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Identidad

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. (Juan 1:12)

¿Quién eres?

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uisiera iniciar contando una historia: Un granjero encontró un aguilucho herido por el camino, y decidió llevarlo a su granja. Curó sus heridas y, cuando ya estaba sano, lo metió en el gallinero. Los gallos, gallinas y pollos lo recibieron como uno de ellos. El tiempo pasó y el aguilucho creció y era notoria la diferencia de tamaño entre él y el resto del gallinero. En el transcurso del tiempo, aprendió a picotear como pollo, a caminar como pollo, a aletear como pollo, en fin a comportarse como un pollo. q

Finalmente, llega de visita a la granja un experto en aves y le llama la atención ver un águila entre las gallinas y pregunta al granjero: “¿Por qué tiene a un águila junto con las gallinas? ”El granjero responde: “Es un pollo; era un águila, pero ahora es un pollo, come como pollo, no vuela, sino aletea como pollo, se comporta como pollo… ¡es un pollo!”

El experto le dice: “¡Es imposible! Yo soy experto en aves y le puedo asegurar que genéticamente es un águila. Si me da la oportunidad, le demuestro que es un águila.” El granjero accede, y el experto piensa que si lo deja caer, al sentir el viento, extenderá sus alas y, al volar, quedará demostrado que es un águila. Lo toma con sus manos y lo levanta lo más alto que puede y lo suelta… El águila empieza a aletear con movimientos cortos pegados al cuerpo como un pollo y sin extender sus alas, y se estrella contra el suelo. El granjero le dice: “Yo se lo dije… es un pollo.” El experto insiste y pide otra oportunidad. Toma al águila y repite el proceso, sólo que esta vez se sube al techo de la granja y lo suelta desde allí, y el resultado es el mismo, aleteó como pollo y se vuelve a estrellar contra el suelo. El granjero dice: “Lo ve… es un pollo.” El experto pide una última oportunidad. Toma al águila y lo lleva al borde de un precipicio y lo suelta desde allí… el águila aletea como pollo mientras descendía cada vez más rápido por el precipicio,

sin embargo, quién sabe en qué momento, siente al viento decirle que es un águila, luego extiende sus alas y empieza a planear por los aires. Y el experto dice: “Siempre supe que era un águila, pero había que hacérselo saber. Lo curioso es que, aunque se comportaba como pollo, siempre fue un águila.”

Todos hemos sido marcados por las palabras que nos han dicho nuestros padres, maestros, amigos, etc. Algunos basan su identidad en lo que les han dicho: eres un tonto, un inútil, etc. Otros, en lo que hacen: ingenieros, médicos, carpinteros, pilotos, etc.

¿Quién crees que dice la verdad en relación a quien eres: Los demás o Dios?

Dios te revela en su Palabra tu verdadera identidad

Si has recibido a Cristo en el corazón y le has confesado como tu Salvador y Señor. Entre otras cosas, somos:

• Sus hijos, herederos y coherederos.

Juan 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. El Espíritu Santo te lo dice. Romanos 8:16-17 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados”.

• Nuevas criaturas.

2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

• Templos del Espíritu Santo.

1 Corintios 6:19 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

• Bendecidos, escogidos y aceptados.

Efesios 1:3-6: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado”, ¿No es maravilloso?

En este momento podrías estar pensando… ¿Qué pasa si peco? Lo que te acerca a Dios siempre es la sangre de Cristo. Somos rescatados y perdonados.

No es haciendo cosas “buenas” que llegas a ser hijo de Dios, sino que, porque eres hijo de Dios, haces su perfecta voluntad. Tu identidad te lleva a un estílo de vida que marca la diferencia.

Efesios 1:7: “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia” Además 1 Juan 2:1: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.

Quién eres no depende de lo que dicen los demás, sino de lo que Dios dice de ti

Es importantísimo que cambies tu forma de pensar… ¿Cómo? Metiendo en tu cabeza y en tu corazón la Palabra de Dios, la cual irá sacando todas las mentiras que se han albergado allí.

Romanos 12:2: “No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”. No es haciendo cosas “buenas” que llegas a ser hijo de Dios, sino que, porque eres hijo de Dios, haces su perfecta voluntad. Es al revés. ¿Lo ves? Tu identidad te lleva a un hacer precioso en Cristo, un estilo de vida que marca la diferencia.

Empieza a sustituir tus pensamientos por los pensamientos de Dios. Proverbios 23:7 dice: “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”.

Eres un águila, ya no vale la pena seguirte comportando como pollo; eres un hijo de Dios, ya no vale la pena seguirte comportando como hijo del diablo. Deja que el viento del Espíritu Santo guíe tu vuelo y vivirás la vida abundante que Jesús te ofrece. (Juan 10:10b).

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