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Miriam Zúñiga García
Nacida en Querétaro capital (1987), fue niñera por un año en Alemania, quedándose con la familia otro año más por mero gusto (2011-2013). De su experiencia como mujer no-madre recoge las anécdotas para esta antología.
De los espacios en blanco en su vida se puede decir poco, o mejor, que se dedicó a saciar sus gustos. Posteriormente estudió la Licenciatura en Lingüística en la Facultad de Lenguas y Letras por la Universidad Autónoma de Querétaro (2014-2018).
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Apenas comienza a escribir poemas por culpa de una boba inquietud de hace tiempo. Está muy contenta de colaborar en este Taller.
Desde mi yo: Vine al mundo para no sé qué. Amo mil pasatiempos como cualquiera pudiera alguna vez decir. Me volé la barda queriendo hacer mucho y teniendo nada, fuera de lo que es esto y aquello, que me mueve.
Me encanta cuando algo de lo que me gusta lo puedo ver por un momento realizado.
Dedicado a la familia que me abrió sus puertas para compartir mi vida con sus hijos y que tanto aprecio por haberme hecho sentir realmente acogida. También lo dedico a las personas, que en algún momento de sus vidas, se han desempeñado como niñeras o niñeros especialmente fuera de su país.
Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres. Ralph W. Emerson
Agradezco el apoyo brindado en todo a Rose B. Ortiz, a los que otorgan estos espacios y especialmente a mi familia
„REMEMBRANZA‟
En mi cabeza hay una revuelta de sensaciones donde lo meramente poco a percibir es nada de aquello que aún no alcanzaba a comprender.
De pronto me encuentro ahí calmada en compañía y ansiosa de primeros encuentros, sabiendo con certeza que el suelo alemán olía distinto, las calles obedecían otras reglas, mis posturas eran otras, yo una sinfonía de coraje por sobrevivir con sus demoras perfectas y sus armonías.
En mi cabeza hay una interpretación aunada a los acercamientos de travesura que estremecen e invitan a incumbir, en tanto que son esos asuntos de niño y joven, que por casualidad; me descubrieron tu personalidad.
Una nostalgia sin grietas, por ser ese recuerdo una esclava compañía, detalles que la niñez realza y nunca borra.
Ese detalle tan tuyo de guía, pues de tu misma madre el don, para con ese tu acompañante menor e intrépido.
Ese afán tan tuyo de vivir tus ocurrencias donde nunca mis preocupaciones y enojos, habían pasado a un entrever de »corre que te alcanza«, capitán de su propio barco; por tanta travesura y astucia obligándome a corregir con suavidad y valor sin olvidar mi postura.
En mi cabeza la interacción como una vereda de aprendizaje y una media penumbra, que de a poco, se esclarece con cada motivación impresa de verlos ser ustedes al comprender que comenzaba a conocerlos.
El sonar del piano y del clarinete, y las voces agudas y tiernas que hacían falta cuando salían de casa.
Aquellas noches esperando la programación de „KikA‟, „Wissen macht Ah!‟, y las noticias de los niños „Logo‟1
1 Las comillas se representan a propósito, tanto dentro del poema como en el título, de esa forma para mezclar (en la estética del poema) la orientación ortográfica de la lengua aprendida. („…“) Así pues, las comillas simples se utilizan abriendo abajo y cerrando hacia arriba. Siendo que las comillas tipo francesas se agregan cerrando con la que normalmente se abre, y a su vez, abriendo con la que cierra. (»…«).
Tú con tus explicaciones tan literales de una palabra no comprendida, con tus pinturas, piedras de colección; y tus juegos de fútbol, donde acompañarte, verte y alentarte fue maravilloso.
Tú con tu atletismo, tus juegos de moda, tus visitas a mi cuarto para dormir juntas, tus fiestas vestidas de teatro y »fandango«;2 y ambos con sus peculiares gustos de lecturas por la noche y sus encierros en la cocina. Tú con tu deseo de ser matemática y ahora pronto una abogada. Tú con tu deseo de ser biólogo y ahora quién sabe, no está decidido. En mi cabeza hay acercamiento y un itinerario, ustedes con la experiencia de tener niñeras; yo con la novedad de serlo, experimentando un instinto que más que sentirlo; por primera vez desarrollé.
De manera inquieta siempre supe que iba a emprender una necedad enjaulada en un paisaje de aventura, sin vislumbrar que sería un conocimiento propio, y que ahora caigo en cuenta;
2 “Fandango” es una palabra que en la cultura mexicana (uso coloquial) significa nada más y nada menos que “música y baile”. Haciendo referencia a una fiesta donde encontramos un ambiente que envuelve e invita a participar y pasarla bien, tan sólo porque la música y baile no faltan.
ha sido palpable desde el comienzo porque un pasar el tiempo juntos, un cuidar de ustedes, aún en segundo plano; fue irreversible en el hermoso daño que me acompañará siempre.
En mi cabeza no hay olvido ni tristeza, pues los recuerdos se empalman bajo abrazos, fotos, y sensaciones vivas, que después de años, son parte del camino que queda al ser partícipe de sus vivencias. Y […] Luego de ser un punto en sus caminos, ahora soy una coma reluciente, que en pausas recoge y revive esos momentos cada que me entero de sus pasos por aquí y por allá; más es la vida quien se encarga de encontrarnos o sabernos bien.
Un amor se queda ahí, aunque mi mente y cuerpo, a sus nuevos deberes son llamados. Solamente sé que ahora ese lugar clama un dolor, porque ahí falló: el no saberme madre.
TROTES DE CAMBIO
Estuve contigo, Dome, cuando hiciste tu Primera Comunión, y Dios te permitió vivir la Comunión de los Santos.
Estuve en tu clausura escolar, bajo el recuerdo de un barco sumido en cantos y aplausos, espectáculo de cierre en el patio.
Estuve contigo, Clara. Me di cuenta de tu autosuficiencia a esa edad, quedándome asombrada por los niños, que como tú, incluyendo tu hermanito; ya tenían ese arraigo cultural fuertemente cimentado.
Estuve cuando su primita, apenas con meses de llegada al mundo, nos visitó en la bellísima „Hamburg, meine Perle‟, porque también ahí, me sentí como tal; adoptando hasta la ciudad.
Estuve en esa dichosa visita al Papa, perpetuando en el hoy los momentos de aquel recorrido. Su cercanía en el Palacio Bellevue,
aquella visita al Estadio Olímpico, esa estancia pintoresca en Berlín; que bien parece reparar con fundamento la ocasión de haber sido tan grande presa histórica; dejándola renacer con su ahora tan despampanante multiculturalidad.
Estuve contenta de vivir esos cumpleaños, viendo en la cultura, la forma de corresponder sus deseos inspiracionales; y de cómo cualquier idea de los niños se transformaba en una convivencia saludable.
Estuve en las ciudades donde familiares suyos con gran espíritu de solidaridad y gran carisma; me abrieron las puertas de su casa para conocer otras costumbres. Ustedes padres, confiaron en mí, estuvieron cuando tuve altibajos, cuando mis verdaderos padres me faltaron por mera lejanía y nada más; por mi voluntad de experimentar.
Estuvieron para mí de forma extraordinaria hasta cuando corregían mis errores de la lengua, padres al fin, pues lo demostraban procurando mi completo bienestar. Estuve con ustedes: filmes y más filmes que aunque no todos, ensartados en mi mente, vagan aún
guardando toda emoción y cediendo una de ellas más que otras, pues quedé plenamente agradecida.
PLATAFORMA
Recubrimiento de madera por las calles, aquellas vestidas de Medievo3 en sus detalles, fechas y dedicatorias, que aunque no completé ese, mi sueño de residir en una de tales maravillas, mi mirada sí contempló las majestuosidades de tan respirables casas antiguas.
Ello no impidió, que aún distinto todo, me llevara tan calcable sonrisa en la morada de sus tremendas ingeniosidades, respetando sus espacios, bajando a la cocina, subiendo de nuevo, merodeando por la terraza y viéndolos jugar por doquier.
Iba acompañándolos como un mimo que se va pintando de pared en pared, de postura a postura, imprimiendo las huellas de mis sentimientos.
Ejercicio singular el de llegar a quererlos sólo de tal actuar; verlos ser y perderse felices, que ni siquiera en espacios donde enojo o travesura había, me impedía retroceder y volver a ustedes para después encontrar al día siguiente la nueva sonrisa que me conmoviera a pies del atardecer en esa plataforma, su casa.
3 Medievo o también aceptado por la RAE: Medioevo. Diccionario Prehispánico de Dudas, (2005). Consultado el 24.8.2021
INFANTES NO TAN INFANTES
I Amiga de mis anhelos, enemiga de mis propósitos, cuando por marchas forzadas a poco llega mi entendimiento de una vida con disfrute.
Parece cosa misma más elocuente por definirse: haber encontrado un juguete nuevo, en una lengua y una cultura que después vino a ser mi deleite, acompañando mis intereses.
Aromas de un verano fresco no imponente, aunque diverso, estruendosa marcha fonológica por algunos tachada de alucinante, para mí, apenas maravillosa, redescubierta en bonanza y frutos presidiendo como salvaguarda mi aprendizaje y colmando mi memoria de su fuerza y pronunciados cambios.
II Llegado el momento sin tapujos ni cintas en los ojos, encontré el ya desesperadamente buscado escenario
para la prueba crucial, donde los hallé tan lindos, guiándome para no tocar una falsa sintonía.
Hice de un espacio en mi camino laboratorio de sorpresas incubadas; un regalo agradable de la vida que por esos años me convidó para escoltar sus movimientos cuando fuese necesario.
Aunque vivir como infantes con plena cercanía, redoblando risas era difícil; sucumbía ante estos pequeños adultos.
Una mirada infantil perdida por instantes en el huracán de su carácter...
Infantes con alma de robacorazones.
MATIZ FUTBOLERO
Hombrecito de campo inspirado por un contraataque de repentino viento al acecho, chutándose un clásico de clásicos en sus torneos de escuela; residencia futbolera.
Haciendo un desenmarque o embotellando, si jugaba de defensa. Deseando llegue ese gol de inyección mortal, si ahora fuese un delantero. O quizás, encontrando un mano a mano; en medio de una formación 4-4-2.
Con pases de profundidad, haciendo piques, a veces, sólo echándose una cascarita, quería mostrar su optimismo por recorrer la cancha a todo lo largo y remontar el marcador.
Como cuando reencontrándose con la portería, sus tácticas eran juego obligado para encontrar los huecos y entrar al área chica, dejando atrás los teatros, fue fusilando en pleno al portero para llegar al gol de golazos: su objetivo de vida.
ÉL Y LA MUJER
Estímulos nada más, ninguno tan efectivo como aquellos que llevan su sangre.
No había deber mío en aquella educación, pues esa parte, no era discutible.
Él sólo escuchaba mi parecer: decirle que todo respeto que brinde a los demás estará de vuelta para sí.
Especialmente con las mujeres, quienes sabrán apreciarlo. Ejemplo y baluarte del caballero que de su padre aprendió.
DISPOSICIÓN EMPAREJADA
I Esta tarea que a veces perturba, es perversamente voluble ¿Ya comprendes? Eres tú y esa soltura para amar.
II Estilo libre, con poco por planear pues no hay mucha elección, más que tu saber y el recoger de cada día; el florecimiento de su actuar y el tuyo, a bien apreciar.
III Un día ambos, querido Dominik, querida Clara, dejando a un lado su niñez, probaron también el sabor a Au Pair; recogiendo las siembras de un corazón cuidado con sabor familiar o sabor a compromiso pactado. Un sabor a la medida de cada ser, si se quiere ser, con esa propia voluntad; un acompañante más.
EX TEMPORE4
Una comida ex tempore: el remate de un Omelett5 cuando acababa el día y el niño saciaba su sed de cocinar.
Una meta ex tempore: la rapidez de colocarse los tenis para calmar el enojo del pesado día con un circuito por correr y la meta: tranquilizarse.
Una sorpresa ex tempore: las salidas a celebrar con una cena las buenas calificaciones de sus pequeños.
Un algo, quasi ex tempore. Podía sentir lo que se venía venir, luego de vivir por dos años bajo el abrigo de su techo.
4 ¿Será que algo improvisto o fuera de lugar se vuelve de pronto costumbre? 5 La palabra “Omelett” se respetó como sustantivo en alemán, en su escritura y su regla ortográfica.
RETORNO
A nuestra ausencia sobrevivieron las memorias con las que ostentaron nuestros ojos las peripecias y picardías vividas, desprendidas de nuestra personalidad. Peripecias por ser cambios repentinos de emociones con las que se tiene que lidiar al plasmar una figura mental de un todo, hasta en el saber distinguir el trato con cada cual; aspereza que no puso fin a un cultivo de cariño que crecía.
¿Recuerdas Clara, cuando me diste la noticia de tu llegada? Después de tanto, tomaste rumbo a México, y yo, maravillada de esa repentina visita, con el agrado de reconocerte, encasillé el recuerdo de la pequeña que a sus niñeras tomaba por hermanas. Y tú, como cayendo en un profundo azar de rejuvenecer en pos del encuentro, avivaste el cariño aún visible a quien conociste por niñera y quien tus recuerdos guarda con aprecio.
Volviste a mostrarme que tu YO nunca cambió, sublime recolección de bellezas y tesoros: tus vivencias por América Latina que hicieron descubrir tus anhelos aleatorios de buscar convivencia a la antigua, aunque ahora como toda una señorita,
siempre dejando ver lo dulce de aquella niña que conocí, en una forma que, sin dejar mentir; humilde y con juventud plena, iba descubriendo cómo un abrazo se sentía igual que el de hace años. Para variar, grato.
En el fondo nos revestimos de aquel sentimiento encañonado del que tales abrazos se valían. La nostalgia y el sentir tan fresco de ese querer mutuo.
Así pues, me encontraba debatiendo esa respuesta contra la que toda niñera lucha; entre saber o no saber: reacción apegada a un recuerdo, difícil de enmudecer, propicia a extrañarse; que al cabo de mostrar el querer, va desenmascarando a la niña de esa misma esencia con la que la conocí.
MOMENTO FIEL6
Encantador fue el momento de una despedida con armadura de marca propia para no resquebrajarse.
Sofocante suspiro que una mañana me despertó, estremeciéndose sin flaqueza sobre mí.
Montura que no dejó espacio para sentir ni una mirada, en tanto que, una embestida temporal de palpitaciones como un gigante se mostró.
El sentimiento varado y palabras sin soltar, demostraron éste: mi corazón de pollo.
Enseguida un chillido a moco tendido, y con ello la pieza final de un ensamblaje que dibujó un apretón fortísimo, para con él, devolver la simpatía recibida, desde el comienzo de este transitar, hasta retornar a tierras mexicanas.
6 Léalo a su modo: final suave - primer poema titulado “Momento fiel” o final fuerte - segundo poema titulado de la misma forma. ¿Será que se nota?
SOMBRÍA COMPETENCIA
Compartí, al cabo de un tiempo, los miedos que una madre experimenta desde un “no está”, hasta un “cuándo volverá”.
Tropecé como muchas en esta escena, no sabiendo guiar de la mejor forma a estas criaturitas que se me encomendaron.
No me ensordeció, ni siquiera, todo tumulto de enojos y palabrejas, si por algo no los contentaba.
Alguna vez, confieso, me mostré temerosa de los peligros que no pudiese mitigar, de las palabras que no pudiese encontrar, de las situaciones que no pudiese manejar; y hasta de sobrepasar mi permisión de sólo cuidar.
Me inquieté, y otro tanto, me preocupé igual que sus padres, al verme vencida por la incertidumbre de su bienestar.
Y quién sabe cuántas veces más me preguntaré continuamente ¿qué será de su porvenir? a pesar de que todo ha quedado ya en la cicatriz de esta nula maternidad.
CIRCUITO
Es de saberse que cada quien en su cada cual, y cada cual en su para qué de su existir. Por tanto, todo experimentar donde los pies corren vertiginosos de puerta en puerta, deja algo en descubierto.
Tomando un sorbo alegre o lastimoso, el que se recibe de tal vocación latente según la suerte de cada quien: un seguro de enganche o desenganche de aquel personaje buscando tal ocupación. Enganche porque colma nuestra búsqueda, desenganche por no siempre comprender del todo; cómo ser y cómo estar.
Una voluntad por el Cielo ornamentada, figura omnipotente, escudriñando mi capacidad de respuesta doblegada a sus pruebas. Mundo asimilado y moldeado, saboreado por las cabales decisiones de los lazos permitidos; por haberse ya un día preguntado: si vivir esta experiencia, era para sí vital. Esperando se pueda repetir, aunque nunca de igual forma; deposito mis pensamientos en que un nuevo capítulo de vida juntos tenga a bien abrir sus páginas por designios de Dios.
PEDAZO DE VERDAD
Lo materializado de esta experiencia funge como baúl del recuerdo.
Todo tiene un lugar en mi sentir, en mi amar, en mi valorar, en el conjuntar una imagen, una foto y un objeto.
No tiro nada, porque con ello, estaría dejando atrás escenas bellísimas; que no en vano, cedí a integrar en mi pedazo de verdad.
MOMENTO FIEL
Encantador fue el momento de una despedida con armadura de marca propia para no resquebrajarse.
Sofocante suspiro que una mañana me despertó, estremeciéndose sin flaqueza sobre mí.
Montura que no dejó espacio para sentir ni una mirada, en tanto que, una embestida temporal de palpitaciones se mostró como un gigante.
El sentimiento varado y palabras sin soltar, demostraron éste: mi corazón de pollo.
Enseguida un chillido a moco tendido, y con ello la pieza final de un ensamblaje que dibujó un apretón fortísimo, para con él, devolver la simpatía recibida.
HUMO DE CAFÉ
Siento el humo del café, aún somnolienta, miro con detenimiento este traspasar de la línea del globo terráqueo. El atajo como fue deseado, una decisión tolerante, un viaje bizarro, como si estuviera imposibilitada, poco movimiento, nula capacidad en el idioma; pero con su ayuda familia de un huésped, nunca volvió a ser tan dramático. Mejor aún, estoy maravillada desde lo más hermoso, del buen y bien tomado objetivo.