Kenia 5ta. parte

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QUINTO DIA Nos levantamos a las 7.00 de la mañana, las maletas ya estaban preparadas y después del desayuno, nos dirigimos al Airstrip de Nanyuki, allí nos esperaban las avionetas para ir hacia Ngerende en la Reserva de Masai Mara. El despegue fue un subidon de adrenalina y al principio todos íbamos atacados de los nervios, parecía que íbamos en un coche con alas, luego ya nos fuimos tranquilizando y pudimos disfrutar del paisaje que veíamos desdé las ventanillas.

Llegamos a las 10.30 y nos recogieron los Rangers en los coches para llevarnos al Hotel Mara Safari Club y como estaba dentro de la reserva, realizamos un safari de camino .


La suerte fue impresionante ,ya que en un momento en el que estábamos observando unas cebras, ñus y una gran cantidad de impalas, vimos como gran cantidad de babuinos se acercaban a estas ultimas con sigilo, echaron a correr todas y los babuinos igual y uno de ellos, el de mayor tamaño atrapo un bebe de impala y sin esperar un minuto, empezó a comer, los demás se le acercaban y el gruñía y los espantaba y cuando acabo les dejo lo que quedaba, fue una experiencia que nunca olvidare.


A las 1.00 llegamos al Mara Safari Club, todos nos alegramos, as tiendas tenían terraza privada sobre el rió Mara que rodea el hotel por tres partes y se encuentra en el Ol-Choro Conservation Área, en la Reserva de Masai Mara, a los pies de las colinas de Aintong. Los hipopótamos y los cocodrilos estaban a nuestro lado y los babuinos deambulaban por las ramas de los arboles jugueteando.

Después de comer nos dieron el numero de la tienda que nos correspondía y olé nuestra suerte, que la nuestra era la


ultima, osea la mas alejada, empezábamos bien. Cuando llegamos a la tienda estábamos impresionados ,eran muy espaciosas y de aspecto colonial ,todo tipo de detalles y agua caliente y electricidad ,aunque de 12.00 de la noche a 6.00 de la mañana nos cortaban la luz ,en ese momento no le dimos importancia.

Yo como hago siempre que llego a un sitio nuevo, cogí mi videocamara y me dispuse a grabar, primero el rió y todo el paisaje verde que nos rodeaba y luego el interior de la tienda para tener un recuerdo, pero al llegar a la inmensa bañera redonda, ¡¡¡ay mamaíta !!!! que susto, la bañera estaba llena de sangre y de trozos de carne, ¡¡que asco, yo me quería ir!!!!Fuimos a recepción y la explicacion del hotel era que algún babuino al ver ventilandose la tienda entraría con su presa para que sus compañeros no se la quitaran y allí se dio el banquete padre. La dirección del hotel, fue muy amable y nos colmo de atenciones, flores, bandejas de frutas y botellas de vino, pero yo no las tenia todas conmigo. Fue el cachondeo de todo el grupo en las primeras horas y alguno llego a decir que era budú, el caso es que todo me pasa a mi no se como me arreglo.

Después de comer y una vez instalados llego la hora de salir a las 15.30 de safari por Masai Mara, ya que al atardecer la


sabana en días de sol adquiere diferentes colores y va transformándose a medida que pasan las horas, fue una tarde muy fructífera ya que vimos familias completas de leonas con crías de todos los tamaños, contamos hasta 40 ,pero descubrimos que en la sombra había mas, los leones estaban separados y tumbados, mientras las hembras eran las que cuidaban de que los pequeños estuvieran bien.

También vimos varios leopardos en los arboles tumbados en sus ramas, hienas, jirafas, pumbas, cebras, impalas, ñus ........ Cuando regresamos al hotel, no nos cogía un grano de polvo mas en el cuerpo, así que nos dimos una ducha, nos preparamos y fuimos con los demás del grupo a la zona de la piscina y de allí nos trasladamos en los 4x4 a la zona donde nos habían preparado en una carpa una cena a orillas del rió Mara, con un grupo bailando y cantando a ritmo de sus tambores, la cena fue deliciosa y cuando llegamos al hotel, todo el mundo deseaba ir a dormir, había sido un día agotador y necesitabamos descansar.


Yo creo que me dormí nada mas echarme, pero no habría pasado ni media hora, cuando mi marido me despertó diciendo que había sentido algo, menuda nochecita, los famosos lagartos que eran del tamaño de mi brazo al rozar la tienda parecía que estaban dentro, pero el caso es que entre que habían cortado la luz hasta las 6-00 de la mañana y los ruidos de los lagartos, los hipos bufando toda la noche y los ronquidos de mi marido cuando se durmió, esta que esta aquí, se levanto sin haber pegado ojo y con los nervios a flor de piel, ya que la primera noche al no estar acostumbrada, todos los ruidos me daban miedo. SEXTO DIA Estábamos en Masai Mara, situado a 265 Km. al este de Nairobi y a una altitud de 1588 metros. Mara forma frontera con Tanzania, donde continua el Parque Nacional del Serengeti.

Es el parque mas popular de Kenia. En sus 320 km2 alberga toda la inmensa variedad de fauna del Serengeti, siendo el lugar de inicio de la gran estampida anual de cebras y ñus


hacia Serengueti. La frontera occidental del Parque es el Esoit Olo olo. Espectaculares el acantilado que esta en el borde del parque. Se encuentran leones por todas partes y no es extraño verles cazar. Los Elefantes, búfalos, cebras e hipopótamos también existen en gran numero y eso fue a lo que nos dedicamos en nuestro primer safari del amanecer por la reserva, llegue a la tienda y después del madrugo de las 5.30 de la mañana y de que en la noche no dormí nada, las 2 horas que nos dieron para disfrutar de la piscina antes de comer yo me las pases durmiendo . Después de una buena comilona alrededor de la piscina, quedamos todo el grupo para hacer un safari de atardecer y gracias a ello conseguimos ver una guepardo con sus dos crías y a los leopardos colgados en la sombra de un árbol, a las 5.30 todos los coches nos dirigimos a Aitong Hills, donde nos esperaban en la colina unas hogueras con aperitivos, vinos y música clásica, para ver la puesta de sol mas romántica y bonita que se pueda uno imaginar y alla vivido hasta ahora, a las 8.30 nos dirigimos a las tiendas y después quedamos en el club todos para cenar.

SEPTIMO DIA Salimos a las 6.30 al safari del amanecer y disfrutamos de la estupenda fauna una vez mas, habíamos visto todo clase de animales y a los 5 grandes y hoy era nuestro ultimo día en la reserva y queríamos aprovechar al máximo. A las 10.30 volvimos de regreso al hotel y después de un


buen desayuno, nos dirigimos a nuestra visita al poblado Masai, donde nos recibieron con sus bailes y cánticos todos los hombres y mujeres del poblado, ataviados con sus ropas y collares, era increíble tanto colorido y nos fueron llevando al interior del poblado donde unos 50 niños de todas las edades nos recibieron con sus movimientos y vocecitas acompañados por los mayores, no pude evitar emocionarme, los había que apenas sabían caminar y ya estaban dispuestos para participar del rito tribal.

Después de hacernos una demostración de como encendía fuego con dos palos, como sus mujeres hacia la techumbre de sus casas y contemplar algunos cánticos y danzas tribales, nos dieron tiempo libre en el poblado y lo dedicamos a estar con esa gente, con los niños jugamos y intercambiamos curiosidades con los mayores al final después de regalar nuestras gorras, pelotas, camisetas y todo lo que veíamos que les hacia ilusión y para nosotros de escaso valor, nos


despedimos con la impresión de que era experiencia muy bonita el haber pasado esas horas con aquella gente.

A las 2.00 llegamos al hotel para comer, por la tarde muchos compañeros decidieron quedarse a disfrutar del hotel, pero nosotros y nuestros compañeros decidimos ir al safari, seria el ultimo y no era cuestión de perdernos la oportunidad de volver a ver los animales . La verdad no nos arrepentimos Enrique, nuestro chofer se metió por entre los ramajes y pudimos ver leopardos muy de cerca, por el camino se nos cruzaron una familia de elefantes con sus crías y el mayor nos hizo que pararnos, desafiante hasta que sus crías se alejaron, fue muy bonito y al final le pedimos que buscara a los leones y sus crías para despedirnos, ya que para mi fue lo mas bonito, el ver amamantar a los pequeños y ver como su madre nos observa mientras cuida de ellos me recordó a cualquier madre con su bebe recién nacido .


Al regreso ya la tarde era maravillosa, la luz era alucinante y Enrique decidió que nos debíamos de sujetar, que haría un poco de aire y nos podría despeinar, apretó el acelerador allí no había limite de velocidad y nosotros íbamos de pie, pidiéndole mas, con el aire dándonos en la cara, que sensacion de felicidad y libertad sentí. Llegamos al hotel y después de una ducha a las 9.00 fuimos al hall donde habíamos quedado con el grupo. Menuda había armada allí, todas las mujeres alborotadas y los hombres riéndose, nada mas llegar dos mujeres masais nos separaron de nuestras parejas y comenzaron a hacer su trabajo y cuando terminaron yo estaba vestida con collares, pulseras y pañuelos como una autentica masai y mi marido igual, ¡¡¡menuda sorpresa!!!! nos trasladaron a un lugar dentro de la reserva en el cual un hombre cantando canciones tradicionales de kenya nos esperaba, el camino estaba bordeado de velas y al final después de caminar unos 50 metros ,nos encontramos con unas mesas decoradas con todo detalle y rodeados de unas grandes hogueras , donde mas de 30 jóvenes masais nos ofrecieron todo tipo de cánticos y bailes, estábamos pletóricos, la gente estaba animada y al final todos acabaron bailando al son de aquella música tan contagiosa.


Al final de la velada todos estábamos muertos, pero todos coincidíamos en una cosa este país lo tenia todo, cultura, etnia, religión, flora, fauna, paisaje, diversión................ de mutuo acuerdo mucho llegamos a la conclusión de que seria difícil de igualar lo vivido en este viaje y que siempre lo recordaríamos como algo especial. OCTAVO DIA Nos levantamos a las 8.00, yo la verdad tenia el cuerpo, que parecía que me habían pasado una apisonadora por encima, pero después de la ducha y el desayuno, me sentía como nueva, era hora de recoger las maletas . A las 12.00 nos dirigimos a coger la avioneta, que nos trasladaría al Aeropuerto Wilson en Nairobi y llegamos a la 1.00 y nos fuimos a hacer un city tour por la Capital y al final una parada en el parque nacional, allí vimos diversas actuaciones que se celebran de un festival de gospel, la gente estaba tirada por la pradera mientras escuchaba la música, había gente de todas las edades y la verdad me pareció digno de ver, aunque reconozco que a mi me gusta mucho la música negra, osea que nos sentíamos en nuestra salsa .


A las 2.30 nos dirigimos al restaurante Carnivore, donde comimos carne de todo tipo de animal, cocodrilo, camello, avestruz ........estuvimos en la terraza es un sitio especial para comer, ya la otra parte interior no me gusto tanto, el olor a la carne y el ser un espacio cerrado no me pareció tan agradable como nuestra zona . Después de la comida teníamos la tarde libre y todos de acuerdo decidimos que era la hora de hacer alguna compra para los seres queridos, aun no habíamos parado y era el momento, nos trasladamos al Utamaduni Shopping mall, es un sitio donde encuentras verdaderas preciosidades hechas a mano tanto en madera o barro o cualquier material, tambien es restaurante y tiene espectáculos tribales y fiesta por la noche, pero nosotros solo teníamos hasta las 8.00 de la tarde y no pudimos disfrutar de todo lo que allí había, me deje un dineral, allí no se regatea, pero cada tienda esta dirigida por el propio artesano, yo entre en una de pinturas al oleo que me gustan mucho y en una de madera y otra de barro y poco mas cuando me di cuenta era la hora, allí había autenticas maravillas para mi mejor que cualquier museo, aquello era arte. Eran las 8.00 tocaba despedirse de la gente que tan bien se habían portado con nosotros, nos abrazamos y como siempre me emocione . A las 10 cogíamos el vuelo KL566 vía Amsterdam llegamos a las 5.30 y a las 7.15 KL1699 a Madrid con llegada a las 9.45 todavia tuvimos que coger otro vuelo que en 40 minutos nos dejo en nuestra tierra Asturias, no puedo evitar decir que todavia no he viajado a otro sitio que me haya sentido tan feliz como allí, es un país para volver


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