extravagancias Poemario de Roberto Bianchi – Uruguay
ir sobre las nubes en el vuelo siguiente y estar en ĂŠste ajustado al cinturĂłn atravesando un ĂĄrea de inestabilidad
en este carnaval es posible que se cianuren algunos impacientes los coléricos depositen su cuota transversal en una góndola de alimentos en cualquier supermercado mayorista
en este carnaval las marionetas tendrán cuerpo de luna incomunicadas desde la falda del creador que frenético conversa con su estómago estimulándolo para que finalmente hable
en este carnaval no estás conmigo y entre las baldosas corre un hilo intolerable de orines escapados sólidos como decenas de aguijones que amplían el dolor envuelto de gemidos donde esperan los escarmentados
estaciones ¿uno vive una o varias vidas?
1
¿qué fue de mis ojos que estuvieron presenciando el pasado?
si hay ciertamente un hilo conductor debe ser apenas el aliento
la suma de ahoras se hace eterna
lo que acontece fugitivo escondido en otros ojos tiene la instantánea medida de lo no acontecido y acaso la liberación de lo olvidado
2
pasamos por las estaciones como trenes rápidos que no reconocen el camino nada más que los rieles que pueden ser plurales así si atravesamos una historia dejamos afuera las esencias y nos queda un detalle -tal vez el más sensibleen la punta fugaz de la memoria
de todas las palabras vibra el eco y hay algunos silencios que escuchamos en profundidad silencios como alas sin abrir como gestos enmudecidos
3
llegué volteando sombras sólo miraba pies de idas y vueltas y un paisaje que no me reconocía
un detalle de alfombras paredes inventariadas de recuerdos algún arte fugaz las pequeñeces de la infancia en todos los rincones
llegaba entumecido de viajes sucedáneos ininterrumpidos con el coraje de asumir distancias y la fe en que todo llega
llegué
miré
salí
estaba la poesía galopando la noche a veces amanecía sin las luces en cuanto anochecían claridades
llegaba con una sed volcánica que nunca interrumpieron los líquidos las flores
los libros
ni siquiera la música llegada de otros tiempos
aquella sed tenía retornos escondidos y verdaderas voces que no fueron detalles
4
puedo volver a lo que no se vuelve sólo con desandar instantes aquellos del hilo conductor del aliento
nada será a deshora nada culminará desorientado
los almanaques son esencias huidas polifacéticos en sus temporales
me duele esa penumbra que aplasta al sur con sus cenizas y los salvajes ríos que arrastran geografías que apenas si se escuchan gestar un continente
puedo volver porque navego sueños
divisorias aunque sean solamente líneas imaginarias que apenas se entienden en los mapas - RB
frontera tú has triunfado eres el límite que todos desean para volver a casa
me he acostumbrado a todas las fronteras son mis filtros tolerados los detalles enrarecidos donde ya no puedo discernir
mi balcón me impide caer a la calzada la puerta se cierra para guardarme la historia se olvida para no cansarme la mano se alza para detenerme
los pájaros huyen sin acabar su canto y toda la eternidad se ha detenido para explicarme claramente que no va admitir que yo sea eterno
erráticos sabores las cortinas no son un secreto Teresa Coraspe
no sé si son visillos o fronteras una inconducente tela fría una cómoda ingenuidad que resguarda de miradas ávidas
ningún pliegue es ajeno a las voces que imagino en silencio a los pasos que sucumben en las esquinas ante a una roja recién encendida
la gente no adivina no se entera y si cambia de prenda en cada clima no lo siento en la piel no me motiva
no sé qué son los límites porque en el giro cierto de palabras y voces que imagino en silencio veo como cambia de piel cada vocablo se instala adormecido entre mis labios el extraño sabor del universo
el perd贸n de los dioses no deseo el perd贸n de los dioses ni las endiabladas curvas de la eternidad
ellos se ocupan de sus vastas regiones alquimias melindres blasfemias
tienen el poder sobre los elementos la poderosa herramienta del miedo
yo tengo solamente amor lo extiendo como una catarata de simientes mientras el aire se enreda en mi serenidad
amor que se eterniza alcanza en el cenit mi tiempo todo lo que me resta de las encrucijadas donde los dioses no perdonan
equilibrio perdido las alfombras fueron hechas para volar los mĂĄs antiguos vaticinios fantaseaban sus vuelos
por supuesto que el tiempo fue implantando borrascas vientos huracanados que no se compadecen con el vuelo limpio de una alfombra
entonces se impusieron los silbos motores carburantes aceleradores de ruidos y toda una cadena de tormentas que vulneran la calma de un tapiz
por eso introducimos flores en el lecho para doblar el cuerpo sobre otro inyectarle las manos abrumarlo de labios promisorios
por eso queremos compartir turbaciones y embriagarnos de hermĂŠticos amores
crĂmenes nos matan diariamente en la perseverancia caen derrotados los mĂşsculos las hembras con sus huevos fĂŠrtiles los varones casi desamparados en su dignidad
pero cuando matan la lucidez la ligadura
el rayo
una suerte de almendra es destruida
ese crimen que ciega las intimidades compone una infamia mayor a la de la sangre disparada a diario que riega lentamente el suelo
porque cuando matan la idea la simiente entonces dejamos de nacer
éxito lo cierto es el éxito indudable faz de lo actuado única verdad universal
sin explicar porqué sufre quien pierde se le ignora vive relegado
lo cierto es que quien gana tiene la verdad encaramada tras ella asoman sus ojos triunfales
sin conmover sin penas encubiertas quien pierde llora su derrota oculta su desesperanza
encuentro ese hombre encontr贸 algo entre los restos tal vez una revista un diario algo
ese hombre lo recoge y lo lee es una inmensidad en su miseria un elemental collar de letras que ante sus ojos bailan o se encuentran o disimulan como una novedad el abandono
lo que no vivo no creo lo que no vivo como las distancias a mi cuerpo las alternativas de inexistencia
parecen flores que desfilan ante abejas quiebran panales a mordiscos mientras cambian sus pétalos por brumas
no creo lo que me dicen sobre mareas rojas en los muelles cubriendo los navíos
lo que no vivo es rehén de la avaricia se acerca hasta que lo veo morir en triste absurdo de que no me vive
se siente destronado en su fracaso se arrastra lento bajo su conciencia que podría hacer y no lo hace
no existe aquello que no puedo vivir que se escapa en sucesos imposibles se esconde en simples accidentes
no puedo creer lo que me dice cuando asoma entre planes y palabras mostrando uñas se aleja y se regresa
no voy con cualquiera
¿cuáles son los pájaros que ríen? ¿los peces danzantes?
no voy con quien salga a desafiar ni con quien entrega dulces almendrados o trafica con droga no me conocieron prostitutas ni caballos de juego
mis rivales no me perdonaron se quedó corta mi sentencia por mi buena conducta
amo a quien suspira a mi costado y salta en mi cabeza
No me postergues Quiero esta noche dormir en tus ovarios la eternidad de una danza imperturbable sólo descripta en la imaginación de los volcanes únicamente expuesta en la salinidad de mi lascivia
Sólo me esperan oscuridades innombrables no llegará allí el sol ni la sombra de tu cuerpo Me voy un poco cada día empiezo a recordar cuando era niño y cada vez estoy más cerca de ese retrato viejo de mi padre Pero aún no me olvido de las cosas y te tengo como una algarabía produces un lleno en mi destreza conciliación de los sentidos manifestación de lo iniciado resurrección de lo perdido
olvidando que hay alrededores
1 me topé con paredes desequilibradas donde no era posible agarrarse te resbalabas como cuando patinas en la nieve que nunca supe pues no estuve en nieve patinable ni otra nieve más que capullitos en un cerro escarchado que pretendían y no eran hasta que vino un vecino que trabajaba con máquinas paleadoras allá en el sur casi hasta el fondo y decía a quien le oía que era maravillosa la turística ruta nevada pero te jodías si tenías que pelearla a diario y yo le creí porque al toparme con paredes desequilibradas prestas para que perdiera el equilibrio fui patinando hasta caer de nuca sobre la cerámica lisa y refulgente hasta la muerte
que se pudo haber dado pero sólo un desmayo momentáneo vino a caer sobre mi caída
2 fue cuando me olvidé que había alrededores aunque no fue la única vez tantas porfiadas y genuinas ganas de olvidar le dan a uno cuando ve quemarse vuelto loco algún alrededor descontrolado lleno de piruetas y de vértigos calzadas cuesta arriba y gente triste
3 uno se olvida sin querer trata de huir necesitadamente de las cosas cuando las cosas se tornan insufribles
antes no era así bien lo recuerdo cuando quería quijotear andar por las cornisas con esa condición de buena gente que me tocó tener porque algunos muchos que andan no reparan en sus alrededores por principio pero quería en ese tiempo cambiar todo y lo sigo pensando pero veo que aquellos que querían ya no quieren o cambian pedacitos
4 entonces me pregunto cómo es posible agarrarse de una pared resbalosa metido en el jabón de la tristeza o cómo desafiar la buena letra de los delegados la voluntad más militante que se asoma de modos y de modas mirando las almohadas para ver si reciben voluntades caídas que descansen sus cabezas pensantes de la extensa tarea
5
no quisiera volver a olvidar alrededores sobre todo si vienen de buen modo antes que se marchiten después sé que la tormenta debe terminar y alguien siempre reconstruye alguno no le importa y los más miran crecer enredaderas
procuraré enmendarme de caídas lo intento desde un tiempo atrás aunque siempre hay sorpresas que suceden cuando ya no te quieres acordar aunque sea por única vez
La indefinida realidad La gente pide clama desesperadamente luces disciplinada mira el informativo de la tarde se sujeta al asiento mientras asiste al desfile vertiginoso
asume la resistencia a los violentos informes a la práctica del desastre seleccionado de la noticia previamente incendiada
y como clama desesperadamente luces la gente se abate se deprime busca acción busca riesgo y arremete sobre las ficciones que después de todo de tan burdas le resuelven el caos le dan definiciones finales casi siempre felices a tanto drama inútil
por eso cada vez está más lejos la gente de las luces mientras reniega de su realidad nunca definida de su espera a mañana de su hoy desahuciado
cuerpo un cuerpo es algo más que un almanaque desafiando la cal unos huesos roídos
es parte de lo que anduvo dio lecciones de ética se fortaleció con alimentos subió al andamio para techar el cielo se abrió a las nubes y voló en setiembre en que la primavera se filtraba despacio
cuando el odio homicida el cuerpo fue tan solo un calendario donde los deudos sabuesan cada día pasan en bandadas las semanas en tropel los meses los años huracanan
un día el cuerpo flota elude la ceguera se posesiona firme del aire de este tiempo donde la piedra se volvió madera
entonces nos despierta a todos nos retuerce consigue que caminen ebrios
de falsedad acumulada algunos otros muchos gritan se afanan recuperan aliento para asirse a tanta voluntad desvanecida
el cuerpo entonces habla olvida el almanaque y con él desentierra arquitectos paredes agobiantes martirios incontables tragedias libros fotos de todo lo que fuimos
y se pone a contar en la vertiente de los desafíos porqué tanto silencio porqué no debes irte ni holgazanear en tu vereda mezclando los olvidos guardando en los cajones las banderas
el cuerpo dice tanto cuando calla que lo puedo escuchar en mi cerebro adivinar sin que nos diga nada la traza de caminos el oficio de despertar temprano para dar la cara
porque en un calendario los dĂas se perfilan las semanas se doblan demudadas los meses fraccionan soledades y los aĂąos escapan
filos bendito el afilador de cuchillos que ignora que es un árbol Mauricio Capelli - México
mi madre hacía cruces al afilador -trae mala suertedecía en sus plegarias que no la conformaban
cuando lo escuchaba silbar en la esquina mientras sus vecinas sacaban sus tijeras a afilar ella se escondía en lo más profundo de su silencio y hacía signos incomprensibles
nunca supo si era real porque no lo miraba únicamente sabía que era triste
al fin una pareja de ancianas cruzaba la noche buscaban un sitio sin lugar para ellas
si lo encontraran tendr铆an silencio por encima de las motos y los ruidos intensos
la noche existe sin ellas tan s贸lo es un refugio un c贸modo sill贸n negro y desierto
amar es un detalle insolente
amar no es un acto lascivo ni una claudicaci贸n aunque implique p茅rdida de conciencia
es un detalle insolente tal que los primitivos no lo diferenciaban de posesi贸n
no sustituye los latidos ni las volutas de humo de los desdenes
es siempre renacer despu茅s de roer un hueso delicioso
baile a Nina
las fibras de la música mueven y cosquillean en el aire es un baile de perlas desbordando la piel
mientras baila la flor sobre su boca se descuelga de rama el brillo encandila en sus ojos de hoguera
quiebra la cadera salta del pecho su trampolín latido
esa simple visión barre desalientos es como un claro de sol en un día nublado
el poeta con su balada al hombro el poeta triste con su balada al hombro Teresa Coraspe
no sé si estaba triste
tal vez la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas dijo Armando* con su verbo excluyente y salíamos a andar las calles de Buenos Aires bebiendo en todas las tabernas el vino seco de su tierra indígena y también estaban las mujeres de su cielo tejiéndole bufandas de coral entre faroles que no se apagan nunca
otra cosa sin embargo es la casa que cada uno recorre de puntillas casi desnudo en los veranos allí se multiplica de gerundios se abofetea con las baldosas corre hasta hallar la multiplicación de las esquinas
otra cosa es estar triste de ausencia y uno no puede dejar de recordarlo aunque tenga la celebración en los oídos la boca permisiva que asegure
los ojos de la manutención exacta de los peces aunque se escamen las pupilas de darnos privilegios amor en las trincheras como si la batalla fuese un pan de almas al ser abierto un duelo de ternuras
otra cosa sin embargo es la palabra también aquella que nunca se pronuncia no sé si estaba triste porque era porque ya no seré tal vez tampoco
lo cierto es que la balada continúa porque la lírica es descontrolada no se atiene a patrones ni a distancias ni siquiera a multitudes y en cada verso nuevo que presiento la voz poeta está tan viva como cuando los primeros asomos te palmean por encima del hombro * Armando Tejada Gómez, poeta argentino
espejismos siento las uñas crecer y me atropello en los espejismos
¿será que estoy en el cielo de los cristianos o clasifico infiernos como Dante?
me inclino por la última opción porque veo cómo se arrepienten de relojes llegan al borde de las alcancías y no dudan en abrazarlas
todo eso es más que un cielo que no alcanza tan sutil y despiadado cuando grita un cielo al que inventaron insolencias como que esté pendiente de una múltiple ascensión o de uno en uno como los espejismos
fragmentario
historia de convictos agazapados en torno a una constancia que lastima los cuadros siguen indiferentes en los muros y los huesos ya están acostumbrados
un campanazo desde el fin del mundo enciende los semáforos en rojo un bolso sobre el hombro camina su humildad porque sabe que nunca cerraremos la mano
tal vez conmueve ver pasar tanto cielo con su terrorífica costumbre de estar lejos ser inmenso tanto como gobernarnos sin que dejemos de insertarle designios
pasan por delante redivivos los ídolos que nunca nos conocen sin nada de piedad ni de vergüenza de que los sigamos adorando
en esta historia simple de fragmentos en la que nunca sabremos los finales los que filman en blanco los detalles lo falsifican todo para perpetuarnos
prejuicios en esos bancos estratégicos se fuman porros se orina al aire libre y se detiene el sol bajo algún árbol nada tan legal como infiltrarse en esa esquina te mirarán los fantasmagóricos etiquetados de negro los de los pies manchados de alquitrán los carritos con bebes acostados que miran sin mirar los vagabundos
no se debe enjuiciar una esquina por más que sea platea de las putas y el humo de la hierba penetre dulcemente
no se debe pensar en huellas ni estimular prejuicios si no se tienen lluvias en las manos para lavar la noche de las dudas y enfrentar la mañana sin orillas
Ser humano ve lo que no quiere ver por eso quiere ver
de noche carga hembras carga hombres carga historias
los hombros se apelmazan las venas como ni単as como viejas llevan gotas trasnochadas transparentes
hay amantes que se ahogan en un viento las amarras tan azules
hay sustancias
que recorren que vulneran que se hamacan en las sienes
ve y seĂąala ve y vomita cada hijo es un despegue una corola cada pie que pierde rumbo se atraviesa lo cadalsa
por eso oĂr alarmas y despuĂŠs saber que la mirada no contesta se esconde se hunde por no ver lo que no pasa
lunas en la pared
lo que importa es como la raíz al tallo como el tallo a la flor tan roja como caras de muchachas pintadas en la noche
importa no desesperar aunque todo indique que se está montando una calamidad -la mano de los piratas y aprensivos siempre está dispuesta en sus intentosimporta porque hay señales ciertas que los demás también estamos listos
a lo que importa -dije un díale falta suceder aunque mucho ha ocurrido en los entretelones de esta era
ocurrió por ejemplo que sonríes aunque no estés en tu eterno paraíso que hemos caminado entre luciérnagas en esas noches en que el aire duele y sabemos porque está escrito en las paredes de los anonimatos que los signos de ahora tan indescifrables para no convertidos
significan que alguien piensa quiere y ese es el camino
las se単ales no van a interpretarte -dicen otra cosapero hay lunas en todos los espacios
Olvidos
los quizás son como los olvidos inconsistentes melancólicos imprecisos
son tantos que vulneran como las veredas que salpican el pie como los semáforos en luces amarillas como un mareo yendo en bicicleta
hay olvidos que alivian que dejan respirar que decretan que la vida siga sin los obstáculos contundentes de la recordación de la memoria indebida
también están los otros aquellos que lo borran todo la cara de la ausencia -por ejemploque se antepone a nuestra voluntad de no estar solos
¿dónde está tu dios? ya que lo reclamas allí está pues el sol amo supremo
nada sobreviviría sin su fuego nada ni minúsculos cuerpos de neblina nada si no es su enardecida vibración
solemos adorar inconsistencias palabras extremadas fariseas por allí se cuelan las demencias la pobre devoción el pan solemne
y sin embargo nada que nos beba nos retorne a la infancia donde jugábamos a ser creyentes
allí está el sol siempre curvando mi ventana siempre ocultándose para ser de nuevo sin condiciones ni rezos únicamente pregonando vida
allĂ estĂĄ el sol si reclamas un dios entre las sombras
tragedia muda Uno se va quedando solo en esta tierra Teresa Coraspe
es cierta la soledad me acuerdo de abuela que tenía ciento un años preguntaba a quien quisiera por qué no se acordaban de ella cuando todos los suyos se habían ido
es cierta la tristeza cabe en la penumbra desvelada en la porosa intensidad de los huesos se nutre de cristales que sin anuncio estallan de cuentas de un rosario en que ya no se reza nunca en cuellos que se alargan buscándose entre cabezas idas en esa formidable desazón tan gigantesca que viaja por adentro es la soledad sin banderas ni dinamismos una pequeña muestra del espanto la gran tragedia muda de vivir tanto tiempo ir quedándonos tan solos en angustiada espera de algo que nos dispare los sentidos y los sinsentidos aunque no sepamos nunca muy bien de qué se trata
el lento viaje de las horas las horas soportan la ansiedad como esta silla mi cansancio aparecen se desgranan en eternos segundos sosteniendo mi desazón o se despilfarran en lluvia de meteoros cuando están felices
desnuda está la espera como un íntimo disimulo con una deliberada constricción de esperanza
el tiempo no aguarda mi despertar durante el sueño quiere señalarme decirme susurrando:
no importa que no estés viviendo mis minutos conciente de estar vivo igual sigo pasando firmemente como un viejo dromedario en una tortuosa pero segura liviandad allá al final de todos modos y sin ti continuaré viajando
el mundo es un espejo
esas palabras rotas en la boca ya nos suceden nos acuden nos reflejan
son las palabras que se dicen callando cuando no es tiempo de suceder y nos sucede
es que es tanto el lapso que pasó en las entrañas tanta la luz que penetró en los ojos tanta la mirada que no pudo verse
el mundo es tan inmenso en su pequeñez tan insignificante el pie que me sostiene el paso que no puedo dar más allá de mis piernas
esas palabras rotas de silencio están bendiciendo una esperanza aquella que no puede asirse aunque nos ronde
el mundo es un espejo en el que tengo imágenes guardadas
vivir nada se pierde de lo que se ha vivido aunque se desintegren los cometas y aquellos que caminan esa senda no vuelvan a pisar los mismos sitios
nada se pierde de lo que se sufre tal vez olvides engañosamente o te multipliques en justificativos o simplemente dejes caer los brazos
nada se pierde de lo que se goza aquel beso o tal vez la mirada que jamás volvió la caricia más leve el pensamiento osado
nada se puede escapar de lo nacido de lo que marcó la piel del libro que leímos de lo que se engendró consciente o sin saberlo sólo se pierde lo que no se vivió
encadenados impíos reprimidos de búsqueda de entera satisfacción
huérfanos de secretos viciados de sombras y de luces
cadena de azules y amarillos secuelas sin letra detenida comunicados con el mundo en una ventanita
buscados en las páginas abiertas encontrados en diástole
estamos allí en la nada usando los canales de los amos
cautivo estar en cautiverio es como volar muy bajo se siente el roce inevitable de la tierra se enrosca entre las alas la humedad y el salitre
estar en cautiverio es como no haber vivido representa un calvario donde los clavos arden donde el reguero de sangre se coagula
estar en cautiverio es doblegar el límite de lo insaciablemente requerido ser un extraño mito al quedar libre
te lo digo por aquello de que no me conoces y no importa si lo que estoy diciendo me compete no analizarás si estuve preso ni de qué ni de cuales ni de cómo en que medida me condenaron las circunstancias
ni siquiera si las amarras eran brazos livianos como chispas seguros como besos
como ayer siempre te espero aunque me digas que la tierra es roja y plantes azucenas aunque razones en voz alta tus quejas y mi oído ya no se asombre como antes
siempre te espero aunque hoy no te suba la sangre ni presione tus frágiles arterias como ayer y me digas que yo te vulnero
te espero siempre como te esperaba cuando aún no nacías en tiempos de trinchera y desespero en cólera y tabaco
te espero también cuando me odias rigurosamente y me condenas a ser aún más atento mucho más permisivo con los desbordes de tu lejanía
te espero sin que escribas una línea ni me llames cuando lo necesito ni me des a guardar tus amapolas regias y fragantes en la dicotomía de la siembra
pues nos sembramos para ser cosecha de días que están siendo o que serán quien sabe donde ya no tenga que esperarte
besos que faltan desnudan los azules al parecer se acelestan los grises azulados será que el río se asombró de tus ojos ausentes de la temeridad de mi entendimiento que pretende saber el rito de cada luz encendida y todos los besos que faltan los labios ya no tienen remedio parecen gajos de naranjas marchitas asas de un recipiente vacío pero no me faltan sendas espacios donde me esperance donde me quepa un pestañear una minúscula claridad vías en que la saliva arde las encías se parten los dientes se enloquecen lo que se mueve dentro es un escándalo besos porque encantan descubren interiores pasionales restos de barbarie anticipan los sonidos de la sangre cuando fluye insaciable por arterias despiertas besos que están aguardando en la extraña languidez de los labios cuando se humedecen de deseos con la intensidad de un gris que aumenta
los cielos se pueblan de ĂĄngeles perdidos pequeĂąas marionetas de neblina y dedos verdes que pretenden usarlas como aves que no se despidieron los besos se pronuncian en bandadas lejanas semejando alas diseĂąos de bocas que se marchan besos que se olvidaron de la sangre se desprendieron sin saberse tan dĂŠbiles como promesas expresadas en los aeropuertos
atardecer
cuando se acuesta el mar cuando ya no copula con las rocas cuando se duerme en la sĂĄbana de arena acaso sueĂąa sus peces invisibles se despereza en acuarelas y recuerda tibiamente los rĂos en otra inaugurada soledad
No hay otra razón creo que escribo para rescatar la inteligencia subir en un tren andar un esqueleto por las vías un despojo de andrajos tras otro uno y uno más desfilan con sus ofertas imperdibles abiertamente miserables
no hay otra razón nadie leerá este discurso escribo al final de un viaje o al medio de mi inquisición que cuestiona por qué escribo
no hay otra razón tan sólo somos más nos amontonan y los necesitados dan respiro a los más necesitados la miseria se enrosca irreversible
nadie va a encontrar estas palabras ni las puedo conducir a los que imploran creo que escribo inútilmente en el transcurso de una réplica infinita
final supe desde lo verde como sabe a humedad germinal la hojarasca en cuales vértebras se inserta el tiempo con sus caracoles de asombro
se estrecha la piedad en torno a la razón y se despide de todas las virtudes
nada te traerá tanta calma como la copa de tu árbol cuando sepas desde lo verde cómo arde la lluvia