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RESUMEN EJECUTIVO

OTRAS CARACTERÍSTICAS SOCIOECONÓMICAS

Participación según principal sostén del hogar: la pareja o cónyuge es el principal sostén del hogar (persona del hogar de la participante de la capacitación que aporta el mayor ingreso) -aunque con diferencias- tanto en el conjunto como entre quienes asistieron a un CFP ubicado en CABA-PCIA y en el resto del país, y la entrevistada es la que aparece en segunda instancia. Distinta es la situación en el NEA-NOA donde a quien se menciona como principal sostén es el padre y en segundo lugar -como en los casos antes mencionados- la pareja o cónyuge en tanto la entrevistada lo es tercer lugar.

Con respecto a la edad, es clara su incidencia: a medida que se avanza en la misma aumenta la presencia de la entrevistada como principal aportante, particularmente a partir de los 30 años y probablemente vinculado a la inserción laboral y la consiguiente obtención de ingresos. Sin embargo su pareja o cónyuge sigue siendo principalmente el sostén del hogar hasta los 50 años en CABA-PCIA y en el resto del país, mientras que en NEA-NOA lo es hasta los 40 años. Entre las más jóvenes (hasta 19 años y también entre las de 20-24) el padre y la madre son quienes más aportan en los tres ámbitos.

En cuanto a la situación ocupacional, la mayoría de quienes son principal aportante del hogar trabaja, sin encontrarse diferencias entre los ámbitos considerados.

CARACTERÍSTICAS EDUCATIVAS DE LAS ALUMNAS DE LA FP

Nivel de instrucción alcanzado: el nivel secundario completo es, en los tres ámbitos, el de mayor participación relativa (34,7% en CABA-PCIA, 46,3% en NEA-NOA y 32,0% en resto del país); le siguen en CABA-PCIA los que tienen terciario completo y universitario incompleto (26,3%) y secundario incompleto (12,9%). Aquellas que logran completar la primaria son una décima parte (11,9%) y quienes han obtenido al menos un título universitario tienen una presencia marginal en la formación profesional (5,6%). En NEA-NOA sigue al secundario completo en importancia relativa, el secundario incompleto (18,5%) y el terciario completo y universitario incompleto (12,7%). Quienes solo alcanzan a completar el primario son una décima parte -igual que los que alcanzan el terciario incompleto- y prácticamente no aparecen los que alcanzan un título universitario o más (2,2%). Por su parte entre las mujeres capacitadas en CFP del resto del país sigue en importancia al secundario completo, las que no lo completaron –como en NEA-NOA, pero algo más agudizado (22,3%)- y las que solo completan el nivel primario (18,7%). Una participación similar a este último es la que se alcanza en el nivel el terciario completo y universitario incompleto (16,3%). También aquí prácticamente no aparecen los que alcanzan un título universitario o más (2,6%).

Interesa destacar dos situaciones: por un lado, que son las encuestadas del NEA-NOA las que se destacan por el alto porcentaje que han completado el secundario como máximo nivel de instrucción, lo cual hace que tres cuartas partes (75,1%) de ellas tengan secundario completo o menos; en los dos restantes ámbitos territoriales son bastante menos: 68,0% en el resto del país

y menos aún (59,5%) en CABA-PCIA. Por el otro, que las mujeres del resto del país, presentan una desventajosa situación educativa al mostrar que 4 de cada 10 no logra completar la escuela secundaria.

Ámbito de gestión del establecimiento: el ámbito de gestión del establecimiento en el que las mujeres que concurren a CFP lograron su mayor nivel de instrucción es el de gestión estatal, el cual prevalece en todos los ámbitos territoriales (en NEA-NOA 89,0%, en resto del país 86,4% y en CABA-PCIA 84,5%).

Asistencia a escuela técnica: es muy baja la proporción de quienes asistieron a una escuela técnica en el secundario; tanto entre las que se capacitaron en CFP del NEA-NOA y de CABA-PCIA dicha asistencia es prácticamente igual (11,1% y 11,7% respectivamente) y entre quienes concurrieron a CFP del resto del país resulta algo más elevada (14,9%)

CARACTERÍSTICAS LABORALES DE LAS ALUMNAS DE LA FP

Experiencia laboral: quienes asistieron a CFP de CABA-PCIA se destacan por su elevado porcentaje (91,7%) en tanto que sus pares, de NEA-NOA son poco más de las tres cuartas partes (77,0%) y del resto del país una proporción similar a esta última (79,3%).

Situación laboral actual: entre las mujeres que se capacitaron en CFP ubicados en CABA-PCIA se observa el porcentaje más alto (41,5%) de quienes se encuentran ocupadas (trabajan), mientras que entre quienes concurrieron a CFP de NEA-NOA y del resto del país, esa proporción se reduce (37,4% y 36,0%, respectivamente).

Entre las que no trabajan (categoría complementaria de las que trabajan) puede verse que la proporción de mujeres desocupadas que asistieron a CFP de CABA-PCIA es algo más elevada (37,6%) respecto de sus pares de NEA-NOA (35,8%) y del resto del país (33,6%). Entre quienes componen el conjunto de las que no trabajan se distinguen las inactivas y aquellas mujeres sobre las cuales no hay información sobre si buscan trabajo o no. Las mujeres inactivas en CABA-PCIA son el 12,1%, en NEA-NOA el 8,9% y en el resto del país el 16,2%. Finalmente la proporción de “indeterminadas” alcanzan, respectivamente, al 8,8%, 17,9% y 14.1% en cada uno de los ámbitos recién mencionados.

CARACTERÍSTICAS DE LA OCUPACIÓN ACTUAL

La relación laboral: la relación de dependencia es la que predomina en los tres ámbitos con proporciones prácticamente iguales: 62,0% para CABA-PCIA, 62,2% en NEA-NOA y 62,9% en resto del país. El empleo permanente prevalece en el caso de CABA-PCIA (46,2%) y del resto del país (32,5%); por su parte entre las mujeres que se capacitaron en el NEA-NOA el empleo temporal es el de mayor presencia (35,1% frente al 27,1% de permanente), en tanto que en CABA-PCIA el empleo temporal resulta mucho menor (15,8%) y en el resto del país esa proporción es mucho más cercana (30,4%) a la que se observa en NEA-NOA.

La presencia del cuentapropismo, la otra relación laboral con importancia, también es similar entre las mujeres que se capacitaron en los tres ámbitos analizados: CABA-PCIA, 28,5%, NEANOA, 31,3% y resto del país 32,2%. Las diferencias entre las dos modalidades de cuentapropismo son importantes: en el caso de las cuentapropistas-changa en CABA-PCIA representan el 8,6% y

en NEA-NOA el 21,3%; como contrapartida- es en el primero de estos ámbitos donde se observa la mayor presencia de cuenta propia-emprendimiento (19,9%) y en el segundo de ellos la menor (10,0%). En el tercero de los ámbitos -resto del país- se registra un 17,3% y 14,9% para emprendimiento y changa, respectivamente.

Las restantes modalidades no tienen relevancia, y sólo entre las concurrentes a CFP de CABA-PCIA, en conjunto, alcanzan a casi la décima parte.

El sector de actividad: las inserciones encontradas corresponden a las habitualmente femeninas; en Servicios y en Ventas/Comercio en CABA-PCIA encuentra ocupación más de la mitad (58,8%), en NEA-NOA poco más de dos tercios (68,1%) y en el resto del país y menos de esta última proporción (61,6%) de las ocupadas. En los tres ámbitos es más frecuente la inserción en Servicios, aunque se destacan las mujeres del NEA-NOA donde el 38,0% se desempeña en este sector, mientras que en el caso de las asistentes a CFP de CABA-PCIA (32,8%) y del resto del país (32,9%) resulta algo menor.

Sigue en importancia cuantitativa Ventas/Comercio: se desempeña en CABA-PCIA el 30,1%, en NEA-NOA el 28,7% y en el resto del país el 26,0% de las mujeres que se capacitaron en CFP.

En el sector Educativo/social se desempeña más de la décima parte de las encuestadas ocupadas, sin encontrarse diferencias entre las que concurrieron a CFP de CABA-PCIA (15,1%,) de NEA-NOA (15,2%) y del resto del país (14,9%).

La relación entre trabajo y formación recibida: respecto a la percepción del nivel de relación que guarda el trabajo que se desarrolla con la formación (formal o no formal) que tienen las asistentes a los CFP, entre las de CABA-PCIA el 45,3% encuentra mucha o bastante relación, entre sus pares del resto del país son algo menos (40,9%) y las asistentes a los CFP del NEA-NOA son las que menos nivel de relación perciben (33,1%). Es mayoritaria la evaluación que las participantes de las capacitaciones desarrolladas en los CFP de los tres ámbitos hacen en cuanto a que existe poca o ninguna relación entre formación y trabajo: más de la mitad (54,7%), dos tercios (66,9%) y 59,1% en cada una de las regiones antes mencionadas.

Los valores más altos entre las mujeres de los tres ámbitos corresponden a ninguna relación, pero las respuestas parecen polarizarse ya que la proporción de quienes encuentran mucha relación aparece como la segunda entre todas ellas.

Los ingresos: existe entre las asistentes a CFP una diferencia importante según el nivel de ingreso percibido por el desarrollo de la principal actividad laboral. Atendiendo a los menores ingresos (hasta $ 7.000) las concurrentes a CFP de CABA-PCIA son las que están en situación más favorable ya que el 55,2% obtiene ingresos de ese monto; las de NEA-NOA son las más desfavorecidas en tanto el 87,9% obtiene ingresos como el mencionado y entre las mujeres del resto del país ellas alcanzan al 71,6%. Centrándose en los ingresos más altos ($ 10.001 y más) las encuestadas de CABA-PCIA son las que tienen mayor presencia (29,2%), una décima parte (10,5%) de las mujeres de NEA-NOA obtiene esos ingresos y sus pares del resto del país las duplican (20,1%). Si se considera el ingreso promedio, la situación presentada no se altera.

Razones por las que no trabajan: las encuestadas que no conseguían trabajo o no trabajaban en el momento de la indagación atribuían –desde su percepción- a la falta de experiencia laboral como causa más mencionada (26,9%) sin que se encuentren prácticamente diferencias entre las mujeres que asistieron a CFP de los tres ámbitos. La segunda causa más referida, por algo

menos de la cuarta parte (23,3%) es la edad y se encuentran aquí importantes disimilitudes entre los tres ámbitos: en CABA-PCIA el 29,7% de ellas asigna a esta circunstancia el hecho de no trabajar, en NEA-NOA es la menos mencionada (14,3%)y en el resto del país superan ligeramente a la quinta parte (21,8%). La falta de contactos y vinculaciones es el motivo que aparece aludido en tercera instancia, la quinta parte de las mujeres (21,0%) lo refiere, y las diferencias entre las encuestadas de los tres ámbitos son menores que las encontradas para la edad (entre extremos alcanzan a 3,5 p.p.). Como cuarta causa más frecuentemente señalada por las encuestadas es la necesidad de ocuparse de familiares, una quinta parte del conjunto de encuestadas lo hace. En este caso quienes se capacitaron en CFP de CABA-PCIA son las que menos la citan (17,8%) y las del NEA-NOA son quienes más frecuentemente lo hacen (22,5%). No encontrar un trabajo con el que combinar los horarios de estudio es otro motivo frecuentemente mencionado (17,5%); entre quienes concurrieron a CFP de CABA-PCIA son poco más de la décima parte (11,7%), de las que asistieron a capacitaciones dictadas en CFP del NEA-NOA son una cuarta parte (24,5%) y las que más lo indican, y entre las mujeres que se capacitaron en CFP del resto del país, alcanzan a un quinto (19,6%).

V. LA MIRADA DE LAS ALUMNAS DE CENTROS DE FORMACIÓN PROFESIONAL

Realización anterior de cursos: en el conjunto de las mujeres asistentes a CFP la mitad (49,2%) realizó, con anterioridad al actual, un curso de formación profesional. La proporción de quienes habían tenido una experiencia anterior de capacitación es bastante mayor entre las mujeres que se encuestaron en CFP de CABA-PCIA (54,9%) en relación a sus pares de CFP de NEA-NOA (41,7%) y en relación a las que fueron entrevistadas en CFP del resto del país (47,2%).

En cuanto a la cantidad de cursos anteriores realizados son algo menos de la mitad (45,7%) las que habían realizado 1 solo curso, en tanto que en CABA-PCIA representan al 46,2%, mientras que entre las asistentes a CFP del NEA-NOA aumenta a la mitad (51,7%) esa proporción es menor entre las que concurrieron a CFP del resto del país (46,2%). Existe una importante concentración de quienes realizan pocos (1 o 2) cursos de formación profesional, entre las encuestadas de CABA-PCIA (71,7%); la concentración es más intensa entre las del NEA-NOA (82,5%) y las del resto del país se asemejan más a sus pares de CABA-PCIA ya que alcanzan al 74,5%. .

La forma de acceso: cerca de la mitad del conjunto de las encuestadas (46,6%) ha sido un amigo o familiar quien les hizo conocer la oferta de cursos; entre las mujeres que se capacitaron en CFP de CABA-PCIA son un poco menos (43,0%), entre las que lo hicieron en CFP del NEA-NOA son poco más de la mitad (52,2%) y las encuestadas en los del resto del país, alcanzan al 47,1%.

Por otra parte, un 25,7% concurrió a ese CFP porque era el que ofertaba el curso que estaba interesada, sin existir casi diferencias entre las mujeres que concurrieron a CFP de los distintos ámbitos. Estas dos formas concentran a una importante proporción de las encuestadas, existiendo disparidades en la magnitud de la concentración: oscila entre un 70,0% (CABA-PCIA) y un 76,9% (NEA-NOA).

La otra forma que adquiere cierta relevancia es el hecho de conocer al CFP hace mucho porque está cerca de su casa y tiene conocidos que concurren; un 15,4% de las mujeres que se capacitaron alude a esta forma de llegada. Las diferencias que se encuentran son las siguientes: entre

las que se capacitaron en CABA-PCIA 11,4%, en CFP de NEA-NOA 16,4% y en CFP del resto del país la proporción que menciona esta forma es más alta (19,5%) respecto de sus pares de las otras dos regiones.

La razón de elección del curso: la razón que más citas obtuvo, es la de “Aprender temas que me interesan”: el 46,6% del conjunto de entrevistadas la menciona, observándose importantes disparidades; entre las encuestadas en los CFP de CABA-PCIA el 48,5% alude a ella, entre las mujeres de CFP de NEA-NOA la cantidad de menciones se reduce al 37,3%, en tanto que entre las mujeres que se capacitaron en CFP del resto del país, la refiere la mitad (50,1%) de ellas.

El segundo motivo que fue más señalado por el conjunto de las mujeres (42,7%), “Tener un oficio que me permita trabajar en forma independiente”, muestra también alguna disparidad, menos marcada que en el caso anterior; se diferencian aquellas que se capacitaron en CFP de CABA-PCIA al referirse en menor proporción respecto de sus pares de NEA-NOA y del resto del país (38,8 y 45,5 y 45,4 por ciento respectivamente).

“Estar más preparado para conseguir trabajo o poder cambiar de trabajo”, recibe entre todas las encuestadas un 41% de menciones como motivo para realizar el curso; se distinguen quienes cursaron en CFP de CABA-PCIA por la mayor cantidad de alusiones (46,6%) frente a las mujeres que se capacitaron en CFP del NEA-NOA (36,6%) y del resto del país (37,2%). Estas dos últimas razones, más directamente relacionadas con cuestiones laborales, concentran a una importante proporción de menciones y prácticamente no presentan diferencias: 85,4% en CABA-PCIA, 82,1% en NEA-NOA y 80,7 en el resto del país.

LA FORMACIÓN PROFESIONAL DE LAS MUJERES. UNA APROXIMACIÓN REGIONAL

De acuerdo al relevamiento llevado a cabo en 2017, las mujeres que han participado en las capacitaciones brindadas en los Centros de Formación Profesional (CFP) de todo el país fueron 130.604 en total. Esta cantidad representa el 44,9% de las 290.795 personas que en el total del país participaron de este tipo de capacitación.

Considerando exclusivamente el universo de mujeres, concurrieron a CFP localizados en la CABA o Provincia de Buenos Aires un 41.6% (54.350) mientras que un 22.6% (29.536) lo hizo en CFP de provincias del NEA o NEA. Finalmente, el resto, un 35.8% (46.718) concurrió a CFP localizados en provincias del resto del país.

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

1. EDAD

En relación a la edad de las participantes en los cursos de los CFP de CABA-PCIA se observa que poco más de un tercio (34,8%) corresponde a quienes tienen hasta 29 años, que una quinta parte (19,3%) cuenta con 40 a 49 años y que otro tanto (19,2%) se ubica en el grupo de 50 a 65 años.

Por su parte, entre las mujeres que participaron en cursos de CFP del NEA-NOA casi dos tercios de ellas (64,1%) tienen hasta 29 años, que poco más de una décima parte (11,3%) se ubica en el grupo de 40 a 49 años y que una proporción muy baja (5,7%) corresponde a quienes están entre los 50 y 65 años.

Por último, la mitad (49,0%) de las que concurrieron a capacitaciones desarrolladas en el resto del país cuenta con menos de 30 años, un 14,0% se ubica en el grupo de 40 a 49 años y que una proporción similar (16,4%) tienen entre 50 y 65 años.

Gráfico 1. Alumnas de los CFP por grupos de edad. TOTAL PAÍS y REGIONES (en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

Como puede observarse son las mujeres que se capacitaron en los CFP del NEA-NOA las que más se diferencian de sus pares que cursaron en CFP ubicados en otras regiones del país. Respecto de las que lo hicieron en CABA-PCIA –frente a quienes registran las mayores diferencias-, son muchas más (50,2%) quienes tienen hasta 24 años frente al 19,8% de las últimas, como también es superior la proporción de las que tienen hasta 19 años (16,9% y 6,2% respectivamente). Por otra parte centrándose en las que cuentan entre 50 a 65 años, la disparidad alcanza

a 13,5 puntos porcentuales2 (como se viera, 19,2%, CABA-PCIA, y 5,7% NEA-NOA). También son más, la que se capacitaron en NEA-NOA, en relación a las mujeres de 19 a 24 años que asistieron a capacitaciones en el resto del país (39,4%), y a las que cuentan con hasta 19 años (13,2%) pero son menos respecto de las que tiene entre 50 a 65 años (16,4%).

Estos valores están señalando una mayor juventud entre las mujeres que participaron de capacitaciones en CFP del NEA-NOA. Esta situación seguramente incidirá en algunos otros aspectos que se analicen en este documento.

2. PRINCIPAL SOSTÉN DEL HOGAR

La referencia al principal sostén del hogar, alude a la persona -del hogar de la participante de una capacitación brindada por un CFP- que aporta el mayor ingreso.

En el conjunto de las encuestadas, en un tercio de ellas es la pareja o cónyuge el principal sostén (34,2%) seguido por la propia entrevistada, en algo más de una cuarta parte (28,4%); con valores más bajos aparecen el padre y la madre con presencias de menor magnitud (18,4% y 13,6%, respectivamente). Las restantes categorías resultan marginales.

Gráfico 2. Alumnas de los CFP por principal sostén del hogar. TOTAL PAÍS (en porcentajes)

2. En adelante p.p. Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

Como en el conjunto, entre quienes asistieron a un CFP ubicado en CABA-PCIA y en el resto del país la pareja o cónyuge es quien resulta el mayor aportante, aunque con diferencias: en CABA-PCIA 4 de cada 10 de ellas lo son, en tanto que en el resto del país resultan un tercio (33,1%); la entrevistada es la que aparece en segunda instancia (33,7% y 26,2%, respectivamente).

Distinta es la situación en el NEA-NOA donde quien es mencionado como principal sostén resulta ser el padre (28,6%) y en segundo lugar -como en el conjunto, en CABA-PCIA y en el resto del país- es la pareja o cónyuge quien resulta el mayor aportante (la cuarta parte, 25,0%,) en tanto que la entrevistada lo es en poco más de la quinta parte (21,9%); en ambos casos su participación resulta más baja. La madre se constituye en el principal sostén del hogar en el 18,4% de los casos, siendo éste valor el más alto respecto de los otros dos ámbitos de comparación (10,0% para CABA-PCIA y 14,7% para el resto del país).

Gráfico 2.1. Alumnas de los CFP por principal sostén del hogar. REGIONES (en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

La edad de la entrevistada incide en la proporción de casos en que ellas, sus parejas o cónyuges, sus padres y madres son el principal sostén.

En CABA-PCIA, entre las más jóvenes el padre (55,7%) y la madre (41,0%) son los principales proveedores, y lo son prácticamente de manera excluyente. En el siguiente grupo etario (20 a 24 años) el padre (30,0%) y la pareja o cónyuge (29,8%) se constituyen en los dos principales aportantes -con iguales participaciones- donde también la entrevistada adquiere cierta relevancia en ese rol (11,6%) y la madre disminuye de manera importante su presencia como principal sostén; con valores menores pero algo destacados respecto de otros grupos de edad el suegro o suegra

y “otros” aparecen en este grupo. Entre las encuestadas de 25 a 29 y de 30 a 39 años, predomina la pareja o cónyuge como principal sostén del hogar, la mitad o poco más de ella, y en el segundo de estos segmentos etarios la entrevistada adquiere una importante relevancia (38,5%), la cual seguirá en aumento. No puede dejar de señalarse que en las edades centrales (30 a 39 y 40 a 49 años) la pareja o cónyuge y la propia encuestada resultan, en 9 de cada 10 encuestadas el principal sostén del hogar.

Gráfico 3. Alumnas de los CFP por principal sostén del hogar, según grupos de edad. CABA y Prov. de BUENOS AIRES (en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

Gráfico 3.1. Alumnas de los CFP por principal sostén del hogar, según grupos de edad. NEA y NOA (en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

En NEA-NOA, también como en CABA-PCIA entre las más jóvenes el padre (51,7%) y la madre (32,4%) son los principales proveedores aunque con una participación algo menor. En el grupo de 20 a 24 años el padre (42,5%) y la madre (25,2%) continúan siendo los mayores aportantes y la pareja o cónyuge aumenta su participación (16,2%), pero a diferencia de CABA-PCIA sin adquirir la relevancia de este último ámbito.

Entre las encuestadas de 25 a 29 también aquí predomina la pareja o cónyuge como principal sostén del hogar (33,6%) y la propia entrevistada también adquiere relevancia (22,5%) -de menor intensidad que en CABA-PCIA- pero donde también se mantiene la presencia del padre (20,3%) y de la madre (16,5%). En el grupo de 30 a 39 años, también en este ámbito, la pareja o cónyuge es quien participa con mayor relevancia como principal sostén del hogar (42,3%), declinando a partir del grupo de 40 a 49 años en adelante, que será la entrevistada la que ocupará primordialmente ese rol. En el caso de las de mayor edad solo en este ámbito adquiere importancia la presencia del hijo de la entrevistada (incluido en otros, 18,9%)

Gráfico 3.2. Alumnas de los CFP por principal sostén del hogar, según grupos de edad. RESTO DEL PAÍS (en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

En el resto del país se registran iguales tendencias que en los casos anteriores con algunas diferencias en las participaciones.

Situación laboral del principal sostén del hogar

En cuanto a la situación ocupacional3, la mayoría de quienes son el principal aportante del hogar trabaja (prácticamente las tres cuartas partes) sin encontrarse diferencias entre los ámbitos considerados. Tampoco las hay en las otras situaciones ocupacionales, aunque podría señalarse que en el NEA-NOA, la proporción de jubilados (14,0%) resulta menor que en CABA-PCIA y, principalmente, respecto del resto del país; también que en este último ámbito la proporción de desocupados (6,0%), resulta algo menor que en los restantes.

3. No se consideran los que no respondieron ya que parecen no incidir en los resultados que se presentan (2,2%, 2,6%, 1,8% y 2,1% para CABA-PCIA, NEA-NOA, resto del país y total respectivamente).

Gráfico 4. Alumnas de los CFP por situación laboral del principal sostén del hogar. TOTAL DE PAÍS y REGIONES (en porcentajes)

Fuente: Elaboración propia en base a datos relevados. Año 2017

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