VIVIR+ ❱ E.5
AM de Querétaro / Domingo 24 de agosto de 2014 / amqueretaro.com
VIAJES+DESTINOS Actualmente son hogares que se han convertido en alojamientos para los viajeros.
Auto
Desde Guadalajara tomar la carretera Tepic-Puerto Vallarta y llegar al K. 113 a 5 kilómetros de San Pancho.
En autobús
Tomar en cualquier central de autobús un camiónde Guadalajara hacia La Peñita de ahí cualquier taxi te llevará a Punta Monterrey, o bien el gerente del hotel puede ir por ti.
Precios
$1,040 aprox. por persona por noche en ‘bungalows’ $ 1,170 aprox. por persona en cabaña rústica $ 1,430 aprox. por persona en cabaña de lujo *Con capacidad para 2 a 4 personas. Incluye las tres comidas, sin bebidas alcohólicas. Éstas puede llevarlas el visitante.
Un edén entre la selva y la bahía ››Justo en medio de la selva tropical y la bahía se encuentra un pedazo de edén, para aquellos que prefieren de su privacidad Gina YunuenTrejo
DESLUMBRANTE Los turistas disfrutan de conocer a quienes dirigen el lugar, y aprender sobre la historia del lugar. /fotos: Cortesía
Punta Monterrey se localiza en Bahía de Banderas en la Riviera Nayarita, muy cerca del poblado de San Pancho. Para llegar aquí hay que seguir un sendero de casi tres kilómetros de pura selva tropical. Sinuoso y hasta un poco perdedizo, al final te deslumbra con la brillante luz del sol reflejado en su playa virgen que da origen al paraíso mismo. Declarado por el gobierno desde hace 27 años como reserva ecológica, Punta Monterrey se caracteriza por ser la selva tropical más al norte del mundo, estando a la misma altura de Tailandia y Hawái, por lo que aquí es el hogar de la palma cocotera de aceite, la parota, de árboles de madera fina como caoba y, por si
fuera poco, de jaguares. Una vez tocando la arena del tranquilo mar, te acompañan durante todos tus pasos y estancia simpáticos cangrejos que ya son huéspedes distinguidos de la única propiedad ubicada en Punta Monterrey. Su propietario, Jaime Acosta, relata que sus abuelos adquirieron 40 años atrás un pedacito de este lugar, usándola como casa de verano y al ser declarado reserva nadie pudo sacarlos de aquí. Desde hace nueve años, quisieron compartir este edén con el resto del mundo, adaptándolo como un ‘resort’ muy acogedor y privado, que cuenta con solo 12 habitaciones: cuatro ‘bungalows’, cuatro cabañas rústicas y 4 cabañas de lujo, todas con vista a ese mar soñado, lejos de la señal telefónica y televisión (que en verdad no hacen falta), ideal para desconectarse del mundo. Aquí sobra decir que el tiempo se pasa volando contemplan-
do el mar, caminar por sus 600 metros de fina playa, nadando, haciendo kayak o simplemente meciéndote en la hamaca dejando que la tranquilidad y el golpeteo de las olas te relajen. Cada mañana, muy tempranito, se sale a pescar, y todo lo que se encuentra se convierte en el manjar que llevarás a tu boca. Aquí la hora de la comida es todo un ritual, te sientas como en casa, conviviendo con el resto de los huéspedes en una sola mesa, reuniéndose como una gran familia y compartiendo charlas amenas mientras los alimentos con una exquisita sazón casera sirven para estrechar lazos. Por su incomparable vista, Punta Monterrey también es ideal para realizar yoga. Con regularidad se organizan retiros de esta disciplina para aprovechar ese contacto único con la naturaleza y nuestro yo interior, alcanzando sin problema alguno el nirvana.