La Revolución Francesa

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LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Nombre del Colegio: I.E.P “PROYECTO” Nombre de la asignatura: Historia, Geografía y Economía Nombre y apellidos del alumno(a): María Alejandra Gonzales Ruiz. Año de estudios: 2° “B” Fecha de presentación: 30 de septiembre de 2012.


AGRADECIMIENTO

Agradezco mucho a mis padres que han estando motivándome a seguir como persona y a no rendirme facilmente, recuerdo todas esas palabras de aliento, como: “Si te rindes no sabrás que hubiera pasado si lo hubieses logrado” yo sé que este trabajo no ha sido fácil, bueno solo necesitabas dar de todo tu esfuerzo. También agradezco a mi primo Kike por haberme apoyado, a veces por venir a casa y dándome algunos consejos, en lo que podría mejorar, en el primer intento no siempre se va a lograr debes seguir y no te debes dejar vencer. A mi abuelita Manuela le agradezco mucho, porque siempre preocupada porque me veía haciendo mi trabajo, y me daba agua de manzana o sopa de cabeza de pescado, mi abuelita me decía que eso me ayudaría. Y como no agradecer a mis hermanos que desde lejos me llamaban y me preguntaban, se preocupaba de cómo iba avanzando mi trabajo, y los dos me daban ánimos. A mi mamá, a mis tías, a mis tíos y a mi prima Lucía, que me ayudaron a conseguir libros de bibliotecas o que tenían en sus casas. Y a mi profesora Roxana, que cada día nos enseña cosas nuevas e interesantes, escuchando su clase te quedas boquiabierta de todo lo que sabe y nos cuenta. Gracias a sus correcciones y felicitaciones, mi trabajo ha ido mejorando poco a poco. Sé que eso me servirá mucho para el futuro ¡Gracias!


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como tema unos de los acontecimientos más importantes de la Historia, nos referimos a la Revolución Francesa, hecho de gran trascendencia para los Estados modernos porque significó una nueva manera de llevar el destino de las naciones y una concepción distinta del hombre como sujeto de derechos.

El trabajo se ha dividido en cinco partes: Antecedentes de la Revolución Francesa, Causas, Etapas, Consecuencias y Reacción Europea.

Para desarrollar el tema se ha tenido que recurrir a libros de Historia y algunas enciclopedias.

Se han encontrado algunas dificultades en la realización del trabajo, tales como selección y organización de la información debido a la gran variedad de investigaciones sobre el tema.


ÍNDICE

CAPÍTULO I Antecedentes ....................................................................... (pag. 1) 1.

Acontecimientos a.

La Carta Magna impuesta por los ingleses a Juan sin Tierra en 1215.

b.

La Petición de Derechos impuesta a Carlos I de Inglaterra en 1628.

c.

La Independencia de los Estados Unidos de América en 1776.

CAPÍTULO II Causas.................................................................................... (pag. 4) 1.

Políticas

2.

Sociales

3.

Económicas

CAPITULO III Etapas de la Revolución……………………………………….. (pag. 7) 1.

Etapa Monárquica a. La Revolución Nobiliaria b. Los Estados Generales


c. La Asamblea Nacional d. La Asamblea Legislativa

2.

Etapa Republicana a. La Convención Nacional b. El Directorio c. El Consulado

3.

Etapa Imperial a. El Imperio Napoleónico b. Expansión del Imperio Napoleónico c. Los Cien Días

CAPITULO IV Consecuencias de la Revolución…………………………...… (pag. 17)

CAPITULO V La Reacción Europea………………………………………….. (pag. 19)


1.

El Congreso de Viena

2.

La Santa Alianza


CAPÍTULO I ANTECENDENTES

La Revolución que se desencadena en Francia en 1789 es considerada como modelo de revolución política, supone la conquista del poder por la burguesía 1 y el desplazamiento de la aristocracia, asimismo, significa el fin de la monarquía absoluta.

Por este movimiento se difundieron los ideales de libertad, igualdad y fraternidad y fue modelo para muchos países que lucharon contra la opresión de los monarcas y lograron que se implantara un sistema republicano que hasta la fecha sigue vigente en la mayoría de naciones.

1

Clase social formada por comerciantes, artesanos libres y personas que no estaban sometidas a los señores feudales.


La Revolución Francesa se inspiró en los siguientes acontecimientos: 1.

La Carta Magna

En el siglo XIII los nobles ingleses se rebelaron contra los excesos de la monarquía. A raíz de una serie de múltiples abusos, los barones rebeldes emigraron a Francia, donde redactaron, en la abadía cisterciense de Pontigny, la Magna Carta Libertatum, o Carta Magna de las Libertades de Inglaterra. El 12 de junio de 1215, los señores feudales ingleses impusieron a su soberano, Juan sin Tierra, este largo texto de 63 artículos, redactados en latín, considerado como el primer documento constitucional de Inglaterra y el fundamento de sus libertades. En esta Carta se enumeran los privilegios otorgados a la Iglesia de Inglaterra, a la Ciudad de Londres, a los mercaderes y a los dignatarios feudales del régimen.

2.

La Petición de Derechos impuesta a Carlos I de Inglaterra En 1627, el rey Carlos I de Inglaterra, debido a algunos inconvenientes en su lucha contra Francia y España, acudió al Parlamento inglés para solicitar fondos. Ambas cámaras del Parlamento aprovecharon la ocasión para imponerle la Petición de Derechos que se referían a las libertades políticas e individuales. El rey aceptó, pero sólo se aplicó durante dos años. Pero nada más acabar la guerra, Carlos I ya no tuvo necesidad del Parlamento y reinó como soberano absoluto hasta su muerte, en 1649.

3.

La Independencia de los Estados Unidos de Ámerica


Durante el siglo XVIII las trece colonias británicas de América del Norte estaban sometidas a un sistema económico monopolizado por la metrópoli. A la imposibilidad del libre comercio hay que añadir la presión fiscal de Jorge III.

Esta situación provocó descontento entre los colonos americanos, que influidos por las ideas ilustradas europeas, se levantaron contra el gobierno imperial con el apoyo de Francia y España. El 4 de julio de 1776 se proclamó la independencia por parte del jefe del ejército americano, George Washington. Cinco años después, las tropas de Washington obligaron a capitular a los británicos en Yorktown y, en 1783, el tratado de París reconoció la independencia de los Estados Unidos.


CAPÍTULO II CAUSAS

1.

Políticas A finales del siglo XVIII Francia seguía detenida en lo político en el Antiguo Régimen, el rey gobernaba sin dar cuenta de sus actos a nadie, seguía teniendo todo el poder político y justificando su poder a través de argumentos religiosos, evidentemente el sistema era obsoleto.


Ante este sistema estancado, la nobleza y la Iglesia se alejaron de la monarquía porque ésta cuestionaba su privilegio de no pagar impuestos; el campesinado se ve sacudido por la crisis y la burguesía, aprovechando la situación aspira a imponer un nuevo modelo de sociedad, de economía y de gobierno de acuerdo con los principios de los ilustrados. El rey ya no tenía el apoyo de nadie, el Antiguo Régimen tenía sus días contados. Además Luis XVI era un rey indeciso y de carácter débil.

2.

Sociales La burguesía, basándose en las ideas de Rousseau está en contra de una sociedad tan desigual en la que una minoría está exenta de pagar impuestos y la inmensa mayoría tiene que tributar. Si a esto se le añade una terrible crisis económica el Tercer Estado tuvo que reclamar una mayor igualdad. Es la crisis económica y la idea de igualdad y lucha contra los privilegios lo que hace que a la burguesía se le una el pueblo llano en las ciudades y gran parte del campesinado en el campo. Las tensiones sociales, en definitiva generan un malestar social que será aprovechado por la burguesía.

3.

Económicas Son fundamentales, algunos autores han hecho de las causas económicas la clave para explicar el inicio de la revolución. Lo que sí se sabe es que en los años inmediatos a 1789 hay una crisis económica tremenda debido a sequías y otras catástrofes naturales. La subida de precios se da también en la ciudad y afecta a todos los productos. En el campo, los señores van a redoblar sus esfuerzos por recaudar impuestos del campesinado reinstaurando en algunos casos tributos ya olvidados, tratan con ello de sobreponerse a la crisis, pero la presión fiscal sobre el campesinado, que


ya vive al límite de la subsistencia, hace que el campesino se encuentre receptivo a la propagación de las ideas de los ilustrados que harán suyas los revolucionarios. Pero quizá es más grave como detonante de la revolución la crisis financiera que sufre el Estado francés. La situación de las cuentas públicas refleja casi una bancarrota; muchos campesinos no pueden pagar impuestos (disminución de ingresos del Estado). Ante este panorama, una serie de ministros de economía recomiendan al rey, para arreglar la situación, que la Iglesia y la nobleza paguen impuestos. La postura de los dos estamentos privilegiados es de abierta rebeldía, en su oposición arremeten contra la monarquía y contra el tercer estado. Ante la imposible solución del problema el rey decide convocar los Estados Generales, que no se convocaban desde 1614, y ante los fracasos de éstos se producirá el estallido popular.


CAPITULO III ETAPAS DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Las etapas de la Revolución Francesa incluye dos grandes momentos; el primero, de 1789 a 1799, en el que la Revolución se realiza dentro de Francia; el segundo, de 1799 a 1815, comprende la participación de Napoleón Bonaparte, quien terminó implantando su Imperio. Específicamente la Revolución Francesa pasa por las siguientes etapas:

1.

Etapa Monárquica


a.

La Revolución Nobiliaria

En esta etapa, las ideas de la Ilustración ejercieron una gran influencia en el pensamiento europeo. Una de las doctrinas ilustradas la representaron las logias masónicas, las cuales realizaron un trabajo de difusión de las ideas liberales y de adoctrinamiento. Debido a la crisis económica imperante, ocurrieron muchas conspiraciones por tener la supremacía en el comercio y en la industria. Se enfrentaron entre sí la nobleza, la burguesía y los campesinos, así como la baja nobleza y algunos sectores de la burguesía.

b.

Los Estados Generales

Los Estados Generales era el conjunto de los representantes de los estratos sociales franceses que se reunían cuando tenían que resolver situaciones extremadamente difíciles.

En 1788 se pidió la convocatoria de los Estados Generales, que no se habían reunido desde hacía ciento setenta y cinco años. Luis XVI estaba como de costumbre, en apuros económicos, y se inclinó ante el deseo de todos. Al cabo del año, decidió convocar a la asamblea y darle plena representación en ella al Tercer Estado.

Los Estados Generales se reunieron el 4 de mayo de 1879. El Tercer Estado, que representaba el noventa y seis por ciento del pueblo de Francia, quería una constitución escrita, reuniones regulares de los Estados Generales y que se disminuyeran los impuestos, a lo cual las dos primeras clases se oponían ferozmente.


Ante la debilidad del monarca, el Tercer Estado se proclamó soberano y capaz de hacer leyes para toda Francia. La primera ley que propuso establecía que no se podía exigir un impuesto sin su consentimiento.

“Luis era personalmente un buen hombre, deseoso de hacer cuanto fuera razonable y justo. También era valeroso. Pero no se distinguía por su inteligencia, ni poseía el buen sentido de otros reyes, de escoger buenos consejeros y fiarse de los mismos” (Ver Anexo 1).

c.

La Asamblea Nacional

El 17 de junio la reunión toma el nombre de Asamblea Nacional. Todos los miembros de esa asamblea prestarán juramento de no separarse jamás y de reunirse cuando así lo exigieran las circunstancias hasta que la Constitución del reino sea establecida.

En las sesiones siguientes algunos miembros del clero se unen a los de la burguesía y, finalmente representantes de los dos grupos (clero y nobleza) deciden aceptar la asamblea conjunta para elaborar una constitución. Ese día, 27 de junio, comienza la Asamblea Constituyente.

d.

La Asamblea Constituyente


La proclamación de la Asamblea Constituyente había puesto en marcha el proceso revolucionario. A partir de ese momento los hechos se sucedieron con gran rapidez: el 14 de julio de 1789 las masas populares de París, se amotinaron y tomaron la Bastilla.

Las cabezas de sus escasos defensores fueron clavadas en picas y paseadas en triunfo. Los únicos prisioneros que se encontraban en las temidas mazmorras de la prisión fueron cuatro falsificadores, dos locos y un joven de mala vida, pero Francia celebra el 4 de julio, día de la toma de la Bastilla, como su fiesta nacional (Ver Anexo 2).

Entonces, Luis XVI cedió; designó a dirigentes del triunfante movimiento para que gobernaran a París y acaudillaran el ejército. Este tipo de revueltas se repitió varias veces, alcanzó un alto grado de radicalidad en el campo, lo que alarmó a los miembros de la asamblea, que decretaron la creación de una guardia nacional para mantener el orden público.

Apenas el pueblo de Francia comprendió la debilidad del gobierno del rey, se rebeló en todo el país. En París, donde escaseaban los víveres, las hambrientas multitudes dominaron la situación. Los incendios y las muertes provocaron la jornada del 4 de agosto en la Asamblea Constituyente, en la que se decreta la abolición de todo derecho feudal y del diezmo.

El 26 de agosto se aprueba un documento fundamental: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, dentro del espíritu de Rousseau y de la revolución norteamericana (Ver Anexo 3).


Algunos querían conservar a un rey fuerte, aunque frenado por limitaciones constitucionales. Otros deseaban hacer del rey una mera figura decorativa o abolir totalmente el trono. La Constitución, que se aprobó finalmente en setiembre de 1791, estableció un rey que gobernaría bajo la vigilancia de una legislatura formada por dos cámaras, libremente elegidas por el pueblo.

Los privilegios de clase fueron derogados y se independizó a la Iglesia y del Estado. Los bienes del clero debían ser confiscados para pagar las deudas nacionales: La gran obra constructiva de la revolución se hizo así, en gran parte, sin mucha violencia. Pero el movimiento pronto tomó un giro más radical.

Esta Constitución puso, naturalmente, a los sacerdotes y a las clases nobles en abierta pugna con el nuevo estado; pero poco podrían hacer los aristócratas frente al enfurecido pueblo. Cuando el rey intentó huir de Francia con su familia, para el pueblo resultó evidente que el monarca nunca aceptaría sinceramente el nuevo orden.

“Hicieron los preparativos en secreto, y huyeron de noche de París, en un carruaje, haciéndose pasar por un simple caballero con su esposa. Pero en un lugar cerca de la frontera, el rey fue reconocido al salir del coche, y detenido con su familia, se le envió con la misma a París, cuando se les retuvo prisioneros” (Ver Anexo 4).

e.

La asamblea Legislativa


Finalizada su tarea, la Asamblea Constituyente se disuelve y se convocan elecciones para una nueva asamblea, la Legislativa. La flamante legislatura (octubre 1791 – septiembre 1792) se pasaba el tiempo en disputas con un rey que intentaba a toda costa volver a tener el poder absoluto de la nación.

Hasta entonces, la clase media inferior había constituido el partido moderado de los “girondinos”, pero cada día era mayor la fuerza de los extremistas.

La declaración del duque de Brunswick, como generalísimo de las fuerzas de Austria y Prusia en contra de la Revolución, exaltó el patriotismo de los franceses. Cuando las tropas extranjeras invadieron el territorio de Francia, las multitudes asaltaron las cárceles y dieron muerte a todos los presos, hombres, mujeres y niños.

Mientras hubiera aristócratas y realistas, la Revolución corría peligro. En cambio, la clase media se sentía amenazada por las clases inferiores, los campesinos y hombres de las ciudades que pasaban hambre, ávidos de venganza tanto como de alimento.

El 10 de agosto de 1792, Danton y Robespierre acaudillaron una insurrección en París, con la esperanza de establecer un gobierno republicano y realmente popular.

Los jacobinos2 exigían mucho más que los girondinos; la Asamblea Nacional Legislativa fue disuelta. Tras unas elecciones sangrientas, en septiembre de 1792 se instaló la Convención.

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Se dice de un partido francés de la época de la Revolución, partidario de dirigir la educación de los cuidadanos.


2.

Etapa Republicana

a.

La Convención

Luego de instalada la convención, se decretó la abolición de la monarquía y proclamó la República Francesa, una e indivisible.

Una gran debilidad de la Revolución Francesa era su falta de objetivos definidos y de una buena dirección. La “Gironda” reunió el ejército necesario para rechazar a los enemigos de Francia, naciendo mientras tanto el glorioso himno de la Marsellesa, debido a la insistencia de Rouget de Lisle.

El nuevo ejército cumplió bien su misión, de modo que Francia no tenía por qué temer a sus enemigos exteriores. Pero, mientras tanto, crecía el “reino del Terror”. La guillotina trabajaba durante todo el día. Luis XVI fue condenado a muerte y ejecutado el 21 de enero de 1793. Gran parte de la nobleza y del alto clero lo siguieron en la muerte (Ver Anexo 5).

“Luis mostró una dignidad y una entereza reales. Fue decapitado con el instrumento llamado guillotina, cuyo uso habíase extendido en Francia por


aquel tiempo. Un primo del rey, el príncipe Felipe de Orleans, fue uno de los que votaron su muerte” (Ver Anexo 6).

La joven y bella reina María Antonieta –la odiada “austríaca”- subió al cadalso con su prestancia regia el 16 de octubre del mismo año.

El extremismo se acentuaba: los girondinos3 fueron aniquilados. Marat, Danton y Robespierre, ávidos de sangre, quedaron dueños del poder. Como Marat había declarado que hacía falta guillotinar a 250 000 personas para asegurar la Revolución, una joven llamada Carlota Corday le dio muerte, para ahorrar a Francia aquella matanza.

“Aquello fue el final de los atroces suplicios, diferentes según el delito y el rango social del condenado. Así pues, la guillotina, símbolo de la violencia revolucionaria, fue en un principio el de la igualdad” (Ver Anexo 7).

Danton fue guillotinado y durante un año Francia fue gobernada por el extremista Robespierre, que había formado, con un grupo de colaboradores, un “Comité de Salud Pública”. Bajo el lema de “Libertad, Igualdad, Fraternidad” llevaron el terror hasta el límite.

Aplastando la oposición en el interior del país e incitando al ejército que estaba en el extranjero a obtener nuevas victorias.

Pero, finalmente, Robespierre y los terroristas también fueron guillotinados, en julio de 1794. Una tercera constitución (1795) creó un Directorio de cinco miembros, con una legislatura de dos cámaras.

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Se dice de un grupo de diputados de la Asamblea Legislativa francesa durante la Revolución.


b.

El Directorio

Se promulgó una nueva constitución (1797) y se establecieron dos consejos legislativos: el de los Quinientos y de los Ancianos; este último elegía de una lista de cincuenta nombres propuestas por los Quinientos, los cinco miembros que componían el Directorio o consejo ejecutivo del Estado.

Durante el gobierno del Directorio hubo una sucesión de golpes de estado tanto de carácter monárquico como revolucionario. En medio de esta inestabilidad política surgió un joven militar, Napoleón Bonaparte (1769-1821).

Napoleón aprovechó el prestigio conseguido en las campañas de Italia y de Egipto para conseguir el apoyo necesario de algunos miembros del Directorio y llevar a cabo el golpe de estado del 9 de noviembre de 1799 (18 de Brumario). Con él se iniciaba en Francia una nueva etapa política que recibió el nombre de Consulado.

c.

El Consulado

Luego del golpe de Estado de 18 de Brumario, se coloca al frente del poder ejecutivo a tres cónsules: Bonaparte, Sieyes y Ducos.

Se inicia la carrera política de Bonaparte, cuyas atribuciones son superiores a los otros dos cónsules. En este tiempo se olvida la división de poderes; el


primer cónsul acumula poderes ejecutivos y legislativos, los otros dos cónsules quedan relegados a funciones consultivas.

La Constitución era breve y dejaba amplio margen a la interpretación. La acentuación del poder personal culmina en la designación de Bonaparte como cónsul vitalicio. La carrera política de Napoleón culmina en su coronación como emperador.

3.

Etapa Imperial

a.

Imperio Napoleónico

El Imperio Napoleónico, se inició en el año 1799 mediante un golpe militar Napoleón Bonaparte para tomar el poder en Francia. Poco después, fue instituido el Consulado, y se convirtió en Primer Cónsul. En 1802, fue proclamado Cónsul vitalicio y, dos años después, Emperador de los Franceses.

En los quince años en que permaneció en poder de un gran imperio en Francia, el general Napoleón Bonaparte se construyó uno de los mayores mitos de la historia universal. Fue un gran admirador del general romano Julio César, y acariciaba el deseo de transformar a Francia en la mayor potencia mundial.

Utilizó todos sus medios para lograr su objetivo, sueña con hacer de París la capital del mundo y unir a Europa entera en una constelación de estados.


Napoleón Bonaparte arrastró a gran parte de Europa hacia una guerra. En el 1810, ya controlaba casi toda la parte occidental del continente europeo, faltando apenas Inglaterra. Con sus conquistas, varios gobiernos absolutistas fueron extintos y las ideas de la Revolución Francesa se diseminaron por Europa.

En el plano interno. Napoleón consiguió restablecer la estabilidad política de Francia y creó una infraestructura capaz de impulsar los negocios de la burguesía francesa.

De la política napoleónica cabe destacar la reinstauración del catolicismo como religión oficial del Estado; el nuevo sistema de aduanas y las importantes iniciativas que beneficiaron a la industria y a la agricultura; la consolidación de la propiedad privada; y la creación de una nueva aristocracia.

Formada por militares, clérigos y funcionarios, que habían acreditado a ella a través de un sistema de méritos personales. El hecho de que esta aristocracia no estuviera exenta de impuestos permitía que se mantuviese la principal conquista de la Revolución: la igualdad civil de todos los ciudadanos ante la ley y el mantenimiento, por tanto, de una sociedad sin estamentos.

b.

Expansión del Imperio Napoleónico

Con el fin de afianzar su posición en Europa, Napoleón puso en práctica una vasta red de alianzas políticas y diplomáticas que, junto a las victoriosas campañas militares, consiguió fortalecer y expandir el nuevo imperio.


Los estados conquistados quedaban vinculados al imperio mediante la entronización en ellos de una serie de dinastías familiares que articulaban un complejo sistema federal regido desde París. La voluntad de Napoleón era crear una Europa homogeneizada por los principios de la Revolución.

No obstante, la ambiciosa empresa de invadir Inglaterra, la gran amenaza de Francia, quedó frustrada por la derrota de la alianza hispano-francesa en Trafalgar (1805). Napoleón quiso resarcirse de ello mediante el bloqueo continental (1806), que prohibía a los estados conquistados el comercio con el país británico.

La victoria de Austerlitz (1805) sobre Austria y Rusia y la alianza de Austria a través del matrimonio del emperador y María Luisa de Habsburgo (1810) contribuyeron a la consolidación imperial, a pesar del fracaso de otras tentativas como la ocupación de España.

Ante la suspensión del bloqueo continental por el zar de Rusia, Napoleón decidió invadir aquel país. Sin embargo, pese a la triunfal campaña de Moscú (1812), las dificultades de aprovisionamiento, un frío intenso y un ejército menguado por la presencia de tropas en España acabaron con una penosa retirada.

Austria rompió su alianza y, junto a Rusia y Prusia, derrotó a Napoleón en Leipzig (1813). Napoleón tuvo que abdicar en Luis XVIII.

c.

Los Cien Días

Napoleón se había comprometido, por el tratado de Fontainebleau, a abdicar y a retirarse a la isla de Elba.


Sin embargo, se le seguía reconociendo el título de emperador y contaba con la fidelidad de un amplio sector de la opinión pública francesa, que lo identificaba con la etapa más próspera del país. No le resultó difícil, por tanto, llegar hasta París y recuperar el poder durante poco más de cien días.

En respuesta, los ejércitos aliados se reorganizaron de inmediato y derrotaron definitivamente a Napoleón en Waterloo. Seis años más tarde, Napoleón moría en su exilio de Santa Elena.


CAPITULO IV CONSECUENCIAS DE LA REVOLUCIÓN

Las principales consecuencias de la Revolución Francesa fueron el derrocamiento de Luis XVI del trono, como así la abolición de la Monarquía en Francia, con la consecuente proclamación de la llamada I República, poniendo fin así al Antiguo Régimen.

Este proceso le puso fin a los privilegios con los que contaban tanto la aristocracia como el Clero, eliminado la servidumbre, el diezmo y los derechos feudales. También se disgregaron las propiedades como se introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos.


Otras consecuencias de la Revolución Francesa fueron las diversas transformaciones sociales y económicas donde debemos incluir la supresión de pena de prisión por deudas y la abolición de herencia de tierras al primogénito en las familias.

No debemos olvidar que dentro de las consecuencias de la Revolución Francesa ubicamos a Napoleón Bonaparte, quien instituyó durante el Consulado algunas reformas de gran importancia, como la fundación del Banco de Francia, la implantación de un sistema educativo que revocaba al anterior secular y muy centralizado.

Además ordenó crear la Universidad de Francia a la cual podían ingresar todos los ciudadanos a un puesto de enseñanza sin importar su procedencia ni su estatus social. Propuso además reformas legales, como son el derecho de habeas corpus, la celebración de juicios justos y sobre todo, la igualdad ante la ley.

La religión no quedó fuera de las consecuencias ya que se desempeñó un importante papel, más que nada a favor de la sociedad, permitiendo la libertad de culto y la libre expresión de la fe que profesara cada uno de los integrantes de la sociedad francesa de la época.

También, la Revolución Francesa acarreó consecuencias de otro tipo y, por eso, se dice que fue una revolución ecuménica4, por cuanto sus proyecciones y manifestaciones se hicieron sentir en la gran mayoría de los países de aquel entonces, tanto de Europa como de América. Tiene, por esto, el carácter de una revolución universal.

Propició el llamado “afrancesamiento americano”, esto es, las colonias hispanas en el Nuevo Mundo se sintieron atraídas por los ideales que la revolución desenvolvió, especialmente en lo relacionado con la libertad, igualdad y fraternidad. 4

Universal, que se extiende a todo el orbe.


Es por eso que las instituciones y los intelectuales americanos, de fines del siglo XVIII y las dos primeras décadas del siglo XIX, buscaron implantar los ideales revolucionarios franceses en este continente que habría conducirlos a la realización de su independencia política.

Los ideales revolucionarios tienen un carácter permanente. Los Derechos del Hombre y del Ciudadano, han servido de base para la actual sustentación de los Derechos Humanos que consagra y sostiene la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

CAPITULO V LA REACCIÓN EUROPEA

Después de la Revolución Francesas, surgieron en diferentes pueblos y países de Europa movimientos de carácter nacionalista y liberal, tendientes, los primeros, a conseguir la plena autonomía de su gobierno y, los otros, a buscar el imperio de la


Constitución que garantizase los principios de libertad e igualdad, consagrados en el movimiento de 1789.

1.

El Congreso de Viena

Entre mayo de 1814 y noviembre de 1815, las potencias vencedoras se reunieron en varias ocasiones para analizar las inmediatas cuestiones suscitadas por la paz y para instaurar un nuevo sistema de ordenación internacional de carácter conservador.

Tres figuras dominaron estas reuniones: el zar de Rusia Alejandro I, el canciller austríaco Metternich y Talleyrand en representación del monarca francés. El Congreso de Viena, en el que participaron las principales potencias europeas, supuso la remodelación del Viejo Continente en función de los intereses de los grandes estados del momento (Austria, Rusia, Prusia, Francia y Gran Bretaña), en perjuicio de los pequeños, y también el apoyo a la restauración política del antiguo régimen (en Francia se había restaurado ya la monarquía con la figura de Luis XVIII).

2.

La Santa Alianza

El conservadurismo de Austria, Prusia y Rusia se plasmó en la creación de la Santa Alianza (septiembre de 1815), a la que se unió posteriormente Gran Bretaña (Cuádruple Alianza), por la cual los respectivos soberanos se comprometían a defender los principios del cristianismo, a prestarse ayuda mutua y a renunciar a la guerra como forma de dirimir los conflictos.


Con estas alianzas y acuerdos, las grandes potencias, además de cumplir con el objetivo de apoyar la restauración borbónica en Francia y de equilibrar las fuerzas de los estados de forma que no pudiera repetirse fácilmente la expansión y hegemonía de uno solo, lograron definir los principios conservadores que en adelante pretendían imponer para establecer el orden.

Según tales principios, al frente del Estado sólo podían estar los soberanos legítimos; si un soberano era ilícitamente despojado de sus derechos, las demás potencias podían y debían intervenir para restaurarlo en el poder. Así mismo, el poder del rey legítimo se consideraba de origen divino, por lo que ningún monarca debía supeditarse a Constitución alguna.

Por otro lado, la vida internacional a partir de entonces debería ser dirigida por las grandes potencias, las cuales se comprometían a dirimir sus conflictos en congresos, para evitar en lo sucesivo nuevas guerras (Ver Anexo 8).


CONCLUSIONES

1. Es importante resaltar los antecedentes, porque ha sido una lucha de casi cinco siglos en busca de los derechos fundamentales del hombre. 2. El rechazo al Antiguo Régimen, las marcadas diferencias sociales y la crisis económica que afectaba directamente al pueblo fueron las causas directas de la Revolución Francesa. 3. La influencia de las doctrinas de la Ilustración fue fundamental en la formación de las ideas contrarias a la monarquía. 4. La decepción de los representantes del Estado Llano impulsaron la formación de la Asamblea Nacional y de ahí la Asamblea Constituyente, marcando cada vez mayores diferencias con los deseos del monarca. 5. La Toma de la Bastilla alimentó el sentido revolucionario que se propagó por toda Francia, debilitando enormemente los cimientos de la monarquía imperante. 6. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano como preámbulo de la nueva Constitución constituye el legado más valioso que dejó la Revolución Francesa a la humanidad.


7. La Constitución de 1791 implantó la división de los Poderes del Estado en: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, que hasta hoy está vigente en muchos países. 8. Las ideas de libertad, igualdad y fraternidad fueron de gran influencia en las colonias americanas para su posterior independencia. 9. La influencia de Napoleón Bonaparte es notoria hasta hoy, ya sea por las tácticas militares utilizadas para la expansión de su Imperio, o su polémica personalidad que la humanidad se encargará de juzgar. 10. La Iglesia Católica se vio perjudicada durante la Revolución Francesa, pero a pesar de ello, su influencia se deja sentir en el mundo entero.


ANEXO 1 El buen rey Luis escuchaba que escuchaba a malos consejeros Luis era personalmente un buen hombre, deseoso de hacer cuanto fuera razonable y justo. También era valeroso. Pero no se distinguía por su inteligencia, ni poseía el buen sentido de otros reyes, de escoger buenos consejeros

y fiarse de los mismos.

En vez de esto, escuchaba a gentes que le aconsejaban mal, y no supo ver más que un grave daño en los cambios que Mirabeau y Lafayette pidieron, cuando los Tres Estados fueron reunidos en los llamados Estados Generales, y luego, Asamblea Nacional. Parecíales que suprimir los privilegios de la nobleza y del clero sería un robo, y que lo que le correspondía a la masa del pueblo era, no gobernar, sino obedecer a sus superiores. La Reina, María Antonieta, también pensaba así. Mirabeau sabía mejor que nadie en Francia lo que era necesario. Llevaba privadamente una vida desordenada; sus crecidísimas deudas ponían en contra suya gran número de gente; y era de carácter dominante y poco accesible a las amistades. Poseía, en cambio, gran elocuencia; y solía suceder que, cuando la Asamblea se había reunido con un propósito, él a veces la arrastraba a un acuerdo absolutamente contrario. A los que se mostraban tímidos y vacilantes, los trocaba en animosos y resueltos; y así su influencia fue mucha, por más que, en realidad, la gente se mostraba recelosa del brillante orador. Era llamado el Tribuno del Pueblo, porque pedía resueltamente lo que consideraba que al pueblo era debido, y porque declaraba que las “clases privilegiadas” debían ser desposeídas de sus privilegios y pagar su parte de tributos.


ZEBALLOS, Estanislao y otros. El Tesoro de la Juventud. Enciclopedia de Conocimientos. C.H. Simonds Company, Impr esores. Boston.

ANEXO 2 La Toma de la Bastilla


ANEXO 3 Declaraci贸n de los Derechos del Hombre y del Ciudadano


ANEXO 4 El rey la reina intentan escapar de Francia


Poco después de la muerte de Mirabeau, el rey y la reina pensaron que lo mejor que podían hacer era huir de Francia, y quizás otros reyes los ayudarían a recobrar su trono, pues la reina era hermana del Emperador de Austria. Hicieron los preparativos en secreto, y huyeron de noche de París, en un carruaje, haciéndose pasar por un simple caballero con su esposa. Pero en un lugar cerca de la frontera, el rey fue reconocido al salir del coche, y detenido con su familia, se le envió con la misma a París, cuando se les retuvo prisioneros. Luis aceptó la nueva Constitución, o reglas para el gobierno del país, que la Asamblea había preparado, y así continuó siendo rey. Convocóse una nueva Asamblea, pero el rey no tuvo a su lado individuos idóneos a quienes pudiera nombrar ministros suyos; y los más inteligentes que escogió, siempre quisieron hacer valer su voluntad por encima de la del monarca. Por entonces el Emperador de Austria y el rey de Prusia amenazaron con intervenir, y Luis vióse obligado a declararles la guerra. Entre tanto, los jacobinos (nombre de un club o asociación política) excitaban el sentimiento popular contra la monarquía, de modo que París andaba cada día más revuelto.

ZEBALLOS, Estanislao y otros. El Tesoro de la Juventud. Enciclopedia de Conocimientos. C.H. Simonds Company, Impresores. Boston.

ANEXO 5


La Guillotina


ANEXO 6 Un príncipe real que votó por la muerte del rey Luis mostró una dignidad y una entereza reales. Fue decapitado con el instrumento llamado guillotina, cuyo uso habíase extendido en Francia por aquel tiempo. Un primo del rey, el príncipe Felipe de Orleans, fue uno de los que votaron su muerte. La infeliz reina y sus hijos permanecieron presos largo tiempo. María Antonieta es acreedora a una gran piedad, pues si bien no siempre había sido juiciosa, cuando el infortunio cayó sobre ella portóse con gran magnanimidad; y siempre se ha contado entre los hechos más inicuos de los jacobinos el haberla enviado a la guillotina, cerca de un año después que a su esposo. No había cumplido aún cuarenta años al ser ajusticiada; pero los largos y terribles meses de angustia, habíanle transformado de tal modo, que parecía una anciana. Al subir al trono de Francia era todavía una muchacha bella y encantadora, que nunca se había visto contrariada, a quien se había enseñado a dar por indiscutible que los reyes y las reinas tienen el derecho de hacer su voluntad; de modo que siempre animó al rey a resistir. Es también famosa otra mujer, ésta del lado de la Revolución. El partido republicano estaba dividido en dos bandos, los jacobinos y los girondinos, y de éstos los jacobinos eran los más feroces. Los girondinos querían una república como la de la antigua Roma; no deseaban destruir por sólo el placer de destruir.


ZEBALLOS, Estanislao y otros. El Tesoro de la Juventud. Enciclopedia de Conocimientos. C.H. Simonds Company, Impresores. Boston.

ANEXO 7 La sombra de la guillotina Desde el 5 de junio de 1791, la ley estipulaba que ‘a todo condenado a muerte se le cortará la cabeza’. Aquello fue el final de los atroces suplicios, diferentes según el delito y el rango social del condenado. Así pues, la guillotina, símbolo de la violencia revolucionaria, fue en un principio el de la igualdad. El invento del doctor Guillotin, perfeccionado por Antoine Louis (de ahí su primer nombre, ‘Louison’), entró en servicio en la plaza de Grève, el 25 de abril de 1792. Los ejércitos revolucionarios también iban seguidos por su guillotina, y cada capital de distrito tenía la suya propia. Durante el Gran Terror, la ‘cuchilla nacional’ hizo caer 1351 cabezas en siete semanas sólo en París. En total hubo, al parecer, 16594 ejecuciones, aunque es difícil establecer el balance de las víctimas del Terror: habría que añadir las de las masacres de setiembre, los fusilados de las ciudades rebeldes y los ahogados de Nantes, sin olvidar a los vendeanos.


AZOULAY, Martine y otros. Gran Historia Universal Larousse. Las Revoluciones. Larousse, S.A. Santiago. 1999. ANEXO 8 Imagen de La Santa Alianza


BIBIOGRAFÍA

LIBROS 1.

Azoulay, Martine y otros. Gran Historia Universal Larousse. Las Revoluciones. Larousse, S.A. Santiago. 1999.

2.

CASTILLO MORALES, Juan. Historia Universal 3. Edad Contemporánea I. Siglo XIX. Editorial Bruño. Lima. 2009.

3.

Enciclopedia Escolar Interactiva. Editora El Comercio. 2005.

4.

GODECHOT, Jacques. Los Orígenes de la Revolución Francesa. Península, 1ª edición.1974.


5.

Grijalbo. Historia Universal. Ediciones Grijalbo, S.A. Barcelona. 1998.

6.

Grupo La República. Enciclopedia Temática Escolar El Gran Maestro. Q.W. Editores SAC Lima. 2006.

7.

Historia Universal. Ediciones Jalsa. Perú.

8.

Hitos 3. Asociación Editorial Hemisferio. Lima.

9.

Nueva Enciclopedia Autodidáctica. Lexus Editores. Perú. 1997.

10. Nueva Enciclopedia Temática. Editorial Richards. Panamá. 1970. 11. Parramón Ediciones, S.A. Atlas Visual de Historia Universal. Q.W. Editores SAC Lima. 2005. 12. Planeta de Agostini. Enciclopedia Escolar Planeta. Editorial Planeta Colombiana, S.A. Colombia. 2002. 13. Prieto, Fernando. La Revolución Francesa. Ediciones Istmo, S.A. España. 1989. 14. SABOUL, Albert. La Revolución Francesa. Tecnos, S.A. 1ª edición. 1994. 15. ZEBALLOS, Estanislao y otros. El Tesoro de la Juventud. Enciclopedia de Conocimientos. C.H. Simonds Company, Impresores. Boston.


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