Adviento
Tiempo
deAdviento
El tiempo de Adviento tiene dos significados espirituales: preparación para la Navidad y espera de la segunda venida de Jesús al final de los tiempos.
Preparativos para iniciar el Adviento La Corona: Coloca tu corona de Adviento en un sitio central de tu casa para que todos puedan verla y recordar los ofrecimientos que se han propuesto durante este tiempo.
Regalos para Jesús: En el centro del fascículo encontrarás los propósitos de Adviento. Recórtalos y colócalos en una cajita junto a la corona antes de iniciar la liturgia. Liturgia del Adviento: Cada domingo, desde el 2 de diciembre, reúne a tu familia y amigos para rezar la liturgia que te trae este fascículo. Canción: Puedes escuchar la canción propuesta en el canal de YouTube de Revista Vive. La letra la encontrarás en la página 15 del fascículo. 2
Por Manuel Alva
i deAdviento
Domingo
Ubicar en una mesa a la vista de todos la corona sin ninguna vela encendida. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Comenzamos un nuevo año litúrgico con el tiempo de Adviento, tiempo de preparación y espera. Encender, semana tras semana, los cuatro cirios de esta corona debe ser un reflejo de preparación para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces nos recuerdan que Él es la Luz del mundo que ha venido a disipar las tinieblas. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio de San Lucas “En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y del oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, pues los astros temblarán. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levántense, alcen la cabeza, porque se acerca su liberación. Tengan cuidado: que sus corazones no se entorpezcan por el exceso de comida, por las borracheras y las preocupaciones de la vida, porque entonces ese día caerá de improviso sobre ustedes; ese día será como una trampa en la que caerán atrapados todos los habitantes de la tierra. Estén siempre vigilantes y oren en todo tiempo, para escapar de todo lo que ha de ocurrir y puedan mantenerse en pie ante el Hijo del hombre.” (Lc 21, 25-28. 34-36) MONITOR: El Señor Jesús nos invita y hace una advertencia a estar vigilantes y perseverantes ante la llegada del final de los tiempos y la segunda venida del Señor. Pero, ¿qué es lo que realmente significa esta segunda venida? Por esto es lícito preguntarnos: Si el Señor viene mañana, ¿estoy listo para ser juzgado y salvarme? ¿Seré del grupo de las ovejas buenas que se salvan y van a cielo, o seré del grupo de las malas y me condenaré en el infierno?
Al examinarnos podemos descubrir que nuestro corazón no está preparado para esta venida, por estar lleno de preocupaciones, pasiones desordenadas, criterios ambiciosos y egoístas... Sin embargo este a la vez anhela volver a Dios, convertirnos y empezar a prepararnos para el día del juicio. ¿Qué hacer para convertir nuestro corazón? San Pablo nos aconseja: “que el Señor los colme y los haga crecer y progresar en el amor mutuo y en el amor a todos los demás. Que Él fortalezca sus corazones para que, cuando Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado de todos sus santos, ustedes se presenten ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables.” (1Tes 3). Ante todo, para reconciliarnos con Dios primero está el amor a Dios (cumplir con sus mandamientos), después el amor al prójimo, a la familia y personas cercanas que necesitan de nuestra ayuda. Tomemos la decisión en este tiempo de Adviento de prepararnos para recibir al Señor en nuestros corazones, hagámoslo con la oración y la caridad para la pronta venida del Señor que nos promete la vida eterna y la felicidad. 3
Nos recogemos unos instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas, vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento. OREMOS
La tierra, Señor, se alegra en estos días, y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor Jesús, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos en las tinieblas, de la ignorancia, del dolor y del pecado. Lleno de esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque y la ha adornado con luces. Ahora, pues, que vamos a empezar TODOS: Amén.
el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te pedimos, Señor, que, mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona, con nuevas luces, a nosotros nos ilumines con el esplendor de Aquel que, por ser la Luz del mundo, iluminará todas las oscuridades. Te lo pedimos por Él mismo que vive y reina por los siglos de los siglos.
MONITOR: Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras cantamos la primera estrofa de HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (solo se canta la primera estrofa). PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: ¡Ven pronto Señor!
1. Te pedimos Señor para que este Adviento, que se inicia hoy, sea para nosotros un tiempo de mayor conversión y preparación para la celebración de tu venida. 2. Te pedimos por todas las familias del mundo, especialmente por las que sufren el drama de la guerra y la persecución, para que tu venida al mundo les obtenga la paz que tanto anhelan. 3. Por los que estamos aquí reunidos en esta oración, para que podamos acoger la gracia que Tú vas a derramar en este tiempo y respondamos al Plan de amor que tú tienes para nosotros. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... REGALO PARA EL NIÑO JESÚS Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana. (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús).
Finalicemos este momento de oración encomendándonos a nuestra madre María para pedirle que nos enseñe a vivir intensamente este tiempo de Adviento. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
4
Por Alejandro Ponce
ii deAdviento
Domingo
Al iniciar la liturgia debe estar encendida la primera vela. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en nuestros corazones. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: "En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios”. (Lc 3,1-6) MONITOR: San Juan Bautista nos invita a una preparación de corazón para esta Navidad. Nos muestra que en nuestros corazones existen barrancos, montes y colinas; es decir, un camino difícil y torcido en donde el Señor trata de alcanzarnos. Pongámonos a pensar un momento en todo aquello que nos aleja del Señor, luego recordemos esas cosas que generan conflicto con los demás, especialmente con nuestros seres queridos. Todos somos débiles, frágiles y el mal ha crecido con nosotros; tal vez tenemos algún vicio importante o malos hábitos que podrían alejarnos de Dios y los demás.
¿Qué propone el Señor para la conversión? Definitivamente no nos pedirá que cambiemos radicalmente de la noche a la mañana. Él nos ofrece un itinerario de conversión, un proceso amoroso y paternal. ¿De qué se puede tratar este camino llano y recto hacia Dios? En primer lugar, de aceptar que nuestra conversión ya es un milagro divino, que nos propongamos algunos medios como agendar la oración diaria en nuestra rutina, poner nuestro trabajo en manos de Dios, aceptar que las habilidades y facultades que tenemos están para servir al resto. En otras palabras, compartir la vida con el Señor, pues es el “Padre nuestro que está en los Cielos”; y debemos poner nuestras preocupaciones, luchas, dificultades y alegría en sus brazos amorosos para que podamos tener una oración más auténtica y una vida más unida a Él. 5
Que nuestra vida refleje que hemos sido rescatados y no que somos más huérfanos espirituales. Que sea la fuerza de Dios la que prepare el camino, enderece nuestras sendas, que todo barranco quede rellenado, todo monte y colina sea rebajado, lo tortuoso sea recto y las asperezas se vuelvan caminos llanos. (Se deja un momento de silencio)
MONITOR: Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (La canción se canta hasta la segunda estrofa) La persona enciende la vela de ser posible al inicio de la segunda estrofa.
PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: ¡Ven Señor Jesús!
1. Te pedimos Señor por la Santa Iglesia, que dentro de pocos días, empezará a vivir el Año de la Misericordia, para que en este tiempo de gracia busque vivir con los demás, la misericordia que el Padre ha tenido con nosotros. 2. Te pedimos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad. 3. Por los que estamos aquí reunidos en esta oración para que tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la Reconciliación a nuestras vidas. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... REGALO PARA EL NIÑO JESÚS Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús).
Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María para pedirle que nos enseñe a vivir intensamente este tiempo de Adviento. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
6
REGALOS parael Niño Jesús Recorta estos regalos y ponlos en un recipiente. Cada miembro de tu familia tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esa semana.
Dedicaré unos minutos a contemplar el pesebre, meditando en el misterio de amor que pronto vamos a celebrar en la Navidad.
Rezaré por alg�na persona con la que tenga alg�n problema o resentimiento.
Buscaré conversar con alg�n familiar o amigo(a) con el que no tengo contacto hace un buen tiempo.
Saldré al encuent�o de alg�na persona necesitada, buscando ay�darla de alg�na manera concreta y rezaré por ella.
Me confesaré y daré g�acias a Dios por la infinita misericordia que tiene conmigo.
Me esforzaré por regalar una sonrisa y t�atar de buena manera a las personas que me rodean.
tiempo de Adviento
“Que el Señor nos dé la g�acia: rezar por aquellos que no nos quieren, rezar por aquellos que nos hacen el mal, que nos persig�en... Yo les aseg�ro que esta oración hará dos cosas: a él lo hará mejorar, porque la oración es potente, y a nosot�os nos hará más hijos del Padre.” Papa Francisco
“En su simplicidad, el pesebre t�ansmite esperanza; cada uno de los personajes está inmerso en esta at�ósfera de esperanza.”
“Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encont�arlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad.”
«Por esto, confor�aos mut�amente y edificaos los unos a los ot�os, como ya lo hacéis.»
“No puedo imaginar a un cristiano que no sepa sonreír. Tratemos de dar un testimonio gozoso de nuest�a fe.”
«Pero t� eres el Dios de los perdones, clemente y ent�añable, tardo a la cólera y rico en bondad.»
Papa Francisco
Papa Francisco
Papa Francisco
1 Tesalonicenses 5, 11
Nehemías 9, 17
Dedicaré unos minutos para visitar al Señor Jesús en una capilla y pedirle que me ay�de a acrecentar mi amor por Él.
Antes de dor�ir, seré consciente de las maneras en las que Dios me ha manifestado su amor durante el día y le daré g�acias.
Rezaré un denario a Santa María y le pediré por mi familia.
Me esforzaré por no criticar, ni hablar mal de las personas. Cuidaré que mis palabras estén encaminadas a hacer el bien.
Meditaré el Evangelio del día, al menos una vez en la semana, y compar�iré mi reflexión con alg�n amigo o familiar.
Dedicaré unos minutos al inicio del día para rezar y pediré a Dios por las personas que sufren o pasan alg�n tipo de necesidad.
Me esforzaré en esta semana por ser paciente, teniendo una buena actit�d en todo momento.
Pensaré en algo que me cuesta mucho hacer y lo realizaré ofreciéndoselo a Jesús.
Dedicaré un momento de oración a Dios y le pediré por el Papa, los Obispos y sacerdotes.
Rezaré el rosario pidiéndole a nuest�a madre María que haga nacer y crecer a Jesús en nuest�os corazones.
«Estad siempre aleg�es. Orad constantemente. En todo dad g�acias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de nosot�os.»
1Tesalonicenses 5, 16
«No salga de vuest�a boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar seg�n la necesidad y hacer el bien a los que os escuchen.» Efesios 4, 29
«Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de g�acias por todos los hombres.» 1Timoteo 2,1
«En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosot�os. También nosot�os debemos dar la vida por los her�anos.» 1Juan 3,16
“El Rosario es de todas las oraciones la más bella, la más rica en g�acias y la que más complace a la Santísima Virgen” San Pio X
“¿Qué quiere decir adorar a Dios? Sig�ifica aprender a estar con Él, a pararse a dialogar con Él, sintiendo que su presencia es la más verdadera, la más buena, la más impor�ante de todas.” Papa Francisco
"María es nuest�a Madre, la causa de nuest�a aleg�ía. Por ser Madre, yo jamás he tenido dificultad alg�na en hablar con María y en sentir�e muy cercana a Ella". Santa Teresa de Calcuta
«Toda Escrit�ra es inspirada por Dios y útil para enseñar, para cor�egir y para educar en la justicia; así el hombre de Dios se encuent�a perfecto y preparado para toda obra buena.»
2Timoteo 3, 16
«Os exhor�o, pues, a que viváis de una manera dig�a de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, sopor�ándoos unos a ot�os por amor.» Efesios 4, 2
“Recen por mí… Lo necesito. Yo necesito que me sostenga la oración del pueblo. Es una necesidad interior, tengo que estar sostenido por la oración del pueblo.” Papa Francisco
Por Sergio Arrangoiz
iii deAdviento
Domingo
Al iniciar la liturgia deben estar encendidas la primera y la segunda vela de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro júbilo por la venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de nosotros.
LECTOR: Lectura tomada de la carta a los Filipenses: “Vivan siempre alegres en el Señor. Otra vez se los digo: vivan con alegría. Que todo el mundo los reconozca por su bondad. El Señor está a punto de llegar. Nada debe angustiarlos; al contrario, en cualquier situación, presenten a Dios su deseos, acompañando sus oraciones y súplicas con un corazón agradecido. Y la paz de Dios, que desborda toda inteligencia, guardará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.” (Flp 4, 4-7)
MONITOR: San Pablo nos enseña que debemos vivir “siempre alegres”, como si fuera un mandamiento que tenemos obligación de cumplir. Es tan importante que lo dice dos veces. Pero, ¿cómo puede ser la alegría un deber? ¿No es eso contradictorio? Estamos muy acostumbrados a pensar en la alegría como una actitud espontánea y subjetiva sobre la que no tenemos control, tenemos un buen día y estamos alegres; en un mal día y estamos de mal humor. Lo que San Pablo dice equivaldría a decirle a la persona que tuvo un mal día que también debe estar alegre. San Pablo nos enseña hoy que debemos estar alegres porque “el Señor está a punto de llegar.” ¡Dios mismo, bajado del cielo, está muy cerca de llegar a nosotros! Él viene a nuestro mundo para enseñarnos cuánto nos ama, en cada uno de nuestros corazones toca la puerta, esperando que le abramos. ¿Cómo entonces no estar alegres hoy que sabemos que la venida de Jesús está tan cerca?
Muchas veces es difícil estar alegres. Vivimos rodeados de problemas, dolores, y ansiedades. Algunas personas viven situaciones especialmente difíciles que los hacen poner en duda la misma presencia de Dios. Para esto San Pablo nos dice “nada debe angustiarlos.” Presentemos a Dios nuestros deseos, nuestras súplicas y nuestras necesidades, con un “corazón agradecido,” pues aún en las mayores dificultades podemos encontrar cosas por las que debemos darle gracias a Dios, pero esto nos exige tener fe. ¿Realmente creo que Jesús, que está pronto a venir, es mi Dios y mi Salvador? Pidámosle con insistencia al Señor que aumente nuestra fe para que podamos estar siempre alegres aún en medio de las dificultades. 11
(Se deja un momento de silencio)
MONITOR: Vamos a encender la tercera vela de nuestra corona. Cantemos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (El canto se canta hasta la tercera estrofa). La persona enciende la vela de ser posible al inicio de la tercera estrofa. PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: Por intercesión de María, ¡ven Señor Jesús!
1. Niño Jesús, tú que estás presente en nuestra familia, ayúdanos a ser ejemplo de servicio a los demás, en especial a los más pobres y necesitados, a todos nuestros hermanos que son víctimas de exclusión. 2. Te pedimos Niño Jesús que nos des la perseverancia para cumplir nuestros propósitos de Adviento, que sean un aprendizaje que se prolongue a lo largo de este año que viene. Ayúdanos a recordar que ayudando al más débil y necesitado estamos ayudándote a ti. 3. Niño Dios, este domingo de Adviento dedicado a la alegría, te pedimos que nos concedas vivir realmente la alegría auténtica que tú nos regalas, aquella que llena el corazón y nos conduce cada vez más a ti. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro... REGALO PARA EL NIÑO JESÚS Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana. (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús). Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María para pedirle que nos enseñe a vivir intensamente este tiempo de Adviento y acojamos la alegría de la cercanía del Señor Jesús. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 12
Por Juan Daniel Muñoz
iv deAdviento
Domingo
Al iniciar la liturgia deben estar encendidas las tres velas de la corona. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la reconciliación. Hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús, que viene a traernos alegría y esperanza. LECTOR: Lectura tomada del Evangelio según San Lucas: “En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y exclamó con voz fuerte: — «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».” (Lc 1, 39-45)
MONITOR: En el Evangelio que meditamos hoy en el cuarto y último domingo de Adviento, y llegando al final de este tiempo de esperanza y de preparación, es para recordar la venida de Dios al mundo hecho niño; que encontramos en este bello pasaje de “La visitación”. Podemos ver como el evangelista pone gran acento en la actitud de servicio de María, quien después de la visita del ángel en la cual ella ha dicho “sí” al plan de Dios, ha dicho “yo soy la servidora del Señor, hágase en mi según tu palabra”, con la actitud de aquella persona que tiene a Dios en su corazón y que sin demora sale a ayudar a los necesitados.
Esta es la invitación que encontramos hoy; la actitud de servicio de María, de ayudar a los demás incluso negándonos a nosotros mismos, a pesar de las dificultades, dejando que Dios obre en nosotros y que también podamos ser partícipes de Su amor. Que nuestros corazones estén preparados en el servicio, amor y humildad para recibir a el Niño Jesús que quiere nacer en cada uno de nuestros corazones, que esta Navidad que estamos cerca a celebrar nos ayude a recordar la alegría de la esperanza y la fe en las promesas de Dios. 13
Decía santa Teresita que “un alma llena de amor no puede estar inactiva" que Dios llene, en esta Navidad, nuestros corazones de amor, como el corazón de María para llevar su alegría a los que mas necesitan. MONITOR: En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (El canto se canta completo, con las cuatro estrofas). La persona enciende la vela de ser posible al inicio de la cuarta estrofa.
PETICIONES: Elevemos nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas diciendo: Por intercesión de tu Madre, ¡Escúchanos Señor!
1. Querido Niño Jesús, te rogamos que prepares nuestro corazón con amor, para que al recibirte nos llenemos de la alegría de tu presencia entre nosotros y podamos comunicarla a los demás. 2. Te pedimos Niño Jesús que nuestra celebración en la Noche Buena sea el reflejo de haber vivido en este tiempo de Adviento el amor en nuestra familia y la caridad hacia los demás. 3. Niño Jesús te pedimos por aquellas personas que no te conocen o te rechazan sin saber que tú eres la Verdad, para que en este tiempo de amor puedan abrir sus corazones y experimenten la fuerza del amor que nos manifiestas con tu nacimiento. (Ahora se pueden añadir libremente intenciones) Confiados en que el Señor nos escucha y movidos por el Espíritu Santo, dirijamos al Padre la oración que el Señor Jesús nos enseñó: Padre Nuestro...
REGALO PARA EL NIÑO JESÚS Ahora cada uno tomará un regalo para el Niño Jesús que ofrecerá durante esta semana (Una persona pasará ofreciendo a cada uno en una canastita los regalos para el Niño Jesús). Finalicemos este momento de oración encomendándonos a María y elevándole nuestro profundo agradecimiento por haber aceptado ser la Madre del Señor Jesús y acompañarnos durante este Adviento. Rezamos un Ave María. TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
14
CANTO DE ADVIENTO Hoy se enciende una llama
III Hoy se enciende una llama Nuestro gozo hoy quiere cantar en la corona de Adviento por ver tres luceros brillar que arda nuestra esperanza con María esperamos en el corazón despierto al Niño y al calor de la Madre con alegría. caminemos este tiempo. Hoy se enciende una llama I Un primer lucero se enciende en la corona de Adviento anunciando al Rey que viene que arda nuestra esperanza en el corazón despierto preparad corazones y al calor de la Madre allánense los senderos. caminemos este tiempo. Hoy se enciende una llama IV en la corona de Adviento Huyen las tinieblas al ver que arda nuestra esperanza cuatro llamas resplandecer en el corazón despierto ya la gloria está cerca y al calor de la Madre levanten los corazones. caminemos este tiempo. Hoy se enciende una llama II Crecen nuestros anhelos al ver en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza la segunda llama nacer en el corazón despierto como dulce rocío y al calor de la Madre vendrá caminemos este tiempo. el Mesías hecho Niño. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo.
Textos: Colaboración del MVC Diseño y edición: Revista Vive Año 2018
Para escuchar la canción escanea el código o entra a nuestro canal de Youtube: Revista Vive Ecuador
15