MSR2018
Resumen de la anterior edición con la victoria de michal kwiatkowski
Artículos históricos y recorrido al detalle
ANÁLISIS FAvoritos, outsiders y equipos participantes.
Contenido 04
Resumen 2017
06
Análisis recorrido 2018
10
Historia - 1988 Fignon vuelve a ganar.
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¿Sabías qué....?
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Favoritos y outsiders
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Gilbert a un escalón de la inmortalidad.
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Equipos participantes
Edición : Félix Donate Mazcuñán
Que comience
La Clasiccisima La temporada de monumentos ya está aquí. Comienzan las grandes clásicas a llegar a nuestra vida, y damos paso a la Milán San Remo que de comienzo a este precioso recorrido por los monumentos ciclistas, que abandonamos allá por el mes de octubre con IlLombardia para acabar la temporada de monumentos.
Colaboradores y agradecimientos Desde el equipo de Road & Mud queremos agradecer a nuestros lectores su condición de fieles seguidores del ciclismo y nuestra web. Esperamos daros siempre que po-
Un año más La Clasiccisima llega a nuestras vidas con ganas de espectáculo, con ganas de dejar imágenes de ciclismo puro, ciclismo de ataque y sobre todo, ciclismo épico… La Cipressa, El Poggio, Vía Roma, los ataques, la lluvia…. La Milán San Remo nos puede dejar imágenes para la historia, ¿Te lo piensas perder?
damos un buen trato del ciclismo y la mejor información. Seguiremos pedaleando. Sergio Fernández Yustos - Director y redactor Félix Donate Mazcuñán - Diseño y maquetación. Sergio Espada Martín - Redactor Alberto Díaz Caballero - Redactor
Y como siempre, para acercaros toda la información necesaria para seguir la prueba, el equipo de Road & Mud ha estado trabajando duro para poder traer a vuestras manos esta guía, que esperemos, sea de vuestro gusto. Dicho esto, empecemos a pedalear.
Abdón Remiro Vázquez - Redactor y corrección. Ricardo de Miguel - Redactor
W IL CICLISMO! Road & Mud Team
II GUÍA ROAD&MUD MSR2018
El “Caníbal” Eddy Merckx tiene el récord de victorias en La Clasiccisima, siete veces alzó los brazos en la Vía Roma. III GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Milano Sanremo 2017 Por Alberto Díaz Caballero
Todo un día encima de la bicicleta. 300 kilómetros dando pedales desde los alrededores de Milán; atravesando Lombardía para llegar a la costa de Liguria; pasando túneles y surcando travesías que miran directamente al mar Mediterráneo; camino de la turística y casi fronteriza ciudad de San Remo. Todo ello para que solo unos centímetros decidan el vencedor del primer monumento de la temporada, algo así fue lo que ocurrió en la Milán-San Remo de 2017. El guion se repite cada año: una escapada abocada al más que probable fracaso, el célebre Poggio de San Remo suele ser el punto donde los ciclistas se juegan la carrera. Su técnica bajada deja a los ciclistas casi por inercia en la via Roma, la avenida donde se instala la línea de meta de la Primavera. Si para entonces ningún ciclista ha podido burlar la vigilancia del pelotón, se produce un esprint donde el agotamiento mina las piernas de los corredores y donde solo el más fuerte logra imponerse.
tura inicial son atrapados en los metros previos al ascenso a la Cipressa, lugar donde se acaban los experimentos y el pelotón comienza a jugarse la victoria. Llegado el momento de atravesar los denominados capos, esas ascensiones cortas con muchas curvas y con un descenso nervioso, los equipos con intereses en el esprint toman posiciones e intentan repeler los ataques que se van sucediendo. Lo intentan hombres como Tony Gallopin o Philippe Gilbert, sin duda nombres por los que preocuparse, pero los gregarios ejecutan con precisión su trabajo y no se consienten más movimientos.
Julen Amezqueta (Wilier Triestina), Mattia Frapporti (Androni Giocattoli), Mirco Maestri (Bardiani-CSF), Toms Skujins y William Clarke (Cannondale Drapac), Umberto Poli (Novo Nordisk), Alan Marangoni (Nippo-Vini Fantini), Nico Denz (AG2R-La Mondiale), Federico Zurlo (UAE Emirates) e Ivan Rovny (Gazprom-RusVelo) son los integrantes de esa fuga de final incierto pero que premia al corredor valiente y da visibilidad a los equipos más modestos del pelotón. En un goteo incesante el pelotón va engullendo escapados. Los últimos corredores que resisten de la aven-
Podium de la pasada edición. De izquierda a derecha: Sagan (Bora), Kwiatkwowski (Sky) y Alaphilipe (Quick-Step)
IV GUÍA ROAD&MUD MSR2018
En las primeras rampas del decisivo Poggio, el holandés Tom Dumoulin toma las riendas del grupo con su agotadora cadencia de pedaleo, todo en favor de su líder Matthews, el australiano parte como uno de los favoritos si se llega al embalaje masivo. Cuando, agotado, se aparta Dumoulin,aparecen las dudas. Solo faltan unos metros para coronar la última dificultad del día. Los hombres de Sky se sitúan en cabeza cuando asoma la cabeza el maillot arcoíris, el hombre más vigilado: el eslovaco Peter Sagan. Corona el Poggio y se lanza a tumba abierta en dirección a San Remo. Conoce cada centímetro de la bajada, la Classicissima es uno de sus grandes objetivos de la temporada. Pero no viaja solo. El polaco Kwiatkowski y el francés Alaphilippe le han cogido la ruedan y le acompañan con unos segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor, incapaz de atrapar a este trío.
Sagan se ve ganador, tiene acompañantes de nivel pero se siente superior y se lanza a por el triunfo en los metros finales de la carrera. Con la pancarta a la vista y el esprint lanzado todo parece favorecer al eslovaco pero de un momento a otro su suerte cambia. Kwiatkowski en un último esfuerzo supera al campeón del mundo por apenas medio tubular tras casi ocho horas montados en una bicicleta. Otra vez se la escapa la San Remo a Sagan. El tercero en discordia fue, lógicamente, Alaphilippe que no supuso amenaza para los anteriormente citados en ningún momento de la volata final. Kwiatkowski se proclama campeón de la Milán-San Remo por su astucia, su buena punta de velocidad y por su tremenda resistencia.
Ajustadísimo final en la Via San Remo
V GUÍA ROAD&MUD MSR2018
ANÁLISIS RECORRIDO 2018 Por Sergio Espada
VI GUÍA ROAD&MUD MSR2018
De todas las grandes clásicas del calendario internacional la Milán-San Remo, a quienes los tifosi conocen como La Classicisima, es, casi con toda seguridad, la que presenta un recorrido más reconocible de un año para otro y, dada la especial orografía del mismo, la que propicia un desarrollo y un desenlace más previsible, algo que no deja indiferente a los aficionados que en estas jornadas previas alimentan un debate que en las últimas temporadas resulta cada vez más recurrente, el de si San Remo debe o no reinventarse para ganar en interés. Pero eso es harina de otro costal. Ahora toca analizar el recorrido de esta edición del primer monumento del año. Un recorrido que en lo referente a los puntos calientes no presenta ninguna novedad, siendo un calco del que se viene dando desde 1982, cuando se incluyó por primera vez La Cipressa.
Para abrir boca: 142 kilómetros de rodaje. De todas las grandes clásicas del calendario internacional la Milán-San Remo, a quienes los tifosi conocen como La Classicisima, es, casi con toda seguridad, la que presenta un recorrido más reconocible de un año para otro y, dada la especial orografía del mismo, la que propicia un desarrollo y un desenlace más previsible, algo que no deja indiferente a los aficionados que en estas jornadas previas alimentan un debate que en las últimas temporadas resulta cada vez más recurrente, el de si San Remo debe o no reinventarse para ganar en interés. Pero eso es harina de otro costal. Ahora toca analizar el recorrido de esta edición del primer monumento del año. Un recorrido que en lo referente a los puntos calientes no presenta ninguna novedad, siendo un calco del que se viene dando desde 1982, cuando se incluyó por primera vez la Cipressa.
VII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Los capos; empiezan la carrera Prueba de la anacrónica desmesura del kilometraje de esta prueba es que desde el Passo del Turchino, en el kilómetro 142, hasta el siguiente punto de interés, habrá de rodar casi 100 kilómetros más, todos bordeando la costa. Será entonces, en el kilómetro 239, cuando arranque el encadenado de los Tres Capos -capo Mele, capo Cervo, capo Berta-. En algo menos de trece kilómetros se subirán estas primeras cotas que sin representar una dificultad significativa, sirven para marcar en cierta medida el inicio de la fase ofensiva de la carrera. Si alguien quisiera sorprender de lejos cuesta creer que pueda hacerlo antes del Capo Mele. Después del Capo Berta es muy probable que la velocidad de crucero del pelotón tampoco permita muchas alegrías. Se acerca La Cipressa y los nervios por estar en cabeza lanzan al grupo a velocidad de vértigo.
La Cipressa es una cota de algo menos de seis kilómetros que en su punto crítico alcanza el 9% de desnivel pero cuya pendiente media apenas supera el 4%, y si bien la acumulación de kilómetros puede acabar empujando a la aparición de la fatiga, lo cierto es que estamos ante una “tachuela” que en los últimos veinticinco años ha tenido una importancia residual en el desenlace de la carrera. Incluida por primera vez en 1982, ningún ganador se ha decidido en sus rampas desde que Gianni Bugno sellase su victoria en la edición de 1990 con un ataque en esta tendida subida.
Como cada año, los Tiffosi se vuelven a hechar a la carretera para dejarnos imágenes tan bonitas como esta. VIII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Poggio, juez y, ¿verdugo? Desde la cima de La Cipressa, a poco más de veintiún kilómetros de la meta de San Remo, ya no queda mucho terreno para recuperar. La bajada, sinuosa y vertiginosa, puede resultar más que complicada si el piso está mojado. Ahí vimos, por ejemplo, a Chiappucci intentar soltar a Sorensen en la edición de 1991. El danés, que estuvo contra las cuerdas, logró rehacerse y solventar la andanada del Diablo. Al menos hasta el Poggio. Algo más corta y más tendida que la Cipressa, la subida al Poggio sí suele tener una influencia más decisiva en el desenlace final de la carrera. Son solo 3,7 kilómetros al 3,7% con una pendiente máxima del 8%, una nadería para los ciclistas actuales. Pero corredores como Sagan o Cancellara han reventado la prueba en sus rampas en la última década. Y es que la proximidad de su cima a la meta -5,4 kilómetros en este 2018-, es absolutamente decisiva, resultando prácticamente imposible ganar en Lungomare Italo Calvino si no pasas el Poggio con el grupo de cabeza. El rápido descenso y el paseo por las calles de San Remo a velocidad de vértigo suelen ser la parte más emocionante de la prueba, pues resulta muy complicado ver a un corredor llegar en solitario y la victoria final se decide las más de las veces al esprint, ya sea entre tres corredores, como sucedió el año pasado, o en grupos numerosos por encima de los cuarenta o cincuenta corredores. Dependerá, en buena parte, de lo que suceda en las rampas del Poggio, de las ganas que los corredores tengan de convertirlo en el juez de esta San Remo. Todo lo que suceda antes de esta subida será, casi con toda seguridad, un larguísimo preludio. 280 kilómetros de calma tensa y diez de tempestad.
IX GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Milano Sanremo 1988: El retorno de Fignon Por Alberto Díaz.
La estrella que iluminaba de triunfos al parisino Laurent Fignon parecía apagada. Después de vencer con autoridad en dos ediciones del Tour de Francia -uno de ellos desafiando sin complejos la hegemonía de Bernard Hinault con un estilo abrumador, exuberante, pleno de juventud-, el conocido como el Profesor llevaba tiempo, casi un par de años, sin verse como un verdadero aspirante a la victoria en la élite del ciclismo, tal y como demostró en sus inicios. Bien es cierto que tuvo una buena actuación un año antes en la Vuelta Ciclista a España, entre otras pruebas, pero distaba mucho del Fignon vencedor del Tour de Francia de 1984. El episodio inicial de la remontada de Fignon hacia esa segunda juventud como profesional se produjo un sábado de marzo, entre las carreteras de Lombardía y Liguria, camino de la célebre San Remo.
1988 -Fignon celebra su victoria en San Remo
En eso no ha cambiado el mundo del ciclismo. La primera gran cita de la temporada, si hablamos de carreras de una sola jornada, sigue siendo la Milán-San Remo (en mi caso particular todo comienza con la antigua Het Volk). El primer monumento de la campaña, la Primavera, que nos recibe con sus prácticamente 300 kilómetros. Un día interminable encima de la bicicleta que en muchas ocasiones se resuelve en la línea de meta de la via Roma por apenas unos centímetros. Laurent Fignon no entraba en ninguna de las quinielas previas de la San Remo de 1988. Los pronósticos daban como favoritos a rodadores experimentados en un gran momento de forma. Así, los nombres de Sean Kelly, Moreno Argentin o Vanderaerden sonaban con fuerza en la salida de Milán. El irlandés Kelly, además, ya sabía lo que era vencer la Classicissima tras su triunfo en la prueba un par de temporadas antes. Unos meses antes se puso el punto final a la temporada 1987 y las sensaciones de Laurent Fignon durante esa campaña no habían sido las mejores. Su objetivo para 1988 era volver al nivel que había desarrollado en los primeros años de su carrera, poniéndose como objetivo las carreras de tres semanas pero sin olvidar otras pruebas de importancia. El francés siempre tuvo en mente prepararse para Lieja-Bastoña-Lieja e incluso para París-Roubaix; carreras que nunca conseguiría ganar. Sin embargo, cuando su masajista personal Alain Gallopin, hoy conocido director deportivo, le habló de la posibilidad de prepararse para vencer en la Milán-San Remo, Fignon no lo tuvo tan claro.
X GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Gallopin convenció magistralmente al corredor parisino, por entonces en las filas del Systeme U, de correr y afrontar con garantías la primera clásica del año, algo a lo que en su propio equipo no dieron mucha importancia, con el temperamental Cyrille Guimard, su director, algo contrariado con la decisión. De hecho, tan solo quería mandar seis corredores a Milán en lo que iba a ser un mero trámite. La preparación del corredor galo para la Milán-San Remo fue intensiva, con entrenamientos tras moto y mucho kilometraje para coger el fondo adecuado. Hasta ese día, sus resultados en esa campaña de 1988 habían sido discretos y esperaba realizar una buena actuación en la clásica italiana. Como es costumbre en esta carrera, los primeros compases de la misma se disputaron de una forma más relajada hasta que se toma la carretera de la costa, con los famosos capos, donde la cosa se comienza a poner seria. La fuga de la jornada, formada por cuatro unidades, fue neutralizada por el empuje de los hombres de la Gewiss-Bianchi de Moreno Argentin. Los ascensos a la Cipressa y ya en los últimos kilómetros del Poggio, marcaron el devenir de la Classicissima; en esta ocasión no iba a ser diferente.
A pesar de los intentos de fuga de diversos corredores, todo apuntaba a una volata entre un grupo reducido en los metros finales de la via Roma de San Remo. Sin embargo, ni el italiano Maurizio Fondriest, ni el propio Fignon están por la labor. Toman unos metros ya en las calles de la ciudad italiana. Fondriest lleva la batuta. Fignon permanece a su rueda. Espera paciente el momento para asestar el golpe final. El ciclista francés se siente vencedor cuando ve en el horizonte la pancarta de meta. Con total superioridad, en un esprint casi perfecto, consigue cruzar la meta en primer lugar y vencer en la Milán-San Remo. La última vez que Fignon había vencido en una clásica había sido en la Flecha Valona de 1986. Un año después, en 1989, el Profesor repetiría triunfo en San Remo. Después de este resurgir, llegaría en la siguiente temporada su complicada victoria en un Giro de Italia en el que tuvo todo en contra. También llegaría el Tour de Francia de los famosos ocho segundos que le privaron de hacerse con su tercer Tour de Francia, algo por lo que es injustamente recordado y no por su excepcional palmarés.
XI GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Un poco de historia... ¿Sabías qué solo hay 2 ganadores españoles en la historia de Milan San Remo? 19 de Marzo de 1959, Miguel Poblet gana su segunda Milan San Remo
Corría el año 1957 y el catalán Miguel Poblet conseguiría un hito histórico, ser el primer ciclista español en ganar La Clasiccisima. No contento con ello, quiso repetir la gesta. En 1958 se quedó con la miel en los labios, segundo. Y un año más tarde, en 1959 volvería a alzar los brazos. Lo nunca visto en el ciclismo español. Habría que esperar casi medio siglo, 45 años para que un corredor español volviese a levantar los brazos en la Via Roma. Fue un joven de Torrelavega el que sería el encargado de llevar a España a lo más alto del cajón, y no una vez, si no tres veces, en 2004, 2007 y 2010. Ese chico fue Óscar Freire, que convirtió la Milan San Remo en uno de los principales objetivos de cada temporada.
Óscar Freire fue su sucesor en la Via Roma
XII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Favoritos Por Sergio Fernández Yustos
Peter Sagan. El campeón del mundo es uno de los corredores más capacitados en este tipo de pruebas, aunque podría ganar casi en cualquiera. Su temporada no está siendo todo lo buena que él querría pues, hasta el momento, solo ha logrado una diana; algo que se queda corto para un corredor con tanta calidad. Pese a todo es el gran favorito para la Clasiccisima, donde ya ha sido segundo en dos ocasiones. A favor: es muy difícil dejarle fuera de carrera. Prácticamente le sirve cualquier situación, pues puede jugar al ataque, que seguro jugará, pero de llegar al esprint también podría levantar los brazos en la línea de meta. En contra: la vigilancia excesiva a la que será sometido es, posiblemente, el punto más negativo que podamos encontrarle a este corredor, que siempre tiene que pelear hasta con su sombra para poder levantar los brazos en meta.
XIII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Alexander Kristoff. El campeón europeo en ruta es uno de los corredores más validos cuando hablamos de monumentos, pues prácticamente en todas las clásicas de un día que compite, está peleando por la victoria. Esta temporada solamente cuenta con dos dianas, algo que se muestra corto con la gran cantidad de posibilidades que ha tenido. Recordamos que ha ganado esta prueba, y que fue segundo en otra ocasión. A favor: como decimos, siempre rinde en este tipo de pruebas, y los kilómetros de desgaste que tiene esta prueba son un punto a favor para un fondista como él, además hemos de tener en cuenta que es una de sus pruebas fetiches. En contra: los ataques, pues es muy difícil imaginar que Kristoff pueda buscar responder a los ataques para conseguir la victoria, necesita de un grupo reducido, pero que se produzca por desgaste.
Arnaud Démare. El ganador de la edición del 2016 viene con opciones de reeditar la victoria lograda, y si algo decimos es que el punto de forma de este corredor es bueno, pues parece que ha trabajado con mimo para llegar fuerte a las clásicas primaverales, que son un auténtico fetiche para este corredor francés. Tenemos que tener en cuenta que se retiró en la Paris Nice con intención de estar a tope en San Remo. A favor: es carne de clásicas, sabe moverse a la perfección y aunque no lo veamos en todo el día acaba estando por la pelea en el final. Su punto de forma y su punta de velocidad son sus mejores aliados, aunque podemos asegurar que intentará filtrarse en los ataques. En contra: no es el mejor en ningún escenario, pese a ser uno de los más completos, siempre va a tener un corredor al que le va a costar batir. Es un punto a tener en cuenta, pero pese a todo, sabemos que sabe pelear contra las adversidades.
XIV GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Julian Alaphillipe. El corredor francés está demostrando una gran madurez con el paso de las pruebas, siempre mejorando en su capacidad de ascenso, aunque reserva siempre una punta de velocidad que le hace ser uno de los corredores más peligrosos del pelotón. Solamente cuenta con una participación en la Milan San Remo, que se saldó con un puesto en el pódium, casi nada. A favor: si la carrera sale como nos gustaría, es decir, dura y con mucho desgaste, es uno de los corredores con más opciones, con capacidad de atacar y vencer al sprint de un grupo reducido. Un auténtico joker para esta prueba. En contra: pese a tener muchas opciones de ganar en un grupo reducidos, es muy probable que en ese grupo estén corredores como Peter Sagan o Michal Kwiatkowski, con más punta de velocidad que él, tiene que buscar exclusividad en el grupo que se seleccione.
Michal Kwiatkowski. Estando El último ganador de la Milán San Remo esta con ganas de reeditar su victoria del año pasado, y es que a lo largo de esta temporada ha mostrado que su estado de forma es realmente bueno, buena razón de ello son sus victorias en la general de la Volta ao Algarve y Tirreno Adriatico, casi nada para llevar tres meses de competición. A favor: es un auténtico caballo de carreras. Jamás se va a dar por vencido y va a buscar la victoria por casi cualquier medio posible, sabemos que arriesgará y tiene posibilidades de volver a lograr la diana. En contra: al igual que Alaphillipe, aunque quizás con más opciones, es un corredor que necesita un grupo exquisito para poder ganar, aunque si es cierto que, si alguien tiene posibilidades de llegar en solitario, posiblemente es él.
XV GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Greg Van Avermaet. Siempre Hasta el momento, su temporada está lejos de ser lo que esperábamos de este corredor, y salvando su buena actuación en el Tour de Omán, con victoria incluida, no está logrando estar al nivel de otras ediciones, pese a todo, es un corredor con opciones de victoria en una prueba como esta, y hemos de tenerle en cuenta. A favor: Su nombre, no tenemos que olvidar que es Greg Van Avermaet, y que lleva ya unos años siendo uno de los clasicomanos más fiables en este tipo de pruebas. Si es cierto que no está al 100%, su ambición y capacidad harán que este en la pelea por la victoria. En contra: están apareciendo muchos corredores con las mismas características del corredor belga, pasistas y con buena punta de velocidad, si a esto le sumamos que estos corredores están en un mejor estado de forma, la dificultad para la victoria de Greg, se multiplica.
Sonny Colbrelli. Comenzó con muy buen pie su temporada, demostrando mucha superioridad en el Dubai Tour, pero poco a poco se ha ido diluyendo con el paso de la temporada, y esto hace que no cuente con más estrellas para esta prueba, pese a ser uno de los corredores italianos con más opciones de ganar en esta prueba. A favor: estamos seguros de que Sonny ha organizado la temporada para que su primer pico de forma este en la Milán San Remo, y aunque no hasta estado acertado en las últimas ocasiones, este año podría ser el suyo y dar la sorpresa. En contra: nos encontramos con lo mismo que decíamos anteriormente, Sonny Colbrelly se ayuda de su punta de velocidad para lograr las victorias, y la dificultad de lograr una victoria así en la Milán San Remo es excesiva.
XVI GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Matteo Trentin Magnífico Es la primera ocasión en la que Matteo se planta en la salida de la Milán San Remo como líder de su equipo, compartiendo galones con Caleb Ewab, y estamos realmente seguros de que no dejará pasar la oportunidad, y estará en los movimientos por la victoria. Su temporada comenzó con una lesión tras caída, pero no ha evitado que logre un gran estado de forma. A favor: su ambición, sus ganas de ganar hacen que pueda vencer a las adversidades y en muchas ocasiones venza en situaciones donde es el corredor más débil. Estamos seguros de que moverá el árbol en el Poggio. En contra: amante del ciclismo épico, hace que sus opciones sean menores, pues si algo nos demuestra San Remo es que el pelotón tiene mucha capacidad para anular ataques, pese a todo, son muchos los que han logrado la victoria sorprendiendo.
Giacomo Nizzolo. Lo cierto es que no está siendo un buen año para el italiano, y está lejos de su estado de forma en años pasados, donde era uno de los sprinters con más posibilidades de victoria. Pero el hecho de jugar en casa, y seguro que haber soñado muchas veces con una victoria en la clasiccisima, hace que sea uno de los corredores con opciones. A favor: jugará sus cartas de victoria a la quiniela del sprint, y ahí las opciones de muchos corredores se equiparán, pues el azar, el posicionamiento y la suerte pasan a tener mucha importancia, es ahí donde podría sorprender con la victoria. En contra: necesita una prueba que no sea muy dura, llegar a un sprint de un grupo no muy reducido, y pelear ahí por sus posibilidades. Tiene opciones de victoria en un escenario muy específico.
XVII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Alexey Lutsenko. Su temporada está siendo bastante buena hasta el momento, y por su manera de correr este tipo de pruebas, es uno de los corredores con más opciones de victoria dentro del cuadro Kazajo. Si vuelve a mostrar el estado de forma que se vio durante el Tour de Omán sus opciones se multiplican, es uno de los corredores en los que confiamos para dar espectáculo en esta prueba, con un ataque lejano y un bonito pulso con el pelotón. A favor: su agresividad, pues es un corredor que no dudará en atacar desde lejos y buscar sus opciones, una vez por delante del pelotón tiene ya visos para jugar por la victoria. Esperamos verle arriesgando y jugando sus cartas. En contra: necesita que demasiadas cartas se levanten a la vez, que la carrera sea muy dura y que el pelotón le deje hacer, o bien en solitario o con compañeros que le sirvan. Pese a todo, es una buena bala para esta prueba.
XVIII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Outsiders y equipos Por Abdón Remiro Vázquez
La Milán-San Remo es una carrera muy abierta donde en cualquier momento puede saltar la liebre y el triunfo se lo puede llevar un ciclista que nadie se esperaba. No sería la primera vez que ocurre algo así en el primero de los monumentos. A continuación repasamos la lista -provisional a 14 de marzo, tres días antes del comienzo de la carrera- de corredores que pueden tener alguna opción. Algunos rondan el favoritismo y otros necesitan la conjunción de varios factores para poder alzar los brazos victoriosos en la meta de San Remo. Sky cuenta con una amplia nómina de outsiders. Al ganador del año pasado hay que sumar las opciones de Gianni Moscon excelente en finales como el esta carrera. El italiano sabe cuándo y cómo atacar para dejar tirados a sus rivales. Ian Stannard es un ciclista rebosante de fuerza pero está complicado que encuentre socios para llegar a la meta y una vez allí obtener la victoria. La sorpresa del siglo sería que el polaco Lukasz Wisniowski lograra el triunfo. Pocas opciones para Ag2r. Y eso que cuentan con el extraordinario Olivier Naesen que lleva un tiempo sembrando el pánico en las clásicas. El belga además está en gran forma y está subiendo muy bien con lo que puede superar fácilmente las cotas finales. Tony Gallopin no está teniendo un buen comienzo de año pero si se consolida en un movimiento de los que se producen cerca de meta puede dar más de un susto. Astana tiene a varios ciclistas de los de “y si...”. Luis León Sánchez sabe cómo manejar las carreras, pasa a la perfección las subidas en las que se jugará la carrera, llanea y a su instinto suma una aceptable punta de velocidad para pequeños grupos. Algo parecido le sucede al italiano Oscar Gatto que tiene el plus de correr en casa y ya ha corrido bien en San Remo en más de una ocasión. Para el hipotético esprint aparece Magnus Cort Nielsen -una victoria de etapa y varios puestos de honor en este principio de temporada- que fue undécimo el año pasado.
XIX GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Bahrain tiene a uno de los capos del pelotón, Vincenzo Nibali. El siciliano puede probar subiendo el Poggio o en su vertiginosa bajada. Tendrá que llegar en solitario porque su capacidad para esprintar es muy limitada. Además es una prueba a la que le tiene ganas. Prácticamente cero opciones para el lituano Ramunas Navardauskas, pero si me dicen que se ha llevado él la prueba no me sorprendería en absoluto. Rápido, combativo e irregular. Bardiani lo tiene muy, muy difícil. Para ellos salvar la papeleta es meter a uno, dos o tres ciclistas en la fuga inicial. Gente como Simone Andreeta, Lorenzo Rota o Enrico Barbin pueden aparecer en ese primer corte y lucir el verde de Bardiani. Los norteamericanos de BMC tienen varias balas en la recámara. Simon Gerrans es tan astuto como ratero. Se agarra a las ruedas como nadie, pasa las cotas muy bien y los relevos muy mal. Su punta de velocidad está cercana a la de los esprínteres, lo que unido a su gran fondo le da grandes opciones, tanto que ya ganó la competición hace seis años. Otro especialista de las clásicas es el belga Jurgen Roelandts. Ya lo ha hecho bien en San Remo y podría, si no ganar, preparar el terreno para alguno de sus compañeros. Jean-Pierre Drucker es la baza para el esprint. ¿Alberto Bettiol? Puestos a soñar... el tipo es rápido y es un buen passista.
Bora lo fiará todo a la opción de Sagan, pero si hace falta aparece Daniel Oss para dar opciones a sus equipo. El Rey León ya lo ha intentado en la Clasicissima y es un rodador consagrado. Llegó al equipo para echar un cable en este tipo de carreras y como opción b no está mal. Cofidis tendrá que pensar en meterse en la escapada y dar guerra desde el principio. La ausencia de Nacer Bouhanni les resta muchísimo potencial. Christophe Laporte no está preparado para luchar cara a cara con los mejores velocistas del pelotón y los demás son gente acostumbrada a las escaramuzas suicidas que a otra cosa. La baza de Démare es indiscutible en FDJ. Por si fallara tienen a dos lanzadores esperando su oportunidad como Jacopo Guarnieri y, sobre todo, Davide Cimolai pero, siendo honestos, podrían hacer ricos a quien apostase dinero por ellos. XX GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Los rusos de Gazprom son unos habituales del calendario italiano. En esta ocasión sería un milagro que obtuviesen la victoria. Si dejan atrás su indolencia pueden meterse en la fuga. Si me obligan a dar un nombre “favorito” en el equipo del gas diría, no sin torcer el gesto, Sergey Firsanov o Sergey Lagutin. Este año han llegado refuerzos de un nivel más que aceptable al conjunto Israel Cycling pero de ahí a que puedan ganar en el monumento que abre la temporada hay un trecho muy grande. Ben Hermans está más preparado para destacar en las cotas que aquí aunque podría probar en el Poggio. Kristian Sbaragli de superar todas las dificultades montañosas disputaría la volata con remotas opciones de victoria. Lotto Soudal es uno de los grandes equipos para las clásicas del pelotón. Y llegan a la salida de Milán sin ningún aspirante claro pero algún que otro hombre que podría salir victorioso del monumento. André Greipel empieza a estar pasado de rosca y subir, por insignificante que sean los puertos, siempre le restó opciones no ya de ganar, sino de entrar en la pelea por el triunfo. Jens Debusschere es otro hombre rápido pero lo suyo es más el calendario belga y francés que el italiano. Quien más opciones puede tener en el cuadro belga es Jens Keukeleire. Lleva un tiempo dejándose ver entre los mejores en las clásicas. Su papel de gregario siempre ha lastrado sus posibilidades de triunfo a pesar de que es un hombre muy rápido para no ser esprínter. También es cierto que es más de piedras que de balcones mediterráneos XXI GUÍA ROAD&MUD MSR2018
En el conjunto Mitchelton surge la figura de Supermosca. Caleb Ewan tiene que probarse en carreras de este tipo. Ya fue décimo la temporada pasada y este año aspira a mejora su actuación. Daril Impey estará centrado en ayudar a sus compañeros pero es rápido y puertos como la Cipressa o el Poggio se le ajustan como un guante. San Remo es la carrera a la que acude con mayor libertad un currante como Daniele Bennati de Movistar. El italiano ya acumula muchos kilómetros en sus piernas y ha perdido velocidad pero sigue ganando en experiencia y se conoce el recorrido a la perfección. Nippo-Vini Fantini quiere olvidar el palo que supuso quedarse fuera de las invitaciones para el Giro y espera hacer una buena carrera para desquitarse. Damiano Cunego está ante su último gran escenario ya que su retirada está a la vuelta de la esquina. Cunego debe seleccionar la carrera en el Poggio o no tendrá ninguna opción. Marco Canola es el hombre más en forma del equipo pero tanto como para ganar... casi imposible. A Juanjo Lobato le gusta esta carrera y le tiene ganas. Tras su expulsión de Lotto-Jumbo llega muy corto de forma y seguro que le pesan los kilómetros al esprínter de Trebujena.
Posibilidades casi infinitas para el Quick-Step. Desgraciadamente una caída les ha privado de su principal opción, Fernando Gaviria. Para suplirle está Elia Viviani que parece rejuvenecido en el equipo belga y está esprintando como nunca. Philippe Gilbert, ardenero por definición y clasicómano sin límites puede hacer del Poggio un infierno. Además no necesita llegar en solitario; puede formar un grupo para llegar a San Remo y rematar en la recta de meta gracias a su gran rush final. Richeze está terminando muy bien las etapas y también ha mojado este año a pesar de acudir a las carreras como lanzador de sus jefes de filas.
XXII GUÍA ROAD&MUD MSR2018
Cannondale cuenta con una pareja de aspirantes muy parecida a la de Dimension Data pero con un nivel bastante menor. El hombre rápido es Sacha Modolo que parece estancado y quizás ni llegue en el paquete principal a la meta. El Boasson Hagen de este equipo es otro nórdico, el danés Matti Breschel, un ciclista al que también le sienta muy bien la acumulación de kilómetros. Pocas opciones para Katusha. Y eso que cuentan con el ciclista más veloz del pelotón, Marcel Kittel. El problema del alemán es que difícilmente supere la Cipressa y es casi imposible que pase en cabeza en el Poggio. Si lo consigue necesitará un tren que le prepare la llegada para que pueda desplegar su -mermada, tras tanta tralla- velocidad punta. Nils Politt, Rick Zabel o Nathan Haas deberían jugar el papel llegado el caso. Lotto-Jumbo llega con una amplia nómina de velocistas de segunda fila -perdón por la expresión-: Danny van Poppel, Paul Martens o Robert Wagner. ¿Y Lars Boom? Que el holandés optase a la victoria sería una grata sorpresa. Perdón por el cliché, pero el premio de Novo Nordisk es estar en la salida. Andrea Peron, Brian Kamstra o David Lozano intentarán disfrutar de la experiencia y compartir escapada con otros anónimos del pelotón. Puestos a soñar, ¡qué bonito sería que unos de estos ciclistas se llevase esta ilustre carrera! El paso adelante en los últimos años de Team Sunweb ha sido enorme. Ya han ganado una grande y ahora van a por un monumento. Michael Matthews tiene capacidad sobrada para lograr la victoria. Es un hombre muy rápido y la dureza y el desgaste le dan un punto adicional que espera aprovechar. Podrían anticiparse y no esperar a la última recta.Tras exhibirse en el pasado Tour le toca hacer lo mismo en las clásicas. Tom Dumoulin puede superar los puertos de esta carrera con gran facilidad y como rodador pocos de los participantes pueden acercársele. Sus opciones pasan por evitar una llegada masiva. No es un mueble pero la velocidad no es su mejor virtud así que deberá llegar en solitario o en un grupo de aventureros de escasa velocidad.
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De Trek nos quedaremos con Jasper Stuyven que sigue progresando paso a paso. Ciclista al que muchos comparan con Fabian Cancellara tendrá que proponer algo si quiere tener opciones reales. Fabio Felline pisa suelo patrio y sueña con levantar los brazos en via Roma. Perfil similar al de Stuyven; rápido pero no lo suficiente como para imponerse en un grupo muy numeroso. Falta saber si UAE correrá como un equipo o como la juntiña de mercenarios a la que nos tiene acostumbrados. Si Kristoff no puede llegar al final aparecen dos nuevas bazas. En primer lugar Ben Swift, a quien esta carrera se le da de lujo. El británico ha sido segundo y tercero en sus cuatro participaciones en la Primavera -nunca ha estado por debajo del décimo séptimo puesto-. Buena punta de velocidad sobre todo cuando, uno tras otro, han ido cayendo los kilómetros. Se maneja muy bien en los esprínts caóticos como a los que nos tiene acostumbrados la Milán-San Remo. El otro hombre con opciones es Diego Ulissi. Su punta de velocidad es muy válida si llega en un grupo reducido con gente como Nibali, Dumoulin, Betancur... Willier Triestina tiene en sus filas a todo un ganador de la Clasicissima como es Filippo Pozzato. El italiano ganó esta clásica hace ya doce años. Sus mejores años ya han pasado y parece haberse abandonado a una vida poco saludable -al menos para un deportista de élite- pero San Remo siempre saca lo mejor de su repertorio. Jacub Mareczko es un esprínter en clara progresión aunque, a día de hoy, aún está un poco verde para codearse con los mejores velocistas del pelotón mundial. Por eso mismo tiene pocas opciones de triunfar aun si es capaz de llegar con los mejores.
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Gilbert, a un escalón de la inmortalidad Por Sergio Espada
El 15 de marzo de 1986, el irlandés Sean Kelly se imponía en la Milán – San Remo batiendo al sprint al joven Greg LeMond y al italiano Mario Beccia. Vencedor en 1983 del Giro de Lombardia y un año más tarde de la París – Roubaix y la Lieja Bastoña Lieja, Kelly se alzaba aquel día con su cuarto Monumento. Estaba a un Tour de Flandes de conseguir un repóquer al que hasta entonces sólo Eddy Merckx, Roger de Vlaeminck y Rick van Looy habían podido llegar. Del mismo modo, igualaba a Alfred de Bruyne y Germain Derycke, a los que sólo les faltó Lombardía; y Louison Bobet y Hennie Kuiper, a los que les quedó pendiente Lieja, como los únicos corredores capaces de conquistar cuatro de los cinco monumentos del ciclismo mundial. Han pasado 32 años desde entonces. Sean Kelly nunca ganó el Tour de Flandes, del que fue segundo ese mismo año, tal y como había sido en 1984, al igual que lo fue en 1987 y se quedó a la puerta de ese Olimpo habitado, hasta hoy, sólo por corredores belgas. En estas más de tres décadas transcurridas ningún corredor ha logrado igualar ya no a Merckx, de Vlaeminck y Van Looy. Sino a Bobet, de Bruyne, Derycke, Kuiper y Kelly. Cancellara fue el último en estar en disposición de hacerlo luego de sus triunfos en Flandes, Roubaix y San Remo pero lo cierto es que carreras como Lieja o Lombardia no parecían las más idóneas para el Expreso de Berna que prefirió centrarse en la temporada de piedras donde ha fraguado un palmarés a la altura de los más grandes. Pero este sábado otro belga tendrá la posibilidad, nada descabellada, de asaltar ese penúltimo escalón que le separa del Olimpo de los más grandes clasicómanos de todos los tiempos. Y lo hace cuando ya casi no se le esperaba. Vencedor del Giro de Lombardia en 2009 y 2010 y de la Lieja en su mágico e inolvidable 2011, Philippe Gilbert consiguió la temporada pasada una memorable victoria en el Tour de Flandes con una arriesgada maniobra en el Kapelmuur, a casi
cien kilómetros de meta, en la que dejó cortados a los principales favoritos, esto es, Sagan y van Avermaet. No partía entre los grandes favoritos y más corriendo en el mismo equipo de un Boonen al que le quedaba una semana de profesional y que por tanto parecía gozar de todas las prebendas posibles dentro de una escuadra, la de Quick Step, en la que Gilbert había aterrizado ese mismo invierno.
Sean Kelly, último corredor en lograr dicha gesta, alza los brazos al ganar la Milan San Remo La victoria de Gilbert reactivaba además un viejo debate en torno a su figura. Y es que cuando en 2011 logró imponerse sucesivamente en Amstel, Flecha Valona, Lieja, campeonato de Bélgica, Clásica de San Sebastián y el Grand Prix de Québec, parecía cuestión de tiempo que el belga acabase conquistando los 5 Monumentos del ciclismo. Sin embargo aquel Gilbert de 2011 desatado, absolutamente imbatible, no volvió al año siguiente en el que, a pesar de todo, conquistó el arco iris en el Mundial de Valkenburg.
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Desde entonces el belga ha ido dejando muestras de su calidad y de su espíritu de lucha con cuentagotas, en ocasiones muy elegidas. Como en 2015, cuando consiguió dos fantásticas victorias de etapa en el Giro de Italia. O la ya mencionada primavera de 2017 en la que dos semanas después de imponerse en Flandes lo hacía por cuarta vez en la Amstel, su escenario fetiche. El retorno a un equipo belga, en esta caso a Quick Step, en el año que cumplía los 34, le había devuelto esa brillantez que por momentos se echó de menos en su etapa de BMC. Así pues, Gilbert tiene una cita con la historia el próximo sábado 17 de marzo. Con Boonen ya retirado y sobre todo con Gaviria lesionado, Gilbert puede convertirse en la gran baza a jugar por la escuadra de Lefevere. Es cierto que a priori San Remo no es la carrera que mejor se adapta al perfil de Gilbert pero también lo es que en determinados escenarios puede ser uno de los grandes aspirantes a la victoria final. ¿Y qué tipo de carrera beneficia a Gilbert? Obviamente, una carrera dura, cuanto más, mejor. Sin la punta de velocidad de sus mejores años, que teniéndola, tampoco fue nunca su fuerte, Gilbert necesita llegar perfectamente colocado al inicio del Poggio y que se llegue al ritmo más frenético posible - (lo ideal, sería que la carrera se rompiese en La Cipressa pero hace más de 25 años que nadie gana La Classicisima des-
de ahí, así que tampoco es cuestión de hacerse ahora el cuento de la lechera) -. En esas circunstancias, una arrancada del belga que nos remita al Gilbert de su edad dorada, podría dejarle solo o con un reducidísimo grupo de aspirantes. Luego, el vertiginoso descenso hasta San Remo debería hacer el resto y en el peor escenario posible, que se viese obligado a batir a sus compañeros en el sprint del Lungomare Italo Calvino. Complicado, sí. Pero no imposible. Para dar cuenta de lo que supondría el logro de Gilbert, caso de consumarse, baste mencionar a los corredores que en estos 32 años se quedaron a las puertas de emparejarse con los Kelly, Bobet, Derycke, Kuiper y de Bruyne. Leyendas como Bartoli, Argentin, Tafi, Tchmil, Bettini o el propio Cancellara no fueron capaces de conquistar al menos uno de los dos Monumentos pendientes. Las mismas puertas que habían tocado, sin éxito, los Coppi, Moser, van Steenbergen, Schepers, Gimondi, Godefroot, Raas, Daems, Simpson o Hinault en el pasado. Puertas que para ellos tampoco se abrieron. Esa es la dimensión del desafío al que se enfrenta Gilbert este sábado. Quién sabe, quizás en tres semanas estemos hablando de lo que supondría una victoria del belga en el Velódromo de Roubaix. Pero eso ya es fantasear demasiado.
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