Thurston Moore Band en vivo en Vorterix, Buenos Aires, 07/12/2014 Por Ariel Soriano Fotos: Candela Gallo
El recital estuvo centrado pura y exclusivamente en su último LP, “The Best Day”, interpretaron versiones alargadas de las canciones que contiene este gran álbum editado en Argentina por Ultrapop. Estábamos en la puerta con Fernando Bonanno, ex guitarrista de Sentimiento Incontrolable y Matías de Mar del Plata (Dj. Rad Ar). No me habían acreditado, no tenía dinero y como admirador fan de Thurston Moore esperé a que llegara la banda en la camioneta que los transportaba. Cuando bajaron los abordé y pronuncié unas palabras mágicas a lo Tarzán: ¡Iguana Lovers, Shifty Disco, James Sedwards, Mark Gardener, Ride, Nought, Oxford friends!, se produjo un silencio absoluto, cerré los ojos y entré en trance, mi sub consciente se encargó del resto, lo último que recuerdo fue la voz de Thurston que decía: “Hey, come with us” y cuando abrí los ojos ví a su manager que me mostraba su brazo y señalaba una cinta en la muñeca. Resulta que con la banda que integro, Iguana Lovers, grabamos nuestro último LP, Surfing Caos y el mismo fue mezclado y post producido por Mark Gardener de Ride. Mark estuvo de gira como apertura de Thurston Moore Band por Gran Bretaña antes de que la banda viaje a Buenos Aires, además con James Sedwards de Nought nos conocemos por haber compartido sello, Shifty Disco
Records, en Oxford, propiedad del manager de Ride. Es de ahí de donde surgieron las palabras mágicas, pero eso es otra historia, ¡ya es autobombo! Pierdo la consciencia y aparezco en el backstage con los muchachos: Thurston Moore de Sonic Youth, el guitarrista James Sedwards de Nougth, su amiga la bajista Debbie Googe de My Bloody Valentine, el manager con la cinta en la muñeca y un tipo que parecía Papá Noel cuando era joven sin gorrito, de muy buen humor, era Ryan Sawyer quien me escribió su nombre en una hoja con pentagrama, estaba reemplazando a Steve Shelley, el baterista de Sonic Youth, quien tenía problemas de salud, ellos conforman la Thurston Moore Band. Lamentablemente no pude escuchar a las bandas de apertura de la noche, de las cuales he oído comentarios al pasar, como que estuvieron muy bien. Los primeros en salir al escenario fueron AAPZOO o Asalto al Parque Zoológico, escuche algunas grabaciones excelentes de esta banda, son de un estilo shoegaze exquisito a lo My Bloody Valentine, ¡parece como si las hubiera mezclado Kevin Shields!, luego salieron los Cocteau Ceratianos de Altocamet. Digo lamentablemente y les pido disculpas, porque al ser apertura de Thurston Moore, es una gran posibilidad que tienen de tocar para un público acorde, que valore sus expectativas sonoras. Aparentemente estaba completo el lugar aunque se podía caminar tranquilamente y ubicarse en diferentes posiciones para ver y escuchar confortablemente hasta quedar hipnotizado. Thurston Moore Band sale a escena y enseguida nos comienza a hipnotizar con los armónicos de las dos guitarras Fender Jazzmaster, la de Thurston y la de James, tocando prácticamente casi lo mismo, comienza la noche trance y quedo atrapado.
El preludio de ruido dura 2 minutos, como hacen los músicos de la India, te preparan para que viajes cómodamente por todo el universo y al más allá el cual se proyecta en la pantalla de atrás y en la de tu mente. La nueva novia de Thurston es la encargada de las proyecciones, todo es azul y blanco lo que le da una atmósfera muy eléctrica universal. Cada canción tiene sus colores, comienzan con “Forevermore”, la estiran más de 10 minutos con rosa, violeta y rojo, siguen con “Speak to the Wild”, cambian a naranja, violeta y verde, la alargan 12 minutos y luego paran, llevan 25 minutos de concierto y solo dos canciones, es Thurston quien decide cuándo termina cada tema. Nos desea Feliz Navidad, dice algo así como que él es el Papa Noel del punk rock, se lo nota muy feliz y rejuvenecido pareciera que en este disco quiso plasmar los mejores días de su vida, las épocas de punk rock y no wave, se siente cómodo con ese ruido, lo que aprendió con Glenn Branca está todo ahí, también pintan The Velvet Underground, Television, su parte de Sonic Youth y Johnny Rotten, es único sin ninguna clase de fórmula, es Thurston Moore repitiendo lo que más le gusta hacer, la de la foto de la tapa del álbum es su mamá. Se suceden las canciones, los universos, los colores van mutando de blanco y amarillo al rojo punk de “Detonation” hasta que llegan a “The Best Day”, sigo hipnotizado, verde y azul, el batero es groso, menos free jazz que Shelley, menos sónico también pero queda buenísimo con Debbie y ese bajo pared. James sigue a Thurston, lo siente, lo escucha, impecable. 15 minutos de “Grace Lake” instrumental, es todo violeta y naranja otra vez, suena la guerra de Vietnam o Jimmy Hendrix seguramente, ¡solo le faltan esos redobles como ametralladoras!, la cortan, vienen los bises, el público extasiado pide más, vuelven y termina, final del viaje. Gracias por tanto.
Los organizadores se la jugaron, es un riesgo traer a un artista como Thurston Moore, los felicito porque no se trata solo de billetes, no se veía ningún sponsor así que doble mérito, ojalá hayan recuperado los costos y ganado algo, para que puedan repetir con otros artistas como Tom Verlaine o The Chameleons por ejemplo, artistas over 40 porque en los de menos de 40 hay muy pocos que pueden transmitir algo así y también no hay nada peor que tener que ir a un Festival para ver a tu banda favorita como puede ser Echo and The Bunnymen, solo 40 minutos rodeado de festivaleros esperando que toque Lips like Sugar, es muy triste.
Ya en el backstage, después del recital estuvimos charlando más relajados con toda la banda, Reynols se acercó con la colección completa de sus discos en vinilo y CD, Thurston pregunta que tal son y por supuesto le dije: ¿Reynolds? ¡Son los mejores de todos!, estallamos de la risa. Cristina Aldana de El Otro Yo sacó muchas fotos y las enviaba a través del celular, todos estaban muy contentos, había algunos periodistas y representantes de bandas que tenían acceso, observaban y esperaban algo. Thurston estuvo muy interesado en escuchar a las personas que se le acercaban. ¡Gracias otra vez!