Ramón Castilla

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CAPÍTULO I BIOGRAFIA Ramón Castilla tuvo como padres al bonaerense Pedro de Castilla y a Juana Marquesado Romero, tarapaqueña de sangre india. Nació el 31 de Agosto de 1797. Fue presidente de la república en dos ocasiones entre 1845-1852 y 1855-1862.

Ramón Castilla tuvo fuertes rasgos mestizos. Durante su niñez, según el escritor Clemente Markham, trabajó al servicio de su padre como leñador y tuvo que hacer viajes al desierto para recoger pedazos de leña que caían de los algarrobos.

En el año 1807 Ramón Castilla, a los diez años, viaja a Lima para estudiar con su hermano. Más tarde, continuó sus estudios en Concepción de Chile ayudando a su hermano con su nuevo negocio.

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Como ya antes mencionado, su origen no fue acomodado ni aristocrático. Sin fortuna personal ni virtudes de ideólogo, obtuvo su ascenso en la escena política mediante la carrera militar, a la que ingresó como soldado del ejército del rey en tiempos del Virreinato. Ramón Castilla distaba de ser un hombre ilustrado, pero supo rodearse de intelectuales a quienes premiaba con viajes, nombramientos y pensiones.

El nuevo gobernante estaba mejor vinculado con la élite, con los grupos populares y sus necesidades. Político hábil y pragmático, estaba libre de cualquier prejuicio liberal o conservador. No era un hombre ilustrado, pero supo rodearse de intelectuales a quienes premiaba con becas en el extranjero, puestos en el gobierno y pensiones en el presupuesto. En su discurso se le notaba enérgico con la ley y el orden.

Aunque dispuesto a permitir la discusión política, la existencia de grupos de oposición y hasta cierta medida de fiscalización por parte del Congreso. Su paso por el ejército no solo le despertó una pasión por la vida militar, sino también una línea política nacionalista. En este sentido, desde muy joven se erigió en defensor de la unidad nacional.

Frente a las agresiones del exterior, fueran estos los proyectos de Bolívar o los intentos de Santa Cruz por establecer la confederación peruana – boliviana. Asimismo, su trayectoria como soldado demuestra que tuvo especial aptitud para la estrategia militar.

Cada uno de sus ascensos en el ejército respondió a sus éxitos militares. De otro lado, su arriesgada vida lo hizo testigo y protagonista de traiciones, conspiraciones, batallas, pleitos de cuartel y de indescifrables aventuras. Esto lo convirtió, según sus pasados, en un hombre duro, terco y casi arisco.

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Proyectaba una imagen de energía y firmeza. Tosco en sus maneras y breve en el hablar, no gustaba de conversaciones vacías ni de ideas abstractas. Su carácter era práctico y de decisiones rápidas. Parece haber tenido una gran fuerza de voluntad moldeada por tantos años de peligro constante. Definitivamente era un sobreviviente en una época en que la violencia, el peligro y la deslealtad eran la norma.

En Concepción de Chile hace sus primeros estudios, pero le atraía mas la carrera de la armas y por eso, primero por poco tiempo, participa en las filas realistas. Cuatro años más tarde, en 1816, entra como cadete en el Regimiento Dragones de la Unión.

Con variable éxito hace la campaña hasta Chacabuco. Aquí se ve obligado a emprender la retirada y en el distrito de Las Tablas él y su hermano Leandro son hechos prisioneros. Luego fue enviado a San Luis, al otro lado de la cordillera y después a Buenos Aires. Logra huir a Montevideo y luego pasó a Río de Janeiro; en esta ciudad, el conde Casa Flores, embajador de España le proporciona un pasaporte y en compañía del teniente coronel Fernando Cacho se encamina a Santa Cruz.

En 1817 fue hecho prisionero, pero mas tarde consiguió su liberación ese mismo año, pasó a Río de Janeiro y emprendió en compañía del coronel Fernando Cacho su retorno al Perú vía el Mato-Grosso. Pasó por Chiquitos, Santa Cruz de la sierra, Valle Grande, Chuquisaca, Oruro, La Paz, Puno, Cuzco, Huamanga, Huancavelica, Lunahuaná y Lurín hasta llegar a Lima; atravesando en total 2350 leguas de Selva, Sierra y arenal.

En Lima, el virrey Joaquín de la Pezuela lo destinó al Regimiento “Dragones de la Unión”, establecido en Arequipa; sin embargo fue allí donde abandonó su postura realista y se presentó en Lima ante Torre Tagle y luego ante el Libertador José de San Martín.

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Luego de una serie de Pruebas e interrogatorios fue incorporado a los Húsares de la Legión Peruana como alférez de caballería. No asistió a la batalla de Junín por pertenecer al estado mayor patriota, pero sí a la de Ayacucho, donde resultó herido.

El 7 de Junio de 1818, se presentan ambos al presidente de la audiencia de La Plata, quien los socorre con sus honorarios y les da un nuevo pasaporte. Ramón Castilla y el teniente-coronel se dirigen a La Paz y luego atravesar el Desaguadero, por Juliaca y Sicuani llegan al Cusco. De aquí continuaron hasta Huamanga, Huancavelica y de ahí bajan a Lima.

Pazuela le dio de alta a Ramón Castilla en el Regimiento de Dragones del Perú, pero más adelante se le envió a Arequipa y se enroló en los Dragones de la Unión con Ricafort. Este jefe fue enviado a Guamanga y envió una partida de caballería a Tayaca, la cual cedió al aproximarse a Arenales.

Según Rodríguez Ballesteros, Ramón Castilla fue hecho prisionero en Pasco. Si así fue, quedó en disposición de tal, pero en 1822 ante el cariz que tomaban los acontecimientos, decidió abandonar el ejército español y se sumó a los patriotas de Chancay. San Martín lo acogió bien y le dio de alta en los Húsares de la Legión Peruana. Pasó al norte y poco después se le ascendió a teniente.

Gutiérrez de la Fuente, destacado en Trujillo, dejó a Ramón Castilla en un escuadrón en Santa y él con los otros dos puso preso a Riva Agüero. Ramón Castilla fue enviado a formar a los reclutas, pero luego fue sustituido por Morán. Desde entonces Castilla se distanció de Bolívar al ver el trato que les daba a los peruanos.

Morán había recibido la orden de enviar preso a Ramón Castilla si se resistía y de separarlo del mando, bajo el pretexto de las tropelías que cometía su tropa. Morán cumplió las órdenes y envió a Castilla y con un teniente a Trujillo. En esta ciudad lo metieron preso. Intervino La Fuente y alcanzó que se le pusiera en libertad. 4


Entra a servir en el ejército patriota y hace la campaña de Ayacucho. Después de esta acción tiene que hospitalizarse por las terribles heridas que había recibido. Una vez restablecido, decide pasar a Arequipa en donde gobierna su colega Gutiérrez de la Fuente.

En 1824 ingresó en el ejército de Simón Bolívar, a cuyas órdenes participó en la batalla de Ayacucho, por la que selló su independencia. Decidió servir a la causa de la independencia peruana, por lo que fue incorporado a La Legión Peruana de la Guardia. Con el grado de teniente coronel, hizo que la campaña de Ayacucho como ayudante del Estado Mayor General del Regimiento Húsares de Junín.

En 1825 fue nombrado prefecto de Tarapacá y fue uno de los primeros funcionarios de su categoría en romper con Bolívar, por estar en desacuerdo con la llamada contribución vitalicia. En 1829, pasó a Arequipa, y con otros jefes denuncia los tratos que Santa Cruz favorece para la construcción de la federación del sur.

Ramón Castilla aprisionó al general Aparicio, al prefecto Reyes y otros, pero en Lima no le dan importancia al movimiento y los reyes lo envían a Puno, mientras Pardo de Zela es enviado a Arequipa. Aquí Ramón Castilla en el revuelto mar de pasiones y luchas que se suceden, es quien interviene, pero siempre al lado del orden y de la Constitución.

Después de haber sido perseguido, dominando en Arequipa Orbegoso lo envía de prefecto a Puno. Luego pasó a Lima, donde el presidente Augustín Gamarra le nombró su edecán, y salió hacia Cusco al iniciarse la revolución federalista encabezada por el coronel Escobedo.

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Al censurar la política del presidente Gamarra, fue acusado de conspirar y se le encarceló, pero logró fugarse en 1833 a Lima. Reapareció en Tarapacá, donde respaldó la proclamación del General de Orbegoso como presidente provisional; pasó a Arequipa y luchó en la batalla de Cangallo, siendo ascendido a general de brigada.

Promovido al grado de teniente coronel de caballería y por su amistad con Domingo Nieto, quedó como enemigo de Andrés de Santa Cruz y del proyecto de la confederación Perú-Boliviana. En 1835 se casa en Arequipa con doña Francisca Diez Canseco.

Renunció a la provincia de Puno y se apartó del presidente Luis José de Orbegoso, pasando luego a Chile con otros emigrados peruanos rivales al régimen santacrucino y seguidores de los planes del ministro chileno Diego Portales para acabar con la confederación.

Participó en la primera expedición restauradora comandada por Manuel Blanco Encalada que fracasó en Paucarpata; durante la segunda expedición restauradora, comandada por Manuel Bulnes y al lado de Augustín Gamarra, estuvo en la batalla de Portada de Guía y destacó la actuación de Portada de Guía en la batalla y en la derrota final de Santa Cruz y en la confederación, haciéndose merecedor al ascenso como general de división.

Vinculado al segundo gobierno de Augustín Gamarra, primero como ministro general y luego como ministro de Guerra y Hacienda. Colaboró al presidente en su intento por invadir Bolivia siendo derrotado en la batalla de Ingavi, permaneciendo prisionero en la fortaleza de Oruro.

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Culminada la guerra con Bolivia regresó al Perú y, durante la anarquía militar, se enfrentó a Manuel Ignacio de Vivanco, a quien finalmente derrotó en la batalla del Carmen Alto. De esta manera, el vicepresidente legal, Manuel Menéndez, convoca a elecciones resultando elegido Ramón Castilla a la presidencia de la presidencia de la República.

Al asumir el gobierno en 1845, Ramón Castilla encontró un país en desorden debido a las continuas luchas entre caudillos militares, también se dio cuenta en cuanto a economía que se podía recuperar gracias a los ingresos por la venta del guano en Europa.

El Congreso, ausente desde 1839, volvió al ejército legislativo. Buena época le correspondería entonces a Ramón Castilla. De alguna manera había terminado la inquietud sobre si sabría una entidad peruano-boliviana; en aquella frontera, tan sensible muchos años, volvió la calma, más allá de muchos roces debido a cierta inquina que Castilla guardaría siempre, como recuerdo de algunos agravios soportados cuando sufrió prisión luego del desastre de Ingavi.

Con Ramón Castilla tuvo expresión más tangible la explotación guanera, y el Estado empezó a gozar de cierta bonanza. El nivel alcanzado en su explotación producía a enormes ingresos.

El Régimen de consignaciones establecido para la explotación del fertilizante había logrado asegurar mercados en Europa y en la costa oriental de Estados Unidos. Lamentablemente, se inició también la deplorable costumbre de solicitar préstamos a los consignatarios, que incrementaban así sus grandes beneficios, ya significativos por las altas comisiones que obtenían por las ventas de un producto.

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Los ingresos guaneros iban a permitir a Castilla dar al país un rango del que no había antecedentes. Por un lado hizo frente a la deuda externa, la que no se había podido encarar por la escasez o nulidad de los ingresos del Estado; por otro lado, haría lo propio con la deuda interna.

Poco se ha detenido la labor histórica en reflexionar en torno de cómo pudo permanecer el nuevo Estado, con muy escasos recursos, surgido luego de una prolongada prueba y que, ya independiente, se vio envuelto en numerosos conflictos internacionales, algunos de los cuales vinieron en guerras. Mas la prosperidad, luego de la prolongada lucha interna, trajo estabilidad, y Castilla pudo dar al Perú un sentimiento de orden y progreso.

Ramón Castilla se preocupó por dotar al país de unas fuerzas armadas aliadas del gobernante, mantenerse en el poder en dos oportunidades, manejando las riendas del Estado por más de 10 años, entre 1845-1851 y, posteriormente entre 1855-1862. A la par que el armamento actualizado para el Ejército, pudo dotar también a la Marina de naves modernas: fragatas, bergantines y transportes.

Es significativa, la adquisición del Rímac, primer buque a vapor de nuestra Armada. También adquirió la fragata Amazonas, que alcanzaría nuestras costas durante la administración de Echenique y que daría la vuelta al mundo años más tarde, entre Octubre de 1856 y Mayo de 1859, ya en el segundo gobierno de Castilla.

La época que su gobierno inauguró ha sido llamada la del “apogeo” o “prosperidad falaz”, ya que los ingresos obtenidos por la venta del excremento de aves de nuestro litoral permitieron la ejecución de numerosas obras públicas y una relativa calma política. En efecto, Ramón Castilla y sus asesores quisieron ordenar el país.

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En 1851 levanta una revolución en Arequipa contra el Régimen del general Echenique, y es proclamado presidente provisional en 1854. En su avance hacia Lima, el 5 de Julio de 1854 decretó la abolición del tributo que pagaran los indios.

El 5 de diciembre de 1854, en Huancayo declaró libre a todo hombre que pisara el territorio peruano. Los dueños de los esclavos, sin embargo, no se resignaron fácilmente a quedarse sin ellos. Los consideraban su propiedad y por muchos años lucharon porque la esclavitud no terminara.

La libertad que concedió Ramón Castilla al esclavo significó el final del vínculo jurídico, pero no implicó que terminaran los abatimientos de las personas de raza negra en el Perú, a las cuales la sociedad aún debe servicios y oportunidades que hasta ahora no tuvieron, en igualdad con otros grupos étnicos del país.

Tras la Revolución vino la dictadura, aun cuando Ramón Castilla citara para un congreso que había de dar una nueva constitución, la de 1856. Sobrevino a la revolución de Fermín del Castillo en Lima y sobre todo la de Vivanco en el sur.

Después del triunfo de Yumina sobre San Román, Castilla en persona vino a rodear a Arequipa y en el Carmen Alto derrotó a Vivanco que tuvo que huir. Disuelta la convocación se cita al Congreso y se ordenó a celebrar elecciones.

Gobernó hasta 1858, y luego cuatro años más en calidad de presidente constitucional. Sobreviene en este segundo periodo la guerra con el Ecuador, que dirige el mismo Ramón Castilla y de la cual no tuvo ventajas reales el Perú.

El 28 de Julio de 1860 se reúne la convención que ha de dar al país la constitución de 1860. Ese mismo año Ramón Castilla es objeto de un atentado que por fortuna no le causó sino una herida en un brazo. 9


Antes de terminar su gobierno asaltan su casa con la intención de eliminarlo. También esta vez se salva del peligro y sus enemigos huyen a Chile. En 1864, es elegido senador de Tarapacá y presidente de su Cámara, pero ante la posibilidad de que asumiese la dirección de la corriente patriótica, el gobierno de Juan Antonio Pezet dispuso su destierro a Gibraltar. Reducido a prisión se le embarca y envía a Europa.

En 1866, de vuelta a Tarapacá inició la oposición contra las elecciones que organizaba el general Mariano Ignacio Prado, quien le permite regresar al Perú, pero pronto vuelve otra vez a ser confinado a Chile. Desde este país pasa a Tarapacá, muy quebrantado, lo cual no le impide hacer lo posible por apoyar a la Revolución.

En un viaje por el desierto, cerca de Tibiliche, las fuerzas le abandonaron, y, en brazos de su sobrino Eugenio Castilla, exhala el último suspiro. En 1868 sus restos fueron llevados a Lima y reposan en el Cementerio general Presbítero Maestro.

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CAPITULO II GOBIERNOS 1. Primer Gobierno El 20 de Abril de 1845, Ramón Castilla fue nombrado presidente de la República. Después de la muerte de Augustín Gamarra el Perú había quedado totalmente sumido en una lucha de poderes.

Con la llegada de Ramón Castilla todo cambió, empezó una nueva estabilidad política. Durante su gobierno fueron pagadas las deudas internas y externas del Perú gracias a la exportación del guano por los convenios con la firma británica Anthony Gibbs, que se dedicó a comercializar el guano en el Reino Unido, y después la francesa Montané hizo lo propio en Francia.

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Creó la ley de la consolidación de la deuda interna para poder pagar los gastos peruanos. Logró arreglar la deuda externa con Inglaterra, Chile y Estados Unidos. Pero no pudo con la deuda de la independencia con España.

En el campo internacional se incorporó a la doctrina Monroe. Entre los años 1847 y 1848 convocó al primer congreso americano en Lima, también abrió embajadas en Estados Unidos, Inglaterra, Ecuador, Chile y Bolivia, así como consulados en diversas ciudades de América, Asia y Europa.

En Lima reunió el primer Congreso de Americanistas, entre diciembre de 1847 y marzo de 1848, destinado a buscar la unión entre los pueblos de Latinoamérica y a luchar por su bienestar. Se normalizaron las relaciones con Bolivia,

que

se

habían

visto

debilitadas

como

consecuencia

de

la

Confederación y de la invasión de Gamarra en 1841.

Hizo frente a la expedición de Juan Flores, general ecuatoriano y ex-presidente de Ecuador, que, en complicidad con el gobierno español, quería levantar en algún pueblo de América un trono para un príncipe español. Ramón Castilla dejó fundado que “cualquier ataque a algún estado americano, debe considerarse como ataque a todos; por tanto, todos deben acudir a su defensa”. Dicha expedición, que se preparaba en 1846, terminó en un fracaso.

1.1.

Reordenamiento económico Ramón Castilla se encargó de ordenar por segunda vez la economía nacional por medio del Primer Presupuesto Estatal entre los años 1845 y 1846. Este presupuesto mostró un déficit del 30% como resultado de las deudas que el Perú tenía desde inicios de la República.

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Con lo obtenido de las ventas del guano, Ramón Castilla decidió iniciar con los trámites para el pago parcial de la deuda externa, la cual ascendía a más de 3 millones de libras esterlinas o 9 millones de pesos, generada a partir de los respaldos solicitados a Inglaterra en 1822

Asimismo inició la cancelación de la deuda interna, la cuál ascendía a más de 4 millones de pesos e involucraba a países extranjeros y a particulares.

1.2.

Obras públicas y política educativa Durante el gobierno de Ramón Castilla se inauguró el primer ferrocarril Lima – Callao, se organizó el correo y se construyó la cárcel de Lima. Se dictó una medida polémica, la cual correspondía a sus pretensiones electorales: ampliar el sufragio universal para mestizos e indígenas analfabetos mayores de edad.

Favoreció la inmigración de coolies chinos, para incrementar el desarrollo de nuestra agricultura. Organizó servicio de correos. Se implantó el primer telar mecánico en 1847 y la primera fábrica de papel periódico.

Se propendió al estudio para la trasmisión de leyes genuinamente peruanas, en reemplazo de los códigos españoles, que hasta entonces hacían regido el campo jurídico de la nación, tales como el Código de Enjuiciamientos y el Código Civil que se promulgó ya en 1852.

Con Inglaterra, ya que este país, siguiendo su política imperialista, se había apoderado de la isla de Lobos de Afuera, alegando que se encontraba en alta mar. La defensa corrió a cargo del canciller José

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Tirado, quien logró el reconocimiento por Inglaterra de nuestra soberanía sobre dichas islas.

Con respecto a la política educativa se promulgó el primer Reglamento de Instrucción Pública para las escuelas y colegios de la República; reivindicando la dirección y administración del proceso educativo al estado. Así fue como se estableció las diferencias entre educación privada y pública.

Se dictaminó la reorganización de la Universidad de San Marcos, del Convictorio de San Carlos y de la Escuela de medicina de San Fernando.

1.3.

Defensa nacional El mejor criterio para fortalecer la defensa nacional peruana fue el equilibrio militar con respecto a los países vecinos, en especial Chile, que había desarrollado una abierta política armamentista.

Debido a la experiencia militar de Ramón Castilla, tuvo la ventaja de saber lo importante que era el dominio del mar. Gracias a ello se incremento la Armada peruana con la adquisición de fragatas, bergantines y un moderno barco de vapor: el Rímac, el cual fue sin duda la compra más espectacular porque fue el primer buque a vapor en el Perú y en toda Sudamérica.

Comprendiendo que un territorio tan extenso como el nuestro, de costas dilatadas y con varios otros Estados como límites, debería contar con los elementos defensivos suficientes que le asegurasen la defensa y mantenimiento de su integridad.

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Se preocupó de dotar a nuestro ejército de armamento y de técnicas modernas adecuados y, por ello, abrió de nuevo el Colegio Militar de Bellavista para la formación de los futuros oficiales.

La política de defensa nacional implicó también una mejora en la instrucción militar, con la creación de un colegio militar y dos escuelas náutica, y mejores condiciones para los soldados.

En Ayacucho, donde decretó la abolición del tributo indígena derrotó por primera vez a Echenique en la batalla de Izcuchaca; luego se fue a Huancayo donde dictaminó la abolición de la esclavitud en el Perú, derrotando finalmente a Echenique en la batalla de la Palma el 5 de enero de 1855.

Ramón Castilla estableció el primer presupuesto de la nación, de dio la primera reforma educativa, se fundó el Archivo General de la Nación y se instaló el alumbrado a gas en Lima. Los presupuestos del primer gobierno le dieron prioridad al pago a militares y burócratas civiles y a la construcción de obras públicas.

Durante su gobierno, Ramón Castilla entregó la comercialización del guano a un grupo de consignatarios asociados bajo el nombre de Compañía de Consignatarios Nacionales. Ellos pasaron a tener el control de la venta del guano en el mercado inglés y consiguieron acumular grandes fortunas.

El sistema de consignación fue fuertemente criticado por la prensa nacional debido a las alteraciones en los contratos y la acumulación de la exportación del guano. Esto generó una crisis estatal, pues mientras los adelantos provocaron la pérdida de casi la mitad de las ganancias del Estado.

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2. Segundo Gobierno En su segunda presidencia, Ramón Castilla hizo también que fuera beneficiosa para el país, aunque ocurrieron durante él algunas rebeliones internas y conflictos con Ecuador. Realizó diversas reformas, entre ellas destaca la sexta constitución del Perú.

2.1.

La Revolución liberal de Castilla Fue Ramón Castilla

quien

finalmente encabezó

la pretendida

Revolución moralizadora y liberal de 1854. El viejo caudillo contando con el apoyo de los departamentos del sur y de los grupos populares que esperaban diversos requerimientos, se alzó en Arequipa y con sus tropas pasó al Cusco, siguiendo hacia Ayacucho, donde decretó la abolición definitiva del tributo indígena.

2.2.

Política Internacional En el campo internacional estalló la guerra con el Ecuador, que luego de un victorioso desembarco peruano en Guayaquil culminó con la firma del tratado de Mapasingue.

Con respecto a su política americanista ayudó económicamente a Nicaragua y Costa Rica frente a las pretensiones del filibustero norteamericano William Walker quien frustró los planes del presidente ecuatoriano Gabriel García Moreno en formar con ambos países el Reino Unido de los Andes.

Protestó contra la invasión española de Santo Domingo y envió ayuda diplomática contra la intervención francesa en México que colocó a Maximiliano de Habsburgo como emperador. 16


2.3.

Política Americanista de Castilla A través de sus gobiernos, Ramón Castilla respaldó una política de unión, vínculos y acercamiento entre los países americanos, que al promediar el siglo XIX, se veían amenazados por las pretensiones de países europeos que deseaban intervenir en los asuntos de nuestra América libre. Teniendo como objetivo el afianzamiento solidario continental, Castilla realizó lo siguiente: a. La firma de Washington El 9 de Noviembre de 1856, de un tratado de alianza entre Perú, México, Venezuela, Colombia, Costa Rica y Guatemala para hacer frente a las pretensiones de países europeos.

b. Firma en Santiago de Chile El 9 de Septiembre de 1856, de un pacto de unión entre Perú, Chile y Ecuador.

c. Protesta contra España En este sentido, Ramón Castilla apoyó la guerra iniciada en 1861 por los dominicanos contra el dominio español e invitó a los pueblos americanos a efectuar

una acción conjunta contra este país

europeo.

d. Ayuda a Nicaragua Ramón Castilla hizo gestiones diplomáticas con dinero, frente a la agresión del filibustero norteamericano Walker.

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e. Protesta contra la agresión a México En 1861, Francia y España se unieron para declararle la guerra a México. En este aspecto fue enviado el diplomático don Nicolás Corpancho, quien ofreció al gobierno de Benito Juárez todo género de ayuda en su lucha contra el emperador francés Napoleón III.

Todos estos hechos afirmaron la política americanista e internacional de Ramón Castilla, quien hizo de nuestro país la primera potencia militar en esta parte del continente. Sin embargo, no aprovechó de esta situación para desenvolver una política de agresión ni expansionismo; sino que procuró la unión, la solidaridad y la defensa común de los pueblos de América.

2.4.

Proyección a la Amazonía Para evitar reclamos de Ecuador sobre la región de Maynas, Castilla aplicó una política destinada a la ocupación efectiva del territorio amazónico, por lo cual creó un nuevo departamento: Loreto. Asimismo, impulsó la navegación del Río Amazonas con fines comerciales de colonización.

2.5.

Políticas sociales Poco antes de asumir la presidencia, Ramón Castilla anunció la abolición de la contribución indígena y la esclavitud. Ambas medidas tuvieron impacto en la economía peruana, pues el estado dejó de percibir anualmente casi un millón y medio de pesos por causa del tributo. Tuvo que pagar a cada propietario 300 pesos por esclavo, que sumaban 20 mil antes de su liberación.

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Ramón Castilla fue por otra parte un activo promotor de proyectos de inmigración europea. En el año 1856 se desató en Arequipa una rebelión contra Castilla por otorgar demasiadas libertades al congreso. Esta situación la aprovechó para asentar su autoridad y promulgar la constitución de 1860. Asimismo, impulsó la navegación del Río Amazonas con fines comerciales y de colonización.

“El castillismo era un complejo sistema de dones y contradones que establecía una alianza asociante y mutuamente favorable entre los poderes locales y el poder central. En el mismo la pieza clave estuvo conformada por la lealtad de la burocracia militar y civil.” Basadre, Jorge. Historia de la República del Perú. Editorial El Comercio. Lima-Perú. Año 2005. El autor quiso decir que la forma de gobierno de Ramón Castilla fue aceptada por todos los poderes del estado y que estuvieron de acuerdo con las decisiones que tomaba.

2.6.

La Prosperidad en Lima Gracias a los increíbles ingresos que se lograron gracias al guano, Ramón Castilla pudo realizar obras de infraestructura que modernizaron Lima.

Durante su gobierno se inauguró el alumbrado de gas de la Plaza de Armas y se estableció el servicio de agua potable en lugares públicos, además de todo eso se arregló el paseo de los Descalzos y se construyó el Mercado Central de Lima. Esta fue una de sus obras más importantes, ya que los antiguos mercadillos de la ciudad daban mal aspecto a la ciudad.

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Ramón Castilla también instaló el primer telégrafo y el uso del timbre postal. Asimismo, llevó a cabo la construcción del nuevo ferrocarril Lima – Chorrillos y de los muelles del Callao, Chorrillos, Pisco y Paita.

2.7.

Obras públicas Entre sus numerosas obras públicas están el Mapa General de Perú realizado por Mariano Felipe Paz Soldán. El primer censo general de la República que llegó a un total de 2 487 916 habitantes.

Promulgó la Constitución moderada de 1860 que volvió al sistema de la votación indirecta, la integración del Congreso mediante dos cámaras, diputados y senadores. Prohibió la relección presidencial y estableció como mínimo 25 años para ser diputado y 30 para senador. Esta constitución fue la de mayor duración, ya que nos rigió hasta 1920.

Creó el departamento de Loreto y adquirió buques nuevos para la navegación: Morona, Pastaza, Napo y Putumayo. También restableció el Régimen de las municipalidades; se inauguró la cárcel de Lima y se abrieron varios centros penitenciarios al interior del país; se instaló el nuevo servicio de agua potable en Lima.

Inauguró los monumentos de Cristóbal Colón y Simón Bolívar en Lima; se implantó el uso de estampillas en Octubre de 1857. Dio el primer Reglamento de Carruajes y por último la embarcación peruana Lorthon dio la vuelta al mundo.

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Estableció el alumbrado público de gas en nuestra capital. Estableció el primer telégrafo inalámbrico en América del Sur, cuya línea se extendió entre Lima y Callao. El navío “Amazonas”, bajo el mando del almirante José Boterín, dio la vuelta al mundo relievando la imagen y prestigio de nuestro país

En el campo educativo se promulgó el nuevo Reglamento de Instrucción Pública que establecía la enseñanza primaria en las escuelas, la media para quienes podían recibir una cultura liberal o se preparaban para seguir una formación profesional, y la especial para las universidades y escuelas e institutos como el Instituto Militar, la Escuela Náutica, la Escuela de Minería y la escuela de Agricultura.

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CONCLUSIONES

1. Ramón Castilla es un buen ejemplo a seguir, porque a pesar de que no venía de una clase alta ni tenía antecedentes políticos, él logró la presidencia en el Perú y esto es un hecho que marcó la historia del Perú. 2. Conocía, como pocos, todo el país, sus gentes y sus diversas realidades. Esa ventaja le hacía comprender sobre lo posible y lo práctico para el país. Su personalidad, dominante y todopoderosa, lo hacía actuar sin restricciones cuando tomaba una decisión. 3. Gobernó entre 1845-1851, siendo el primer presidente en completar los seis años de mandato constitucional que la Constitución de 1839, promulgada en Huancayo tras la derrota de la confederación, había establecido. 4. Su primer gobierno es considerado un hito corporativo en la historia política peruana, ya que establecer una política particular de alianzas con liberales y conservadores le permitió controlar las tensiones entre los perfiles en los que se había dividido el país desde la independencia. 5. Sus dos gobiernos se caracterizan por ser centralistas y personalistas, estilo que determinó la formación de la cultura política peruana. 6. Ramón Castilla fue en muchos sentidos un caudillo típico de pos-libertad 7. El primer objetivo del gobierno de Ramón Castilla fue construir un clima de estabilidad política en el Perú. Para ello, estableció acuerdos con los diversos sectores políticos y perdonó a sus antiguos rivales. 8. El 5 de Diciembre de 1854, en Huancayo firmó el histórico decreto declarando el fin de la esclavitud en el Perú; por este hecho, Ramón Castilla fue llamado El Libertador. 9. El gobierno del mariscal Ramón Castilla convocó a las primeras elecciones con voto popular directo realizadas en el Perú, para elegir a los diputados de la Convención Nacional.

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10. Ramón Castilla hizo grandes cambios en el Perú en muchos aspectos como la economía, la política, diferentes obras públicas, etc. y estas fueron un ejemplo a seguir para los posteriores gobernantes.

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BIBIOGRAFÍA

LIBROS 1.

Recopilado en: BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú [1822-1933] Tomo 4. Editorial El Comercio. Lima-Perú. Año 2005.

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Recopilado en: CORTÉS, Guillermo. Historia Visual del Perú. Editorial El Comercio. Lima-Perú. Año 2004.

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Recopilado en: Departamento de Creación. Grandes Forjadores del Perú. D’vinni editorial Ltda. Año 2001.

4.

Recopilado en: Diccionario Enciclopédico Color. Editorial Lexus. BarcelonaEspaña. Año 1996.

5.

Recopilado en: Diccionario Nauta de Biografías. Editorial Nauta. BarcelonaEspaña. Año 1996.

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Recopilado en: Enciclopedia escolar interactiva. Editorial El Comercio. Lima-Perú. Año 2005.

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Recopilado en: GISPERT, Carlos. Diccionario de Biografías. Editorial Océano. Barcelona-España. Año 2003

8.

Recopilado en: Gran Enciclopedia del mundo. Editorial Marín. Buenos AiresArgentina. Año 1962.

9.

Recopilado en: MEJÍA, Cecilia. Historia, Geografía y Economía 3. Editorial Santillana. Lima-Perú. Año 2011.

10. Recopilado en: MILLA, Carlos. Diccionario Histórico y Biográfico del Perú. Editorial Milla Batres. Barcelona-España. Año 1986.

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