Correspondencia espiritual del P. Bernabé al P. Antonino

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CORRESPONDENCIA ESPIRITUAL DEL P. BERNABÉ DE LARRAUL CON EL P. ANTONINO DE CAPARROSO Capuchinos

Ad usum privatum

Postulación de la Causa de Beatificación del P. Bernabé Diócesis de Santo Domingo en Ecuador

Dirección espiritual con P. Antonino 1


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Edita: Postulación de la Causa de Beatificación del P. Bernabé de Larraul, capuchino Postulador: P. Roque Grández, capuchino Enero, 2020. Ad usum privatum Prohibida la reproducción

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INDICE DE LA CORRESPONDENCIA ESPIRITUAL DEL PADRE BERNABÉ DE LARRAUL CON EL P. ANTONINO DE CAPARROSO

P. BERNABÉ 1933-10-06 1934-06-06 1934-10-29 1935-03-06 1936-06-02 1937-04-14 1940 41-11-25 41-04-14 a 24 41-05-06 al 13 41-06-25 al 03 41-05-13 41-07-11 1941-09-10 1942-07-26 1941-11-08 1942-02-24 1942-07-26 1943-01-04 1943-02-10 1943-04-07 1943-05-08

1943-07-21 1944-02-07 1944-05-29 1944-12-31 1945-05-07 1945-07-01 1945-10-17 1946-01-04 1946-05 1946-08-27 1947-01-08 1947-12-26 8–V–[ ] 1952-12-27 P. ANTONINO 1929-09-01 1930-08-29 1929-09-01 1930-08-29 1931-03-04 y 1931-11-13 1932-11-10

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1933-09-23 1934-11-05 1935-03-10 1936-06-05 1940-05-08 1941-01-07 1941-04-04 1941-05-09 1941-06-10 1941-08-08 1942-10-14 1942-11-20 1943-01-07 1943-05-16 1943-08-24 1943-10-29 1944-02-15 1944-06-30 1945-05-18 1946-01-10 1946-06-11 1947-01-13 1954-05-12


ANTONINO A BERNABÉ Me solicita ser su Director. No pensar en pecados pasados. La esclavitud mariana. Sus estudios. No aficionarse a estudios de política. Escríbame sus oraciones y mortificaciones. Fuenterrabía, 1- IX - 29 Amado Fr. Bernabé: Recibí su carta en la que da cuenta de los sentimientos de los Stos Ejercicios, y en la que me manifiesta sus deseos de que yo le ayude a perfeccionar su alma. Aunque este oficio es algo difícil, sin embargo yo le ayudaré en lo que pueda y cuando v.c. me lo manifieste. 1°) “I dice que comenzó los Stos. Ejercicios con deseos de conocer y de llorar sus pecados, pero que luego le entró confusión, etc. En estos y otros casos parecidos ha de quedar tranquilo y humilde, porque es un efecto de nuestra miseria, que comienza las cosas con fervor y luego cualquiera cosa le priva de ese fervor. Cuidese de comenzar todo con buenos deseos, rectificándolo, poniéndolo en manos de la Sma. Virgen; y cuando luego vea que la obra no responde a sus deseos e intentos acepta esa humillación, deseando llegue el momento en que todo sea de Dios. La intranquilidad que lleva o a dejar la obra o a hacerla con disgusto es efecto de nuestro amor propio y de que en la obra nos buscamos más a nosotros que a nuestro Dios. 2°) Respecto a sus pecados pasados, puede ya dejar de pensar si fueron o no formalmente pecados: ya los ha confesado debidamente y sometidos a la confesión hay que quedarse tranquilo. Es N. Señor quien se cuidó de borrar la mancha que pudieron causar en el alma. Y así los sentimientos han de ser de arrepentimiento general, e.g. quien nunca hubiera ofendido a un Dios tan bueno, a un Jesús tan amable; de agradecimiento, e. g. qué bueno es el Señor al dejarnos el Sacramento de la Confesión, con qué facilidad nos perdona el Señor pecados tan graves; de Dirección espiritual con P. Antonino 4


propósito, e.g. no quiero ofender más a un Dios tan bueno, etc. Esta vida arrepentida, agradecida y deseosa puede producir una gran unión de su alma con Dios. 3°) Veo que conserva la devoción de la esclavitud mariana a la Sma. Virgen; en esto hay que tener cuidado de no decaer. Sucede frecuentemente que la edad va quitando esos buenos sentimientos hacia la Sma .Virgen; cuide que no le suceda esto. Lea las cosas que se refieren a la Sma. Virgen; hágale sus devociones con toda fidelidad; no deje sus pequeñas mortificaciones en su honor, etc. Y después vaya adquiriendo mucha confianza en la intercesión de la Virgen. 4°) Estudie mucho en los tiempos destinados a clase, con la recta intención de ser sacerdote y apóstol, que haga luego conocer y amar a N. Señor. Después de los estudios de clase, lea la Sda. Escritura, los Stos. Evangelios; y los Comentarios de Nuestra Regla; y no se aficione nunca a estudios de política y menos a sus disputas. Todo esto seca la “devoción” y puede fácilmente apartarnos de nuestro verdadero fin: capuchino-misionero. Basta por hoy. Cuando de nuevo me escriba, póngame todas las oraciones y mortificaciones que hace fuera de las ordenadas por nuestras leyes para que yo se las autorice y tenga el mérito·de la obediencia. Ruegue mucho para que yo y estos estudiantes confiados a mi cargo, lleguen a ser “capuchinos, misioneros y santos. Fr. Antonino de Caparroso

Continúan sus dudas. Lo que el Señor busca con ello. Cómo confesarse. Su inconstancia: sensitiva y operativa. Cuidado con la operative. Dirección espiritual con P. Antonino 5


Aprobadas sus oraciones y mortificaciones. Fe y confianza en Jesús, la Virgen, como un niño. Su voto de consagración a la Virgen. De conciencia Fuenterrabía, 16 – III – 30 Fr. Bernabé de Cizúrquil Estella. Amado Fr. Bernabé: Leyendo su última carta veo primero que aún le siguen las pequeñas dudas sobre las confesiones; es una pequeña oscuridad que el Señor deja en su alma para que se humille y no confíe en sí y en sus obras, sino en la bondad de Dios, y en los méritos de Jesús y de la Sma. Virgen. Cuantas veces reaparezcan esos miedos póngase en manos de Jesús, y después obre en todo como si estuviera cierto de que Dios le ha perdonado todo, tal como El sabe que le ofendió. Ha de tener siempre una idea muy elevada de Jesús en el Sacramento de la Penitencia, allí está el Señor para perdonar a todos, no atendiendo más que a la buena voluntad con que el alma recibe este Sacramento, y la suya lo ha recibido así. Por esto esté tranquilo y dé muchas gracias al Señor porque le permite confesar sus pecados. La preparación ha de ser fervorosa pero tranquila, la confesión sencilla y sosegada, y después de la confesión deben predominar los pensamientos de acción de gracias, la idea de la bondad de Jesús, que a un acto tan sencillo ha vinculado el perdón de tan enormes pecados. En la confesión ordinaria añada siempre el pecado de la vida pasada y esto puede hacerlo por los mandamientos, e. g. en la primera confesión dice los del 1er mandamiento, en la 2ª los del segundo, etc. y así constantemente renovará la acusación de toda la vida. - En cuanto a la inconstancia de que me habla, la hay sensitiva y operativa. La sensitiva es ese dulzor que a veces experimenta en la presencia de Dios. Esta suele ser pasajera como todo lo que afecta al cuerpo, si viene, se recibe con agradecimiento porque aprovecha Dirección espiritual con P. Antonino 6


al alma a ser mejor y a despreciar los consuelos de la tierra; pero si desaparece no debe por ello apurarse, ni menos asustarse. En la que debe tener cuenta es en la “inconstancia operativa", que consiste en dejar fácilmente los ejercicios de perfección, meditación, visitas, silencio, mortificaciones, etc. Cuando se nota esta inconstancia debe luego volverse al recogimiento, a la práctica de los actos primeros, si no el alma se entibia y después cuesta mucho volverla a su primer fervor. Cuidado pues con esta inconstancia. Le apruebo todo lo que me decía en la carta del 3 de noviembre en cuanto a las devociones y pequeñas mortificaciones, y sígalas hasta que le vea y le oiga. En cuanto a la fe y confianza en Jesús y la Virgen ha de ser cada vez mas grande, mas filial y se ha de fundar en las meditaciones y lecturas de lo que Jesús y la Virgen han hecho por todos en general y por su alma en particular. ¿Que no ha hecho Jesús para que Fr. Bernabé sea suyo, suyo, suyo y sólo de El? La vocación, el presentársele siempre amable, las continuas inspiraciones de perfección, y, qué sé yo cuánto más? Todo esto le ha de hacer ver que Jesús le ama y le quiere para sí, y sólo para sí. Mucha confianza, que es muy bueno N. Señor, sobre todo en la Eucaristía y en el Crucifijo, y pídale esta fe con aquella oración evangélic:a "Domine adauge mihi fidem", y no dude que el Señor lo hará . Y como es Fr. Bernabé un niño que solo nada puede e, entréguese en manos de la Virgen, con todo su ser, en calidad de esclavo, y tenga frecuente el "tuus totus oh Maria et omnia mea tua sunt”. Me figuro que se estará preparando para la fiesta de la Anunciación y que ese día renovará el voto de consagración a la Virgen. Hágalo así, y en todas sus dudas consúltelas con esta buena Madre, que le ha protegido mucho, mucho en su vida, y le protegerá mucho en la vida religiosa. Basta por hoy, no deje de rogar mucho por la Iglesia con el Papa; la Orden con el P. General; la Provinc1a con el P. Provincial; por los pecad ores e infieles, y por nuestra misión del Kansu, a fin de Dirección espiritual con P. Antonino 7


que el Señor nos bendiga y santifique, y ruegue por este su afmo. en Jesús y María, que está siempre dispuesto a ayudarle Fr. Antonino de Caparroso Nota - Ruegue por el corista “Fr. Ricardo de Alsasua” que se nos puso hace días loco, y aunque se le ha pasado la locura, pero está muy amenazado. Dígales a los Coristas que lo encomienden a la Sma. Virgen.

“Mal e ilusión” consultar al P. Pío. El justo vive de la fe. Cuidado con el respeto humano. Sin preocuparse del qué dirán. Le recuerdo… Fuenterrabía, 29 -VIII-30 Fr. Bernabé de Larraul Pamplona Amado Fr. Bernabé: He recibido la suya del 21 y a ello voy a contestar lo que creo conviene a su alma. Lo primero "me parece mal y lo tengo por ilusión" lo de consultar al P. Pío sobre el estado de su conciencia. Es voluntad de Dios que no gobernemos ordinariamente por las leyes naturales y sobre todo de fe con todas sus oscuridades, que sin saberlo nosotros crean hábitos de humildad, de obediencia, y aun de relación íntima con el Señor. El hombre no ha de saber si es "digno de amor o de odio" hasta que venga el día designado por el Señor para revelárnoslo; mientras tanto sencillez en exponer nuestras dudas, y confianza absoluta en la solución que nos dan de ellas los "ministros del Señor". Después de exponer sencillamente su alma, es más segura la solución que le dé el Director, que la revelación de P. Pío. Justus meus ex fide vivit. El justo, el amigo de Jesús s vive de la fe y de la confianza en Jesús, en la Iglesia y en sus Ministros. Por lo demás, Dirección espiritual con P. Antonino 8


lo que le está pasando con sus temores y miedos es lo ordinario en la vida de las almas, algo aumentado por sus deseos de unirse a Jesús. Súfralos, pues, y adelante. Me parece muy bien el que haya dado cuenta de su alma al P. Director, y continúe confesándose con él, manifestándole su alma con todas sus debilidades y también con todos sus deseos. A él debe manifestar todo lo que hace "fuera del reglamento" en mortificaciones, visitas al Smo. etc., etc. para que obtenga su bendición y sean de mayor agrado a Jesús. Cuide mucho que no entre el respeto humano, ni deje nada por miedo a los demás. Siga los movimientos de su alma en orden a piedad, humildad, caridad siempre que se los bendiga el P. Director, y no se preocupe mucho ni poco del qué dirán. Basta por ahora; escríbame siempre que quiera; no deje nada de lo que hasta ahora ha hecho; estudie mucho; sea con todos muy servicial como si fuera criadico del Convento; y viva junto a Jesús Sacramentado y la Sma. Virgen. Ruegue mucho por mí, para que yo también llegue a amar a Jesús y a la Sma. Virgen. Mande cuanto quiera a su afmo. Fr. Antonino de Caparroso

Su vocación al sacerdocio. Sin impedimentos canónicos. Sin vocación a hermano Lego. Prepárese a recibir las Órdenes. Fuenterrabía, 4 - III - 31 Fr. Bernabé de Larraul Pamplona Amado o Fr. Bernabé: El Señor le dé su paz. Acabo de recibir su carta y le voy a exponer mi parecer en este asunto de su vocación al Sacerdocio. Dirección espiritual con P. Antonino 9


En primer lugar no debe pensar que está incluido, ni mucho menos, en ningún impedimento del Derecho Canónico, está en perfecto estado de poder recibir las Órdenes Sagradas, y así por este punto debe proceder a recibirlas. En cuanto a su vocación para Hno. Lego, para ser humilde, etc., debo decirle que esto lo puede conseguir muy bien siendo sacerdote, con otras ventajas espirituales que no las tienen los Hnos. Legos: el rezo de Oficio Divino, los estudios continuos de Teología y Escritura, y el poder ofrecer al eterno Padre el Sto. Sacrificio de la Misa por los pobres pecadores. ¿Qué valen sus oraciones y humillaciones con la oración y humillación de Jesús en la Sta. Misa? No me parece pues que debe cambiar de estado, y así no piense sino en prepararse para recibir dignamente las Órdenes. Si otra cosa fuere la voluntad del Señor ya le manifestará, mientras tanto siga adelante y con mucho ánimo, que Dios le ayudará. De aquí al 21 récele todos los días a la Sma.Virgen de los Dolores las siete avemarías con esa intención, yo también lo haré y de no recibir un aviso en contra, prepárese y reciba las Órdenes. No me parece mal que manifieste su deseo al P. Provincial, pues es un Padre muy experimentado·y muy sabio en estas cosas de Teología. Nada más por hoy. Le encomendaré todos los días en la Misa y en mi devoción a la Virgen de los Dolores. V .C. haga lo mismo conmigo pues estoy muy necesitado y por este Colegio para que perseveren todos estos jóvenes coristas. Mande a su afmo. Fr. Antonino de Caparroso

La cruz, la eucaristía, la Virgen sus únicos deseos. Sigan formándose. Normas sobre las mortificaciones. Necesita Director. Dirección espiritual con P. Antonino 10


Fuenterrabía, 13 - XI -31 Fr. Bernabé de Larraul, Corista Pamp1ona Amado Fr. Bernabé: He recibido su carta, y la he leído contento por ver que sigue en sus buenos deseos de servir a Jesús, y a Jesús Crucificado y Sacramentado. La Cruz y la Eucaristía y la Virgen Dolorosa son los únicos objetos a que debe aspirar su alma; ellos han de invadir sus pensamientos, y formar sus deseos; ellos le han de dirigir en la elección de devociones y de lecturas; ellos le han de ocupar el tiempo. Por esto, cumplida su obligación de estudiante, que es estudiar mucho cuanto pertenece a la carrera eclesiástica, pero sobre todo la Moral, el Derecho, la Regla y la Liturgia, lea las materias que se han escrito sobre Jesús y María,y acérquese a ellos con su deseo· y lo que pueda con su cuerpo; visitando a Jesús en su Eucaristía, haciendo el Vía Crucis, etc. En lo que me dice del pensamiento de mortificaciones en la comida y de su inquietud por ello , siga esto: a) Conocida la voluntad de Dios, no se preocupe de lo que dirán, de lo que dicen los demás, que cada uno juzga las cosas por sí mismo, y Dios no a todos exige lo mismo; b) Si alguno le dice algo, no le replique con aspereza o soberbio, atienda lo que le dice y después piénselo por si en los que los demás le dicen hay una enseñanza de Dios, que a veces habla por los hermanos; c) No todas esas inspiraciones que tiene de dejar comidas, etc. son de Dios, el demonio se las trae algunas para inquietarle, por esto nunca cambie de conducta en el momento de la idea nueva, sino aguarde a pensarlo despacio y sobre todo a consultarlo, y así bien pensado y consultado se toma la determinación práctica, de no hacerlo así abriría una puerta de entrada al demonio, que le causaría mucha inquietud. Por esto, necesitará siempre un Director. En cuanto al caso actual de mortificarse en la comida quiero que coma siempre al mediodía los tres platos que dan ordinariamente a la Comunidad; los días que hay plato de caridad puede dejar la Dirección espiritual con P. Antonino 11


mitad del plato de caridad; a la noche tome también los dos platos completos. Respecto a vinos y licores puede dejarlos del todo, y en cuanto a los postres le per mito dejarlos el viernes y sábado por la noche, así como también las vísperas de fiesta de Jesús, María, José y S. Francisco, N .Padre.- Desde ahora si le viene otro pensamiento de dejar esto o aquello además de lo permitido, deséchelo como una tentación que viene a inquietar su espíritu. Nada más por ahora, agradezco la promesa de sus oraciones·y yo también lo encomiendo al Señor. Escríbame cuanto quiera que yo le contestaré. Si algo de lo que yo le digo no estuviera conforme con lo que le dice su Padre Guardián y Director, déjelo y obedezca al P. Guardián y Director, que son superiores y puestos por Dios para gobernarlo. Fr. Antonino de Caparroso

Atraído al Sdo. Corazón eucarístico y víctima: su dirección. Vivir de la fe. De la esperanza. Ninguna criatura ocupe tu corazón. Cada día más vida intima con Jesús y María. Su amor propio e inclinaciones. Enfermedad moral. Fuenterrabía, 10 - XI - 32 Fr. Bernabé de Larraul Pamplona Amado Fr. Bernabé: El Señor le dé su paz y su amor: Recibí y leí su carta que me envió al terminar los Santos Ejercicios, y doy gracias a Jesús por los favores espirituales que le concede atrayéndole a una vida íntima con su Sgr. Corazón, Eucarístico y víctima. Esta es la dirección que ha de dar a su alma, desde ya bastante tiempo manifestada por el Señor, ser de Jesús, vivir con Jesús, dejar que Jesús viva en sus pensamientos, afectos y obras por Dirección espiritual con P. Antonino 12


la Fe, la Esperanza y el Amor. Para que viva por la Fe, procure siempre pedirle fe, cada vez más precisa y viva - Domine ut videam - que pueda después influir en toda su vida, y luego repetir sus actos de fe, credo Domine, quia tu es filius Dei vivi. Los mismos caminos debe seguir para ir aumentando su esperanza, y además meditar el Sto. Evangelio, donde Jesús en sus parábolas y enseñanzas, nos manifiesta que quiere ayudarnos y comunicarnos su vida. Nuestro amor a Jesús se creará amándole, es decir, formándonos un gran ideal de Jesús, teniéndolo como fin de toda nuestra vida, y quitando de nosotros toda criatura, cualquiera que sea, que quiera ocupar nuestro corazón. Todo esto lo ha de recibir de la Sg. Eucaristía y de la Sma. Virgen, así que cada día más vida íntima con Jesús y con María. Dice que siente grandes deseos pero que la realidad no corresponde, y que experimenta amor propio e inclinaciones desordenadas. Todo esto es una enfermedad moral que la hemos de sufrir con paciencia,ya llegará el Cielo, donde amará a Jesús y a la Virgen sin ninguna limitación ni distracción, mientras tanto paciencia y humildad, que esto nos es conveniente para que no nos creamos algo, siendo nada,y para que todo bien se lo atribuyamos a Jesús, sin el cual nada podemos, ni tener un pensamiento conducente a la vida eterna. Ánimo, y vaya preparándose poco a poco para su ordenación sacerdotal, entregándose a Jesús y al studio, mientras tanto ya le pediré a Jesús que le haga un santo, muy humilde y muy paciente en sufrirse a sí mismo y sus miserias. Ruegue mucho por los Religiosos, Sacerdotes y por este que le bendice Fr. Antonino de Caparroso BERNABE A ANTONINO Duermo en el suelo envuelto en manta, por luchar contra poluciones nocturnas.

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Mi deseo de ser víctima. Ser fiel a Jesús…Nuestro General llama a misiones. ¿Y yo? Tentación en el viaje a Híjar. Inclinación a niños. Quiero ser humillado y abatido por Jesús. Híjar (Teruel), 6-X-33 Al M.R.P. Antonino de Caparroso En Fuenterrabía Muy Amado Padre: El día 2 de Octubre llegue a este Convento de Híjar, y me encuentro bien en él, gracias a Dios Nuestro Señor; y ahora deseo comunicarle algunas cosas que tengo entre manos, y la primera es esta: Hace cerca de un mes que no me acuesto, sino que duermo en el suelo, envuelto en una manta, y comencé por evitar aquello que decimos en Completas: “Hostem que nostrum comprime, ne polluantur corpora” aunque creo que me sucedía esto involuntariamente, sin embargo sospechando fuera en parte la causa de ello el demasiado bienestar que sentía en la cama. Desde entonces, el Buen Jesús, siempre me ha comunicado el deseo de amarle, hacer todas mis pobres cosas por su amor, me ha comunicado el deseo de sacrificio. Padre, no me parece pues una cosa nueva, por una parte, esta de ser víctima para gloria del Señor. Sí Padre, yo desearía llegar a ser víctima verdadera, me da pues su aprobación para unirme a esa clase de almas ocultas en sacrificio, en inmolación – V.R. me enseñará, en la Luz del Espíritu Santo, me ayudará, así espero. Nuestra Santa Regla camino me parece que es, para llegar a ser Victima verdadera. – Nuestro Padre fue Verdadera Victima. Pero la letra mata, El Espíritu es quien vivirá. El Espíritu Santo da la Luz, y la virtud para obrar el bien. El mismo obra en nosotros, y nos enseña las cosas que son del agrado del Señor. Padre, este es pues mi deseo, ser fiel a Jesús, desconfiar en todo de mí mismo, confiar todo de Jesús por su Madre. Hacer todo con recta intención de agradar a Jesús, buscarle a Él, no a mí mismo, querer su querer. Dirección espiritual con P. Antonino 14


Padre, otra cosa deseo comunicarle, sabe la carta que nos ha enviado nuestro Rvdo. P. General. Siento deseos, que haya, quienes se ofrezcan para esas misiones- ¿Habrá? No sé, pero si yo supiera que es del agrado de Jesús, me ofrecería - ¿Lo hare, padre? También le podría hablar de agrado de Jesús, quiero pasar por encima de todo. En el último viaje de Pamplona a Híjar, me ha sucedido esto que voy a decirle: En el tren me tocó sentarme junto a dos personas (que era un matrimonio joven, que parece habían contraído entonces el matrimonio e iban a Zaragoza) y el cariño y las muestras de afecto mutuo con que se hablaban y se trataban ambos esposos, me causó sentimiento de afecto interior, y esto hasta causarme por dos veces conmoción corporal y aunque no había en ellos nada irreprensible en su trato mutuo, sin embargo cuando me vi poseído de aquella atracción afectuosa hacia aquellas dos personas, procuré distraer mi atención, para no fijarme en ello, ni escuchar su conversación, pero con tanta debilidad e inconstancia, que luego se me iban los ojos tras ellos y me fijaba en todo lo que hacían, y naturalmente al ver aquel cariño y manifestaciones de mutuo afecto con que se miraban se hablaban y se trataban ambos movían mi afecto y me sentía atraído hacia ellos, y en esta inquietud afectuosa continué en un buen rato, hasta que comenzamos hablar, y ya entonces desapareció aquella atracción o afecto amoroso que sentía hacia aquellas personas. Pero pronto comenzó a inquietarme la conciencia, y me di cuenta pronto de mi debilidad en resistir a aquel afecto amoroso y ceder a mis ojos y oídos y complacerme en el cariño y afecto mutuo de aquellos esposos. Además de conocer en esto una ingratitud a Jesús en negarle aquel pequeño sacrificio, lo que más me inquieto fue el que, aquel afecto cariñoso que sentía en mí, me causara por dos veces conmoción corporal. Comencé pues entonces a sospechar hasta donde habría llegado mi falta y aun se me presentó como una sombra oscura, si habría pecado mortalmente. Esto como a Padre se lo digo, y deseo que no me disimule nada en esto. Sepa además que soy muy propenso a encariñarme, hacia jóvenes del mismo Dirección espiritual con P. Antonino 15


sexo, más de una vez me ha sucedido dejarme una grande impresión de cariño solo el aspecto de un jovencito o una simple conversación etc. Esto frecuentemente me sucede tratándose de jóvenes del mismo sexo, mas no (he sentido hasta ahora lo mismo) me ha sucedido hasta ahora lo mismo tratándose del otro sexo. Ahora pasamos a otra cosa, pues, aunque pudiera contarle además de estas otras muchas miserias, sin embargo, mi alma solo desea volar al corazón herido de Jesús, para ser purificada, consumida y abrazada en las llamas de su caridad, pero ¡Oh Padre mío! Me siento atado y ligado a esta tierra de miseria de mi propio ser; atado y ligado a las criaturas, condescendiendo con suma debilidad a todas sus exigencias; tengo miedo a lo que podrán decir de mí, si me entrego a una vida enteramente sacrificada, sin reparar en cosa alguna, aunque mirada con la prudencia humana parezca una exageración e inconsideración. ¡Oh quien me diera no negar nada de Jesús-Crucificado! Quiero ser humillado y abatido por ese Jesús, y las almas que él ha redimido; deseo que este cuerpo miserable sea consumido entre dolorosas enfermedades, y el alma angustiada para asemejarme a Jesús triste y angustiado en el Huerto de los Olivos, o más bien, desde que tomó nuestra naturaleza en el seno de su Santísima Madre. Jesús ha muerto por las almas sin consuelo alguno. Sin más me despido por ahora, y me encomiendo a sus oraciones. El Señor le asista y le bendiga en todas sus cosas. Fray Bernabé de Larraul.

A.M. ANTONINO A BERNABE

Aprobado forma de dormir. No asustarse por ilusiones nocturnas. En la tentación, curiosidad, no pecó. Vigile su afición a niños, nada debe robar su corazón. Respeto humano ante mortificaciones. Escríbame revelándome sus pensamientos, deseos. Dirección espiritual con P. Antonino 16


Fuenterrabía,- 23 - X – 33 Rdo. P. Bernabé de Larraul Híjar Amado Padre: He recibido su carta y ahora le ha llegado el momento de contestarla, lo que hago deseando aprovecharle en su espíritu y sostenerle en esos sus deseos de servir al Señor en espíritu de amor y de sacrificio. En primer lugar le apruebo hasta el día de la Inmaculada la forma en que duerme siempre que no advierta nada contrario a su salud; en cuanto a lo del desayuno puede hacerlo por ahora el viernes y el sábado, con la misma condición de arriba, no causándo1e daño ni impidiéndole su trabajo, etc. Por lo demás no se asuste por esas ilusiones nocturnas, que no le pueden hacer mal a su espíritu, siempre que humilde y prontamente las desprecie. Es una miseria de la naturaleza que Dios no quita siempre, sino que deja para que las almas buenas no se atribuyan a sí mismas la pureza, y estén advertidas de lo que serían el día que dejasen de amar a N. S. Jesucristo. Vigile pues aún mucho, mucho esa pasión que como veo por lo que me cuenta del viaje aun está viva y no morirá hasta que el cuerpo deje de existir. No creo que pecase gravemente en sentir esa afición, que más bien era curiosidad, tendencia malsana, pero su conducta debía haber sido el apartar su vista de esas personas. Así mismo vigile esa otra afición a los niños, su trato con ellos ha de ser exclusivamente por razones espirituales, no por divertirse, no tocándoles, etc. a fin de que nadie ni nada robe su corazón, que lo ha entregado ya a Jesus. Mucho cuidado pues en toda esta materia. En cuanto al respeto humano o al hacer caso a los compañeros en materia de mortificaciones, etc. su conducta debe ser esta: a) no enfadarse cuando le advierten algo, sino con buenos modos agradecerles o excusarse, b) en la práctica examinar si lo que le dicen tiene o no razón de ser delante de la voluntad de Dios, pues Dirección espiritual con P. Antonino 17


en ocasiones nos manifiesta de este modo su voluntad, y si vemos que Dios quiere lo que nos dicen los otros, entonces hacerlo, c) siga siempre no lo que otros dicen, sino lo que su Director le señala, procurando ocultarlo a los demás, y haciéndolo así, no se preocupe de lo que los otros piensan o dicen, siempre que no moleste a nadie, ni deje ningún acto de comunidad, ni se imposibilite para los trabajos a que está obligado. En lo demás, siga muy animado, que Dios es infinitamente poderoso, sabio y bueno y quiere emplear esos atributos en sostener nuestra debilidad, iluminar nuestra alma y santificar nuestra voluntad; es mucho lo que Dios, Jesús, la Virgen han hecho ya por su alma, y mucho lo que harán si les es fiel. Ame mucho la Eucaristía, el Via Crucis, los Dolores de la Sma. Virgen, y así recibirá gracias de santidad. .Déle a Jesús los sacrificios que le pida, y ofrézcase como pequeña víctima en satisfacción de los pecados del mundo y de las almas que están a Dios consagradas por el sacerdocio y 1os votos religiosos. Adiós, escríbame cuando necesite, revelándome todos sus pensamientos y deseos por pequeños que le parezcan, a fin de que todo lo haga con dirección espiritual. Encomiéndeme todos los días en el Sto. Sacrificio a fin de que el Señor tenga compasión de mí en la hora de la muerte, yo también lo haré todos los días por v.c. Suyo afmo. en Jesús y María Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE-ANTONINO 5 meses enfermo en la pierna. Experiencia dura corporal y espiritualmente. Antes de la enfermedad deseaba ser humillado. La humillación vino. Sólo en el abandono encuentro paz. Dirección espiritual con P. Antonino 18


Zaragoza, 6-VI-34 M.R.P. Antonino de Caparroso Fuenterrabía Amado Padre: Pax et bonum: Se habrá enterado quizá para esta fecha de la enfermedad que he tenido; ha 5 meses que me quedé enfermo, desde el 19 de Enero, y aquí en Zaragoza llevo un mes; He tenido un flemón en la pierna derecha lo mismo que tuve en Pamplona el año pasado, pero esta vez ha sido más fuerte y doloroso, pues me han abierto la pierna 3 o 4 veces, y a pesar de eso como no se curaba, hube de venir a Zaragoza, y aquí se ha curado ya. El día del “Corpus Cristi” dije la Misa por primera vez después de cuatro meses. Uno de estos días volveré a Híjar. Durante la enfermedad he experimentado muchas miserias, así corporales, como espirituales; he pasado días, en los que ni una Ave María he podido rezar, tanta era la miseria en la que me encontraba. Tampoco se ha dormido el enemigo, cuanta era mayor mi debilidad, tanto más me molestaba con tentaciones de diversas clases, pero Jesús no me ha abandonado, y le he podido resistir, y sus tentaciones se reducirán con la luz divina para reconocer más hondamente la propia miseria y corrupción. Antes de caerme enfermo deseaba ser humillado, y le pedía a Jesús, y a su Santísima Madre, que me humillaran y me abatieran y me hicieran ver mi indignidad y mi insuficiencia para el alto ministerio a que he sido llamado, y con este fin, hacía algún tiempo, que rezaba 3 AveMarías a la Santísima Virgen, pidiéndole la humillación que he dicho, si habría de ser para mejor prepararme para el ministerio. La humillación vino y con muchas contradicciones de parte de las criaturas. Los Religiosos de Híjar me dicen que esta enfermedad ha sido una consecuencia de haber estado mucho tiempo de rodillas. No sé si será esta la causa principal; no digo que no haya influido algún tanto en ella, por haberme descuidado yo en ello, pues teniendo Dirección espiritual con P. Antonino 19


algo lastimadas las rodillas, lo ocultaba para ofrecer aquella molestia a Jesús, más cuando quedé enfermo, se descubrió que tenía mal en las rodillas, y por eso deducen que es por estar mucho tiempo de rodillas. Ahora me encuentro bien y con nuevos deseos de abandonarme en la bondad de Jesús; es donde tan solo encuentra la paz y el descanso el corazón miserable de la criatura. Alrededor no ven los ojos sino miseria. Sin más se despide suyo afmo., que me acuerdo de encomendarle al Señor. Fray Bernabé de Larraul.

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Comienzo mi ministerio fuera de casa. En casa, catequesis. Impaciencias, desilusiones. Confesiones a niños. Órdenes Terceras en los pueblos. Recogimiento para tener unión con Dios. Confesando, tentaciones. Sequedad en la oración. Piedrecitas en las sandalias. En la cama, sin sábanas. Mortificaciones en la comida. Alsasua, 29 de Octubre de 1934 A Mi Amado Padre M. R. Antonino de Caparroso Padre muy amado en el Corazón de Jesús: Ahora que comienzo a ejercer mi ministerio sacerdotal afuera, creo que debo darle cuenta de algunas cosas para que me aconseje según le inspire el Señor, y me pueda ayudar a fin de que todos los trabajos resulten para Gloria del Corazón amantísimo de Jesús. En casa dentro del Convento el principal trabajo que tengo es la Catequesis con los niños de este Barrio. Siento muchos deseos de trabajar por ellos, pues veo que tienen necesidad, sobre todo al propio tiempo de enseñarles el catecismo, quisiera hacerles frecuentar los sacramentos de la confesión y de la Sagrada Comunión, porque creo que el mejor medio para que puedan triunfar de tantas asechanzas que le prepara el enemigo a cada paso. A veces me impaciento y quedo como desilusionado viendo que no me hacen caso o cuando no he conseguido lo que yo me proponía, y por eso he comprendido que sobre todo los debo encomendar a Jesús y a la santísima Virgen. Comprendo sí, que debo trabajar bajo la mirada de Jesús, poniendo toda mi confianza en Jesús, y a pesar de eso no lo hago como debía, siempre ha de entrar esta mi miseria, el interés propio, el apoyarme en mi mismo, muchas veces por falta de serenidad o de reflexión etc. También he comenzado a confesar a los niños del Colegio, a los Seráficos, y siento deseos de ayudarles en lo que pueda, sobre todo quisiera inculcarles la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, hablarles del Dirección espiritual con P. Antonino 21


amor de Jesús, que nos tiene y la sed de amor que tiene de nuestro miserable corazón. Ojalá, que yo, miserable, así dejara obrara Jesús, que El mismo diera a cada uno lo que más necesita por medio de este vil instrumento. Fuera de casa por ahora tengo algunas Órdenes Terceras, y al ir afuera deseo guardar el recogimiento en cuanto posible, porque sin recogerme no puedo yo llevar vida de unión con Jesús, aun cuando al parecer estoy en el recogimiento, aun entonces vivo disipado y distraído, y (si) mucho más todavía si dejo a mi corazón comunicar sus sentimientos naturales a las otras criaturas. Siento algunas veces en el confesionario la rebelión de la carne, y su corrupción. En la oración casi siempre siento sequedad, tanto a la mañana, como en la tarde, algunas veces por haberme preocupado demasiado en las cosas exteriores, aunque en el momento me parece que es necesario hacerlas en aquel momento o de la manera que a mí me parece, pero después creo a veces la parte que ha tenido mi amor propio, o interés propio, o no sé qué otra miseria de esta naturaleza corrupta. También hago algunas pequeñas mortificaciones, como el llevar a veces alguna piedrecita entre las sandalias, y esto lo hago desde cierta ocasión, en la que se metió una pequeña piedra entre las sandalias, y aunque el primer movimiento fue para quitársela, pero después reflexioné que podía ofrecer aquella pequeña molestia a Jesús y así lo hago desde entonces. También desearía hacer todos los días la disciplina, y ofrecer este sacrificio a Jesús por algunos fines y para eso pues le pido a V. R. el permiso. En la cama he quitado la sabana, y en su lugar he puesto un papel largo bastante recio para cubrir el jergón. Creo haberlo hecho por ser pobre e imitar en algo al P. San Francisco. En el refectorio me privo a veces del postre, o parte de él y también casi siempre del cuarto plato, cuando lo traen. Los Jueves por la noche siento deseos de hacer la hora Santa delante de Jesús Sacramentado, o pasar una hora delante del Sagrario recordando Dirección espiritual con P. Antonino 22


las tristezas de Jesús en el Huerto de los Olivos. Y el viernes quisiera también acompañarle las tres horas que estuvo clavado en la Cruz. En lo demás siento la necesidad que tengo de ser humilde y la obligación de trabajar para serlo, y sobre todo esto lo veo desde que comencé a conocer o comprender en algo la humildad de la Santísima Virgen según voy leyendo su vida por la V. María de Agreda. Aquí le remito este papelito, que expresa los sentimientos que tenía en los últimos Ejercicios. Y sin más por ahora me despido de V.R. y no deje de rogar por este pobrecito también yo procuro de encomendarle en todas mis oraciones al Corazón de Nuestro Amoroso Jesús. De salud estoy muy bien, gracias al Señor- Suyo afectísimo. Fr, Bernabé de Larraul

Sentimiento en los últimos Ejercicios. Jesús mío, yo quiero ser humilde, no quiero poner resistencias a las humillaciones que vos me queráis enviar, o permitáis que me vengan de las criaturas – Hacedme ver que merezco ser humillado por mis pecados y soberbia, y que vos fuiste primero humillado por mí – Jesús, compadeceos de mi para que en vos sólo confíe para obtener la humildad que deseo, - Libradme de los engaños de mi amor propio y soberbia, que se turba ante las humillaciones, y a toda costa las quiere evitarlas – Jesús mío y Madre mía dignaos enseñarme los caminos de la Humildad, - Cada vez que resista a la S. Humildad, dadme dolor verdadero de ello, no permitáis que el enemigo cruel me desaliente – En voz confió, oh Sagrado Corazón de Jesús. Oh María - A.M. Día 2-9-34 Alegría, complacencia cuando hablan bien, de mí. Deseo de simpatizar con algunas criaturas. Dejarme a veces llevar de imaginaciones vanas, que fomentan mi amor propio. Dirección espiritual con P. Antonino 23


J.M.J. 5-34-Sep Es necesario tener presente siempre a Jesús, su amor, lo que mucho que le debo, por tanto, no puedo condescender con las criaturas en nada que conozca ser desagrado de Jesús, ni en las palabras, es preciso pedir a Jesús que se digne darme palabras que son de su agrado que las diga. Es preciso echar los temores vanos al parecer de las criaturas. Es preciso buscar siempre lo que más agrada a Jesús, aun en la obediencia. Para alcanzar necesito confiar en Jesús pedir con insistencia a Jesús; buscar el ser despreciado de las criaturas, no avergonzar ni aparecer ante ellos pobre y miserables y despreciable. Humildad, Jesús dadme Humildad de Corazón. A.M. ANTONINO A BERNABE Mis consejos pastorals. Catequesis. Confesiones de niños seminaristas. Predicación fuera. Trato con mujeres. Apruebo mortificaciones. Su hora santa. Fuenterrabía, 5 - XI - 34 Rdo. P. Bernabé de Larraul Alsasua Amado P. Bernabé: Pax et bonum. He recibido y leído su carta del 29 del mes pasado, y veo por ella que ha comenzado a ejercer el ministerio dentro y fuera del convento, para lo que me pide algunos consejos y yo muy a gusto se los doy, porque quisiera ahora más que nunca que fuera el apóstol, el cireneo de Jesús. a) Respecto ·de la Catequesis, hágala siempre, bajo la obediencia de su Padre Guardián, preparándola aun con más empeño de cuando prepara el sermón para el púlpito, pues es más importante y delicada. Después dé la lección de catecismo con fidelidad, sin dejarla ningún día, conforme al reglamento que tengan en esa Dirección espiritual con P. Antonino 24


catequesis. No se desaliente ni menos la deje o la haga con poco interés al ver que no se aprovechan, pues, aunque así fuera, v.c. habría cumplido su deber y en ello habrá glorificado a Jesús, que es lo primero que ha de buscar en todo. b) Respecto a las confesiones de los niños seráficos, óigalas con verdadero celo, porque es misión catequista más sagrada y elevada por tratarse de preparar almas al sacerdocio. Tome su dirección con cuidado la detención debida, exigiéndoles que se preparen bien, con dolor, con propósito determinado, para que así se vayan corrigiendo de sus faltas. Hágales un poco duro en las amistades particulares para que conserven la pureza y sean después muy buenos novicios y coristas; inclínelos mucho a la Eucaristía, a la Virgen y a las pequeñas mortificaciones. c) En cuanto a la predicación de fuera del convento, primero ha de predicar lo mejor que pueda su sermón, y estudiar constantemente la moral para que predique y confiese dignamente, y hecha esta preparación confiarlo todo al Señor en la oración, porque si el Señor no bendice el trabajo y le da su gracia en vano nos cansamos, de aquí el deber que tiene de unirse a Jesús, para que El y no v.c. predique. Tenga mucho cuidado en el trato con las mujeres, en el confesarlas, rectificando su intención para vencer esa mala inclinación que aparece en la carne, y que debe vigilarla para irla amortiguando; no preguntando nada que no sea necesario para la integridad, y esto lo más genericamente que pueda, ni detalles no necesarios, de este modo se vence la sensualidad, a veces encubierta en esa forma de necesidad, etc. Pida al Señor todos los días mucho acierto, y mucha pureza, y sea muy cauto en lo que se le vaya ofreciendo en esta materia. Lea con alguna frecuencia las reglas que ponen los autores sobre el oir estas materias en la confesión. No quiero decirle que sea "tímido o escrupuloso", sino cauto para que su carne o el demonio no le engañe. d) En cuanto a las mortificaciones, le apruebo lo de las piedrecitas siempre que no le causen herida; lo del cuarto plato Dirección espiritual con P. Antonino 25


comiendo los otros tres en relativa abundancia; lo del jergón y el papel, pero si se rompiese con facilidad vuelva a la sábana; y por ahora no aumente más las mortificaciones- teniendo mucho cuidado con las que nos imponen las constituciones y la vida común, que son de mucho precio por ser impuestas por la obediencia y no elegidas por nuestra voluntad .Si alguna vez siente otros deseos de mortificación, excepto en cosas pequeñas, no los ponga por obra hasta que se los apruebe . e) Siga con esos deseos de acompañar a Jesús en su tristeza y en la cruz lo mismo que en la Eucaristía y así puede hacer la "Hora santa" y en cuanto a lo del "Viernes” y las tres horas que Jesús estuvo en la cruz, hágalas de este mod o "de 12 a 2, con recogimiento interior pensando en Jesús en la Cruz" y de 2 a 3, puede estar haciendo meditación. Le agradezco sus oraciones pues van pasando mis días y Dios sabe cómo, pida a Jesús que yo y estos estudiantes conozcamos y amemos a Jesús y a la Virgen. Mande a su afmo. en Jesús Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO Deseo su obediencia. Mi oración es. En la comida. No somos pobres. Estando fuera de casa. Comida. Camino descalzo. Trabajo con la OFS. Alsasua, 6 de Marzo de 1935 M. Rdo. P Antonino de Caparroso Muy amado Padre: Pax et bonum:

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Le dirijo estas líneas con deseo de someter todo cuanto hago y siento deseos de hacerlo a la Santa Obediencia, a fin de agradar al Buen Jesús, a quien, según creo, deseo amarle de corazón; y es también la plegaria que con frecuencia brota de mis labios ya en la Oración y después de la Sagrada Comunión: “Os amo, Jesús mío, a pesar de mi profunda miseria, os amo, deseo amaros, y deseo que todos los demás os amen, os amo Jesús mío” y de este modo suelo estar repitiendo por largo rato a veces, porque algunas veces no acierto decir otra cosa. Pero comprendo también que, para amar de veras a Jesús, es preciso vivir completamente sometido a la Obediencia, ser hijo de obediencia a fin de agradar al buen Jesús, a quien según creo, deseo amarle de corazón; y es también ser hijo de la Obediencia. Espero que sobre este punto me ayudara V.R. y con la luz que le conceda el mismo Señor, me enseñará a obedecer en todo y me descubrirá todos los engaños del amor propio y de la soberbia. Sobre todo, quiero darle cuenta sobre algunas cosas que hago en el comer. Ya hace alguna temporada que para desayunar me sirvo de las cortezas de pan que quedan en el cajón en que traen el pan, y de los pedazos pequeños que dejan los demás. Paréceme que la intención que llevo en esto es: imitar al Padre San Francisco, y desearía hacer por espíritu de pobreza. También procur[o] recoger para la comida y de cena recoger los pedazos pequeños que dejan los demás en la mesa, y el pan que me ponen lo ofrezco a Jesús por los pobres, aunque no siempre, pues después de haberle ofrecido a veces se lo cómo, también le ofrezco los postres con el mismo fin. Durante la comida o después de ella algunas veces suelo tener ciertas luchas o me acometen pensamientos de angustia, de que no somos pobres en la comida, y mientras otros mueren de hambre, nosotros vivimos en la abundancia, y que no imitamos a nuestro P. San Francisco que solía repartir su pobre comida con los otros pobres- Después paréceme que en este Convento traen doble ración para el tercer plato que en los otros Conventos, y que lo que sobra Dirección espiritual con P. Antonino 27


no se aprovecha bien (en lo cual hay verdad por desgracia) y me vienen deseos de decir al. Provincial en la visita, y también alguna vez me he quejado en confianza con algún hermano, y hasta con el mismo P. Guardián. Esta clase de pensamientos pues me vienen a veces, y entonces me pongo a pedir al P. San Francisco que nos comunique su espíritu de pobreza. También me vienen pensamientos de que somos ladrones de limosnas, y nuestro Señor nos va a castigar etc., etc. Pero siento en lo interior de mi corazón como una voz que me dice que más me valiera no fijarme en nada sobre esas cosas, y cerrar a todo los ojos y puedo sospechar no, todo sea espíritu de pobreza, sino apego a las cosas bajas de este mundo. Y ya que yo no puedo remediar lo mejor es: pedirle, sí al Señor aquel espíritu de pobreza que le comunico al humilde siervo S. Francisco. Durante la comida me tienta el enemigo con la gula de diversos modos. En general al ir al refectorio tengo o llevo la intención de tomar los alimentos solo por obediencia, y no por satisfacer a la sensualidad, y tomar solamente lo que necesita el cuerpo, y no lo que la gula pide. Además, quisiera tomarlos con espíritu de humildad y de agradecimiento, reconociendo es indigno este cuerpo miserable y pecador que tanos dolores ha causado al Salvador en su Cuerpo con sus pecados. Es verdad que también suelo comenzar con estos pensamientos a comer, pero también llevo conmigo a la sensualidad y hacer las suyas casi siempre, y quebranto las pequeñas mortificaciones; a veces, como el no fijar los ojos en los platos que traen a fin de tener atada a la gula, otras veces pues aunque comienzo con la mente elevada en alguna cosa espiritual, luego me fijo en lo que tengo delante, y el enemigo comienza a turbarme de si no comeré lo suficiente, o si digeriré esto o aquello, o comeré de este modo o de aquel otro modo, etc., etc., y el resultado suele ser que salgo del refectorio con el convencimiento de que me he dejado engañar por la sensualidad, y no he sabido negarme a mí mismo, y si he negado a Jesús pequeños sacrificios. Nunca he sentido hasta ahora inquietud por creer que Dirección espiritual con P. Antonino 28


he comido menos de lo suficiente, aunque el enemigo en el momento de tomar los alimentos me haya estado combatiendo con pensamientos contrarios. Pero si tengo que arrepentirme muchas veces de lo contrario, aunque en el momento de tomarlos, creía que lo hacía por obediencia o necesidad etc. Estoy convencido de lo que dicen nuestras Santas Constituciones, “que la necesidad se remedia con poco, pero nada es suficiente para dejar satisfecha la sensualidad” y sin embargo tengo necesidad de ponerlo en práctica. Cuando estoy fuera de casa los días de ayuno, por la noche suelo pedir leche después del primer plato, aunque también alguna vez he comido huevo o pescado por no resistir, en esto le suplico que me aconseje, como debo proceder, sobre todo ahora durante la Santa Cuaresma. En casa generalmente suelo tomar un solo plato, sea de alubias o de otra cosa, y me quedo satisfecho. Estas pues son mis miserias al tomar los alimentos, ayúdeme a remediarlas, para que no lastime más al Corazón tan bueno de Jesús, que me comunica deseos de entregarme enteramente a Él, porque le siento toda dulzura, amor y misericordia, y siento deseos de darlo a conocer a los demás para que todos le amen. Y no quisiera resistirle en nada, sino vivir solo de su amor y de su querer. Cuando voy a predicar a pie, he comenzado a andar descalzo caminando solo. Siento deseos de trabajar en propagar y mantener floreciente la Orden Tercera en los pueblos que la Obediencia me ha encargado. Para ello aun en el confesionario suelo trabajar aconsejando que entren en la Orden Tercera de S. Francisco. Salgo todos los domingos a predicar. En casa procuro oír cada día todas las misas que puedo, después lo paso en preparar los sermones, en lecturas, en dar el catecismo, etc. ¡Oh Padres! Deseo hacer todo, todo bajo la obediencia, y obedecer por amor a Jesús, por agradecerle solamente. Ayúdeme. De mi parte deseo también ayudarle pues ya le digo también a Jesús que deseo tenga parte V.R. en todas mis plegarias, ofrecimientos, trabajos, en todo lo bueno que pueda hacer. Dirección espiritual con P. Antonino 29


Adiós. Suyo en Jesús y María. Fray Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABE Veo su deseo de obediencia. Sí, en todo. Sus mortificaciones. Sobre la comida. Celo por la OFS. Estudie moral. Eucaristía, Dolorosa, Via Crucis. Huir de la política. Divisiones. Fuenterrabía, 10 - III - 35 Rdo. P. Bernabé de Cizúrquil, O.M.C. Alsasua Amado P. Bernabé: Veo por su carta el deseo que le inspira el Señor de ser muy obediente y de someter su vida a la obediencia; nada más agradable al buen Jesús, hecho por nosotros obediente hasta la muerte, y al P.S. Francisco que nos quería a todos sus hijos "obedientes como un cadáver". Dependa sí, de todos, de la Iglesia, de los Superiores de la Orden, de las leyes, que ese es el camino recto, seguro y provechoso para llegar al cielo cargado de méritos; la desobediencia, al contrario, desagrada mucho al Señor, y lleva a la perdición. En primer lugar le autorizo para que siga con esa práctica de coger los pedacitos de pan, para agradar al P. S. Francisco; sin embargo coma lo suficiente pues su vida; salud y fuerzas no son suyas, sino de Jesús y de la Iglesia, que debe emplearlas en el ministerio de las almas, y comiendo con esta intención queda santificada la comida, y así no se puede llamar ladrón de limosnas. Cuando va a fuera a predicar, etc. lo más perfecto es primero comer "lo que ponen”, si corresponde a nuestro ayuno, y sino, puede·decirles que le den si no les es molesto, comida de ayuno. Dirección espiritual con P. Antonino 30


Cuando no es ayuno, coma siempre lo que le pongan, pues así se molesta menos, y esto hacen los pobres. Esos pensamientos que tiene de "que comemos demasiado bien", sería mejor que los cambiase, al ver la abundancia de manjares por otros, v.gr. por el pensamiento de la bondad de Dios, que así se cuida de nosotros·, aunque siempre le ofendemos, del valor de la pobreza que nos da el ciento por uno, etc. Con todo, si viera alguna cosa contraria a nuestras leyes, no en la cantidad de los tres platos, sino en lujos de postres, cafés, etc., entonces al llegar la visita, después de hablar con el P. Guardián, se lo puede exponer al P. Provincial, y quedarse así tranquilo en el Señor. Siga con ese celo de la Orden Tercera, que esa es la voluntad de nuestro P. General, que propaguemos esa orden de penitencia, y hagamos a los cristianos fervorosos: amantes del P. S. Francisco. Estudie lo que pueda la Moral, a fin de que no hierre en el confesonario, y lo haga todo con la santidad que requieren los sacramentos, observando bien la liturgia, etc. Así mismo prepare lo que tiene que predicar o enseñar porque Dios quiere que nos preparemos como si de nosotros dependiese el éxito, aunque después tengamos que reconocer que somos siervos inútiles, instrumentos que a veces estorban la acción de la gracia. Siga con ese amor a la Eucaristía, a las Misas, al Via Crucis, a la Dolorosa, y pídales mucho, mucho, mucho para que nos libre el Señor de esa divisiones· que existen en la Provincia,y sobre todo para que nuestros estudiantes se dejen de toda política, y sólo piensen en conocer, amar y predicar al bendito Jesús. Por aquí es por donde nos viene el castigo y por donde comienza nuestra disipación; por esto, no haga el caso de nada de estas cosas y ruegue para que los demás no hagamos caso, y sirvamos a solo Jesús y su Evangelio. Haga el Señor con su gracia lo que no pueden hacer nuestros Superiores con sus exhortaciones. Le agradezco mucho, mucho, que ruegue por mí, y desde ahora pídale para que sea todo suyo antes de morir, y que me conceda amarle mucho después de la muerte, ya que no he Dirección espiritual con P. Antonino 31


sabido hacerlo antes, durante la vida. Sólo Jesús es digno de nuestro amor. Ojalá le amáramos todos los capuchinos como le amó el P. S. Francisco Fr. Antonino de Caparroso.

BERNABE A ANTONINO Cómo me veo. Jesús me quiere humilde. Cómo transcurre mi día. El librito “las almas víctimas”. He sido invitado a ello. Hace 11 años me ofrecí a ser víctima. Deseo ser víctima verdadera. Cosa rara el sacrificarse, mortificarse. Alsasua, 2 – VI - 36 M. Rdo. P Antonino de Caparroso Muy amado Padre: Paz y Bien en el Señor Jesús: Mi Padre y Director espiritual: Desde que le escribí la última carta, mucho tiempo ha transcurrido, desde entonces acá bien gracias al Señor. Recuerdo los meses que han pasado, y los repaso, y en todos ellos encuentro misericordias que agradecer al Buen Jesús, y beneficios de que darle gracias. ¡Oh, Padre! Jesús siempre se me presenta Bueno, Bondadoso. Yo pobrecillo le hablo con confianza, le digo lo que me dicta el corazón. Siento Padre que Jesús me quiere, humilde, muy humilde. Yo le pido la humildad, desprecio de mí mismo, y siento que me falta mucho para llegar a ser humilde, porque todavía no me conozco lo que soy. ¿Quién me dará este conocimiento íntimo de la criatura, después del pecado? Solo el Espíritu del Señor, que penetra las profundidades del corazón. En los Ejercicios del Año pasado, en Septiembre, me llamo la atención esta verdad. En el alma del justo vive Jesús, por medio de su gracia, por su Espíritu Santo. Mora la Santísima Trinidad. Dirección espiritual con P. Antonino 32


Desde entonces me ha ocurrido, el recogerme interiormente, y sentir dentro de mi alma esa presencia intima. A pesar de eso generalmente mis suplicas, afectos y peticiones las dirijo al Sagrario, desde cualquier lugar en que me hallo. En mi vida ordinaria: A la mañana, la meditación con los postulantes, que están a mi cuidado, A las 7 o 7,30 la Misa. Después estudiar alguna cosa, o preparar algo para el domingo. 11,30 Vía-Crucis. A la tarde después de maitines, catecismo con los niños, a continuación, con los postulantes hasta la cena. Otra cosa deseo comunicarle: Hará mes y medio, llegó a mis manos un librito: “Las Almas Victimas”, quizás V.R. tenga conocimiento de Él. Si puedo encontrarme alguna vez con su Reverencia, le diré el cómo. Este librito habla, de las almas que “se consagran al Cordero Divino por la conversión de los pecadores” Es una liga entre almas generosas, pero ocultas pues ni aun entre sí se conocen. Su fin; Reparar…Sacrificarse en la misma Cruz de Cristo. Morir, para obtener la vida a los pecadores. Esas almas se consagran como víctimas de un modo especial en favor de los Sacerdotes del Señor. En esta liga de almas víctimas, además de una congregación especial, que existe; no sé, si dirigida por el Cardenal Segura, pueden entrar toda clase de almas, que se sienten con vocación para ello, pues es una liga espiritual; para ello no se necesita otra cosa, sino la aprobación del Director del alma. Estas alamas, se encargan cada una de la conversión de un pecador. Oh, Padre, he sido invitado a pertenecer a este número de almas, no desde el principio como víctima, porque es una cosa muy grande, sino como aspirante. Yo comprendo que es una cosa muy grande ser Víctima de ese modo. Porque la Victima verdadera no se pertenece, en nada si misma, muere cada día como San Pablo, en la Cruz de Nto Jesús. No se busca en nada a sí misma. Su vida es Cristo Jesús. Su morada el Corazón de Jesús. Todas sus cosas las hace en la caridad del espíritu Santo, bajo su influencia, y su dirección. Así entiendo yo, Padre ser víctima. Y yo, pobrecillo, he sido invitado, V.R. no sé si recordara el ofrecimiento que tengo Dirección espiritual con P. Antonino 33


hecho al Corazón de Jesús, considerándole como Amor Misericordioso, y me ofrecí para ser víctima, hace ya 11 años, aunque entonces no sabía bien lo que era ser víctima. Desde entonces, el Buen Jesús, siempre me ha comunicado el deseo de amarle, hacer todas mis pobres cosas por, su amor, me ha comunicado el deseo de sacrificio. Padre, no me parece pues una cosa nueva por una parte esta de ser víctima para gloria del Señor. Sí padre, yo desearía llegar a ser víctima verdadera, me da pues su aprobación para unirme a esa clase de almas ocultas en sacrificio, en inmolación. V.R. me enseñará, en la luz del Espíritu Santo, me ayudará, así espero. Nuestra Santa Regla camino me parece que es, para llegar a ser Victima verdadera. Pero la letra, mata, el Espíritu es quien vivirá. El Espíritu Santo da la luz, y la virtud para obrar el bien. El mismo obra en nosotros, y nos enseña las cosas que son del agrado del Señor. Padre, este es pues mi deseo, ser fiel a Jesús, desconfiar en todo de mí mismo, confiar todo de Jesús por su Madre. Hacer todo con recta intención de agradar a Jesús, buscarle a Él, no a mí mismo, querer su querer. Padre, otra cosa deseo comunicarle, sabe la carta que nos ha enviado nuestro Rmo. P. General. Siento los deseos, que haya, quienes se ofrezcan para esas misiones. ¿Habrá? No sé; pero si yo supiera que es del agrado de Jesús, me ofrecería. ¿Lo hare, padre? También le podría hablar de otros asuntos, pero los omito, si el Señor quiere que nos encontremos juntos, le comunicare entonces. En la vida exterior sigo, poco más o menos, como le he indicado. En las mortificaciones exteriores, como me lo tiene indicado, pero hay que ocultarlas todo lo posible, porque en nuestros tiempos chocan las mortificaciones, es una rareza el mortificarse. Me voy a despedir, Padre. De V.R. ¿Desea que me una a todas sus obras buenas, oraciones y sacrificios en un mismo espíritu? Y si V.R. desea tener parte desde ahora en todas mis obras

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pobrecillas, sea. Otra cosa no tengo para darle, bien sabe que nada soy, nada tengo de mí mismo, sino es muchas miserias. Adiós Padre muy amado. Suyo afmo... Fray Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABE Jesús le ayuda en la santidad. Confianza en Jesús y reconozca su incapacidad. Con él todo puede. Ante Jesús sea víctima de expiación. Puede participar en la liga. Puede ofrecerse a las misiones. Estella, 5 - VI – 36 Rdo. P. Bernabé de Cizúrquil A ls a s u a Amado P. Bernabé: He recibido su carta, por la que veo que el buen Jesús continúa ayudando su pobrecita alma, con el mismo cariño con que ha ayudado a los que quiere para santos, por eso se presenta a su alma siempre como Bueno y Bondadoso, y le da esos sentimientos e inclinaciones a la humildad y al Sagrario. Oh, confíe mucho en la bondad de Jesús, y ponga en ella toda la esperanza de su fidelidad, con él todo lo puede, sin él es una pobre criatura incapaz de todo, hasta de un buen pensamiento. Todos los buenos pensamientos y deseos que hasta ahora ha experimentado han nacido de Jesús Sacramentado, El se los ha merecido y después se los ha comunicado por el Espíritu Santo que habita en su alma, aunque pobrecita. Aumente pues cada vez más su confianza en Jesús, al mismo tiempo que va reconociendo su nada, su incapacidad para todo bien; y con esa confianza y humildad siga Dirección espiritual con P. Antonino 35


viviendo dentro del Sagrario, donde Jesús vive eucarísticamente adorando a Dios, dándole gracias, satisfaciendo por nuestros continuos pecados, e impetrándonos las gracias de salvación y santificación. Ahí es pues donde debe vivir· fr. Bernabé, vivir con Jesús· esa misma vida; ahí esta su fortaleza y su santificación. No deje pues esa vida eucarística, adórele por los que no le adoran, sea ante Jesús esa víctima de expiación por los muchos pecados que se cometen y por lo poco que le amamos nosotros. Pídale que se deje conocer y amar de este pobre mundo, y sobre todo de las almas sacerdotales y religiosas. En lo que me consulta sobre la invitación que le hacen para formar parte de esa Liga espiritual de almas víctimas, como nada tiene que perturbe nuestra vida religiosa, me parece bien que la acepte, y que haga de nuevo esa consagración. Así mismo le doy mi bendición para que se ofrezca para las misiones de que habla el Rmo. P. General; escriba al M.R .P. Provincial, y mientras determinan los Superiores quiénes han de ir, ruegue a Jesús dirija todo esto a su mayor gloria. Desde ahora acepto tener parte en todas sus obras, como me lo ofrece, pídale a Jesús que me dé un corazón nuevo como el del P. S. Francisco, y que me perdone cuanto le he ofendido como Sacerdote, Director, Confesor; yo de mi parte le uno a todas mis obras, pidiendo a la Virgen se digne hacerlas dignas de Jesús. Mande a su afmo. en Jesús y María Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO No quiero otra cosa, ser fiel a Jesús. Siempre sí, nunca no. Mi vida exterior. Trabajos interiores. Mis deseos: Jesús. Solo en él, paz. Abandono en él. Dirección espiritual con P. Antonino 36


Alsasua, 14 de Abril de 1937 M. Rdo. P Antonino de Caparroso. Guardián Amado Director mío: La paz de Jesús sea con su espíritu: Al propio tiempo que le envío ese pliego para Fray Vicente, le daré también alguna noticia de mi alma. He recibido la carta de Fray Vicente y en la misma, las fraternales palabras que me dirige V.R. Sí, padre, es lo que desea esta pobrecita alma, ser fiel al Señor, ser fiel a Jesús. En esta sola palabra cifro toda mi dicha y felicidad. No quisiera otra cosa, ser fiel a Jesús, dar gusto a Jesús en cada momento,…decirle siempre; ¡sí! ¡Y nunca; no!... ¿Y ahora que le diré?; ¿Le diré que trabajo por serle fiel? No me siento bastante capaz para manifestarle. Viniendo a la vida exterior, poco más o menos como antes; los trabajos y ocupaciones casi las mismas; los sábados salgo afuera, de ordinario para ejercer el ministerio. De salud bien gracias al Señor. Cuando el Padre, el papa enfermó, me sentí con deseos de unirme a él en el sufrimiento, y después de la comunión me ofrecía a Jesús, si en ello se complacía. Algunos días he pasado retirado durante el mes de Enero y después en Febrero, pero fue una cosa pasajera, pues no eran más que unos granos, que aparecieron en las piernas. En cuanto a los trabajos interiores, siempre se presentan de una manera o de otra. Yo creo que será el mismo Jesús quien se digna proporcionarme: a veces son contradicciones de parte de criaturas, otras veces siento hastío de mí mismo, de modo que tengo que violentarme para hacer cualquier cosa, otras veces son mis faltas y miserias que experimento, las que me ponen en desazón. Pero no siento aversión a los trabajos que me causan estas pruebas, paréceme que mi alma descansa cuanto está sentada en ellas. No quiero hablarle de los deseos que me dominan, porque me siento incapaz de explicárselos, pero todos se reducen a este: ser Dirección espiritual con P. Antonino 37


fiel a Jesús: querer lo que Jesús quiere, y como Él quiere, y cuando Él quiere, y para lo que Él quiere. Solo esto da paz a mi corazón, ninguna otra cosa me satisface, y en ninguna cosa encuentro descanso. Cuando estoy en esos sentimientos de abandono entonces estoy tranquilo y en paz. Pero si, ahora pudiera decirle las faltas u defectos míos que, [si] me impiden permanecer en ese abandono y fidelidad en Jesús, pero no me siento tampoco capaz de decirle, porque necesitaría muchos pliegos; pero estoy seguro que si V.R. conociera alguno en mí, me lo comunicaría. En otra ocasión le hablare más de esto. Por ahora siento necesidad de humillarme más y más en la luz del Señor, ¡Ah! Cuando Jesús envía un rayo de luz a mi alma para el conocimiento de mi nada y de mi miseria, ¡qué cosas veo entonces! Pero precisamente entonces es cuando siento mayores deseos de ahondar en mi bajeza, y de aniquilarme en la presencia del Señor. Y por ahora termino. Cuando V.R. crea oportuno darme algún aviso, u alguna amonestación la recibiré con gozo, entre tanto déme, Padre, parte en su espíritu, para que vivamos unidos en un mismo espíritu de caridad en Cristo Jesús. Su afmo. Fray Bernabé de Larraul

Estoy en convento nuevo. (De Alsasua a Fuenterrabía) Cambio de vida. Mi ritmo actual. Mañana y tarde. ¿1940? Muy Rdo. P. Antonino de Caparroso Estella Muy Amado Padre en Cristo Jesús: Pax et bonum: Desde hace muchos meses no he recibido ningún consejo de V.R. y desearía escuchar su voz, aunque sea por escrito, a lo menos me Dirección espiritual con P. Antonino 38


confirmara en las enseñanzas interiores. Me parece oportuno dirigirme a V.R., ahora que me encuentro en Convento Nuevo, y con alguna diferencia de método de vida. Voy a darle pues brevemente cuenta de mi norma de vida poco más o menos, a fin de que tenga el mérito de la Santa Obediencia del que ha dirigido mi alma hasta ahora y cambie y disponga según vea lo mejor en el Señor. Por ahora nos levantamos a las 5 ½, a las 6 ½ Misa Conventual; en este espacio hacemos la oración y rezamos Prima y Tercia. Durante la Misa Conventual bajo el confesionario. Yo celebro de ordinario a las 7 ½, y permanezco después de la Comunión, con el Señor, cerca de ¾ de hora. Después del desayuno, hasta las 12 me entretengo en prepararme para el Domingo o también algún rato en algún trabajo manual a veces. A las 11 ½ vuelvo hacer lectura espiritual meditada, paseando por la huerta; la lectura versa sobre la vida de la Sma. Virgen, y los misterios de N. Divino Salvador Jesús. A las 112 rezamos en el coro; Nona y Vísperas. Después del recreo un rato de siesta. A las 4 rezamos completas y Maitines en el coro; hasta las 7 ½ que nos retiramos, suelo emplear el tiempo después de la Indulgencia en hacer el Vía-crucis y algunas oraciones orales hasta las 11 poco más o menos. A las 11 descanso. He aquí brevemente el método de mi vida; ahora le pido el mérito de la Obediencia en aquello que aprobare…En lo demás, sigo los permisos que antes de ahora me tiene concedidos creyendo tendrán el mérito de la Santa Obediencia, v.g. todos los días hago un poco de disciplina y otras pequeñas mortificaciones que de antes me aprobó. Para poderle dar cuenta de mi vida interior, tendré que dejar para otra ocasión. Ahora le digo sencillamente, que lo que entretiene a mi alma, y encuentra ella luz, y paz, y aliento, es en las lecturas de las Obras del Amor Misericordioso, que V.R. conoce. Para mi alma son verdaderamente palabras de Jesús, y después de la Comunión Dirección espiritual con P. Antonino 39


las saboreo, y me vienen a la memoria naturalmente y sin esfuerzo. En lo demás sigue atrayéndome la Sagrada Eucaristía, y reconozco que no se corresponder ni aun de lejos a ese Misterio de Amor. Pidiéndole su bendición se despide su afmo. y hno. En el Sco. P. San Francisco. Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Ánimo, el Señor está para ayudarle. Aprobad su reglamento de vida. El Señor lo quiere para santo. El Señor cuenta contigo. No negar nada Estella, 8 - V - 40 Rdo. P. Bernabé Fuenterrabía Amado P. Bernabé: Recibí su carta, la que me consoló al ver que sigue su alma con los mismos deseos de amar a N. Señor y a su Sma. Madre, la Virgen Inmaculada. Adelante, P. Bernabé, que el Señor está para ayudarle y la Virgen para concederle la gracia de santificación. Le apruebo el reglamento de vida que se ha impuesto para santificar el día, así como confirmo los permisos · que le di en otras ocasiones para sus pequeñas penitencias. Vaya rectificando todo, de manera que no haya en su alma que no sea para la gloria del Señor y cumplimiento de su santísima voluntad. El Señor lo quiere para santo, y no paga al Señor las gracias que le ha dado, sino dándose todo, todo a El, y amándole mucho por sí y por los que no le amamos.

Dirección espiritual con P. Antonino 40


Acabamos de leer en el mes de María "que la Virgen cuenta con nosotros", con nuestra lengua, palabra, obras, corazón. Esto es lo que el Señor dice a fr. Bernabé "cuento con tu corazón, con tus manos, con tu predicación, con tu ejemplo para comunicarme a las almas; no le niegue nada al Señor por medio de la Sma. Virgen, nuestra Madre. Nada más por hoy, escríbame cuanto quiera, que yo le contestaré. Haga de mi parte una visita al “Altar de la Dolorosa" pidiéndola por mis necesidades y las de este Colegio. Mande a su afmo. que no le olvida en sus oraciones Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO Las próximas cartas (4 en total) están transcrita tal como se hicieron públicas en el libro del P. Rufino M. Grández “el corazón del Padre Bernabé” pp. 55-99 Fuenterrabía, 25 febrero 1941 M.R.P. Antonino, Director. I. "Breve resumen de lo que más me ha atraído en la vida espiritual" Primera carta Deseo de una dirección espiritual más íntima en plena obediencia. Muy amado padre en el Corazón Sacratísimo: Pax et bonum. Amado Padre; el motivo que me impulsa a escribirle estas líneas, es el deseo que siento de una dirección más íntima y más profunda con V. (vuestra) R. (reverencia). Es verdad que hasta ahora ha sido mi Director principal y he procurado gobernarme según sus normas, pero no me parece suficiente. Dirección espiritual con P. Antonino 41


Estos últimos días, leyendo la vida de Santa Gema Galgani, he comprendido de nuevo la importancia de la obediencia en la vida espiritual. Creo que acerca de esta virtud con frecuencia me ha dado Jesús, ilustraciones, deseos y luces, y aspiraciones de llegar a ser verdadero obediente, y siempre que leo en la vida de algún santo, los ejemplos de su obediencia, siento como una emulación y envidia, y al propio tiempo como miedo de no saber yo obedecer. Desde el principio de este año, pido a Jesús en el momento de recibirle en la Sagrada Comunión la Santa Obediencia, porque este año tengo la virtud de la obediencia en la papeleta del Año Nuevo27. Con todo esto no se satisface mi pobre alma. Paréceme que para llegar a amar de veras a Jesús, para llegar a la íntima unión con El, hay que someterse en todo a la Obediencia, hay que perderla propia voluntad en la obediencia, hay que vivir en la obediencia. He aquí pues, al parecer lo que me impulsa a pedirle una dirección espiritual más íntima y estrecha. Lo más íntimo y secreto de mi alma Padre, yo desearía que llegara a conocer lo más íntimo y secreto de mi alma, mis inclinaciones, mi carácter, mi modo de ser, todo, todo, de modo que pudiera leer en mi alma sin ninguna dificultad, y pudiera llegar a descubrir la obra que el Buen Jesús desea hacer en esta alma, a pesar de todas las miserias e ignorancias se encuentren en ella, y pudiera igualmente ver todo lo que hay del hombre viejo, convertido en pecado... De modo que con la gracia de Jesús, y correspondencia de mi parte, llegue V. R. a destruir todo lo que hay de la naturaleza viciada, lo que hay de amor propio, de propia voluntad, de inclinación natural etc. etc., a fin de hacer un verdadero vacío a Jesús, que lo llene de lo suyo, de lo divino según su beneplácito y bondad misericordiosa. Paréceme que todo esto le será muy sencillo y fácil a V. R. en la luz del Espíritu Santo, y sin duda que el Espíritu Santo le dará luz para comprender a esta pobrecita alma mía, y descubrir qué es lo Dirección espiritual con P. Antonino 42


que Jesús quiere de ella, y los designios amorosos que tiene sobre ella, a pesar de todo lo ingrata y desgraciada que haya sido ella. Pero creo que para conseguir mayor luz tenemos que recurrir a la oración, por tanto si a V. R. le parece bien vamos a hacer una Novena de Confianza al S. Corazón de Jesús. Y o pongo por intercesora a la Sma. Virgen a Santa Teresita y al Seo. P. San Francisco. Y V. R. hará según le parece, y si le parece yo le ruego pida oraciones a otras almas buenas, que tiene bajo su dirección, para que el Espíritu Santo de Jesús le dé luz clara y conveniente sobre mi alma, y para que yo pueda abrirla lo mejor que pueda, y le haga patente todas las miserias que creo descubrir en ella, todas las dificultades, sentimientos, deseos, aspiraciones etc. y V. R. juzgará si vienen de Jesús, y son según su Espíritu. Le ruego pues no tenga ningún reparo conmigo, ningún reparo en hacer todas las pruebas, y experiencias que le inspire el Espíritu de Jesús. Será muy fácil que yo caiga en la primera prueba, pero le servirá para mejor conocerme y para que mejor me pueda aplicar la medicina. Hasta que consigna formar en mí una verdadera imagen de Jesús Mi amado Padre, yo desearía que no se cansara conmigo, por mejor decir que no descansara hasta que consiga formaren mí una verdadera Imagen de Jesús, formada en su humildad, Obediencia, abnegación, sacrificio, y abandono filial en la Providencia del Padre etc. Si algún día con la luz del Espíritu Santo llega a ser realizada esta obra en mi alma, ya ve qué gloria le dará al Señor por toda la eternidad; de V. R. se habrá servido el Señor para sacar un retrato más de su Divino Hijo Jesús, que permanecerá para siempre. Para eso no veo ninguna dificultad de parte de Jesús; tiene tesoros infinitos de amor, y de misericordia en su Corazón, tampoco pueden ser óbice los pecados todos que yo miserable haya cometido, y yo deseo aborrecerlos de veras y me dispongo a llorarlos con dolor verdadero, y quiero hacer lo que hizo Marta Magdalena, El Buen Ladrón en Cruz, Margarita de Cortona etc. etc. El único fallo está sin duda en ese "quiero" quiero obedecer a Jesús, quiero corresponder a Jesús, quiero perderme en el querer de Jesús Dirección espiritual con P. Antonino 43


etc. He aquí en lo que deseo yo que V. R. me ayude, y a lo que me impulse a amar a Jesús en la verdad y en la sinceridad, entregándome en todo a su santa voluntad por medio de la Santa Obediencia. Poco a poco deseo pues hacerle patente mi alma, según puedo con la ayuda de la divina gracia. En el espíritu de confianza y abandono filial de Santa Teresita Antes he citado a Santa Teresita. Sepa, Padre, que siempre me ha atraído el espíritu de confianza y abandono filial de S. Teresa del Niño Jesús. Me salió al paso al principio de mi vida espiritual. Todavía cuando yo no sabía quién era "Teresa del Niño Jesús", sin ni aún recuerdo cómo en el último año de Alsasua, cuando era colegial seráfico, a la edad de 17 años, me dio la vida de ella el P. Vigilante, y me aconsejó la leyera. El espíritu de Teresa del Niño Jesús, se acomodaba bien a mi espíritu, me atraía su lectura, despertaba en mí el deseo de imitarla en sus virtudes. Recuerdo que al terminar el año, en el mes de Junio, que era el año de 1925, sentí deseo de consagrarme como ella al Amor Misericordioso en víctima de holocausto, y lo hice a mi modo después de pedir permiso al confesor. Sin duda que entonces yo no comprendía todo el alcance de la palabra "ser víctima de holocausto" del amor misericordioso del Corazón de Jesús, (ni aún ahora comprendo) pero lo hice a mi modo con una fórmula, y desde entonces he ido repitiendo, sin duda con la ilusión de llegar a ser verdadera víctima, ¡ah! y si llegara algún día a ser verdadera víctima de amor del Corazón dulcísimo de Jesús! ya ¿a qué más podría aspirar mi pobre alma, sino dejarse consumir por la llamas de su Corazón?... Y en el espíritu de la "verdadera devoción a la Santísima Virgen” Recuerdo igualmente que al mismo tiempo que cayó en mis manos la vida de Santa Teresa del Niño Jesús, comenzó a llamarme la atención la "Verdadera devoción a la Santísima Virgen" del Beato Luis María de Montfort. Sentía el deseo de llegar a ser Dirección espiritual con P. Antonino 44


esclavo de María; sobre todo esta devoción se desarrolló en mi alma durante el año del Noviciado. Desde entonces estos dos libros han ejercido influencia en mi alma, y hoy en esta hora son mi santa ilusión; pertenecer por entero a la Santísima Virgen, vivir consagrado a Ella, a fin de entregarme en abandono filial al Corazón de Jesús. Suavidad y atracción en la meditación de la Pasión de Jesús Más tarde comencé a encontrar suavidad y atracción en la meditación de la Pasión de Jesús. Durante el noviciado, más aún en los primeros años de estudiante deseaba tener siempre presente a Jesús Crucificado, deseaba sentir compasión hacia Él, y sufrir por El. Es verdad luego noté la sequedad, o cierta dificultad en poder discurrir en la pasión; sin embargo me atraía Jesús Crucificado y deseaba tenerle presente, y rogarle por los pecadores, que tanto le habían costado. Creo que éste fue el pensamiento dominante durante los años de estudio. Víctima de amor con Jesús Sacramentado Juntamente con la pasión de Jesús, se despertó en mi alma la devoción a Jesús Sacramentado. Deseaba sentir o ver la pasión de Jesús, renovada en la Eucaristía. Y al presente este pensamiento me atrae, considerar a Jesús en el Sacramento "Víctima de Amor" Hostia que se inmola continuamente por la salvación de las almas. ¡Oh, qué dicha, qué santa ilusión, si yo llegara algún día a ser hostia en Jesús Hostia, Víctima que se inmola en la ardiente 1 lama de su Caridad, que pueda decir con San Pablo "Ya no soy yo el que vive, es Jesús quien vive en mí, se inmola en mí"! Las bondades de Jesús con mi alma Ruego a V. R. que me ayude, le ruego que si ve, se pueda hacer algo en esta pobre alma, no vuelva atrás, ni me deje, aunque le cause trabajos y molestias, que entre tanto quiero yo pedir a Jesús, que devuelva a su alma todo el bien que pueda hacer a la mía, y le Dirección espiritual con P. Antonino 45


devuelva duplicado. He querido darle un breve resumen de lo que más me ha atraído en la vida espiritual, para que V. R. juzgue las bondades de Jesús con mi alma, pues yo así pienso que todo lo que anteriormente le he dicho, es una bondad grande de Jesús con mi bajeza, y yo pienso que al darme el deseo, y al poner en mi alma la luz quiere sin duda que yo le corresponda según mis fuerzas, apoyándome en su divina gracia. Pues esto es lo que vengo a buscar en V. R. el modo de corresponder a Jesús fielmente, sin ninguna clase de engaño, ni del amor propio, ni del propio interés etc. sino corresponder a Jesús por amor, corresponder fielmente, de modo que Jesús sea mi único anhelo, mi único querer, mi única ilusión, mi único todo, como tantas veces le digo después de la Sda. Comunión; pero quisiera decirle con toda la verdad, y que la palabra corresponda a la realidad. Por eso todos los días le pido a Jesús, que me dé a V. R. por Padre, Maestro y Médico, a fin de que ejerciendo esos oficios con mi alma, me lleve a Jesús, y no descanse hasta que consiga que Jesús sea el único Dueño de mi corazón, sólo El viva en mi corazón. Ahora, en esta Cuaresma tengo deseo de dedicarme más de lleno a considerar la pasión de Jesús, le pido su santa bendición para que sea con agrado de Jesús. En las cartas posteriores le daré cuenta de mi alma, según las normas que me quiera dar V. R. Entre tanto le ruego me bendiga, y me tenga presente en su oración. Su afmo. hijo espiritual Fr. Bernabé de Larraul A. [=ave] María.

ANTONINO A BERNABÉ La Respuesta del P. Antonino a la carta anterior. Estella 4-IV-41 Dirección espiritual con P. Antonino 46


Amado P. Bernabé: Recibí su carta última, fecha 25-II-41, en la que veo su deseo de una "dirección más íntima y frecuente” con el fin de tener acierto en su vida y mayor mérito de obediencia, por mi parte no hay ninguna dificultad, pues es lo mismo que yo le deseo para gloria de Dios y santificación de su alma. No hay duda que el buen Jesús y su Sma. Madre han pensado en su alma para unirla íntimamente con ellos mediante su Pasión, la Eucaristía y la Virgen Sma., gracia que se lo ha de agradecer, porque ¿quién es fr. Bernabé para un destino tan singular? Animo pues, que N. Señor y su Sma. Madre pueden y quieren realizar esa obra, y la conseguirán, siempre que no pongamos nosotros algún obstáculo, pues Jesús vino y murió y se ha quedado sacramentado para damos esa vida abundantísima. Desde luego, Jesús le exigirá primero una limpieza absoluta de alma, porque sólo habita intensamente en esas almas no subyugadas por el pecado, y así tenga cuidado de no cometer ninguna falta pequeña deliberada; es lo primero que hizo el Espíritu Santo en la Sma. Virgen, que ha de ser su modelo, hacerla inmaculada. Después necesita mucha confianza en Jesús, pues en él está la gracia que necesita y sin él no se ha hecho nada de cuanto se ha hecho de santidad en el mundo; por esto, al mismo tiempo que desconfía de sí mismo, que no es nada, confíe mucho en Jesús y en la Virgen Sma. que "son todo", la plenitud de la gracia, de la cual todos han vivido, y continuarán viviendo hasta la consumación de los santos. Respecto a la vida exterior, debe someterse al "reglamento de vida conventual", sabiendo que esa es la voluntad de Dios, y principio de muchas bendiciones, por eso no se dispense mientras pueda, siendo siempre el primero; en los tiempos libres que el reglamento le deja, empléelos en el estudio de moral, de sermones y de visitas a Jesús Sacramentado, y así Jesús le irá comunicando Dirección espiritual con P. Antonino 47


su voluntad. Respecto a las penitencias, siga con los permisos que tiene, siendo siempre un poco prudente, caso de que notase que le van faltando las fuerzas, prudente, digo, no cobarde. Nada más, amado P. Bernabé, por hoy; escríbame con la frecuencia que quiera, que yo le contestaré, para que su vida sea "víctima de obediencia". Ruegue por su afmo. en Jesús y María Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO Transcripción como en el libro “El corazón del Padre Bernabé” Fuenterrabía, Del 14 al 24 de abril de 1941 II. La vida dentro del convento "Los actos del día y las disposiciones con las que se encuentra el alma en ellos" M.R.P. Antonino, Director El Espíritu del Señor me habla por medio de V. R. Amado padre en Jesús: La paz de Jesús sea con su alma en todo tiempo. Leyendo su carta última, no puedo dudar que es el Espíritu del Señor quien me habla por medio de V. R., pues es lo que me hace sentir interiormente. Así cuando mi alma se pone en comunicación con Jesús o su santísima Madre, de ordinario, a lo menos muchas veces, mi alma les pide el dolor de los pecados cometidos. "¡Oh Jesús: dadme un dolor íntimo de mis pecados, haced que los conozca, haced que los llore!, ¡oh Jesús mío: óyeme...! Estas o parecidas frases sigo repitiendo sin cansarme, y en esos momentos no puedo pedir otra cosa, sino que repito las mismas frases con Dirección espiritual con P. Antonino 48


cierta ansiedad que siente el alma. Otro tanto me sucede, siempre que atiendo a alguna exigencia de la naturaleza, o no he sido fiel en alguna cosa a Jesús; luego me hace sentir en el interior de mi alma con cierta pena. Afecto a las Constituciones En cuanto a la observancia regular, es verdad igualmente que Jesús N. S. me ha comunicado siempre un deseo especial de asistir a los actos de la Comunidad; he sentido siempre un afecto particular a nuestras santas Constituciones; he creído siempre es un tesoro inestimable, que el Señor nos ha concedido, y creo que siento un poquitín de celo, porque se observen fielmente entre nosotros estas santas Constituciones; al contrario he sentido pena, cuando he observado que no se las mira con cariño, y con aprecio, sino al modo de una carga. Desde algún tiempo procuro leer casi todos los días algún punto de ellas, deseando recibir de Jesús y de María, la gracia de cumplirlas fielmente. Los primeros momentos del día Como le indicaba en la última carta, siento deseo de darle una comunicación la más clara posible de todos mis actos, de las disposiciones de mi alma, de sus sentimientos, de los deseos que ella tiene, etc. etc. a fin de que V.R. con la luz del Espíritu santo pueda separar la paja del grano, y pueda ver la obra de misericordia que Jesús desea hacer en esta pobrecilla, redimida con el precio de su sangre y a la que sin duda, hasta el presente se ha dignado conceder muchas gracias, y de este modo pueda gobernarla más fácilmente, y dirigirla según el beneplácito del Padre Celestial. Sin seguir un orden riguroso, comenzaré por darle cuenta de los actos del día, y las disposiciones con las que se encuentra el alma en ellos. El levantarme por la mañana, siempre me ha sido algún tanto costoso, sobre todo algunas temporadas, en parte porque tengo sueño pesado, y casi siempre suele ser el despertar medio soñando, Dirección espiritual con P. Antonino 49


en cierta pesadez. A causa de eso en los primeros momentos me encuentro poco dispuesto, para levantar mi pensamiento a Jesús o a su Sma. Madre. Además de esto, al punto acuden al pensamiento las impresiones del día etc. De modo que lo primero que tengo que hacer es renunciar a tales impresiones, pero al propio tiempo suele también acudir el pensamiento de la Sagrada Comunión, y como un deseo de comenzarme a preparar, en seguida, diciendo a la Sma. Virgen Madre mía preparadme para recibir a Jesús: ¡Madre mía preparadme para recibir a Jesús en Vuestro Corazón Purísimo! De este modo transcurre el tiempo de lavar hasta entrar en el coro. La oración de la mañana Mientras el Ángelus y las Letanías, a veces recogido, pero algunos días impresionado con algún pensamiento, sin recogimiento para atender a las súplicas y peticiones que en ellas se hacen. Luego durante la lectura de la meditación procuro atender a ella, pero debo decirle sencillamente que la lectura de la Pasión que se hace en nuestros conventos, quiero decirle el libro que leemos, nunca ha tenido para mí atractivo, sino siempre he sentido como una frialdad o indiferencia para escucharla, y mucho menos capaz me siento después para meditar o pensar sobre el punto que se ha leído 28. Luego de terminada la lectura comienzo pues mi oración, según por donde le dé al alma (no sé si la expresión será correcta) quiero decirle me dejo llevar del sentimiento del alma que en aquellos momentos la llena, generalmente comienzo dirigiéndome a Jesús, presente en el Sacramento. Desde algún tiempo paréceme me encuentro bastante recogido durante el tiempo de la oración de la mañana. Le digo esto porque casi siempre durante mi vida de religioso, paréceme que en la oración de la mañana haberme encontrado como incapacitado, de hacer, nada, o incapaz de pensar, y meditar, y aun de dirigir afectos Dirección espiritual con P. Antonino 50


a Jesús y a la Sma. Virgen. Y aun ahora, no puedo hacerlo que a veces quisiera hacer, o pensar etc., me dejo pues llevar del sentimiento del alma que entonces le domina. Creo que en este tiempo le domina generalmente el pensamiento de la Sagrada Comunión. Se me presenta como el centro de todo mi bien, el medio de realizarse mis deseos y anhelos, el medio de conseguir aquello por lo que gime esta pobre alma, que siente su incapacidad. Juntamente con este deseo de la Santa Comunión se me presenta mi nada, o ninguna disposición para recibir a Jesús. Se me presenta la infinita distancia entre el alma, llena de tantas miserias y Jesús, Santidad, Pureza infinitas, y con esto brota el deseo de quererme preparar de alguna manera para recibir a Jesús. Así se me pasa el tiempo de la Oración de la Durante la Misa conventual Durante la Misa conventual, casi siempre sin ningún sentimiento, y sin poder considerar el misterio; el deseo del alma sea representar el sacrificio del Calvario, y ser trasladada al altar, y contemplar y unirme a ese dulce misterio de Amor; en algún tiempo esto me era fácil, o me podía representar, pero ahora en general, parece que el alma no quiere discurrir, o que no se siente capaz de considerar el misterio, me tengo que pues resignar al estado en que se encuentra el alma. Sin embargo, cuando llega el momento de la consagración, repito estas expresiones, aunque el alma esté oprimida, y son como siguen: "Jesús mío, yo os adoro en esta Hostia Santa en todas las almas que os están adorando en el cielo, en la tierra y en el Purgatorio, y me uno a Vos, y me entrego a Vos. Deseo inmolarme con Vos para gloria del Padre etc...", y con éstas y parecidas expresiones continúo, aunque a veces ni sé lo que digo. Dirección espiritual con P. Antonino 51


Por otra parte voy al confesonario todos los días, aunque no llamen, durante ese tiempo de la Misa Conventual. Ya el año pasado comencé, y ahora continúo, al parecer por hacer algún favor, si alguno quiere confesarse. En esto me remito a lo que me dijere V. R. Preparación para celebrar la Misa Cuando celebro la misa a las 7,30 en casa, a las 7 subo a la celda y hago un poco de disciplina como 6 o 7 minutos; después leo algún puntito del Amor Misericordioso y me entretengo con su meditación hasta la hora de la Santa Misa. Un poco antes suelo recitar algunas oraciones del Breviario, antes de la Santa Misa, pero no todas, porque no puedo prestarles atención. Cómo celebra la Misa: deseo de aprehender el misterio De la celebración de la Santa Misa, no sé qué decirle. Le diré, que siento algo de mi nada, de mi ignorancia, de mi insuficiencia, ante este misterio inefable. El pobre Fr. Bernabé quisiera aprehender de alguna manera el misterio, palparlo de algún modo, penetrarlo, darse cuenta de que en sus manos tiene a Jesús mismo en la Hostia Santa, y es Jesús, todo Caridad y Amor en la Hostia, y realiza el misterio más dulce, más consolador, el misterio inefable de su Inmolación mística. ¡Ah! ¡Cuántos misterios inefables! ¡Y parece que todos se le escapan de su mente en aquellos momentos: Pero es un Misterio de fe, y todo se realiza bajo el velo de la fe! En aquellos momentos siente su pequeñez, su incapacidad, su indignidad, pero al propio tiempo como un ansia, una sed de ser más puro, de alguna manera querer participar del misterio..., pero veo que con las palabras no digo nada, y será mejor callar, y admirar en silencio tanta Bondad de parte del Señor, tanta dignación inefable con sus pequeñas criaturas. Llega el momento de recibir a Jesús Llega pues el momento de recibir a Jesús en la Hostia Santa, y Dirección espiritual con P. Antonino 52


el pobre Fr. Bernabé, no sabe hacer otra cosa, cuando lo recibe en sus manos para introducirle, que pedir mentalmente a la Virgen Sma. su Corazón Purísimo para que en ese Corazón Inmaculado sea recibido Jesús. Al recibir a Jesús-Hostia en mi pecho le ofrezco al Eterno Padre mentalmente, y le hago alguna petición, o le presento alguna cosa, que en aquellos momentos se representa al alma. Al recibir el "Sanguis" igualmente le ofrezco al Padre, como satisfacción, expiación etc, al propio tiempo (hago) como una petición, de ser purificado al contacto de esa Sangre Inmaculada del Cordero; también se me presentan las almas del Purgatorio y las almas de los infieles, deseando que la sangre de Jesús caiga sobre sus almas, que las purifique. Coloquios de acción de gracias La tendencia que siente el alma entonces, es como quererse recoger interiormente, como para escuchar a Jesús, y quedar unida a Él; por eso me doy poca cuenta de las oraciones de después de la Comunión. Mi acción de gracias suele ser casi siempre una especie de conversación o de diálogo entre Jesús y el alma. Yo quisiera reproducirlo ahora para darle cuenta, pero no puedo, porque pasado ese tiempo, o la disposición en que entonces estaba el alma, no recuerdo bien cómo ha sido o lo que ha sido. Sin embargo siempre queda alguna idea o recuerdo. Así pues haré como mejor pueda, aunque no siempre suele ser de la misma manera. Al terminar, el último "Cor Jesu Sacratisimum" paréceme o siento como si Jesús me dijera: "Ofrécete a Mi Corazón, en donde encontrarás todo el bien que tú deseas. Yo soy tu Dios bueno, Tu Dios misericordioso, ven a Mí... ¡Oh! Jesús yo quisiera ofrecerme a tu Corazón, pero no sé cómo, haz tú mismo que yo me pueda ofrecer a Ti: Oh Jesús, haz que yo sea tuyo, enteramente tuyo, ven Jesús y llévame contigo, oh Jesús cuándo seré tuyo, cuándo viviré solamente para Ti, oh Jesús que has muerto de amor por mí. Dirección espiritual con P. Antonino 53


Sí, Yo he muerto de amor por Ti, Yo te amo, Yo no tengo otro deseo que hacerte bien, llenar tu corazón. Yo quiero ser todo tuyo, sé tú mío, ven a Mí,... entrégate a Mí, date a Mí..." Ya veo Padre, que es inútil querer reproducir, no puedo, porque ahora no siento. Además como es una cosa continuada y rápida, todo mental, y no permite la tardanza de la pluma para reproducirlo en el papel. Le digo pues que en esa especie de Diálogo paso cerca de tres cuartos de hora después de la Sagrada Comunión. Ahora no todos los días suele ser de la misma manera, sino de forma variada según los días, y paréceme que no depende de mí, porque a veces quisiera hacer alguna petición a Jesús, o representarle alguna persona etc, y no siento fuerza para hacerlo, sino que me tengo que dejar a lo que me dicta el alma entonces. Discernimiento de esos coloquios Alguna vez, me he puesto a pensar qué será eso, esa especie de conversación con Jesús, y alguna vez me ha venido el pensamiento, si todo será cosa de imaginación, y por tanto todo tiempo perdido, y todo un engaño, pero no le he hecho caso, ni me he preocupado. También hace poco leí en San Juan de la Cruz que habla de tres distintas clases de locuciones entre Dios y el alma, y no veía en qué colocarlo mío, más bien me parecía que no se podía colocar en ninguna de ellas 29. Ahora el efecto que produce en el alma ese modo de comunicación con Jesús, es una suavidad que siente el alma, y al propio recogimiento, y deseo de conseguir aquello que se le propone. Y es distinto de lo que sucede cuando el Espíritu Santo ilumina con alguna verdad el alma, o se ve con mayor claridad alguna verdad revelada; le digo es distinta entonces la impresión que recibe el alma. En este modo de comunicación de diálogo, es más bien todo afectos, y deseos en que queda el alma con una suave paz. Tampoco depende de mí reproducir esa especie de diálogo cuando me place. Dirección espiritual con P. Antonino 54


Lo más frecuente suele ser en el tiempo de acción de gracias y durante el día, si el alma está en paz y tranquilidad, pues si el alma está preocupada de otro cualquier modo, entonces no está en disposición. Le digo todo esto con el fin de darle cuenta de todo lo que hago, y para que V. R. juzgue si es agradable a Jesús, ese modo de dar gracias etc. Sin embargo algunas veces, también me siento inclinado o movido a dirigirme al Padre Celestial, comenzando por ofrecer a su Hijo sacramentado, y después continuar hablando con El, pero no en diálogo, sino en forma de peticiones y de súplicas. Alguna vez me hace fuerza el pedirle, lo que le pidió su Hijo Jesús en la última cena: "Padre, glorifica a tu Hijo" etc... Esos diálogos son entre el alma y Jesús, quiero decirle, que no son por ejemplo con la Sma, Virgen o con el Padre Celestial o el Espíritu Santo, quiero decirle cuando me dirijo a la Sma. Virgen, o al Padre Celestial, no siento que responden a mi alma. Y perdone, Padre, veo que me explico mal, y no sé decirle lo que quería, pero permítame decirle lo que me ha ocurrido en estos últimos días. Se me ha ocurrido, ya que Jesús está en lo más íntimo de nuestra alma por medio de su gracia y de su Espíritu Santo, si será El, el que produce en el alma esas palabras o esas aspiraciones: "Date a Mí, Yo soy tu Dios Bueno, en mí encontrarás la paz, la dicha, el consuelo etc. etc." Otros detalles de después de la Comunión Por todo esto que le digo, aunque mal dicho, creo que ya se dará cuenta de lo que pasa en mi alma y mi modo de conducirme con Jesús. Este es pues mi modo de dar gracias a Jesús y para terminar suelo recitar algunas oraciones del Breviario: el Cántico de los tres niños, el "Alma de Cristo" etc. A las 9 voy a desayunar, antes hago un poco de disciplina si no he podido hacer antes de la misa. Después del desayuno vuelvo a la presencia de Jesús para pedirle la bendición para comenzar mis trabajos de cada día. Dirección espiritual con P. Antonino 55


Cuando tengo la Misa fuera de casa, observo el mismo método más o menos que en casa. Por el camino voy hablando con Jesús, y después a la vuelta continúo mi acción de gracias de la misma manera hablando con Jesús y su Madre Sma. Tendría que decirle también que me he acostumbrado a estar con el capucho puesto durante la acción de gracias; no sé por qué será o porque me siento más recogido, o más abstraído de lo que me rodea, el hecho es que ya desde hace dos años o más hago de ese modo. Víctima de obediencia con esto voy a terminar por hoy; con la gracia y auxilio de Jesús y María, le daré cuenta de los demás actos del día en las cartas siguientes. Y

mi deseo es Padre, y mi intención hacerle patente mi alma de modo que con la luz del Espíritu Santo pueda leer en mi alma como en un libro abierto, para que me dirija según el Espíritu del Señor por las sendas de justicia y santidad, y para que de ese modo llegue a ser verdaderamente "Víctima de Obediencia”. Oh ¡qué dicha y qué felicidad más grande me parece ésta! Y

Esa palabra ser "Víctima de Obediencia" me dice todo; consiguiendo eso, paréceme que he conseguido todo, porque Jesús fue "Víctima de Obediencia" al Padre: "factus oboediens usque ad mortem". Y la Virgen Sma. fue igualmente con Jesús. Le ruego pues, Padre, que no juzgue según suenan las palabras que le escribo sino más le pido a Jesús dulcísimo que le comunique con profusión su Espíritu Santo, que es Espíritu de Verdad, que es la Luz, a fin de que ese Divino Espíritu le gobierne en todo, y le dé a conocerla verdad, a fin de que pueda satisfacer a todos aquellos que se le acercan. Y pido a Jesús que ese mismo Espíritu Santo de Amor y de Verdad santifique su propia alma, y la purifique de día en día hasta la venida del Señor Jesús. Y le ruego, Padre, pida también V.R. para Fr. Bernabé ese mismo Espíritu de Amor, a fin de que lleguemos a ser consumados en el "Unum" para gloria del Padre y de su Hijo muy amado, Jesús, Salvador nuestro. Su almo. s.s. Dirección espiritual con P. Antonino 56


Fr. Bernabé de Larraul A. M.

ANTONINO A BERNABE Respuesta a la (14/24-IV-41) Estella 9-V-41 Muy amado Padre Bernabé: He recibido su última de Abril, y veo que el Señor mantiene su alma en medio de muchos deseos de agradarle con todo el amor posible; esto ya es una gracia, principio de otras muchas, según el pensamiento de la Sma. Virgen, nuestra Madre, "esurientes implevit bonis". Déle, pues, gracias a Jesús que nos ha merecido esas gracias, y a la Sma. Virgen que nos las aplica a nosotros con todo conocimiento de a quien las aplica. Manténgase siempre en ese espíritu de penitencia, que le hace conocer y detestar sus pecados, y hágalo extensivo a los pecados de todo el mundo, como si fueran suyos propios, ofreciéndose como víctima en unión con Jesús y María para que cese el pecado sobre la tierra; a este fin ha de dirigir sus mortificaciones y su trabajo apostólico, puede continuar con la costumbre de ir al Confesonario durante la misa conventual aunque no le llamen; en los otros tiempos, el de la oración, oficio divino tiempo de estudio, etc. sólo cuando alguno le llame. Puede mantener esas efusiones de su alma durante la misa, oficio divino; dejándose llevar por esas frases deseosas y amorosas, que brotan espontáneamente de su alma, pues le son puestas por Dios, por el Espíritu Santo, que nos enseña el modo de orar, y son gratas al Señor, dejando todo en manos de la Virgen que no permite se equivoque el alma que se le entrega. En la celebración de la Sta. Misa, deseo más que comprenderla Dirección espiritual con P. Antonino 57


fe viva pues es "mysterium fidei", y son bienaventurados los que "no ven y creen" y hemos de vivir sometidos a la ley de la Divina Providencia, que de ordinario quiere que no sean los sentidos los que palpen y perciban este misterio, sino "auditu solo creditur , sino que sea la fe y el amor. Puede entregarse a esas efusiones de su alma durante la celebración, ofreciéndose con Jesús y por Jesús al Eterno Padre "in remissionem peccatorum". Esas conversaciones íntimas con Jesús, sobre todo, después de la Sgr. Comunión, no son ilusión ni engaño, sino modos que el Espíritu de Jesús pone en su alma, de sí pobre e ignorante, para que converse menos indignamente con él; siga, pues, esos movimientos de su espíritu, sin preocuparse de las enseñanzas de nuestros místicos, porque la acción del Espíritu Santo no está sometida a ningún cuadro especial y es particular a cada alma; lo que importa es "darse todo a él", abstraerse de toda criatura, para dejar el alma libre a su acción. Póngase, pues, en manos de la Sma. Virgen "maestra de todos los santos" que ella le llevará a esa unión íntima con Jesús, a la que aspira su alma. Sea muy fiel a Jesús aun en lo pequeño, para que le lleve a lo mayor, que es su amor; muy obediente a toda ley, a todo mandato, y no dude que el Señor terminará la obra que en su alma ha comenzado... Fr. Antonino de Caparroso BERNABE A ANTONINO (En papel sin membrete) Transcripción como en el libro “El corazón del Padre Bernabé”. Fuenterrabía, del 6 al 13 de Mayo de 1941 M.R.P. Antonino de Caparroso Ocupaciones de la mañana Muy amado padre en el Corazón Sacratísimo: Pax et bonum. Terminé la última carta diciéndole que después del desayuno iba Dirección espiritual con P. Antonino 58


a pedir a Jesús la bendición antes de comenzar mis trabajos de cada día. Habiendo pedido la bendición a Jesús y a su Sma. Madre, voy a la celda. Si tengo que preparar algún sermón, primero suelo leer alguna cosita sobre la materia, y luego conmigo mismo formar el plan, y luego procuro escribir lo que he concebido en mi mente. Otras veces hago algunos pequeños trabajos que me haya encargado el P. Guardián u otras ocupaciones que salen al paso etc. Otras veces procuro repasar o estudiar alguna cosita etc. En estas ocupaciones se me va el tiempo desde las 9,30 hasta las 11,30. A las 11,30 voy a la presencia de Jesús Sacramentado para pedirle de nuevo la bendición y luz para hacer lectura espiritual y hasta las 12 hago lectura espiritual meditada paseando en la huerta. Lectura espiritual: La Mística Ciudad de Dios Ahora deseo decirle algo acerca de la Lectura espiritual30. El libro predilecto que empleo para la lectura espiritual es la Mística Ciudad de Dios o vida de la Sma. Virgen María y de su Hijo Santísimo N.S. escrita por la V. María de Agreda. Comencé a leer en Pamplona de estudiante y desde entonces no la he dejado, y sin embargo aún todavía no la he leído toda. Es verdad que cada vez leo poco, pues tengo que detenerme y meditar o saborear lo que voy leyendo, y esto mismo me sucede con casi todas las lecturas. Según mi sentir encuentro en esa lectura de la "Mística Ciudad de Dios" alimento y luz que satisface a mi alma, y (en) muchas ocasiones queda mi alma impresionada, que a veces me duran algunos días, sobre todo al recibir alguna luz ya sobre las virtudes de la Sma. Virgen, ya sobre las obras admirables que hizo mientras fue viadora en esta tierra etc. Ahora la doctrina contenida en este libro, yo la juzgo sencillamente, como revelada y esto no solamente por los efectos que causa en mi interior, además de la conformidad con la Sagrada Escritura y la Sagrada Teología, sino apoyado exteriormente en el testimonio que han dado graves autores sobre esa Obra. Por todo esto pues llena esta obra todas las aspiraciones de mi alma y siento, Dirección espiritual con P. Antonino 59


(que aunque el Señor tenga dispuesto concederme muchos años de vida) siempre encontraré nueva luz, y alimento abundante para mi alma 31. Lo que me sucede es, que al meditar o reflexionar un poco las virtudes de la Sma. Virgen, a veces queda como aplastada u oprimida mi pobre alma, considerando la distancia casi infinita entre la vida Sma. de la Virgen, y mi vida pecadora, porque mi aspiración al leer esa obra y meditarla, es imitar de alguna manera a la Sma. Virgen y oír sus enseñanzas y razones suavísimas, que repetía a su sierva, como también me las dijera a mí. Y el concepto que tengo formado sobre la Sma. Virgen, acerca de sus virtudes inefables, del abismo de sus gracias, de sus relaciones con la Sma. Trinidad y de su Hijo Jesús, de sus relaciones con los hombres como Mediadora de las gracias, me he formado principalmente leyendo esta Obra. Y sin embargo no la he leído todavía toda ella; ahora con la gracia divina pienso comenzar la tercera parte de su vida desde la Ascensión del Señor a los Cielos hasta su Asunción gloriosa en cuerpo y alma. Es verdad que algunas parte de su vida y algunos misterios los he leído y meditado repetidas veces como el misterio de su Concepción Inmaculada, el nacimiento del Niño Jesús, su pasión etc, porque siempre me quedo con hambre y nueva ansia. Y me atrevo a decir que he hecho el centro de mi vida espiritual la meditación de la Vida de la Sma. Virgen y de su Divino Hijo. Otra cosa que ha llamado mi atención sobre esta Obra, es la estima en que han tenido muchos siervos de Dios y almas amantes de Dios, comenzando por N. Beato Diego José de Cádiz”, V. P. Francisco de Orihuela”, V. Agustín Cardaveraz33 34 etc. Todo esto ha contribuido a buscar la dirección y luz de mi alma en esa Obra. He querido darle cuenta de esto con alguna extensión para que conozca mejor mi alma y por los caminos por donde anda. La Mística Ciudad de Dios es pues mi libro para la lectura espiritual. Obras y folletos del "Amor Misericordioso" Dirección espiritual con P. Antonino 60


Juntamente con esta Obra empleo las "Obras del Amor Misericordioso", en las cuales igualmente mi pobre alma encuentra una unción, expansión, paz y quietud, que me deja siempre con hambre y sed de Dios sencillamente y según siente mi alma. Estas obritas, o (por) mejor decir, la doctrina que se encuentra en esos "Folletos" 35 la considero yo, ciertamente, como palabras de Jesús, que se ha servido de alguna alma, como de instrumento para transmitirlas. Por eso llenan mi alma y la dejan satisfecha, con aquella paz y satisfacción que encuentra el alma en la manifestación de una verdad. Sobre todo las obritas "La Gloria de Dios" y "El Amor no es amado" quisiera que se grabaran para siempre en mi alma y estuvieran presentes sus palabras en mi memoria. Ahora estoy leyendo "A los Sacerdotes", que igualmente llenan mi alma sus enseñanzas. Estas obritas leo a ratitos, muchas veces cuando voy a visitar algún enfermo, o salgo de casa para algún otro ministerio, en el camino leo unas cuantas líneas, para que sirvan de meditación, o para conversar con Jesús. Mire pues, Padre mío, qué cositas entretienen mi alma. Esas son las lecturas que más me llenan y ensanchan o dilatan mi corazón en la esperanza, y me llevan hacia Jesús. Las epístolas de San Pablo No quiero pasar en silencio, que también las "Epístolas de San Pablo"36 ejercen un atractivo sobre mi alma. Hace unos tres años que fui leyéndolas muy despacio, meditándolas, y desde entonces encuentra mi alma no sé qué sabor en esas cartas, siempre que leo alguna página de ellas, eso que, como dice el Apóstol San Pedro, hay en ellas "misterios de alta sabiduría y de difícil entender", a pesar de eso dan una luz suave y de paz al alma. En la fuente de la Palabra Increada Sin embargo el alma nunca queda del todo saciada con la verdad y palabras de vida que encuentra en los libros, sino que esta pobre Dirección espiritual con P. Antonino 61


alma busca al Autor de esas palabras y quiere poseer al que es la "Palabra Increada" al Verbo de Dios. Y la fe le descubre el misterio que le dice que el "Verbo de Dios" entre nosotros tiene su morada y su Tabernáculo, sí, está realmente en la Hostia Santa. Ahí está aquel Jesús que pronunció las palabras del Santo Evangelio; ahí está Jesús todo amoroso, y la pobre alma quisiera aprehender a ese Jesús, tenerle en posesión, estar en El, y siempre con El. ¡Ah! ¿Y no se habrá quedado Jesús para ser todo nuestro, nuestra vida, y nuestra respiración? ¿No dijo El, que quien le comiera viviría de su vida, así como Él vive de la Vida de su Padre, y que sería "Uno con El" así como Él es Uno en el Padre? ¡Oh!, padre, qué misterio tan profundo encierran estas palabras: "Vivir de la Vida de Jesús", ser "Uno con Jesús". Uno con Jesús en el pensar, en el desear, en el querer, en todas las cosas ser "Uno con Jesús", vivir de su vida, ¡que es la Caridad infinita de su Corazón!... ¡Cuánta es la dicha de la criatura! Y esto que parece prodigio es una realidad para el alma que cree con fe, pues es la Palabra de Jesús, la Palabra de la verdad. No es pues extraño que los santos fueran como ciervos sedientos a la "Fuente de aguas vivas" para saciarse y apagar su sed. Si nosotros también tuviéramos la dicha de dar con ese Tesoro escondido, a fin de vender todas las cosas, y comprarlo y poseerlo para siempre. Estas son las aspiraciones de esta pobre alma, y sus ilusiones y sueños, y sin embargo cree que puede llegar a ser la realidad, pues el que es la Verdad, ha dicho y su palabra es fiel y su promesa tiene cumplimiento. El déficit está en nosotros, está en esta miserable criatura que no sabe corresponder. Todo esto que acabo de decirle, no obsta a que el alma se encuentre en obscuridad y fastidiada en ciertos días, y en algunas ocasiones. Comportamiento durante la comida Pero volvamos ya atrás; le decía que hago lectura espiritual desde las 11,30 a 12, en la huerta paseando. Dirección espiritual con P. Antonino 62


A las 12 rezamos Sexta, Nona y Vísperas. Ya le indiqué en la carta anterior el modo que observo en el rezo del Oficio Divino. A las 12,30 vamos al refectorio. Al principio procuro atender al Santo Evangelio. Después a veces la misma lectura me sugiere pensamientos o luces para seguir reflexionando sobre ellos, y cuando me sucede esto me dejo llevar de esos pensamientos. Otras veces ocupo mi pensamiento y corazón en las reflexiones o luces que entonces me vienen. De modo que en esto no sigo una cosa fija, porque me sucede también otras veces comenzar a pensar en alguna cosa, y luego llamarme la atención alguna cosa de la lectura, y pararme a ella. Un pequeño detalle quiero advertirle, que he observado. Antes no deseaba que se diera el "Benedicamus Domino" durante la comida 37, porque me resultaba penoso, y no podía permanecer recogido y durante ese acto de tomar los alimentos. Y ahora me sucede que siento como una expansión, cuando creo, que van a dispensar del silencio y eso que, cuando hay silencio el alma está mucho más tranquila y se siente más unida a Jesús. Pero en parte este deseo proviene según creo, que durante el silencio hay que leer, y mientras la lectura etc. el tiempo se pasa enseguida y suelo sentirme como apurado o mi tranquilidad para terminarla comida, es decir con una pequeña lucha; es verdad que siempre he considerado como un segundo sacrificio dispuesto por Jesús, pero a pesar de eso esa pequeña carga pesa siempre. Con todo procuro renunciar a mi sentimiento y a mi deseo natural; y unirme al de Jesús. En cuanto empiezo a tomar los alimentos, siempre encuentro algo que no está conforme con el espíritu. ¡Ay que la naturaleza siempre toma su parte! Siempre mis pequeñas luchas entre el espíritu y la naturaleza. Es verdad que ahora generalmente no tengo inquietudes, me siento más resignado pero no que he llegado a la perfección. Sí, quisiera hacer con más pura intención ese acto de tomar los alimentos, en unión de esa purísima intención con que hacía la Sma. Virgen, y lo hizo el mismo Hijo de Dios Humanado para Dirección espiritual con P. Antonino 63


nuestro merecimiento. Quisiera sí, hacer únicamente para el agrado del Señor, con verdadera humildad y agradecimiento, con desprendimiento, negando a la naturaleza todo lo que es menos perfecto, todo lo que puede haber de desorden. Pero, siempre encuentro imperfección, paréceme que siempre cedo en algo a la naturaleza. Es verdad que al parecer los alimentos que tomo son como un acto de obediencia, pero dentro de esa obediencia, paréceme que caben muchas pequeñas privaciones, o pequeñas mortificaciones. Yo creo que no hago cosa particular fuera de dejar las bebidas de vino etc. Generalmente tomo el café 38 por condescender con mis hermanos como participar de ese pequeño regocijo que causan en nuestro ánimo esas cositas. Inclinado a la austeridad por Jesús Crucificado En lo demás hablándole con sinceridad le descubriré soy inclinado a la austeridad en este punto y más considerando a Jesús Crucificado, pero por otra parte tengo que reconocer que no es de muy allá mi naturaleza en la fortaleza, quiero decirle que no valgo para rigurosos y prolongados ayunos. Es verdad que los que nos impone la Santa Regla hasta ahora los he podido observarlos con relativa facilidad, pero en eso mismo tengo que reconocer que Jesús me ayuda. Si algunas temporadas he tenido ocasión de sufrir o de ofrecer algo a Jesús, ha sido durante las mañanas hasta el mediodía. Y esto mismo me sucede, cuando tengo que decir la misa tarde. Al principio no sabía lo que era sentir debilidad, o el atontarse la cabeza, y sentir el no poder estar etc... Pero desde que comencé a darme cuenta me entró cierto miedo o cobardía, de modo que siempre que tengo que decirla misa tarde, ya estoy de miedo y como angustiado. Es verdad que siento Jesús me ayuda, y si no me ayuda más, es porque no sé confiar en Él, y hasta ahora siempre he podido resistir; pero sin embargo siempre siento esa repugnancia y un miedo como que no podré. Sin duda Jesús me pide este pequeño sacrificio. Eso sí, después de decir la Santa Misa aunque sea tarde, me siento con fuerza para estar con Jesús tres cuartos de hora o una Dirección espiritual con P. Antonino 64


hora. Otro tanto me sucede por el lado contrario, si me traspaso algún tanto en la cantidad tomando más de lo ordinario, ya me siento desazonado y con cierta pesadez que me impide para la vida espiritual, y el trato con Jesucristo. Recreación con los hermanos y cultivo de las flores Después de rezar la estación al Smo. Sacramento me reúno con mis hermanos, pero antes de ordinario voy a mi celda a pedirla bendición a la Sma. Virgen, y si no (lo) hago ya no me quedo tranquilo, paréceme que tengo que hacer este pequeño sacrificio. Mis relaciones con mis hermanos ya Padres, ya Hnos. legos, creo que son bastante sencillas. Ya sabe V.R. que en general soy de pocas palabras, y tampoco sé acomodarme en muchas ocasiones a las conversaciones que se sostienen, me contento pues con alguna sonrisa o alguna palabrita si tengo oportunidad de decir; por otra parte no quisiera distraerme de la presencia de Jesús, y sobre todo en ese acto de la recreación quisiera considerar a los que me rodean como templos del Espíritu Santo que son en realidad, pero todavía no me he acostumbrado. Cuando hace buen tiempo voy a trabajar al jardín en la recreación del mediodía. Siempre he sido aficionado a las llores, y continúo sintiendo esta afición a las flores. Pero siento también que Jesús es muy delicado y no admite ninguna afición desordenada por pequeña que parezca; y yo reconozco algo de desorden en esa afición, y tengo que luchar. Fui al P. Guardián a pedirle la renuncia a mi oficio de cuidarlas flores, pero no me admitió. Los momentos de la tarde Terminada la recreación voy a la presencia de Jesús Sacramentado, y permanezco unos 20 minutos en su Divina Presencia. Durante un ratito a veces suelo recorrer el Rosario de las Santas Llagas 39, pero no siempre. Luego me retiro a la celda y hago la siesta de una media hora, pero Dirección espiritual con P. Antonino 65


no me acuesto, sino que hago recostado a la cama. Después de la siesta, rezamos Completas y Maitines; en esto como le he dicho anteriormente. Temí i nado el rezo hago compañía durante un ratito a Jesús, es decir de tres menos cuarto a las tres pasadas (ahora las 4 oficiales), tengo costumbre que traigo de atrás recordar en ese tiempo la agonía Y muerte de Jesús en la Cruz, Y mi deseo ha sido siempre acompañar a Jesús espiritualmente con un pie de la Cruz, y ofrecer al Padre su agonía y muerte santísima pero no siempre me encuentro en esa disposición de podrí representarme la agonía de Jesús. Sin embargo empleo ese tiempo con Jesús, y hago el ofrecimiento y al propio tiempo suelo decir estos ofrecimientos: "Padre Eterno os ofrezco al Sagrado Corazón de Jesús con todo su amor, con todos sus padecimientos y todos sus méritos en expiación de todos los pecados que he cometido hoy y durante mi vida" etc. A veces termino con algunas estrofas del "Stabat Mater". Después vuelvo a mis trabajicos. A veces continúo en el sermón que he comenzado a la mañana y si tengo que hacer otros sermones estudio alguna cosa etc. En estas cosas empleo el tiempo desde las 4,15 hasta las 7. A veces durante este tiempo me llaman al confesonario, y entonces hago alguna visita a Jesús Sacramentado. Fin del día A las 7 vamos al coro, y rezamos el santo Rosario y a continuación hasta las ocho menos cuarto la oración. Como queda poco espacio para la meditación, a lo sumo un cuarto de hora, se me pasa pronto, a veces en algunos afectos a Jesús, a María, otras en recogimiento y otras sin hacer nada; quiero decirle que el alma está a oscuras y entonces procuro estar callandito en presencia de Jesús, sin decirle nada, a lo sumo voy repitiendo el dulce Nombre de Jesús. A continuación tenemos la cena; respecto de la cena lo que he dicho respecto de la comida. Después procuro ir a la recreación. Después de la Indulgencia voy al confesonario, si algún Dirección espiritual con P. Antonino 66


estudiante se quiere confesar. De cara a la noche Terminado ese trabajito vuelvo al coro y estoy un rato con Jesús o con la Sma. Virgen y me preparo un poco para hacer el Víacrucis, que me cuesta una media hora poco más o menos, pero a pesar de eso lo hago todos los días. Después me retiro a la celda y hago mis últimas devociones, que son: la letanía de S. José con las oraciones "Acordaos" y "A Vos Bienaventurado José". Después unas súplicas a la Sma. Virgen en favor de las almas más abandonadas del Purgatorio, Desagravios al Señor con una oración a San Miguel arcángel. Para terminar leo un ratito la vida de Santa Gema, que me dejaron al principio de este año para que la leyese, ya voy a terminar pronto. De su lectura creo que ha aprovechado mi alma, no sólo para la dirección de las almas mas también me he dado cuenta de nuevo qué valor tan grande tiene la obediencia en la vida espiritual, la Sagrada Comunión etc. Me acuesto a las 11, después de rezar las 3 Avemarías a la Sma. Virgen. Durante la noche no me despierto, y aunque a veces me despierte no soy capaz de hacer una pequeña mortificación de levantarme un momento. Mi deseo ha sido siempre de tener la dicha de rezar los Maitines a la media noche, pero hasta ahora no me ha tocado ni en Alsasua ni aquí. Por eso ya que no puedo levantarme a la media-noche y por otra parte la pereza me vence, procuro retirarme un poco tarde. Por lo demás ahora el sueño no me molesta generalmente. Eso sí desearía tener sueño ligero, pero tengo muy pesado. *** He aquí, pues, padre amado, he procurado darle cuenta de los actos principales de cada día, con el deseo de poner todo bajo el mérito de la Santa Obediencia, y para que V.R. disponga según entendiere ser del beneplácito del Padre Celestial; todo para su mayor gloria.

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En la siguiente espero dar cuenta de los actos de »" ministerio, y mi conducta que observo cuando tengo que saín afuera. A. María (Sin firma)

ANTONINO A BERNABE Respuesta a la (6/13-V-41) Estella 10-V1-41 Muy amado P. Bernabé: Ante todo hoy le felicito su "santo" S. Bernabé, pidiéndole le conceda un poco de aquel amor que tuvo al buen Jesús, para que lo emplee en la conversión de los pecadores. Recibí su carta anterior en la que me refería su modo espiritual en la vida ordinaria del Convento; y recibo ésta donde me da cuenta de su conducta en el ministerio fuera del Convento. Como no encuentro nada que no se conforme con la vocación especial a que Jesús le llama, se lo apruebo y deseo siga esa misma conducta mientras su salud se lo permita o tenga la salud actual, que aunque nunca ha sido muy robusta, la va sosteniendo el Señor, y la sostendrá hasta que realice lo que el Señor le ha encomendado. Como este programa es muy complicado y minucioso, no tenga miedo, pues no desagradará a Jesús, el dejar algo cuando convenga para cumplir con los religiosos y con los seglares; la afabilidad, la cortesía, pertenecen a la caridad y donde hay caridad está Dios. Sin embargo como el demonio puede valerse de esta virtud para separamos del rigor religioso, tenga cuidado. Me parece bien, a este propósito, tome un poco de vino para acompañar a los que lo toman en la mesa, o si le ofrecen particularmente cuando va a algún pueblo, pero, sea imitando a N. Dirección espiritual con P. Antonino 68


Señor que lo probó en el Calvario, pero no quiso beber la bebida que le dieron; lo mismo puede hacer con el café, pero no con la copa, pues esto no es necesario para la virtud de la condescendencia. No se avergüence de decirles que "ayuna el Sábado, pues a nadie le puede esto molestar, siempre que tome el alimento que ofrecen a todos. Esto en cuanto a la condescendencia, así fuera como dentro del Convento. Su vocación especial es la de "ser víctima" de Jesús por María, por lo cual tiene que irse inmolando, primero mediante el cumplimiento fiel de ese plan de vida que el Espíritu de Jesús le ha ido inspirando, y segundo, mediante "esta aridez espiritual que puede sentir el Viernes y días consagrados a la meditación de la pasión". Jesús, nuestro bien, "coepit pavere et taedere, y la inmolación debe imitar la de Jesús, una parte principalísima fue su tristeza; el no ser oído del Padre en la oración; el ser abandonado de su Padre. Dichosas las almas que le acompañan en ese abandono, y lejos de dormirse o abandonar a Jesús, le acompañan en su dolor: Sea v. (vuestra) c. (caridad) una de esas almas, así que no abandone esas prácticas del viernes, sosténgase en ellas que son gratísimas a Jesús. Siga entronizando el sagrado Corazón, pues no es amado porque no es conocido, y como S. Pablo, hable de Jesús "oportune et importune", es decir, muchas veces. Oh, si consiguiera hacerle conocer y amar. Adiós, otro día podrá ser más despacio. Ruegue por su afectísimo en Jesús y María Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO El bien de su carta en mi ama. Lo que le pido al Señor por usted. La Virgen no permite se equivoque el alma que se le entrega. Dirección espiritual con P. Antonino 69


Aficionado ahora al padrenuestro. Fuenterrabía, 13 de Mayo de 1941 Muy Amado Padre de mi alma: Pax et bonum: Estando terminando ya estos pliegues que le remito, recibí ayer su amable carta, que ha causado a mi alma nueva paz, y nueva seguridad, porque sencillamente yo creo que es la palabra de Jesús, la que me viene por medio de V.R., creo que es Jesús quien me asegura por medio de V.R. Es también eso lo que le pido a Jesús en la intimidad de la Santa Comunión, cuando me da El, el poder. Suelo decir: “Jesús mío dadme vuestra luz a mi Padre Espiritual, Jesús mío purificadle y santificadle, dale también el conocer mi alma, para que me pueda dirigir según tu beneplácito, etc. Ahora con frecuencia me da el acordarme de V.R. El día de su Santo le tuve presente durante el día, en el momento de la Sagrada Comunión sé que le tuve presente, pero no recuerdo que suplica le dirigí a Jesús. También le tengo asociado a todas mis pobres obras buenas, es decir, como lo que yo puedo hacer de bueno con el auxilio de la Divina gracia, no es mío sino de la Virgen Sma., si es de su agrado puede aplicar todo al alma de V.R. Sé también que V.R. me tiene presente en sus oraciones y sacrificios. Sea del beneplácito de Jesús que nuestras almas permanezcan unidas en la caridad de Jesús, y que esta unión se consuma en el cielo. Me causa singular confianza la frase: “La Virgen no permite se equivoque el alma que se le entrega”.- Me daré pues a Jesús todo entero en manos de María. - ¡Oh Jesús, haz pues yo sea todo tuyo enteramente tuyo, para que tú puedas ser mío!. - ¡Oh Jesús, tú me das aquella suave fuerza en la intimidad de la Santa Comunión para poder decirte: Oh Jesús, haz que muera a todas las cosas, haz que no viva ya para mí, solamente para ti, que has muerto de amor por mí! “Yo seré todo tuyo, yo siempre estaré contigo, pero date a mi corazón, entrégate a mi corazón, déjame hacer lo que deseo obrar en tu alma, oh qué feliz serás si del todo te entregas a mí. Esta es la

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voz que percibe mi alma, voz que nunca cansa sino que deja nuevo deseo en el alma. Esta última temporada me voy aficionando al “Padre Nuestro”, se me hace dulce repartir en unión con Jesús el “Padre Nuestro”, saboreando cada una de sus peticiones. También algunas veces después de la Sagrada Comunión me siento movido a dirigir al padre Celestial, la oración que el mismo Jesús le dirigió al Padre en la última cena: “Pater clarifica Filium tuum, ut Filius tuus clarificette” etc., y qué suave fuerza siente el alma, a la que está unido el mismo Jesús, para dirigir esta oración al Padre, como diciéndole: Mirad, Padre que es vuestro mismo Hijo muy amado el que de nuevo os dirige esta súplica. Sí, Padre, escuchad a vuestro Hijo muy amado que os ruega en mi alma…. Ya ve, Padre, en que cosas se entretiene mi pobre alma. Jesús le dé una luz clara para que en todo conozcan su beneplácito y obre en todo según su agrado. – Su pobre [hijo espiritual] Fr. Bernabé de Larraul.

(En papel sin membrete) Transcripción como en el libro “El corazón del Padre Bernabé” Fuenterrabía - Del 29 de Mayo al 3 de junio de 1941 Mi ministerio y conducta que observo cuando tengo que salir afuera Algunos días particulares: los primeros viernes Muy amado Padre: Pax et bonum. En mi última carta le prometí darle cuenta de mi ministerio fuera Dirección espiritual con P. Antonino 71


de casa. Pero antes quiero decirle cuatro palabras sobre algunos días particulares. Y en primer lugar del 1er viernes de cada mes consagrado al Corazón Smo. de Jesús. En esos días, hago un rabeo de disciplina alas espaldas (creo que me autorizó para ese día V.R. en el año 1937), después rezo las Letanías del Corazón Smo. Jesús y a continuación recito la fórmula de la consagración al Amor Misericordioso del Corazón de Jesús, que 1925. Esto suelo hacer a las mañanas después de la acción de gracias de la Misa. A la tarde hago otro poco de disciplina de la misma manera y recito una breve fórmula del acto heroico en favor de las benditas almas del Purgatorio 40. Ahora que se aproxima el mes de Junio, tengo, Padre, deseos de prepararme para renovar mi acto de ofrecimiento, como víctima al Amor Misericordioso del Corazón de Jesús. La dicha de ser víctima del Amor Como acabo de decirle esta consagración la escribí en Alsasua siendo colegial el 19 de Junio de 1925, que aquel año era la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. En aquella temporada leía yo la Vida de Santa Teresita del Niño Jesús, y me llamó la atención su acto de Ofrecimiento como holocausto al Amor Misericordioso, y sentí deseos de imitarle, y recuerdo que le pedí permiso al confesor, y habiéndome otorgado, escribí una fórmula de consagración el día del Sagrado Corazón de Jesús. Sin duda, que yo no comprendía entonces todo el alcance de esta frase: "Ser Víctima de Amor Misericordioso de Dios", pero ni aún ahora comprendo, a pesar de que han transcurrido 16 años. Sin embargo desde entonces muchas veces he repetido esa fórmula de consagración; muchas veces he dicho: "Sí, Jesús mío, yo miserable pecador y débil niño, lleno de toda clase de miserias, yo deseo ofrecerme al Amor de vuestro Corazón Misericordioso, y me ofrezco como Víctima en manos de María a vuestro Amor Misericordioso, suplicándoos que m< abraséis y me consumáis en Dirección espiritual con P. Antonino 72


el homo ardiente de vuestro dulcísimo Corazón". ¡Oh Padre! y paréceme comprender algo del significado de estas palabras "ser víctima de holocausto del Amor Misericordioso de Dios" y verdaderamente me parece una dicha grandísima y una gracia de parte del Señor, el llegar a ser una verdadera víctima del Amor porque yo me figuro, que así como una cosa que se arroja en un homo encendido, queda abrasada, así también una criatura que se arroja voluntariamente en las llamas de caridad del Divino Corazón, como consecuencia tiene que quedar abrasada y ser consumida finalmente por esas mismas llamas. ¿Y esto no es una felicidad verdaderamente grande? Parece que una pobre criatura no puede aspirar a dicha mayor. ¿Le cabrá, o le tocará en suerte dicha tanta alguna vez al pobre Fr. Bernabé? ¿Se podrá decir alguna vez, el fuego le abrasó y le consumió? Paréceme que de parte de Jesús no hay dificultad, pero no puedo decir otro tanto de parte de Fr. Bernabé... Pues esta pobre criatura no sabe en qué consiste ser víctima verdadera, no sabe qué condiciones ha de tener la víctima verdadera, claro está, teóricamente sí; una víctima ha de estar muerta, muerta a sí misma, pero ¿prácticamente?... Le ruego pues a V.R. me ayude con la luz que reciba de Jesús, y no se canse mientras el Señor le conceda aliento sobre la tierra (y después desde la vista de Dios), no se canse, Padre, de ayudarme, y de corregirme y amonestarme. Ahora pues quisiera prepararme para hacer de nuevo mi acto de ofrecimiento al Amor Misericordioso de Jesús, como si fuera por la vez primera que lo hago y quisiera hacer de un modo especial según las intenciones del Vicario de Cristo, y a ser posible para aliviarle en algo en su tribulación en unión de todas las almas buenas que se ofrecen por las mismas intenciones. El viernes de cada semana Dirección espiritual con P. Antonino 73


Ya que le he hablado del 1er viernes, quiero decirle una palabra sobre ese día de viernes, consagrado con la memoria de la Pasión de N. S. Jesucristo. En general el viernes de catín semana se presenta a mi alma, con un tinte como de tristeza, Y de dificultad. Cuando comencé a meditar la pasión de Jesús, hubiera deseado yo, dedicarlo ese día enteramente a la memoria de la Pasión de Jesús y a acompañarle de alguna manera, pero pronto se me presentó como una dificultad para recordar la pasión de Jesús, y he observado por otra parte, que en general ese día de viernes de cada semana he tenido más hastíos, y sequedades en la oración, y en la vida espiritual, y al propio tiempo he sentido como una necesidad de acompañar a Jesús Paciente, y compartir con El sus dolores de alguna manera. Y he aquí otro detalle, no me gustan que las Fiestas de Solemnidad caigan en viernes, por ejemplo, la Inmaculada Concepción, Navidad, S. José etc. Y con todo, como acabo de decirle, es el día en que me siento como más imposibilitado para acompañar a Jesús en su Pasión. También me autorizó V.R. para hacer la Hora Santa el jueves por la noche, pero he tropezado en las mismas dificultades. Si los demás días, no me atacaba el sueño en este día me había de molestar; leer de algún libro no siento, y parece que no entiendo lo que dicen; querer presentarme a Jesús en el Huerto orando en la agonía, y sentir como imposible, o que la dificultades del alma se niegan a ello. Sin embargo hasta ahora he procurado pasar una hora de una manera o de otra, y desearía hacerlo en adelante con la bendición de la Santa Obediencia, y atreverme en todo a lo que ella disponga, a ver si con esto se acomoda el buen Jesús a mi alma, y se deja sentirse un poquitín, o mejor, le admite a su lado, y a lo menos le dice como a sus apóstoles: "¿No puedes velar una hora conmigo?". Otro tanto me sucede con las tres horas de agonía que Jesús permaneció sobre la Cruz; sé que mi pobre alma quisiera AMANECER en ESPÍRITU al PIE déla CRUZ, acompañando a Jesús y Dirección espiritual con P. Antonino 74


a María en aquellas tres horas, pero a veces parece que la IMAGINACIÓN se niega a representar a Jesús sobre la Cruz, y el entendimiento está cansado, y la voluntad seca. A pesar de todo he- mantenido hasta ahora ese deseo de acompañarles de alguna manera, y estoy seguro que Jesús y María se dejarán rendir en lo que disponga la Santa Obediencia; en todo esto pues me pongo en sus manos, padre, para hacer según disponga V.R. Después de la Indulgencia de la noche41, el sueño ya poco me molesta, algunos días nada y puedo estar con Jesús Sacramentado, y hacer el Vía-crucis etc, pero desearía otra gracia de Jesús y es que se dignara aligerar el sueño, si es de su agrado. Ya le dije en mi anterior carta que tengo sueño pesado, Y aunque hacia la mañana me despierto siento como una fuerza tan grande, o pesadez, que soy incapaz hasta para levantarme a besar el suelo y acostarme de nuevo. Y sobre esto a veces me despierto con la imaginación cansada o fatigada; quizás en esto el enemigo me molesta un poco con algunas pesadillas que a veces me ocurren, y me ponen en aprieto. Y paréceme que el quererme conceder esta gracia Jesús, está como condicionada a la obediencia, de modo que si V.R. así ordena, creo que Jesús me concederá por mediación de su Sma. Madre. Al ir al ministerio de la predicación Y ahora le voy a dar cuenta de mi proceder cuando voy afuera por el ministerio de la predicación. Cuando tengo que viajaren tren procuro ir recogido, llevando a Jesús en mi mente y corazón, ayudándome de alguna obrita del Amor Misericordioso, con la gracia de Jesús que ya me voy acostumbrando a este santo recogimiento cuando tengo que estar entre la gente; antes se me hacía difícil, por eso me era penoso marchar en el tren, aun ahora mucho más fácil me es caminar a pie, para ir entretenido con Jesús y María. Cuando llego al lugar de mi destino, primero voy a visitar a Jesús sacramentado, luego a saludar al sacerdote del lugar de la Dirección espiritual con P. Antonino 75


Parroquia. En el confesonario y en el púlpito A continuación al confesonario, o rezo antes alguna parte del Oficio Divino, si dispongo del tiempo, si no dejo para la noche. En el confesonario, a mi parecer no encuentro ninguna dificultad especial en resolver casos etc, pero sí en el deseo que siento de exhortar y aconsejar a los penitentes de tal suerte, que quisiera que mis pobres palabras penetraran hasta lo íntimo de su corazón, y que todos quedaran corregidos y enmendados, pero en esto me siento como un ser inútil e incapaz, que nunca me quedo a satisfacción, y esto me sucede al dirigir la palabra en el púlpito. Por eso le digo a veces a Jesús: ¡Oh, Jesús, dígnate hablar Tú mismo por esta pobre boca mía, que yo no sé hablar, ni sé lo que tengo que decirles, pero tú sabes lo que necesitan, háblales tú, oh Jesús mío! Mi conducta en la mesa Y ¿qué le diré de mi conducta en la mesa? He aquí otro lugar tic donde nunca me levanto satisfecho. Paréceme que no sé dominarme a mí mismo, que soy demasiado condescendiente en las exigencias de las criaturas. Mi deseo es guardar el ayuno del sábado en honor de la Sma. Virgen, pero en esto creo que antes era más riguroso que ahora, antes me excusaba de tomar nada por la tarde, diciendo que guardaba ayuno, pero ahora cedo más fácilmente a la instancia y me dejo convencer del trabajo del confesonario, y hasta a veces siento como reparo de decir que guardo ayuno. Sin embargo procuro advertir a la noche casi siempre, o por lo menos guardarlo en la forma posible. Por la noche y a la mañana Antes de acostarme procuro rezar los maitines, si antes no he podido rezar. Mi pequeña mortificación en estos casos es ésta, en vez de dormir sobre el colchón, procuro dormir sobre el suelo, Dirección espiritual con P. Antonino 76


envuelto en alguna manta, y por la mañana, enredo un poco la cama para que no puedan advertir; algunas veces hago también un poco de disciplina. Por las mañanas, según se presente la ocasión, o celebrar al principio la Santa Misa, o sentarme en el confesonario; en estas ocasiones, como sabe V.R. según la circunstancia. Después que he terminado los trabajos de la mañana, procuro gastar el tiempo que resta hasta el mediodía, en rezar las Horas del oficio Divino, en estar algún ratito con Jesús en su compañía, en repasar el sermón de la tarde etc. según disponga de tiempo. Al mediodía: mesa y conversación Ya le he dicho que en la mesa soy flaco, por quererme acomodar en todo a complacer, por mejor decir ese falso reparo que no conduce a nada, y las más de las veces no es más que miedo de imaginación, pierdo la santa libertad para obrar en la presencia de mi Dios. Quiero decirle, con esto, Padre, que Jesús me puede pedir ciertos sacrificios, y Él sabe por qué y yo no debo negárselos por complacer a la criatura. Es verdad Padre, que procuro acomodarme en todo a lo que traen de comida etc. y hasta tomo un poco de vino por acompañar al que está conmigo en la mesa. En eso no creo me reprenderá Jesús, aunque mi inclinación siempre es por la austeridad, pero dentro de eso yo encuentro que se pueden hacer otros sacrificios, y que yo debo de hacerlos. Otro tanto me parece que debo hacer tratándose de la conversación, es decir que ni la comida, ni la conversación deben impedirme el permanecer en presencia de Jesús, y permanecer en el espíritu de sacrificio. Hasta ahora casi siempre encuentro algo en qué reprenderme. Con la ayuda de la Virgen Santísima a ver si procuro en adelante dar gusto en todo a Jesús. Cuando regreso al convento A la tarde, después de terminada la Función, cuando regreso al convento, muchas veces Jesús me ha concedido unos sentimientos, como de una suave tristeza, acompañada del conocimiento de la Dirección espiritual con P. Antonino 77


propia bajeza, y al propio tiempo deseos de inmolación en unión con Jesús, deseos de hacer bien a las almas, en fin un espíritu de suave comunicación, que a veces me dura hasta la noche. Esto me sucedía cuando estaba en Alsasua, y aquí también a veces. Apostolado de la entronización del Sagrado Corazón En cuanto al apostolado uno de los deseos que ahora me animan, es: entronizar el Sagrado Corazón de Jesús en las familias; me figuro que esto le ha de agradar a Jesús, y ha de i contribuir a acelerar su reinado social. He conseguido entronizarlo ni algunas familias, y sigo en el mismo empeño de hacerlo en todas las familias que pueda. Y desearía que los demás trabaja- sen en este apostolado y despertaran esta devoción en las familias 42. I'.ii cuanto a las pequeñas mortificaciones que practico En cuanto a las pequeñas mortificaciones que practico, aunque V.R. ya está enterado, sin embargo aquí quiero ponerlas en conjunto para que sean en todo con el mérito de la Santa Obediencia. De las disciplinas ya el hablé en la anterior; además de eso tengo como una corona hecha con unas ramas de mata o zarza, y cuando estoy en la celda me pongo en la cabeza 4\ pero no crea que me mortifica mucho, mas bien es una ceremonia. Además de esto, a veces cuando tengo ocasión, hago como un pequeño cilicio con alguna rama de espinas para causar alguna aspereza a la carne, pero no crea que es rodeando la cintura; antes usaba ortigas, cuando las encontraba pero aquí no las encuentro; pero estas mortificaciones no me satisfacen, o por mejor decir, no encuentro en ellas la inmolación en Jesús Víctima. Claro está que esa inmolación ha de ser por el amor y la fidelidad, y estoy seguro que el mismo Jesús se encargará de realizarla, si yo tengo la dicha de saber corresponder a su llamamiento, pero estas pequeñas mortificaciones exteriores Dirección espiritual con P. Antonino 78


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parecen que ayudan juntamente con los pequeños trabajos que el mismo Jesús se digna enviarme, sean repugnancias que a veces se sienten para todo, otras la obscuridad en que se encuentra el alma, el fastidio etc, todo esto va purificando el alma, y desprendiéndola de los afectos terrenos. Otra pequeña mortificación que antes practicaba que era llevar algunas pequeñas piedras entre las sandalias se me ha olvidado; igualmente antes a ratos solía estar con los brazos en cruz, ahora pocas veces, ya porque esa molestia no me es propicia para estar recogido, ya por mejor decir porque soy flaco y miserable 44. Desahogo con Jesús ¡Oh Jesús!, yo quisiera traducir a mi padre espiritual los sentimientos de mi alma, y no acierto, yo desearía que conociera a fondo mi alma, que conociera todo lo malo y defectuoso que ha dejado el pecado, y al propio tiempo que conociera los designios de misericordia que tienes sobre mi pobre alma, ah, Jesús, Tú le puedes conceder un rayo de luz, y entonces con claridad lo verá todo, y podrá como un buen jardinero arrancar todas las malas hierbas que encuentre en mi alma, y cultivarlas flores de las virtudes que Tú deseas que produzca mi alma miserable. Oh, Jesús yo siento necesidad de anonadarme en tu presencia, y tener grande amargura de haberte ofendido; yo siento necesidad de morir a las criaturas, y a mí mismo; mientras no consiga esto no tendrá quietud mi alma, pero tú sabes cuál es mi temor y recelo, paréceme que resisto a tu gracia o mejor que no sé corresponder a tu gracia, que me dejo llevar de mi debilidad, oh Jesús yo necesito {] eso mismo a todo lo que es mío, para amarlo que tú quieras de mí; siento necesidad de que desaparezca el querer mío, para vivir en tu querer, sin propia voluntad. Pero, Jesús, todo esto ¿no será un engaño o una presunción en mí? Pero tú sabes lo que siento, Tú sabes lo que quisiera decirte y no puedo, yo desearía entregarme del todo a tu dulcísima Madre, para que ella me haga tuyo, para que ella me entregue a Ti, como Dirección espiritual con P. Antonino 79


una cosa suya, después de haberme purificado. Pero yo no sé cómo entregarme a tu dulcísima Madre, pero siento necesidad de darme a ella para llorar con ella y en unión de ella mis pasados extravíos, para agradecerte con Ella todos los beneficios que te has dignado concederme hasta el presente, sin merecer ninguno este pobre desagradecido. ¡Oh, Jesús, te pido esta gracia grande de llegar a ser todo de tu Sma. Madre, a fin de ser tuyo, enteramente tuyo! ¡Oh, Jesús, Tú seas mi único Dueño, mi única Vida y mi respiración, mi porvenir, Tú seas mi única mirada, Tu solo seas todas mis cosas! ¡Oh, Jesús, porque eres Bueno, infinitamente Bueno, por tu dulce Madre te suplico le des a conocer al Padre, para que me pueda llevar a Ti, unirme contigo con lazos indisolubles de amor perpetuo! *** Padre, he querido expresarme de esta forma, para poderle traducir los sentimientos de mi alma de alguna manera, le ruego tenga paciencia para leer estas páginas; muchas palabras para decirle poco. Haga con todo, Padre, según le inspire el Espíritu del Señor Jesús y que ese mismo Divino Espíritu nos una en caridad perpetua, nos haga fieles a sus dulcísimos llamamientos, y sea en nosotros glorificado ese Divino Espíritu del Padre y del Hijo, y nuestro gozo sea en El. Su afmo. h. Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABE Respuesta a la anterior. Queda aprobada su conducta fuera del convento. Su programa, complicado y minucioso. Sin vergüenza por ayunar. Dirección espiritual con P. Antonino 80


Su vocación de victima. Estella, 10-VI-41 Muy amado P. Bernabé: Ante todo hoy le felicito su "santo" S. Bernabé, pidiéndole le conceda un poco de aquel amor que tuvo al buen Jesús, para que lo emplee en la conversión de los pecadores. Recibí su carta anterior en la que me refería su modo espiritual en la vida ordinaria del Convento; y recibo ésta donde me da cuenta de su conducta en el ministerio fuera del Convento. Como no encuentro nada que no se conforme con la vocación especial a que Jesús le llama, se lo apruebo y deseo siga esa misma conducta mientras su salud se lo permita o tenga la salud actual, que aunque nunca ha sido muy robusta, la va sosteniendo el Señor y la sostendrá hasta que realice lo que el Señor le ha encomendado. Como este programa es muy complicado y minucioso, no tenga miedo pues no desagradará a Jesús, el dejar algo cuando convenga para cumplir con los religiosos y con los seglares; la afabilidad, la cortesía, pertenecen a la caridad y donde hay caridad está Dios. Sin embargo como el demonio puede valerse de esta virtud para separarnos del rigor religioso, tenga cuidado. Me parece bien, a este propósito, tome un poco de vino para acompañar a los que lo toman en la mesa, o si le ofrecen particularmente cuando va a algún pueblo, pero , sea imitando a N. Señor que lo probó en el Calvario, pero no quiso beber la bebida que le dieron; lo mismo puede hacer con el café, pero no con la copa, pues esto no es necesario para la virtud de la condescendencia. No se avergüence de decirles que “ayuna el sábado”, pues a nadie le puede esto molestar, siempre que tome el alimento que ofrecen a todos. Esto en cuanto a la condescendencia, así fuera como dentro del convento. Su vocación especial es el de "ser víctima" de Jesús por María, por lo cual tiene que irse inmolando, primero mediante Dirección espiritual con P. Antonino 81


el cumplimiento fiel de ese plan de vida que el Espíritu de Jesús le ha ido inspirando, y segundo, mediante esta aridez espiritual que puede sentir el Viernes y días consagrados a la meditación de la Pasión. Jesús, nuestro bien, "coepit pavere et taedere", y la inmolación debe imitar la de Jesús: una parte principalísima fué su tristeza; el no ser oído del Padre en la oración; el ser abandonado de su Padre. Dichosas las almas que le acompañan en ese abandono, y lejos de dormirse o abandonar a Jesús, le acompañan en su dolor. Sea V.C. una de esas almas, así que no abandone esas prácticas del Viernes, sosténgase en ellas que son gratísimas a Jesús. Siga entronizando el Sagrado Corazón, pues no es amado porque no es conocido, y como San Pablo, hable de Jesús "oportune et importune",es decir, muchas veces. Oh, si consiguiera hacerle conocer y amar. Adiós, otro día podrá ser más despacio. afectísimo en Jesús y María Fr. Antonino de Caparroso

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Ruegue por su


BERNABE A ANTONINO Sus cartas consuelan, confortan, animan. Renovación de mi consagración de víctima. La gracia de ser víctima. Jesús me pone en dificultad espiritual. Amor a las Constituciones. Alejados del espíritu de las mismas. Permisos: levantarse solo a maitines, disciplina extra. Fuenterrabía 11 de Julio de 1941 Amado padre y Director de mi alma: Pax et bonum: Recibí su última del 10 del mes pasado; y debo de agradecerle su delicadeza, la caridad que ejerce en mi alma. Sus cartas al propio tiempo que consuelan a mi alma, la confortan y la animan a proseguir el camino. Sin duda es Jesús quien se sirve de V.R., para hacer su misericordia con el pobrecillo. Como le decía en mi última, ya procuré prepararme para el Sagrado Corazón de Jesús, para renovar mi acto de consagración de víctima, ofreciéndome de un modo especial según las intenciones del Vicario de Jesucristo. - Y de paso debo decirle que el Señor ha puesto en mi alma un interés particular de ayudar a su Vicario, sobre todo en estos momentos angustiosos por los que atraviesa, y procuro interesar a las personas que se acercan a mí. De igual modo se interesan sus alocuciones o discursos, y procuro leerlos con afecto. Respecto de lo que me dice “ser mi vocación especial la de ser víctima de Jesús por María”, causan en mi alma una suave impresión, pero a veces que quedo como extasiado, no pudiendo comprender, si será posible que yo llegue a ser verdadera víctima de amor, tal como yo concibo, que V.R. me señala (que según eso he creído yo que ha de ser una verdadera víctima, es decir inmolándose en unión con Jesús-Victima. Y esto me parece una gracia tan grande, un favor tan sagrado de parte de Jesús, que no Dirección espiritual con P. Antonino 83


puedo comprender como el pobre y pequeño, e inútil P. Bernabé pueda llegar a tal estado. Claro está que la gracia del Señor es omnipotente, y obra todo cuanto quiere en el alma, si esta no le pone óbice y que, con San Pablo, cada uno de nosotros nos vemos precisados a exclamar: “Por la gracia de Dios soy lo que soy”. Sin embargo P. Bernabé recela, recela no de que la gracia pueda transformarle, sino recela, al mirar sus miserias y su modo de ser, de obrar, etc…Sin embargo esa es la aspiración de mi pobre alma, y cierto estoy, que nunca sentirá descanso esta alma, hasta que llegue a ese estado. La verdad, mirando a mi vida, no encuentro nada, ninguna cualidad para ser víctima, todo se le presenta debilidad, ignorancia, dudas, etc., pero precisamente en eso mismo encuentro la necesidad de anonadarme y de aniquilarme y llegar al abismo de todos mis pecados y miserias, a fin de que aquel que se inclina hacia los pobres y humildes, se incline hacia mí, y me levante cuando le guste. Paréceme que al presente Jesús me tiene en una especie de dificultad espiritual. Así, siento atracción a contemplarle como víctima ya en la Cruz ya en la Hostia Santa, y se me escapa de mi consideración…Deseo decir de lo íntimo de mi corazón el “Padre Nuestro” penetrando cada una de sus palabras y no acierto hacer aquello que quiera, así en las demás cosas. -¡Ah! tengo que dejarme en la voluntad de Jesús N.S. para hacer o decir lo que en aquel momento quiere obrar en mi alma. Quiero decirle con esto que no siento libertad para entregarme a las consideraciones, que me llaman la atención, ni puedo hacer a veces las peticiones que desearía, o exponer tal o cual asunto a Jesús, a la Sma. Virgen, etc., me quedo como en una imposibilidad. Entonces me contento con decir a Jesús: “Tu sabes lo que te quiero decir, a quienes te quiero encomendar etc”… Sí Jesús me tiene en esta dificultad para purificarme, me creo muy feliz, y sea hasta que a Él le plazca, y yo quiero dejarle hacer cuanto quiera, y del modo que él quiere. Sí, que todo lo hace con grande sabiduría, bondad y misericordia.

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Paréceme que cada vez siento más amor hacia las Santas Constituciones, procuro meditar cada día algún punto de ellas, y siento como una necesidad de ajustar todos los actos de mi vida conforme a ellas. Si alguna vez me acontece haberme descuidado en algo, aunque no haya sido con advertencia siento una especie de pena en mi interior, tengo que declarar en la confesión. Pido pues a Jesús que me conceda el comprender el espíritu de nuestras Sagradas Constituciones y vivir en todo conforme a ellas y no solo pido para mí, desearía pedir para todos, para todos mis hermanos en religión. Siento pena, por creer, que nos hemos alejando algún tanto del espíritu de nuestras sagradas Constituciones, y que no las miramos, como una herencia preciosa, que hemos recibido del Señor y de N.S.P.S. Francisco y que no las estimamos con aquel afecto y cariño, que las merecen, ¡Ay! Quizás las miramos como una carga, como algo que coarta nuestras libertades!, (según el espíritu mundano); Ojalá que todo esto no fuera otra cosa que [desviado] de mi imaginación, pero temo que haya también mucho de realidad! Según esto deseo proponerle lo siguiente: El deseo de nuestras S. Constituciones es que alabemos al Señor de día, y de noche, rezando los maitines a media noche. Ya que aquí no hacemos en comunidad, yo siento deseo de levantarme a esa hora y unirme a mis hermanos que a esa hora se levantan, y rezar ya sea el Oficio de la Sma. Virgen, o el Oficio de difuntos, sino hacer oración, lo que a V.R. le parece más conforme. La única dificultad que encuentro para levantarme es el que no tengo ninguno [reloj] para despertarme, pero yo creo que si V.R. me ordena en la Obediencia, será suficiente para que pueda despertar, le encargue al Ángel Custodio que me despierte en virtud de la Santa Obediencia. Desearía pedirle igualmente, que el permiso concedido para disciplinarme en las espaldas los 1ros viernes, me extendieran a las vísperas de las fiestas de la Sma. Virgen, si le parece bien. Gracias por la estampa, que me sirve para recordarme de V.R., mirando a Dirección espiritual con P. Antonino 85


Jesús en el acto de expirar. Con esto me despido por hoy y seguiré pidiendo por V.R., según me conceda el espíritu de Jesús. Su Afmo. Hijo E. en Jesús. Fr. Bernabé de Larraul.

ANTONINO A BERNABE Ser víctima. Siga en su amor a las Constituciones. Misericordioso, humilde con quien no cumple. Sígame escribiendo. Estella,-VIII -41 Muy amado P. Bernabé: Recibí la carta que me envió con el P. José Ramón y día tras día se me ha ido pasando sin contestarla; hoy quiero aprovechar esta ocasión de que se encuentra entre nosotros vuestro amado P. Guardián. Amado fr. Bernabé, "De nuevo le repito que Jesús le quiere como víctima''. El ser víctima, no es una vocación especial, es la vocación de todo cristiano que, unido a N. Señor, víctima divina, se ha ofrecido al Eterno Padre; todos junto a Jesús, la Virgen Sma. primero, y después todos nosotros. La vocación especial está en ese llamamiento interior a realizar esa misión de víctima, que tantos cristianos descuidamos; y este llamamiento especial lo tiene su alma; no le extrañe porque Dios elije lo más débil para manifestar en él "la fortaleza, la sabiduría y santidad divinas", y así aunque débil, confiado en Dios, podrá realizar, esa misión. Así lo haga el Señor. Entréguese pues, en unión con la Sma. Virgen Dolorosa, para que Jesús haga en su alma lo que hizo en el P. S. Francisco, anonadándolo, pero con plena confianza de que viendo su nada edificará su morada en su alma. Si en este estado de víctima le hace Dirección espiritual con P. Antonino 86


Jesús probar algún tanto su abandono, colóquese junto a El, en el huerto de Getsemaní o en la cruz cuando dijo 'Padre mío, Padre mío, ¿por qué me has· abandonado?, y estése allí con Jesús cuanto él lo disponga, resignado, sin inquietud, mirando a la Virgen como un niño débil mira y confía en su madre; nunca como en estos momentos es verdadera víctima. Siga con ese amor a las Stas. Constituciones; pues son la voluntad de Dios significada auténticamente para nosotros los capuchinos, y aquel que mejor las cumple, ese es quien más agrada al Señor. Ruegue siempre mucho para que no falten en nuestra Provincia quienes las practiquen y hagan practicar, pero sea siempre misericordioso y humilde en sus juicios si ve que algunas no se cumplen. Por ahora no me parece autorizarle para que se levante a media noche, excepto la noche de Jueves a Viernes; y las disciplinas en la espalda puede extenderla a las fiestas de la Sma. Virgen de primera clase. Nada más por hoy; váyame indicando siempre "el espíritu de su alma", y también el estado de su salud corporal, y cuantas cosas le vayan ocurriendo, así en casa, como fuera de casa, para que todo se lo someta a la obediencia y así en todo glorifique a N. S. Jesucristo a quien se debe todo fr. Bernabé. Adiós, ruegue por mí para que yo ame a Jesús y a la Sma. Virgen. Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO No veo el estado de mi alma. Vacío. Confuso estado. Como deseos de hacer una confesión general. Desaparece ahogado mi hermano. Angustia e inquietud. Le trae recuerdos pecaminosos con él. Ora por él. Dirección espiritual con P. Antonino 87


Sequedad y aridez actual. Termino de leer la Vida de la Virgen. Me llevó 10 años. Fuenterrabía 10 de Septiembre de 1941 Mi Amado Padre en Jesús: Pax et Bonum. Recibí y leí su última carta, y quedé conforme con lo que en ella me decía. Y ahora para darle cuenta de mi alma desde mi última, me encuentro con alguna pequeña dificultad, pues no veo con claridad el estado de mi alma para poderle traducir o manifestarle. Según a mí me parece transcurre este periodo con algunas alternativas de pequeñas pruebas, o de obscuridades, o más bien de cierta ansiedad que siento al amar a Jesús, de tenerle propicio a Jesús, y para eso siento necesario como una abnegación completa de mi propia alma, y a mi parecer eso es lo que no consigo del todo. Ninguna obra me satisface, en todo encuentro como un vacío, quiero decirle que, con todas mis obras, trabajos, obediencia etc., quisiera decir a Jesús: “Os amo de todo mi corazón”, por mejor decir; mientras trabajo, oro etc., estar fijo en el amor de Jesús, entregado completamente a su beneplácito, pero, ¡ay! que se me presenta mi alma, como flaca, incapaz, indigna, siento como que no sé corresponder a las gracias de Jesús, como que estoy lleno de dudas, como que tengo necesidad, de ser purificado de mis pecados de mi vida pasada etc. Más o menos así concibo un confuso estado de mi alma. Desde últimos de Julio o principios de agosto, comencé a sentir deseos, como de hacer una confesión general con Jesús, sentía como una necesidad de traducir mi alma a Jesús (aunque comprendo que El ve con claridad todo lo que hay en mi alma pobrecilla); de manifestarle lo que siento, o de arrojar el peso de mis pecados en su Corazón Misericordioso: así anduve hasta el 15 de Agosto, pidiendo a la Sma. Virgen que me ayudara, y aunque a veces intentaba, sin embargo, sentía como no podía hacer, como que no podía presentarle aquello que deseaba manifestarle (no sé cómo explicar). A pesar de todo en algunos momentos puedo manifestarme [en confuso] a Jesús. Después de la Asunción de la Dirección espiritual con P. Antonino 88


Sma. Virgen tuve una semana de cierta sequedad, acompañada de alguna tristeza interior, al propio tiempo me sentía como imposibilitado para todo, no podía decir nada a Jesús etc. Al terminar este estado recibí una noticia desagradable. Me avisaron que había desaparecido de casa un hermano, y que no tenían ninguna noticia, hacia una semana. Al enterarme de la forma en que había desaparecido, entré en un estado de angustia e inquietud interior. Luego me ocurrió al pensamiento lo más desagradable: que se lo encontraría muerto en alguna parte. Con todo procuré resignarme a la Divina Providencia, y manifesté mi inquietud y recelos a Jesús. Toda la vida religiosa me he interesado por dicho hermano, por creer que tenía obligación particular para con él, por haber cometido algunas faltas con él, y haberle dado malos ejemplos. Por eso siempre he pedido con interés por él a Jesús. Y como él era bastante despreocupado para las cosas de Dios (no quiero decirle que no cumplía con la Iglesia) pero sí que se interesaba poco, y yo hacia este juicio: “si yo en su niñez en vez de enseñarle ser mal, le hubiera enseñado bien, quizás ahora sería otro, por esto siempre le pedía a Jesús su conversión, es decir se diera de más al cumplimiento de sus deberes de cristiano etc. Por todo esto la noticia recibida no puede menos de impresionarme con tristeza; y más en la forma que me la dieron. Así paso una semana o algunos días entre esperanza de encontrarle y los temores contrarios hasta el día 27 por la noche supe que había aparecido ahogado. La noticia fue verdaderamente triste, y con todo en aquellos momentos me sentí impulsado a decir al Señor: “En todo adorables son nuestros altísimos, oh, Señor”. Justo y santo eres en todo lo que haces y permites, Santo-Santo-Santo!!! Si se ha perdido. la culpa en él fue y si se ha salvado sólo a vuestra misericordia infinita debe, y a la intercesión de V. Madre. Pero a mí me conviene llorar amargamente, Jesús mío, y tú sabes por qué; ¡Oh Jesús! Tú me rechazas por indigno y ¿a quién iré? ¿Oh Jesús estás airado contra mí? Justo y Santo eres. Con estos pensamientos y afectos pasé alguna hora en la presencia de Jesús Sacramentado aquella noche. Al día siguiente vi el cadáver (desfigurado ya completamente) y no Dirección espiritual con P. Antonino 89


me causo impresión particular; el [golpe] ya había recibido, a mí no me interesaba sino su alma. Con todo después ha predominado en mi la idea de que se ha salvado (aunque comprendo que yo no puedo saber ni conocer porque está escondido en los Juicios inescrutables del Altísimo) con todo me siento inclinado a rogar por su alma, como si se hubiera salvado en realidad. A pesar de todo esto que le digo aquí ciento como una necesidad de expansionar mi alma a V.R., alguna vez que tenga ocasión, de venir por acá, y no quiero alargarme aquí, pues más bien son materias de confesión. Comprendo que, considerado bien, la desgracia mayor que humanamente me podía haber acaecido era esta, por todo lo que le he dicho anteriormente, con todo si su alma se ha salvado toda una gran misericordia y que yo me debía deshacer en agradecimientos, y como yo no puedo saber en qué disposiciones estaba su alma en aquella última hora, o lo que sucedió en aquellos últimos momentos, no tengo que hacer o no puedo hacer otra cosa que dejar todo en sus Juicios Santísimos al par que Secretísimos. Con todo justo y santo, me parece que yo pudiera sentir una amargura grande, y dolor grande de haber ofendido a mi Dios, y haberle dado mal ejemplo y escándalo en lugar del buen ejemplo, pero aun esta satisfacción me falta, y no siento el dolor o amargura que desearía experimentar. Manifiesto mi deseo a Jesús y parece como que Jesús se calla y no me responde. Y yo le digo: ¿es que estáis indignado contra mi Jesús mío? ¡Ah! Y con justa razón. Pero no me arrojéis de vuestra presencia, no apartéis vuestro rostro de mí. Pues; ¿a dónde iré, si Vos me desecháis? ¿A quién acudiré, siendo Vos sólo el Misericordioso, el bueno que perdonáis al pecador, y justificáis al impío? Mirad Jesús, que no tengo ninguno a quien acudir y confiarle mi pena y el peso que me causan mis pecados. Oh, Jesús, reconciliadme con el Padre; ¿No sois vos el abogado para con el Padre? En medio de la tribulación que me ha sobrevenido, creo que no he perdido la paz interior. Todo veo muy Justo y Santo en las obras de mi Dios, muy digno de ser saboreado Dirección espiritual con P. Antonino 90


y amado, mi Jesús, con todo lo que dispone con esta pobrísima criatura. Mi pena es la de no sentir dolor por mis ofensas que le he hecho a Jesús y no deshacerme de pena. Mi pena es, no poder o no saber amar a Jesús. ¡Ah, quien me diera abandonarme de veras en mi Jesús, para decirle de lo íntimo de mi alma: Haz, oh Jesús, con esta pobre criatura lo mejor que te parezca; trátame como te parezca; lo que te parezca etc. En estos mismos días mi estado de alma es de sequedad o aridez, sobre todo por las mañanas hasta el momento de la Sagrada Comunión, entonces me puedo comunicar con Jesús, y me permite exponerle mis deseos, y los sentimientos de mi alma, y por una parte siento como que me trata con cariño. Las locuciones de que le hablé en las primeras cartas, ahora son mucho menos frecuentes, y no me es permitido comunicarme de ese modo con Jesús, a quien lo siento presente en el Sagrario, fuera de los momentos de la Sagrada Comunión. Entonces me parece que Jesús me oye y me atiende, y que es amigo, pero durante el día me siento con cierta ansiedad de querer encontrar a Jesús, de querer confiarme a Él, y no puedo. Sé que está presente en el Sacramento de su Amor. - Voy a su presencia, ¡Ah, Jesús hace como que no me oye, me deja en la misma ansiedad,...! ¿No es pues mi deseo, el deseo de amarle y unirme a Él?... Pero ¡ay! que veo una distancia infinita entre Jesús y mi vilísima persona. Él se me presenta como Santidad Infinita, Pureza Divina, y yo me veo lleno de miserias y pecados, y creyendo que hasta ahora no he hecho nada para satisfacerlos. Y ni me encuentro capaz de expiarlos. En esos momentos recurre a mi mente la intercesión de la Sma. Virgen, - Ella es la Medianera para con Jesús, pero he aquí que me parece que ni a la Virgen Santísima corresponde. - Oh, si yo le pudiera obligar en algo a esta Madre de Bondad… Así pues, mi alma queda como en suspensión. Estoy acabando de leer la Vida de la Sma. Virgen que me ha costado 10 años. Pido a Jesús me conceda terminarla, para comenzar de nuevo a leerla, porque siento como una ilusión o deseo de comenzar a imitar a la Sma. Virgen, pidiendo a Jesús se Dirección espiritual con P. Antonino 91


digne comunicarme su Divino Espíritu para este fin. He aquí en confuso el estado de mi alma, es verdad no acierto a descubrirle como quisiera, ni acierto a decirlo como desearía. Pero es que yo mismo sé lo que deseo, o lo que busco. Pero sí, mi deseo o necesidad que experimento es el humillarme, pero humillarme profundamente ante mi Dios por medio de Jesús mi Salvador. Yo siento necesidad de entregarme a Jesús en satisfacción de mis pecados para poder expiarlos en unión con El, y de reconciliarme con el Padre Celestial. Mi recelo es que no acierto a corresponder a las gracias de Jesús. Cuando conseguiré el “abneget de Jesús”. “El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo y tome su cruz y sígame”. Se digne Jesús comunicarle su luz divina, para que sea mi alma, y lo que Jesús requiere de ella, ya que yo no veo. Y Jesús se compadezca de mí para que yo acierte a ejecutar lo que V.R. me aconseja y me enseña, y me dice. Esté presente en mis pobres oraciones, Padre Amado. Su [hijo espiritual] y [] en Jesucristo. P. Bernabé de Larraul. A. M.

He vivido en paz. Llamando a Dios, Padre. Mi pequeñez, nada. Ejercicios. Mis relaciones con Jesús Sacramentado. Nos veremos en S. Sebastián. Fuenterrabía 8 de Noviembre de 1941 M. R. P. Antonino de Caparroso Muy Amado Padre espiritual: Pax et bonum Desde que le escribí mi última carta, creo que he pasado este tiempo con la paz de mi alma, gracias sin duda a la bondad, con la que trata mi alma el Buen Jesús. Dirección espiritual con P. Antonino 92


Desde entonces, lo más saliente que he notado en mi alma, es que a mediados de Septiembre, sentí como una confianza de dirigirme al Padre Celestial, y llamarle muchas veces con este dulce nombre. Así pues, durante este tiempo he permanecido en este ejercicio. También he experimentado deseos de fijar mi entendimiento en la adorable Trinidad y contemplándole ya en las divinas relaciones de sus tres Personas, ya en sus relaciones con las criaturas, complacerme en la bondad del Padre Celestial y al propio tiempo considerar mi pequeñez y mí y mi nada en la presencia del Altísimo. Con estos sentimientos entré en los Santos Ejercicios (del 19 a 26 de Octubre) y durante más días continúe más o menos en la misma práctica. - En mis relaciones con Jesús Sacramentado, sobre todo después de la Santa Misa, han sido de confianza. - Jesús se me muestra amoroso y benigno, a pesar de que yo siempre en mis miserias, y flaquezas y con el sentimiento de que no sé corresponderle. Ya le manifesté en la otra el deseo que sentía al estar con V.R.Me ha dicho el P. Guardián que viene V.R. a P. Sebastián a dar los Santos Ejercicios, yo espero pues que podré estar con V.R. si es del agrado de Jesús. Disponga V.R. como mejor le parezca. Si piensa venir aquí a Fuenterrabía, podre estar con V.R.- Y si no tiene intención; ¿no podría yo visitarle en el Convento de S. Sebastián con el permiso del P. Guardián? Como V.R. disponga, que V.R. ha de ver lo que es más acertado. Sin embargo, no quiero tome por mi ninguna molestia inútil. Dispénseme. Saludándole con el afecto de mi alma se queda a su disposición esta pobre alma que se ha confiado a su dirección. Fr. Bernabé de Larraul, A.M-

Desde Navidad: pruebas interiores, exteriores. Dirección espiritual con P. Antonino 93


Lecturas espirituales, meditaciones. Fuenterrabía 24 de Febrero de 1942 M. R. P. Antonino de Caparroso Estella Muy Amado Padre en Jesús: Pax et bonum. Ya que hemos entrado en el Santo tiempo de Cuaresma, querido Padre, desearía darle cuenta en breves líneas desde nuestra última entrevista. Desde entonces, creo que mi vida ha sido ordinaria con las pequeñas alternativas. Desde Navidades, creo que ha sido con algunas pequeñas pruebas interiores y exteriores. Algunos días, todo me impresiona, el tiempo frio o triste, y a eso si se une la sequedad o el no sentir nada, o encontrarse en obscuridad, resulta ya una pequeña cruz para mí; en sí pequeña cruz, pues siendo yo débil y flaco, ya es una cruz para mí. En esta temporada, parece, que Jesús me deja sentir mi flaqueza, y me da igualmente el sentimiento de ser de mi misma criatura pobrecilla; quiero decir que no me ha dotado de dotes naturales. Y así pienso, que no me debo extrañar de aparecer ante los demás, tal cual soy pobrecillo, en mis conceptos, en la expresión, en el obrar, en el ministerio. Sin embargo, de mi parte haré, lo que está humanamente. Creo pues, Padre, que Jesús se complacerá si de este conocimiento de mi miseria, saco una verdadera humildad. Y todavía más le agradará, si se arrojarme en su bondad a pesar de esta mi pobreza, y a causa de esta mi pobreza debo arrojarme, precisamente porque de mí mismo me siento inútil para todo. En mis lecturas espirituales o meditaciones, a veces algunas luces, o que se ve como iluminada mi alma ante alguna virtud de la Santísima Virgen, o de algún otro santo, pero ese mismo conocimiento me sirve para ver mejor mi necesidad, y cual lejos estoy de todas las virtudes. En el fondo de mi alma, siento el deseo de abandonarme a Jesús, aunque esté en obscuridad, y no le sienta, y siempre el atractivo de mi alma es considerarle, como víctima, Dirección espiritual con P. Antonino 94


como decepcionado de desconocido…olvidado…apenado.

los

hombres;

Supongo habría recibido las “Meditaciones de los Evangelios” que le remitió el Conde de Villafranca, por mediación de un servidor. Con estas breves líneas me despido por hoy, amado padre, rogándole me tenga siempre presente en sus suplicas, que yo igualmente le encomiendo al Corazón Divino, a fin de que viva de su amor. Su Afmo. Hijo Espiritual en Jesús Fr. Bernabé de Larraul. A. M.

Quiero estar escondido en mi inutilidad. Luchando con mi miseria. No soy dueño de mi imaginación. Coloquios con Jesús. Fuenterrabía 26 de Julio de 1942 Muy. Rdo. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy amado Padre en Jesús N.S: Paz y Bien Aprovecho esta ocasión para saludarle y para decirle que le pediré a Jesús para que le asista en el nuevo cargo que ha recibido al mismo tiempo que le envidio su suerte, por otra parte, estoy contento en este rinconcito y quiero permanecer escondido en mi inutilidad. ¡Oh Padre! Yo luchando con mi miseria. Por una parte, veo la hermosura de la virtud, y al propio tiempo siento mi incapacidad y mi ignorancia y mi nada para poder practicar lo que tan amable y Dirección espiritual con P. Antonino 95


deseable aparece ante los ojos de la fe. - Si con razón puedo decir con el apóstol San Pablo: Veo el Bien, y deseo hacerlo y no hago el bien que deseo, y sí el mal que aborrezco. ¿Quién me librará de este cuerpo de pecado? ¿Quién me dará alas para levantarme de estas miserias del pecado en las que estoy detenido para poder volver a Jesús, y establecerme en su Justicia Santa? ¡Elevarme a Jesús! a quien siento presente entre nosotros, en nuestros tabernáculos a quien recibo todos los días, y tengo en posesión al que es todo el Bien, al que ansía esta pobre alma. El que únicamente le puede librar de las cadenas del pecado. - ¡Y no soy mejor! Y en el momento mismo en que le tengo conmigo y me doy cuenta de ello, y le quiero decir lo que me pasa, y veo que él me comprende, y me penetra, y sabe lo que necesito, y donde estoy, y a pesar de todo no descansa esta pobre alma. . Me extraño yo mismo que teniendo conmigo al Todo poderoso, a la Bondad, a la Misericordia…sin embargo continuo en mi miserable proceder, y no comienzo a ser mejor. Sentirme miserable y no llego a la humildad ¡Me veo inútil, lleno de defectos naturales, y no se hundirme en mi miseria y ocultarme en ella, y aprender a Jesús, porque me ha puesto en el camino de la humildad! Oh, padre, a veces no soy dueño de mi imaginación, y el enemigo se ríe de mí, quiero decirle que me trae a mi imaginación cosas disparatadas, otras veces cosas tontas, otras veces quiere engañarme para que me complazca en lo bueno que he creído haber hecho o dicho u oído, pero no estoy a tan oscuras para que no me dé cuenta, ser todo ilusión de ese enemigo, padre de la mentira, y no satisfacerme lo que me representa en la imaginación; a pesar de todo no se dominarla a veces. De mí mismo este sentimiento saco cuando veo o me miro en la verdad, que todo lo hago mal, todo, todo. -y Jesús lo sabe…. Se lo digo en la intimidad de la Comunión, en son de amorosa queja. ¡Oh Jesús! pues tú ya sabes que todo lo hago mal, y no acierto hacerlo mejor. ¿Y por qué no te he entregas del todo a Mi?,entrégate a Mí, date del todo a Mi. Pero yo no sé en qué consiste el Dirección espiritual con P. Antonino 96


entregarme a Ti. ¡Ah! Dame Tú, de tu espíritu y en tu espíritu de luz y de amor todo lo hare con perfección, y cuanto haga agradará al Padre…Aunque todo lo hago mal, sin embargo, este conocimiento no me causa turbación, me resigno, pero no sosiega mi pobre corazón, sino que como dice San Agustín, está inquieto, porque no puede descansar sino en la justicia perfecta, en la verdad. Oh si yo miserable acertara a corresponder a Jesús, a sus gracias, a sus divinas inspiraciones, a su amor ¡Pero no lo sé, no lo sé! Le ruego pues, Amado Padre y Director, siga pidiendo por mi pobrecito para que llegue a la verdadera humildad, y a un santo abandono en Jesús mediante la Sma. Virgen. Sí padre, ruegue por este pobrecito con sus novicios, que yo en mi pobreza, quiero pedir a Jesús por todas VV.CC [vuestras caridades] que a eso me [inclina] Jesús, y que siento un afecto particular hacia esos futuros novicios, con quienes he convivido en Alsasua y aquí en Fuenterrabía, y a algunos de ellos, que se han confiado a mi dirección, he procurado ayudarles con mis pobres consejos y exhortaciones. Ahora los confío a V.R. para que los guarde en nombre de Jesús y de su Sma. Madre, y los lleve a los verdaderos pastos de vida eterna. Con esto pongo fin a estas líneas mal escritas, pero deseo que salude al P. Guardián y a la Comunidad de ese convento deseándoles el pobre Fr. Bernabé que se santifique en la unidad de la caridad santa de Jesús “Pues en esto conocerán que sois míos, si tenéis caridad los unos con los otros” Su Afmo. [] en Jesús y María P. Bernabé de Larraul.

ANTONINO A BERNABÉ Dirección espiritual con P. Antonino 97


Le escribe para animarle a ser fiel. Confianza y entrega total. Jesús empeñado en santificarle. Sangüesa, 15 - X - 42 Amado P. Bernabé: Aunque no he recibido carta especial suya le quiero escribir ésta para reanimar su espíritu y vaya así continuando s vida espiritual, tal como me la manifestó. Me figuro que desde la última suya no habrá habido nada especial en su espíritu y que habrá sido fiel a su reglamento espiritual y a su vida interior, unida a la vida divina de N. Señor y de la Virgen. Confíe -todo en los méritos de Jesús; y de María; entréguese todo a ellos, que de ahí le ha venido todo cuanto hasta ahora ha recibido, que es mucho, y de ahí le ha de venir cuanto el Señor le dará en adelante para conservarle fiel y hacer progresar en el amor misericordioso; confianza y seguridad en ese buen Jesús que está empeñado en santificar su alma. Ruegue y mande a su afmo. Fr. Antonino de Caparroso BERNABE A ANTONINO Cierta pequeña obscuridad. Ausencia de Jesús. Sin angustia, indiferente. Me confesé y no me entendió. Trabajos actuales. Flaquezas actuales. Rodeado de almas santas. Fuenterrabía, 21 de Octubre de 1942 M.R. P. Antonino. Maestro de Novicios. Muy amado Padre: Pax et Bonum: He recibido su amable carta, la que le agradezco de corazón, y le ruego que de vez en cuando no deje de dirigirme algunas palabras de edificación, porque las palabras del Señor, siempre contienen algo de nuevo que reanima al espíritu. Creo que por Santiago le dirigí mis últimas palabras; ´pues desde entonces, a mi parecer mi Dirección espiritual con P. Antonino 98


alma se encuentra en cierta pequeña obscuridad, por mejor decir noto como una cierta ausencia de Jesús, a quien no le hallo como antes presente en el Sagrario, y en mi alma después de la Santa Comunión con quien no puedo comunicarme con la intimidad de antes, porque Jesús permanece callado. Al principio descansaba preguntando a Jesús: ¿Dónde estáis Jesús, que no os encuentro? y le preguntaba a la Virgen Santísima. Esta misma ausencia de Jesús, hace que me sienta más flaco en vivir en el recogimiento, porque el entendimiento se va a otros objetos, y la imaginación loca se desparrama. Sin embargo, este estado no me es de angustia, ni de congoja, quizás antes me hubiera producido otro efecto, pero ahora me siento como resignado, o más bien como en una cierta indiferencia, la que no atribuyo a la virtud, sino más bien a mi disipación, en sentido que no me causa pena o no me siento capaz de sentir pena por la ausencia de Jesús, a pesar de que estoy experimentando, cuan flaco soy sin Jesús, aunque Él permanezca oculto en el fondo del alma. Los Santos Ejercicios fueron poco más o menos de la misma forma, más todavía sin reposo, y con algunas pequeñas contrariedades. Al terminarlos, después de haber hecho mi confesión con el P. Ladislao, quise darle cuenta de mi alma por más extenso, sin duda con el deseo de hallar algún aliento o consuelo, pero Jesús me dio una pequeña lección porque en lugar de lo que esperaba yo, el me interpretó en otro sentido, dándome a entender que todo lo confiaba a la oración, y descuidaba la parte del Ministerio y aconsejándome era preciso darse más al estudio de la acética, etc. para dirigir las almas etc., etc., y señalándome los libros que debía leer etc. Claro que yo no le dije tenia puesta bajo la Obediencia del Director la distribución de las horas del día; sencillamente me contenté con decirle haría buenamente lo que me indicaba. Pero lo cierto es que no he cumplido, aunque cogí un libro que me indicó Dirección espiritual con P. Antonino 99


para leer algunos ratitos, y no he cumplido porque ahora me hallo casi todo el día ocupado exteriormente. A la mañana todos los días tengo una hora de latín de clase. A la tarde catecismo, y casi siempre a algunas almas que se dirigen con un servidor tengo que atenderlas en el confesionario. Aun para visitar a los enfermos, me hallo sin poder encontrar tiempo suficiente. Claro está que otro en mi lugar haría todo esto y más, pero, yo soy un pobrecillo que tengo que contentarme con el poquito. Así pues, me encuentro ocupado casi todo el día, y como falto de reposo para estar con Jesús; y en los ratos de meditación en los que parece podía concentrarme en Jesús, pues no es así, pues cuando no me llama alguno a confesar o estoy en una obscuridad e impotencia que le indicaba anteriormente, o siento alguna otra flaqueza que me impide poder darme a Jesús según el deseo del alma. Las lecturas espirituales en este tiempo: a veces, sí puedo antes de celebrar la Santa Misa, leo algunas líneas del librito “A los Sacerdotes”, otras veces alguna meditación de los Santos Evangelios. A la tarde después de maitines un cuarto de hora la “Mística Ciudad de Dios”, algún tanto meditaba. Las flaquezas más sobresalientes en que incurro este año, son sobre todo dos a mi parecer, una de ellas es que a veces se me ponen en la imaginación algunas cosas tontas o sin importancia, y no soy capaz de desecharlas, aun dándome cuenta en el acto, pues me han de molestar a manera de ideas fijas que van dando vueltas. Un ejemplo para que entienda mejor lo que quiero decirle. Hace unas pocas semanas me vino a la imaginación que si yo estuviera de vice maestro qué bien, me conduciría de este u otro modo; haría esto o lo otro, etc., etc.; todas cosas tontas de la imaginación, y sin embargo no poderlas quitar de la cabeza, y a este estilo otras cosas semejantes o parecidas. Claro que no es continuo, pero a veces casi todos los días durante 3, 4 o 5 días. Otra de las flaquezas que he experimentado en estos últimos meses, ha sido una pesadez o somnolencia a ciertas horas del día, a veces un rato después de la comunión, precisamente en los Dirección espiritual con P. Antonino 100


momentos más hermosos del día, otras veces después de la siesta, durante el rezo de los Maitines. Parece que el buen Jesús quiere su pobre criatura vaya experimentando todas las miserias. Con todo, Padre, todas estas cosas no me causan turbación, aunque me ejercitan en la paciencia. Pero, un deseo siento en el fondo de mi alma, y creo que es sincero. Quisiera Padre, poderle manifestar mi conciencia tal como aparece ante los purísimos ojos del Señor, con todos sus defectos, inadvertencias, descuidos, etc., etc., sí quisiera manifestarle sin ninguna excusa, porque temo querer justificarme en alguna cosa en lo que le digo, pues nunca uno mismo puede fiarse de sí mismo. En medio de todas mis flaquezas y miserias, Jesús me ha rodeado últimamente de algunas almas buenas que desean y buscan sinceramente la santificación de su alma, y algunas de ellas que han pasado de las tinieblas a la luz, y ahora solo piensan en crecer y amar a Jesús, y trabajar por amor suyo. Padre no veo precisado a terminar, pero quiero que salude de mi parte al padre Guardián, y a sus queridos novicios a quienes tengo presentes ante el señor. Recibí la Estampita de [fr.] Tomas, a quien le encomiendo con cariño a [], y de quien espero otro tanto. Su [] Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Su oscuridad. No importa. Los consejos de su Confesor P. Ladislao. Confianza en Jesús y María. Sangüesa, 20 - XI – 42

Dirección espiritual con P. Antonino 101


Amado P. Bernabé: Hoy, víspera de la Presentación de la Sma. Virgen, quiero enviarle esta cartita que lleve algunas ideas santas a su espíritu. Veo por la suya que el Señor se le ha ocultado algún tanto, sumergiendo su alma en alguna oscuridad espiritual; no importa, amado P. Bernabé, es costumbre de nuestro Señor el hacerlo así, para refinar nuestra vida, obligándonos a amarle por puro amor, sin ningún salario, como él se lo merece; reciba esta oscuridad con mucha confianza en Jesús, que no se aparta de su alma, sino que hace como que se aleja para reconocer nuestro amor y obligarle a buscarle con diligencia. ¿No hizo esto con la Sma. Virgen y S. José, los tres días que se les perdió en el templo? y ¿no vemos con qué diligencia, amor y dolor le buscaron? Haga lo mismo; mucha fidelidad al Señor, sin que haya en su alma ningún abandono en la vida ordinaria, ninguna falta voluntaria, el mismo trabajo en la salvación de las almas, y no tenga miedo le perjudique esta situación; por lo demás, esa tranquilidad que experimenta, es la señal de que si Jesús oculta su presencia, no retira su gracia, que es lo principal y necesario. Respecto a lo que le dijo el P. Ladislao sobre el estudio de la Ascética es un buen consejo en principio, y así si le sobra tiempo dentro de su Reglamento, lea estas cosas que han escrito nuestros Doctores, sobre todo, cuando se pone bajo su dirección alguna alma algo extraordinaria, pero como de Ascética ya sabe lo suficiente, si sobra tiempo es preferible el estudio del "Dogma y de la Moral'', que se olvidan si no se repasan y lo necesitamos para el Confesonario. Ánimo y confianza en Jesús y en la Virgen, que quieren ayudarlo como le han ayudado abundantemente hasta ahora y le ayudarán siempre, pues sin ellos ¿qué hubiera sido y hecho fr. Bernabé? y con ellos, ¿qué no podra?. Ruegue por este su afmo. Fr. Antonino de Caparroso Dirección espiritual con P. Antonino 102


BERNABÉ A ANTONINO Ahora es diferente. Jesús cambió poco a poco. Lo que he pedido en Navidad. En resumen. En lo exterior. Misterio. Dirección espiritual. El sueño. La imaginación. Fuenterrabía, 4 de enero de 1943 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre en Jesús: Pax et bonum. Con este saludo de N. P. San Francisco le felicito el presente Año Nuevo, deseándole que sea para su alma un año de paz y bienes espirituales de parte del Altísimo Jesús. Recibí su última carta, que vino a confirmarme en lo que interiormente sentía a veces, que el proceder de Jesús, es siempre con fines de amor y designio de hacer bien al alma. Actualmente no me encuentro en el mismo estado, y ahora que ha desaparecido paulatinamente, no me doy cuenta de lo que era aquello. El cambio no ha sido de un día a otro, sino que Jesús ha ido operando en mi alma sin que yo me diera cuenta. Unos quince días antes de Navidad me sentí movido a pedir al Padre Eterno su Hijo muy Amado, y esa petición ha pasado los días anteriores a Navidad, y le pediré a su Hijo, como Luz y Don para poseerle en mi alma, y mediante esa Luz llegar al conocimiento del mismo Padre, y como Don, poderle ofrecer y agradecerle todos sus beneficios, etc. Estos días no siento su fuerza interior para seguirle pidiendo, pero en cambio [me es cierto modo el comunicarme con Jesús], sobre todo le llamo muchas veces diciéndole: ven Jesús, ven, pues, aunque [ ] presente en el Santísimo Sacramento, sin Dirección espiritual con P. Antonino 103


embargo, siento el vacío en el alma, y quisiera que quedara de [asiento] en esta pobre alma. Después de la Sagrada Comunión, me quejo a veces a Jesús y le digo: ¿Por qué siendo como eres, Padre Amadísimo, no me corriges, y me das a conocer en qué te desagrado, y en que te ofendo? ¿Por qué convencido de mi miseria continua, no te adueñas de una vez para siempre de mi voluntad? ¿Por qué no me llenas todo más de ti para estar donde estás tú? No te pido que me saques del mundo, pero sí que me lleves contigo para vivir de tu vida, etc. En resumidas cuentas, cuando tengo a Jesús conmigo realmente siento necesidad de expansionarme con Él. Yo no sé lo que le digo y le pido, pero en esos momentos siento una fuerza interior que me impulsa a manifestarme a Jesús. En lo exterior casi todo el día ocupado en algún ministerio. Como le indiqué en la anterior, Jesús me ha encargado el cuidado de algunas almas buenas, que buscan la perfección. Yo procuro ayudarles buenamente, sobre todo enseñándoles el modo de ir a Jesús por medio de la Sma Virgen. Esta temporada el sueño no me molesta, y las imaginaciones ilusorias de las que le hablaba, en parte han desaparecido, aunque estos últimos días a veces me persiguen. Y con esto termino, aunque pudiera alargarme. En otra ocasión Dios mediante le daré cuenta de mi espíritu con más extensión... Desearía Padre, que de parte de Fr. Bernabé diera Feliz AñoNuevo a los novicios, a quienes no los olvido. Su [ ] en Cristo Jesús [

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Fr. Bernabé de Larraul. ANTONINO A BERNABÉ El Señor le trata con Misericordia. Dios le cuida. En tiempos de desolación. ¡Adelante! Sangüesa, 7 - 1 - 43 Dirección espiritual con P. Antonino 104


Amado P. Bernabé: Que N. Señor Jesús y su Santísima Madre colmen en este año sus deseos de conocer y amar al buen Jesús. Yo se lo pediré constantemente y V.C. haga lo mismo conmigo, pues, Dios sabe lo necesitado que ando, y lo que debería ser para influir en estos novicios. Veo que el Señor le trata con misericordia, atendiendo a su pequeñez, a que necesita todavía de consuelos; agradézcalo, pues son grandes gracias y bien aprovechadas contribuyen a aumentar más la confianza y el amor al Señor. Qué bueno es Jesús al cuidarse no solo de la Iglesia, del Papa, sino de una sencilla alma, y de una necesidad particular, como si no hubiera asuntos mayores, ni el cielo ni en la tierra que el de esa alma, pues así es Jesús para fr. Bernabé, padre solicito que se cuida de la última necesidad suya, como si solo existiera en el mundo. Cuando sufra algo interiormente, oscuridades, desaliento lo primero, ser fiel, tanto y más que cuando está en consolación; luego, ore como N .Señor en el huerto "Padre, pase de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya”, tu mayor gloria, y finalmente aceptar confiado la situación que siga a esa oración. Esté seguro que orando y confiando en Dios, le colocará en la mejor posición espiritual que convenga a su gloria y al provecho de su alma. Adelante, que Jesús quiere y lo conseguirá, hacer a fr. Bernabé todo suyo en esta vida y en la eternidad. Siga como hasta aquí en su reglamento, ocupaciones, rectificando siempre su intención de la gloria de Dios, de Jesús, y sin abandonar nunca su esclavitud a la Virgen Sma. Las mortificaciones las mismas, pero si nota que le perjudican o para la vida común o para el ministerio, puede suprimirlas, mientras dure esa causa. Adiós, P. Bernabé, ruegue mucho por la Iglesia, por la Orden y Provincia, y mande a su afmo. Fr. Antonino de Caparroso Dirección espiritual con P. Antonino 105


Los novicios le felicitan y quieren les envíe algunas semillas de flores, dalias, girasoles pequeños, etc.

BERNABÉ A ANTONINO Mi estado: comunicación confiada con Jesús. Presencia de Jesús en la eucaristía. Adoración. En la dirección espiritual. Sueños. Maitines y cambios de horario. Fuenterrabía, 10 –II- 1943 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre: Pax et Bonum: Desde la última carta, el estado de mi alma continúa en las mismas disposiciones. Es una comunicación confiada con Jesús, sobre todo por las mañanas, Jesús aparece ante mi alma, lleno de suavidad y dulzura. A veces me doy cuenta de su presencia en el Sacramento (aunque sin formar ninguna imagen) pero sé que está realmente en la Hostia, a quien yo deseo y de quien siento necesidad. Entonces se impone algún tanto a mi alma la presencia de Jesús. Es decir, que el alma tiende al acto de sumisión total, y de adoración, al darse cuenta de la presencia de su Dios y de su Jesús. Pero sucede al propio tiempo que cuanto más cerca se siente de Jesús, mejor aparece la propia miseria y la nada. También por estos días, me llaman la atención los misterios de la Encarnación, y en esto a veces se ocupa el alma. En mis relaciones con las almas, y en la dirección de las mismas, siento a veces entusiasmo por conducirlas [por medio de la] Sma Virgen a la perfección, y en esto a veces sueño despierto.

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Estas son pues las principales impresiones de mi alma en esta temporada. El motivo principal de esta carta es esta: En esta comunidad hemos comenzado a rezar los Maitines a media noche lo cual para mí ha sido de gozo. Y con este motivo he creído que tendré que cambiar algún tanto el horario de la noche, pero como deseo su bendición y el mérito de la obediencia, por eso le propongo este cambio: Hasta ahora me acostaba a las 11. Después de la Indulgencia subo a la capilla de los estudiantes por si hay que confesar a alguno, después de estar algún ratito con Jesús, voy a la celda, y rezo algunas oraciones (que antes ya le indiqué) y después un ratito de lectura espiritual de la vida de algún Santo- A continuación, el Víacrucis. Ahora he comenzado hacer el Vía-crucis en el tiempo que antes rezábamos los Maitines, y a la noche me acuesto a eso de las 10 ½. En todo me pongo a la disposición de la Santa Obediencia. El sueño no me molesta esta temporada, y creo que el sueño se me ha aligerado algún tanto, aunque alguna que otra vez padezco alguna pesadilla hacia el amanecer. De salud me encuentro bien gracias a Jesús. Se me olvidaba decirle que después de Maitines, he comenzado hacer un ratito de disciplina hasta la una. Con esto se despide [ ] Fr. Bernabé de Larraul.

Lo más importante este tiempo: Jesús Sacramentado. Ejercicios Espirituales. Propósito: vivir en la presencia de Jesús. Confesión con el P. Ladislao. Su sospecha. Otra vez: reseña de mi vida. Mañana y tarde. Vivir en la obediencia. Dirección espiritual con P. Antonino 107


Fuenterrabía, 7- IV-1943 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre: Pax et Bonum: Recibí su amable carta del 21 del mes pasado, y mi espíritu está conforme con todo lo que me dice en ella. Lo más notable en mi vida espiritual toda esta temporada creo que Jesús Sacramentado... Me hallo por las mañanas como confundido, pensando que luego voy a recibir en mi corazón a Jesús- Quisiera hacer algo para disponerme para recibir a Jesús, pero me encuentro en mi pequeñez y mi miseria, y a pesar de eso le encuentro a Jesús, amable y bondadoso en el momento de la Comunión, y siento necesidad de unirme a Él, de manifestarme a Él, de conversar con Él. Después de la Comunión mi alma descansa en Jesús, y encuentro algo nuevo, que no encuentro durante lo restante del día. La semana pasada hemos estado en los Santos Ejercicios, y durante esos días, también mi idea dominante ha sido Jesús, y mi propósito vivir en la presencia de Jesús y hacer todas mis cosas en su presencia y con su beneplácito. Por ahora lo que más me llena es considerar la realidad de Jesús entre nosotros, que verdaderamente le tenemos en la Hostia Santa, a aquel mismo, a quien le trataron los Apóstoles y conversaron con El. Durante los Santos Ejercicios hice mi confesión anual con el Padre Ladislao. El año pasado le di cuenta de algunas cosas que me ocurrieron con El; y este año me hizo varias preguntas, de las cuales se deducía que El cree que yo obro independiente, y que me dejo de llevar de mi propio espíritu. Es verdad que antes yo le indique alguna vez , que ya tenía Director, pero no se acordaba , por eso como yo hasta el presente me he conducido ( a mi parecer) según las normas de V. R. , y he visto en V.R. al lugarteniente de Dios , y he creído todo lo que hacía tenía el mérito de la Santa Obediencia , y todavía no hace Dirección espiritual con P. Antonino 108


mucho tiempo le escribí el horario de mi vida espiritual; de nuevo para mi mayor tranquilidad y para que sepa a qué me he de atener en mi vida espiritual, quiero darle una reseña de los actos principales del día , a fin de someter todo a la Santa Obediencia , y de obtener la Bendición : Por las mañanas casi nunca puedo asistir a la Oración por tener que salir a decir la Misa afuera. Después de la Santa Misa me entretengo con Jesús unos ¾ de hora poco más o menos. Cuando vuelvo al Convento, antes de comenzar mis trabajos de la semana hago generalmente unos diez minutos de disciplina. Luego me empleo en los trabajos de mi ministerio. Antes de sexta y nona hago unos 15 y 20 minutos de lectura espiritual meditada. A la tarde, después de Vísperas y el Santo Rosario, otro poco de lectura espiritual, y hacia las tres [solemos] renuevo o traigo a la memoria la muerte de Jesús en la Cruz. Después vuelvo a los trabajos de la mañana y ahora el catecismo; después un rato estudio de la moral y algo de Teología Mística, si es que me permite el tiempo. Ahora muchos días me iba salir a confesar a algún enfermo, o hacerle alguna visita, y otras veces a otros diversos ministerios. Después de la Indulgencia de la Noche, dedico unas dos horas a Jesús, repartidas entre oír confesiones, hacer el Vía-crucis, y las oraciones particulares, de las que en cartas anteriores le di cuenta. Mi reposo lo tomo recostado sobre la cama. Esto a primera vista podría parecerle que es una mortificación, pero si he de decirle la verdad, no resulta para mi ninguna mortificación, y en nada me impide el sueño; al contrario, ha resultado un alivio, pues ha desaparecido aquella molestia o pesadez que sentía antes, sobre todo por las mañanas, por eso si le parece bien de nuevo le pido el mérito de la Santa Obediencia y la Bendición para continuar. Igualmente, de nuevo le ha dado cuenta de mi plan de vida de cada día, para que según lo juzgue en el señor, me lo bendiga en lo que está conforme, o lo modifique en lo que juzgue conveniente, y después me lo bendiga con el mérito de la Santa Obediencia. Dirección espiritual con P. Antonino 109


De esta manera yo poder caminar tranquilo, y sabré que piso en el terreno de la Santa Obediencia. Y aunque piensen las criaturas que yo obro por propio impulso y según mi espíritu no será así, si no que hay uno que dirige mi alma. De nuevo deseo ponerme en sus manos, y deseo que tome a su cuenta el dirigir todos los actos de mi vida, según le da a entender el Espíritu del Señor. Insisto en esto, porque el P. Ladislao quería modificar en parte el plan de mi vida. Pero en ese caso habría de renunciar al ministerio de los enfermos y demás obras de caridad, ¿y eso me será posible? Perdóneme si en algo he faltado al transcribir estas líneas. Yo pobrecito le tengo presente en mis oraciones, y también a los novicios. Deseo que de mi parte los salude. Su afmo en Cristo. Fr. .Bernabé de Larraul.

Felicitaciones. Pido por usted. Mi estado actual, tranquilidad. Deseos: dar a conocer a la Virgen María. En Cuaresma. Ocupaciones. Aránzazu. Fuenterrabía, 8 de Mayo de 1943 Muy Rdo. P. Antonino de Caparroso Maestro de Novicios Muy Amado Padre: Pax et Bonum: Estamos cerca del día de su santo y yo deseo felicitarle y pedir a Jesús y a su Santísima Madre, que le asistan en todas sus cosas, le dirijan y le gobiernen en la Luz de lo alto para que acierte en Dirección espiritual con P. Antonino 110


todo a dar gusto al Señor y cumplir su beneplácito en todas sus cosas. Le escribí en febrero, enviándole al propio tiempo las semillas de flores que me pedía, supongo habría llegado la carta a sus manos. Y ahora ¿Qué cuenta le dará de mi vida espiritual? Mi estado actual es en general de tranquilidad. Lo más sobresaliente que noto desde los principios de este año, es el deseo de trabajar para dar a conocer a la Sma. Virgen, y extender su culto. En parte ha contribuido a este entusiasmo por la Virgen Sma. La noticia de la Virgen Milagrosa de Fátima. Así he sentido deseos de dar a conocer a todos los designios, obsequios misericordiosos de la Sma Virgen sobre el mundo, y esta buena Madre me ha proporcionado medios para darla a conocer. El tiempo de Cuaresma he pasado casi todo el día en el ministerio de confesiones y predicación, pero en general con paz interior, aunque no exento de muchas miserias, que lamento, que no acierto a corregirme de ellos, como debía; ahora mismo todos estos días me encuentro con muchas ocupaciones; estamos preparando una Peregrinación a Ntra. Sra. de Aránzazu y ese trabajo me lleva casi todo el día. Esta es pues mi vida espiritual de esta temporada. Siento deseos de trabajar por la Sma. Virgen, por todos los modos que están a mi alcance; abrigo esperanzas ciertas que, si esta Buena Madre es conocida y amada, conseguiremos la paz verdadera, y la pureza de costumbres, etc. Ya me perdonará haber escrito estas líneas con tanta incorrección. Creo que sus novicios seguirán con santo entusiasmo, y animados a perseverar en la santa oración. En la última le di cuenta del horario que sigo ahora por la noche, con motivo de levantarnos a maitines. Padre, en unos días le pediré muchas cosas a Jesús para V.R. Bendígame y hasta la

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suya. Saludos a la Comunidad, y a los novicios. Su [h. esp] en Jesús. Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Aprobado nuevo horario. Su propagación por la Virgen. Ministerio de confesiones y predicación, acompañado de estudio, oración y mortificación. Sin miedo a sus limitaciones. Sangüesa, 16 - V - 43 Amado P. Bernabé: Recibí su carta de febrero, en la que me comunicaba la noticia de los maitines de medianoche, y el nuevo horario motivado por este cambio; puede seguir ese nuevo horario, y deseo que el Señor le dé fuerza para levantarse a los maitines sin perjuicio de sus trabajos apostólicos Y de la nueva carta le digo que siga ese movimiento por dar a conocer, cuanto pueda, al Corazón inmaculado y dolorido de la Sma.Virgen, pues es hoy el movimiento de la Iglesia, que pone en la Sma.Virgen su última esperanza y fr. Bernabé es un peón de esta Iglesia , que Jesús va empleando para su gloria. Trabaje, pues, con la Virgen y por la Virgen Santísima, madre de la gracia y de la paz que con puede todo y sin ella no puede nada. Dé pues a conocer esos designios amorosos de la Virgen sobre el mundo y rogando mucho para que el mundo sepa aprovecharse de este nuevo y, quién sabe si último, de la Virgen Sma. Ame mucho ese ministerio de confesión y predicación pues con él ayuda al Señor a santificar y salvar las almas; acompáñele siempre cuanto pueda del estudio, de la oración y de la mortificación, ésta ha sido la disposición de los santos para el Dirección espiritual con P. Antonino 112


ministerio que Dios luego ha bendecido con frutos de conversiones; no le asuste su poquedad física e intellectual, que Dios ha elegido lo despreciable del mundo para realizar con ello sus maravillas. Siga con toda la vida ordinaria, en cuanto pueda, y sometido en todo a la obediencia y ruegue por este noviciado para que el Señor lo santifique. Se encomienda a sus oraciones Fr. Antonino de Caparroso

BERNABE A ANTONINO Lo principal: 1. Conocimiento de mi poquedad. 2°. Impulsar devoción María; ahora al Sdo. Corazón de Jesús. Cómo se me pasa el día. Fuenterrabía, 21 de julio de 1943 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Pax et Bonum: Aprovecho esta ocasión oportuna para contestar a la suya del mes de Mayo. En este intervalo lo más saliente ha sido entre otras cosas, 1º Un conocimiento mayor de mi poquedad; es a veces como un disfrutar para ver más a fondo mi cantidad y compararla con las cualidades y talentos de los demás. Esto a veces se presenta en forma que deprime algún tanto a la naturaleza, que se considera como un ser inútil y miserable, pero a la vez causa un efecto saludable en el alma, que le coloca en el último lugar, y con resignación de aparecer ante las almas pobres y sin valor o talento. Dirección espiritual con P. Antonino 113


Además, tiene presente aquello de S. Pablo: “Haber escogido el Señor lo más vil y despreciable para manifestar las obras de su divina sabiduría “y que no diera el alma otra cosa que llegar a esa verdadera humildad acepte el Señor, y pasar por todas las humillaciones conforme con el querer del Señor 2do. En la anterior le daba cuenta de que me sentía a dar a conocer a la Sma. Virgen y [exhortar] a todos a consagrar su Inmaculado Corazón, y procuro, si que se presentan las ocasiones llevarlo a la práctica. Ahora desde el mes de junio he sentido un nuevo impulso por la devoción al Sagrado Corazón, más que todo querer en mi pequeñez poner ante todos el amor del Divino Corazón a los hombres, lo mal que es correspondido, exhortar a todos celebrar la fiesta con esplendor en una palabra inducir a todos a mirar el Corazón Santísimo Corazón de Jesús, y buscar en él todos los bienes. Al principio de este Mes hice el propósito de dedicar este mes de Julio a estudiar los tesoros del Sagrado Corazón para después darlos a conocer según mi posibilidad. Por lo demás las horas del día se me pasan tan rápidas que al llegar la noche veo que muchos trabajos que pensaba realizarlos, los he omitido. El ministerio exterior de visita de enfermos, etc. Me lleva bastante tiempo, pero creo que en todo conservo la paz. Procuro perseverar en los ejercicios espirituales acostumbrados a pesar de las ocupaciones exteriores. En cuanto al sueño, veo que desde que puedo levantarme a mártires, se me ha aligerado; la siesta casi la he suprimido y creo que dentro de poco no me hará falta. Con esto me despido, pidiéndole de nuevo sus oraciones, para que mutuamente nos ayudemos en las cosas que son para la Gloria del Señor. Su h. esp. en Jesús: Fr. Bernabé de Larraul.

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ANTONINO A BERNABÉ Siga dando a conocer a Jesús y María. No hacer caso de sus pocas cualidades. Dios actúa. Su único anhelo: conformarse a la voluntad de Dios. Sangüesa, 24 - VIII - 43 Rdo. P. Bernabé de Larraul Fuenterrabía Amado P. Bernabé: Le debo una carta y ahora voy a pagarle esta deuda. Por la suya veo que el Señor le va dando esos santos deseos de conocer y hacer conocer los tesoros encerrados en esos dos Corazones de Jesús y de María. Siga ese movimiento y délos a conocer cuanto esté a su alcance, pues no hay empresa mejor que dar a conocer a Jesús y a María, y todo sacerdote no debería pensar en otra cosa, ni desear otra cosa que N .S. Jesús y su Madre Sma. sean conocidos, amados y servidos. No haga caso de sus pocas cualidades y talentos, pues el Señor no los necesita para obrar sus maravillas; solo le pide que ponga de su parte lo que pueda en leer, estudiar las cosas que ha de decir, y lo demás corre a cuenta de la gracia divina que quiere distribuirse abundantemente por ''ese pequeño instrumento”, así, cuando obtenga algún feliz resultado, todos dirán, esto es "obra de Dios", y será el Señor glorificado; y si no obtiene y es humillado, imita al Señor, que muchas veces no obtuvo resultado en su predicación. Cuando al llegar la noche vea que no ha realizado cuanto se había propuesto para el día, quede tranquilo, pues, no era voluntad de Dios, ya que lo ha impedido; el hombre propone y Dios dispone, y ¿qué mejor que contrariarnos para hacer la voluntad divina? Este sea su único anhelo, conformarse en todo con la voluntad divina. Ánimo pues, siga esas inspiraciones que el Señor le da según los tiempos y festividades; cuide de no quitar demasiado el sueño pues, Dirección espiritual con P. Antonino 115


su pequeño cuerpo, lo necesita un poco, para que ayude al Señor a salvar almas. Si ocurre algo me avisa, y ruegue mucho por mis necesidades e intenciones, yo también lo haré por V.C. para que el Señor lo guarde y santifique. Fr. Antonino de Caparroso

Déjese llevar de esa moción eucarística. Aprobado método de vida que indica. Sangüesa, 29 - X - 43 Amado P. Bernabé: He recibido su carta, y veo que ha hecho ya los Stos. Ejercicios; nosotros D.m. los haremos la próxima semana, comenzando el viernes, ruegue porque los hagamos bien. Me avisa que siente esta temporada cierta moción hacia la Eucaristía, y que necesita comunicar su alma con Jesús Sacramentado; nada hay tan divino como esto, tratar con Jesús, fuente de todo bien, en su Sacramento de Amor .Bien lo conocía el P. S. Francisco, que no veía otra cosa en este mundo, sino el cuerpo y sangre de Jesús. Déjese llevar de esa moción eucarística, pidiendo a la Sma. Virgen un poco de aquella reverencia y amor que ella le tenía, para que sea menos indigno de consagrar su cuerpo y sangre y de recibirle en su alma; y cuando le haya recibido ámele, déle gracias por las muchas que ha hecho a su alma, y pídale mucho, mucho por los que no lo conocen, ni aman. Le vuelvo a aprobar el método de vida que me indica; un poco de miedo tengo a que no se acueste en la cama, pues en el invierno puede enfriarse y enfermar; así que puede hacerlo el viernes y sábado y los otros días se acuesta; cuando vuelva la primavera y Dirección espiritual con P. Antonino 116


verano podrá renovar esa práctica si se encuentra sano. Si siguiendo esto y el plan del día ve que enferma, procure moderarlo algo, pues, con nuestra salud cooperamos a la obra de la Redención , ya que nos empleamos en obras de ministerio, confesonario, catecismo, enfermos, que son las más gratas al Señor, no las deje, son las primeras que debe atender. Nada más por hoy, tenga mucho ánimo y más confianza en el Señor, si alguna vez tiene alguna duda en lo que debe hacer, primero atienda a lo que está mandado por nuestras leyes o a lo que le manden los Superiores y si no hay mandado, consúlte lo con Jesús en su Sacramento. ¿Qué queréis, Jesús, de mí? ¿Cómo os agradaría más? Y obrar según lo que crea más glorioso al Señor; y después, me lo comunica, para que yo vea lo que le conviene. Ruegue mucho, mucho por los novicios, y por toda la Provincia, para que glorifiquemos mucho todos al Señor.

BERNABÉ A ANTONINO Relaciones con Jesús Sacramentado. Me siento pobrecito. Lo mismo con la Virgen. Mis trabajitos de ministerio. Fuenterrabía, 7 de febrero de 1944 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy amado Padre en Jesús: Pax et Bonum: Desde que le escribí mi última carta y recibí la suya no creo que haya pasado cosa especial por mi alma. Lo que le decía acerca de mis relaciones con Jesús Sacramentado, se han continuado más o menos en la misma forma Dirección espiritual con P. Antonino 117


hasta el presente. Son más íntimas y estrechas después de la Sagrada Comunión, aunque envueltas en misterio. Sin embargo, Jesús se hace presente de alguna manera al alma, y entonces el pobrecito del ¨P. Bernabé es feliz. A pesar de todo el alma nunca se agita, desea llegar a la verdadera unión con Jesús, desea morir a todo para que Jesús solamente viva en ella, desea que Jesús sea el dueño único de sus actos y de toda su actividad. Por eso a pesar de buscar continuamente a Jesús, me siento muy pobrecito en todos los sentidos, sin duda también Jesús se complace a hacerme experimentar mi flaqueza a fin de conservarme en la humildad o producirla en mi alma. Lo que le he dicho con respecto de Jesús me sucede también con la Sma Virgen. Mi alma conoce que es una dicha [sin] igual para ella, pertenecer totalmente a la Sma. Virgen, vivir bajo su dependencia total, vivir enteramente consagrado a ella. ¿Pero cómo conseguir con mis pobres y débiles esfuerzos? ¿De dónde me puede venir a mí tanta dicha, y suerte tan feliz? ¿No será la gracia divina la que tendrá que llevar a término esta obra tan excelente? Sin duda la gracia divina, y juntamente mi cooperación y fidelidad a la gracia. Ayúdeme S. R. a ser fiel a la gracia de Jesús. En lo demás sigo en mis trabajitos del ministerio, haciéndolos según se presenta la ocasión. Respecto de acostarme, he seguido su consejo, y aun he sido más indulgente, pero ahora que ha suavizado el tiempo he comenzado un poco en el modo anterior. He tenido retardada ésta por quererla enviar con el postulante, en cuyas manos le entrego, al propio tiempo hubiera querido enviar un folleto de cierto joven, que falleció en Irún en el noviembre pasado, pero como todavía no ha salido a la luz pública, le enviaré en cuanto salga; es un joven, que le será de edificación el folleto acerca de ese piadoso joven. Sin más por ahora, de nuevo me encomiendo a sus oraciones, y a las de sus novicios, y en las mías siempre me quiero acordar de V.R. Dirección espiritual con P. Antonino 118


Su afmo. en Jesús Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Entre tanto: fiel a la gracia, humilde, confiado. Agradecido a sus consuelos. Amémosle. Roguemos. ¿Envidia por el amor a la Virgen? Siga su plan de vida. Dispénsese.

Sangüesa, 15-02-1944 Amado P. Bernabé: me ha entregado el postulante su carta. Y me alegro mucho de ver que el Señor conserva en su espíritu esos deseos de unirse íntimamente a Jesús y a la Virgen, nuestra madre y esperanza: el Señor que le da esos deseos, los realizará en el tiempo oportuno, mientras tanto fieles a la gracia, humilde en la presencia de Dios, y confiado de que Dios le ayudará en todo como hasta ahora lo va haciendo. Agradézcale al Señor esos pequeños consuelos que le da en la Sda. Comunión, pues así se irá manifestando cuánto le ama y cómo tiene sus delicias en vivir y comunicarse con nosotros. Oh!, ¡si nosotros le entendiéramos! ¡Cuánto le amaríamos al ver que tanto ama a los hombres! Al menos nosotros amémosle cuanto sepamos, y no solo por nosotros, sino por todos los que no le conocen, y por no conocerle le miran con indiferencia; roguemos mucho para que sea conocido y amado de todos el buen Jesús en su Eucaristía. Tiene deseos y envidia a los que viven bajo la protección de la Sma. Virgen, y tiene mucha razón, porque, después de Jesús ¿qué otra cosa podremos desear que amar y ser amados de la Sma Virgen? De ella le ha de venir esa gracia de unión íntima con Jesús, Dirección espiritual con P. Antonino 119


pues, ¿quién más íntimamente unida a Jesús que la Virgen? Y ¿quién tiene mayores deseos de vernos unidos a Jesús que la Sma. Virgen?, por esto, ser devotos de la Virgen es una promesa de intimidad. Para conseguir esto, viva como verdaderamente esclavo de María, repitiendo con alguna frecuencia su voto de esclavitud, pues si nosotros damos todo a la Virgen, más generosa es ella para darnos a nosotros “todo su Jesús”. En lo demás, siga su plan de vida, interior y exterior; y cuando alguna circunstancia de frío, enfermedad, o trabajo, le haga dificultoso, dispénsese lo necesario, pues, el plan de su vida, como nuestra misma vida, es algo contingente, variable, pero vigilando, que no sea la sensualidad la que intervenga en esas dispensas. Por lo demás, trabaje cuanto pueda, y sepa, en la salvación de las almas, pues, están muy necesitadas, y aunque lo hace, ruegue mucho, en estas circunstancias, por la Iglesia, el Papa y Provincia; esto es una devoción muy franciscana. [A ] agradeciendo mucho sus oraciones, se despide en Jesús y María. Su afmo. Fr. Antonino de Caparroso

BERNABÉ A ANTONINO Sigo en mi pequeñez, mi verdad. Descontento de mí mismo. Necesidad de vivir de la Comunión. Cada vez más pobre, miserable, inútil. Fuera de Jesús, vacío. Ser todo de Jesús. Problema con el sueño. Fuenterrabía, 29 de Mayo de 1944 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Dirección espiritual con P. Antonino 120


Muy amado Padre: Pax et Bonum: Después de felicitarle estas Pascuas de Pentecostés que las estamos celebrando, en las que le deseo que el Espíritu Santo derrame en abundancia sobre su alma sus dones, debo manifestarle que yo sigo en mi pequeñez, pero con deseo sincero de llegar al conocimiento de mi nada y pecados, no ciertamente para quedar reflejado en ella, sino para vivir de la verdad, y poder clamar con verdadero conocimiento a Aquel, que levanta del polvo al pobre y necesitado, inclina piadoso sus ojos al que es nada en sus propios ojos. Nunca estoy contento de mí mismo y comprendo que no puedo estar mientras mi conciencia no me dé testimonio de que no soy yo (el miserable, el pecador), el que vive y el que obra, sino que Jesús por su bondad inefable se ha apoderado totalmente de mi alma, y se ha impuesto a todas mis facultades y potencias para que obren no según su flaqueza e imperfección, sino en la virtud de Jesús. De aquí es que siento necesidad de unirme a Jesús, sobre todo en el misterio de la Sagrada Comunión, y siento la necesidad de vivir de la Comunión, pero me quejo contra mí mismo de que no me dispongo debidamente para este acto solemne, choco siempre con debilidad y otros impedimentos que nacen de mi miseria y pecado; y aunque después de la Sagrada Comunión, por una bondad inefable de Jesús, el alma descansa en Jesús, y se pone a disposición de Jesús, y le promete sinceramente fidelidad y correspondencia, pues no se permanece en esa fidelidad, en esa sumisión, y abandono en el querer de Jesús; luego me distraigo con alguna cosa. Cada vez más me parece que soy pobre, miserable e inútil; sin embargo, no puedo estar sin amar a Jesús, aunque sea muy pobremente, fuera de Jesús todo lo demás es vacío para el alma, y no encuentro paz ni descanso. Por eso mi pobre alma sueña en amar a Jesús, en el deseo de llegar a ser todo de Jesús y con este deseo fija sus ojos en la Sma. Virgen, porque está persuadida de que por ella le ha de venir tanto bien. Dirección espiritual con P. Antonino 121


De esta manera se pasan mis días amado Padre. En lo exterior ocupado en mil cositas, pero con el deseo de hacer algún bien a las almas en el modo posible. Algunas veces algunas pequeñas contrariedades, pero me hacen bien, me desengañan y me alejan de las criaturas. Oh, qué hermosa me parece su última carta. ¡Vivir del amor de Jesús y de María! ¡Cuándo se realizará! Por ahora no sufro las molestias del sueño, aunque a veces por las noches cuando estoy delante de Jesús, me coge el sueño, cuando me despierto continuo en mis ejercicios, claro que es por mi culpa que me coge el sueño, porque si me postro con el rostro en el suelo, luego me duermo, pero no me corrijo; y a veces estoy muy cerquita del Sagrario y allí me coge el sueño delante de Jesús. No sé si me podrá entender la letra hoy ni a escribir acierto, tan miserable es el P. Bernabé. Saludos a todos en particular a los novicios. Se une a sus oraciones, y al propio tiempo procuro tenerles presentes en las mías Su afmo en Jesús Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Felicitaciones. Usted del número de los pequeños de Jesús. Dios levanta su alma…Nunca piense en sí mismo. Eucaristía y esclavitud mariana. Sumisión al Guardián. Sangüesa, 10-06-1944 Rdo. y amado P. Bernabé. Ante todo le felicito la fiesta de su santo patrón, y le pido el amor que tenía a N. S. Jesucristo y a la predicación del Sto. Dirección espiritual con P. Antonino 122


Evangelio, para que el pequeño Bernabé sea tan grande como su patrón. ¡Qué bien suena a nuestros oídos religiosos aquella oración de N. Señor en la que da gracias a su Eterno padre por haber revelado su persona a los pequeños! Qué hubiera sido de estos pequeños de entendimiento, pequeños de corazón, pequeños en energía, si el Buen Dios no le hubiera engrandecido revelándoles a su Divino Hijo, principio de toda verdadera grandeza. En ese número de pequeños se encontraba Fr. Bernabé, cuando el Padre Eterno comenzó a [revelarle] a N. Señor Jesucristo y a su Sma. Madre; [sin] esto, no hubiera tenido nunca un pensamiento, un amor y decisión grande; hubiera permanecido siempre en su pequeñez. Confieso y a que el Señor “de stercore erigit pauperes”, los limpia perdonándoles sus pecados, los viste de su Divino Hijo y los prepara para llevarles un día a su gloria, con la grandeza de Dios. Esta es la intención y el amor de Dios respecto a su alma, [así] recomiendo, que nunca piense en sí mismo, confíe todo en Dios y le atribuye a El todo bien, escondiéndose siempre en su pequeñez; siempre será pobre y miserable Fr. Bernabé, pero, como bien siempre será, ayudado del que es rico en misericordia, fiel a su vocación, siempre el pensamiento de su pequeñez, que no es ficción sino realidad, con el otro de la grandeza y bondad infinitas de Dios, y de los muchos beneficios que tiene recibidos. Sean sus dos puntos de apoyo la Eucaristía y la devoción de la esclavitud de la Virgen, que tanto van influyendo en su alma; y luego la más escrupulosa sumisión al P. Guardián en todo lo que disponga de su persona, pues esa es la voluntad de Dios y su [querer], aunque a nosotros en nuestra pequeñez, nos parezca otra cosa. Tiene la obediencia para cambiar los ejercicios de después de los maitines, y cuide, dentro de sus reglamento y mortificaciones su salud.

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Ruegue por este noviciado para que consigan y amen todos a JesĂşs y a la Virgen. Fr. Antonino de Caparroso

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BERNABÉ A ANTONINO Los 4 últimos meses: buscar a Jesús para vivir de él. En el Sagrario. El cuidado de mis dirigidos. Ministerio exterior. OFS. Enfermos. Confesonario. Mi confesor actual. Fuenterrabía, 31 de Diciembre de 1944 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Pax et Bonum: Sean mis primeras palabras para felicitarle, las pascuas de Navidad, deseándole un feliz Año-nuevo con abundantes bendiciones espirituales de parte del Señor Jesús. Aquí bien todos gracias a N. Señor. Y viniendo ahora a darle cuenta de la marcha espiritual de mi alma desde vuestra entrevista en los Santos Ejercicios de Septiembre debo de decirle, que según mi propio juicio, mi alma sigue la misma marcha con pequeñas variantes. Durante estos cuatro meses la ocupación ordinaria de mi alma ha sido, buscar a Jesús para vivir de algún modo de Jesús, y de lo ordinario le busco con María y por medio de María y le busco en el Sagrario, donde le encuentro con mayor facilidad. Mi pobre alma a pesar de ser miserable y ruin no tiene descanso sin Jesús. Durante este tiempo he continuado interesándome en las almas, sobre todo a las que tengo bajo mi cuidado o dirección. Y las impresiones de pena o alegría que siente mi alma tiene mucha parte esas almas que tengo bajo mi cuidado, las que verdaderamente me intereso por llevarlas a Jesús y María. En el ministerio exterior continúo en lo mismo, acudiendo a las Órdenes Terceras y en casa el ministerio de los enfermos, confesionario, etc. Continúo aprovechando todas las ocasiones

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para dar a conocer la devoción al Corazón dulcísimo de Jesús; sobre todo la entronización en los hogares. Jesús de su parte como siempre amable con esta pobre criatura, sobre todo después de la Sagrada Comunión; continuamos en nuestros coloquios interiores. De ordinario me confieso con el P. José Ramón, y a él acudo en todas las cositas que me suceden de momento, y he determinado hacerlo con todo cuidado y esmero de modo que en todas cositas pueda obrar con el mérito de la Santa Obediencia. De la marcha general le iré dando cuenta a V.R. como hasta ahora. Aprovecho esta ocasión para saludar a sus queridos novicios, a quienes les encomiendo en mi pobre oración, y espero que ellos harán otro tanto por mí. Suyo afmo en Jesús Fr. Bernabé de Larraul

Felicitaciones. Cuenta de mi alma. Pequeñas pruebas. Sigo el de antes. Mis deseos: humildad, la Virgen, las almas. Fuenterrabía, 7 de Mayo de 1945 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre en Jesús: Pax et Bonum: Como se acerca el día de su santo, he querido dirigirle esta carta con el fin de felicitarle y al propio tiempo darle cuenta de mi alma desde la última que le escribí en Navidades. Ante todo, que el día de su santo en este año que coincide con la fiesta de la Ascensión sea de feliz recuerdo, que le haga recordar que en otro día le tocará celebrar ya no en la tierra, sino en el cielo. Dirección espiritual con P. Antonino 126


Y pasando a darle cuenta de mi alma, ¿cuál ha sido mi marcha desde el principio de este año? Más que todo me parece que se ha señalado por las pequeñas pruebas que he encontrado por el camino. Estas pruebas a veces interiores, otras exteriores, son pequeñas contrariedades que me ejercitan en la paciencia. En lo demás yo sigo siendo el de antes pequeño en el espíritu, pobre y necesitado. Nunca estoy contento de mí mismo, y tampoco puedo estar porque mi interior me pide siempre algo más, es decir portarme mejor con Jesús, entregarme de lleno a Él. No podré tener descanso hasta que sea Jesús el único dueño de todo mi ser. ¿Cuándo llegara ese dichoso día?, Dominan en mi alma deseos de humildad, a imitación de la Santísima Virgen; deseos de hacer bien a las almas y de trabajar por ellas. Durante la Cuaresma procuré acompañar a Jesús en los sentimientos de su Pasión y al terminar me regaló una pequeña prueba con una flebitis, que se me ha curado ya. De vez en cuando me visita el buen Jesús interiormente con ciertos impulsos y ciertas luces, y a pesar de todo, ¡que pobre me encuentro ¡Cuanta miseria encuentro dentro de mí mismo ¡Y me voy resignando a verme así como soy; más aún deseo llegar con el auxilio de María al fondo de mi ruindad!. Yo no sé decirle otra cosa, sino que hago todas las cosas con mucha imperfección, pero al propio tiempo con deseo de enmienda. No me olvido de la Sma. Virgen. Creo que es Ella el aliento de mi esperanza. Saludos a los novicios. Este año me ha tocado rogar por ellos. Y con esto termino; Seguiré rogando por V.R. Su pequeño Fr. Bernabé de Larraul

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Ruegue por mí, el noviciado, seamos capuchinos santos y misioneros. Sigue su marcha. Lo alcanzará. Confíe. Sangüesa, 18-05-45 Rdo. P. Bernabé. Fuenterrabía. Amado Padre: He recibido su felicitación y su estampita, pero sobre todo las oraciones que hace por mí y por el noviciado, que las necesitamos mucho. No cese de rogar mucho, mucho por estos novicios para que perseveren, no de cualquier modo sino in sanctitate e iustitia ómnibus diebus vitae suae; están bastante necesitados, y luego, si acaso hay Capítulo Provincial, para que el Señor provea de un buen Maestro que pueda continuar la obra excelente que hace ahí el P. Alfredo, y que parece superior a mis fuerzas. Roguemos todos para que el Señor nos dé “capuchinos santos y misioneros”, que solo pensemos en amar a Jesús y en hacer que todos le amen. Veo que su alma sigue su marcha, entre pequeñas pruebas y deseos de ser más de Jesús de lo que es; ánimo y paciencia que ya llega el día en que será todo de Jesús, como Jesús y la Virgen lo son de Fr. Bernabé; es [aun] pobre, pero ¿no ve cómo Jesús y la Virgen le van a ayudando? ¿Qué sería y, que valdría sin su gracia? ¿Qué hubiera podido hacer en la vida si Jesús y sin María? ¡Ah! Confíe mucho, que Jesús, que le ve naturalmente poca cosa, quiere que sobrenaturalmente sea mucho, ¿lo conseguirá? Creo que sí, pues, a eso se dirige esos impulsos y luces con que visita el Señor su interior; mucha confianza y generosidad con Jesús y todo corre a cuenta de su Señor y a su Sma. Madre. Si hay algo que fueran [ ] su alma, me lo cuida; mientras tanto yo pido al Señor que le bendiga. Fr. Antonino de Caparroso.

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BERNABÉ A ANTONINO Lo más sobresaliente: desde junio propagar al Sdo. Corazón. Gusto por la lectura de Celano, San Buenaventura. Añoranza de la pobreza. No ha llegado la hora. El Maestro de novicios. Fuenterrabía, 1 de julio de 1945 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Pax et Bonum: Recibí su carta y también su felicitación; el P. Bernabé le agradece sinceramente. Desde la última que le escribí creo que lo más saliente de mi vida espiritual ha sido durante el mes de junio el deseo de propagar la devoción del Sdo. Corazón de Jesús. Esa ha sido la idea que me ha dominado durante este mes justamente con la Sma. Eucaristía. Y en ese trabajo me he empleado, claro está como ya sabe envuelto en muchas imperfecciones. Otra cosa que influye notablemente en mi alma en esta temporada es el escuchar la lectura de la vida de N.P.S. Francisco escrita por Celano, San Buenaventura etc Pero, sobre todo enfervoriza y aun tiempo entristece mi alma, el espíritu de pobreza de N. S. Padre; Oh pobreza, pobreza, tan amada por N.S- Padre ¡y en la cual había encontrado el tesoro escondido para enriquecer en la santidad más sublime a todos su hijos de la Orden Seráfica. Y, ¿Por qué nosotros no habríamos de realizar el deseo de N. Padre? ¿Por qué no nos habíamos de revestirnos de su mismo espíritu? ¿Por qué no habíamos de caminar por las huellas que nos trazó? ¿Por qué no habíamos de sentir lo que el sentía, pensar como él pensaba, confiar en la Divina Providencia como el confiaba? ¿Por qué no habíamos de dar motivo a esa amorosa Providencia del Padre Celestial, que alimenta a los pajarillos del campo para que con nosotros los hijos Dirección espiritual con P. Antonino 129


pobrecillos del Pobrecillo Francisco, usara de la misma Bondad, solicitud y liberalidad? ¿Por qué nosotros con el aroma suave de la santa Pobreza no habríamos de atraer a las gentes al conocimiento de la verdadera riqueza que está en Jesucristo? ¿Acaso no nos ha tocado a nosotros los hijos de S. Francisco en suerte y herencia el tesoro de la santa Pobreza? ¿No la encontró nuestro Sco. Padre a esta Dama de la santa Pobreza in “loco honoris et nostrae solitudinis et assumit eum in sponsum”? ¿Y al morir nos la encomendó para que cuidáramos de ella como de una madre amantísima, y la amaramos como el tesoro más precioso que nos podía llegar? ¿Acaso no es nuestra gloria principal la Santa Pobreza, y principalmente por ella hemos de engendrar muchos hijos para Dios? ¿Por qué pues no había de resplandecer en todas nuestras casas esta Dama de la Santa Pobreza, en nuestras conversaciones en nuestros deseos, en nuestras empresas, en todas nuestras obras, pero sobre todo en nuestro espíritu?. ¿No querrá suscitar Dios N. S. hijos de Abrahán que revestidos del espíritu del P.S. Francisco la ensalcen en todas partes y manifiesten al mundo sus bellezas? Mi pequeño espíritu quisiera expansionarse, quisiera hablar, pero no puedo, no soy capaz… no ha llegado la hora… Tanto en su carta como en la tarjeta me dice con alguna insistencia que ruegue para que el Señor “prepare un buen Maestro de Novicios. Está bien; he procurado tener presente en mis intenciones. Pero bien sabe V.R. que el trabajo principal ha de hacer la gracia del Espíritu Santo. Bien sabe V.R. que el Maestro de Novicios no es más que un instrumento del que quiere servirse este Divino Espíritu para la satisfacción de sus escogidos y tanto más útil será el instrumento en cuanto se deje manejar por El. Y bien sabe V.R. que a veces este Divino Espíritu escoge instrumentos faltos de ciertas cualidades naturales, a fin de que mejor aparezca su acción divina. Todo consiste en someterse a su acción divina. Cosa fácil es lanzar a los ánimos juveniles por los ideales grandes y entusiasmarlos, pero es distinto llevarles a la Dirección espiritual con P. Antonino 130


práctica de esos mismos ideales: Una cosa es la teoría y otra la práctica. Tanto es el hombre delante de Dios, en cuanto práctica, decía N.P.S. Francisco. Está bien quesea designado para Maestro de Novicios, aquel que mejor ha de formar el espíritu de los jóvenes en la vida seráfica. ¿Y que, si de nuevo fuese designada la misma persona de V.R. para ese oficio? Yo creo que debería de aceptar con total conformidad, viendo en ello la voluntad expresa del Señor. Tenga la bondad de perdonarme el que el discípulo se haya puesto a dar lecciones al Maestro. Creo que he hecho el oficio de la burra de Balán o he pretendido hacerlo a lo menos. Ya tendrá la bondad de entregar esa otra carta al P. Gabriel de Ázqueta, que seguramente para estas horas se encontrará en su convento. Le saluda su afmo. y pequeñuelo siervo en el Señor. Saludos a los Novicios. Fr. Bernabé de Larraul

Amado Padre Director: Desearía el mérito de la Santa Obediencia, si a V.R. le parece bien para hacer después de maitines los ejercicios de piedad, que suelo hacer antes de maitines. Después del primer sueño me encuentro en mejor disposición para permanecer en la presencia de Jesús.- Según disponga V.R. así lo hare. Su h. esp. en Jesús. Fr. Bernabé de Larraul

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Persisten los sentimientos del mes de julio (pobreza) Me domina el acto de la Comunión. Sda. Comunión. Todo gira en ella. Congreso Eucarístico en Irún. Fuenterrabía, 17 de Octubre de 1945 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre: Pax et Bonum: Desde la última carta que le escribí en Julio tengo que decirle que persisten en el fondo de mi alma los sentimientos que le manifesté en aquella, los cuales reaparecen con frecuencia, siempre con la persuasión de que llegara el día en que los vea realizados; y esa es petición a Jesús. En lo demás de la vida espiritual, la idea que me domina es sin duda el acto de la Sagrada Comunión. Veo algo grande en ese acto y en las promesas de Jesús acerca de la Sagrada Comunión, pero veo que dependen en gran parte su realización plena de las disposiciones del alma; de aquí es que siento necesidad e impulso interior de disponerme para ese acto solemne, y después aprovecharme en el silencio y el recogimiento. Pero es aquí precisamente donde choco con la flaqueza y debilidad mía. Y por eso he sentido siempre y siento ahora de probarme en unión con la Sma. Virgen, pero ahora con una nueva modalidad porque veo si consigo ponerme en comunicación con la Sma. Virgen y me entrego de tal modo a Ella, que verdaderamente haga mías las disposiciones de Ella, cuando se acerca a la comunión de su Divino Hijo, o con otras palabras se encuentre mi alma en el estado en que Ella le pueda comunicar sus disposiciones y sentimientos; entonces creo que verdaderamente Jesús realizará en mi persona sus divinas promesas de unión y de amor en su divina Persona y la de su Padre. Alguna o algunas veces he conseguido acercarme, así unido a la Sma. Virgen, he experimentado más vivamente los efectos de la Sda. Comunión. Dirección espiritual con P. Antonino 132


De modo que este es mi plan espiritual, y todo lo demás gira alrededor de eso. Acabamos de tener los Santos Ejercicios, y de ellos no tengo que decirle otra cosa particular, que lo que acabo de decirle sobre la Sda. Comunión. Estos días, sobre todo algunos, he sentido con más fuerza la misma necesidad, y la petición que le hacía a Jesús era que por medio de su Santa Comunión destruyera de tal modo en mi alma los efectos del pecado, que apareciera una nueva criatura. En el ministerio exterior, como siempre, sino es que ahora se presenta un campo más amplio y nuevos proyectos para trabajar en bien de las almas. Esta temporada no puedo decir que tengo especiales sufrimientos o angustias interiores, más bien absorben los sentimientos de mi alma la idea de la Sda. Comunión y después el deseo de trabajar en bien de las almas con la oportunidad que se me presente para ello… Para corolario quiero decirle: Acaba de celebrarse en Irún el Congreso Eucarístico. El domingo pasado se clausuró y ha sido un verdadero triunfo para Jesús Sacramentado. Desde el primer día todos los actos han sido emocionantes por la concurrencia y fervor de los fieles. Ha habido verdaderas conversiones, gentes que estaban alejadas desde mucho tiempo de la Iglesia y de los Sacramentos, esos días se han rendido y gentes que al principio protestaban contra el Congreso, después han sido las que con más entusiasmo han cooperado. Sobre todo el último día fue muy emocionante, hubo quien calculó 40.000 personas en la procesión de la tarde. Ha quedado un recuerdo muy grato en el pueblo de Irún. Saluda de mi parte a los Novicios que los supongo estarán fervorosos. Su h. esp que le encomienda en la presencia del Señor. Fr. Bernabé de Larraul

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Como años anteriores, año de misericordia. 1er. semestre; 2do. Semestre. La Comunión. Ministerio exterior.

Fuenterrabía, 4 de Enero de 1946 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Pax et Bonum: Sean mis primeras palabras de felicitación deseándole Feliz Año nuevo con toda suerte de bendiciones espirituales, Dando una mirada al año que acaba de expirar, veo que ha sido un año de misericordias de parte del Señor, así como los años anteriores. De parte mía, verdad que he sentido impulsos continuos a corresponder a tantas misericordias y a tantos llamamientos pero en la correspondencia, ¡ah! que encuentro muchas flaquezas e ignorancias y debilidad, en una palabra la pequeñez de la criatura, que luego choca con su miseria, o se rinde a su flaqueza…. A pesar de todo un deseo continuo le corresponde mejor a los beneficios de Jesús…a las bondades de la Sma. Virgen. El primer semestre se me presenta casi con continuas pruebas interiores o exteriores, pero muy apetecibles para el alma. El segundo semestre más bien aparece con proyectos y deseos de hacer bien a las almas, y en esta ocupación se ha pasado. En el medio, ciertos días en que he recibido alguna luz especial sobre alguna verdad, o he visto con más claridad la voluntad de Jesús sobre algunas cosas. En general, puedo afirmar, que durante todo el año pasado me ha dominado el pensamiento de la Comunión de cada día. A ciertos tiempos luz más clara sobre su excelencia y al propio tiempo una necesidad para hacer algo para prepararme o a lo menos llegar menos indigno a recibirle. Aun ahora esto es lo que me llama Dirección espiritual con P. Antonino 134


la atención, es verdad, que casi siempre no llego a realizar mi deseo, ¡Cuantas flaquezas y miserias! En las prácticas de la vida exterior creo que no he cambiado, sigo más o menos lo mismo que antes. Mis trabajos exteriores son también más o menos los mismos de antes. Me domina el deseo de entronizar el Sdo. Corazón en todas las familias cristianas para de algún modo, contribuir al Reinado Social de su Divino Amor,Respecto de la Sma. Virgen, como siempre se presenta a mis ojos amables y dignos de ser amada con todo el Corazón y digna también que tenga Ella el dominio completo de todo nuestro ser. Más adelante, quizás, otras cosas pueda comunicarle. Entre tanto pidamos a nuestro dulce Jesús que nos ayude a santificar el presente Año nuevo que benignamente nos ha concedido. Deseo que les dé un saludo cordial a los novicios a quienes creo, muy fervorosos y deseosos de aprovechar bien el Santo Noviciado. Que así sea. Seguiré orando para que todos perseveren con fervor. Y con esto pongo fin a esta carta y queda de V.R. afmo. en Jesús y María Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ 1945, año de misericordias. El Señor y sus flaquezas. Su respuesta y actitud. Su amor a la Eucaristía. Aquí se forman los santos. Sangüesa, a 10-01-1946 R.P. Bernabé de Larraul Fuenterrabía Dirección espiritual con P. Antonino 135


Amado P. Bernabé: se ha pasado ya el año 1945, año, como dice en su carta de misericordias divinas para su alma; qué grande y misericordioso es el Señor, que nunca se cansa de vivir con nosotros, de atender nuestras necesidades. Qué bien lo comprendió el salmista cuando repite en el salmo 135 quoniam in aeternum misericordia eius. Seamos también nosotros grandes en la confianza y en la correspondencia a tantas gracias, y comencemos el nuevo año con estos deseos de emplear estas gracias para glorificarle. No le asusta su flaqueza porque es ley del Señor obrar sus maravillas sobre “lo que no es”, a fin de que nadie se gloríe en las gracias recibidas, como si fueran suyas. “Yo me glorío, dice el apóstol, al ver mis flaquezas, en que sean como vicios, a fin de que se manifieste más la gracia de N.P. Jesucristo. Muy poca cosa era el P. Bernabé cuando le llamó el Señor a la Religión y al Apostolado, y como era poca cosa quiere el Señor manifestar su gracia y misericordia. No desconfíe nunca porque quien obra y obrará en su alma y en su apostolado es el Señor. Tenga siempre un temor humilde de no corresponder debidamente a la gracia de Dios y ofrezca constantemente la correspondencia a la Virgen Sma., nuestra Madre, el mismo Señor que le da su gracia suplirá con su bondad infinita las fallas de esa correspondencia, y si no sabe agradecérselo debidamente en la tierra, ya se lo agradecerá eternamente en el cielo. Siga con ese pensamiento dominante de la Sda. Eucaristía, aproveche esas luces especiales que le comunica sobre ese misterio y [haga] cuanto pueda para comunicar esos conocimientos y sentimientos a todos los que confiesa y trata; que ésta es la fuente de las gracias, el árbol de vida plantado en la Iglesia para alimentar las almas – Aquí se forman los santos. Y cuando vea que no puede prepararse, como desea, para recibirle y ofrecerle en la Sta. Misa, llame a la Virgen Sma.; pídale un corazón nuevo precisamente para que no faltare un corazón que le amare totalmente, como se merece – lo demás para el cielo. Dirección espiritual con P. Antonino 136


Puede comunicarme cuanto le parezca pero que nunca haya ningún error en su vida, y siga rogando mucho por los novicios, y por la Provincia, que nos haga el Señor santos y apóstoles. Ruegue por su afmo. Fr. Antonino de Caparroso

BERNABÉ A ANTONINO Felicitaciones. Confianza en Jesús, María, es mi todo. Repaso a mi alma. Estando en intimidad con Jesús… Morir a todo lo terreno. Fuenterrabía, [ ] de Mayo de 1946 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre en Jesús: Pax et Bonum: Acordándome que mañana celebra el día de su santo, deseo felicitarle, y al propio tiempo ofrecer el día de mañana especialmente por V.R. para dar gracias al Señor por todas las gracias que ha concedido a su alma hasta el presente, y le pediré que sigan derramando nuevas gracias de santificación según el designio de su santa Voluntad. Al principio del presente año me escribió una carta, en la que me exhorta a vivir plenamente de la confianza en Jesús y en la Santísima Virgen. Y veo que es bueno para mi alma seguir este consejo, pues en esto encuentro mi descanso y mi paz y mi todo… Le quiero dar un repaso a los días que han transcurrido en el presente año; no encuentro otra cosa de parte de Jesús y de su Madre bondad y misericordia… visitas continuas a mi alma...Y si doy otra mirada al alma, encuentro sus deseos de corresponder a tales beneficios, y aun tiempo necesidad de hacerlo, pero no me veo exento de defectos y de faltas, aunque a veces inadvertidas. Dirección espiritual con P. Antonino 137


Cuando estoy en intimidad en Jesús, paréceme que ya no he de faltarle más, pero no sucede así, cuando me viene alguna dificultad o alguna prueba casi siempre hay alguna deficiencia… De ahí que sienta continuamente necesidad de purificarme, o mejor dicho, de llegar a la verdadera muerte espiritual; creo que entre tanto no sentiré descanso, aunque me resigno siempre a verme imperfecto, pero con el deseo y esperanza de llegar a esa muerte espiritual. Y creo que en parte entiendo o comprendo en que consiste “ese morir a todo lo terreno” enteramente, veo que se necesita una abnegación total, una sumisión total al querer de Jesús, y fidelidad total en corresponder a las insinuaciones de la gracia o a las inspiraciones del Espíritu Santo. Y no dudo que Jesús está dispuesto a hacerlo en unión de su Santa Madre esta obra en mi alma. Pero; ¡que abismo de miseria contemplo en esa pobre alma mía! Y cuanta mayor sea la luz que da el Señor, tanto más aparece su vileza, imperfección y miseria; su flaqueza y debilidad. A pesar de todo no desisto en mi deseo, yo sé que es de Jesús, quien me la comunica, ojalá, que no decepcione al buen Jesús. Espero que lo demás le podré comunicar cuando venga a esta. Entre tanto nos encomendaremos mutuamente, en este mes, sobre todo a la Santísima Virgen. También me acuerdo de los novicios, y los tengo presente en mi oración, mis saludos para ellos. Sin más por ahora, su afmo. en Jesús Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Felicitaciones. Conocimiento de las gracias recibidas. Muera a este mundo. No se desaliente. Dirección espiritual con P. Antonino 138


Ánimo y confianza en sus miserias y flaquezas. Sangüesa a 11-06-1946 Rdo. P. Bernabé de Larraul Fuenterrabía. Paz y bien: como no pienso ir a los exámenes de esos estudiantes, le escribo esta carta para felicitarle su santo, y contestarle algo a lo que me escribió el 9 de mayo último. En ella sobresale el conocimiento que tiene de las muchas gracias que Jesús y la Virgen comunican a su alma, empujándole continuamente hacia esa muerte espiritual, o, renuncia de todo lo terreno. Muera, sí, Fr. Bernabé a todo este mundo para que viva exclusivamente para Jesús y la Sma. Virgen, que son los que han cuidado y cuidan de su alma para que viva para ellos. Esto no será totalmente en esta vida, pero sí en la otra, donde les amará a ellos solos con toda la intensidad de su corazón. Nunca se desaliente al ver sus miserias, al ver que no puede volar con su alma y su cuerpo a donde vuela su deseo; estamos pagando todos el pecado de origen, causa de nuestra miseria, que vemos dónde está el bien, y sin embargo, seguimos el mal que no queremos. Y, si esto lo experimentó S. Pablo, ¿qué extraña lo experimente fr. Bernabé apenas el Señor le separa de su intimidad? Sea siempre muy humilde al verse pobre, y muy agradecido al ver qué sería, si el Señor y la Virgen no lo tratara como a un corderito de su rebaño débil y necesitado, regalándole con sus mejores alimentos, como son esos deseos de ser todo de Jesús . Ánimo y confianza que en medio de su miseria y flaqueza ha de resplandecer en su alma el poder de Dios; el apóstol se alegraba en su miseria, para que resplandeciese en él la gracia de Dios, para poder atribuir todo su bien a la gracia de su Jesús, a quien es debido cuanto bien se hace en este mundo. Ruegue mucho, insista mucho, [en] Jesús, para que se manifieste a este mundo tan alejado de Él; o, al menos, a nosotros Dirección espiritual con P. Antonino 139


los religiosos, tan poco muertos a este mundo, enemigo de Jesús. Ruegue mucho por este noviciado, que el Señor los enfervorice y haga santos, [Mande] a su afmo. en S. Francisco que le encomienda en sus oraciones Fr. Antonino de Caparroso

BERNABÉ A ANTONINO Bodas de oro, felicitación. Añoranzas. Mi vida: sigue siendo la Eucaristía. Reflexiona. En Cuaresma, mi preparación. No puedo pasar sin Jesús.

Fuenterrabía, 27 de Agosto de 1946 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Muy Amado Padre: Paz y Bien No quiero que le falte mi felicitación en el día de las “Bodas de oro” de su Profesión religiosa. Pero sobre todo quisiera unirme a V.R. para dar gracias al Señor por todos los dones que ha derramado sobre su alma durante esos 50 años de su vida religiosa, para agradecerle todas las bondades y los beneficios que le ha hecho, y todas las luces e inspiraciones santas que ha recibido…Procuraré pues hacerlo, y al propio tiempo pediré a Jesús y a su Santísima Madre derramen nuevos dones de gracia y de luz en su alma, y le conceda en abundancia todas aquellas gracias especiales que necesita para cumplir con la misión delicada que el Señor le ha confiado de formar a los novicios en el verdadero espíritu de San Francisco, N. Padre.

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¡Ah! Seamos hijos de San Francisco, llenos del Espíritu de su Padre, deseosos de seguir su huellas…que nos arrastren a todos con sus ejemplos hacia el verdadero ideal del Seráfico Padre, que nos hagan comprender a todos en qué consiste la verdadera vida capuchina….en qué nuestro apostolado… Todo esto deseo manifestar a Jesús en la intimidad de mi corazón y creo me escuchará benigno. Y pasando a otro asunto quiero decirle alguna cosita sobre mi vida espiritual, a mi modo de ver lo más saliente en todo este tiempo sigue siendo el adorable Misterio de la Eucaristía. Pudiera creer V.R. que siempre le digo lo mismo y no es así. En verdad que en ese misterio de Amor esta “aquel Padre de Familias “qui profert de thesauro suo nova et vetera”. Cuanto más se le busca tanto más se hace desear, cuanto más se le descubre, tanto mayor hambre, deja de buscarle de nuevo para de nuevo hallarle, cuanto más se le gusta después mayor es el deseo que deja de gustarte y poseerle de nuevo. Al mismo tiempo siente el alma que todavía le queda infinito para amar y comprender y aprender y siente necesidad de purificarse continuamente… de humillarse... y como se ve tan llena de imperfecciones y miseria queda a veces suspensa… Hasta la Cuaresma de este año no había conseguido despertarme por las mañanas antes de la comunidad, pero ahora me despierto, y ese tiempo lo empleo con Jesús, paseando en el Claustro que da al lado del Santísimo Sacramento y procuro interesar a la Sma Virgen para que me prepare para el Santo Sacrificio de la Misa. Cada día siento nueva necesidad de ser fiel a Jesús; esta miseria a pesar de su miseria no puede pasar sin Jesús. Fuera de Él no encuentra descanso ni paz….Saludos a los novicios, en particular a Fr… de Irún Su menor hijo espiritual en Cristo: Fr. Bernabé de Larraul Dirección espiritual con P. Antonino 141


Como el año anterior, año de gracias. Mi correspondencia. Ministerios. Alimentación. Fuenterrabía, 8 de enero de 1947 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre en Jesús y María: Pax et Bonum: Sean mis palabras para felicitarle el nuevo año en el que con la gracia del Señor Jesús hemos entrado y quiera el mismo Señor Jesús que sea un año de abundantes gracias correspondidas de parte nuestra con fidelidad. Tengo que decirle, al igual que el año anterior, que el año que acaba de pasar ha sido un año de gracia e ilustraciones interiores continuas de parte de Jesús. Pero si doy una mirada a la correspondencia de mi parte, ¡cuántas flaquezas encuentro! Todos los días encuentro en qué reprenderme. ¡Ay! que en todo se mete esta naturaleza infecta y desdora las obras más bellas de la gracia! ¡Ah hombre infeliz tengo que decir con S. Pablo! Pero yo recuerdo lo que me decía en el año pasado. “Hay que esperar al cielo para agradecer y dar debidamente gracias al Señor por todas sus misericordias y bondades”. Por lo demás sigo la vida poco más o menos de siempre en cuanto al ministerio exterior: confesionario, visita de enfermos, un poco de apostolado sobre el Sagrado Corazón y algunas clases de latín. He tenido alguna pequeña modificación en cuanto a los alimentos, aunque el deseo no era nuevo, si no viejo. Pues por el mes de septiembre o principios de octubre me sentí impulsado a privarme del segundo tercer plato, en parte por darme cuenta de las dificultades actuales, etc. Y me iba bien a mi parecer pero después Dirección espiritual con P. Antonino 142


de mes y medio a mediados de noviembre una mañana me dijo el P. Guardián que no le parecía bien tal privación y me dio algunas razones de conveniencia; Yo le respondí que no sentía ninguna debilidad y que me iba bien (y no me atreví a decirle que tenía el asentimiento del Confesor) pero me respondió que al P. Provincial no había de parecerle bien y ante eso no repliqué más y seguí como antes, aunque con alguna lucha. Ahora únicamente me privo los viernes y en alguna otra ocasión, y si le parece le pido la bendición para seguir haciéndolo. Otro pequeño detalle quiero darle sobre eso, y a la verdad que durante ese tiempo me iba bien, pues no sentía ninguna debilidad, y yo lo atribuyo a la confianza que ponía en la Sda. Comunión, pues le decía Jesús: [ ] soy para sostener mis fuerzas físicas, y si os place sed también mi alimento corporal, Y yo creo que Jesús me ha ayudado, pues los días de Navidad que no hemos tenido ayuno, he sentido más necesidad y debilidad que los días de ayuno. A la mañana me despierto antes de la hora algunas veces, ahora en invierno menos, o tengo más pereza o miedo al frio. En lo demás siento como siempre necesidad de amar a Jesús, sobre todo en el misterio adorable de la Eucaristía. Suyo su hijo humilde en el Sco. P. S. Francisco Fr. Bernabé de Larraul

ANTONINO A BERNABÉ Siga su reglamento espiritual. Eucaristía, su fuerza espiritual y corporal. Privación de comida. Sin permiso. Fidelidad, humildad, gratitud. Sangüesa, 13-01-1947 Dirección espiritual con P. Antonino 143


Rdo. P. Bernabé: Pax et Bonum. He recibido su carta y le devuelvo la felicitación del Año Nuevo; que sea un año de nuevo fervor y de nuevo servicio de Dios, ¡ojalá en todos le sirvamos y nada le ofendamos! Sea este nuestro deseo, y nuestra pena al ver que el mundo no conoce al Señor y nosotros no hacemos más para conocerle y hacerle conocer y amar. Siga, como este año, entronizando el Sdo. Corazón en las familias, para que éstas le honren y reciban las gracias de su Divino Corazón. En cuanto a su alma sigue el reglamento espiritual del año anterior, con la misma confianza en la Sda. Eucaristía, que es su fuerza espiritual y creo también corporal; esto no quiere decir que de tal manera se ate a ese reglamento, que lo prive de la libertad santa de variarlo en algo cuando así lo exija la prudencia; no aumente nada sin avisarme, o, sin exponerlo al Confesor. En lo que me consulta sobre la privación de la comida no me parece darle permiso aquí, que ha intervenido en ello el P. [Gumersindo], y el deseo del Superior ha de ser siempre como un mandato; sin embargo, si se siente muy inclinado a esas mortificaciones, le permito exponérselo al mismo P. Guardián y si obtiene su bendición, lo practica, si nota que no se debilita, avisándome de todo, para que veamos mejor la voluntad del Señor. Fidelidad, humildad y gratitud son las tres virtudes que quiero practique este año; fidelidad a las inspiraciones sobre todo eucarísticas, humildad, reconocimiento de si, sin Jesús y la Virgen, no en nada, pero, es todo ayudado y sostenido por Jesús Eucaristía; agradecimiento pues, son muchas las gracias que el Señor le hace y quiere hacerle [mucho] más, sin dejar de comunicarme todo lo que le pase interior o exteriormente para que acertemos en todo, y dentro de su reglamento cuídese un poco. Fr. Cruz María sigue bien; estos días siente cansancio de cabeza, ruegue por él para que no enferme, y por todos los novicios para que perseveren santificándose. Mande a su afmo. que se encomienda en sus oraciones Dirección espiritual con P. Antonino 144


Fr. Antonino de Caparroso

BERNABÉ A ANTONINO Apostolado exterior: entronizaciones. Libro “Jesús, rey de amor”. El sacerdocio de Jesucristo. Sacerdotes, instrumentos de Jesús. El sueño. Fuenterrabía, 26- XII- 1947 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Paz y Bien Antes que acaben los días de este año que declina a su fin quiero darle cuenta de mi alma, pero antes le felicito las Pascuas de Navidad y el año Nuevo. Haga el Niño Jesús felices sus días con sus abundantes gracias celestiales. Empezando por el Apostolado exterior, tengo que decirle que recibí desde principios del año nuevo impulsos para trabajar en extender la entronización del Sdo Corazón de Jesús en las familias. Uno de los medios de que creo se ha servido Jesús, ha sido la lectura del libro: “Jesús rey de Amor”; la lectura de este libro ha producido en mi alma muchos deseos de consagrar toda mi vida a esta obra y apostolado, si así fuese el beneplácito de Jesús. El Buen Jesús no solo me ha comunicado deseos, pero si también me ha proporcionado trabajo, y cada vez va aumentando, pero mi deseo va adelante, a pesar de toda mi miseria, pido a Jesús que se digne comunicar este mismo deseo y aspiración a otras almas, ante todo a sus Sacerdotes, a fin de que Jesús vaya conquistando a las familias cristianas, y se extienda su reinado de amor en las almas. Otra cosa que me ha llamado la atención este año, sobre todo desde mediados del año ha sido el Sacerdocio de Jesucristo en Dirección espiritual con P. Antonino 145


nosotros. En verdad antes de ahora, muchas buenas cosas había oído y entendido sobre el sacerdocio y la misma grandeza me producía el sentimiento de indignidad y retraimiento… etc. Pero últimamente, aunque no han desaparecido esos sentimientos, he comprendido mejor, cómo los sacerdotes estamos cubiertos de Jesús cómo verdaderamente somos los Representantes de Jesús, cómo en realidad el “Alter Christus” puesto que participamos del mismo Sacerdocio de Jesús, y hemos sido ungidos con aquella misma unción con la que Él fue ungido y constituido Sumo Sacerdote, Y así cuando Jesús decía a los Apóstoles: “Yo soy la vid y vosotros los sarmientos” les decía sobre todo como Sacerdotes, etc. Al recibir más plenamente estas luces ha nacido en mi alma una atención especial al Sacerdocio de Jesucristo. Ahora comprendo mejor que antes que los sacerdotes somos instrumentos de Jesús, y nos debemos abandonar completamente a Él, si queremos cumplir con nuestro Ministerio Sagrado. Su espíritu ha de ser quien obre en nosotros, el autor principal de todas nuestras obras sacerdotales y nosotros instrumentos suyos, voluntarios sí, pero fieles. Esto mismo ha motivado en mí, deseos de buscar almas que se consagran a rogar por la santificación de los sacerdotes. En cuanto a los estados del alma, que he notado en el presente año, han sido diversos, he tenido algunas temporadas de ciertas penas interiores, que yo no sé lo que son; ahora cuando el alma se encuentra en dicho estado, se encuentra en paz, y quiere ese estado… Cuando me encuentro con otro estado de más luz, entonces el alma se manifiesta en esas aspiraciones, afectos, etc., sobre todo de hacer amar a Jesús, etc., En cuanto a las flaquezas exteriores, una de ellas que me ha molestado bastante durante la primavera y el verano ha sido el sueño, ese es uno de mis puntos flacos. Y no creo que precisamente por falta de sueño, sino que a veces suelo tener esas temporadas, y que en parte yo atribuyo al enemigo, no sé si me equivocare en esto. Esta última temporada en Dirección espiritual con P. Antonino 146


general no soy molestado por el sueño y ni siento esa otra clase de molestias. Me sucede también esta última temporada, si pongo algún interés humano en alguna cosa, me veo frustrado o recibo el desengaño, y luego comprendo que no me he abandonado totalmente a Jesús. Otras muchas miserias que reconozca en mí podría decirle, pero por ahora no me veo muy capaz. Si Jesús fuese servido, en otra carta pueda explicarme mejor. Saludos a los novicios. Les tengo presentes, y los uno a mí en la Santa Misa… Su hijo espiritual. Fr. Bernabé de Larraul

Solo en la dirección espiritual. Dificultades actuales. Incapacidad. La Santa Misa. Fuenterrabía, 8 – V – [ ] M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Paz y Bien La presente tiene como fin recordar el día de su Santo para decirle que no le olvidaré en ese día, sino que tendré un recuerdo especial en la presencia del Señor, así como también creo que le recuerdo en las oraciones de cada día, para que el buen Jesús le dé conformidad total con su santa voluntad en todas sus enfermedades y trabajos que le envía como Padre amoroso, pero porque nosotros somos muy flacos, comprendo necesitamos su gracia poderosa y santa para aceptar con alegría toda suerte de trabajos y tribulaciones con las que nos quiera regalarnos. También quisiera decirle en la presente, que me encuentro como solo, a lo menos algo solo en la dirección espiritual, porque Dirección espiritual con P. Antonino 147


ahora no tengo a quien comunicar mi estado interior. Por cuyo motivo le ruego me quiera atender en cuanto pueda y le inspire el Señor. Y sí, ahora quiero manifestarle mi interior, me encuentro con dificultad, pues las impaciencias de esta pobre alma son muy diferentes a mi modo de ver. Hay veces que se le presenta su pequeñez o su miseria habitual de tal forma como que no tiene remedio, otra vez como que soy incapaz de corresponder a la gracia. Es verdad que este ver o manifestación no deja burlada al alma, pero sí como envuelta en obscenidad y como sin fuerzas aniquilada: A pesar de todo hay ratos que se encuentra en coloquios interiores con Jesús, y aunque esa intimidad satisface por el momento el alma, pero pasado el momento queda sintiendo su inhabilidad actual. Como siempre una de mis preocupaciones, es dar gran valor a la celebración de la Santa Misa. Eso que sabemos en teoría llevar a la práctica, pero aquí sé que me encuentro flaco y en oscuridad y con estorbos y siempre como falta de tiempo para la preparación. Y eso que comienzo invocando a la Virgen Santísima, dejándome en sus manos materiales y a pesar de todo no acierto a prepararme…También en esta última temporada me han acompañado algunas flaquezas físicas y las que también han contribuido a que sintiera más mi impotencia. Ya ve, no le hago más que un pequeño esbozo mal trazado del estado de mi alma. Si a V.R. le parece en otra me extenderé más. Prometiéndole de nuevo tenerle presente en el Señor, se despide suyo en Cristo Jesús Fr. Bernabé de Larraul

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Bajo la dirección del P. Ildefonso. Luz-obscuridad, pena-consolación. Nunca contento. Coloquios con Jesús. Fuenterrabía, 27 – XII – 52 M. R. P. Antonino de Caparroso Sangüesa Amado Padre: Paz y Bien Sirvan estas líneas para manifestarle mi deseo de que el Señor derrame abundante gracias sobre su alma durante el nuevo año en el que D.M. vamos a entrar. Quiero manifestarle también que me he puesto bajo la dirección del R.P. Ildefonso de Bilbao, y a mi parecer nos entendemos en nuestros asuntos espirituales. En esta última temporada me encuentro con alguna mayor luz espiritual, y también a ratitos con mayor consolación. Claro está, con alternativas frecuentes de luz y obscuridad, de pena y consolación y serenidad del alma. Ahora nunca me encuentro contento de mí mismo, porque todos los días encuentro alguna contradicción que turba o enturbia la serenidad del alma. Me refiero a las mismas miserias y flaquezas que siempre dejan algún pesar en el alma. A pesar de todo en esta última temporada me es más fácil (cuando el Señor es servido) formar coloquios interiores con Jesús en el alma. Mientras duran esos coloquios el alma goza de luz. También siento como necesidad de estrechar mis relaciones con la Sma. Virgen. Es verdad, a ratitos le recuerdo ser esclavo suyo, querer depender en todo de ella, y a pesar de eso no me siento satisfecho…siento como un vacío, o por mejor decir necesidad de vivir en trato continuo con ella, a fin de acertar a agradar a Jesús, y dejarme guiar en todo por su Espíritu Divino, contrario resulta el experimentar la nada profunda y miseria de la criatura. En sus oraciones nunca le olvida su hijo espiritual Fr. Bernabé de Larraul Dirección espiritual con P. Antonino 149


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