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01 de marzo de 2014

año XIII

N°213

colaboración $300


2 estafF Director Nicolas Miranda

Editorial

Las reformas de Bachelet, los patrones y los trabajadores

Nicolas Miranda

Editores Fabian Puelma Alejandra Valderrama

El Gobierno de Bachelet y la Nueva Mayoría anunció tres grandes reformas, la tributaria, la educacional y nueva Constitución. Además, está en el debate una reforma laboral. Ya desde el inicio, están mostrando que serán limitadas y mezquinas, dentro de los marcos del neoliberalismo.

Diagramación Roberto Contreras Gabriela Mendoza

Lo podemos ver ya en los nombramientos, como el caso de Claudia Peirano como subsecretaria de Educación, que tuvo que renunciar por sus conocidas posiciones contra la educación gratuita y a favor del lucro; quien la reemplazó, Valentina Quiroga, es de Educación 2020, que tiene otras prioridades. No sólo eso, ya están instalando que la educación gratuita sería solo para el 70%, y probablemente con devolución vía impuestos. O el caso del Ministro de Hacienda, Arenas, que fue subalterno de su ex Ministro Andrés Velasco. O el caso de la Ministra de Minería, Aurora Williams, que trabajó para empresas del grupo Luksic.

Escritores Nicolas Miranda Fabian Puelma Alejandra Valderrama Pamela Contreras Contacto WWW.PTR.CL CLASECONTRACLASE@PTR.CL

Por disputas dentro de la Nueva Mayoría, y por la presión del movimiento estudiantil, Claudia Peirano tuvo que renunciar, logrando así los estudiantes un triunfo moral. Así como los trabajadores portuarios mostraron su fuerza moral, al instalar desde el puerto de Mejillones la necesidad de la negociación conjunta de contratados y eventuales, cuestionando la impunidad patronal y su Código Laboral con la lucha. Muestran, una vez más, un régimen –con sus partidos y sus jefes los patrones- a la defensiva. Y debilitado: Bachelet obtuvo 120 mil votos menos que Piñera; aumentó sus parlamentarios pero la Nueva Mayoría perdió 500 mil votos respecto de la Concertación; hubo una altísima abstención haciendo que Bachelet fuera elegida con sólo el 26 % del total habilitados para votar (y Matthei sacó el 14%). Pero la clase patronal, por su parte, ya se reúne para plantear sus exigencias, y se prepara para pasar al ataque buscando una mayor flexibilización de los trabajadores. Es así, que el Gobierno buscará implementar reformas mezquinas, neoliberales, y estará tensionada por una mayor lucha entre trabajadores y patrones. Las tareas de los revolucionarios en el próximo periodo estarán marcadas por una mayor inestabilidad del régimen y una intensificación de la lucha de clases. Los patrones se disponen para pasar al ataque Uno de los legados del Gobierno de Piñera y la derecha, es la desaceleración económica. Después de un crecimiento de casi el 6% los 3 primeros años, por el rebote del terremoto y los altos precios del cobre, deja una economía que cae al 3,8%. Los patrones, pretenden hacer pagar esta desaceleración a los trabajadores. Y están nuevamente exigiendo mayor flexibilidad para los trabajadores, es decir: debilitar los sindicatos, despidos arbitrarios, salarios de hambre. Lo hacen en momentos en que están a la defensiva, cuando todo está en cuestión. Para evitar que se desarrollen los cuestionamientos a toda la herencia de la dictadura, la Nueva Mayoría ha planteado su programa de reformas.

Las reformas neoliberales de la Nueva Mayoría Las reformas anunciadas por la Nueva Mayoría, buscan evitar que se desarrollen las luchas que vienen protagonizando los estudiantes, los trabajadores, los pueblos castigados de las Regiones, la diversidad sexual, las mujeres y jóvenes explotados y oprimidos. Decirles que salgan de las calles, que ellos se encargarán, con los proyectos de ley del Gobierno y el Parlamento. Pero como veíamos con las designaciones, ya muestran su contenido mezquino. Además, que traerá tensiones en la Nueva Mayoría: la DC ya declaró que quiere a alguien suyo en el Ministerio de Educación o la Comisión de educación del parlamento, en defensa de las empresas de educación. Pero no solo en la DC se apoyará la defensa de la herencia de la dictadura. El PC, aunque la Nueva Mayoría tiene mayoría parlamentaria para las reformas laborales, a través de su presidenta de la CUT Bárbara Figueroa, está en un estéril diálogo con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) para realizar reformas laborales hasta donde se logren consensuar con los empresarios. No será entonces con el gobierno de las reformas neoliberales ni su Parlamento, además de con los empresarios preparándose para nuevos ataques, que las demandas de la lucha de clases podrán alcanzarse. ¿Cómo conquistar nuestras demandas? Comienza un período marcado por el debate nacional sobre las reformas necesarias para responder a las demandas de la lucha de clases, a una agenda política nacional que se están imponiendo con las luchas en las calles, con nuevas formas de organización, y que cuestionan las herencias de la dictadura. Solo con los métodos de la lucha de clases podremos conquistar todas estas demandas. Llevarlas hasta el final, sin el límite de lo permitido por el régimen. Para esto, debemos poner en pie un partido revolucionario de la clase trabajadora. Un partido que luche por llevar hasta el final cada paso. Como plantea Trotsky: “¿En qué consiste el engaño del plan? En el hecho de que (…) no desea conducir a las masas a la lucha, y sin lucha este plan, inadecuado como es, resulta completamente irrealizable. Entonces, cuando les decimos a las masas que para aplicar este imperfecto plan es necesario pelear hasta las últimas consecuencias, estamos lejos de ocultarles el engaño; por el contrario, les ayudamos a descubrirlo a través de su propia experiencia”. Un partido que denuncie cada paso en falso, cada ataque abierto o encubierto contra el pueblo trabajador. Un partido que luche por poner en pie organismos para la lucha basados en la democracia directa de trabajadores y de estudiantes, que una detrás de las filas de los trabajadores, a los estudiantes, los pueblos castigados de las Regiones, la diversidad sexual, las mujeres y jóvenes explotados y oprimidos. Para terminar con toda la herencia de la dictadura, en el camino de una República de los Trabajadores y el pueblo, basada en sus organismos de democracia directa.


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NACIONal

Los enclaves antidemocráticos del régimen y el gobierno de Bachelet

Fabián Puelma

Estos meses han estado marcados por el debate en torno a la instalación del nuevo gobierno de Bachelet. De lo que se trata es cómo darle cuerpo a un gobierno que se propone estabilizar la situación política sacando del centro los procesos de lucha de clases, buscando contenerlos y desviarlos con un programa de reformas, pero manteniendo los pilares del neoliberalismo. Pero si algo quedó demostrado con la ola de cuestionamientos a los nombramientos de ministros y subsecretarios es que no basta con promesas y reformas parches para desactivar al movimiento estudiantil y al movimiento obrero. La salida de Peirano significó un triunfo moral para un movimiento estudiantil que se ha consolidado como un actor político de peso. La importante huelga portuaria, segunda de carácter nacional en menos de un año, muestra que la entrada de la clase trabajadora con sus luchas sigue profundizándose. Esta puja se da en el marco de una crisis del régimen político heredado de la dictadura, que pese a estar cuestionado, sigue golpeando. Estos meses han estado lejos de ser “pacíficos”, los problemas democráticos siguen en el centro, mostrando el ADN de este régimen que sólo podrá ser derribado completamente con los métodos de lucha de estudiantes y trabajadores. La cancelación de los partidos políticos Uno de estos golpes se reflejó en la resolución del Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL), que ordenó cancelar 10 partidos políticos: el Partido Regionalista

de los Independientes (PRI), el Partido Humanista (PH), el Movimiento Amplio Social (MAS), el Partido Ecologista Verde (PEV), el Partido Progresista (PRO), el Partido Igualdad (PI), el Partido Liberal de Chile, el Partido Ecologista Verde del Norte, Fuerza del Norte y el Partido Izquierda Ciudadana de Chile (IC). Esta es una herencia de la ley de partidos políticos hecha a la talla de la actual Constitución de la dictadura y del sistema binominal. Si bien se puede burlar esta resolución mediante la fusión formal de partidos, claramente se trata de un enclave antidemocrático que busca perpetuar a los grandes conglomerados patronales de la Concertación, hoy Nueva Mayoría, y la derecha. Impunidad y represión El 21 de febrero se cumplió un año desde el asesinato del dirigente sindical Juan Pablo Jiménez, que de acuerdo a los últimos peritajes habría sido asesinado por una bala disparada al interior de la empresa Azeta, y no por una “bala loca” como sostiene la Fiscalía. Se trata de la impunidad patronal, la misma que dejó libre a los asesinos de Rodrigo Cisternas, de Matías Catrileo, de Jaime Mendoza Collío y de Manuel Gutiérrez. La misma que mantiene libres a cientos de asesinos y torturadores de la dictadura. Al mismo tiempo, se mantiene la represión hacia el pueblo mapuche como se ve en la condena a cadena perpetua al machi Celestino Cordova. Carabineros sigue actuando con absoluta impunidad. No sólo admitió públicamente tras

este juicio el uso de infiltrados, sino que un detenido resultó muerto en uno de sus furgones, tan escandaloso e inocultable fue, que debieron dar de baja a los funcionarios involucrados. Las reformas de la Nueva Mayoría El gobierno electo habla de inaugurar un nuevo ciclo político y social, desmarcándose de los veinte años de gobiernos concertacionistas. Sin embargo, durante estos meses salió a la luz pública cuál es la tarea que está implementando el futuro subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy: elaborar un catastro con los principales conflictos que deberá enfrentar el gobierno de Bachelet. Pensando en todos los procesos de lucha de clases de estos años, se ha estilado la necesidad del “fortalecimiento del sistema de inteligencia dependiente de Interior para anticipar conflictos. A la espera de lo que serán sus primeras acciones como subsecretario del Interior en el reforzamiento de la ANI, el problema suscitado con las nominaciones ratificó el estilo con el que se pretende enfrentar los conflictos: mano dura y discreción tota” (La Tercera, 15 de febrero). Por otra parte, otro escándalo en los “nombramientos”, es el de Carolina Echeverría, futura subsecretaria de Fuerzas Armadas, hija de un torturador de la dictadura. Pese a los cuestionamientos de diversos organismos de Derechos Humanos, Bachelet decidió respaldar a Echeverría. La gratuidad para un 70% por becas y con impuestos a los egresados, los nombramientos, la labor preparatoria de inteligencia,

las negociaciones entre Bárbara Figueroa y la Confederación de la Producción y el Comercio, son fiel reflejo de que las reformas de Bachelet no dan respuesta íntegra a las demandas y las luchas de estudiantes y trabajadores. Por una solución íntegra y efectiva a nuestras demandas El gobierno de Bachelet nos llama a confiar en sus reformas, nos dicen que nuestras demandas son legítimas, pero que ahora ellos se encargarán. Que nos quedemos tranquilos, que desde el gobierno y el parlamento se podrán aprobar las leyes. Pero a medida que pasan los meses se vuelve más claro que las reformas de Bachelet no solucionarán nuestras problemáticas. Y es que de lo que se trata no es de darle una salida sustentable a la crisis del régimen político, sino derribar toda la herencia de la dictadura. Si algo debemos tener claro como lección fundamental de estos años, es que sólo con los métodos de la lucha de clases podremos acabar con la herencia pinochetista. Nuestras demandas debemos arrancarlas con la fuerza de trabajadores y estudiantes. La tarea planteada es dar una solución íntegra y efectiva a las problemáticas democráticas que nos aquejan, mediante la lucha y auto organización de la clase obrera, el movimiento estudiantil, el movimiento mapuche y los sectores populares, comenzando por la lucha por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, basada en la movilización obrera y popular.


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Género

Los desafíos del movimiento feminista para este año 2014

Pamela Contreras - Integrante de PTR y militante de Pan y Rosas Valparaíso Los derechos de la mujer y LGTTBI(1) y gobierno de la Nueva Mayoría

género para personas Trans y el fortalecimiento de la ley anti discriminación.

El debate sobre la opresión y la falta de derechos tanto a las mujeres como a lxs no heterosexuales ponen en jaque el régimen político chileno, años de palabrerías sobre la conquista de derechos progresivos, que nunca tocó la puertas de las mujeres ni de las sexualidades no normativas, sólo han generado un mayor rechazo a la política formal en las alturas del parlamento, el gabinete y el empresariado, junto al decaimiento de la confianza en las iglesias tras los escándalos de pedofilias y su encubrimiento.

Tomando en cuenta el nuevo gabinete y la composición de la Nueva Mayoría, el programa se ponen en jaque, pues las tensiones internas son numerosas, y dentro de la misma coalición no existe unidad. La Democracia Cristina (DC) se ha planteado en un sinfín de ocasiones contra el derecho a decidir de las mujeres y en defensa de la familia heterosexual, vociferando que el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer (biológicos). Es más, fue la propia DC quien impugnó la píldora del día después el 2008 vía Tribunal Constitucional ¿A la hora de votar los proyectos la DC votará con la Nueva Mayoría o con la Derecha?

La nueva mayoría intenta canalizar este descontento con un programa “progresivo” en temas de género, tomando en cuenta la influencia de la iglesia católica y evangélica a la hora de legislar. Mucho ruido y pocas nueces Bachelet en su programa plantea creación del Ministerio de la Mujer en los 100 primeros días, educación sexual laica en los colegios, pastillas anticonceptivas de emergencia, aborto terapéutico, además de promoción de nuevos centro de acogidas para mujeres que han sufrido VIF (2), igualdad en la remuneración entre varones y mujeres, matrimonio igualitario, ley de identidad de

pero que termino siendo un punta pie para que la iglesia católica criminalizara a mujeres y no heterosexuales por protestar por el derecho al aborto al irrumpir en la catedral. ¿Cómo se plantea dar una educación sexual y laica, si más de un 30% de los colegios son dirigidos por entidades religiosas o bajo su alero?¿es que la iglesia apelará contra esta normativa usando la ley antidiscriminación? De seguro defenderá su doctrina. Movimiento Feminista

En el anterior gobierno Bachelet planteó la igualdad salarial entre hombres y mujeres, lo que signficó que el estado desembolsara dinero a los empresarios en forma de bono de incentivos, es decir, la igualdad salarial se tradujo en mayores ingresos al empresariado y muy poco a las trabajadoras, entonces ¿La igualdad salarial que nos plantean será beneficio para el empresariado o para las trabajadoras?

El movimiento de mujeres y feministas, incluyendo grupos de disidentes sexuales se han reactivado, con debates teóricos y políticos, al calor de fenómenos nacionales, como fue el caso de las marchas por el derecho al aborto el 2013 a nivel nacional, tras el escándalo de la niña de 11 años embarazada producto de una violación, las candidaturas presidenciales que empujó al feminismo pronunciarse a favor o en contra de lxs candidatxs, y ahora con la preparación del 8 de marzo y el nuevo escenario político. Si bien el conjunto de lxs feministas se plantean en oposición al patriarcado: misoginia y heteronormatividad (3) no todxs luchamos de igual forma ni por el mismo fin.

La ley contra la discriminación y sus paradojas, fue una ley creada contra la discriminación,

Desde Pan y Rosas Teresa Flores pensamos que hoy el feminismo debe ser de lucha y en

las calles, nuestros derechos no se conseguirán por lobby político, como muchas organizaciones feministas lo han hecho a nivel nacional e internacional, tampoco los ganaremos dentro del gobierno de la Nueva Mayoría como nos sugiere Claudia Pascual del Partido Comunista (PC), ni serán las lógicas de presionar al nuevo gobierno para cumpla su programa en la agenda de la mujer y LGTTBI, pues si lo llegase a conceder será a la medida de ellxs y no de nuestras necesidades, tampoco será el paralelismo del Autonomismos que critica mucho pero que no está dispuestx a dar las peleas grandes peleas en los organismos sindicales, estudiantiles o poblacionales. Las feministas debemos acompañar y construir nuevamente los caminos que nos lleven a la emancipación de la mano de los sectores que han salido a lucha, estudiantes, pobladores, organizaciones de izquierda, pueblo mapuche y lxs trabajadorxs que comienzan a dar las primeras batallas, pues son más las cosas que nos unen a las que nos separan. La lucha feminista que se queda solo en la crítica de lo cultural, sin dar respuestas a los problemáticas materiales que viven cientos de miles de mujeres trabajadoras, plebeyas y LGTTBI, son blanco fácil para la cooptación. Nosotrxs pensamos que nuestras demandas no serán moneda de cambio para la Nueva Mayoría, ni para reformar o maquillar el régimen político neo pinochetista, porque la lucha feminista consecuente es estructural, es decir, económica, política, social y cultural. No basta ser anti capitalista en general, hay que pasar a la ofensiva, tomar en nuestras manos nuestro futuro y pelear por un gobierno de lxs trabajadorxs, donde las mujeres, LGTTBI y feministas puedan hacer sentir su voz. _________________ 1-Lesbiana, gay, travesti, transexuales, bisexuales, intersexuales 2-Violencia Intra Familiar 3-La heterosexualidad como régimen, y todo lo que este por fuera de ella catalogarlo como anormal y/o pervertido


5 MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

El debate educativo sigue cruzando el régimen político

El movimiento estudiantil ante el gobierno de Bachelet

El gobierno de la Nueva mayoría parte con una derrota moral Alejandra Valderrama

volucionaria consideramos que es imprescindible ligar todas los cuestionamientos que hoy se vienen dando en liceos y universidades: Terminando con la estructura autoritaria y peleando por el cogobierno triestamental para acabar con la mercantilización del conocimiento y las condiciones precarias de trabajo. Ponerle fin a la PSU que funciona netamente como un filtro de clase para el sistema educativo. Debemos prepararnos para levantar nuestras banderas históricas en una segunda reforma universitaria y una nueva Escuela nacional unificada que ponga la educación al servicio de los trabajadores y el pueblo. Educación gratuita para todos AHORA!

El año político se inicio con el cuestionamiento a los nombramientos de subsecretarios del gobierno de Bachelet. El movimiento estudiantil sin necesariamente salir a las calles puso en la palestra nacional el prontuario neoliberal de la subsecretaria de educación Claudia Peirano: sus vínculos con la ATE que asesoró a la red de colegios de su ex marido, Walter Oliva suma a su rechazo político a la educación gratuita. Estos últimos hechos reflejan que el gobierno de Bachelet, en su gabinete, parte con una debilidad estructural: Son las viejas caras del neoliberalismo que buscaran impulsar transformaciones en el marco de cuestionamientos al régimen. Sacar de las calles las demandas planteadas por los estudiantes para Bachelet será muy difícil, con un gabinete cuestionado, la nueva mayoría pretende gobernar con el viejo aparataje neoliberal que hoy se encuentra en la cuerda floja por los diversos cuestionamientos que se han manifestado, el movimiento estudiantil dio prueba de esto. El problema de la educación de mercado sigue siendo un callejón sin salida La crisis de la educación de mercado se ha transformado en un problema difícil de resolver para los partidos empresariales. La sola discusión sobre el financiamiento de la educación trae no solo problemas al conjunto del régimen: necesariamente toca los intereses económicos de un sector importante de sus adherentes. El modelo neoliberal en la educación: quienes buscan mantener-

lo a toda costa, quienes buscan darle una mayor cobertura social y quienes buscan reformarlo son algunos de los lineamientos que vienen llenando las páginas de los analistas en educación y que propiciaran profundos roces para la derecha y la nueva mayoría. Los partidos empresariales y sus políticas para la educación Las diferentes expresiones de este debate giran en torno a la consigna que viene levantando el movimiento estudiantil desde el 2011: Educación gratuita ahora. La derecha más dura ha comenzado a pronunciarse, si en un momento rechazaban de plano la posibilidad de discutir sobre gratuidad en la educación hoy hacen una falsa dicotomía. Plantean que el financiamiento es un tema, pero que es mucho más urgente dar respuesta a un listado de problemas del sistema educativo, una maniobra clara para diluir el epicentro del problema. La nueva mayoría por otra parte sin anunciar completamente cuáles serán sus pasos, nos dan algunas luces: Educación gratuita para el 70%, en cuatro años y sin asegurar el financiamiento a las instituciones del Estado. Demostrando que sus transformaciones en educación no son más que parches, la focalización del gasto social: El sistema de créditos y becas al parecer se mantendría intacto. Una pugna dentro de sus filas: Valentina Quiroga y educación 2020 Luego de la renuncio de Claudia Peirano se abre una nueva dis-

puta dentro de la nueva mayoría, no es una disputa formal, hay algo más que está en juego. Su lugar ahora lo ocupa Valentina Quiroga ligada al grupo Educación 2020 en donde la derecha y un sector de la DC parecen tener confluencias en relación a la política educativa: El eje no estaría en el financiamiento pero si en un cambio en el marco regulatorio del negocio educativo, el incentivo a la educación TP, un cambio al sistema de acreditación, nivelar los índices de comprensión lectora, agregar la figura de interventor legal a instituciones que cierren (Como el emblemático caso de la Universidad del Mar), un conjunto de transformaciones que buscan cambiar algo para no cambiar nada. A retomar nuestras banderas históricas: Levantemos una segunda reforma universitaria que ponga la educación al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre En un escenario dinámico en donde el debate educativo sigue atravesando las fisuras del régimen político heredado de la dictadura, el movimiento estudiantil tendrá que plantearse claramente. Si el conjunto de los partidos empresariales están buscando que tipo de reforma educativa les acomoda más a sus intereses los estudiantes tenemos que discutir qué tipo de reforma educativa queremos, manteniendo la idea central que se levanto el 2011: Educación gratuita 100% financiada por el Estado y para todos. En este camino quienes militamos en la Agrupación Combativa y Re-

¿Una reforma neoliberal o una bandera que tenemos que mantener con los métodos de la lucha de clases? Mientras los partidos empresariales ya anuncian cuáles serán sus pasos a seguir en materia de educación, los estudiantes tenemos que retomar la ofensiva. Bachelet anuncio que la gratuidad de la educación será para el 70% de los estudiantes, en 4 años sin asegurar el financiamiento a instituciones del Estado. El grueso de lo que son hasta el momento sus propuestas no cambia sustancialmente las bases de la educación mercado. A diferencia de las declaraciones que han hecho los voceros de la CONFECH, principalmente los militantes de la UNE y Melisa Sepulveda del Frente de estudiantes libertarios (FEL) la forma para no darle marcha blanca a Bachelet , no será presionando para que se cumpla su programa. Es necesario defender la demanda de los estudiantes: Educación gratuita para todos Ahora poniendo en pie un plan de común para levantar una segunda reforma universitaria que termine de raíz con la educación de mercado. Sin duda este año la nueva mayoría intentara poner al centro las disputas en el parlamento, los estudiantes tenemos que poner los tiempos de la lucha de clases. El CONFECH debe plantearse esto como objetivo, unificando desde la base al movimiento secundario y universitario, de públicas y privadas. Planteando movilizaciones como las de 26 y 11 de julio, en donde trabajadores y estudiantes nos enfrentemos cara a cara con el gobierno.


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MOVIMIENTO OBRERO

Los trabajadores Ante el Gobierno de Bachelet Tareas, fuerzas y disposición de fuerzas

Nicolás Miranda Está por asumir el nuevo Gobierno de Bachelet, con sus tres promesas fundamentales: reforma tributaria, reforma educacional y nueva Constitución. También está en el debate, una reforma al Código Laboral que rige casi sin cambios desde la dictadura. Lo hará con desaceleración económica y los despidos a cuenta gotas que trae, y con los empresarios preparando un nuevo ataque. El final del gobierno de Piñera y el inicio del de Bachelet, está marcado por dos caminos. Por un lado, el camino del diálogo estéril de la directiva de la CUT con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) máxima asociación empresarial. Por otro lado, el camino de la lucha, como mostró el paro de los portuarios de Mejillones planteando una negociación colectiva unida de contratados y eventuales. Hasta ahora, ninguno de los dos caminos ha dado frutos. Es una dura batalla contra los empresarios. ¿Cuál camino seguir para conseguir cambios a favor de los trabajadores y no que sigan ganando siempre los empresarios? La fuerza de los trabajadores El 2013, los trabajadores demostraron su fuerza. El 26/6, realizaron el paro obrero-estudiantil con movilización en las calles. El 11/7, el Paro Nacional convocado por la CUT. Y huelgas y paros que marcaron el inicio de la entrada de los trabajadores. Y que están abriendo nuevas perspectivas, que muestran 3 claves: 1) nuevas formas de organización desde la base, como los trabajadores de Correos de Chile y sus Delegados por sala. 2) un sentimiento contra las dirigencias burocráticas como en el paro de la Junji o de los recolectores de basura. 3) el paro en solidaridad, como con los portuarios. Son 3 claves que abren nuevas perspectivas. Pero para esto, hay que ir hasta el final. Transformar estas 3 experiencias en banderas de lucha. Aún no se logra. ¿Qué lo impide? Disposición de fuerzas Los trabajadores apenas se ponen en movimiento para defender justamente sus derechos e intereses, mostrando su fuerza, y los patrones ya se alarman. La primera disposición de fuerzas es, de un lado, los trabajadores que comienzan a recuperar sus métodos históricos de lucha, a construir nuevas formas de organización o fortalecer las tradicionales, y a construir alianza con el movimiento estudiantil. Y de otro lado, los patrones que movilizan a sus Gobiernos con sus partidos, sus medios de prensa criminalizando, sus policías reprimiendo. Al interior de los trabajadores se da otra disposición de fuerzas. De un lado, nuevas organizaciones que surgen para la lucha como cuerpos de delegados, coordinaciones sindicales, nuevos sindicatos, que aparecieron en estas luchas. De otro lado, la CUT que dirigida por la Nueva Mayoría viene en un nuevo diálogo con la CPC, a la vez que se

fortalece con el Paro Nacional. Además, está fragmentado en múltiples Centrales, Federaciones, sindicatos base. Con esta disposición de fuerzas, dos caminos se plantean. Dos caminos ante el Gobierno de Bachelet El fin del gobierno de Piñera ya muestra una desaceleración económica que está teniendo efectos: los despidos a cuenta gotas. Los patrones quieren descargarla sobre los hombros de los trabajadores para seguir asegurándose sus multimillonarias ganancias. Además, quieren pasar a una nueva ofensiva flexibilizadora, como si no hubiera ya suficiente trabajo precario. Dos caminos se abren ante este escenario. De un lado, el del diálogo estéril de la CUT con la CPC. Estéril porque se busca un acuerdo que sólo resultará en una moneda de cambio de una cosa por otra, siendo que se tiene mayoría en el Parlamento para hacer los cambios que los trabajadores necesitan. El otro, es el que mostró el paro en Mejillones, que buscó con su lucha la unidad de contratados y eventuales, terminando con la división que quieren los patrones entre trabajadores de primera y de segunda, uno de los pilares del Código Laboral y de la impunidad patronal. Pero no se logró. ¿Qué lo impide? Así como está la dirigencia burocrática tradicional de la CUT, surgen nuevas dirigencias burocráticas pero esta vez combativas: los dirigentes de la Unión Portuaria dejaron solo a Mejillones en la negociación después de haber conseguido la demanda del pago del retroactivo. Esto plantea nuevas tareas. No a los ataques flexibilizadores. Por un nuevo Código del Trabajo impuesto con la lucha. Por la unidad combativa, democrática y clasista de los trabajadores. Hay que impedir los ataques patronales que se preparan. Y terminar con el Código Laboral que rige desde la dictadura por uno a favor de los trabajadores. Sólo se podrá con la lucha. Pero para que la lucha no sea entregada en mesas de diálogo o negociaciones a puertas cerradas, hay que levantar como banderas la necesidad de refundar el movimiento de los trabajadores en base a la democracia directa de las bases con cuerpos de delegados, con el paro en solidaridad, y sin dirigencias burocráticas. En el camino de la unidad de las filas de los trabajadores, democrática, combativa, y con una política de clase propia, independiente de toda variante patronal. Para esta lucha, es necesario poner en pie un partido revolucionario de la clase trabajadora


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DEBATES Y POLEMICAS

El Frente de Estudiantes Libertarios y su deriva antineoliberal FABIAN PUELMA

La llamada “izquierda libertaria”, que tiene al FEL y a la OCL como sus principales referentes, se ha construido a lo largo de una década al amparo del imaginario libertario y del “sentido de época” propio de la situación abierta luego de la ofensiva neoliberal de los ochenta y la restauración capitalista en los países de la órbita soviética; a saber, un sentido común que relativiza el papel central y hegemónico que cumple la clase trabajadora como sujeto revolucionario; que rechaza la construcción de partidos revolucionarios de la vanguardia obrera que apunten a influenciar a sectores de masas desde una estrategia obrera y socialista, igualando el partido leninista de combate con su degeneración burocrática propiciada históricamente por el estalinismo; que no reconoce la lucha por destruir el Estado burgués y reemplazarlo por un Estado obrero basado en los organismos de auto organización de los trabajadores y las masas, como medio estratégico para el comunismo. Si bien los grupos de la izquierda libertaria se apoyan en este sentido de época, no tienen una estrategia revolucionaria clara, por lo que en su interior conviven diversas visiones. Sin embargo, la situación política abierta luego del 2011, el desplazamiento a derecha del Partido Comunista y la politización del movimiento estudiantil, han abierto un terreno fértil para la construcción de diversas organizaciones de izquierda. El crecimiento del FEL, la creación de la UNE y el avance del PTR, entre otros, son expresión de ello. Estamos en un momento de “disputa estratégica” al interior de la izquierda. En este marco, la mayor visibilidad y cargos conquistados por el FEL, además de las nuevas pruebas de la lucha de clases nacional e internacional, han obligado a la izquierda libertaria a tomar decisiones y definiciones políticas, debiendo matizar el lenguaje etéreo y ambiguo al que nos tienen acostumbrados, y con el cual han podido sumar militantes y mantener cierta cohesión durante años. Aunque muchos lo lamenten, los eslóganes “arriba los que luchan” o “crear poder popu-

lar”, ya no bastan. Estamos en un momento de definiciones políticas. Veamos. La estrategia de ruptura democrática Pese a la indefinición estratégica general de los libertarios, claramente se ha instalado como política hegemónica la llamada “estrategia de ruptura democrática”. En la declaración “La izquierda libertaria y el nuevo ciclo político”, los diversos grupos que la firman se plantean como objetivo “romper con el modelo neoliberal y tensar la necesaria apertura democrática en el plano institucional”, mediante el impulso de “reformas tanto políticas como redistributivas”, que apunten a “una ruptura con el paradigma neoliberal y con la política de los consensos. (…) Lo anterior, porque consideramos que la única garantía de que las reformas redistributivas impliquen terminar con las políticas neoliberales, radican en el protagonismo de las organizaciones sociales en su elaboración y asimismo en un estado general de movilización ante posibles bloqueos, faltas de quórum o cambios en aspectos medulares en la tramitación parlamentaria”. No hacen falta comentarios, estas organizaciones libertarias han optado por engrosar la lista de los grupos anti neoliberales. Su objetivo: romper el modelo neliberal; su programa: reformas políticas y redistributivas (¡es decir, distribuir más equitativamente el producto de la explotación patronal!); su método: participación en la elaboración de las reformas y presión sobre el gobierno y el parlamento. Para los marxistas la lucha táctica por demandas democráticas, que hoy indudablemente están en el centro, tiene por objetivo cambiar la correlación de fuerzas entre la clase trabajadora y la burguesía, mediante los métodos de la lucha de clases. Para que esto apunte a una dirección revolucionaria es indispensable articularlas con un programa transicional anticapitalista y utilizar estas batallas parciales como punto de apoyo para el desarrollo y fortalecimiento de una vanguardia obrera, que dispute la

dirección de los sindicatos y logre ganarse a los sectores oprimidos en pos de la lucha por la revolución obrera y socialista, lo que está indisolublemente ligado a la tarea de construcción de un partido revolucionario que surgirá y crecerá al calor de estas batallas como producto de la fusión entre los marxistas y la vanguardia obrera. Esa es la tarea estratégica que nos proponemos y es esto lo que guía nuestra acción cotidiana. Las organizaciones “anti neoliberales” son un obstáculo en este camino. Y en eso se han transformado estas organizaciones libertarias. Marcel Claude y la Red Libertaria Pero para medir a una organización no basta con sus declaraciones. Es indispensable verlas en acción, sobre todo en las pruebas de la lucha de clases. Las elecciones presidenciales fueron una pequeña prueba. ¿Cómo respondió la izquierda libertaria? La estrategia de ruptura democrática se desplegó elocuentemente con la participación activa que brindó la Red Libertaria al Movimiento Todos a la Moneda, encabezado por Marcel Claude. No desarrollaremos acá una crítica sistemática al movimiento TALM, pero si hay algo que quedó claro, es que Marcel Claude personificó un programa de reformas anti neoliberales con el objetivo de “romper la institucionalidad”. No se trató de una candidatura con un programa anticapitalista y clasista. Su candidatura, lejos de contribuir a que sectores de masas rompieran con las “ilusiones posibilistas” frente al capitalismo y la democracia burguesa, contribuyó a entramparlas en la utopía de que es posible conseguir “dignidad y soberanía” con ciertas reformas sin acabar con el sistema económico y social que consagra el capitalismo. Esa es la función histórica del reformismo, y ese es el rol que jugó la Red Libertaria en las pasadas elecciones. La ruptura democrática y la defensa del chavismo

Pero Marcel Claude no fue un accidente en el camino, pese a que muchos se arrepientan de este episodio. Basta con mirar la ubicación que han asumido gran parte de las organizaciones libertarias frente a los últimos hechos en Venezuela. Francisco Sainz, dirigente del Frente de Estudiantes Libertarios, se encargó de dejar bien clara su postura en una columna escrita en El Dínamo, titulada “El movimiento estudiantil chileno y Venezuela”, que es un pomposo panegírico al Estado Bolivariano: “Tomamos partido claramente y sin concesiones por la democratización y socialización del poder político y económico, por la integración latinoamericana y la amistad entre los pueblos. Tomamos partido por la continuidad del proceso bolivariano”. Esta misma posición se tradujo en las declaraciones de Melissa Sepúlveda y en la participación del FEL en diversas acciones en apoyo al gobierno de Maduro. No es de extrañar que diversos militantes anarquistas y libertarios, tanto en Chile como en Venezuela, salieran a polemizar fuertemente con el FEL. Y es que cada vez van quedando menos dudas de que uno de los ejemplos que toman los ideólogos de la “ruptura democrática” para sostener su estrategia es el “proceso bolivariano”. Es evidente que los revolucionarios debemos estar en primera línea para enfrentar los planes neoliberales y pro imperialistas de la derecha venezolana, que es quien dirige las movilizaciones en Venezuela actualmente. Pero por ningún motivo esto significa defender el “proceso bolivariano”, que no es otra cosa que el proyecto del chavismo de un “socialismo con empresarios”, que apoyándose en un discurso de izquierda y en las concesiones dadas gracias a la renta petrolera, sigue manteniendo el capitalismo en Venezuela, los negocios del imperialismo y coarta la movilización y organización independiente de los trabajadores frente al Estado burgués, que es la única vía para impulsar una verdadera revolución que destruya efectivamente el Estado de los capitalistas.


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internacional

MADURO INTENTA ENCAUZAR UN DIÁLOGO CON LA DERECHA MODERADA

Presentamos extractos de la entrevista a Angel Arias, dirigente de la Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), organización hermana del PTR en Venezuela. La versión completa en: http://www.ft-ci.org/Maduro-intenta-encauzar-un-dialogo-con-la-derecha-moderada

¿Contanos cómo sigue la situación política después de la tensa semana de movilizaciones y enfrentamientos? Aunque hasta ayer continuaban varios focos en algunas zonas de clase media de la capital y otras ciudades del interior (…) son de menor intensidad y fuerza, pues el centro lo vienen ocupando más los llamados al diálogo y las “marchas por la paz” (…) la instalación de la “Conferencia Nacional por la Paz” convocada por el gobierno, aunque no contó con la participación formal de la MUD ni Capriles, sí tuvo la presencia de los dirigentes de las principales cámaras empresariales y encumbrados burgueses (…) Por eso hablar de un golpe de Estado, como hace el gobierno, en estos momentos no es muy cierto, no necesariamente porque no esté en los planes de sectores de la extrema derecha –quienes fueron partícipes del golpe de 2002 y el lockout patronal y sabotaje petrolero de 2002-2003, así como también lo fue el ala que hoy se ubica más moderada–, sino porque no es la línea, por ahora, de los sectores mayoritarios de la oposición, no pareciera ser tampoco por ahora la del imperialismo estadounidense, y por otra parte, este sector más “radical” de la derecha no cuenta aún con la fuerza ni las condiciones para dar un golpe (…) Resuminos un poco la situación económica y social que se vive.

Hay una crisis económica fuerte, signada por un agotamiento del esquema con el cual se movió la gestión de Chávez en los últimos seis o siete años, aproximadamente. Se expresa básicamente en una inclemente inflación –3,3% solo en enero, viniendo de cerrar 2013 en 56%– y alta escasez –28% en enero– de bienes y productos básicos, incluyendo insumos médicos. Por detrás de esto, una relativa escasez de dólares en el país y la puja por el nivel de ganancia de los capitalistas. (…) En fin, la persistencia del rentismo y la dependencia económica están en la base de esta crisis, así como la continuidad de las propiedades, negocios y usura del capital nacional. Ahora bien, aun cuando quienes se movilizan, donde tiene mucho peso un sector del movimiento estudiantil de derecha, hagan eje mediático en el derecho democrático a la protesta, sus demandas, su “programa” en lo que hace a la crisis económica es ni más ni menos que el país se arrodille a las exigencias empresariales (…) ¿Se puede descartar por completo la posibilidad de un golpe de estado, teniendo en cuenta que ya lo intentaron en 2002 y 2003 y que EEUU históricamente quiso sacar al chavismo del gobierno? De ninguna manera se puede descartar esa posibilidad, por esto que uds. dicen y, sobre todo, por-

que la etapa que se abrió con la desaparición física de Chávez es de inestabilidad y cambios bruscos, el tránsito a un nuevo régimen de dominio post-chavista no necesariamente será gradual y pacífico. Más aún con el agregado del agotamiento de todo un esquema económico que no puede sostenerse más (…) Un escenario ante el cual, sin lugar a dudas de ningún tipo hay que estar resueltamente en la primera línea de enfrentamiento al golpe (…) Por último, ¿cuál es la política y el programa que están planteando desde la LTS? Aquí venimos haciendo eje en mostrar claramente el contenido de estas movilizaciones, que hacen demagogia con los problemas del pueblo trabajador y pretenden abanderar el “descontento popular”, explicando también que el propio gobierno tiene una agenda de descargar la crisis económica sobre el pueblo trabajador, y haciendo énfasis por tanto en la necesidad de una irrupción en escena de la clase obrera con sus propias demandas y métodos de lucha, en contraposición a las demandas de la derecha y las propias políticas del gobierno. El asunto clave es que ante la agudización de la crisis, el gobierno y los empresarios discuten y negocian los ritmos del ajuste, un sector de clase media derechizada hay salido con fuerza a

presionar por una salida por derecha a la misma –tanto en cuanto a las medidas económicas como al carácter “destituyente” de las movilizaciones–, pero no aparece la clase trabajadora con sus propias demandas. Es una fuerza, potencialmente enorme, que asiste expectante, entre otras cosas por las burocracias sindicales, totalmente comprometidas con los respectivos proyectos patronales del gobierno o de la oposición, en la mayoría de los casos. De manera que venimos discutiendo tanto la necesidad de un programa que apunte a afectar las ganancias imperialistas y de los capitalistas nacionales, como de la lucha que hay que dar desde las bases organizadas y en lucha de la clase obrera por sacase de encima esas burocracias enquistadas en las organizaciones de los trabajadores, que condenan a la impotencia a la clase social más grande y potencialmente más poderosa del país. Estamos planteando entonces la coordinación de las muchas luchas que hoy se dan aisladas –y muchas veces por eso derrotadas-, el impulso de espacios de coordinación y unidad de las lucha en curso, de desarrollo de la solidaridad de clase, de encuentros obreros que unifiquen las demandas y que doten a nuestra clase de un programa ante la crisis nacional (…)


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¿A dónde va Ucrania? Claudia Cinatti. Partido de Trabajadores po el Socialismo (Argentina)

Después de semanas de violentos enfrentamientos, que dejaron un saldo de casi 100 muertos, entre ellos varios policías, el 23 de febrero el parlamento ucraniano destituyó al presidente Víctor Yanukovich, nombró a Alexandr Tuchinov (del principal partido opositor liberal) como presidente provisorio y llamó a elecciones anticipadas para el 25 de mayo. El proceso que llevó a la caída del gobierno estalló en noviembre del año pasado, cuando el entonces primer ministro de Ucrania anunció que no firmaría el acuerdo de Asociación con la Unión Europea, un tratado de libre comercio que el mismo gobierno venía negociando desde hacía años. Yanukovich volvió a su alianza tradicional con Rusia, aparentemente por una combinación de presión y ofrecimiento de dinero fresco por parte Moscú y rebajas en el precio del gas para que Ucrania se integrara a la Unión Aduanera Euroasiática, un bloque comercial dominado por Rusia, del que forman parte Bielorrusia y Kazajstán. Este anuncio disparó una oleada de movilizaciones, fundamentalmente de sectores de las clases medias, con un programa pro Unión Europea y una dirección reaccionaria, formada por una alianza entre las fuerzas políticas liberales y los partidos nacionalistas de la extrema derecha, cuyo emblema fue la ocupación durante tres meses de la plaza Maidán (plaza de la Independencia) en la capital, Kiev. Luego de intentar diversas vías para desmontar las manifestaciones, como la votación de leyes que restringían el derecho de movilización, Yanukovich decidió romper el impasse con una violenta represión lo que terminó precipitando su caída. Si bien las potencias occidentales que mediaron en la crisis habían auspiciado una tregua en-

tre Yanukovich y la oposición, que entre otras cosas preveía que este permaneciera en su cargo hasta diciembre, ante los hechos consumados rápidamente saludaron esta salida y ya están en Ucrania negociando con el nuevo gobierno provisorio las condiciones para eventuales “ayudas” financieras del FMI o la Unión Europea a cambio de futuras “reformas” económicas, es decir, más ajustes. Como lo hicieron hace una década, durante la llamada “revolución naranja” que sustituyó al gobierno pro ruso (también encarnado por Yanukovich) por otro más afín a los intereses imperialistas, Berlín, Washington y Bruselas vieron la oportunidad de operar en la crisis interna para implementar un “cambio de régimen” y, en su pulseada geopolítica, avanzar en atraer a su órbita a países de la ex Unión Soviética, que tradicionalmente estuvieron bajo influencia rusa –ya sea vía acuerdos comerciales o militares, como la integración a la OTAN. Difícilmente Putin se resigne a perder posiciones estratégicas como Ucrania, considerada vital para sus intereses, además de alojar la principal flota rusa en el Mar Negro. La crisis está lejos de haberse resuelto ya que tiene sus raíces en cuestiones estructurales, como la profunda fractura económica y cultural del país entre el este industrial, ligado a Rusia, y el oeste nacionalista y prooccidental, lo que ya algunos analistas consideran que puede llevar al separatismo, por ejemplo, de la península de Crimea de mayoría rusa. Más allá del carácter de las movilizaciones, lo que puso de relieve la crisis es que los gobiernos dominados por los oligarcas (los nuevos burgueses que se quedaron con las principales empresas con la restauración capitalista) ya sea pro rusos o pro occidentales, llevaron

a la ruina al país. Según datos del Banco Mundial, el PBI per cápita aun está por debajo de su nivel de 1989 y en promedio es un 10% del de la Unión Europea. La situación empeoró con la crisis capitalista que disminuyó la demanda de acero, la principal exportación ucraniana y desde 2009 la economía oscila entre la recesión y la recuperación anémica. Según la Unión Europea, necesitaría como mínimo un préstamo de 35.000 millones de dólares en lo inmediato. El nuevo gobierno será el encargado de hacer que, como en Grecia y España, sean los trabajadores y los sectores populares los que paguen esta “ayuda” con ajustes, devaluación y quitas de subsidios al consumo popular, lo que augura más crisis y convulsiones sociales. Dos campos reaccionarios Las movilizaciones de la plaza Maidán, aunque se dirigieron contra un gobierno corrupto, represor y defensor de los intereses de un sector de los oligarcas, por su base social, su programa y las direcciones que se pusieron a la cabeza, no representaban una salida obrera y popular para la crisis ucraniana. Si bien el trasfondo de las manifestaciones es el descontento producto del deterioro de las condiciones de vida, las movilizaciones tuvieron su epicentro en Kiev y el sector occidental del país, mientras que el este, donde está concentrada la clase obrera industrial, prácticamente no participó. Las ilusiones en la integración a la Unión Europea, a pesar de que la UE viene aplicando brutales planes de ajuste para descargar la crisis sobre los trabajadores, llevaron a levantar un programa coincidente con los partidos de oligarcas proimperialistas, como el partido Patria de Yulia Timoshenko, y la extrema derecha nacionalista anti

internacional

rusa, los principales referentes de la oposición e interlocutores de Merkel y Obama. Las milicias de la autodefensa de la plaza Maidán estuvieron formadas fundamentalmente por grupos de choque de reconocidos partidos neonazis agrupadas en el llamado Sector de Derecha. Estas direcciones, al servicio de los intereses de la clase dominante, le imprimieron su sello al movimiento. Por esto, a pesar de que el gobierno ha caído, el resultado lejos de ser una “victoria democrática” para las masas, como dice por ejemplo la Liga Internacional de los Trabajadores (LIT cuyo principal partido es el PSTU de Brasil), es un cambio de una camarilla capitalista por otra. El gobierno que suba tendrá como tarea aplicar los planes que exigen los representantes de la UE y el FMI, mientras que los oligarcas seguirán haciendo sus negocios. La extrema derecha nacionalista azuza el odio anti ruso al servicio de esta misma política proimperialista. La clase obrera no puede enfrentar estos planes subordinada al campo de Yanukovich y Rusia, que ya demostró que defiende los intereses de quienes se enriquecieron saqueando la propiedad estatal. La única salida progresiva a la crisis es que la clase obrera levante un programa independiente de los dos campos burgueses en disputa, que plantee expropiar a los oligarcas pro occidentales o pro rusos, nacionalizar la banca, expulsar al imperialismo y luchar por un gobierno obrero y popular. Claves Partido de las Regiones: partido del ex presidente Víctor Yanukovich, su principal base electoral está en el este y el sur en el sector ruso parlante. Patria: partido neoliberal, el más importante de la oposición pro occidental (tiene un 25% del parlamento). Su principal figura es Yulia Timoshenko, que hizo su fortuna quedándose con la compañía de distribución de gas luego de la caída del régimen estalinista. Fue condenada en 2011 por corrupción y liberada el 22 de febrero de 2014. Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma: partido de orientación similar a Patria, dirgido por Vitali Klitschko, famoso por ser un ex campeón de boxeo. Tiene alrededor del 15% del parlamento Svoboda (Libertad): partido nacionalista de extrema derecha dirigido por Oleg Tiahnibok. Accedió al parlamento en 2012. Sector de Derecha: red de organizaciones de extrema derecha que protagonizaron los enfrentamientos en la plaza Maidán, son anti rusos pero también están en contra de la UE.


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teoria marxista

La industria nacionalizada y la administración obrera

León Trotsky. 12 de mayo de 1939

Cuando entra en crisis el chavismo, ahora con la presidencia de Maduro, y su discurso sobre el “socialismo del siglo XXI”, golpeado por la derecha, pero preparada esta crisis por sus propias políticas, la definiciones de Trotsky sobre el “bonapartismo sui generis” son herramientas útiles para orientarse en una compleja situación política. Presentamos un extracto. La versión completa puede consultarse en: http://ceipleontrotsky.org/La-industria-nacionalizada-y-la-administracion-obrera-1 En los países industrialmente atrasados el capital extranjero juega un rol decisivo. De ahí la relativa debilidad de la burguesía nacional en relación al proletariado nacional. Esto crea condiciones especiales de poder estatal. El gobierno oscila entre el capital extranjero y el nacional, entre la relativamente débil burguesía nacional y el relativamente poderoso proletariado. Esto le da al gobierno un carácter bonapartista sui generis, de índole particular. Se eleva, por así decirlo, por encima de las clases. En realidad, puede gobernar o bien convirtiéndose en instrumento del capital extranjero y sometiendo al proletariado con las cadenas de una dictadura policial, o maniobrando con el proletariado, llegando incluso a hacerle concesiones, ganando de este modo la posibilidad de disponer de cierta libertad en relación a los capitalistas extranjeros. La actual política (del gobierno mexicano, N. del T.) se ubica en la segunda alternativa; sus mayores conquistas son la expropiación de los ferrocarriles y de las compañías petroleras. Estas medidas se encuadran enteramente en los marcos del capitalismo de estado. Sin embargo, en un país semicolonial, el capitalismo de estado se halla bajo la gran presión del capital privado extranjero y de sus gobiernos, y no puede mantenerse sin el apoyo activo de los trabajadores. Eso es lo que explica por qué, sin dejar que el poder real escape de sus manos, (el gobierno mexicano) trata de darles a las organizaciones obreras una considerable parte de responsabilidad en la marcha de la producción de las ramas nacionalizadas de la industria. ¿Cuál debería ser la política del partido obrero en estas circunstancias? Sería un error desastroso,

Trotsky en el podio. En las escalinatas, Lenin y Kamenev. un completo engaño, afirmar que el camino al socialismo no pasa por la revolución proletaria, sino por la nacionalización que haga el estado burgués en algunas ramas de la industria y su transferencia a las organizaciones obreras. Pero esta no es la cuestión. El gobierno burgués llevo a cabo por sí mismo la nacionalización y se ha visto obligado a pedir la participación de los trabajadores en la administración de la industria nacionalizada. Por supuesto, se puede evadir la cuestión aduciendo que, a menos que el proletariado tome el poder, la participación de los sindicatos en el manejo de las empresas del capitalismo de estado no puede dar resultados socialistas. Sin embargo, una política tan negativa de parte del ala revolucionaria no sería comprendida por las masas y reforzaría las posiciones oportunistas. Para los marxistas no se trata de construir el socialismo con las manos de la burguesía, sino de utilizar las situaciones que se presentan dentro del capitalismo de estado y hacer avanzar el movimiento revolucionario de los trabajadores (…)

Sería necio no tener en cuenta los peligros que surgen de una situación en que los sindicatos desempeñan un papel importante en la industria nacionalizada. El riesgo radica en la conexión de los dirigentes sindicales con el aparato del capitalismo de estado, en la transformación de los representantes del proletariado en rehenes del estado burgués (…) Contra esto no hay otra alternativa que luchar por la independencia del movimiento obrero en general; y en particular por la formación en los sindicatos de firmes núcleos revolucionarios que, a la vez que defienden la unidad del movimiento sindical, sean capaces de luchar por una política de clase y una composición revolucionaria de los organismos directivos. Otro peligro reside en el hecho de que los bancos y otras empresas capitalistas, de las cuales depende económicamente una rama determinada de la industria nacionalizada, pueden utilizar, y sin duda lo harán, métodos especiales de sabotaje para poner obstáculos en el camino de la administración obrera, desacreditarla y empujarla

al desastre. Los dirigentes reformistas tratarán de evitar el peligro adaptándose servilmente a las exigencias de sus proveedores capitalistas, en particular de los bancos. Los líderes revolucionarios, en cambio, del sabotaje bancario extraerán la conclusión de que es necesario expropiar los bancos y establecer un solo banco nacional, que llevaría la contabilidad de toda la economía. Por supuesto, esta cuestión debe estar indisolublemente ligada a la de la conquista del poder por la clase trabajadora (…). De todos modos, para utilizar esta nueva forma de actividad en interés de los trabajadores y no de la burocracia y aristocracia obreras, sólo se necesita una condición: la existencia de un partido marxista revolucionario que estudie cuidadosamente todas las formas de actividad de la clase obrera, critique cada desviación, eduque y organice a los trabajadores, gane influencia en los sindicatos y asegure una representación obrera revolucionaria en la industria nacionalizada.

PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas) de Argentina • LER-QI (Liga Estrategia Revolucionaria) de Brasil • LOR-CI (Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional) de Bolivia • LTS (Liga de Trabajadores por el Socialismo) de Venezuela • LTS-CC (Liga de Trabajadores por el Socialismo - Contracorriente) de México • PTR (Partido de Trabajadores Revolucionarios) de Chile • CcC (Clase contra Clase) del Estado español • LRS (Liga de la Revolución Socialista) de Costa Rica • RIO (Revolutionäre Internationalistische Organisation/ Organización Revolucionaria Internacionalista) de Alemania • FT-CI en Uruguay • Integrantes FT-CI en la plataforma Z NPA Francia


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