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La Caída
Toda decisión que se toma tiene una consecuencia, y ésta no es la excepción. Te invito a que me acompañes a algunas porciones de los primeros tres capítulos del libro de Génesis, en los cuales vamos a descubrir la peor decisión de toda la historia.
La peor decisión de la historia
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n Génesis 2:8-9, la Biblia nos narra cómo Dios, luego de crear al hombre y a la mujer, los puso en un lugar que había preparado llamado el Edén, en el cual hizo nacer todo árbol bueno para comer; y en el medio puso el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. E
Veamos qué dice Génesis 2:16-17: “Y mandó El Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”. Dios, en su amor, hizo al hombre con libre albedrío, y para que el hombre ejerciera ese derecho, tenía que ser capaz de tomar una decisión, por lo que Dios le da un mandato y es que no coma del árbol de la ciencia del bien y del mal, y le hace una advertencia: que si come, morirá. Veamos algunos versículos del capítulo 3 de Génesis:
1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que El Señor Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Siempre me llamó la atención por qué se dirige a la mujer y no al hombre, quien había recibido directamente el mandato de Dios…
Se dice que la mujer habla un promedio de 20,000 palabras al día y el hombre como 7,000. Por ejemplo, cuando llegas de trabajar a tu casa y a tu esposa le faltan 6,000 palabras y tú ya consumiste tus 7,000 y te pregunta: ¿Cómo te fue hoy? esperando que le cuentes con detalles todo tu día… y tu respuesta como buen hombre es:… Bien. Creo que si la serpiente le hace la pregunta al hombre, su respuesta hubiera sido: No, jajaja. El punto es no entablar conversaciones con Satanás para no abrir puertas.
2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
El engaño del diablo
Satanás contradice lo que Dios había dicho y entre líneas se puede leer: Dios es mentiroso, Él sabe que no morirán y además es egoísta, porque no quiere que sean como Él. En este momento ellos tienen que tomar una decisión: ¿A quién le creen?
6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Lamentablemente, tomaron la peor decisión de la historia, con las consecuencias más nefastas: le creyeron a Satanás y entró el pecado y la muerte en ellos. Dios había dicho la verdad.
El hombre pierde la autoridad
En los versículos del 8 al 13, Dios confronta al hombre y a la mujer. Es curioso que Dios vaya primero con el hombre, aunque quien cayó primero fue la mujer. Creo que Dios nos está enseñando un principio de autoridad. Dios le dio la autoridad sobre la creación al hombre (Génesis 1:28) y para Dios, autoridad es igual a responsabilidad.
Cuando fue con el hombre a pedirle cuentas de su desobediencia, y éste, en vez de asumir su responsabilidad, le echó la culpa a la mujer; le trasladó la responsabilidad a ella, quien en ese momento tuvo la oportunidad de recibir la autoridad que Dios había delegado al hombre; pero ella le echó la culpa a la serpiente, quien en ese momento recibe junto con la responsabilidad, la autoridad. Allí tienes una buena razón de porqué tantos desastres naturales, porque Satanás robó la autoridad que Dios le había dado al hombre, por eso pasó a ser el príncipe de este mundo.
Luego Dios envía a su Hijo Jesucristo a asumir la responsabilidad de los pecados de todos los hombres y le es dada toda autoridad (Mateo 28:18). Entonces, Él se la entrega a quien, arrepentido, asume la responsabilidad de sus pecados confesándolos delante de Él.
En los versículos del 14 al 19 quedaron registrados los juicios de Dios a la serpiente, a la mujer y al hombre.
Pero quisiera llamar tu atención al versículo 15: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”. Desde este momento Dios promete un Salvador, que vendría de la descendencia de la mujer, que le aplastará la cabeza a la serpiente.
El corazón de Dios quedó destrozado, ya que habiéndonos creado para ser recipientes de su amor y para que pasáramos la eternidad con Él, fuimos condenados a pasar la eternidad separados de Dios (muerte = separación), a causa de esa decisión. Por causa del pecado de Adán, entró el pecado a todos los hombres, y con el pecado la muerte, y en ese “todos”, estamos incluidos tú y yo. Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.
El principal pecado del hombre fue no creerle a Dios, sino a la serpiente. En Deuteronomio 30:19, Dios te dice hoy: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”
Probablemente igual que con Eva, Satanás está refutando lo que has leído, y te dice, son exageraciones, Dios es bueno y te va a salvar, no pasa nada. Pero Dios es justo y cumple su palabra: Si comes, morirás. Romanos 6:23ª: “Porque la paga del pecado es muerte”. Si pecas, mueres.
Hoy te toca escoger a ti
Quien tiene que escoger eres tú, o le crees a Dios o a Satanás, pero Dios te dice: ¡Escoge tú la vida!