5 minute read

Por qué habréis de morir?

Next Article
La Caída

La Caída

Estás exactamente en la misma posición que Eva. Dios plantea una verdad y un solo camino para tu salvación. Satanás está distrayendo tu mente para que no tomes ese camino.

La mejor decisión

Advertisement

ios te dice: Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. D

Dios te pide que creas en su plan para salvarte por medio de Jesucristo… Juan 3:16: “Porque de tal manera te amó Dios, que ha dado a su Hijo unigénito, para que si en Él crees, no te pierdas, mas tengas vida eterna”.

La pregunta es: ¿A quién le vas a creer? ¿A Satanás, igual que Eva lo hizo, o a Dios? Si tu respuesta es a Dios, déjame indicarte qué hacer para ser libre de condenación:

1. Reconocer que estás condenado al lago de fuego, a causa del pecado adámico y de tus propios pecados. Luego confesarlos, pedirle perdón a Dios y recibir su perdón. 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.

2. Pedir perdón

A quienes hemos ofendido y perdonar a quienes nos han ofendido. Mateo 6:14-15 “Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.

3. Creer con tu corazón

Que Jesús vino a morir por tus pecados y que resucitó de los muertos. Ábrele tu corazón, pídele con tu boca que entre y recíbelo como tu Salvador y Señor. Juan 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Romanos 10:9: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.

4. Renunciar

Cuando sales de una empresa en la que has trabajado, debes de presentar tu renuncia. Pues bien, déjame decirte que antes de recibir a Jesucristo, todos hemos trabajado para Satanás, por lo tanto, ¡hay que renunciar!

2 Corintios 4:2ª: “Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios”.

Dios ya nos cambió de “empresa”: Colosenses 1:13: “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” 5. Que el Espíritu Santo te bautice

Pedir que el Espíritu Santo te bautice en el Nombre de Jesús.

Lucas 11:13: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”

El Espíritu te llena del amor de Dios (Romanos 5:5), te revela la Palabra de Dios (Juan 14:26) y te guía en ese camino de retorno al Padre, dando frutos de santidad (Gálatas 5:22-23), llenándote de su Poder para que seas testigo de Jesucristo con tus palabras y con tus hechos (Hechos 1:8).

6. Bautizarte en agua

En Marcos 16:15 dice: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”. En otras palabras, el que no creyere, aunque fuere bautizado será condenado. El bautismo en agua es testificar a los cielos, a los aires y a la tierra que has creído en Jesús, que mueres a tu vieja vida y resucitas a una nueva en Cristo.

Hechos 8:36-37: “Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios”. El requisito es creer.

Oremos juntos

Ahora te invito a que leas estas oraciones y vayas declarando en voz alta aquello con lo que te identifiques. ¿Te parece?

Amado Señor: “Quiero reconocer delante de ti, que estoy consciente que traigo la marca de condenación eterna, debido al pecado adámico, y he confirmado esa sentencia con mis pecados. Arrepentido, reconozco y confieso delante de Ti, que he sido incrédulo y rebelde, que te he rechazado, he sido idólatra adorando dioses falsos, he practicado ocultismo, adivinación, espiritismo y brujería; he pecado con mis pensamientos de: odio, venganza, lujuria: pornografía y masturbación; con mi boca: mentiras, murmuraciones, blasfemias, maldiciones, insultos; con mis acciones: robos, asesinatos, abortos, adulterios, violencia, por mis deseos e intentos de suicidio, por mis vicios y adicciones; y con mis omisiones: indiferencia a las necesidades de otros,(y otros pecados que sólo tú y Dios saben, confiésaselos a Él en este momento).” Dile: “Me arrepiento… perdóname Señor y límpiame con la Sangre de tu Hijo Jesucristo... Recibo y agradezco tu perdón y así como tú me has perdonado, ahora quiero con tu gracia perdonar a todos aquellos que me han lastimado: a mis padres por su rechazo: intento de abortarme, por su abandono, por las palizas e insultos, por su sobreprotección. A mi esposo: por su adulterio, por su indiferencia; a mis hijos: por su rebeldía y rechazo. Perdono en el Nombre de Jesús a todos aquellos que me rechazaron, traicionaron, maltrataron y que causaron heridas en mi vida.

Así también quiero pedir perdón a aquellos que he lastimado: a mis padres, por mi rebeldía; a mi esposa y a mis hijos, por mi infidelidad, ira, indiferencia y manipulación. En el Nombre de Jesús pido perdón a todos aquellos que he rechazado, traicionado y lastimado.

Reconozco mi incapacidad de gobernar mi vida… he fracasado, ¡Señor, te necesito! Creo que viniste a pagar con tu Sangre y tu muerte por mi vida y que resucitaste de los muertos. Abro las puertas de mi corazón y te pido que entres… Libre y voluntariamente, renuncio en el Nombre de Jesús al poder de las tinieblas, a las obras del Diablo, a todo pacto o herencia espiritual de tinieblas, ocultismo, maldiciones y al pecado y su poder esclavizante.

¡En el Nombre de Jesús, hecho fuera a Satanás y a sus demonios de mi vida! Ahora eleva tus manos al cielo y dile: “Padre: bautízame con tu Espíritu en el Nombre de Jesús.” Cierra tus ojos y ¡sé lleno!...

¡Padre: Gracias en el Nombre de Jesús!

Eres salvo por lo que Jesús hizo por ti

Si haz hecho estas oraciones de corazón, busca una iglesia donde se predique la Palabra de Dios, bautízate y congrégate.

¡Ha sido la mejor decisión de tu vida! ¡Qué Dios te bendiga!

Yo

te recibo como mi Salvador y mi Señor… me entrego totalmente a ti… gobierna mi vida. ¡Amén!

This article is from: