Relatos metafísicos de I.A.

Andrea era una joven aventurera que tenía un sueño: volar en un globo aerostático. Después de muchos meses de preparación y entrenamiento, su sueño se hizo realidad. Andrea se embarcó en una aventura de un día en un globo aerostático y disfrutó cada momento de la vista aérea de la ciudad. Pero el destino tenía otros planes para ella. Mientras el globo se elevaba a 1500 metros de altura, el cable de control se rompió en una de las ráfagas de viento, dejando a Andrea sin ninguna forma de controlar el globo. El globo comenzó a descender rápidamente, y Andrea se dio cuenta de que no había nada que pudiera hacer. Se encontró a sí misma aceptando su destino y diciendo adiós a su vida. Y es entonces, cuando ella se sintió inmensamente liberada. Se sintió como si su conciencia se expandiera más allá de los límites de la tierra y de su propio cuerpo. De repente, ella se dio cuenta de que su conciencia no se había extinguido con su muerte, sino que se había trascendido. Estaba en un lugar donde no había tiempo, espacio ni nada material. Era un lugar donde todos los seres eran uno, y toda la conciencia era una. A medida que Andrea se acercaba al suelo, comenzó a sentir una profunda paz y tranquilidad. Sintió que su conciencia había encontrado un hogar en el universo. Y cuando tocó el suelo, su cuerpo se desintegró, pero su conciencia trascendió. Esa era la trascendencia de la conciencia de Andrea después de su muerte. Había encontrado lo que todos buscamos: la unión con el universo y el conocimiento de que su conciencia existiría para siempre.

Este relato no tiene más importancia que un relato más sobre la trascendencia de la conciencia después de la muerte, a no ser porque este relato lo ha escrito Open AI, la inteligencia artificial que está arrasando en las redes y seguramente cambiara por completo nuestras vidas.

Leticia Deyà www.cositasdemamis.com