The13th AÑO: 2
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NÚMERO 17
UNA R E VISTA IMA GINA RIA
ROMAN JUGG PIANO MAGIC | EL PRÍNCIPE IDIOTA | COSAQUITOS EN GLOBO MÚSICA AMBIENT | PAUL THOMAS ANDERSON | TWIN PEAKS LITERATURA | Y MUCHA MÁS MÚSICA
STAFF
IDEA ORIGINAL
ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO
Diego Centurión, Emiliano Herrera,
[ Departamento de Música ]
[ Departamento de Cine ]
Ligia Berg
Diego Centurión
Nicolás Ponisio
Erick R. Vieyra
José Luis Lemos
DIRECCIÓN GENERAL
Alejandro Cenizacromada
Gustavo García
Diego Centurión
Maxx Wilda Rodrigo Debernardis
[ Departamento de Literatura ]
REALIZACIÓN Y DISEÑO
Daire Alujas
Pablo Ravale
Julieta Curdi
Bernardo Jiménez Mesa
Damián Snitifker
Ricardo Padilla (Oriani_K) TRADUCCIÓN
Gabriel Rojo
[ Departamento de Artes Visuales ]
Bernardo Jiménez Mesa
Diego Segovia
Marcelo Simonetti
Julieta Curdi
COLABORAN EN ESTE NÚMERO
CONTACTO
Inzendies PH (Fotografía)
issuu.com/revistath13th
/the13thlarevista
Brenda Nemerovsky PH (Fotografía)
revistathe13th@gmail.com
@RevistaThe13th
Nazarena Talice (Fotografía)
Las fotografías usadas en esta Revista son propiedad de sus respectivos autores.
EDITORIAL
Abril, 2015 En abril del 2013 nació The 13th, a dos años editamos el número 17. Mucho ha pasado y muchos artistas e historias han marcado el pulso de este espacio. Aún somos niños en el mundo del periodismo gráfico musical, pero tenemos las energías necesarias para seguir dando pasos seguros y firmes. Lo que empezó como un fanzine de sólo 14 hojas hoy es una revista de más de cien hojas. Nos llena de alegría seguir creciendo y mostrando una mirada diferente de la música y del arte en general. Incorporamos un nuevo integrante al staff, que es Gabriel Rojo, quien abre el fuego con un acercamiento a la historia de la música Ambient. En este número tenemos una entrevista en exclusiva con Roman Jugg (ex – The Damned – The Phantom Chords) quien nos habla de su pasado, presente y futuro. También entrevistamos a Glen Johnson de Piano Magic por el aniversario de “Disaffected”. Tuvimos charlas interesantes con “El Príncipe Idiota” y con “Cosaquitos en Globo”. Con respecto al séptimo arte, tenemos un Dossier sobre Paul Thomas Anderson y un especial sobre los 25 años de Twin Peaks. En Literatura tenemos nueva columna “Crónicas desde Merdeville”. Y toda la información sobre música que brindamos desde nuestras secciones. Dos años de mucho trabajo realizado y mucho más por hacer.
REDACCIÓN DE REVISTA THE 13TH
ÍNDICE
LA MÚSICA COMO MUEBLE por Gabriel Rojo ...............................................................................................................06 ME ENCANTARÍA GRABAR ALGO ACÁ ALGÚN DÍA por Diego Centurión.....................................................................12 HISTORIA DE THE 13TH...................................................................................................................................................18 ES UN AÑO DE VERTIGINOSAS SENSACIONES PARA LA BANDA por Bernardo Jimenez Mesa...................................22 NO EXTRAÑO A THE DAMNED por Diego Centurión.....................................................................................................26 PALABRAS EN LA ARENA UN DÍA PUEDE SER TODOS LOS DÍAS: “LA SEÑORA DALLOWAY" por Pablo Ravale...............................................32 CRÓNICAS DE MERDEVILLE INTRODUCCIÓN, DECLARACIÓN, ADIVINANZA por Pablo Ravale............................................................................34 EN CONCIERTO VIERNES ESTOY EXTASIADO por Pablo Ravale............................................................................................................38 ¡SUBAN EL VOLÚMEN! por Bernardo Jimenez Mesa....................................................................................................44 PURA MELOMANÍA SU ESCUCHA ES DE ORDEN OBLIGADA por Ricardo Padilla......................................................................................50 UN PASO ADELANTE por Rodrigo Debernardis...........................................................................................................51 UN CLÁSICO DE ESA ÉPOCA por Erick R. Vieyra..........................................................................................................52 NADA… COMO HIHIL por Bernardo Jimenez Mesa.....................................................................................................52 EL LEGADO DE BELA LUGOSI por Diego Centurión....................................................................................................53 LA ELEGANCIA DEL FIN DE UNA ERA por J.D. Daire Alujas.............................................................................................. 56 ACORDES DEL MÁS ALLÁS por Max Wilda..................................................................................................................57 BALANCE DENTRO DEL CAOS por Gabriel Rojo.........................................................................................................58
Y LOS DURMIENTES CONTINÚAN SONÁMBULOS por Alejandro Cenizacromada.....................................................59 LA FORMA DE LA MATERIA FUTURISTA por Diego Centurión.....................................................................................60 LA ODISEA DE LLEGAR A FIN DE MES por Pablo Ravale.............................................................................................61 LA MUTILACIÓN DE LOS AMANTES por Alejandro Cenizacromada............................................................................62 LA SENSACIÓN DEL DEBER CUMPLIDO por Rodrigo Debernardis............................................................................64 YO LO VEO COMO UN ÁLBUM POP por Diego Centurión..........................................................................................66 RESCATE CINÉFILO DOSSIER PAUL THOMAS ANDERSON.............................................................................................................................72 ÉRASE UNA VEZ EN LAS VEGAS por Nicolás Ponisio...........................................................................................................74 THE RISE AND FALL OF DIRK DIGGLER AND THE PORN FROM L.A. por Nicolás Ponisio...........................................75 FLORES ROTAS por José Luis Lemos.....................................................................................................................................76 LA NUEVA DE ADAM SANDLER por José Luis Lemos.........................................................................................................78 ASÍ EN LA TIERRA, COMO EN EL INFIERNO por Nicolás Ponisio.......................................................................................80 BODRIO SANGRIENTO por Guistavo M. García...................................................................................................................82 EL MAESTRO DE LA NADA por Gustavo M. García..............................................................................................................84 INCOHERENT VICE por Nicolás Ponisio........................................................................................................................86 IT'S A STRANGE WORLD: 25 AÑOS DE TWIN PEAKS.....................................................................................................88
HIDDEN TRACK...............................................................................................................................................................92
EL JARDÍN DE LAS DELICIAS..........................................................................................................................................96 EFEMÉRIDES EL ARTÍFICE DE OTRAS REALIDADES........................................................................................................................104
[ Historia del Ambient por Gabriel Rojo ]
LA MÚSICA COMO MUEBLE
Si bien es un género de poco potencial comercial, el público musical ha estado más expuesto a la Música Ambient de lo que cree: se pueden apreciar muchos de sus elementos en segmentos de clásicos de Pink Floyd como “Echoes” y “Shine on you Crazy Diamond”, en temas instrumentales de bandas de Rock que van desde New Order hasta Soda Stereo, y en porciones considerables de discos de gran éxito comercial en los 90s como Ray of Light de Madonna o Play de Moby. Quizás más significativo todavía es que el “inventor” de la Música Ambient, Brian Eno, haya aprovechado su rol como productor y/o colaborador de artistas como David Bowie, U2, Talking Heads y Coldplay para teñir a la música Pop de su sonido atmosférico. La Música Ambient es especialmente notable por
ser una síntesis de dos de los movimientos musicales más interesantes del siglo XX: el Minimalismo y el Krautrock. El término Minimalismo se refiere al estilo “menos es más” promovido a partir de los 60s por compositores como Terry Riley, Philip Glass y Steve Reich. Este último afirmó que escuchar música Minimalista equivale a “observar el minutero de un reloj – uno puede percibir su movimiento sólo tras observarlo por un rato.” En la práctica, esto generalmente significa el uso de la repetición para generar un efecto casi hipnótico y finalmente meditativo en el oyente. Las repeticiones, sin embargo, nunca son del todo idénticas, siempre hay algún elemento de incertidumbre (por ejemplo, qué parte se repetirá y de qué forma), otorgándole a la música un aire de
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misterio y novedad cada vez que se la escucha, sentimiento que Brian Eno expresó en su inmortal frase “la repetición es una forma de cambio.” Por otro lado, el término “Krautrock” ha sido empleado para referirse a las innovadoras bandas surgidas en Alemania a principios de los 70s. Los jóvenes alemanes más artísticamente inclinados de esa época, agobiados por la depresión y el sentido de culpa colectiva que azotaban a su país tras la Segunda Guerra Mundial, necesitaban desesperadamente buscar una nueva identidad propia y la encontraron a través de los instrumentos electrónicos. Mediante ellos, artistas como Tangerine Dream, Klaus Schulze y Cluster comenzaron a crear extensas piezas altamente abstractas y atmosféricas, con influencias tanto del Pink Floyd de A Saucerful of Secrets como
de la literatura de ciencia ficción. Para mediados de la década, bandas como NEU! o la mítica Kraftwerk ya habían empezado a desarrollar una variante más accesible del sonido electrónico, que en los 80s terminaría de desencadenar su potencial Pop. Tanto el Minimalismo como el Krautrock llamaron la atención del músico inglés Brian Eno. Eno había aparecido en la escena originalmente como tecladista de Roxy Music, pero para 1973 ya había iniciado una carrera solista que en sus primeros años se destacó por una serie de brillantemente excéntricos discos de Rock Alternativo. En forma paralela, sin embargo, el intelectualmente inquieto artista había comenzado a realizar proyectos puramente instrumentales con alto grado de experimentación El primero de ellos fue una colaboración con Robert
Fripp, el guitarrista de la banda de Rock Progresivo King Crimson. Para el álbum, cómicamente titulado No Pussyfooting (1973), Eno desarrolló un sistema (ideado, justamente, por Steve Reich) mediante el cual el feedback de la guitarra de Fripp era procesado y devuelto como base electrónica por sobre la cual el guitarrista seguía tocando, generando de esta forma una fluida atmósfera sonora, tanto hipnótica como relajante (¡algo notable si se tiene en cuenta que es realmente una avalancha de feedback de gui-
tarras eléctricas!). El sistema luego sería bautizado cariñosamente como Frippertronics y alcanzaría al público popular en 1977 gracias a su utilización en el épico tema de David Bowie “Heroes”. Meses después, Eno sufrió un accidente automovilístico que lo dejó en el hospital. Alguien le llevó un disco para que escuchara pero el volumen del reproductor estaba demasiado bajo y Eno no podía subirlo por su cuenta. La experiencia le hizo apreciar la música de forma distinta, como una parte misma
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del entorno (al igual que la iluminación o el sonido de la lluvia, por ejemplo,) una concepción no demasiado diferente a la de “la música como un mueble”, propuesta al principio del siglo por Erik Satie, padre del Minimalismo. Tras mejorarse, Eno, ahora con esta idea en mente, siguió experimentando con sistemas que pudieran generar su propia música a partir de un moderado input del compositor. El resultado fue Discreet Music (1975), quizás el primer disco puramente Ambient, una pieza tan plácida y celestial que hasta se han reportado casos en que ayudó a curar a enfermos. Eno luego elaboró una definición para este nuevo tipo de música, a la que llamó “Ambient”: música capaz de formar parte del mismo entorno donde se está reproduciendo, suficientemente interesante como para escucharla con atención y a su vez lo bastante sutil como para pasar desapercibida si uno así lo desea. Su valioso objetivo es proporcionar “calma y espacio para pensar”. Esta definición apareció en las notas de su disco de 1978 Music for Airports, primero de la serie numerada también llamada “Ambient” (la cual alcanzaría cuatro volúmenes pero de ninguna manera llegaría a incluir todo el material generado por el músico y sus colaboradores dentro del género.) En “1/1”, tema que abre el álbum y que casi
se podría considerar la pieza Ambient primaria, distintos loops de instrumentos se van repitiendo a diferentes velocidades a lo largo de dieciséis minutos – si bien las notas son las mismas, la combinación entre los instrumentos, al estar a destiempo, nunca es exactamente igual, logrando de esta manera sutiles cambios en la atmósfera sonora. Durante esta misma época Eno colabora con David Bowie en sus discos Low y Heroes, cuyas segundas mitades están conformadas casi en su totalidad por instrumentales Ambient. Esta difusión del género entre los oyentes de Rock (que continuaría, como se dijo, especialmente con el trabajo de Eno como productor de U2) logró que en los 80s diversos artistas pudieran comenzar a ganarse la vida grabando discos dentro del estilo, el cual comenzó a gozar de un público muy particular y variado, conformado tanto por fans del Rock Alternativo como por seguidores de la Música Contemporánea. Algunos de estos músicos comenzaron su carrera colaborando con Eno (el pianista Harold Budd, el productor Daniel Lanois,) mientras que otros surgieron de forma independiente (como el compositor Steve Roach.) Cada uno aportó su estilo personal a los lineamientos iniciales detallados en Music for Airports. El siguiente paso en la evolución de la Música Ambient se dio a principios de los 90s, con el surgimiento del “Ambient House” a cargo de bandas
como The Orb. Básicamente una combinación de la atmósfera etérea del Ambient con los adictivos beats del Dance, combinados con la emergente tecnología del sampling, las composiciones Ambient House muchas veces contaban con una estructura no demasiado lejana a la del Rock Progresivo (se podría decir, de hecho, que The Orb fueron los verdaderos continuadores de la experimentación sonora de Pink Floyd – hecho corroborado cuando en el 2010 David Gilmour grabó un disco con ellos.) Los hits de The Orb como “Little Fluffy Clouds” y “Blue Room” dieron inicio a una década de gran éxito comercial para el Ambient: en 1994, Selected Ambient Works II, un disco doble del músico inglés Aphex Twin conformado por piezas sin título altamente abstractas que recordaban a discos de Eno como Thursday Afternoon y On Land, logró llegar al puesto número 11 de los charts británicos. La diva del Pop Madonna reclutó al productor William Orbit para su brillante disco de renacimiento Ray of Light, que llevó el sonido atmosférico electrónico a las masas. Con su nueva fama, en el año 2000 Orbit finalmente pudo editar su proyecto Pieces in a Modern Style, una reinterpretación de temas de Música Clásica a base de instrumentos electrónicos, con un enfoque claramente Ambient. El disco contenía piezas tanto
de Beethoven como de Ravel, Cage, Satie y Gorecki, dándole un cierre más que apropiado al siglo. Si Pieces in a Modern Style parecía un cierre, el disco Kid A de la banda de Rock Alternativo Radiohead era un nuevo comienzo. El álbum fue un éxito comercial y crítico tremendo a pesar de dispensar en gran medida con las estructuras del Rock para adoptar influencias del Krautrock, el Minimalismo y artistas como Aphex Twin. Incluso contó con una instrumental Ambient al más puro estilo Eno llamada “Treefingers.” Paralelamente la banda islándica Sigur Ros alcanzó la fama mundial, hecho relevante ya que, en palabras del crítico Mike Watson (autor de la Ambient Music Guide) “en sus momentos más atmosféricos, Sigur Ros es una de las bandas más distintivas de Ambient Rock que han aparecido desde los primeras épocas de Pink Floyd y las bandas cósmicas alemanas originales de los 70s.” Hoy en día, existen comunidades online dedicadas exclusivamente a la creación y promoción de Música Ambient. Mucha de esta música, al igual que la de varios artistas citados anteriormente, se distancia de la descripción original de Eno (el prolífico compositor Pete Namlook, por ejemplo, opinaba que el Ambient debía involucrar al oyente activamente), pero sin embargo mantiene algunas características esenciales: es extensa, de carácter abstracto, libre y aleatorio, e involucra un uso creativo y extensivo de la tecnología de grabación. Sobre todo en este último sentido, es claramente el sonido de nuestros tiempos.
FUENTES Y LECTURAS RECOMENDADAS: · Prendergast, Mark (2000). The Ambient Century. Bloomsbury. · Rojo, Gabriel (2013). Canciones, Sonidos y lo que Sigue. (NOTA: Algunos segmentos de este artículo fueron extraídos del libro.) · Watson, Mike (1992-2013). The Ambient Music Guide. Http://www.ambientmusicguide.com
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[ Entrevista a Hugo Mariano por Diego Centurión ]
ME ENCANTARÍA GRABAR ALGO ACÁ ALGÚN DÍA
En el Universo de la música independiente se pueden encontrar muchas cosas, pero rara vez uno se queda prendido a un sonido despojado de todo divismo. Uno busca trabajos que tengan algo de la esencia de la simpleza, “Doméstico” es un EP de El Príncipe Idiota, un proyecto que surgió casi como una apuesta a la espontaneidad de un músico, que aceptó esa propuesta y junto a varios amigos pudo registrar sus ideas. Ese músico estuvo charlando con nosotros y aquí está lo que nos contó, Hugo Mariano (Mariano di Cesare), integrante de la banda “Mi Amigo Invencible”.
¿Cuándo nace El Príncipe Idiota? En noviembre del 2014, precisamente el 11 de noviembre. Solo la idea de una grabación. ¿Cómo nace la banda? Nace un día al estar filmando en un estudio, para un amigo. Al decir algo como "me encantaría grabar algo acá algún día". Y me dijo "Dale, ¿en dos semanas te parece?". Volví a casa a revisar las ideas que tenía grabadas en notas de audio, libretitas, etc. En dos semanas compuse el grueso de las seis canciones. ¿Estabas filmando o grabando? ¿Y qué estabas registrando? Filmando. Con eso pago el departamento, la sube y la comida. Estaba
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filmando esto, ese día salió la idea: https://www.youtube.com/watch?v=EdqJlopZE9A ¿Con “Los Días”? (banda de Pablo Acosta) Así es. Pablo Acosta fue el impulsor de este proyecto, además de ser el que le dio la magia sonora en la mezcla. Él fue el ingeniero de grabación y mezcla. Y productor conmigo. ¿A qué remite el nombre de la banda? A la creación de un personaje que suplante mi nombre. Sería una especie de alter-ego. Y ¿por qué serías un Príncipe idiota? No soy un príncipe idiota. Idiota si, príncipe claro está que no. Es un juego de palabras. Un disfraz. Una dicotomía, o dos palabras lejanas. Como Auténticos Decadentes. Entiendo... todo (nombre y canciones) ¿surgieron en ese momento que (por decirlo de alguna manera) te desafiaron? Exacto, el tiempo me desafió. Grabamos el 22 de noviembre las bases, con eso me fui a casa a ponerle palabras a las melodías. Y eso habrá sido en dos semanas creo. Dejé de trabajar y me puse con eso. ¿Y quién te ayudó en la grabación? Leonardo Gudiño, el percusionista de “Mi Amigo Invencible” en batería. Diego Acosta, bajista de Atrás Hay Truenos en bajo. Mi hermano Juampi Dicesare de Monotoro en las guitarras y Gusti de El mató en teclados. A aquellas personas que no conocen a "Príncipe", ¿Cómo se lo presentarías en palabras? Canciones de simples intenciones y grandes reverberancias. Lo que a mí me gusta de la banda es ese ambiente relajado y luminoso que se desprende de "Doméstico", pero se desprende que la belleza radica en la simpleza. ¿Cómo has construido el ambiente de cada
canción? ¿Lo pensaste o simplemente afloró en la grabación? Se apuntó todo a eso, a que cada uno metiera lo mínimo posible, que es lo que siempre busco en las composiciones. Y funcionó, para mi gusto, esa amalgama de la simpleza. El resto del sonido, es la magia de Pablo. Más allá de lo que encontraste escrito cuando llegó el momento de pensar las canciones, ¿Qué has escrito para este EP? ¿Qué salió totalmente nuevo? La único que tenía escrito era "A dormir, dijeron. Nadie apagó la luz. Se sintió un temblor, y nadie prendió la luz". El resto lo escribí para esto, en largas jornadas. Muchas Cuchetas, ¿no? Si, muchas cuchetas. El recuerdo de un campamento de la escuela primaria. Y la música de las canciones ¿en qué fueron inspiradas? es decir ¿qué te inspiró a la hora de escribir la música? Son ideas que siempre rondaron en mi cabeza, gracias a la música que circula por ahí, los recitales, las películas, comer, dormir, hablar por teléfono con tus padres, pensar en vivir de otra forma, etc. No hay nada definido. Creo más en la inspiración posterior a la creación. Antes no hay nada de inspiración, si no, compromiso con la idea. Diálogo y negociación. Tus letras son instantes de la vida cotidiana, pero narrados con suma belleza. ¿Es un poco el famoso "disfrutar de las cosas simples"? Si, el plano detalle en el cine. Más que disfrutar de esas cosas, es prestarle atención a lo que te rodea en los momentos muertos. La sensación que tuve al escuchar las letras, es que capturas la imagen de lo cotidiano. Gracias Diego. Para mí fue una experiencia tremenda, muy pesada. Es lo más difícil de lograr creando: la simpleza
Y "Doméstico" tiene mucha simpleza y comodidad, adornada por una instrumentación justa y simple, sin muchos efectos de post producción. ¿El crudo es tan bueno como el producto terminado? Si, el día que grabamos la primera parte, salimos asombradísimos del estudio. Llenos de esperanza ¿Y luego los otros días? Tenía las baterías, bajos y criollas de ahí. Con eso fui a la casa de mi hermano a meter las guitarras y la casa de Gusti a meter las teclas. Cada vez con más forma. Pero la sorpresa fue cuando Pablo me mandó las mezclas. Yo estaba en Chile, la primera escucha fue en la playa solitaria y nublada, a la mañana. Casi me muero ahogado.
Hagamos un repaso por cada canción y nos cuentas tus sensaciones sobre cada una. Héroe de madrugada La densidad y lentitud de antes de ir a dormir de día, luego de una trompeadera (Puños ciegos, en grupo) de la noche anterior. Dramón en la tele Desprestigiar el drama cinematográfico con un ritmo pop. Ritmo constante y repetitivo, muchos sobresaltos. Campos de fuerza La música es de hace mucho tiempo. Quería que
fuera solo instrumental, pero aproveché para hablarle a mis seres queridos.
mente este martes cerramos la noche acá: https://www.facebook.com/events/342455155961535/
Aluminio Poder hablar de muchas cosas, de los intereses, el compromiso, la autocrítica.
El video de “Campos de Fuerza”, cuéntanos de él. El video, lo filmé estando en esa playa, cuando me mandaron las mezclas. El lugar es donde tratamos de ir con mi familia en los veranos, es super inspirador. Y el protagonista es Fausto, con quien vengo filmando desde que tiene 2 o 3 años, videos para Mi Amigo Invencible.
Muchas cuchetas Como ya te dije antes: Recuerdos de un campamento en la escuela primaria, precisamente en la zona de Papagallos, Mendoza. Las casas entre sí Viví en un barrio solitario, que poco a poco se fue poblando. Siempre quise hablar de él. ¿El príncipe Idiota dará conciertos? Los hemos dado, pocos, porque es difícil. Pero justa-
¿Tienes pensado grabar un álbum? ¡Sí! En agosto grabaré 6 temas más, para reunirlos con los otros 6. Para que sea un disco a fin de año. Gracias Hugo por tu tiempo. Muchas gracias a ti por tener en cuenta al Príncipe.
NUESTRA HISTORIA Este mes cumplimos dos años de existencia, aquello que empezó como un deseo, fue tomando cuerpo y forma hasta llegar a lo que es hoy. Primero fuimos un fanzine de The Cure, eso duró seis números. Luego nos convertimos en Revista y el campo se abrió y las luces de muchas bandas comenzaron a entrar en las páginas y el caudal aumentó y las ganas, y el staff. Así que les dejamos toda nuestra historia a través de las publicaciones que hemos lanzado, ¡que lo disfruten!
[ Entrevista a Cosaquitos en Globo por Bernardo Jimenez Mesa ]
ES UN AÑO DE VERTIGINOSAS SENSACIONES PARA LA BANDA
¿Qué material han publicado hasta la fecha? Tenemos 3 discos y 1 EP: Cosaquitos en Globo (2007), Moving Under (2009), Voy a Buscarte (2011) -un EP de 5 temas originales de la banda-, y por último Asimétricos, nuestro álbum de 2014 que continuamos presentando y forma parte protagónica del setlist de nuestros shows actualmente. Luego tenemos varios EPs de singles extraídos de esos discos, que fueron editados junto con remixes de diferentes artistas ¡Y hemos participado en muchos compilados! ¿Cómo se dio la gira en Europa (2011)? ¿Tienen planes de regresar? Era un deseo que teníamos y 2011 fue el año en que todo se alineó para poder concretarlo. Llevó muchos meses de trabajo armarla: conseguir las fechas, negociar el cachet, organizar el itinerario, las estadías... Fue un ritmo muy vertiginoso. Sentíamos que estábamos tanteando en la oscuridad porque en realidad nadie nos dijo cómo hacerlo. Lo hicimos solos, sin ninguna guía y por suerte salió muy bien. Fue hermoso poder experimentar la sensación de tocar frente a diferentes públicos que, en muchos casos, no comprendían el idioma, por lo que fue una alegría saber que lográbamos comunicarnos a pesar de ello. Repuso muchas energías a la banda, introdujo un aire de renovación y entusiasmo muy lindo. Desde ese momento siempre estamos pensando en volver y éste será el año. Entre fines de Abril y Mayo de este año estaremos visitando nuevamente Alemania
y España, así que se repite un poco todo ese mariposeo en el estómago que es genial seguir encontrando después de los años de historia que lleva Cosaquitos. Es uno de los motivos por el que nos proponemos metas que, tal vez, desde nuestro lugar del under suenan descabelladas, pero es lo que nos impulsa y nos mantiene alertas, expectantes, nuevos... ¿Han tocado en algún otro país de Latino América? Hasta ahora hemos tocado en Uruguay. Siempre mantenemos la idea y las ganas de visitar Chile (hubieron varios intentos pero por una cosa o por otra nunca se terminaron de concretar), Perú, Colombia, México... ¡El tiempo dirá! Lo que es seguro es que este año volvemos a Uruguay en Julio. ¿Cosaquitos en Globo es una banda totalmente autogestionada? Sí. Total y absolutamente; con los problemas y las ventajas que eso conlleva. Hubo un tiempo en que pensábamos que eran sólo problemas, no queríamos saber mucho de ello porque en realidad no sabíamos cómo manejarnos; es un trabajo enorme, que consume mucho tiempo por fuera de lo musical, pero arrastrados por la caída de las figuras de la industria de la música (discográficas, managers, etc.) no tuvimos más opción que aprender, interpretar el negocio y comenzar a surfearlo. Nos llevó mucho trabajo y nos equivocamos mucho, también, pero con el tiempo fuimos sabiendo qué queríamos
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y qué no y aprendimos a defenderlo. Hoy en día estamos bastante cómodos, aunque por momentos se nos va un poquito de las manos apuntar a distintos flancos simultáneamente. No nos podemos dar el lujo de descuidarnos y eso a veces se resiente un poco, genera tensión y mucho cansancio, pero confiamos en que la ayuda va a ir apareciendo. ¿Qué planes tienen en este momento para el presente año? Por el momento estamos abocados a esta nueva gira que ya se viene. Luego, visitar nuevamente Uruguay y tal vez comenzar a pensar tranquilamente en un nuevo disco. Este año sentimos el cimbronazo de la partida repentina de Diego, nuestro guitarrista desde hace dos años, lo que nos obligó a rearmarnos, rearmar el sonido de Cosaquitos y cerrar filas como dúo después de muchos años de no serlo; replan-
tearnos cosas, ver cómo queríamos seguir sin mucho tiempo para pensarlo y llevarlo a la práctica ya que teníamos compromisos que cumplir. Todo eso era algo que no teníamos previsto pero, después de la desesperación inicial y el duelo, porque estábamos muy contentos con Diego y el sonido que aportaba al Cosaquitos, pudimos hallar un sonido y una forma de presentarnos en vivo que nos tiene muy contentos. Yo (Maru) me estoy animando a tocar un sinte en vivo y Sebastián a hacer unos coros con el vocoder de su nuevo sinte. De alguna manera, invertimos papeles, lo cual nos divierte mucho. Es un año de vertiginosas sensaciones para la banda, un ritmo de trabajo muy intenso (¡Y aún no llegamos a mitad de año!) por lo que también esperamos poder descansar, pasear y disfrutar los momentos libres entre shows allá en Europa. Volver recargados, con nuevas ideas que ya les contaremos... :)
[ Entrevista a Roman Jugg por Diego Centurión. Traducción: Bernardo Jimenez Mesa ]
NO EXTRAÑO A THE DAMNED
Durante mucho tiempo he admirado una etapa particular de la banda The Damned, y de la banda paralela The Phantom Chords, hoy tengo la oportunidad de entrevistar a una de esas personas que formaron y forman parte de mi vida de melómano. Con ustedes Roman Jugg.
Muchas Gracias Roman por darnos la oportunidad de envairte estas preguntas. Antes de The Damned has estado en Victimize, ¿Cómo fueron tus comienzos como músico? Desde una edad muy temprana me sentí atraído por la música, especialmente por los Rolling Stones, así que experimentaba con cada instrumento que podía tomar prestado. Tu compañero de ruta ha sido Bryn Merrick. Hasta este año han estado juntos en la filmación de “The Damned: Don't You Wish That We Were Dead”. ¿Tú lo has hecho ingresar en The Damned en 1982? ¿Cómo se produjo ese momento? Paul Gray y Ratt tuvieron una pelea y sabiendo que Bryn era un bajista muy bueno, sugerí que él entrara. Funciono muy bien.
Mientras estás en The Damned, en 1984, participas bajo el seudónimo de Sphinx Svenson y Ulla, del primer proyecto paralelo de Dave Vanian, Rat Scabies, Bryn Merrick, “Naz Nomad And The Nightmares”. ¿Qué recuerdas de ese proyecto de covers? Todos nosotros éramos grandes fans de la sicodelia americana, Captain Sensible estaba entonces muy ocupado con su trabajo solista, Bog Beat nos ofreció un pequeño contrato para grabar un álbum de ese tipo de música, y claro, no íbamos a perder esa oportunidad. Esteañosecumplen30añosdelgran“Phantasmagoria” ¿Qué recuerdas de esas grabaciones? ¿Les sorprendió el éxito del álbum? Phantasmagoria fue una apuesta e intento por voluntad, al igual que todo lo demás que hicimos. The Damned no había tenido un contrato como ese en el pasado, lo cual tuvo sus ventajas y desventajas. Un sello grande te brinda más exposición pero no tienes la libertad de uno chico, como por ejemplo Big Beat! Luego llega el poco valorado “Anything”. Esta fue tu última etapa por The Damned. ¿Qué recuerdas de esos años? No fueron buenos días para The Damned. Estábamos cansados y la relación entre los miembros de la banda eran muy tensas. Del quiebre de The Damned nace The Phantom Chords, en cierta forma es tu último trabajo con Dave Vanian. ¿Esta banda es algo que ya tenían pensado? De las cenizas de The Damned surgió Phantom Chords…Ahora siento que hubiera sido preferible tan solo sepultar toda la aventura y mantener este proyecto muy bien encerrado en el baúl de The Damned. En 1992 se produce el gran reencuentro Final
Damnation. ¿Qué nos puedes contar de ese concierto? Este show marcó el fin de la formación de The Damned que yo amaba. Este mes se conmemoran 20 años de “David Vanian and The Phantom Chords – Big Beat Presents David Vanian And The Phantom Chords”. ¿Qué recuerdas de esta etapa y sobre todo de esta banda? ¿De verdad? ¿Tiene tanto tiempo ya?… Creo que tiene un encanto particular. La verdad no estoy muy orgulloso de esa época; y aparte mi amigo Bryn se había marchado también. Si tuvieras que elegir algunas canciones que te hayan gustado mucho del álbum, ¿cuáles serían? This House Is Haunted. Luego he encontrado tu guitarra en algunos trabajos de “Nurse With Wound”. ¿Cuéntanos de esas colaboraciones? "Nurse With Wound" solo fue una sesión la cual me ofrecieron hacer. Siempre he estado dispuesto a experimentar musicalmente. Fue grandioso. Luego editas “Papá Loco”, ¿Cuéntanos sobre él? Hice “Papá Loco” sólo para demostrar que podía hacer un álbum en un dormitorio. ¿Hoy que estás haciendo? Ahora continúo dedicado a la producción. Soy productor actualmente de Andy J Gallagher. Algún día, tal vez haya una secuela de “Papá Loco”, si tengo el tiempo. ¿Extrañas esos años de The Damned y sus derivados? No, para nada, no extraño a The Damned. Gracias por el tiempo de responder. Saludos, Roman.
PALABRAS EN LA ARENA
[ "La señora Dalloway”, de Virginia Woolf por Pablo Ravale ]
UN DÍA PUEDE SER TODOS LOS DÍAS
Virginia Woolf fue una mujer que por nacer a principios del siglo pasado, se vio obligada a firmar con el apellido de su marido. Una mujer que soñaba con encontrar un remanso de tranquilidad, pero que perseguida por ella misma, por su manera de ser y de pensar, nunca llegó a encontrarla. Así las cosas, y para cuando, en 1925, se publicaba su libro más famoso “La señora Dalloway”, ella confesaba en su diario que seguía sin sentirse capaz de escribir una novela larga con la misma calidad que las de antes («Siento brotar en mí, ahora mismo, por lo menos seis relatos, y siento, por fin, que puedo traducir a palabras todos mis pensamientos. ¿Y si fuera a convertirme en una novelista interesante —no digo en uno de los grandes, pero sí interesante—? Curiosamente, para la vanidosa que soy, hasta ahora no he tenido mucha fe en mis novelas», reconocía), de manera que, ¿qué es lo que tiene “La señora Dalloway” que todavía hoy, a casi noventa años de su publicación, continúa sirviéndole de inspiración a escritores y cineastas? Ambientada en la sociedad inglesa del verano de 1923, la novela es un drama hecho y derecho, dotado de una profunda penetración psicológica. En ella, la autora, nos relata un día en la vida de Clarissa Dalloway, una mujer perteneciente a la clase alta de Londres de después de la Primera Guerra Mundial. En un principio, la historia que Woolf quiere contarnos pareciera limitarse a cómo una anfitriona prepara una fiesta; sin embargo, y gracias al estilo que maravillosamente manejaba, la novela nos introduce no sólo en los pensamientos de Clarissa, sino
también en la conciencia de los distintos personajes que seguro podrían encontrarse en lo que eran las sociedades europeas de un período de entreguerras. Como bien decía recién, la perspectiva y el desarrollo narrativo que encontramos en “La señora Dalloway” es uno de los detalles que convierten a esta obra en un libro especial. El empleo de la técnica del monólogo interior supone al personaje hablando desde la omnisciencia, en tercera persona, empero, muestra, a la vez, la entonación del habla del mismo, por lo que parece que estuviéramos escuchando a éste aunque no estemos ante un texto en primera persona («Uno no puede traer hijos a un mundo como éste. Uno no puede perpetuar el sufrimiento, ni aumentar la raza de esos lujuriosos animales, que no tienen emociones duraderas, sino tan sólo caprichos y vanidades que ahora les llevan hacia un lado, y luego hacia otro (…) Porque la verdad es que los seres humanos carecen de bondad, de fe, de caridad, salvo en lo que sirve para aumentar el placer del momento. Cazan en jauría. Las jaurías recorren el desierto, y chillando desaparecen en la selva. Abandonan a los caídos. Llevan una máscara de muecas»). Por consiguiente, no encontramos un sólo narrador que cuente la historia valiéndose de esta técnica, sino que hay varias voces que van a emplearla («Porque ésta es la verdad acerca de nuestra alma, pensó, de nuestro yo, que cual un pez habita en profundos mares, y nada entre oscuridades, trazando su camino entre matas de gigantescos hierbajos, por espacios moteados por el sol, y sigue adelante y adelante, penetrando en las tinieblas, en la frialdad, en
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lo profundo, en lo inescrutable, y de repente sale veloz a la superficie, y se exhibe y nada en las olas rizadas por el viento, y tiene una positiva necesidad de trato, de roce, de calor, con charlas ligeras»). Asimismo, la idea del tiempo como lugar común es analizada desde el enfoque pragmático, y no semántico, teniendo en cuenta tres categorías: el orden, la duración y la frecuencia. En este sentido, Woolf respeta en la medida de lo posible el orden cronológico natural de los hechos, aunque, por otro lado, la obra está llena de retrospecciones, lo cual nos impide afirmar que es un relato lineal. En cuanto a la duración, el tiempo natural de la historia son más o menos doce horas y el tiempo en el discurso se ajusta a la cantidad de páginas o de palabras, por ende, lo que podría considerarse es que se trata de una obra que se detiene puntualmente en el fluir de los pensamientos y las emociones, y no tanto en el describir los preparativos que Clarissa hace para su fiesta. En definitiva, “La señora Dalloway” es una obra de arte por donde se la mire (o se la lea). En ella, Woolf, a través de un lenguaje bello y complejo nos invita a hallar un sentido más profundo a nuestra existencia, apelando a rigurosos exámenes internos, que exigen de nosotros amplitud mental y sinceridad. Puesto que es necesario mirarse en ese espejo, señalando nuestros defectos y cualidades, y así enfrentar el mundo con todos aquellos elementos que pueden aligerar la angustia que produce saber que estamos en la vida sin una razón aparente. A tu salud, Virginia.
LA SEÑORA DALLOWAY Virginia Woolf "Mrs. Dalloway" 14 de Mayo de 1925
INTRODUCCIÓN, DECLARACIÓN, ADIVINANZA
[ Por Pablo Ravale ]
me tomo la libertad de escribirles en esto,
que bien podría ser entendido como una suerte de crónica. Mi primera crónica. Más, ¿por qué me decidí? Simple: porque la puja de fuerzas en mi interior me fue llevando, sin que me diera cuenta, a terminar publicando palabritas también por aquí. En tanto, ¿qué decirles o qué pedirles? ¿Que lo escribo está buenísimo? ¿Que me lean? No, no quiero engañarlos... Lo que escribo es inefable, es fatal. Es como estar comiéndose un huevo que ha sido freído en cianuro. Les pido disculpas. De antemano, sí. Les pido que me perdonen porque no soy yo cuando escribo. Otro me habita. Por consiguiente, toda esta mierda; todos estos decires, cual pijas entrando en conchas, que no son más que el valle de tumbas donde a diario dormimos. Probablemente, mientras me lean, seguro se preguntarán quién carajos se supone que vengo a ser yo para mojarles la oreja con toda esta inmundicia devenida en “nueva-sección-de-la-columna-literaria”. Empero, les responderé: no sé. Sí, no sé. No tengo la más pálida idea de quién es este mandril con DNI y cobertura social. Contarles ahora que me llamo Pablo o que tengo publicados hasta la fecha seis libros, no me sirve ni tampoco les va a servir a ustedes de algo. Mi íntimo yo anónimo (aquel que recién les comentaba que habla en mi lugar cuando me siento a escribir) no entiende de formalidades. Mucho menos de presentaciones. En resultado, querer hablarles de mí sería en realidad como estar intentando describir el momento en que nací, y la verdad es que no me importa. Así las cosas, no sé si de este modo sea la manera más correcta para empezar a conocernos, pero bueno… algo es algo, ¿no? Hace un rato, de hecho, y después de pasarme días y días de debatir conmigo mismo si hacer esto o si no (es decir, el de prestarme al flagelo mensual de compartirles un pequeño pedazo del riñón de mi cerebro), entendí –si es que, acaso, yo, puedo entender algo– que lo más lógico es que las cosas siempre se emprendan, si es en pos, claro, de darnos un poco a los demás. Porque, ¿qué mejor que salir del calabozo cósmico que es nuestra mente? ¿Qué mejor que intercambiar con otro palabras o besos o lágrimas, y hacer de la comunión entre personas la única religión realmente posible? Puesto que, a vez, si lo pienso, ¿qué es más positivo también para un escritor que comulgar con el corazón de todos sus lectores? Nada, ninguna cosa. Ni siquiera el polvo más intenso o trascendental con cualquier pelotuda. A su salud, entonces, mis queridos… A hacer de la espera porque llegue el próximo número un dulce calvario.
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EN CONCIERTO
[ Explotados por Jaime, Vúmetro, La Gran Pérdida de Energía y Bosques por Pablo Ravale. Fotografía: Inzendies PH. ]
VIERNES ESTOY EXTASIADO
Fiesta de Discos Vol.6, 20 de marzo de 2015en el Club Cultural Matienzo – Buenos Aires
Ese viernes recuerdo que soplaba viento y estaba medio nublado. Llegué pasadas las 21 horas, que era el horario de apertura en Matienzo. No había mucha gente. De hecho, la computadora donde tenían la lista de invitados no andaba, lo cual me llevó a pensar “¿Qué quedará para el resto de la noche?” Así las cosas, decidí pasar, sentarme a la barra y pedirme una cerveza, pues siempre fui de esos que aguardan a que lo encuentre lo maravilloso. Transcurridas aproximadamente dos horas, y luego de liquidar casi tres chops y unas papas fritas, salió al escenario Explotados por Jaime, interesante propuesta indie donde la sensación que me transmitieron las canciones es una mezcla rara entre melancolía y cañita voladora; puesto que, por un lado, está la desolación típica del folk psicodélico y, por el otro, la estructura simplista del formato canción buscando encantar. La incertidumbre continuaba para mí. Una hora después, salía a escena Vúmetro, un power trío hecho y derecho tocando un rock de corte alternativo con guitarras bien al frente; de los cuales me queda más que nada la grata impresión que me dejó su contrabajista (un auténtico pulpo). Tras Vúmetro, mi sensación de desconcierto por aquella noche tan extraña se empezó a disipar. “¿Y ahora?”, me dije, “Ahora toca La Gran Pérdida de Energía” pareciera que me contestasen a mí una chi-
ca y un chico que tenía a mi lado y que se la pasaban a los besos. En efecto, La Gran Pérdida de Energía apareció, y lo que se despacharon fue un show muy prolijito, donde las guitarras con delay y los efectos varios lo tiñeron de sensibilidad y pasajes ensoñadores, para así dejarnos a los presentes a punto caramelo ante lo que ya se hacía inminente: Bosques, razón por la cual decidí moverme desde Villa Martelli hasta Palermo. Hablar de Bosques es hablar de una de las pocas y últimas agrupaciones que en verdad me han conmovido. Sus composiciones, su ARTE (¡así con mayúsculas, sí!), su manera de interpretar y ejecutar lo que hacen, es sencillamente excelsa. Me sentía estar flotando sobre la atmósfera de algún nuevo planeta donde las cosas siempre podrían ir mejor que acá. Empero, y visto y considerando que eran casi ya las tres de la madrugada, su tocata iba terminando y yo tenía que volver (me esperaba hora de viaje, por lo menos). Bosques se despidió, más la odisea hipnótica de sus temas me dejó recargado de buenos sentimientos para, al otro día, poder decir “qué bueno que estuve ahí” con una sonrisa en el rostro. A Césped, última banda de la fecha, no la pude ver esa noche… no obstante, puede que ahí tenga mi excusa para asistir cuando los de Fuego Amigo Discos decidan armar otro evento. Linda velada.
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[ Por Bernardo Jimenez Mesa ]
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¡SUBAN EL VOLUMEN!
Front 242 en Teatro Vorterix el 22 de Abril
El pasado 22 de abril en el Teatro Vorterix, la mítica banda belga Front 242, se presentó en Buenos Aires y aquí en The 13th celebramos esta gran noche. Primero aclarar que llegamos justo antes que Front 242 comenzara, desafortunadamente, por lo tanto quedamos en deuda para reseñar los actos que abrieron el recital. Estar ante Front 242 en el 2015 es ser testigo de una legenda viviente, la cual conserva la intensidad y originalidad que los hizo darse a conocer en el mundo entero. El show no tuvo grandes sorpresas, fue lo que la mayoría esperábamos. Un show intenso donde había que luchar para no saltar y bailar al ritmo de los beats que lanzaban sin piedad, aunque para muchos es volumen no estaba tan alto como era requerido (me incluyo) y durante todo el concierto se escucharon voces pidiendo un poco más
de decibeles. Los asistentes eran en su gran mayoría hijos de los 70s y 80s, amantes de un movimiento en el que podrían entrar, aparte de F242, bandas como Ministry, KMFDM, VNV Nation, y los mismos Nine Inch Nails, pero a diferencia de estos últimos, Front 242 ha conservado un perfil más subterráneo, lo cual implica que las nuevas generaciones desconocen, en general, su obra, legado e influencia sobre infinidad de artistas y bandas que les han sucedido. La mayoría de los clásicos que esperábamos nos fueron entregados uno a uno. Interactuaron con el público, agradecieron y fueron muy amables con los asistentes, en fin, un recital bien organizado, impecable y del cual, a manera crítica, diría al oído: ¡¡¡Suban el volumen!!!
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PURA MELOMANIA
Su Escucha es de orden obligada The Exploited - Horror Epics (1985) [ Por Ricardo Padilla ]
Actitud provocadora revuelta en ásperas y frías letras, sonidos extremos que incitan los sentidos y encienden gritos de batalla, eso es The Exploited, una de la bandas portaestandarte del hardcore punk británico, junto a GBH y Discharge, que se ha distinguido por más de tres décadas como una de las agrupaciones odiosamente polémica e insociable. La banda liderada por Wattie Buchan logró acuñar formidablemente una verdadera actitud punk a finales de los setenta. Años más tarde lograrían consolidar su estilo musical y su postura ideológica frente a lo convencional, a la guerra y a todo lo que respirara política. En los primeros años de los ochenta la banda apuntala sin frenos la salida de su primera placa ‘Punks not dead’, uno de sus trabajos más emblemáticos, no solo por su particular sonido sino también por la imagen que proyectaron y el arraigo de su líricas que hasta el día de hoy se han convertido en voces vivas del espíritu anarquista y contestatario de aquellas generaciones. Quizás la mejor época de la banda, natal de la ciudad de Edimburgo en Escocia, se da entre los años 1981 y 1985, periodo de auge y renacimiento del hardcore punk en el reino unido (conocida también como UK82). Secundan al primer disco otras dos producciones de gran talla, ‘Troops of tomorrow’ y ‘Lets start a war’ aparecidas en 1982 y 1983 respectivamente, manteniendo la fuerza y la agresividad de sus composiciones, logrando abrir paso a muchos más seguidores en Norteamérica. Tras una breve separación en 1984, vuelven a los estudios para grabar uno de sus mejores discos y el último de su mejor etapa: ‘Horror Epics’, un LP mejor producido y con más matices que los anteriores. Desde los primeros acordes del primer tema, que le da nombre al disco, se percibe una cierta atmósfera oscura acompañada de tamborileos tribales y riffs de guitarra pausados, en suma uno de los temas más in-
tensos y que ciertamente se oye épico y amenazante. El ritmo cambia con “Dont Forget the caos”, mucho más rudo, directo y que va a toda máquina, al igual que “I Hate you”, veloz y rabioso por algún frustrado amor de Wattie. El resto del álbum mantiene un sonido más estructurado. “Law and order” y “Maggie” son las mejores del disco, en mi apasionada opinión, y es que guardan y repasan el sonido acelerado y clásico de sus primeros discos, pero agregando cierta finura y exquisitez. Sin embargo, el sonido áspero y vertiginoso alterna con otro más denso que se aprecia en temas como “No more idols”, “My Life” y “Treat you like shit”, y sin dejar de enardecer los ánimos. Es evidente que los The Exploited entregan en este disco una poca de experimentación que ensambla muy bien entre una canción y otra. “Dangerous Visions” y “Forty Odd Years Ago” son una muestra de ello. Aquel retumbe de las baterías y los estribillos tenues las hacen muy atractivas y hasta adictivas. Quizás el álbum no precisa agudeza en sus composiciones, pero es más que evidente que forma parte de los discos clásicos del Hardcore Punk, y su escucha es de orden obligada. Esta aventura les valió experimentar con sonidos más oscuros y pesados convirtiéndose en una suerte de preludio de sus posteriores peripecias sonoras, donde alternarían con estilos más plúmbicos como el Crossover o el Trash metal, pero siempre con aquella actitud que han sabido imprimir en sus seguidores hasta la actualidad.
Un Paso Adelante
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Eurythmics – Be Yourself Tonight (1985) [ Por Rodrigo Debernardis ]
Este disco fue, definitivamente, un paso adelante en la carrera de los Eurythmics. Si bien ya habían conocido el éxito con Sweet Dreams (Are Made Of This), de 1982, Be Yourself Tonight los posicionó entre los elegidos de la música pop de la época. No creo, como opinan algunos especialistas, que este álbum haya representado el pico comercial en la carrera del dúo británico. De hecho su siguiente trabajo (Revenge, de 1986) contuvo éxitos de mayor calibre como “Missionary Man”, “Thorn In My Side”, “When Tomorrow Comes”, entre otros; todas canciones que traspasaron la barrera del tiempo y hoy son clásicos. Sí es cierto que acá está el único hit en la historia de Eurythmics que llegó al puesto Nº1 en Inglaterra. Se trata del bellísimo “There Must Be An Angel (Playing With My Heart)”, una gran canción en la cual la capacidad vocal de Annie Lennox se destaca como en ningún otro tema del resto del álbum. Aparece como invitado aquí Stevie Wonder (ya una leyenda de época) para aportar un gran solo de armónica. Otra invitada de lujo que se suma es Aretha Franklin, quien junto a Lennox forman un dueto en “Sisters Are Doin It For Themselves” (04), dándole categoría y un toque de soul al disco. Otro punto bien alto es el track “Adrian” (06), una especie de folk-pop que tiene a otro gran invitado en los coros, el maestro Elvis Costello.
Pero el gran hallazgo de Be Yoursel Tonight es el track 08, “Here Comes That Sinking Feeling”, una feliz rareza que demuestra que Dave Stewart es un talentoso músico/productor, creando y mezclando capas y capas de sonidos y melodías para erigir un magnífico mural de sonido pop. El disco cierra con otra muestra de refinado y bien producido pop. “Better To Have Lost In Love (Than Never To Have Loved At All)”… (puff que son largos los títulos en este disco) pone el broche a un trabajo en el que conviven varios géneros. Soul, Synth-Pop e incluso Gospel, aparecen en una muestra que establece en Eurythmics a uno de los mejores ejemplos de cómo debía sonar el pop a mediados de los 80s y convierte, para los fans, a Be Yourself Tonight en un clásico. Yo no soy un fan. Es un buen disco.
Un Clásico de esa Época Laibach – Laibach (1985) por Erick R. Vieyra [ Por Erick R. Vieyra ]
Laibach es parte de los conjuntos que irremediablemente se asocian a los imaginarios del nacionalsocialismo, esto como efecto de la zona geográfica de donde proceden, el rescate de aspectos históricos relativos a la Segunda Guerra Mundial, así como por su indumentaria y su estilo musical, un estilo donde lo marcial tiene un papel más que evidente. En su primera década se mostró como un grupo cargado de ideología, incluso fue censurado y puesto en observación por parte de instituciones de seguridad en su país. Cuando aparece el disco homónimo, el cuarto de sus producciones oficiales después de pasar revista en tres compilados, el grupo se encontraba en medio de presiones producto de lo antes expuesto que se tradujeron en complicaciones para grabar en sellos que permitiesen una proyección amplia del grupo más allá de su localidad. Respecto al disco, se trata de una producción común en una banda de industrial de la época; experimen-
Nada… como Hihil KMFDM – Nihil (1995) [ Por Bernardo Jimenez Mesa ]
Escuchar Nihil, la obra icónica (en términos de popularidad, recepción, ventas, etc.) de KMFDM en el 2015 es otra historia. El álbum sí posee el sonido característico de una época, pero no ha envejecido de mala manera. Aún ocasiona en mi esa sensación de querer bailar y lanzarse a un pogo al mismo tiempo; y al dejarme seducir una vez más (no escuchaba Nihil hace muchos años) se hizo evidente la fortaleza de este album (y de KMFDM en general): la combinación de elemen-
tación, temas lúgubres, loops pesados, etc., aspectos que en esos días (1985) se encontraban en boga y que eran novedosos pero que hoy no despiertan demasiado interés dado que se abusó de la fórmula. A pesar de esto el disco pasó a la historia como uno de los clásicos dado que Laibach es hoy un conjunto respetado que, vale la pena señalarlo, emigró de esas tonalidades obscuras y densas a estilos más digeribles, más comerciales.
tos propios del dance y techno, el espiritu de las bandas de rock industrial de los 80s y 90s, los riffs del metal..Todo esto orientado a las pistas de baile. Esos coros femeninos, que aparecen de cuando en vez, son herencia de Manchester y The Hacienda; esos riffs le deben mucho al metal y hardcore británico y americano (desde DRI y Suicidal Tendecies hasta Slayer); mientras que la atmosfera en general no está nada lejos de las bandas junto a los mismos KMFDM definieron al rock industrial como género (Laibach, Ministry, My life with the thrill kill kult, Pigface, NIN). No esta de más hacer la salvedad que me refiero a Rock Industrial, no al movimiento Industrial per se (Throbbing Gristle, SPK, Neubaten) Nihil salió al mercado en Abril del 95, y fue en esos años, en la mitad de la década de los noventas, cuando el rock industrial y las bandas anteriormente mencionadas gozarón su mayor auge.
Este sonido fue imitado hasta el cansancio en todo el mundo. La cantidad de bandas ¨pesadas¨que corrían a comprarse un sampler es inmesurable, por eso hoy, 10 años después, disfruto este album porque esta firmado por KMFDM, porque fue realizado por la banda que junto a Nine Inch Nails tuvo más éxito y reconocimiento en esta escena, porque Nihil contiene uno de los clásicos de todo bar industrial que se respete (Juke Joint Jezebel), porque es un trabajo con cohesión y porque no fue culpa de, sino gracias a ellos que el género se hizo conocido y que fuera admirado e imitado descaradamente en todo el mundo. Decénas, sino cientos, de bandas quedaron en el camino...Muy pocas, como KMFDM pasaron a la historia... "Imitation is the sincerest form of flattery¨... dijo alguna vez Oscar Wilde.....
El Legado de Bela Lugosi White Zombie - Astro-Creep: 2000 – Songs of Love, Destruction and Other Synthetic Delusions of the Electric Head (1995) [ Por Diego Centurión ]
Estamos ante una joya de los años noventa en lo que se refiere al rock o metal alternativo, rock industrial (en el sentido más corporativo si se quiere). Y digo esto porque White Zombie tenía una reputación ganada en la escena del mundo alternativo, en gran parte por su anterior álbum “La Sexorcisto: Devil Music, Vol. 1” de 1992, que con el apoyo de la cadena MTV logró vender una muy buena cantidad de placas. Por el éxito obtenido y al estar en una multinacional (Geffen Records), la banda gozó de la posibilidad de tomarse el tiempo para la grabación y elegir bien con quien trabajar. El primer salto de calidad de este cuarto y último álbum, se nota en el cambio en la formación, ya no está Ivan DePrume, ahora está el ex Testament, John Tempesta y, con él, llega un virtuosismo y una solvencia que le aporta mucha más potencia y fuerza
a la base. Pero el bajo de Sean Yseult adquiere una enorme presencia en las canciones, y ni hablar en el cambio realizado por Jay Noel Yuenger en la guitarra, que se muestra como un extraordinario machaquero y un experto en la utilización del slide en sus bases, que le dan un grado de genialidad a las canciones. Pero no hay que olvidarse del cerebro y frontman Rob Zombie, quien adquiere una descollante presencia en la voz, logrando reinventarse en cada canción, mediante el excelente trabajo en es-
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tudio, ya que Rob nunca tuvo una gran voz y en directo deja bastante que desear. Pero hay dos puntos cruciales en este “Astro Creep: 2000” que lo hace brillante, uno es el aporte de Charlie Clouser en las programaciones y samplers, que potencia la compleja estructura sonora de White Zombie. Charlie pone al servicio de este gran álbum toda su experiencia adquirida en Nine Inch Nails, Marilyn Manson, entre otros, potenciando la “bizarra y clase B” cabeza de Mr. Zombie. Con programaciones de baterías, efectos y tramos de películas de los años 50 y 60’s. Pero el punto más importante para este “Astro Creep: 2000”, es la elección del productor Terry Dale, quien había trabajado con Pantera, Deftones y Soundgarden. Un trabajo excelente de Terry en la mezcla y la producción. Podría estar hablando y hablando de este álbum, ya que en el año de su lanzamiento me ha acompañado casi diariamente y con el paso del tiempo, no fue perdiendo su influjo sobre mí, aunque si la cantidad de escuchas. Así que mejor empecemos track por track. (Tal vez es mejor empezar desde el principio) frase que repetidamente abre el álbum… la ingeniería de Charlie Clouser empieza a hacer magia y se mantendrá a lo largo de todo el álbum. “Electric Head, Pt. 1 (The Agony)” el primer track y clásico de la banda, que abre luego de la frase repetida a puro machaque tajante y poderoso de Jay, el tremendo andar de Tempesta que energiza todo el track como una tempestad de ritmos seguros y poderosos. “Super-Charger Heaven”, otro letal y clásico ataque zombie. Vertiginosa y descollante solidez, si no cargas las pilas con esta canción estás en un ataúd en el cementerio. “Real Solution #9”, las secuencias son fabulosas y el riff corrosivo de Jay hace que el track no pierda solvencia, pero el sólido respaldo de Tempesta es tan contundente que en los versos, al quedar con la voz de Rob Zombie rapeando de manera corrosiva, hace que su ritmo sea demoledor, aunque sin cambios pero de manera acertada. “Creature of the Wheel”. Jay machaca a lo Diamond Darrell, y es que esta canción tiene una estructura panteresca. Dura, cruda y disonante. El
bajo de Sean siempre presente a la par del ritmo de John. “Electric Head, Pt. 2 (The Ecstasy)”, otro clásico, tal vez más festivo que los anteriores, el golpe logrado entre la guitarra, bajo y batería es un éxtasis. “Grease Paint and Monkey Brains”, el bajo de Sean es el gran protagonista de este track penteresco, se nota la mano de Terry en hacer que el sonido remita a “Vulgar Display of Power” (1992); la pared creada por el bajo en el track es inhumano. “I, Zombie”. Corrosiva y disonante canción. Los punzantes riffs y bases de Jay son demoledores. “More Human Than Human”, el hit de este gran disco. La guitarra de Jay me remite al Ministry de “Psalm 69” (1991), sobre todo el uso del slide como en "Jesus Built My Hotrod", pero acá, Yuenger utiliza todas sus posibilidades de manera excelente. “El Phantasmo and the Chicken-Run Blast-O-Rama”, otro track con un comienzo a lo Pantera, pero luego se convierte en una ácida canción con mucha secuencia y potentes riffs. Utilizando la estructura para el verso de secuencia de batería y el apoyo fundamental de John, con la distorsionada voz de Rob. “Blur the Technicolor”, nos acercamos al final del álbum, pero antes otro aguerrido track, con mucha intensidad en las guitarras. Último track, “Blood, Milk and Sky”, un ácido e hipnótico track, con secuencias orientales, pero con la base (guitarra, bajo y batería) ensambladas de manera perfecta. El track va avanzado con una voz de Rob casi hablando, y la banda se queda envuelto hacia el final en una rueda que nos va haciendo entrar en trance y luego el silencio… (tres minutos de silencio)… y de pronto un hidden track, que no es otra cosa que el mismo riff y la misma estructura sonora pero sin las secuencias y sin la voz. Este hidden track se editó como lado B del single “Super-Charger Heaven” y se lo nombró “Where The Sidewalk Ends, The Bug Parade Begins”. Sin lugar a dudas el mejor trabajo de los Zombis Blancos. Recuerdo que tengo un DVD en donde trae como extra bonus, la película de Bela Lugosi, “White Zombie”. Es un buen momento para verla por enésima, bah... ya no recuerdo cuantas veces la he visto.
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La Elegancia del Fin de una Era Peter Murphy – Cascade (1995) [ Por Daire Alujas ]
Algunos (muchos) discos tienen la virtud de trascender a su tiempo y nos permiten representar y revestir con su música nuestras estaciones y nuestros días. Otros discos en cambio, se apropian de nuestras estaciones y crean un imaginario sonoro/visual inevitable, que termina siéndonos obligatorio. A esos siempre retornamos. No nos pertenecen. A esos les pertenecemos. Tal vez sea el resultado de una búsqueda que ya no depende del hacerse de un espacio en la industria, ni de demostrar un talento y una identidad sonora propia más que comprobadas con vasta trayectoria, sino del apostar por profundizar en una idea, un concepto, un lugar sonoro y emocional y ver cómo funciona la propia voz en ese paisaje. Y si algo funciona en la carrera de Peter Murphy, es su voz. Con Cascade, Murphy se aleja definitivamente de la impronta estética de su pasado en Bauhaus, ese rock sombrío, contracturado y vibrante, presente aun en canciones como Low Room del anterior Holy Smoke (1992). Y se aleja casi completamente (a excepción de Disappearing, único tema compuesto íntegramente por PM), de la potencia y del exceso de groove de Deep (1990) y se queda con la vertiente más soft rock propia de incursiones tales como Hit Song (también de Holy Smoke), My Last Two Weeks y Time Has Got Nothing To Do With It (ambas de Love Hysteria, 1988). Tras haberse alejado cerca de tres años de la industria y haberse ido a vivir con su esposa a Turquía, haber explorado el sufismo y el Islam y quedar empapado del Medio Oriente, Peter Murphy decanta toda esa búsqueda y esa experiencia en el que podemos considerar el último gran álbum de toda su carrera. Con algunos cambios estructurales (ya no figura su banda The Hundred Men al completo, sino sólo Paul Statham, quien es el principal partner compositor e ideólogo, guitarrista, tecladista y programador), y una propuesta sonora más profunda que
incluyó mayor soporte electrónico, algo de worldmusic y un cuidado tratamiento del “ambient” (que incluso contó con los notables registros de Michael Brook y sus legendarias guitarras infinitas), elementos que lo hacen posicionarse en un universo de rica vanguardia y sofisticación, el entramado sonoro del disco ofrece un escenario y un contraste de lujo para una serie de canciones que de algún modo buscan en el lenguaje del pop la clave para exponer un estado espiritual y de consciencia tal vez más maduro, reflexivo, introspectivo, alejado del foco y el glamour gótico de los discos anteriores. En términos más simples, es Peter Murphy como explorando y hablando las lenguas de territorios sonoros en los que domina un Brian Eno o un Peter Gabriel. De hecho fue producido por Pascal Gabriel, un nombre que venía perfilándose ya en el mundo del pop, acreditado con nombres como Erasure, Debbie Harry, EMF, Inspiral Carpets. El aura de melancolía, exotismo y modernidad urbana, envuelta en teclados majestuosos, épicas texturas de guitarras y electrónica minimalista, sellada con la rica tonalidad vocal barítona, clásica de Murphy, hacen en conjunto un disco unido y cohesionado con sofisticación y elegancia. Cascade queda entonces como el registro épico final de una era de evolución como solista que aprendió a definir de varias formas la esencia oscura que define al cantante. Canciones como Subway, Mercy Rain y Huvola, quedan impregnadas en un imagi-
nario de melancolía oscura, que sin embargo portan mucha luz desde la búsqueda espiritual que abordan. I’ll Fall With Your Knife, una bella y simple canción construida sobre 4 acordes repetitivos, se alza como un pop algo meloso pero que suena demasiado creíble en la voz de Murphy. The Scarlet Thing In You por otro lado, single bastante cercano al estilo Echo & The Bunnymen, es la más “pista de baile” y popera del disco. Y por último Cascade, la canción homónima, cierra el álbum dejando atmósferas densas, secuencias muy del estilo de canciones de
Peter Gabriel y Michael Brook, enigmáticos cambios de intensidad que hacia el final crecen en amplitud de rango y elevan los delirios metafísicos de su lírica. Lo que seguirá después en la trayectoria del británico, serán sus exploraciones más profundas con la electrónica (Recall, 1998), y con la vertiente étnica, totalmente imbuida por su influencia de Oriente Medio y de la India (Dust, 2002), para después ya comenzar a buscarse a sí mismo y a reafirmar y renovar a su público sólo con lo ya hecho antes.
Acordes del más allá David Vaninan and the Phantom Chords – David Vanian and the Phantom Chords [ Por Max Wilda ]
Para finales de los 80s Dave y Roman (Jugg), cansados de los Damned, comenzaron un segundo proyecto llamado The Pantom Chords. Aquí no sólo podrían tocar los temas que tanto les gustaban y que en ocasiones ya había presentado en vivo, sino que también podrían componer bajo el velo de un estilo que mezclaría su admiración por el rockabilly, psychobilly y garage de antaño con un tinte oscuro, más actual y acorde con la época post-punk. Para encarar este pequeño viaje que emula un recorrido oscuro por bares biker de la ruta 66, me serviré un Boilermaker (una pinta de scotch ale y un shot de bourbon). Voodoo Doll me introduce lentamente en ese mundo oscuro, reverberantes acordes, la voz de David hipnotiza y maneja cual agujas clavadas en puntos exactos… bajo y órgano cierran la puerta para no dejarme salir hasta el final. Casi como Screamin' Kid necesito más Jack para saciar mi sed, psychobilly puro. Big Town, una casi balada que deja ver el creciente costado oscuro de David (bien contemporáneo) deja lugar para el primer cover: This House Is Haunted, un clásico de finales de los 50s, amado por artistas de todas las épocas, pero aquí bajado en su intensidad para lograr perfectamente la tonalidad de este disco. You and I y Whiskey and Me, también covers, me demuestra que the man in drac, es ca-
paz de cantar y encantar, junto con una banda que crea un clima perfecto para que me quede solo con mi bourbon y deje un poco de lado al refresco espumante. Con muchísimo swing, al son de “fire!” (casi como Arthur Brown y su loco mundo), bailo como un “Tarantínico” y desmejorado Travolta a Fever in My Blood que casi descontrola con Frenzy (otro cover), me imagino a Vanian como Marty McFLy frente a un público desconcertado… así se hace un cover (maldito y sexy Jack Daniels). Nada puede fallar si se escucha Shooting Jones (Blue Eyes, Black Heart) y hay tres en una habitación (lo dejo a la imaginación). Jezebel no será el último cover, junto con Johnny Guitar cerrarán este mini viaje en el tiempo elegido y oscurecido a la perfección, tremolo, reverb, profundidad vocal. Quedan todavía tres originales Tonight
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We Ride, Chase the Wild Wind y Swamp Thing, perfectos para ser mezclados con algún comic (verdadera expresión plástica de la cultura pop “Americana”) como Ghost Rider (sugerencia) o con imágenes salidas de la cabeza de Rob Zombie faceta cineasta. Toda la lírica es correcta y acorde, inclusive seria, teniendo en cuenta el estilo. Este disco sigue siendo tan atemporal como en el momento en que fue editado, tal como el Boilermaker, se puede tomar junto o por separado, una exquisita emulación de lo que posiblemente fue un fetiche musical para la banda, o el surgimien-
to de una mezcla de doble identidad que marcaría un rumbo para muchos (Melancoholicos por ejemplo, sin ánimos de hacer propaganda). Es peculiar como no solamente The Damned, sino muchos otros (aunque renieguen de ello, ver nota a Roman Jugg), evolucionaron de la cruda estructura punk a formas más elásticas musicalmente sin que les temblara muñeca y este disco es un claro ejemplo, pero esa discusión es otra historia. Por mi parte recargo líquidos y me subo a dar una nueva vuelta por este disco, que a mi gusto, es una de las obras tope de Vanian. ¡Salud!
Balance dentro del Caos Aphex Twin - I care because you do (1995) [ Por Gabriel Rojo ]
Pocos nombres dentro de la Música Electrónica son tan venerados como el de Aphex Twin, seudónimo del británico Richard D. James. Gracias a esto, hoy día James puede permitirse editar proyectos de dudosa intención (como el reciente EP Computer Controlled Acoustic Instruments pt.2) y aun así lograr recibir una aceptación prácticamente universal. Pero en 1995, James estaba en la cima, consolidando el nombre de Aphex Twin con una serie de lanzamientos relevantes. I Care Because You Do es el disco que siguió a la dupla de Selected Ambient Works con las que el músico pasó a la prominencia, y marca una progresión natural desde los mismos, siendo algo menos accesible que el primero pero más anclado a la tierra que la abstracción pura del segundo. Es en este tercer álbum donde también empieza a desarrollar un sonido más estridente que luego lo identificaría en gran medida, aunque sin llevarlo a extremos aun. I Care Because You Do contiene todos los ingredientes de la música de calidad: algo de frescura (“Next Heap With” e “Icct Hedral” se acercan más a la Música Clásica Contemporánea que a la Electrónica – de hecho, Philip Glass luego realizó una versión orquestal de la última,) algo de incertidumbre (al empezar a escuchar la apertura “Acrid Avid Sham Shred”,
uno no sabe si será agresiva u apacible – luego termina siendo ambas cosas,) algo de belleza (“Mookid” fluye con una gracia Ambient exquisita,) algo de peligro (“Ventolin” casi podría usarse como arma de destrucción masiva) y algo de gloria (incluso a los atronadores beats de “Wax the Nip” se les superpone una trascendental melodía de cuerdas sintetizadas.) Comparado con lanzamientos posteriores del artista como Drukqs (2001), el disco cuenta con dos claras ventajas. Primero, la secuencia de los temas es fluida y coherente, empezando con temas más accesibles, pasando por una sección más estridente y ominosa, y terminando nuevamente con piezas de corte más melódico. Segundo, las composiciones cuentan con títulos mayormente reales, destacando
“Start As You Mean to Go On” y el apropiado “Come On You Slags.” Si bien otros son menos afortunados (la complejamente bella “Alberto Balsam” tiene el honor de acarrear el nombre de un producto capilar británico,) siguen superando infinitamente a la reciente tendencia de James de simplemente dejar
los nombres tentativos de los demos (se hace difícil identificar un tema “titulado”, por poner un ejemplo, “fz pseudotimestretch+e+3 [138.85]") En resumen, un lanzamiento sólido de un interesante, aunque algo malévolo, referente de la Música Electrónica.
Y los Durmientes Continúan Sonámbulos And The Ambulance Died In His Arms” (2005) [ Por Alejandro Cenizacromada ]
Ahora el soñador continúa soñando “El soñador está sonámbulo Un sonámbulo en una ambulancia Orinar a un sonámbulo Besar a un sonámbulo en una ambulancia Asesino en una ambulancia Entonces mato a mi doctor y digo Psíquico: sánate a ti mismo. Silencio, ¿puedo pedir vuestro silencio? El soñador continúa durmiendo ¿Puede la divinidad mantenernos de visiones elementales Y un hermoso sueño?…” The dreamer is still asleep The somnambulist in an ambulance
Este resulta ser un disco muy especial por dos razones: una es porque bien podría formar parte de esa serie de alucinados álbumes en vivo llamados escuetamente “Live I, II, II & IV” que publicó Coil en 2003. Dos, porque parafraseando lo que alguien escribió: “la música de Coil se convierte en antídoto cuando las personas se convierten en veneno”. “…And the ambulance died in his arms” fue un álbum grabado en un show en el club All tomorrow´s parties el 4 de Abril de 2003. Un año y me-
dio antes de la muerte trágica de ese gran visionario, ese adorable hereje que gustaba de crear, asesinar, diseccionar y volver a resucitar sus propios dioses y demonios, el señor: John Balance. De hecho el premonitorio título del disco “And the ambulance died in his arms” es un título que el mismo eligió. Recordemos que su fallecimiento se dio porque estando bajo fuertes efectos del alcohol cayó del balcón de su casa en Noviembre 13 de 2004. Peter “Sleazy” Christoperson su compañero, falleció en Bangkok en Noviembre de 2010. Es importante volver a mencionar (ya escribí sobre Coil en algún número anterior de The 13th) el hecho de las inquietudes que tuvieron con el desarrollo de su música electrónica. Las teorías matemáticas sobre la elaboración de frecuencias eléctricas aplicadas a los sintetizadores y su relación con el cerebro. El experimentar con el estado alterado de conciencia en ellos mismos y en los oyentes. La obsesión por la potenciación de la energía sexual (algo también explorado por bandas como Sleep Chamber). El estudio del esoterismo en sus temas, e incluso
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las épocas del año en las cuales era propicio grabar y en cuales no. Este disco fue el segundo álbum póstumo después de Ape of Naples (este humilde servidor también recomienda escucharlo con saña). Ambos materiales fueron lanzados el mismo año (2005). Debo confesarlo, el arte de la tapa no es de mis favoritos, es una imagen de Balance en vivo con micrófono en mano; pero aquí lo vemos en una postura ensimismada y bohemia. Yo lo prefiero en esas fotografías de conciertos donde luce enigmático, algo lunático y altivo, como el sumo sacerdote que era, dispuesto a sumergirnos en ese ritual de la espiral. Nos encontramos con cinco cortes que destilan ambient experimental al 110%, añadiendo a los sintetizadores analógicos, programaciones y frecuencias instrumentos como la marimba. Coil gustaba de experimentar con instrumento exóticos en sus performances. Un ejemplo es el Hurdy Gurdy, instrumento de origen medieval que funciona girando una manivela, y su sonido es semejante al de una gaita (los magníficos Dead can dance también lo suelen usar). La misma gaita también era interpretada en los conciertos de Coil que terminaban convertidos en una extraña comunión esotérica. Aquí es la marimba, pero como todo en la espiral, es interpretado de manera ajena a su entorno natural, en pro de la búsqueda sonora, de un salto al vacío sin medir consecuencias. Triple sun (Introduction) es la entrada. Con una melodía hipnótica y crepuscular prepara al oyente al viaje propuesto por Coil. Sutiles Drones se abren paso dando un aire espacial a la composición como
La Forma de la Materia Futurista VNV Nation – Matter + Form (2005) [ Por Diego Centurión ]
Quinto álbum de la banda inglesa que acuñó el nombre de Futurepop. Un trabajo que expande el cambio sonoro iniciado en su anterior álbum
abriendo un portal dimensional. Me traen a la mente los grillos grabados en las pirámides de Chichen Itza para la canción Ostia del Horse Rotorvator de 1986. Snow falls into military temples hace su entrada con nocturnos ambientes acentuados, sonidos rituales de metales y una voz onomatopéyica por parte de John Balance. Música para destruir ángeles. A slip in the Marylebone road mantiene esa tensión y es una canción que John Balance escribió por un preciado cuaderno de notas que tenía y perdió tras un asalto. Mantiene ese toque mántrico y se le añade un fuerte componente étnico, los sintes y programaciones cobran más fuerza, se hacen envolventes y profundos, al final el corte de una manera elegante explota con un sampler de un cantico étnico pasado por las máquinas. Mi tema favorito de la placa. Triple sons and the one that you bury parte de la secuencia del primer tema (Triple sun) se le añaden líricas y se hace más ambiental; esta base con el tiempo Sleazy la trabajaría en el estudio tras la muerte de Balance y haría parte del magno Ape of Naples bajo el título de Triple sun. Para finalizar un tema que parte totalmente de la libre experimentación un corte titulado The dreamer is still asleep/ The somnanbulist in an ambulance, y el cual termina a mi modo de sentir como la razón del disco, con Balance arrojándose sobre un cúmulo de cuestionamientos delirantes. La versión en estudio se puede escuchar en el álbum Musick to play in the dark Vol 1. Para finalizar la parte de masterización del disco fue realizado por Thighpaulsandra un polifacético artista que hizo parte importante en muchas grabaciones y conciertos dados por Coil. Durmientes eternos….
Futureperfect del 2002. En donde se alejaban un poco del EBM y se acercaban más al Synthpop, con cuotas de trance y paisajes neoclásicos instrumentales. Este nuevo trabajo trae todo eso y más, trae mejores canciones y un sonido más duro. “Intro” abre de manera sombría y lúgubre el álbum, pero el único single de este trabajo nos pone enseguida en situación, ¡A esto vinimos! “Chrome” es una excelente canción que nos advierte que encontramos lo que vinimos a buscar. Ritmos fuertes, secuencias justas e intensas y una voz limpia de
efectos… la pista de baile nos espera. “Arena”, con un comienzo oscuro y tranquilo deja crecer a una extraordinaria canción que tiene un tratamiento sonoro impecable, rítmica y que nos va llevando hacia un nuevo track de la mejor manera, moviendo el pie marcando las negras. “Colours of Rain” es una bellísima pieza de piano, que rompe con todo el ritmo que traíamos; melancólica e introspectiva melodía apoyada de manera fantástica por unos sintes de cuerdas que emocionan. “Strata” rompe la melancolía y nos atraviesa con un ritmo trance que nos devuelve a la pista de manera fantástica. “Interceptor” hace que la brecha trance instrumental se alargue, cyberindustrial. “Entropy”, bajamos la adrenalina trance y todo se oscurece, el aire se vuelve denso y de la oscuridad aparece la voz de Ronan Harris como alertándonos de algo que está por suceder… y aparece el ritmo acompañado por unas secuencias tremendas. Enérgico y sólido, contundente ritmo. Una de mis favoritas del álbum. “Endless Skies”, mágica canción que rompe con todo con todo lo escuchado hasta ahora en este álbum. Ensoñadora, encantadora, delicada, cuidada y preciosa. Bella y casi dreampop (me atrevería a decir). Un perla en este álbum. “Homeward” es una gran canción que le devuelve el ritmo a “Matter + Form”. Sólidas secuencias y un buen ritmo, con un hit perfecto, que marcan el pulso de esta muy buena canción synthpop que, por momentos, se asemeja a los De/Vision. Exquisito, bailable, prolijo y claro sentido del orden electro. “Lightwave”, sube la intensidad y regresamos al trance, con un ritmo soberbio y duro, con syntes fuertes y un andar potente y enérgico, por momentos prodigiano. Ideal para raves con muchas
La odisea de llegar a fin de mes Fantômas - “Suspended Animation” (2005) [ Por Pablo Ravale ]
Hablar de una banda como Fantômas nunca es fácil, más encontrar las palabras para hablar de su
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luces y flashes. “Perpetual” es la canción que cierra este trabajo. Y VNV Nation lo hace con una magnífica canción, otra de mis preferidas. Sólida y arquitectónica estructura, sin fisuras y con un ritmo sostenido. Aparentemente monótona pero los syntes son elípticos y geniales. A medida que avanza el track nos vamos introduciendo y quedando atrapado en la curvatura de las secuencias, que van rodeando de manera casi hipnótica toda la sonoridad de la canción. Simplemente genial. “Matter + Form” es, para mí, uno de los mejores trabajos de VNV Nation, sólido, variado, contundente cuando tiene que serlo y el tracklist está armado de manera excelente, dejándonos espacios para el descanso y agitándonos cuando se lo propone. Un trabajo que de principio a fin delinea un trabajo fundamental dentro de Synthpop o el Futurepop.
música es algo prácticamente imposible, puesto que su sonido es de una naturaleza indescriptible. Aún recuerdo la primera vez que me tope con su obra maestra “The Director's Cut” y el cómo aluciné por lo extravagante y extasiante de la experiencia, fue como amor a primera escucha... Empero, si “The Director's Cut” era algo inigualable, la verdadera prueba de fuego vino cuando escuche sus otros trabajos de estudio, “Fantômas” (también conocido como “Amenaza Al Mundo”) y
“Delirium Cordia”, discos cuyo material era totalmente original y distintos entre ellos, y pobre de mí que había pensado que “The Director's Cut” era el pináculo de su desquiciada y demencial creatividad. Así las cosas, para 2005 publicaban “Suspended Animation”, pero, ¿por dónde empezar para describir una obra de estas características? Un buen indicio quizás pueda ser esa portada colorida y hasta infantil. Aunque, si ya la misma refleja todo un collage estrambótico -con dibujos que bien podrían ser los que cualquiera haría en sus días de jardín de infantes-, la música aquí registrada, por consiguiente, no será otra más que un compendio abstracto y desopilante con momentos tan de brillantes como asesinos. Gritos desgarradores, silencios incómodos, vocecitas de personajes de caricaturas, música de video-juegos, sonidos de teléfonos celulares, campanas, todo ello arrojado en esta auténtica licuadora de heavy metal (no se olviden que entre sus filas estaban Mike Patton de Faith No More y Mr Bungle, Buzz Osbourne de los Melvins, Trevor Dunn de Mr Bungle, y Dave Lombardo de Slayer) y mezclado de manera meticulosa y dispar, haciendo del invento algo interesante, sí, pero por sobre todo, una vivencia de manicomio. Como decía anteriormente, el álbum tiene sus momentos brillantes, aunque destacarlos es un poco difícil, ya que suelen sucederse en momentos aislados del disco debido a que la música no sigue ningún patrón en concreto (avant-garde en su máxima expresión, damas y caballeros). Otra de las curiosidades del álbum es que los nombres de las canciones responden a los treinta días
La Mutilación de los Amantes The Residents - Animal Lover (2005) [ Por Alejandro Cenizacromada ]
Uno observa el arte de la tapa y el nombre “Animal lover” de The Residents y claramente percibe la burla a esos avisos de revistas o productos que hacen
del mes de abril del año 2005. “¿Y qué cuernos significará eso?”, puede que se pregunten algunos, no obstante si uno se pone a pensar con algo de lógica (¿existe la lógica en el universo de Fantômas?), la respuesta puede que esté en una cosa no tan complicada como parece: el mes contemplado en el tracklist responde al mismo mes en que salió dicho álbum, ya que se ve que el bueno de Mike Patton no se quiso rebanar el cerebro pensando en nombres para las canciones, de manera que así a cada canción le asigno un día de dicho mes. ¿Obra de arte o tomada de pelo? La respuesta queda picando a consideración de cada uno de los oyentes. Porque, ¿qué es, después de todo, “Suspended Animation” sino un disco para todos los gustos o para todos los días?
referencia a esa animalización del erotismo, a esos anuncios que nos venden la idea errónea del amante perfecto estereotipado. Al menos es la primera impresión que me da al observar el arte principal con las grotescas fotografías de lo que parecen ser miembros desnudos de la banda, con cabezas de insectos. Pero la versión de los propios artistas, es que este es el retrato de la vida humana visto por los ojos de diferentes animales. Vivimos en una época en la cual la arrogancia del hombre, creyéndose la especie superior va de manera ciega a la decadencia
destruyendo el preciado equilibrio de la naturaleza. Entonces los animales nos observan con cierta lástima y relatan a su manera la descripción de nuestro ocaso, obviamente con ese caustico humor que caracteriza a The Residents. Pero aquí los chistes se toman en serio. Este disco lanzado hace 10 años logra mantenerse fiel a ese sonido deforme que los ha hecho famosos; pero también bebe de sonidos ajenos al estilo del grupo para mantenerse frescos en su propuesta. Hay guiños a discos clásicos de los residentes como Duck stab (1978). Un ejemplo claro es el inicio del disco en el tema “On the way”, que viene siendo la introducción a la obra, con esas perversas voces distorsionadas que recuerdan temas como Constantinople; pero con la novedad de que a medida que avanza la pieza, empiezan a aparecer nuevos elementos que juegan distinto con su acostumbrada atonalidad. Instrumentos de cuerda e impecables programaciones electrónicas texturizadas empiezan a hacer presencia provocando que el oyente frunza el entrecejo por momentos. A partir del tema “Mr Bee bumble”, el disco despega a otra dimensión y los maestros empiezan a tomar nota de sus alumnos más aventajados. Un loop empieza a reptar y envolver de ambientes nocturnos y densos la obra al mejor estilo Coil. Con “Inner space” empieza a percibirse una aura de desolación a partir de programaciones electrónicas realizadas con guantes de seda y rematando con la angelical voz de Isabelle Barbier, misteriosa cantante que ha colaborado con los residentes desde 1994. La cosa empieza a oscurecerse cada vez más pero se va desarrollando de manera progresiva, más heridas, más matices, más aristas. Este álbum “Animal lover” me hace acordar en determinados pasajes las atmósferas de discos como “Perdition city” de los noruegos Ulver, una banda que obviamente no está emparentada a la concepción mutante de los residentes, pero tan rica en esos pequeños detalles que en mi caso no puedo evitar tal comparación. Una armónica estremecedora se abre paso cabalgando sobre una claustrofóbica melodía de teclado en “My window”. Un cello abre el tema instrumental “Ingrid’s oily tail”, elegantes pads dan paso a un solo de trompeta que termina en un interesante dialogo con la slide guitar. En “Mother no more”, la guitarra y el juego de voces femeninas me
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hacen acordar de ese gran acto que tuvo el sello Mute records en los 90: Miranda sex garden. Sé que para muchos no es grato eso de hacer comparaciones, pero cuando un solo disco nos remite a diferentes sonidos y texturas es porque es muy bueno. De alguna manera el álbum ha ido adquiriendo cierta dosis de oscura ternura, tal vez podría tratarse de otro tipo de pasión animal. La ternura a veces desborda más que el mismo deseo (a mi me suele pasar). Una especie de banjo es la introducción a otro tema instrumental llamado “Dreaming of an anthill” y da paso a una onírica armonía de guitarra. A partir del tema “The elmer’song“ y hasta el final con “Burn my bones” la banda recurre a temas principalmente vocales cargados de una fuerte dosis de siniestrismo sin perder el intimismo y la delicadeza, “Monkey man” puede ser un buen ejemplo. Existen versiones limitadas de este álbum que contienen un CD Extra, con 6 temas cuyo título es: I Stood At My Window Staring At An Arcing Streetlight. A Sudden Wind Made Me Pull My Shoulders To My Ears. I Pissed Into The Dark. It Smelled Like Canned Tuna. My Swollen Lip Throbbed. I Could Still Taste The Blood. My Eyes Rolled Back Looking For Memories. I Stopped. I Was Changing Details In My Mind, Remembering Only What I Wanted It To Be, Not What It Was. I Had Only A Short Time To Do What Had To Be Done. After That It Would All Be Forever Absorbed By My Imaginary Jack.
La traducción sería: “Me quedé en mi ventana mirando a una farola de arco .Un repentino viento hizo que pusiera mis hombros sobre mis oídos. Me molestó en la oscuridad. Olía como el atún en conserva .Mi labio hinchado palpitaba .Todavía podía probar la sangre. Mis ojos se pusieron en busca de recuerdos. Me detuve. Estaba cambiando detalles en mi mente, recordando sólo lo que yo quería que fuera, no lo era.Yo tenía muy poco tiempo para hacer lo que había que hacer, después de que todo iba a ser absorbido por siempre por mi imaginario Jack”.
Coloquialmente el título del mini álbum se conoce con el nombre de “Imaginary Jack”. Este CD maneja el mismo concepto de montaña rusa sónica de “Animal Lover”, como la imaginería alucinada de un Lewis Carroll y que cuenta con una producción impecable. Imaginary Jack termina siendo un delicioso postre para rematar esta gran obra de los residentes que personalmente catalogaría como de mis favoritos dentro de la banda. Como será Animal lover de tremendo, que en 2008 estos eternos antihéroes del rock terminaron editando una versión instrumental del mismo álbum. Sensualidad mutante a flor de piel.
La Sensación del Deber Cumplido Garbage – Bleed Like Me (2005) [ Por Rodrigo Debernardis ]
Garbage es una banda que no defrauda. Sus discos, en mayor o menor medida, suenan generalmente como uno espera que suenen. Esto, sin llegar a ser una crítica, tampoco es un halago. Lo previsible en la música no siempre está bueno, porque puede tomarse como estancamiento. Bleed Like Me, 4to disco del grupo, es un trabajo en el que la banda, luego de algunos problemas internos durante la grabación que incluso hicieron tambalear la continuidad del grupo, emerge con un sonido bastante más rockero y oscuro que el de sus antecesores; pero así y todo no deja de parecernos un disco de segunda mitad de los 90s, cuando el post-grunge daba paso a bandas como Smashing Pumpkins, Stone Temple Pilots o a los propios Garbage. Es decir, no hoy evolución, no hay sorpresa. Shirley Manson y cía. suenan igual que hace 10 años. Lo que sí hay en este trabajo son (algunas) buenas canciones. El álbum abre con el poderoso “Bad Boyfriend”, track en el que Dave Grohl (Foo Fighters) se sienta a la batería como invitado y aporta su habitual cuota de energía extrema.
Se destacan también “Run Baby Run” (02) y “Why Do Yo Love Me” (04), tracks en los que la dirección rockera antes mencionada se hace evidente. “Bleed Like Me” (05) le da nombre y un poco de textura “alternativa” al disco, así como la bellísima balada “Its All Over But The Crying” (08) aporta la cuota romántica. El álbum cierra con la oscura “Happy Home” y deja la sensación del deber cumplido. En definitiva, si te gusta Garbage, Bleed Like Me es un disco que te va a gustar. Tiene muy buenas canciones con el sello de la banda Muchas veces (como en este caso) con eso alcanza. Pero no está mal pedir de vez en cuando un poco más…
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[ Entrevista a Glen Johnson por Piano Magic – Disaffected por Diego Centurión Traducción: Bernardo Jimenez Mesa ]
YO LO VEO COMO UN ÁLBUM POP Siempre en Revista The 13th tratamos de rescatar aquellos discos que nos gustan y que conmemoran décadas de su lanzamiento. Siempre queremos tener una entrevista a algún artista involucrado en algunos de estos álbumes, que en cada número de nuestra sección “Pura Melomanía”, recordamos y aquellos que no lo conozcan, tengan la oportunidad de abrir la puerta a ese álbum. Hoy tenemos a Glen Johnson, quien nos abre el mundo de “Piano Magic – Disaffected”.
Hola Glen, antes de comenzar te quiero agradecer por el tiempo que nos das para hacerte estas preguntas. Octavo álbum de Piano Magic. ¿Cómo llega la banda para la grabación de este trabajo? Hasta donde puedo recordar, estábamos en un punto donde nos encontrábamos experimentando mucho sónicamente y en general disfrutando el tocar en vivo y andar de gira. Así que intentamos hacer un álbum que no solo sonara bien en tu equipo sino que funcionara igualmente bien en un gran escenario, como el de un festival. En Disaffected se profundiza el cambio sonoro que se inició en el EP “Open Cast Heart”. ¿Se puede decir que este nuevo manejo de la electrónica modificó las posibilidades de escribir canciones? Piano Magic comenzó como un proyecto electrónico en 1996 y la mayoría de nuestros álbumes tenían algún tipo de elemento de producción electrónica,
pero creo que esta fue la primera vez que empezamos a pensar en combinar secuenciadores y máquinas de ritmo. En algunos momentos hay ciertos elementos de New Order en Disaffected y siendo nosotros fans de New Order, lo mismo que Gareth Parton, nuestro productor, logramos un matrimonio cohesivo entre las guitarras y la electrónica. ¿Qué le aportó al sonido de Piano Magic el ingreso de Cedric Pin? Bueno, Cedric añadió dos elementos claves para Piano Magic. Una fue que él está muy del lado de las cosas de la electrónica, pero de una manera mucho más melódico que ninguno de nosotros había estado previamente. Él tiene una predilección por el sonido de ese temprano 80 Factory Records, que nos gustó mucho. Pero también, nos gustó mucho Cedric como persona (y todavía lo hacen!) Así que gira y tocar con él siempre fue muy divertido. Él en realidad se unió a la banda recientemente para trabajar en nuestro próximo disco.
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Si bien Disaffected es un álbum ecléctico, con variadas texturas, no deja de tener esa cuota de nocturnidad y belleza invernal. Si tuvieras que definir el sentimiento que te produce de este álbum ¿Cuál sería? Yo lo veo como un álbum pop. Probablemente sea el álbum pop de Piano Magic. Es ecléctico pero melódico. Recuerdo cuando salió el estar muy sorprendidos por la respuesta que tuvo, especialmente en Francia e Italia. Nos dijeron que habíamos hecho nuestro mejor álbum, independientemente de si éramos o no conscientes de ello. ¿Cómo fue el proceso de escritura de las canciones? ¿Y cómo fue el proceso de grabación? Me parece recordar que solíamos escribir en grupos de 2 o 3 máximo. Muy rara vez la banda completa. “Theory Of Ghosts” es el resultado de Jerome grabando a Franck tocar la guitarra, y después partir las ondas grabadas, casi como un poema Dadá y después me lo entrego para que yo le pusiera letra. "Disaffected" y "Deleted Scenes" fueron escritas en mi guitarra y después trasladadas por Cedric a un arreglo más electrónico. “The Nostalgist” debía, supuestamente hacer referencia a Disco Inferno. Esas grabaciones fueron hechas a la vez en el The Fortress Studio en Londres a cargo de Gareth Parton, quien realizo muchas mezclas en vivo (experimentando en la consola como Arthur Baker. The Fortress Studio (en Old Street, Londres) fue como un segundo hogar para nosotros en aquella época (allí ensayábamos y grabábamos también). Es un complejo industrial muy grande, algo venido a menos, donde la consola tenía clips para no desarmarse y muchas veces había que arreglar los equipos antes de poder usarlos. Hay una idea muy romántica del arte necesitar cierto nivel de lucha, pero honestamente, yo preferiría que no fuera así. Entre mis gustos “Disaffected” y “Ovations” son mis preferidos de Piano Magic. ¿Dónde sitúas a este trabajo entre los tuyos? 'Life Has Not Finished With Me Yet' es la grabación de Piano Magic que suena mejor. Suena particularmente bien en vinilo. Creo que fue la primera vez que usamos el recurso del espacio de la manera correcta. Hasta dicho punto, probablemente estábamos atiborrando el espacio con guitarras. Pero
si, "Low Birth Weight", "Disaffected", "Ovations" y 'Life Has Not Finished With Me Yet" son probablemente mis predilectos. Me gustaría que track por track, nos cuentes algo sobre cada canción. You Can Hear The Room Siempre disfruto tocar este en vivo, aunque es en esencia un solo acorde con muchas dinámicas. Love & Music. Una de las canciones más sencillas que hemos escrito. Había una versión mucho más larga e improvisada, que a mí personalmente me sonaba a The Wake (una banda de Factory Records de principios de los 80s), pero al final nunca la grabamos. Night Of The Hunter No se la verdad si la gente entiende esta canción. Se trata de matar aquellos que matan animales, es una de mis fantasías. Disaffected. Probablemente una de las canciones pop más coherentes alguna vez escrita por nosotros, hasta aquel entonces. Mucha gente se identifica con la letra, en particular con esa línea que dice “cuadra el reloj de acuerdo a tu corazón, el trabajo esta supervalorado y te matara” Theory Of Ghosts Me encanta la producción de este tema. Franck y Jerome hicieron un trabajo fantástico pero creo que mis letras fueron algo inmaduras. He crecido mucho desde entonces. Your Ghost Nuestra segunda canción con John Grant quien había sido presentado a nosotros por Simon Raymonde (Cocteau Twins, This Mortal Coil, Bella Union). La verdad es que nunca me gustó mucho su vieja banda (The Czars), pero me gustaba la voz de John y él como persona. El canto un par de canciones nuestras y ¡le pagamos como 200 libras en aquel entonces! La verdad dudo que pudiéramos tenerlo de nuevo ¡por esa cifra ahora! Me alegra mucho las cosas se hayan dado tan bien para él últimamente. Él es de verdad uno de los mejores cantantes, y una gran persona.
I Must Leave London Lo que sucede es que....nunca lo hice (dejar Londres), estoy aun aquí en Londres, y aún continúa abriendo un hueco en mí. Robert Elms, quien es mencionado en la canción tenía un show en radio que hablaba de cuan grandiosa es Londres. Me molestaba mucho como engrandecía y elogiaba todas las dificultades que tenemos aquí -el ruido, la polución, la sobre-población, el costo de vida, etc- Si no tienes mucha suerte este es un lugar increíblemente hostil. Deleted Scenes Recuerdo un comentario en YouTube, de un profesor de música, diciendo que sus alumnos podrían hacerlo mejor. Me pregunto si alguna vez lo hicieron… The Nostalgist Siento como si fuera un momento de Disco Inferno, pero es más un tema donde todas nuestras influencias confluyen - DI, Dead Can Dance, New Order, Durutti Column -. Tiene muy buenas líneas, particularmente -todas las chicas están encuadradas en el orden en que llegaron--- A mi ex-novia le molestaba cuando yo cantaba eso. Jacknifed Grandiosa para ser interpretada en vivo. No puedo decir mucho más que eso. You Can Never Get Lost (When You've Nowhere To Go) Uno de nuestros 3 mejores temas, creo. Una vez lo tocamos en un recital en España y una chica vino sólo para vernos tocar este tema, y nosotros no lo tocamos. Afuera, ella estaba en lágrimas, así que lo tocamos para ella en la calle. Significa mucho, al parecer, para muchas personas y eso era todo lo que queríamos, tocar la sensibilidad de la gente. La versión para USA Deleted Scenes (Extended Mix) En mi mente... y Arthur Baker experimentando en la consola... Fue algo muy divertido para mí y para Cedric, quien jugaba con máquinas de ritmo y efec-
to para la voz. A diez años de su publicación, ¿qué sentimiento te provoca escuchar “Disaffected”? Muy buena, ciertamente. Yo remezclaría “Your Ghost” y “Love & Music”, pero el resto del álbum es sólido. Volviendo al presente y al futuro, vi que habrá un último álbum en el 2016. Cuéntanos acerca de eso. El título provisional era "Closure" Después "After 'Life Has Not Finished With Me Yet". Yo pensaba en verdad que deberíamos colgar las guitarras y ponerle un fin a esto, pero desde ese momento hasta ahora, creo que no era el álbum que nos invitaba a finalizar nuestra carrera. Así que intentaremos escribir uno mejor. Puede que no lo consigamos, pero creo que dejamos un legado muy fuerte, aun si no conseguimos superarlo. Piano Magic cumplirá 20 años de vida, ¿será el año del final? Sera definitivamente el álbum final. Si tocamos o no conciertos del 2016 en adelante, no lo sé. Hemos echado raíces en otras vidas, por lo tanto será difícil poder funcionar como banda de nuevo, pero vamos a intentarlo. Y para cerrar esta entrevista y agradeciéndote la predisposición para darnos las respuestas. ¿Qué podemos esperar de Glen Johnson en este 2015? Estoy trabajando en muchos proyectos en este momento. Un álbum de colaboración entre Cedric, otro con artista visual de Macedonia (Kristina Pulejkova), el nuevo álbum de Piano Magic y trabajando en varios álbumes muy interesantes para mi sello, Second Language, dentro de los cuales destaco el de una joven Italiano que vive en Londres (Tullia Benedicta). Creo que los fans de Piano Magic van a apreciarlo. ¡¡¡Gracias Glen!!! Gracias Diego Glen Johnson Piano Magic
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RESCATE CINÉFILO
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DE LA EXHUBERANCIA AL FORMALISMO Un Dossier sobre Paul Thomas Anderson
Director camaleónico perteneciente a la camada de nuevos directores de la década del 90, Paul Thomas Anderson pudo encontrarse un lugar en la industria cinematográfica después de intentar estudiar cine pero finalmente habiendo abandonando el aula. Con el tiempo supo construir una vorágine visual, muchas veces relacionado con el cine de Scorsese, y poco a poco supo despegarse del posible encasillamiento. Marcó con cada trabajo la diversidad de narrativa visual y, gustando y disgustando por igual se labró un nombre que hoy en día, para los amantes del séptimo arte es difícil ignora. Con el estreno de Inherent Vice optamos por hacer un repaso por su carrera. Nuestro amor y odio hacia él queda expresado en el siguiente dossier.
Érase una vez en Las Vegas [ Por Nicolás Ponisio ]
Paul Thomas Anderson hoy en día es uno de los nombres más respetados del séptimo arte. Perteneciente a la generación de cineastas instruidos mayormente por su consumo cinéfilo en videoclubes (como Quentin Tarantino y Kevin Smith, entre otros), tomaría su práctica en cortometrajes dándole a su ópera prima el mismo tratamiento simplista pero de mayor duración. Nacido con una suerte de parentesco maduro del corto Cigarettes & Coffee (1993), que nada tiene que ver con el film de nombre similar de Jim Jarmusch, Hard Eight (1996) adopta como hogar la ciudad de Las Vegas. Lo que pareciera tratarse de una historia más de estafas y corrupción rodeada de coloridos carteles de luces de neón, no es más que un relato intimista que logra acercarse a los personajes paulatinamente acompañado del sutil manejo de la cámara. Esos acercamientos, el seguimiento de la cámara por más próxima que sea a los personajes, podrá revelar muy poco del pasado de ellos. Lo que importa es entender el ahora. Y eso se logra sobre todo gracias a la presencia de Sydney (Philip Baker Hall y un rostro que se seguiría repitiendo en los siguientes films del director). El poco presupuesto de producción y la eficiente sim-
pleza del guión, hacen que resalte por sobre todas las cosas la figura de Sydney. Un hombre que, al mejor estilo Eastwood bajo el mando de Sergio Leone, no tiene un pasado aparente, se encuentra con ciertas caras en su camino y cuando es preciso, continúa su viaje. A la vez, socorre y ajusticia por igual a quienes lo merecen. El interrogante que representa es tan atractivo como el carácter que le dota Baker Hall y la pluma del guión. Si bien la atención no estaría puesta en Anderson hasta su segundo largometraje (Boogie Nights, 1998), su primer trabajo permite vislumbrar el tono y el tratamiento que lo catalogaría rápidamente como niño prodigio del cine. Al igual que los cortos fueron las herramientas que dieron paso a la construcción de su primer film, y en parte a una identidad más conformada del cine independiente, Hard Eight significa lo mismo para sus siguientes tres films. Otros actores como John C. Reilly y Philip Seymour Hoffman aportan lo suyo, conformando con el director lo que sería el comienzo de una hermosa amistad y, el film per se, el comienzo de un hermoso estilo personal. Ese que respira amor al cine a través del mismo medio.
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The rise and fall of Dirk Diggler and the porn from L.A [ Por Nicolás Ponisio ]
Hard Eight (1996), ópera prima de Paul Thomas Anderson, funcionaba como muestra estilística del director, una pequeña degustación que entusiasmaba al paladar cinéfilo para descubrir qué más haría en un futuro próximo. Un ejercicio cinematográfico que, gracias a su práctica, pasaría a transformarse de la simpleza de un cineasta cuasi amateur a una primera obra maestra titulada Boogie Nights. Si Hard Eight era una demostración de amor al cine a través del mismo medio, Boogie Nights es cine hablando de cine, resaltado en un cartel de luces púrpuras que no pueden contenerlo y lo hace estallar a chispazos. Jack Horner (Burt Reynolds) es un director de cine erótico que, lejos de estar relegado a mostrar pechos grandes aguardando sobre ellos, literalmente, el clímax del film, trata de dotar un estilo personal y artístico. Una ambición compartida por ambos directores (Horner y Anderson) al ofrecer una crónica sexual de dos décadas (70 y 80) y una mirada al séptimo arte donde pocos han posado sus ojos. El costado intimista del cual bañaba a sus personajes en Hard
Eight deja lugar a la intimidad (sexual) hecha pública para todo aquel que la quiera ver. Lejos de mostrar el trabajo de estos cineastas como algo burdo y banal (aunque eso no signifique que evite reírse de ello), Anderson engloba la ambientación, el pensar y el actuar de una era de humorística nostalgia y, al igual que Horner, que intenta ser lo mayormente original y profesional posible en su profesión. Cada toma del film, cada plano secuencia, coreografía o movimiento que se suceda dentro del cuadro o la vida que cobra sus inmediaciones es el resultado de que la práctica se convirtió en docencia fílmica. Director real y ficcional buscan ser recordados, traspasar el celuloide. Ambos lo logran, uno con más traspiés que el otro, está en el espectador decidir si los dos superan las caídas o pertenecen en el suelo. Lo mismo ocurre con el super dotado Dirk Diggler (Mark Walhberg), personaje que el director llevó a la pantalla en el corto The Dirk Diggler Story (1988). Así como el corto de media hora evolucionó casi una década después a un film de 155 minutos, el
personaje también sufrió sus cambios. Dirk Diggler nace como una libre interpretación de John Holmes, el actor porno más conocido del mundo, no tanto por sus films sino por su exagerado miembro de 33 cm. El corto que trata con liviandad los hechos de Dirk, a excepción de su conclusión final, maduran junto a la mente de Anderson haciendo que en Boogie Nights no sea tan fuerte la caída sino todo el proceso que lo lleva a ella. Que el film no se centre solo en su figura, sino en todos los que la rodean, le ofrece un tono cambiante a la estructura coral narrativa evitando el hartazgo por la duración de la misma. La comicidad se va cubriendo de oscuridad a lo largo de la historia y aunque el tono humorístico siempre vuelve a estar presente, el disfrute por él se hunde en una desesperante incomodidad. Basta con
solo ver la escena protagonizada por Alfred Molina para que humor y desesperación copulen ante el espectador. La violencia y la debacle se desata con el lúgubre sonido de campanas (las mismas que suenan en los créditos principales de Hard Eight) y toda imagen e historia simultánea, en este punto tan extensa como el miembro de Dirk, se desarrolla junto a ellas pasando frente a nosotros, asombrados y maravillados, al igual que los colegas pornógrafos que se encuentran frente a un Dirk desnudo. La ambición dio sus frutos para ambos cineastas. Obra dentro de obra que eleva con prestigio sus nombres y que, esta vez a diferencia del trabajo pornográfico donde la frialdad mecánica ocupa el lugar del apasionado deseo, nos deja con mayores ganas de gozar aún más con el cine de Anderson.
Flores Rotas [ Por José Luis Lemos ]
“Entonces el Señor le dijo a Moises: ve al faraón y dile: deja ir a mi pueblo para que me sirva. Pero si te niegas a dejarlos ir, heriré todo tu territorio con ranas.”
¿Quién hubiera imaginado que Paul Thomas Anderson, tras su retrato afectuoso del mundo del cine porno con la genial Boogie nights, tomaría como eje temático de su próximo film un versículo de la biblia? En realidad no debería sorprender, ya que si uno recorre su filmografía encontrará a un director inquieto, impredecible, cambiando constantemente de registro y forjando con cada nuevo film una personalidad propia, sacándose de encima las comparaciones con su admirado Martin Scorsese. Magnolia (1999) encuentra al director aún buscando su propia voz, y en pleno romance con el Robert Altman de Short cuts (1993), a quien años después le dedicaría su film There Will Be Blood (2007). En aquel film coral, seguíamos el recorrido de 22 habitantes de la ciudad de Los Angeles a lo largo de varios días y cuyas historias, que incluían infidelidades, romances y un misterioso asesinato, se entrecruzaban en algún momento de la trama. Anderson toma la misma premisa reduciendo la galería de personajes y la ubicación geográfica, situando la acción en Los Angeles pero poniendo la lupa en el Valle de San Fernando, donde convergerá una galería de personajes disfuncionales necesitados tanto de amor como de perdón a lo largo de 24 horas. El rango es más pequeño, y los conflictos dramáticos más grandes. Mucho más grandes. El film abre con un prólogo que detalla una serie de hechos en los que el azar y las casualidades tienen un rol fundamental, con una voz en off que ruega que tales sucesos no sean simplemente cosas que pasan, tal vez deseando que haya un ser superior orquestando los destinos de la humanidad. Pese a este planteo inicial, los hechos extraordinarios no serán el centro del argumento, como sí lo era en otros films corales como Pulp fiction o Snatch, tal vez porque los personajes que pueblan el film de Anderson están tan solos que les imposibilita entrecruzarse durante el transcurso de la trama. “Acabamos con el pasado pero el pasado aún no ha acabado con nosotros”, dice uno de los personajes, y eso podría funcionar como síntesis de casi todas las tramas del film. Por un lado, están quienes, al sentir la proximidad de la muerte, miran hacia el pasado con culpa a raíz de infidelidades y relaciones filiales que dejan bastante que desear. Dentro de este grupo están Jimmy Gator (Philip Baker Hall), conduc-
tor de un programa de entretenimientos que pretende reconciliarse con su hija adicta luego de que le diagnostican cáncer; Earl Partridge (Jason Robards), quien ante una circunstancia similiar desea conocer al hijo que abandonó hace años al cuidado de su madre enferma, y Linda Partridge (Julianne Moore), la esposa de Earl que descubre que ama al hombre al que le fue infiel por años. Por otro lado, están quienes miran hacia el pasado con odio y frustración a causa de traumas causados por sus padres: Donnie Smith (William H. Macy), el ex niño prodigio que dice haber perdido su inteligencia tras haberle caído un rayo; Frank T.J.Mackey (Tom Cruise), el gurú sexual que oculta el odio hacia su padre tras una misoginia tan feroz como caricaturesca y Claudia Wilson Gator (Melora Walters), que ante la misma situación se refugia en las drogas. Para ilustrar lo que uno siente al ver Magnolia, uno podría decir que es como observar un auto a punto de chocar. Sabemos que en algún momento el vehículo va a colisionar, pero no podemos hacer nada por detenerlo y, lo que es peor, no podemos desviar la vista aunque queramos. Algo similar a lo que ocurre en un film como Happiness (Todd Solondz, 1998) con una búsqueda muy distinta pero con ciertos elementos en común (¿es acaso la escena en que Philip Seymour Hoffman compra unas revistas eróticas un guiño al film de Solondz?). Pero a diferencia de dicho film, donde las situaciones dramáticas iban de la mano con el humor, Magnolia casi no ofrece momentos de distensión y se convierte en una experiencia incómoda, casi tortuosa, como si el climax de un drama se extendiera a lo largo de tres horas. Esta sensación se refuerza tanto por el frenético estilo visual como por el tratamiento de la música, cuya omnipresencia le da cohesión y fuerza a los diferentes relatos, como si estuviéramos viendo un concierto acompañado de imágenes. De hecho, la estructura de Magnolia está basada en A Dayy in the Life, la célebre canción de los Beatles que consta de dos épicos crescendos y un interludio que precede a la tormenta…literalmente. No es la única inspiración musical: Anderson creó algunos de los personajes del film basándose en canciones de Aime Mann, las cuales terminaron siendo parte fundamental de la historia, que abre con una dignísima versión de One, de Harry Nilsson. Su música también acompaña una
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de las escenas más recordadas y tal vez menos logradas del film, en la que todos los personajes cantan Wise up (tema antes utilizado en Jerry Maguire) en un montaje que pretende remarcar una unidad temática que de todos modos estaba más que clara. Este énfasis en reforzar una idea toma un cariz más lúdico cuando Anderson da pistas de lo que pasará en el último acto a través de una multitud interminable de guiños y referencias a la palabra éxodo y al número 82 en alusión a la cita bíblica antes mencionada, que están allí para que el espectador
las descubra en siguientes visionados. Si bien estas referencias religiosas aparecieron en las últimas reescrituras de guión—ya que inicialmente ese hecho sobrenatural, que no voy a mencionar para evitar spoilers, se basaba en los escritos de Charles Fort— acabaron convirtiéndose en el corazón de un film que reflexiona sobre temas tan afines al catolicismo como el perdón y la culpa. ¿Dije antes que Paul Thomas Anderson se alejaba del cine de Martin Scorsese? Me rectifico: en Magnolia está más cerca que nunca.
La nueva de Adam Sandler [ Por José Luis Lemos ]
Productor: Bueno, Paul, ¿que proyectos tenés para ofrecernos? Paul Thomas Anderson: Bueno, tengo una comedia romántica. P: Ah, interesante!!!
PTA: Sí, quiero que el protagonista sea Adam Sandler. P: Perfecto, me encanta! PTA: Y su personaje es un tipo tímido cuyas siete hermanas lo llevan a tener
ataques de ira esporádicos, hasta que conoce a una chica y se enamora. P: Genial !!! Esto va a ser un éxito!!! Tomá 25 millones, esperame un segundo que voy a telefonear a Drew Barrymore.
Este diálogo es ficticio, pero no sería raro que hubiera tenido lugar en las oficinas de algún estudio Hollywoodense. La idea sonaba tan descabellada como rentable: ¿Paul Thomas Anderson dirigiendo una comedia estilo Billy Madison? ¿El director de Magnolia entraba descaradamente al cine pochoclero por la vía más fácil? La primera escena de Punch-Drunk Love (2002) despejaba drásticamente toda duda. Barry Egan (Adam Sandler), vestido con un elegante traje azul, camina desde su oficina de trabajo hasta una calle cercana, donde ocurre un violento accidente automovilístico. Inmediatamente después, casi simultáneamente, un taxi se detiene frente a Barry y deja caer un armonio (o piano pequeño) a sus pies. Ni el conductor del taxi ni Barry parecen interesarse en el accidente quien, tan desconcertado como el espectador, vuelve a su oficina. Jamás sabremos por que dejaron allí un armonio o que fue del tipo accidentado. Ni tampoco por que viste ese traje azul durante toda la película. Los espectadores que fueron a ver la nueva de Adam Sandler probablemente hayan salido espantados. ¿Por qué el tipo que me hacía reír ahora no me arranca ni una sonrisa? ¿Por qué los hilarantes arranques de furia de Happy Gilmore ahora son actos de violencia incómodos? ¿Y donde está Drew Barrymore? ¿Qué tipo de historia de amor es ésta, donde los personajes se declaran su amor diciendo cosas como “Te miro a la cara y quiero destrozarla con un martillo de tan bonita que es”? Luego de la enorme Magnolia (en todo sentido), Anderson tenía la intención de trabajar con Sandler en un proyecto más humilde de una hora y media, dejando de lado la estructura coral de sus últimos films y centrándose esta vez en un solo personaje. Lo que perfilaba como un proyecto más convencional en contraposición a la complejidad argumental de su anterior film, terminó siendo una obra rabiosamente atípica que ya desde los títulos de créditos iniciales
(donde, por cierto, no hay crédito alguno) sugiere una alianza entre la comedia clásica y el experimental. Anderson decidió tomar el arquetipo de personaje que solía interpretar Sandler en films como The Waterboy (1998) para hacerlo pedazos, operando del mismo modo con los clichés de la comedia romántica. El protagonista masculino no es aquí un tipo simpático y seguro de sí mismo, sino una persona frágil que vive oprimido por sus siete hermanas, como si fuera la heroína desvalida de un cuento de hadas moderno. De hecho, frecuentemente lo vemos a Barry Egan detrás de cristales, como si representaran la prisión interna a la que fue condenado por sus hermanas, que constantemente lo atosigan como si aún fuera un niño. No es casual que Barry desate su furia rompiendo cristales, o que luego de resolver uno de los conflictos principales lo veamos saliendo de un local cuyas paredes son de vidrio. Lena Leonard (Emily Watson), el interés amoroso de Barry, es un ser casi tan frágil y excéntrico como el, y a diferencia de lo que suele suceder en films románticos, es ella quien toma el primer paso en la relación. Tampoco hay aquí un tercero en discordia: en cambio tenemos a El hombre de los colchones (Philip Seymour Hoffman), un inescrupuloso empresario que amenaza la tranquilidad de Barry a base de chantajes. El estado emocional del protagonista tiene su correspondencia en los rubros técnicos, más notoriamente en la banda sonora. La música de Jon Brion podrá ser irritante, pero retrata a la perfección la confusión de Barry y ayuda a reforzar la idea del armonio como símbolo de su armonía interna, la cual solo alcanzará en el ultimo plano, cuando música diegética y extradiegética se fusionan en feliz enlace. Del mismo modo, es notorio el uso narrativo de la fotografía. El film se sustenta básicamente en tres colores: azul blanco y rojo. Dejando las sospechas de masonería de lado, vemos que los azules simbolizan al personaje de Barry (tanto en su traje como en su oficina y en su estado emocional. El término “Blue” como símbolo de tristeza), el blanco su soledad y alienación (su casa, la de sus hermanas y la luz enceguecedora que viene del exterior) y el rojo la libertad y la felicidad (representada en Lena, quien casi siempre viste con ese color). La fotografía de Robert Elswit (quien acompaña a Anderson desde Hard eight, su primer film) también exterioriza los
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sentimientos de los personajes mediante el uso de lens flares: no solo las escenas de amor entre Barry y Lena, sino también la explosión de ira del hombre de los colchones genera un resplandor azul en los fotogramas, como si sus emociones fuesen tan intensas que terminan encegueciendo la lente de la cámara. Con Punch-Drunk Love, Paul Thomas Anderson tuvo su consagración como autor, encontrando finalmente un estilo personal inconfundible que no deja lugar a las comparaciones. Un cine atípico, a
veces incómodo, de una rigurosidad visual al estilo de su admirado Kubrick, pero sin la frialdad de aquel y con los sentimientos a flor de piel. También tuvo su primer fracaso en la taquilla: las falsas expectativas confundieron a algunos e indignaron a otros. El tipo de la oficina del estudio Hollywoodense probablemente aun esté maldiciendo a ese director excéntrico. El mismo que dejó a unos pocos espectadores embriagados de amor.
Así en la Tierra como en el Infierno [ Nota a favor de There Will Be Blood por Nicolás Ponisio ]
En casi su totalidad, los planos de There Will Be Blood (Paul Thomas Anderson, 2007) remiten al western clásico. En las llanuras y montañas que se alzan, observando a la distancia al hombre que explora el terreno que las rodea. Anderson nos sitúa ante el final de una era y el comienzo de la otra (así como también lo hacía en Boogie Nights trazando un mapa por
el final de los 70 y el comienzo de los 80). 1898 da paso al cambio de siglo y consigo funda los cimientos de una nación en estado de crecimiento. Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis) es un hombre del cual, también al mejor estilo western, desconocemos su pasado. Se presenta ante nosotros en el momento justo de su vida y, con la cámara siguién-
dolo de cerca, queda en claro que es un hombre con ambición, que vive con lo que tiene pero eso no lo detiene a querer prosperar y tener más. Los primeros 15 minutos del film, prácticamente pertenecientes al cine mudo, hablan mucho más que todo lo que pueda llegar a decir cualquiera de los personajes. El hombre que, con una pierna rota, se arrastra por la tierra con todas sus fuerzas para alcanzar su cometido y que, a base de su trabajo, vaya adquiriendo más poder hasta convertirse en un magnate petrolífero. Otra proeza de narración visual clásica. Plantea desde el vamos con esa imagen un duelo entre pobreza y riqueza (la iglesia y Plainview/el pueblo y Plainview), la imposibilidad del cuerpo contra la perseverancia (la sordera de su hijo) y la sangre vertida en una labor que, como el petróleo mismo, la absorberá y cubrirá con su negrura. A la vez, Anderson se hace de otro elemento clásico del western que es la llegada de la modernidad. Si en el género de cowboys los nuevos rieles del ferrocarril, la construcción de vagones y estaciones imponían el fin de una era y de un modo de vida, aquí se ve representado por esa invención de madera, que luego cambiaría su estructura al hierro, que es la torre de extracción. La llegada de Plainview a un pueblo perdido traerá la esperanza y la promesa de una nueva economía, de sacar fruto a las hectáreas y un alzamiento en la voz religiosa. Pero con esa llegada también crece la ambición, la corrupción y el desenfreno. La banda sonora de Johnny Greenwood por momentos se asemeja a los movimientos y ruidos mecánicos producidos por las plataformas y con cada nuevo movimiento musical se siente el descontrol que muchas veces la quietud de la imagen no revela pero que se desarrolla en el interior del protagonista. Una guerra consigo mismo, una guerra de fe y poder que desata en más de una ocasión el infierno sobre la Tierra. El inmenso chorro de petróleo
que se convierte en una llamarada infernal revela con énfasis todo lo que hay debajo del apacible valle, todo lo que hay dentro de los personajes que tiempo después no temerán demostrar. Sin lugar a dudas el personaje de Daniel Plainview representa al sueño americano de prosperidad, del formarse a partir de la nada y convertirse en alguien para sí mismo y la sociedad en la que vive. Pero ese sueño se funda en base a una falta de moral y a una guerra espiritual que solo agravará al monstruo que no vive en el interior de Plainview, sino que camina a su lado. Pasada la mitad de metraje del film, que ya consta de por sí con un tono denso y estático (al menos en cuanto acción dentro del cuadro, con sus siguientes films la quietud lamentablemente pasaría a abarcar todo aspecto de sus nuevas obras), pone en juego a la historia al no dejarla avanzar demasiado. La ahoga en situaciones que pertenecen a la evolución del personaje, pero que no se intentan desarrollar de una manera que despierte el interés del espectador. Pasados esos momentos, las puertas del averno vuelven a abrirse en lo que es una continua muestra de actuación desenfrenada donde pareciera que el personaje se devora al actor. Lo mismo se da por momentos con Eli, el fanático religioso interpretado por Paul Dano. Éste ofrece otra mirada crítica que funciona como álter ego de Plainview y como interés capitalista de la sociedad norteamericana. Un peón más que descubre a la religión como otra herramienta de construcción de poder al igual que las torres. Ambos actores se encuentran posesos por sus personajes, incluso en la sobreactuación hallan la manera de no volverse una forma de lejanía para con el film sino ahondar más en el caos expuesto. Director y actores se erigen sobre sus roles alcanzando con fuerza el éxito en las alturas, como una columna envuelta en llamas que crece con vehemencia frente a nosotros.
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Bodrio Sangriento [ Nota en contra de There Will Be Blood por Gustavo M. García ]
En 2006, cuando tenía 15 años, me encontré con una de las películas que cambió mi forma de ver y apreciar el cine, Boogie nights (1997). Mi cabeza adolescente había quedado impactada por sus escenas y sentí que había encontrado un realizador al que rendirle culto por toda mi vida: Paul Thomas Anderson. Inspirado por esta emoción vi Hard Eight (1996), su primer largometraje, y me quedé tranquilo al ver que se mantenía mi respeto hacia él. Luego vi Magnolia (1999) que me hizo admirar más a Julianne Moore que al conductor del relato, aunque mi gusto por su mano en la realización seguía intacto. Y después llegó Punch-Drunk Love (2002) que cortó 100% con esta racha positiva. Pese a esta decepción, unos años pasados estos hechos, los medios de comunicación anunciaban la llegada de There Will Be Blood (2007) y mi ser estaba a la expectativa de recobrar mi cariño hacia Anderson o simplemente aniquilarlo. Y lamentablemente esto último fue lo que pasó. Las críticas ponían en un pedestal a esta última obra, catalogándola como una joya cinematográfica inigualable, y calificaban a Anderson como uno
de los mejores realizadores de las últimas décadas. Los esnobistas no tardaban en replicar en sus bocas estas críticas y el deseo por verla se agudizaba cada vez más. There Will Be Blood pretendía ser un monstruo dispuesto a arrasar con todo y terminó siendo un Godzilla que al salir del océano se quedó atascado en un simple y pequeño anzuelo, saboreando una diminuta e insulsa lombriz. Al igual que en su siguiente obra, The Master (2012), no está en tela de juicio el trabajo de Anderson como artista de la cámara. En ambas películas logra tomas envidiables, principalmente de paisajes naturales como el desierto. Pero desgraciadamente el vacío del desierto no sólo está en el paisaje, sino también en sus guiones. Aquí la película parece haberse quedado en una idea sin desarrollo. Imagínense a Anderson parado frente a los ejecutivos de su productora vendiéndoles la idea: “quiero hacer una película sobre un bastardo ambicioso que logra su éxito en la industria del petróleo en el siglo 20”. Sí, la idea parece atrapante y curiosa, pero el problema se da cuando la película no cuenta más que eso. Durante
158 minutos (sí, casi 3 horas) sólo vemos esto, sin el deseo aparente de llegar a ningún otro lado. Y en todo caso si ese deseo existiese, no se ve reflejado en ningún momento del relato. Si la idea del director hubiera sido encarar un falso documental seguramente hubiera llegado a mejor puerto, ya que lo mejor de este largometraje es el detalle con el que se retrata la industria del petróleo en esa época. Pero entendemos que el objetivo de Anderson era ir mucho más allá, aunque no sabemos a dónde o qué pasó en el medio que nunca llegó. Sumado a la falta de historia y diálogos interesantes, aparece la figura de Daniel Day-Lewis como el pedante petrolero Daniel Plainview. Pese a la opinión de la mayoría, me he encontrado con una interpretación totalmente sobrevalorada que nunca termina de ser creíble y nunca logra la empatía que necesita un personaje que aparece en el 90% de las escenas de un largo largometraje, haciendo a éste aún más tedioso. Una actuación muy lejos de las que Lewis nos tiene acostumbrados, como en My Left Foot: The Story of Christy Brown (Jim Sheridan,1989) o In the Name of the Father (Jim Sheridan, 1993). Por suerte, no todo es negativo y en un momen-
to de la trama nos encontramos al siempre genial Paul Dano, interpretando al álter ego de Plainview, el pastor Eli Sunday. Dano ya nos tiene acostumbrados a sus magníficas actuaciones, como en Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006), The Good Heart (Dagur Kári, 2009) o la grandísima Prisoners (Denis Villeneuve, 2013) y, en este caso, él es el causante de que uno no se quede dormido frente a la pantalla. En un momento uno piensa que la trama se va a poner interesante, cuando se presenta bastante tensión entre los personajes de Lewis y Dano, pero ese conflicto no llega a ningún lado y la resolución tampoco convence demasiado. Está claro que el esnobismo ve en There Will Be Blood “un gran retrato del carácter humano y la perdición del alma por las ambiciones materiales” y si a ellos les hace feliz repetir este discurso, bien por ellos. Pero en mi experiencia personal, el film no logra llegar absolutamente a ninguna parte y no aporta nada al hermoso séptimo arte que tanto amamos. Ni entretiene, ni emociona, ni te hace reflexionar. Tras este film la vida sigue, sólo que con tres horas menos. ¿Qué te pasó Paul?
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El Maestro de la nada [ Por Gustavo M. García ]
Las guerras generan una crisis psicológica en todos los márgenes de la sociedad. Desde los excombatientes que no pueden con los fantasmas de la batalla, las clases altas que sienten en su interior la culpa de ser, de cierto modo, benefactoras del conflicto y hasta algunos bien parados que buscan su éxito económico aprovechándose de los problemas de los demás. Todos padecen el egoísta sufrimiento de seguir, sobreponiendo sus padecimientos a los del otro. En este contexto, las almas intentan limpiar sus males sometiéndose al cuidado de cualquier culto que le prometa paz interior. Así es como los buscas de buena lengua encuentran su lugar en la postguerra. Éste es el argumento de The Master (Paul Thomas Anderson, 2012), un proyecto que en sus avances me parecía ambicioso y sorprendente, maravillado por los nombres de su elenco y la trama crítica hacia la Cienciología o, por qué no, a cualquier tipo de creencia religiosa. Pero que al ver su resultado final, me ha quedado un sabor más que amargo. Para empezar, la acción recién arranca media hora después de comenzada la película, permitiéndose
esta primera etapa para presentar, con detalles magníficamente filmados pero, al fin y al cabo, vagos e intrascendentes, a Freddie Quell (Joaquin Phoenix): un marino veterano de guerra al que los vestigios de su pasado y, por consecuencia, el alcohol no lo dejan encajar en tierra firme. Estos primeros minutos sólo sirven para confirmar la gran calidad de Phoenix como actor, aunque esta confirmación ya la tenía desde hace tiempo. Ya hemos visto centenares de obras que se sumergen en el retrato del sofoco y la soledad que vive un soldado en el campo de batalla y al reincorporarse a la civilización que logran ser mucho más profundas, efectivas y emocionantes que lo que consigue Anderson en el primer cuarto de su relato. Seguramente aquí ha obtenido espectadores más dispuestos a alejarse de la pantalla que a quedarse expectantes. Tras pasar esta primera parte, nos encontramos con un siempre efectivo Philip Seymour Hoffman que promete levantar el estancamiento de esta ficción con su interpretación de Lancaster Dodd: un charlatán líder del movimiento La Causa que dice
tener en sus métodos la fórmula para liberar la carga negativa de nuestro pasado y así mejorar nuestras vidas presentes y futuras. Éste se cruza con Quell y lo adopta como su protegido y conejillo de indias para probar la efectividad de sus tratamientos y permitirse una relación sincera con alguien que lo ve como un real maestro sin cuestionarlo. Es importante destacar que los segundos designados a los métodos que Dodd utiliza con Quell son los puntos más altos del largometraje, sobre todo el primero. Segundos que no te pagan la entrada al cine, pero que mínimamente te dejan tranquilos sabiendo que no todo el tiempo fue perdido. Comenzada esta relación, creía que la trama aceleraría su ritmo y brindaría unos diálogos mucho más enriquecedores, pero la sorpresa no fue positiva. A medida que pasan los minutos la historia se vuelve obvia y todo lo que uno suponía que iba a pasar pasa,
si es este el verbo que se puede utilizar. Ya que el resto de la película son simples escenas continuadas, simples hechos que acentúan una realidad que se entiende a la hora de película. Pese al presunto éxito de La Causa, Dodd sabe que es una mentira y lo ve ejemplificado al no poder hacer ni un avance en la recuperación de Quell. Lamentablemente Anderson no ha podido relatar de una manera amena para el espectador un argumento rico y posiblemente atrapante, con un punto de vista crítico muy interesante. El director se hunde en sus mismos errores del comienzo, profundizando en detalles poco trascendentes para la historia que le quitan continuidad y visión. Y llegando al final de la película, más que reflexionar sobre el punto que quiere evidenciar el autor, el espectador se queda pensando si al fin y al cabo tuvo sentido no haberse dispuesto a alejarse de la pantalla.
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Incoherent Vice [ Por Nicol'as Ponisio ]
El comienzo de Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999), a simple vista inconexo en relación al resto del film, sabía sorprender e intrigar en sus breves minutos. Resulta un ejemplo de, sin importar lo que se cuente, si se deslumbra al espectador en los primeros cinco minutos, ya se lo tendrá fielmente atrapado para verlo. A diferencia de Magnolia, u otros de sus trabajos previos, el último film del realizador no sorprende en sus primeros minutos. Las escenas que se van sucediendo serán una extensión de ese inicio carente de asombro que, como si se hallara en aguas empantanadas, hundirá con facilidad todo interés argumental que pueda haber. Y es que dicho argumento, y la narrativa misma de Inherent Vice (adaptación de la novela homónima de Thomas Pynchon), parece desvanecerse poco a poco hasta que se pierde en un sinsentido caótico, cameos y referencias a personajes que aparecen y desaparecen a su antojo y que parecen querer dotar a la historia de una complejidad que no es tal. La trama principal, o lo que se puede llegar a di-
lucidar de ella, bebe de los relatos pulp de detectives y las novelas negras de suspenso. Esas mismas páginas donde detectives privados son seducidos por curvilíneas femme fatales son arrancadas de su encuadernación y comienzan a mezclarse desordenadamente en lo que es la (des)construcción narrativa de Inherent Vice. El film se divide entre los hechos del caso a investigar (con menciones a eventos y una cantidad abrumadora de personajes que terminan conformando un inmenso interrogante) y Doc (Joaquin Phoenix), el hippie detectivesco que los va siguiendo. Como una suerte de Jeff Lebowski (Jeff Bridges en el papel de su carrera y en la mejor comedia de los hermanos Coen), Doc se encuentra frente a situaciones que superan su entendimiento bajo el efecto de constantes dosis de marihuana. A diferencia de su colega Lebowski, su actitud frente a los eventos y los variopintos personajes que se encuentra no llega a generar la gracia que pretende. Salvo por escasos momentos de hilaridad (el punto álgido lo ofrece el dentista personificado por Martin Short y la situación que se desprende del mismo), la
historia se encuentra ralentizada por escenas extensas que se tornan aburridas y confusas. Anderson solía destacarse por ser un buen narrador que gozaba de un estilo visual cambiante pero siempre presente, incluso en films como There Will Be Blood (2007) o The Master (2012) donde comenzó a optar por una narración mucho más lenta y densa pero igual de interesante que en sus otros trabajos (al menos en el primer caso). Aquí todo desaparece a excepción de la carga densa del relato que termina agotando paciencia alguna. Los personajes no se mueven, la cámara permanece de manera estática gran parte del film y lo que se mantiene en constante movimiento son las idas y venidas de la mente con-
fusa del espectador ante el caos reinante. La estructura enrevesada pareciera querer generar el estado de confusión de la mente saturada por las drogas, pero todo aquel que las prueba vuelve a ellas y el hastío generado por el film produce lo contrario. Termina incitando al receptor de imágenes a no querer volver acercarse al mundo de Doc. Uno debe literalmente fumarse una historia que tenía de todo para ser una gran comedia que solo ofrece una gran decepción como resultado del efecto alucinógeno. El espectador le regala dos horas y media de su vida a Paul Thomas Anderson y éste, en agradecimiento, la peor resaca del mundo.
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It's a strange world: 25 años de Twin Peaks
A riesgo de hacer uso de un típico cliché, los grandes placeres de la vida yacen en las pequeñas cosas. Esas cosas que adquieren mayor tamaño gracias a su valor y su significado y que jamás mueren con el paso del tiempo. Una de ellas, claro está, es un pequeño gran placer llamado Twin Peaks. Aquellos que visitaron el restaurant Double R o el gran Hotel del Norte sin lugar a dudas se les hace muy difícil no revisitarlos. Para aquellos que jamás se acercaron al bar Roadhouse o a los misteriosos, bellos y sombríos a la vez, bosques que rodean al pueblo, siempre hay una primera vez. Para ambos casos el viaje será inolvidable, así que let's rock!!!
Como el querido agente especial Dale Cooper (Kyle MacLachlan), quien desbordaba de felicidad con tan solo observar unos patos nadando en el lago, respirando el aire de los abetos Douglas o simplemente bebiendo una taza de café negro acompañada de una porción de pastel, la serie ideada por Mark Frost y David Lynch sabía centrarse, posar la mirada en pequeños detalles de encanto mundano que cualquier otro, en un día ajetreado, pasaría por alto. Es cierto que parte de ese encanto se debe también a la bizarra y surrealista imaginación de Lynch, donde todo lo que podría ser normal no lo es. Donde todo elemento, sea este estrafalario, cursi, caricaturesco o terrorífico, siempre va más allá del límite, apostando a exteriorizar las pequeñas cosas y maximizarlas. Twin Peaks era arriesgarse por todo o nada, y eso conllevaba amarlo u odiarlo, acompañarlo o cancelarlo. Por todo lo que está bien y todo lo que está mal, cada uno de esos aspectos cohabitaron con el resto de la población de ese mundo. Así es como no había lugar para los términos medios. El tipo malo era ultra malo a más no poder (Leo Johnson), El inteligente era un superdotado que has-
ta incluso percibía el lenguaje corporal (Cooper), el inocente de pocas luces era simil a un foco apagado (Lucy y Andy), los románticos asqueaban profesándose su amor (Donna y James), la virginal femme fatale seducía con cada centímetro de su cuerpo (Audrey Horne) y la idealizada y querida reina del baile(Laura Palmer), representante de todos los ideales americanos y del descontrol adolescente. Esta última era la exageración de ello en ambos lados de la moneda, siendo la más puta y la más buena a la vez. El mundo de Twin Peaks supo desarrollar en sus apenas 30 episodios (dos de ellos de hora y media más una película de dos horas de duración) los conceptos de pureza y corrupción, de belleza y monstruosidad, explorando las dos caras de una comunidad y dotando de una nueva identidad al medio televisivo. Fundadora de un nuevo estilo y una nueva forma de contar historias, el misterio del asesinato de la joven Laura Palmer (Sheryl Lee) funcionaba como una simple excusa para desatar el concepto de pueblo chico/infierno grande. Es más, si hubiera dependido de Lynch, quien perdió el control de la serie en su segunda temporada, el asesino nunca hubiera sido
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del todo revelado o al menos hasta el final, ya que por más que el whodunit no fuera lo principal, era el elemento que sostenía y guiaba al resto del centenar de historias paralelas y universos oníricos. La serie danzaba con la música de Angelo Badalamenti entre el género policial y la soap opera, lo que conocemos mejor como la clásica telenovela (y de la cual el propio show se burla con su programa Invitation to Love, abandonado más tarde en la segunda temporada). Las historias del corazón tan consumidas por el ama de casa y la eterna enamorada juvenil, bailaban sensual y peligrosamente con el entramado del narcotráfico, las violaciones y, desbordando imaginación, con el lado siniestro de demonios asesinos, de doppelgangers y con la ayuda de enanos y gigantes extraños. Así pues, esa dualidad presente una y otra vez a lo largo de la trama, también se encontraba en su entretenimiento. La serie que ocupaba en la mayoría de los hogares las pantallas televisivas, se disfrazaba de historia sentimental y de investigación policial del primetime (horario de máxima audiencia en televisión), cuando el verdadero metamensaje se mueve en las copas de los árboles del bosque, allí donde los búhos no son lo que parecen. Cuando se cree conocer el terreno recorrido y se ha aprendido amar a los personajes, se hace a un lado la cortina para develar que el hombre detrás de ella es lo menos atemorizante de todo lo que allí atrás hay. ¿Quiénes habitan detrás de la cortina? Aquellos momentos de
horror, crueldad y salvajismo psicológico que incluso al día de hoy, 25 años después de su estreno, continúan helando la sangre. 25 años después, el fuego continúa caminando conmigo. Los primeros 17 episodios (8 de la primera temporada y los primeros 9 de la segunda) brindan alegría y placer a la mirada del espectador al igual que el pueblo se lo da a Cooper. Incluso para alguien como quien les escribe, que no vivió el momento de esplendor de Twin Peaks a comienzos de los noventa, supo al estar por vez primera frente a esas cabañas o al hipnótico cuarto rojo (la Black Lodge) que ese mundo creado era algo único, antes jamás visto... y menos después. Si bien formó escuela, ya que gracias a su índole noir y sus conceptos sobrenaturales con el tiempo llegaron producciones como X-Files (Chris Carter, 1993-2002), Lost (J.J. Abrams, 20042010) o True Detective (Nic Pizzolatto, 2014), lo entrañable de sus personajes y el enigmático desarrollo de guión jamás fue igualado. Twin Peaks fue la serie que demostró que había un lugar, además del cine, donde se podía llevar a cabo una producción de calidad que no le debía envidiar nada al mundo cinematográfico. El arte había hallado un nuevo hogar, solo bastaba saber desarrollarlo siendo fiel al mundo establecido y a los personajes creados. La serie de Frost y Lynch fue un experimento de prueba y error, de todo lo bueno y lo malo que puede ofrecer una serie televisiva. El robo a manos
de los productores que significó gran parte de la segunda temporada devino en el ahora clásico estiramiento de episodios. Lo que se llama "la trama chicle". El hombre de otro lugar (Michael J. Anderson) le dice en uno de los primeros episodios a Cooper que "ese chicle que te gusta volverá a ponerse de moda". La críptica pista, una vez resuelta, parece haber sido arrojada al suelo y al ser pisada, comenzó a estirarse y pegotearse en la suela, a ensuciarse y perder el encantador sabor que poseía. Cuando volvió Lynch a tomar el control, desechando el viejo chicle y degustando uno nuevo, ya era demasiado tarde. Mientras que en los años siguientes, el mismo error fue cometido y perdonado cientos de veces, en Twin Peaks fue algo que la producción no pudo pasar por alto y que el propio Lynch, al día de hoy, tampoco se permitió perdonárselo así mismo. Al menos tuvo su propia venganza contra las grandes cabezas en ese último y aterrador episodio que, con una pregunta frente al espejo, desgarró mente y alma de los fans. Entre tantas series de calidad que hubieron y hay hoy en día, The Sopranos (David Chase, 1999-2007), Six Feet Under (Alan Ball, 2001-2005), Breaking Bad (Vince Gilligan, 2008-2013), Fargo (Noah Hawley, 2014) o Hannibal (Bryan Fuller, 2013- ), Twin Peaks podría haber envejecido con el paso de los años. Si bien un poco lo ha hecho, más que nada en lo técnico, continúa funcionando y al día de la fecha sus tropas de fanáticos siguen adquiriendo más seguidores.
El pueblo en cierta forma es atemporal, los hechos transcurren en el año 89 (Laura Palmer muere un 23 de Febrero de 1989) pero la estética, la música y la vestimenta de los personajes, más que nada de sus atractivas mujeres, envician el aire de una atmósfera que retrotrae a los años cincuenta. Si los cincuenta sobreviven en ese pueblo, la serie hace lo mismo en la actualidad. El anuncio de una posible tercera temporada para 2016 (lo cual nunca fue descabellado de pensar ya que en el último episodio Laura Palmer le promete a Cooper: "Nos volveremos a ver en 25 años"), reafirma el hecho de que el público nunca abandonó Twin Peaks al igual que David Lynch tampoco lo hizo. Su amor por los rincones de ese pueblo es tan grande (tanto que tuvo que habitar allí con su sordo y encantador Gordon Cole, nombre que debe su origen al fanatismo del director por el film de 1950 Sunset Boulevard de Billy Wilder) que, siempre que se lo ve hablar de cómo todo se echó a perder, transmite su tristeza así como nos transmitía su fascinación por el pueblo a través de Cooper, quizás su gran álter ego. Visitar Twin Peaks implica enamorarse a primera vista. Volver allí es reencontrarse con un viejo amor y descubrir con alegría que el sentimiento y la pasión continúan latiendo tan fuerte como la primera vez. Solo basta perder la noción del tiempo y detenerse a disfrutar cada pequeño momento, como degustar con el olfato una taza de café recién servida. Usted está saliendo de Twin Peaks, vuelva pronto.
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HIDDEN TRACK
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Portada del Tour Book de la Gira de Peter Murphy por Jap贸n 1988
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Star Industry | – Eilyne (EP) Label: Alpha Matrix Records Fecha: 14 de Noviembre de 2014
Como adelanto de su próximo álbum (The Renegade), con fecha de salida para fines de marzo, Star Industry lanza este EP de 4 tracks (sería más apropiado llamarlo Single Remix, ya que contiene 3 versiones de un mismo tema y un B-Side inédito). El track 01 (“Eylien”) es el original, el que vendrá en el disco, y promete un gran álbum si viene por ese lado. El 02 es un single remix (“Paris Remix”) y el 03 un club edit. Cualquiera de los 2 podría sonar en una escena de Blade el Cazavampiros. El track inédito (04 “Seventeen”) es una joya para los fans. Una canción que quedó de las sesiones de grabación del disco debut de la banda, Iron Dust Crush y que no llegó a en-
trar en la mezcla final, ahora llega como regalo sorpresa. Como aperitivo, este EP ilusiona. Sólo resta esperar el plato principal.
El Príncipe Idiota | Doméstico Label: Fuego Amigo Discos / Volante Discos Fecha:15 de Enero de 2015
Fuego Amigo Discos y Volante Discos han lanzado conjuntamente a este proyecto llamado El Príncipe Idiota, que es un proyecto paralelo de la banda Mi Amigo Invencible. Este proyecto se mueve entre un indie rock y un ambiente bastante luminoso, en gran parte con una tendencia Folk etérea que cuesta despegarse del encanto. Canciones simples, sin mucha ornamentación de producción, pero compuestas y ejecutadas con una fineza que engalana el trabajo. “Héroe de madrugada”, “Campos de fuerza” o “Aluminio” son gemas que marcan lo mejor del EP. Hay una versión que trae dos bonus tracks la ambient “El agua sabe” y la folk “La sonda brumosa”, que completan el faltante que parece dejar en EP de pocas canciones, porque uno se quedaría con ganas de más. La simpleza de sus letras, la cotidianidad de los momentos domésticos lo cuentan con suma be-
lleza. Paisajistas de lo simple acompañada por una instrumentación sólida y delicada. El Príncipe Idiota es otro hallazgo entre las sonidos que renuevan las ganas de soñar despierto y que demuestra que las bandas que se asoman, algunas lo hacen con belleza
The Prodigy | The Day Is My Enemy
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Label: Take Me To The Hospital - Cooking Vinyl Fecha: 27 de Marzo de 2015
Brutal, violento y vertiginoso sexto álbum, es la continuación sonora del anterior disco de los ingleses, "Invaders Must Die" del 2009. Este trabajo no sorprende pero que demuestra de manera contundente un paquete de nuevas canciones que ampliarán el set en vivo con extraordinarios aportes de éste trabajo. Seis años llevó el proceso de grabación y rearmado de las canciones para conseguir el sonido del álbum. The Day Is My Enemy no solo es el nombre de este trabajo sino también es la canción que abre este recorrido. Un brillante track de apertura, que ya lo habían lanzado en enero con un video, al igual que “Nasty”, el segundo track, Así como los enérgicos “Rebel Radio”, “Ibiza”, “Wild Frontier”, “Rok-Weiler”, "Roadblox", "Get Your Fight On", una de mis preferidas junto con “Wall Of Death”, son las más frenéticas de este trabajo. Acerca de “Ibiza” Liam Howlett dijo "hicimos un concierto en Ibiza, y yo no soy un gran fan del lugar, pero no es un ataque
a la isla, es un ataque a estos putos comodines descerebrados que llegan en sus aviones privados, tiran un cable USB de su bolsillo, conectarlo y agitan sus manos en el aire sobre una mezcla pre-programada". Enérgica y categórica demostración de que tenemos The Prodigy para rato, este trabajo es una confirmación que la banda está más hambrienta y guerrea nuevamente como en sus mejores épocas.
Merciful Nuns | Occvltation Label: Solar Lodge Fecha: 20 de Febrero de 2015
El primer compilado de la banda alemana con lo mejor de su discografía. Por estos días Artaud Seth se encuentra abocado a un proyecto paralelo llamado Near Earth Orbit, junto a Ashley Dayour. Es una muy buena oportunidad para ingresar al oscuro mundo de los Merciful Nuns, grandes canciones en versiones raras o inéditas, más el agregado de una canción que es la que nombra el compilado. Un trabajo recopilatorio que toma de sorpresa hasta los conocedores de la banda con introducciones diferentes o como en su mediabook que se incluye en la versión limitada de 1.500 copias. Ya no sé si es Rock
Gothic puro o como ellos denominan Post Gothic, pero el tracklist es impecable.
Robin Guthrie, Mark Gardener | Univeral Road Label: Soleil Après Minuit Fecha: 05 de Marzo de 2015
Anunciado trabajo de estos dos artistas. Por un lado el mágico Robin Guthrie, quien nos tiene acostumbrado a estas bellas colaboraciones, y por el otro lado la dulzura del Ride, Mark Gardener, quien ya estará pensando y trabajando en el regreso de su banda. Ya habían estado amagando con el lanzamiento del simple “The Places We Go” del 2012. “Universal Road” es un mágico ramillete de diez bellísimas canciones, en donde la etérea y dulce voz de Mark se deja embellecer con el mágico y ensoñador toque de Robin. Canciones simples, relajadas, luminosas y etéreas, por momentos con paisajes acústicos y en otros momentos finamente electrificados, pero siempre sublimes. Canciones como “Universal Road”, "Amnesia",
"Yesterday's News", "Cry For Survival", "Reason" y "Reason" marcan lo mejor del álbum, aunque el resto es tan bello que esta colaboración no tiene puntos flojos. Esperado… ansiado… y muy disfrutable.
Model 500 | Digital Solutions Label: Metroplex Fecha: 18 de Febrero de 2015
El regreso triunfal del padrino del Techno Juan Atkins. Model 500 más que un proyecto, es una institución que ha enfocado su obra en el lanzamiento de decenas de singles enfocados en la cultura D.J (de los de verdad). Con más de 30 años de carrera, este es su último y tercer álbum tras Mind and body publicado en 1999; que aunque era una excitante experimentación en otros territorios de la electrónica, se alejaba del concepto Techno y Electro del proyecto. En esta vuelta ya habíamos tenido el placer de escuchar un adelanto con el sencillo Control (2012), una canción que nos contagia con esos cortantes beats electro y una excelsa progresión de melodías robóticas. En Hi NRG hay un delicioso solo de teclado en clave funkie. Digital solution nos ofrece alternativas para creer en la esperanza en medio de una
urbe en ruinas como en Standing in Tomorrow. The Groove remite a proyectos míticos como Cybotron (Industrial lies). Todo el álbum está secundado por el comandante en jefe de Underground Resistance, “Mad” Mike Banks.
SIANspheric | Others
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Label: Self-Released Fecha: 22 de Febrero de 2015
Excelente compilación de canciones nuevas e inéditas de la banda de Canadá. Se promociona como un extra del single “The Owl” de año pasado. Sólido y con momentos de luminosidad a lo Alcest. El disco contiene demos como "On the Rails to Lisbon", "A7" o "W5th", que bien podrían ser canciones terminadas con suma belleza. Canciones inéditas hermosas como “Sentience”, “Zabriskie”, “The Sound of the Colour of the Sun”, “Over People”, “Parking Lot” y “Indicated By Dots”. Un trabajo que llena de calma y luz a esta nueva edición de la banda canadiense.
The Sonics | This is the Sonics Label: ReVox Fecha: 27 de Marzo de 2015
Escuchando el nuevo disco de los Sonics uno tiene la sensación de que Gerry Roslie y compañía se tomaron una máquina del tiempo desde 1965, cuando explotaba el maximum rythm’n blues, hasta el presente sin escalas. No hay rastros de nada que haya pasado en el medio, ni en la música ni en las letras. Lo que hay en los 12 tracks de This is the sonics, su primer disco en 35 años, es lo que uno busca cuando oye que una de las bandas que originaron el punk vuelve al ruedo: rock expeditivo, gritón, de guitarras y saxo omnipresentes. I don´t need no doctor, el track que abre el disco, suena como un tema descartado del My generation de los Who, y es que parece que los Sonics, además de validar sus credenciales garageras, también volvieron para homenajear a las bandas que originaron el rythm’n blues acelerado de mediados de los 60. Buena prueba de esto son los homenajes a los Kinks, tanto en forma de cover (en la versión de The hard way, curiosamente un tema de finales de los 70) o en homenaje velado a los riffs
característicos de la banda de Ray Davies (I got your number). Cuando el regreso de bandas tras décadas de ausencia generalmente produce temor, This is the sonics viene a confirmar que no hay nada de qué preocuparse: los gritos de Gerry Roslie siguen tan agudos como siempre.
Lotte Kestner | Covering Depeche Mode Label: Self-Released Fecha: 24 de Marzo de 2015
Anna-Lynne Williams ya se ha presentado en nuestras páginas participando en la nota sobre Jason Molina (Número 14). Ahora desde su bandcamp y su Facebook fue anunciando este EP homenaje a Depeche Mode que consta de 7 versiones, tranquilas y cuidadas de las canciones: “Somebody”, “Enjoy The Silence”, “Question Of Lust”, “Stripped”, “World In My Eyes”, “Never Let Me Down” y “It's No Good”. Versiones íntimas, reflexivas, la voz de Anna suena muy bella y el acompañamiento musical es bien despojado de toda grandilocuencia sonora, es más bien acústico. Las canciones tienen un tratamiento diferente y cálido, aunque austero, lo que hace que las
canciones tengan un tono más diferente a las originales, sólo se reconocen porque son canciones muy conocidas y porque las melodías vocales están casi iguales, pero el armado de las versiones son fantásticas.
Steve Roach | Bloodmoon Rising Night 3 Label: Independiente Fecha: Marzo de 2015
Los fans acérrimos de la música Ambient esperan con ansias cada nuevo eclipse lunar, ya que últimamente esto significa que saldrá un nuevo disco gratuito de Steve Roach. El veterano músico de Arizona ha decidido acompañar a las “lunas rojas” con piezas de 70 minutos altamente abstractas y etéreas, que suenan casi como una representación musical del color gris (Roach mismo las ha llamado “Ambient Noir”.) Esta nueva entrega es la continuación de la ofrecida espontáneamente en Octubre del año pasado, y será continuada por una última en Septiembre de este año. Todas están disponibles de forma gratuita exclusivamente en la página de Bandcamp del músico, ste-
veroach.bandcamp.com, y a fin de año serán editadas físicamente en un set especial de 4 CDs, el cual contendrá la todavía inédita banda sonora del primero de esta serie de eclipses, grabada en abril del 2014.
Warpaint | No Way Out / I'll Start Believing (Single)
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Label: Rough Trade Fecha: 15 de Marzo de 2015
Algo nuevo de Warpaint. Un single con tres tracks. “No Way” abre de manera exquisita este trabajo, una excelente canción que empieza muy chiquita y va creciendo a medida que avanza. Una canción menos shoegaze y más climática. Luego viene una versión reducida de la misma canción. Mientras que la primera supera los siete minutos, ésta apenas supera los tres. El tercer y último track, “I'll Start Believing”, otra excelente canción con más ritmo y con mucha belleza. Un simple que abre las expectativas de lo nuevo que pueda editar la banda.
Aphex Twin | MARCHROMT30a Edit 2b 96 Label: Warp Records Fecha: 06 de Abril de 2015
No debería sorprendernos que Richard James, alias Aphex Twin, haya decidido sacar uno de sus mejores temas del último año como un bonus track disponible solamente en Japón. Afortunadamente, a partir de Abril el imposiblemente titulado tema ahora está disponible a nivel mundial en formato EP. Se trata de 7 minutos del Aphex Twin más accesible: hipnóticas melodías y beats impecablemente programados, un desarrollo progresivo y una explotación del contraste entre calidez y agresión que por momentos recuerda a la apertura de su I Care Because You Do (1995). El EP viene acompañado por un edit algo más suave del segundo tema su último LP Syro (uno de los temas
más destacados de dicho álbum) y una versión más rápida de MARCHROMT que dejará satisfechos a los fans del lado más estridente del músico.
EFEMÉRIDES
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EL ARTÍFICE DE OTRAS REALIDADES [ Por Diego Centurión ]
Stéphane Paut (Neige) (Alcest) 16 de Abril de 1985
La verdad es que hace muy poco que conozco su trabajo, pero la belleza y la profundidad de su música es fabulosa. Recuerdo que cuando me enteré de su existencia fue cuando editaron su último trabajo “Shelter” de principios del 2014. Luego de escuchar el álbum me puse a investigar y la historia y la temática de la banda, sobre todo de Neige, quien es el capitán del barco llamado Alcest. Las historias fantásticas acerca de su niñez son casi cinematográficas, pero entendí bien el sentido de tales conceptos una vez escuchado sus discos. Lo asombroso es que Stéphane viene del black metal y él habla de que hay mucha belleza en ese ritmo, lo cual no estoy tan de acuerdo, pero en sus álbumes con Alcest la belleza
se refleja por todas partes y la mezcla entre la luminosidad de su shoegaze mezclado con sonido casi black metal es, simplemente, maravilloso. En el número 13 he escrito una reseña acerca de sus sensaciones: http://issuu.com/revistathe13th/ docs/the13th_numero_11/c/suwfyhp que confirmé en el show que ofrecieron el 08 de septiembre del 2014 en The Roxy. http://issuu.com/revistathe13th/ docs/the13th_numero_12/c/suwfy7t Sin lugar a dudas un artista que trae otra concepción de la vida y que lo refleja en su música de manera casi perfecta. Feliz treinta aniversario de tu nacimiento.
The13th U NA R EVISTA IMA GINA RIA