UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN GERENCIA SEMINARIO AVANZADO EL GERENTE COMO LÍDER EMPRESARIAL
APROXIMACIONES CONCEPTUALES SOBRE LIDERAZGO
Autor: Mg. Rixio Nuñez Carruyo
Lechería, junio de 2015
Liderazgo: Una materia compleja Desde el punto de vista organizacional, una persona no se convierte en líder por el mero hecho de ocupar una posición de responsabilidad en la organización, incluyendo la coordinación de actividades de otras personas ya que en todo caso, se convertiría en supervisor. La calificación de líder, surgirá a medida que esta persona, sea supervisora o no, logre el respeto y la influencia del segmento laboral en su entorno para conseguir que de forma organizada y voluntaria, todos los trabajadores cooperen en la consecución eficiente de las metas propuestas. En este orden de ideas, considero que el liderazgo, abarca una compleja red de elementos que accionan racionalmente para lograr el éxito en algún propósito, a través de un modo determinado. En otras palabras, el tema del liderazgo va más allá de determinar si el líder nace o se hace. Creo que toda la dinámica que subyace en torno al liderazgo, obedece a una diversidad de factores que interaccionan incesantemente en las organizaciones de la sociedad. Ahora examinemos un poco sobre la historia del liderazgo. Estrada (2007), estima que su aparición proviene de periodos vinculados a la evolución misma de la humanidad, ya que se ha determinado científicamente que en algunas civilizaciones antiguas como las sumeria, que datan del siglo L a.C., existían seres humanos que se destacaban de sus similares por demostrar condiciones especiales en su comunidad, como por ejemplo: la invención de armas o herramientas de trabajo que ayudaban a resolver los problemas y mejorar las relaciones en la comunidad. Otro ejemplo en este sentido, también expresado por Estrada (op. cit.), en su trabajo de investigación, es la construcción de la pirámide de Keops, en Egipto, la cual finalizó en el siglo XXV a.C., ameritando el trabajo arduo y coordinado de un gran número de personas, algunas de las cuales estaban altamente calificadas en geometría, astronomía y otras disciplinas. De modo tal que la humanidad ha presenciado el surgimiento de figuras destacadas en el desarrollo de sus actividades al punto de haber generado una posición de liderazgo por la importancia de sus hechos para la comunidad.
En esta perspectiva también ha estado presente a lo largo de la historia, el liderazgo organizacional. Algunos ejemplos notorios lo constituyeron instituciones como el estamento militar o la iglesia, que aún siguen vigentes, donde es muy fácil distinguir la jerarquía y los niveles de autoridad, donde además el desempeño se ejecuta a través del establecimiento de regímenes de alimentación, vestido y mucha disciplina entre otros. En estas organizaciones, la división del trabajo o las responsabilidades asociadas al cargo, están claramente definidas y son acatadas por todos los miembros de la organización. Bases Filosóficas, tecnológicas y praxis del Liderazgo El estudio del liderazgo desde su concepción filosófica, implica la conexión con diversos factores en diferentes escenarios de la sociedad, ya que su principal fundamentación proviene de un sistema de valores presentes en las organizaciones y su entorno, lo cual también comprende la cultura, formas de vida del ser humano agrupado en comunidad y sus necesidades. Se plantea entonces que desde el punto de vista axiológico, existen valores universales como: el respeto, la libertad, la justicia, la responsabilidad, la honradez, la solidaridad y la paz, que le confieren un marco teórico esencial para el desarrollo del liderazgo. Dentro de este marco, estimo conveniente señalar que la noción de liderazgo ha venido evolucionando conjuntamente con la ciencia administrativa. En esta perspectiva, Estrada (2007), realizó un trabajo de investigación documental donde acopia los principales estilos de liderazgo. A continuación un breve sumario. Enfoque Sustancialista ¿Cuál es el secreto del líder? Se basa en la identificación de los rasgos de la personalidad del líder, innata o adquirida, que moldean su proceder. Enfoque Comportamental ¿Cómo se comportan las personas con liderazgo? A diferencia del enfoque anterior, en este se analiza el liderazgo, a través del comportamiento de los líderes. Uno de los aportes más significativos en esta perspectiva, es la “Teoría X y Y” de Douglas McGregor, quién en 1960 identificó dos actitudes extremas de los
trabajadores en el ambiente laboral. Por un lado está la Teoría X, donde están las personas que evitan el trabajo, por lo que necesitan ser obligadas para que cumplan sus actividades. En este caso, se requiere un líder con estilo autoritario. Por otro lado, la Teoría Y, donde están las personas que consideran el trabajo como algo natural y pueden asumir responsabilidades y auto dirigirse para alcanzar las metas. En este caso se requiere un líder con estilo participativo y democrático. Enfoque Situacional ¿Puede un mismo estilo de liderazgo ser exitoso en todas las circunstancias? En este enfoque, se mide la actuación del líder por el éxito logrado al resolver situaciones en escenarios diferentes. Dependerá en gran medida de su preparación profesional y experiencia. Se destacan los aportes de Fred Fielder y Hersey y Blanchard. Enfoque Personalista ¿En qué atributos de la personalidad se basan los comportamientos eficaces de los líderes? Este enfoque trata de relacionar el éxito del líder, con sus cualidades personales como el carisma o la empatía hacia las personas. Warren Bennis es el autor principal de este enfoque. También destaca Stephen R. Covey. Enfoque Prospectivo ¿Será el liderazgo un atributo necesario en los gerentes de nuevo tipo? Es el acercamiento a la definición del liderazgo en el futuro, es decir, aquellos cuya capacidad y cúmulo de experiencias vividas, los lleva a plantearse escenarios determinados por las tendencias generacionales. Destacan los aportes de Charles Handy, Peter Senge, Edgar Schein y Kouzes y Posner. (p. 288) De las generalizaciones anteriores puede expresarse que el liderazgo, quizás tenga diferentes matices pero todos, convergen en el compromiso de alcanzar el éxito de la organización a través de la práctica sistemática de procesos motivacionales que promuevan el esfuerzo responsable de todos los integrantes del equipo de trabajo. En estos tiempos de postmodernidad signados por grandes avances tecnológicos y cambios constantes, es ineludible la promoción de estrategias gerenciales dirigidas a fortalecer el vínculo con el tema social y al desarrollo sostenido de políticas empresariales dirigidas al trabajo en equipo.
Dicho de otro modo, ya pasó a la historia la época cuando la dinámica empresarial giraba únicamente en torno a la producción, comercialización y publicidad de sus productos, donde lo más importante era el capital industrial (maquinaría, equipos y las habilidades físicas y manuales). Ahora, los líderes organizacionales modernos, se enfrentan a un mercado globalizado donde la competencia es infinitamente mayor, por lo que deben orientarse a factores como: a) establecer y desarrollar canales de comunicación dentro y hacia el entorno de la empresa; b) impulsar una conciencia de adaptación constante respecto del entorno externo e interno de la empresa y por último; c) promover un ambiente laboral de respeto y abierto a la experiencia humana, con el fin de sembrar en todos la conciencia de creatividad e innovación. Concepto y rasgos taxonómicos del liderazgo Examinemos ahora el concepto de liderazgo desde el punto de vista de algunos autores. Drucker, citado por Hesselbein, Goldsmith y Beckhard (1996), opina: “la única definición de líder, es alguien que tiene seguidores. Unos individuos son pensadores; otros profetas. Ambos papeles son importantes y muy necesarios. Pero sin seguidores no puede haber líderes” (p. 12). Por su parte Chiavenato (2006), considera: “es la influencia interpersonal que se ejerce en una situación dirigida por medio del proceso de la comunicación humana para la consecución de un determinado objetivo” (p. 123). Finalmente Estrada (op. cit.), expresa: “se define como una actitud individual que a través de habilidades y técnicas, facilita el logro de objetivos con un trabajo sinérgico y proactivo de las personas involucradas en el proceso” (p. 287). Con base en estas definiciones y luego de reflexionar en torno a la figura del liderazgo, intentaré construir una definición propia, por consiguiente considero que liderazgo, es la capacidad de impulsar cambios actitudinales en las personas del entorno, quienes al percibir que el líder puede ayudarlos profesional y personalmente, colaboran voluntariamente con el logro de los objetivos. En este escenario conceptual, procederemos a mencionar algunos estilos de liderazgo tomando en cuenta los principales enfoques teóricos conocidos
(personalidad de los rasgos, basados en el comportamiento y situacional). Para esta actividad tenemos a Chiavenato (op. cit.), quien alude a tres estilos principales: a. Autocrático. El líder determina las directrices sin la participación del grupo. b. Democrático. El líder promueve la participación del grupo para orientar las acciones a seguir. c. Liberal. Existe libertad total en la toma de decisiones grupales o individuales. La participación del líder es mínima (p. 107) De las generalizaciones anteriores estimo que en el mundo actual donde factores sociales, económicos y políticos influyen decisivamente a escala mundial, estos estratos del liderazgo irán quedando en el pasado. En mi opinión, algunos de estos factores son: a) interdependencia ciudadana; b) un mercado mundial cada día más exigente que requiere incrementar los niveles de productividad; c) masificación de los medios de comunicación social, impulsados por los grandes avances tecnológicos y; d) el cerco cada vez más férreo, promovido por organismos internacionales en materia de derechos humanos, han gestado un modelo de liderazgo que contiene todos los estilos y han agregado otros factores como la moral. Covey, citado por Hesselbein, Goldsmith y Beckhard (op. cit.), se refiere a este último factor expresando lo siguiente: “El líder del futuro, el del próximo milenio, será el que cree una cultura o un sistema de valores centrados en los principios” (p. 177) Sobre el particular debo señalar que una persona que ejerza la responsabilidad de liderar personas, debe poseer o desarrollar cualidades personales para llevar a cabo exitosamente su misión. Algunas de estas cualidades pueden ser: a. Generador de confianza. Es el medio para mantener cohesionado el equipo. Siempre alentando y explicando los detalles sobre las tareas a ejecutar, para disminuir condiciones de stress, pérdida de tiempo y oportunidad por orientaciones erradas. b. Motivador. Es la forma de garantizar altos niveles de productividad en el equipo de trabajo. Un trabajador motivado, incrementa su compromiso con el equipo y promueve su capacidad creativa la cual es necesaria para elevar la productividad y el éxito de la misión.
c. Conocimiento. Comprende las habilidades interpersonales, preparación técnica y experiencia necesaria para realizar y dirigir determinada tarea, aprovechando eficientemente los recursos disponibles. d. Integro. Tiene que ver con la honestidad de la persona es decir, la capacidad para modelar el conjunto de valores éticos de la sociedad, lo cual le será de utilidad en el ejercicio de la autoridad y equidad necesaria, para los procesos de toma de decisión. e. Dispuesto al cambio. Referido a la visión de futuro y la capacidad para impulsar los cambios que deba realizar y poder mantener los niveles de competitividad que la organización y el entorno le exige. Liderazgo en las Organizaciones Públicas y Privadas Lo primero que llega a mi mente luego de escribir el subtítulo de esta sección, es si existe alguna diferencia entre el liderazgo ejercido en la administración pública y la privada. Lo segundo, es mi apreciación sobre la imagen que pueda tener la administración pública al compararla con la privada, al menos refiriéndonos a su influencia sobre el tema de la productividad pues bien, sin temor a equivocarme, creo que la administración privada estaría por encima. En el contexto venezolano, considero que el liderazgo que se ejerce en la administración pública, se encuentra influido principalmente por la orientación político-partidista del Gobierno y de los directivos de las instituciones del Estado. En cambio el sector privado, se rige principalmente por las fluctuaciones económicas, por el mercado, las tendencias del sector productivo global y por factores regulatorios que rigen la gestión productiva nacional. Un ejemplo visible del funcionamiento de la gestión empresarial pública y de las generalizaciones expresadas anteriormente, podemos percibirlo a diario al examinar el rendimiento de la gestión administrativa implementada en varias empresas que antes fueron dirigidas por el sector privado y ahora se encuentran regidas por la administración pública (cementera, del sector energético, suministro de insumos agropecuarios, supermercados y otras).
Ahora bien, pienso que el liderazgo de la administración pública, enmarcado por la centralización de actividades, se enfoca en exceso al cumplimiento de la tarea y no a la calidad del producto que bien pueden ser obras, servicios o algún trámite administrativo, lo cual genera un contrasentido ya que su principal cliente es la ciudadanía, es decir el pueblo mismo. Si a este escenario se le agrega el elemento burocrático o la corrupción, se origina un efecto altamente negativo para la sociedad y para el Estado. Otro obstáculo del liderazgo en la gerencia pública, son las limitaciones en el campo tecnológico, lo cual retrasa la actualización de sus integrantes y los coloca en desventaja en comparación con empresas y otras instituciones en otras partes del mundo, que utilizan equipos y herramientas modernas, para controlar y optimizar sus procesos productivos. Por otro lado, el liderazgo del sector privado está atento al movimiento del mercado para delinear sus estrategias productivas, dado que tiene flexibilidad y autonomía organizacional para emprender los cambios que sean necesarios y no perder posicionamiento ante su competencia. Esta visión sobre el mercado, le brinda una robusta plataforma en materia de riesgos es decir, que está preparado para “correr riesgos” y disminuir la incertidumbre, cosa que en el sector público no ocurre. En atención a lo expuesto debo aclarar que no se trata de hacer un juicio al criterio y praxis del liderazgo en el sector público ya que son ampliamente conocidas sus diferencias estructurales, funcionales, motivacionales e ideológicas. La idea, es resaltar algunos parámetros socio-técnicos que afectan su rendimiento y complejizan su gestión. En resumidas cuentas, creo que en estos tiempos tan cambiantes y de alta incertidumbre, el estilo de liderazgo del sector público debe tender hacia un enfoque más participativo, que contemple las opiniones e ideas del grupo de trabajo en los procesos medulares de las instituciones y empresas del Estado. Esta medida, aunada a la consolidación de la gestión motivacional y la vigorización de las relaciones interpersonales, seguramente redundará en el fortalecimiento del compromiso laboral y al incremento de la creatividad e innovación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Chiavenato, I. (2006). Introducción a la teoría general de la administración. Séptima edición, editorial McGraw Hill. Bogotá Colombia. Estrada, S. (2007). Liderazgo a través de la historia. Scientia Et Technica, año XIII, número 034, pp. 343-348. Universidad Tecnológica de Pereira. [Consulta en Línea]. Disponible: http://200.21.217.140/index.php/revistaciencia/article/view/5621/3069. [Consulta: 2015, junio 1]. Estrada, S. (2007). Predominio del estilo de liderazgo en la evolución de la administración. Scientia Et Technica, año XIII, número 035, pp. 287-292. Universidad Tecnológica de Pereira. [Consulta en Línea]. Disponible: http://recursosbiblioteca.utp.edu.co/dspace/handle/11059/153. [Consulta: 2015, junio 2]. Hesselbein, F., Goldsmith, M. y Beckhard, R. (1996). El líder del futuro. España: Ediciones Deusto.