Guía del tour 2018 road and mud

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Tour de Francia2018 De Vendee a París. Vuelve la carrera de los mitos. Revivimos la edición de 2017,

Analizamos los favoritos para

Gino Bartali en el Tour de Francia

una

triunfar en el siempre complicado

en la década 1938-1948

nueva

demostración

de poderío de Chris Froome

Foto: EFE

Tour de Francia


Contenido

Edición y dirección: Sergio Fernández

Resumen Tour de Francia 2017 Gino Bartali: Diez años no son nada Análisis recorrido 2018 Favoritos y outsiders Clasificaciones Secundarias

El Tour de Francia 2018 ya está aquí

Equipos Este año se ha hecho esperar más que otros -la disputa del mundial de fútbol ha atrasado una semana su inicio- pero por fin los espectadores podrán disfrutar, un año más, de veintiún días de espectáculo y emoción con la participación de los mejores corredores del mundo en el que es, con diferencia, el evento ciclista más seguido a nivel internacional.

La prueba -se disputó por primera vez en 1903- llega celebra su edición número 105 con la inclusión de una novedosa y polémi-

Colaboradores:

ca etapa de montaña de tan solo sesenta y cinco kilómetros -con una parilla de salida inédita-, una contrarreloj por equipos

Sergio Férnandez - Redactor y director

-después de varios años sin tener una- y una atractiva para el espectador, pero temida para el director de equipo, etapa de ado-

Ricardo De Miguel - Redactor y Maquetación Alberto Díaz - Redactor Arnau Soler i Sales- Redactor

quines con tramos de la París-Roubaix. Con este cóctel explosivo y sorprendente se dará inicio a la Grande Boucle, así que, sin más dilación te presentamos la nueva guía del Tour de Francia creada por Road and Mud para que puedas contar con toda la información posible y para que nada de lo que ocurra en la madre de todas las grandes vueltas te coja de sorpresa.

Abdón Ramiro- Correcciones

Ah, se me olvidaba: Vive le Tour.

Arnau Soler



Tour de Francia 2017 Sigue el dominio de Chris Froome Por Arnau Soler i Sales

Etapa 1

Etapa 3

La imagen de Valverde, gritando de dolor en el suelo mojado de Düsseldorf después de una fea caída en la cual su rodilla había impactado contra una valla, nos hizo pensar -a él también- que aquel era el fin de su carrera deportiva. Afortunadamente no fue así y el Bala vuelve a la Grande Boucle en un gran estado de forma. Ion Izagirre, como muchos otros, también cayó en esa misma curva y se hizo una lesión grave.

Los constantes repechos y el final en alto en el muro de Longwy hacían de la etapa un regalo para Valverde, a quien no le quedó más remedio que verla desde la televisión de su habitación de hospital. Los combativos habituales; De Gent, Calmejane y compañía lo probaron poniendo en dificultades al pelotón que se vio obligado a aumentar el ritmo. Bardet, al cual la suerte no acompañaba, sufrió una avería mecánica que lo único que le provocó fue estrés.

Froome dio un golpe de autoridad -acompañado de polémica por el uso de un tejido alegal de Vortex en el maillot- consiguiendo distancias superiores al medio minuto sobre sus rivales más directos en la pelea por el maillot amarillo. Geraint Thomas dio la campanada y se impuso en la crono, lo que le sirvió para vestir el jersey amarillo en las siguientes jornadas. Etapa 2 La lluvia y las rotondas en territorio belga fueron las responsables de una caída múltiple donde se vieron involucrados Bardet y Froome. Las alarmas saltaron, aunque todavía quedaban 30 kilómetros para meta, pero los dos se reincorporaron al paquete principal sin problema y no sufrieron lesiones de relevancia. En la volata final Kittel comenzó con su recital veraniego con una victoria en la que mostró una gran superioridad sobre el resto de competidores.

En el muro final, con la escapada ya neutralizada, Alberto Contador ataca y Porte le sigue, pero Sagan consigue cogerles la rueda y se impone por los pelos por delante de un motivado Matthews. El eslovaco celebraba con alegría, desconocedor lo que ocurriría el día siguiente. Etapa 4 Todas las repeticiones vistas desde todos los ángulos posibles fueron visualizadas una y otra vez, lo que no evitó el debate. ¿Tomaron la decisión correcta los jueces al expulsar a Sagan del Tour por un codazo a Cavendish? ¿Fue intencionado o cuestión de colocación? Aún hoy sigue habiendo disparidad de opiniones al respecto. El caso es que Sagan el Tour de Sagan acabó ese mismo día. Ajeno a toda la polémica, Démare, sabiendo aprovechar la mala colocación de Kittel, consiguió un preciado triunfo para su equipo y para su Francia -que ya sabemos cómo se las gastan los galos con su carrera-.


Etapa 5

Etapa 8

La Planche de Belles Filles se alzaba como el primer final en alto que debería revelar el estado de forma de los aspirantes de la general. BMC confiaba en un Richie Porte que llegaba en un estado de forma impresionante y tiraba para neutralizar a la fuga. Al comienzo de la subida final, Sky marca el ritmo con la intención de intimidar a los rivales de Froome, pero el combativo Fabio Aru ataca a 2,5 kilómetros de la cima. El por entonces ciclista de Astana abre un interesante hueco que le permite conseguir la victoria con una diferencia un poco inferior al medio minuto. Renta corta pero, a la vez, considerable. Por detrás Froome pega un hachazo bajo la pancarta del último kilómetro. Alcanza la línea final acompañado de Dan Martin, Porte, Bardet, Yates, Urán -que ya avisaba- y Contador. El británico se viste de amarillo. Una contrarreloj corta y una jornada montañosa le valen para colocarse en el lugar más privilegiado de la general.

Primera jornada realmente montañosa donde una fuga numerosa con hombres como Van Avermaet, Gesink, Calmejane y Barguil, hacía camino ante un pelotón comandado en todo momento por el Sky. Los británicos eran los auténticos patrones de la carrera. En un descenso, Froome se salió de la carretera y tuvo que hacer una excursión por la hierba. El pelotón, siempre respetuoso con sus líderes, frenó de golpe para esperar al defensor del título.

Etapa 6

Todo apuntaba a que se producirían ataques entre los hombres de la general, pero finalmente, apoyados en el mantra “hay que guardar fueras para lo que viene”, no fue así. El día no fue ni mucho menos decepcionante y ofreció una ilusionante victoria de Direct Energy, gracias a las piernas y el coraje de Calmejane, a quien unos calambres calambres no impidieron obtener en la cima de Les Rousses el triunfo más importante de su carrera.

La tranquilidad volvía de nuevo al Tour de Francia en un día propicio para la siesta estival. Pero las cosas se complicaron en un final estrecho y lleno de tensión donde equipos de la general y velocistas lucharon para colocarse en las primeras posiciones. En el desenlace final Kittel demostró su poderío arrancando en el esprint desde muy atrás y consiguiendo la victoria sin oposición. Un nuevo recital del germano. Etapa 7 Los espectadores mirábamos asombrados una y otra vez la photo finish sin llegar a creerlo. Aquello era un empate técnico; estaba clarísimo. Hagen y Kittel habían llegado a la vez, no había otra explicación. Los minutos de incertidumbre se hicieron eternos hasta que, finalmente, el jurado dio a conocer su veredicto: victoria para Kittel. Una pena para Hagen y una alegría para Marcel, que conseguía su tercer triunfo en una jornada que había estado amenazada por el viento de costado.

Calmejane. Foto por Christophe Ena

Etapa 9 La lluvia -este fenómeno meterológico que aún maldecía Valverde- se cobró más víctimas en el parcial más duro de la Grande Boucle. Siete puertos -entre ellos el mont du Chat- endurecían el recorrido. A las primeras de cambio, Geraint Thomas -que parecía que no había tenido suficiente con la mala suerte del Giro- se veía obligado a marcharse a casa a causa de una caída. Contador sufrió una dura caída en un descenso y, no sin dificultades, se reincorporó al grupo.


Las dificultades tampoco dejaban en paz a Froome que, en pleno punto álgido de la etapa, sufrió un pinchazo. Por si fuera poco, Aru reaccionó al problema de Froome con un ataque barriobajero. Sus compañeros, respetuosos y mojigatos a partes iguales, no secundaron el movimiento de Aru, aunque esto implicara que la fuga -donde Barguil estaba realizando una auténtica exhibición- llegara a buen puerto. El keniata se reincorporó y en un clima de calma tensa Porte, acompañado de Aru, aceleró. El ataque hizo que Contador -blanco de las críticas al finalizar la jornada- empezara a ceder terreno. Froome, que temía el descontrol, atacó con todas sus fuerzas llegando a la cima junto a Martin, Bardet, Urán, Fuglsang, Aru y Porte, con Quintana perdiendo minutos por detrás. La alta velocidad y los nervios perjudicaron a Porte que se fue recto en una curva. Impresionante caída que arrastró a Dan Martin -que no daba crédito a la mala suerte que acaba de tener-. El australiano se veía obligado a abandonar con fracturas y Martin se reincorporaba en un grupo con otros favoritos que rodaba a un minuto de distancia. Pero Bardet -que no tenía miedo alguno a una nefasta caída- atacaba de nuevo intentando marcharse en el llano en solitario, pero siendo cazado de nuevo por el gran grupo. Se jugarían la victoria en el esprint. Barguil -que aguantaba de la fuga del día- logró la victoria por delante de Urán. Pero... espera, espera. Mientras el francés lloraba de emoción le comunicaron que la photo finish -otra vez- le arrebataba la victoria de etapa en detrimento del colombiano. Urán consiguió llevarse la gloria con el cambio roto, como él mismo confesó más tarde.

Foto: Getty Images

Etapa 10 Aunque Offredo y el joven Elie Gesbert intentaron hacer buena la escapada del día, el pelotón, comandado por Quick-Step, supo controlarlos y neutralizarlos en el momento justo para poner en marcha la locomotora azul que facilitaría el cuarto triunfo de Kittel en la ronda francesa. De nuevo el rubicundo velocista tetón se imponía sin dificultades. Etapa 11 Otra etapa para esprínteres en la que el Quick-Step de Lefevre salía dispuesto a adjudicarse la victoria. La fuga de la jornada estaba compuesta por Marcato, Backaert y Bodnar. Detrás, la escuadra belga ponía a trabajar a Vermote, Bauer y Gilbert para conseguir otro triunfo. Todo parece controlado. Los escapados se encuentran a tiro de piedra, apenas medio minuto, cuando Bodnar ataca e impone un ritmo bestial a falta de 30 kilómetros de meta -como si acabase de saltar del pelotón-. El polaco pone en jaque al grupo principal que solo puede darle caza a 300 metros para la línea final para que, allí, Marcel Kittel remate y logre la manita. Contador sufrió una fuerte caída que, sin tener consecuencias en la general, le deja mermado psicológicamente en el día previo a la subida de Peyragudes. Etapa 12 Siempre nos quedará la duda de saber qué hubiera pasado si los ciclistas hubiesen endurecido la etapa desde antes. ¿Hubiesen podido enterrar a Froome? Pero el pasado no se puede cambiar y los otros corredores no se percataron de los problemas que estaba atravesando el británico hasta que Landa, gregario de Froome, se desmelenó en la subida final. Quedaba demasiado poco terreno, solo unos centenares de metros, y aunque Bardet, Aru y Urán se tiraron al cuello del líder intentado recortar tiempo en la general solo pudieron sacar veintidós segundos a un Froome que entró retorciéndose. Contador y Quintana volvieron a perder un tiempo importante en meta.


Landa recibió una bronca pública por parte de los miembros de su equipo por haber seguido la estela de los favoritos y no haber esperado a su líder en unos durísimos últimos metros. Por cierto, Aru, que llegaba al Tour debido a un lesión que le había impedido participar en el Giro del centenario, cumplió un sueño al arrebatarle el amarillo a Froome. El sardo empezaba a soñar a lo grande. Etapa 13 El catorce de julio, día nacional de Francia, deparaba una etapa de tan solo 100 kilómetros con tres puertos encadenados de primera categoría. Y aunque Contador estaba completamente fuera de la batalla por la clasificación general, no se quería ir con la manos vacías y atacó en el primer puerto de la jornada acompañado por Mikel Landa -que tenía posibilidades serias de conseguir el maillot amarillo- a los cuales posteriormente se sumarían Quintana, Barguil y Kwiatkowski. En la etapa Fuglsang intentó una heroicidad. Víctima de una caída, con el brazo vendado, intentó subir sin apoyar el brazo dañado en manillar. A pesar del pundonor y la valentía mostrados, no le quedó más remedio que bajarse de la bicicleta. Froome, como poseído por el temor a ser destronado por su propio compañero de equipo, atacó en las empinadas rampas sin éxito; todos los favoritos consiguieron seguirle. Sky hizo descolgarse al fugado Kwiatkowski que empezó a trabajar con todas sus fuerzas en el pelotón aunque ese trabajo perjudicara las opciones de Landa de vestirse de amarillo. El grupo delantero llegó a meta en un esprint donde se impuso, esta vez sí, el francés Warren Barguil.

en el explosivo muro final en Rodez. Aun así el belga se quedó como único integrante de la fuga a 30 kilómetros del final y puso en problemas a un gran grupo que se enfrentaba a un terreno rompepiernas que ponía nervioso a los directores de equipo que constantemente enviaban corredores a la cabeza del grupo. En el muro, los belgas Naesen y Gilbert se marcharon en un ataque que fue neutralizado por Matthews y Van Avermaet quienes, a la postre, se disputaron la victoria en el rush final. La final la suerte cayó del lado del australiano de Sunweb. El pelotón se deshizo en pequeños grupos de tal forma que algún despistado podría perder algo de tiempo. Lo que más temía Astana sucedió; Sky consiguió meter a Froome en cabeza. En un final sin aparente complicación, el keniata pudo picar unos veinte segundos a Aru, que en un día tonto perdió el maillot por no estar bien colocado.

Etapa 15 La Grande Boucle continuaba mostrándonos el Macizo Central francés, es decir: territorio Bardet. De salida se formó una fuga de veintiocho corredores que cogieron distancia sin que el pelotón se preocupara de cogerlos. Ag2r impuso en el último puerto de primera un fuerte ritmo que generó una auténtica purga en el pelotón. Todas las alarmas saltaron cuando Froome pinchó en plena ascensión y el equipo de Bardet abrió brecha con el británico a ritmo de locomotora. Sky supo gestionar la situación con profesionalidad. Llevaron a su líder hacia adelante después de varios kilómetros de persecución y volvieron a introducirlo en el grupo de los favoritos.

Etapa 14 Se preveía una etapa de transición, mucho más tranquila que las dos anteriores, pero finalmente no fue así, ni mucho menos. La fuga del día, entre los cuales se encontraba el combativo De Gent, fue controlada básicamente por el Sunweb, que después del triunfo de Barguil, soñaba con lograr una victoria con Michael Matthews

Michael Matthews. Foto: AFP


Entre los fugados los ataques para ganar la etapa se sucedieron hasta que el holandés Bauke Mollema sorprendió a todos en el terreno llano final. Trek, que consiguió su primera victoria en la carrera, y Sky, que había salvado con éxito una situación bastante complicada, respiraban tranquilos. Etapa 16 Parecía que la calma reinaría durante el primer día de competición tras la vuelta de la última jornada de descanso, pero no fue así. Los equipos querían dar guerra. Un inteligente Michael Matthews, inmerso con Kittel en la lucha por lograr el maillot verde de la regularidad, puso un ritmo intenso desde el principio con el objetivo claro de descolgar al esprínter de Quick-Step en las primeras cotas y lo logró cuando el gran grupo se partió en dos. Contador intentó, sin éxito, cortar el pelotón en la parte final. Sky quiso dar un golpe en la mesa y tiró con el objetivo de cortar a Aru que, muy inteligentemente, también colocó a su treno en la parte delantera del grupo. Los nervios y los movimientos de la etapa solo sirvieron para descolgar a un abandonado Dan Martin -sus compañeros de equipo se encontraban a muchos minutos escoltando a Kittel- que perdió un minuto. En el esprint final Matthews hizo bueno el trabajo de su escuadra y levantó los brazos en meta. Segunda etapa para el velocista de Sunweb en el Tour. Etapa 17 Nada más empezar la etapa, en la ascensión al col de la Croix de Fer, Contador -que nunca se da por vencido- lo probó con Quintana a su rueda -el colombiano quería demostrar que es uno de los mejores escaladores del mundo- marchándose del grupo y haciendo una auténtica exhibición a falta de infinidad de kilómetros para la meta en busca de una escapada que se había formado poco antes. En el Galibier la batalla quedó reservada para Roglic, Frank, Atapuma, Pauwels y el Pistolero

Por detrás la pelea también estaba siendo dura. Sky tiraba a un ritmo descomunal con Landa lo que no asustó a un valiente Bardet que lo llegó a probar hasta en cuatro ocasiones.El principal perjudicado de los movimientos de Bardet fue Aru perdió el podio en favor de Rigoberto Urán, a quien no se le esperaba y que seguía aguantando con los gallos. El resto de favoritos llegaron juntos a meta. Antes, Primoz Roglic había logrado descolgar a un generoso y exhausto Contador -al cual se le escapaba otra victoriay llevarse el triunfo final. Etapa 18 Última jornada de montaña del Tour donde los hombres que ocupaban el podio provisionalmente, Bardet y Urán, tendrían que intentar de todas dejar a Froome atrás para apurar sus opciones de victoria final. Así lo hizo el galo que lo probó varias veces. Desgraciadamente para él, todos sus intentos encontraron una firme respuesta del líder de la carrera que contó con la ayuda del incombustible Landa. En cambio, el colombiano Urán adoptó una postura mucho más conservadora y optó por mantener una segunda plaza que muchos nos preguntábamos cómo había alcanzado. Bardet y Froome entraron juntos en meta seguidos muy de cerca de Urán -este a la espera de tener opciones en la crono de Marsella-. En la última jornada montañosa británico lograba conservar el maillot amarillo. En la batalla por la victoria parcial, Barguil fue adelantado uno a uno a todos los integrantes de una fuga de unos cincuenta corredores. El grimpeur de Sunweb logró un maravilloso segundo triunfo de etapa con una particular “cronoescalada”.


Etapa 19 Aunque era la etapa maratón de la ronda no fue más que un mero trámite para los hombres de la general que llegaron de paseo con Sky marcando el ritmo. Los hombres que deseaban luchar por la etapa se infiltraron en una numerosa y tempranera fuga donde el paso por algunos pequeños puertos fue seleccionando el grupo. Al final, el noruego Boasson-Hagen, escarmentado por aquel esprint de photo finish perdido ante Kittel, no quiso esperar a la volata final y se adjudicó el triunfo a lo grande, llegando en solitario. De cara a la general, todo se iba a decidir en la crono final de Marsella. Etapa 20 El Velodrôme de Marsella, estadio del equipo de fútbol de la ciudad portuaria, era el principio y el fin de una contrarreloj de veinte kilómetros que habría de ser decisiva. Muchos recordaban lo buen contrarrelojista que era Rigoberto Urán en sus años en las filas de Sky y por eso avisaban que el colombiano podía dar la sorpresa en la última jornada. Finalmente, no fue así y el británico-keniata Chris Froome se proclamó campeón de la Grande Boucle por cuarta vez. Urán logró un insospechado segundo puesto, el

Podio Tour de Francia 2017. Foto: RTVE.es

mejor resultado de su carrera, y Bardet, que sufrió demasiado, pudo mantener el podio por un solo segundo frente a Mikel Landa. El vasco hizo una crono muy por encima de sus expectativas. La etapa se la llevó el especialista polaco Maciej Bodnar que, unos días antes, se había quedado muy cerca de ganar en el Tour. El día siguiente les esperaba el tradicional epílogo de los Campos Elíseos.

Etapa 21 Chris Froome se llevó el maillot amarillo acompañado en el podio por Rigoberto Urán y Romain Bardet. En el paso por los Campos Elíseos de París se vivió un apasionante esprint con sorpresa. El premio grande fue para el joven Dylan Groenewegen que se llevaba así el triunfo el triunfo más importante de su carrera.


Gino Bartali:Diez años no son nada.Tour de Francia 1938-48 Por Alberto Díaz

El nivel de exigencia de un deporte como el ciclismo hace muy difícil, y en algunos casos hasta imposible, mantenerse al más alto nivel durante más de una década. Por ello casos como el de Alejandro Valverde en la actualidad son observados con asombro y admiración. Si además del citado rendimiento físico le metemos por medio un conflicto de las proporciones de la Segunda Guerra Mundial las posibilidades de seguir al máximo nivel se reducen drásticamente. La historia de Gino Bartali, sin embargo, nos lleva a un ejemplo de profesionalidad y espíritu deportivo sin igual en unos años muy difíciles para todos. En 1938 Benito Mussolini dominaba con mano de hierro en Italia. De la misma forma, los deportistas del país transalpino se convertían en héroes nacionales

Gino Bartali en el Tour de Francia de 1938. Cole de Vars

y representantes de ese “gran hombre italiano” que el dictador se empeñaba en sacar a relucir en cada discurso. Gino Bartali, el ciclista toscano, vencedor de dos Giros de Italia, no fue ajeno a estos hechos y en 1938, no sin presiones externas, tomó parte en el Tour de Francia, su segunda participación después de su caída el año anterior camino de Briançon, localidad a la que llegó ensangrentado pero no derrotado del todo. El día después cedió más tiempo y, ante la posibilidad de perder un Tour que tenía ganado, recibió el “consejo” por parte de las autoridades deportivas italianas de abandonar la carrera.


La casualidad quiso que, un año después, fuera la ciudad amurallada de Briançon, la que viera a Gino vestirse de amarillo después de una inolvidable exhibición, domando con extrema superioridad el coloso Izoard, muy cerca de la frontera con su país. Días antes había ganado en Marsella, pero el golpe al Tour de Francia tenía que ser en los Alpes. Desde allí hasta París, Gino Bartali no tuvo oposición real, el belga Felicien Vervaecke, segundo en la general, estaba situado a más de dieciocho minutos del campeón italiano. El corredor de Ponte a Ema se coronaba como el flamante vencedor del Tour de 1938, ante la enfervorizada multitud de compatriotas que le recibió en su regreso a Italia. El régimen ya tenía su Tour de Francia; honores para Bartali quien, a pesar de su profundo sentimiento religioso y de los intentos de la prensa afín al poder, nunca comulgó en exceso con Mussolini y sus adeptos.

Diez años habían pasado desde aquella vuelta triunfal de Gino Bartali al Parque de los Príncipes parisino. De por medio, una cruel Guerra Mundial que asoló al viejo continente. En ese transcurso el corredor toscano no dejó de entrenar y prepararse. Resultó vencedor del Giro de 1946, además de salvar algunas vidas, como años después se pudo comprobar. En julio de 1948 viajó hasta Francia para tomar parte de aquella edición de la Grande Boucle. Tan solo hubo que esperar una etapa para volver a ver a Bartali vestido con el maillot amarillo. Después de varios cambios de líder y con la aparición de un joven francés llamado Louison Bobet, llamado a grandes empresas en el mundo del ciclismo, Bartali volvió dar su golpe de gracia en las montañas de los Alpes. En Aix les Bains recuperó la túnica sagrada para no volverla a perder. Llegados a París conquistó su segundo Tour de Francia, diez años después de su primer triunfo en la ronda francesa.

En junio de 1940 Europa es arrasada por las hordas nazis y la Segunda Guerra Mundial es una triste realidad. Durante esos años, en la Francia ocupada se producen intentos de poner en marcha algo parecido a un Tour de Francia, alguno de ellos impulsados por el diario L´Auto de Goddet el cual, después de la liberación en 1944, fue prohibido por colaboracionista con el nazismo. Años después se funda el diario L´Equipe. En 1947, con Europa en plena reconstrucción tras el terrible conflicto, se relanza el Tour de Francia bajo el amparo de este, hoy icónico, periódico. La primera victoria de posguerra fue para el desafiante bretón Jean Robic.

El rudo flamenco Briek Schotte fue el segundo clasificado con más de veintiséis minutos de retraso sobre el italiano. Además del triunfo absoluto, su botín fue de nada menos que siete etapas -daba igual que fueran llanas o de montaña, Bartali no tenía rival- y el primer puesto en la clasificación de mejor escalador de aquel Tour de Francia de 1948.

Tour de 1938


ANÁLISIS RECORRIDO 2018 Por : Ricardo De Miguel


1ª ETAPA. NOIRMOUTIER-EN-L’ÎLE - FONTENAY-LE-COMTE (201 KM) (7-07-2018) Comienza el Tour de Francia de 2018 con una etapa llana de 201 kilómetros, pedaleando paralelos al mar y por la región del Loira y de Vendeé. Hay una cota de 4ª categoría a 28 kilómetros de meta. Se decidirá el primer líder de la carrera y lo normal es que sea un esprínter. Como siempre, se esperan muchos nervios en una etapa que da el pistoletazo de salida a esta nueva edición de la carrera francesa. Que esté en juego el codiciado maillot amarillo hará que el estado de nervios del pelotón aumente; el botín bien lo merece.

2ª ETAPA. MOUILLERON SAINT-GERMAIN - LA ROCHE-SUR-YON (182,5 KM) (8-07-2018) El pelotón transitará de nuevo por la región del Loira. La etapa tiene el aliciente de una bonificación a 14 kilómetros de meta. El equipo que lleve el maillot amarillo deberá controlar la carrera. El esprint, una vez más, parece el desenlace inevitable. La única dificultad orográfica de la jornada es una, a priori intrascendente cota de 4º categoría. Los temidos abanicos pueden hacer acto de presencia y hacer saltar todo por los aires.


3ª ETAPA. CHOLET - CHOLET (CRE, 35,5 KM) (9-07-2018) Aquí si que ya la cosa se pone seria. Crono por equipos donde los ocho corredores de cada escuadra deberán dar el máximo para evitar grandes diferencias. Recorrido algo quebrado y con una cota situada a 9 kilómetros del final. Los puntos intermedios de control de tiempos están emplazados en los kilómetros 13 y 26,5. Sobre el papel, será el primer día importante de cara a la general. A más de uno se le puede poner muy en contra la general.

4ª ETAPA. LA BAULE - SARZEAU (195 KM) (10-07-2018) El Tour llegará en su cuarta etapa a la región de la Bretaña. Etapa llana con una dura cota de ochocientos metros al 7,8 %, que al estar ubicada a falta de 60 kilómetros para la meta, no parece que vaya a tener incidencia de cara a la general aunque, en caso de que algún equipo quedara tocado después de la CRE, podría ser un punto interesante para romper la carrera de cara a la disputa de la victoria de etapa.


5ª ETAPA. LORIENT – QUIMPER (204 KM) (11-07-2018) En la quinta etapa la carrera se puede empezar a animar, ya que es una de las etapas que algunos de los directores de los equipos que luchan por la general tienen marcada en rojo en sus agendas. Los últimos 100 kilómetros están salpicados de muros cortos, cote de Kaliforn (1,7 km al 7,1%), cote de Trimen (1,6 km al 5,6%), cote de la Roche du Feu (1,9 km al 6,6%), cote de Menez Quelerc’h (3 km al 6,2%) y cote de la Montagne de Locrognan (2,2 km al 5,9%). Además a 12 kilómetros de meta habrá bonificaciones para los tres primeros. Etapa muy interesante que da pie a que se dé un buen espectáculo.

6ª ETAPA. BREST - MÛR DE BRETAGNE (181 KM) (12-07-2018) Etapa de nuevo quebrada, con dos cotas en la parte inicial de la etapa, cote de Ploudiry (1,5 km al 7%) y la cote de Roc’h de Trévézel (2,5 km al 3,5%). Y una doble subida final al Muro de Bretaña, que son 2 km al 6,9%. Aquí los uphill finishers tendrán mucho que decir, puesto que con casi toda seguridad se decidirá al esprint en las rampas finales. Puede ser una etapa muy bonita de ver. Este final de etapa se ha convertido en un clásico reciente del Tour.


7ª ETAPA. FOUGÈRES - CHARTRES (231 KM) (13-07-2018) Etapa llana con bonificaciones en el kilómetro 200. Tras los dos últimos días duros, una escapada podría tener opciones de llegar en un día aparentemente cómodo para todos. Aunque tan largo kilometraje puede pesar mucho a los hombres que lo intenten. Se espera otra oportunidad para los hombres más rápidos del pelotón.

8ª ETAPA. DREUX - AMIENS (181 KM) (14-07-2018) De nuevo etapa llana con dos cotas de 4ª categoría al principio de la etapa. Los esprínteres intentarán apurar sus opciones antes de que llegue la montaña al Tour. Difícil que, en un día así, la victoria se escape a los trenos de los equipos que deben mandar en las llegadas masivas.


9ª ETAPA. ARRAS - ROUBAIX (156,5 KM) (15-07-2018) Etapa con llegada a la mítica ciudad ciclista de Roubaix. Hasta quince tramos de pavés deberán atravesar los ciclistas en esta complicada etapa. Veintiún kilómetros sobre este tipo de calzada que puede hacer perder la carrera a más de uno. Además habrá bonificación a falta de 18 kilómetros a meta. Uno de los más beneficiados será Vincenzo Nibali, el cual, en el Tour que ganó, ya hizo valer su condición de corredor todoterreno en este tipo de superficie. Pocas probabilidades de que se llegue en grupo. Para la victoria se espera a gente como Sagan, Van Avermaet, Vanmarcke... Tendrán un plus de posibilidades aquellos especialistas de los adoquines que no tengan que trabajar para un jefe de filas con aspiraciones sólidas en la general.

10ª ETAPA. ANNECY - LE GRAND-BORNAND (158,5 KM) (17-07-2018) Tras la jornada de descanso del lunes 16 de julio, el Tour llegará a los Alpes. Esta primera jornada alpina, con tres puertos de 1ª y uno de categoría HC, se presentará como la primera prueba de fuego en montaña para los grandes favoritos. Los corredores tendrán ante sí, para empezar, el Croix Fry (de 1ª categoría; con 11,3 km al 7%), y Plateau des Glières (HC, de 6 km al 11,2% de media) con una carretera muy estrecha. Continuarán con el col de Romme (un puerto de 1ª de 8,8 km al 8,9 %), y la Colombière (7,5 km al 8,5%). La etapa terminará con un descenso muy técnico de los que gustan en el Tour en los últimos años. Cuatro puertos cortos pero muy duros que deben servir para que veamos con qué cartas juega cada uno de los favoritos


11ª ETAPA. ALBERTVILLE - LA ROSIÈRE (108,5 KM) (18-07-2018) Etapa muy corta con cuatro puertos encadenados, de las que gustan en el Tour estos años. Estos serán montée de Bisanne (HC, 12,4 km al 8,2%), col du Pré (HC, 12,6 km al 7,7%) y cormet de Roselend (2ª, 5,7 km al 6,5%). Y se terminará con la ascensión a La Rosiere con 17,6 kilómetros al 5,8% de media. Llegada en alto para regocijo de los escaladores. El poco kilometraje de la etapa puede invitar a que se produzcan movimientos lejanos aunque sabiendo todo lo que queda por delante es probable que los protagonistas guarden fuerzas para los últimos kilómetros de La Rosiere.

12ª ETAPA. BOURG-SAINT-MAURICE - ALPE D’HUEZ (175,5 KM) (19-07-2018) Día clásico en el Tour de Francia con el encadenado de los interminables col de la Madeleine (25,3 km al 6,2%) y Croix de Fer (29 km al 5,2%). La tradicional subida a Alpe d’Huez (13,8 km al 8,1%) pondrá un broche de oro a una etapa que debe ser una de las más importantes de este año. Sin duda, un día que estará marcado en rojo por muchos corredores, tanto favoritos a la general como corredores escaladores con ganas de grabar su nombre en una de las cimas más míticas del ciclismo.


13ª ETAPA. BOURGD’OISANS - VALENCE (169,5 KM) (20-07-2018) Tras el tríptico alpino, etapa de transición, donde o bien una escapada de muchos hombres o un esprint serán los que decidan el triunfo parcial. Puede ser un día muy propicio para las escapadas. Es más que probable que tras el palizón alpino, los equipos dejen hacer camino a hombres poco peligrosos para la general o secundarios con afán de protagonismo que quieran darse una buena cabalgada.

14ª ETAPA. SAINT-PAUL-TROIS-CHATEAUX - MENDE (188 KM) (21-07-2018) Llegada del Tour al Macizo Central, en una etapa de media montaña. Destacar las dificultades montañosas de la col de la Croix de Berthel (9,1 km al 5,3%), el col du Pont sans Eau (3,3 km al 6,3%) y la ascensión al Croix Neuve (3 km al 10,2%), que se subirá a falta de un kilómetro y medio para la llegada. Etapa rompepiernas y apta para valientes que quieran intentar la escapada.


15ª ETAPA. MILLAU - CARCASSONNE (181,5 KM) (22-07-2018) Comienza la aproximación a los Pirineos, con otra etapa de media montaña. Los ciclistas deberán superar la cote de Lucenzon (3,1 km al 5,9%) para después llegar al col de Sié (10,2 km al 4,9%) y el puerto duro de Pic de Nore, (12 km al 6,3%) que está catalogado como de 1ª categoría. No creemos que los favoritos a la general gasten fuerzas y cartuchos en una etapa como ya que la meta está situada a unos cuarenta kilómetros de la cima, pero nunca se sabe. La traca final del Tour se acerca y esta es más un parcial de desgaste que una etapa definitoria.

16ª ETAPA. CARCASSONNE - BAGNÈRES-DE-LUCHON (218 KM) (24-07-2018) Después de un segundo día de descanso llegará la primera etapa pirenaica y lo hará con un perfil que asusta. Etapa de 218 km y unos kilómetros finales de mucha dureza. Se subirá el col de Portet d´Aspet (5,4 km al 7,1%) y el col de Menté (6,9 km al 8,1%), los cuales se subirán encadenados, haciendo mucho daño al pelotón. Tras el descenso y unos kilómetros de llaneo, los corredores llegarán al col du Portillon (8,3 km al 7,1%) y, tras coronar, afrontarán diez kilómetros de descenso hasta Bagnères de Luchon, de nuevo en uno de esos finales con descenso que ha patentado el Tour en los últimos años y que no terminan de agradar a los corredores, por su peligrosidad.


17ª ETAPA. BAGNÈRES-DE-LUCHON - SAINT-LARY-SOULAN (65 KM) (25-07-2018) Una etapa que dará mucho que hablar, tanto por su escaso kilometraje, como por el formato de competición que estrenará, una especie de parrilla de salida con los primeros de la general. Eso sí, no parece que la dureza y la batalla vayan a faltar en esta polémica jornada. Se empieza subiendo el puerto de Peyragudes (14,9 km al 6,7%), para llegar al col de Val Louron-Azet (7,4 km al 8,3%) y después el col du Portet (Hors Categorie, con 16 kilómetros al 8,7%), que vaticina un final de etapa que a alguno se le puede hacer muy, pero que muy duro. Un formato innovador y que puede crear tendencia. Ya lo veremos.

18ª ETAPA. TRIE-SUR-BAÏSE - PAU (171 KM) (26-07-2018) Etapa tranquila y llana tras la traca pirenaica. Los ciclistas solo deberán hacer frente a dos cotas de 4ª categoría. Los equipos de los esprínteres buscarán controlar la carrera para lograr una victoria, que se antojará cara a estas alturas de la competición.


19ª ETAPA. LOURDES - LARUNS (200,5 KM) (27-07-2018) Etapa de 200 kilómetros donde los escaladores que todavía no hayan ganado etapa tendrán su última oportunidad. Las dificultades montañosas de la jornada serán las siguientes; el col de Aspin (12 km al 6,5%), el famosísimo Tourmalet y sus 17,1 kilómetros al 7,3%, el col des Bordères (8,6 km al 5,8%), y la subida final al Soulor y Aubisque (16,6 km al 4,9%), aunque ya veremos si se solucionan los problemas de desprendimientos que hubo en estas carreteras. Una etapa realmente temible que aún está en el aire ya que en las últimas semanas ha habido problemas de desprendimientos en el Aubisque, lo que podría provocar una variación en el trazado por motivos de seguridad. Desde el paso por la cima del Aubisque hasta la meta de Laruns habrá un estresante descenso de veinte kilómetros

20ª ETAPA. SAINT-PÉE-SUR-NIVELLE - ESPELETTE (CRI, 31 KM) (28-07-2018) Única crono individual de esta edición, que decidirá la clasificación general. Si bien, el recorrido quebrado hará que no sea tan temible para los que anden mal contra el reloj. Los ciclistas deberán hacer frente, incluso, a una dura cota de 900 metros al 10,2%, situada a 3 kilómetros de meta. Veremos cómo llegan de ajustados los ciclistas aquí. Lo que está claro es que las fuerzas que les queden a los ciclistas tendrán una mayor importancia que la capacidad contrarreloj de cada uno de los favoritos. No sería extraño que el triunfo de etapa se lo llevase un hombre de la general que esté acabando bien la carrera o algún especialista que haya estado guardando fuerzas en las etapas precedentes.


21ª ETAPA. HOUILLES - PARÍS (116 KM) (29-07-2018) Etapa final y de homenaje a los ganadores, a 60 kilómetros de meta la carrera llegará a París para finalizar con ocho vueltas a un circuito de unos siete kilómetros donde los velocistas se jugarán la victoria de etapa en la madre de todos los esprines, el de los Campos Elíseos. Etapa corta y de final esperado, pero siempre necesaria. Un clásico.

Peyragudes 2017. Foto Roadandmud


FAVORITOS Y OUTSIDERS Por Sergio Fernández

**** Chris Froome: no podía ser otro. El británico irá en busca del tan ansiado doblete. Hace unas semanas que ganó el Giro de Italia demostrando que nunca hay que darle por muerto, que cuando menos te lo esperas renace de sus cenizas como el ave fénix. El affaire Salbutamol, uno de los mayores sainetes de la historia del ciclismo, ha dejado su participación en el aire pero la UCI, finalmente y no si polémica, le ha absuelto y podrá estar en la salida, dispuesto a dar guerra. Y lo hará con un fortísimo equipo a su servicio, como es habitual. Habrá que ver si su cuerpo acusa los esfuerzos del reciente Giro. *** Nairo Quintana: el Cóndor colombiano vuelve al Tour tras su mala participación del año pasado. Nairo estará respaldado por el equipo más fuerte en años dentro de Movistar. Un bloque que le podrá plantar cara, a buen seguro, al todopoderoso Sky. El colombiano ha hecho una gran preparación, con poca competición pero de calidad, demostrando que tiene piernas para hacer soñar a los colombianos con “el sueño amarillo”. *** Vincenzo Nibali: ya sabe lo que es ganar el Tour. También sabe lo que es poner una carrera patas arriba cuando no se es el máximo favorito y, lo más importante, sabe exprimir sus posibilidades al máximo y casi con total certeza que lo hará. Renunció el Tiburón de Messina a la carrera de su país para poder llegar a la prueba francesa en las mejores condiciones físicas. Incluso ha estado concentrado recientemente en altura. El Tiburón dará guerra, mucha guerra y estará acompañado por un gran equipo que le ayudará en la tarea. ** Tom Dumoulin: el holandés de Sunweb solo se vio privado de la victoria en el pasado Giro por culpa de un insuperable Chris Froome. El Pollo de Nairobi se lo birló casi en el último momento, con una actuación que quedará para la historia. A buen seguro que llega a la salida con ganas de revancha. Dumo ya ha demostrado que está hecho para pruebas de tres semanas como en las pasadas ediciones del Giro. Incluso viene de batirse de tú a tú en la Corsa Rosa con todos los otros dos aspirantes a la pasada maglia rosa. El espectáculo está asegurado con este extraordinario contrarrelojista del país de los tulipanes que ya es capaz de pasar la alta montaña con los mejores.

Primera vez que Tom Dumoulin intentará asaltar París. Bettini Photo.


** Mikel Landa: un segundo le separó del podio el año pasado. Este año vuelve al Tour para resarcirse. El ambiente dentro de Movistar será clave, pero el vitoriano es, sin duda, el gran favorito español a la victoria final o, por lo menos, a luchar por ella. Escudado como hemos dicho anteriormente por un equipo de lujo, podrá apoyarse en ellos en busca de tan ansiado sueño. La carrera pondrá a cada uno en su sitio y será probablemente esta la que marque los roles dentro del equipo. Con un poco de fortuna será él el máximo líder del equipo y contará con un equipo al que no le importe darlo todo por él. Quizás los mayores enemigos del corredor español, se encuentren en casa. ** Rigoberto Urán: siempre al borde del éxito, siempre al borde de la gloria. En ocasiones, incluso, la ha alcanzado con más de una victoria de prestigio. Pero a ese gran palmarés le falta un título como el Tour para rodear una carrera de ensueño. Será otro de los ciclistas a los que los colombianos no quiten el ojo de encima y seguro que en cada cuneta nota su aliento. Puede ser el gran tapado dentro de los favoritos, o por lo menos para luchar por el podio cuanto menos. *Primoz Roglic: que tiene un futuro apasionante por delante no lo duda nadie. Que el futuro se ha convertido en presente, también. Ha demostrado ser una auténtica máquina durante todo el año -acuérdense de la clase de maestría que exhibió en Itzulia-. Quizás este no sea el año para subirse a lo más alto del podio de los Campos Elíseos, pero sí seguro para que le ponga ese punto picantón que a veces le hacen falta a las etapas donde parece que está todo el pescado vendido. La duda es ver cómo responde disputando al máximo una carrera de tres semanas. Por ahora, en las de una, va sobrado.

Mikel Landa la gran esperanza española. Foto Movistar team


*Bauke Mollema: el escalador holandés contará con un buen equipo a sus espaldas para poder pelear durante la ronda gala, acompañado por escuderos de calidad, como Pantano, que le servirán de ayuda cuando la carrera se ponga complicada. Un Top-5 sería muy bueno, un Top-3 maravilloso, y la victoria algo casi inalcanzable, pero cosas más raras se han visto, y quién sabe si estamos ante la gran sorpresa de este Tour 2018. *Alejandro Valverde: ¿Por qué no soñar? Sería el broche de oro a su carrera, es infinitamente complicado, pero no sería la primera vez que un veterano gana una vuelta de tres semanas, o si no, que se lo digan a Horner. A favor lo ya dicho anteriormente, tiene un equipo espectacular a sus espaldas que le podría arropar en cualquier tipo de terreno. En contra, que es, a priori, el tercer puntal en la jerarquía de la escuadra telefónica y será el primero en tirar para sus otros dos gallos. Pero bueno, todo es posible en esta vida. *Richie Porte: siempre trabajador, siempre luchador y siempre tan espectacular. Al final por unas cosas u otras -que si por caídas, que si por trabajar para otros- nunca ha tenido esa gran oportunidad de subirse a lo más alto del podio de París y quizás este sea uno de los últimos trenes que le lleven a esa posibilidad. Conoce perfectamente el funcionamiento de la prueba y cómo hay que dosificarse en plena batalla. Seguro que el australiano nos brinda más de una buena tarde este mes de julio. *Romain Bardet: posiblemente sea la gran esperanza francesa para la ronda gala, un corredor que ha demostrado ser de los mejores cuando la carretera se pone hacia arriba, pero que necesita un punto de, quizás, suerte, para poder alzarse con el maillot amarillo al final de los veintiún días. La vigilancia a la que suele estar sometido y su debilidad contra el cronómetro, hacen que pelear por el pódium sea un objetivo más realista que luchar por la victoria final.

Romain Bardet, siempre peligroso en el Tour. Foto Christophe Ena.


OUTSIDERS Comenzamos nuestro vistazo entre los corredores de, llamémoslo, segunda fila, para pelear por un puesto de honor en la general. Nuestra primera parada se sitúa en el poderoso Sky, que cuenta con, ni más ni menos, que Egan Bernal en sus filas. El corredor colombiano ha demostrado merecerse un puesto entre los hombres a vigilar, pero el hecho de que se trate de su primera gran vuelta con opciones y el tener que trabajar para Chris Froome le hacen perder opciones. Candidato a mejor joven de la carrera.

Egan Bernal, puede ser el gran tapado de la ronda gala

Otro de los hombres que nos merecía un nombramiento especial, era el holandés Wilco Kelderman, a quien vimos realizar una grandísima Vuelta a España en 2017. Tras tan buen rendimiento en las carreteras españolas, nos daba buen “feeling”, pero una caída en los nacionales de su país le puede dejar fuera del Tour. Continúa nuestra lista de outsiders con el hermanísimo Adam Yates. Se dice que su hermano Simon es más fino y que el es más fuerte y testarudo. Viendo lo que ha hecho su gemelo en Italia, resultaría extraño no verlo rodar entre los favoritos del pelotón. Británico, al igual que Yates, Geraint Thomas es otro hombre que, de no ser gregario de Froome, partiría con muchas opciones teniendo en cuenta su progresión como vueltómano en las últimas temporadas. Aparecen otros nombres como el de Ilnur Zakarin, Domenico Pozzovivo o Jakob Fuglsang, que, aunque a priori están un escalón por debajo antes del comienzo del Tour de Francia, quién sabe hasta dónde podrían llegar. Por último, citaremos a un buen número de corredores, cuyas aspiraciones en este Tour están lejos de pelear por la general, pero que podrían encontrarse en una buena posición general al acabar este Tour. Hablamos de tipos como Pierre Latour, Damiano Caruso, Ion y Gorka Izagirre, Mikel Nieve o el prometedor Marc Soler.


Clasificaciones secundarias del Tour de Francia 2018 Por Alberto Díaz

LA CLASIFICACIÓN DE LA MONTAÑA: MAILLOT DE LUNARES ROJOS

Una clasificación muy abierta, como cada año, y con un pronóstico bastante complicado e incierto. Y es que atrás quedan las ediciones del Tour de Francia en las que el maillot de puntos rojos de mejor escalador era portado la mayor parte de las veces por uno de los hombres fuertes de la clasificación general. En el recuerdo quedan los Van Impe, Chiappucci o Virenque, por citar algunos, siempre en la cabeza de carrera del grupo de los ilustres. En la actualidad, y no por ello se le debe quitar mérito, esta clasificación es disputada por buenos escaladores especialistas en estar metidos siempre en fuga para hacerse con los puntos de cada paso de montaña. La temporada pasada fue el francés Warren Barguil quien se llevó el gato al agua, después de meterse en la mayor parte de las escapadas en etapas montañosas, lo que, además, le sirvió para conseguir dos triunfos parciales. El bretón será, de nuevo, uno de los aspirantes a hacerse con el maillot de lunares. Su compatriota Pierre Rolland, de perfil similar, es otro de los ciclistas que podría estar en la pelea por esta clasificación, al igual que hombres como Rudy Molard o Lilian Calmejane, por seguir con los galos. El español de Astana Omar Fraile puede buscar también estar arriba en una clasificación que ha ganado dos veces en la Vuelta a España y en la que fue tercero en el Giro del año pasado. El polaco Rafal Majka, que hace tiempo abandonó su idea de hacer la general, también sabe lo que es vencer en la montaña en dos ocasiones y a buen seguro estará en la lucha por la misma. El incombustible Thomas de Gendt o el joven colombiano del Sky Egan Bernal serán bazas igualmente a tener en cuenta, todo ello, por supuesto, sin apartar la mirada de los ciclistas que disputarán la clasificación general como Chris Froome, Nairo Quintana o Mikel Landa.

Nuestra apuesta: Rafal Majka

Nuestro outsider: Lilian Calmejane


CLASIFICACIÓN DE LA REGULARIDAD: MAILLOT VERDE Todo triunfo en esta clasificación de alguien que no sea el eslovaco Peter Sagan será considerado como una auténtica sorpresa. El triple campeón del mundo fue expulsado la pasada edición, a ojos de la organización, por una maniobra irregular en un esprint y, por eso, no pudo revalidar su victoria en la regularidad. Este año si no ocurre nada anormal se perfila como el máximo favorito. De lograrlo sería su sexto maillot verde en el Tour. Los rivales del ciclista de Bora serán, obviamente, los integrantes de la gran nómina de velocistas que tomarán la salida en el Tour de Francia y que tienen en la primera semana un recorrido bastante favorable a sus intereses. El vencedor de esta clasificación en la pasada edición, el australiano Michael Matthews, el alemán André Greipel, Alexander Kristtoff, Mark Cavendish,,el holandés Dylan Groenewegen o el velocísimo Marcel Kittel deberían ser los ciclistas llamados a hacer frente al campeón eslovaco en esta clasificación de la regularidad. Podría dar la sorpresa el italiano Sonny Colbrelli si se metiese en varias fugas.

Nuestra apuesta: Peter Sagan

Nuestra apuesta: Michael Matthews

CLASIFICACIÓN DE LOS JOVENES: MAILLOT BLANCO El maillot blanco apareció en el Tour de Francia hace cincuenta años, en 1968. Por aquel entonces no señalaba al mejor joven de la carrera, sino al líder de la clasificación de la combinada, una clasificación que a día de hoy no existe. Desde 1975 este maillot blanco premia al ciclista menor de veinticinco años que mejor posición tenga en la clasificación. El maillot fue suprimido entre 1988 y 2000, a pesar de seguir concediéndose el galardón. En esta edición de 2018 el resultado del portador del maillot blanco se antoja muy abierto e igualmente difícil de pronosticar. Suenan con fuerza los nombres de Egan Bernal, toda una incógnita, Guillaume Martin, del conjunto Wanty, o el francés de AG2r Pierre Latour para tomar el relevo del australiano Simon Yates que no participará en este Tour de Francia después de su gran Giro de Italia, sin olvidar a otras jóvenes promesas como David Gaudu o Daniel Felipe Martínez. Un rol muy distinto deberán tomar ciclistas como Marc Soler o Gianni Moscon, con edad para disputar el maillot blanco pero con una orden clara de trabajar en beneficio de sus respectivos líderes de cara al triunfo definitivo.


Nuestra apuesta: Egan Bernal

Nuestro outsider: Guillaume Martin


LA CLASIFICACIÓN POR EQUIPOS

Para la disputa del Tour de Francia cualquier escuadra presenta, lógicamente, el mejor de sus planteles. Sin embargo, para la clasificación por equipos, dos de las escuadras presentes destacan como favoritos por encima de los demás: Movistar Team y Team Sky. Los navarros se han proclamado vencedores por equipos en cuatro ocasiones dentro de sus diferentes denominaciones. Por su parte la potente formación británica lo hizo por primera vez la pasada campaña. Valverde, Quintana y Landa son las tres puntas de lanza del conjunto Movistar que le abren un gran abanico de posibilidades. La guardia pretoriana de Chris Froome acompaña al keniata en los momentos determinantes de la carrera, lo que es un punto a favor para vencer esta clasificación. No hay que olvidar a otros equipos con bastante peso en el pelotón, como el BMC del australiano Richie Porte o el AG2r de Romain Bardet y su director Vincent Lavenu, siempre combativos. Los franceses ya fueron vencedores de esta clasificación en el Tour de Francia de 2014. También son formaciones con potencial Astana, Quick Step o Michtelton-Scott, pero la clasificación de sus corredores en las etapas de montaña son fundamentales para la lucha por el triunfo por equipos y aquí pueden verse lastrados.

Nuestra apuesta: Movistar Team

Nuestro outsider: AG2R

BONIFICACIONES EN LA PRIMERA SEMANA (Points Bonus) Como novedad, en esta edición 2018 del Tour de Francia, en las nueve primeras etapas a excepción de la contrarreloj por equipos se añadirá un paso bonificable con 3, 2, y 1 segundos para los tres primeros clasificados respectivamente. Esta idea ha surgido para añadir alicientes en las etapas llanas y de menos dificultad. Estos pasos puntuables estarán situados en diferentes puntos según cada etapa. Por ejemplo en la etapa con final en Quimper estará situado a ocho kilómetros de meta, mientras que en la etapa del pavés, camino de Roubaix, se situará a dieciséis kilómetros de meta, justo a la salida de un sector adoquinado. Estas bonificaciones no se aplicarán para la clasificación del maillot verde.


LOS EQUIPOS Por: Arnau Soler I Sales


Líder: Romain Bardet. Sin duda cuenta con un equipo pensado para ganar la clasificación general. Su carencia en contrarreloj le obligará a ser valiente y sacar tiempo en la montaña. La ilusión por parte de los franceses por ganar una Grande Boucle después de tantos años de sequía deriva en una gran presión que el Delfín tendrá que ser capaz de gestionar correctamente. Colíder: Pierre Latour. Principal gregario de Bardet, será colíder y cuenta con serias opciones de adjudicarse la clasificación de los jóvenes. Lleva una temporada muy regular con Top-10 en Cataluña -donde consiguió el podio-, en Romandía y en Dauphiné, demostrando ser un escalador solvente y un gran contrarrelojista. El equipo: aparte de Latour, Bardet también contará con Frank, Domont, Gallopin -que también será un hombre para marcar diferencias en la contrarreloj por equipos- y Vuillermoz que pueden ser de gran ayuda en las etapas de montaña para romper la carrera o muy útiles para infiltrarse en fugas. Naesen y Dillier ayudarán a posicionarlo en las llegadas en el sprint para que no sufra ningún abanico. Además serán de gran utilidad en la etapa del pavés -a no ser que den a Naesen vía libre para buscar el triunfo-. Consiguen equilibrar la calidad tanto en el llano como en la montaña aunque en la contrarreloj por equipos podrían salir bastante perjudicados. Objetivos: el objetivo es claro: ganar el Tour. Es cierto que un podio no sería mal resultado -ni mucho menospero me da la sensación que el espectador francés se quedaría decepcionado y solo daría por bueno el triunfo en la general. Conseguir la clasificación de jóvenes con Latour también podría ser otro gran objetivo, pero me da la sensación de que preferirán apostarlo todo por Bardet. Romain también puede conseguir victorias, especialmente en finales empinados después de subir varias montañas. Naesen puede ganar la etapa del pavés y Frank, Dillier y Gallopin dar victorias de etapa desde la escapada, pero esto ya dependerá de la libertad que les den.


Líder: Arnaud Démare. Démare ha demostrado estar más que preparado para cosechar triunfos con su brutal victoria en Suiza y en la etapa inicial de París-Niza, donde exhibió sus cualidades en finales duros. El corredor francés será el principal baluarte del equipo para lograr victorias de etapa. Colíder: David Gaudu. El joven francés sigue evolucionando poco a poco y parece capacitado para asumir el coliderato del equipo. El ganador del Tour del Porvenir, sin tener grandes resultados durante el año, ha demostrado su gran condición de escalador estando, cada vez, más cerca de los mejores. Con tan solo veintiún años afronta su primera grande en la que puede intentar ganar el maillot de mejor joven, aunque sería una exigencia y un objetivo poco realista. El equipo: Démare tiene un serie de corredores muy competentes que velarán por meterlo lo más adelante posible: Sinkeldam y Ludvigsson son sus mejores rodadores; Olivier le Gac y Jacopo Guarnieri sus dos principales lanzadores para las volatas finales. Otros corredores que pueden intentar conseguir victorias por su cuenta son Rudy Molard y Artur Vichot -que ha ganado el Tour de l’Ain en la presente campaña-. Objetivos: sin el objetivo de conseguir la clasificación general con Pinot, se centrarán básicamente en cosechar el máximo número de victorias parciales. Aunque con el equipo que presentan obtener una sola victoria ya sería un resultado más que satisfactorio.


Líder: Primoz Roglic. El esloveno está apareciendo, de golpe, como uno de los hombres a tener en cuenta y la verdad es que, ahora mismo, su curva de progresión, de cara a los próximos años, es toda una incógnita que ni él mismo puede prever. Hemos de recordar que Roglic fue saltador de esquí hasta los veintiún años, edad a la que empezó su carrera como ciclista, hecho que probablemente explica una progresión más tardía de lo habitual. Tras sus victorias generales en País Vasco, Romandía y Eslovenia, Roglic parece más que preparado para asaltar el reto de las tres semanas. Su estratosférico rendimiento hasta ahora le ha hecho ganarse la jefatura de filas del equipo por delante de un buen corredor como es Kruijswijk. Colíder: Dylan Groenewegen. El esprínter holandés vuelve a la Grande Boucle después de haber logrado el triunfo final en los Campos Elíseos la anterior edición, éxito que le supuso un chute de adrenalina y confianza. Aunque tendrá que compartir protagonismo en el equipo con los hombres llamados a disputar la general, puede llevarse alguna etapa por delante algunos de los ciclistas más rápidos del pelotón. Su candidatura en las llegadas masivas es más que seria. Esta temporada ha alzado los brazos en Dubai -donde la participación de esprínteres fue espectacular-, Algarve -dos veces-, la clásica Kuurne-Bruxelles-Kuurne, París-Niza, el Tour de Noruega -tres veces- y en el reciente Tour de Eslovenia. El equipo: no nos olvidemos de Kruisjwijk, ciclista que bien merece el título de líder, aunque finalmente será la carretera quien decida si Roglic o él lidera la escuadra. También Tolhoek puede ser un candidato serio a llevarse el maillot blanco -aunque quizás sea un objetivo demasiado ambicioso-, puesto que ha demostrado tener una progresión admirable y ser un excelente escalador. Un veterano como Gesink puede, tanto ayudar al equipo, como meterse en fuga -donde cada vez se está haciendo más experto-. Estará también presente Amund Jansen, un joven y buen rodador que sube bien las colinas de su país; Noruega. Timo Roosen, con características prácticamente calcadas a las de Jansen, y Paul Martens, que aportará un toque de veteranía y será el principal gregario de Groenewegen, completan el ocho neerlandés. Objetivos: repetir alguna victoria de Groenewegen sería un importante objetivo. También cosechar algún que otra parcial con sus cazadores de etapas -o reeditar el triunfo con Roglic-. Disputarán la general con sus dos líderes y supongo que, como la mayoría de los equipos, intentaran un puesto entre los diez primeros, aunque, repito, hasta dónde puede llegar Roglic, es toda una incógnita.


Líder: André Greipel. El Gorila alemán volverá a liderar otro año más a la escuadra belga con el objetivo de encabezar un equipo adaptado a él -aunque con más presencia de escaladores- y preparado para hacer potentes trenos. Greipel está teniendo una temporada irregular -como viene siendo habitual en él en los últimos años- con dos victorias parciales en el Down Under y otros triunfos en carreras de menor relevancia como Dunquerque o el Tour de Bélgica. Su actuación más preocupante tuvo lugar en la Vuelta Suiza donde no estuvo en ningún momento a la altura de sus rivales, por lo tanto, no llega con un punto de forma muy adecuado pero, a su favor, cuenta con el respaldo de un auténtico equipazo. Colíder: Jens Keukeleire. Aparte de ser un lanzador de lujo para el Gorila, Keukeleire también puede cosechar triunfos en etapas en las que Greipel no es tan competente, es decir, en jornadas con puertos poco duros cerca de meta o directamente en los muros -aunque me da la sensación que hay corredores más rápidos que él en estos empinados repechos-. Ganó la general del Tour de Bélgica por delante de Greipel e hizo un muy bien Dauphiné -con tres Top-10 en etapas para hombres rápidos- dejando un buen sabor de boca a pesar de que, aún, no ha estrenado su casillero de victorias en la presente campaña. El equipo: Thomas de Gendt volverá a demostrar lo polivalente y cafre que es montando encima de una bicicleta. Y lo hará trabajando para Greipel y luchando por obtener una victorias de etapa desde las escapadas. Tomasz Marczynski, el polaco, también intentará el objetivo de conseguir etapas con sus dotes de escalador. Marcel Sieberg dará potencia al treno y De Buyst se encargará de ser un lanzador rápido para el Gorila. Tiesj Benoot también buscará el triunfo de etapa, sobre todo si hay cotas de por medio, y Jelle Vanendert puede, tanto ayudar, como tratar de sorprender en alguna colina gracias a la impresionante temporada que está realizando. Objetivos: sin ningún corredor para buscar la clasificación general, intentarán conseguir el mayor número de victorias y, por si el plan Greipel falla, cuentan con otras bazas para obtener triunfos. Si De Gendt no cambia de pensamiento también intentará llevarse a casa el maillot de topos de la montaña, objetivo que se le ha resistido los últimos años.


Líder: Adam Yates. El británico deberá lidiar con la presión de saber que un molesto Caleb Ewan se ha quedado fuera del ocho del Tour -para sorpresa de la gran mayoría- por presentar un equipo a su medida. Adam volverá a la gran cita del ciclismo mundial después de exhibirse hace dos años, edición en la que finalizó en cuarta posición de la general. Llega en gran forma tras ser subcampeón en Dauphiné y cuarto en California. Colíder: Daryl Impey. El esprínter sudafricano sí que ha conseguido una plaza para la Grande Boucle y aunque deberá asumir una labor de gregario necesaria, es muy probable que tenga libertad en ciertas etapas en las que tiene opciones de victoria. Llega habiendo hecho la mejor temporada de su vida, adjudicándose la general del Tour Down Under y un triunfo parcial en Dauphiné. El equipo: Mikel Nieve volverá a asumir la vital tarea de gregario que realizó con tanta profesionalidad con el otro Yates en el pasado Giro y será el principal escudero de Adam. El resto del ocho estará formado en gran parte por excelentes contrarrelojistas: Luke Durbridge, Hepburn, Howson y Jack Bauer. Para que no tema en el pavés, Yates trae al ganador de la París-Roubaix, Matthew Hayman. Objetivos: aunque pueda parecer un poco arriesgado, Matthew White ha vuelto a hacer una demostración de confianza en los hermanos Yates dejando fuera del Tour a Ewan. Por este motivo parece obvio que van claramente a intentar estar en el podio o, por qué no, obtener la victoria final. Con este planteamiento, conseguir una victoria de etapa se presenta como un objetivo secundario, aunque nunca está de más obtener triunfos parciales.


Líder: Andrea Pasqualon. Será su principal baza, aunque no única, para intentar llevarse el triunfo en la Grande Boucle que tanto ansían. El italiano está teniendo una gran temporada. Ganador de la general más tres etapas en Luxemburgo y vencedor, también, en el Grand Prix de Plumelec. Aunque no puede competir de tú a tú con los hombres más rápidos del pelotón, seguro que adopta la labor de líder en la escuadra y, como mínimo, le montan trenes para que lo intente en ciertas etapas. Colíder: Guillaume Martin. El escalador francés liderará el modesto conjunto belga de cara a la general y lo hará tras haber acabado decimosegundo en Dauphiné y habiendo cosechado generales en pruebas más pequeñas como la Sarthe, donde también consiguió un triunfo parcial. Vuelve a la Grande Boucle después de finalizar vigesimotercero el pasado año y conseguir llegar tercero en Estación de Rousses con el pelotón principal. El equipo: corredores combativos conformarán el resto del bloque definitivo. Entre ellos aparece el veterano Yoan Offredo que a buen seguro se meterá en fugas en etapas llanas aunque solo sea para conformar las típicas “escapadas publicitarias”. Thomas Degand, el rápido Timothy Dupont, Dion Smith, el especialista de las piedras Guillaume van Keirsbulck y uphill finisher Marco Minnaard lucharán para la gloria que les conllevaría un soñado triunfo. Objetivos: delante de la dificultad de conseguir una victoria de etapa lo más importante para ellos será mostrar que son un equipo con calidad y peleón que merece estar más ediciones en el Tour. Un triunfo de etapa es una aspiración idílica, pero en ningún caso una exigencia. Lo que de verdad buscarán será hacerse notar.


Líder: Nairo Quintana. Podríamos entrar en un amplio debate donde las opiniones serían muy diversas y todas respetables sin llegar a un acuerdo. Tal y como ha afirmado Unzué, director de Movistar, ellos saldrán con tres líderes. Mi elección para poner al colombiano como líder simplemente es porque creo que ha demostrado en Suiza estar en un gran estado de forma y ser uno de los mejores escaladores del mundo. Veo también a Alejandro Valverde en un nivel muy similar, pero “el Bala”, a diferencia de Quintana, se autodefine como colíder y parce que rehuye de asumir el rol de líder único. Quintana si quiere ganar el Tour deberá hacerse fuerte en las subidas; fuerte y ofensivo, una faceta que solo muestra con contagotas. Colíder: Alejandro Valverde/ Mikel Landa. Poco se puede decir de Valverde para alegar que esté en la posición de líder. Su increíble temporada y el hecho de demostrar que sin la presión de los últimos Tours va a mejor, permite imaginar una posible machada del murciano -nunca sabremos qué hubiera podido hacer el pasado año cuando llegó pletórico a la salida de Düsseldorf-. Mikel Landa tampoco es menos. El vasco -que siente atracción por los equipos con líderes a priori superiores a él- puede llegar en un gran estado de forma en la última semana montañosa -en Suiza demostró ir bien en la montaña- y deparar muchas sorpresas, será una baza más a jugar para el conjunto navarro. El equipo: equipo completamente diseñado por y para la clasificación general con la inclusión de Marc Soler, escalador y gregario de primera clase para los líderes. José Joaquín Rojas, una vez dejada atrás su faceta de esprínter, es apto para posicionar bien en el llano a sus jefes de filas y cuenta con el plus de que aguanta bien las subidas. Erviti y Bennati son dos rodadores puros, experimentados e importantísimos para la colocación. Dos auténticos capitanes en ruta. Bennati es un especialista y se mueve con maestría cuando el viento sopla de costado y aparecen los peligrosos abanicos. Andrey Amador es muy completo. Sube muy bien y es un gran rodador. Equipo muy equilibrado al que quizás le falten gregarios puros para la montaña. Habrá que ver cómo interactúan y se reparten los roles entre sí los tres líderes. Objetivos: objetivo claro e inequívoco de conseguir el triunfo final en el Tour. Los hombres de Unzué se han reservado las tres puntas de lanza para esta ocasión que no piensan desperdiciar. Me da la sensación que no se mostrarán dubitativos a la hora de trabajar para el más fuerte, que la carretera se encargará de destapar, -aunque de Quintana tengo mis serias dudas- y darlo todo por él. Ninguno de los tres jefazos ha disputado el Giro y deberían tener ese punto a favor sobre Froome, el enemigo a batir.


Líder: Marcel Kittel. Será difícil igualar la increíble manita de victorias que obtuvo el año pasado. Aun con el cambio de equipo, el alemán deberá seguir demostrando que es el esprínter puro más rápido del mundo. A pesar de ser joven, es ya todo un veterano del Tour de Francia lo que juega a su favor. Su últimas dos citas antes de la Grande Boucle terminaron con lamentables actuaciones, tanto en California como en Eslovenia, por lo que da la sensación de que no llega muy bien. Su únicas victoria de etapa logradas este año fueron los dos triunfos en Tirreno-Adriático allá por el mes de marzo. De todas formas, en el Tour siempre sube el nivel. Colíder: Ilnur Zakarin. Compartirá protagonismo con Kittel. El ruso tomará la salida con la misión de disputar la general para su equipo, después de conseguir un quinto puesto en el Giro y un tercer puesto en la Vuelta del año pasado, resultados que sorprendieron a todo el mundo. No lleva una temporada buena en absoluto. No solo no ha obtenido triunfos sino que tampoco ha hecho ninguna buena general. El décimo puesto en Dauphiné aguantando cerca de los mejores en las etapas de montaña tranquiliza un poco a sus aficionados que ven que no llega en un estado de forma tan malo como cabría imaginar. El equipo: Tony Martin culminará la participación en dos grandes vueltas seguidas compitiendo en el Tour y siendo el principal rodador de Kittel. En plena cuesta abajo, intentará llevarse el triunfo en la contrarreloj individual. Nils Politt y Rick Zabel -este siendo el último lanzador- ayudarán a Kittel. Kiserlovski, Boswell y Kochetkov, aunque este tampoco es mal rodador, se encargarán de ayudar en la montaña a Zakarin. Objetivos: llevarse el máximo número de etapas posible al esprint con Kittel. El ex de Quick-Step es el único corredor, aparte de Zakarin, con garantías suficientes como para lograr triunfos. Zakarin será el encargado de pelar por la general en la que conseguir un Top-5 sería un maravilloso resultado. Ilnur suele moverse bien en carrera en la última semana lo que le da más opciones de conseguir un triunfo parcial.


Líder: Fernando Gaviria. El joven colombiano debutará en la Grande Boucle con la increíble responsabilidad de liderar el Quick-Step Floors en las llegadas masivas. Llega en un buen estado de forma y demostrando ser de los más rápidos del momento. Tres victorias en California y varios Top-3 en diversas etapas en Suiza lo corroboran. Gaviria partirá con la presión de saber que Lefevre, mánager del equipo, ha decidido apostar por él antes que por Kittel, aun habiendo logrado cinco victorias de etapa en el Tour del año pasado. Colíder: Bob Jungels. Después de varios años sin disputarlo el Tour -desde el 2015- el luxemburgués vuelve a la prueba ciclista más prestigiosa del mundo para intentar conseguir un Top-10 que sí ha logrado en los últimos años en el Giro. Jungels tendrá que intentar cumplir un objetivo ambicioso, teniendo en cuenta que su equipo pensará en las victorias por etapas y que él estará solo para defender sus opciones. Llega a la ronda con una temporada discreta en cuanto a resultados. Eso si no tenemos en cuenta su triunfo ardenero en la Lieja-Bastoña-Lieja. Una victoria de las que justifican por sí solas una vida deportiva. El equipo: la escuadra belga contará con un excelente equipo comenzando con el coliderazgo de Alaphilippe que intentará conseguir victorias en etapas con finales cortos y explosivos o metiéndose en fuga y dejando la general en manos de Jungels. Richeze, como no podía ser de otra manera, hará de lanzador de Gaviria ofreciéndole seguridad en los esprínts. Gilbert puede gozar de libertad en ciertas etapas, pero llega a la Grande Boucle como gregario, ya sea para la labor de lanzador o para ayudar a Alaphilippe o Jungels. Yves Lampaert y Niki Terpstra serán dos integrantes claves del tren de Gaviria y, seguro, que tienen la vista puesta en la novena etapa, la del pavés, donde la escuadra belga intentará obtener el triunfo. Para finalizar, contarán con Tim Declerq, gran rodador -perfecto para cazar escapadas- y rápido en colinas cortas. Objetivos: conseguir el máximo número de victorias posibles y la verdad es que estoy convencido de que con Gaviria, Alaphilippe, alguna fuga y los especialistas en el adoquín pueden obtener una gran cantidad de victorias. También intentarán meter a Jungels en el Top-10, a falta de tener la oportunidad de llevarse el maillot blanco por edad. También tienen opciones de ganar en la crono por equipos. Muy raro sería que se fueran del Tour, no ya con las manos vacías, sino, sin un saco de etapas en el zurrón.


Líder: John Degenkolb. Volverá a tener el honor -o la presión, depende de cómo se mire- de liderar una escuadra en la prueba más importante del año. Lleva un equipo con el cual puede realizar buenos trenes para la volata final aunque no sea de los favoritos para conseguir un triunfo. Esta temporada solo se ha reencontrado con la victoria en dos trofeos de Mallorca, carreras en las que no había esprínteres de entidad. Las opciones de Degenkolb pasan por finales de etapa duros o por la etapa adoquinada, que también se prevé dura. Colíder: Bauke Mollema. Hasta qué punto será Mollema capaz de conseguir un Top-10 en la general es toda una incógnita. El debate se centra en si debe hacer la general o en si debe buscar fugas de calidad igual que hizo el año pasado. Sea como sea, el ganador de una etapa en la última edición lleva una campaña aceptable con un triunfo y una segunda posición en la Settimana Coppi e Bartali. En la última prueba antes de la ronda francesa, el Tour de Suiza, no mostró malas sensaciones en las etapas de montaña al quedar decimosegundo en la general final. El equipo: a falta de Alberto Contador, la escuadra ya no tiene que centrarse tanto en un solo líder y por tanto ha llevado un equipo bastante rodador con la intención de arropar a John Degenkolb. Tsgabu Grmay, Koen de Koert, Jasper Stuyven -cuidado con lo que pueda hacer este hombre en la etapa de adoquines- y Michael Gogl colaborarán para intentar la victoria con Degenkolb. Los otros dos hombres: Toms Skujins y Julien Bernard, también pueden hacer un trabajo de rodador aunque se manejan mejor en las etapas con colinas y en las escapadas. Objetivos: conseguir un triunfo de etapa es su gran objetivo, pero dependiendo de cómo este Mollema pueden optar por disputar la general o por intentar ir descaradamente a por etapas y que el holandés pelee un maillot de la montaña que tiene capacidad de sobra para ganar. Sus opciones de hacerse con el maillot de lunares pasan por ir al ataque y filtrarse en infinidad de escapadas.


Líder: Dan Martin. Junto con las Ardenas, el Tour es una de las carreras favoritas del irlandés a la cual no ha faltado en ninguna de las últimas ediciones. Este año vuelve con el mal recuerdo del año pasado de aquella caída que lo apartó de haber podido hacer un excelente resultado -quizás un podio-. Llega en un pletórico estado de forma después de conseguir un triunfo y una cuarta posición general en Dauphiné donde fue el más voluntarioso y uno de los mejores escaladores de la prueba. Colíder: Alexander Kristoff. El esprínter noruego llega con muchas ganas de volver a conseguir un triunfo en la Grande Boucle que se le resiste desde 2014. Demasiados años para un hombre de su calidad. Con el Emirates intentará poner fin a la sequía. Este año ha conseguido importantes victorias frente a otros esprínteres de gran nivel en Omán y en Abu Dhabi. También ganó la Eschborn-Frankfurt y el Grand Prix du Canton d’Argovie. El equipo: Darwin Atapuma será el único hombre del equipo que tendrá carta libre, siempre que no tenga que ayudar a Martin, para intentar cazar etapas, el resto de la escuadra estará centrada a la labor de construir un potente tren para Kristoff. Durasek, Sutherland y Oliveiro Troia, que ha entrado en la convocatoria de manera sorprendente, se encargarán de la tarea más rodadora mientras que Roberto Ferrari y Marco Marcato serán los lanzadores finales del noruego. Durasek también tendrá que echar una mano a Martin cuando la carretera pique para arriba. Objetivos: aprovechando el fichaje de Martin, el equipo emiratí necesita arreglar el fracaso de Aru en el Giro obteniendo, como mínimo, un Top-10 con su líder -que es más que capaz de lograrlo- e incluso entrar en el Top-5 -palabras mayores-. Con Kristoff intentarán conseguir alguna etapa. La combatividad de Atapuma le da opciones de culminar alguna escapada. Martin, por velocidad punta, también puede ganar etapas en los finales para escaladores no muy duros, siempre que Valverde y Alaphilippe no lleguen en su grupo.


Líder: Jakob Fuglsang. El danés tendrá el honor de liderar el equipo intentando hacer lo mejor que pueda. Es una incógnita saber hasta dónde podrá llegar después de la lesión que le obligó a abandonar la carrera el año pasado. Acaba de conseguir un sorprendente segundo puesto en Suiza -demostrando estar fuerte en la cronoy, hace unos meses, un cuarto puesto en Romandía, además de demostrar una gran regularidad durante gran parte de la temporada. Colíder: Magnus Cort-Nielsen. No parece ser uno de los hombres más rápidos del mundo aunque ha conseguido resultados a la altura de los mejores como dos segundos puestos en Dubai, un triunfo en Omán y otro en Yorkshire. Su condición de ciclista rápido en muros y finales empinados le puede beneficiar de cara a conseguir una victoria en el Tour, objetivo para el que puede recibir la ayuda de su equipo. El equipo: una mezcla de cazaetapas y buenos rodadores será la combinación del equipo kazajo para la segunda gran vuelta del año. Contará con dos españoles expertos aventureros, que llegan en un momento de forma adecuado y que pasan bien la montaña, como son Omar Fraile y Luis León Sánchez. Valgren, que lleva una temporada con resultados increíbles, es un buen rodador que se maneja bien en carrera siempre y cuando no haya puertos duros. Gruzdev y Hansen son los rodadores más puros y deberán trabajar para Cort-Nielsen. Para finalizar, un escalador de tanta calidad como Tanel Kangert, que también se mueve bien en las escapadas, será el lugarteniente de Fuglsang. Objetivos: ganar una etapa -o más de una- será el objetivo en el cual se volcarán por completo. Tienen equipo de sobra para dar guerra en diferentes terrenos. En cuanto a la general, Fuglsang intentará hacer un Top-10, aunque no será nada fácil teniendo en cuenta la dura competencia que tiene.


Líder: Richie Porte. El australiano es firme candidato a la victoria final. Lleva dos años gafado en el Tour a pesar de que salió de la estructura de Sky para poder liderar un proyecto en la carrera francesa. A sus treinta y tres años transmite buenas sensaciones. No ha ganado tanto como otros años, pero eso mismo puede hacer que llegue más fresco a la decisiva última semana. Su general en Suiza y los podios obtenidos en Romandía y Down Under son una prueba de su potencial. Escalador de pancartas, con una magnífica serie final, y buen, aunque irregular, contrarrelojista. Sin dudas, uno de los aspirantes más completos. Colíder: Greg van Avermaet. El belga llega a un Tour donde volverá a quedar eclipsado por su jefe de filas. No obstante intentará obtener la preciada victoria tanto en la etapa de adoquines -siempre que tenga vía librecomo en los repechos más duros. También puede probarlo en las fugas, aunque nunca ha sido especialmente hábil en ellas. No está teniendo una temporada tan buena como la pasada -que fue extraordinariamente buena- pero estuvo cerca de la victoria en muchas clásicas y obtuvo un triunfo en Omán. Antes del Tour ha ganado la general de Yorkshire y ha dejado sensaciones regulares en Suiza. El equipo: Tejay van Garderen podría ocupar la plaza de colíder perfectamente aunque será más bien el principal gregario de Porte en la montaña -siempre que su irregularidad no se lo impida- junto con el sólido Damiano Caruso, que va muy bien para arriba siempre. Dos de los mejores rodadores del pelotón internacional, como son Michael Schär y Stefan Küng, les ayudarán a ser una de las escuadras favoritas para llevarse la crono por equipos y también ayudarán a Porte en las etapas más propicias para los hombres rápidos. El australiano Simon Gerrans tendrá que entregarse en la montaña y esperar su oportunidad de triunfo an algún día señalado. Bevin, muy hábil en las colinas, será, junto a Porte, el representante de Oceanía en este potente ocho sobradamente preparado para todos los terrenos. Objetivos: La general y ganar el Tour es su máximo objetivo. Porte está capacitado para hacerlo y más con un equipo tan bueno rodeándole. Una escuadra que cuida y trabaja tanto las contrarrelojes seguro que buscará vencer en la contrarreloj por equipos. Desde luego son los grandes favoritos para vencer en esta disciplina y otorgarle una buena renta a su líder.


Líder: Peter Sagan. Con el campeonato de Eslovaquia en el saco y con el mundial de Innsbruck a la vista, Sagan llega al Tour con ganas de hacerse notar en las llegadas al esprint y en los finales empinados y cortos. El año pasado fue expulsado por un codazo a Cavendish y querrá resarcirse. A buen seguro que intentará vestir el maillot verde en los Campos Elíseos, prenda que los últimos años ha sido como una segunda piel para él. No es el más rápido de los velocistas pero su intuición, su manejo de la bicicleta y su capacidad de improvisación, seguro que le facilitan por lo menos una victoria parcial. Colíder: Rafal Majka. El polaco vuelve a hacer otro asalto más a la Grande Boucle con el objetivo de meterse en la pelea de la clasificación general -después de estar privado de hacerlo en la pasada edición debido a una caída-. Temporada muy regular la de Rafal, con varios Top-10 pero sin estar excesivamente fuerte en ningún momento del año. Un puesto entre los diez primeros es perfectamente viable para Majka, aunque hay quien duda de que sea lo que más le convenga. El equipo: el campeón del mundo contará con una serie de corredores que le ayudarán a conseguir sus propios objetivos. Bodnar, Burghardt y Oss serán los encargados de formar uno de los trenes más potentes de la prueba, así que este año Sagan no tendrá como excusa el estar mal posicionado. Pöstelberger será el encargado del lanzamiento final. Majka también contará con sus propios escuderos como son Mühlberger, que podría incluso aspirar al maillot de jóvenes, y Poljanksi, muy válido para meterse en las escapadas con visos de llegar a buen puerto. Objetivos: en palabras del director de la formación, Ralph Denk: “queremos ganar una etapa, el maillot verde y terminar en el Top-5 de la general”. A priori los dos primeros objetivos parecen metas fácilmente asequibles -aunque para ganar el verde tendrán que verse las caras con rivales de mucha entidad-, pero el Top-5 en la general parece un objetivo muy difícil de lograr por un Majka que, si muestra su mejor cara de escalador, lo puede conseguir.


Líder: Mark Cavendish. Parece que desde el inesperado recital que el británico dio en el Tour de hace dos años, cuando ganó cinco etapas y se exhibió como el más rápido de todos, su carrera dio un giro y ahora, allá donde va, tiene problemas para batir a sus rivales en las volatas. Aun así, Cavendish sigue teniendo la confianza del Dimension Data, que lo llevará para liderar el equipo y obtener triunfos. Este año ha conseguido una sola victoria -aunque de prestigio- en Dubai y hace unas semanas acabó segundo en una etapa de la Adriatica Ionica Racesolo por detrás de Elia Viviani, demostrando que está mejorando su punto de forma. Colíder: Edvald Boasson-Hagen. Al contrario que su compañero Cavendish, Edvald renació en el Tour del año pasado, donde obtuvo una gran victoria de etapa y a punto estuvo de sorprender a Kittel al esprint. A priori debería ser el principal lanzador de Mark en los esprínts pero él también está muy fuerte y podría probarlo filtrándose en las fugas como buen cazaetapas que es. Ha tenido una gran actuación en el reciente Tour de Noruega y ha sido segundo en una etapa del Dauphiné. El equipo: Serge Pauwels, cada vez mejor escalador y con muy buen ojo por las escapadas, tendrá mucha libertad para intentar adjudicarse el triunfo como pueda. El resto de los miembros del equipo ayudarán a preparar al esprint a Cavendish. Mark Renshaw y Janse van Rensbrug, que llegan en un buen momento de forma, serán muy importantes en esa labor. Julien Vermote competirá por primera vez en la Grande Boucle con un maillot que no sea el de Quick-Step. Excelente rodador y trabajador infatigable para Pauwels. Tom-Jelte Slagter, que va de maravilla en los repechos finales y tiene un buen rush final, y Jay Thomson, buen rodador entregado al 100% a las labores de equipo, completan la lista de elegidos de Dimension Data. Objetivos: sin ningún corredor para poder disputar la clasificación general ya que Pauwels, su mejor ciclista para ello, no es nada fiable, se centrarán únicamente en cosechar triunfos de etapa. Por supuesto su principal baza serán las llegadas masivas donde Cavendish tendrá que encontrar su mejor golpe de pedal para salvar al equipo. No sería descabellado que Pauwels o Slagter tuvieran éxito alguna jornada


Líder: Rigoberto Urán. Su condición de subcampeón de la prueba obligará a los favoritos a poner un ojo sobre él. Puede volver a dar la sorpresa y más viendo que el equipo ha sido diseñado para ayudarle en todos los terrenos. Siempre de buen humor, el colombiano empezó la temporada con buen pie en la Colombia Oro y Paz finalizando tercero en la general y obteniendo un triunfo. Desde entonces no había vuelto a conseguir buenos resultados hasta hace unos días en el Tour de Eslovenia donde, a parte de conseguir una etapa, fue segundo en la general siendo superado únicamente por un impresionante Primoz Roglic. Colíder: Daniel Felipe Martínez. El colombiano puede hacer una buena posición en la general y tiene el plus de que estará en la pelea por el maillot blanco. La joven promesa se estrena en el Tour en una temporada de confirmación como corredor de calidad. Tercero en California, séptimo en Cataluña y quinto en País Vasco. Grandes resultados para un escalador de gran presente y mejor futuro. El equipo: corredores pensados para trabajar para Urán. Una nómina de ciclistas en la que no faltan los cazadores de etapas. Pierre Rolland puede desenvolverse muy bien en la montaña si tiene un buen Tour y debe ser uno de lo principales gregarios de Rigoberto en las subidas. Phinney y Sep Vanmarcke se encargarán de tenerlo bien protegido en el llano y, además, ambos son grandes ciclistas sobre los adoquines así parece que en la esperada novena etapa también estará cubierto. Craddock, Clarke, con su punta de velocidad en las subidas, y Scully completarán el ocho liderado por Rigo. Objetivos: disputar la general con Rigoberto es el principal objetivo de la escuadra, aunque también tiene muchas opciones de conseguir alguna etapa, ya sea con el mismo Urán o con alguno de sus compañeros de equipo. También será el Tour en que Daniel Martínez tendrá que demostrar su talento -sin querer meterle presión- disputando el maillot de jóvenes.


Líder: Vincenzo Nibali. Lo Squalo apunta y dispara cada vez mejor. Cada año afina más su preparación y llega a sus objetivos de la temporada en buena forma. Nibali llega al Tour como uno de los grandes aspirantes, pero saber hasta dónde podrá llegar en la prueba es toda una incógnita. En su última competición, Dauphiné, hizo un carrera muy por debajo de la de los demás rivales, pero seguro que habrá trabajado duro para adquirir un punto de forma óptimo de cara a la salida del Tour. Hay que recordar que el recorrido le beneficia mucho -el Tour del 2014 también tenía etapa de pavés- y habrá que estar atentos a cómo se desenvuelve en la crono. Ciclista muy ofensivo. Colíder: Sonny Colbrelli. En un equipo pensado para Vincenzo Nibali, Sonny Colbrelli intentará disputar etapas al esprint por su cuenta. Cuando no tenga opciones de triunfo le tocará trabajar para el líder. Este año parce haber dado un paso al frente en su carrera. El italiano viene de vencer en Suiza y cada vez esta más fuerte en las llegadas masivas, sobre todo aquellas en que pican para arriba y son cortas. A parte de en la ronda helvética venció en Dubai en la presa de Hatta Dam, final al que le tiene tomado la medida. El equipo: auténtica artillería la que lleva el Bahrain a la Grande Boucle. Los hermanos Izagirre serán claves para trabajar en la montaña para su líder. Ambos llegan en un magnífico momento de forma -Gorka podrá estrenar el maillot de campeón nacional español-. Los italianos Pozzovivo -que viene de hacer el Giro pero seguro que llegará dispuesto a echar una mano a su compatriota- y Pellizotti -que igual que Nieve siempre es un garantía como gregario- deben estar también delante los días más complicados. Kristijan Koren y Haussler, lanzador de Colbrelli en las etapas más llanas, deberán echar un cable a Colbrelli sin desatender a lo Squalo. Objetivos: como hemos dicho antes, cuando Nibali busca un objetivo se mentaliza y entrena duro para conseguirlo, así que una victoria en la general será su gran meta. Desde luego, el transalpino tampoco verá con malos ojos subir al podio.Si el objetivo principal del equipo se tuerce, hay arsenal suficiente como para lograr una o varias victorias de etapa. Pueden optar también a la montaña, o bien con Nibali o bien con alguno de los Izagirre, y al verde con Colbrelli. Veremos


Líder: Warren Barguil. Después de tener un Tour de Francia de ensueño el año pasado, el francés lo ha pasado muy mal en sus primeros meses en el equipo Fortuneo. Sus resultados a lo largo de la temporada han estado muy por debajo de las expectativas. En ningún momento ha podido luchar por las victorias, ni por las generales, demostrando que es un corredor muy irregular. En el campeonato de Francia pudo estar con los mejores, así que parece que su estado de forma mejora, aunque, a priori, está lejos de llegar con el golpe de pedal con el que lo hizo en 2017 . Colíder: Maxime Bouet. Otro escalador francés será el encargado de intentar obtener victorias en las escapadas. Aunque ha centrado su temporada en correr en carreras de categoría menor, donde ha cosechado alguna victoria, Bouet siempre se muestra combativo y seguro que lo intentará de todas las formas posibles. El equipo: El jovencito Elie Gesbert volverá a estar presente en el ocho en el que también estarán Laurent Pichon, Florian Vachon, Amaël Moinard, Kevin Ledanois y Romain Hardy. Todos ellos gente muy dada a las escapadas. No obstante, será el principal recurso de Fortuneo para poder conseguir algún triunfo parcial. Objetivos: Teniendo a Warren Barguil en el equipo pueden permitirse un objetivo ambicioso y realista como es ganar una etapa. Deberán trabajar para Warren y estar muy presentes en las escapadas; esa será su manera ser protagonistas en el Tour. Una buena general con Barguil, además, sería muy bueno para un equipo que ha dado un salto de calidad. Deben aspirar también a hacerse con el maillot de la montaña.


Líder: Lilian Calmejane. En un equipo sin una jerarquía muy marcada que buscará la gloria a través de las escapadas, Calmejane es el hombre que, por aptitudes, cuenta con más probabilidades de obtener el triunfo. El francés, de veinticinco años, no está haciendo una temporada tan buena como la del año pasado, que fue alucinante, pero, aun así, ha conseguido triunfos en la París-Camembert y en la Drome Classic. Lilian tiene la virtud de que siempre disputa cualquier prueba en la que participa. Colíder: Sylvain Chavannel. Afronta otra edición más del Tour -no tiene intención de retirarse aún- disfrutando del deporte que más le gusta. Aunque puede que no sea el segundo hombre más fuerte del equipo, tras Calmejane, merece ese estatus -aunque solo sea honorífico- por su trayectoria y su alma combativa que tan bien encaja en el equipo. El francés aún se mantiene en buena forma y a pesar de no obtener la victoria siempre ha estado adelante. El equipo: escaladores de calidad como Rein Taaramäe o Romain Sicard también pueden intentarlo en la montaña o probar a hacer la general. Siendo honestos, a estos corredores no se les debería exigir en la general más allá de un Top-20. El resto del equipo estará conformado por Thomas Boudat, Jérome Cousin, Damien Gaudin, ciclista de extraordinaria planta, y Fabien Greillier. Objetivos: repetir la victoria obtenida el pasado año sería lo más, pero lograrlo va a estar muy difícil, aunque un corredor tan combativo como Calmejane tiene calidad para repetir la proeza. Deberán exhibirse, no dejar pasar ninguna escapada, provocar movimientos... proponer cosas, por supuesto, con fines publicitarios -cosas de patrocinadores- más que como movimientos que busquen un resultado real en carrera.


Líder: Christopher Laporte. La ausencia de Bouhanni deja a Laporte como líder indiscutible del equipo en los esprínts de la presente edición. El francés, que ha estado a un nivel muy parecido al de Bouhanni durante toda la temporada, podría tener su oportunidad de éxito en algún final más selecto, ya que sería una rareza que batiese a los velocistas que serán de la partida en un esprínt canónico. Ha conseguido la nada despreciable cifra de seis triunfos de etapa este año, aunque todos ellos en carreras menores. Colíder: Jesús Herrada. Ya sin el maillot de campeón de España disputará la Grande Boucle con visión de genera. Con más libertad de la que tenía en Movistar, intentará asumir el reto de la general. Llega en un buen momento de forma tal y como demostró en los nacionales -decimotercero en la ruta-. El equipo: Dani Navarro seguro que también lo intentará en la etapas más duras, un miembro muy importante en un equipo muy combativo y preparado para trabajar en los esprínts. Completan el equipo Dimitri Claeys, Anthony Pérez, Julien Simon, interesante puncheur, Anthony Turgis y el aventurero Nicolas Edet. Objetivos: ser combativos como todos los años y demostrar querer ganar una etapa, empieza a saber a poco al conjunto francés que tiene el agravante de que sus compatriotas y rivales de Direct Energie consiguieron una victoria el año pasado. Tiene hombres para alzar los brazos y, desde luego, seguro que lo intentarán. Sorprendente la ambición de Jesús Herrada que intentará colarse entre los diez mejores de la general, un objetivo, a priori, casi imposible pero, antes de tomar la salida, cualquier cosa es posible.


Líder: Tom Dumoulin. La Mariposa de Maastricht, que viene de ser segundo en el Giro tras Froome, ha declarado que no viene al Tour no tanto a competir, como a aprender de cara a futuras ediciones. Hace bien, ya que su estado de forma es una incógnita y la alta montaña seguro que pasa factura a un ciclista que no es un escalador puro. A pesar de que no tiene rival contra el cronómetro, necesita estar al 100% para estar con los mejores en las grandes jornadas alpinas y pirenaicas. Tras el Giro tan exigente que ha tenido, no parece que llegue a Francia en esas condiciones. Colíder: Michael Matthews. El esprínter australiano quiere repetir la gran actuación que tuvo el año pasado y viene acompañado de un equipo que le ayudará en la tarea -siempre y cuando no prioricen a Dumoulin-. Matthews no ha hecho una mala temporada. Ha estado siempre entre los mejores en pruebas de mucho nivel, incluidas las clásicas -a las que este año ha dado prioridad-. Lo curioso es que solo ha obtenido un triunfo, en el prólogo de Romandía -sin ser contrarrelojista-. En Suiza evidenció estar en buen momento forma -haciendo muchas buenas posiciones. No está entre los velocistas más rápidos del mundo pero tiene fondo y cuando las llegadas pican para arriba es todo un especialista. Objetivos: en la general el objetivo es confuso para el propio equipo. La baja de Kelderman, deja a Dumoulin como único hombre fuerte del equipo y parece que no van a ser muy exigentes con lo que el de Maastricht pueda hacer. Un Top-10 debería ser perfectamente viable. Dumoulin también optará a llevarse la crono individual. Ganar etapas con Matthews sí que será un objetivo inexcusable. Si Matthews pudiera ganar el maillot de la regularidad por segundo año consecutivo sería un gran resultado para el equipo, aunque este año aparece en el horizonte la amenazadora figura de una bestia verde, Peter Sagan.


Líder: Chris Froome. El keniata tiene la oportunidad de entrar a formar parte del selecto club de ciclistas que han ganado cinco Tours de Francia. Su positivo por Salbutamol, las nubes que se han cernido sobre el caso y su absolución exprés tras haber sido vetado por ASO -organizadora del Tour-, han levantado unas comprensibles ampollas entre la opinión pública y los rivales que no le pondrán nada fácil la carrera. A diferencia de otros años, cuando preparaba el Tour en exclusiva, viene de correr y ganar el Giro. Desde entonces no ha corrido ninguna carrera desde entonces. Por lo tanto su estado de forma es una incógnita. Es el máximo favorito para la victoria pero las tres semanas se le pueden hacer muy largas. Colíder: Geraint Thomas / Egan Bernal. Sobre papel, si Froome sufriera algún contratiempo, Geraint Thomas sería el encargado de luchar por la general. Su conversión a vueltómano ha sido espectacular pero nunca lo hemos podido ver liderar un proyecto durante tres semanas. Egan Bernal está siendo a sus veintiún años -con permiso de Roglic- la sensación de la temporada. Llega a Francia como teórico gregario pero, si el plan A falla en Sky, parece capacitado de sobra para asumir el liderazgo del equipo. Claro candidato al maillot blanco de los jóvenes. El equipo: otro año más la escuadra británica volverá a llevar a un ejército de escuderos de mucha calidad para proteger a Froome. A parte de Thomas y Bernal, Poels y Kwiatkowski serán los corredores que más podrán ayudarle en la montaña. Ambos son una garantía. Poels se ha convertido en una especie de amuleto de Froome y Kwiato hizo un Tour indescriptible en 2017. Moscon, a pesar de su juventud, ha demostrado ser un gregario valiosísimo, tanto en la montaña como en el llano. Rowe estará para proteger a su líder en las etapas llanas y en la del pavés. Castroviejo es uno de esos trabajadores impagables. Execelente contrarrelojista ayudará a Sky a, si no ganar, rozar el triunfo en la crono por equipos. Por si fuera poco, el ex Euskaltel y ex Movistar es muy solvente marcando el ritmo en las subidas. Objetivos: es verdad que pueden conseguir etapas e, incluso, el maillot de los jóvenes, pero los integrantes del equipo tienen muy claro que, en un conjunto tan jerarquizado como este, el único objetivo real es ganar el Tour. Y además hacerlo con Chris Froome. Más allá de eso, todo lo que venga será un regalo para la que probablemente sea el equipo más potente y equilibrado de la presente edición.




Froome este año en el Tour con más polémica que nunca.



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