The 13th Número 21

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The13th AÑO: 2

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NÚMERO 21

UNA R E VISTA IMA GINA RIA

THE CURE | ALAN COURTIS BANDALOS CHINOS | WILLIAM BURROUGHS | NACHO VEGAS | ANDY BELL LAURA CRESP I JOHN MCGEOCH | LITERATURA | CINE Y MUCHA MÚSICA


STAFF

ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO DIRECCIÓN GENERAL Diego Centurión

[ Departamento de Música ]

[ Departamento de Cine ]

Diego Centurión

Nicolás Ponisio

REALIZACIÓN Y DISEÑO

Erick R. Vieyra

José Luis Lemos

Julieta Curdi

Alejandro Cenizacromada

Gustavo García

Marcelo Simonetti TRADUCCIÓN

Maxx Wilda

[ Departamento de Literatura ]

Bernardo Jiménez Mesa

Rodrigo Debernardis

Pablo Ravale

Marcelo Simonetti

Marcelo Simonetti

Damián Snitifker

Ariel Soriano Marianarchy Deadbilly

[ Departamento de Artes Visuales ]

Bernardo Jiménez Mesa

Julieta Curdi

Ricardo Padilla (Oriani_K)

Nazarena Talice

J.D. Daire Alujas Gabo Rojo César León Gabriel Muscio CONTACTO issuu.com/revistath13th

facebook.com/the13thlarevista

revistathe13th@gmail.com

twitter: @RevistaThe13th

Las fotografías usadas en esta Revista son propiedad de sus respectivos autores.


EDITORIAL

Agosto, 2015 Llegamos un poco retrasados al número 21, pero llegamos al fin. Como siempre el trabajo de armar esta revista nos ha hecho pensar muchas cosas que trataremos de ir mejorando. En este número tenemos un nuevo integrante del Staff, desde Colombia, César León, quien se incorpora con muchas ganas y esperemos que con muchos artículos. Para empezar con los contenidos, un excelente dossier sobre un álbum que cruza el espíritu de esta Revista, en conmemoración del trigésimo aniversario de la edición de The Head On The Door de The Cure, hemos realizado una mirada de cada track por distintos redactores. También entrevistamos a un músico argentino pilar dela experimentación en Argentina, Alan Courtis. Un trabajo de investigación sobre grabaciones y sellos independientes, que rompen con lo establecido por la industria. Continuamos con “Derecho de Piso” donde presentamos a Laura Crespi. La literatura y el cine siempre presentes con sus subsecciones. Y la mejor información sobre música. Como siempre queremos darle el espacio a nuestro programa PISO 13, en donde en Septiembre estaremos continuando con las “The Quiet Sessions”. En fin otro número, otro espacio para seguir trabajando.

REVISTA THE 13TH


ÍNDICE

NO SÈ SI CALIFICO COMO MÚSICO ESTRICTAMENTE CLÁSICO por Diego Centurión ..........06 EL ORIGEN DEL ROCK ESTÁ EN LAS GRABACIONES INDEPENDIENTES por Erick R. Vieyra .......................................12

EL MÁGICO ESPEJO DE LA NUEVA SANGRE por Alejandro Cenizacromada ......................................16 PALABRAS EN LA ARENA ALQUIMIA DEL DELIRIO por Pablo Ravale....................................................................................................................30 DEL LIBRO AL MP3 WILLIAM BURROUGHS por Pablo Ravale......................................................................................................................34 CRÓNICAS DESDE MERDEVILLE LO QUE SE HABLA ES LO QUE EN REALIDAD NOS ENDROGA Por Pablo Ravale......................................................38 HIDDEN TRACK...............................................................................................................................................................42 RESCATE CINÉFILO UN LOOK CLÁSICO YO ME TENGO QUE CASAR… ¿Y USTED? por José Luis Lemos..................................................................................50 FREAK OUT!!! por José Luis Lemos...............................................................................................................................52 HUMOR SUGERENTE por Nicolás Ponisio.....................................................................................................................55 LA SOMBRA DE UNA AUSENCIA por Nicolás Ponisio..................................................................................................56 TODO HOLLYWOOD PASADO FUE MEJOR por Nicolás Ponisio.................................................................................58 LA SÁTIRA EN TIEMPOS DE GUERRA por Nicolás Ponisio............................................................................................59 ONE HIT WONDERS por José Luis Lemos....................................................................................................................61


EL ESCRITOR SERIAL WET HOT AMERICAN SUMMER, FIRST DAY OF CAMP: Verano del 81por Nicolás Ponisio ........................................64 EN CONCIERTO LA INTEGRIDAD ES UN ARTE por Marcelo Simonetti...................................................................................................70 NO ES GUERRA, ES UNA PINTURA Fotos por Nazarena Talice.....................................................................................74 MÁS QUE UN POCO DE RESPETO por Gabriel Rojo / fotos por Nazarena Talice........................................................78 GANAS DE SUFRIR UN POCO MÁS por Marcelo Simonetti / fotos por Nazarena Talice.............................................82 PURA MELOMANÍA Y LOS RIFFS SE VOLVIERON ELÉCTRICOS por César León..........................................................................................90 COMO ESPEJO EN EL AGUA por Alejandro Cenizacromada.......................................................................................91 EL ARTE DE NO SER AMADO por Gabriel Rojo............................................................................................................92 EL MIEDO TRANSFORMADO EN VANGUARDIA por Max Wilda.................................................................................93 ¿QUÉ BEBER PARA ESCUCHAR MEJOR? GARBAGE & DIRTY SHIRLEY por Max Wilda................................................................................................................96

ES UN UNIVERSO SONORO Y EMOCIONAL por Diego Centurión ......................................................98 EL JARDÍN DE LAS DELICIAS........................................................................................................................................106 EFEMÉRIDES LA ELEGANCIA GUITARRÍSTICA................................................................................................................................112 DERECHO DE PISO por Laura Crespi.............................................................................................................................114



[ Entrevista a Alan Courtis por Diego Centurión ]

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NO SÉ SI CALIFICO COMO MÚSICO ESTRICTAMENTE “CLÁSICO” A veces pasan tantas cosas en nuestros días, que muchas veces vamos perdiendo el camino de muchos artistas y bandas, pero no porque ya no sean de nuestro interés, sino que muchas veces se nos escapan informaciones o perdemos de vista la continuación de la carrera de los artistas. Éste es el caso que me pasó con Alan, luego de la ruptura de Reynols, sus integrantes entraron en un lugar al que yo no accedí, pero siempre se está a tiempo para re descubrir el tiempo perdido y ponerse nuevamente al día.

Siempre tuve la sensación de que nunca se supo bien tu nombre, ¿es Anla o Alan? ¿Courtis o Curtis? El apellido es Courtis y mi nombre real es Alan aunque también a veces uso Anla como una suerte de seudónimo anagramático leve. No es que uno quiera confundir a nadie, pero a veces se torna inevitable. Para empezar a hablar de tu carrera no podemos dejar de lado tu formación clásica en piano y guitarra, y si bien no lleva al camino directo de tu carrera, hay que saber construir para destruir, y volver a construir. Cuéntanos sobre tu formación “clásica” y ¿cómo llegas a la deconstrucción del sonido? Es cierto que empecé con una formación clásica y aunque es un lado no tan conocido de lo que hago, nunca dejé de mantenerlo activo. De hecho tengo

bastantes obras compuestas para distintas formaciones con partituras tradicionales y con otras grafías. Por ejemplo el año pasado me comisionaron una obra en Suiza para un octeto y este año tocaron en Canadá unos estudios míos en versión para órgano de iglesia y coro. No sé si califico como músico estrictamente “clásico”, pero igualmente me interesa seguir explorando las posibilidades de la guitarra clásica y a nivel compositivo seguir probando distintas tácticas que incorporan elementos de eso que llamas “deconstrucción”, que supongo sería lo que viene a desarticular un poco cualquier orientación previa. ¿Qué te lleva a buscar en el universo (mal llamado no instrumental) el sonido que construyen tus armonías sonoras?


Lo instrumental y lo armónico son importantes pero hay más, también hay que incluir lo tímbrico, lo sonoro e inclusive lo gestual. Entre todo eso se va construyendo un cierto universo, pero la fuente de alguna manera queda siempre ligada a lo expresivo. Diría que es un poco como una “levadura sonora”, uno sólo propone algunos puntos de partida y después la obra va levando por sí misma. Aparece Reynols (aunque primero fue Burt Reynols Ensamble) Y este año se cumplen veinte años de aquella primera publicación “Gordura Vegetal Hidrogenada”, ¿Qué piensas del proyecto a más de dos décadas de que se inició el proyecto? En realidad hay dos álbumes previos al “disco desmaterializado” que mencionas, pero en cualquier caso haber tocado en Reynols fue para mí una gran experiencia. No es raro como suceden las cosas acá en Argentina y en gran parte de Latinoamérica, las bandas suelen tener fans en todo el mundo menos en sus propias tierras. ¿A ustedes les pasó lo mismo con Reynols, no? Por suerte la música tiene la ventaja que te pueden escuchar en cualquier lugar del mundo y con las posibilidades tecnológicas esto se amplía. Nos tocó jus-

to ese momento de expansión con la aparición masiva de Internet; de hecho, no sé si privados de la posibilidad de contar con el e-mail hubiésemos podido llegar tan lejos. ¿Qué legado o enseñanza te ha dejado Miguel Tomasín? Miguel es un músico increíble, fueron muchas las cosas que me dejó como enseñanza. Para terminar con el tema de Reynols, ¿Qué sucedió con el documental “Buscando a Reynols”, les trajo algo más de público? Puede ser, pero la realidad es que la película salió al final del último período. Igualmente la banda nunca estuvo pensada como proyecto comercial, sino como experiencia humana y artística. Pero a la par de Reynols, vos ya editabas álbumes y una gran cantidad. ¿Por qué crees que acá cuesta encontrar artistas como vos que vayan más allá de lo establecido? Sí, por esa época ya estaba grabando discos solo y algunos en colaboración, como “Culver-Courtis” que después lo reeditaron en LP en Inglaterra. También hay otros con material grabado en ese período o inclusive en años anteriores que se editaron poste-


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riormente como “Tape Works” (Pogus, EEUU) o “Cassetopia” un LP que salió por Ini.Itu (Indonesia/ Bélgica). Después seguí grabando otros proyectos, algunos solo y otros con distintos músicos o grupos de todo el mundo. Respecto a tu pregunta, creo que acá hay muchos artistas valiosos pero es raro ver que se les dé el espacio suficiente. Y eso de “ir más allá de lo establecido”, en muchos casos ni siquiera está del todo claro qué es “lo establecido” así que responder algo coherente sería bastante aventurado. ¿De qué manera piensas tus canciones (si hay alguna forma habitual), es por la sonoridad o lo piensas prematuramente? Formalmente hablando no tengo “canciones”, no al menos lo que se entiende convencionalmente por eso. Trabajo más bien con estructuras o ideas que generan situaciones pare que se plasmen en sonido. Esto puede variar bastante de un proyecto a otro porque que voy cambiando tanto las instrumentaciones como el audio en general. La sonoridad es importante, pero insisto, no lo es todo; siempre depende del caso y del efecto de sentido que uno esté buscando.

Folklore” dos álbumes y alguna colaboración más. A la hora de tocar en vivo, ¿ejecutas algunas de las canciones de tus álbumes? ¿O tratas de experimentar? Normalmente no toco las “canciones” de los discos como tales, aunque sí utilizo ideas y sonidos que están los discos. Últimamente en vivo toco solamente un solo bloque largo que contiene varias partes y se va desarrollando. Respecto a los discos que mencionas: “B-Rain Folklore” es un álbum acústico editado en Japón (www.yogoh.com) basado en una exploración sobre la idea de “folklore” y “El Raspiarero” -que salió en EEUU- contiene mayormente experimentos de cinta. También Dancing Wayang Records (www.dancingwayang.com) editó hace poco el LP “Bring Us Some Honest Food” que grabamos con Aaron Moore en Inglaterra. La cuestión es que tengo el 99% de los discos editados afuera, (Europa, Estados Unidos y otros lugares como Japón, China, Hong Kong, Malasia, etc.) y la verdad es que no existe una distribución coordinada de todo ese material. Por eso no pretendo que nadie conozca tal o cual tema, así que en vivo simplemente voy, toco lo que me parece y después me atengo a las consecuencias.

Hablar de toda tu discografía sería interminable, vamos a este último 2015, “El Raspiarero” y “B-Rain

Muchas veces se denomina como algo nuevo el concepto abstracto de la música experimental o


ambient, pero esto ya lleva más de cuatro décadas ¿Sientes que hay una apertura más grande a este tipo de sonidos en la actualidad? Aunque ya lo dije alguna vez, lo repito: lo “experimental” no es solamente un género musical sino más bien una cualidad de la música. Toda música tiene algún grado de experimentación, lo que pasa es que con la música orientada a la industria y regida por intereses comerciales ese grado se termina reduciendo casi a cero. Por eso es importante cuidar los espacios en que se trabaja con otra lógica. A mi particularmente no me interesa demasiado la “novedad” y tampoco se si actualmente hay más apertura; es cierto que en cierta medida las nuevas generaciones tienen menos prejuicios, pero hoy es tal la superabundancia de información que eso puede desorientar a cualquiera. La música experimental tiene mucho de esa búsqueda interna, como emanar ese paisaje que llevamos adentro (si bien toda la música debería ser así), dentro del ambient o lo experimental esto parecería notarse más. ¿Crees que la música experimental es propicia para esta demostración de estados de ánimo? Coincido en que esta música supone una búsqueda interna y por eso a mucha gente le resulta algo difícil soportarla. Igualmente no se trata de imponer un estado emocional específico, sino más bien de proponer algo que desde lo sonoro tenga la intensidad suficiente y después dejar todo abierto para que cada uno lo reciba como quiera o pueda. Mirando hacia atrás (¿te gusta mirar hacia atrás en tu carrera?), ¿sientes que has tenidos períodos en tu trabajo? Es decir, ¿puedes llegar a reagrupar tu discografía bajo algunos conceptos? Me parece que otros deben tener una visión más clara que la mía, porque aparte de estar bastante involucrado, normalmente prefiero mirar más al futuro que catalogar el pasado. Pero supongo que se pue-

den utilizar algunos criterios para agrupar discos: algunos que están basados en un sonido de guitarra, lo cual remite de alguna forma al “rock” o a la “psicodelia”, otros trabajan más con el “ruido”, con el “drone”, con las “grabaciones de campo” o con la “improvisación” y también hay discos más acústicos. En fin son varias las vertientes y no pocas las posibilidades de seguir confundiendo a todos. He leído que diriges un taller de música en la Carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. ¿Aún continúas haciendo eso? ¿De qué se trata lo que enseñas? Ese taller se mudó, pero igualmente en la Universidad sigo dando al menos una vez al año el seminario sobre Arte y Discapacidad. ¿Cómo te estás presentando en vivo actualmente, porque he visto mucho que lo haces sólo? Sí, a veces toco sólo, pero acá también participo de varias formaciones como Los Telergia o The Dalton Connection. En el exterior vengo de tocar con gente como Keiji Haino, Merzbow, Kawabata Makoto, Daniel Menche, RLW, Gert-Jan Prins, Lasse Marhaug y en Francia tenemos hace años un grupo bastante particular que se llama L'autopsie a révélé que la mort était due à l'autopsie. ¿Qué es lo que queda para este 2015? En los próximos meses tengo que ir a Perú y tal vez a Brasil. También hay varios discos a editarse en distintos formatos en Polonia, Japón, Nueva Zelanda y Estados Unidos para lo que queda del año y los primeros del próximo. Ahora estoy componiendo material nuevo y tengo una gira larga planeada. Muchas Gracias A.Courtis por darnos esta posibilidad de entrevistarte. Gracias a ustedes, a los lectores y a los que no leen también.


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[ Por Erick R. Vieyra ]

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PLATAFORMAS INDEPENDIENTES COMO FUENTE DEL ROCK SUBVERSIVO

El origen del rock está en las grabaciones independientes, la distribución mano en mano, las presentaciones en directo a pocas personas, la prohibición, la falta de recursos y la salvaje necesidad de expresión. Después llegaron los que con el rock hacen su negocio personal, las grandes marcas que fabricaron a los grupos y les dieron imagen, concepto, logo, publicidad, putas, crearon de un músico un ídolo incluso otorgando a unos de ellos atribuciones intelectuales casi de un genio, los músicos sin carácter, sin rebeldía, sin afán de romper estructuras. La distribución masiva echó a perder el rock subversivo; la parte de la historia donde se vio más músicos prefabricados fueron los años 90s., y la broma vino casi por completo de los anglosajones. De manera alterna a la dictadura del oficialismo que hizo del arte del sonido una de las peores industrias al carecer de innovación y ejercer la sobreexplotación, sobrevivieron los renegados que al no aceptar la dinámica del juego que se les intentaba imponer crearon sus realidades alternas casi utópicas mezclando fantasías con condiciones de vida extremadamente duras. Un ejemplo vivo de ello es John Zewizz, el cual ha pagado un alto precio por ser parte del underground. Gerogerigegege es otra de

esas historias de una vida maldita que se diluyó sin dejar un rastro claro de lo que con él pasó. Uno de los mayores vanguardistas de punk estadounidense, Catholic Discipline, tenía un proyecto de publicación muy nutrido haciendo presencia en revistas donde trataban el rock de los suburbios y la organización de conciertos. Lo que hizo CRASS es uno de los ejemplos más paradigmáticos, y de forma semejante a lo largo de la historia del sonido se suman miles de proyectos entre los cuales están los OMB, los conjuntos, etc., que se mantuvieron al margen e incluso impulsaron propuestas como la Kill Your Tape la cual funcionó como uno de los primeros intentos por hacer masiva la copia ilegal de material discográfico con la intención de piratear discos, aspecto que ahora es casi la tendencia mundial gracias a la facilidad que da la red para difundir contenidos en formatos digitales. Al referir al sonido de carácter independiente es casi obligada la asociación con el underground, aspecto que he tratado en artículos de números anteriores de The 13th (sugiero revistar lo que expongo en los números 10, 12 y 19), pero no está de más hacer una acotación; los objetivos que se buscan en los sellos independientes suelen ser diferentes a lo


que buscan los que en ellos publican; los primeros (los sellos) suelen tener por intención fundar catálogos (plataformas) de sonidos de culto, marcas que servirán como referente (léase, clasificación) a estilos específicos a los cuales el escucha podrá acceder para tener una muestra de géneros no comerciales; mientras que los músicos pueden compartir este objetivo o bien usar al sello como “escalón” y en cuanto se presente la oportunidad comenzar a comercializarse; es decir, hay “músicos” (por llamarles de alguna manera) que sólo tienen un fin instrumental respecto a la publicación en catálogos de rock independiente. Resumiendo lo anterior; mientras en los sellos encuentro que se le da un peso mayor a causas de naturaleza ideológica; en los músicos la causa suele ser instrumental. Al no encontrar quién les publique optan por llamarse independientes… cause que tomarán hasta que alguien esté dispuesto a comprarlos. Sin prestar atención a esa clase de músicos (traidores), trataré lo referente a los que ven la música como un medio para hacer arte autónomo con principios del DIY (Do It Yourself). Uno de los instrumentos en los cuales se ha apoyado el sonido definido como subterráneo es el ejercicio de las actividades soberanas, entre las cuales están: mantenerse alejado de los círculos de managers, marcas, grandes disqueras, entre otras formas de acción semejantes. Uno de los puntos focales para los que ejercitan el sonido es el lanzamiento en sellos independientes los cuales suelen dar una libertad creativa casi absoluta en los músicos. En los años setentas y ochentas aparecieron bastantes de estos sellos, incluso diversos estilos, géneros musicales, se impulsaron desde estos sellos; ejemplificando algunos: el Post Punk manchesteriano, el cual es muy distinto al que se hacía en Londres en aquellos años, tuvo un impulso casi por específico en la Factory Records (Tony Wilson, Joy Division, OMB. En el 12º número de The 13th se presentó un artículo relativo a Factory Records); el Industrial con Industrial Records (Genesis P-Orridge), el experimental-ambiental con Inner-X-Musick (John Zewizz, Women Of The SS).

La mayoría de este tipo de trabajos se ejercieron por idealistas con poco o nada de experiencia en la industria musical y en su mayoría desaparecieron al irse a la quiebra económica dado que esta música no se caracteriza por dejar ganancias que posibiliten la constante inversión, y también porque la vida de sus fundadores suele ser espontánea y complicada. Muchos de los sellos independientes de aquellos años hoy quedan sólo como un nombre de catálogo donde se coleccionaron materiales de culto, una especie de registros que son conocidos y valorados por antropólogos del sonido, por gente que ve la música como algo más que una actividad, que entiende la música casi de una forma espiritual. El uso de Internet ha traído aparejada la opinión de que por medio de esa tecnología se puede lograr mayores grados de libertad en comparación con formas comunicativas más tradicionales. Mucho se puede decir en contra de esa alegada libertad cuando se observa que los grandes gestores de Internet funcionan bajo principios conservadores casi de ultraderecha, que es dominado por aplicaciones que en algunos sectores funcionan como oligopolios, que se prohíben contenidos en redes sociales por el simple hecho de mostrar desnudos, que el espionaje a la población es quizás el más sistemático que en la historia de la humanidad se ha dado. Una larga lista de críticas puede ser enumerada en contra de esa libertad de la red de la que muchos se sienten su adalid. A pesar de las restricciones, hoy como nunca antes en la historia existe la posibilidad de contar con elementos de información de todo tipo en fracciones de segundo, también existe la posibilidad de romper con difusiones restringidas a una sola localidad y sus alrededores. Los que admiran y han coleccionado el trabajo de los sellos independientes de décadas pasadas hoy tienen una importante plataforma en internet para difundir ese trabajo que algunas veces no pasaba de haber sido conocido en unas pocas ciudades de un mismo país. Hombres y mujeres solitarios e incomprendidos que algunas veces viven sus propias tormentas se han arrojado en el ardor que alimentó hace treinta años las plataformas, algunos se en-


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cuentran haciendo reediciones de discos perdidos y distribuirlos en la red, otros han fundado sellos independientes donde exploran lo más denso del sonido subterráneo de su localidad y otros países, haciendo de esta forma registros de catálogos digitales. Hoy hay un retorno de sellos en la red hechos por las personas que entienden con admiración y estima el invaluable trabajo altruista que hicieron los que hoy son viejos, donde muchos esperan que por medio de esa actividad se pueda dejar el registro del sonido subterráneo de nuestro tiempo, aportando de esa forma una colaboración a la historia del arte que no acepta el capitalismo como única realidad. Algunos de esos sellos hoy se presentan con buenas colecciones digitales con grupos y solistas que despliegan un talento que impresiona y

que deja sobre la mesa la idea de que lo vanguardista está en el verdadero underground; en lo que rompe con la dictadura de lo normal; ejemplos de estos sellos, son: Plataforma Records, con sede en Brasil; Noxa Recs desde Perú; Angustia y Biodata en Venezuela; Collants Noirs Releases y Agorafobia Tapes de México; NKS International en Francia, Abandonment en Bulgaria, en España está Craneal Fracture Records; en Inglaterra a Reverse Records; en Canadá está Garbage Men Puking, incluso The 13th también ha hecho un compilado (Imaginario Compilado se publicó a principios de este año en el bandcamp de la revista) y publicado un minidocumental bajo su propia marca en torno a la extinta banda de la ciudad de NY, Split Me Wide Open (en el youtube de la revista se puede acceder a él).



[ Dossier sobre The Cure y su The Head On The Door ]

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EL MÁGICO ESPEJO DE LA NUEVA SANGRE

Bajo el sello Polydor se edita uno de los más exitosos álbumes de la banda de Robert Smith, The Cure y su The Head On The Door. Hasta ahí, se podría decir algo normal al hablar de un trabajo importante en la discografía de cualquier banda. Pero hablamos de The Cure, la banda que fue el punto de partida para la existencia de lo que hoy conocemos como Revista The 13th (recuerden que todo empezó como un fanzine de la banda). The Head On The Door no fue un disco más en la vida de The Cure, ni en la relación de The Cure con Latinoamérica, también fue un punto de quiebre a nivel mundial para la banda. Es el primer álbum de la banda editado en la mayoría de los países de nuestra lengua. En sus ediciones hay algunos casos particulares por ejemplo en Chile y Argentina, el álbum y el cassette fue lanzado como “Con la Cabeza en la Puerta” (Chile) y “Cabeza Contra la Puerta” (Argentina). También en Argentina fue el único lugar que la portada fue cambiada por la del single de “In Between Days” (qué es la portada de este Dossier). Hay algunos puntos muy importantes en la con-

creción de este trabajo: Primero: Nuevos cambios en la estructura de la banda, de la formación del año anterior, sólo quedan los miembros originales (Robert y Lol Tolhurst) más un colaborador de los primeros años y que estaba como invitado en 1984, Porl Thompson, quien quedaría como miembro estable de la banda. Segundo: Para la grabación del álbum se suceden dos hechos fundamentales, el regreso de Simon Gallup al bajo (reunión de reconciliación ideada por Gary Biddles) y la nueva incorporación en la vida de la banda, el gran Boris Williams. Conformando así una de las mejores formaciones de la historia de The Cure. Un álbum ecléctico y riquísimo en sonoridades, profundidades y sensaciones. Hablar de los tracks de este álbum para un solo redactor de esta revista hubiese sido injusto para el resto, y se vería una sola mirada, por eso hemos decidido que varios de los redactores den su opinión sobre el álbum (su mirada sobre The Head On The Door y sobre una canción en particular. Así que los invitamos a ingresar al mundo de las pesadillas del tío Robert…


01. In Between Days Por Gabriel Rojo

The Head on the Door es un disco importantísimo para The Cure, ya que en él Robert Smith finalmente logra combinar en forma exitosa y consistente sus obsesiones góticas con su notable (aunque a veces menospreciada, incluso por él mismo) sensibilidad pop. El tema de apertura, “Inbetween Days”, es el más claro ejemplo de este nuevo enfoque: estridentes guitarras criollas, el siempre melódico bajo de Gallup, inmortales líneas de teclado y Smith cantando feliz y melódicamente sobre la tristeza universal. Sería un error pensar que Smith “se vendió;” de hecho, aquí sigue bailando la danza de la muerte. Las palabras siguen expresando anhelo, pérdida y separación, sólo que ahora están escondidas parcialmente por una jovial y profesional musicalización que termina agregándole aún más matices y ambigüedades. No es de extrañar que con este disco, y con este single en particular, la banda estuviera lista para conquistar al mundo.

02. Kyoto Song Por César León

Podría ser usada como modelo de canción melancólica de The Cure, pues mezcla de forma perfecta casi todos los elementos claves del estilo de la banda. Allí se combinan una letra surreal con una muy dulce melodía sobrepuestas a una guitarra etérea y un bajo marcado y dominante. Pareciera una canción de amor pero es más una obra oscura y casi siniestra. Se dice que fue concebida durante la gira por lejano oriente de la casi desintegrada banda. Que está basada en la mezcla de dos sueños; uno de Smith y otro de su esposa -uno sobre alguien devorando a otra persona y otro sobre la muerte de alguien en una piscina-. Lo que hace tan diferente y maravillosa a esta canción es esa tremenda y poco habitual contraposición de elementos que hablaba: inocente melodía -es casi un arrullo-, un extraño e hipnótico acompañamiento frente una letra extraña, casi siniestra. Una lúgubre visión soportada por bellos acordes. La primera vez que escuche las canciones de “The

Head on the Door” curiosamente no fue directamente del álbum, sino del legendario concierto “The Cure in Orange”. Que era la gira de este álbum, donde casi por completo se ejecutan sus tracks, Pero que, como pocos, en vivo, tal vez superen las versiones originales. “The head on the door” es un álbum que muestra la madurez lograda por la banda que fue casi desintegrada después del maravilloso, oscuro, pero autodestructivo Pornography y que originaría los, casi en solitario de Smith, “Japanese Whispers” y “The Top”. Creo que en “The head on the door”, el trabajo es favorecido por el retorno de Gallup, la adición (o también retorno) de Porl Thompson y Boris Williams. Es un álbum que consolida el sonido y variedad que venía gestando “The Top” pero mucho más profundo, los arpegios de las guitarras o teclados de Thompson complementando los solos de Smith, el nuevo sonido que Williams agrega con su batería, que contrasta mucho con la simplicidad de los primeros álbumes y hace más rica y diferente cada canción -se pierde en minimalismo pero se gana en heterogeneidad-. Tiene un sonido que “The Top” ya develaba pero aquí es todo mucho más redondo, tal vez porque en THOTD, Smith esta menos solo. El álbum explora dulces melodías curescas tipo “Kyoto song” o “Six different ways” y “Close to me” -que vendrán a definir mucho el sonido de “Kiss Me, Kiss me, Kiss me”- pasando por experimentos influidos por sonidos orientales -que a Smith tanto le gustan- como “The Blood” -lo había hecho en “Wailing Wall” y repetirá en “Snakepit”-. Jugando con emocionantes tracks guitarreros llenos de flanger como “Push”, “The Baby Screams” y la misma “A night like this”. Y todo para finalizar con el nuevo sonido oscuro intimista curesco que “Sinking” propone y para mi adelanta lo que vendrá en “Disintegration”. Extrañamente los dos singles de este álbum (In between days y Close to me) son los que más evito... mi favorita es “Sinking” que es la quintaesencia de lo que busco en The cure, que para este álbum vendría siendo lo que “The figurehead” es para “Seventeen seconds” o “Faith” para “Faith”


03. The Blood Por Diego Centurión

La tercera canción de The head on the Door. Se convirtió en una extraña gema en la discografía de The Cure, así como también lo fue en su momento “Killing An Arab”, pero más que nada por tratarse de ritmos o melodías foráneas a la cultura inglesa. El error que supuso el querer hacer un fado (música típica de Portugal de corte más emocional y lamentosa, reflexiva, de tono triste y cadencia más emotiva). A Robert Smith le salió una canción netamente flamenca, aguerrida, rápida y llena de histrionismo instrumental y encanto sonoro. Tal vez ayudado por un vino barato portugués en la cual la etiqueta era la Virgen María con el niño Jesús en un brazo y la botella en la otra mano, y el nombre de la marca era “Las Lágrimas de Cristo”. La canción sorprendió y mostró una faceta distinta de The Cure, en donde se puede escuchar a una banda que se corre del oscuro rincón al que nos tenía acostumbrado y nos enseña a verlos como una banda que tiene variados recursos instrumentales y compositivos para sorprender. La fuerza de las guitarras españolas y la soltura de los acordes, sumado a la elegancia expresiva de lo aportado por el gran Porl Thompson, quien desmenuza en arpegios y solos como un entendido en el flamenco, dispara emociones en cada intervención. Hablar de la solidez de un siempre contundente e impecable Simon Gallup, le aporta una rigurosidad latente en el track. El aporte casi fundamental del “nuevo” baterista, Boris Williams, incluidas las percusiones y castañuelas hacen de la canción una delicia. The Blood resultó ser un single oficial sólo en España, editado en 1985 como promoción para las radios, algunas copias llegaron a venderse. Con diseño de Nach Scola, con un lado B con “Six Different Ways” Acompañaba esta edición una nota adjunta Existe un video de una pareja flamenca bailando al ritmo de The Blood, que sólo se puede encontrar en youtube, que sirvió como promoción para Tv. The Cure llegó a mi vida en la primavera porteña de 1984, cuando un amigo de la secundaria me llamó por teléfono para decirme que su papá le había traído un disco de una banda inglesa que era genial. Por lo cual acepté la invitación y fui a ver de

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qué se trataba esa genialidad. La portada era colorida con unas formas raras y una tipografía extraña en la que decía The Top. Obviamente ante el primer track (Shake Dog Shake) mi vida cambió. Pero no todo fue tan fácil, recién pude obtener un disco de The Cure en 1985, cuando se editó “The Head On The Door” a nivel mundial y lo que significó la explosión comercial de la banda. Para mí fue pensar en haber encontrado una identidad musical que en la adolescencia uno busca. The Head On The Door fue el sello que marcó mi identidad musical desde ese año hasta hoy. Y cada vez que escucho este álbum recuerdo imágenes y sabores de esos años de la década de los ochenta.

04. Six Different Ways Por Gabriel Muscio

Un catalejo es un instrumento ocular empleado para ver de cerca objetos lejanos. Si nos remontamos a los años 85/56, en Buenos Aires, The Head on the Door era realmente eso: una modo (instrumento) simple, a través de uno de los discos más populares de la banda hasta ese momento, de adentrarse a un muestreo maravilloso de la compleja, variante y nutrida obra de los Cure. Y si hablamos de distancia y lejanía, es porque el rico catálogo de los primeros (y post punks) años era absolutamente desconocido e inédito para el oído de la mayoría de los futuros fans de Smith y Compañía en nuestro país. The Head on the Door en Argentina fue un disco sumamente exitoso, con el ingrediente de tener como portada una foto que los Cure utilizaron para la edición del simple In Between days. Una foto fantasmagórica que permitía ver su costado artístico un tanto tortuoso y fetichista, una especie de romanticismo oscuro en contraposición a sonidos radiales de FM, clásicamente popy. Six Different ways es justamente eso: un clásica canción Cure de melodías juguetonas, donde un entretejido de teclados y cuerdas le daba sostén a la maravillosa voz de un Robert maduro, listo para pegar el salto de masas. El concepto minimalista a la hora de instrumentar la composición es notable, donde la percusión


toma impulso desde el cerebro virtuoso y creativo de Boris Williams (¡si hasta un genial solo de timbales se animó a grabar!). El silencio en la música, en esos años, era un aliado de Bob. ¡Y lo bien que le hacía! Podría haber formado parte de algún lado B, pero Robert y su productor Dave Allen, consideraron que esa canción tenia méritos suficientes para mezclarse con piezas clásicas que traspasaron generaciones de fans como Close to me, Kyoto Song, A night like this o Push. Con el paso del tiempo la banda fue tachándola del set-list luego del Head tour y la posterior edición del Kiss me. Una verdadera pena, ya que era un simpático momento en los shows, donde Robert bailoteaba con sus graciosos pasos de zapatillas enormes y la Telecaster colgando de su cintura. ...y con los labios pintados, obvio.

05. Push Por Ricardo Padilla

Push nos revela un escenario y una historia desde los primeros acordes de guitarra y que se extienden hasta formar una introducción instrumental muy cautivante, por momentos épico y expectante. El lado poético estalla con las primeras líricas en la voz privilegiada de Robert. “Go go go! Push him away No no no! Don't let him stay...” El apasionamiento nos lleva a querer descifrar cada una de sus frases, y suele ser bastante difícil revelar el carácter poético e intimista de la canción. La historia advierte una relación lacerante y manipuladora, quizás incestuosa pero que amalgama 'como fresas y crema' con la prodigiosa instrumentación. Sin duda uno de los temas más pensados, ágiles y que deja todo a las sensaciones. Algo que salta al oído al escuchar la sexta producción de la banda británica es que se trata de un disco de conceptos dispersos, musicalmente hablando. Su generoso aporte de singles le valió ser catalogado como uno de los mejores dentro de su larga producción. El tema de los conceptos ocurre ante los abismos estructurales entre tema y tema. Por un lado la tan equilibrada “In between days” y por el otro una experiencia sensual con “Close to me”, tan adora-

ble y superficial. “The blood” muestra la curiosidad y la exploración en la que se ensimisma Smith por la cultura española, suena extravagante pero insuficiente. Al otro lado se manifiesta la genialidad de la banda con “Push”, una joya heredada de sus discos anteriores, manteniendo ese rasgo oscuro que los ha perennizado. The Head on the door es contraste, genialidad y equilibrio, una suma que ha elevado a la banda hacia los confines de la fascinación.

07. The Baby Screams Por Diego Centurión

The Baby Scream es el sexto track del álbum, en el vinilo abría el lado B. Una canción que retoma de alguna manera el sonido más psicodélico de su anterior trabajo, The Top. Esa mezcla de guitarras con fraseos con flangers y delays que recuerdan a canciones como “Bird Mad Girl “o “Dressing Up”. Compositivamente la canción tiene capas superpuestas de instrumentación. El sinte del comienzo es casi tomado por el bajo (que suena como una aplanadora) y la guitarra, que paneada hacia la derecha, se va llevando la atención pero siempre hay otro instrumento que compensa y estabiliza la escucha desde la izquierda, a veces otra guitarra o a veces el piano. Por el medio, en el centro, la voz del siempre juvenil Robert y la batería perfecta de Boris con un pads electrónico, que ejecutado de manera exquisita, me recuerda por momentos a “Play for Today”. El bajo de Simon es como siempre el punto en donde todos los instrumentos se apoyan para dispersarse a través del espectro sonoro del track. El piano produce un efecto de calidez en un track en donde la vertiginosidad del resto de la instrumentación se compensa con las delicadas apariciones del instrumento de teclas. Tal vez esta canción pase un poco desapercibida en el contexto del álbum (tiene un pequeño video en el “Staring At The Sea - The Images”), pero es justamente el nexo sonoro con el pasado más reciente discográfico de la banda, “The Top”.



08. Close To Me Por J.D. Daire Alujas

Recuerdo de ésta canción principalmente su video. Debo decir que, a pesar de ser bastante chico como para entender de qué iba la banda y la canción, me daba la impresión de que todo en ellos era una parodia. Una burla. Era la época del glam rock, los "raros peinados" (que claro, después comprendí que ellos mismos impusieron), las pintas grotescas, el exceso de maquillajes, etc. Así que al ver a estos tipos metidos dentro de un armario haciendo "sonar" la canción con peinetas y juguetes ridículos, la visión no podía ser más clara. Es la época en que el rock tiene que aceptar su propio absurdo, y ésta banda lo expresaba. Recuerdo que las primeras veces que vi el vídeo no lo soportaba. Ni a la canción tampoco. Tal vez me parecía poco "cool" o fuera de onda. Yo aprendía (como todo chico criado en los 80) que el rock era una cosa seria y no sólo decía cosas importantes acerca de la moda y del estilo; decía cosas importantes acerca del mundo, de la sociedad y sus conflictos. Y esto se iba a un extremo en donde no había nada de eso. No estaba tan "Cose to me" la cosa... Curiosamente con los años vimos como no sólo trascendió la tremenda expresividad de la canción, del disco y de todo cuanto hiciera la banda. La lectura "Cureana" y su marcado filtro sónico y estético se impusieron en el centro de todo aquello que en los 90 tuviera el rótulo de "alternativo", con Close To Me sonando de fondo. Tal vez no me equivoque al seguir creyendo que sí había algo de parodia y de juego en ello. Lo cierto es que ya no me parecían tan absurdos, sino más bien auténticos y precursores de mucho de lo que vendría. The Head On The Door impactó a montón de grupos llegando a tener eco incluso en muchas bandas latinas. Inevitable reconocer en el paladar las gotas diluidas del disco en muchos discos inspirados o influenciados por su sonido.

09. A Night Like This Por Rodrigo Debernardis

Personalmente, llegué tarde a The Cure. Siempre habían sido una banda relegada en mis gustos mu-

sicales, quizás por considerarla yo demasiado “grande” comercialmente hablando, algo que por lo general, a la hora de inclinarse uno por tal o cual artista, resta valor; sobre todo si ese uno (en este caso yo) siempre se sintió más cómodo dentro de las minorías. Pero esto a veces se transforma en un prejuicio erróneo y puede privarnos de algunas buenas cosas. Recuerdo que corrían los primeros otoños de la década del 90 y yo, descorazonado por un amor no correspondido, hice lo que todo manual del amante herido sugiere en estos caso: alcohol en abundancia y discos lo más depresivos posibles. Un amigo me hizo escuchar Wish y mi mundo musical cambió. No sólo descubrí la banda de sonido perfecta para el momento que estaba viviendo sino que me encontré extasiado ante todo un océano musical que nunca había explorado. Pero no es el tema que nos incumbe hoy, y por eso no voy a extenderme en hablar de Wish, ni de lo que fui avanzando “para atrás” después en la discografía de los Cure. Llegaron a mí y me los fui devorando: Disintegration, Kiss Me Kiss Me Kiss Me (tremendas joyas) y por supuesto The Head On The Door, el maravilloso disco del que en esta ocasión estamos hablando. Elegí el track “A Night Like This” porque fue el que primero llamó mi atención del álbum. Ya el fade-in con el que arranca lo distingue del resto. También porque la melodía que tocan las dos guitarras durante toda la canción es hermosa y porque, si bien no soy de los que les gusta demasiado el saxo, en este caso creo que le queda fantástico al track. Pero más que nada la elegí porque, si tuviera que filmar una escena en la que un tipo, en 1985, va caminando sólo por la calle, con unos borceguíes, un sobretodo negro hasta los tobillos y los pelos parados, cuidadosamente revueltos; sin dudas, pero sin dudas lo haría con “A Night Like This” sonando de fondo.

09. Screw Por Bernardo Jiménez Mesa

El penúltimo track de The Head On The Door pareciera como una canción de paso...el penúltimo escalón antes del “grand finale” (Sinking). A juzgar por la manera en que usualmente es interpretada


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en vivo y en particular por la versión lograda para el show de John Peel, es clara la intención del productor en esta versión de estudio. Había que tocar más lento (algo que a muchas bandas cuesta mucho cuando hay público y adrenalina de por medio); quitar la melodía de los teclados (que la enmarcaban en un periodo muy específico); quitarle un poco ese sonido funk que tenía y sobre todo, darle al bajo todo el peso e importancia. Screw es una de esas canciones donde Simon Gallup esculpe minuciosamente el sonido de su instrumento y se convierte en el motor de una pieza donde, en la mezcla, él es preponderante. En la versión incluida en The Head On The Door, Simon es protagonista. Con un riff contundente y una señal pasada por válvulas, Simon se suma a la batería, en perfecta sincronía, de Boris Williams, creando un bello dialogo dinámico. Este corte que apenas llega a los dos minutos y medio de duración, es la perfecta antesala para la etérea y melancólica despedida...del sueño… o la pesadilla1...que es The Head On The Door.

10. Sinking Por Marianarchy

Como postre terminal del álbum que los hizo conocidos aquí (en Argentina), se halla una de las canciones más tristes de The Cure. Coexistente con otras canciones de pop “oscuro” que trae este trabajo encontramos estratégicamente a “Sinking”. La última canción de “The head on the door”. La edición argentina posee una portada diferente y a mí gusto mejor, con las caras fluorescentes en fondo negro de los cinco integrantes de la banda. Digno de poster de habitación de adolescente repelente intransigente de los ochenta. The Cure no cura la soledad, pero es una compañía perpetua en la búsqueda musical. “The head on the door” fue la puerta, una apertura

1. The Head On The Door es una frase que hace referencia a una pesadilla recurrente de Robert Smith en su infancia. En general el álbum está inspirado por los sueños y hay referencias a ellos en casi todas las canciones.

musical hacía lo nuevo. Si tuviese 16 años y fuesen los ochenta, marcaría “113” para saber qué hora es, “1 hora, 19 minutos, 20 segundos”. Se me ligaría el teléfono y charlaría con gente, improvisaría mi apodo, “Me llamo Robet”, “Busco a mi Mary”. “Así que me engaño como hacen todos”. Apago las luces, cierro los ojos (para abrir los otros sentidos), se activa el recuerdo, se proyecta el futuro, “Me estoy hundiendo”. Lol muestra el teclado con sonido de “piano”, Boris arremete con su cadencia “pornográfica” marca el comienzo la guitarra araña, Simon comienza con su particular forma de tocar el bajo, cortante y preciso. La guitarra ahora ronronea, ¿sos Rob o sos Porl?, los preparativos están listos, más piano, y luego un colchón de teclados para contener el hundimiento. Casi dos minutos musicales, Robert con su inconfundible voz romántica, acongojada y rebalsada de delay comienza recitando, y el eco al final de la estrofa le contesta y le recuerda “Me estoy hundiendo, hundiendo, hundiendo”. Una confesión, la esperanza nihilista, tratar de ser mediocre (y fallar en el intento), insensibilidad (pero hipersiento). La voz de Robert se va agudizando, cada vez más, una y otra vez, en un estado de perpetua tensión, y por fin se acerca el fin y estalla en un grito aún más agudo y desgarrador “Si tan solo pudiera recordar todo”. Continúa la instrumentación finalizando con un teclado que se burla de todos. Es el fin. Se cierra, se consuma y se consume “La cabeza contra la puerta”.





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PALABRAS EN LA ARENA


[ “El jardín de las máquinas parlantes”, de Alberto Laiseca por Pablo Ravale ]

ALQUIMIA DEL DELIRIO

Alberto Laiseca es uno de los escritores argentinos contemporáneos más originales, pero, desgraciadamente, menos tomado en cuenta por el mercado del libro hispanoamericano. Incursionando en la poesía, el cuento, el ensayo y la novela, ha publicado diecinueve libros desde lo que él ha llamado “realismo delirante”; género que, según sus propias palabras, sirve para distorsionar y producir efectos que amplifican o disminuyen ciertas zonas del pensamiento y del sentir para que las cosas se vean mejor. Su obra capital, sin duda alguna, es “Los sorias”, una historia épica de más de 1400 páginas que, de acuerdo a lo expresado por Ricardo Piglia en su prólogo, es “la mejor novela que se ha escrito en la Argentina desde ‘Los siete locos’ de Roberto Arlt.” Centrándonos ahora en el libro que hoy nos ocupa, primero comentaré que fue a partir de haber recibido una beca de la John Simon Guggenheim Memorial Fundation de Norteamérica, que Laiseca labró esta colosal obra a cambio de esos dólares (10.000, para ser precisos). Como “Los sorias”, “El jardín de las máquinas parlantes” es una novela total, un tratado de magia de largo aliento. La obra despliega, con amorosa atención a los detalles, un universo alterna-

tivo: el fascinante mundo del esoterismo, la magia negra, los sortilegios, las fuerzas ocultas. Así las cosas, la lucha entre iniciados es implacable, y la misma puede ocurrir en cualquier lugar; ya sea desde la habitación de una pensión mugrosa a un bar donde se organicen ciclos de poesía. La historia gira en torno a tres maestros “esotes”, como los llama el autor: Alaralena –mago y escritor–, Isidoro –astrólogo–, y, en especial, De Quevedo –también mago–, que intentan salvar al sufriente Gordo Corvina Sotelo (un aspirante a poeta que trabaja todo el día para poder sobrevivir) de una ofensiva descomunal de las fuerzas oscuras, las cuales, no sólo lo llevan al loquero, sino que, además, le provocan impotencia sexual, amén de, obvio, buscar exterminarlo. La novela, a pesar de transcurrir en un sitio totalmente ficticio es, como tantas veces en Laiseca, profundamente argentina. Está ambientada, de hecho, en una ciudad llamada Tollan, dentro del país de Guatimatzin, donde hay otras ciudades, como, por ejemplo, una llamada Santa Fetécatl. En Tollán hay calles cuyos nombres suenan un tanto conocidos a los porteños, como Suipacha y French, y


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otras como Callaonétl, Puyrredóhuilt, Cordobchitl, Viamonthualpi y Floridzótl. En cuanto a la situación política de Guatimatzin, se puede decir que empieza la novela aún en una dictadura prolongada, y que hay un líder en el exilio llamado El Quétzal, que hace diez años que está proscripto, y hasta tiene su propia marchita partidaria (cualquier similitud con la realidad, es mera coincidencia). Volviendo a los personajes centrales, De Quevedo y sus amigos luchan incansables contra esoteristas partidarios del Anti-ser, del “Gran Chichi” (Satanás), para preservar la vida del Gordo. No obstante, y en la mayoría de los casos, la batalla mágica sucede en la dimensión astral, que es un mundo sobrenatural al que sólo pueden acceder los iniciados en la Magia. De Quevedo y los suyos se valen de todo tipo de recursos para el combate y la protección: máquinas parlantes invisibles, gólems, animales (más que nada pájaros y gatos), mudras (dentro del budismo

y el hinduismo, un mudra es un gesto considerado como sagrado y que favorece al propio practicante), invocaciones a Odin, Afrodita y otros dioses, y también de métodos higiénicos como tener siempre la casa limpia y ordenada, no fumar más de veintidós cigarrillos por día, y, por sobre todo, la principal arma contra la influencia del Anti-ser: una vida sexual activa. De esta manera, decir entonces que “El jardín de las máquinas parlantes” es un tratado de magia, sería como afirmar que “Las enseñanzas de don Juan” de Carlos Castaneda es un libro sobre los efectos que pueden causar la ingesta de plantas psicotrópicas… o sea, sería simplemente quedarse en la corteza del asunto. Por consiguiente, y así como el mítico libro de Castaneda tiene como tema de fondo el chamanismo y la búsqueda del ser, el de Laiseca plantea una lucha que es contra el nihilismo y a favor de la humanización de la persona. De hecho, es el mismo Gordo Sotelo quien lucha contra su nihilismo, más allá de todos los artigulios (“flamenkos”, “harañas”, “zapos”, zombis, máquinas homosexuales, los temibles “vurros” –sí, con V corta–, esoteristas gauchos, etcétera etcétera) que le envian los agentes del Anti-Ser para hacerlo pomada. En definitiva, y ya, sí, para culminar, agregaré que “El jardín de las máquinas parlantes” es, por un lado, de lo mejorcito que ha dado la literatura argentina en el último tramo del siglo XX, pero, por el otro, una novela que lo posiciona a Laiseca bajo el paraguas de la ubérrima tradición barroca. Híperrecontra recomendable.


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DEL LIBRO AL MP3


[ William Burroughs Por Pablo Ravale ]

EL PROFETA DE LA CONTRACULTURA

El influjo de una voz despeja senderos que, normalmente, son denegados a la palabra impresa. No dudo de que mi inmersión en “El almuerzo desnudo”, “Yonqui” o “La revolución electrónica” siga abismándome todavía en la más que inquietante presencia de Bill. En efecto, y, gracias a internet, escuchar la voz de William Seward Burroughs en alguna de sus grabaciones de audio o video completa la experiencia en plenitud sensorial. Nasal y ligeramente metálica, untuosa y aviesa cual sermón blasfemo, erosionada por la edad y, en consecuencia, infinitamente despreocupada por su efecto, su voz –transmisora de una actitud impertérrita ante la camuflada monstruosidad del estilo de vida norteamericano, expresada con escatológica frialdad y desposeída de toda esperanza– sigue recordándome el engaño en que todos vivimos metidos, la futilidad de existir en estos términos, a menos que, claro, estemos provistos de una inagotable convicción subversiva. Su vanguardista escritura y su carácter transgresor, alimentaría mis días de lector amateur, confinándome a posteriori a ser alguien que habla y piensa como los vagabundos, los errantes, los perdidos, los malditos… Un clarividente nihilista, en resumidas cuentas. De esta manera, y, a mi forma personal de verlo,

Burroughs fue, es, y seguirá siendo, la vieja gloria revulsiva de la literatura. El único profeta de la contracultura, de verdad. Sin ir más lejos, toda la escena rockera consagrada de entre fines de los 60 y principios de los 70 (Lou Reed, David Bowie, Patti Smith, Tom Waits, Jimmy Page), como así también una parte de la de los 80 y los 90 (Joe Strummer, U2, Ministry –con estos dos últimos, hizo cameos en algunos de sus videoclips–), siempre buscaron conocerlo y sacar provecho de sus enseñanzas. Tal es el caso, por ejemplo, de los Beatles, cuya anécdota queda fijada en la abigarrada portada de su “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, donde el autor aparece como parte del agnóstico santoral que los Fantastic Four en plena eclosión psicodélica proponían al oyente. Así las cosas, y disfrutando de su papel de rapsoda ominoso, Burroughs participó también de varios discos de poesía publicados por el sello Giorno Poetry Systems. En “The Nova Convention”, de 1979, comparte surcos con –entre otros– el inmenso Frank Zappa. En 1982 aparece en el largometraje “Drugstore Cowboy” de Gus Van Sant, ejerciendo la leyenda viva por su estoica presencia de veterano drogadicto. Los años del grunge también le trajeron nuevas


muestras de reconocimiento. En 1992 se publica un disco llamado “The Priest, They Call Him”, donde Bill lee su relato homónimo mientras el mismísimo Kurt Cobain conjura capas de guitarra distorsionada y sobre amplificación eléctrica. La grabación se realizó mediante apoderados, no obstante, un año después, Cobain lo visitó en su domicilio final, en Lawrence, Kansas, donde compartieron unas horas de docencia opiácea y creativa. De hecho, fue al marcharse Cobain, que Burroughs le comentó a James Grauherholz –representante de bandas de rock y bibliógrafo, quien habría oficiado de intermediario para que ambos astros se conozcan–: “Hay algo malo en ese chico: frunce el ceño sin razón aparente”. Una visita similar sería la de Michael Stipe, Thourston Morre, Kim Gordon y Lee Ranaldo, en mayo de 1995, durante una gira de R.E.M. en la que Sonic Youth ejercían de teloneros. Cinco años antes, Sonic Youth habían participado en el álbum “Dead City Radio”, armado alrededor de los recitados de Burroghs. Un año antes, éste leería también la letra de “Star Me Kitten”, en una versión alternativa del tema de R.E.M., incluida en “Songs In The Key Of X: Music From And Inspired By The X-Files”, de 1996, un proyecto lanzado por Chris Carter, creador y director de “Los Expedientes X”, que propuso a artistas seguidores de la recordada serie que compusieran canciones inspiradas en la historia. En las fotos del encuentro, los músicos atienden con solemnidad a las palabras del anciano gurú; la abismal diferencia estriba en que ninguna de esas figuras del rock alternativo ha vadeado la experiencia vital del incorregible sodomita y heroinómano aficionado a las ar-

mas de fuego. Volviendo entonces a lo que representa, para mí, este autor en sí mismo, diré que la de Burroughs era una mente única en su alienación; alguien que postuló, por ejemplo, esta irrebatible perla con respecto a la condición humana: “Si pudieses elegir, ¿qué preferirías ser, una serpiente no venenosa o una venenosa?” Por consiguiente, este y otros sarcasmos literarios (como su mítico texto “A Thankgiving Prayer”, musicalizado por Frank Dennin y con la NBC Symphony Orchestra tocando de fondo, en el que disparaba dardos como “Gracias por las pegatinas de ‘Mata a un maricón por Cristo’ / Gracias por el SIDA de laboratorio / Gracias por la Ley Seca y la guerra contra las drogas / Gracias por un país donde a nadie se le permite ir a los suyo / Gracias por una nación de soplones”, concluyendo “Gracias por la más grande y definitiva traición al definitiva y más grande sueño de la humanidad”) resuenan históricos cuando yace bajo tierra quien repitió incansable que la única verdad es que “estamos aquí para marcharnos”. Más éstos son valiosos recordatorios para quien discrepe con la imagen falsamente homogénea o insultantemente optimista, que proyecta, no sólo el imperio estadounidense, sino también cualquier simulacro de vida real. Por ende, esto es en tu memoria Bill… no hay hoy personalidad tan inspiradora en su sesuda inconformidad, tan secamente incapacitada para encajar en el rebaño, como lo fuiste vos. Te celebro, padrino espiritual. Te celebro y te releo. Gracias por introducirme en los estigmas del linyera y el loco, del drogadicto y el puto, del asesino y el dealer.



CRÓNICAS DESDE MERDEVILLE


"… Sí, soy consciente de que para ser escritor se debe estar ligado a la tarea constante de hackear el lenguaje, el Sistema, el Cosmos entero, como si se tratara de un mero programa de computación. La actividad de la escritura es, entonces, una actividad de hacking. Aunque, ¿de qué? Sencillo: del lenguaje mismo."


Lo que se habla es lo que en realidad nos endroga El ser humano está alienado. Y lo que lo aliena es el lenguaje. El lenguaje (con todas esas putas normas gramaticales y sintácticas que lo caracterizan) es un parásito, un virus que ha elegido a nuestras mentes como su hábitat natural. Éste, no obstante, no ha sido creado por la humanidad, sino que proviene del espacio exterior… es un organismo no viviente que, al introducirse en un ser vivo, usurpa las características de la vida. Empero, puede reproducirse también por vía de las cadenas asociativas de la mente y luego infectar a otros, hasta incluso llegar a matar (y quién puede dudar en estos tiempos de “¡Eh, gato!” o “alta llanta” que el lenguaje mata). La prueba más cabal de ello son, por ejemplo, los virus de computadora, los cuales, nos guste o no, son virus del lenguaje. Lo terrible, a todo esto, es que los hombres no se dan cuenta de que están infectados por este virus, en tanto, existen desbordados de imágenes de horror y fantasmagoría que se las atribuyen, o a estados mentales deteriorados, o a secuelas propias del uso y abuso de las drogas. Asimismo, el término “droga” proviene del árabe andalusí y significa “charlatanería”, por ende, podríamos decir, que lo que se habla es lo que en realidad nos endroga. Si continuamos investigando y analizando, en el idioma inglés se utiliza la palabra “junk” –o “junkie”– para referirse a los drogadictos, término cuyo significado sería “basura” y que


concuerda perfectamente con el opio y sus derivados, en especial con la heroína. Al junkie, lejos de buscar liberarlo como se cree, el Estado lo sujeta todavía más a su enfermedad por vía de la policía y el sistema de salud, pues ese es el mecanismo de control que tiene para mantenerlo dominado. De modo que, aunque parezca delirante, el adicto es el sujeto social ideal. Si me preguntaran entonces que opino sobre el consumo, les diré que es inherentemente malo, pero no, en sí, por la los altos niveles de destrucción física, psicológica y emocional a los que nos puede llevar, sino, más bien, porque entrega al sujeto atado de manos y pies a al sistema médico-legal-policial. Por consiguiente, para quienes consumen, lo que habría que conseguir es una cura, sí, pero una cura definitiva, la cual no tiene nada que ver con esa que nos imponen las leyes o los médicos (la misma, de hecho, pareciera consistir en una prolongación sin fin del ciclo de la adicción para que el individuo se mantenga siendo, o siempre un paciente, o siempre un criminal). De esta manera, me atrevo a afirmar que, ya sea por medio del lenguaje o por medio de la droga, lo que se busca es que no desarrollemos la conciencia, pero, por sobre todo, que jamás tengamos un criterio. Porque, ¿qué mejor, para los de arriba, que seamos todos unos cabezas de tacho?



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HIDDEN TRACK Porl Thompson, The Cure, AthËnes, juillet 1985 Richard Bellia



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RESCATE CINÉFILO


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UN LOOK CLÁSICO

Este mes seguimos poniéndonos nostálgicos (ya lo habíamos hecho con el especial de películas animadas) y abordamos uno de los períodos más interesantes del cine: El Hollywood clásico. Cine mudo, sonoro, screwball, slapstick, suspenso y horror. Grandes géneros y estilos llevados a cabo por grandes artistas que hoy en día siguen tan vigentes y deslumbrantes como entonces, y en algunos casos más aún otorgándoles reconocimiento póstumo. La lista de films que ofrecemos en orden cronológico es corta, ya habrá otras ocasiones para explorar en profundidad los encantos fílmicos de la época, pero sirven para ofrecer un breve y poderoso pantallazo a esas obras mal llamadas viejos films. A continuación tienen varias razones para asegurarse de que viejos solo son los trapos.


Yo me tengo que casar...¿Y usted? [ Por José Luis Lemos ]

1925. Buster Keaton, uno de los cómicos más grandes del momento, solo rivalizado por Charles Chaplin, está sentado en un cine, observando las reacciones del público ante su nueva comedia: Seven Chances. No se trata del estreno, sino de uno de esos pases que se hacen para testear el efecto que logra el film en la audiencia La historia es tan simple como efectiva: un hombre soltero recibirá una herencia millonaria con una única condición: debe casarse el día que cumpla los 27 años. Que, lamentablemente para nuestro protagonista, es el mismo día que le comunican la noticia. Sin mucho tiempo a favor, debe conseguir una esposa a como dé lugar. Las reacciones del público primero son frías. Keaton se pone nervioso. De a poco, comienzan a aparecer algunas risas y, llegado el clímax, el público estalla en carcajadas viendo al héroe perseguido por unas 500 novias. Aun así, Keaton, protagonista y director, siente que algo falta. El gag no es lo que debería ser, le falta fuerza. Al final de la escena, sin embargo, la gente suelta más carcajadas y Keaton no termina da saber por qué. Hasta que se da cuenta… e inmediatamente llama al director del estudio.

Finales de 1924. Buster Keaton estaba a punto de realizar, casi a regañadientes, un trabajo casi por encargo. Le debía dinero a Joseph Schenck, productor de sus films y además esposo de su cuñada, por lo que rechazar el proyecto que este le ofrecía no solo le reportaría problemas económicos sino también familiares. Adaptar a cine una obra teatral no era de su agrado, ya que el mayor atractivo de sus personajes era la posibilidad de efectuar grandes proezas físicas que requerían espacios muy abiertos. Seven Chances, en cambio, transcurría en gran parte en las oficinas de una firma de abogados, lo que realmente no lo entusiasmaba, como buen cultor del slapstick que era. Con la certeza de que iba a ser un fracaso, Keaton llamó a su equipo de guionistas, Clyde Bruckman, Jean Havez y Joseph Mitchell, para transformar lo que era una obra de teatro bastante claustrofóbica en una comedia física más o menos decente. Los autores pusieron manos a la obra y ampliaron los márgenes de acción a mayor gloria de las acrobacias de Keaton. Seven Chances, que comienza con una escena en technicolor o, al menos, en una versión primitiva de


éste, era la película que menos le gustaba a Keaton, al punto de tratar de que no restauren la única copia existente del film. Por suerte no logró su cometido. El origen del proyecto seguramente es la razón por la cual el genio del slapstick reniega de ella, pero lo cierto es que la adaptación a la pantalla grande tiene tanto de teatral como una película de Michael Bay tiene de intimismo. El film está dividido en dos partes: una que es prácticamente una comedia de situaciones y que transcurre en gran parte en interiores, y otra que es, lisa y llanamente, una de las mejores persecuciones vistas en el cine mudo. La primera se sustenta sobre todo en los diversos intentos de Buster en conseguir una esposa a toda costa, que lo llevan a cotejar todo tipo de mujeres, incluso lesbianas, travestis y una negra. Esta broma hoy podría parecer racista (Buster encara a la mujer de espaldas y cuando ve su rostro pasa de largo con cara de espanto) pero en el contexto histórico no lo es tanto: aún no era legal casarse con una mujer negra. El racismo sí está presente en detalles muy propios de la época, como poner a actores blancos con la cara pintada de negra y caminando torpemente. Más allá de estos detalles, el personaje de Keaton parece estar, como en todos sus films, más allá de todo, metido en un mundo que conspira constantemente contra él. La segunda mitad es el show de Buster Keaton, el momento donde la creatividad del director de Sherlock Jr. (1924) se enciende y planifica complejísimas escenas de acrobacias en las que su cuerpo desafía todas las leyes de gravedad existentes. Desde colgarse de una enorme grúa hasta detenerse en el borde de un precipicio, pareciera no haber límites para la flexibilidad sobrehumana de Keaton.

Lo que hoy precisaría de un efecto digital, Buster lo hace en vivo y (casi) sin ningún tipo de seguridad, solo confiado en su bagaje circense. Y la verdad es que uno no puede más que repetir ciertos momentos y ponerlos en cámara lenta mientras se pregunta “¿cómo lo hizo?” Al verlo arrojarse a una laguna y salir corriendo a toda velocidad con una tortuga de corbata, a la vez que esquiva los disparos de unos cazadores, no es arriesgado afirmar que lo más cercano al cine de Buster Keaton es un dibujo animado de los Looney Tunes. 1925. El director del estudio le dice a Keaton: “¿cómo que hay que grabar otra escena?” Keaton le explica: la escena en que las novias lo persiguen debía culminar con un imagen del protagonista corriendo y luego de eso, un fundido a negro. Pero no funciona del todo. Sin embargo, ya sabe cómo salvar la escena: justo antes de que la imagen funda a negro, Buster tropezó con tres piedritas que, al ir cuesta abajo, parecían ir tras él, al igual que las 500 novias. Los que notaban este detalle explotaban en risas. La idea, entonces, era extender la persecución y darle un clímax más épico. Si la gente se reía con tres piedritas… ¿qué podría pasar con toda una avalancha de piedras gigantes persiguiendo al (anti) héroe, forzándolo a correr cuesta abajo y treparse a árboles mientras intentaba esquivarlas? El productor dio el ok. El que sabe, sabe, habrá pensado. Buster volvió al estudio y grabó una de las escenas más hilarantes de su filmografía que, ahora sí, causaron la cantidad de carcajadas que él deseaba. ¿Dije una de las mejores persecuciones del cine mudo? Cambié de opinión: una de las mejores persecuciones de la historia del cine.

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Freak out!!! [ Por José Luis Lemos ]

“Aquel que considere esto un entretenimiento debería ser confinado a un pabellón psiquiátrico.” No, las críticas de los diarios de la época no fueron muy afectuosas con Freaks en el momento de su estreno, allá por 1932.Tampoco es que el film fuese un baño de sangre: Herschell Gordon Lewis todavía estaba en pañales y el gore aún no se había inventado. La causa de tanto revuelo e indignación era que el film de Tod Browning llevaba a los cines de las grandes ciudades algo que solo era posible ver en oscuras ferias de pueblos rurales: freaks auténticos. Enanos, hermafroditas, hombres sin brazos, sin piernas e incluso sin ningún tipo de extremidades no solo eran los protagonistas del film, sino que además eran humanizados, a diferencia de lo que sucedía en aquellos espectáculos donde eran expuestos como animales y humillados. Este detalle no impidió que el film fuera severamente mutilado (nunca más apropiado el término) en la sala de edición tras diferentes testeos de público por parte de la MGM, quienes veían horrorizados que el destino comercial del film corría serio

peligro. De nada sirvieron los recortes: Freaks fue un fracaso que solo les reportó pérdidas. La gente que iba a ver un film que se suponía debía ser más terrorífico que Frankenstein no esperaba encontrarse con monstruos reales que prescindían del maquillaje. Peor aún: no querían ver que los verdaderos monstruos del film era gente como ellos, sin ningún tipo de discapacidad. Evidentemente, Freaks se había estrenado en el momento equivocado. La idea venía rondando por la cabeza de Browning hacía cinco años atrás, cuando había leído el relato corto de Todd Robbins llamado Spurs. Ambientado en el mundo del circo, el relato giraba alrededor de la historia de amor entre un enano y una trapecista, quien planea casarse para luego matarlo y quedarse con su fortuna. Las similitudes con lo que luego sería Freaks terminan allí, y el argumento toma un giro delirante cuando el enano obliga a la trapecista a cruzar Francia cargándolo en sus hombros, luego de matar a su amante con un perro y una espada. Fin. Browning desechó ese final


y se quedó con la historia de amor y la ambientación circense, una temática que no le era para nada ajena ya que desde niño estaba atraído por ese mundo, al punto de irse de su hogar a los 16 años para unirse a un circo. Allí, además de desempeñarse como cadáver viviente para ser enterrado en una fosa por cierta cantidad de horas, Browning tomó contacto con artistas tullidos que eran exhibidos en los freak shows, quienes se convertirían en el eje de varios de sus primeros films, como The Unknow (1927) y The Unholy Three (1930). Tras el éxito de su versión de Drácula, a Browning le habían dado carta blanca para hacer lo que quisiera. Una de las propuestas sugeridas por la MGM era dirigir Arsene Lupin, protagonizada por el tan célebre como alcohólico John Barrymore, pero Browning declinó la oferta y decidió desempolvar un viejo proyecto: se llamaba, claro está, Freaks. Los productores, quizás desconfiando del proyecto e intuyendo una distribución más limitada, decidieron no incluir a ninguna estrella en el cast. La historia original de Spurs se ampliaba y se hacía más énfasis en los freaks como una fraternidad incondicional, la cual se ve amenazada por la presencia de la trapecista Cleopatra quien, en complicidad con el forzudo Hércules, planean envenenar al enano Hans y quedarse con su dinero. No saben que la unión de los freaks es tan sólida como peligrosa. Hay quienes sostienen que el supuesto mensaje inclusivo del film falla precisamente desde el momento en que los freaks deciden vengarse. La humanidad que habían mostrado a lo largo del film, retratados como seres inocentes, amables y con gran sentido de la lealtad, desaparece en el climax, donde la simpática cofradía nos muestra su lado siniestro, atacando salvajemente a Cleopatra y siendo fotografiados como criaturas terribles mientras los relámpagos de una tormenta inminente los hacen más amenazantes aún. Hay algo de verdad en esa afirmación, aunque también es cierto que el público en ese momento no se pone del lado de Cleopatra, sino que incluso justifica la acción de los freaks. Más allá de los seres siniestros que se deslizan por el barro cuchillo en mano,

podemos ver la escena como una reivindicación algo pasada de rosca, pero reivindicación al fin. Después de todo, Browning no solo arengaba al orgullo freak desde su film, sino también en la práctica: todas las estrellas del film, por desagradables que fueran a la vista de muchos, almorzaban en los estudios MGM, codeándose con las grandes estrellas del momento. Incluso afirman que el novelista F. Scott Fitzgerald, por entonces guionista de la MGM, huyó asqueado de la cafetería del estudio luego de ver a las siamesas Daisy y Violet. Las quejas de los ejecutivos del estudio lograron que Browning y su equipo no pisaran el estudio, so pena de detener la producción del film. Frente al rechazo y la ignorancia, Browning se encargó de darle a cada uno de los personajes del film un momento de lucimiento, y es particularmente memorable la escena protagonizada por Randian, “el hombre torso”. ¿Cómo hace un hombre sin brazos y sin piernas para encender un cigarrillo? Hay que verlo para creerlo. La otra escena antológica es la cena de los freaks, en la cual aceptan a Cleopatra como una de ellos cantando “Gooble Gobble, we accept her, one of us” mientras Angelo Rossito (más conocido como Master Blaster, de la tercera entrega de Mad Max) reparte ponche entre los presentes. Una canción popularizada décadas más tarde por Los Ramones en su canción Pinhead, la cual siempre era acompañada en vivo por la presencia de un tipo caracterizado como los cabezas estiradas Zip y Pip. Aun conteniendo estas escenas antológicas, la reacción del público fue similar a la de Scott Fitzgerald: nadie pudo aguantarla. La versión que ellos vieron difiere bastante de la que llegó a nuestros días, ya que tenía 20 minutos más y un final distinto, en el cual además de ver el ataque a Cleopatra más en detalle, también se sugería que los freaks castraban a Hércules, quien también era exhibido junto a la “mujer gallina”, pero cantando ópera como castrato. La mayor parte del metraje, sin embargo, no había sido cortado por su contenido violento sino para suprimir tramas paralelas y momentos cómicos que, aparentemente, no aportaban mucho a la

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historia. El corte del director jamás se volvió a ver, y permanece desaparecida como la otra gran película perdida de la historia del cine, London Aflter Midnight, paradójicamente también dirigida por Browning. El fracaso comercial de Freaks fue el comienzo del fin de la carrera de su director, quien siete años después realizaba su última película, sin siquiera acercarse al suceso que había significado Drácula en su carrera. El destino del film no fue menos trágico: no contento con darle una distribución extremadamente limitada y suprimir el logo de la Metro Goldwin Mayer, el estudio le dio una licencia de 25 años para comercializar Freaks a Dwain Esper, más conocido por ser el director del film explotation Marihuana. Además de eliminar escenas, Esper cambió el

título original por otros más sensacionalistas como “Errores de la naturaleza” y “Amor prohibido”, agregando también un texto inicial que anunciaba “una atracción fuera de lo común.” Básicamente, promocionó Freaks del mismo modo en que se exhibía a los freaks en las ferias. Tod Browning murió en Octubre de 1962, un mes después de que el Festival de Venecia decidiera reestrenar (y revalorizar) Freaks. Luego de esa proyección, el film comenzó a cobrar popularidad, y no pasaría mucho tiempo hasta que un grupo de cinéfilos pertenecientes a la contracultura abrazaran a Freaks y lo elevaran al status de film de culto. Y lo hicieron, seguramente, mientras bailaban sobre una mesa cantando “Gooble Gobble, te aceptamos.”


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Humor sugerente [ Por Nicolás Ponisio ]

Como un infante que comienza a dar sus primeros pasos, durante la década del treinta la comedia hacía lo mismo dentro del cine sonoro. Mientras que el bebé varía entre gatear y erguirse sobre sus pies, la comedia se encuentra en un período de transición reuniendo los mejores elementos de dos épocas del mismo género. Las monerías y la increíble imaginación visual que se desprendía del cine de Buster Keaton y Chaplin continuaban vigentes pero la llegada del sonido exigía una renovación de esos gags. Es así como la comedia encontraría un mayor lugar y una voz más fuerte a ser escuchada, uniendo el humor slapstick (el humor en base a la acción bufonesca corporal acompañada de caídas y golpes) con la screwball comedy (un alto contenido crítico hacia las clases sociales, la guerra de sexos y la agilidad verbal que ello demanda). En pleno régimen del código de censura Hays, que indicaba qué se podía ver en pantalla y qué no, la comedia podía mofarse de ello eludiendo el mostrar el contenido sexual o erótico en pantalla y dándole forma al mismo a través

del diálogo. Es así como llegamos a The Awful Truth (Leo McCarey, 1937). No se trata de Billy Wilder, tampoco de Ernst Lubitsch, de Howard Hawks o W.S. Van Dyke. El film no pertenece a ninguno de esos directores y a la vez todos ellos están en él. La agilidad, tanto física como verbal, de la que hacen gala la dupla compuesta por Cary Grant (la siempre ficha ganadora) e Irene Dunne entra en un juego de ataque y réplica constante que significa el virtuosismo del film. Lo que no alcanza a tener como soberbio manejo del estilo visual o la puesta de cámara, lo tiene de sobra en la precisión de un guión lleno de momentos ácidos y de química actoral. Interpretando a un matrimonio a punto de divorciarse que a la vez forman parejas para celar al otro, hacen un gran uso del ingenio e incluso de la complicidad que recuerdan a lo mejor del matrimonio cómico de William Powell y Myrna Loy en la saga de films de The Thin Man (19341947), incluyendo la participación de Smitty, el perro jugador de escondidas que por momentos parece estar por robarle el protagónico a


Grant. Los juegos internos del matrimonio, sus conflictos de enredos y, como no podía faltar, el componente amoroso entre ambos (que hacia el final roza lo íntimo), se enlaza en una tensión de tira y afloja que no tiene otro fin más que el de entretener al público. En plena crisis económica, este tipo de films

acerca de gente de clase alta servían para que, en parte, se oyera una voz crítica pero también para poderse escapar brevemente de la penosa realidad. Más de setenta y cinco años después, con crisis o sin ella, logra seguir funcionando de la misma forma.

La sombra de una ausencia [ Por Nicolás Ponisio ]

La cámara se abre paso, de manera fantasmal, a través de un camino sinuoso que desemboca en las ruinas de una antigua mansión llamada Manderley. Mansión antes habitada, lugar de célebres fiestas y punto de encuentro de la clase alta londinense. A excepción del rastro de destrucción dejada por el fuego, ya nada queda allí. Irónicamente la ausencia es el único elemento presente y será quien tenga el rol protagónico de Rebecca (1940), el primer film de Hitchcock en tierras norteamericanas.

La historia está conformada por un extenso flashback que tiene como fin narrar los extraños hechos que llevaron al derrumbe de Manderley. Si bien al comienzo pareciera estarse ante un melodrama romántico, a medida que los (des)encantadores protagonistas comienzan a pasearse por los pasillos de la mansión, la intriga se tornará densa detrás de un personaje siempre presente al igual que ausente: Rebecca, la fallecida mujer del acaudalado galán (Laurence Olivier). Un personaje que nunca está en


pantalla y desarrolla un mejor encanto que el de la desdichada nueva esposa (Joan Fontaine). La malevolencia, la pasión y la belleza de Rebecca, sin siquiera materializarse frente a la pantalla, mantiene una presencia vencedora contra el carácter sumiso, meloso e inseguro del personaje de Fontaine, quien no tiene nombre dando lugar a otras de las ausencias del film y que remarca la posición inferior que ocupa en relación a la de Rebecca. El odio que la dama del título genera en más de uno de los personajes se vuelve atracción para con el público en cuestión, que incluso puede verla en la forma de esa inmensa mansión (y a veces viva en el rostro austero de la fiel ama de llaves). Cada rincón guarda un detalle, un recuerdo de Rebecca que la vuelve visible ante la mirada del espectador, quien la puede reconstruir así como Hitchcock hace lo mismo con Manderley en los flashbacks. Cada nivel de la mansión, incluso la prohibida sala oeste, engrandece la figura de la dama muerta que gana protagonismo en lugar de la nueva esposa. Con una personalidad cambiante, incrementa el interés por el film

y evoluciona al igual que éste logra hacer lo mismo con el género. Partiendo de una trama romántica, pasando por el suspenso clásico y terminando con una intriga policial, el film se pasea con gracia y estilo en cada uno de ellos sin perjudicar a la totalidad del relato. Hitchcock se sirve de la mansión para volcar una crónica pesimista de la vida en matrimonio. El encanto del comienzo, la pérdida del amor, las traiciones y manipulaciones que terminan encarcelando al alma humana (una mirada similar se puede hallar en Gone Girl de David Fincher). Una vez contado todo ello y pareciendo que la pareja protagónica se encamina hacia un final feliz, el director ya no encuentra utilidad en las paredes de ese hogar. Rebecca ya no está allí y, por lo tanto, tampoco él. Decide volverse una ausencia más en una historia repleta de ellas. Hitchcock se marcha, no sin antes destruir la mansión. Aquella donde, al igual que el amor, parecía estar llena llena de esperanza y al perderla solo los escombros son todo lo que quedan.

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Todo Hollywood pasado fue mejor [ Por Nicolás Ponisio ]

A lo largo de su filmografía, Howard Hawks demostró ser un director habilidoso en cualquier género cinematográfico. Desde el western, pasando por el cine negro e incluso el terror con The Thing From Another World que décadas más tarde sería reversionada por John Carpenter. Lo cierto es que ninguno de esos géneros le sentaría tan bien como la comedia. Años después de haber realizado Bringing Up Baby (1938), donde ya quedaba demostrado el excelente manejo del delirio cómico y todo lo que conllevaba entre líneas, Hawks se despachaba con otra screwball comedy que haría escuela. His Girl Friday (1940), titulada en español Luna Nueva y que gracias al cielo nada tiene que ver con vampiros emos adolescentes. El film se mete de lleno en el mundo del periodismo, de todo lo inescrupuloso que representa, lo corrupto y manipulador que puede llegar a ser. A la vez presenta también (o indaga mejor dicho) en el mundo de las relaciones de pareja, de todo lo inescrupuloso que representa, lo corrupto y manipulador que puede llegar a ser... ¿Déjà vu? Lo cierto es que Hawks

utiliza a la pareja protagónica como elemento crítico no solo del medio periodístico, también aborda temas como la igualdad de la mujer (haciéndose lugar en un mundo claramente varonil, destacándose y demostrando más valía que los hombres), el miedo comunista y la corrupción política. Todo eso disfrazado en un divertido juego de lucha de sexos gracias a la dinámica tanto actoral como verbal. La primera por momentos recuerda a la generada por William Powell y Myrna Loy en The Thin Man (W.S. Van Dyke, 1934), cargada de sarcasmo y cinismo que, todo lo contrario de alejarnos o disgustarnos, hace que adoremos a esos personajes interpretados por Cary Grant y Rosalind Russell y aún más cada minuto que aparecen juntos en pantalla (las ausencias de Grant en el film se hacen notar lo cual le resta un poco de potencial). En cuanto a lo segundo, los diálogos y el ritmo del relato son uno en sí mismo. Ligeros, concisos y sobre todo vertiginosos. Conflicto y humor van de la mano a toda velocidad entre conversaciones de teléfono y diálogos cara a cara variando entre todos los


personajes que aparecen y transmitiendo el mundo frenético e inmoral en el que se encuentran. Las palabras son un acierto que triunfa sobre la técnica en la cual la cámara no varía mucho en su puesta, ligada demasiado al origen teatral del film (adaptación de la obra The Front Page). Hawks elimina la creencia de que todo tiempo pasado fue mejor demostrando

con el paso de los años que hoy en día, y al parecer por siempre, el periodismo sensacionalista y las relaciones de pareja estarán envueltas en ese mundo vil. Nosotros, el público, volvemos una y otra vez a obras como esta que, tal vez no demuestren que el pasado fuera mejor, pero si logran que por un rato el Hollywood clásico lo sea.

La sátira en tiempos de guerra [ Por Nicolás Ponisio ]

Ernst Lubitsch, tres años después de haber realizado ese increíble ejemplo de comedia romántica que es Ninotchka, continúa afilando el poder de la ironía y el sarcasmo sutilmente en su film de 1942. El director judeo-alemán decide meterse contra el partido nacional socialista en pleno auge de su dominio territorial jugando con los parámetros narrativos de lo real/irreal. Si bien hoy en día la ambigüedad narrativa es usada hasta el hartazgo, carece del buen

manejo y el ingenio que Lubitsch supo darle en un mundo donde la pomposidad de una inception no existía y la ficción actuada en plan de misión bélica no pertenecía a un pastiche tarantineano. El ser o no ser del título se hace presente en más de una forma. Primero como monólogo que da pie a un piloto militar para verse detrás de escena con la mujer del actor que interpreta a Hamlet en una obra teatral. Segundo como símbolo de duda entre

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los actores que se ven involucrados a ser parte de la resistencia polaca y que deben hallar su verdadero rol en plena guerra. Por último, pero no menos importante, el ser o no ser encuentra su papel principal dentro del esquema narrativo del film desde su inicio, donde un narrador relata la apacible vida de la ciudad de Varsovia y comienza a hacerlo apresuradamente, con un tono exaltado al ver que entre los ciudadanos polacos se pasea tranquilamente un inexpresivo Adolf Hitler. Mediante un breve flashback, que contiene una satírica visión del tercer Reich, se nos revela que el führer no es tal sino que se trata de un actor en busca de realismo actoral. De más está decir que no lo consigue y es que dicho realismo no deja de estar en la cuerda floja a cada momento en un juego sin fin. La compañía de teatro de Varsovia, poco tiempo después de estallar la guerra, deberá realizar su mejor función para el enemigo (y para nosotros, el público) al interpretar diferentes roles de jerarcas nazis para infiltrarse entre ellos y evitar que un espía entregue información sobre la resistencia. Dichas actuaciones, y las ficciones desarrolladas dentro de la ficción por los protagonistas no buscan más que ridiculizar al partido nazi. Acompañadas por su buen

guión, logra una genial unión entre ataque sagaz e intelectual junto al ritmo y desarrollo de una muy buena comedia de enredos. Pero la ambigüedad no solo termina en el uso de lo ficcional dentro del mismo relato sino que pertenece también a la hora de catalogarlo dentro de un género. No hay dudas de que se trata de una de las mejores comedias dadas por el cine clásico, pero a la vez por momentos los toques de humor desaparecen para situarnos en un thriller hecho y derecho que irá cruzando su camino con el de la comicidad, produciendo una simbiosis artística. El cine siempre fue, y continúa siéndolo, objeto de escape de nuestra realidad y cotidianeidad, mayormente en el período acorde a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Mientras que el cine de propaganda de Goebbels atontaba al espectador con fantasías mágicas o aventuras de montaña que elevaban a la raza aria al nivel de dioses del olimpo y Hollywood hacía lo mismo entreteniendo a su público con sus millonarias producciones musicales y románticas, fue Lubitsch quien, a través de To Be or Not to Be, logró entretener y reflexionar sobre lo que se vivía en aquella época. Se puede decir que Lubitsch logró que su film hiciera con los nazis lo que ellos estaban haciendo con Polonia.


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One hit wonders [ Por José Luis Lemos ]

¡Si hubiera que buscar un equivalente cinematográfico a los one hit wonders, aquellos artistas que se hicieron populares por una canción y luego quedaron sepultados en el olvido, tal vez Charles Laughton sería el candidato perfecto. Aunque quizás no sea apropiado hablar de “hit”, ya que el único film dirigido por el actor británico no sería precisamente un éxito a la hora de su estreno. Al igual que a Freaks el reconocimiento le llegó años después, y el destino de los directores de ambos films fue el mismo: una caída estrepitosa que los terminó alejando de los grandes estudios. El tiempo le terminó dando la razón a Laughton, y hoy su film rankea alto en los listados sobre las mejores películas de la historia, llegando a alcanzar el segundo puesto en un listado de la influyente Cahiers du Cinema, justo atrás de nada más ni nada menos que Citizen Kane. The Night of the Hunter (1955) finalmente había encontrado a su público. Al igual que muchos otros films inspirados en historias reales, La noche del cazador no existiría si no fuera ¿gracias? a un suceso desafortunado. Allá por 1930, en West Virginia (EE.UU), un reverendo

llamado Harry Powers fue ahorcado por el asesinato de dos viudas y tres niños. Esta crónica policial se convirtió en novela veinte años después de la mano de Davis Grubbs, tomando el hecho central pero agregando personajes y motivaciones: ahora el reverendo asesina viudas para quedarse con su dinero, y el protagonista es un niño y su hermana quienes deben mantener ocultos 10.000 dólares que les dejó su padre, ejecutado por participar de un atraco. No les será fácil, ya que el reverendo Harry Powell, el apellido se cambió por razones legales, intentará casarse con la madre de ambos, para poder estar más cerca del botín. La versión novelada tardaría tan solo dos años más en saltar a la pantalla grande, y fue el productor cinematográfico Paul Gregory quien, tras leer el libro, llamó a su amigo Charles Laughton, a quien Billy Wilder consideraba “el más grande de todos los actores”. Dejarle el cargo de director a Laughton suponía un gran voto de confianza, ya que éste solo había realizado obras de teatro y su relación con el cine se limitaba a la actuación, pero tras ver el resultado


final a uno solo le queda lamentarse por el hecho de que no haya reincidido en la dirección. Desde los títulos de crédito se nos deja en claro que lo que vamos a ver está más cerca de un cuento de los hermanos Grimm que de una violenta crónica policial: una canción melancólica sobre un cielo estrellado da paso a la figura recortada de Lillian Gish- la icónica actriz fetiche de David Griffith- advirtiéndole a un grupo de niños con cabezas flotantes que se cuiden de los falsos profetas que vienen vestidos de oveja, porque en realidad son lobos rabiosos. Esta aseveración tiene su correlato en la primera toma real del film: unos niños juegan en el jardín de una casa, pero a medida que la cámara se acerca, grúa mediante, vemos que esta imagen idílica en realidad oculta un hecho terrible: en el sótano de la casa asoman las piernas de un cadáver. El lobo con piel de cordero aparece inmediatamente ante nuestros ojos, huyendo jovialmente de la escena del crimen. En los nudillos de sus manos están tatuadas las palabras amor y odio, un detalle que contrasta con su vestimenta de predicador. El reverendo Harry Powell se dirige hacia su próxima víctima tal como Dios se lo ordena. El papel de lobo feroz estaba pensado originalmente para Gary Cooper, quien rechazó la oferta temiendo que el personaje arruinase su reputación. Fue Robert Mitchum quien finalmente aceptó el papel gustoso, aun cuando (o debido a que) el director se lo describió como “una mierda diabólica”. Y eso es Harry Powell, de hecho. Un tipo cínico, misógino y con actitudes que rozan la pedofilia, que es incapaz de tocar a su mujer en la noche de bodas pero que seduce veladamente a su hijastra, y que además asegura que sus crímenes están justificados por que Dios mató más gente en la Biblia. Un villano que en pos de conseguir lo que busca es capaz de decirle a un niño que confiese o le cortará la garganta pero que, como todo lobo que se precie, esta disfrazado de abuelita. Los dos cerditos, a su vez, serán protegidos por Lillian Gish, un hada madrina caritativa pero armada con una escopeta. Cuando Gish le preguntó a Laughton por qué la había elegido para el papel, este le respondió “cuando empecé a ir al cine la gente se sentaba erguida y con la mirada fija en la pantalla. Ahora se recuestan en el asiento mientras comen pochochos. Yo quiero que estén erguidos nuevamente.”

En pos de despertar el interés del espectador pochoclero, Laughton curiosamente decidió que su film se apartaría de los cánones visuales de la época para retroceder a los tiempos del expresionismo alemán. Para tal propósito, contó con Stanley Cortez en la dirección de fotografía, quien ya había trabajado bajo las órdenes de Welles en The Magnificent Ambersons y que años después se encargaría del aspecto visual de clásicos como Shock Corridor y Chinatown. El talento de Cortez nos regaló algunas de las escenas más bellamente fotografiadas de la historia del cine, como aquella en la que el cadáver de Shelley Winters flota debajo del río dentro de un auto mientras su cabello y las algas se mecen con la corriente, o la imagen de los niños observando desde un granero que el predicador se acerca montado en un caballo. Pero las palmas se las lleva la huida en bote por un río, que comienza con el tono de un film de horror y luego se convierte progresivamente en una secuencia onírica, para segundos después transformarse en un musical. Los decorados deliberadamente artificiales acrecientan el clima pesadillesco, que está presente sobre todo en las escenas que comparten los niños y el predicador, o cuando algún personaje es consciente de la maldad del personaje de Mitchum. La influencia de The Night of the Hunter en películas posteriores no es particularmente notoria (el uso de decorados expresionistas y las tomas con trucos de iris solo serían caprichos ocasionales de algunos directores), pero el personaje de El predicador dejaría huella en infinitos films, principalmente en la remake que hizo Martin Scorsese de Cabo de miedo. En aquel film, el ex convicto interpretado por Robert de Niro, quien había sido interpretado por Robert Mitchum en su versión original, justamente, no solo incurría en sermones religiosos, sino que también seducía menores y terminaba persiguiendo a sus víctimas por un río, todo en un marco pesadillesco que recordaba al film de Charles Laughton. Más directo fue Spike Lee, quien hizo que Radio Raheem- uno de los personajes principales de Haz lo correcto- emulara la pantomima de la batalla entre el amor y el odio que hace Mitchum en la cafetería. Aunque Laughton no pudo disfrutar del reconocimiento como director de cine (murió en 1962) ni tampoco pudo volver al ruedo aunque sea para


probar su suerte nuevamente, allí estarán clavadas en nuestras retinas esas imágenes impresionantes que plasmó sesenta años atrás. Que, a diferencia de esas one hit wonders cuyas melodías incitan al

movimiento, nos hacen quedar inmovilizados en nuestros asientos, erguidos y con la mirada fija en la pantalla.

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EL ESCRITOR SERIAL


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WET HOT AMERICAN SUMMER, FIRST DAY OF CAMP: Verano del 81 [ Nicolás Ponisio ]

Cuando en 2001 la comedia Wet Hot American Summer vio la luz tanto crítica como público les dieron la espalda a los jóvenes campistas veraniegos. El film presentaba historias corales acerca de los encargados del campamento judío Firewood a comienzos 1981, todas ellas protagonizadas por futuras grandes estrellas y comediantes del Hollywood actual. Bradley Cooper, Paul Rudd, Elizabeth Banks, Christopher Meloni, Amy Poehler, entre otros se pasean por el campamento haciendo de las suyas. El film, visto entonces y también hoy en día, no llega a alcanzar la meta de toda comedia: hacer reír al espectador. La parodia de las tontas y cursis comedias sexuales de verano, que en nuestro país fueron reversionadas en films como La playa del amor o La carpita del amor (con Ricardo Darín y Cacho Castaña diciendo presente) o en la telenovela Verano del 98, termina convirtiéndose en una más de ellas perdiendo su rol de parodia. La ópera prima de David Wain (director y guionista que venía de la televisión) posee un humor escue-

to que, a pesar de percibir el remate de cada gag, la carcajada no llega casi nunca a concretarse. Apenas se esboza una sonrisa en el rostro que no la separa demasiado de simpática a la lástima. Dentro del oscuro abismo de comedia también se hallan momentos que brillan en su interior, logrando que al verlos se destacan por sobre todo. Así es como los montajes musicales cuando los campistas salen a tomar drogas duras en la ciudad, la preparación marcial con Gene y Coop (Meloni y Michael Showalter, también guionista del film) al estilo Karate Kid con el tema Higher & Higher o cada aparición de Andy (Rudd), brindan los mejores momentos del film. Quizás por ello y sus ya crecidas estrellas es que terminó convirtiéndose en un film de culto, lo cual no quita que sus fallas se hagan visibles. Para muchos pasó a ser uno de esos placeres culposos que el séptimo arte sabe brindar. A pesar de que éste no sea uno de ellos, quien les escribe también confiesa tener unos cuantos: Escape from L.A. (John Carpenter, 1996), The Beach (Danny Boyle, 2000), The Faculty (Robert


Rodriguez, 1998), etc. Sin embargo, gracias a sus fallas y al culto que se hizo de las mismas se logró lo impensado: que quince años después el mismo producto, equipo y estrellas se reunieran para volver en forma de fichas… digo de miniserie y traer a la pantalla la precuela titulada Wet Hot American Summer: First Day of Camp. La miniserie lanzada en la plataforma de streaming Netflix es un claro ejemplo de que algo ridículamente malo puede ser extraordinariamente bueno. Wain y Showalter le son fiel al espíritu de comedia ochentosa del que hacían gala en su film de 2001 pero de una manera irreverente que se supera en cada uno de los ocho episodios y termina ofreciendo un material superior al original. Los creadores aprovechan esta segunda oportunidad y deciden poner de todo en la parrilla. Cuanto más inverosímil y ridículo mejor. La misma fórmula es la que permite volver a ver a los actores del film haciendo de adolescentes cuando ya todos notoriamente están pasando sus treintas (menos Paul Rudd que al parecer sufre un leve caso de Benjamin Button). Así como el film presentaba el último día del campamento de verano, la serie hace lo mismo con el día inicial. El formato televisivo y su extenso desarrollo (una duración de cuatro horas aproximadamente) le juega mucho a favor a la historia y los personajes de Wain y Showalter. Siguen habiendo tiempos muertos y gags que fracasan en su performance, pero al estar junto a tantas tramas y apariciones especiales por episodio se pierden entre todo lo bueno que ofrece. La duración de media hora por episodio también implica un crescendo de gags por minuto, por lo tanto los malos duran poco y los buenos hacen que el espectador se tiente y ría incluso cuando ya se encuentra rápidamente en otra escena. A las viejas caras del film, las cuales implicaron un gran esfuerzo para todo el equipo ya que actores tan demandados como es el caso de Bradley Cooper debieron realizar todas sus escenas en una sola jornada de filmación, se les suman otras de la (ya no tan) nueva comedia americana. Jason Schwartzman es Greg, la mano derecha de Beth (Janeane Garofalo del film original) la futura directora del campamento. Ambos deberán luchar junto a la ayuda del abogado Jim Stansel (Michael Cera) contra una importante empresa que arroja residuos tóxicos en

los límites del campamento, a la vez que huyen de un “robótico” asesino a sueldo conocido como The Falcon (John Hamm). Al mismo tiempo hay lugar para historias de seducción como la de Andy y Katie (Marguerite Moreau), y de romances fugaces como el de Gail y Gene (Molly Shannon y Meloni también regresando a sus roles) o Gail y Jeff (Randall Park) o Gail y Ron (Judah Friedlander), todos en tan solo un día. La serie también presenta un lado desconocido de Lindsay (Elizabeth Banks), quien ahora se revela como una periodista encubierta en busca de Eric (Chris Pine), una desaparecida estrella de rock con dejos de un enloquecido Brian Wilson. Más allá de lo ridículo de los hechos, la preocupación y empatía por los personajes encuentra su lugar en el campamento, hecho que quince años atrás era imposible que ocurriese. La ambientación ochentosa es otro de los grandes logros, sea en vestuario o fotografía, pero donde realmente se destaca es en su banda sonora. Craig Wedren, quien se había hecho cargo del tema Higher & Higher del film, compone toda una banda sonora original que, de no saberlo, bien podría tratarse de una selección de temas de los años ochenta. Los canciones además de graciosas (recomiendo fervientemente escuchar I am a Wolf, You are the Moon), tienen un estilo techno y retro que se queda grabado en la memoria y te encuentra tarareándolos días después. La nueva comedia americana ya hace tiempo encontró su lugar en el cine en casos como el de Judd Apatow (The Forty Year Old Virgin, Knocked Up), Nicholas Stoller (Get Him to the Greek, Neighbors) o Seth Rogen y Evan Goldberg (This is the End, The Interview), y si bien en la televisión también lo ha hecho (The Office US, The Mindy Project, Brooklin Nine-Nine), hay una gran diferenciación entre el tratamiento que se le da en cine y el dado en tv. El producto final que resulta ser Wet Hot American Summer: First Day of Camp encuentra darle ese estilo y ritmo sin freno que suele encontrarse en cine pero no tanto en la pantalla chica (el que pertenezca a Netflix es otro factor que le ofrece mayor libertad que otras cadenas) y termina poniendo en evidencia que el lugar que mejor le sienta a Wain y cía. es la televisión. Todavía no hay noticias si la serie será renovada para otra temporada, pero el deseo de este servidor es que al menos este haya sido el primer día de muchos.


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EN CONCIERTO



[

Por Marcelo Simonetti ]

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LA INTEGRIDAD ES UN ARTE Nacho Vegas en NICETO CLUB el 18 de agosto de 2015

Nacho Vegas había estado tres veces antes en Buenos Aires. En 2005 fue invitado al BAFICI con motivo de la presentación de un documental del que es protagonista “El Fulgor”, que trata sobre el proceso de composición de la canción. No tocó en aquella ocasión. En el 2007, volvió para presentarse en el marco del BAFICI en el desaparecido Harrods organizado por la ciudad de Buenos Aires para presentar “Carretera” documental de su última gira junto a la banda que lo había acompañado hasta ese momento, Las Esferas Invisibles. Como la relación entre él y la banda estaba rota, fue un show a dos guitarras, junto a Xel Pereda, en un lugar lleno chicos “modernos” donde se hizo muy difícil escuchar a un Nacho que susurraba entre la charla y la jarana del público. Pero dos días después tuvimos la ocasión de disfrutar de una noche donde ejecutó versiones de clásicos de la música popular asturiana justamente en el Centro Asturiano de Buenos Aires. La tercera vez, fue en el marco también de un festival gratuito, en Ciudad Emergente, con banda. El “inconveniente” musical fue que Xel Pereda ya no era de la partida,

y los espacios debían llenarlos la guitarra de Nacho y el teclado de Abraham Boba. Ésta vez se dio al aire libre, con un excelente sonido, y muchísima gente, pero otra vez el marco era mitad gente convocada por Nacho, mitad gente que iba a ver que pasaba porque era donde “había que estar”. La lista de temas se centró esa vez casi exclusivamente en el disco a presentar en ese momento, “La Zona Sucia”. Lo mismo queda para la presentación al día siguiente, en “La Usina Del Arte, en el extraño horario de las 11 de la mañana. Por todas estas cosas, era ésta, de algún modo, la primera vez que Nacho venía a Argentina. Porque era por primera vez que era su show, con gente pagando la entrada sólo para verlo, en un lugar más parecido a lo que es un hábitat natural para un artista de su estilo y su calibre. Antes del show, algunos de los presentes tuvimos la oportunidad de hacerle unos cuarenta minutos de entrevista a micrófono abierto, que fue quizás tan emocionante como el propio show. Pudimos ingresar los primeros cincuenta que nos encontrába-


mos en la fila de espera. Quizás aquí en The 13th no estamos acostumbrados a leer críticas, reseñas, conceptos que vayan más allá de lo ligado a lo estrictamente artístico, pero quienes seguimos apasionadamente la carrera del rey de los songwriters y el indie de la música en castellano sabemos que Nacho tiene los pies parados en el planeta Tierra, y tanto las preguntas de los asistentes como las respuestas del asturiano fueron muy sabrosas. Nacho dejó conceptos como: “España es un país muy cutre, muy poco interesante. Me resulta mucho más interesante Asturias, o Galicia, o el país vasco, o algunos otros. Pero España no me interesa”. “Tú dices que has salido de la crisis del 2001, y yo te digo que espero que mi país no salga de la crisis como el tuyo, ya que aquí debaten presidente entre la peor derecha y el peronismo más clásico. Entre el hijo del dueño de la Fiat y el señor que paseaba por Europa con su provincia hundida hasta el cuello por las inundaciones. Si has salido de la crisis, te felicito. Yo no lo veo así.” “La música no está en condiciones de cambiar el mundo, ni social ni económicamente. Pero sí puede dar testimonio del mundo en el que vivimos”. “El indie en el Estado Español ha nacido musicalmente mirando a Inglaterra. Pero fueron distintos. En Inglaterra fue progresivo, porque fue un espacio de resistencia contracultural contra el liberalismo conservador de la Thatcher. En el Estado Español fue reaccionario, porque debido a que los artistas en auge fueron los que acompañaron al PSOE en los ochentas, como Sabina, Serrat, y demás, el indie hizo hincapié en lo estético, y su individualismo fue el caldo gordo de todas las derrotas que sufrió nuestro pueblo durante la década del noventa”. “No entiendo como Sabina puede cobrar una entrada a un concierto 120 euros, es un acto de ladronaje”. “Dejé de ser guitarrista de un grupo indie como Manta Ray y empecé a cantar porque escribía mis canciones y nadie quería cantarlas. Entonces me puse a escuchar muchas veces a Dylan, hasta que me convencí de que podía hacerlo. En el final tuve la ocasión de preguntarle sobre el apoyo que expresaba en algunas ocasiones de manera militante a “Podemos”, la expresión política que surgió en el Estado Español luego de los “indignados”, y que le parecía el apoyo que éste partido había hecho al gobierno griego y el ajuste que estaba llevando adelaºnte. Respondió

que los partidos deben ser herramientas para modificar la realidad. Que los ricos tienen sus partidos, y que todos sabemos cuáles son. Que el acompaña todas aquellas expresiones populares donde vea que pueda expresarse lo más combativo y lo más humilde de la población. Que no es militante de Podemos, sino que está viendo que pasa, y a veces coinciden en algunas cosas. Y de regalo se llevó de mi parte un libro de fotografías de la lucha de los desocupados que luego desembocaría en el asesinato de Maxi Kosteki y Darío Santillán, y también un cd del Tata Cedrón, Madrugada. ”. Como verán, Nacho no tiene demasiados inconvenientes en batirse a duelo con nadie. Un par de horas más tarde, comenzaría el show. De 1100 tickets disponibles, se cortaron 1040. Un excelente número, teniendo en cuenta la nula difusión, y el difícil encasillamiento con algún público cautivo de parte del gijonés. Ésta vez sí, todos los que estábamos para verlo a él. Y no sólo cumplió, sino que remontó al público hasta la estratósfera y lo hundió hasta el último infierno en una hora cuarenta con una facilidad pasmosa. Desde el arranque, ya sacó a relucir el título de mejor letrista de la historia de rock en castellano, con esa excelente y brillante narrativa de “Nuevos Planes, Idénticas Estrategias” del disco “Desaparezca Aquí” de 2005. Cuando lees una letra de Nacho, o cuando lo escuchas cantar, no sabes si serán dos, tres, cuatro páginas de literatura. Lo que seguro no quieres, es que termine. Y desde un comienzo nos avisaba Nacho que ésta vez sería distinta a las demás. Una banda potentísima, con las guitarras al frente, con la batería de Manu, su único acompañante desde el primer día, y los teclados y acordeón de Manu en su punto justo. Aparecerían temas de casi todos sus discos, salvo los de duetos con Bunbury y Christina Rosenvinge y del primer álbum, “Actos Inexplicables”. Como Nacho Vegas no es un showman, ni es un hombre de grandes éxitos, no me parece que haga justicia dar pormenores o detalles de si fue ese o aquel tema el que tocó. Sí podemos decir que aparecieron las reminiscencias sónicas de Manta Ray que nos abrumaron a todos hasta sentirnos a punto de caer al peor abismo, como por ejemplo la devastadora “Perdimos el Control”. También levantamos el puño en “Polvorado” acompañando el himno de resistencia y contraataque del último


disco que levanta hasta a los muertos. Cerramos los ojos y fantaseamos con ver a Nick Cave cuando ejecutó “Taberneros”. No supimos si reír, llorar o tomar las armas con la kilométrica y devastadora, pero nunca extensa “La Vida Manca”… Nacho impertérrito. De ojos entrecerrados, subiendo y bajando, desatando la cuerda de su voz hasta el grito más cavernoso o susurrando hasta hacernos desfallecer. Nacho de pocas palabras cuando habla, y las palabras maestras cuando escribe y cuando canta, cual personaje de “Los Secretos de Harry”, de Woody Allen. Lo cierto es que éste cantante, escritor, activista y demás es un artista colosal, de un talento, sensibilidad y honestidad que dudo existan de un modo más fidedigno que en su persona. Esculpe sus versos como un “obrero de la canción”, lo que a mi modesto entender lo transforma en el mejor letrista de habla hispana en décadas y décadas. La banda, poderosa, exacta como un reloj suizo, y cargada de climas con

un juego de luces sobrio, y un telón con la famosa guitarra de Woodie Guthrie “Mata fascistas” tan inmóvil casi como el mismo Nacho. La hora cuarenta de show cargada de manifiestos, poesía, reflexión, dolor, textos narrativos musicalizados, fueron cinco minutos para cada uno de nosotros, como si todo recién hubiesen empezado, y fue tan intenso que fue como si hubiésemos compartido una vida ahí dentro. Un hombre siempre a punto de quebrarse, como su voz, como flotando en una niebla de alcohol y heroína, que cuando agarra el micrófono o la pluma, es capaz de conducirte como un chofer de la montaña rusa más peligrosa del mundo. Un hombre de una dureza, y al mismo tiempo una sensibilidad enormes, de una simpleza y a la vez una excelsa narrativa y poesía preciosista inigualables nos regaló una noche que quizás para él fue como cualquier otra, pero para nosotros fue inolvidable. ¡Gracias!

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Por Nazarena Talice. ]

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NO ES UNA GUERRA, ES UNA PINTURA Warpaint – Teatro Vorterix 22 de agosto de 2015

Como parte del tour por Latinoamérica llamado “Converse Rubber Tracks Live”, que consistió en tres conciertos en Latinoamérica, en Perú, Chile y cerrando en Argentina. Lo que marcó a fuego, además de la banda que venía a presentar su excelente último trabajo, era gratis. Lo que sí, encontrarse con una entrada fue medio traumático. El lugar estaba lleno, tal vez debido a que la entrada era gratuita o simplemente que esta banda de chicas, que han aparecido varias veces en nuestras reseñas de trabajos nuevos, nos cautiva con sus canciones. Lo cierto es que las californianas comen-

zaron el concierto con “Bees” de su álbum debut y desde ahí desplegaron un concierto lleno de reberverancias, shoegaze y algo de dreampop con elegancia y energía. Hubo momentos de belleza, como el que emanó la dulce Emily Kokal, cuando luego de abandonar el escenario la banda, regresó sola para tocar “Baby” unida a “Because the Night” de Patti Smith. Warpaint desplegó toda su frescura y atracción con un público que no paraba de corear el famoso y argento “Olé, Olé, Olé… Warpaint, Warpaint”, ellas agradecidas. Para finalizar nos queda la sensación de que van a volver… Y que su música no es una guerra sino una pintura que refleja paisajes sonoros.



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Por Gabriel Rojo. Fotografía: Nazarena Talice. ]

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MÁS QUE UN POCO DE RESPETO Andy Bell en el Teatro Vorterix 23 de agosto de 2015

Un show solista de Andy Bell es una rareza y un privilegio. A pesar de siempre mantener su lealtad y compromiso principal con Erasure, durante los últimos años Bell, una de las voces más convincentes del Pop, empezó a desarrollar más discretamente una interesante carrera en solitario. En el 2005 editó Electric Blue y en el 2010 Non-Stop (que contó con edición nacional,) dos excelentes álbumes en los que combinó sus inmediatamente atractivas melodías vocales con sonidos que, si bien se mantenían dentro del Pop Electrónico, exploraban una gama más amplia de posibilidades que el Synth-Pop ya característico de Erasure. A esto se le sumaron recientemente una seguidilla de singles en colaboración con los DJs Dave Audé y Shelter, e incluso un musical fabulosamente titulado “Torsten the Bareback Saint.” Sin embargo, sus presentaciones en vivo en solitario han sido contadas, por lo que esta gira sudamericana fue recibida con sorpresa y agrado por los fans. Si comparamos este show con la última presentación de Erasure en Buenos Aires en el 2011, el he-

cho de que Andy viniera por su cuenta nos brindó la oportunidad de verlo en un espacio más íntimo y relajado, un ambiente positivo colmado de fans acérrimos quienes ya la estaban pasando bomba incluso antes del comienzo del show, durante el jovialmente ochentoso DJ set del local Tecnoman Sf Lastrax. El show en sí mostró un balance ideal entre profesionalismo y distensión, con un Andy Bell en plena forma vocal (a quien se lo pudo apreciar doblemente por el hecho de que cantó sin ninguna corista, algo bastante atípico,) y por otro lado suficientemente relajado como para admitir sin ningún problema que había empezado un tema fuera de tiempo y necesitaba comenzarlo de nuevo (“mi cerebro está frito,” bromeó en muchas de sus diálogos con la audiencia en un español que se fue volviendo cada vez más certero y fluido con el transcurso de la noche.) Con una puesta en escena minimalista pero bien ensayada y efectiva (que incluso contó con unas extravagantes “robot girls”,) Andy presentó un setlist un poco más variado que los de Erasure. Ambos


de sus discos solistas fueron representados con un tema cada uno: el primero con la, por falta de una mejor palabra, electrizante “Electric Blue” y el segundo con “DHDQ”, un tributo a su adorada Debbie Harry, cantante de Blondie. También estuvieron presentes “Aftermath,” su emocionalmente agridulce single del 2014 con Dave Audé, y dos de los temas más destacados de The Violet Flame, el último álbum de Erasure editado el año pasado: el exaltante himno “Sacred” y la entretenidamente ominosa “The Dead of Night.” En esta última se destacó el pianista Brian Nash, al igual que en un cover acústico del tema de Queen “Love of my Life.” Los infaltables clásicos de Erasure también se vieron revigorados por los nuevos arreglos de batería y piano en vivo. El show abrió con la primera es-

trofa de “Oh L’Amour” cantada sólo con acompañamiento de piano, antes de explotar como el himno bailable que es. Siguieron varios puntos álgidos de la carrera de la banda como la fantásticamente verborrágica “Drama!” , la operática “Always”, las máquinas para bailar “Stop!” y “Chains of Love,” y un cierre con “A Little Respect” que pareció llegar demasiado pronto. Aun así, los 15 temas interpretados fueron más que suficientes para sumir a la audiencia en el mundo Erasure, que una vez definí como “un mundo musical propio, libre de pretensiones intelectuales, donde las emociones más básicas y honestas son exaltadas y presentadas con toda la belleza que se merecen.” En definitiva, una noche inolvidable con un clásico vigente.


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Por Ariel Soriano. Fotografía: Nazarena Talice. ] 83

GANAS DE SUFRIR UN POCO MÁS Pharmakon en Niceto Club, Lado B, sábado 29 de Agosto, 20:00hs Artistas invitados: Alan Courtis y Tan Frío El Verano

Los conciertos estaban anunciados a las 20 hs Con bastante retraso subieron al escenario Tan Frío el Verano, quienes realizaron su performance sin ningún inconveniente. Los de Venezuela vinieron a presentar su disco Otoño, lo cual hicieron con un gran sonido experimental y sólido, a veces rozando el shoegaze con percusiones industriales, se los notaba muy cómodos en el escenario dominando el sonido. Enseguida subió Alan Courtis, quien a raíz del atraso quizás, realizó una performance muy corta, eso hizo que me dejara con las ganas de mucho más, sin dudas es uno de los artistas más importantes de Sudamérica y sonó impresionante, ultrasónico, controlando el extremo más áspero del sonido en todo momento, casi lastimando a algunos desprevenidos que tuvieron que taparse los oídos en las partes de las frecuencias del extremo más agudo. Fue sorprendente verlo, hace muchos años que no escuchaba a un artista tan completo en Argentina. La gente ya había colmado el recinto cuando enganchado a las performance de Alan Courtis y mien-

tras chequeaba el escenario comenzó Pharmakon el plato fuerte de la noche. Margaret Chardiet llegó desde New York para presentar su trabajo con un set muy corto lamentablemente. Por momentos se mezclaba el sonido de una banda que estaba tocando en el lugar de al lado y daba un poco de vergüenza. Su performance fue impecable, pero corta, sus gritos estridentes y angelicales se mezclaban con el noise más extremo como el de Einsturzende Neubauten. Los ritmos maquinosos industriales no dejaron decaer en ningún momento los sampleos en vivo de frecuencias graves. En sus alaridos satánicos dejaba todo, puso el cuerpo y desde lo más profundo de su alma replicó su arte lo más parecido a las grabaciones de sus discos sin improvisar. Por momentos algunos sonidos vocales, utilizados como un instrumento más, recordaban a Richard James o Aphex Twin. Pharmakon hace un noise de excelencia. Demasiado viaje par tan corta performance, ganas de volver a verla de nuevo, ganas de sufrir un poco más.



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PURA MELOMANIA



Y los riffs se volvieron eléctricos Skinny Puppy – Bites (1985) [ Por César León ]

Para entender la importancia de este álbum tenemos que situarnos en 1985. En la radio comercial no paran de sonar "Careless Whisper" y "Wake Me Up Before You Go Go" de Wham o "Like a Virgin” de Madonna. Ronald Reagan y Margaret Thatcher han decidido que la economía de mercado dictará el camino de todos nosotros. La superficialidad y el pop reinan. Por supuesto la música es un elemento más del andamiaje. En norteamérica el punk nunca llega a afianzarse, los marginados optan por sonidos duros del heavy metal o el rap, La música electrónica es dócil y aunque produce bellezas como “Take on me” no tiene espacio dentro de la música contestataria. En Europa hace tiempo Throbbing Gristle y Cabaret Voltaire atacan el sonido con sus sonidos agrestes y cacofonía controlada, pero están destinados a minorías. Es hasta que en 1984 Skinny Puppy emerge en Vancouver como una propuesta que sintetiza elementos de lado y lado. Con su Ep “Remission” muestran que pueden integrar el industrial abstracto de Gristle, los riffs electrónicos producidos por las máquinas y la crítica al sistema -defensa de los derechos animales y la denuncias contra un mundo en vía autodestructiva-. Su sonido es agreste pero su base rítmica clara le da potencia para alcanzar auditorios más amplios. 1985 – Un año después del sorprendente EP Remission- Skinny Puppy lanza “Bites”. La consolidación de su propuesta sonora y un álbum considerado seminal (influenciador) para bandas posteriores y el sonido tecno-industrial que Nine Inch Nails y Marilyn Manson llevarían al gran público una década después. Skinny Puppy logra con “Bites” dar un paso clave. No es tan abstracto ni difícil de escuchar como sus maestros (Throbbing Gristle y Cabaret Voltaire), su sonido es mucho más áspero y rudo de lo que proponían Fad Gadget y Gary Newman o dentro del mainstream los mismos Depeche Mode o New Order -en sus más oscuros álbumes-. Pero

tiene la misma riqueza melódica, lo que los hace mucho más accesibles. Algunos lo siguen llamando Industrial, otros tecno—industrial, tecnocore, después le dirían EBM el caso es que con “Bites” se consolida un nuevo género donde los riffs del punk o el metal, los asumen los secuenciadores que proporcionan toda una nueva dimensión sonora sumada a las voces procesadas de Nivek Ogre. Podría decirse que la receta es simplista -nada más alejado de la realidad- el trabajo del trío canadiense es complejo en la construcción de texturas, ambientes y paisajes sonoros generados, claro ¡por máquinas!, pero donde se evidencia la manipulación humana detrás de cada estrofa. Posiblemente el responsable de esto sea Cevin Key quien ejecuta casi todos los instrumentos y hace buena parte de las programaciones pero que en esencia es un percusionista. Esto hace que cada track tenga momentos con matices rítmicos diferente, no es una caja de ritmos Roland dejada sola imponiendo su métrica. Bites originalmente sale como un LP de 9 tracks publicado por Netwerk en 1985, este dato es importante porque la selección del vinilo es más homogénea que la del CD. En 1986 aparece la edición en CD con 8 tracks adicionales que se agregan gracias al espacio adicional del medio. Estos tracks que no habían clasificado en el original son más experimentos sonoros que canciones finales, aunque las etéreas y bellas “Centre bullet” y “One day” se vuelven imprescindibles dentro del álbum una vez agregadas.


“Assimilate”, “Dead lines”, “The choke” y “Last Call” conforman 4 manuales de este nuevo género, cada uno con su poderosa base rítmica sobrepuesta al lamento metálico de texturas y fondos armónicos creados por los sintetizadores, solo interrumpidos por la angustiosa y desconsolada voz de Ogre que deplora los antipáticos actos humanos que cometemos. Estos 4 tracks conforman la columna vertebral de un álbum que se convirtio en el arquetipo de lo que sería el sonido de Nine Inch Nails, Ministry, Hocico, VNV Nation y toda la movida EBM años

después. Alguna vez leí que “Bites” podria compararse en influencia para los 80s y venideras décadas a lo que representó “Radio-Activity” de los abuelos del electrónico Kraftwerk. No sé si haya punto de comparación, pero definitivamente si es un álbum que abre puertas a ideas y caminos no deambulados y generaría cambios en el sonido e influiría notablemente en diversos géneros. Como curiosidad pese a la aspereza de su sonido, y la experimentación y abstracción de varios de sus cortes, muchos lo consideran el álbum más “dance” de Skinny Puppy.

Como Espejo en el Agua Lisa Gerrard - The Mirror Pool (1995) [ Por Alejandro Cenizacromada ]

Lisa Gerrard es una cantante como pocas, por que ha sido capaz de fusionar con propiedad estilos tan dispares como lo son el canto lírico, la música sacra y la terrosidad de lo étnico. Por lo general en la música Dark folk/ Ethereal o Dark wave el estilo de las vocalistas tiende a ser más homogéneo y por lo tanto Lisa es un caso dentro de mi punto de vista insuperable en gran parte porque Australia es un crisol de razas y también porque con su voz en muchas canciones empleada como un instrumento más, ha creado una identidad que ha dejado huella. Creo también que la escritura y la producción de Brendan Perry supo dar en el punto donde la voz de Lisa explotaba con más belleza. Tras el boom que la lanzó como cantante solicitada para bandas sonoras de películas tras el bombazo de Gladiadoren 2000, el resultado en sus discos como solista ha sido más bien lineal, salvo su colaboración con el gran Klaus Schultze. The Mirror Pool al igual que “Eye of the Hunter” de Brendan Perry es una colección de temas creados entre 1988 a 1995 y que por alguna razón no entraron en la discografía del proyecto. El nombre del álbum The Mirror Pool (espejo en el estanque) está inspirado en la música de algunas tribus africanas donde los intérpretes al desarrollar su sonido, se comunican con espíritus en otro plano, el cual identi-

fican como un espejo de este mundo, una búsqueda de uno mismo a través de la música. El disco se mueve en planos más ambientales y sinfónicos que tribales y cuenta con la valiosa colaboración de artistas como el multi-instrumentista australiano Pieter Bourke con quien años más tarde Lisa grabaría el contundente álbum Duality. De Peter Bourke es bueno recomendar el proyecto de sonido electrónico en el que trabajó junto con David Thrussell llamado Soma, bajo el sello Extreme (NON, Muslimgauze, Merzbow, Nails ov Christ). John Bonnar quien en su momento fuese parte de Dead Can Dance en vivo también participó como coescritor, director e intérprete en este trabajo. Aunque The Mirror Pool empezó como una colección de canciones para la obra de Lisa Gerrard, Sanvean se convirtió en un tema

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obligado en los recitales de Dead Can Dance junto con Persian Love song, canción de origen iraní y que ha sido sampleada por Bill Leeb y Rhys Fulber (Frontline Assembly) en su proyecto Delerium para su álbum Karma 1999; ambos temas están en el disco en vivo Toward the within de 1994. Swans también fue tema que hizo parte en muchos recitales de DCD (escuchar el bootleg Gothic Spleens de 1990) donde el Yang Chin, instrumento de origen chino que en cierta manera se convirtió en sello personal de la banda, hace majestuosa presencia jugando con la voz histriónica de Lisa. La Bas es un tema de corte más sacro plagado de instrumentos de cuerda que trae a la memoria el clásico The host of seraphim del álbum The serpent´s egg de 1988 donde las voces recrean un ambiente de oscura eucaristía y nos abre un agónico abismo a nuestros pies, ecos de campanas sumergidas inspiradas en la novela La bas (Ahí abajo) del escritor francés Joris Karl Huysmans del siglo XIX. Es preciso agregar que hace algunos años en la página oficial de Lisa Gerrard estuvo disponible para libre descarga la versión demo de La Bas y en palabras de la propia artista afirmaba que la sobreproducción para la versión de The mirror pool le había quitado un poco la esencia al tema; yo estoy de acuerdo con eso y de verdad que me resulta más sobrecogedora la versión demo aunque sea más sencilla, es más que recomendado si se logra conseguir. The Rite le hace honor a su nombre, como una funesta marcha surreal la canción fue tomada de un extracto de la obra Edipo rey de 1991. Celon es un tema inspirado en la obra de Tolkien, de carácter más mántrico y con varios juegos de voces tras un intro de diálogo sublime entre instrumentos de cuerda y viento, la canción fue escrita cinco días antes del nacimiento de la hija de Lisa. Laurelei que

no es un tema que tenga que ver con la canción de Cocteau twins es de corte más barroco, los instrumentos de cuerda gravitan alrededor de la voz de Lisa y traen a la mente esa gran obra de DCD llamada Aion. Largo está basada en una reconocida obra de Haendel llamada originalmente Ombra mai fu, quizás el aporte más por la vena de la música clásica en el disco. Ajhon es un delicioso pasaje tribal, una caricia que alguna vez nos fue negada, un despertar del corazón, ese punto exacto donde los atardeceres y los amaneceres coinciden en su belleza, algunos lo llaman el ángelus. Glorafin evoca tiempos antiguos ¿Etruscos? ¿Rómulo y Remo amamantados por una loba antes de la fundación de Roma? ¿El Vesubio guardando en una cápsula del tiempo a Pompeya, para enseñarnos el valor implacable de la naturaleza? Nilleshna es un tema instrumental minimalista que se mueve alrededor de las armonías de los teclados y las cuerdas, la melancolía y la tristeza se convierten en algo envolvente y hasta embriagador, cosa que también sucede con Majhnavea’s music box ya con cierto matiz etno ambiental. Venteless recupera esa aura sacra fusionada con sonido clásico contemporáneo. Gloradin es uno de los temas más oscuros al mejor estilo de clásicos como Persephone del mítico disco Within the realm of a dying sun de DCD. Para terminar, el disco contó con la colaboración de la Victorian Philarmonic orchestra de Australia y fue mezclado por Guy Chamborneau quien es un reconocido ingeniero de sonido y que ha trabajado con artistas tan dispares como Gwen Stefani, Metallica y Rush. Un disco de escucha obligada teniendo en cuenta que es el primero como solista de una de las cantantes más inquietantes que haya emergido de la cultura Post punk.

El arte de no ser amado

no difieren musicalmente, por ejemplo, de los de Years of Refusal del 2009,) con la única diferencia de que parecen haberse tomado muchas decisiones con el sólo propósito de volverlo más difícil de digerir al público. “Southpaw” se extiende con una larga outro instrumental hasta los diez minutos, mientras que “The Operation” abre con un solo de batería que ocupa casi la mitad del tema. “Reader Meet Author” es el single que nunca fue, su potencial para hit dis-

Morrissey - Southpaw Grammar (1995) [ Por Gabriel Rojo ]

En muchos sentidos, Southpaw Grammar es un típico disco de Morrissey solista (muchos de los temas


minuido por el hecho de que los estribillos son siempre distintos (lo cual termina siendo un plus a largo plazo). Todas estas decisiones contribuyen a que el disco no llame demasiado la atención en la primera escuchada. Sin embargo, el perseverante encontrará montones de momentos clásicos de Morrissey: esos atisbos de verdad (“Best Friend on the Payroll” abre con las líneas “I turn the music down, but I don’t know why – this is my house”) e inherente humanidad (véase “Do your best and don’t worry”) que lo vuelven tan relevante. El enfoque general del disco fue centrarse más en la música que en las palabras, como reacción al celebrado álbum anterior Vauxhall and I. No es una idea particularmente iluminada, ya que la motivación principal de cualquier oyente a la hora de poner un disco de Morrissey es escucharlo a a él, no a la banda. El énfasis en las secciones instrumentales, de todas formas, a veces da interesantes resultados. Uno de los mejores temas es justamente el más extraño: “The Teachers are Afraid of the Pupils”, un siniestro reverso de “The Headmaster Ritual” (acorde con el cambio de paradigma en la educación) basado en un loop de cuerdas de una sinfonía Shostakovich que se repite por 11 minutos, al que la banda le va agregando intensidad instrumental. El resultado suena casi como si Morrissey hubiese estado como cantante invitado en un disco de Massive Attack de la época de Mezzanine. En el 2009 el mismo Morrissey relanzó el álbum enmendando algunos de sus excesos y esforzándose por volverlo un poco más accesible. El espantoso arte de tapa fue reemplazado (Morrissey admite que seguir la idea original de la discográfica allá por el 95 hubiese sido mejor- “A veces está bien ceder… un poquito.”) Los temas más experimentales, en vez

El miedo transformado en vanguardia Fear Factory – Trangression (2005) [ Por Pablo Ravale ]

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de servir de apertura, fueron movidos más adelante. Y finalmente, se incluyeron cuatro outtakes y B-sides, no como bonus tracks sino como parte de la secuencia del disco. Así, en vez de cerrar con la lúgubre “Southpaw”, ahora el álbum termina más en alto gracias a “Nobody Loves Us”, una extrañamente exaltante balada que bien podría haber estado incluida en Vauxhall and I. Entre los temas “nuevos” también está la simpática “Fantastic Bird”, producida por el legendario guitarrista de Bowie Mick Ronson. Todos estos cambios contribuyen al disco sin tergiversarlo, ya que los 8 temas originales fueron conservados sin ninguna modificación. En definitiva, un álbum definitivamente no recomendable para recién llegados, pero en el que los acérrimos de Morrissey seguramente encontrarán muchas cosas de interés, especialmente en su reedición (y el ensayo de Morrissey que viene en el booklet justifica su adquisición por sí sólo.)

Fear Factory siempre fueron unos innovadores. Una banda que, adelantada a su tiempo y con fama de visionarios, cimentaron las bases del sonido del metal alternativo de los 90, y, de rebote, hicieron del mismo, su propia bandera. Del death metal al cyborg trash-groove metal, y justo después de convertirse en una formación de las grandes, Dino Cazares, guitarrista y cerebro


del grupo, se retiraba de las filas de FF por diferencias irreconciliables con sus demás compañeros de aventuras: Burton C. Bell, Christian Olde Wolbers y Raymond Herrera. Así las cosas, se podría decir que Conan cambió la espada por una daga. O sea, Cazares se marchó y Christian, el bajista, pasó a hacerse cargo de las seis cuerdas, tomando el control definitivo de la situación (en su lugar, el bajo corrió por cuenta de Byron Stroud). “Archetype”, el primer álbum sin Dino, publicado en 2004, sorprendió gratamente por ser un trabajo compacto que los devolvía a sus épocas de antaño tras el relativo fracaso comercial que les significó “Digimortal”. No obstante, un año después de “Archetype”, lanzaban este “Transgression”, que es también un disco sensacional, pero más orientado a una vena melódica y hasta experimental. Para arrancar, tenemos nada más y nada menos que “540,000° Fahrenheit”, un poderoso y conmovedor tema que transmite a la perfección la idea de lo que nos encontraremos a lo largo de toda la placa: guitarra y batería machaconas (¡increíble Herrera!) y una voz en casi todo momento limpia de Burton C. Bell, la cual se complementa de maravillas con el clima intimista de los teclados. Luego sigue “Trangression”, canción que titula el disco y que es de lo más cañero que posee el álbum. Aquí, si bien los estribillos suenan súper agresivos, se mezclan de nuevo con la melodías aportadas por Burton. Esa línea rápida continua con “Spinal Compression”, un puñetazo realmente heavy. “Contagion”, es una canción apabullante, con atmósferas y riffs oscuros, aunque abordada también desde el aspecto vocal con mucha melodía. Una de las más destacadas del álbum. Llegado a este punto, uno se empieza a preguntar qué clase de temas tiene por delante, y ahí es que entran “Empty Vision” -la cual recuerda, de a momentos, a ciertos temas de “Obsolete- y “Echoes Of My Scream” -balada que sobresale por su sentimiento y

su suma belleza-. Pegaditas, también, llegan enseguida “Supernova” y “New Promise” (grabadas ambas con Billy Gould de Faith No More como invitado al bajo, además de desempeñarse en la labor de ingeniera de sonido). La primera es un trallazo súper-ganchero, pero la segunda es una época suite con solos de guitarra incluidos… magistral por donde se la escuche. Con “I Will Follow” de U2 y “Millenium” de Killing Joke, Fear Factory vuelven a mostrar su afición por hacer versiones de sus bandas de cabecera. Buenísimas las dos e interpretadas con mucho respeto. Para cerrar el álbum está la potente “Moment Of Impact”, la cual no sólo es una de las mejores composiciones de “Transgression”, sino que además deja al oído extasiado. Disco arriesgado, pero efectivo, “Transgression” marcaría, no obstante, una momentáneamente ruptura de la banda, hasta que, entrado el 2008, Bell se amigaría con Dino y resucitarían a la bestia. Con respecto a Christian y el tritura-parches Raymond, se sabe que luego formarían su propio proyecto llamado Arkaea.


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Garbage & Dirty Shirley

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Garbage – Garbage (1995) [ Por Max Wilda ]

Hace 20 años tres tipos con diferentes backgrounds musicales diferentes (Butch Vig, Steve Marker y Duke Erikson) se juntaron con un ángel caído, Shirley Manson, para dar lugar a una de mis bandas favoritas de todos los tiempos: Garbage. Su homónimo álbum debut es a mi criterio el punto justo donde el rock-pop alternativo y la conciencia “dance-remixera” se encontraron para moldear un estilo y estética únicos que irían más allá de los 90s y más allá de la propia banda. Si buscan un poco de la vida de Shirley, estarán de acuerdo con mi selección alcohólica: un Dirty Shirley (Vodka, licor de cerezas, granadina, cerezas y soda) versión etílica del clásico trago que evoca a la eterna Shirley Temple. Supervixen: todo comienza con un suavizado riff grounge que sorpresivamente se silencia por completo (hasta Nick Cave habló de él, recomiendo googlearlo) y evoluciona a un capricho ida y vuelta entre lo acústico y eléctrico amalgamado por una potente y sensualmente grave (lo justo) voz de Shirley, aduciendo a una dominatrix negociadora que nos dará algo a cambio de algo…Casi un trip-hop debajo de un velo se sensualidad uptempo Queer, envuelve en la ambigüedad superlativa de lo que uno quiere y no. Totalmente hipnotizado me doy cuenta que necesito “recargar” para Only Happy When It Rains, el primer bailable, coloreando una lírica que podría haber escrito el mismísimo Robert Smith, sobresalen las rítmicas y el pegadizo riff. Contemporáneo y electrónico “bigbeatero” As Heaven Is Wide, susurrado y sensual me transporta con mi trago a algún dancefloor alternativo de antaño de los que tanto añoro. Not My Idea un digerible track casi a lo Dandy Warholds, del gusto americano, pasa como mi trago, agradablemente motivador. Bajan los bpm con esta pseudo balada, completa desde lo musical, climática pero sin perder profundidad ni sensualidad, A Stroke of Luck, es el preludio endulzante de Vow (primer single), con intimidante frase: I can't use what I can't abuse (no puedo usar lo que no pue-

do abusar). Lirica crudamente oscura, acompañada de ensambles musicales más británicos potencian conscientemente mi tercer Dirty Shirley. El track emblema, Stupid Girl, co-escrito con Joe Strummer, con un bassline envolvente y una acusación (¿a sí misma?) invitando a no creer en el miedo, el dolor o la gente que no puede controlar; repercute en mí, tal como hace 20 años y puedo afirmar que no ha envejecido a diferencia de este escucha. Siguiendo la línea de dominación, llega la más rockera Dog New Tricks, loops (una constante), un saw wave subyacente pero con una melodía vocal que suaviza. My Lover's Box, sensiblemente cargada de elementos y capas, muestra un costado sensible y un final abrupto. Penúltimo puesto para Fix Me Now, inevitable estremecer con esa voz inicial de Shirley y su forma de cantar en este tema, musicalmente más que correcto (tengo debilidad por acordes con tremolo). No se podría haber elegido mejor tema para cerrar un disco intenso: Milk! Recomiendo preparar no uno, sino dos Dirty Shirley y no estar solo, como otras veces… y no esperar como dice Shirley sino disfrutar de un tema profundo, azul, intenso, envolvente que cierra un disco a mi criterio bisagra, no solo en estilo sino en la forma de comunicar musical, estéticamente. ¡Salud!



[ Entrevista a Bandalos Chinos por Diego Centurión ]

ES UN UNIVERSO SONORO Y EMOCIONAL

Para empezar… el nombre de la banda se puede leer como mal escrito “Bandalos” con V, o como “Banda los Chinos”. ¿Cuál es la real versión del nombre? Es un juego de palabras, no hay una versión real, tiene esa ambigüedad que es confusa pero también divertida. ¿Cómo y cuándo nace la banda? Nos hicimos amigos en el colegio, habíamos pasado por varias bandas pero siempre repartidos. Después de egresarnos nos seguimos viendo y salíamos mucho a ver bandas, y un día nos dimos cuenta que teníamos una visión en común de la música que queríamos hacer. Una tarde de abril del 2009 nos juntamos a zapar un rato, tocamos algunos temas del Flaco, después empezamos a mostrar temas propios, y rápidamente todo fue creciendo. Editan un álbum debut “Bandalos Chinos” (2012), ¿cómo fueron esos primeros años de la banda? Fueron nuestros comienzos en la composición y producción de canciones. Hasta ese momento teníamos una experiencia más adolescente de la cuestión, y en esos años fue que nos lo empezamos a tomar enserio, y a tratar de aprender del oficio. El primer disco es una especie de catalogo de esos años de experimentación, nos gusta como debut, las canciones tienen un espíritu más joven que el material nuevo. Un primer álbum más orientado al pop rock, pero el año pasado editan un EP, “Nunca estuve acá”, en donde el electro pop se hace presente. ¿Cómo llega ese nuevo aire electro? Después de grabar el primer disco, que esta más influenciado por lo que habíamos escuchado toda la vida, pusimos la atención en lo que estaba pasando en la música a nivel global, la escena actual, así llegaron los sintetizadores, eso nos metió en un nuevo mundo de sonido. Los sintetizadores se metieron en la composición y la producción de las canciones.

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¿Aumentó el público con este agregado de lo electrónico? El público creció, si fue por ese cambio, no lo sabemos. Hay una propuesta muy interesante en la escena local, en los últimos años aparecieron y siguen apareciendo bandas que elevan la vara constantemente y todos queremos estar ahí a tiro, eso también afecta al público que se lleva una buena experiencia de la música, es motivador. Se tiende a pensar que las bandas se inspiran en un artista o banda para formar un proyecto, (por ejemplo esta Revista nació como fanzine de The Cure). A ustedes ¿Quién o quienes los inspiran? Nuestro gran referente como artista es Luis Alberto Spinetta, el primer tema que tocamos juntos fue “Durazno Sangrando”. En nuestro sonido actual nos inspiraron mucho Phoenix, y Virus. Hace unos años que se han modificado las reglas de juego en la industria de la música. El modo en que se

llega a la gente, por parte de las bandas, como así también la manera de escuchar un disco y de comprarlo o adquirirlo. ¿Cómo maneja esto Bandalos chinos? Somos conscientes de la era en la que vivimos, crecimos con la internet asique tenemos una vida virtual intensa. Además nos gusta el “comunismo” que implica y nuestros dos discos se pueden descargar gratis. Pero las reglas del juego no solo se cambian con la computadora, nos hacemos cargo de nuestra condición de banda independiente y nos tomamos muy enserio la producción de nuestros shows, somos muy perfeccionistas en ese sentido, sabemos como nos gusta trabajar. Sabemos que el público no se subestima y tratamos de dar cada vez una mejor experiencia de nuestra música en vivo. Hay una masividad del “hacélo vos mismo”, que internet está inundado de bandas, ya que as posibilidades de subir canciones a distintas plataformas han creado una especie de “zapping” auditivo, lo digo por la forma de “picar” las canciones de un álbum,


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que suele hacer la gente. Todo se vuelve efímero, ¿Cómo manejan este tema, si lo hacen? ¿les preocupa esta actitud? Quizás nosotros somos más tradicionales, nos gusta mucho escuchar discos enteros y sumergirse en bandas y escucharse todo lo que grabó tal artista. Pero por otro lado nos encanta la posibilidad que te da internet de acceder a cualquier cosa que haya hecho cualquier persona, podes escuchar algo que grabó un tipo en el otro lado del mundo ayer, es increíble que eso pase. Es verdad que en esa amplitud uno se puede perder, por eso hay que esforzarse por hacerse notar. ¿Cómo presentarían a Bandalos Chinos a aquellos que no los conocen? Es un universo sonoro y emocional en el cual cada ser baila a su manera. ¿Qué planes tienen para los próximos meses? Por ahora la idea es seguir presentando el EP “Nunca

estuve acá” en vivo, hay varias fechas por delante y esperamos que sigan apareciendo más.

Próximas fechas a partir de septiembre. 12 de Septiembre en el Festival de la Bienal de Arte Joven en Konex, 19.30hs 13 de Septiembre en Festival Consciente, en el bajo de San Isidro, al lado del rio. 19 de Septiembre en Festival Aruma Sitios donde encontrar a la banda. Spotify: open.spotify.com/album/0vrQvk Facebook: facebook.com/BandalismoChino Instagram: instagram.com/bandaloschinos/ Twitter: twitter.com/BandalosChinos Soundcloud: soundcloud.com/bandaloschinos... Bandcamp: bandaloschinos.bandcamp.com/



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Katatonia | Sanctitude Label: Kscope Fecha: 30 de marzo de 2015.

Katatonia no es una banda cualquiera, surgieron del panorama escandinavo del Doom metal más cadavérico en los 90 y se pasaron a una especie de Rock gótico desnudando su alma en una apuesta valiente, mantuvieron su trasfondo denso, potente en el cual tanto la guitarra rítmica como la líder tienen igual preponderancia; las partes melódica y armónica están delicadamente estructuradas para volcar o quebrar el corazón del oyente, eso más la voz sentida de su cantante Jonas Renkse que con los años tomó ese dramatismo de cantantes como Robert Smith. La banda con elementos del Doom Metal, Indie e incluso Shoegaze, para este año han guardado en el estuche (por un momentico no más) los pedales de sus guitarras para ofrecernos Sanctitude,

Mazzy Star | Live at Paris Label: FMIC Fecha: 18 de mayo de 2015

La dulzura de Hope Sandoval en la voz y la exquisita cadencia sonora de David Roback, es lo precioso de Mazzy Star. Este nuevo trabajo lanzado es un viejo registro de dos conciertos, uno de en el Metro de Chicago de 12 de noviembre y el otro en KROQ de Los Angeles, el 10 de diciembre, ambos de 1994. La frágil belleza de mazzy Satr está más que registrado en estos conciertos, en donde canciones como “Flowers In December”, “Ride In On”, “Into Dust”, “Fade Into You””halah” cobran un grado de pureza fantástica. Luego en “Ghost Highway” y “Blue Flower” podemos escuchar un poco más de energía por el apoyo al dúo por parte de la banda. El trabajo es recomendable para fanáticos y para amantes del dreampop más oscuro o más folk.

un disco en vivo en formato acústico, con versiones intimistas de muchos de sus clásicos en una gran muestra de profesionalismo, madurez artística y corazón. Recomendadas entre muchas otras: Teargas, Evidence, Tonight’s music y la pantanosa Day.


Black Rebel Motorcycle Club Live at Paris

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Label: Abstract Dragon Fecha: 09 de junio de 2015.

La espera de la recuperación de su baterista Leah Shapiro terminó, ya reincorporada a su puesto la banda edita un nuevo álbum/DVD. Grabado en Trianon Theatre de París el 14 de febrero de 2014. “Live In Paris” consta de 24 canciones repartidas en dos cds y la edición es acompañada con un DVD con el concierto en imágenes, y un documental. Repasando toda su carrera de manera brillante, consiguiendo momentos emotivos como en “Returning” o “Lullaby”. El álbum abre con “Fire Walker” con una introducción enigmática, el ritmo cansino de la batería junto con el bajo nos empiezan a introducir en el oscuro mundo de los BRMC, pero el segundo track “Let The Day Begin” el sonido aguerrido característico de la banda se hace presente para arrollarnos. Un power trío que derrocha paredes de distorsiones, una batería siempre ajustada y rítmica, con

excelentes percusiones y gran consistencia. Las voces de Robert y pete siempre al frente y demostrando rudeza y, cuando se necesita, voces que se hacen etéreas o oscuras. Un trabajo intenso de 24 canciones en donde encontramos la esencia de los Black Rebel, la misma que se encuentra en sus trabajaos de estudio, pero con la adrenalina de un concierto, tal vez, en una de las ciudades en donde más cómodos se encuentran. Imperdible.

Four Tet | Morning Evening Label: Text Records Fecha: 1 de Julio de 2015

El nuevo disco de Kieran Hebden, pionero de la “folktrónica” y protegido de Thom Yorke, se divide en dos composiciones de 20 minutos cada una. La primera, “Morning”, yuxtapone una suave melodía vocal hindú sobre beats de tempo constante a los que se les van agregando instrumentos y arreglos en forma vertical. Es como una combinación entre el multiculturalismo de David Byrne y Brian Eno en “My Life in the Bush of Ghosts”, las técnicas de composición de Steve Reich y el enfoque progresivo al Ambient de The Orb, pero con resultados mucho más accesibles e incluso joviales. En comparación, el segundo lado, “Evening,” resulta menos especta-

cular. Se trata de una contrapartida más Ambient/ Dub del primer tema, pero da la impresión de que a Hebden se le acabaron las ideas luego de los prime-


ros diez minutos: la última sección es más relleno que otra cosa, estirada deliberadamente para llegar a la duración esperada. De todas formas, “Morning/

Evening” es un refrescante lanzamiento de un artista que no se queda en el molde de éxitos pasados.

Christian Death The Root Of All Evilution Label: Knife Fight Media Fecha: 4 de Julio de 2015

Nuevo álbum de Christian Death. El primero en casi una década. Si bien soy de los puristas amantes de Rozz Williams, ya que creo que esta versión de Christian Death tiene poco vuelo y se vuelve un poco previsible, estoy abierto a que me hagan cambiar de parecer. Desde el vamos ya se trata de una edición polémica si se quiere, la banda ha utilizado la plataforma de PledgeMusic para que los fans financien este trabajo (al respecto podríamos polemizar horas). Para esta ocasión han ofrecido por un precio más alto, discos autografiados, remeras exclusivas, posters exclusivos, cenas con los integrantes de la banda, como así también la posibilidad, a los seleccionados, de trabajar en algún concierto de Christian Death como asistente. Pero la banda fue más allá y promete (por un monto mayor) que Valor oficie en la boda de 5 parejas residentes en los Estados Unidos. Y por un precio mucho más alto, la banda se compromete a tocar en tu funeral. Pero dejemos esto y vayamos a lo estrictamente musical. Christian Death expone diez canciones en donde comenzamos con la introducción recitada por Valor (como un Vincent Price en Thriler de Michael Jackson), pero con unas percusiones más mántri-

Fear Factory | Genexus Label: Nuclear Blast Fecha: 7 de agosto de 2015

cas, aunque luego se rompe, por desgracia, “In The Garden Of Evilution”, perdiendo el clima logrado. Luego tenemos al doom (muy Black Sabbath) en “Tar Black Liquid” o en “We Have Become”. En “Fema Coffins” y “Forgiven” se encuentran dos de las mejores canciones del álbum, aunque el primer puesto se lo lleva “Illuminazi”. “Penitence Forevermore” tiene un encanto particular pero hay algo que no termina de cerrar como una gran canción. Otra muy buena canción son las que cierran el álbum "Deliver Us" y "Secrets Down Below". Más alláde todo es un disco que trae buenas canciones, aunque Christian Death es, para mí, una banda que ha perdido la brillantez desde la salida de Rozz. Pero este álbum me deja darle otra oportunidad.

Fear Factory, los aplastantes cyber-death-trashers futuristas, el bastión humanoide, la última línea de defensa antes de que Skynet se haga control de las máquinas y seamos reducidos a escombros, han vuelto. Tres años después del más que brutal y mesiánico “The Industrialist”, los de Burton C. Bell y


Dino Cazares nos regalan su noveno álbum de estudio; el cual, si bien, continúa el camino de su antecesor, suena más dinámico y fresco, más a tracción a sangre, qué va… Riffs cortantes y repetitivos, baterías que suenan como compactadoras de autos, voces entre guturales y melódicas, teclados épicos, ruiditos industriales, todo eso es “Genexus” (título que, según Bell, viene de la unión de las palabras “génesis” –que quiere decir “creación”– y “nexus” –que quiere decir “enlace” –, y que alude a lo que sería el siguiente paso en la evolución de la humanidad, o sea, a la tecnología y las máquinas integrándose al hombre de manera definitiva, volviéndose ambos uno solo): una experiencia post-apocalíptica, un viaje demencial, la banda de sonido para una película de Terminator o Robocop. La producción del disco suena igual de potente y mala leche que “The Industrialist”. De hecho, es con los dos primeros temas (“Autonomus Combat System” y “Anodize”) que uno ya queda enganchado, no obstante, a partir de “Dialectric” – y “Soulhacker” (con la participación especial del ex-Journey/Steve Vai/ Ozzy Osbourne/GZR, Dean Castronovo, a los tambores) y “Promotech”–, la cosa va subiendo y subiendo y el nivel no parece bajar nunca más (increíble, por cierto, el trabajo del nuevo baterista Mike Heller, quien se deja el alma y los huevos tocando a lo lar-

The Jesus and Mary Chain Ghost Notes Label: Edsel Records Fecha: 07 de Agosto de 2015

Ha pasado mucho tiempo sin nada nuevo de la banda de los hermanos Reid, que ya me había olvidado de lo que se sentía escuchar algo fresco de la banda, aunque sea como en este caso, una grabación en directo. Nada nuevo para los legendarios de Glasgow, pero luego de tanto tiempo sin publicaciones (más allá de un álbum que no escuché llamado “Live In Concert” del 2013), un aire de satisfacción se apoderó de mí al escuchar las inoxidables canciones que

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go de casi toda la placa). El resto sigue por el mismo camino, es decir, sin novedades pero efectivas (¡terribles “Church Of Execution” y “Regenerate”!). Y así hasta el cierre con “Expiration Date”, una balada llena de emotividad (en la que vuelve a intervenir Dean Castronovo) que pone, en efecto, el broche de oro. En fin, otro disco más de los enormes Fear Factory. Otra muestra más de su maestría, pero, por sobre todo, de su integridad. Congratulations Burton & Dino!


encierran el perfecto Psychocandy. Porque de eso se trata, el disco íntegro y en el orden original, del álbum que revolucionó toda una época. Grabado en el Glasgow Barrowlands en Noviembre de 2014 como parte de la Gira del 30 aniversario de Psychocandy. El clásico álbum debut de la banda suena tan potente y caótico como hace treinta años, y su lugar permanece tan inmóvil en mis recuerdos que aquellas sensaciones de largas tardes y noches de gastar los cassettes y vinilos en la década de los ochenta y noventa, rejuvenecen y la brillantez de las composiciones me vuelven a emocionar. Uno tras otro, los tracks van desterrando algunas dudas que tuve en tiempos pa-

sados, en algunos conciertos que he presenciado o escuchado de la banda. Existe una edición que viene en una caja con el vinilo en vivo de Psychocandy, un vinilo de 10 pulgadas con “The Prelude Set”, en donde hay otras canciones de otros álbumes y un cd con todo el concierto íntegro, y se complementa con un libro de tapa dura de 40 páginas. La imagen de The Jesus and Mary Chain recupera todo su esplendor y vuelve a merecer mi respeto con este álbum tan icónico de una época. Un álbum que me hizo recuperar la confianza para lo que vendrá… si algo viene.

Jean-Michel Jarre Essential Recollection Label: Sony Music Fecha: 28 de Agosto de 2015

Ha sido una época intensa de lanzamientos para los fans de Jean Michel Jarre: entre el 2014 y el 2015 se relanzó y remasterizó gran parte de su discografía, y en breve saldrá Electronica 1: The Time Machine, su primer disco de estudio desde el 2007, repleto de colaboradores famosos. Seguramente con la intención de poner al público al día, Sony acaba de editar Essential Recollection, básicamente un sampler de algunos de los trabajos más conocidos de Jarre a precio promocional. La primera mitad del disco se centra principalmente en el estilo que lo hizo famoso: envolventes, ricas y complejas composiciones de Ambient Progresivo procedentes de clásicos como Oxygene (1977) y Equinoxe (1978,) mientras que la segunda mitad circula más en torno al enfoque cercano al Rock Electrónico que adoptó a medida que sus recitales en vivo se volvían cada vez más espectaculares y elaborados. Para el fan acérrimo, el compilado no ofrece nada nuevo, ni siquiera la oportunidad de descubrir gemas olvidadas, exceptuando quizás a

la extraña elección de “Bells”, tema procedente del moderno y atrevido álbum Metamorphoses (2000), único album de Jarre posterior a 1993 representado aquí. Por lo demás, es un compilado estándar que sólo incluye las elecciones más obvias y recorre sólo los lanzamientos más conocidos. En definitiva, recomendable sólo para los recién llegados, e incluso para ellos quizás sería mejor escuchar simplemente Oxygene y dejarse llevar a partir de ahí.


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EFEMÉRIDES

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LA ELEGANCIA GUITARRÍSTICA

John Alexander McGeoch (25 de agosto de 1955 - 4 de marzo de 2004)

Si bien cumpliría 60 años, siempre este escocés fue motivo de mi admiración y siempre pensé en escribir sobre él, aunque sea esta breve reseña. Sin lugar a dudas uno de los guitarristas británicos más influyentes del rock de las últimas tres décadas. Pasó su magia por bandas como Magazine, Siouxsie and the Banshees, Visage, The Skids, The Armoury Show y Public Image Ltd.. Apodado el “Jimmy Page del Post Punk” ha dejado su legado en muchos guitarristas de su época y de las generaciones siguientes. Los guitarristas Johnny Marr, Jonny

Greenwood (Radiohead), John Frusciante (Red Hot Chili Peppers), Roddy Frame (Aztec Camera) lo han marcado como influencia. Hasta la misma Siouxsie Sioux ha confesado que John ha sido el mejor guitarrista de su banda y el período más divertido. Colaboró con The Skids y Generation X. En el 2004 la muerte lo sorprendió mientras dormía. Un guitarrista que nos ha quedado grabado en la retina por los videos con Siouxsie and The Banshees. El guitarrista de "Spellbound", "Arabian Knights", ¡¡¡el guitarrista!!!



DERECHO DE PISO

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LAURA CRESPI [

Por Bernardo Jiménez Mesa ]

En agosto queremos presentarle a una artista que hemos nombrado en la reseña del concierto de J Masis (Número 18). Y hace tiempo que queremos traerla a las páginas de la Revista y ha llegado el momento. Las canciones de Laura Crespi son simples y bellamente hipnóticas. Una vez han hecho efecto, te llevan a un lugar muy particular; un lugar que le pertenece; un lugar que ella construye con frases articuladas en melodías; un lugar pintado con suaves acordes. Una vez allí, eres su invitado, y entonces puedes danzar mentalmente un bossa-nova, o recorrer con un pop-rock inteligente, brillante y bien logrado tus propios pensamientos…. Laura Crespi es una nueva figura en la escena porteña. Escritora de versos, poemas y bellas canciones. Su nuevo álbum, ¨Claridad, Claridad”, es un ejercicio en la canción poétic

Links para conocer al artista: https://www.facebook.com/pages/ Laura-Crespi/1631946443700338 http://www.blancomovildiscos.blogspot.com.ar/ lauracrespi@gmail.com


The13th U NA R EVISTA IMA GINA RIA


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