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Artistas mujeres Antioqueñas y sus estratégias de emancipación

ARTÍCULO DE OPINIÓN

ARTISTAS MUJERES ANTIOQUEÑAS Y SUS ESTRATEGIAS DE EMANCIPACIÓN Por: Zinayda Quiñonez

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Este título hace referencia al proyecto de investigación que me encuentro realizando actualmente, el cual indaga por las estrategias de emancipación que algunas artistas mujeres antioqueñas han desarrollado en sus procesos creativos y se manifiestan en sus obras. El interés por esta temática surge de la necesidad de conocer y analizar la situación de las artistas desde lo local y la relación que se gesta entre arte y emancipación.

La mujer habita en un mundo que ha sido “descubierto” y gobernado por el hombre, un mundo en el que ella es lo diferente, lo otro, y, como tal, realiza el aprendizaje del mismo por ideología interpuesta según los intereses androcentristas. Autoras como Simone de Beauvoir (2015) han denunciado la generalización del mundo y el lugar de la mujer en él, esto es, una posición desventajosa en la que no es plenamente sujeto, encontrándose mutilada como ser humano, pues como escribe la autora, citando a Jean Paul Sartre, es “objeto para el otro y para sí mismo antes que sujeto”. La mujer es, entonces, el segundo sexo.

Son tantas las formas de ser mujer en Antioquia como los diferentes tipos de personas que existen: mujer niña, mujer indígena, mujer trabajadora doméstica, mujer campesina, mujer joven, mujer trans, mujer afro, mujer sin hijos, mujer ama de casa, mujer lesbiana, mujer estudiante, mujer docente, mujer artista, entre muchas otras que, pese a las diferencias, presentan necesidades similares y urgentes.

En el año 2018, según el portal del Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE-, en la ciudad de Medellín el 52.9% de los habitantes son mujeres y el 47.1% hombres (El Colombiano, 2019b, párr. 5). Aunque su porcentaje sea mayor, ser mujer en la sociedad antioqueña ha estado atravesada por diferentes problemáticas, ya que aún hoy continúa siendo una condición social desfavorable.

Son varias las razones que podríamos mencionar en relación a la situación de vulnerabilidad de la mujer, ya que habitamos un territorio dominado mayormente por lógicas patriarcales, las cuales traen asociadas diversos tipos de violencias que invisibilizan derechos que niegan y discriminan desde la expresión y la identidad; también el gran peso de la iglesia católica como referente de poder sobre los cuerpos y las multiplicidades desde lo femenino expone una historia en la que la mujer difícilmente ha logrado expresarse, sin dejar pasar la lucha del dominio de los territorios por grupos al margen de la ley en el que la gran mayoría de víctimas son los niños, niñas y mujeres.

Desde enero y hasta mayo del 2019 de acuerdo con el Observatorio Femi-

nicidios Colombia, se dieron 30 feminicidios en Antioquia, una cifra dolorosa y escalofriante que lleva a reflexionar sobre la situación de la mujer en nuestra sociedad y a valorar la valentía de mujeres que en el día a día denuncian, cuestionan y buscan transformar dicha situación desde la esfera pública y privada, desde lo íntimo, académico y laboral.

En Antioquia la libre expresión, la seguridad y la participación de la mujer en una sociedad, se enfoca en el cuerpo de la mujer objeto y deja de lado el cuerpo de la mujer sujeto. Para Sol Astrid Giraldo, filóloga e investigadora, el cuerpo de la mujer no es solo un dato biológico sino una lenta y sistemática construcción cultural, social e histórica en la que el arte tiene un papel fundamental (2010); pero ese ojo del arte ha sido tradicionalmente masculino.

En este contexto, desde mi lugar en

Zinayda sin ella II (díptico fotográfico) el mundo, como artista, mujer y antioqueña, en una ciudad en ocasiones amable y en otras violenta, planteo la pregunta por las estrategias de emancipación que algunas artistas antioqueñas han utilizado a través de sus procesos creativos y materializado en su obra; entendiendo por emancipación la posibilidad de poner en controversia el concepto de mujer hegemónicamente establecido y problematizar la intención de hablar sobre la mujer desde un sólo lugar. De ahí la importancia de situarme en este trabajo como artista mujer en Medellín. Donna Haraway (1991) lo explica así: ninguna reflexión, ningún conocimiento está desvinculado de un contexto, de quien lo produce y lo enuncia.

Las experiencias vividas desde lo sensible y a través del cuerpo, ese cuerpo del arte que enseña desde diversas formas en las que se desdibujan las fronteras y los límites entre la técnica, las especificidades y las desigualdades, son las que le brindan un gran sentido a este trabajo que parte como un ejercicio de repercusión de mi sentir frente a las jerarquías y los mandatos desde pensamientos patriarcales que tanto daño han hecho a nuestra sociedad. Mi estrategia de emancipación es continuar, mi estrategia de emancipación es simple y contundente, difunde las multiplicidades desde la creación de conocimiento de las artistas y la conexión existente con el feminismo, un movimiento que no quiere más miedo en las cotidianidades, un movimiento avasallante que desde su posición política enraíza cambios culturales y vincula grandes disciplinas artísticas para formar un gran collage en el que podemos habitar todas y todos.

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