Ingenieros y arquitectos italianos en
COL OMBIA Itinerancia // exhibición Olimpia Niglio
Rubén Hernández Molina
TENJO • Casa de la Cultura. Tenjo, Cundinamarca
IBAGUÉ • Museo de Arte del Tolima. Ibagué
BOGOTÁ • Instituto Italiano de Cultura. Bogotá • Colegio Salesiano de León XIII. Bogotá • Obra Salesiana del Niño Jesús (20 de Julio). Bogotá
Exhibición internacional Septiembre 19 // Noviembre 22 del 2016
Arquitectos e Ingenieros Italianos en Colombia
Autores
Itinerancia //exhibición Ingenieros y Arquitectos Italianos en Colombia Exhibición internacional
AUTORES Fernando Carrasco Zaldúa Universidad de los Andes de Bogotá, Colombia Giovanni Castellanos Garzón Universidad de La Salle, Facultad de Ciencias del Hábitat José Luis Giraldo Jaramillo Universidad del Valle, Cali, Colombia William Pasuy Arciniegas Universidad de La Salle, Facultad de Ciencias del Hábitat Mariana Patiño Osorio Directora Patrimonio Urbano Colombiano Eduardo Mazuera Nieto Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia Alessandra Morales Ferraro Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia Jorge Vincente Rámirez Nieto Universidad Nacional de Colombia Armando Silva Profesor Emérito Universidad Nacional de Colombia Mauricio Uribe González Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia Claudio Varini Universidad Católica de Colombia, Bogotá, Colombia Fabio Andrés Vinasco Ñustes Universitaria Agustiniana y Universidad El Bosque Compiladores Rubén Hernández Molina Arquitecto, graduado en 1991 de la Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Artes, Bogotá. Ha sido profesor de las universidades Jorge Tadeo Lozano y Universidad Piloto de Colombia, presenta experiencia editorial en publicaciones de arquitectura y desarrollo de proyectos relativos a la preservación de la herencia cultural. En 1997 recibió el título de Especialista en Innovación Docencia y Pedagogía Universitaria en la Universidad Piloto de Colombia. Desde 1998 hasta 2006, fue Director de la revista de arquitectura ALARIFE de la Universidad Piloto de Colombia. Ha sido Jurado para el Consejo Profesional Nacional de Arquitectura y sus Profesiones Auxiliares, Convocatoria 2011–2014 de co-financiación de publicaciones impresas y digitales de arquitectura y sus profesiones auxiliares. Supervisor de plantas físicas de la Secretaria de Cultura Recreación y Deportes de los Bienes de Interés Cultural y de la Red de Bibliotecas Públicas del Distrito Capital. Desde 2003 es investigador de la entidad privada Patrimonio Urbano Colombiano y actualmente es Director de la Revista de Arquitectura HITO, Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura, ACFA. Es autor de varias publicaciones en el campo del Patrimonio modesto en Bogotá.
Olimpia Niglio Arquitecta, graduada en 1995 de la Universidad de Nápoles, Federico II, universidad donde también obtuvo la Maestria en Restauración de la Arquitectura y el Doctorado en Investigación en Conservación de Bienes Arquitectónicos en el 2000. Fue investigadora (PostDoctorado, 2000-2001) y coordinadora del proyecto Nuevos instrumentos de diagnóstico en el campo de la restauración arquitectónica, Fondos MURST, del Ministerio de la Educación (Italia). Desde el 2015 es miembro del Executive Master “Management of Arts and Cultural Heritage”, Business School Sole24ore, Roma, Italia. Es profesora de Restauración de la Arquitectura en la Kyoto University (Japan) Graduate School of Human and Environmental Studies y ha sido Profesora extranjera en la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, Colombia (2014). El el mes de marzo 2015 ha sido Research Fellow at Kunsthistorisches Institut in Florenz, Max-Planck-Institut y desde abril 2015 fellow en la Fundación Romualdo Del Bianco (Italia). Es autora de publicaciones en el campo de la historia y de la restauración de la arquitectura. Es miembro experto ICOMOS, ICOM, Forum UNESCO University Heritage. Desde el 2014 es miembro academico en The City Planning Institute of Japan en Tokyo.
Exhibición internacional
Contenido de la Exposición Itinerancia //exhibición Presentación Uberto Malizia Introducción Rubén Hernández Molina, Olimpia Niglio
Angiolo Mazzoni Del Grande, ingeniero italiano en Colombia y propuestas para una teoría de la restauración arquitectónica Olimpia Niglio
La marca italiana en la arquitectura colombiana Armando Silva
Ingenieros Víctor Morgante y Gaetano Di Terlizzi, sus huellas por el sector de las ladrilleras Rubén Hernández Molina
Giovan Battista Coluccini (1569-1631) en Bogotá, el monje ilustrado y la traza italiana Fabio Andrés Vinasco Ñustes
De la estructura y el revestimiento a lo sublime de la superficie Bruno Violi y la obra del Edificio El Tiempo Giovanni Castellanos Garzón
Fray Serafín Barbetti (1800–1887) y el puente sobre el río Juanambú en el municipio de Buesaco, Colombia William Pasuy Arciniegas
La arquitectura como representación urbana. Una aproximación al Proyecto Urbano del Centro Administrativo Oficial de Bruno Violi Giovanni Castellanos Garzón
Uno de los teatros “a la Italiana en Colombia”. El teatro Colón Mariana Patiño Osorio Gaetano Lignarolo y Cali: dos patrimonios Teatro Jorge Isaacs José Luis Giraldo Jaramillo Vida y obra de dos piamonteses en Colombia Fernando Carrasco Zaldúa Conservación y continuidad de un edificio moderno en Bogotá, Colombia Eduardo Mazuera Nieto Historia, Patrimonio e Investigación Científica. Inquietudes de Angiolo Mazzoni Del Grande, arquitecto italiano en la Universidad Nacional de Colombia (1948-1950) Olimpia Niglio, Jorge V. Rámirez Nieto
Estructuras y arquitecturas de Doménico Parma Claudio Varini Reseñas que nos marcan de Ingenieros y Arquitectos Italianos en Colombia Rubén Hernández Molina Dirección: Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio Complemento material fotográfico: Patrimonio Urbano Colombiano Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio Diseño de páneles: Arquitectura Editorial // Patrimonio Urbano Colombiano Javier Bastidas Lizcano, Pasantía en Arquitectura. Universidad Católica de Colombia. CONTACTOS: rhernandezmo@unal.edu.co
I
L’ emigrazione italiana in Colombia è sicuramente molto particolare rispetto a molti Paesi dell’America Latina. Innanzitutto non fu una immigrazione di massa; non arrivarono solo braccianti, contadini o artigiani, ma anche intellettuali come, architetti, artisti, musicisti ed imprenditori. Un nome illustre nel panorama colombiano, fin dalla metà dell’800, è il geografo Agostino Codazzi (1793-1859) che ha redatto le prime mappe topografiche della Colombia ed il musicista Oreste Sindici (1828-1904) che ha composto la musica dell’Inno nazionale colombiano. Entrambi sono nazionalizzati colombiani. Tuttavia, nell’ambito tematico di questo libro, “Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia” curato da Rubén Hernández Molina e Olimpia Niglio, ricordiamo l’architetto fiorentino Pietro Cantini (1847-1929), il quale realizzò la costruzione del Teatro Cristóbal Colón a Bogotá. Un’opera di straordinaria bellezza dove il genio e l’ispirazione italiana si sente e si vede negli affreschi, nei quadri e nel telone realizzato dall’artista toscano Annibale Gatti. Quindi come non ricordare la figura eclettica di Angiolo Mazzoni del Grande (18941979), un ingegnere rifugiandosi in Colombia nel 1948 che trovò l’occasione di un’offerta per la docenza di Storia dell’Architettura e Urbanistica presso l’Università Nazionale di Colombia a Bogotá. Come possiamo immaginare in queste poche righe la presenza italiana in Colombia fu utile al paese andino anche per sviluppare intense relazioni culturali e non solo mercantili e imprenditoriali. Ad oggi, troviamo nel mondo televisivo l’impronta di Salvatore Basile (Napoli, 1940) che ha creato serie TV e telenovele molto apprezzate dal pubblico colombiano. Ora il libro espone una visione più ampia della presenza italiana in Colombia con il denominatore comune proprio il livello intellettuale elevato degli italiani in questo Paese. Invero la storiografia mette in luce come questa nostra presenza ha testimonianze fin dal XVII secolo. Quindi i secoli hanno visto passare decine e centinaia di maestranze italiche come artisti, architetti ed imprenditori che hanno dato un alto contributo alla crescita culturale della Colombia e alla costruzione di un ponte ideale, al di sopra del tempo e dello spazio, con l’Italia, patria di questi uomini e pionieri della cultura italiana oltre oceano. Bogotá, septiembre 2016 Uberto Malizia Direttore Istituto Italiano di Cultura Bogotá
El patrimonio cultural de un país es como un “libro biográfico” hecho con diferentes materiales: desde la piedra (las construciones), la tierra (el paisaje natural con sus árboles y flores), su patrimonio intangible (el contexto cultural y sus relaciones con el entorno) y su patrimonio humano, el hombre con su comunidad, que vive y todo construye gracias a la combinación de todos estos materiales que son además, imprescindibles. El Patrimonio Cultural es como un libro que explica la historia de una ciudad desde su nacimiento hasta el presente y, cuando se pierde esta memoria biográfica, la ciudad histórica muere y se pierde para siempre la raíz que genera el sano desarrollo de la contemporaneidad. En este sentido, la ciudad histórica es como una armonía musical donde todo se relaciona y colabora para realizar un sonido perfecto entre las distintas formas y culturas; la ciudad contemporánea cuando adolece de la ciudad histórica se convierte sólo en ruido, donde nada colabora y todo prevalece sin tener en cuenta el diálogo entre “piedra, tierra e inmaterialidad” y por lo tanto sin vínculo alguno entre las distintas culturas que constituyen la biografía cultural de un país. Con el fin de preservar el patrimonio cultural internacional y, por ende, el “libro biográfico” de cada comunidad nace EdA Esempi di Architettura, un proyecto editorial académico, sin ánimo de lucro, en la ciudad de Roma, en el 2004, entre un grupo de jóvenes investigadores de distintas universidades con el fin de fortalecer el valor del patrimonio cultural en el mundo, de favorecer la difusión de la cultura científica a nivel nacional e internacional y para crear una red de relaciones entre investigadores de todo el mundo. Gracias a su red internacional, desde el 2004 EdA, Esempi di Architettura, ha producido una amplia colección con más de 90 libros científicos en distintos idiomas y una revista científica indexada.
EdA Esempi di Architettura Está compuesta por cinco líneas temáticas:
Esempi di Architettura (línea principal) Esempi di Valore Spazi di Riflessione Quaderni di Architettura EdA@Book
Directora Cientifica Olimpia Niglio
Director Editorial Giorgio Montinari
Redacción Pietro Artale Enrico Bono
Comité Nacional
Comité Científico Internacional
Comité Internacional
Benjamin Ibarra Sevilla, Texas, USA Carlos Niño Murcia, Colombia Taisuke Kuroda, Japan Tarsicio Pastrana Salcedo, México
Ferruccio Canali Damiano Iacobone Claudia Lamberti Marzia Marandola Bruno Pelucca Chiara Visentin
Federica Visconti, Italy (Coordinator) Renato Capozzi, Italy Giuseppe De Giovanni, Italy
Antonello Alici, Norway, Sweden and Finland Rubén Hernández Molina, Colombia Noriko Inoue, Japan Mabel Matamoros Tuma, Cuba Elisa Palazzo, Commonwealth of Australia Luis Palmero Iglesias, Spain Pastor Alfonso Sánchez Cruz, México Karin Templin, Great Britain (UK)
Editorial
ERMES. Servizi Editoriali Integrati, S.r.l. ARACNE Internazionale S.r.l.
edA
Presentaciones
EdA Esempi di Architettura
Contactos y pagína web publicationseda@gmail.com www.esempidiarchitettura.it
Instituciones Científicas Internacionales | Miembros EdA
Cátedra UNESCO Forum Universidad y Patrimonio. Universitat Politècnica de Valéncia, España CUREE. Consortium of Universities for Research in Earthquake Engineering, CA, USA EMA, Early Modern Architecture, UK Kanto Gakuin University, Yokohama, Japan APUNTES, Instituto Carlos Arbeláez Camacho, Pontificia Universidad Javeriana, Colombia ACFA, Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura, Colombia AU, Facultad de Arquitectura, Instituto Superior Politécnico, José Antonio Echeverría, La Habana, Cuba REVISTARQUIS, Universidad de Costa Rica, Costa Rica ArKeopáticos. Textos sobre arqueología y patrimonio, Mexico City, México NHAC, New Horizons for Architecture in Communities, Oaxaca, México Gremium. Revista de Restauración Arquitectónica, Mexico, City, México RNUI, Red Nacional de Investigación Urbana, Puebla, México VITRUVIO. International Journal of Architectural Technology and Sustainability, UPV, Spain
Olimpia Niglio Directora Científica, EdA Esempi di Architettura
Los aportes italianos a la cultura patrimonial de Colombia Esta exposición invita a profundizar sobre los aportes italianos en Colombia a través del MONUMENTO, la muestra físico temporal, concreta, lo que materialmente trasciende hacia el futuro, incluyendo sus modificaciones y cambios de uso, transformándolo y dotándolo de nuevos sentidos.
El concepto de ALTERIDAD está presente en este trabajo, en sentido filosófico, por el interés de comprender estos aportes, descubriendo la cultura del mundo italiano y los intereses del “otro”, que enriquecen los “nuestros”.
puC
La publicación y esta EXHIBICIÓN se constituyen en un medio especial para ilustrar la pluralidad cultural colombo-italiana en nuestro territorio. Propician la generación de una memoria social, colectiva, que repercutirá en una mejor noción del patrimonio cultural colombiano.
El LIBRO
La EXHIBICIÓN
La INVESTIGACIÓN
Bogotá, septiembre de 2016
Mariana Patiño Osorio Directora Patrimonio Urbano Colombiano
Introducción Rubén Hernández Molina, Olimpia Niglio La historia de la arquitectura en Colombia tiene muchas relaciones con las distintas culturas que desde el siglo XVI conquistaron al país, con la introducción anterior del período denominado “Colonial”, que terminó a comienzos del siglo XIX con la Independencia de Colombia; después el período “Republicano” que sigue hasta las primeras décadas del siglo XX; más el movimiento “Moderno” que, después los años 30 del mismo siglo, revolucionó enormemente el concepto de la arquitectura y su relación con la comunidad. Después que Colombia sale de ese período “Colonial” bajo un dominio Español, que acaba según los historiadores en 1819 y se adentra en su período denominado “Republicano”, comprendido entre 1819 hasta más o menos 1925, se inician en éste fuertes saltos sociales. La producción arquitectónica con grandes cambios y movimientos, empiezan a aparecer con mayor frecuencia profesionales, extranjeros y nacionales, de la ingeniería y la arquitectura, participando y enseñando en edificaciones públicas o en viviendas de la élite intelectual, con poder económico o que acreditaban linaje extranjero. Los constructores y maestros de obra, en ese entonces alarifes, no eran especializados en el país y apenas hacían casas y edificaciones menores, de uno y dos pisos, en tapia pisada o adobe y teja de barro, sin mayor rigor y técnica, atendiendo la demanda de la cultura predominante de la población de la ciudades y los asentamientos. Dichos constructores y algunos maestros sólo empiezan a tener una oportunidad de aprensión de mejoras técnicas con la contratación de ingenieros-arquitectos foráneos, sucediendo lo mismo con los artistas y escultores, como está consignado en algunos contratos realizados con los italianos en el periódico de la capital, el Papel Periódico Ilustrado consigna la construcción del Capitolio Nacional.
Colonia italiana reunida en Bogotá para definir sus estatutos. Fuente: Revista Cromos, 11 de junio de 1927
El nacimiento de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, en 1936, marcó un paso importante, no sólo en la formación de las nuevas generaciones de arquitectos colombianos sino en la concepción misma del valor de la arquitectura y su relación con el pasado. A comienzos de los años 30 del siglo XX la renovación estilística y formal de la arquitectura en Colombia no poseía referencias ni profetas. El papel que significaron las revistas de arquitectura de Europa y Estados Unidos fue muy fuerte pero al mismo tiempo éstas produjeron un panorama cultural confuso, porque la misma producción arquitectónica colombiana no tenía referencias culturales propias sino que las tomaba del exterior. Consulado Italiano en Bogotá, album de Bogotá 1538 - 1938. Imprenta La Luz
En realidad la presencia de profesionales, ingenieros y expertos en arquitectura de origen italiano empezó ya durante la época de la Conquista con las órdenes religiosas, la mayoría dominicos y jesuitas. La fase más importante de la presencia de profesionales italianos en el sector de la construcción empezó a final del siglo XIX y sigue todavía, aunque hoy día se trata más de empresas y sociedades multinacionales que trabajan para grandes infraestructuras. Respecto de esta premisa cultural, el libro Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia, con la contribución de distintos investigadores colombianos y de una investigadora italiana, ha tenido la finalidad de realizar una reconstrucción histórica de las obras realizadas por arquitectos e ingenieros italianos a partir del siglo XVI hasta cubrir la segunda mitad del siglo XX. El libro empieza con una contribución introductoria sobre la impronta italiana en la arquitectura colombiana, para pasar al análisis de distintos italianos, quienes con su trabajo han dejado importantes obras en Colombia
Marmolería Italiana en la Calle Real en la ciudad de Bogotá, Revista Cromos
Este libro está dedicado a una joven generación de arquitectos e ingenieros colombianos, quienes aprendiendo desde la historia de la arquitectura de su país puedan apreciar y valorar más su patrimonio cultural, fortalecer su propia identidad y sobre todo contribuir al desarrollo del país con más conciencia y respeto por el pasado, herramienta fundamental para construir el futuro.
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Huellas de los marmoleros italianos en las tumbas del cementerio central
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Detalle del baño de asiento en la finca donde falleció Pietro Cantinni
Desde antes de iniciado el siglo XX ya tenemos influencia europea en los entornos de las ciudades colombianas y, además de la obvia española, quiero destacar en especial el aporte de algunos italianos. A partir de las guerras de independencia, la colombiana concluye en 1820, será imposible para la nueva nación sustraerse a los vaivenes de la historia socioeconómica mundial, y tampoco su proceso cultural será ajeno a las influencias que la independencia de España había mantenido a raya hasta entonces.
Exhibición itinerante
Sección original del telón del Teatro Colón con grupo de campesinos observando los planos del teatro. Esta sección fue cambiada por orden del ex-presidente Rafael Nuñez quien prefirió mejorar la escena con “gentes más dignas”
// Ficha informativa
La marca italiana en la arquitectura colombiana Armando Silva El desarrollo de la arquitectura en Colombia, durante las tres primeras décadas del siglo, se vio afectado por las guerras en Europa y la depresión que vivieron los EE.UU. Ello cambia, según los estudios de especialistas, durante el impulso recibido por las administraciones liberales de Olaya Herrera (1930), de López Pumarejo (1934-1938) y de Eduardo Santos (1938-1942). “No pocas iniciativas febriles en el campo de la arquitectura y de la planeación se le deben a tales gobiernos liberales” En 1936, según recuerdan Castro y Téllez, se funda en Bogotá la primera facultad de arquitectura, en la Universidad Nacional y el proceso continúa con la creación de otras varias escuelas para la enseñanza profesional de la construcción. En Bogotá se celebra la IX Conferencia Panamericana, lo “cual motivó numerosos trabajos urbanísticos cuyos resultados tuvieron gran eco dentro del lógico proceso imitativo en otras ciudades del país”. Las influencias extranjeras europeas en las formas y construcciones arquitectónicas es quizá uno de los puntos sobresalientes en un país que se va volviendo urbano a partir del 48. Empero, otro motivo de cambio proviene del inicio de una actividad bélica de confrontación entre partidos que se transforma por una lucha entre distintas fracciones de la población y el nacimiento de una guerrilla marxista, que se propone como objetivo político la toma del poder. La confrontación nacional que se inicia apenas terminada la llamada Segunda Guerra Mundial da lugar a masivos desplazamientos en las ciudades principales, Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga e Ibagué. Dentro de este panorama, Colombia toma mayor conciencia de su vida urbana y se inicia la presencia fuerte de personalidades de la arquitectura que han dejado notorias marcas en nuestros entornos físicos.
Tumba de Oreste Sindici, autor de la música del himno nacional de Colombia en el Cementerio Central
Piedra litográfica, testimonio de la impresión del Papel Periódico Ilustrado y las publicaciones de 1886, en ella aparecen algunas obras de los italianos que son preponderantes en nuestra Historia ya como República. El Capitolio Nacional y la estatua de Bolívar. Fuente: Museo de Artes Gráficas, Archivo Nacional
Detalle de yesería del taller de los Ramelli
El acceso a la historia mundial de Italia y Alemania como naciones recién constituidas, en la segunda mitad del siglo XIX trajo a Colombia alguna influyente inmigración, de una parte, y la introducción de un repertorio arquitectónico al gusto de esos nuevos llegados al país, con la cual se iba a sazonar y hacer más confuso el sabor ecléctico de la construcción republicana. Ya bien entrado el siglo XX, en muchas ciudades colombianas la sensibilidad de artistas y arquitectos italianos, o formados en Italia, se haría sentir, diluyendo un tanto la influencia francesa y, por último, la especial actitud estética alemana vendría a estar presente aquí y allá en el medio urbano colombiano. “Telón refaccionado del Teatro Colón, cuando el presidente de Colombia Rafael Nuñez exige cambiar a Pietro Canttini, a Antonio Faccini y a Annibale Gatti por europeos o gentes más dignas a los campesinos colombianos que el italiano inicialmente dibujó”
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Portada principal de la iglesia. Fotografía Fabio Vinasco, 2010
Espacio de nártex siguiendo el modelo de San Andrea en Mantúa. Imagen Fabio Vinasco, 2004
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Interior de la Iglesia, al fondo, el arco toral y la separación espacial que éste ahonda, separando el presbiterio del aula de la iglesia, Fotografía Fabio Vinasco, 2004
En el caso de Coluccini podríamos mencionar la influencia que tuviera sobre la traza del templo su formación astronómica, referenciada continuamente por historiadores y cronistas, a tal punto que hacen volar la imaginación sobre el papel que sus posibles conocimientos astrológicos tuvieron en el diseño de la iglesia. De la preferencia por las formas claras y la armonía de las proporciones que señalan los historiadores y cronistas de la época podemos deducir un gusto por modelos en los que prima cierta gracia de raigambre italiano, que podemos señalar dan inicio con las proporciones del templo y su ubicación, así como una preferencia por una arquitectura marcadamente interiorista que podríamos relacionar, también, con el eje longitudinal que se contrae hacia el exterior y se prolonga, simultáneamente, hacia su interior. Vista como experiencia del espacio, esta forma interiorizada de ambiente aleja a La Compañía de las influencias formales de San Andrea, apropiando el tipo formal establecido en IL Gesú así como los planteamientos del Concilio de Trento.
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Detalle de la nave oriental. La destreza de Coluccini en la fábrica de iglesias, detalles de mampuestos
Giovan Battista Coluccini (1569-1631) en Bogotá. El monje ilustrado y la traza italiana. Plano de la Iglesia de la Compañía por Coluccini
Principios Ad quadratum
Principios Ad triangulum
Red de quintos armónicos
Red de Alturas
Fabio Andrés Vinasco Ñustes El presente artículo expone a manera de reflexión los resultados de la investigación: La Iglesia de la Compañía de Bogotá, Disgresiones Historiográficas, realizada bajo la tutoría de la arquitecta Silvia Mercedes Arango De Jaramillo. Sin embargo, pues el tema que nos convoca es la obra de arquitectos e ingenieros Italianos en Colombia, las síntesis, resultados y conclusiones que se muestran en él se refieren específicamente a las contribuciones realizadas por Gianbattista Coluccini y su influencia en los procesos de conformación de la cultura arquitectónica bogotana. Aunque buena parte del acervo investigativo se centra en aspectos de carácter constructivo de la iglesia, para el presente artículo se enfatizan aquellos de carácter simbólico y procedimental sintetizados de fuentes historiográficas e históricas, pero, principalmente del edificio como fuente primaria de información, relacionando directamente este proceso con información obtenida en las labores de restauración de la iglesia, realizadas por el arquitecto Ernesto Moure. Dicho contenido procedimental está directamente relacionado con la formación de Coluccini, a quien se definió en los registros de personalidades de la colonia bogotana como un arquitecto práctico, juicio de valor que expresa las tensión existente entre los cronistas y partícipes del proceso constructivo de la iglesia y su tracista, a quien se culpaba por las dificultades y calamidades que sufriera la obra en los siglos XVII y XVIII. Cabe anotar, finalmente, que la Iglesia de la Compañía como conjunto edilicio es fruto de la intervención de numerosas personas que aportaron a su forma final, principalmente en los aspectos decorativos, siguiendo en gran medida las trazas originales de Coluccini, algo que nos habla de los complejos procesos de autoría del arte colonial.
La observación de las proporciones del templo señalan un descubrimiento singular: el uso que hiciera Coluccini en su traza de un principio de composición armónica, basado en una secuencia de cinco módulos, permite entender el campo de influencias de su formación clásica; dicha estereotomía nos recuerda el uso de escalas musicales, en particular de la escala tónica griega en relación con la teoría humanista del papel de las artes y particularmente la música en la transformación del alma humana
Panorámica con los cerros orientales de Bogotá Imagen de la esquina del conjunto Jesuítico en Bogotá a finales del siglo XIX. Fuente: Papel Periódico Ilustrado
Estado del artesanado hacia 2009, previo a la restauración de Ernesto Moure. Fotografía: Fabio Vinasco, 2010 Estado actual desde una ubicación similar a la anterior ilustración. Fotografía: Fabio Vinasco, 2010.
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Panorámicas del Cañón del Juanambú, Departamento de Nariño. 2007 Fotos: William Pasuy Arciniegas
// Descripción gráfica gráfica // Descripción El Puente de Fray Serafín Barbetti sobre el Río Juanambú en Nariño, se convierte en la puerta y bastión intelectual para la ejecución de obras civiles al servicio del Estado colombiano, que por cierto en nuestros días, es muy ingrato para la memoria cultural, dejando al olvido sus proyectos, en especial, las decadentes ruinas en las que se encuentra su pionero puente.
Gráfico del puente de Barbetti sobre el Juanambú. Fuente: Libro “Geografía Pintoresca de Colombia”
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Fray Serafín Barbetti (1800–1887) y el puente sobre el Río Juanambú en el municipio de Buesaco, Colombia William Pasuy Arciniegas El presente texto es el resultado de una investigación sobre tres puentes construidos en ladrillo sobre el Río Juanambú en el norte del Departamento de Nariño, Colombia; uno de ellos, énfasis del presente capítulo, está localizado en la parte baja del río en mención, construido por el Arquitecto Italiano Fray Serafín Barbetti hacia mediados del siglo XIX, en el límite norte del actual municipio de Buesaco. Este puente, implantado en el impresionante Cañón del Juanambú, fue paso obligado en un contexto con desafiante geografía, que con el paso del tiempo y de manera lamentable, se convirtió en huella y ruina, único testimonio que sobrevive de este inmueble y da cuenta de la importancia del territorio y el ingenio que sorteaba Barbetti en sus magníficas obras, donde encontraba soluciones técnicas y estéticas en medio de la rudeza y violencia del entorno natural. En Colombia durante el siglo XX, se registra la presencia y participación de varios arquitectos extranjeros que aportaron a la arquitectura de transición o moderna en el territorio nacional, entre ellos, arquitectos italianos que por diferentes razones dejaron su natal nación para reasignar su huella en la historia, como fue el caso de Bruno Violi, uno de los arquitectos de quien más eco académico y profesional se tiene referenciado hasta nuestros días. Sin embargo, existe un personaje italiano que hizo presencia de manera preliminar a otros de su misma nacionalidad, específicamente del período republicano en el sur occidente de Colombia, donde quizás el Departamento de Nariño aún vivía en un letargo temporal o “colonial tardío”; se trata del Arquitecto y Médico Fray Franciscano Serafín Barbetti.
Cañón del Río Juanambú, Nariño. 2007 Fotos: William Pasuy Arciniegas
Puente del Socorro, Municipio de Buesaco, Nariño. 2007 Fotos: William Pasuy Arciniegas
Vista panorámica del puente en ruinas en el Municipio de Buesaco, Nariño. 2007 Fotos: William Pasuy Arciniegas
Puente en el Municipio de El Tablón de Gómez Nariño. 2007 Fotos: William Pasuy Arciniegas
Ruinas del puente de Barbetti sobre el Juanambú. 2010. Fuente: Alcaldía Municipal de Buesaco, Nariño
Descendiendo el Río Juanambú, se identifican tres puentes de ladrillo: El primero está localizado al sur del Municipio de El Tablón de Gómez y límite con el municipio de Buesaco (sin denominación específica), construido por el arquitecto de la ciudad de Popayán José Arará en 1893, donde se cita lo descrito por Alejandro Santander (1896). El segundo está implantado al norte del Municipio de Buesaco, reconocido tradicionalmente como Puente del Socorro; El tercero y último puente es el construido por Fray Serafin Barbetti, sin nombre o denominación específica, localizado nuevamente en el Municipio de Buesaco y se encuentra en un lamentable estado de ruina.
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Fachada del Teatro Maldonado hacia 1885 Fuente: Papel Periódico Ilustrado
Fachada del Teatro Colón hacia 1926 Fuente: Papel Periódico Ilustrado
Proyecto ganador. Patio interior público. Fuente: Ministerio de Cultura, concurso internacional de diseño ampliación Teatro Colón
Fachada del teatro Colón hacia 1896 Fuente: Museo de Bogotá
// Descripción gráfica gráfica // Descripción Como obra arquitectónica, el Teatro de Cristóbal Colón se debe remitir más allá de la permanencia histórica en sí mismo; la continuidad de su presencia debe estar determinada tanto por el objetivo al que debe servir, como por el lugar que ocupe dentro de un contexto espacial dinámico. A pesar de la ausencia de planos, podemos acercarnos a una lectura e interpretación tipológica del Teatro que responde a la tipología de teatro “a la italiana”, en forma de herradura, propia del siglo XIX, y típica de la arquitectura neoclásica. Su fachada es de orden dórico, en piedra tallada, con tres partes separadas entre sí por dos cornisas de piedra.
Exhibición itinerante
La marquesina instalada en el Teatro Colón ejecutada por el artista colombiano Sr. Manuel Gonzalez M. Revista Cromos / 520 / 21 de agosto de 1926
// Ficha informativa
Uno de los teatros “a la italiana en Colombia”. El Teatro Colón Siglo XVI
Siglos XVII - XVIII
Siglo XX
Siglo XXI
Evolución de la subdivisión predial de la manzana desde siglo XVI, residencial; al siglo XXI, predominantemente cultural. Fuente: plan especial de manejo y protección del Teatro Colón.
Mariana Patiño Osorio Un teatro “a la italiana” en Colombia: el teatro Colón de Bogotá, propiedad del Ministerio de Cultura, es un lugar de producción del patrimonio musical y artístico colombiano. Esta obra arquitectónica del siglo XIX hace parte del conjunto de teatros colombianos que surgen a finales del siglo XIX y principios del siglo XX bajo la tipología europea de los teatros con platea en forma de herradura; entre 1832 y 1924 se construyen diez teatros que dan respuesta a la demanda cultural de los ciudadanos republicanos. Como los demás teatros, el Colón de Bogotá nace como un teatro de producción, pero pronto se transforma y permanece hasta el siglo XXI como un teatro de alquiler, porque ha perdido la capacidad tecnológica de su función. El Ministerio de Cultura asume acciones sobre el patrimonio arquitectónico, privilegiando la presencia del patrimonio inmaterial sobre la integridad de la fábrica, a través de tres etapas de intervención: restauración de la platea, modernización del escenario y ampliación de salas, introduciendo mejoras, actualizando servicios, e incrementando espacios para su supervivencia.
El Teatro de Cristóbal Colón, ubicado en una de las calles principales de la ciudad, en medio de un entorno residencial de casas de la época republicana, actúa como hito arquitectónico del entramado urbano. El lenguaje particular de su obra, a cargo del arquitecto Pietro Cantini, acentúa su carácter público y su significado trascendente, propio de una época de expresión de la nacionalidad a través del encargo de las obras mayores a los arquitectos venidos del exterior, en este caso, a los italianos.
Ilustración comparativa de las proporciones de planta de los dos teatros construidos “a la italiana”. Derecha, el Teatro Alla Scala de Milán; izquierda, el Teatro Colón de Bogotá. Fuente: Plan Especial de Manejo y Protección del Teatro Colón. En azul la línea comparativa, ancho proscenio entre los dos teatros. Obsérvese que es el mismo ancho (técnico), pero las dimensiones de los teatros son muy diferentes en los demás espacios que los componen.
Fotografía de la manzana No. 25, centro histórico, en agosto 2012. Costado norte en primer plano Fuente: plan especial de manejo y protección del Teatro Colón
Levantamiento urbano. Fuente: plan especial de manejo y protección del Teatro Colón
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Serie de festones clasicistas en la cornisa y en el tímpano curvo partido, el más vistoso, que une sus extremos, ideados en su máxima expresión decorativa en Francia a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX.
El símbolo de Cali, su escudo de libre interpretación escultórica para exaltar la heráldica de la ciudad, custodiado por dos leones africanos a la manera de los emblemas europeos. Fue moldeado en concreto.
1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
Vitral art decò, donde se exhibe el escudo de Colombia, Artístico vitral, desde donde la luz ilumina el escudo de la nación. 1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Teatro Municipal Jorge Isaacs. Imágen: fotógrafo Pedro Rey, 1982
Exhibición itinerante
// Ficha informativa
Gaetano Lignarolo y Cali: dos patrimonios.Teatro Jorge Isaacs
Foyer de acceso a la luneta. La geometrización y abstracción perfecta de perfiles y superficies clasicistas de las columnas, capiteles, dinteles, balaustres, que decoran la novedosa estructura en concreto armado, indican del conocimiento que el Maestro tenía, del movimiento incipiente de la arquitectura Moderna que se abría paso en Europa entre las dos guerras mundiales. 1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
Encima del gigantesco vitral se encuentra el medallón Art Decò con la efigie d el escritor Jorge Isaacs, que fue el imperativo honorario de este edificio. La imagen ocupa el centro de atención de toda la fachada. 1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
Sector de la luneta, primero y segundo palco originales. Se destacan las siluetas estilizadas de los antepechos, anuncio de la corriente Moderna en Cali. El cielo raso y el escenario corresponden a la adecuación para sala de cine en los años setenta. 1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
José Luis Giraldo Jaramillo En 1931 se inauguró en Cali el teatro Jorge Isaacs. Fue el acontecimiento cultural más importante de la época, que llenó el vacío que sentían las clases cultas de la clase media, (la burguesa, la política y la agroindustrial). Además creó un cierto interés general, desafortunadamente no sentido ni compartido por el pueblo raso, en su mayoría alejado forzadamente, de la cultura. Fue el último de los teatros construidos de este tipo, en Cali. Desde finales del siglo diez y nueve había comenzado una tradición presentaciones populares adaptando salas de casas modestas. En 1921 el español Emanuel Pinedo, construyó el Salón Moderno el con un cierto carácter para espectáculos. Fue una edificación de varias plantas, que constaba de escenario, luneta y palcos, posiblemente adaptando el patio central del edificio. Su fachada era de estilo ecléctico renacentista. Funcionó hasta 1927 cuando se incendió al proyectar una película de cine-mudo, de donde se infiere que Cali, entraba a la modernidad construyendo salas para cine, principalmente a partir los años cuarenta y cincuenta, lo que ocasionó el casi eclipsamiento de presentaciones de teatro. En ese lote desocupado se construyó, al poco tiempo el teatro Jorge Isaacs.
El teatro fue concebido como un teatro clásico de corte italiano con escenario y tramoya, platea y palcos superiores, alineados en herradura que llegaban a la embocadura del escenario. Con sobrias decoraciones helénicas, estilizadas, que le daban un ambiente, sereno y con una acústica perfecta para escuchar los arpegios del bell canto, los recitales líricos y declamaciones, de forma natural.
Abstracción (premoderna) de capiteles corintios compuestos, de las pilastras. Libre interpretación formal de dicho capitel. Ver analogías en “Las cinco órdenes de la arquitectura”, Vignola – Siglo XIX y “Las medidas del romano”, Diego Sagredo, Roma, 1526. 1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
Escena báquica, en donde el dios Dionisio (Baco), patrono del Teatro y la Agricultura, es paseado en un carruaje tirado por leones del desierto africano. Lo acompañan efebos y doncellas danzantes al son de la música. Cornucopias de la abundancia, ramos de oliva, frutas, machos cabríos, las uvas y el vino completan la escena de la alegría. Relieve moldeado en yeso diseñado por el Maestro Lignarolo y ejecutado por un taller de artesanos. 1982. Rey, Pedro. Fotógrafo
Estado actual de la decoración interior en donde el color, fuera de contexto histórico, son el producto de la emoción sin base histórica que eliminó el color blanco original, característico del clasicismo. Foto: Giraldo, José Luis
Los esteticistas podrán opinar que el teatro Jorge Isaacs es bello con ese color. La autenticidad de un patrimonio no se puede medir en términos subjetivos de belleza, sino históricos. ¿Cuál será el futuro del Patrimonio de la nación? Foto: www.caliwood.com.co
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Planta arquitectónica. Iglesia de Cerinza. Buscaglione. Archivo Salesiano
Fotografía, Coadjuntor Giovanni Buscaglione. Tomado: Archivo Salesiano
Fachada Iglesia de Tenjo (Cundinamarca). Buscaglione. Archivo Salesiano
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
LUGAR
Puente del Humilladero, Popayán, grabado Papel Periódico Ilustrado, 1884
Exhibición itinerante
// Ficha informativa
Vida y obra de dos piamonteses en Colombia
Fernando Carrasco Zaldúa El descubrimiento y dominio europeo del nuevo mundo desde finales del siglo XV, conllevó un cruento y largo proceso de conquista militar y de organización político-administrativa para la sujeción y explotación de su territorio, simultáneo a otro de aculturación y de conquista evangelizadora de la población aborigen, mediante la implantación de una férrea e inquisidora jerarquía eclesiástica para la propagación de la fe católica, los cuales conllevaron un carácter de auténtica cruzada. Parte significativa de esta avanzada evangelizadora la constituyó, desde entonces, la permanente llegada de comunidades religiosas de origen italiano y español, en las que habitualmente venían anónimos frailes, sacerdotes, hermanos legos y coadjutores con conocimientos de arquitectura e ingeniería, albañilería, construcción, carpintería y ebanistería, quienes con sus oficios fueron decisivos para construir no sólo su propia infraestructura arquitectónica, sino también la secular a través de sus claustros y capillas conventuales, colegios, seminarios y escuelas, capillas doctrineras, iglesias parroquiales y catedralicias, hospitales, asilos y leprosarios. Obra de Fray Serafín Barbetti La obra de la que Barbetti venía a hacerse cargo correspondía al proyecto que finalmente debía reemplazar la segunda catedral de Popayán, arruinada por los terremotos del siglo XVIII que obligaron a su demolición hacia 1772 y al traslado temporal de sus funciones catedralicias, primero, a la iglesia de La Ermita, luego al templo de la Compañía de Jesús o de San José desde 1784.
Este texto hace una breve aproximación a la vida y obra de arquitectura e ingenieril de los religiosos italianos fray Serafín Barbetti y el coadjutor Giovanni Buscaglione, quienes llegaron a Colombia en 1859 y 1910 respectivamente y realizaron en distintas regiones del país una obra de diseño y construcción de arquitecturas religiosa y civil, de manera particular, al servicio de la jerarquía y clero diocesano de Popayán y Medellín, autoridades municipales y en el caso específico de Buscaglione, un trabajo indisolublemente ligado a su comunidad salesiana, y de quienes en las últimas décadas algunas de sus obras han sido declaradas bienes de interés cultural y también motivo de proyectos de restauro.
OBRAS CLERO DIOCESANO Y OTRAS COMUNIDADES AÑO OBRA
Medellín Medellín Puerto Berrío Medellín Medellín El Peñón Bogotá Villeta Sesquilé Guatavita Nocaima Vergara Útica Acacías El Socorro Belén de Cerinzá Suratá Barichara Tenjo Corrales Concordia Santa Rosa de Osos Medellín Cali Guasca Sasaima Charalá Chía Choachí Leticia Subachoque Santa Rosa de Viterbo Bolívar
LUGAR
1917-1919 1919 1922 1923-1934 1931 1932 1933 1933 1933 1933-1936 1934 1934 1935 1935 1935 1936-1938 1936 1936-1940 1937 1937 1937 1937 1937 1937 1938 1938 1938-1940 1939 1939 1939 1940 1940 1940
AÑO
Contratación Ibagué
1913 1916
Mosquera Bogotá Tuluá Bogotá Tunja Bogotá
1920-1924 1922 1922 1923 1924 1925-1926-1932
Contratación Guadalupe Medellín Bogotá Isla Barú Bogotá San Bernardo Contratación Girardot Bogotá Soacha Bogotá Cali
1925-1936 1925 1925 1926-1938 1931 1932 1933-1935-37 1933-1935-37 1935 1935 1937-1940 1938 1938
Bogotá
1938
Cartagena Bogotá Bogotá
1939 1939 S.F.
Remodelación Palacio Arzobispal Seminario Mayor Iglesia parroquial Acabados Interior Catedral de Villanueva Altar mayor Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús Iglesia parroquial Proyecto reforma Colegio de Nuestra Señora del Rosario Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Reforma iglesia catedral Iglesia parroquial Iglesia parroquial Ampliación iglesia catedral Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Seminario Proyecto Universidad Católica Bolivariana Colegio de las Hermanas Veladoras Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial Iglesia parroquial
OBRAS SALESIANAS
Ilustración, Fray Serafín Barbetti. Tomado: Papel Períodico ilustrado
La obra del Coadjutor Giovanni Buscaglione Inició en 1913 su trabajo de arquitectura, el cual sugiere dos periodos, uno de quince años a partir de sus primeros años en Bogotá (1910-1912) hasta 1925, cuando realizó proyectos en solitario que ayudaron a consolidar y expandir la obra salesiana, empezando por la casa matriz de Bogotá y luego en los departamentos de Santander, Tolima, Cundinamarca, Boyacá, paralelamente a una importante gestión en Antioquia para la Arquidiócesis de Medellín, periodo del que sólo se conservan parcialmente en su archivo tres proyectos: Puerto Berrío, 1922; la catedral de Medellín, 1923, y el lazareto de Contratación, 1925. El siguiente período de catorce años de trabajo mucho más intenso, coincide con la creación de la Oficina de Arquitectura e Ingeniería del Colegio Salesiano León XIII que organizó en 1926 a la manera de la Oficina Técnica Central de Arquitectura fundada en Turín por su profesor Vespignani, donde había sido dibujante, y la cual dirigió hasta su fallecimiento. Torre de campanario, Iglesia de Silvania (Cundinamarca). Buscaglione. Fotografía: Rubén Hernández Molina. 2016
OBRA
Iglesia Escuela Agronómica de San Jorge Escuela de Artes y Oficios de San José Capilla del noviciado Capilla Colegio María Auxiliadora Colegio Salesiano San Juan Bosco Oratorio festivo de San José barrio 20 de Julio Escuela de Artes y Oficios, casa cural y colegio Ensanche Instituto Salesiano Colegio León XIII Tramos oriental y tercero Lazareto Asilo Escuela de Artes y Oficios/Instituto Pedro Justo Berrío Iglesia Santuario Nacional de Nuestra Señora del Carmen Iglesia Lazareto Caño del Oro Inauguración del frontis y portería del colegio Asilo Asilo Iglesia del Sagrado Corazón de María Iglesia Santuario del Divino Niño y Colegio Juan del Rizzo Colegio de María Auxiliadora Colegio de María Auxiliadora Colegio de María Auxiliadora Casa de formación y teologado El Porvenir e iglesia San Juan Bosco Colegio Salesiano de San Pedro Claver Casa salesiana de María Mazzarello, Usaquén. Mausoleo comunidad salesiano, Cementerio Central
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Bogotá. El conjunto de la Iglesia del Carmen y el Colegio Salesiano. Foto: Mauricio Uribe G. Exterior de la cúpula de la Iglesia de San Ignacio, Bogotá. Foto: Mauricio Uribe G.
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Fachada principal restaurada de la Iglesia de San Ignacio, Bogotá, restaurada por Ernesto Moure. Foto: Mauricio Uribe G.
A través del presente ensayo se muestra un panorama general de la actividad y las realizaciones de los más destacados ingenieros y arquitectos de origen italiano en Colombia, durante los diferentes periodos históricos. De este modo se mencionan, entre otros, a los miembros de la familia Antonelli, constructores de parte de las murallas y baluartes de Cartagena de Indias, al religioso Juan Bautista Coluccini, autor del templo jesuítico de Santafé de Bogotá y al teniente coronel de artillería Domingo Esquiaqui, constructor del Puente del Común en Chía, durante la Colonia; a Pietro Cantini, traído para la terminación del Capitolio Nacional y proyectista del Teatro Colón de Bogotá, y al coadjutor salesiano Giovanni Buscaglione, autor de numerosas iglesias, en el periodo republicano; así mismo, a los arquitectos Vicente Nasi y Bruno Violi y a los ingenieros Renato Giovanelli y Domenico Parma, quienes contribuyeron al desarrollo de la arquitectura moderna en el país.
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Fachada del Palacio de las Comunicaciones hacia la Carrera 8, antes de la remodelación Fuente: Iriarte, Alfredo. Bogotá, de la devastación a la esperanza
De Antonelli a Violi. Los ingenieros y arquitectos italianos en Colombia
Capitolio Nacional, Bogotá, 1910. Foto: Fondo Acuña, Colección Museo de Bogotá – IDPC
Interior del Teatro Colón antes de la última restauración de 2011 Foto: Carlos Mario Lema
Fachada principal del Hospital San José. Foto: Bogotá 1538 -1938, Archivo Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá
Mauricio Uribe & Alessandra Morales Las relaciones entre Italia y Colombia cubren los más variados aspectos, y es evidente que el sentido de las actuaciones fue, al menos hasta tiempos recientes, más intenso desde el país europeo hacia el nuestro, que viceversa. Es así como se muestra un panorama general de la actividad y las realizaciones de los más destacados ingenieros y arquitectos de origen italiano en Colombia, durante los diferentes periodos históricos. De este modo se mencionan, entre otros, a los miembros de la familia Antonelli, constructores de parte de las murallas y baluartes de Cartagena de Indias, al religioso Juan Bautista Coluccini, autor del templo jesuítico de Santafé de Bogotá y al teniente coronel de artillería Domingo Esquiaqui, constructor del Puente del Común en Chía, durante la Colonia; a Pietro Cantini, traído para la terminación del Capitolio Nacional y proyectista del Teatro Colón de Bogotá, y al coadjutor salesiano Giovanni Buscaglione, autor de numerosas iglesias, en el periodo republicano; así mismo, a los arquitectos Vicente Nasi y Bruno Violi y a los ingenieros Renato Giovanelli y Domenico Parma, quienes contribuyeron al desarrollo de la arquitectura moderna en el país. El análisis de la obra de ingenieros y arquitectos italianos en nuestro país demuestra, como sigue, que la mayor parte de sus creaciones son hoy reconocidas por académicos, instituciones y comunidad en general como materia fundamental de nuestro patrimonio cultural construido, ya considerados como Bienes de Interés Cultural del ámbito local o nacional –los últimos anteriormente denominados Monumentos Nacionales– en varias ciudades, principalmente en Bogotá, así como incluidas en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, como el sistema de fortificaciones de Cartagena.
El desarrollo de la arquitectura en Colombia posee múltiples aportes e influencias. La contribución por parte de ingenieros y arquitectos provenientes de Italia, aunque no sea muy numerosa, ha dejado varias obras de muy alta calidad, relevantes en los distintos períodos de nuestra historia. Puente del Común. Foto: María Victoria Vieco
Basta pensar a las murallas y sistema de fortificaciones de Cartagena de Indias, proyectadas en parte por los ingenieros Bautista Antonelli y Juan Bautista Antonelli –padre e hijo– entre finales del siglo XVI y comienzos del XVII; la Iglesia de San Ignacio y la manzana jesuítica en Bogotá de Juan Bautista Coluccini (1610) o las obras de Domingo Esquiaqui, teniente coronel de artillería, tales como el Puente del Común y los planos del Cementerio Central.
Detalle murallas de Cartagena. Foto: Olimpia Niglio, 2012
Elipse del Cementerio Central de Bogotá. Foto: Mauricio Uribe G. Interior de la Basílica Menor de Ubaté. Foto: Mauricio Uribe G.
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Refuerzo estructural para el remplazo de antiguos muros de carga y vigas subdimensionadas
Detalle de la baranda de la escalera principal en proceso de reparación
Instalación de las paredes de dry wall, conformando el volumen del baño y del armario.
// Descripción gráfica gráfica // Descripción El arquitecto Nasi consideraba dos normas elementales, que él calificaba de sentido común, las cuales coinciden con la intención y ejecución de la intervención descrita, en tanto que se ha logrado la conservación y continuidad de este edificio moderno por un buen tiempo adicional, a la vez que su esencia se ha mantenido incluso tras una profunda renovación.
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
El edificio de la Avenida Caracas con Calle 39 A, en Bogotá, del arquitecto Vicente Nasi, en 1948. Fuente: Forero, Álvaro (ed.) Bogotá 1948. Bogotá, Talleres de litografía Colombia, 1948
Conservación y continuidad de un edificio moderno en Bogotá, Colombia
Como resultado de las consideraciones, antecedentes, normas, estudios, diseños, y ejecución del proyecto de intervención para el edificio de la Avenida Caracas con Calle 39 A, en Bogotá, ahora se cuenta con este inmueble de conservación renovado y adecuado para doce unidades de vivienda plenamente habitadas y funcionales, con generosos espacios y excelentes materiales de acabados (Figs. 13 a 18). Para el momento de elaborar este artículo, los residentes del edificio estaban compuestos principalmente por estudiantes y profesores universitarios, parejas jóvenes, y artistas, quienes reconocieron las virtudes, bondades, y calidad de vida que ofrecía el inmueble.
Imágenes de antes y después de la intervención, en los estacionamientos, el patio central, y uno de los apartamentos.
Eduardo Mazuera Nieto El presente artículo es producto de la experiencia de haber intervenido una construcción en Bogotá, del arquitecto italiano Vicente Nasi, conociendo y respetando su obra, así como los parámetros establecidos por la norma urbanística de la ciudad, dado que se trata de un inmueble de conservación. A continuación, se presentan los antecedentes y una descripción de dicha intervención, invitando a reflexionar acerca de la importancia de rescatar el patrimonio arquitectónico moderno en Colombia, buscando su sostenibilidad. El equipo de trabajo estuvo compuesto por el ingeniero civil Ramón Fandiño, los arquitectos Antonio Díaz, Andrés Martínez, Eduardo Mazuera, y Juan Pablo Rozo, el maestro de obra Carlos Martínez, y múltiples proveedores y contratistas que hicieron posible el éxito de esta intervención. Ubicado en la Avenida Caracas con Calle 39 A de Bogotá, el edificio de apartamentos construido por el arquitecto Nasi en 1946 constituye una manifestación de la arquitectura moderna en Colombia, con una marcada influencia del “estilo internacional”, particularmente del arquitecto Le Corbusier. El inmueble se destaca por su limpieza volumétrica y composición de líneas horizontales, la combinación de pañete blanco y enchape de piedra en la fachada, ventanas corridas, abundante iluminación natural, generosas áreas de circulación, y amplios espacios habitacionales. Adicionalmente, cuenta con detalles propios del estilo art decó, característicos de la obra de Vicente Nasi, presentes en la carpintería de madera, forja metálica, diseños del granito fundido y elementos de piedra tallada.
En la década de 1940, la vivienda multifamiliar denominada “edificio de renta” se desarrolló ampliamente en Bogotá, particularmente sobre ejes viales que permitieran los desplazamientos dentro de la ciudad. El edificio de apartamentos, objeto de descripción en este artículo, se encuentra en la esquina nor-occidental de la Avenida Caracas con Calle 39 A, en un sector que para el momento de su construcción estaba predominantemente rodeado de casas unifamiliares. Dicho edificio se destacaba no solo por lo anterior, sino también por su apariencia “moderna” que contrastaba con las construcciones vecinas, caracterizadas por sus fachadas de ladrillo a la vista, marcos de puertas y ventanas en piedra, y cubiertas inclinadas de teja de barro, de marcada influencia inglesa denominada “Tudor”.
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Registro del personal docente con los datos del profesor Angiolo Mazzoni Del Grande, vinculado en la Universid Nacional de Bogotá el dia 16 de marzo de 1948. Fuente: Archivo Histórico de la Universidad Nacional de Colombia. Secretaría de Sede. Registro de personal docente
Dibujo de Angiolo Mazzoni Del Grande. Convento de Santo Domingo en Bogotá (1550) demolido y en su lugar en la midad del siglo XX Bruno Violi y Hernando González Varona construyeron el Palacio de las Comunicaciones. Museo MART, Archivo Mazzoni, MAZ_G8_p151
El 16 de marzo de 1948, Mazzoni se vinculó formalmente como profesor de tiempo completo en en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia y los primeros cursos a los que estuvo vinculado fueron de Urbanismo y de Composición de la Arquitectura para los estudiantes de tercer año.
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Arquitecto Angiolo Mazzoni Del Grande con los dibujantes en la oficina del Ministerio de Obras Públicas en Bogotà (1952). Fuente: MART _ MAZ_ S 13.
Historia, patrimonio e investigación científica. Inquietudes de Angiolo Mazzoni Del Grande, arquitecto italiano en la Universidad Nacional de Colombia (1948-1950)
En efecto, en varios proyectos Mazzoni propuso la interpretación y reelaboración del estilo colonial, adecuadamente contextualizado con las exigencias de las funciones contemporáneas de la arquitectura. En esa línea, Mazzoni se ocupó de proyectos de restauración de monumentos como fue el caso de la iglesia de San Francisco, en la Avenida Jiménez con carrera séptima. La importancia de la conservación del patrimonio cultural de la nación fue ampliamente analizada y presentada por parte de Mazzoni en la revista Colombo –Italiana n°24 de 1958
Angiolo Mazzoni (Bologna, 1894 - Roma, 1979) Esempi di differenti costruzioni per l'insegnamento di storia dell'architettura (disegno personale), 1948-1949 carboncino su carta da lucido, 604 x 401 mm MD MAZ G8 p. 148/I Mart, Museo di arte moderna e contemporanea di Trento e Rovereto
Angiolo Mazzoni (Bologna, 1894 - Roma, 1979). Esempi di differenti costruzioni per l'insegnamento di storia dell'architettura (disegno personale), 1948-1949. Carboncino su carta da lucido, 602 x 402 mm. MD MAZ G8 p. 147/I Mart, Museo di arte moderna e contemporanea di Trento e Rovereto
Olimpia Niglio & Jorge Vicente Rámirez Nieto El 3 marzo de 1948, Angiolo Mazzoni Del Grande, arquitecto italiano y funcionario del Ministerio de Comunicaciones en Roma, llegó a Bogotá expatriado de Italia a causa de su afiliación al Fascismo. En verdad, Mazzoni fue un arquitecto al servicio del régimen del dictator Benito Mussolini. Para él y su familia fue posible viajar a Colombia gracias a su amistad con miembros de la familia Santos Montejo. Inicialmente, Mazzoni llegó invitado como profesor a la Universidad Nacional, donde dictó las clases de Composición Arquitectónica y Urbanismo. Solo después, tuvo la oportunidad de dictar las clases de Historia de la arquitectura e Historia de las construcciones. En la Universidad Nacional también fue nombrado Director del Museo de los Materiales. Su actividad académica fue intensa, tal como lo demuestra el archivo de los dibujos y de los apuntes para los diferentes cursos. También, su posición fue crítica con respecto a los planes y programas de la facultad de Arquitectura y a la formación de los jóvenes arquitectos colombianos. Es significativa una carta [26 de junio de 1948] que Mazzoni envió al Rector de la Universidad Nacional, Luis López de Mesa, en la cual él afirmó la importancia que para la formación de los arquitectos revestían las disciplinas del arte, de historia y de restauración de la arquitectura, a partir de los cursos básicos del pregrado. Mazzoni, ya en los primeros meses de su actividad en la Universidad Nacional, sintó incomodidad por la falta de dichas disciplinas en el nuevo pensum. Más tarde, sus inquietudes se reflejaron claramente en su actividad en el Ministerio de Obras Públicas y en sus proyectos desarrollados como profesional independiente. Mazzoni con su familia vivió en Colombia quince años, hasta mayo de 1963, cuando regresó definitivamente a Roma, donde falleció el 28 septiembre 1979. En Colombia Mazzoni realizó numerosos proyectos que quedaron incompletos y en su mayoría inéditos.
Angiolo Mazzoni Del Grande nació en Bolonia (Italia) el 21 de mayo de 1894. Su padre era un funcionario del Ministerio de Comunicaciones. Desde 1905, empezó su vida en Roma donde estudió en el Instituto Técnico Leonardo da Vinci. A la edad de 20 años entró a la Scuola d’Applicazione per Ingegneri, en Roma, donde se graduó como ingeniero en noviembre de 1919. El principal referente científico y cultural de su formación fue el ingegniero y profesor universitario Gustavo Giovannoni (1873-1947), a su vez alumno de Camillo Boito (1836-1914), profesor de la Academia de Bellas Artes Brera en Milan y promotor de la primera Carta sobre la restauración de los monumentos, promulgada en enero de 1883, con ocasión del III Congreso de Ingenieros y Arquitectos.
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Dibujo de Angiolo Mazzoni del Grande por la puerta de acceso a la sacrestia de la inglesia de San Francisco de Asís en la ciudad de Bogotá (Colombia), Agosto 1956. Fuente: Museo de Arte Moderno y Contemporaneo de Rovereto y Trento MART (Italia), Archivo Angiolo Mazzoni, Tavole Progetti, MAZ 57, Fasc. 03
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Angiolo Mazzoni Del Grande con Padre Luis Flores de la Iglesia San Francisco de Asís en Bogotá (1956). Fuente: Museo de Arte Moderno y Contemporaneo de Rovereto y Trento MART (Italia), Archivo Angiolo Mazzoni, Album S, MAZ S13
Esquina de la manzana Jesuítica retratada por Angio Mazzoni con vista desde la plaza de Bolivar, en detalle se muestra la fachada de la iglesia dela Compañía de Jesús
Las batallas culturales que Mazzoni afrontó en Colombia no encontraron apoyo entre los colegas universitarios y entre los profesionales más interesados en los temas de la "modernización." El mismo Carlos Arbélaez Camacho, en los aquellos años, se empeñó en acciones bastante solitarias y para nada compartidas por parte de la academia y de la política del gobierno central.
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Arquitecto Angiolo Mazzoni como consultor del Ministerio de Obras Públicas para el proyecto de la plazoleta del Colegio San Bartolomé en Bogotá. Diseño personal 1952. Fuente: MART _ MAZ_ G8 _ P 123.
Angiolo Mazzoni Del Grande, ingeniero italiano en Colombia y propuestas para una teoría de la restauración arquitectónica
Sin embargo Mazzoni, a pesar de su incómoda posición de extranjero, encontró interés de parte de muchos periodistas que siguieron el desarrollo de sus proyectos para la ciudad de Bogotá, pero en particular, comprendieron el valor que el ingeniero italiano quiso dejar sobre el territorio colombiano. Restauración de la iglesia de San Fransisco en Bogotá. Esquema dibujado en la escala 1:20 del altar del Señor Caído
Dibujo de Angiolo Mazzoni del Grande por el proyecto de aislamiento de la Iglesia de San Francisco de Asís en Bogotá y propuesta por el nuevo palacio de la Gobernación. Agosto 1948-1950. Fuente: Museo de Arte Moderno, MART (Italia), Archivo Angiolo Mazzoni, Album D, MD, MAZ, 037D
Olimpia Niglio La cultura de la restauración de la arquitectura en Colombia comenzó a manifestarse en la segunda mitad del siglo XX, cuando el arquitecto Carlos Arbeláez Camacho, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, instituyó los primeros cursos de historia colombiana del arte. En marzo de 1948, llegó a la misma Universidad el ingeniero italiano Angiolo Mazzoni Del Grande para iniciar, en un primer momento, los cursos de Composición y Urbanismo y, luego, los cursos de Historia de las construcciones y de la arquitectura. La realidad política y social colombiana en aquellos años era muy compleja y la cultura de la modernización había favorecido la demolición de muchas arquitecturas históricas tanto civiles como religiosas. En 1902 había nacido la Academia Colombiana de Historia con la finalidad de proteger el patrimonio cultural desde la época prehispánica hasta el siglo XX completo, pero no tuvo un valor decisional. Con referencia a estas premisas, la presente contribución tiene como finalidad analizar el aporte cultural dejado en Colombia por el ingeniero Angiolo Mazzoni Del Grande, ya sea como profesor en la Universidad Nacional de Colombia, ya sea como profesional de muchos proyectos de restauración en la ciudad de Bogotá. Con el concepto de “restauración”, en su sentido más contemporáneo, se entiende un método crítico destinado a la conservación de los testimonios materiales que tienen valor de civilización. Esta definición no encuentra cotejos científicos sino a partir de la mitad del siglo XIX, cuando se empezó a analizar el patrimonio cultural, heredado también, en función de las acciones ejecutadas sobre el mismo, en el transcurso del tiempo.
Durante su larga permanencia en Colombia, entre 1948 y 1963, Mazzoni escribió muchos textos sobre la importancia de la conservación del patrimonio cultural de la nación. En la revista Colombo-Italiana publicada en Bogotá (enero–febrero 1957), Mazzoni presentó un artículo con el título La conservacion y valorizacion de los monumentos y construciones sanfafereños para la defensa del patrimonio local y el rol que este tuvo también en la formación de la comunidad civil y académica. Las batallas culturales que Mazzoni afrontó en Colombia no encontraron apoyo entre los colegas universitarios y entre los profesionales más interesados en los temas de la “modernización.”
Dibujo de Angiolo Mazzoni del Grande para el proyecto de restauración de la Iglesia de San Francisco de Asís en la ciudad de Bogotá (Colombia), Agosto 1956. Fuente: Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Rovereto y Trento MART (Italia), Archivo Angiolo Mazzoni, Tavole Progetti, MAZ 58, Fasc. 02
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Salón de máquinas movidas con electricidad en el primer piso, El Gráfico 1930
Panorámica de la ladrillera. Revista el Gráfico / 989, julio 1930
Colocación de la primera piedra en el Peñón del Aserrío, sitio estratégico para que la iglesia dominara el paisaje sin tumbar la casa antigua de la hacienda. Familia López, 1929
// Descripción gráfica gráfica // Descripción Proyecto para la Iglesia de San Francisco Javier, 1927 Este proyecto fue divulgado en su momento por el semanario del barrio “El Boletín del Círculo de Obreros” y en una de las revistas de mayor circulación de la cuidad, la revista Cromos; en ella se presenta la imagen de una fachada, pero no se detalla el lugar geográfico ni el entorno, solamente se muestra una montaña leve que representa el lugar donde se implantaría la edificación, en lo que se llamaba el Peñón del Aserrío, un atrio en perspectiva, así como una torre central en tres niveles.
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Camión descargando el ladrillo para la construcción de la iglesia en 1940. La placa de la primera piedra al costado derecho había sido colocada en ceremonia en 1936. Daniel Rodríguez, Museo de Bogotá. FMC 40- IDPC
Ingenieros Víctor Morgante y Gaetano Di Terlizzi. Sus huellas por el sector de las ladrilleras Sello de la fábrica SAIL en ladrillo encontrado en construcciones republicanas en casas del centro como la del Instituto Caro y Cuervo Panorámica de la ladrillera. Aero fotografía Instituto Geográfico Agustín Codazzi. C743-0003 de 1946
Rubén Hernández Molina El presente documento tendrá como finalidad iniciar el rescate del trabajo realizado por dos italianos, poco conocidos en la historia de la ciudad, que incidieron de alguna manera en el desarrollo, progreso y tecnificación de la industria del ladrillo en Bogotá; su paso y contribución en la búsqueda de la forma para unas iglesias en la primera urbanización obrera de Colombia, en el barrio San Francisco Javier, y en la urbanización obrera del barrio Restrepo, ambos sectores al sur de la ciudad, donde estaban ubicadas casi todas las ladrilleras que suministraban insumos para la construcción. Será un estudio cualitativo que utilizará como instrumentos las fuentes primarias y la fotografía como documento social y registro de las actividades del ejercicio profesional de estos italianos realizadas, acompañados de la documentación, transcripción, reprografía y varias fuentes encontradas con el fin de corroborar la historia y seguirle el rastro a los portadores de los acontecimientos pasados, sean públicos o privados, dignos de reconocimiento: una historia que debe quedarse arraigada en la memoria individual o colectiva del barrio, la localidad y la ciudad de Bogota.
Victorio Morgante Ingeniero italiano del que se encuentran pocos registros y documentacion, la memoria lo señala como empresario, comerciante y constructor, y le atribuye el diseño de los planos proyectados para la iglesia de San Francisco Javier en Bogotá. Mantiene vínculos de amistad y de negocios en la sociedad que tenía con la compañía de fabricacion de ladrillos SAIL, que importaba y vendía materiales de construcción. Hay referencias que indican que poseía una constructora colombo-italiana en compañía de otro ingeniero italiano llamado Gaetano di Terlizzi. Gaetano di Terlizzi Ingeniero y arquitecto italiano de la Universidad de Roma. Trabajó en 1927 con Victorio Morgante en el estudio y proyecto de la iglesia para el barrio San Francisco Javier. Fundador de la fábrica de ladrillos SAIL, producidos con maquinaria entre 1927 y 1928, la cual introdujo un significativo cambio en la elaboración artesanal del ladrillo en el sector. Trabajó entre 1934 y 1936 con el arquitecto Gabriel Méndez y con el constructor Manuel Rojas en el proyecto de la iglesia de la Valvanera del barrio Restrepo, en la Localidad Antonio Nariño.
Obras del colegio salesiano y de la Iglesia del Carmen, construcción de la cripta, lista para recibir las bóvedas con ladrillo hueco que se ubican en la parte inferior. Fuente Archivo Salesiano Bogotá
Hermoso plano de fachada de la iglesia de San Francisco Javier. Este plano fue estudiado por los ingenieros Victorio Morgante y Gaetano Di Terlizzi de la empresa constructora La italo-colombiana
Publicidad de la ladrillera en 1938 en libro del centenario de Bogotá, once años después de proyectada la iglesia de San Francisco Javier
Vista aérea de la localización de la fábrica sobre la carrera 6 con calle 24 sur barrio 20 de julio. Fuente Instituto Geográfico Agustín Codazzi C 478-20 de 1946
De izquierda a derecha Victorio Morgante, padre Campoamor y Gaetano Di Terlizzi
Ceremonia de colocación de la primera piedra del templo para la primera urbanización obrera de Colombia barrio San Fransisco Javier de Bogotá, Marzo 26 de 1927
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Detalle de Fachada. Fuente: elaboración del autor
Detalles parciales de Fachada. Fuente: elaboración del autor
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Detalle constructivo de fachada. Imágenes fragmentarias detalles parciales. Fuente: elaboración del autor
Por muy complejo que parezca todo este proyecto, solo es posible realizar la producción técnica con gran precisión. La construcción es reducida hasta el límite, pero no es sencilla. Su claridad es el resultado de una compleja combinación de todos los elementos del espacio y del edificio. Desenvolviéndose en las proporciones de medida, la irrupción y la fractura de las superficies interiores de las piezas de construcción, lisas y casi reducidas a la esterilidad- acaba por resolverse el problema, es esta la reducción del objeto que Violí propone.
Volumen arquitectónico del edificio. Fuente: Rother, 1986: 95
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
De la estructura y el revestimiento a lo sublime de la superficie. Bruno Violi y la obra del Edificio El Tiempo
Bruno Violi no pierde así el dominio sobre el detalle, ni tampoco el dominio sobre la expresión arquitectónica. Aspira a atenuar esa distancia entre lo general y lo particular, facilitando el paso de la composición general a la solución constructiva, del plano general al plano de detalle. Tratando de cultivar el detalle como virtud, ya sea la que provee una solución única y particular o la que se multiplica hasta reverberar en toda la masa del edificio. En cualquier caso, el detalle demuestra ser una necesidad inevitable.
Giovanni Castellanos Garzón El edificio “El Tiempo” se encuentra ubicado en el centro histórico de la ciudad en el cruce de dos vías carrera 7ª y Avenida Jiménez. Este se implanta en un lote esquinero con dos fachadas: noroccidente y norte. La irregularidad del lote y la imposibilidad de adquirir el predio vecino, dotan al mismo de características especiales, las cuales debían responder a las normas dispuestas a la solicitud de la licencia de construcción (Altura de pisos y partes salientes deben empatar con el Edificio Lucania carrera 7ª al sur). Es un edifico de siete (7) pisos de mediana altura construido en concreto reforzado y elementos prefabricados que albergo hasta los años 70´s las instalaciones de la Editorial “El Tiempo”. El uso de ejes de composición organizando circulaciones y fijando los sucesivos puntos de vista, desde los cuales se observan los espacios, el desplazarse a los largo de un eje de composición, se expresa la búsqueda del centro de fachada. Para Violi la base de su exploración arquitectónica, se fundamenta en no considerar a las superficies delimitadoras del espacio de modo convencional como simple soporte físico, o contenedor, sino como un fondo óptico. Un concepto sobre el tratamiento de la superficie que ira articulando a partir de una idea. La consecuencia práctica de este tratamiento sobre los límites del espacio arquitectónico será el de un efecto cinético, producto de haber asumido el espacio, no como algo dado a la representación – contemplación visual únicamente, sino como una construcción que debe ser vivida. La idea nace de considerar los límites que conforman el espacio (estructura, techo, suelo, paredes etc.) como elementos a ser diseñados, sobre los que se proyectara un efecto.
El fondo óptico que Violi propone, guarda relación con la imagen lejana, buscando resolver el problema del sentido de la forma, reconocible por el cuadro de marco y el borde del papel, la imagen lejana será creada por la forma activa representada en los dibujos, resultado perceptible en la apreciación distanciada. El resultado será una imagen, una idea fragmentaría en la que su lenguaje grafico es totalmente tridimensional, localizando así los acentos centrales, mas directamente a tratar toda la superficie como un solo e indiferenciado campo de interés dentro de la totalidad arquitectónica. Esta imagen lejana, por otra parte, crea entre ella y el observador, un espacio virtual como metáfora de un escenario.
Sistema constructivo y elementos prefabricados. Fuente: Archivo de Bogotá. Fondo Documental. Arquitectos e Ingenieros
Localización general edificio El Tiempo. Carrera 7ª Y Avenida Jiménez. Fotografía elaborada por el autor.
“El diseño de la superficie de fachada se ha hecho con un estudio de planos de luz y sombra, los pilares se exaltan, dejándolos en nichos que los hacen valorar en un primer plano. Las vigas se marcan y definen francamente aumentando el relieve de toda la concepción arquitectónica”. Fuente: Violi, 1961
Fachadas norte y occidental del edificio desde la avenida Jimenez. Fuente: Rother, 1986: 95
Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Palacio Presidencial y Ministerio de Defensa (1956). Localización General del Conjunto. Fuente: Colección Bruno Violi (CMALR-004), carpeta BV-16. Museo de Arquitectura Leopoldo Rother, Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Palacio Presidencial y Ministerio de Defensa. Retícula y ejes compositivos del conjunto. Fuente: Castellanos, BRUNO VIOLI, entre la luz y la sombra, 102.
Centro Administrativo Nacional. Ministerio de Educación Nacional. Bogotá, 1955. Documento impreso Proyecto de Skidmore, Owings & Merril. Dibujo de G.C.R. Fuente: Museo de Arte Moderno de Bogotá, Planos y dibujos, 56
La arquitectura como representación urbana. Una aproximación al Proyecto Urbano del Centro Administrativo Oficial de Bruno Violi
Palacio Presidencial (1956). Fuente: Colección Bruno Violi (CMALR-004), carpeta BV-15. Museo de Arquitectura Leopoldo Rother, Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá
Centro Administrativo Nacional. Plan Maestro. Bogotá, 1955. Planta de localización. Documento impreso Proyecto de Skidmore, Owings & Merril. Fuente: Museo de Arte Moderno de Bogotá, Planos y dibujos, 56
Giovanni Castellanos Garzón El presente artículo, intenta descubrir la complejidad del Proyecto Urbano del Centro Administrativo Oficial CAO entre 1954-1956, a la luz de los planteamientos establecidos por la firma Skidmore, Owings & Merril, y que culminaron después de muchas variaciones con la propuesta del Arquitecto Italiano Bruno Violi, esta última como alternativa a las ideas sobre la ciudad funcionalista heredada del urbanismo moderno. La crisis de la planificación zonificada, el fracaso de los planes bidimensionales, el valor que para “el poder” a cualquier nivel tiene la arquitectura, entre otras razones, han llevado a plantear con esas dos palabras –que aúnan ciudad y edificación- una cierta revolución disciplinar. Entre 1945 a 1960, El Ministerio de Obras tiene a su cargo una gran cantidad de proyectos durante los primeros años de este periodo que corresponden al interés de los gobiernos conservadores en la construcción como factor de desarrollo. Hacia los años sesenta, sin embargo, los distintos Ministerios y entidades se encargan de la construcción de sus propios edificios y el Ministerio de Obras se dedica fundamentalmente a los Edificios Nacionales. “Los proyectos importantes se contratan con firmas y arquitectos reconocidos y se convoca a diferentes concursos”,2 hacia 1947 se contrata el Plan Piloto para Bogotá a Le Corbusier tiempo en el que se establecen definitivamente los fundamentos modernos del ejercicio profesional, se desarrollan técnicas constructivas innovadoras en el medio, y se define un lenguaje común, el cual es adaptado en las múltiples obras que se construyen en el país.
Para reafirmar la presencia del estado en proceso de consolidación era por lo tanto necesario en primera instancia agrupar los Ministerios y las sedes de la entidades administrativas nacionales más importantes. En consecuencia el 10 de Diciembre de 1954 se ordenó construir el CAO, para albergar allí el Palacio Presidencial, los edificios para los Ministerios a excepción del de Relaciones Exteriores y demás entidades de carácter oficial o relacionado con la Administración Pública Nacional. La Nación había comprado a la Beneficencia de Cundinamarca una extensión de 200 fanegadas cuadradas en terrenos de la Antigua Hacienda de El Salitre. De esta área se destinó la mitad para el Centro Administrativo y la otra se reservó para futuras ampliaciones, o para urbanizaciones de carácter residencial que financiaran el proyecto. Exhibición itinerante
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Per questo ponte l’ingegnere studia 5 tipologie di
Posa di un blocco in cemento vibrato della prima serie di Reticular Celulado (1951), sistema di solaio che non utilizza travi
La torre in fase di costruzione. La gru sul tetto è progettata e realizzata dallo stesso Parma
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Lo que hace posible a Parma sus logros es una cualidad infrecuente: la de ‘sentir la estructura’, es decir, de intuir la resistencia global de los sistemas resistentes. Acero y, sobre todo, hormigón en múltiples configuraciones y aplicaciones constituyen los materiales con los cuales Parma trabaja. Se acerca al concreto reforzado con una mentalidad pionera y una curiosidad infantil: poco referente a ‘otros’ ejemplos, confía fuertemente en su rigurosa lógica analítica.
Obregón & Valenzuela: Centro Internacional. Bogotá
Exhibición itinerante
El Entrepiso Reticular Celulado representa uno de sus mayores logros. Representa el primero y hasta hoy un rarísimo ejemplo de patente ‘tecnológica’ que puede reivindicar Colombia en el campo de la construcción. Poco más tarde patenta la máquina para manipular los bloques en concreto y un sistema de anclaje para postensionamiento. En cada uno de estos casos desarrolla continuamente técnicas y producto
// Ficha informativa
Estructuras y arquitecturas de Doménico Parma
Claudio Varini El dominio de Domenico Parma, el ingeniero, es amplio como sus intereses pero paradójicamente es un trabajo oscuro, poco visible y reconocido. Su incesante labor abarca un campo insólitamente extenso para un profesional: de la creación de sistemas al cálculo estructural; de la producción de artefactos al de máquinas; de la investigación a la actividad empresarial. Este campo no es nunca determinado por aquel protagonismo macroestructural o por aquella extroversión ósea propia de otros grandes ingenieros: se distingue más bien por una visibilidad de mínimo impacto. Sus estructuras, sus máquinas se retienen indefectiblemente dentro de una dimensión icástica, tangible pero nunca exhibida. Él mismo define como primera de sus especializaciones la matemática avanzada. Es esto el invisible hilo conductor de toda su actividad profesional. Es capaz de transferir sus intuiciones a fórmulas matemáticas ejerciendo un dominio lógico sobre las fuerzas que sale de la mera interpretación de códigos, de las reglas y de las convenciones. Son estas como camisas de fuerza demasiado estrechas y quiere ser él mismo el diseñador de sus propios modelos matemáticos. Tiene todavía una perceptible sensibilidad arquitectónica. Gestos, geometrías diseñadas en el aire y metáforas estructuras denotan la facilidad con que Parma transfiere esfuerzos y tensiones a su propio cuerpo que se convierte en vehículo de comunicación concreta, visible.
La imaginación de Parma es antimágica, un simple instrumento para explorar, para hacer tangible una interna inquietud, una capacidad de observación curiosa y alegre que se hace concreta a través de la materia. Fuerte de un realismo sólido y pragmático, nunca empírico, Parma urde sus estructuras buscando su síntesis en la exactitud y en la claridad del análisis y del cálculo, acondicionando una excepcional capacidad de abstracción a un medio a veces efervescente, receptivo pero dotado de modestos recursos materiales.
Sede del Banco Central Hipotecario con sbalzi simmetrici di 9 metriche utilizza negli ultimi due piani (non previsti nel progetto originale)il sistema di postcompressione ideato dallo stesso Parma e realizzato a piè d’opera
La torre B del complesso residenziale economico su progetto architettonico di Rogelio Salmona
Pianta strutturale della torre Colseguros che si innalza per 40 piani poggiando su un unico nucleo esagonale
Il progetto non è stato realizzato per la sopraggiunta crisi finanziaria. Sopra: due piante
Torre Mazuera (1960). Destinata ad essere la torre più alta al mondo in cemento coi suoi 61 piani fuori terra. Tra le soluzioni previste dal progetto esecutivo il congelamento del terreno per infiggere i pali e la maglia reticolare diagonale che caratterizza le facciate in cls con sistema di postensionamento ed ancoraggio alle colonne d’angolo
La torre nel pieno centro di Bogotà
Torri del Parco(1965-71).Pianta sismoresistente della torre A e dettagli costruttivi. L’ingegnere ha disegnato per le tre torri blocchi romboidali
Exhibición itinerante
Rubén Hernández Molina & Olimpia Niglio
Ingenieros y arquitectos italianos en Colombia // Olimpia Niglio & Rubén Hernández Molina Monumento a los Héroes ubicado en la autopista Bogota - Chía, Angello Mazonni. El Siglo, 1952
Propuesta para la plaza de Bolivar de Bogotá. Mazzoni. Fuente: Períodico El Siglo 1952 Diseño de escalinata del atrio de la Iglesia de Guasca, Cundinamarca. Buscaglione. Archivo Salesiano
Amadeo Mastellari
Luigi Ramelli
Giovanni Buscaglione
Doménico Parma
Césare Sighinolfi
Monumento a los Mártires Plaza España en Bogotá, Mario Lombardi
// Descripción gráfica gráfica // Descripción
Gaetano Di Terlizzi
Mario Lombardi
Victorio Morgante
Vicente Nasi
Pietro Cantini
// Ficha informativa
Exhibición itinerante
Reseñas que nos marcan de ingenieros y arquitectos italianos en Colombia
Plano elaborado en 1926 por el Ingeniero Federico Pin para la reforma de la Catedral de Ibagué. Revista Cromos / 581 de 1927
Reconstrucción de la Capilla la Bordadita por Arturo Jaramillo Concha. Condecoraciones internas de los hermanos Colombo (ornamentador) y Mauricio (pintor) Ramelli. Revista Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario / 150 de 1920 Fachada de la Iglesia de Cerinza. Buscaglione. Archivo Salesiano
Rubén Hernández Molina Esta contribución ha querido presentar una posibilidad de referencia respecto a la obra de los ingenieros y arquitectos italianos que han trabajado en Colombia, desde la colonia hasta nuestros días, que por distintos motivos migraron, viajaron o fueron contratados por la nación y han figurado con su práctica en el oficio dejando con sus obras huellas en el país sin necesariamente haber estado en él pero es imposible no referenciar algunos artistas que trabajaban de la mano en las principales obras que se hicieron en el país. Es esta una experiencia muy enriquecedora para el país, que muestra incluso elementos inéditos que contribuyen a seguir escribiendo la historia de las edificaciones realizadas por profesionales extranjeros que emigraron a Colombia como: Juan Bautista Antonelli - ingeniero militar e hidráulico; Juan Bautista Coluccini – arquitecto; Domingo Esquiaqui – ingeniero; Fray Serafín Barbetti – arquitecto ingeniero constructor; Pietro Cantini – arquitecto; Amadeo Mastellari – arquitecto; Filippo Mastellari – pintor, escultor; Césare Sighinolfi – escultor; Enrico Fracassini – decorador; Felipe Crosti – ingeniero; Giovanni Menarini – pintor; Luigi Ramelli – yesero, decorador y ornamentador; Mario Lombardi constructor y escultor Victor Morgante – ingeniero; Gaetano di Terlizzi – ingeniero; Federico Pin; Angelo Mazzoni Del Grande – arquitecto; Giovanni Buscaglione – arquitecto; Vicente Nasi – arquitecto; Bruno Violi – arquitecto; Doménico Parma Marre – ingeniero.
Puente sobre el Río Bogotá, Coluchini, 1640. Fuente: Archivo General de Indias, Archivos Estatales de Sevilla
Discurso del señor Cesar Sighinolfi, en la inauguración de la Escuela Nacional de Bellas Artes ante el presidente de la república Rafael Nuñez en 1886. Fuente: Papel Periódico Ilustrado N° 107/ Año 5
Plano de la Iglesia de Fontibón “Santiago Apostol” elaborado por Juan Bautista Coluchini, 1619. A la izquierda primera iglesia doctrinera de 122 pies de largo por 28,5 de ancho. Fuente: Archivo Nacional Mapoteca cuatro (4)
Sede del Consulado de Italia en Cartagena. Imágenes tomadas de: E. Aliprandi-V. Martini (compiladores), Gli italiani nel Nord della Colombia, Librería Cervantes, Barranquilla, 1932
Pedestal en piedra ricamente decorado y rematado por una cruz latina. Monumento realizado por el italiano Mario Lombardi. Cementerio Central
Monumento erigido a Murillo Toro por Amadeo Mastellari en el Cementerio Cenral de Bogotá
Detelles del parque Murillo Toro en Ibagué, cuya ornamentación llevó a cabo el artista Pedro Julio D´Archiardi. Revista Cromos
Exhibición itinerante