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La Biblia y la Cosmovisión
El eterno enamorado
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ecuerdo lo nervioso que estaba cuando le iba a declarar mi amor a Carla, quien ahora es mi esposa, cómo me sudaban las manos, las veces que ensayé lo que le iba a decir y cambiaba lo que diría, en fin, fue un momento emocionante en mi vida. Dios, a través de estos párrafos, va a declararte su amor. En Jeremías 31:3 dice: “El Señor se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”. r
Pero ¿qué es eternidad? Es una dimensión que se sale del tiempo. Si regresáramos al día de tu nacimiento, ya existías en la mente y en el corazón de Dios y ya eras objeto del amor de Dios; y si regresáramos dos mil años a los tiempos de Jesús, ya existías en la mente y en el corazón de Dios y ya eras objeto de su amor.
Y por más que nuestra mente finita imagine regresar en el tiempo, cuatrillones de cuatrillones de años, ya existías en la mente y en el corazón de Dios y ya eras objeto de su amor; y así también, si nos adelantamos en el tiempo, siempre existirás y serás objeto del amor de Dios.
Ahora, buscando razones por las cuales Dios ame al hombre, no encontré ninguna en el hombre. La razón la encontramos en 1 Juan 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. Dios, en esencia es AMOR, y porque Él es amor, al darse, ama. Se escucha decir que para Dios no existe nada imposible y es verdad, ya que es todopoderoso, lo cual quiere decir que todo lo puede, pero en su soberanía, decidió que para Él fuera imposible dejar de amarte. Así que no hay nada tan malo ni tan bueno que hagas, que provoque que Dios te ame menos o más, porque no te ama por lo que haces o dejas de hacer, sino porque Él es amor. Claro, lo bueno o malo que hagas tiene consecuencias en tu vida y en el corazón de Dios, y te puedes cerrar o abrir a ese amor maravilloso.
El muestra su amor por ti de muchas formas y lo declara en su palabra.
Dios te formó
Dios te formó en el vientre de tu madre y, cuando pensó en ti, no te hizo por salir del paso, sino pensó en cada detalle, tu color de piel, tu estatura, tu complexión física, tu color de ojos, tu textura de cabello, la perfección de todo tu organismo, tu sistema digestivo, tu aparato circulatorio, tu sistema nervioso, tus huesos, tus músculos, entre muchas otras cosas, y así también pensó en cada detalle de tu temperamento, de tus emociones, con tus fortalezas y tus debilidades, con el fin de formar el carácter de su hijo Jesucristo en ti. En Isaías 44:2 te dice: “Así dice el Señor, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío, a quien yo escogí”.
Te hizo a su imagen y semejanza
Yo soy padre de tres hijos: dos mujeres y un varón, y mis hijas, al nacer, se parecían mucho a mí. Cuando llegaban nuestras amistades a conocerlas, me decían que eran igualitas a mí, que no las podía negar y yo me sentía feliz y contento de que se parecieran a mí y que la gente lo notara. Estoy seguro que así se siente Dios de haberte hecho a su imagen y a su semejanza y, aún más, cuando vas dejando que Él forme la imagen de su hijo Jesucristo en tu vida y los demás lo notan. En Génesis 1:26-27 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.
Todo lo que creó lo hizo por medio de su palabra
Dijo: hágase la luz y la luz fue hecha, y así con todo lo creado, hasta que creó al hombre, que fue lo único que formó con sus manos, claro, además de su palabra y su aliento. Génesis 2:7: “Entonces El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”.
En este momento Dios quiere declararte su amor y voy a usar su palabra para hacerlo, sólo que voy a poner la referencia de la cita bíblica y la voy a personalizar, es decir, la voy a dirigir a ti. ¿Estás listo?
(ISAIAS 41:10)
Abril - Junio 2020 Isaías 49:15-16 Es muy difícil, casi imposible que una mujer se olvide del bebé que ha llevado en su vientre por nueve meses, pero, aunque ella se olvidara, Yo nunca me olvidaré de ti. Te tengo siempre presente, estás tatuado en mis manos.
Isaías 54:10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará.
Isaías 66:13 Así como el bebé que está en una habitación en brazos extraños llorando y entra su mamá y lo toma en sus brazos y lo consuela, así te consolaré yo a ti y de mí tomarás consuelo.
Ezequiel 33:11 Te juro por mi vida, que no quiero que mueras, sino que te vuelvas de tu camino, y que vivas. Vuélvete de tus malos caminos; ¿por qué has de morir?
Isaías 1:18 Tal vez piensas que lo que hiciste es demasiado malo que no tienes perdón, pero Yo te digo: ven rápido y estemos a cuenta: si tus pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Dios te anhela
En este momento imagino que el corazón de Dios se acelera, porque al igual que yo, esperaba una respuesta de Carla, Él espera una respuesta tuya a su declaración de amor. (Apocalipsis 3:20) Mira que estoy a la puerta de tu corazón; si oyes mi voz y me abres la puerta, y me das tu SI, entraré en él y recibirás mi Amor y empezará nuestro romance.
Si tu respuesta es sí: Te invito a que juntos le pidamos a Dios que llene tu corazón con su inagotable e infinito amor en el Nombre de Jesús. ¡Cierra tus ojos y déjate inundar por su amor!
Dios te escucha
Cuando una respuesta tarda, no significa que no nos escucha o que no le importe nuestro dolor. Siempre hay una razón por la cual nos hace esperar. Enojarse con Dios sólo aumentará nuestro dolor y retrasará la bendición. Él tiene caminos misteriosos y, para entenderlos, debemos acercarnos a Él, arrepentirnos de nuestra actitud y estudiar su palabra. Sólo así podremos encontrar la verdadera paz.
“Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía, cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.” (Job 42:2,3)
¿Te sientes alejado de Dios?
A Dios le duele cuando el afligido llora, cuando el necesitado clama, y cuando el que sufre se siente abandonado. Y SÍ escucha las oraciones del que lo llama. Pero no siempre contesta como lo deseamos, ni en el tiempo en que creemos que debería de ser.
¿Te sientes incapacitado para orar? ¿Te reúsas a tener una relación con tu Creador? Quizá, sin darte cuenta, es porque tienes un enojo guardado en contra de Él. Dios ya lo sabe, y quiere acercarse a ti. Te ama, y añora bendecirte. No quiere que sufras más de depresión o amargura, y anhela darte la paz que traerá gozo a tu vida.