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Adviento


El tiempo de Adviento tiene dos significados: preparaciĂłn para la Navidad y espera de la segunda venida de JesĂşs al final de los tiempos. Te ofrecemos esta liturgia para que, de la mano de MarĂ­a la Madre de Dios, compartas con tu familia este tiempo de esperanza. 2


Fra Filippo Lippi

Preparativos para iniciar el Adviento

La Corona: Coloca tu corona de Adviento en un sitio central de tu casa para que todos puedan verla y recordar los ofrecimientos que se han propuesto durante este tiempo. Regalos para Jesús: En el centro del fascículo encontrarás los propósitos de Adviento. Recórtalos y colócalos en una cajita junto a la corona antes de iniciar la liturgia. Liturgia del Adviento: Cada domingo, desde el 29 de noviembre, reúne a tu familia y amigos, y recen la liturgia que te trae este fascículo. Canción: Puedes escuchar la canción propuesta en el sitio web www.revistavive.com. La letra la encontrarás en la página 9.

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I DOMINGO DE ADVIENTO Ubicar en una mesa a la vista de todos la corona sin ninguna vela encendida. Es recomendable colocar una imagen de la Virgen junto a la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor. TODOS: Que hizo el cielo y la tierra. MONITOR: Comenzamos un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, tiempo de preparación y espera. Encender, semana tras semana, los cuatro cirios de esta corona debe ser un reflejo de nuestra gradual preparación para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha venido a disipar las tinieblas. El color verde de la corona simboliza la vida y la esperanza que Él nos ha venido a traer. LECTOR: Lectura tomada del libro del profeta Isaías: "Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti. Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece". (Is 60, 1-2) MONITOR: La profecía de Isaías es para no-

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sotros un hermoso mensaje de esperanza y confianza en Dios, pues nos alienta a recordar que el Señor Jesús ha venido a este mundo para caminar a nuestro lado e iluminar nuestro corazón con su presencia. Que estos días del Adviento sean un tiempo especial en que nos dejemos iluminar por la luz del amor y la esperanza que nos trae el Señor Jesús. Quien dirige la oración, con las manos juntas, dice: Nos recogemos unos instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas, vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento. Oremos La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor Jesús, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas, de la ignorancia, del dolor y del pecado. Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces. Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor,


que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la Luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Te lo pedimos por Él mismo que vive y reina por los siglos de los siglos. TODOS: Amén. MONITOR: Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras cantamos la primera estrofa de HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA, pg. 9 (solo se canta la primera estrofa). PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: ¡Ven pronto Señor! 1. Te pedimos Señor para que este Adviento, que se inicia hoy, sea para nosotros un tiempo de mayor conversión y preparación para la celebración de tu venida. 2. Te pedimos por todas las familias del mundo, especialmente por las que sufren el drama de la guerra y la persecución, para que tu venida al mundo les obtenga la paz que tanto anhelan.

3. Por los que estamos aquí reunidos en esta oración, para que podamos acoger la gracia que Tú vas a derramar en este tiempo y respondamos al Plan de amor que tú tienes para nosotros. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... Regalo para el Niño Jesús Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana. (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús). Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María para pedirle que nos enseñe a vivir intensamente este tiempo de Adviento. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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II DOMINGO DE ADVIENTO Al iniciar la liturgia debe estar encendida la primera vela. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración a Dios. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: "Fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto...: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios". (Lc 3, 2.4-6) MONITOR: Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar preparados interiormente para su venida, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto para esta semana que nos ayude a disponernos cada vez mejor para su venida. (Se deja un momento de silencio) MONITOR: Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA, pg. 9 (se canta hasta la segunda estrofa, se enciende la vela al inicio de la segunda estrofa). 6

PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: ¡Ven Señor Jesús! 1. Te pedimos Señor por la Santa Iglesia, que dentro de pocos días, empezará a vivir el Año de la Misericordia, para que en este tiempo de gracia busque vivir con los demás, la misericordia que el Padre ha tenido con nosotros. 2. Te pedimos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad. 3. Por los que estamos aquí reunidos en esta oración, para que tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la Reconciliación a nuestras vidas (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... Regalo para el Niño Jesús Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús). Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María para pedirle que nos enseñe a vivir intensamente este tiempo de Adviento. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


III DOMINGO DE ADVIENTO Al iniciar la liturgia deben estar encendidas la primera y la segunda vela de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro júbilo por la venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de nosotros. LECTOR: Lectura tomada de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses: "Hermanos: Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. (Flp 4, 4-5)". MONITOR: La presencia de Jesús en medio de nosotros es la verdadera razón de nuestra alegría, éste es el misterio de amor que celebramos en Navidad: la alegre noticia de Dios que se hace cercano para caminar a nuestro lado. Ante tanto amor que Dios nos entrega, estamos llamados a vivir la caridad y dar testimonio de la bondad de Dios entre nosotros. (Se deja un momento de silencio) MONITOR: Vamos a encender la tercera vela de nuestra corona. Cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA, pg. 9 (se canta hasta la tercera estrofa, encender la nueva vela al inicio de la tercera estrofa). PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: ¡Ven Señor Jesús! 1. Niño Jesús, tú que estás presente en nuestra fami-

lia, ayúdanos a ser ejemplo de servicio a los demás, en especial a los más pobres y necesitados, a todos nuestros hermanos que son víctimas de exclusión. 2. Te pedimos Niño Jesús que nos des la perseverancia para cumplir nuestros propósitos de Adviento, que sean un aprendizaje que se prolongue a lo largo de este año que viene. Ayúdanos a recordar que ayudando al más débil y necesitado estamos ayudándote a ti. 3. Niño Dios, este domingo de Adviento dedicado a la alegría, te pedimos que nos concedas vivir realmente la alegría auténtica que tú nos regalas, aquella que llena el corazón y nos conduce cada vez más a ti. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... Regalo para el Niño Jesús Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana. (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús). Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María para pedirle que nos enseñe a vivir intensamente este tiempo de Adviento y acojamos la alegría de la cercanía del Señor Jesús. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 7


VI DOMINGO DE ADVIENTO Al iniciar la liturgia deben estar encendidas las tres velas de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. MONITOR: Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la reconciliación. Hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús, que viene a traernos alegría y esperanza. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: "El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin»." (Lc 1, 28-33) MONITOR: La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano, quien permite que esa Luz llegue a nosotros e ilumine nuestra vida. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA, pg. 9 (se canta completo, con las cuatro estrofas, encender la vela al inicio de la cuarta estrofa). PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: Por intercesión de tu Ma8

dre, ¡Escúchanos Señor! 1. Querido Niño Jesús, te rogamos que prepares nuestro corazón con amor, para que al recibirte nos llenemos de la alegría de tu presencia entre nosotros y podamos comunicarla a los demás. 2. Te pedimos Niño Jesús que nuestra celebración en la Noche Buena sea el reflejo de haber vivido en este tiempo de Adviento el amor en nuestra familia y la caridad hacia los demás. 3. Niño Jesús te pedimos por aquellas personas que no te conocen o te rechazan sin saber que tú eres la Verdad, para que en este tiempo de amor puedan abrir sus corazones y experimenten la fuerza del amor que nos manifiestas con tu nacimiento. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... Regalo para el Niño Jesús Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús). Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María y elevándole nuestro profundo agradecimiento por haber aceptado ser la Madre del Señor Jesús y acompañarnos durante este Adviento. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.


CANTO DE ADVIENTO Hoy se enciende una llama

III Hoy se enciende una llama Nuestro gozo hoy quiere cantar en la corona de Adviento por ver tres luceros brillar que arda nuestra esperanza con María esperamos en el corazón despierto al Niño
con alegría. y al calor de la Madre caminemos este tiempo. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento I que arda nuestra esperanza Un primer lucero se enciende en el corazón despierto anunciando al Rey que viene
 y al calor de la Madre preparad corazones caminemos este tiempo. allánense los senderos.

 IV Hoy se enciende una llama Huyen las tinieblas al ver en la corona de Adviento cuatro llamas resplandecer que arda nuestra esperanza ya la gloria está cerca en el corazón despierto levanten los corazones. y al calor de la Madre caminemos este tiempo. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento II que arda nuestra esperanza Crecen nuestros anhelos al ver en el corazón despierto la segunda llama nacer y al calor de la Madre como dulce rocío caminemos este tiempo. vendrá
el Mesías hecho Niño. Para escuchar la canción escanea el código Eugène Amaury-Duval

Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo.

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Domenico Beccafumi


Regalos para el Nino Jesus En el año de la Misericordia

Los pobres, los que sufren, los marginados, son Cristo en la tierra. El Papa Francisco nos invita a salir de nosotros mismos y dejar nuestras comodidades para ir al encuentro de los más necesitados. Aquí algunas enseñanzas del Papa acompañadas de una acción concreta para ofrecer por Adviento.

"Dejarse reconciliar con Dios es posible por medio del misterio pascual y de la mediación de la Iglesia. Así entonces, Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "Con la mirada fija en Jesús y en su rost�o misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenit�d". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "Misericordia: es la ley f�ndamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al her�ano que encuent�a en el camino de la vida". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus)

"Ning�no como María ha conocido la prof�ndidad del misterio de Dios hecho hombre. Todo en su vida f�e plasmado por la presencia de la misericordia hecha car�e". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "El perdón de las ofensas deviene la ex�resión más evidente del amor misericordioso y para nosot�os cristianos es un imperativo del que no podemos prescindir... el perdón es el inst��mento puesto en nuest�as frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "En la "plenit�d del tiempo" (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto seg�n su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelar�os de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9)". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus)


Tiempo de adviento Recorta estos regalos y ponlos en un recipiente. Cada miembro de tu familia toma un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esa semana.

Rezaré un denario pidiéndole a nuest�a Madre que interceda por las personas enfer�as, para que sean consoladas por el amor de Dios.

Me confesaré en esta semana y le pediré a Jesús que me enseñe a conver�ir mi corazón más a su amor.

Viviré el perdón y la misericordia con todas las personas que t�ate en la semana, en especial con aquellos que puedo tener alg�na diferencia.

Visitaré a Jesús Sacramentado en alg�na iglesia o capilla y le ag�adeceré por su amor y pediré para que mi amistad con el Señor crezca cada día.

En esta semana regalaré a compañeros de curso/t�abajo una estampita con la imagen de Jesús, para que recuerden que el Señor los ama y quiere que seamos más amigos.

Le compraré comida a una persona necesitada, le preg�ntaré su nombre y rezaré por ella.


"Jesús, delante a la multit�d de personas que lo seg�ían, viendo que estaban cansadas y ex�enuadas, pérdidas y sin g�ía, sintió desde lo prof�ndo del corazón una intensa compasión por ellas (cfr Mt 9,36)". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "Para ser capaces de misericordia, entonces, debemos en primer lugar colocar�os a la escucha de la Palabra de Dios. Esto sig�ifica recuperar el valor del silencio para meditar la Palabra que se nos dirige". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus)

"El perdón es el inst��mento puesto en nuest�as frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "La justicia por sí misma no basta, y la ex�eriencia enseña que apelando solamente a ella se cor�e el riesgo de dest��irla. Por esto Dios va más allá de la justicia con la misericordia y el perdón". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus)

"Como ama el Padre, así aman los hijos. Como Él es misericordioso, así estamos nosot�os llamados a ser misericordiosos los unos con los ot�os". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus)

"Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es f�ente de aleg�ía, de serenidad y de paz". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus) "¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del propio her�ano en su ausencia equivale a ex�onerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme". (S.S. Francisco, Misericordiae Vultus)

"No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital...es un don de Dios". (S.S. Francisco, Mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales)

"¡Qué precioso es el valor de la familia, como lugar privilegiado para t�ansmitir la fe!".

"En Navidad, hagámosle un sitio a Jesús en lugar del r�ido y las compras".

(S.S. Francisco, Discurso en Río de Janeiro)

(S.S. Francisco, Homilía 23-12-2013)


Viviré la paciencia y caridad con las personas y/o sit�aciones difíciles que pueden surgir en la semana.

Esta semana buscaré estar atento a las necesidades de las personas que me rodean para ay�darles en lo que pueda.

Meditaré el Evangelio del día, por lo menos una vez en la semana y lo compar�iré con alg�n familiar y/o amigo.

En esta semana dedicaré un buen tiempo para pasar con mis abuelos, padres, o los que se sientan solos en mi familia.

Haré en este semana un buen examen de conciencia y me acercaré al Sacramento de la Confesión para reconciliar�e con Dios.

Cuidaré mis palabras esta semana y me esforzaré para que no sean ocasión de chisme. Viviré esta semana aplicando este consejo: "Aprende a hablar cuando quieras, pero a querer cuando debas".

Esta semana publicaré en las redes sociales alg�n mensaje que apele al corazón de las personas para que puedan vivir bien esta Navidad.

En esta semana buscaré dar lo mejor de mí en cada una de mis responsabilidades, preg�ntándome: ¿Qué haría Jesús en mi lugar en la sit�ación en que me encuent�o?

Con aleg�ía, compar�iré con una amigo la impor�ancia de la Navidad.

Esta semana, buscaré llamar o visitar a alg�n familiar que tengo olvidado, con el que no tengo contacto hace mucho tiempo, para dialogar con él.


Fra Angélico

Texto: Rodrigo Banda Diseño: Revista Vive Edición: Revista Vive Imagen portada: Luca Giordano



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