álbum. Pero volvamos al tema que nos corresponde que es Playing the angel, el disco se ha vuelto importante en la discografía de la banda, una razón es porque Dave Gahan para esta placa se estrena como compositor de la banda con temas contundentes en el álbum como los vuelos nocturnos de Suffer well, I want it all y Nothing’s Impossible. Otra razón es por su voz; siempre ha existido ese debate entre los fans de Depeche mode si tras esos tiempos oscuros y decadentes de mediados de los 90 la voz de Gahan ha estado mejor o peor, pues yo creo que su voz se ha vuelto más hermosa, ha ganado en profundidad y expresividad en ese, su terreno de crooner barítono. La entrenadora vocal Evelyn Halus que se encargó de hacer renacer cual ave fénix al cantante más influyente del synth pop en las turbias sesiones de Ultra (1997) hizo muy bien su trabajo. Nunca olvidaré que el día del lanzamiento del primer single de Playing the angel yo me la pasé pegado al Internet esperando deseoso oír el tema Precious y terminé extasiado contemplando ese video donde ellos cantan en un barco que parecía una fantasía retro-futurista, un tema que hereda
la belleza de canciones como Walking in my shoes y But not tonight. Precious es un tema que habla de la fragilidad de las relaciones humanas y que fue escrito por Martin Gore en los momentos en que se separaba de su esposa de aquel entonces. A pain that I´m used to do, canción que abre el disco, es la que da la cuota de sonido de rock alternativo al conjunto de temas, añade a esa temática de la fe, la culpa y el deseo, la necesidad del dolor para poder crecer. Con John the revelator nos encontramos con una de esas piezas potentes con un Gahan que parece poseído por el rey “Elvis”, rockabilly e incluso soul sideral pero sin guitarras, y aunque no fue uno de esos temas lanzados como sencillo queda como un clásico para los verdaderos fans. Suffer well fue el primer tema compuesto por Dave Gahan lanzado como sencillo y coescrito junto con el austriaco Christian Eigner (baterista de la banda desde 1997) y Andrew Phillpot (importante en la realización del disco en solitario de Gahan, Hourglass). Se siente el respeto hacia la temática que ha desarrollado Martin Gore en las letras para Depeche Mode, pero Dave logra concebir un tema contundente y personal donde fascina el juego de voces creado por él y Martin, quien en vivo cambiaba su guitarra por el bajo al interpretar esta canción. The sinner in me, es un medio tiempo donde la corrosión hace presencia y suena como Nick Cave haciendo Slowcore industrial. I want it all es otra composición de Gahan donde se desarrolla una electrónica terrosa e hipnótica y siento que se tiende un puente con discazos como Mezzannine de Massive Attack, el final de la canción culmina con una bella progresión melódica. Martin como de costumbre aporta su voz dramática a canciones como Macro y Damage people temas que para mi tienen un aura Dark wave donde a medida que avanzan se gana en intensidad y corazón. Debo ad-
mitirlo, al principio quedé enganchado por algunos temas; pero a medida que lo escucho, descubro pequeños detalles y matices en el disco que evocan esa época donde tocaba con ellos el maestro Alan Wilder. El productor Ben Hillier (Blur, Echobelly) supo entender la dinámica de la banda, Playing the angel es uno de los mejores álbumes de la era post Wilder donde el común denominador son las atmósferas oscuras y espaciales, las melodías pegajosas que terminan taladrando la mente del oyente y un juego de voces trabajado de manera magistral. Como describieron en una reseña, música para disfrutar de los espacios oscuros o como se autoproclama en la contra carátula del disco “pena y sufrimiento en diferentes tempos”. Uno compara la obra de DM en los 80 y 90 y valora mucho ese estilo tan heterogéneo en toda su historia: más pop en sus inicios, algo industrial en lo que sigue, un poco gótico, un poco experimental, más alternativo entrados los 90, siempre con un fondo gris que se tornaba a negro brillante. Ahora tras la marcha de Wilder considero que sus mejores obras han sido Ultra (1997), este Playing the angel (2005) y el blues synthpop de Delta Machine (2013) y cada una ofrece algo distinto. El problema radica muchas veces en la presión que ejercen los sellos disqueros para que una banda saque un disco periódicamente. Tras la aparición de grupos legendarios como Pink Floyd quedó demostrado que todo álbum debía surgir según el estado creativo del artista. Alan Wilder comentó eso en alguna entrevista para el lanzamiento del Songs of faith and devotion (1993) y se nota el abuso de la disquera en todos estos años pasados de lanzamientos de compilados y remixes de Depeche Mode. Pero a pesar de todo Gore, Gahan y Fletcher han logrado entregarnos canciones sublimes en sus álbumes, el ángel siempre ha permanecido junto a ellos y esperamos de corazón que así siga siendo.
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Arcadia - So Red the Rose & Sidecar
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Arcadia - So Red The Rose (1985) [ Por Max Wilda ]
En otra ocasión hice una reseña de Power Station, banda paralela del bajista y guitarrista de Duran Duran junto a otros invitados, presentándola como un verdadero spin-off del estilo. Simon Le Bon, Nick Rhodes y Roger Taylor (voz, teclados y batería) de los DD, quisieron hacer lo propio con Arcadia, gestando lo que Simon denominó “el álbum más pretencioso jamás hecho”. La sofisticación me lleva a preparar un Sidecar, clásico francés gestado en el Ritz de Paris, hecho con Cointreau, jugo de limón y Cognac. El abanderado del disco Election Day, abre un viaje que no depara muchas aventuras pero del que seguro sacaré provecho. Orch Hits ya escuchados en el tema musical de una famosa película, de un famoso agente (de tres números), que ocurre en parte en una ciudad ya nombrada y que extrañamente tiene voces de Grace Jones (que personificó a una villana en dicha película)… mucho misterio para decir que sigue siendo la impronta de DD, salvo por el uso de diálogos sampleados y un funk sexy dark que me gusta muchísimo (casi podría decir que lo más nuevo de este tema es el pelo oscuro de Simon en el video). Keep Me In The Dark, más moderno un poco más despegado no olvida la estructura “duraniana” en ningún flanco. Mucho más purista aparece Goodbye Is Forever, tranquilamente podría ser un track de Arena. Ahora sí, mi Sidecar está empezando a pagar… The flame, es un tema que regresó del futuro, mas jugado sin des-
dibujarse. Recuerdo cuando lo escuché en esa época haber pensado que esa sería la ruta de DD y no estuve equivocado. Si querían jugar con capas, ritmos, voces y sonidos Missing, Rose Arcana y The Promise es una trilogía perfecta, lo más diferente a DD en algunos aspectos. El Diablo es un extraño track, con matices españoles y los fetiches sonoros de Rhodes, que ya habíamos escuchado previamente. El casi épico Lady Ice, cierra el disco y sin necesidad de prepararme otro trago concluyo que por más que se hayan sumado grandes figuras a este “pretensioso” álbum (Grace Jones, Sting, Herbie Hancock, David Gilmour, Bowie como guitarrista, Carlos Alomar y el bajista Mark Egan) no pudieron dar ese spin-off que muchos esperaban. Hay una verdad en todo esto y es que ahora sabemos quiénes son la esencia de DD y quienes la parte rebelde. Aunque la mona se vista de seda… yo hubiera preferido que se desvistiera… Salud!
You Could Have It So Much Better & Modern Cocktail Nº 2 Franz Ferdinand - You Could Have It So Much Better (2005) [ Por Max Wilda ]
No todos los whiskies son adecuados para la coctelera, algunos por edad, otros por su rareza y personalidad en el sabor, que los hacen difíciles para que conjuguen con otros ingredientes. Pero el Scotch blend (escocés mezcla de varios para lograr un perfil determinado) es un cuento diferente, tanto como Franz Ferdinand, punk-pop-new wave revival escoceses, que salieron en 2005 con su segundo disco You Could Have It So Much Better. Estos muchachos no nacieron para no funcionar con otros elementos. Es así que me armo de un Modern Cocktail No. 2 (una parte de Scotch blend, 2 partes de Gin, orange bitter, absenta y granadina: un toque de cada una) para disfrutar este álbum que dio lugar a mi gusto por la banda. Con un comienzo casi salido de un garage The Fallen arremete con un swing y riffs pegadizos… What’s wrong with a lillte destruction? Nada en absoluto! una mezcla de Kinks enfurecidos y sensuales a la vez. Continúan con Do you want to (primer single), que comienza como casi todos los 45s de las bandas de rock & roll bailable de mediados de los sesenta, sonido monofónico! Las guitarras al unísono de Alex Kapranos y Nick McCarthy; la arrogancia entrelazada del bajista Bob Hardy y el baterista Paul Thomson van en aumento hasta explotar en un track perfectamente neovintage, como si unos drugos destrozaran a patadas un set de los Beach Boys al son del “doot doo-Doot”. Alegre y sucio llega This Boy con un taladrante sonidillo tan caprichoso como el “I want a car!”. No dejé de bailar desde que comenzó el disco y Walk Away me da el respiro necesario, excelente tonada para disfrutar mi trago agarrando una cintura… el sonido de la guitarra acústica y el órgano hacen un blend perfecto con la voz de Alex. Poco descanso ya que Evil and a Heathen me levanta frenéticamente con su velocidad, kickbass y guitarras sobredosifica-
das de phaser. You're the Reason I'm Leaving, pegadizo, alegre, casi de feria… pero con un dejo oscuro (encuentro en él muchos elementos de otras épocas). No podía no haber una impronta brit y Eleanor Put Your Boots On mezcla casi todos los yeites de la región (piano, voces, melodías, sentimiento y más…). Well That Was Easy y What You Meant, bien diferentes pero salidas del manual “franzferdiniano” no aportan nada nuevo pero entretienen, rescato de ambas el cuidado en la mezcla y ecualización. Lo que viene a continuación es I'm Your Villain, este es un track desconcertante, riffs distintos, cortes, cambio de tempo… si algo no esperaba era que experimentaran. El “superpunky” You Could Have It So Much Better podría haber finalizado el disco cerrando bien arriba, con todo lo que sumó al disco junto, pero no… aparace la densa Fade Together, tal vez algún capricho compositivo la llevó a formar parte del disco. No tan así el cierre con Outsiders, interesante tema, con algunos efectos psicodélicos… casi como una caída en un abismo circular que me lleva a volver al principio. Un disco redondo, divertido (música y letras), bailable algo distinto para una época bastante chata que posicionó a los FF en la esfera musical, plantándose en este raro género cuasi-indie, de mezclas tal como el scotch blend… “That the fallen are the virtuous among us, Walk among us, If you judge us… We're all damned”. Salud!
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SPC ECO | Smile (EP) Label: Unseen Records Fecha: 08 de julio de 2015. [ Por Diego Centurión ]
Este trabajo lo tengo agendado desde su lanzamiento, pero siempre había algo que impedía esta reseña. Llegó la hora de hacerle justicia a este EP. Hace tiempo que la banda de Dean Garcia (ex - Curve) ha despertado mi curiosidad. La banda es una máquina insaciable de editar materia, desde el single de principio de año "Hear Me Now", han pasado, otro single más “Feel Me”, “SPC and time” un trabajo doble que recopila grabaciones del 2008 al 2015, el álbum “Dark Matter”, y nos queda una reciente canción editada por Halloween llamada “Incomplet”. En esta oportunidad nos encontramos con un EP de cinco tracks, tres canciones nuevas y dos remixes. “Out Of My System” abre la edición con un ritmo agradable y la etérea voz de Rose Berlin, un synth pop con mezcla de hermosos paisajes etéreos. “Smile” no sólo es la canción que le da nombre a la edición, sino que tiene una dulce y bella luminosidad, cautivante y etérea. La voz de Rose se vuelve angelical y celestial, con una instrumentación hipnótica y cuidada. Una
Max Ritcher | From Sleep Label: Deutsche Grammophon / Universal Fecha: 04 de septiembre 2015 [ Por Gabo Rojo ]
Adentrarse en un disco de música contemporánea resulta siempre un poco inquietante, la pregunta: ¿será esto realmente escuchable, o simplemente interesante conceptualmente?” ominosamente presente en el momento en que se presiona “play”. Afortunadamente, este nuevo trabajo del compositor Max Richter no sólo nos hace replantearnos el ritmo de nuestras vidas y la conexión entre el sueño y la música, sino que nos ofrece lo que probablemente sea la música Ambient más bella del año.
hermosa canción. “All In Time” es la más oscura de este trabajo, con bases y secuencias electrónicas que suenan intrigantes y, a la vez, cargan de tensión mansa, y aunque la vez de Berlin trate de alivianar el ambiente, el efecto es claustrofóbico e inquietantemente bello. Para cerrar los dos remixes de “Out Of My System”, el primero (D-M-Mix) y el segundo llamado “System (Break It Mix)” que no aportan demasiado pero tampoco opacan la belleza del track original. Como siempre, es un lujo encontrarnos con nuevo material de SPC ECO.
Combinando lo mejor del mundo de la Música Clásica con elementos de la tradición del Ambient Electrónico, From Sleep está conformado por 7 piezas individuales, aunque con variaciones recurrentes, algo alejadas de la abstracción casi pura de Steve Roach o algunos trabajos de Brian Eno, más cercanas al momento más emocional de una banda sonora pero extendido a lo largo de una hora. El álbum es de hecho un extracto de la totalidad de la pieza Sleep, que dura 8 horas seguidas y está pensada para que el oyente la disfrute mientras duerme. Si bien no es
la primera vez que la música puede usarse para dormir – casi todo el Ambient puede servir para ese propósito -, la obra de Richter pone en primera plana la necesidad de descansar y tomarnos nuestro tiempo en un mundo cada vez más acelerado. Sus piezas parecen cargar con el peso del mundo, y dejarlo ir durante su transcurso. En síntesis, probablemente el lanzamiento Ambient de más alto perfil del año, tanto así que hasta hemos tenido el lujo de que se edite el CD en Argentina.
Helios | Yume Label: Unseen Records Fecha: 11 de septiembre de 2015 [ Por Diego Centurión ]
Particularmente he escuchado esporádicos álbumes de Helios, la banda de Boston, aunque su discografía se extiende a menos de una decena de álbumes. Y siempre me han parecido bellísimos, y por esas cosas del que escucha tanto, y tan variado, no siempre he tenido tiempo de ahondar más en sus trabajos. Ahora Yume me vuelve a dejar esa dulce sensación de calma diáfana del atardecer. Desde hace unas semanas estuve reproduciendo, al menos una vez al día, el álbum íntegro y las sutilezas de este grupo de diez canciones no dejan de fascinarme y, una y otra vez, caigo embelesado por el hechizo de estas piezas crepusculares y mágicas. Un down-tempo ambiental e instrumental que desde el comienzo del álbum instala en la boca un dulce sa-
bor a miel que hipnotiza a lo largo de todo Yume. Paisajes electrónicos suaves y cuidados con algunas guitarras cristalinas y, en algunos casos, algún ritmo que nos va llevando a través de los tracks flotando en una brisa de verano. MAJESTUOSO.
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Las Edades | Todo Label: Cíncioe Records Fecha: 14 de septiembre de 2015 [ Por Nahuel Ordoñez ]
En Todo, el nuevo disco de Las Edades, coexisten las distintas voces del grupo en forma orgánica. Tal vez uno de los aspectos más interesantes del primer LP de este quinteto está relacionado al modo en que interactúan las canciones que aportan sus tres compositores. Porque los temas que integran el disco tienen intencionalidades diferentes pero que terminan por hermanarse de un modo acaso instintivo, o al menos en apariencia casual. Es decir, el resultado es una comunión que no resulta forzada o impuesta desde una lógica externa a la misma obra. Desde las indie guitarreras ‘Una chica’ o ‘Un monstruo’ hasta las más bluseras y reflexivas ‘Otra de monstruos’ o ‘Los caminos de tierra’, las once canciones de ‘Todo’ flotan entre diversos estados de ánimo siempre tamizados por una trama de nostalgia latente, honda. El tema Volverás anuncia los planes: “Tocaremos algo, algo nuevo, algo deforme”. ‘Todo’ de hecho se
asemeja a una criatura mitológica de varias cabezas que no se comprende cómo se las ingenia para atacar a su presa sin morderse a sí misma. Si su anterior EP ‘Cinco canciones de amor’ podía entenderse como un breve pero acertado muestrario del rango del grupo, en este nuevo disco aparece la idea de banda solidificada en su propio e intrincado universo expresivo para dar sentido al trabajo
Swans | The Gate Label: Young God Records Fecha: 01 de octubre de 2015 [ Por Diego Centurión ]
Nuevo trabajo de esta gran banda norteamericana, lamentablemente el paso previo al gran final de la banda. Michael Gira ha anunciado en septiembre que este trabajo sería la manera de conseguir los fondos para grabar el álbum despedida de esta versión de Swans (?). Hablando específicamente del trabajo discográfico, nos encontramos con este doble álbum tremendo, con el espíritu más experimental de la banda. El primer álbum es en vivo grabado durante el tour 2014-2015, con canciones nuevas como “Frankie M”, “Apost/Cloud Of Unforming” y
“Cloud Of Forgetting”, y se intercalan "A Little God In My Hands", "Just A Little Boy", "Bring The Sun"
del álbum “To Be Kind” (2014), luego está "Black Eyed Man" que es una canción de Nick Drake. En este álbum se encuentra la versión más amarga y fuerte de Swans, la mejor. Y nos introduce en un caos generado a partir de la instrumentación típica de una banda de rock, pero utilizada de manera más experimental. Soberbio primer álbum. El segundo disco contiene ocho canciones en versiones demos
de canciones que serían parte del nuevo trabajo, el trabajo final. Registrados por Michael Gira y su guitarra. En un formato más acústico, como para soñar en la instrumentación de la banda completa. Swans nos trae un trabajo sólo para entendidos y para oídos preparados para este tipo de dualidad. Si perteneces a ese selecto grupo. Totalmente recomendable.
Johnny Marr | Adrenalin Baby Label: Warner Fecha: 09 de octubre de 2015 [ Por Gabo Rojo ]
Desde el lanzamiento de su primer disco solista The Messenger en el 2013, los shows en vivo de Johnny Marr han sido tan numerosos (en Argentina ha tocado 3 veces en 2 años, por ejemplo) que se podría afirmar que el que todavía no lo escuchó en directo es porque verdaderamente no quiso. De todas formas, siempre es bueno dejar un registro tanto para generaciones futuras como para los que quieran revivir lo experimentado. Como es de esperarse, Adrenalin Baby es una representación bastante fiel del repertorio de Johnny, aunque con algunos cambios menores: la lista de temas del disco se centra mucho más en su trabajo solista que en sus interpretaciones de los Smiths, y por ende clásicos interpretados en casi todos sus shows como “Stop me…”, “Panic” o “Please Please Please…” brillan por su ausencia. Las diferencias entre las versiones aquí in-
cluidas y las de estudio son contadas pero no negativas: la voz de Johnny suena algo más rasposa y vibrante, y su mejor tema solista, “Candidate”, nuevamente se vuelve a destacar con algunas líneas de guitarra nuevas. En definitiva, no es un disco esencial (muy pocos álbumes en vivo lo son) pero resultará de agrado tanto para el fan como para el curioso.
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Merciful Nuns | 400 Billion Suns Label: Solar Lodge Fecha: 09 de octubre de 2015 [ Por Diego Centurión ]
Los siempre activos, a nivel discográfico, Merciful Nuns acaban de lanzar una nueva producción, no con canciones nuevas, sino con un trabajo en directo. ¿Qué decir de esta banda que no haya dicho en anteriores oportunidades? 400 es un trabajo ideal para aquellos que seguimos a la banda pero también sirve para que los que desconozcan a Merciful Nuns, una de las más importantes dentro de la escena del Góthic Rock actual. Acá encontramos grandes canciones de toda su vasta discografía, como "Speed Of Light", "Body Of Light", "The Maelstrom" o "Ancient Astronauts". La banda en directo es muy potente y se traduce a la perfección en este registro. El setlist se puede traducir como potente y profundo, y logra
una gran homogeneidad de climas. El álbum es simplemente imperdible. Grabado en el Castle Party en Bolkow, Polonia el 17 de julio 2015.
Gastón Massenzio La Presencia Label: Fuego Amigo Discos Fecha: 13 de Octubre de 2015 [ Por Nahuel Ordoñez ]
En el desierto se teme tanto a lo que no se ve o se oculta bajo la arena, como a todo eso que germina ahí donde debiera no haber nada. La Presencia, el nuevo disco de Gastón Massenzio, plantea la posibilidad de un universo en el que las cosas existen sin la necesidad de ser nombradas. O más precisamente, el tema sobre el que articulan las canciones de este nuevo disco está relacionado a todo lo que aparece, fantasmal, cuando el vacío lo invoca. Para este nuevo trabajo, Massenzio retoma algunas sonoridades de su disco Lapsus pero desplegadas sobre otro soporte conceptual. Si bien hay algo del ambiente de penumbra de aquel iniciático LP del 2013, aquí aparece resignificado para describir nuevos mundos.
Tal vez por la temática que aborda, el puente más directo sea con la canción La Distancia. Sin embargo también hay intenciones que se retoman de Otra Luz (2014), el álbum inmediatamente anterior. La Presencia, editado nuevamente por Fuego Amigo
Discos, contiene nueve canciones que se cohesionan bien al interior del disco como unidad conceptual, pero que también tienden redes con el resto de la obra de Massenzio. El arte estuvo a cargo de la artista plástica LUH y fue producido por Lucy Patané. Con este nuevo material Massenzio se afirma como uno de los músicos y compositores más interesan-
tes del panorama actual de solistas en la tradición de los cantautores (o singer/songwriter). No sólo por su solidez como instrumentista sino también, y tal vez principalmente, por haber conseguido forjar una voz propia que le permite contener su visión del mundo en una obra coherente que se complejiza con cada disco.
Jean Michel Jarre Electronica 1: The Time Machine Label: Sony / Columbia Fecha: 16 de Octubre de 2015 [ Por Gabo Rojo ]
El maestro del Ambient Progresivo regresa con su primer disco de estudio desde el 2007, la primera parte de un proyecto de dos álbumes en los que Jarre colabora con prácticamente todo el mundo. En este primer volumen los artistas elegidos van desde lo natural (Air, Tangerine Dream) hasta lo insólito (Pete Townshend, Little Boots.) Hay mucho aquí para absorber y disfrutar: 16 temas, cada uno con una carácter propio dada la colaboración de 15 artistas diferentes (únicamente Vince Clarke aparece por partida doble con la Berlinesca “Automatic.”) Consciente del peligro de que un disco de esta naturaleza pierda cohesión, Jarre se aseguró de componer todos los demos por su cuenta antes de compartirlos con sus colaboradores. Los resultados son variopintos: muchos temas complacerán a los puristas de la Electrónica (“Zero Gravity” es especialmente notable por ser uno de los últimos trabajos de Edgar Froese antes de su repentina muerte en Enero) y otros les pondrán los pelos de punta (los himnos Electro-Pop “If” y “Glory”), lo cual no es necesariamente algo malo, teniendo en cuenta que casi todo lo que se encuentra aquí es de calidad. Y desde las primeras barras
instrumentales hasta una canción de amor a un celular interpretada por Laurie Anderson, Jarre no sólo mantiene su sonido característico y su estatus como una de las últimas eminencias comercialmente exitosas de la música instrumental electrónica, sino que también logra sacar lo mejor de sus colaboradores (“Suns Have Gone” probablemente sea el mejor tema vocal de Moby desde “Porcelain”, una épica canción de amor a nuestro lado más oscuro) En síntesis, un lanzamiento infaltable para cualquier persona aunque sea levemente interesada en el género. Se recomienda la versión en CD, al contar con biografías de todos los artistas y notas de Jarre sobre cada tema, las cuales ayudan considerablemente a entender el concepto detrás de cada una. Simplemente Adorable.
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Killing Joke | Pylon Label: Spinefarm Records. Fecha: 23 de octubre de 2015. [ Por Pablo Ravale ]
Después de tres años desde su sensacional y atmosférico “MMXII”, los inmortales Killing Joke regresan con este duro y emotivo nuevo disco, el que encontramos guiños a todas sus épocas (la punk, la dark, la new wave, la industrial, la metalera), aunque, claro, sin excederse mucho en ninguna. Para empezar, está la contagiosa “Autonomus Zone”, con un aire muy “Pandemonium” y en la que la base bajo-batería dan candela a lo loco, mientras la guitarra furiosa de Geordie teje capa tras capa y Jaz que canta en un tono entre ácido y jocoso. Le sigue “Dawn Of The Hive”, que suena más metalera y tosca, con un ritmo entrecortado y machacón. Pegadito llegan luego “New Cold War” (cerca del oscurantismo de “MMXII”) y la sensacional “Euphoria” (con tinte new wave y un depurado juego de voces alternando ecos y melodía, una maravilla para recordar los años en que salieron a la palestra como una banda a tener en cuenta). “New Jerusalem”, por su parte, es un medio tiempo fúnebre y tétrico, con un estribillo donde la batería y el riff de guitarra se llevan los laureles. “War On Freedom” se impone como una canción con un groove que te atrapa y no te suelta: deliciosa. Con “Big Buzz”, así las cosas, tenemos, a mi entender, el punto álgido del disco; una joya en sí misma; Killing Joke en su máxima expresión. El siguiente
Puscifer | Money Shot Label: Puscifer Entertainment Fecha: 23 de octubre de 2015 [ Por Pablo Ravale ]
Tercer larga duración del proyecto solista de Maynard James Keenan, el cantante de Tool y A Perfect Circle. Lo primero que hay que observar es que, a pesar de que la portada sigue en la onda hu-
tema, “Delete”, vuelve a machacar nuestro cráneo con un ritmo apisonador y un sonido de guitarra filoso, magia pura que suena como una lija. Para cerrar, están “I Am The Virus” y “Into The Unknown”: la primera de ellas es una suite de riffazos oscuros y aniquiladores, conjugada a una voz corrosiva y venenosa que nos hace relamer; y la segunda, una canción casi luminosa para lo que es la banda, pero con una velocidad inusitada gracias al bajo de Youth y la batería aplastante de Big Paul. En efecto, y ya, sí, para finalizar, diré que cuando se acaba el disco uno sólo quiere volverlo a escuchar, y, de principio a fin, parece que “Pylon” se construye como un todo orgánico donde nada sobra y nada falta. Una obra excelsa, prácticamente perfecta.
morística de los dos discos anteriores, el total se percibe como un proyecto bastante serio. Si tuviéramos que definir el sonido, sigue el camino maduro marcado por 'Conditions Of My Parole' y se aleja de las bromas e ironías de '“V” Is for Vagina'. En efecto, lo que surgió como un rinconcito para que Maynard desatara su creatividad, se ha convertido en una formación con las ideas muy claras, y una personalidad bien definida. De esta manera, y más allá de que la esencia electrónica –a caballo entre el in-
dustrial y el trip-hop– sigue ahí, las canciones fluyen naturales permitiendo que cada instrumento se luzca. Asimismo, una de las virtudes del álbum es que los teclados, sintetizadores y ambientaciones se intercalan genialmente con las voces, los coros, las guitarras y los bajos. Las líneas de voz están muy bien medidas y orientadas a meterse en tu cabeza, como sucede en “Agostina”, “Grand Canyon” o en la balada “Smoke And Mirrors”. En esto, ayuda mucho también la labor de Carina Round, que aporta unas armonías dulces y una calidez especial. Una de las más profundas e interesantes del disco es “Simultaneous”, que cuenta con un genial monólogo en el que se narra la anécdota de un asistente a un festival de rock en el que se encuentra con otra persona (con pintas extrañas y muy punk) que escucha música con un walkman. Cuando se le acaban las pilas, no le queda más remedio que atender por completo al protagonista y le acaba diciendo: “Nunca conoceremos la paz mundial cuando tres personas se miren simultáneamente a los ojos”. Por su parte, “Money Shot” es, quizás, la más cañera del álbum (corta, intensa y enérgica). Aunque “The Remedy” (con ese aire in crescendo y épico) y “Life of
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Brian (Apparently You Haven’t Seen)” (en la onda del Massive Attack más oscuro) son, lejos, lo mejor de toda la placa. Conclusión: “Money Shot” es la prueba definitiva de que Puscifer ya no es tanto un proyecto alterno para que Maynard se desahogue, sino una banda con todas las letras. Muy recomendable.
Soulsavers | Angels & Ghosts Label: V2 Records / Columbia Fecha: 23 de octubre de 2015. [ Por Pablo Ravale ]
La colaboración entre Dave Gahan, cantante de Depeche Mode, con Rich Machin e Ian Glover, multiinstrumentistas, programadores y productores detrás del seudónimo Soulsavers, se afianza con esta segunda entrega, acreditada esta vez a nombre de ambos en igualdad de condiciones. La participación de Gahan es ciertamente más activa que en el anterior y sensacional “The Light The Dead See”, ya sea tanto en sus labores como letrista y compositor, como también en la atmósfera general del disco. Gran parte de las canciones aquí incluidas no desentonarían en el catálogo de la mítica banda de
synth-pop. Si bien la influencia de géneros como el blues y el gospel recuerdan especialmente a discos como “Songs Of Faith And Devotion” de Depeche,
hay menos electrónica y mucho más de sonido desert-rock. A lo largo de “Angels & Ghosts” nos encontramos a un Gahan mucho más pletórico y relajado. Como si hubiese hallado de nuevo un motivo para cantar. Ya desde el primer tema, “Shine”, dejan claro cuáles son sus armas: atmósferas oscuras, riffs de guitarra saturados pero, por sobre todo, la pro-
funda y redentora voz de Gahan como hilo conductor de todas las composiciones (se destacan “You Owe Me”, “Tempted”, el single “All Of This And Nothing”, “One Thing” y la épica “Don’t Cry”). En fin, un plato que ni empacha ni llena. Interesante sólo para fanáticos de Depeche Mode.
My Autumn Empire Dreams of Death and Other Favourites Label: Wayside and Woodland Recordings Fecha: 06 de noviembre de 2015
[ Por Diego Centurión ]
Nuevo trabajo de Benjamin Thomas Holton, quien se vuelve a esconder bajo la faceta de My Autumn Empire. Nuestro entrevistado en los números 11 y 12, por Epic45 (su proyecto más añejo) y por el álbum anterior de My Autumn, ha regresado al trabajo discográfico. Este nuevo trabajo es muy intimista, folk, oscuro pero crepuscular, con una belleza adornada de revelaciones sonoras claroscuras en donde un reminiscencias a tiempos pasados se ha carne en las canciones y la voz de Benjamin, aparece fantasmal y espaciosa, aunque bellísima. Por momentos nos hace sentir en los años 70’s, en esa mezcla de hipismo acústico pero cargado de espacialidad a los paisajes ensoñadores y más experimentales de los Pink Floyd de esa misma década. Canciones suaves, semiacústicas, con mucho halo de amanecer campestre, con el rocío cayendo de las hojas a trasluz. Por momentos crea un clima enig-
mático, pero también intimista y cálido. Un álbum inspirado en algunos escritores de la televisión inglesa de los años 70 y en el efecto encantador de haber regresado a su ciudad natal. Un álbum exquisito, atmosférico, precioso y generoso de sonoridades suaves y folk oscuras, con una siempre latencia de lo fantasmal y encantador. Mis predilectas canciones en orden de gusto, “The Beautiful Golden Y”, “Death Songs” y “Garden Echoes”, aunque el disco se tiene que escuchar de principio a fin porque no tiene puntos flojos.
Ummagma | Frequency (EP)
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Label: Raphalite Records Fecha: 13 de noviembre de 2015.
[ Por Diego Centurión ]
Nueva publicación de Ummagma, quienes se encuentran trabajando mucho en la promoción de muchas bandas, muchas que han pasado en estas páginas como (Light That Change, Maff, The Virgance, entre otras). Este nuevo EP nos trae un aire fresco cargado de ensoñación y clama. Nuevas canciones y remixes completan un tracklist de ocho piezas, cuatro nuevas, tres remixes y la siempre cautivante “Lama”, en su versión original y remixadas por Robin Guthrie quien puso algunas guitarras; por Malcolm Holmes de “Orchestral Maneouvres in the Dark” quien puso secuencias; y un bello remix con algunas guitarras por Marc Joy de Lights That Change. En cuanto a los nuevos tracks, “Orion” abre de manera mágica y etérea este EP, una canción que de principio a fin nos suspende en el éter, la mezcla de las secuencias con la instrumentación, sumada a la voz de Shauna McLarnon, nos predispone para un viaje sensual. "Winter Tale" es otra cálida experien-
cia en donde se torna carismáticamente brillante. "Galacticon" es una pieza instrumental con mucha calma. "Ocean Girl" es una pequeña muestra de una canción dream pop cantada por Alexander Kretov (la otra parte de este dúo), que cierra de manera magistral los nuevos tracks y que se va en un “fade out” que nos deja con ganas de más. Luego llegan los remixes que mencioné antes que simplemente son divinos. Un trabajo que nos deja suspendidos esperando algo nuevo, esperemos que sea pronto.
DERECHO DE PISO
CARO TAPIA
Cantautora folk, poeta, profesora de Filosofía, profesora de canto. Su camino artístico está atravesado por el intento constante de vincular estas áreas desde la unidad que ella percibe que son. Actualmente, se encuentra trabajando en su segundo material. Su primer trabajo, "Máscaras de Carnaval", es también una apuesta doble: un disco producido por ella, en conjunto con un libro de poesías, publicados, el libro, por Tahiel Ediciones y, el disco, de manera independiente a través de la UMI. Asimismo, ha publicado también un poemario breve titulado "Transiciones" (2015). Fue seleccionada para participar como poetiza de la antología latinoamericana realizada por el poeta colombiano Eduardo Bechara, en el marco del proyecto "En busca de poetas". También ha formado parte del dúo Vientos Sin Madre, una experiencia cuyas bases se asentaron en la improvisación que tiene su origen en la búsqueda de sonoridades y ritmos folklóricos.
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The13th U NA R EVISTA IMA GINA RIA