Revista de Arquitectura
Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura - ACFA -
Fundación FES. Profesora de cátedra de la Universidad San Buenaventura, Cali y Universidad del Valle. También ha obtenido diferentes premios y menciones en 6 concursos de arquitectura. Tiene publicaciones en el tema de vivienda de interés social y la propiedad. Comité De Investigación Carlos Eduardo Hernández Rodríguez. Arquitecto, magíster en urbanismo y Candidato a Doc-
Dirección Rubén Hernández Molina. Arquitecto, Universidad Nacional de Colombia con énfasis en Urbanismo. Especialización en Innovación y Pedagogía Universitaria Universidad Piloto de Colombia. Ha sido jurado de las convocatorias en las publicaciones de Arquitectura
tor, Doctorado en Arte y Arquitectura Universidad Nacional de Colombia Autor del libro “Las ideas Modernas del Plan para Bogotá en 1950. El trabajo de Le Corbusier, Wiener y Sert”. Premio de investigación. Alcaldía Mayor de Bogotá, IDCT, 2004. Profesor y Actual Decano Programa de Arquitectura Universidad Jorge Tadeo Lozano. Presidente ACFA.
del CPNAA. Miembro del Comité Científico de EDA revista de arquitectura. Esempi di
Henry Montealegre Murcia. Arquitecto, urbanista, investigador con amplia experiencia en el
arquitectura - Italia.
manejo de planes de ordenamiento territorial, específicamente en el área de la elaboración de
http://www.esempidiarchitettura.it/ebcms2.lm.php?mod=staff&o_nome=staff Comité Editorial Alexander Niño Soto. Arquitecto - Pontificia Universidad Javeriana -.- Magister en Planeación Urbana y Regional - Pontificia Universidad Javeriana -.-Doctor en Ciudad Territorio y
planes parciales, planes maestros y manejo del patrimonio urbanístico arquitectónico Universidad Central de Venezuela – Doctor en ciencias. Universidad Nacional de Colombia – Master en Planificación Urbana –1998. Universidad Católica de Colombia – Arquitecto - 1985. Universidad Externado de Colombia - Especialista en Derecho Urbano 2004. Decano de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Autónoma del Caribe.
Sustentabilidad - (Becario) Universidad de Guadalajara -.- Decano de la Facultad de Artes
Francisco Beltrán Rapalino. Arquitecto con especializaciones en Pedagogía y Docencia Uni-
Universidad Antonio Nariño -.- Profesor y Experto en planeación, ordenamiento territorial y
versitaria y en Procesos de Construcción Industrializada. Actualmente cursa maestría en Ad-
procesos comunitarios. Asesor en Educación Superior.
ministración de Instituciones Educativas. Fue Director del Departamento de Investigaciones de
Andrés Ferroni del Valle. Arquitecto - Pontifícia Universidad Javeriana, con Formación, Adquisición y Desarrollo de competencias para la docencia universitaria – Universidad de América, Candidato a Doctor en educación: currículo, profesorado e instituciones educativas Universidad de Granada. Amplia experiencia en diseño y construcción urbanística y arquitectónica. Manejo y ejecución de obras, construcciones de alta complejidad Francisco Beltrán Rapalino. Arquitecto, Universidad La Gran Colombia, Especialista en Procesos de Construcción Industrializada, Especialista En Pedagogía y Docencia Universitaria, Maestrante en Educación, Decano Facultad de Arquitectura Universidad La Gran Colombia Bogotá D.C. Fue Director Dpto. de Investigaciones Facultad de Arquitectura
la Universidad La Gran Colombia. Ha realizado investigaciones en Tecnologías Alternativas, Plan Piloto para el Diseño de Sistemas Industrializados Livianos y Sustentables para Vivienda de Interés Social. Actualmente es el Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad La Gran Colombia. Valentina Mejía Amézquita. Arquitecta de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, estudios de doctorado en teoría e historia de la arquitectura de la UPC de Barcelona. Magíster en Filosofía de la Universidad de Caldas, Especialista en gestión inmobiliaria de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente Decana de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Pereira.
U.G.C., Docente Investigador en temas de industrialización de procesos constructivos, mi-
Felipe Bernal Henao. Arquitecto Universidad Pontificia Bolivariana. 1986. Magister en Diseño
crosilicas en concretos de alta resistencia, premio nacional e internacional de arquitectura
del Paisaje. Universidad Pontificia Bolivariana. Decano Escuela de Arquitectura y Diseño de la
en biociudad, ha escrito en temas de educación y procesos constructivos.
Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Coordinador académico del Programa de Arqui-
María Leonor Mesa Cordero. Arquitecta egresada de la Universidad Piloto de Colombia (1989), Magíster en Historia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (2009). Decana de la Facultad de Arquitectura y Bellas Artes de la Universidad de Boyacá, Directora del Grupo de investigación en Patrimonio y Memoria “PAME”, Publica-
tectura en el año 2008. Coordinador de transferencia del grupo de Investigación Laboratorio de Arquitectura y Urbanismo LAUR de la Facultad de Arquitectura UPB. Grupo categoría B en Colciencias años 2005- 20011. Coordinador de investigación del mismo grupo entre los
años 2002 - 2005. Docente Taller de proyectos y otras asignaturas
ciones: Libros: Por los Caminos de la Ruta Libertadora (2009) - Memorias del Patrimonio la
Pares internacionales
experiencia de la Universidad de Boyacá (2012). Artículos en revistas científicas. Ponente
Olimpia Niglio. Arquitecta l’Università degli Studi di Napoli “Federico II”, PHD en restauración. Direttore Scientifico di EDA. Italiahttp://www.esempidiarchitettura.it/ http://www.esempidiarchitettura.it/ebcms2.lm.php?mod=staff&o_nome=staff
en eventos nacionales e internacionales. Proyecto de investigación: Resignificación patrimonial de la Ruta Libertadora en Boyacá. Visión 2019 Sabina Cardenas O’byrne. Arquitecta, Universidad de los Andes. Magíster en Crítica y Proyectos Universidad Politécnica de Cataluña. Fellows en Políticas y Estudios Urbanos The Johns Hopkins University. Directora de Carrera, Pontificia Universidad Javeriana Cali. Asesora y directora de diseño, en diversas empresas constructoras. Igualmente, se desempeñó como asesora de la Dirección General, del Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (COLCIENCIAS). Asistente al Vicepresidente Social
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Ángelo Mazzillo. Arquitecto Universidad Piloto de Colombia. UNIVERSITA DEGLI
Junta Directiva 2012 - 2013
Trabajo tomado de la II Muestra Nacional Estudiantil, Estudiantes: Steven Cordoba Melo Jimena Mambuscay Semestre del patrimonio Universidad de Nariño
Corrección de estilo Cesar Buitrago Diseño y Diagramación Yelka Rozo Escala S.A; Moisés Gaitán.
Presidente Arq. Alexander Niño Soto Decano Facultad de Artes
Universidad Antonio Nariño - Bogotá Vicepresidente
Volumen II Número 27. Febrero - Julio 2013
Arq. Andrés Ferroni del Valle
Nombre registrado Hito Revista de Arquitectura
Decano Facultad de Arquitectura
ISSN: 1657 - 9186 Resolución del Ministerio de Gobierno 003186 del 15 de Septiembre de 1983 Periodicidad Semestral Dirección Postal Carrera 5 No 26 - 51 Of. 401 Teléfonos: 286 7172 - 341 5014 Bogotá D.C., Colombia revistahito@gmail.com / revistahito25@gmail.com www.arquitecturaacfa.org
Universidad de América - Bogotá Tesorero Arq. Francisco Beltrán Rapalino Decano Facultad de Arquitectura
Universidad La Gran Colombia - Bogotá Vocal Arq. Maria Leonor Mesa Cordero Decana Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Universidad de Boyacá - Tunja
Edicion Digital.
Arq. Sabina Cardenas Obyrne
Adquisición Compra directa en ACFA y facultades de arquitectura asociadas
Directora Carrera de Arquitectura
Normas Editoriales Formato 23X24 Cm Carátula esmaltado de 240 grs. Interior esmaltado de 150 grs. Impresión offset policromía Encuadernación rústica
OTROS CARGOS
Agradecimientos: Práctica profesional Universidad de la Salle Hito Revista de Arquitectura, es una publicación de la Asociación Colombiana de Facultades de Arquitectura - ACFA. Participan las instituciones afiliadas, docentes, estudiantes y funcionarios. Las opiniones y comentarios que aparecen en el presente número corresponden solamente a sus autores, encontrándose ACFA exenta de responsabilidad por esta causa.
Pontificia Universidad Javeriana - Cali
Revisor Fiscal Álvaro Pungo Herrán Asistente Ejecutiva Lucila Rojas Joya Director Revista HITO Rubén Hernández Molina
Universidad Nacional de Colombia
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HITO: mojón o poste de piedra que indica dirección en los caminos. “Los mojones son punto de referencia, pero en este caso el observadorno entra en ellos, sino que le son exteriores. Por lo común se trata deun objeto físico, definido con bastante sencillez, por ejemplo, unedificio, una señal, una tienda o una montaña. Su uso implica laselección de un elemento entre una multitud de posibilidades. Algunosmojones están distantes y es característico que se los vea desde muchosángulos y distancias, por arriba de las cúspides de elementos máspequeños, y que se los utilice como referencias radiales. Pueden estardentro de una ciudad o a tal distancia que para todo fin prácticosimbolicen una dirección constante.Se trata de clanes de identidad e incluso de estructuras usadasfrecuentemente y parece que se confía cada vez más en ellas a medidaque el trayecto se hace más familiar.”
Kevin Lynch La imagen de la ciudad
Construcción de la cúpula del Planetario de Bogotá: Pizano, Pradilla, Caro y Restrepo Ltda. Inaugurado el 22 de diciembre de 1969
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ARTÍCULOS Didáctica y percepción de la Arquitectura............................................................................................................
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Universidad Nacional de Colombia, Manizales. Arq. Juan Gabriel Ocampo Hurtado Ambalema, Honda, Mariquita, una ruta cultural sobre el río Magdalena........................................................... Una experiencia Academica Internacional en la Universidad de Ibagué. Arq. Olimpia Niglio Flora de los Ángeles Morcate Labrada
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Diagnóstico del puente principal del castillo san pedro de la roca....................................................................
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Msc. Margarita Hechavarría Hernández Antecedentes de la vivienda Industrializada como propuesta ecológica............................................................ Arq.Jaime Sarmiento Ocampo Pemp De Pasto: desaciertos de la Política frente al Patrimonio Urbano Arquitectónico.......................................
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Arq.Jaime Alberto Fonseca González Más allá del borde, un reto para el mundo...........................................................................................................
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Arq.David Francisco Llamosa Escovar La formación del docente de Arquitectura.............................................................................................................. Arq.Paula Andrea Florez
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TESIS Lugares duales-Biblioparque de la Biodiversidad Cerro Cristo Rey Villavicencio 2011......................................
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Vannesa Ordóñez Torres. Alacaldia Local de Bosa........................................................................................................................................ Juan Sebastian Rubio
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RESEÑAS Experiencias y métodos de la restauración en Colombia Volumen II...................................................................
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Alberto Corradine Angulo NOTICIAS Experiencia de Restauración de la plaza de mercado pública de Santa Cruz de Lorica-Cordoba Colombia Arq. Emilo Flóres Ruíz Arq. Fredy Rodríguez Moreno
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DESDE LA PRESIDENCIA
ACFA comprende el compromiso de vincular un canal para la difusión de la producción intelectual de sus miembros con un grado de independencia y cientificidad que garantice la credibilidad. Es un deber institucional mantener esta publicación como el lugar que albergue tanto la disertación abierta y franca de los docentes, como la exposición de los trabajos, producto de las exploraciones académicas de los estudiantes en formación. En definitiva, este es el espacio —idóneo por excelencia— para atreverse a saltar los muros de la formalidad paradigmática de la cotidianidad. En este contexto, la misión de nuestra agremiación debe buscar todos los mecanismos posibles para mantener vigente, abierta y asequible la mayor cantidad de medios necesarios, la circulación, lectura y debate de la publicación, icono de la asociación. El proceso debe seguir consolidando una sinergia cuyo objetivo final permitirá dar mayor robustez a la serie de poblaciones realizadas hasta el momento presente. El gran reto que sigue para nuestra publicación es ampliar su cantidad de ediciones, aumentar los contenidos y buscar el reconocimiento en comunidades académicas y científicas, a nivel nacional e internacional. Así, esta publicación conservaría el espacio para la presentación de los resultados académicos de nuestros estudiantes, en conjunto con razonamientos rápidos sobre problemas cotidianos, acompañados de artículos con profundas disertaciones científicas, artísticas y culturales, propias de nuestro conocimiento disciplinar. Asimismo es fundamental recuperar elementos esenciales de la disciplina y del oficio profesional; por ejemplo, aumentar el nivel de profundidad en búsqueda conocimientos científicos en bioclimática (física, ergonomía, etc.), urbanismo (ecología, historia, geografía, etc.), teoría (estética, sociología, antropología, entre otras), y unir esfuerzos para recuperar los orígenes del oficio gráfico y comunicativo con expresión cálida, intencional y artística.
Alexander Niño Soto Presidencia
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DESDE LA DIRECCIÓN
Los matices últimos de cada aroma de la revista Decía Margarite Yourcenar que la mejor manera de conocer a una persona es ver su biblioteca. Probablemente para este número de HITO 27 no sea tan cierta esta verdad, pues no se imprimirá. El aroma de una revista o un libro nuevo lo aportan el papel, la tinta y la relación que ambos tienen con los pegantes y los plastificados en la forma como se combinan. En esta herencia del olor, el papel proporciona la información que no se transforma con el tiempo, secundado, quizás, por los lugares en que se almacenan; pero el documento, con la luz, manipulación en la lectura y la condición de almacenamiento, cambia su aroma y color, y obra el milagro de la inmortalidad contra la temporalidad. Logotipos, fotos, planos, escritos, así como tipografías, espacios, interlineados y sangrías son los que otorgan los matices últimos de cada aroma de la revista. No es fácil el equilibrio. Así, un abismo se abre entre la tristeza sucinta de una revista en impreso y una digital, una generosa de texturas, olores que salen por sus poros, y otra sin la fragancia de la tinta, crecida de imágenes y texto digital, embellecida por la seducción de la pantalla.
Rubén Hernández Molina Dirección Editorial
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DIDÁCTICA Y PERCEPCIÓN DE LA ARQUITECTURA. Universidad Nacional de Colombia, Manizales.
Arq. Juan Gabriel Ocampo Hurtado * *Arquitecto de la Universidad Nacional de
Colombia, sede Manizales; Especialista en Desarrollo Gerencial de la Universidad Autónoma de Manizales; Magíster en Multimedia educativa de la Universidad de Barcelona, España, y Doctor en Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad Autónoma de Morelos, México. Docente de Universidad Nacional, sede Manizales. Resumen Como parte del proceso formativo en arquitectura, se propone la estructuración sensorial a partir del uso consciente de los sentidos. La conjunción entre experiencia y razón ofrece un escenario de construcción de conocimiento en donde se posibilita la evolución en el proceso formativo. Los sentidos, mediante su uso intenso como fuente de información, enriquecen el análisis del problema arquitectónico y por consiguiente favorecen la elevación del nivel de juicio y crítica. Esta propuesta tuvo su primera fase en la tesis de doctorado “El Lugar de la Ciudad Arqueológica- Xochicalco, Morelos” en México. Actualmente tiene lugar una segunda fase en la investigación “Lógica y Arquitectura” en la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales (Hermes, 12579). Palabras clave Estructuración sensorial, formación del arquitecto, crítica arquitectónica, percepción, evolución, vista, oído, tacto, olfato, gusto.
Introducción La preocupación cada vez más tangible por el “cómo” de la enseñanza de la arquitectura es genuina no solo a partir de la lectura de múltiples ejemplos sobre desafortunadas intervenciones urbanas presentes en Colombia y en el mundo, sino también a partir de la conciencia sobre la responsabilidad que tienen las universidades y en concreto sus profesores sobre la construcción futura de las ciudades. Claramente lo han evidenciado en diversos escenarios Beatriz García, Jorge Pérez, Alberto Saldarriaga, Hernando Vargas, Claudio Varini, Carlos Niño, Benjamin Barney, Jorge Caballero y Mariana Patiño1 , la urgencia de revisar el tema de la formación en arquitectura supera el rango de lo importante para llegar al nivel de lo urgente, dado el pausado y latente deterioro de las ciudades latinoamericanas. Semestre tras semestre se pueden apreciar las ceremonias de grado de nuevos profesionales en arquitectura, procedentes de no pocas universidades colombianas, donde a lo largo de su carrera tuvieron intensas labores de entrenamiento en la composición y el diseño de formas a las que se les dedica un altísimo porcentaje de dedicación en los planes curriculares. Sin embargo, al tener un grado de acercamiento profundo sobre la presencia de enfoques o visiones que caractericen y den rigor a la formación integral, la preocupación sobre la calidad de la ciudad presente y futura se incrementa. Que conveniente sería encontrar mayor intensidad en enfoques para la protección al sentido de lugar como los mencionados por Saldarriaga Roa a partir de los cuales no solo la plástica fuera importante, sino también la construcción, la restauración, el paisajismo y la teoría, entre otros campos de acción. Seguramente en muchos de los programas existentes se ha intentado una y otra vez la elaboración de ejercicios académicos en los que se busca la elaboración de proyectos arquitectónicos constructivos. Seguramente también se habrán encontrado con las dificultades inherentes a dicho reto derivadas por la complejidad del ámbito interdisciplinario. Esta dificultad ha superado en muchos casos los esfuerzos de las comunidades académicas, hasta el punto de aceptar, se podría decir, de común acuerdo, que la formación del arquitecto es suficiente cuando este se encuentra capacitado para elaborar anteproyectos arquitectónicos. Esto significa que los arquitectos de muchos —no de todos— programas curriculares de arquitectura colombianos se han preparado durante cinco años para elaborar anteproyectos arquitectónicos. Si 1
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La revista HITO de agosto de 2002 fue dedicada al tema de la enseñanza de la arquitectura. Los autores mencionados publicaron artículos en esta edición.
esto es cierto, se podría decir que se están graduando anteproyectos de arquitectos y no arquitectos, situación que plantea dos posibilidades: cambiar el título de la carrera a diseño arquitectónico, o replantear la carrera de arquitectura… o ambas. Por otra parte, parece natural que los arquitectos recién graduados inicien una labor de formación adicional en su primera etapa dentro del campo profesional. Como es lógico, un miembro nuevo en cualquier organización tiene un periodo de entrenamiento y adaptación a su sitio de trabajo. Esto es razonable y necesario. Cosa contraria ocurre cuando este profesional carece de las competencias fundamentales para enfrentar su labor. Allí se pueden evidenciar problemas en la calidad del profesional derivadas de su proceso formativo. Si bien hay programas de arquitectura en Colombia en los que esta preocupación se ha tomado en serio y el perfil de los nuevos arquitectos se ha enriquecido, hay otros en los que las modificaciones a los programas curriculares son más de forma que de fondo. La diversidad de enfoques y visiones no es contraproducente. Por el contrario es enriquecedora en términos de lograr mejores programas de arquitectura e incluso la cualificación de muchos de los arquitectos graduados en el pasado. La diversidad y la diferencia en lugar de ser una debilidad, se presentan como una oportunidad para enriquecer la oferta de perfiles de arquitectos, de acuerdo con las fortalezas existentes en cada comunidad académica. En lo que parece haber acuerdo es en la necesidad urgente de tomar el problema de la formación del arquitecto en serio. Es lo que se esperaría frente a la pertinencia de responder a las necesidades reales del país. El enfoque que se propone en este caso es la interpretación a partir de la percepción sensorial. Retomar la construcción de conocimiento a partir de posiciones clásicas en las que el conocimiento se nutre por la enseñanza razonada y por las ideas provenientes de la experiencia puede parecer una visión que atienda a propuestas metódicas antiguas2. Sin embargo hay un aporte que se plantea como alternativa y es el que se refiere al uso consciente de los sentidos. Método La investigación de la que procede esta propuesta de enseñanza de la arquitectura se finalizó en 2009 con la tesis de doctorado denominada “El lugar de la ciudad arqueológica- Xochicalco, Morelos”3. A partir de dicha investigación se da la necesidad de profundizar en temas de lógica aplicada a la arquitectura y por esta razón se procedió a la creación de la línea de investigación en Lógica y Arquitectura en la que participan estudiantes de noveno y décimo semestre de la Escuela 2 Khôra, Platón. 3 Tesis presentada como requisito de grado en el Doctorado en Arquitectura, Diseño y Urbanismo en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, México.
de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. Se tiene como base metódica la triangulación hermenéutica que se emplea a modo de estructura a partir de la cual cada estudiante se somete a tensión conceptual en búsqueda del sentido de su función como arquitecto a partir del uso consciente de un sentido en particular. El reto de entender el tema de la arquitectura desde la visión, oído, tacto, olfato o gusto se resuelve desde un trabajo en equipo de discusión que se inicia con la recolección de información, continúa con el análisis de la misma y finaliza con la elaboración de una propuesta teórica en la que se propone la relación de dicho sentido en particular con la arquitectura como ámbito poético e incluso narrativo.
Resultados La investigación encontró reacciones conscientes e inconscientes por parte de los estudiantes. En algunos casos la dificultad implícita en la necesidad de recurrir a la lectura como medio de adquisición de información fue resuelta de una forma fluida gracias a la naturaleza del tema y al proceso lúdico vivido. Otros estudiantes por su parte tuvieron dificultad en resolver el reto propuesto, que se refiere a la condición de formación y estructuración particular de cada individuo. El uso de la percepción sensorial a partir de la individualidad de cada sentido incrementó la consciencia sobre la forma de adquisición del conocimiento por parte del arquitecto. La experiencia profunda de la arquitectura (Saldarriaga, 2002) se enfatizó con el uso consciente de los sentidos en la medida en que un sentido aportaba información adicional a los otros. La omnipresencia del sentido de la vista en la arquitectura, estudiado una y otra vez por diferentes autores (Pallasmaa, 2006), se pone en contraste con posibilidades como la caricia física al material. Las sensaciones provenientes de la textura o la temperatura enriquecen la información que nutre la experiencia. El sonido de la brisa, y en general del paisaje, caracteriza la obra para ampliar así la comprensión de la obra. Por su parte, el olfato y el gusto permiten encontrar vías de aproximación a relaciones de orden cultural que dan sentido de lugar a la arquitectura. La percepción sensorial acerca al arquitecto a la esencia material e inmaterial de la obra. El estudiante encuentra así un camino para trascender de la forma pura a la forma enriquecida con la materia. El volumen digital y sintético, rico posiblemente en diseño geométrico, en-
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Sala del planetario de Bogotá, “Mirar con la mente”. Guion del museo del Espacio, parque Explora para la Secretaria de Cultura Recreación y Deporte, año 2012
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cuentra en lo análogo de la posibilidad material valores que le obligan a profundizar en temas técnicos, constructivos y simbólicos. Lo obvio del uso de los sentidos puede encontrar trascendencia en su uso consciente. Esta consciencia facilita la estructuración mental y por tanto la elevación a la capacidad de elaboración del juicio y la crítica.
disfruta una buena bandeja paisa en una de las casas de Salamina, Caldas, podrá concluir que la experiencia arquitectónica se funde con la gastronómica en ese momento. Naturaleza y cultura se encuentran así en un momento de éxtasis de la percepción sensorial.
La estructuración sensorial del arquitecto le instrumenta de la siguiente forma:
Conclusiones
Sentido de la vista: independientemente de las bondades de disfrutar la plástica de la arquitectura y su relación con el entorno físico, el uso consciente de este sentido requiere de una distancia adecuada para el logro de su efectividad. No es la distancia corta e inmediata la que atiende a este sentido. La existencia de una distancia suficiente entre el observador y la arquitectura implica la percepción estática o dinámica sobre el sitio. Ya sea la visión serial de Cullen, la percepción visual de Rasmussen, o las visiones de otros teóricos de la arquitectura, la visión ha tenido una participación privilegiada en el estudio de la arquitectura. A pesar de que este sentido es fundamental, no es suficiente de forma independiente para lograr la integralidad de ideas o sensaciones procedentes de la experiencia de un habitante en un sitio.
La estructuración sensorial a partir de la vista implicó distancias largas para poder adquirir la información buscada. Por su parte, la información adquirida a partir del tacto obligó una distancia mínima entre la arquitectura y quien la estudia. La aplicación de la audición como medio de comprensión del problema arquitectónico aportó información adicional a la planteada inicialmente en procesos de taller de diseño tradicional como el espacio envolvente a la arquitectura. El olfato como ejercicio consciente puso a la memoria como tema fundamental del sentido de lugar. La dificultad inherente al gusto obligó a encontrar su solución en la relación entre arquitectura y cultura.
Sentido del tacto: la distancia desaparece para entrar en contacto directo con la obra. Tocar el edificio y sentirse tocado por el mismo permite que el material comunique a quien lo experimenta sensaciones enriquecedoras y diferentes a las de la vista. La textura, la temperatura y la presencia o ausencia de la masa establecen tensiones de relación entre el arquitecto y la arquitectura. Sentido del oído: los sonidos procedentes de cualquiera de las formas del paisaje no solo dan profundidad a la arquitectura sino que ubican a la obra en un espacio tridimensional que se proyecta en el espacio lejano. Así como el perro ladra en las montañas y esto habla de la existencia del otro, en la ciudad el ruido procedente del tráfico ubica la obra en un espacio-tiempo específico. El sonido viaja y se refleja. Rebota y llena los espacios. Sentido del olfato: así como cada ciudad tiene su propio aroma, cada paraje o lugar puede llegar a caracterizarse por un olor específico. El ingreso a un jardín, a un parque acuático o a una bodega de vinos tiene un carácter totalmente independiente. La ubicación adecuada de los sitios generadores de olores y el manejo de las corrientes de viento viento instrumenta al arquitecto sobre el manto aromático que puede cubrir y recorrer la arquitectura. Sentido del gusto: la especialización que implica este sentido frente al ámbito de la arquitectura obliga no solo a hacer la referencia sensorial a un comedor o restaurante, sino a la relación entre la cultura culinaria y la arquitectura propia del lugar. Así, por ejemplo, si alguien goza la experiencia gastronómica de los chilaquiles o las enchiladas en el restaurante “Las Mañanitas”4 de Cuernavaca, México, o si alguien
La estructuración sensorial del arquitecto representa una posibilidad en el fortalecimiento de los procesos de formación de arquitectos tanto a nivel de pregrado como de postgrado. La relación directa entre investigación y educación es clave de una respuesta coherente frente a la responsabilidad de construcción de la ciudad contemporánea. No solo se debe atender a la inquietud de las deficiencias en los programas académicos, sino que es conveniente e incluso importante elevar la calidad de los docentes e incentivar la realización de investigaciones que fomenten la pirámide del conocimiento.
Bibliografía Saldarriaga Roa, Alberto (2002) La arquitectura como experiencia, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá Pallasmaa, Juhani (2006) Los ojos de la piel, Barcelona, Gustavo Gili Cullen, Gordon (1961) The concise Townscape, Londres, Architectural Press Rasmussen, Steen Eiler ([1959] 2007) La experiencia de la Arquitectura, Bogotá, Reverte
4 Restaurante típico mexicano de gran aceptación en el Estado de Morelos.
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AMBALEMA, HONDA, MARIQUITA, UNA RUTA CULTURAL SOBRE EL RÍO MAGDALENA UNA EXPERIENCIA ACADEMICA INTERNACIONAL EN LA UNIVERSIDAD DE IBAGUÉ *Arquitecta de (1985) la Universidad de Nápoles, Federico II y doctorado en Investigación en Conservación de Bienes Arquitectónicos (2000) de la misma universidad. Profesora de la Universidad eCampus, Facultad de Ingeniera (Como, Italia). Investigadora y coordinadora del proyecto Nuevos instrumentos de diagnóstico en el campo de la restauración arquitectónica, Fondos MURST (2000- 2001). Profesora de Restauración Arquitectónica para el pregrado de Historia del Arte de la Universidad de Pisa y de Historia y Técnica de la restauración en la Escuela de Especialización de Historia del Arte del mismo ateneo. Desde 2006 ha sido Profesora Invitada del programa de Arquitectura de la Universidad de Ibagué (Colombia), donde coordina un curso de verano en Restauración Arquitectónica. En la actualidad es profesora de Restauración en la Universidad eCampus (Novedrate - Como) y coordinadora científica de los cursos de especialización en Análisis y evaluación del riesgo sísmico de los edificios históricos.
Arq. Olimpia Niglio/Flora de los Ángeles Morcate* Conocimiento de un territorio La importancia de un territorio escondido en el corazón de Colombia, entre la Cordillera Oriental y la Central a lo largo del río Magdalena, se encuentra recogida en antiguos testimonios, gracias a que los estudios arqueológicos y antropológicos de las culturas precolombinas que allí habitaro permiten un recorrido por sus antiguos orígenes.
Resumen Se busca analizar la oportunidad de una Ruta Cultural Mariquita, Honda, Ambalema en el Departamento del Tolima a través de las contribuciones de los escritos de los viajeros europeos del siglo XIX que visitaron el territorio. Se pretende valorar una ruta histórica muy importante para la historia y el desarrollo del Tolima y de Colombia, articulando la atención al conocimiento del territorio y el centro histórico de Ambalema, tema del curso de cooperación internacional (Italia, Colombia y Cuba) en la Escuela Internacional de Verano de la Universidad de Ibagué desarrollado en agosto de 2012. El territorio del Tolima ha sido poblado por los españoles y los ingleses, por tanto las relaciones con la historia de Europa son muy fuertes. Palabras clave Paisaje, patrimonio, ciudad histórica, restauración urbana, conservación integrada.
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El territorio al que nos referimos pertenece hoy al Departamento del Tolima e incluye los municipios de Mariquita, Honda, Ambalema y su capital Ibagué. Este territorio, atravesado por el río Magda-
lena, fue la principal ruta fluvial del Caribe que permitía llegar hasta el corazón de Colombia y la Costa Pacífica durante la época precolonial, y después de la Colonia. Honda y Ambalema fueron puertos importantes, ya que permitían la comunicación con otras ciudades del interior, incluyendo la capital de Colombia, Bogotá. Fue en estos territorios donde se desarrolló la exploración botánica del médico español José Celestino Mutis, desde el 1783 hasta el 1808, pasando por La Mesa, Guaduas, Honda, Mariquita, Falán, Ambalema y el Valle de San Juan hasta Ibagué (Restrepo, 1982; Wilson y Gómez, 2010). Hoy la Ruta Mutis está diseñada como un circuito histórico y cultural que interconecta todas estas poblaciones del norte del Tolima y de Cundinamarca. El Ministerio de Cultura colombiano, en 2008, con ocasión del bicentenario del fallecimiento de José Celestino Mutis, ha promovido muchos eventos y publicaciones para recordar esta importante exploración botánica que contribuyó al desarrollo de la ciencia médica, la botánica y la zoología. Sin embargo, el valor histórico y cultural de este territorio encuentra confirmación en los diarios de viaje que muchos exploradores y estudiosos emprendieron entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Todos recuerdan en los diarios de viaje las bogas del río Magdalena.
una época cuya descripción quedó enriquecida por las numerosas observaciones escritas por los viajeros que se aventuraban en estos parajes. Su origen, sin embargo, se encuentra en la Colonia. La presencia de los bogas en el Magdalena se remonta a los años de los encomenderos, cuando el tributo de los indios se trasladó a la lucha contra la corriente del río en busca de Honda. En su ensayo, David Ernesto Peñas Galindo se propone recomponer las piezas de esta historia trazando la formación de una nueva raza: la historia del zambaje atada al destino de Mompox y, por supuesto, al del río Magdalena (Posada, 1989: XXVI, 19). Con estas embarcaciones fue posible recorrer el río y alcanzar los puertos de Mariquita, Honda y Ambalema para luego iniciar rutas más inaccesibles que conducían a la capital Bogotá. Todavía hoy es un sistema de transporte civil y comercial muy usado para atravesar el río de una orilla a otra. Fue con el trasporte en bogas que también el médico Mutis viajó por el río Magdalena entre los territorios de Ambalema, Honda y Mariquita, ciudad donde hoy es posible visitar el centro de investigación y la casa donde vivió el médico durante el periodo de la segunda exploración botánica. Mariquita todavía era conocida por los nativos y sobre todo por los ingleses gracias a las minas de plata.
Mariquita, casa de la segunda expedición botánica de José Celestino Mutis (foto: Olimpia Niglio, 2008). Honda. Bogas en le río Magdalena (foto: Olimpia Niglio, 2012)
Se les encuentra en los cuadros típicos de comienzos del siglo XIX, con los remos en movimiento, rodeados del paisaje solitario y tranquilo de la ribera: son las bogas del río Magdalena. Verdaderos motores del transporte fluvial que antecedió por muchos años a la navegación en buques de vapor en Colombia, se les identifica generalmente con
Muy interesante valerse de las descripciones de los viajeros que conocieron estos lugares entre el siglo XVIII y finales del XIX, pues ello también permite valorar sus modificaciones, así como la conservación con respecto a la situación actual. Por ejemplo, Honda, fundada por los españoles en 1539, el 16 de junio 1805 fue afectada por un terremoto que destruyó gran parte de
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la ciudad colonial, edificaciones comerciales, puentes y dividió casi en dos la población. La situación de esta ciudad a principios del siglo XIX la describió Gaspard Théodore Mollien en el libro francés traducido en italiano, Viaggio alla Repubblica di Colombia eseguito nell’anno 1823.
centro agrícola de origen español, cuya calidad del tabaco fue muy estimada por Gaspard Théodore Mollien, quien describió este pueblo de la siguiente manera:
El autor analizó así la ciudad de Honda:
[…] Arrivai dunque senza incontrare nuovi ostacoli a Honda, lontana da Bogotà ventidue leghe. In una valle fiancheggiata d’ogni intorno di montagne è posta questa città; onde vi si soffre un soffocante calore. Fa d’uopo prima di giungervi attraversare due punti, il secondo dei quali è collocato sui Guali, torrente impetuoso che unisce le sue acque a quelle della Magdalena; ponti arditissimamente costrutti sopra schegge di rupi che ne formano le cosce, e soggetti a rovinare ad ogni tremuoto. Un flagello di questa natura soffertosi, son quindeci anni a Honda ha lasciate orribili orme dei guasti operati; molte case e la chiesa ne mostrano tuttavia le rovine. Pur rimangono ancora intatti alcuni edifizi assai regolari. Le strade sono lastricate e condotte in linea retta. Rilevante è la piazza per offrire ricovero ai navigli che vengono dalle provincie marittime e per essere il ricettacolo delle merci inviata alle interne province. Quivi è stato instituito un uffizio delle dogane Mollien 1830: t. I, 103-104). Más tarde Josiah Conder, viajero inglés, en la obra de varios volúmenes The Modern traveler, analizó Colombia, y en particular habló también de Honda y del viaje a través del río Magdalena. Así la describió:
Honda is prettily situated on rising ground enclosed by mountains. It was formerly flourishing, but was almost destroyed by the earthquake, and the civil war has greatly diminished its commerce. The convents and churches are now in a dilapidated state; and the population, which is said to have amounted to 10,000, now scarcely, exceeds 3,000 persons. The temperature is very hot, but not unhealthy. A custom-house is established here. All large boats stop and the bodegas, or warehouses, on bank, half a mile from the town, to avoid passing the mouth of the Guale, a foaming torrent which rushes down the neighboring mountains of Mariquita to join the Magdalena in the centre of the town. This torrent is crossed by a wooden bridge of one arch, boldly constructed on fragments of rock which serve as piers, but now in a very precarious state (Conder, 1825: 309). Estos testimonios históricos demuestran la importancia del lugar, aunque en el momento de la visita a esta ciudad se encontraba en un estado de enorme ruina a causa del terremoto del 1805. La situación cambió a finales del siglo XIX y la primera mitad del XX, momento en el que en la ciudad se establecieron importantes empresas comerciales y la construcción de una gran plaza del mercado edificada entre el 1917 y el 1935, todavía existente. La importancia comercial y cultural de las ciudades tolimenses ubicadas en las riberas del río Magdalena también se testimonió en Ambalema,
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AHonda, Plaza del Mercado, 1917-1935(Foto: Olimpia Niglio, 2012)
[…] […] giunsi a Beltran, porto d’imbarco per coloro che navigando la Magdalena vogliono trasferirsi ad Ambalema. Benchè mi fosse stato dato il suggerimento di seguire risalendo la destra sponda di questo fiume, preferii la sinistra che offriva maggiore copia di oggetti alle mie osservazioni ed uno tra questi per me importantissimo era la coltivazione del tabacco di Ambalema. […] […] In questo villaggio, il cui territorio contiene ragguardevoli piantagioni di tabacco di ottima qualità gli abitanti godono di una distreta agiatezza; vedesi a prima giunta che non mancano di faccende e men che altrove il popolo è afflitto da malattie, vantaggio che dal nodrirsi meglio derivagli. Mal fabbricata è Ambalema e fin la sua chiesa, singolarità assai rara nella Colombia, sarebbe un monumento di ben poca
importanza se non la raccomandasse un servizio di musica, di violini e stromenti da fiato (Mollien, [1823] 1830; t. III, 24-25). La ciudad de Ambalema: Monumento Nacional Como ha podido observarse, esta ciudad tuvo una gran importancia histórica y económica en el Tolima, que se extendió desde el siglo XVIII hasta la primera mitad del XX, y fue declarada Monumento Nacional por Decreto 776 de abril 2 de 1980; sin embargo, esta realidad urbana refleja en la actualidad un acelerado deterioro, como lo corrobora un interesante reportaje elaborado por la Unesco en 1969, denominado “Colombia. Desarrollo turístico y valorización del patrimonio artístico e histórico”, que indicaba cómo ya a finales de los años sesenta del siglo XX el territorio de Ambalema, a pesar de sus cualidades ambientales, paisajísticas e históricas, había perdido su interés económico, turístico y cultural. Infortunadamente esta situación se ha mantenido en los años subsiguientes, y actualmente Ambalema vive en una situación de total inmovilidad, con una comunidad empleada en actividades muy dispersas y de poco valor económico, resultando escasas las estructuras receptivas y comerciales, aunque todavía es bastante intensa la actividad agrícola, destinada sobre todo al cultivo de arroz y algodón. Hoy, Ambalema conserva antiguos testimonios como la Casa Inglesa, sede administrativa durante la época de los cultivos de tabaco, actualmente reservados al algodón y al arroz, además de muchos de los edificios residenciales construidos después del incendio del 1825, que destruyó todo el centro urbano. Particularidades de Ambalema son las casas en bahareque con pórtico. La importancia comercial de Ambalema encuentra confirmación en la primera mitad del siglo XX con la construcción de un ferrocarril y una
Ambalema. La Casa Inglesa (Foto: Olimpia Niglio, 2010 – izquierda, y 2012 - derecha)
estación ferroviaria que la conectó a la capital, Ibagué. Esta red ferroviaria fue abandonada en los años ochenta del siglo XX y hoy solo se mantiene la estación en estado de ruina (Niglio, 2012: 67-76). En esta ciudad puede observarse, como un rasgo distintivo, la interrelación con el medio circundante, estableciéndose un diálogo permanente entre el lugar, con la presencia del río Magdalena y las montañas, destacándose en este sentido la organicidad de la ciudad y su arquitectura. Una experiencia didáctica internacional en Ambalema El centro histórico de Ambalema (Santamaría, 1986), fundada por los españoles en el siglo XVI y reconstruida por los ingleses a finales del XVIII, fue el objeto de estudio en el curso Patrimonio Urbano y Cultural. Inventario urbano de Ambalema centro histórico – Malecón, dirigido por las autoras de este trabajo en la Escuela Internacional de Verano de la Universidad de Ibagué (agosto 2012). En este sentido se definieron los objetivos generales que se pretendían alcanzar con el curso, así como aspectos específicos por lograr, relativos al conocimiento del patrimonio y las actuaciones en el campo de la restauración, determinándose la realización del ejercicio en dos fases, dado el poco tiempo que representa su realización en solo dos semanas; la primera a desarrollarse en el 2012, y la segunda parte en el verano de 2013. Este curso pretendió incentivar en los estudiantes la necesidad de rescatar el valor histórico y cultural de la ciudad a través del conocimiento de esta realidad, determinando este aspecto como objetivo general del taller, conduciendo su desarrollo a la necesidad de plantearse cómo crear las condiciones económicas para el bienestar y el desarrollo económico local, generando acciones que permitieran una conservación efectiva del Patrimonio Urbano y Cultural, y considerando los aspectos
Ambalema. Viviendas con pórtico (Foto: Olimpia Niglio, 2012)
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económicos, sociales y culturales de Ambalema. Dejando sentado, por supuesto, la necesidad de acometer un trabajo interdisciplinar, donde la restauración de la arquitectura y la valorización del medio ambiente puedan contribuir al rescate de la ciudad. Para la consecución de los objetivos trazados se plantearon diversas actividades docentes como conferencias, talleres y visitas a Ambalema. En relación con el tema de la conservación en el Municipio de Ambalema, se hizo énfasis en los aspectos humanos y naturales, integrando valores materiales e intangibles, respetando el carácter de la ciudad histórica y el de sus paisajes, junto con la aplicación de leyes adecuadas y normas para armonizar la funcionalidad territorial y de la arquitectura, con los valores esenciales y naturales. Es por ello que en el curso se insistió en la necesidad de atender a la conservación integrada del paisaje natural y de la Arquitectura de Ambalema, lo que implicó la consideración de valores sociales, culturales y estéticos. Atendiendo a la complejidad del tema y al tiempo disponible, en solo dos semanas, se organizó el curso de modo tal que se pudiera realizar el diagnóstico de la ciudad histórica; para ello se conformaron cuatro equipos de trabajo, cada uno de los cuales analizaría aspectos relacionados con: •Grupo 1: la historia de Ambalema •Grupo 2: componente social: población, costumbres y tradiciones, composición social, aspiraciones, grupos de edades, sentido de pertenencia, expectativas •Grupo 3: levantamientos, proceso evolutivo de la ciudad, aspectos ambientales, morfología, vialidad, usos de suelo, análisis de las manzanas y parcelas •Grupo 4: inventarios. La información recopilada permitió conocer en detalle todos los aspectos relacionados con el desarrollo histórico de Ambalema, desde su surgimiento hasta la actualidad, las características de la población, problemática social, aspectos físicos del territorio, morfología, estructura, determinación de las zonas de valor, estado de conservación de los inmuebles, de las redes técnicas, inventario y categorización urbana del centro histórico de Ambalema (sectores, calles, Malecón y otros).
Dibujo de portada del libro Real expedición botánica del Nuevo Reino de Granada, ca. 1783., José Celestino Mutis y Nicolás Cortes, Museo José Celestino Mutis (foto: Olimpia Niglio, 2009)
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Ambalema, Tolima (octubre, 1996), Ministerio de Cultura, República de Colombia, Instituto Colombiano de Cultura, Subdirección de Patrimonio Cultural, División de Centros Históricos y Patrimonio Arquitectónico
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Universidad de Ibagué, curso Patrimonio Urbano y Cultural. Inventario urbano de Ambalema centro histórico – Malecón (dirigido por Olimpia Niglio y Flora Morcate Labrada). Dibujo del proceso evolutivo de Ambalema, Tolima, Grupo 3: Levantamientos, agosto de 2012.
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Universidad de Ibagué, curso Patrimonio Urbano y Cultural. Inventario urbano de Ambalema centro histórico – Malecón (dirigido por Olimpia Niglio y Flora Morcate Labrada). Ambalema. Plano de levantamiento de la Casa Inglesa, agosto de 2012, Grupo 3: Levantamientos.
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Conclusiones Esta experiencia didáctica fue sumamente interesante, ya que los estudiantes se enfrentaron al tema con un alto nivel de motivación al descubrir algunos, y otros redescubrir, los valores históricos, culturales y paisajísticos existentes en el municipio de Ambalema, así como el alto potencial turístico que encierra, y que puede convertirse en fuente de empleo y recursos para la conservación de esta ciudad histórica, que forma parte de la ruta cultural Honda-Mariquita-Ambalema. La organización del curso garantizó que el trabajo de campo, las vivencias y encuentros con los pobladores y autoridades del gobierno de Ambalema, aspecto relevante para la comprensión del tema, se incorporara en los estudiantes para acometer investigaciones futuras en el campo de la restauración. Los seminarios desarrollados fueron una muestra de la madurez alcanzada por los estudiantes del curso, los que plantearon sus ideas y las compartieron con el resto de los participantes, poniendo de manifiesto la forma en que fueron capaces de apropiarse de los conocimientos desarrollados por cada uno de los grupos que investigaron sobre la historia, el componente social, los levantamientos e inventarios de Ambalema.Con los trabajos realizados se logró obtener una fuente documental actualizada y critica, que pueden servir de punto de partida para futuras intervenciones en Ambalema. Bibliografía Conder, Josiah (1825) The Modern traveller a popular description geographical, historical, and topographical of the various countries of the globe. Colombia, London, p. 309 Mollien, Gaspard Théodore (1830) Viaggio alla Repubblica di Colombia eseguito nell’anno 1823, libro en francés traducido por Gaetano Barbieri, Nápoles Niglio, Olimpia (2012) “La restauración de la Arquitectura Republicana. La estación de Ambalema”, en Restauración Arquitectónica en el Tolima, Ibagué, Universidad de Ibagué, pp. 67-76 Posada Carbo, Eduardo (1989) “Viaje en champán”, Boletín Cultural y Bibliográfico del Banco de la República de Colombia, 19, XXVI <www.banrepcultural.org/blaavirtual/publicacionesbanrep/boletin/ boleti5/bol19/bol19.htm> Restrepo, Gabriel (1982) “José Celestino Mutis y la difusión de la Ilustración en el Nuevo Reino”, Ciencia, Tecnología y Desarrollo vol. m, 3-4 Santamaría, Germán (1986) Ambalema, Cali Wilson, Edward O. y Gómez Durán, José M. (2010) Kingdom of Ants: José Celestino Mutis and the Dawn of Natural History in the new world, Baltimore, Johns Hopkins University Press
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DIAGNÓSTICO DEL PUENTE PRINCIPAL DEL CASTILLO SAN PEDRO DE LA ROCA Msc. MARGARITA HECHAVARRÍA HERNÁNDEZ*
*Licenciada en Biología de la Universidad de
Introducción
El castillo San Pedro de la Roca, declarado por la Unesco Patrimonio cultural de la Humanidad, en 1997, construido por el famoso ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli, forma parte del sistema defensivo de la bahía de Santiago de Cuba. Su arquitectura resulta impresionante por la superposición coherente de códigos medievales y renacentistas que definen su imagen en diferentes terrazas a desnivel. Cubre un área de 9,5 km2, con cinco niveles que se abren en terrazas a la boca de la bahía; el frente de tierra muestra un ámbito de considerable valor espacial donde un revellín triangular se antepone al amplio foso seco; este último de importante valor artístico. La entrada al cuerpo principal, luego del paso por dos puentes levadizos, permite observar distintos recintos delimitados por gruesos muros de mampostería cubiertos por bóvedas sucesivas. La plaza de armas se muestra por medio de planos a desnivel relacionados por escalinatas y rampas que sirven de vínculo con otras plataformas y dependencias. El resultado del complejo proceso de adaptación al relieve permite hablar de un singular comportamiento volumétrico, plasticidad, volumetría y textura de las partes, y elementos componentes demuestran su carácter y personalidad. Desde su construcción hasta la fecha han transcurridos muchos años de exposición a la acción de diferentes factores tanto bióticos como abióticos, fundamentalmente el intemperismo, que en la zona costera tiene una acción más intensa. Santiago se está preparando para celebrar en el 2015 sus 500 años de vida, y en función de salvaguardar su propia historia y cultura se realizan trabajos de restauración de los inmuebles más importantes de la ciudad, y entre ellos tenemos El castillo San Pedro de la Roca. Para el diagnóstico de este inmueble se trazaron como objetivos valorar el estado de los elementos de madera del puente y el morrillo, localizar e identificar las patologías más frecuentes, así como determinar las causas que la generaron; para lograr estos objetivos fue necesario hacer una inspección visual en la que se localizaron patologías, con sus posibles causas, que se relacionan a continuación. Valoración del medio
El castillo San Pedro de la Roca está ubicado en una zona costera donde el clima es desfavorable, ya que las barreras naturales y artificiales que existen solo protegen la zona más baja y por tanto la incidencia de los factores abióticos, como la acción del sol, la lluvia y el mar, sobre los elementos de madera, son más agresivos, propiciando a corto plazo, cuando no son debidamente protegidos, la aparición de factores bióticos como hongos e insectos xilófagos.
Oriente de Santiago de Cuba. Fue Miembro del Laboratorio Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (1999-2002), Labora con el grupo de conservación y restauración de la Oficina del Conservador de la ciudad como conservadora científica y especialista en madera, en el Laboratorio de Diagnóstico de la oficina del Conservador de Santiago de Cuba. Máster en Biotecnología Ambiental (2005) y hasta la fecha cuenta con 23 cursos de posgrado entre recibidos e impartidos, dos eventos científicos y dos publicaciones. Ha realizado dos proyectos: uno para completar el equipamiento del Laboratorio y el otro sobre una planta de tratamiento para la madera empleada en las restauraciones de la Oficina.
Resumen El Castillo San Pedro de la Roca constituye por excelencia uno de los símbolos que identifica la ciudad de Santiago de Cuba. Como parte de las acciones que acomete la Oficina del Conservador de la ciudad para su preservación, se han realizado múltiples investigaciones, entre ellas esta, cuyo objetivo es evaluar el grado de conservación y definir las causas de generación de las diferentes patologías. Para ello fue necesario emplear técnicas biológicas y físico-mecánicas no destructivas. El resultado de estos ensayos permitió concluir que el estado de conservación de los elementos de madera del morrillo y del puente presenta deterioro muy avanzado debido a patologías como el deshilachamiento, las fendas y el ataque de insectos xilófagos. Palabras clave Conservación, técnicas biológicas, físicomecánicas, deshilachamiento, fendas, insectos.
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Como muestra la tabla 1, en todos los elementos del puente se observa más de una patología: el ataque de insectos y las patologías provocadas por la acción del intemperismo son las más frecuentes, y han causado más daño a estos elementos de madera. El ataque de termitas subterráneas se encuentra muy avanzado en todos los elementos y la causa es precisamente la falta de protección preventiva; se sabía antes de la última restauración (1997) que en esta zona existía esta especie de termitas y no se detectaron sus colonias, por no contar con equipos especializados para este tipo de trabajo, por tanto era importante proteger la madera antes de la restauración o de lo contrario se debería comprar madera con una alta durabilidad natural para garantizar su permanencia en el tiempo y así ahorrar recursos. Por otra parte existen una serie de patologías causadas por acción del intemperismo como fendas, caída de pintura, deshilachamiento; dentro de este grupo el deshilachamiento es la más frecuente y la más dañina porque provoca la aparición de las demás. El sol y la lluvia actúan sobre la superficie de la madera tanto en el exterior como en la protección superficial de esta; en tiempos diferentes la radiación solar actúa principalmente a través de los rayos ultravioleta y los rayos infrarrojos; los ultravioleta no penetran profundamente en la madera. Su acción se centra en la superficie provocando la degradación de la lignina, luego el agua de lluvia lava la superficie arrastrándola y finalmente se pierde cohesión entre las fibras, tomando un color grisáceo, como se observa en todos los elementos de madera del puente. Los rayos infrarrojos provocan un calentamiento de la zona donde inciden provocando la aparición de fendas en la superficie y la subida de resinas, debido al recalentamiento que producen. El agua de lluvia que moja la superficie de la madera sin protección es absorbida rápidamente; la diferencia de humedad entre la superficie y el interior de la madera provoca un estado de tensión en la pieza que ocasiona curvaturas, alabeos y fendas como se observa en las barandas del puente. Esta agua de lluvia se acumula en las uniones desajustadas ocasionando un aumento de la concentración de la humedad y por consiguiente el ataque de hongos de pudrición, en este caso pudrición parda en algunas uniones de los arriostres de las columnas y las vigas de basamento, entre las vigas de cierre de pórtico y las vigas de entrepiso, y entre los tímpanos y las columnas, donde se ha observado también crecimiento de hongo orejón. (fig. 10)
En el caso del morrillo, la degradación de la madera por diferentes factores es más profunda, por encontrarse en un ambiente más hostil, a pesar de estar aparentemente más protegida por barreras naturales, que en este caso son cortinas de vegetación, las cuales disminuyen la fuerza de los vientos y el impacto de los aerosoles marinos. En esta edificación se observó una avanzada degradación de la madera, fundamentalmente por el ataque de termitas y manchas de humedad por filtraciones de la cubierta. Cuando se da a la madera una protección superficial con pinturas o barnices, los rayos UV, los infrarrojos y la acción de la lluvia demoran más en llegar a la superficie de la madera que puedan ocasionar cambios en ella. Descripción de las patologías
Manchas de humedad: esta patología aparece cuando existen modificaciones en la coloración y aspecto general de la superficie por concepto de la presencia de humedad localizada. (figs. 1, 2, 3)
Fendas: que se pueden apreciar en los elementos de madera, son producto del trabajo que esta realiza cuando se contrae y dilata, por diferencias de humedad que existe entre el interior y las capas más externas. También pueden aparecer por problemas al secar o cortar, como en el caso de las fendas radiales. (figs. 4, 5, 6)
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Pudrición parda: la madera se torna de color pardo o carmelita, se contrae transversal a la fibra (en forma de ladrillos) y se desmorona en polvo pardo, atacan celulosa, hemicelulosas y alteran ligeramente la estructura de la lignina.
inferiores, aunque los hábitos subterráneos de sus miembros los hace muy característicos y difíciles de controlar. (figs. 11, 12)Deshilachamien-
El agua desempeña un papel muy importante en la fisiología de los hongos xilófagos, ya que es absolutamente necesaria para la germinación de las esporas, la secreción de enzimas, para disolver el sustrato en la absorción y transporte de sustancias nutritivas y la constitución de nuevos tejidos. (figs. 7, 8, 9)
Ataque de insectos: el ataque de insecto responde a la falta de un tratamiento preventivo; en este inmueble la especie de termita que se encontró fue Coptotermes sp. (fig. 18)
Es una termita subterránea que ha sido introducido en nuestro país y que actualmente junto con el comején casero Cryptotermes brevis constituyen las plagas más serias en Cuba. Ataca madera en uso, árboles vivos y en deterioro, y se constituye además en una plaga urbana. Construyen tubos de tierra, saliva y otros materiales para poder trasladarse de un lugar a otro y protegerse del ambiente externo. Los nidos se localizan generalmente bajo el suelo, aunque pueden llegar a realizar su existencia en contacto con el mismo. Son también especies
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to: esta patología es causada por factores abióticos como el sol y la lluvia, que actúan sobre la superficie de la madera al exterior y/o sobre la protección superficial de esta; la radiación solar actúa a través de los rayos ultravioleta y de los rayos infrarrojos; los ultravioleta no penetran profundamente en la madera. Su acción se centra en su superficie provocando la degradación de la lignina, luego el agua de lluvia lava la superficie arrastrándola y se pierde cohesión entre las fibras y toma un color grisáceo. (fig. 13 y 14)
Desajustes: los desajustes encontrados en los elementos del puente principal se deben a una mala ejecución y a la falta de mantenimiento frecuente que permitan corregir los mismos. (fig. 15, 16, 17)
Conclusiones
El estado de los elemento de madera del puente y del morrillo en sentido general es malo porque su grado de deterioro es muy avanzado y están comprometidos la mayoría con una u otra patología. La patología más frecuente de origen abiótico es el deshilachamiento y las fendas causada por la acción del intemperismo, y de origen biótico, el ataque de insectos xilófagos cuya causa principal fue la ausencia de protección preventiva. Recomendaciones
Sustituir todo los elementos dañados del puente y del morrillo. Aplicar tratamientos preventivos adecuados teniendo presente el nivel de riesgo de estos elementos. Establecer un ciclo de mantenimiento cada seis meses. Bibliografía
Microsoft Corporation, (2005) “Contaminación”, Microsoft® Encarta® 2006 [DVD] Microsoft Corporation (2005) “Madera”, Microsoft® Encarta® 2006 [DVD] Microsoft Corporation (2005) “Putrefacción y descomposición”, Microsoft® Encarta® 2006 [DVD] Microsoft Corporation (2005) “Termes” Microsoft® Encarta® 2006 [DVD] Peraza, S. F. y col. (2001) Protección Preventiva de la Madera. Santiago de Cuba, Artes Gráfica Palermo Nivel de riesgo
El puente principal del castillo San Pedro de la Roca está sometido a un nivel de riesgo III por no encontrarse en contacto con el suelo, no bajo cubierta (expuesta), por tanto el tratamiento que debe llevar es por inmersión prolongada con disolventes orgánicos hidrodispersables, productos mixtos o sales hidrosolubles.
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ANTECEDENTES DE LA VIVIENDA INDUSTRIALIZADA COMO PROPUESTA ECOLÓGICA Arq. Jaime Sarmirnto Ocampo* *Arquitecto de la Universidad Nacional, sede Medellín. Doctorado de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, de la Universidad Politécnica de Cataluña. Docente universitario y proyectista en Colombia y España. Docente de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín en la facultad de Arquitectura. Desde hace varios años desarrolla una investigación sobre los sistemas de construcción industrializada, y patentó un sistema en España. Por este obtuvo el premio Cultura E de la Alcaldía de Medellín para la formación de empresas. Resumen Una de las constantes preocupaciones de la arquitectura moderna ha sido ofrecer soluciones de vivienda industrializada en grandes cantidades. Desde los escritos de Casas en serie de Le Corbusier (1923), hasta nuestros días, los maestros de la modernidad se han afanado por presentar soluciones duraderas en el tiempo que puedan atender grandes poblacionales. Frank Lloyd Wright, Walter Gropius, Alvaar Aalto, Buckminster Fuller, Charles Eames, Jorn Utzon, entre otros, intentaron sin mucho éxito formular sistemas habitacionales que se acomodaran a las condiciones humanas. El gran problema de estas propuestas radicó en la estandarización y masividad frente a la pérdida de identidad del individuo. Sin embargo, muchos de estos planteamientos tenían la intención de preservar y hacer más eficientes los recursos físicos y humanos, desde un sentido ecológico. Se prevé, con las actuales tecnologías, que sería posible desarrollar este sueño truncado de la modernidad, sin renunciar a la individualidad. Palabras clave Arquitectura moderna, Vivienda industrializada, ecología.
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Introducción Con el título de “Casas en serie”, Le Corbusier nombró uno de los capítulos de su libro Vers une architecture (1923), para hacer mención a la producción de casas de manera industrial, tal como estaba sucediendo con los automóviles. No sería el maestro suizo el único abanderado en ofrecer soluciones en serie para la vivienda; también lo harían todos los grandes maestros de la modernidad, como en su momento lo formularon Mies van der Rohe, Walter Gropius, Frank Lloyd Wright y Alvar Aalto, y algunos que aparecían en segundas filas como Richard Buckminster Fuller, Jean Prouvé, o Jørn Utzon, entre otros. Producir industrialmente la vivienda ha sido una de las ocupaciones constantes de la arquitectura moderna hasta nuestros días. A diferencia de las industrias del automóvil, el tren, el barco o el avión, la manera de producir la arquitectura se ha visto rezagada por más de dos siglos. Quizás obedezca a que la industria ha alcanzado con mayor prontitud y facilidad aquellos productos que son móviles, en contraposición con las edificaciones estáticas e inamovibles. Se deben resaltar las condiciones del mundo en los dos últimos siglos, a partir de la revolución industrial, pues han cambiado de manera acelerada. Se han dado más cambios y, por tanto, mayor evolución en los últimos doscientos años que en los cinco mil anteriores: pensemos, por ejemplo, que el anhelo de volar del hombre, tan vivo en el imaginario de Leonardo Da Vinci hace cuatro siglos, apenas se pudo realizar en 1903 con el primer avión tripulado por los hermanos Wright. La reproducción de la imagen, tan solo posible mediante la técnica de la pintura durante miles de años, es ahora factible mediante la invención de la fotografía y posteriormente por el cine, la televisión o la Internet. Asimismo, los avances científicos en medicina o astronomía (ahora conocemos mucho mejor el universo). La humanidad ha podido llegar a la luna y vislumbrar otros planetas y galaxias inimaginables en la época del descubrimiento de América, cinco siglos atrás. Tras la era industrial, la era informática ha emergido con gran fuerza y celeridad. Llevamos tan solo tres décadas desde su comienzo, y nuestro modo de actuar y de relacionarnos con el mundo ha cambiado radicalmente. La percepción del mundo se ha transformado: la producción y el consumo se incrementan; la velocidad aumenta y las distancias disminuyen; la movilidad se extiende; los costos disminuyen y la publicidad crece exponencialmente. Pero otra cosa muy distinta sucede cuando observamos la manera en que construimos nuestro hábitat en el planeta. Los actuales procesos de construcción siguen rezagados, con respecto al tiempo, a las necesidades de la humanidad y a los aconteceres del mundo. Continuamos construyendo con técnicas ancestrales, mayormente con estructuras rígidas de hormigón (descubiertas por los romanos hace más de dos mil años) y cerramientos estables de cerámica (empleados desde tiempos inmemoriales de los aqueos hace
más de 11.000 años) o piedra. Seguimos construyendo de manera rígida e inamovible, cuando los tiempos que transcurren son de la movilidad, el cambio, la adaptabilidad, la ligereza. La tradición moderna La vivienda industrializada se originó con el propósito de construir resguardos en grandes cantidades, de manera rápida, precisa y bajo costo. Incluso tiene sus orígenes desde mucho antes que la revolución industrial; surgió de las necesidades propias del ser humano y se desarrolló, en principio, en situaciones ajenas a la propia vivienda, como consecuencia de las colonias extranjeras, los campamentos militares, los estragos de las guerras, la explotación minera, los desastres naturales o los asentamientos de emergencia. En Norteamérica la prefabricación nació en el siglo XVIII con los pioneros ante su afán de colonizar grandes extensiones de terrenos con edificaciones que se transportaran fácilmente y se montaran por mano de obra no cualificada. De ahí surgió el sistema Balloon Frame, un ligero armazón de listones revestido con tablones de madera que reemplazaba el tradicional sistema constructivo de robustas y pesadas vigas y columnas, importado por las colonias europeas. El sistema americano resultaba de gran utilidad ya que utilizaba materiales propios del lugar, era rápido, económico, ligero y se podía realizar con mano de obra no cualificada. Tuvo tal grado de aceptación que a mediados del siglo XIX el sistema representaba entre el 60 y el 70% del total de la edificación en Norteamérica; incluso hoy día sigue utilizándose. Otro de los factores que promovió la fabricación de casas en serie fue la fiebre del oro a mediados del siglo XIX, la cual requería asentamientos rápidos sobre territorios vírgenes. Pero sobre todo fue el impulso propiciado por Agustine Taylor (1872-1928), a quien se le atribuye la invención del sistema Balloon Frame y quien trabajaba en métodos racionales de producción eficiente, lo que permitió un gran avance de la producción en serie. A partir de allí grandes almacenes comerciales, como la cadena de almacenes Sears, se dedicaron a ofrecer a sus clientes casas por catálogos. Incluso el gran inventor estadounidense Thomas Alba Edison llegó a patentar y a construir barrios enteros con un sistema de casas prefabricadas de hormigón. Frank Lloyd Wright y el American System-Built Houses Entre 1911 y 1917, Wright desarrolla un sistema denominado The american System-built houses para la firma Richards Company (fig. 1). You Can Own an American Home era el eslogan que anunciaba el nuevo sistema en un periódico de Chicago. En más de novecientos planos Wright dibujó y elaboró especificaciones para producir industrialmente partes de edificios, como estructuras de madera, juntas para pisos, techos, molduras, ventanas o puertas. Más que unos modelos
preestablecidos, proponía una infinidad de variaciones de la vivienda que pudiera reducir el tiempo de construcción y costos de trabajo, a la vez que permitía unos diseños personalizados para cada cliente. El sistema no tuvo una buena acogida y se abandonó su producción; sin embargo, la fabricación de casas económicas en serie seguiría siendo durante muchos años uno de sus principales temas de interés. En los años treinta los esposos Jacobs le solicitaron una vivienda que no sobrepasara los 5.000 dólares; para Wright esta limitación se convirtió en un gran reto. ¿Cómo construir una vivienda digna con muy poco dinero? The house of moderate cost is not only America’s major architectural problem but the problem most difficult for her major architects […] As for me, I would rather solve it with satisfaction to myself and Usonia, than to build anything I can think of at the moment (Allison y Bryan, Frefab, 19). 1 La vivienda económica representaba para él la posibilidad de que la gente pobre accediera a la vivienda y, por otra parte, la oportunidad de expresar la individualidad en medio de una democracia. Este laboratorio de experimentación económico y social se tradujo en las casas usonianas de los años treinta y cuarenta, logradas a partir de la producción en serie de sus componentes. Seguramente fue Wright el arquitecto moderno que mostró una relación más clara y directa con la naturaleza; al utilizar los materiales propios del lugar; al vincular decididamente el espacio interior con el paisaje exterior, y al hacer que sus edificios emularan y se acoplaran perfectamente con el lugar en que se insertaban —recordemos, por ejemplo, la casa de la cascada—. Por esto se le reconoce de manera más evidente un sentido ecologista en su arquitectura. Los comienzos de la industrialización de la vivienda en Europa se dan de manera muy diferente. Podemos remontarnos hasta el arquitecto francés Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc a mediados del siglo XIX, quien en varios de sus proyectos introduce esbeltas estructuras metálicas, hechas en fábrica, imprimiendo con ello un aire de gracilidad en la estructura y propiciando un contraste entre los finos elementos y los gruesos muros de piedra. Otro de los grandes impulsores de la industrialización en Europa fue el paisajista inglés Joseph Paxton, quien para la feria universal de Londres, en 1851, construye el Crystal Palace, un enorme invernadero de 72.000 m2 construido con una finísima estructura metálica y cerramientos acristalados. La propuesta de Paxton parecía imposible de realizar por el gran tamaño de la edificación y por el poco tiempo de que disponía, pero solo la producción industrial en serie le permitió la realización de miles de piezas estandarizadas.
1 Declaraciones de Wright en Architectural Forum, 1938.
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El proyecto llegó a convertirse en un ejemplo de arquitectura grácil a gran escala y estandarte en los comienzos de la industrialización. Las “Casas en serie” de Le Corbusier En la escena europea y mundial, uno de los actores más beligerantes e influyentes en pro de la industrialización de la vivienda fue Le Corbusier. En 1914 patentó un entramado estructural de losas y pilares que llamó Maison Dom-ino, que reemplazaba el tradicional sistema imperante de muros de carga. Este sistema le permitiría desarrollar los llamados “cinco puntos” de su arquitectura: la planta libre, la terraza jardín, los “pilotis”, la ventana longitudinal y la fachada libre, pero sobre todo posibilitaban la conexión, el crecimiento, la adaptabilidad y la variedad del conjunto mediante unas piezas regulares. Con un principio de ensambles similar al sistema Dom-ino, Le Corbusier realizó luego varios proyectos residenciales, como el conjunto habitacional de Pessac en Burdeos (fig. 2), todo un barrio conformado a partir de módulos rectangulares que se podían subdividir y aparear de diversas maneras, conformando bloques de edificios.2 Su preocupación por hacer de la vivienda industrializada el motor de transformación de la sociedad y de la arquitectura estaba presente en muchos de sus escritos:
pues la arquitectura para él era un medio que buscaba principalmente emocionar al ser humano. Le Corbusier realizó múltiples proyectos de casas en serie durante toda su carrera, como los mencionados Maison Dom-ino (1914) y la ciudadela Frugès en Pessac (1924), o la Casa Monol (1919), Casas de hormigón armado (1919), las Casas Citrohan (1921), las Casas para artistas (1922), Casas para obreros (1922), Villas inmueble (1922), Casas para artesanos (1924), pasando por sus propuestas habitacnales Roq et Rob en Cap Martin (1949), donde a partir de un sistema
[…] se han producido en las fábricas tantos cañones, aviones, camiones y vagones, uno se dice ¿No se podrían fabricar casas? Este es un estado del espíritu muy acorde con la época […]. La casa ya no será esa cosa pesada y que pretende desafiar los siglos, el objeto opulento por el cual se manifiesta la riqueza; será una herramienta, como lo es el auto (Le Corbusier, p. 193). Le Corbusier encontraba en la industria el gran aliado para actualizar la arquitectura de comienzos del siglo XX, en particular la vivienda, “Pour Bâtir: standariser et tayloriser” había afirmado insistiendo en la necesidad de estandarizar y producir industrialmente los componentes constructivos. Su misión revolucionaria se vio tergiversada por algunos críticos que, a raíz de su frase “casa es una máquina para habitar”, lo clasificaban como un arquitecto funcionalista. Se trataba de una interpretación bastante literal de sus palabras. Su obsesión no era convertir la casa en un mecanismo complejo; su deseo era convertir la casa en un instrumento eficiente que dignificara la existencia humana, 2 El resultado de la planeación de estas viviendas y su uso por parte de los usuarios da para reflexionar acerca de la industrialización en serie y su relación con los habitantes: una vez terminado el barrio, los usuarios de las viviendas transformaron radicalmente sus casas cubriendo o cerrando las terrazas, pintando las fachadas con otros colores, haciendo modificaciones según sus propios requerimientos, al punto de desfigurar completamente la urbanización y dejar pocos vestigios de la imagen preconcebida por Le Corbusier. En años posteriores el gobierno Francés recuperó y restauró las viviendas a su estado original. Estos hechos no dejan de lado la dicotomía presente entre el hábitat repetitivo, totalmente planeado por el arquitecto, y el deseo de los usuarios de expresar su propia individualidad.
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de estructuras metálicas denominado Brevet 2,26 x 2,26, realizado con perfiles industriales, arma una parrilla tridimensional que serviría de soporte a los cerramientos y entresuelos, contando con la posibilidad de tener una gran diversidad de espacios (fig. 3). La propuesta
de Cap Martin se quedaría en proyecto; pero el sistema de parrilla estructural constituido a partir de delgados perfiles metálicos se vería materializado en posteriores obras, como la Maison de L’Homme en Zúrich (1967) o el Pabellón Suizo en la Ciudad Universitaria de París (1931). Este tipo de retícula espacial, que servía de soporte, daría pié a las Unités de habitación de mediados de los cincuenta, las cuales se concibieron por Le Corbusier como grandes edificios —inspirados en los buques trasatlánticos—, con una propuesta de habitabilidad novedosa: en el interior de los edificios se podían reunir la vida doméstica con otras actividades como el comercio, el trabajo, el ocio o la educación. Las Unités eran una especie de micromundo. Aunque pudiera parecer que sus propuestas se alejaran de la naturaleza, puesto que en ellas predominaba la abstracción y el contraste con el paisaje, en el fondo tenían un sentido reivindicatorio de la misma. Le Corbusier utilizaba los agentes naturales como el sol, el viento, la lluvia, las vistas o el paisaje como instrumentos de diseño. En su arquitectura no solo imperaba un sentido práctico sino que buscaba en la naturaleza un aliado del cuál aprender para conciliar el mundo físico construido por los humanos con el mundo natural. Muchos de sus edificios y propuestas incluían mecanismos naturales para propiciar un mayor confort en sus viviendas, como,por ejemplo, disponer de terrazas jardín o quiebra soles para atenuar la radiación solar, o acomodar las edificaciones según la orientación solar para aprovechar más horas del día, o crear cubiertas elevadas con acumulación de agua para refrigerar los niveles inferiores, o extender las ventanas de extremo a extremo para que entrara mayor cantidad de luz, o concentrar la estructura reemplazando los muros de carga en unos cuantos pilares, generando con ello las “plantas libres” y un contacto más directo con el paisaje circundante. Aunque no fuese tan evidente, todos estos factores hacían que su arquitectura tuviese un sentido ecológico, pues ponían en plena convivencia los factores naturales con el hábitat humano. Gropius, Wachsmann y las Packeged houses La vivienda en serie tuvo otro abanderado importante en el arquitecto alemán Walter Gropius, fundador y director por varios años de la escuela Bauhaus, en la que implantó una formación que reunía el arte con la técnica: “El artista es un artesano enaltecido”, diría. Para el certamen de la Weissenhof en Stuttgart, en 1927, promovido por la asociación de arquitectos, artistas e industriales denominada “Werkbund”, que convocó a los arquitectos más prominentes del panorama europeo para formular soluciones vanguardistas para la producción industrial de la vivienda, formuló una vivienda totalmente
modular, construida con materiales secos, con una estructura ligera de metal recubierta con paneles de fábrica (fig. 4). Seguramente la contribución más importante de Gropius a la vivienda prefabricada se da en el trabajo conjunto con el arquitecto alemán Konrad Wachsmann, llamadas Packaged houses de principios de los cuarenta (fig. 5). Por ese entonces Wachsmann estaba huyendo de la guerra en Europa; previamente había trabajado en el desarrollo de sistemas modulares. Cuando llegó a Estados Unidos fue recibido y hospedado por la familia Gropius en Nueva York; apenas portaba entre sus bienes un par de juegos de planos que traía de Europa en los que se describía el sistema de ensambles de unos paneles de madera, unidos por unas pletinas metálicas. Cuando Wachsmann le enseñó a Gropius el proyecto, este se mostró tan interesado que le propuso desarrollar el sistema de manera conjunta para la General Panel Coorporation, de la que Gropius era vicepresidente. Wachsmann3, en el sótano de los Gropius donde había improvisado su oficina, se dedicó incansablemente a mejorar el sistema hasta que logró unas ingeniosas juntas metálicas, unas clavijas que se encadenaban facilitando el montaje; de esta manera se lograba unir paneles en hilera, en forma de ‘L’, en ‘T’ o en cruz, tanto en vertical como en horizontal, lo que otorgaba al sistema una gran flexibilidad en el momento de diseñar. El sistema en su conjunto permitía expandir o contraer la edificación, haciéndola muy versátil. A finished house in only 8 hours era el lema promocional de la que prometía ser la casa prefabricada por excelencia, el clímax de décadas de evolución y experimentación en la vivienda prefabricada; además parecían darse todas las condiciones para el éxito de esta empresa: el ingenio de Wachsmann se combinaba con la experiencia y el prestigio de Gropius; se tenían previstas una fábrica en Nueva York y la otra en los Ángeles, capaces de producir unas 10.000 unidades de vivienda al año; se daban las condiciones sociales y económicas ya que Estados Unidos recién entraba en la guerra y se necesitaban grandes cantidades de viviendas. Pero esta gran empresa se vio frustrada: tan solo se vendieron entre 150 y 200 casas, y el sistema de comercialización de las Packaged Houses fue un rotundo fracaso. Las razones que se esgrimen de tal decepción son vagas y múltiples. La modulación escogida por Wachsmann era distinta a la establecida por la industria estadounidense, lo cual hacía que no se pudiesen utilizar elementos de la industria ya existente y las piezas tuviesen que ser producidas en una única empresa, lo cual encarecía los costos. Por otra parte, aunque el diseño era ingenioso, la construcción era muy limitada, pues contaba con pocas piezas estandarizadas. Pero el gran error consistió en asumir que la casa en serie era un producto, en lugar de pensar que la producción de la vivienda 3 “That evening on December 7, 1941 –dice W- returning home, I told Gropius for the first time that I had developed during the time in the internment camp en France a universal system of industrialized building components, of course in the metric system … we talk after diner until late in the night about it[…]” En The Dream of the Factory-Made House, pp. 247-248.
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prefabricada era un proceso que estaba ligado a otros factores de la cadena como la comercialización, la legislación, el transporte o la tierra, y las Packaged Houses no consideraban esta visión más amplia del proceso.
—en alusión a la dimensión del tiempo—, que estaban conformadas a partir de un fuste vertical del que pendían unas capsulas por medio de cables. El conjunto se podía izar empleando dirigibles voladores para ser trasladados a otro lugar.
Aunque los intentos de Gropius y Wachsmann por realizar la vivienda industrializada terminaron en rotundos fracasos, sí pusieron de manifiesto la necesidad de procesar industrialmente los materiales, depurar el diseño de los componentes y establecer mecanismos de modulación que permitieran la eficiencia y la rapidez en el montaje, lo cual se traducía en economía de medios, tanto humanos como naturales.
Con los mismos principios de ligereza estructural, Fuller desarrolla las Dymaxion Houses (fig. 6), en las que en principio emplea un mástil del que penden cuerdas que sostienen todos los demás elementos, suelos, techos y paredes, de forma similar como trabaja un puente colgante. El fuste contenía un elevador en su interior y un sistema de ventilación natural que permitía un confort térmico en el interior de la vivienda. La planta era hexagonal y prácticamente todo estaba diseñado sobre la figura triangular, adoptada como la forma estructural indeformable. A principios de los cuarenta Fuller desarrolló las Dymaxium Deployment Units, también conocidas como las DDU, unas unidades cilíndricas con chapa metálica ondulada, inspiradas en los típicos silos de almacenamiento estadounidenses, a los que incorporó unas ventanas en forma de ojos de buey. A través de un amigo, Fuller convenció
Las Dimaxion Houses de Buckminster Fulle El ingeniero estadounidense Richard Buckminster Fuller trabajó largos años de su vida, entre 1928 y 1948, en la idea de viviendas ligeras fabricadas de manera industrial. Durante ese periodo estuvo desarrollando varias propuestas de viviendas que se iban perfeccionando y retroalimentando unas con otras, que básicamente consistían en un sistema ligero de elementos estructurales, sometidos a esfuerzos de compresión, atados mediante tensores que trabajaban a tracción. Fuller basó su trabajo en la observación de los principios estructurales de la naturaleza, ya que estos son extremadamente eficientes y representan una economía de la forma y la materia. En un comienzo trabajó sobre la idea de unas torres ligeras de viviendas, denominadas 4D
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a la empresa de cereales Buttler para que de estos silos se hicieran pequeñas viviendas industrializadas.4 Debido a su bajo costo, estas viviendas tuvieron una buena aceptación entre el público, pero se emplearon especialmente para hospedar a los soldados durante la guerra. Años después el suministro de acero fue dedicado exclusivamente para los implementos de guerra y las DDU no pudieron continuar. El modelo inicial de la Dymaxion House no se llegó a construir, pero sería la base de lo que a mediados de los cuarenta se erigió como la Dymaxion industrial machine, más conocida como la Wichita House, en alusión al pueblo donde se adaptó una industria aeronáutica para la fabricación de estas casas en serie. En esta solución la planta era circular, la cubierta tenía forma de sombrilla y el fuste central era más esbelto, aunque se mantuvo el principio estructural del mástil del que colgaban los tensores que sostenían los revestimientos en aluminio. El aire circulaba orientado a través de cámaras en el piso que lo conducían al interior por el fuste, desde el cual se distribuía al interior de la vivienda y luego era extraído al exterior por medio de una caperuza en la cubierta que funcionaba como molinete (fig. 7). De esta manera, mediante mecanismos naturales de convección, el aire se renovaba constantemente y mantenía la humedad dentro de la vivienda. Las zonas de agua, como la cocina y los baños, estaban totalmente automatizadas; los armarios eran rodantes; la temperatura se regulaba, y el polvo y el ruido externo se eliminaban. La Wichita House era realmente una máquina. Tal vez haya sido Fuller quien se tomó más en serio el aforismo de Le Corbusier de que la casa era una “máquina para habitar”. “¿Qué pasaría si la máquina es una casa de habitar?”, se preguntaba Fuller en una presentación de la casa 4D en la Harvard Society for Contemporary Art en mayo de 1929, haciendo alusión a los requerimientos funcionales básicos para la casa anunciados por Le Corbusier en “Vers une architecture”. (AV, pp. 52 y 54) La Wichita House terminó siendo otro intento fallido de Fuller en su intención de industrializar la vivienda; tan solo se construyeron dos modelos, pues resultaba muy costoso reconvertir la industria aeronáutica de Kansas en una fábrica de viviendas producidas en serie. De cualquier manera, con sus anteriores ensayos ya estaban sentadas las bases para su postrero intento, su propuesta más radical, la Standard of living package and skybreak dome de 1948, una propuesta totalmente salida de lo cotidiano, pues la casa se convertía en una especie de contenedor que, desplegado, atendía una serie de necesidades básicas de la vivienda: dormir, comer, lavarse. Todo ello estaba recubierto por una cúpula esférica de plástico (una de sus primeras geodas), que resultaba casi inmaterial. A través de los constantes me-
joramientos y reflexiones de Fuller sobre la casa, esta se fue aligerando a tal punto que se desmaterializó y se quedó en su esencia. La idea ganó fuerza y la casa como ente físico casi desapareció. En la Standard of living package el objeto de la vivienda como tal dejó de ser lo más importante, pues el organismo fue perdiendo materialidad hasta casi desvanecerse, y en su lugar emergía con gran fuerza la actividad que se desarrollaba en ella: la cotidianidad. La casa evolucionó de objeto a herramienta de uso. Años después Fuller diría que la clave de todo esto estaba en la “efimeralización”, es decir, en hacer más transitorias las partes, en hacer más con menos; en definitiva, ir restando cada vez más materia hasta dejar desnudo el concepto. La Standard of living package fue como una aceptación de su parte, después de numerosos e infructuosos intentos, pues lo importante no era industrializar la casa pensada como un objeto; era una invitación para repensar la idea de la vivienda. De hecho, en unos de sus artículos más conocidos, “The Moon”, él se pregunta “¿qué es una casa?”. A lo largo de toda su larga producción estuvo elaborando un interminable derrotero sobre lo que debería tener una casa. Al final entiende que, más que un ente físico, la vivienda es un receptáculo donde el hombre puede interactuar consigo mismo y con el mundo: La casa ya no es una forma de protección frente al mundo; al contrario, se ha convertido en un modo de sacar partido del mundo, una especie de palanca […] habitar es estar comunicado […] la imagen estática del alojamiento debe dar paso al dinamismo del alojamiento real. (AV, p. 58) La pregunta sobre lo que era una casa lo llevó a replantear el problema de la vivienda desde lo tecnológico, antropológico y filosófico. Las respuestas para él pasaban por tener una actitud científica y filosófica, en lugar de las consideraciones estéticas a las que estaban dedicados muchos arquitectos. Dentro de las contribuciones más importantes de Fuller estaban la introducción del concepto de ligereza en las edificaciones y el trabajo con el concepto integrador de sinergia, por el cual sus estructuras lograban la máxima eficiencia con el mínimo de material. El aluminio de sus cúpulas ahorraba en peso, en costo y en trabajo; de esta manera preservaba y utilizaba conscientemente los recursos de los hombres y del planeta. En general, sus edificios eran pensados aprovechando los recursos naturales (como el sistema de ventilación que empleaba al interior de las Dymaxium Houses), disminuyendo considerablemente la cantidad de material requerido para albergar al ser humano, reduciendo los costos; en fin, por todo ello
4 “Los silos transformados de Fuller fueron un éxito inmediato y la empresa Buttler de Kansas City llegó a producir viviendas a unos precios aproximados de 10 dólares el metro cuadrado”, en AV, p. 48.
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podemos decir que Fuller ha sido uno de los pioneros en sentar las bases de las construcciones sostenibles. Jean Prouvé Eclipsado en ese entonces por la figura predominante de Le Corbusier, años más tarde se ha reconocido el trabajo original de este ingeniero metalúrgico francés, dedicado durante muchos años de su vida al diseño y producción de mobiliario, al desarrollo constructivo de proyectos que le llevaban reconocidos arquitectos (entre ellos el maestro suizo) y a resolver el gran dilema de la construcción industrial, en particular de la vivienda. Prouvé no tenía formación como arquitecto, pero en cambio tenía un amplio conocimiento de la técnica, especialmente en el campo metalúrgico, pues contaba con su propia fábrica que le permitía hacer experimentos y desarrollar prototipos para comprobar sus ideas. Algunas de sus más notables casas prefabricadas las haría en Meudon, cerca de París, a raíz de un encargo del Ministerio de la Reconstrucción francés para edificar catorce viviendas (fig. 8). Se trataba de pequeñas edificaciones levantadas del suelo, apoyadas sobre muros de mampostería. A pesar de que desarrolló varios modelos, el principio que seguía en todos ellos era el de una plataforma realizada a partir de un entramado metálico, unos pórticos centrales a manera de horquillas que cargaban la viga central de la cubierta, desde la cual se prolongaban unos triángulos que daban pendiente a la cubierta y se unían con la estructura perimetral de la edificación. El cerramiento era más liviano, con paneles industriales de madera o metal, todo modulado a un metro, con piezas no mayores de 4 m de largo y menos de 100 kg de peso. El conjunto resultaba una construcción híbrida por la mezcla entre los volúmenes que parecían gravitar en el aire, y los rústicos y tradicionales zócalos en mampostería o piedra.
Por los mismos años de las casas de Meudon, realiza las Casas tropicales (1949-1951), esta vez totalmente elaboradas en metal y con unas consideraciones técnicas para ser llevadas y ensambladas en el trópico (fig. 9), pues fue un encargo del gobierno francés para sus antiguas colonias en el norte de África. Las severas condiciones climatológicas del trópico hacen que Prouvé adopte una serie de decisiones particulares para estas casas; tales viviendas debían estar levantadas para evitar las filtraciones del suelo húmedo, tener prominentes aleros alrededor de todo el perímetro para atenuar el sol tropical y dar sombra, generando a la vez unos corredores protegidos de las inclementes lluvias, y las paredes metálicas debían estar perforadas con ventanas ojos de buey, para permitir que el paso del aire refrigere los espacios interiores de la estancia. En esta propuesta se aprecia un gran interés de Prouvé por resolver las situaciones climatológicas propias de un lugar, lo que nos pone a pensar que, a pesar de que se
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trataba de viviendas ligeras transportables, tenía una preocupación por resolver una consideración local, en definitiva, una consideración bioclimática, y sostenible con el lugar, así los materiales no fueran propios del sitio y fuesen procesados en un taller. Acosado por las deudas ocasionadas por sus constantes experimentos, Prouvé terminó vendiendo su fábrica y se convirtió en un empleado más de la misma, hasta que fue despedido. Al final, en un ejercicio de reciclaje, reunió materiales de desperdicio de su antigua fábrica y construyó su propia casa en Nancy (1954). Fue la demostración de que los componentes de fábrica podían ser intercambiables y que sus ideas de prefabricación eran perfectamente aplicables. Sin embargo su residencia en Nancy fue como una especie de retiro; la aceptación de que un artesano imaginativo y emprendedor como él ya no tenía cabida en un mundo tan inestable como el de la construcción industrializada, que le había dado y quitado todo. Las Case Study Houses Estas casas experimentales pretendían dar un aire renovado a la arquitectura y suplir las necesidades de vivienda masiva una vez acabada la Segunda Guerra Mundial. Surgieron a partir de 1945 en un área muy localizada de Los Estados Unidos, en los Ángeles, California, a raíz de una iniciativa liderada por Jhon Entenza, editor de la revista Arts & Architecture en la que se convocaban concursos para realizar casas modernas de bajo presupuesto con materiales industrializados. La intención explícita de Entenza era vincular el arte, la arquitectura y la industria en la vivienda. Se realizaron alrededor de treinta proyectos para casas, no todos construidos, y aunque la iniciativa no logró producir casas en serie, sí alcanzó un avance tecnológico vinculado a la producción industrial a la par de una depurada estética de la vivienda. Algunas de las propuestas terminaron convirtiéndose en casas de culto, referentes que han influido hasta nuestros días. Muchas de las casas emplean finas estructuras metálicas, cubiertas planas, cerramientos en paneles modulares y grandes planos vidriados que relacionan los exteriores con los interiores de las viviendas. En casi todas ellas hay un gran interés por vincular la arquitectura con la naturaleza, a través de los grandes ventanales o introduciendo patios que permitieran interactuar con el agua, la vegetación o el paisaje. Aunque en principio se concibieron como viviendas económicas producidas en serie para los retornados de la guerra, estas se fueron depurando a tal punto que se convirtieron en modelos refinados, más propios para las clases sociales medias o altas. Una de las casas más representativas es la Case Study House nº. 8, de 1950 (fig. 10). Fue diseñada por los esposos Ray y Charles Eames para su uso personal. Ambos eran arquitectos diseñadores y amigos muy cercanos de Jhon Entenza. La casa se descompone en dos volúmenes relacionados por un patio, uno de ellos es propiamente
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la residencia y el otro es el taller de trabajo. Las dos edificaciones están totalmente moduladas, constan de cubiertas planas de láminas metálicas apoyadas sobre una estructura de cerchas y perfiles también metálicos, los cerramientos están elaborados con paneles contrachapados de diversos colores y planos vidriados de diferentes matices; todos los materiales son de producción industrial. El conjunto, que está precedido por una hilera de árboles, resulta un contrapunto de colores, volúmenes y planos geométricos que se mezcla con las sombras y la naturaleza más aleatoria de los árboles. El concepto de la casa puede corresponder con la imagen que se tiene de una nave industrial; es como un gran contenedor que alberga en su interior objetos, actividades y sus habitantes. A pesar de lo simple que puedan parecer los volúmenes prismáticos, los espacios interiores estaban pletóricos de objetos de diseño como lámparas, alfombras, muebles, pinturas y recuerdos que la pareja iba adquiriendo a lo largo de sus viajes.
dustrializadas atrae a gran cantidad de arquitectos que se dedican a ofrecer soluciones rápidas, económicas y de bajo presupuesto. Uno de los casos más representativos es el del arquitecto danés Jørn Utzon, quien patenta el sistema de construcción modular denominado Expansiva (1969), que permite modificar o ampliar las viviendas (fig. 12). Utzon adopta una variedad de módulos con usos determinados: unos módulos pequeños para cocinas y baños; otros medianos para las habitaciones, y los mayores para las zonas de estar. Va combinando los módulos hasta lograr diferentes configuraciones y geometrías. El sistema Expansiva se convierte en algo así como un juego de piezas, un Lego. El sistema constaba de unos pórticos en madera laminada, con inclinación en la parte superior para dar pendiente a la cubierta; los pórticos se iban conectando unos a otros con elementos transversales, conformando los prismas estructurales. Este esqueleto se recubría de diferentes materiales y con una gran variedad de vanos.
El ingeniero y constructor estadounidense Craig Elwood diseñó y construyó varias viviendas dentro del programa de las CHS; la más relevante tal vez sea la nº 18 (fig. 11). Su gran destreza consistió en adaptar el lenguaje de la arquitectura moderna a los elementos de catálogo de producción industrial. La CHS nº 18 logra resolver la estructura en unos pórticos con una estructura tubular delgada, en la que se fijan paneles prefabricados opacos o traslúcidos y una cubierta plana metálica. La rigurosa modulación y la posibilidad de intercambio de materiales permite que la casa tenga dos tratamientos diferentes: hacia el costado de la entrada tiene un aspecto privado, casi hermético, pues utiliza paneles opacos y unos cuantos translúcidos, mientras que del otro costado la residencia se abre en transparencias hacia la piscina y las vistas panorámicas de la ciudad. Esta combinatoria de cerramientos en un entramado regular de la estructura se alcanza mediante un depurado sistema constructivo. Elwood logró resolver con muy pocas piezas de producción industrial un tubo de sección cuadrada de 2 x 2 pulgadas, paneles rectangulares ligeros y pequeños perfiles angulares para fijar los paneles, todo el sistema de trabazón de la estructura y los cerramientos. Obtener unas soluciones óptimas mediante la depuración de las formas y de los materiales estandarizados es sin dudas un principio que va en beneficio del empleo racional de la materia prima y del esfuerzo humano, y es, por tanto, un principio ecológico.
En Finlandia, Alvar Aalto también participaría en la formulación de casas en serie con sus cabañas de madera para los trabajadores de la compañía A. Ahlström, cuyo sistema se denominaba AA-System Houses, que estuvo desarrollado a partir de sus experiencias de aprendizaje en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde estuvo desarrollando una investigación para producir máxima flexibilidad a partir de piezas estandarizadas, la cual pudo desarrollar más ampliamente a su regreso a Finlandia. Aunque Aalto no pudo aplicar sus investigaciones a gran escala, sí dejó las bases para que algunos de sus amigos y colaboradores pudieran continuar esta labor, como es el caso de Sven Markelius, arquitecto sueco perteneciente a los CIAM, encargado por su gobierno de la comisión de estandarización, para quien la vivienda no debería ser la estandarización de la vivienda misma, sino la de sus partes, con lo cual continuaba con la idea de obtener una variedad en el conjunto a partir de la uniformidad de partes industrializadas:
Escandinavia En algunos lugares del planeta la prefabricación de la vivienda se da de manera particular; es el caso de los países nórdicos donde surge un gran auge debido a la confluencia de varios factores como el gran déficit de vivienda tras la Segunda Guerra Mundial, el avanzado desarrollo tecnológico de los países que conforman la zona, los abundantes recursos madereros y su reconocida calidad en el diseño. El interés por la reconstrucción de la zona utilizando tecnologías in-
Markelius had developed the principle that mass production of houses should be based on standardized parts, not standardized houses, While the latter scenario could very all lead to ‘unsuitable uniformity and dreary similarity’, a system of parts would allow grater variety and scope of design. (Bergdoll y Christensen, p. 29) En 1968, del trabajo conjunto entre Kristian Gullichsen y Juhani Pallasmaa, surge una propuesta para una vivienda de verano con la intención de que se pudiera fabricar en serie, construida a partir de un sistema que se conoce como Modulli (fig. 13).5 El sistema está totalmente modulado en relación a un cubo de 2,25 x 2,25 m. Todas las piezas del sistema, salvo los elementos de conexión metálicos, son 5
Gullichsen estuvo muy influenciado por Alvar Aalto, primero porque vivió desde su infancia en la Villa Mairea, la residencia que Aalto había diseñado para la familia Gullichsen, y luego por que el joven estuvo como aprendiz en el taller del arquitecto. Seguramente allí conoció de cerca el sistema modular AA System
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de madera. Se compone de pilares de sección cuadrada de unos 9 cm, con muescas a los costados para albergar los elementos metálicos de fijación, a los que se pueden anclar las vigas por sus cuatro costados, de tal manera que se arma una retícula de cubos. La estructura reticular se apoya sobre elementos metálicos regulables en altura, que se anclan sobre unos dados de hormigón, que hacen las veces de cimentación. El cerramiento se realiza mediante paneles estandarizados de 75 x 225 cm y de diversos materiales como cristal, madera, rejillas, etc., que se colocan dependiendo de las necesidades interiores de la vivienda. La cubierta es plana y contiene una capa de aislamiento térmico. Se trata de un sistema con reconocidas ventajas, ya que está totalmente modulado a escala humana y ofrece una gran flexibilidad, pues tiene posibilidades de adaptación y crecimiento. La diversidad que se puede lograr utilizando componentes estandarizados también puede considerarse como un aspecto relativo a la ecología, pues con muy pocos componentes se logra una gran pluralidad en las formas, que se pueden adaptar a los gustos y necesidades de los usuarios. Esto puede interpretarse como el rescate de la individualidad de los usuarios dentro de una comunidad. Los sesenta y setenta Después de la primera fase de la arquitectura moderna, en los años sesenta se da una nueva búsqueda en la arquitectura entendida como sistema. Para los arquitectos de la alta modernidad, la coordinación modular fue como una búsqueda filosófica de una técnica de ingeniería. En estos años el término “sistema” o “cibernética” invadió la visión de los arquitectos, y la idea de que la maquinaria y la electrónica pudieran ser orgánicas fue ampliamente aceptada. Hablamos ahora ya no de objetos delimitados y terminados sino de un tipo de arquitectura orgánica que se presta más para el crecimiento y la variación. Un claro ejemplo de ello es el Conjunto de viviendas Habitat ‘67 para la Feria Exposición de Montreal, obra del arquitecto Moshe Safdi (fig. 14), que consta de unos módulos prefabricados de hormigón que se sobreponen unos sobre otros creando un llamativo conglomerado de volúmenes y transparencias. Al respecto de ciertas posibilidades aún no explorados en la técnica edificatoria y de las posibilidades que estas pueden llegar a alcanzar, son provocadoras las propuestas presentadas por el grupo inglés Archigram, quienes formulan ciudades utópicas con mega edificios, algunos de ellos con patas extensibles que se desplazan como arañas; o la plug-in city, una ciudad en constante cambio a la que se le adaptan componentes estandarizados. El grupo estuvo influenciado por la visión futurista de Buckmisnter Fuller, y a la vez fue inspirador del grupo de los metabolistas japoneses, que también concebían la arquitectura y el urbanismo como estructuras flexibles que se podían adaptar como si fuesen organismos vivos. La Torre Nagakin de Kishio
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Kurukawa, de 1972, es un claro ejemplo de edificio análogo a un árbol, pues consiste en un tallo central al que se acoplan unas cápsulas prefabricadas de hormigón. En el interior de las cápsulas se alberga un micro mundo, ya que cuentan con baños de resina, muebles a medida y todos los medios y adelantos tecnológicos para conectarse con el mundo exterior. Tal vez este haya sido un claro ejemplo de la idea original de Fuller de que la vivienda fuera el receptáculo a través del cual el hombre pudiera interactuar con el mundo. A principios de los años setenta se habla de un tipo de edificación que tiene la posibilidad de un crecimiento sin límites, los llamados Mat-buildings, así bautizados por Alison Smithson en un artículo de 1974 en el que habla sobre construcciones que tienen capacidad de adaptación y crecimiento. Es de resaltar el reconocimiento que se le ha dado a un proyecto emblemático de esta índole: la Universidad libre de Berlín, obra del equipo Candilis, Josics & Woods, quienes habían trabajado con Le Corbusier en varios de sus proyectos. El proyecto ganador del concurso para la ciudad universitaria contaba con un entramado similar que permitía la extensión de las aulas y demás dependencias de la universidad, y aunque no se trataba de un proyecto de viviendas, sí marcaría un hito en la industrialización de la construcción, pues todas sus partes estaban elaboradas en fábrica: la estructura se elaboró con pilares y vigas prefabricados de hormigón, las divisiones interiores con paneles a medida y el cerramiento de elementos estandarizados recubiertos con chapas metálicas, cuyo diseño contó con la colaboración de Jean Prouvé. Otros ejemplos catalogados como Mat-buildings fueron los proyectos no construidos del Hospital de Venecia de Le Corbusier y el Orfanato municipal de Ámsterdam (1955-1960) de Aldo van Eyck. Actualidad Recientemente, la construcción industrializada a partir de módulos se ha utilizado también para otros usos distintos al de la vivienda, como, por ejemplo, en oficinas, casetas de obra, escuelas, gimnasios, edificios de servicio, etc. Se tiende a relacionar las construcciones industrializadas con “cajas” estandarizadas, tipo contenedores, de transporte pesado y montaje rápido. Está en boga utilizar contenedores marítimos por su rapidez en el montaje, con los inconvenientes del transporte pesado y de su afán por adaptarlos a la vida doméstica, pues son estructuras concebidas para el transporte de mercancías; como ejemplo de ello está la Quick House en Norteamérica. Otras construcciones totalmente armadas en fábrica, que se transportan mediante camiones o helicópteros, son, por ejemplo, la M-house en Inglaterra; el Loftcube en Alemania, un módulo “parásito” que se descarga en la azotea de los edificios, o la Micro compact Home, un
módulo de vivienda mínimo y compacto concebido para estudiantes universitarios. Contrario al concepto de estabilidad y permanencia de las construcciones convencionales, las construcciones modulares están asociadas con la idea de sus posibles cambios y traslados. Al respecto, han sido notorias la exposiciones Living in Motion, design and Architecture for flexible living, organizada por el Vitra Design Museum, y la exposición Home Delivery, realizada por el MOMA de Nueva York, en 2008.6
modelos de aprendizaje el mundo de la automoción y la aviación —la máquina sigue siendo un modelo para tener en cuenta en la aplicación de soluciones de vivienda—. En 2008 el MOMA de Nueva York abrió una exposición denominada Home Delivery en la que se hizo una recopilación de los ejemplos más importantes de la vivienda industrializada (fig. 15). De manera paralela al evento se construyeron unos cuantos prototipos de vivienda industrializada en el solar contiguo al museo —y en el que cincuenta años atrás Marcel Breurer había montado una propuesta de vivienda prefabricada—. Las actuales circunstancias del mundo nos hacen pensar en la necesidad de construir un ingente número de viviendas que cuide los recursos naturales para procesarlos y emplearlos de manera eficiente, ya que las nuevas tecnologías nos permiten implementar los procesos necesarios para alcanzar la fabricación industrial de la vivienda de manera intensiva, sin renunciar a la individualidad de los usuarios; es preciso nivelar la industria de la construcción con otros campos análogos de la producción industrial, puesto que la vivienda debe ser en definitiva esa herramienta que permita relacionar al hombre con el mundo. Por todo ello debemos pensar que el sueño de la modernidad de lograr a plenitud la vivienda industrializada, aún se puede y se debe realizar. Bibliografía
En el nuevo milenio se abren novedosas perspectivas para la vivienda industrializada. Recientemente han surgido numerosas iniciativas y divulgaciones que nos hacen pensar que las tecnologías actuales, mucho más evolucionadas que las que se tenía al comienzo de la modernidad, nos permitirían alcanzar el tan anhelado sueño de la vivienda en serie. En el libro Refabricating Architecture, Stephen Kieran y James Timberlake sostienen que la fabricación en serie de la vivienda durante el siglo XX fue un continuo fracaso, que atribuyen a una serie de limitaciones como la estandarización, el cansancio y la monotonía que esta puede producir, o las limitaciones en los componentes y los procesos productivos. Sin embargo, los autores explican que hoy día se tienen los medios y la tecnología para superar dichas dificultades. A diferencia de la estandarización, actualmente se habla de costumización, es decir conseguir variedad a partir de la uniformidad en las partes y los procesos, de tal manera que se puedan satisfacer las necesidades propias de cada individuo. Se habla de tomar como
Cobbers Arnt y Jhan Oliver (2010) Frefab Houses, Los Ángeles, Ed. Taschen Gilber, Helbert (1984) The Dream of the Factory-Made House: Walter Gropius and Konrad Wachsmann, The MIT Press Le Corbusier, Ch.-E. (1923) Vers une architecture [Hacia una arquitectura], Paris, Cres Monografía dedicada a Buckminster Fuller (2010) Revista AV, 143 Koenig, Gloria (2005) Eames, Taschen Peters, Nils (2005) Prouvé, Taschen Bergdoll, Barry y Christensen, Peter (2008) Home Delivery, Fabricaring the modern Dwelling, NY, MOMA Echevarria M., Pilar, Arquitectura portátil, —entornos impredecibles—, Barcelona, Estructures Gili Galfetti, Gustau (2002) Casas Refugio, Barcelona, GG
6 También se debe hacer alusión a un gran número de publicaciones recientes sobre el tema, entre las que reseñamos: Pilar Echevarría M., Arquitectura portátil, —entornos impredecibles—, Estructures, Barcelona; Gili Galfetti, Gustau, Casas Refugio, GG, Barcelona, 2002, y los artículos de interné “Hogares microflexibles” <www. flylosophy.com/archives/flexibles/_8_news.htm> y “La increíble casa menguante” en <www.flylosophy.com/archives/casas_3_news.htm>
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PEMP DE PASTO: DESACIERTOS DE LA POLÍTICA FRENTE AL PATRIMONIO URBANO ARQUITECTÓNICO Arq Jaime Alberto Fonseca González*
*Arquitecto, Investigador y profesor asistente del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Artes de la Universidad de Nariño, en los componentes de Teoría y Crítica, Historia y Taller de Arquitectura. Ganador de la Beca de Investigación Colcultura Segundo semestre de 1993; Ponente en el XIX Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos UIA, Barcelona, en 1996; ha desarrollado investigaciones sobre los centros poblados de los alrededores de Pasto y la Cartografía histórica de Pasto. Ha participado como consultor y asesor en el Plan Ordenamiento Territorial de Pasto, así como ponente en seminarios y charlas regionales, nacionales e internacionales con ensayos y artículos sobre temas de arquitectura, patrimonio, cultura y ciudad. Autor del libro Escenarios de fe, peregrinación arquitectónica por el valle de Atríz, Pasto: Editorial universitaria de la Universidad de Nariño, 2006. Integrante del grupo de investigación Observatorio de Culturas Urbanas OCUR de la Facultad de Artes de la Universidad de Nariño. Resumen A manera de ensayo se expone sintéticamente los argumentos desde los cuales se considera impertinente el resultado de la formulación del Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de Pasto (PEMP), puntualizando cuatro aspectos técnicos que generan mayor polémica por su inconveniencia con el carácter patrimonial que dan sentido a estos planes. Palabras clave Centro, histórico, patrimonio, cultural, protección, plan, política, reglamentación, PEMP.
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Introducción Diariamente las ciudades colombianas se transforman, y con ellas sus ciudadanos mutan de manera simtánea. Es indudable que la ciudad se constituye por los hechos y las acciones de sus habitantes. Sin embargo, en muchas oportunidades, la configuración de la ciudad está sujeta a situaciones coyunturales que escapan a la realidad urbana, que no considera los deseos y las pretensiones de sus habitantes. Con frecuencia, en nuestras ciudades las decisiones que toman aquellos que las administran, por sus gobiernos, por los técnicos que la planean, no corresponden ni con las necesidades ni con los deseos de quienes a diario transitan por sus calles. El caso de Pasto en los últimos años es probablemente uno de los ejemplos más dramáticos en la cual la idea de ciudad se ha visto abruptamente transfigurada a pesar de los reiterados pronunciamientos de un amplio grupo de ciudadanos que, con asombro, han visto cómo su ciudad y particularmente el centro muta sus valores y su memoria, perdiendo atributos locales que nunca se podrán recomponer. Después de haber gestionado la aprobación de la propuesta de trazar una vía de doble carril en doble sentido con un perfil de 25 m atravesando el centro histórico de la ciudad, como parte de uno de los corredores estructurantes que componen el Plan de Movilidad, la anterior administración municipal se dio a la tarea de conseguir el aval del Ministerio de Cultura a través de la formulación del Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico (PEMP). Muchos de los asistentes a la primera exposición de los contenidos del PEMP quedamos perplejos ante las incongruentes propuestas de este, pero, como estaba previsto por los funcionarios de turno en la alcaldía, fue aprobado con todas las inconsistencias, las invertebradas propuestas, con muy pocos aciertos. Como un compromiso adquirido por los dos programas de Arquitectura que hay en Pasto —IU CESMAG y Universidad de Nariño— ante la audiencia de esa reunión, los dos directores de los programas remitieron a la señora ministra de cultura una carta que sintetizaba las inquietudes más sobresalientes al respecto, fruto del estudio y reflexión de un grupo de profesionales en el manejo del tema. Antecedentes (contexto histórico) Dentro de la documentación entregada se observa la existencia de una serie de falencias y falta de rigor en el marco histórico. Aquí anotaremos algunos de los puntos que consideramos más importantes en su desarrollo. El desarrollo urbano del Barrio San Andrés ha sido fundamental en la historia del poblado, villa y ciudad de San Juan de Pasto; el análisis y estudio exige mayor rigurosidad. Solo de esta manera podremos comprender cuán importante fue el asentamiento primigenio del lugar en la denominada Plaza Ingapamba, Rumipamba o San Andrés. No es fortuita la riqueza e importancia de la implantación y fundación del poblado y villa de San Juan de Pasto en dicho sector. Desde sus orígenes existía esa correspondencia con el lugar y con su geografía. De este modo la propuesta de crear una gran plaza en lo que hoy es una plazuela —San Andrés— desconcierta e induce a pensar que una de sus finalidades del PEMP fue dar vía libre, avalar y “legalizar” el proyecto de la anterior administración municipal que transgrede la Ley de Cultura 1185, al utilizar el área de la plazuela colonial de San Andrés para construir en el sector central de Pasto un parque de dimensiones heroicas.
En el documento del plan se hace referencia a la evolución urbana con dos plazas: la Plaza Rumipamba y Plaza Mayor, y se mencionan ocho manzanas alrededor de la Plaza Mayor, constitutivas del centro fundacional. Enorme ligereza que desconoce la hipótesis del origen fundacional de la ciudad en la Plaza Inga Pamba, “Rumipamba” y su entorno inmediato. También se hace referencia a algunos elementos urbanos que no se analizaron exhaustivamente, pues no se realiza la conexión entre los elementos arquitectónicos y urbanos, la dirección de los ejes conventuales, sus capillas y ermitas, y la arquitectura doméstica, entre otros. Es importante precisar que se desconocieron los caminos y puentes que tenía la villa y ciudad, entre los siglos XVI y XIX, algunos de los cuales permanecen visibles u ocultos en la trama urbana. Asimismo se nombran los hitos religiosos y templos como ejes fundamentales en la historia de la ciudad, pero se desconocen a la hora de demarcar el centro histórico, dejándolos como área de influencia y aislándolos del tejido histórico al que siempre han pertenecido. Concepto delimitación del centro histórico y su área de influencia En el capítulo 1 del documento se lee: […] identificamos que no existe información cartográfica que permita establecer el perímetro que tenía Pasto en dichos siglos. […] La única información existente que precisa un perímetro en dichos periodos, es de carácter documental, en la que se señala que el núcleo inicial estaba compuesto por ocho manzanas alrededor de la Plaza Mayor actualmente Plaza de Nariño (DEPT: 14). […] Por lo anterior, la delimitación del área afectada se determina a partir de la documentación certera del perímetro existente en dichos siglos, es decir el núcleo fundacional conformado por las ocho (8) manzanas alrededor de la antigua Plaza Mayor actualmente Plaza de Nariño […] (p. 15). Es apresurado delimitar el centro histórico de Pasto de manera “certera”, con base en “ocho” manzanas alrededor de la plaza de Nariño. La falta de rigor histórico documental desconoce la hipótesis de la plazuela de San Andrés como otro posible emplazamiento de fundación de la ciudad. Las referencias históricas que plantean entonces dos posibilidades de origen de la ciudad: la Plaza de Nariño y la Plazuela de San Andrés. Por un lado, la definición aleatoria de un área de influencia que en reiteradas ocasiones desconoce elementos individuales o de conjunto que hicieron parte del centro histórico de la ciudad, ratifican las dudas sobre el criterio y formulación que hace el PEMP al respecto. Por otro lado, las dudas surgidas con relación a la cartografía y el posible perímetro del centro pierden soporte cuando el proceso de crecimiento urbano que se dio entre el siglo XVIII y el XIX fue muy restringido, y por tanto el plano de 1816 da una idea bastante aproximada del perímetro de la ciudad en el siglo XVIII. Para documentar esta hipótesis se puede consultar los resultados de la investigación Cartografía Histórica de Pasto 1800 – 2006. Corpus Documental realizada en la Universidad de Nariño (Fonseca, 2009). Desde el punto de vista técnico, histórico y conceptual resulta imprecisa y apresurada la delimitación del centro histórico de Pasto. Paradójicamente la delimitación propuesta del centro no incluye o no considera dentro de su área a la mayoría de los elementos singulares de carácter religioso que, según el estudio, dan sentido y otorgan gran valor simbólico al centro de Pasto.
Analizando el perímetro del centro histórico que se plantea en el PEMP, se observa la existencia de varias manzanas que se excluyeron a pesar de contar con similares características urbanas con relación a otras que sí se incluyeron. En síntesis, el área definida como centro histórico de la ciudad se queda corta y no representa ni siquiera el 30% del área total del centro declarado en 1959 como patrimonio histórico del orden nacional. Por otro lado, el área de influencia excluye elementos de conjunto e individuales que hacen parte del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la ciudad. Niveles de conservación El planteamiento de los niveles de intervención propone la recategorización realizada en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), de cuatro niveles de conservación, hacia tres criterios actuales de la política patrimonial. De esta manera, el nivel 1 coincide entre las dos categorías. El nivel 2 asume algunos inmuebles del mismo nivel. En esta nueva categorización desaparece el nivel 3 como conservación, y se denomina nivel 3 a los inmuebles de conservación contextual. Esto interpretado de acuerdo con la socialización significa que los inmuebles clasificados en esta categoría pueden desaparecer como edificaciones patrimoniales y ser reemplazados por obras nuevas. Ahora bien: un gran porcentaje de los inmuebles incluidos en este nivel por el PEMP pertenecían al anterior nivel de conservación 3, lo que significaba por sus condiciones la justificación de intervenciones parciales con la conservación de algunos elementos tipológicos básicos, sobre todo en primer cuerpo. En la propuesta actual desaparecen como nivel de conservación y se propone como intervención contextual. De esta manera, el 93% del área denominada de influencia (área del centro histórico) eventualmente podría ser demolida sin ningún impedimento desde el punto de vista patrimonial para ser desarrollado como obra nueva, lo que pone de manifiesto el peligro a los valores contextuales urbanos y la desaparición de inmuebles con algún valor patrimonial. En conclusión, nuevamente se demuestra la ligereza en la clasificación e inventario de los niveles de conservación patrimonial por parte del equipo consultor del PEMP. Plan de movilidad y centro histórico Las afectaciones del plan de movilidad sobre el centro histórico reflejan su peor escenario en el trazado del Corredor Estratégico de movilidad Carrera 27. En la propuesta se muestra claramente cómo el centro de la ciudad es “partido en dos” por la avenida de cuatro carriles, dejando, de un lado, la plaza de Nariño y, del otro, la Plazuela de San Andrés. La expectativa antes de su formulación era que el PEMP emitiría concepto consecuente como el que formula su objetivo principal de proteger, recuperar y potenciar los valores urbanos, arquitectónicos y de representatividad histórica y sociocultural del centro histórico de Pasto (PEMP: 20). Sin embargo, lo que perecen mostrar los documentos de diagnóstico y formulación es que uno de los criterios del PEMP fue asumir como inmodificables los proyectos del Plan de Movilidad. Según la ley, el criterio jurídico, técnico y conceptual de los PEMP es direccionar las posibles intervenciones futuras en los bienes de interés cultural, lo que se ratifica con conceptos anteriores emitidos por la subdirección de patrimonio del
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Ministerio de Cultura, que constata la prioridad del PEMP respecto a otros proyectos de infraestructura que vayan a afectar con sus intervenciones las áreas y elementos patrimoniales. Lo anterior, sumado a la propuesta de renovación del costado norte de la carrera 27 , sintetiza las amenazas para el patrimonio del centro de la ciudad, si se realizan las actuaciones y propuestas con las que se pretende revitalizar el área. La “grieta urbana o cicatriz” en pleno centro de la ciudad no solo aumentará la brecha vial de movilidad peatonal y vehicular en sentido norte sur, sino que, de llevarse a cabo los proyectos urbanos con las densidades propuestas, se constituirán en inherente presión inmobiliaria no solamente sobre los predios de su área de influencia sino sobre todo para las edificaciones con valor patrimonial, que serán más rentables como lotes que como patrimonio. Asimismo, el flujo de vehículos que conlleva el desarrollo urbanístico propuesto en el costado norte de la carrera 27 aumentará la carga de automóviles trayendo mayor saturación vehicular al centro, en contravía de los objetivos propuestos. En síntesis, la propuesta del corredor vial carrera 27 va en contravía de los objetivos del PEMP, y consideramos que debe ser revaluada con criterio urbanístico y patrimonial coherente con la realidad de la ciudad. Las Universidades han presentado en foros ciudadanos, ponencias, intervenciones públicas y en medios de comunicación desde hace dos años, argumentos, posibilidades, ejercicios académicos, simulaciones y esquemas de propuestas alternativas al corredor de la Carrera 27 del Plan de Movilidad de la ciudad que se ajustan a las políticas urbanas, patrimoniales y culturales consecuentes con el valor cultural del centro histórico de la ciudad.
Conclusiones En el documento PEMP se dice que la formulación se realiza “con base en las conclusiones de los tres (3) documentos de avance presentados por la Consultoría en la fase diagnóstico.” No entendemos por qué las universidades nunca conocieron documentos preliminares del documento socializado al final. La socialización se constituye en un requisito de validación social cuya metodología participativa debe ser capaz de poner en discusión las propuestas para ser deliberadas de manera consulta. En gran medida el documento presentado refleja la manera inconsulta en que se realizaron los procedimientos y las propuestas, de allí que haya inconsistencias en los resultados de su formulación. Varias de las observaciones, sugerencias e inquietudes realizadas en el primer y único taller al que fueron invitadas las universidades, no se tuvieron en cuenta. Particularmente se veía como una amenaza latente la intervención del corredor del Plan de Movilidad en la carrera 27 (antes de ser demolidas varias de las edificaciones con valor patrimonial que hoy ya no están); por el contrario se asume el proyecto “corredor de la 27” como un elemento a partir del cual se realiza el PEMP, desconociendo las implicaciones, efectos e impactos patrimoniales, ambientales, de movilidad y urbanísticos en general de la implementación del Plan de Movilidad en el centro de Pasto. El PEMP de Pasto ya fue aprobado por el Consejo Nacional de Patrimonio a pesar de las advertencias conceptuales emitidas mediante la carta remitida por los programas de Arquitectura de la ciudad a varios miembros del consejo. La administración entrante recibe como una “bomba activada” el PEMP avalado por la Subdirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, con un plan de movilidad que atenta bruscamente contra el Patrimonio Urbano Arquitectónico
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de la ciudad, con el compromiso de formular un nuevo Plan de Ordenamiento. Mientras tanto los ciudadanos seguiremos viendo demoler la memoria, esquivando buses y automóviles que cada vez saturarán más el centro de la ciudad, viendo inconmovibles, cómo el crecimiento y desarrollo urbano en Pasto retrocede con modelos que unos cuantos políticos y funcionarios no quieren darse cuenta de que quedaron obsoletos. Bibliografía FonsecaGo nzález, J. A. (2009) “Cartografía de Pasto 1800-2006. CorpusDocumental. Caracterización cartográfica”, Revista de Arquitectura, II: 57-67 Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico de Pasto (PEMP) (2011) Pasto, Alcaldía de Pasto.
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MÁS ALLÁ DEL BORDE, UN RETO PARA EL MUNDO* *Estudios de Física en la Universidad ‘Máximo Gorki’ en Jarkov, Ucrania. Arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia con maestría en Teoría e Historia del Arte y la Arquitectura de la misma Universidad. Se ha desempeñado como profesor de Historia del Arte, Arquitectura y Urbanismo en la Universidad Nacional de Colombia, Universidad de los Andes, Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Católica de Colombia y Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá. Actualmente es docente de la facultad de Arquitectura de la Universidad Gran Colombia. Ha prestado servicios como funcionario de la administración distrital en Acción Comunal del Distrito, Corporación La Candelaria y en el IDCT como docente de la ASAB. Es arquitecto proyectista, dibujante y poeta clandestino. Dentro de sus investigaciones se cuentan: “Espacio, realidad y creación”, “La historia del arte, la historiografía, la crítica, una mirada al presente”, “Arquitecturas del tiempo, poéticas de la luz”, “La postciudad en el contexto de la crítica”. Resumen Históricamente hemos entendido el aspecto diferencial del borde, mas no el integral. Esta apreciación restringida ha construido estados, sociedades autónomas y mundos divergentes. Somos una civilización en la que se ha sacralizado el límite, enfatizado las jurisdicciones y los estratos, pero no nuestra naturaleza humana común, ni nuestro planeta común. No hemos edificado a favor de la naturaleza sino en oposición a ella. Con el borde filoso, excluyente de la construcción, hemos seccionado los ecosistemas y disociado a las especies. Se requiere entonces un diseño de estrategias que conduzcan al establecimiento y restablecimiento de relaciones positivas entre los organismos y la cultura del lugar. Mediante una arquitectura que lidere la humanización del borde se repondrán los flujos naturales y sociales. Esto lo demanda el planeta, el momento histórico y la sociedad en su conjunto. Palabras clave Borde, límite, articulación, paisaje, fluidez, fractalidad.
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*Arq. David Francisco LLamosa Escobar Pontificia Universidad Javeriana, facultad de Arquitectura, Coloquio “Injaviu”, octubre de 2011, Espacio social.
Introducción Recuerdo la canción Libre, del cantautor Español Nino Bravo: “[…] Piensa que la alambrada solo es un trozo de metal, algo que nunca puede detener tus ansias de volar […]”. Límites, fronteras, vallas, cercados, han caracterizado la historia territorial y egoísta del ser humano, desde el desarrollo de la agricultura y la institucionalización de la propiedad privada, hasta nuestros días. El espacio y su borde constituyen la abstracción humana que refleja nuestra subyacente territorialidad animal. Sin embargo, la demarcación humana dista mucho del bioespacio generado por las especies animales: la traza de olor, por ejemplo, no es propiamente un vallado. En la naturaleza, como en el paisaje, aquellos supuestos límites o linderos no existen. Los ríos, cadenas de montañas y otras incidencias naturales son particularmente “porosas”. Al hacer parte de los biosistemas abiertos, en lugar de dividir, articulan e integran. Históricamente adaptado al interés humano, el borde demuestra que hemos entendido su aspecto diferencial, más no el integral. Esta apreciación restringida ha construido estados, sociedades autónomas y mundos divergentes. Los antiguos mitos relatan el primer acto de violencia relacionado con un lindero: Remo es asesinado por su hermano Rómulo por el acto de haber cruzado el surco de arado, que delimitaba el lugar de fundación de Roma. Somos una civilización que ha sacralizado el límite, enfatizando las jurisdicciones y los estratos, mas no nuestra naturaleza humana común, ni nuestro planeta común. Hemos sometido al individuo, su autonomía y su diversidad natural, a la intolerancia de un individualismo discriminador y marginante. Hemos reducido las diferencias al diferencialismo. Hemos geometrizado la realidad, pero de paso los lugares y los organismos, obstruyendo su fluidez fractal natural. Las fronteras han desfigurado nuestra esencial naturaleza migrante, tal vez aquella que se instituyó en el valle del Rift, en el sudeste de África, hace más de 80.000 años. Las divisiones políticas con frecuencia no se han correspondido con las regiones naturales, ni con el paisaje. Pensemos en el mapa de los Estados de la Unión y su particular disociación con la geografía. Los mapas de Wyoming, Utah y Colorado constituirían el ejemplo paradigmático en el territorio de una sociedad altamente segregada e individualista. No hemos edificado a favor de la naturaleza sino en oposición a ella. Con el borde filoso, excluyente de la construcción, hemos seccionado los ecosistemas y disociado las especies. Más aún: territorializando el territorio físico, hemos desterritorializado el territorio social. De esta forma, la imposición del artificio y la desarticulación sistemática de la dinámica de los flujos naturales ha generado, en el presente, la respuesta negativa del planeta hacia la vida. No hemos entendido la realidad corporal porosa de la naturaleza, pero tampoco la nuestra. Razón tenía Newton al decir cómo los hombres habíamos levantado muros, pero muy pocos puentes. Recordemos la buena arquitectura que, como una tercera piel, exuda, respira y se integra al medio ambiente. El muro debe envolver; sí, pero a la vez debe ser envuelto. Aprendamos la lección de maestros como Frank Lloyd Wright, quien con su obra Falling water house (1935) nos pone a dudar acerca de los límites que existen entre la arquitectura y la naturaleza. La historia de la muralla, desde la construida en China, a la de Adriano en el norte de la Bretaña romana y la que bordeaba a Constantinopla, al muro de Berlín, constituye la historia de la escisión
de los mundos, pero también el testimonio de su colapso. Parece ser que además del divorcio representado en el cercado y el muro, existe el significado que adquiere su ruina o su estruendosa caída. La verdad es que donde hubo exclusión o agresión siempre habrá un muro que las recuerde. Tengamos presente, cómo la concertina, el alambre de púa, el reflector y la reja se utilizan hoy tanto en los penales como en la propiedad privada. La diferencia reside tan solo en el carácter de coerción o de disuasión. Alguien decía que donde hubiera más rejas, habría menos democracia. Tal vez, el primer artista que intuyó el mundo moderno como una cárcel infinita fue el arquitecto y grabador italiano del periodo neoclásico, Giovanni Battista Piranesi. En su serie Carceri de 1760 prefigura la inmensa soledad y la opresión de que somos víctimas los hombres que habitamos el inmenso laberinto del presente. Más allá del espacio, hemos proyectado el espacialismo y sus aristas, que no la espacialidad y sus significados, al fenómeno del tiempo y de
Bogotá Fractal
la historia. El tiempo, ya sabemos, admite capilaridades, filtraciones, que no comprende la concepción Platónica del tiempo como “una cierta imagen móvil de la eternidad” (Platón, 37d). Hoy, en el presente, hemos arribado al futuro. Lo demuestran el fin de las utopías y el acercamiento a la consumación de la idea de una realidad sectorizada y estratificada. Debemos entonces pensar, con base en la experiencia, en lugares más que en espacios, en la temporalidad y en su lección de significado y de sentido, que en el tiempo cronológico y sus dictámenes productivos. Es característico de lo civilizatorio el tagliare 1, la espacialización del tiempo, pero de lo cultural, la tendencia hacia la temporalización del espacio, hacia las duraciones, hacia la admisión de la realidad en un sentido orgánico. A pesar de la dictadura del 1 Del italiano tagliare, ‘cortar’.
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presente, debemos fomentar en las ciudades el flujo diverso de los tiempos. El mundo contemporáneo, en particular, tanto en lo físico como en lo espiritual, parece impelernos hacia el rompimiento de los límites y hacia la conciencia de la inutilidad de las fronteras. A pesar del apartheid xenofóbico impuesto en la eurozona, de la rigidez de la frontera norte mexicana, del oprobio del muro de Rafah o el de Cisjordania, la reacción de los pueblos al cercenamiento social resulta hoy incontrolable. Los recientes levantamientos en cadena de los países Árabes son una lección de los actos a los que puede llegar la civilidad en su afán democrático, pero también la evidencia de la permeabilidad que poseen las fronteras nacionales. Eludiendo las demarcaciones abstractas, el ciberespacio, las redes sociales y la economía globalizada funden muros y hacen fluidos los límites, involucrando incluso a las regiones más aisladas y marginales del planeta. Así, en la partícula local reside el globo, y en este, de forma importante, discurre lo local. Son estas las afectaciones propias de un mundo en implosión, que tiene como escenario a un planeta de diámetro constante. Consecuencia de ello se impone en el presente, si no la democracia social estatuida, por lo menos la que induce el predominio de los flujos. La defensa de la fluidez de lo público y de sus espacios no es otra que la defensa de la integridad del hombre mismo. Recordemos que el cuerpo social de los humanos, al igual que muchas colectividades animales, posee características de flujo rizomático (Gilles-Deleuze y Guattari, 1998) con borde integral. Deborah M. Gordon, de la Universidad de Stanford, afirma que las hormigas no son inteligentes, pero los enjambres de ellas sí. De forma análoga, en su afán por la supervivencia, el individuo humano resulta un tanto incompetente, con relación a lo que puede
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lograr la colectividad. El borde, en consecuencia, debe garantizar el flujo y a la vez enfatizar su carácter heteronómico sobre el autonómico. Tengamos presente cómo las ideologías y los fanatismos religiosos, haciendo honor al límite, han disociado y dividido. Sus saldos de violencia les han hecho perder vigencia histórica como motores del cambio. Sabemos cómo en toda ideología y en todo credo que se ideologiza hay un principio de división; pero sabemos también cómo en toda división existe un principio de enemistad y de conflicto. ¿Por qué no hemos de seguir la ejemplaridad del arte, que a través de su magia, integra y dignifica? Representando la sostenibilidad espiritual de nuestros tiempos, el arte logra lo que no hacen las sectas, las cofradías, ni los partidos, en sus pretensiones mesiánicas. Como lo ha hecho siempre, el arte fomenta el diálogo entre las épocas, pero también la convergencia y la identificación de los pueblos y culturas. Pensemos en el puente emocional que significaron los conciertos de 2008 de la filarmónica de Nueva York en Pyongyang, Corea del Norte, y el de “Paz sin fronteras”, organizado por el cantante colombiano Juanes
en la frontera colombo-venezolana. Por encima de los radicalismos políticos, nos permitimos amar la música, para luego abrazarnos. La música, se ha observado, tranquiliza las fieras. El arte hace emerger y vuelve protagónica nuestra naturaleza esencial. Tengamos presente cómo el movimiento FLUXUS, o flujo, liderado por Joseph Beuys, hacia los años sesenta del siglo XX, plantea la disolución del arte en lo cotidiano. Mediante un nomadismo característico, el volumen total del lugar comprende todos los desplazamientos y todos los flujos posibles. La libertad permea así la realidad en una inédita relación. Aprendamos del principio elemental de la puerta, de la ventana, de la plaza, que, como la articulación anatómica, vale decir, el tobillo, la rodilla, o el codo, divide en términos de su función, pero de forma simultánea, integra en su organicidad. No existirían la arquitectura y la ciudad sin las articulaciones. Escuchemos a Bruno Contardi, en el prólogo del libro de Giulio Carlo Argan, Historia del arte como historia
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de la ciudad (Argan, 1980), en el que cita a Georg Simmel, para hablar de la génesis del lugar: La puerta representa de modo decisivo la forma en que el separar y el unir son solo dos caras de un mismo e idéntico acto. El primer hombre que levantó una puerta amplió, como el primero que construyó un camino, el poder específicamente humano frente a la naturaleza, recortando una parte de la continuidad y la infinitud del espacio y conformándola en una determinada unidad según un sentido (Brücke und Tür). Separando y uniendo, el hombre determina la existencia de la forma: a este lado el espacio finito (delimitado), construido; al otro, la infinitud (ilimitada), extensión no determinada del continuum. La puerta que genera espacio y forma (y también un tiempo diferente, como intuyó Bachelard y demostró Le Goff) es el límite que pone el hombre entre lo natural y lo artificial o, mejor, entre lo natural y lo artefacto […] Pensemos en el asentamiento complejo2 , dialógico y holístico, que podría derivarse a partir de las dinámicas naturales. La ciudad y la cultura moderna en general se encontraron en crisis, a partir del espacio sobrediseñado, pero sobre todo desde la caducidad de la idea de proyecto. El proyecto, desde la época del Renacimiento, ha sido presidido por el idealismo exacerbado, que presupone el sometimiento de lo natural a la dictadura de las abstracciones. Hemos impuesto a la ciudad el sintetismo propio del laboratorio. Nos hemos olvidado que la ciudad, como la vida, la construyen los acontecimientos, y no las operaciones. Las ciudades ideales ya no las necesita el mundo. Debemos reemplazar la dictadura del concepto, por los significados y la democracia derivada del lugar. Tengamos presente que la arquitectura de la ciudad ha estado comprendida desde siempre por la arquitectura del lugar, en conjunción con la arquitectura construida y la arquitectura de lo social. Aldo Rossi observaba en su ya clásico libro de 1968, La arquitectura de la ciudad (Aldo, 1982), cómo los elementos primarios caracterizaban lo urbano, el tejido residencial y el espacio público, pero también cómo la relación particular entre la res pública y la res privata determinaban, incluso desde la antigua Roma, la armonía y la belleza de la ciudad. Bogotá, por ejemplo, fue construida de forma transversal, al flujo de las cuencas hídricas, obstruyendo su afluencia al río Bogotá y provocando en temporada el represamiento de las aguas, con las consecuentes inundaciones. Las prácticas urbanas asociadas a los ríos San Francisco, San Agustín, Fucha, Tunjuelito y Juan Amarillo, para solo hablar de los más importantes, se han convertido en cloacas, despareciendo su importancia fluvial, ambiental y paisajística. Por otro lado, la deforestación, resultado de la construcción sobre la ladera de los cerros, ha erosionado el terreno de tal forma, que hoy no ofrece seguridad alguna para las viviendas ni para sus habitantes. Descuidando las áreas apropiadas para ello y contrariando la lógica de la planificación, la ciudad se ha edificado sobre las áreas de terreno cultivable y de alto 2 Hablamos de complejo en el sentido de Edgar Morin (1990).
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nivel freático. Se han invadido de forma abusiva las zonas lacustres, contribuyendo a la extinción de la fauna ciudadana. Se construyeron vías como la autopista norte, sobre el humedal de Torca y Guaymaral, cercenando el pulmón y el flujo natural comunicante que poseía la superficie aluvial. Son claros los efectos de la desecación histórica de las lagunas que, como la grande del Tintal, ha sido fraccionada y reducida por la acción de la construcción, en lo que hoy constituye el humedal del Burro. De 50.000 hectáreas de los humedales originales, hoy solo quedan 675. Dentro de un sentido puramente decorativo, se sembraron especies de árboles no nativas, que no han servido de alimento a la avifauna, y que de forma negativa han causado pérdidas en el entorno urbanizado. En contraste con la arquitectura tradicional, logró, a través de articuladores como el andén, el zócalo, el alero, el gabinete y el zaguán, dialogar con la topografía y con el entorno natural, generando espacios públicos idóneos para la práctica cultural; mediante la construcción moderna se atomizó a la población, se redujeron los espacios públicos a los espacios residuales que dejaban las construcciones y se aniquilaron sistemáticamente los valores escénicos del paisaje, reproduciéndolos en la arquitectura propuesta, con un alto grado de pobreza. Pero además del divorcio de lo natural y de la sana urbanía, la Bogotá moderna se afirmó en la segregación social, que enfrentó el norte opulento con el sur deprimido. La perspectiva de recuperación que hoy emprende Bogotá, sobre los errores de la planificación y la falta de conciencia de la ciudad como un territorio natural y social, deberá, en un esfuerzo sostenible, concebir su crecimiento no en la cantidad sino en la calidad. Para hacerlo deberá restablecer e incentivar mediante adecuadas intervenciones, el flujo del organismo-lugar, interrumpido por el borde diferencial del artificio moderno. Tendrá que trabajar por una escala acorde con la percepción del habitante, por una ciudad incluyente, solidaria, y con alto grado de apropiación. Los estratos y la división por localidades y UPZ podrán utilizarse en la administración, pero es claro que segregan a la población. Es en la apropiación ciudadana de los espacios públicos y patrimoniales, donde verdaderamente se construye el sentido de ciudad. La experiencia enseña que los espacios apropiados por las comunidades disuelven límites, generando identidad y vínculos afectivos entre la gente. Alguien afirmaba que la gente con su inventiva y creatividad supera con frecuencia las predicciones de los estudiosos y planificadores más especializados. Recordemos que la ciudad en la práctica no resulta siendo lo que objetivamente es, ni lo que los administradores, urbanistas y arquitectos piensan de ella. La ciudad es lo que la gente percibe, imagina y cree que es. Así, mediante una arquitectura que lidere la humanización del borde, se restablecerán los flujos naturales y sociales. Esto lo demanda el planeta, el momento histórico y la sociedad en su conjunto. Se estima que para el 2060, más o menos el 85% de la población humana vivirá en ciudades. ¿Cuál será entonces el futuro de ellas, pero cuál el de su ambiente natural asociado? Recordemos que la protección animal, la de la flora y la del medio ambiente en general
son ya una práctica en la construcción de carreteras en los Estados Unidos, Noruega y Australia. Un problema acuciante que se debe enfrentar hoy es el de las grandes cuencas hídricas. Ejemplos de ellas, las de los ríos Rin, Danubio y Nilo. Desde tiempos inmemoriales han constituido la unidad nacional que presupone su paisaje, su oasis longitudinal, su ecosistema y su importancia histórico-cultural. Pero debido al desbalance climático global y a las divisiones de que han sido objeto por el trazado fronterizo, hoy su supervivencia son amanezadas, al igual que los biosistemas que dependen de ellas. Los ríos, como el planeta, demandan ante todo, para su preservación, el entendimiento de su organicidad y, por ende, mancomunados esfuerzos transnacionales. Pensemos en la responsabilidad que tienen países como Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, en la protección de la cuenca amazónica para el futuro de la biósfera. La arquitecta colombiana Luisa Sánchez diseñó en 2006 un asentamiento alternativo para el estado de Vargas, Venezuela, caracterizado por la periodicidad catastrófica de su régimen de lluvias3. Es una propuesta a favor de la arquitectura, pero también a favor de la naturaleza, que contempla a nuestro juicio la dinámica fractal, derivada de la naturaleza y de sus ciclos. Las formas fractales, como sabemos, no constituyen un repertorio clásico al que se puede acudir de forma sistemática, como patrón de diseño. Estas son más bien el resultado, o el aspecto visible, de fuerzas naturales subyacentes. “Las nubes no son esferas, las montañas no son conos, las costas no son círculos, y las cortezas de los árboles no son lisas, ni los relámpagos viajan en una línea recta”, decía Mandelbrot (1982) (Mandelbrot, 1982). Debemos, a nuestro juicio, tenerlas en cuenta dentro de las soluciones sostenibles, que comprenden la intervención en el entorno natural y artificial. Observemos los meandros de los ríos, los bordes vegetales, los ciclos de los temporales, las variaciones de la luz, la labor de los vientos y las migraciones animales que, con sus características rizomáticas y con sus formas fractales, manifiestan el caos natural.
constituyen en esencia la protección del hombre mismo. Deberemos entonces, como imperativo, extender nuestra civilidad a las especies y a la flora urbana que nos acompañan. ¿Por qué no hacer efectivos desde ahora la permeabilidad de los cruces, tan conflictivos para la movilidad urbana, pero tan catastróficos cuando se trata de las especies animales? Los túneles para el cruce de los sapos y otras especies
Es tiempo de que cuestionemos ya la institución Griega que impuso el kósmos (cosmos) u orden artificial sobre el chaos (caos) natural. Debemos, como estrategia de intervención, crear armónicos entre las turbulencias creadas por nuestra presencia, por cierto, cada vez más perturbadora y las inherentes a la naturaleza. Nótese que no hablamos de diseño sino de intervención en lo natural. No es nada nuevo, pero esta vez a escala global, poner en diálogo las formas de la naturaleza, con los pensamientos y las poéticas que provienen del acto de habitar. Recordemos que nuestras diferencias con el otro terminan con la muerte. Nuestras más caras posesiones, incluido nuestro cuerpo, que defendemos y protegemos con tanto celo, nos han sido dados tan solo en calidad de préstamo. No es explicable entonces tanto lindero, tanta privatización generalizada y tanto abismo social, en un mundo que, como el actual, se pauta por lo público y por los afanes colectivos. 3 Referencia a la exposición “Reorganizaciones materiales” realizada en la Alianza Colombo-Francesa de Bogotá en 2007.
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El espacio público global demanda la fluidez global de lo público, y esto aplicado tanto a la telepresencia como a los espacios físicos asociados. Entonces, ¿por qué no cambiar la lógica que rige nuestras vidas? Cambiemos el “o” exclusivo por el “o” inclusivo. (p o q, implica p y q, dice la lógica). Derribemos la odiosa reja, el muro de la infamia, la cárcel que nos hemos impuesto. Pensemos que la aparente protección que brinda el muro, podría conducir a la autodestrucción espiritual. El ideal de la canción Imagine, de John Lennon (1971), “Imagine there is no countries/ it isn´t hard to do/ You may say I´m a dreamer/ but I´m not the only one/ I hope someday you join us/ and the world will be as one/ Imagine all the people/ sharing all the world […]” (Imagina que no hubiera países, no es muy difícil de hacer. Tú podrías decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día nos reunamos y que el mundo sea uno solo. Imagina a toda la gente compartiendo el mundo), se reafirma en su llamado con el de The wall (1979 de Pink Floyd: “we don´t need no thought control, All in all it´s just another brick in the wall […]” (No necesitamos el control del pensamiento, al fin y al cabo será, otro ladrillo en el muro). Con todos nuestros actos construyamos un mundo fluido, pero al mismo tiempo permitamos la actuación de la fluidez de lo natural. Contribuyamos, tanto en lo social como en lo físico, a la creación de una cultura global del puente, a una cultura de la fluidez. Hagamos de esta humanidad una humanidad planetaria, alfabetizándola con actos de ósmosis espiritual. Esto implica una modificación en nuestras relaciones con el espacio pero también con el tiempo. Implica una innovación desde la teoría, y desde el pensamiento de la ciudad. Requiere un diseño de estrategias que conduzcan al establecimiento y restablecimiento de relaciones positivas entre los organismos y la cultura del lugar. Implica una pedagogía del borde y una formación proyectada hacia el futuro. Tengamos en cuenta que al final todo se resume en el sencillo acto de equilibrio entre el amor y el respeto: amor sin abuso y respeto sin agresión.
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LA FORMACIÓN DEL DOCENTE DE ARQUITECTURA LOS RETOS DEL ARQUITECTO QUE ENSEÑA ARQUITECTURA *Arq.Paula Andrea Florez *Docente de planta en la Facultad de Arquitectura de Universidad Piloto de Colombia, Bogotá 2012. Máster en diseño de espacios comerciales -Retail Design- en Elisava 2011- 2012, Universidad Pompeu Fabra, Barcelona. Arquitecta Universidad Nacional de Colombia, Medellín 2005.Ha tenido Experiencia profesional en el diseño arquitectónico de proyectos de vivienda, comercio y ha colaborando con diferentes estudios de arquitectura, diseño de interiores y mobiliario, en Medellín y Barcelona. Resumen Tratar el tema de formación docente y profesionalización de la docencia en arquitectura es reciente, en Colombia y en el mundo, aún no hay fórmulas definidas, por lo tanto el presente artículo es una invitación a abrir el debate a pensar ¿Cómo debería formarse el arquitectodocente en Colombia? Esta reflexión surge desde mi ejercicio docente y en torno a la investigación que se desarrolla en la Universidad Piloto: Diagnóstico de formación avanzada de la planta de docentes del programa de Arquitectura, la cual tiene como fin formular un Plan de formación docente para el programa 2012-2020.
Introdución
Se podría considerar, hay tres grandes retos que enfrenta un docente en arquitectura hoy: 1. Lo disciplinar y la pedagogía, el reto de prepararse para ejercer dos profesiones la de arquitecto y la de docente.2. La formación avanzada en Arquitectura y el reto de mantenerse actualizado.3. El docente que investiga y el reto de mantener la inquietud constante por investigar y hacer de la actividad docente un proyecto de investigación.
1. Lo disciplinar y la Pedagogía. Tuve profesores de diseño de excelente calidad, los menos, a decir verdad, y otros que con gusto olvidaría. Entre los últimos podría encontrar los mismos que hoy abundan en todas las escuelas del país.Aquellos a quienes pagaría para que no enseñaran nada, (…)”Germán Téllez. Critica & Imagen. 1977.
Palabras clave: arquitecto docente, formación docente, pedagogía, docencia e investigación.
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Pensar enformar arquitectos docentes universitarios, es reciente, y además que estos deberían tener formación como pedagogos, el debate está abierto en diferentes ámbitos de la enseñanza de la arquitectura en Colombia, no hay fórmula conocida aún, todo pareciese indicar que hay voluntad desde la entidades gubernamentales y en las instituciones para superar críticas como la improvisación en las cátedras, “docentes obesos” sin método, y estudiantes descontentos con las evaluaciones. Numerosos arquitectos colombianos ejercen como docentes, para 2010 según la Investigación sobre la enseñanza de la arquitectura en Colombia desarrollada por Alberto Saldarriaga, 33 facultades analizadas contaban con 1.784 docentes vinculados de planta, cifra que ha venido en aumento si se tiene en cuenta que muchas de las facultades año tras año están aumentando las plazas para estudiantes y por consiguiente el número de docentes; se analiza también en dicha investigación que el número de docentes vinculados a planta desde 1995 a 2010 ha venido en ascenso del 24% al 35%, (aunque se mantiene un alto número de docentes de cátedra), los factores que han influido en ello podrían serlas exigencias del Ministerio de Educación Nacional en o el interés de las instituciones mismas por mejorar estándares de calidad. Según este panorama la profesionalización de la docencia en arquitectura es posible y aunque muchos de los docentes posean talentos innatos para acompañar el proceso de construir conocimiento, es una labor que no debe continuar a partir de estrategias intuitivas o a prueba y error, y exigirá al docente investigar desde su que hacer diario en pro de mejorar su desempeño según parámetros internacionales de calidad, teniendo en cuenta que no todo arquitecto con un ejercicio profesional sobresaliente o con una estructurada formación avanzada será un buen docente. La figura del docente como fuente y contacto con el conocimiento como lo comenta Alberto Saldarriaga en Aprender arquitectura (1996) ,desapareció, la escuela de arquitectura y sus docentes no son el camino exclusivo para que una persona obtenga conocimiento en arquitectura, esto no es nuevo y una prueba son arquitectos como Le Corbusier, Tadao Ando o Rogelio Salmona. Demostrando que el valor está en “el aprendizaje y no en la enseñanza” . Este nuevo docente debe estar dedicado profesionalmente a la creación de conocimiento, debe investigar en su área, tener un excelente dominio de su campo de interés y contar con habilidades de: • Autoaprendizaje y actuación motivada por sí mismo • Capacidad para estimular al estudiante a tomar el control de su propio aprendizaje • Capacitación en docencia y psicología del aprendizaje • Aptitudes de investigador capaz de acceder al material generador de conocimiento y a las redes informáticas para seleccionar los problemas y la información pertinentes a sus necesidades.
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Podría suponerse que la inversión en la formación de buenos cuerpos docentes debe traer resultados positivos que se reviertan en la calidad de los egresados que llevarán a cabo un mejor ejercicio de la profesión, en una sociedad en la que el ejercicio de la arquitectura presenta un panorama en general, hostil, donde el arquitecto hace frente a situaciones como el diseño de intervenciones urbanas por parte de políticos, la inconsciencia de la intervención bajo parámetros de sostenibilidad en nuestras ciudades, un mercado donde la oferta de vivienda es de bajas calidades espaciales en todos los estratos, y enfrentarse a malas remuneraciones salariales, el reto de ejercer como profesionales autónomos, crear empresa, “vender arquitectura”, hacer marketing, identificar publico objetivo y un nicho de mercado, entre muchas otras situaciones complejas del ejercicio profesional. No se puede olvidar que el objetivo de una facultad de arquitectura es formar profesionales que respondan a las condiciones del mercado laboral y que su ejercicio sea una actividad productiva que mejore la calidad de vida. “En Colombia hay cerca de cincuenta escuelas de arquitectura que gradúan montones de arquitectos al año, muchísimos más de los que se necesitan, y la gran mayoría deficientemente formados”, como le escribe Benjamín Barney, una estrategia para mejorar esas deficiencias en la formación de los alumnos será la elección y la inversión en la formación del cuerpo docente idóneo, perfiles con formación avanzada a nivel de maestría y doctorado y/o profesionales reconocidos en el medio por su ejercicio profesional y
con aptitudes para la construcción de conocimiento, reconociendo que la formación y los intereses de los docentes desde la academia tienen que articularse con las necesidades del mercado laboral Colombiano. Queda entonces el interrogante tanto para instituciones como para los docentes ¿Cómo deberían prepararse para acompañar a los alumnos en la obtención de las herramientas necesarias para un ejercicio profesional ético, y con sentido crítico?. El reto no es solo prepararlos para que hagan buenas entregas en el taller de proyectos si no fuera de él. 2. La formación avanzada. El Reto De Mantenerse Actualizado. “Si una universidad logra asegurar la excelencia de sus docentes, tiene asegurada, en buena proporción, su excelencia como institución de educación superior.” Germán Téllez ya comentaba en el contexto de 1977 que era preocupante la proliferación de las escuelas de arquitectura que nacen como respuesta a las demandas del mercado y los “profesores improvisados” , ¿pero habrá esto mejorado al día de hoy? La profesión de docente universitario está sometida a presiones más intensas que nunca. La necesidad de satisfacer las demandas de masificación ha hecho disminuir en muchos países la cualificación media de los profesores de ese nivel. Es posible que nada menos que la mitad de los profesores universitarios del mundo sólo tengan un diploma de licenciatura (en China, sólo el 9% son doctores; el 35% en la India) La formación avanzada a niveles de maestrías y doctorados en la planta docente de una facultad de arquitectura se convierte en un factor fundamental, si se buscan docentes investigadores y con experticia en campos disciplinares específicos, que colaboren con procesos educativos de calidad, y para un arquitecto que desea desempeñarse como docente deberá ser un requisito mantener su interés por formarse mínimo a nivel de maestría, ya que en teoría un estudio de maestría es el que permite en un profesional amplíar y desarrollar los conocimientos para la solución de problemas disciplinarios, interdisciplinarios y profesionales y dota al estudiante de los instrumentos que lo habiliten como investigador, como lo definen los lineamientos para la acreditación de programas de pregrado del CNA . La formación a nivel de maestría y doctorado implica una importante inversión económica y una ardua dedicación a la formación académica por parte del arquitecto, que se espera se vea recompensada en sus ingresos, teniendo en cuenta que es en las empresas educativas donde este tipo de perfiles pueden vincularse con relativa facilidad. “Si tiene maestría gana $3’396.815, mientras que un doctor devenga unos $5’249.673, en promedio. “Quienes hoy tienen el privilegio de
ostentar un título, tienen mejores oportunidades de empleo. Estudiar sí paga”, Estos son datos del Observatorio Laboral para la Educación elaborado por el Ministerio de Educación en 2011. Los estudios de posgrado son un componete reciente de los programas de educación superior en Colombia el proceso se inició alrededor de los años 70, siendo la pionera la Universidad Nacional de Colombia en la sede de Bogotá. En el caso de programas de Especialización, Maestría y Doctorado, presenta la más amplia trayectoria; en los años 70 se inicia la oferta de posgrados con la Maestría en Teoria e Historia que posteriromente evoluciona a programa de Doctorado. En el ámbito de las universidades privadas el desarrollo de programas de posgrado se da debido a las iniciativas del Ministerio de Educación Nacional en los años 90 cuando se propone que los programas de arquitectura
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deben acreditarse, para esto se debe incentivar la investigación como un proceso formal que alimente programas de posgrado. En el caso particular de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Piloto de Colombia, incursiona en los años 80 en este campo con la Maestría en Gestión Urbana, reconociendo las necesidades de un medio donde no era suficiente hablar sobre diseño y planeación urbana si no también reconocer la importancia de formar profesionales sobre temas de Gestión de nuestras ciudades. La oferta de programas de posgrado a nivel de Maestría se está ampliando, 5 años atrás el enfasis de los programas de posgrado estaba en las especializaciones, pero las exigencies de la globalización en la educación, han llevado a las instituciones ha enfatizarse en la oferta de programas de maestría, esto permitirá a los profesionales en arquitectura y en especial a los arquitectos-docentes acceder a una formación con temáticas más diversas, algunos casos ejemplo de esto son la facultad de la Universidad Piloto donde se viene gestando una Maestría en Arquitectura y la Universidad Católica que ofertará un programa de Maestría en Arquitectura Sostenible. Las experiencias de formación avanzada en el exterior resultan bastante enriquecedoras sobre todo en el caso de los docentes en arquitectura, les permite vincularse a redes de conocimiento internacionales y estar en contacto directo con otros modelos pedagógicos,en la planta docente del programa de arquitectura de la universidad Piloto, un 26.08 % de la planta (compuesta por 97 docentes) ha tenido experiencias de formación en el exterior, España es uno de los destinos mas elegidos, a nivel de Maestría o doctorado donde predominan los egresados de la Universidad Politécnica de Cataluña y en Italia donde predominanlos egresados de Maestrías
del Politécnico de Milán, un factor fundamental para la formación en dichos países podría ser las facilidades del idioma, el reconocimiento internacional y la gran tradición de los posgrados que ofrecen las escuelas de arquitectura Españolas e Italianas y los costos accequibles, comparados con los costos de matrículas en Colombia, sumado a la posibilidad de becas o a créditos-beca como COLFUTURO y auxilios sobre todo en los estudios relacionados con las áreas de urbanismo; 2 de los 3 docentes con experiencias de formación en los Estados Unidos egresaron de PrattInstitute, reconocido por sus innovaciones pedagógicas para la enseñanza del diseño, se ven en menor medida destinos como Cuba, Alemania y Holanda y como aparecen otros nuevos con interesantes ofertas para la formación avanzada como China o Panamá. La presencialidad no es el único medio para acceder a programas de formación avanzada, en el exterior, y hay una amplia variedad de programas a distancia a través de plataformas virtuales, ofertados por instituciones de amplio reconocimiento que se convierten en una excelente opción de formación si no se tiene la disponibilidad de tiempo para vivir y estudiar en el exterior. 3. El docente que investiga La inquietud por investigar es clave en los intereses de un docente en arquitectura hoy, es la posibilidad de transformar las prácticas docentes, y consolidar metodologías para la enseñanza de una profesión. Todo docente de una forma u otra debe ser un investigador, sea porque desarrolle desde su plan de trabajo proyectos específicos dedicados a este fin o desde su cátedra misma debe desarrollarse un componente investigativo sólido, que le permita evaluar aciertos, desaciertos y comprender los procesos de sus alumnos ya que el objetivo es incentivar la construcción del conocimiento y este seguimiento asumido como una
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tarea investigativa puede mostrar resultados en lo cuantitativo y en lo cualitativo. Un docente que investiga puede mantenerse actualizado, la investigación es la conexión entre lo académico y la comprensión de las dinámicas socio culturales del contexto en el que se encuentra la Universidad y sus alumnos. Dentro del plan de formación docente se puede desde los intereses de la institución ofrecer programas de becas en formación avanzada y programas de apoyo a la docencia en formación para la investigación, en cuanto a la formulación de proyectos y la gestión de los mismos, para ayudar al docente a afianzarse como investigador pero, “Más que un problema de medios se trata de un problema de actitud.” Renovación y adaptación, son factores fundamentales para mantenerse vigentes en la enseñanza de la arquitectura, gracias a la tecnología, y las dinámicas del mercado globalizado, los cambios en la sociedad son cada vez mas vertiginosos y esto implica tanto a las facultades de arquitectura como a sus equipos docentes, prepararse para mutar, eso si, reconociendo los valores del saber hacer que deben permanecer, porque la academia debe estar sintonizada con los hechos económicos y sociales , como lo dice Mario Vargas Llosa: La historia no está escrita, no es fatídica, cambia. Justamente nos ha tocado vivir una época en que hemos visto las transformaciones históricas más extraordinarias e inesperadas. Si alguien me hubiera dicho cuando yo era joven que iba a ver la desaparición de la Unión Soviética, la transformación de China en un país capitalista; si alguien me hubiera dicho que América Latina iba a estar en pleno proceso de crecimiento, mientras Europa vivía su peor crisis financiera en un siglo, no me lo hubiera creído y, sin embargo, todas esas cosas han pasado. (…) Bibliografía LIBROS RUIZ GOMEZ, Darío, Ciudad y Arquitectura, Tarea Crítica. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín 1997. 179 p FLÓREZ ROMERO, Rita. GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ, Maureen. Alfabetización Académica Una Propuesta Para La Formación De Docentes Universitarios. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia 2011. 89 p. COLOMBIA. PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA. Memorias de arquitectura. II Foro: Arquitectura en Colombia. Enseñanza y práctica. Bogotá: Facultad de Arquitectura y Diseño 2010. 91 p. PADILLA BELTRÁN, Jose Eduardo. Globalización Y Educación Superior: Un Reto En La Formación Del Docente Universitario. Bogotá: Universidad de San Buenaventura 2008. 239 p. CORREAL PACHÓN. German Darío. Bitácora: Un recorrido por el proyecto arquitectónico. Bogotá: Universidad Católica de Colombia 2010. 149p.
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Lugares Duales – Biblioparque de la Biodiversidad Cerro Cristo Rey Villavicencio. 2011 Lugar del planteamiento: Villavicencio por Vannesa Ordóñez Torres
Descripción del proyecto: “El interés por el horizonte estriba en su representación simbólica como zona que mantiene la distancia insuperable en el paisaje. Es la metáfora del lugar inalcanzable, el más allá del lugar, su utopía.” Introducción. Villavicencio es centro, desde su misma configuración urbana y regional, es centro de región y puerta a la capital. Las poblaciones cercanas a la ciudad definen el carácter de sus ejes y así mismo el del su centro. Pero el centro surgió y vive en función del territorio na-
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tural, conjuga en sí varios sistemas urbanos y naturales que le imprimen su identidad propia.
está desdibujando para las nuevas generaciones.
Dentro de la ciudad, sus partes adoptan funciones, que responden al medio natural, localización geográfica y a las intervenciones humanas, cada función es propia de un lugar de la ciudad y le da un carácter al mismo.
El olvido del Cerro ha generado una invasión espontánea de la parte baja del mismo por personas en condición de marginalidad, incrementando así la deforestación y la condición de zona de riesgo de deslizamiento, esto ha generado problemas de inseguridad y un cierto temor de los ciudadanos para visitar el lugar..
Problemática. El cerro de Cristo Rey es un patrimonio cultural y natural de Villavicencio, hito geográfico y urbano, junto al cual se fundó la ciudad, de valor histórico, natural y de identidad para sus ciudadanos, pero el crecimiento urbanístico lo ha ido dejando en el olvido y su imagen se
El rápido crecimiento económico de la ciudad ha precipitado su desarrollo comercial, dejando de lado la relación con el medio natural
y el desarrollo cultural. Principales ejes de la identidad del hombre con su territorio Justificación. Utilidad. La integración de los componentes naturales y artificiales, tangibles e intangibles de la ciudad servirá para fortalecer el lazo del hombre con su entorno y memoria, evitar que lo destruya debido a la falta de sentido de identidad y propiedad. Esto es un aporte en la búsqueda de ciudades sostenibles e integrales que reconozcan y vivan su territorio sin destruirlo. Novedad. En Villavicencio se han venido desarrollando algunos proyectos de parques relativos al tema de la biodiversidad, pero el objetivo de éstos ha sido principalmente el turismo y la generación de espacios de recreación en las afueras de la ciudad. La idea es recuperar un espacio natural en el centro de la ciudad, en un lugar - hito, que refuerce la idea de biodiversidad, sirva como espacio de recreación y sitio turístico y además responda a una necesidad urbana de espacios para la cultura. Marco conceptual. “El lugar es el espacio habitado por el hombre de manera real o simbólica”, de acuerdo con
esta frase de N. Schulz podemos decir que es el sentido de pertenencia lo que hace al lugar, pero el lugar, que tiene un significado para el colectivo y otro para el individuo se convierte en un lugar dual, como lo es el Cerro, un lugar dual es una oportunidad de aprovechar ésa oposición y complementariedad para fortalecer la identidad de un pueblo, valiéndose de las diferentes percepciones de quienes habitaran simbólicamente este lugar, de acuerdo con la teoría de imagen colectiva de la ciudad de K. Lynch: “Entre las diferentes imágenes mentales que los habitantes de la ciudad tienen, existen puntos en común, ésos puntos en común generan una manera colectiva de entender la ciudad.” Y éstos puntos en común son generalmente resaltados por medio de un monumento, en éste caso la estatua de Cristo Rey, como lo aseguró A. Rossi en La Arquitectura de la ciudad; “Los monumentos históricos son el elemento fundamental de la estructura urbana, son los portadores del sentir colectivo” es entonces ése sentir colectivo el que nos está pidiendo que es hora de cambiar las pesadas estatuas de próceres de bronce sobre sus caballos por “amarillos origamis que representes caballitos” es decir, es
hora de re – significar los lugares, éste lugar en particular, el cerro tutelar de Villavicencio. Integrando las teorías acerca de lugar de Schulz y Lynch, y teniendo en cuenta el lugar de trabajo, un área natural dentro de la ciudad, que tiene su propio carácter y a su vez le da un significado a la ciudad, se puede decir que es un lugar dual, pues es tanto un hito natural que todos reconocen en la ciudad, pero a su vez ha sido objeto de diferentes interpretaciones a lo largo del tiempo, teniendo ahora un lugar con mucho potencial de desarrollo pero abandonado por haber perdido su significado para la población actual, con su recuperación se garantizaría su permanencia como hito natural para las futuras generaciones, producto de una identidad propia, es una pequeña selva llanera dentro de la ciudad. “La territorialidad proporciona el bastidor en que se hacen las cosas, (lugares para aprender, lugares para jugar, lugares donde esconderse...)” El lugar de trabajo El Cerro de Cristo Rey, en el piedemonte de la Cordillera Oriental, constituye junto con los ríos Guatiquía y Ocoa el borde natural de
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la ciudad. El cerro es el último vestigio de la montaña y marca el comienzo de la llanura.
de los ciudadanos fundadores, parece haber sido olvidada por los ciudadanos actuales
El territorio se encuentra dividido por comunas, el área de influencia se encuentra ubicada en la comuna 2; incluye los barrios Las Colinas, San José, Centro, Barzal, Barzal Alto, Los pinos, La Azotea, San Fernando y el Cerro de Cristo Rey.
Invasiones al cerro:
El éste contexto urbano encontramos: Cerros isla: La presencia de estos cerros en medio de una ciudad es considerada por los planes reguladores como áreas verdes pero muy pocos de estos cerros poseen una planificación adecuada para ello, quedando al olvido y dando paso a un espacio residual dentro de la trama urbana Simbolismo histórico y cultural: Muchos monumentos se sitúan en la cima de los cerros isla de las ciudades, en nuestro contexto éstos monumentos tienen connotaciones religiosa, ligando el cerro a lo sagrado, como dominio sobre la ciudad. Centro de ciudad: La fundación de algunas ciudades junto a los cerros tiene su razón en los ríos que brotan de ellos, el agua, indispensable para la vida
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El olvido y abandono de un cerro isla causa su invasión ilegal, los grupos más marginales de la ciudad se apropian de los no – lugares que el resto de los ciudadanos han olvidado. Ciudad universitaria: La zona universitaria de una ciudad es por lo general cercana al centro, y desata una serie de actividades complementarias a su alrededor, como comercio y equipamientos deportivos y culturales y vivienda en altura. Barrios tradicionales: Los barrios residenciales de estrato alto de algunas ciudades, ubicados en zonas centrales tienden a perder su población original debido a la influencia del centro, se convierten en zonas comerciales e institucionales con arquitectura residencial antigua Esquema de intervención Recuperar un hito natural de la ciudad, concretando su papel como oferta ambiental, cultural y recreativa desde su potencial natural, ecológico y paisajístico, por medio de un atractor equipamiento cultural, que pretende involucrar a la población escolar y a la comunidad en general, teniendo en cuenta el
déficit de espacios culturales de la ciudad, este equipamiento se conectará a la ciudad por medio de corredores verdes peatonales que a su vez contribuirán a la recuperación de la ronda del caño Gramalote y servirán de espacios de transición para las personas entre el espacio urbano y el natural. Esquemas de intervención puntual Hay un déficit de equipamientos culturales para la cantidad de equipamientos educativos de la ciudad y la gran cantidad de población estudiantil que los necesita, (más de la mitad de la población total). Posiblemente el déficit de equipamientos culturales se deba a la falta de interés de los ciudadanos por éstos En el estudio realizado por la Cámara Colombiana del Libro, Fundalectura, el Dane y los Ministerios de Cultura y Educación, la capital del Meta (junto a Barranquilla) aparece como una de las dos ciudades en donde menos se visitan las bibliotecas. La forma de acceder a la información ha cambiado, en la era digital, la arquitectura debe responder a las necesidades de los usuarios, Villavicencio necesita un equipamiento cultural biblioteca para su población estudiantil, pero éste tiene que ofrecer espacios más interactivos y digitales, además de ser un espacio
multifuncional, muy cercano a la arquitectura de límites difusos, teoría de Toyo Ito. Planteamiento urbano Concepto. Definición de nuevas formas de arquitectura en base a la geometría que emerge de las formas del territorio ¿Puede una montaña ser reconstruida? De acuerdo con la lógica tradicional asociada a la arquitectura, no. Un edificio es diferente a un elemento natural. La montaña es el paradigma de una construcción formada por las fuerzas de la naturaleza.
Posee una estructura interna que es coherente con la materiales y las fuerzas internas que lo creó, los procesos erosivos que la han moldeado y los asentamientos biológicos que lo habitan La propuesta urbana se compone de: Biblioteca de la Biodiversidad
Equipamiento de tipo cultural que al estar ubicado en un medio natural inmerso en un área urbana pretende educar sobre la riqueza natural de la región a los ciudadanos y visitantes Parque de la biodiversidad Complementando la función de la biblioteca se realizara un parque ecológico en la parte baja del cerro que sea espacio de transición y ayude a consolidar el borde urbano
a los visitantes a reconocer las especies del parque Corredores verdes La ciudad llegará hasta el cerro por medio de corredores verdes peatonales que recuperarían la ronda del caño y mejorarían la relación de las personas con el mismo Plazas públicas nuevas Como parte de la recuperación de la ronda del caño gramalote, se pretenden recuperar algunas áreas como plazoletas y sitios de reunión que antes eran viviendas en la rivera. Consolidación de borde
Miradores lúdicos
Los barrios informales ubicados en el cerro tendrán como borde el parque, para lo que se debe consolidar y dotar de equipamientos que lo integren al parque y al cerro
Como puntos estratégicos dentro del parque se ubicarán unos miradores - plataformas que sean también espacios múltiples y ayuden
Parque de la biodiversidad “Si los paseos urbanos son propicios para la relación social, los paseos por la naturaleza
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fomentan la soledad. El que camina en el paisaje intensifica la conciencia de sí mismo y del medio que experimenta.” El objetivo es integrar los hitos y nodos propuestos y existentes del cerro por medio de recorridos que actúan como conectores, facilitando el acceso y así mismo generando paseos, que enriquezcan la experiencia del lugar Al generar una mayor cantidad de recorridos dentro del cerro, se dará una forma de experimentarlo diferente, más abierta. Él camino trazado es un mediador: al tiempo que introduce la presencia humana, destaca las cualidades del paisaje. La propuesta consiste en integrar y adecuar los caminos actuales que en principio son vehiculares a peatones y bicicletas, proponer nuevos caminos que generen variedad de
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recorridos peatonales e integrar el sistema de transporte público al cerro.
monumento, la concha acústica y el mirador lúdico
Reserva forestal
Plazoletas públicas
La parte alta del cerro será protegida como área de reserva natural para evitar el efecto negativo del hombre en el ecosistema
Destinar algunas áreas estratégicas para zonas duras dentro de la naturaleza que permitan otro tipo de actividades y sirvan como accesos al parque
Parque de la Biodiversidad Complementando la función de la biblioteca se realizara un parque ecológico en la parte baja del cerro que sea espacio de transición y ayude a consolidar el borde urbano Consolidación de borde Establecer límites visibles a la población que habita el cerro, que les muestren hasta donde pueden crecer. Zona cultural La parte alta del cerro será definida como una zona cultural, donde estará ubicada la biblioteca de la biodiversidad junto con el
Puntos de información turística En los principales accesos al parque establecer puntos de orientación al usuario que informen sobre el lugar y sus actividades, presten servicios de guías y guardabosques Centros comunitarios En la consolidación de borde de los barrios informales del cerro se pueden establecer centros comunitarios que integren a la comunidad con el medio natural Zonas de camping Permitir a los visitantes acampar en el lugar es una buena estrategia para atraer turistas al
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ALCALDIA LOCAL DE BOSA Lugar del planteamiento: Bosa Juan Sebastian Rubio Buitrago Universidad de Los Andes
Memoria: Desde la reforma curricular de 1997 el Proyecto de Grado ha tenido distintas transformaciones que lo han llevado a ser un campo de exploración e investigación tanto para profesores como estudiantes y a enfocar su trabajo en problemáticas centradas en zonas
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específicas de la ciudad de Bogotá. Con ese mismo espíritu y en aras de reforzar los aciertos logrados en este nivel de la carrera, a partir de la implementación del currículo por competencias el Proyecto de Grado evolucionó en lo que son hoy las Unidades Avanzadas; un paquete de tres cursos (teoría, análisis y proyecto) que propone una aproximación más integral a la identificación, planteamiento
y resolución proyectual de situaciones particulares en la ciudad de Bogotá. El proyecto aquí presentado, uno de los últimos trabajos desarrollados bajo el esquema de Proyecto de Grado, se centra en la incorporación de edificios públicos que propicien el encuentro entre ciudadanos y Estado en tejidos existentes en zonas aledañas al rio Tunjuelo
(sur-occidente de Bogotá). En este caso en particular el curso partió de la base de que proyectar es un proceso no lineal en el que paralelamente actúan la intuición y variables objetivas. Dichas variables son resultado del entendimiento del lugar y de los temas que es necesario comprender para intervenirlo. Detalles: Ciudad Entendiendo la ciudad informal latinoamericana como un tejido homogéneo de alta densidad consolidado dentro de la ciudad misma, el proyecto pretende a nivel urbano intervenciones puntuales de alto impacto, a manera de agujas de acupuntura, en el sur de Bogotá. Programáticamente cada intervención buscaba llevar la presencia del estado al interior de dichos tejidos urbanos, por lo que cada intervención es una alcaldía local, entendiendo ésta como un gran edificio de servicios urbanos donde estén representados los grupos ciudadanos y los poderes que conforman el estado. Tipo Y Forma La plaza, como elemento arquitectónico que ha acompañado al estado en todas Sus formas y momentos fue el punto de partida tipológico para desarrollar la forma del
proyecto. Los elementos que hacen única a la plaza son su carácter de centro y vacio. Para sintetizar estas dos propiedades de la plaza en un nuevo proyecto se partió como esquema original de dos círculos, uno inscrito dentro del otro, estando el centro del mayor dentro del círculo interior. El círculo interior es un pozo de agua que irradia luz a todo el proyecto y alrededor del cual se desarrollan las actividades, teniendo como limite el círculo mayor. Todo este espacio está cubierto por una bóveda catenaria en concreto lanzado que cambia de altura a medida que se desplaza alrededor del edificio, apoyada siempre sobre las circunferencias de los dos círculos.
piezas (parte superior en el suelo) se pudieron construir espacios cóncavos, convexos y cóncavos-convexos uniendo una pieza con la otra sin perder el ritmo de 1m que rige a cada elemento. La séptima pieza es la pieza recta de 1m, también sesgada en la parte superior para encajar con el resto. Cada pieza se diseñó en tres materiales que permitían diferentes cualidades de luz: fibrocemento que aislaba totalmente las visuales entre espacios, vidrio templado y vidrio templado opaco.
Ritmo La misma geometría basada en circunferencias se lleva una escala menor, la de la configuración y división de los espacios dentro del proyecto. Tomando seis diferentes radios de circunferencia (1m, 1,5m, 2m, 3m, 4m y 6m) se diseñaron piezas cuyo arco midiese 1 m (60°, 40°, 30°, 15°, 20° o 10° respectivamente) , Estas piezas se desplazaron 25 cm en la parte superior en dirección excéntrica conservando el ángulo en planta en toda su altura. Disponiendo y girando estas
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Interior
Corte de la cupula
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EXPERIENCIAS Y MÉTODOS DE LA RESTAURACIÓN EN COLOMBIA VOLUMEN II Autores: Olimpia Niglio, Rubén Hernández M
Presentasion del Libro: Por: Alberto Corradine Angulo La presentación de un panorama de las principales obras realizadas por los restauradores colombianos, así como su inserción en el panorama mundial, en especial su ubicación en el universos teórico mundial, es un ejercicio intelectual que encierra gran interés para todos los que hemos participado, de alguna manera, en la aventura de intentar la protección y conservación del Patrimonio Cultural (también monumental) de Colombia. Nos encontramos de lleno en la zona tropical de América, por cuanto la línea ecuatorial cruza el territorio de nuestra república, y, aun cuan no se desee, el medio abruma los sentidos y la mente de todos sus habitantes, de manera similar a la forma como afecta la América Central y toda la cuenca del Caribe. Quizá esa circunstancia nos sitúe en un plano bien diferente del centro y noreuropeo. Cerebros similares a los de Leibnitz, Kant, Newton, etc, no se encuentran en nuestro medio, pero en otras expresiones como Botero, García Márquez, Shaquira, etc, podemos presentar muchos personajes. Predomina en el trópico mas lo sensual que lo cerebral, hecho que trasciende en el actuar tanto de gobiernos como de individuos, por tal razón todas las realizaciones referidas al mundo del patrimonio cultural tendrá toques de luz y algunas sombras, y en defensa de éste actuar podríamos establecer paralelos con muchas intervenciones europeas, con la diferencia notable de encontrarse obedeciendo las nuestras al cúmulo de factores anotados, en tanto que en los casos europeos siempre se podrán alegar factores altruistas, defensores de la
identidad nacional, etc. Pero estas breves consideraciones son simplemente explicativas puesto que no están dirigidas a demostrar ninguna clase de superioridad, sino simplemente la existencia de diferencias profundas en las ideosincracias de uno y otro lado del Atlántico. Hace algunos años vengo adentrándome en el tema específico de la Historia de la Restauración, o si se prefiera de la conservación de los bienes culturales en Colombia y, de paso, al actuar de los colegas unos ya desaparecidos hace muchos años y otros contemporáneos que aún actúan, de manera que estas líneas me llegan como añillo al dedo, así que simplemente tomaré algunas ideas que ya tengo redactadas junto con varios comentarios adicionales, con la condición de que tengan validez tanto para el estudio en el cual avanzo, como en las percepciones que debo consignar para esta invitación que hago a los lectores que se encuentren interesados en conocer el devenir y la situación actual de una labor que, en general ha resultado quijotesca para los defensores del patrimonio cultural. Parece conveniente comenzar por señalar algunas circunstancias propias de esta hermosa nación, y una de ellas es la relacionada con la ausencia conciente de una verdadera defensa de nuestro patrimonio como Política de Estado, opuestamente a tal como es ostensible en los países europeos. Aquí el patromonio cultural está supeditado totalmente a las circunstancias políticas, pese a la existencia de buen número de normas legales que, en la teoría, contradicen este acerto. Pero resulta fundamental relatar someramente el proceso de comprensión del término Monu-
mento y con ello de todos sus aspectos afines, para lo cual debemos retomar algunas acepciones que se han dado a ese término. Debe recordarse, como la hace Alfredo Barbacci, que la palabra Monumento deriva de la latina Monumentum cuyos significados son múltiples, tanto en italiano como en español, entre ellos: recuerdo, memoria, monumento, templo, esta-
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tua, obra publicada, tumba, sepulcro, escrito y obra entre otras. Al realizar un somero repaso de los conceptos al tenor de las expresiones utilizadas en las leyes y en los decretos, a lo largo de todo el siglo XX, para no situarnos en el anterior, es patente la evolución que ofrecen las ideas en el país, pero si adicionalmente se examina el medio académico es posible conocer otra faceta del pensamiento y de sus alcances. No sobra mencionar el propio medio profesional puesto que, en su seno se producen cambios importantes que repercuten en el pensamiento nacional. La existencia paralela de muy diversas personas con criterios totalmente dispares, e incluso contrarios a los adoptados progresivamente en el mundo civilizado, han generado el clásico binomio de los individuos defensores del Patrimonio Cultural y el de aquellos cuya importancia se centra en el simple beneficio económico o, de un mezquino interés personal. En el país esa dualidad se presenta con inusitada frecuencia como se podrá apreciar a lo largo de las siguientes páginas, y si bien es cierto que se trata de un fenómeno que se planteará referido exclusivamente a Colombia, puede decirse que toda Hispanoamérica sufre la misma enfermedad, sin que se pueda creer que en los llamados países desarrollados, deje de existir esta clase el juego de intereses, pero la mayor cultura popular y la fácil intervención y respaldo de las autoridades y de los medios de comunicación, tornan muy eficientes las campañas de protección de su propio Patrimonio Cultural. Ya en la alta edad media la progresiva emulación de los pueblos entre si, dio lugar a pretensiones bien diferentes a las de simple homenaje a Dios, como pude apreciarse con la idea de lograr la torre más alta del mundo como es el caso de Ulm, a orillas del Danubio, obra en la cual se presentan nuevos valores culturales, puesto que más que la belleza, el homenaje, la casa de oración y culto, se maneja el concepto de prestigio con claros visos de emulación con ciudades más importantes gubernativa o comercialmente. No escapa
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de éste marco el anhelo de riqueza, como ocurre con las ciudadelas religiosas edificadas para los conventos o abadías de ciertas comunidades como el caso de Cluny, donde con el transcurrir de los años fue incrementándose el tamaño de su templo, y además de las magnitudes alcanzadas albergaba prodigiosas colecciones de obras de arte y de documentos en su biblioteca.
un prestigioso artista y de su más reciente intervención: “la ha arruinado más de lo que este tiempo ha hecho o podido hacer” . Esa calificación sobre el daño que solían producir algunos “restauradores” aficionados, nos deja apreciar la forma superficial como se atendía el estado de las obras, fueran artísticas o arquitectónicas. El sistema del repinte ha perdurado hasta nuestros días.
El advenimiento del Renacimiento, con un nuevo espíritu, algo más pagano, identifica con claridad al autor de la obra, y las que se realizan están dirigidas a emular o competir con las del mundo clásico. La sustitución de la vieja Basílica de San Pedro, con más de diez siglos a cuestas, se sustituye por la actual erigida con la clara intención de transformarla en un hito o símbolo, no solamente de la ciudad, sino de todo el cristianismo, de ahí sus dimensiones colosales. Pero esta inmensa obra se ve complementada con las medidas, dictatoriales, es verdad, promulgadas con la Santa Sede, mediante las cuales fue posible destruir la ciudadela que llenaba el interior del Coliseo, suspender el vandalismo que la afectaba en sus funciones de cantera para obras nuevas, y adoptar las medidas técnicas que suspendieron el colapso progresivo que lo afectaba, mediante un gran contrafuerte que equilibró los esfuerzos de los arcos exteriores de primero a último piso.
Bien pronto, luego del vandalismo desatado en todo el territorio francés a partir del memorable 14 de julio, la Asamblea luego de considerar el informe presentado por el Abate Gregory, emite una serie de decretos sobre los inmuebles y bienes eclesiásticos que pasan a poder la de Nación, a partir del 2 de noviembre de 1789, más tarde se incluyen los conventos de la Corona Real y las obras de arte de ella, etc., para lo cual ordena casi de inmediato la realización de inventarios y asigna el cuidado y vigilancia de esos bienes, como propiedad del estado, como bienes de la nación francesa . Se trata de las primeras medidas oficiales encaminadas a la Conservación de todos los bienes, sean ellos documentales, artísticos o arquitectónicos, incautados por la República.
Debe pasar un mayor tiempo ante de poder encontrar conceptos apropiados sobre la idea de conservar y proteger ese pasado, como va a ocurrir en el siglo XVIII, en la Francia prerrevolucionaria, alentada por la Ilustración y el Enciclopedismo. El profesor italiano de Restauración Arquitectónica de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Milán Marco Dezzi Bardischi, en un documentado y puntilloso estudio sobre los conceptos Restaurar y Conservar, recuerda las apreciaciones que unos pocos contemporáneos de ciertos trabajos realizados en algunas obras de Rafael Sancio sobre los cuales se expresaban, entre ellos Jonathan Richardson en 1728, así de
El 18 de noviembre de 1793, la Asamblea suprime la Comisión de Monumentos y la reemplaza por la Comisión Provisional de Arte, la cual se pronuncia en enero de 1794 sobre la necesidad de conservar los bienes de la nación así: “la manière d’inventorier et de conserver dans toute l’étendue de la République tous les objets qui peuvent servir aux arts, aux sciences el à l’enseignement”. La idea principal era la de permitir a todos los ciudadanos conocer, aprender y gozar de las obras de arte como bienes públicos, que antes solamente la nobleza podía verlas y gozarlas, pero cuya conservación se tornaba estratégica para el Estado . Nos encontramos ante el concepto de Bien Público, atribuido a las edificaciones calificables como Monumentos de interés nacional, para las cuales considerando exclusivamente el plano legal, quedaba implícito el concepto hoy universalmente reconocido de la prioridad
que la sociedad que los Estados otorgan el bien colectivo frente al bien particular. En éste momento debemos distinguir entre dos aspectos diferentes pero paralelos: la evolución de un Concepto y la evolución de una Actitud. Antón Capitel sintetiza el dilema de la siguiente manera al mencionar la situación
que denominó: PARIS, LONDRES, MADRID, editada en 1861, quien además de asistir a la exposición de Londres de 1851, apenas menciona de paso su existencia sin mayor evaluación, así como tampoco toma partido ante la gran variedad de estilos imperantes a mediados de siglo en Paris donde residió muchos años. Debemos esperar a que el Padre Alfonso Borrero S. J. publicara su tesis de maestría de Restauración, para que todos esos nombres fueran conocidos en el mundo universitario. En los albores de la República, el General Santander, encargado del Poder Ejecutivo, como consecuencia de su preocupación sobre los temas educativos, expide normas específicas para la formación de un Museo de Ciencias Naturales, en el cual se deberían continuar las truncadas investigaciones de la Expedición Botánica y mantiene la existencia de la vieja Biblioteca Pública creada a fines del siglo XVIII por el Gobierno Virreinal. Muchos años más tarde estos mismos organismos continúan atrayendo la atención gubernamental sobre la custodia del Archivo de la Real Audiencia, convertido primero en Archivo Nacional y en tiempos muy recientes en Archivo General de la Nación.
en Italia: “Esta escuela italiana…. acusa así desde un primer momento la cuestión dialéctica más importante de la idea de la Restauración: la necesidad del rescate de un edificio del pasado, parcialmente perdido o lacerado, enfrentada a la imposibilidad global de recobrarlo realmente” . Para el caso colombiano todas las discusiones teóricas que se dieron en Europa, desde Ruskin hasta Giovanoni, en forma muy acalorada con la participación de buenos teóricos y funcionarios, profesores y arquitectos, fueron totalmente ajenas al pensamiento local. En ningún periódico colombiano se hace la menor referencia a esas profundas discrepancias, pero no sobra recordar un político y hombre de letras español que escribe una especie de amena guía turística: que Don Eugenio de Ochoa y
Es bueno señalar que los primeros esfuerzos conscientes dirigidos a la conservación de un bien arquitectónico, está referido a la quinta donde falleció el Libertador en la ciudad de Santa Marta: la Quinta de San Pedro Alejandrino. Puede recordarse que en ese momento el Congreso de la República ordena al Ejecutivo realizar la compra del inmueble y le encarga su conservación. Es la forma de rendir homenaje al Libertador Simón Bolívar con motivo de cumplirse 50 años de su fallecimiento. Nuevas efemérides centran la concepción en las estatuas erigidas para rendir tributo a hombres y hechos, en especial los vinculados a las acciones que condujeron a cimentar la Independencia. La Ley 48 de 1918 mediante la cual se crea la Dirección Nacional de Bellas Artes, y se le encarga de muy diversas funciones dentro de las cuales, la más significativa en nuestro
caso, se encontraba señalada en los siguientes términos: Artículo 8º.= Declárase que los edificios y monumentos públicos, fortalezas, cuadros, esculturas y ornamentos de los tiempos coloniales y monumentos precolombinos y productos meteóricos, forman parte integrante del material de la historia patria, y quedan, en consecuencia, bajo la acción del gobierno…” Este principio junto con los enunciados de leyes posteriores concluyen integrándose, finalmente, en la Ley 163 de 1959, que puede considerarse el verdadero punto de partida de la actual legislación vigente, cuyo epílogo lo constituye la Ley mediante la cual se crea el Ministerio de Cultura y se le asignan todas las funciones de control y vigilancia, junto con una muy limitada capacidad de contratación. Con la expedición de la Ley 397 de 1997, mediante la cual se creó el Ministerio de Cultura y se le atribuyeron funciones específicas sobre todo Bien Cultural existente en el país, quedaron además consagrados otros conceptos y cambios que introdujeron modificaciones de fondo en el contenido de la Ley 163 de 1959. Todos los antiguos Monumentos Nacionales quedaron comprendidos en la expresión Bien de Interés Cultural, y si bien es cierto que el concepto de Sector Histórico perdura, también es cierto que se introducen algunas categorías a los inmuebles o espacios contenidos en ellos, con lo cual pueden considerarse que no todos se definirán en adelante como equivalentes a los Monumentos anteriores, sino que en su escala pueden llegar a ser renovables, pero dentro de marcos especiales. Y sobre todos ellos vela el Ministerio para protegerlos como partes esenciales del Patrimonio Cultural Colombiano, término éste que a lo largo de 35 años se ha venido consolidando, al punto tal que una fundación auspiciada por el Banco de la República, la Universidad Javeriana, el antiguo Instituto de Antropología e Historia, varios bancos comerciales, Colcultura, y otras entidades estatales, a comienzos de la década de los años 70s., llevó por nombre Fundación
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para la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Colombiano.
lización o de maestría que se imparten en el país.
No se trató en ningún momento de adelantar discusiones sobre el alcance de los términos empleados, así como tampoco sobre la política o teoría que debía orientar todas las acciones de dicha Fundación. En ningún momento surgió algún debate estructurado en torno del alcance y profundidad de las acciones requeridas para “salvar” el edificio, conjunto o espacio que debía intervenirse o restaurarse. Prácticamente no se presentó una diferencia clara entre Restaurar, Conservar, Consolidar, Poner en Valor, etc. Estas situaciones o posiciones nunca preocuparon a la Fundación, cuando auspiciaba estudios o financiaba obras (llámense Restauraciones o labores de Conservación de algún Bien Cultural). Cualquier debate giró fundamentalmente sobre los indispensables límites al presupuesto empleado. Cada contratista adoptó la línea de acción que a su juicio podía resultar más apropiada para el caso.
En éste sentido tampoco ICOMOS ha ocupado el vacío que se anota, motivando discusiones y precisiones indispensables en un país que viene girando a lo largo de los años en el terreno de la superficialidad. Todo debe llegar del exterior ya digerido y asimilado en otras latitudes.
Quizá la única parte positiva se ha basado en el interés personal de algunos Directores de Patrimonio, que han encontrado un recurso de utilidad política en la explotación del concepto de Bien Cultural, toda vez que no se limita a los inmuebles, a las áreas urbanas, sino que ampara los parques naturales y las expresiones culturales propias de algunas naciones o lugares, tal el caso del Carnaval de Rio de Janeiro que, luego de lograr la declaratoria por parte de UNESCO de Patrimonio de la Humanidad, impulsó a Barranquilla y a sus voceros, a plantear ante ese organismo tal calidad, que fue positivamente lograda, por propuesta oficial que hizo el Gobierno Colombiano a través del embajador ante ese organismo. Por otra parte la definición de Teorías, que al menos deberían constituir la esencia del pensamiento en el medio universitario, tampoco parece trascender y carece de espacio para cualquier debate por lo cual no se pasa de adoptar una posición pragmática, limitada a exponer la temática en los cursos de especia-
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Resulta altamente preocupante apreciar la intensidad y dedicación estatal dedicada a la conservación del patrimonio en algunos países, como es el caso de Italia, o más modestamente en España, Francia, Alemania, etc., frente a la significativa limitación económica y actuante de nuestro país. En los primeros países citados, las inversiones individuales para cada edificación, suele situarse en el orden de 100, 200 o 500 millones de Euros. Esas cifras resultan excesivamente elevadas frente a la inversión general colombiana que puede situarse en el límite de 500 millones de euros al año para atender todos los edificios de carácter patrimonial distribuido en cientos de poblaciones o ciudades a lo largo y ancho del país. Pero al examinar el proceso histórico en el país durante las décadas de los años 30s. y 40s., debe considerarse el marco dentro del cual han debido actuar los gobernantes, orientados simplemente por el deseo inmediatista de lograr “desarrollo” a costa de sacrificar el Patrimonio Inmueble. Quizá el caso más doloroso para ese momento, se produjo autorizó demoliciones o simplemente las ordenó, para gran cantidad de edificaciones que hoy serían admiradas. De esa manera sobrevino la demolición del hermoso Convento de Santo Domingo en Bogota, la destrucción parcial del de San Diego también en Bogotá, para dar paso a la avenida desarrollada por el alcalde Fernando Mazuera, cuyo epílogo lo constituyó la continuación de esa avenida hacia el sur con la desaparición de la iglesia del Convento de Santa Inés. Las obras acometidas en la década de los años 40, incluidas las adecuaciones realizadas antes del 9 de abril de 1948, las cuales se encontraron centradas en dos edificaciones de la Plaza de Bolivar de Bogotá: la Catedral según dise-
ños del arquitecto español Rodríguez Orgaz, quien desconoció olímpicamente los planos elaborados por el Capuchino Fray Domingo Pérez de Petrés, existentes en el Archivo de la Catedral y realizó el remate de las torres, muy alejadas del pensamiento del diseñador. La otra obra se debe a Monseñor Bernardo Sanz de Santamaría, quien acometió la empresa de desmontar la fachada de piedra de la Capilla del Sagrario, remodeló el interior colocando en nichos los cuadros de Vásquez Arce y Cevallos que adornaban y adorna los lienzos de los muros. No obstante en el plan de mejorar las calidades en la fachada, procedió a demoler las dos espadañas que la rematan por estar hechas en adobe y revoque simple, para rehacerlas por otras similares pero talladas en piedra, con el fin de ennoblecer el edificio iniciado por alguno de los antepasados del director de los trabajos. Obras posteriores no se adelantan sino a partir de la creación de dos organismos paralelos del Estado: el Instituto Colombiano de Cultura, transformado más tarde en el Ministerio de Cultura, y la Corporación Nacional de Turismo, hoy día desaparecida. Los intereses particulares de sus respectivos Directores o Gerentes, se orientan en sentidos diversos: el primero en los sistemas de inventario y calificación de toda clase de Bienes de importancia para el país: muebles, inmuebles, arqueológicos y documentales, con lo cual se abre paso al estudio físico de los objetos de interés cultural, ajenos a la valoraciones estéticas o artísticas. Esta labor ofrece espacio práctico para la realización de algunos inventarios parciales de objetos artísticos y de obras de arquitectura, de los cuales ha quedado al menos un testimonio específico divulgado por la Universidad Nacional de Colombia . Las obras financiadas por la Fundación, estuvieron durante algunos años orientadas de manera no rigurosa por funcionarios de COLCULTURA, en tanto que otras entidades como la CNT, disminuían progresivamente su participación en la realización de obras de rescate, consolidación y restauración en el país, al vaivén de las orientaciones de sus gerentes, no obstante, la parte más importante de las intervenciones auspiciadas por la CNT, que debía
ser la seriedad en las intervenciones, dejó mucho que desear puesto que normalmente se siguieron los afectos y criterios de profesionales de la arquitectura sin mayor interés en el respecto hacia el edificio y su significado, sino hacia la propia exaltación, con muy raras excepciones, además de las improvisaciones de funcionarios desconocedores del tema de la conservación y restauración del Patrimonio Arquitectónico. Puede decirse que al menos por una década, hasta mediados de los años 80s., el panorama contractual se encontró dominado por la Fundación y por COLCULTURA. Al promediar esta década incrementa su participación financiera el MOP, contando con la supervisión muy limitada de COLCULTURA o del Consejo de Monumentos Nacionales. En la década anterior la CNT, realizó por medio de sus funcionarios algunas intervenciones desafortunadas, como ocurrió con la destrucción espacial de la Iglesia de San Ignacio en Tunja, que a la postre perdió sus bóvedas falsas y su cúpula encamonada todas ellas originales del siglo XVII, y de su propio período de construcción, amén de otras curiosidades incomprensibles si no se considera la ignorancia supina del director de esos trabajos cuyo nombre no merece traerse a colación. SOBRE LOS AUTORES QUE SE PRESENTAN Bien vale la pena hacer una breve presentación de los arquitectos que presentan en ésta obra sus intervenciones, críticas, proyectos y experiencias generales. El grupo presentado se inicia con un trabajo realizado por el Arquitecto Juan Carlos Rivera, que ha sido de gran interés desde hace años en el mundo Americano, y el ejemplo analizado perteneciente a la primera década del siglo XVII es oportuno. El tema de la metodología de los levantamientos arquitectónicos de edificios de interés patrimonial, ha sido permanente en el quehacer del Arquitecto Germán Franco
Salamanca, aspectos en los cuales se exige a sí mismo un gran esfuerzo siempre. William Pasuy Arciniegas se ha iniciado en éste trabajo de Restaurador, impulsado inicialmente por su gran amor a Pasto y a su Patrimonio Cultural y ahora como Master de la Universidad Javeriana. Su acción persuasiva logró interesar la inversión de la Universidad de Nariño. El arquitecto Enrique Sinisterra presenta dos ejemplos de edificio arquitectónicos muy queridos y apreciado en el ámbito regional , para los cuales ya en años anteriores, algo más de treinta, había elaborado estudios el arquitecto de Cali, José Luís Giraldo. Los ejemplos que presenta Hector Calderón Bozzi, pueden estar en los límites de la aceptable en el manejo formal de obras de interés patrimonial, pero se sitúa más en la explotación de inmueble y su transformación generosa para obtener resultados ajustados a su propio pensamiento y gusto estético. El arquitecto Germán Téllez Castañeda, quien además de ser un crítico agudo con todo lo que examina, suele acompañar sus innumerables escritos con excelentes fotografías, campo en el cual puede calificarse de verdadero maestro. La crítica, más que la realización de obras de restauración, de las cuales existen significativos ejemplos sometidos a su propia interpretación, ingresando en un terreno que, traspasa los límites de un verdadero respeto por la historia de las edificaciones que ha intervenido.
ha permitido la acción acertada y cuidadosa de los arquitectos Claudia Patricia Hernández y de Alfredo Montaño Bello. El teatro y cinematógrafo Faenza, encierra adicionalmente capítulos olvidados de la vida social de la vieja Bogotá de los años 20. Los cursos que desde hace varios años se ofrecen en Cartagena en el seno de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, son objeto de presentación y análisis por parte del arquitecto Rodrigo Arteaga Ruiz, con lo cual abre las puertas a un debate interesante. Gustavo Murillo es un arquitecto que ha tenido muy diferentes obras adelantadas con algún éxito, así no se ajuste literalmente a los principios reconocidos internacionalmente. El arquitecto Álvaro Barrera Herrera se desempeñó como funcionario en la CNT, luego en Colcultura y ha intervenido muchas obras en las cuales el principal objetivo ha sido el de obtener buenos resultados plásticos a costa de la correcta conservación de los valores propios. El arquitecto Rubén Hernández, dedica sus esfuerzos a la conservación del patrimonio cultural desde el medio académico. Solamente restan las líneas preparadas por la Arquitecta Claudia Romero Isaza, actual presidente deI COMOS.
La protección del patrimonio Urbano y Arquitectónico de Colombia, son los temas persistentes en los trabajos de la Arquitecta Mariana Patiño. El ejemplo de intervención propuesto por los Restauradores de Bienes Muebles Juan de J. Guerrero Gómez e Isabel Cristina Quintero, son de gran interés histórico y técnico y ha sido rescatados luego de varias campañas de trabajo en las cuales otros restauradores han intervenido. La intervención económica de la Universidad Central de Bogotá, es un caso memorable que
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EXPERIENCIA DE RESTAURACIÓN DE LA PLAZA DE MERCADO PÚBLICA DE SANTA CRUZ DE LORICA – CORDOBA – COLOMBIA Arq. Emilio Flórez Ruíz Arq. Fredy Rodríguez Moreno
El mercado público de Santa Cruz de Lorica: la historia. Santa Cruz de Lorica es un municipio del departamento de Córdoba, Colombia, que al parecer inicia su historia hacia el año de 1740 en la isla de Gaita, denominada Santa Cruz de Gaita. Este lugar era un sitio anegadizo en el que el río, cada vez el fuerte invierno arreciaba, se desbordaba inundando todas las tierras bajas puesto que era parte del ecosistema de la ciénaga Grande de Lorica. Este problema que presen-
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taba la población hizo que el señor Antonio de la Torre y Miranda los reubicara en tierras más altas. Moreno de Ángel (1993) dice que De la Torre y Miranda había llegado en calidad de teniente veterano de las milicias a formarse en Cartagena de Indias, y una de las primeras órdenes recibidas fue la de “reducir en poblaciones formales las infinitas almas que vivían dispersas en la provincia internadas en los montes faltos de religión, policía y nacionali-
dad, siendo perjudiciales para el Estado”. Esto hizo que le teniente De La Torre reubicara, y por ende refundara, muchas poblaciones del Reino de la Nueva Granada, especialmente en la provincia de Cartagena de Indias. El nuevo sitio en el que es ubicada la población es en la isla de Orica, gobernada por el cacique del mismo nombre, por lo cual pasa a denominarse Santa Cruz de Lorica. En un principio la población contaba con 35 familias dedicadas a las actividades agro-
Santa Cruz de Lorica estaba muy conectada con Cartagena y la mayoría de su comercio dependía de la misma, aun cuando estaba negociando productos con la región del Chocó y Antioquia, el puerto sobre el río Sinú era el lugar al que llegaban todas las embarcaciones llenas de mercancías para ser comercializadas y llevadas a otras poblaciones, transformándose rápidamente en la plaza comercial por excelencia. Esto hizo que el muelle también tuviera función de mercado público. En sus inicios el mercado fue el puerto donde seguramente los habitantes compraban las mercancías exhibidas en las canoas o barcas; luego con la construcción de una edificación abierta y cubierta en paja soportada por gruesos troncos en madera y sin muros que restringieran el paso o que ayudaran a limitar lo interno de lo externo, sirvió para abrir espacio a los diferentes puestos de ventas, a los que se le sumaron los puntos de venta de comida o restaurantes, y en el que adicionalmente realizaban bailes y fandangos populares. A toda esta edificación, que albergaba el mercado, fue llamado por los ciudadanos como “El Ranchón”. Con la llegada en el año de 1800 del vicario Lácides Ceferino Bersal Rossi, procedente de Cartagena, empieza a darse un cambio muy influyente en el progreso de la localidad debido a las buenas relaciones y grandes cualidades. Es así como remodela la iglesia convirtiéndola en parroquia. Y desde entonces empiezan a presentarse algunas construcciones importantes en la localidad que denota el progreso de la misma. Sin embargo, la mayoría de las construcciones eran de madera, bahareque, mampostería y cubiertas en zinc y palma, por lo que en 1919
se presentó un gran incendio que arrasó con muchas edificaciones, entre ellas El Ranchón. Esto los conduce a un cambio en el sistema constructivo y la oportunidad de cambiar la imagen de Santa Cruz de Lorica, brindado el inicio del esplendor comercial e industrial y despertando un auge en la construcción. El edificio del mercado. La fecha de inicio de construcción del edificio del mercado poco se conoce, sin embargo su construcción corresponde al impulso del presbítero Lácides Ceferino Bersal Rossi y a una importante red de edificios públicos construidos para el comercio (para el mercado) construidos en las primeras décadas del siglo XX con el objetivo de brindar a la actividad comercial espacios organizados y en condiciones de higiene adecuadas a su uso. Los maestros de obra y albañiles fueron capacitados en Cartagena de Indias y concluyeron la obra diez años después de iniciada (1929). Esta edificación consta de un aporticado en sus cuatro fachadas y carece de muro de cerramiento; sus columnas de sección circular sostienen arcos rebajados y un ático con cubierta de zinc a cuatro aguas y su interior se caracteriza por su transparencia e imponente especialidad. Tiene un solo piso, pero su altura representa tres veces la escala humana. Por no tener cielo raso, da la sensación de poseer más altura. Su circulación es lineal, donde encontramos una nave central y dos naves laterales separadas entre sí por columnas. La parte superior cuenta con una franja decorada en alto y bajo relieve. La estructura del edificio descansa en columnas de hormigón sin muros de cerramiento. Sobre éstas reposan arcadas de medio punto con muros en ladrillo de arcilla pañetado, y en concreto fundido las cuales a su vez soportan la estructura reticular en madera de la cubierta en teja de zinc. El inmueble carece de cielorraso, por lo cual las vigas en madera de la cubierta quedan a
la vista. El piso se realizó en concreto simple, con mosaicos y reticulado a la vista. Intervenciones en la obra. En 1938 una inundación y un leve temblor afectaron la configuración física del edificio, lo que causó el derrumbe del frontón de la fachada sur. Esto representó la primera intervención para reparar los daños sufridos y que significó omitir el frontón y reemplazarla por la continuación de la balaustrada, afectando la simetría concebida inicialmente en sus dos fachadas mayores. Según arquitectos consultores del Ministerio de Cultura, la edificación ha sido intervenida varias veces en lo que respecta a pintura y reorganización del espacio mediante la construcción de kioscos y cubículos de madera para la venta de mercancía y artesanías, lo que simbolizó la reducción del espacio de los vendedores tradicionales. El arquitecto Luis Eduardo Puche Morales, uno de los impulsores en la restauración del bien, afirma que el Edificio del Mercado cayó en un deterioro físico y social a partir de la década de los sesenta a raíz de la invasión del espacio público por ventas estacionarias y almacenes formales. Por este motivo, siendo el Mercado Público una de las edificaciones más afectadas, en el año de 1996 fue elevado a la categoría de Bien de Interés Cultural Nacional, medida que significó que cuatro años más tarde (2000) el Ministerio de Cultura declarara el Centro Histórico de Santa Cruz de Lorica como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional, mediante resolución N° 0796 del 16 de junio; y en el 2002 la elaboración del Plan Especial de Protección del Centro Histórico, adoptado acuerdo N° 007 de marzo de 2004 por el concejo municipal. Todo lo anterior , como parte de la fundamentación, aparte del esfuerzo mancomunado de las entidades públicas, gestores culturales e interesados en la salvaguarda del patrimonio lograron que el Ministerio de Cultura destinara recursos provenientes del incremento del 4%
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pecuarias y al comercio fluvial, debido a la buena ubicación sobre el río Sinú y que a su vez fue un imán para la población inmigrante de turcos, sirios y libaneses que hicieron que se convirtiera en un importante puerto sobre el río Sinú, compuesto por familias pudientes y grandes terratenientes de la región.
del IVA a la telefonía móvil, para las obras de restauración de la deteriorada edificación del Mercado Público. Esto condujo a socialización del proceso con los vendedores estacionarios de calles adyacentes con el fin de reorganizarlos física y empresarialmente, y con los vendedores internos con el objeto de que funcione como un centro artesanal regional, garantizando el funcionamiento óptimo de los puestos de comidas tradicionales. Descripción del proyecto de restauración. El Mercado Público de Santa Cruz de Lorica, fue elevado a la categoría de Bien de Interés Cultural en el Decreto Nº 1756 de 26 de septiembre de 1996. Bajo un total abandono, y sabiendo del reconocimiento público y cariño que los habitantes le profesan, en 2004 es iniciada la labor de recuperación del edificio que, a pesar del tiempo, continuaba cumpliendo el papel de importante foco de actividad, al encontrarse ubicado en una influyente área comercial del municipio, y albergar en su interior aún su uso original. El estudio realizado mostraba un fuerte deterioro en pisos, cubierta, ornamentos, pintura y cimentación. Los pisos se encontraban en un 90% de deterioro, mientras que la cubierta de zinc en un 85%. Los ornamentos tales como gárgolas se derrumbaban, mientras que la pintura reflejaba el desgaste ocasionado por los años. La estructura de cimentación, por su parte, colapsaba al encontrar condensación del suelo que ascendía al interior del cimiento. Dicha condensación es producida por la obstrucción de los canales lluvia existente. La labor emprendida por la Gobernación de Córdoba, bajo supervisión del Ministerio de Cultura, apuntaba hacia la restauración del mercado, efectuando acciones de refuerzo en las estructuras de concreto, reconstrucción del pañete, reparación de pisos, cubiertas y las gradas que dan al río Sinú. Además de
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reemplazar la cimentación por una nueva y mejorar el aspecto de la pintura.
lladas, a brindar una imagen agradable y que brinde seguridad a los beneficiarios.
Este marco abarcaba no sólo la restauración física del edificio, pues buscaba llegar a la recuperación ambiental del sector, de importancia ecológica al colindar con el río, y una mejora social respecto a la calidad de vida de trabajadores, usuarios y visitantes de la plaza, y del centro histórico del municipio.
• Parasoles de protección: por la escala del edifico y por la falta de elementos arquitectónicos que ayuden a controlar los rayos del sol que penetran hasta la edificación, se pretende colocar elementos de protección solar que puedan ser retirados en el momento que se desee por parte de cualquier ente gubernamental, sin que atente con la integridad del edificio.
Características del proyecto. La intervención del inmueble para la consolidación de elementos estructurales, arquitectónicos y de acabados comprendía: • Cubierta: cambio de la cubierta como de la estructura de madera que la compone; así como la consolidación de la misma con elementos que le den firmeza y resistencia a la misma. • Estructura en concreto: en términos generales se realizó la consolidación de la estructura de cimentación, columnas y muros, y cumpliendo con las normas de sismo resistencia vigente en Colombia, de acuerdo a la vulnerabilidad sísmica de la región. • Pañetes: Se busca consolidarlos y restitución de los mismos, tanto en las fachadas internas como externas. • Pisos: la finalidad es la restitución de los mismos ya que se encontraban en un 90% a 95% de deterioro. • Instalaciones eléctricas: se pretende el mantenimiento general de las lámparas y el cambio del cableado de las redes que estén en completo deterioro, la colocación de puntos eléctricos estratégicos que faciliten el desempeño de las actividades diarias de acuerdo al uso del inmueble, y que ayuden a mejorar la vista interna de edificio. •Puntos de venta de comidas y módulos de ventas: el objetivo es dotar a los vendedores del mercado con un mobiliario que ayude a un mejor desempeño de las labores desarro-
• Restauraciones y pinturas: se busca la consolidación, reintegración y restauración de los elementos decorativos de la edificación y a su vez el mantenimiento de la pintura que posee el Mercado Público de Lorica. Bibliografía MORENO DE ÁNGEL, PILAR (1993). Antonio de la Torre y Miranda, Viajero y Poblador. Bogotá: Editorial Planeta. CUNIINGHAME GRAHAM, ROBERT (1979). Cartagena y las riberas del Sinú. 2a. edición, Ministerio de Agricultura, Bogotá, Incoes. Decreto Nº 1756 del Ministerio de Educación Nacional (1996). DAGER, V., FIGUEROA, L. A., PATERNINA, C. (2000). Renovación Urbana del Centro Histórico de Santa Cruz de Lorica. Tesis de pregrado en arquitectura, Universidad del Sinú, Montería, Colombia.
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Universidad América, Universitaria Agustiniana, Universidad de los Andes , Universidad Antonio Nariño, Universidad Católica Colombia, Universidad La Gran Colombia, Universidad Javeriana, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad Nacional de Colombia, Universidad Piloto de Colombia, Universidad de la Salle, Universidad Autónoma del Caribe, Universidad de Boyacá, Universidad de Nariño, Universidad Católica Manizales, Universidad Católica de Pereira, Universidad La Gran Colombia, Institución Universitaria Cesmag, Corporación, Universitaria del Caribe (CECAR), Corporación Universitaria de la Costa, Universidad de Ibagué, Universidad Javeriana, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad Nacional de Colombia, Universidad Nacional de Colombia, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad San Buenaventura, Universidad Santo , Universidad Santo Tomas, Universidad del Sinú, Universidad del Valle, Universidad del Norte, Universidad de Pamplona.
Tel:2867172 Fax:3415014 www.arquitecturaacfa.org
Edici贸n digital se termin贸 en el mes de febrero de 2013
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