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El pódium. El “foso”
from Arquitectura
El pódium. El “foso”
la tercera zona o área dentro del jardín próximo a la casa es la franja de seto y el porche que la rodea. la casa se asienta sobre una plataforma o pódium elevada unos veintidós centímetros sobre el suelo (9 pulgadas), y que sirve de terraza para todas las salidas que posee la vivienda al exterior, alcanzando en algunos puntos más de siete metros y medio (25 pies) de anchura. a su vez, este porche perimetral está parcialmente cubierto en dos metros y medio por la cubierta que vuela desde el límite de la casa.
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Este porche de losas de mármol, diseñado conjuntamente por dan Kiley y Kevin roche, es la franja de conexión entre la
Magnolia en “foso” de fachada oeste
Mobiliario en el porche, con la escultura de Henry Moore al fondo. casa y el jardín, y representa la intersección entre el espacio abierto exterior y el espacio cerrado interior de la vivienda, encontrándose a medio camino entre los dos: puede ser a la vez abierto y cerrado, exterior e interior y dota a la casa de numerosas estancias semiabiertas a añadir a las propias de la vivienda: agrupaciones de sillas y mesas, sillones de descanso y lectura e incluso un pequeño estanque en la fachada oeste se suceden en este porche perimetral aprovechando de esta manera todas las épocas del año. inmediatamente después de este porche, grandes superficies de seto bajo horizontal formado por enredadera rodean a su vez la casa. Podado a no más de 40 centímetros de altura pero abarcando grandes franjas de terreno, este seto bajo de hiedra hace las veces de “foso” de la casa, impidiendo el acceso directo salvo en los pasos previstos, uno por cada fachada, enmarcados por una pareja de árboles; es el contrapunto vegetal a la solidez del mármol del porche y el lugar donde se asientan los árboles más próximos a la casa: 5 magnolias (dos en la fachada norte, dos en la sur y una en la este) y 3 hayas lloronas, fagus sylvatica pendula, (dos en la fachada oeste y una en la este). El “foso” que bordea la vivienda tan solo se ve interrumpido por los caminos de conexión entre el jardín y la casa, situados estratégicamente en las cuatro direcciones, coincidiendo siempre con los grandes ventanales de la vivienda, y enmarcados por los árboles antes mencionados. En la fachada este, también se ve interrumpido, esta vez por el acceso rodado al garaje y la entrada peatonal. además de aproximar la vegetación a la vivienda, el “foso” aporta un aspecto fundamental y es el color. la casa miller
no presenta estridencias en el color. la imagen de conjunto es la de un edificio claro, de materiales fríos al exterior, como el mármol, una imagen de luz blanca reflejada en las grandes paredes de piedra y de grandes paños de pizarra negra alternándose entre las ventanas y el mármol. la casa entera se conjunta en tonalidades blancas y grises, rematadas por la gran cubierta, también de color blanco. El seto bajo de yedra toca la casa y la acomoda, sitúa y coloca en el jardín, llevando el color a sus inmediaciones. Es un verde fuerte, penetrante, denso y oscuro, tan importante en la visión de la casa como la propia edificación. de hecho, en las fotos en las que el seto se encuentra seco y despoblado, con aspecto de planta quemada y seca por el sol, la casa parece que se levanta del suelo, que no permanece agarrada al terreno, sino flotando sobre él. si el pódium representa la transición entre la casa y el jardín, el “foso” representa la transición entre el jardín y la casa, complementándose entre ellos a la perfección y dotando del mismo grado de protagonismo tanto a la vivienda como a la organización espacial exterior.
El “foso” no ha sufrido apenas variación con el paso de los años. En las primeras versiones de proyecto, sin embargo, no aparecía como tal (ver plano de agosto de 1955) sino que el solado del porche ocupaba toda la extensión, llegando hasta los límites de lo que hoy está cubierto por enredadera. Esta variación de proyecto se produjo muy pronto, puesto que ya en los planos de finales de 1955 aparece claramente el seto horizontal, con los ocho ejemplares arbóreos marcando las salidas de la casa al jardín.
Hiedra seca en el “foso”, alrededor de la casa
Vista exterior de la casa, con el seto bajo de enredadera en primer término, como paso previo al porche perimetral.
Magnolias plantadas dentro del “foso”, perimetral, en la fachada sur de la casa, vistas desde el porche.
durante la obra también se realizaron algunos cambios de especies, como fue el caso de los weeping beeches, hayas lloronas o fagus sylvatica “pendula”, de la entrada principal. Esta variante llorona del haya común es característica de la costa este de Estados Unidos, especialmente de rhode island, donde se dan hermosos ejemplares. En la casa miller sus grandes ramas cuelgan en las fachadas este y oeste, marcando el acceso a la vivienda así como la salida al allée, previo a la gran pradera, y son el contrapunto vertical a la marcada horizontalidad del edificio, convirtiéndose en los árboles de mayor porte en sus inmediaciones.
En el proyecto de Kiley existían dos magnolias en cada fachada enmarcando los ejes principales de la casa en su conexión con el jardín. se trajeron ocho ejemplares desde greenwich, Connecticut, hasta Columbus pero, al poco tiempo de plantarlas, una de las situadas ante la fachada del acceso principal de la casa murió. Kiley mandó analizar el terreno, ya que recordó haber visto en la obra a algún pintor con los materiales cerca del árbol2 . se confirmó entonces que el terreno tenía grandes cantidades de residuos de pintura y fue entonces cuando se decidió cambiar el ejemplar muerto de la entrada por un haya llorona. a raíz de este cambio, también se sustituyeron dos que aún no habían sido plantadas en la fachada oeste, decisión tomada junto con el matrimonio miller, de tal forma que de las ocho magnolias iniciales solo se conservan en la actualidad cinco.
Kiley nunca tuvo ningún problema en considerar las sugerencias de los miller, convirtiendo muchas de ellas en soluciones definitivas para la casa. al recordar este episodio con las magnolias, que tanto han influido en la imagen final de la casa, el propio Kiley reconocía3: “una de las mejores cosas es cuando trabajas con el cliente y estás dispuesto a recibir ideas que destruyan las tuyas propias… mi mejor trabajo resulta cuando me digo: lo tengo que cambiar”.
En la actualidad las magnolias de la fachada norte han tenido que ser repuestas por nuevos ejemplares, mientras que las de la fachada sur y este se mantienen intactas. las hayas lloronas de las fachadas este y oeste han crecido desmesuradamente, llegando a tapar parte de la vista que se tiene de la pradera desde el porche.
El porche ha sufrido cambios a lo largo de los años, aunque no de gran importancia, y son los referidos sobre todo a la situación del mobiliario, variable dependiendo de las necesidades de la familia miller. la pequeña lámina de agua (3,8 x 1,5: 5,7 m2) con agrupaciones de sillas y mesas bajas a su alrededor situada en la fachada oeste es la zona con más cambios. a la horizontalidad de la lámina había que añadir el complemento de una instalación de conducción de agua, colocada en el voladizo de la cubierta y que hacía que “lloviera” dentro del estanque, independientemente de lo que ocurriera a cielo abierto. Esta
Estanque en el porche, fachada oeste de la casa. Se aprecian los surtidores en la cubierta así como el cuadro de Leger.
3. michael Van Valkenburgh, The Design of Landscapes: Dan Kiley and the Miller Garden, Chicago, the graham Foundation for advanced studies in Fine arts, the Harvard graduate school of design, 1997
Estado actual del “foso” perimetral a la casa, en su esquina suroeste
Vista de la esquina noroeste de la casa, con el “foso“ en primer termino, tomada desde el allée. lluvia era visible también desde el interior de la casa, pero la instalación fue eliminada con el paso de los años, y hoy en día no queda rastro de esta curiosa escenografía. otra desaparición que también ha cambiado hoy en día el aspecto de esta zona es la del cuadro de Ferdinand leger que colgaba en la pared al lado del estanque y que formaba parte de la colección de arte de irwin miller, como ha quedado detallado en el análisis de esa parte de la casa. la sucesiva desaparición de ésta y otras obras de arte en el jardín, así como de casi todo el mobiliario exterior, cambió en algunos casos la configuración del mismo, mientras que en otros su desaparición contribuyó a recuperar la idea original del proyecto, tal como fue planteada por Kiley. Es el caso de la escultura de Henry moore situada en el extremo norte del allée, que se describirá más adelante.