PAGANO
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Emoci贸n: Tumulto de gaviotas liquidas que se evaporan.
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Próximo sigiloso en cercanía al silencio mojado como una anémona que danza con el mar Húmeda respiración de onda lenta Silencio estas ahí oscuro y absoluto desnudo de túneles Ausencia : Te niego el espejo y la silla. Te veo habitado por un eco que cae y no termina de caer. Aun ahora que repites tu nombre en el ahogo y sin vocales.
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Nombrar es una intención un deseo de dibujar la transpiración silente de las piedras las lagrimas gaseosas del pez el vértigo detenido del halcón. Es también una cobardía un límite de la boca en la luz del sonido.
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Fermiones y Bosones carne y deseo algo más perfecto y sutil que el aroma abstracto y eléctrico de estas letras. Misterio en el milimetrado papel donde respiran las formulas. Helio químico que configura espectros usurpadores y mapas en la piel.
Horadado por los caminos inflexibles que me cruzaron 6
que seguí. Perdí mi linterna de laberintos mis puentes y escaleras. Fracture la brújula de mis piernas perdí los cordones de mis zapatos.
Con carácter de naufrago oteo la noche que me niega soberbia todo destello.
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Las preguntas precipitan mas preguntas llueve la duda… llueve en el rincón de la celda llueve mastico el mendrugo de pan. Se desmorona la noche desde arriba y los escombros de la sombras extinguen la voz de mis manos.
Me resto para habitar esta patria inexistente y deleitarme con esculturas de agua en lo fondo de lo oceánico. Doy zarpazos líquidos 8
buscando materia un verso granĂtico hundido en la tiniebla. Sumo una luz negativa a esta sombra que ahora se levanta y recoge sus huellas silenciando todo rastro.
Habituado el espejo se despliega condescendiente. Su rutina de hacernos transitar por su paĂs extraĂąo contenido y bruno enardecido en el negro. 9
Rasguña al día y deshilacha la luz como una raíz solar que se cuela por la rendija de la puerta que lo oculta.
Le llovió la cara le llovió la boca y las letras crepitaron húmedas sobre la criatura. Se mezclan los Aleph las beth. Dibujaran entonces las otras también de su presencia 10
el trazo astral que permanece abortado del tiempo. La sensaci贸n nos llueve con el sabor de las letras.
Y jugamos cruzando cuerpos hasta despertar el Golem. Entonces sufrimos comenzamos a crecer a ser Dioses.
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Vertido como un soplo aéreo Ingrávido. Esta conducta de luz Invade los vacíos. Entonces lo lúgubre florece estupendo en su lirio negro. Finalmente la oquedad nace al aroma 12
y se viste de lluvia. Lo aéreo cae en copula de raíz.
Germina entonces el carnaval de protones en las substancias elementales. Horadado por la ausencia mineral orbita deseante el inicio y lo orgánico. Efervescente biología De espuma. Baba de ojos multiplicados bufa ahora el caleidoscópico parir de tu cría.
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Mora en mi bosque: El aullido de un lobo lento.
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Solemne con la muerte. Solemne con el huracรกn de aullidos que habita la ciudad que invoca a las bestias y acaricia la leva incendiada. . El rumor subterrรกneo canta funerario oceรกnico en avance mineral y mortuorio en retroceso. Solemne mientas cava el lecho de todo lo que vio primavera o brillo friรณ en la lluvia de los bosques. 15
La tierra ruge la tierra grita su mineral alarido de semen sulfĂşrico. Humea la palabra patria aun en la ceniza volĂĄtil. Nieva negro en el templo seguimos erguidos solemnes. Entonces abrimos los ojos para salir para despertar y levantar a nuestros muertos.
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Una brizna de masa pétrea. Un ataúd eléctrico de vacíos que se multiplican y se vuelven a reproducir. Una posibilidad de infinitos túneles… una hebra de infinitas galerías. - Multiplico y vuelvo a multiplicarSe enfrentan los espejos el universo detona.
Preferí los pensamientos al papel. 17
Redacte en la partitura los deleites que del paisaje rebotaron a mis ojos. Me sentí ahogado entre la gente y construí un templo sin sacerdotes un espectro nuboso en la audacia del arquitecto. Ahí manche las paredes blasfeme y fui inmundo ahí estuve maldito y saboree en el dolor la vergüenza. Comí cada piedra pateada por un zapato. Ahí destripe mariposas y conduje fieras que me temieron. 18
-Ahí fui todo carne y todo deseoLos huesos me reventaron como esquirlas y parí balas óseas columnas de muerte costillas como guadañas fémures como mazas de guerra. Sin embargo preferí los pensamientos al papel vapor sutil de las letras que emigran desde las veredas cada mañana con cada sol.
Llovía negro en esa ausencia árida. Mil siniestras sonrisas craqueladas 19
se perdían. cuando en su carácter resbaladizo lo húmedo las copulaba. Fue entonces el rechinar de dientes bajo la tierra Yerta. Animaciones y gestos de lo antiguo y muerto Yesca de silencios atrapados en el miedo. -deberían emerger y germinar-
No retengo el interrogatorio de las grietas que sostengo como ojos. Árido el territorio de mi sal la fisura vuelve pozo 20
acantilado y yaga. Entonces el magma la arteria calenturienta levita en su poción. Las preguntas gaseosas se inflaman elevadas sobre la cáscara. La vieja piel muere de rastrera realidad húmeda y subterránea.
Busca parir escondido el laberinto preñado de brújulas. Un sortilegio conjurado e invocado en los magos ha producido 21
la saciedad de la venganza Los álamos entonces se inclinan mansos a la instrucción de lo etéreo a la ley de lo liquido que viaja suspendido en el viento.
Epilepsia del papel coágulos en la tinta. Arrastro las huellas del camino. Arrastro el horizonte estrecho y vagabundo de las callejuelas.
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La convulsión de las consonantes en estos gemidos y en estas manos me acompañan. Emergen rostros miles de rostros desde las paredes.
El hedor del miedo es la vergüenza húmeda en sus pantalones. Miles de rostros como criptas sonríen dicen: somos felices.
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Se alejan perturbadas las aves por la explosi贸n. Inimaginables columnas de magma brotan en las calles. Se trastorna el cristal coronario que llamamos cultura. Perdemos el lenguaje pierdo tu nombre pierdo las formas de llamarte me quedar茅 solo.
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Quedamos ciegos se fracturan las piernas. Amarga la muerte se refocila en nuestro miedo.
Susurro Abril : Racimos nos llueven en la cosecha que bebemos.
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Floto. Levito suspendido como un signo en una marea etĂŠrea. Viajo ingrĂĄvido sin lenguaje. -no hay donde poner los piesMe sostiene un carĂĄcter de pregunta una esperanza de helio que no encuentra respuesta.
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Llueve y los colores se encienden. El árbol lava su copa y se llena de pájaros Húmedos este brindis dibujado en la ventana empañada. Vendrán más inviernos en mi amor y podré entibiar tu mano con el horizonte lleno de águilas flamígeras. Podré recorrer el olvido desde el susurro de tus manos incendiadas y los colores seguirán prendidos y nosotros seguiremos brindando.
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Me arropo con el aroma de este silencio. Edifico una sensaci贸n que se transforma en patria. La luz dibuja tenue el borde de este abismo. Entonces en la espora del verde m谩s profundo Inicio el viaje.
Te amo temprano 28
para que en el dĂa la luz te despeje con alegrĂa. Te clavo en el pecho desde lo sutil este ramillete de luces para que un murmullo de esperanza te anuncie el viento y empuje tu barca. El cielo es inmenso y no cabe la primera letra de mi amor.
Tu fĂŠrtil humedad alumbra el misterio 29
que entierro en ti. Las raíces de esos ojos serán un vínculo más allá de la carne. Y se vera en ti el lomo encabritado que de su fuerza proclama y exige. Un nuevo tiempo un nuevo amanecer entre las palmas de las manos. Será entonces el dolor solo una ceguera efímera.
Un ojo que mira mientras duerme en su parpado la ceguera que anuncia lo indescriptible de la luz que nos entibia y guía.
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La nostalgia nos anuncia un destello perfecto. Luz por el tamiz del silencio. Lo macerado del que amo 31
del que fue amado. Un exilio que nunca saldamos en aceptar una distancia que nos redime de vanidad y miedo. La nostalgia como una libélula tarda alba y etérea.
Perderé las horas para encontrar refugio en la esperanza que alumbra tus ojos. Permaneceré eterno como un padre que brota en nosotros 32
cuando bajo la higuera esperamos el parto de lo azul en flor que inaugura el invierno Perderé todo solo por la ilusión de volver a encontrarte.
Despertaras
el otoño dorado Que naufraga ebrio En la luminiscencia calida De todo horizonte De toda tarde Despertaras Acompañada de la floresta Y en joya el rocío Posado en tu pelo húmedo. Las estructuras 33
los jueces sonámbulos quedaran atrás perdidos en el desden del olvido. Despertaras Y junto a ti Mis atomos seran Una danza Un cortejo de colibrí. El cuerpo no será una frontera y podré exiliado de mi besar tu alma. Las espirales del universo cantaran tu nombre como la primavera canta amarilla en sus flores simples perfectas . Nos amaremos en lo abstracto en la belleza que mora mas allá de nuestros ojos.
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