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Contenidos
Caso práctico
Efectos De La Frecuencia De Administraci N Del Pienso En Cerdas Y Lechones
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Albert Pijuan Veterinario y ganadero
En el presente estudio se planteó la hipótesis de que la frecuencia de administración del pienso y el sistema de alojamiento en maternidad presentan un marcado efecto sobre el consumo de pienso durante la lactación y, en consecuencia, sobre la condición corporal (CC) de la cerda y la ganancia de peso de la camada desde el nacimiento al destete durante el verano. Por definición, se trata de un trabajo experimental que pretende determinar qué número de tomas de pienso al día y qué sistema de alojamiento en maternidad comporta unos mejores resultados productivos.
Objetivo
El objetivo principal es determinar qué frecuencia de administración del pienso (3 tomas/día vs. 5 tomas/día) y qué sistema de alojamiento (jaula vs. libre) en maternidad conlleva un mayor consumo de pienso durante la lactación, una menor pérdida de CC por parte de las cerdas, un mejor IDC (Intervalo Destete-Cubrición) y un mayor peso de la camada al destete.
Introducci N
El estudio experimental se realizó en la granja de cerdas reproductoras Torre del Cardener, situada en el municipio de Clariana de Cardener (Solsonès, Lleida) durante el periodo comprendido entre julio y agosto de 2022. La temperatura media diaria exterior durante el estudio osciló entre 19,5ºC y 28,0ºC, mientras que la media de la humedad relativa exterior era de entre el 37% y el 84%. Se trata de una granja comercial de 1.600 madres y con 4.500 plazas de transición.
Para la realización del trabajo, se utilizaron 88 cerdas híbridas F1 procedentes de un cruce de genética materna Landrace (♀) con Large-White (♂), inseminadas con semen Duroc DanBred. Se estudiaron dos lotes consecutivos de cerdas (procedentes de dos bandas de producción semanales: banda 1, n= 45; banda 2, n= 43). Se incluyeron un total de 88 cerdas, 15 de ellas nulíparas. Las cerdas se dividieron al azar en cuatro tratamientos diferentes dentro de la misma sala, siguiendo un diseño 2x2 factorial, mediante el cual se analizó el efecto del número de tomas de pienso al día (3 vs. 5) y del sistema de alojamiento en maternidad (libre vs. jaula). (Tabla 1).
El estudio se centró en el periodo comprendido de los 110 días de gestación de las cerdas hasta el destete. Se llevó a cabo una lactación larga, ya que el destete se realizó a las 4 semanas posparto (lactación media de 26,3 ± 0,49 días). Posteriormente, también se valoró el IDC.
Actualmente, la granja dispone de un total de 364 plazas de parideras, 112 de las cuales son parideras libres JLF15 de Skiold (2,5 x 2,4 m; 6m2). En las salas de maternidad, las cerdas estuvieron en alojamientos individuales adaptados al bienestar animal desde una semana antes del parto hasta el destete. Todas las cerdas del estudio estuvieron enjauladas hasta el tercer día posparto, y solo a las que se incluyeron en el tratamiento “libre” se les abrió la paridera desde el tercer día posparto hasta el destete.
La granja dispone del sistema de alimentación automática Dositronic M de Rotecna en todas las plazas de parideras.
El Dositronic M es un sistema electrónico de alimentación para cerdas lactantes que permite aplicar estrategias alimentarias de forma automática. Permite aplicar curvas de alimentación y asignarlas a cada animal individualmente, dividiendo la ración diaria en varias tomas. Dispone de un sensor, que la cerda debe accionar para que se le dispense su ración. Un sistema de luces LED permite saber en cualquier momento y de forma instantánea cómo está comiendo la cerda y el nivel de alimentación que se le está aplicando, lo que permite reducir o aumentar el nivel de alimentación pulsando un solo botón en el mismo aparato. También se dispone de válvulas constantes de agua VRH-3D (Rotecna) en todas las plazas de parideras.
Metodologia
Mediante el programa informático del Dositronic M se definieron dos curvas de alimentación diferentes, una para las cerdas nulíparas y otra para las multíparas.
La curva de alimentación que se definió para las cerdas multíparas ofrecía 3 kg/día en el preparto y 2 kg/día el día del parto. Se estableció un aumento de 0,5 kg/día desde el primer día posparto hasta el día 15 de lactación. A partir del día 15 y hasta el día del destete, se ofrecía un máximo de 8,4 kg/día. A partir del día 15 de lactación, a las cerdas que presentaban un consumo de entre el 95 - 100% de la ración ofrecida durante 2 días consecutivos, se les incrementaba 1 nivel del Dositronic M (6% de la ración diaria); por lo tanto, se les ofrecía un máximo de 9 kg/día.
La curva de alimentación que se definió para las cerdas nulíparas presentaba como única diferencia que, a partir del día 15 de lactación y hasta el día del destete, se ofrecían como máximo 7,4 kg/día, debido a su menor capacidad de consumo de pienso.
Además, también se pudo determinar el número de tomas de pienso diarias y el horario de estas. (Tabla 2).
El pienso lactante que se suministró fue el mismo para todas las cerdas del estudio desde que entraron en las salas de maternidad hasta que se destetaron.
Resultados
Consumo de pienso y eficacia alimentaria por parte de las cerdas lactantes
El consumo total de pienso por parte de las cerdas, durante toda la lactación, se vio influenciado por el número de tomas diarias de pienso, siendo inferior en las cerdas alimentadas con 5 tomas/día respecto a las alimentadas con 3 tomas/ día (118,3 ± 4,9 kg vs. 128,2 ± 4,9 kg; P < 0,05), mientras que el sistema de alojamiento en maternidad (jaula vs. libre) no afectó significativamente al consumo total de pienso (P > 0,05). El consumo medio de pienso no difirió de forma significativa en ninguna de las dos variables de estudio (P > 0,05).
Caso práctico
Imagen de una cerda en una maternidad libre. Foto: Rotecna.
La eficacia alimentaria por lechón producido (kg pienso cerda/kg lechón producido) fue estadísticamente muy similar entre las cerdas alimentadas con diferentes tomas al día (P > 0,05) y entre las cerdas alojadas en diferentes sistemas (P > 0,05). (Tabla 3).
anterior y, en cambio, el consumo medio de pienso por parte de las cerdas alimentadas con 3 tomas/día disminuyó ligeramente (Gráfico 1).
En el siguiente gráfico, se representa el consumo medio diario (CMD) por parte de las cerdas lactantes, distribuido por semanas, en función del número de tomas de pienso al día (3 vs. 5). Se observa claramente que las cerdas alimentadas con 3 tomas/día presentaron un consumo medio de pienso superior desde la primera semana posparto respecto a las alimentadas con 5 tomas/día. Se considera relevante destacar que las cerdas alimentadas con 5 tomas/día mantuvieron el mismo consumo medio de pienso durante la última semana de lactación en comparación con la semana.
Referente a la distribución semanal del consumo medio diario de pienso (CMD) en función del sistema de alojamiento en maternidad (libre vs. jaula), inicialmente, durante la primera semana posparto, el consumo medio de pienso fue prácticamente igual entre los dos sistemas de alojamiento en maternidad. Se observa que, a partir de la segunda semana posparto, las cerdas enjauladas empiezan a presentar un consumo más elevado respecto a las alojadas en sistemas de paridera libre.
Condición corporal (CC) e intervalo destete-cubrición (IDC)
La frecuencia de administración del pienso y el sistema de alojamiento en maternidad no influyeron en la pérdida de espesor muscular durante la lactación (P > 0,05). La pérdida de espesor de grasa dorsal fue estadísticamente similar entre las cerdas alimentadas con diferentes tomas/día (P > 0,05). En cambio, sí difirió significativamente entre los dos tipos de sistema de alojamiento, siendo inferior en las cerdas enjauladas respecto a las alojadas en paridera libre (-4,4 ± 0,4 mm vs. -5,6 ± 0,4 mm; P < 0,05).
El IDC no difirió de forma significativa entre las cerdas alimentadas con diferentes tomas/día (P>0,05). En cambio, sí lo hizo, aunque mínimamente, entre los diferentes sistemas de alojamiento, ya que las cerdas alojadas en paridera libre presentaron un IDC superior al de las cerdas alojadas en jaula (6,1 ± 0,4 días vs. 4,6 ± 0,4 días; P < 0,05).
Finalmente, la frecuencia de administración del pienso y el sistema de alojamiento en maternidad no influyeron en el porcentaje de anestros por parte de las cerdas (P > 0,05). (Tabla 4).
El porcentaje de supervivencia de los lechones es muy similar entre las cerdas alimentadas con diferentes tomas de pienso al día. En cuanto al sistema de alojamiento, es necesario recordar que todas las cerdas del estudio estuvieron enjauladas hasta el tercer día posparto, y solo a las que se incluyeron en el tratamiento “libre” se les abrió la paridera desde el tercer día posparto hasta el destete. Aun así, el porcentaje de supervivencia de los lechones no se ve afectado de forma negativa, a partir del día 4 de lactación, en las cerdas libres.
Tabla 4. Eficacia alimentaria. // *EEM = error estándar de medida. // *NS = no significativo.
Parámetros relacionados con los resultados productivos de los lechones
El peso total de la camada posadopción no difirió de forma significativa entre el número de tomas diarias (20,7 ± 0,3 kg vs. 20,5 ± 0,3 kg; P > 0,05) ni entre el sistema de alojamiento en maternidad (21,0 ± 0,3 kg vs. 20,3 ± 0,3 kg; P > 0,05). El peso medio de la camada posadopción tampoco difirió entre el número de tomas diarias ni entre el sistema de alojamiento en maternidad (1,4 ± 0,0 kg; P > 0,05).
En cuanto al porcentaje de pérdidas, no mostró diferencias estadísticamente significativas entre el número de tomas diarias (15,1 ± 1,8 % vs. 15,7 ± 1,8 %; P > 0,05) ni entre el sistema de alojamiento en maternidad (16,9 ± 1,8 % vs. 14,1 ± 1,8 %; P > 0,05). La frecuencia de administración del pienso y el sistema de alojamiento en maternidad no afectaron a la ganancia media diaria (GMD) producida (0,2 ± 0,0 kg/ día; P > 0,05). El peso total y el peso medio de la camada producido tampoco difirieron significativamente (Tabla 5).
Consumo de pienso anual y parámetros relacionados con el índice de conversión
En el siguiente gráfico, se representa el índice de conversión (kg pienso cerda/lechón destetado) según el número de tomas de pienso al día (3 vs. 5) y el ciclo reproductivo de las cerdas (primer vs. segundo-tercero vs. ≥ cuarto), que fue la única variable que se vio afectada por la interacción entre los tratamientos y el ciclo productivo de las cerdas.
El índice de conversión de las cerdas de primer, segundo y tercer ciclo no difirió estadísticamente en función del número de tomas de pienso diarias. En cambio, el número de tomas de pienso al día sí afectó de forma significativa en las cerdas de cuarto ciclo o más. Como se puede observar, en las cerdas más viejas la administración del pienso en 3 tomas al día es bastante menos eficaz que si se hace en 5 tomas (Gráfico 2).
Tabla 5. *Pérdidas (incluye todas las bajas y todos los lechones retirados durante la lactación). // *GMD = ganancia media diaria producida.
Conclusiones
A nivel global, cabe indicar que el consumo medio de pienso durante la lactación no superó los 5 kg/día en ninguno de los diferentes grupos. Existe una elevada probabilidad de que el estrés térmico sea el principal causante de esta baja ingesta por parte de las cerdas lactantes. Es muy importante tener en cuenta que el estudio se realizó durante los meses más calurosos del año y, por lo tanto, sería interesante repetirlo en una época más fría.
consumo total de pienso respecto a las alimentadas con 5 tomas/día (128,2 ± 4,9 kg vs. 118,3 ± 4,9 kg; P < 0,05). Sin embargo, la pérdida de espesor de grasa dorsal y, en consecuencia, el IDC no difirieron significativamente. En cuanto a los parámetros productivos de la camada, inicialmente se planteó la hipótesis de que las cerdas alimentadas con 5 tomas/día presentarían un mayor consumo de pienso en lactación y, por lo tanto, presentarían también un mayor peso de la camada al destete respecto a las alimentadas con 3 tomas/día. Después de realizar el estudio, los resultados muestran que el peso total y medio de la camada al destete no difiere significativamente.
Finalmente, en cuanto al sistema de alojamiento en maternidad, este ha influido en la pérdida de espesor de grasa dorsal de las cerdas lactantes y en su posterior IDC, siendo superior en las cerdas alojadas en paridera libre, seguramente por el hecho de que estas disponían de 6m2 de espacio durante toda la lactación. En cambio, no ha afectado a los siguientes parámetros: consumo total y medio, eficacia alimentaria (kg pienso cerda/kg lechón producido), pérdida de espesor muscular, porcentaje de anestros y resultados productivos de la camada.
Inicialmente, se planteó la hipótesis de que las cerdas alimentadas con 5 tomas/día presentarían un mayor consumo de pienso a la lactación y, por lo tanto, una menor pérdida de CC y un menor IDC respecto a las cerdas alimentadas con 3 tomas/día. Tras realizar el análisis estadístico, se puede afirmar que la frecuencia de administración del pienso sí ha afectado de forma significativa al consumo total por parte de las cerdas lactantes, aunque el resultado no ha sido el esperado. Las cerdas alimentadas con 3 tomas/día presentan un mayor
Es fundamental destacar que el sistema de alojamiento no ha influido en el porcentaje de supervivencia de los lechones, por lo que se puede afirmar que el hecho de tener las cerdas libres durante la lactación no influye negativamente sobre la tasa de mortalidad de los lechones.
¿QUÉ CAMBIOS SUPONE LA NUEVA NORMATIVA DE APLICACIÓN DE PURINES?
El pasado 1 de enero entró en vigor el nuevo Real Decreto 1051/2022, por el que se establecen las normas para la nutrición sostenible en los suelos agrarios y que consolida los cambios que ya se habían anunciado en cuanto a la gestión de los purines. La nueva normativa busca reducir las emisiones de gases, en especial de amoniaco, y evitar la contaminación de aguas y del suelo. Rosa Gallart, ingeniera agrónoma del Grupo de Saneamiento Porcino de Lleida, nos explica los principales puntos de la nueva legislación y las repercusiones que tendrá sobre los ganaderos.
¿Cuáles son los principales cambios que prevé la nueva normativa de aplicación de purines en España?
Siendo precisos, la nueva normativa se focaliza en el control de la fertilización y de la nutrición sostenible del suelo, y en el uso agronómico de los fertilizantes. Esta legislación establece un marco general para la nutrición sostenible del suelo, y se sumaría a las normativas sectoriales que se aplicarían a la hora de fertilizar los cultivos. Más allá del efecto que tenga sobre el sector ganadero, el principal sector implicado en esta nueva normativa sería el agrario. Para el sector porcino, tendrá repercusiones en el uso de los purines en el marco de la actividad agraria.
¿Cuáles serían tales repercusiones?
Dependerá bastante de cada zona, ya que hay zonas donde ya se ha regulado la gestión de las deyecciones en el suelo agrario, a nivel general, como es el caso de Cataluña. En cambio, otras comunidades solo habían regulado sobre sus zonas designadas como vulnerables. La nueva normativa regula cómo gestionar los purines cuando queremos aprovechar su valor agronómico para la agricultura. El efecto que esta regulación tiene en los ganaderos de porcino es el siguiente: al tener establecidos períodos de prohibición para aplicar purín en función del cultivo, se deberá prestar atención a cómo dimensionar su capacidad de almacenamiento en base a los cultivos presentes o potenciales en la zona. Hasta el momento, la norma de ordenación de las granjas de producción ganadera determinaba que se debía disponer de una balsa para almacenar el purín un mínimo de tres meses fuera de las naves. Por otra parte, la norma regula cómo se deben caracterizar los purines en el momento en que se requieran para un uso agronómico, teniendo en cuenta no solo el contenido en nitrógeno, sino también los niveles de fósforo contenido en el purín, que hasta el momento no se habían contemplado. Todo ello supone una restricción más amplia a la hora de utilizar los purines en forma de abono.
¿Y a nivel económico?
Dependerá de los distintos territorios de producción. Hay zonas con baja densidad ganadera donde el impacto económico no será muy elevado, ya que en épocas en que el fertilizante mineral es muy caro, incluso los agricultores pro-fertilización mineral se decantan por el abono orgánico, es decir, por aplicar purines de proximidad. En cambio, en las zonas con elevada densidad ganadera, los titulares de las granjas se verán obligados a buscar alternativas de gestión para exportar los nutrientes fuera de sus zonas y, a la vez, tendrán que aumentar la capacidad de almacenamiento de los purines. Todo esto supone un impacto económico elevado, un cambio en la gestión que implica implementar tecnologías, aumentar los dispositivos para almacenar durante más tiempo, exportar las fracciones del purín fuera de las zonas, etc. Lo que tenemos claro es que, con el paso de los años, el control de la gestión de los purines ha supuesto un incremento en el coste económico, ya que no solo se trata de cuadrar papeles, se trata de que estos papeles reflejen la realidad.
Una de las exigencias de la normativa es que todas las granjas dispongan de un plan de abonado. ¿Qué beneficios aporta? Agronómicamente, aplicar un plan de abonado ayuda al suelo a mantener su estado productivo y su biodiversidad. En momentos en que ese suelo pueda tener un exceso de nutrientes, el plan ayuda a cambiar cultivos en función de las necesidades, a conocer el estado del suelo para saber qué tipo de fertilizantes se deben usar, etc. Además, ayuda a mejorar las condiciones medioambientales de las aguas subterráneas, ya que permite reducir los excedentes que puedan lixiviar. Por todo ello, contar con un plan de abonado siempre supondrá una mejora en la mitigación de los impactos indeseados.
¿Qué debe incluir este plan?
El estado del suelo, los nutrientes, la materia orgánica, etc. También debe detallar qué se puede extraer de ese suelo, y debe contemplar los cultivos que se implantarán, los precedentes (qué se había plantado o sembrado y el manejo del suelo) y una previsión de la fertilización en base a las necesidades reales. Con todos estos datos, disponemos de toda la información sobre nuestro suelo y podemos conocer qué dosis de purines aplicar para evitar un exceso de nutrientes que puedan convertirse en fuente de contaminación. En resumen, el plan debe buscar el mejor fertilizante, respetando el principio de economía circular.
¿Existe margen de mejora en la gestión y aplicación de los purines?
Siempre hay margen de mejora. A veces muchos de los nutrientes que aportamos al suelo están inmovilizados o se pierden por exceso. Por tanto, necesitamos mejorar en el sistema de la gestión del suelo. La rapidez en la mejora irá ligada al control por parte del órgano competente que debe revisar que la fertilización de los suelos sea racional independientemente del tipo de fertilizante utilizado.
¿Cómo ha evolucionado el modelo de gestión y aplicación de purines hasta llegar a esta nueva normativa?
Nuestro modelo de gestión y aplicación de purines ha evolucionado muy lentamente. A nivel estatal se han establecido regulaciones en función de las sanciones e interlocuciones que llegaban desde la Comisión Europea. Es decir, cuando Europa ha publicado sus directivas, no se han implementado o se han implementado de una forma muy lenta. Como consecuencia de ello, ha derivado en los últimos años en una multitud de regulaciones para hacer frente a esas sanciones.
¿Cómo se está gestionando a nivel europeo?
En Europa han sido más restrictivos. Los países del norte tienen políticas más exigentes y han impuesto normativas sobre las que han mantenido un mayor control a priori. No obstante, el coste de gestión de los purines en Europa, desde hace tiempo, ha sido más elevado que el coste asumido por España. Pese a ello, estamos presenciando una reducción de la cabaña porcina en algunos países hasta el momento pioneros. Por otra parte, las normativas exigentes han supuesto el desarrollo de tecnologías vinculadas a la extracción de nutrientes, reducción de emisiones de amoníaco en las naves con la captación del amonio para su uso en provecho de la agricultura, etc.
¿Qué MTD hay para reducir el impacto de los purines?
En España uno de los retos que debemos afrontar en cuanto a la implementación de las MTD es adaptar la tecnología que hay en otras partes de Europa a nuestro territorio y modelo productivo. Algunas de las más efectivas y que debemos aplicar de forma más rápida es aumentar la frecuencia de vaciado de los purines del interior de las naves para evitar degradaciones indeseadas del purín, y cubrir las balsas para mantener los nutrientes y no perderlos. También debemos aplicar técnicas como la acidificación del purín, que permite reducir las emisiones de amoníaco a la atmosfera cuando el purín se encuentra en las balsas de almacenamiento y ofrece un purín resultante con más valor agronómico porque está acidificado.
¿Qué retos tienen los ganaderos en materia de gestión de purines?
A nivel genético y nutricional somos un sector muy eficiente, pero debemos trabajar para reducir los volúmenes de los purines generados, caracterizarlos mejor y buscar las mejores técnicas para darle al agricultor el producto que necesita para su cultivo sin dañar el suelo agrario, e intentar que se utilice nuestro purín y no otro abono fabricado sintéticamente. Este es el mayor reto, buscar las sinergias entre el ganadero y el agricultor.