Nocturno

UNIÓN “JOSÉ REVUELTAS”

JESÚS JARAMILLO

NOCTURNO

Dos hexágonos paralelos de color rojo pués, entre lágrimas calladas, aparecieron los aparecían inclinados levemente en el espacio. hexágonos rojos en tamaño real, y se vio atraído Era la noche densa y de silencio inerte, acompahacia ellos por una fuerza sobrenatural. En conñada de parloteos lejanos e iluminaciones difusas tra de sí mismo y sus deseos, tiritando de miedo, que aterrorizaban más que la soledad. El verbocolocó sus pies en un hexágono y se marchó. rreo lejano era vulgar, con ritmos sonoros des

cendientes de los estragos automovilísticos y se repetía exhaustivamente. Una sábana cubría el cuerpo congelado de un joven que no podía dormir como cualquier otro en su habitación afable.

Después de tantas guerras internas entre pensamientos, sensaciones y procesos neuróticos atolondrados, cubrió su rostro con el antebrazo derecho. Entonces aparecieron los hexágonos rojos, saludándole como viejos conocidos con gracia y

enseñando los dientes. Inmediatamente él se levantó de la cama y se golpeó la frente. "Si no te apagas por las buenas lo harás por las malas" pensó, pero era inútil el castigo propio. Cerró los ojos y los hexágonos se mantenían allí creciendo cada vez más, hasta cubrir el aura de sus perspectivas, y con intolerancia el puberto se dirigió al lavabo, derramando ríos en su mirada sombría

por las secuelas de un insomnio inteligente y tenebroso como Hannibal Lecter. Llegó a la sala y encendió la luz, observando su silueta con dificultad en el espejo. Apagó la luz nuevamente: ya

no aparecía su reflejo; repitió el proceso con afán de mísero hasta que se quemó el bombillo y nunca más se volvió a ver. Pero tres minutos des