MASCULINIDADES: RIESGO VERSUS VULNERABILIDAD Dr. Daniel Rolón31 “Todos nos parecemos a la imagen que tienen de nosotros” Jorge Luis Borges
El poder de la mirada. La mirada del otro, sin duda alguna, tiene una importante impronta en la construcción de la propia identidad, en la autoimagen y en la autoestima. El escritor argentino Jorge Luis Borges en su escrito “El indigno”, nos expresa con claridad la dependencia de la mirada del otro para la construcción identitaria: “Yo sentía el desprecio de la gente y yo me despreciaba también” (1). En esta sociedad post-estatal y bajo las nuevas condiciones que impone la globalización, ya sea ciudadano, consumidor u homo eligens (2), hay un sujeto que se constituye en y de la misma. Ese sujeto único, no puede ser pensado sin el contexto social, ni viceversa. Su “sí mismo” se construye y se inscribe en una cultura con una concepción típica de un tiempo y un espacio, en estrecha interacción con los demás. (3) Podríamos recordar lo escrito por Ovidio, en su “metamorfosis” (4), donde cuenta la historia de Pigmalión, que “esculpió con arte felizmente admirable una estatua de níveo marfil, dándole una belleza con la que ninguna mujer puede nacer, y llegó a enamorarse de su propia obra”. Llegada la festividad de Venus, el día más celebrado de toda Chipre, cumplido el rito de la ofrenda, se detuvo ante los altares y tímidamente pidió: “Si podéis, dioses, darlo todo, deseo que mi esposa…”, y sin atreverse a decir: “la doncella de marfil”, dijo “igual que la de marfil”. La dorada Venus, que asistía en persona a sus propias fiestas, entendió que pretendían aquellos ruegos, y le concedió su deseo. La estatua cobró vida, y Pigmalión y la mujer que había creado pudieron casarse. En la década del 70, Robert Rosenthal y Lenore Jacobson (5), en 31 Médico pediatra. Especialista en adolescencia. Secretario Comité estudio permanente del Adolescente. SAP
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