Rayuela 3: Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes.

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DIRECTORIO

Consejo Editorial Honorario John Mill Ackerman Rose Universidad Nacional Autónoma de México Fernando Aguilar Avilés Universidad Nacional Autónoma de México Rosío Arroyo Casanova Universidad Nacional Autónoma de México Erick Gómez Tagle López Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Margarita Griesbach Guizar Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia Miriam I. Gutiérrez Prieto Asociación Psicoanalítica de Orientación Lacaniana Nicté Fabiola Escárzaga Universidad Autónoma Metropolitana José Antonio Núñez Mora Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey - Campus Ciudad de México José Antonio Pérez Islas Universidad Nacional Autónoma de México Alba Luz Robles Mendoza Universidad Nacional Autónoma de México Tania Rodríguez Mora Universidad Autónoma de la Ciudad de México Gerardo Sauri Suárez Comisión de Derechos Humanos del DF Úrsula Zurita Rivera Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

Programa de Familias Programa de Niño en Riesgo y Trabajador Irene Viridiana Sánchez Morales Centro Comunitario Morelos Coordinación Centro Morelos Román Díaz Salgado Programa de Calle José Alberto Mayorga Martínez Programa de Niño en Riesgo y Trabajador Elizabeth Gómez Luna Programa de Familias Administración de Centro Miriam Sánchez Cedillo Apoyos Generales Julia García Zamora Centro Comunitario Xochimilco Coordinación Centro Xochimilco Bertha Bocanegra Hernández Programa de Niño en Riesgo y Trabajador Maribel Martínez Ambriz Programa de Familias Leslye Pamela Arellano López Programa de Calle Héctor Ávila Cabrera Apoyo General Lilia Isabel Olguín Ramón

Directorio ednica IAP Patronato Presidenta Fabiola Zermeño Núñez Tesorera Rocío Saldaña García Secretaria Mónica Cervantes Ramírez Vocales Moisés Vidales Reyes Gabriela Espinosa de los Monteros Basulto Equipo de Trabajo Dirección General Gabriel I. Rojas Arenaza Desarrollo Institucional Teresa Gómez Velarde Comunicación Social María de Lourdes Carrera Sánchez Emmanuel Soriano Morales Procuración de Recursos Violaine Dulín Derechos Humanos Rocío Morales Salazar Área de Contabilidad Maricela Muñohierro Cruz Área de Administración Araceli Gutiérrez González Soporte Técnico Ricardo Olvera Flores Mensajería y Apoyos Generales Andrés González Ortega Isabel Olivares Montero Centro Comunitario Ajusco Coordinación CEI Angélica Yniesta Hernández Programa de Calle Mayra Eréndira Reyes Esparza

Editor ednica IAP Coordinación General Gabriel I. Rojas Arenaza María de Lourdes Carrera Sánchez Coordinación del Proyecto Emmanuel Soriano Morales Diseño de Portada Yadira S. Caballero Jiménez Diseño de Interiores y Formación Digital Yadira S. Caballero Jiménez Emmanuel Soriano Morales Corrección de Estilo Aleida Galmiche Alvídrez Emmanuel Soriano Morales . Revista Iberoamericana sobre Niñez y Juventud en Lucha por sus Derechos, Año 2, No. 3, noviembre - mayo 2010, es una publicación semestral editada por ednica IAP. Totonacas Mz, 23. Lte, 15. Col. Ajusco. Del. Coyoacán. C.P. 04300, México, D.F, Tel, 5618 - 4900 / 5338-3278, www.ednica.org.mx, revista.rayuela@ednica. org.mx. Editor responsable: ednica IAP, Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04 - 2009 - 080617155700 - 102, ISNN: Trámite en registro. Licitud de Título, Trámite en registro, Licitud de Contenido, Trámite en registro, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX, Trámite en registro. Impresa en los talleres gráficos de Tipográfica, S. A. de C. V. Imagen 26. Col. Lomas de San Ángel Inn. Tel. 5683 - 0606, este número se terminó de imprimir en noviembre de 2010 con un tiraje de 1 000 ejempalres. Los textos que aquí se publican son responsabilidad exclusiva de sus autores. El contenido de puede ser reproducido siempre que se cite la fuente y se haga sin fines de lucro.


ÍNDICE Año. 2. Número. 3. Noviembre 2010

Historia Espacios para reparar: Una experiencia de trabajo en situaciones de ESCNNA en el norte de Chile Alejandra Cruz Dávila desde Chile ... 7 Abriendo los ojos a la ESCI en Puerto Vallarta: El comienzo de un trabajo entre gobierno y sociedad Laura Alicia Aguilar González ... 12

Modelos, Redes y Sustentabilidad Cuenta quien Cuenta sobre la equidad de género Mabel María de Agostini Pinna y María Noel Guidali Leunda desde Uruguay ... 17

Género y Equidad Violencia de género y maltrato infantil Lucía Alicia Cruz Yáñez ... 23 La necesidad de un replanteamiento en la Explotación Sexual Comercial de niños y adolescentes varones Osvaldo Muñoz Vargas desde Costa Rica ... 29 Niñez, perspectiva de género y medios de comunicación en México Narce Dalia Santibañez Alejandre y Estephanye Reyes Aguiñaga ... 34

Ensayos y Coyunturas Primeros acontecimientos en torno de la Educación Especial (1774 - 1936) Daniel Bernal González y Martha Elba Alarcón Armendáriz ... 41 El incumplimiento del derecho a la educación en México Bertha Bocanegra Hernández ... 47 Marcas del paso en la educación básica en los ahora adultos Alejandro Espinosa Yáñez ... 53 Participación de la niñez, adolescencia y juventud, un derecho para todas y todos Maribel Martínez Ambriz ... 66 Niños en condición de calle, una mirada desde el sociopsicoanalisis María Guadalupe Rosete Mohedano ... 71 Niñez y adolescencia: El derecho a la salud, balances y perspectivas Guillermina Arenas Montaño y Magdaleno Santillán Acosta ... 78

Dossier La Explotación Sexual Comercial de niños y niñas en México Elena Azaola Garrido ... 83 ESCNNA y conflicto armado en Colombia Nelson E. Rivera Reyes desde Colombia ... 91 Sandra Víctor Núñez Jaime ... 99 La Explotación Sexual Comercial Infantil: Una visión del problema en Latinoamérica Dimitri N. Senmache Artola desde Perú ... 105 La Explotación Sexual Comercial Infantil y los derechos de los niños Una “violación” por parte del Estado Leonardo Bastida Aguilar ... 115


Caracterización del problema de la explotación sexual, trata interna y la utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía en Paraguay Celeste Houdin, Elizabeth Duré y Cristiano Morsolin desde Paraguay ... 120 Entre la explotación sexual y la empatía: Dilemas que enfrentan los y las adolescentes Anel H. Gómez San Luis ... 131 Nuevos escenarios y nuevas miradas sobre un viejo problema: la ESCNNA Florencia Barindelli y Víctor Giorgi desde Uruguay ... 139 Trata de personas y explotación sexual de la niñez en México Erick Gómez Tagle López ... 146 Carreras delictivas sexuales en jóvenes con prácticas abusivas tempranas Rodrigo Venegas Cárdenas desde Chile ... 153 Informe Alternativo relativo a la venta de los niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía ECPAT México ... 162 Una nueva visión para los niños y adolescentes víctimas de abuso y explotación sexual Maria Eneide Teixeira y Vera Lúcia A Anastácio desde Brasil ... 171 La ESCNNA en el contexto de la migración irregular fronteriza Jorge Estrada Silva desde Nicaragua ... 176

Legislación y Políticas Públicas Políticas de prevención y atención de la violencia familiar: Un saldo pendiente con la infancia Elsa Herrera Bautista ... 185 Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia (LEPINA) Ismelda Villacorta de Rivera desde El Salvador ... 195

Testimonios Avatares de la calle Román Díaz Salgado ... 205

Expresiones Niñas y niños trabajadores oaxaqueños se expresan a través de la fotografía Valeria Mari desde Argentina ... 209

Obra Fotográfica Niñas y niños miembros de familias jornaleras migrantes Itzel Adriana Becerra Pedraza ... 217

Entrevistas Trata de personas, explotación sexual e instituciones fracturadas, entrevista con Mario Luis Fuentes Alcalá Gabriel I. Rojas Arenaza ... 227

Aleph Prevención y atención del acoso sexual escolar Programa Institucional de Estudios de Género - FES Iztacala ... 235


Editorial

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a trata de personas y la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESCNNA) constituyen un fenómeno con larga existencia en el mundo. Como suele pasar con otras problemáticas similares, la trata y la ESCNNA estaban ahí, las ignoramos – gobiernos, medios de comunicación, cuerpos de seguridad, entre otros actores – y crecieron de tal forma que ahora se han constituido como la tercera industria ilegal a nivel mundial, debido al volumen de recursos financieros que manejan y producen. Esta violación a todos los derechos humanos tiene como principales víctimas a niñas y niños, por supuesto también a mujeres de, prácticamente, todas las edades y oríRINJLD presentamos distingenes. En este tercer número de tas miradas sobre este enorme problema, pero sobre todo, abrimos la puerta para mostrar el trabajo de diversas organizaciones de sociedad civil que han enfocado su tarea en la construcción de diversas iniciativas para enfrentar, quizá resolver, el problema que hemos señalado. RINAsimismo, esta entrega cuenta – por primera vez en JLD – con la participación de Chile, Brasil y Nicaragua; desde Viña del Mar, Paicabí (Corporación de Promoción y Apoyo a la Infancia), desde Belo Horizonte la organización Circo de Todo Mundo (Centro de Recreación, Atención y Defensa del Niño y Adolescente) y desde Managua el pedagogo Jorge Estrada Silva comparten una amplia visión y reflexión sobre la ESCNNA desde sus espacios de trabajo. En el Dossier, Nelson E. Rivera Reyes muestra la multidimensionalidad de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en relación con diferentes escenarios y actores generadores dentro del conflicto armado en Colombia; por su parte el periodista mexicano Víctor Núñez Jaime presenta la historia de una adolescente guatemalteca migrante, victima de la trata de personas con fines de explotación sexual en México. Celeste Houdin, Elizabeth Duré y Cristiano Morsolin analizan el problema de la explotación sexual, la trata interna y la utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía dentro del Paraguay, mediante un acercamiento a la realidad vivida por este sector de la población. Dentro de la sección de Ensayos y Coyunturas contamos con dos textos producidos desde ednica, el primero escrito por la coordinadora del Centro Comunitario Xochimilco, Bertha Bocanegra Hernández, quien reflexiona sobre la situación actual del derecho a la educación en México; por su cuenta Maribel Martínez Ambriz, responsable del Programa Niño en Riesgo y Trabajador en Xochimilco aborda el tema de la participación de la niñez y la adolescencia a partir del trabajo llevamos a cabo con la niñez en situación de calle. En Testimonios compartimos el sentir de cinco jóvenes que viven en calle y que participan de los programas del Centro Comunitario ednica – Morelos. En Modelos, Redes y Sustentabilidad damos continuidad al trabajo realizado por las docentes uruguayas Mabel María de Agostini Pinna y María Noel Guidali Leunda, quienes a partir de su experiencia con el Programa de Alfabetización con la Familia: Cuenta quien Cuenta han puesto en marcha un nuevo modelo cuyo eje es la perspectiva sobre


la equidad de género, así surge el Programa Cuenta quien Cuenta sobre la equidad de género. Dentro de Legislación y Políticas Públicas, contamos con la participación, desde El Salvador, de la FESPAD (Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho) quien comparte su perspectiva sobre los aspectos más sobresalientes de la reciente Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LEPINA). La ley reconoce al niño, niña y adolescente como sujeto de derechos, establece mecanismos y procedimientos idóneos para su tutela, construye un Sistema de Protección con instancias jurídicas y administrativas, entre otros aspectos relevantes. En Expresiones difundimos el trabajo artístico de los niños y niñas que participan de los programas de CANICA A.C (Centro de Apoyo al Niño de la calle de Oaxaca). 18 fotografías que retoman diversos aspectos de su vida cotidiana y familiar, y que son parte de una colección de tarjetas postales producto de un taller de fotografía participativa impartido por Valeria Mari, voluntaria argentina. Dentro de la sección de Obra Fotográfica compartimos la mirada de Itzel Adriana Becerra Pedraza doctorante en Socioantropología del Desarrollo” por el Instituto de Estudios del Desarrollo Económico y Social (IEDES) de la Universidad de París. La muestra fotográfica tiene como objetivo dar cuenta de la vida cotidiana de niñas y niños miembros de familias jornaleras migrantes, en la región de los valles agrícolas en Sinaloa (México). En Aleph difundimos los ocho primeros lugares de la convocatoria, emitida por el Programa Institucional de Estudios de Género de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (UNAM), para concursar en el diseño de carteles sobre prevención y atención del acoso sexual escolar y/o laboral. Los carteles son parte del Programa de Trabajo Institucional sobre Prevención, Identificación y Atención del Acoso Sexual, la cual fue pensada para ofrecer medidas de seguridad y favorecer denuncias relacionadas con el acoso sexual dentro del recinto universitario. En ednica tenemos la certeza de que en cada uno de los textos, los y las lectoras encontrarán motivos para acercarse al trabajo de las instituciones y personas que con su trabajo buscan que niños y niñas ejerzan sus derechos. Así, les invitamos, una vez más, a recorrer las RINJLD. páginas de

Gabriel I. Rojas Arenaza Director de ednica IAP


Historia

ESPACIOS PARA REPARAR: Una experiencia de trabajo en situaciones de ESCNNA en el norte de Chile Alejandra Cruz Dávila Introducción

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a Corporación de Promoción y Apoyo a la Infancia ONG Paicabi, ubicada en la Región de Valparaíso, Chile, ha implementado en conjunto con el Servicio Nacional de Menores del mismo país, tres Centros de Atención Reparatoria para Niños, Niñas y Adolescentes víctimas de Explotación Sexual Comercial, a partir del año 2004. Al respecto es importante señalar que sólo un año antes, es decir el año 2003, Chile cuenta con el primer estudio nacional1 desarrollado específicamente para conocer la situación del país en cuanto a la detección y/o reporte de casos de Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes, siendo una problemática que llega a afectar a casi 4 mil niños y niñas, aún cuando su visibilización es muy reciente. El presente artículo tiene por objetivo dar a conocer la experiencia del Centro Aruna ubicado en la ciudad costera de La Serena en la Región de Coquimbo, a 472 Km., al norte de la Capital de Chile, Santiago. En las próximas líneas se espera dar a conocer tanto las características de los niños y niñas que han sido atendidos a través de esta iniciativa como los efectos que se generan en sus vidas a partir de la posibilidad de poder acceder a un espacio que promueve la reparación de las consecuencias asociadas a las vivencias de Explotación Sexual Comercial.

Antecedentes del Centro Aruna Aruna es una palabra del “Rapa Nui”, lengua de los habitantes de la Isla de Pascua, que significa “hacia arriba”; trabajamos por un mundo en el cual niños, niñas y jóvenes puedan alcanzar libremente el punto más alto de sus aspiraciones. Los orígenes del Centro Aruna se remontan al mes de abril del año 2005, en el marco de los lineamientos técnicos establecidos por el Servicio Nacional de Menores; su

Psicóloga y Licenciada en Psicología de la Universidad de Valparaíso (UVAL). Desde el año 1998 forma parte de la ONG Paicabi participando en la implementación de proyectos de reparación en Maltrato Infantil Grave, Abuso Sexual y Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes. Actualmente se encuentra a cargo de coordinar el trabajo del Equipo Psicosociojurídico del Centro Aruna. 1 Organización Internacional del Trabajo (OIT), Universidad De Artes Y Ciencias Sociales (ARCIS) y Servicio Nacional de Menores (SENAME). Estudio de la explotación sexual comercial infantil y adolescente en Chile. Lima: OIT/ Oficina Regional para las Américas / Programa IPEC Sudamérica. 2004. 154 p. Serie: Documento de Trabajo. 191.

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objetivo central es: “contribuir de manera ambulatoria a la restitución de los derechos vulnerados de niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual comercial infantil, por medio de un proceso de intervención multidimensional”. Para cumplir con la misión encomendada el equipo del Centro Aruna se conforma por trabajadores sociales, psicólogos, educadores y un abogado, quienes articulan un trabajo interdisciplinario tendiente a lograr: “la interrupción y/o disminución significativa de las prácticas de explotación sexual, la resignificación del daño asociado a la experiencia de grave vulneración vivida, así como la integración familiar y social, contribuyendo con ello al fortalecimiento de recursos y al establecimiento de mejores condiciones de bienestar integral”.

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Tras 5 años de funcionamiento, el equipo del Centro Aruna logra observar, en su breve pero intensa historia de implementación, que cada año ha estado marcado por hitos muy significativos que muestran el acercamiento progresivo a la realidad de la Explotación de Niños y Niñas, la que se muestra de manera oculta y fragmentada a los ojos del mundo institucional. El primer año ha sido identificado como“La Construcción de un Desafío”, pues con sólo algunos pocos insumos, derivados de algunas experiencias e investigaciones, el equipo del Centro comienza a instalar en la red institucional y comunitaria el fenómeno de la Explotación Sexual de Niños y Niñas como una realidad factible de ser abordada tanto en el nivel de la denuncia como en lo que respecta a la habilitación de condiciones de seguridad y protección para el sano desarrollo de niños y niñas. A partir del segundo año se logra profundizar en las historias vitales de cada uno de los niños y niñas que fueron llegando al Centro derivados desde diversas instancias institucionales, previamente entrenadas en la detección de situaciones de explotación. Este período estuvo caracterizado por un permanente proceso de “Crecimiento y Conocimiento” mutuo, a partir del cual aparecen múltiples dificultades de acercamiento a los mismos niños y niñas quienes se muestran esquivos ante la posibilidad de recibir ayuda. Hacia el tercer año las experiencias acumuladas permiten al equipo del Centro Aruna “Enfrentar la Consolidación” de un espacio capaz de acoger una realidad tan compleja como dolorosa, el cual poco a poco comienza a ser considerando por los niños y niñas como un espacio en el cual se sienten aceptados y no enjuiciados. Sin embargo, en el cuarto año de funcionamiento el fenómeno de la explotación se nos muestra como una “Realidad Dinámica y Cambiante” frente a la cual es necesario flexibilizar al máximo las metodologías de atención. Finalmente, el quinto año del Centro Aruna está fuertemente marcado por instancias de “Intercambio de Experiencias” a través de las cuales se busca el permanente contacto con las redes institucionales y comunitarias, constituyéndose en un ámbito fundamental para abordar la compleja realidad a la base de las prácticas de explotación.

Algunos alcances respecto al concepto de ESCNNA El Equipo del Centro Aruna entiende las prácticas de Explotación de niños, niñas y adolescentes como un fenómeno dinámico y por ende sólo es posible referirse a ellas en términos de un continuo que va desde la menor probabilidad de ocurrencia de Explotación hasta una mayor probabilidad de ocurrir las mismas, existiendo indicadores (tanto directos como indirectos) que permiten articular en mayor o menor medida dicha probabilidad de ocurrencia y sobre los cuales se centra la reparación. A este respecto es necesario mencionar que en la experiencia del Centro Aruna sólo un tercio de los niños y niñas atendidos realiza inicialmente un relato explícito de las situaciones de explotación, motivo por el cual ha sido necesario apoyar las acciones sobre la secuencia de indicadores que sustentan el riesgo en el que se encuentra ese niño o niña. Esta manera de concebir el fenómeno ha facilitado el acercamiento a los niños y niñas en tanto existen mayores oportunidades de construir un motivo de atención compartido a partir del cual poder acceder a un proceso de reparación de manera progresiva.


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Principales aspectos observados en el proceso de Reparación de Niños, Niñas y Adolescentes víctimas de ESC: algunas de sus características y percepciones Durante el último año de ejecución del Centro Aruna (período comprendido entre el mes de septiembre de 2009 y agosto de 2010), los Niños, Niñas y Adolescentes atendidos corresponden en su mayoría a mujeres, llegando a alcanzar el 79% de los casos, mientras que los varones atendidos llegan al 21% de los casos. Respecto de esta variable, es posible señalar que durante los años anteriores de funcionamiento del presente proyecto, la proporción de niñas atendidas versus niños, se ha mantenido en este rango, no observándose mayores variaciones al respecto. Por otro lado, los niños, niñas y adolescentes atendidos en este período tienen en promedio 13 años de edad. No obstante lo anterior, el promedio de edad al ingreso de los niños y niñas al Centro Aruna ha ido disminuyendo en el transcurso de los años. Al respecto es posible mencionar que el Centro Aruna, dentro de sus diversas estrategias de sensibilización ha ido formando a las redes en cuanto a la importancia de detectar tempranamente las situaciones de Explotación Sexual Comercial que puede estar afectando a niños y niñas, con el objetivo de llegar oportunamente con alternativas de reparación que puedan ser adecuadamente recibidas por los niños y niñas y sus familias. A diferencia de lo que ha ocurrido en años anteriores, la escolaridad de los niños, niñas y adolescentes atendidos en este período se encuentra en correlación con las edades que presentan, siendo mayoritariamente casos que se encuentran escolarizados en el segundo ciclo básico. No obstante lo anterior, existe una variable de medición más difícil pero que es de relevancia mencionar: la relación con la permanencia de los niños y niñas en los sistemas educacionales formales, en este sentido se ha encontrando un alto porcentaje de casos en los cuales la rotación escolar así como la asistencia cíclica a clases, pone en riesgo la estabilidad escolar, lo que conlleva la búsqueda de alternativas de nivelación a través de exámenes libres, como una forma de amortiguar los diversos efectos derivados del retraso escolar. Por otro lado, en cuanto a los casos que han egresado en este período, es posible señalar que su tiempo promedio de permanencia en meses es de 25, lo cual se ajusta muy cercanamente a lo establecido por las normativas técnicas del Servicio Nacional de Menores que establecen como plazo de la intervención 24 meses. La permanencia de las niñas tiende a ser un poco mayor que la de los varones, con lo cual se incrementa levemente el promedio por sobre lo establecido. En este período ha sido altamente frecuente la variable de presencia de mayoría de edad al egreso (18 años), llegando a presentarse casi en la mitad de los casos. Esta variable es relevante de analizar en perspectiva ya que durante un período del proyecto existió una tendencia de ingresos con edades por sobre los 16 años, ante lo cual era altamente probable proyectar egresos encima de la mayoría de edad considerando 24 meses de atención. Al respecto, y retomando la variable de la edad de los niños y niñas vigentes en atención, actualmente la proyección de cumplimiento de mayoría de edad durante el tratamiento disminuye considerablemente. Resulta interesante efectuar una mirada histórica de los egresos presentados en períodos anteriores de manera de comparar variables de género, edad al ingreso versus egreso y promedio de permanencia en atención. En términos generales, la frecuencia de niñas tiende a ser históricamente mayor que la de los varones, siendo en el año 2006 donde se acercan más estas frecuencias. Por otro lado, se observa que los tres primeros años de funcionamiento del proyecto fueron años de ajuste en cuanto a la aplicación del modelo de intervención especializado, toda vez que se originaron casos que egresaron tempranamente, dado que no estaban adecuadamente focalizados o bien no era pertinente su intervención a más largo plazo. Sólo a partir del año 2008 se comienza a observar egresos con procesos ya finalizados. Resulta relevante mencionar que en la mayor parte de los niños, niñas y adolescentes atendidos (75%), se identifica como adulto de referencia a una figura femenina, sea ésta la madre, abuela u otras figuras como madrastra o tutora. Con menor frecuencia es posible observar a figuras masculinas

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en algún momento de la intervención, observándose sólo en un 4% de los casos. No obstante ello, existe otro 4% de casos en los cuales aparece una figura masculina junto a la figura materna. Por otro lado, en un porcentaje no menor de casos (13%) resulta muy difícil identificar a algún referente en el proceso de intervención, en tanto figura estable y/o interesada de conocer del proceso del niño o niña. En estos casos es muy frecuente encontrar una suerte de rotación de los chicos por distintos lugares, manteniendo una permanente condición de riesgo y desprotección. Además durante el último año ha sido posible estudiar una variable que no se presentó en la etapa inicial del proyecto: la relación con la presencia de situación de embarazo o hijos/as durante la atención, en este sentido se observa que un 21 % de las niñas lo ha presentado mientras que en los varones no se reporta en ningún caso esta situación (ya sea porque no existe o porque no es reconocida). En relación a la emergencia de esta variable, el Centro Aruna ha implementado una serie de recursos profesionales y de infraestructura con el objetivo de integrarla en cada acción que se realiza, promoviendo la temprana y oportuna protección de este grupo de niños y niñas que participa indirectamente de esta atención, por ejemplo: talleres para madres adolescentes, alianzas con el programa Chile Crece Contigo (impulsado en el Gobierno de la Ex Presidenta Michelle Bachelet para proteger a los niños y niñas en sus primeros años de vida), implementación de espacio de juegos para bebés o niños/as pequeños, etc. De manera emergente el equipo del Centro Aruna ha logrado medir en el último tiempo las situaciones en que existe una condición de homosexualidad reconocida y/o asumida, en tanto los jóvenes se refieren explícitamente a esta condición además de desenvolverse en coherencia con ella. Cabe señalar que a pesar de que esta situación se observa tanto en mujeres como varones, la frecuencia es mayor en este segundo grupo. Por otro lado, la totalidad de estos casos presentan edades por sobre los 16 años, siendo el 75% de ellos mayores de edad en la actualidad. Al explorar en algunos casos de niños, niñas y adolescentes que han finalizado sus procesos de reparación, es posible observar que si bien es cierto que inicialmente la interrupción de prácticas de Explotación Sexual Comercial se relaciona directamente con las acciones de control y/o protección tales como inserción a un sistema residencial o monitoreo activo de parte de un adulto de referencia, hacia la finalización del proceso de reparación la interrupción se vincula estrechamente con los procesos internos (capacidad de mirarse) que logran hacer niños y niñas, los que se reflejan en las siguientes frases: “cuando me daban consejos yo no los escuchaba pero ahora me doy cuenta que eso me hacía mal” / “al principio yo no sabía a qué iba a ese lugar (local nocturno) y ahora me da vergüenza” / “yo era muy desordenada y callejera pero ahora me miro y estoy más cambiada”. Por otro lado, los niños y niñas refieren como base el apoyo familiar incondicional a pesar de las dificultades, constituyéndose en una fuente básica de valoración y estima, llegando a recuperar la sensación de sentirse parte de algo: “esto me sirvió para que mi mamá me comprendiera y para proyectarme de nuevo con mi familia” / “lo más importante para mí es que se acuerden de mí”. Si bien es cierto, se privilegia la activación de recursos en las redes familiares consanguíneas, existen situaciones en las cuales los niños y niñas van proponiendo redes familiares alternativas, las cuales surgen desde lazos espontáneos que ellos construyen y que permiten en definitiva extender y enriquecer su red de soporte. Asimismo, a través de entrevistas de seguimiento con los niños, niñas y adolescentes que han finalizado sus procesos de reparación, se han logrado visualizar algunas variables que aparecen como muy significativas para ellos/as durante el proceso de reparación que experimentaron durante su atención en el Centro Aruna y que se sintetizan a continuación: a) Contar con un espacio cercano, cálido y acogedor donde llegar a conversar; b) Que exista disponibilidad de las personas para escucharlos y ayudarlos; c) Que se generen instancias a través de las cuales se logren acercar a sus familias; d) Contar con la posibilidad de encontrase con otros niños y niñas para compartir y apoyarse; e) Que sean visualizados como personas únicas con historias y características particulares (sin cuestionamientos)


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y f) Contar con un espacio donde hacer lo que les gusta (pintar, compartir, escuchar música, navegar en Internet, etc.). Finalmente, durante el transcurso del último año se han desarrollado experiencias inéditas tanto en lo que respecta a la atención específica de las necesidades de niños como de niñas como con la oportuna integración de ambos géneros bajo una perspectiva de integración y complementariedad. Estas experiencias dicen relación por un lado con Talleres orientados a favorecer espacios para trabajar aspectos específicos de la sexualidad de niños y niñas como por ejemplo: Taller para Madres Adolescentes y Taller para la Prevención del VIH - SIDA y las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual). Y, por otro lado, a través de un Programa de Participación Juvenil, que se inicia el año 2009, se logra construir un espacio conjunto con niños, niñas y jóvenes a través del cual interactúen en complemento y de acuerdo a sus intereses particulares como seres humanos más allá de una condición de género previamente establecida; de hecho este grupo integra de manera activa a jóvenes (mujeres y varones) que presentan condición de homosexualidad, conviviendo en respecto y armonía con el resto de sus pares.

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ABRIENDO LOS OJOS A LA ESCI EN PUERTO VALLARTA: El comienzo de un trabajo entre gobierno y sociedad Laura Alicia Aguilar González Introducción

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rocurando viajar hacia el pasado y con ello recrear un análisis retrospectivo de cómo nació una nueva conciencia colectiva en Puerto Vallarta (Guadalajara – México), intentaré dar forma a la cronología de sucesos que dieron cauce a una forma de intervención comunitaria que sólo se puede entender a través de la coordinación entre el gobierno y la sociedad civil organizada. La hoy extinta Fundación Por Nuestros Niños A.C., junto con académicos, empresarios, profesionales del turismo, religiosos, políticos y organizaciones civiles, trazó la ruta que años más tarde se convertiría en la intervención directa del gobierno local en su lucha contra la Explotación Sexual Comercial Infantil. El análisis retrospectivo está basado en sucesos publicados en diferentes medios, testimonios de la sociedad civil, historias de vida de víctimas de la ESCI, reuniones de la sociedad con gobernantes, información de la primer campaña preventiva y mi trabajo de intervención comunitaria en calle desde el verano de 1999 al año 2004 fecha en que la Fundación Por Nuestros Niños A.C., dejó de operar.

La identificación del problema El concepto de turismo sexual infantil empieza a identificarse a nivel global en los años 80´s, sin embargo es hasta 1999 que en Puerto Vallarta, la sociedad lo identifica como tal a pesar de que en 1996, se había realizado el Congreso Mundial de Estocolmo que reunió por primera vez a representantes de 122 países para analizar el fenómeno. En los congresos mundiales se dimensionó el concepto de Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) dejando a un lado el tema del “sexo turismo infantil” por considerarse inapropiado para definir el flagelo. La ESCI se identifica con cuatro vertientes: la pornografía infantil, prostitución de niños y niñas, turismo sexual que afecta a la niñez y tráfico de niños con fines sexuales. De ésta manera, el turismo sexual contra niños pasa a ser sólo una

Licenciada en Turismo por la Universidad de Guadalajara con Maestría en Cooperación y Bienestar Social por la Universidad de Oviedo, España. Socia fundadora de Por Nuestros Niños A.C. (2000), movimiento de prevención ante la Explotación Sexual Comercial Infantil en Puerto Vallarta. Invitada por la Organización Mundial del Turismo (2003) para aplicar el primer modelo educativo de prevención ante la ESCI para niños y jóvenes. Académica de la Universidad de Guadalajara, actualmente realiza su tesis doctoral: “Implicaciones de la ESCI en la imagen de destino turístico, el caso Puerto Vallarta”.


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parte de la fotografía completa del fenómeno. Cabe aclarar, que el turismo como actividad socioeconómica y cultural, no es el responsable de la ESCI, pero sí un vehículo para que los pederastas se desplacen libremente por el mundo, con la complacencia de autoridades corruptas y mafias organizadas.

El destino turístico enciende sus focos rojos Puerto Vallarta, tiene en su hermoso malecón junto al mar, el lugar preferido por turistas y locales para dar un paseo a cualquier hora del día. Se observan estampas diferentes, desde la imagen de personas conversando, comiendo frutas, viendo el atardecer o escuchando a un músico urbano, hasta el retumbar de la vida nocturna. Es ahí donde empieza a escribirse la historia de decenas de niños que sobreviviendo en las calles se convirtieron en blanco perfecto de pederastas extranjeros y cómplices nacionales que posiblemente desde hacía más de 10 años, fomentaban la práctica de la prostitución de niños y niñas encubiertos bajo una imagen de filántropos sin que la comunidad local ni el gobierno reaccionaran. Sin embargo el caso que atrajo la atención de los medios y la comunidad (junio 1999) fue acerca de dos niños locales hijos de familia – un niño de origen extranjero y el otro mexicano – que fueron abusados sexualmente por un residente estadounidense que les enganchó con la oferta de un videojuego de moda . El pederasta y su cómplice fueron puestos en libertad bajo fianza días después con el apoyo de un abogado y una Juez local generando una gran indignación en la sociedad y los medios de comunicación, quienes publicaron por primera vez en la historia de la ciudad, un caso de abuso sexual infantil perpetrado por un residente extranjero de quien se sospechaba que utilizaba niños para comercializar la pornografía infantil, delito identificado hasta ese momento como corrupción de menores de edad y considerado no grave en el código penal.

Los niños de la playa 13

En esa época, los promotores infantiles del DIF Municipal, reportaron a la institución lo que a todas luces serían los primeros casos de prostitución de niños y niñas conocidos en Puerto Vallarta. Se trataba de niños y niñas entre los 7 y 14 años que habían migrado de diferentes lugares como León Guanajuato, Guadalajara, y varios poblados Nayaritas huyendo de sus familias desintegradas e inmersas en la pobreza extrema. A esos niños se les sumaron otros más que vivían en la ciudad, pero sobrevivían la mayor parte del tiempo en la calle pasando a formar el grupo denominado por ellos mismos “los niños de la playa” ó “los niños del rosita” en referencia al nombre del hotel ubicado frente a las lanchas pesqueras donde ellos solían dormir. El número de niños era superior a los 25, nunca se tuvo un registro exacto de ellos ya que en ocasiones se identificaban a sólo 10, posteriormente a más de 25 y en ocasiones a más de 40. Narraba un niño de León Guanajuato que en su ciudad de origen donde sobrevivía lavando coches y pidiendo comida en la calle, conoció a dos personas que pasaron en un vehículo invitándole a conocer Puerto Vallarta. Fue así como decidió cambiar las calles de la ciudad por una playa donde todas las noches había gente a quien podían pedir dinero o comida, y unas lanchas donde los pescadores le permitían dormir en ocasiones. Cada uno de esos niños compartía sus historias de abandono paterno, abusos sexuales anteriores, desprotección de la familia y expulsión de hogar. Sumado a ésa estancia desprotegida en la calle, la utilización de drogas los convirtieron en blanco fácil de explotadores sexuales y los intermediarios proxenetas.

Video testimonial La relación constante de una promotora de calle del DIF con los niños , hizo que sus experiencias se fueran transmitiendo y llegaran a oídos de un comunicólogo académico del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara (CUCOSTA) quien sensible al tema, realizó un video testimonial con esos niños en


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el que narraban el modo de operar de otro pederasta estadounidense que años anteriores había llegado a vivir a Puerto Vallarta, identificándose como un filántropo e inversionista conocido por muchas personas de la comunidad. El Centro Universitario de la Costa a través de su Rector, manifestó públicamente el rechazo al fenómeno de la prostitución de niños y niñas en los medios impresos locales mientras de manera casi simultánea se presentaba el video testimonial a los regidores y presidente municipal de la ciudad, quienes a pesar de mostrar asombro por lo ahí narrado, no tomaron decisiones de ninguna índole. El presunto pederasta de alta posición económica acudía con frecuencia a la zona turística del malecón en altas horas de la noche contando con la complicidad de otro jovencito que hacía el papel de intermediario acostumbrando llevar a los niños a comer a restaurantes. Aquí cabe resaltar que dentro del perfil del pederasta, la Declaración del Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de los Niños plantea que éstos delincuentes, utilizan a niños para su satisfacción sexual a cambio de una remuneración en dinero o en especie al niño y racionaliza su comportamiento basándose en la incorrecta suposición de que está ayudando al niño salvándole del hambre o la pobreza.

La sociedad se organiza, el gobierno lo niega

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Fue en Octubre de ese mismo año que una representante de la FIASEET (Federación Internacional de Asociaciones y Ejecutivas en Empresas Turísticas) es invitada por CONFETUR A.C (Convivencia Femenina de Turismo) a impartir una conferencia con el tema del Sexo Turismo Infantil, causando una fuerte impresión en la audiencia formada por tomadores de decisiones de la ciudad, entre los que destacaban presidentes de asociaciones, empresarios, hoteleros, organizaciones civiles, representantes de iglesias, comunicadores, universitarios, diputados, funcionarios de gobierno y sociedad civil. Históricamente hablando, fue un momento importante en la vida de la sociedad Vallartense ya que se hablaba abiertamente de ese fenómeno, del perfil del pederasta, de estadística, de destinos turísticos con prostitución de niños y niñas, del trabajo de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y de las leyes del código penal que consideraba el delito como no grave. Es ahí donde nace ahí el movimiento Por Nuestros Niños A.C., liderado por el trabajo de académicos de la Universidad de Guadalajara y ejecutivas de CONFETUR A.C., quienes desde la óptica del turismo, enfrentaron el problema del turismo sexual en Puerto Vallarta. Durante las primeras reuniones la participación del DIF Municipal fue notoria, sin embargo el Alcalde en turno, evitó sumarse a la causa pues consideraba que el tema de la prostitución de niños y niñas era un rumor que alarmaba a la sociedad y generaba una imagen negativa del destino turístico. Meses más tarde, durante el año 2000 se tuvo en claro el porqué de la indiferencia del Alcalde: conocía al presunto pederasta que prostituía a los “niños del rosita” ya que ese mismo año proyectaba la construcción de un albergue para niños de la calle y un hotel adjunto en la zona turística de Mismaloya. (Ambas instalaciones eran conectadas por un puente). Una manera en que el pederasta podía darle confiabilidad al proyecto del albergue era creando su propia asociación civil llamada Los Niños de Vallarta A.C., que se constituyó legalmente con el objeto social de dar apoyo a los niños de la calle con un modelo de intervención comunitaria , algo que definitivamente estaba lejos de creerse.

Cambio de gobierno, reacción favorable Finalizado el gobierno municipal que negaba la existencia del fenómeno, en enero del 2001 inicia una nueva gestión a quien Por Nuestros Niños A.C., presenta la información de los casos conocidos como prostitución de niños y niñas en Puerto Vallarta. La reacción del DIF y el Alcalde fue positiva reconociendo por primera vez que existía la Explotación Sexual Infantil en Puerto Vallarta y apoyando el trabajo colectivo de Por Nuestros Niños A.C., en la tarea de prevención ante la ESCI,


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creando una campaĂąa de concientizaciĂłn y coordinando esfuerzos con el DIF, Seguridad PĂşblica y muchas otras organizaciones que se integraron a las reuniones de trabajo dirigidas por el propio alcalde. Hasta ese momento, no se sabĂ­a de la denuncia contra el pederasta que estaba interponiendo la organizaciĂłn civil Frente Pro Derechos Humanos A.C., quien la presentĂł en febrero del 2001, prĂĄcticamente a la par de que se hiciera una visita de inspecciĂłn por parte del Alcalde, el DIF, Regidores y miembros de la asociaciĂłn Por Nuestros NiĂąos A.C., al albergue Los NiĂąos de Vallarta. Para su gran asombro, fueron recibidos por el presunto pederasta quien les mostrĂł las instalaciones y el proyecto. Era interesante observar que hasta ese momento, ningĂşn medio periodĂ­stico habĂ­a conocido personalmente al presunto pederasta, mucho menos habĂ­an publicado una fotografĂ­a suya. De alguna manera, por la forma en que las cosas iban sucediendo, el caso del estadounidense parecĂ­a ser parte de un mito urbano o incluso habĂ­a quienes deseaban que todo siguiera en la cultura del rumor.

El reportaje escĂĄndalo Los rumores llegaron a oĂ­dos de la televisora mĂĄs influyente del paĂ­s quien a travĂŠs de un reconocido periodista local, establecieron contacto con Por Nuestros NiĂąos A.C., para informarles que producirĂ­an un reportaje sobre el caso del pederasta estadounidense. Realizaron una serie de entrevistas a la persona que interpuso la denuncia, a las vĂ­ctimas de prostituciĂłn, al proxeneta que enganchaba a los niĂąos, a empresarios de turismo y a gente local; sin embargo el matiz amarillista que se le dio a la serie de tres reportajes arrojĂł una reacciĂłn negativa por parte de la comunidad turĂ­stica ya que la imagen del destino turĂ­stico no era la que deseaban transmitir sino la de un destino turĂ­stico que se ocupa de un problema social. Cuando un problema como la ESCI en el turismo se reconoce y atiende, los destinos turĂ­sticos ganan el respeto de la comunidad internacional y del turista que los visita. Pero si ese problema se ve exaltado en una nota sensacionalista, impacta de manera negativa a su imagen y genera una confrontaciĂłn entre los empresarios, el gobierno y la sociedad civil. El pederasta estadounidense fue apresado en el aĂąo 2002 en Tailandia y extraditado a MĂŠxico donde actualmente cumple su condena en el penal de Puerto Vallarta. Desde ese tiempo hasta la fecha, mĂĄs de 10 pederastas extranjeros han sido detenidos, algunos de ellos juzgados y otros han salido libres bajo fianza.

Modelo de intervenciĂłn de Por Nuestros NiĂąos A.C. Desde su inicio, la FundaciĂłn Por Nuestros NiĂąos A.C., planteĂł su objeto social como una organizaciĂłn enfocada en la concientizaciĂłn de la poblaciĂłn con respecto a la necesidad de hacer valer los Derechos Humanos de los niĂąos y las niĂąas contenidos en la DeclaraciĂłn Universal de los Derechos de los niĂąos y establecer lĂ­neas de protecciĂłn en contra de la ESCI fomentando una cultura educativa y de autoprotecciĂłn a los niĂąos ante ĂŠste fenĂłmeno. Como asociaciĂłn civil se organizaron bajo un esquema de un trabajo multidisciplinario con ejes centrales como: s #ONCIENTIZACIĂ˜N A LOS PRESTADORES DE SERVICIOS TURĂ“STICOS s PrevenciĂłn a travĂŠs de programas educativos (dirigido a los niĂąos y adolescentes). s $IFUSIĂ˜N DE CAMPAĂ—AS PERMANENTES Y VINCULACIĂ˜N CON LA COMUNIDAD DIrigido a la comunidad local). El modelo educativo creado por Cinthia Messer acadĂŠmica estadounidense, llamado ProtecciĂłn de los niĂąos contra la explotaciĂłn sexual en el turismo fue aplicado por primera vez en el mundo en Puerto Vallarta a travĂŠs de Por Nuestros NiĂąos A.C. Este modelo educativo en el formato de taller, fue subvencionado por la OrganizaciĂłn Mundial del Turismo en el aĂąo 2003 y tenĂ­a como objetivo identificar el fenĂłmeno claramente a los adolescentes, prevenir el delito y fomentar la denuncia.

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El taller fue aplicado a 200 adolescentes y una vez aplicado, se preparó una ponencia para el Congreso Internacional de Costa Rica ese mismo año. Posteriormente, Por Nuestros Niños A.C., recibió una invitación para coordinar un curso - taller en San Andrés Isla, Colombia, con el objetivo de trabajar el tema de prevención para jóvenes.

Gobierno y sociedad por un bien común

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Uno de los logros más relevantes de la Fundación Por Nuestros Niños A.C., fue atraer la atención del gobierno local que institucionalizó la primera campaña preventiva contra la ESCI(2001- 2002), logrando informar y sensibilizar a la comunidad sobre la existencia del fenómeno en la ciudad. Los materiales que se distribuían a través de carteles, calcomanías, folletos y mantas centraban su atención en la frase Puerto Vallarta unido en contra de la Explotación Sexual Comercial Infantil. De manera simultánea en la Ciudad de México, iniciaba una campaña muy puntual en contra de la Prostitución y Pornografía Infantil avalada por la UNICEF, la PGR, Sistema DIF Federal, el Instituto Nacional de las Mujeres y la Organización Internacional del Trabajo empleando el lema: “Abre los ojos, pero no cierres la boca” que instaba a la sociedad a denunciar éste tipo de delitos antes la autoridad. A nivel internacional desde el año 2000 la campaña era liderada por el Grupo de Acción de la OMT bajo el nombre Protección a la Infancia contra la Explotación Sexual en el Turismo, misma que a su vez era financiada por la Unión Europea y dirigida por la más grande de las organizaciones civiles luchando contra el flagelo: ECPAT que por sus siglas en inglés significa fin a la prostitución infantil en el turismo. Esta organización civil nació a principios de los años noventas en Tailandia ante la extrema urgencia de combatir la prostitución de niños y niñas en destinos turísticos de Asia. Hoy en día, su misión ha sido extendida en países de los cinco continentes. En la actualidad, Puerto Vallarta a través del Sistema DIF Municipal, cuenta con un área de atención a la ESCI de manera específica. Sus avances son lentos debido a los pocos recursos tanto humanos como materiales que se le destinan, sin embargo, es de reconocer que una vez que las organizaciones civiles inician un trabajo colectivo para confrontar problemas sociales (es éste caso como la ESCI) y el Gobierno atiende la problemática de manera institucional, se puede hablar de un gran avance.

Conclusión La ESCI en sus cuatro vertientes: prostitución, pornografía, turismo sexual y tráfico de niños con motivos de explotación, ha entrado en diferentes procesos de evolución legislativa, en 10 años ha habido avances pero el camino todavía es largo. Los pederastas al ser conscientes de que se les vigila más, se han vuelto más escurridizos, se mueven por países donde la legislación es laxa, donde la pobreza es latente y donde el sistema político es más corrupto. Estos delincuentes sexuales van a la caza de la desigualdad social y pareciera que el monstruo de la ESCI tiene mil cabezas. Es una historia cruel, dura y difícil de entender. Sólo quienes tienen conciencia del bien superior saben que el combate será largo pero habrá valido la pena si se evita que a los niños les sea rota su inocencia y su espíritu.


SOBRE LA EQUIDAD DE GÉNERO “La mĂĄxima participaciĂłn de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un paĂ­s, el bienestar del mundo y la causa de la pazâ€?. ConvenciĂłn para la EliminaciĂłn de cualquier forma de DiscriminaciĂłn contra las Mujeres

Modelos, Redes y Sustentabilidad

CUENTA QUIEN CUENTA

Mabel MarĂ­a de Agostini Pinna MarĂ­a Noel Guidali Leunda JustificaciĂłn del proyecto

L

as razones que dan inicio a este proyecto refieren a dos cuestiones centrales que tienen su origen en la experiencia de implementaciĂłn en PaysandĂş (Uruguay) del Programa de AlfabetizaciĂłn con la Familia Cuenta quien Cuenta1. Las mismas refieren a: 1. La identificaciĂłn de diversas formas de violencia y discriminaciĂłn hacia la mujer constatadas en las familias de los sectores mĂĄs pobres – tanto a nivel suburbano de la ciudad de PaysandĂş como a nivel de pequeĂąas localidades rurales – en el marco de la realizaciĂłn del mencionado Programa; y 2. Nuestro convencimiento de las potencialidades de la metodologĂ­a desarrollada para abordar la problemĂĄtica seĂąalada precedentemente, convencimiento que se fundamenta en que dicha metodologĂ­a de trabajo, converge con principios claves para el abordaje de la perspectiva de gĂŠnero. Entre ellos destacamos: s ,A PROBLEMATIZACIĂ˜N DE LA SUBJETIVIDAD s ,A INCLUSIĂ˜N DEL SABER Y EL LENGUAJE CORPORAL s ,A CRĂ“TICA DE LA VIDA COTIDIANA s %L RESPETO DE LAS DIFERENCIAS

Docente uruguaya. Especialista en AnimaciĂłn a la lectura. Co - autora y Coordinadora del Programa de AlfabetizaciĂłn con la Familia Cuenta Quien Cuenta. Ha escrito y publicado varios artĂ­culos acadĂŠmicos en la revista Quehacer Educativo de la FederaciĂłn Uruguaya de Magisterio. Actualmente es Coordinadora de Talleres de AnimaciĂłn a la lectura con niĂąos y adolescentes en centros barriales, en el medio rural y urbano de PaysandĂş. Contacto: nachilucho@hotmail.com. Docente uruguaya. Ha coordinado diversas experiencias de EducaciĂłn no Formal en las ĂĄreas de FormaciĂłn Juvenil Ciudadana, Juego y Aprendizaje y EducaciĂłn Popular. Ha publicado diversos artĂ­culos en revistas educativas nacionales. Co - autora y Coordinadora del Programa de AlfabetizaciĂłn con la Familia Cuenta Quien Cuenta. Actualmente es Coordinadora de Talleres de AnimaciĂłn a la Lectura con niĂąos y adolescentes en centros barriales, en el medio rural y urbano de PaysandĂş. Contacto: guidali@adinet.com.uy. 1

Mabel MarĂ­a de Agostini y MarĂ­a Noel Guidali. Cuenta quien Cuenta., en: Revista Rayuela. Mayo. No.2. 2010., p. 13.

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s ,A CONTEXTUALIZACIĂ˜N s %L RESCATE DEL SABER PRODUCTO DE LA EXPERIENCIA s ,A SOCIALIZACIĂ˜N DE LOS CONOCIMIENTOS s #REACIĂ˜N DE ESPACIOS GRUPALES QUE PERMITEN UNA PRODUCCIĂ˜N COLECTIVA Y un pensar plural, etc.

Antecedentes

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La identificación de estas cuestiones surge a partir de la realización - durante los aùos 2007 a 2009 – del Programa de Alfabetización con la Familia Cuenta quien Cuenta desarrollado por la Intendencia de Paysandú en los 9 Centros Comunitarios de Educación Infantil (CCEI - CAIF), dependientes de la misma y de INAU (Instituto del Niùo y Adolescente del Uruguay), ubicados tanto en las zonas urbanas, suburbanas y rurales de Paysandú. El objetivo del mismo era contribuir a generar procesos de equidad e inclusión social y cultural, favoreciendo el fortalecimiento de la calidad de la educación de las poblaciones en situación de vulnerabilidad, a travÊs del involucramiento de las familias en el proceso de alfabetización y socialización de sus hijos e hijas. El Programa de Alfabetización Cuenta quien Cuenta propone una conceptualización sobre la participación de la familia en aquellos procesos que consolidan los lazos afectivos y sociales que cimentan la personalidad del niùo y la niùa y le permiten desarrollar procesos de socialización en ambientes de convivencia saludables. La familia es - o al menos puede ser - agente de su propio desarrollo, de sus propios cambios y capaz de elaborar objetivos propios, metas específicas para cuyo logro utilizan estrategias, recursos y procedimientos, que son aportados por todos sus miembros o se van tomando de la propia historia o del entorno en que la familia se desenvuelve. En tanto estos recursos y procedimientos - que sí poseen las familias - no sean para muchas de ellas suficientes para hacer frente a la complejidad social en que vivimos, urge la implementación de intervenciones sistemåticas que empoderen a cada familia en el conocimiento de sus derechos como hombre, como mujer y como niùo y niùa a partir de sus propios saberes.

La familia en la construcciĂłn de la identidad de gĂŠnero Los trabajos realizados en el marco del Programa comprendieron el desarrollo de mĂĄs de 90 Talleres, lo que implicĂł la participaciĂłn de mĂĄs 600 referentes familiares (de los cuales el 97, 5% eran mujeres). El perfil general de estas mujeres participantes fue: s ,A MAYORĂ“A ERAN MUJERES JĂ˜VENES EL TENĂ“A ENTRE Y AĂ—OS s 3E TRATABA DE MUJERES MAYORITARIAMENTE CON BAJA ESCOLARIDAD TAN SĂ˜LO EL 54% presentaba educaciĂłn primaria completa). s %N TĂ?RMINOS OCUPACIONALES LA ENORME MAYORĂ“A EL SE REPORTABAN como amas de casa. s !PROXIMADAMENTE UNA CUARTA PARTE ERAN JEFAS DE HOGAR En el trabajo realizado con esta poblaciĂłn durante el Programa y particularmente el focalizado en torno a los cuentos cuya temĂĄtica referĂ­a a la participaciĂłn de la mujer en las decisiones familiares2; la distribuciĂłn de los roles de hombre y mujer en el seno familiar3 o la discriminaciĂłn sufrida por las mujeres en el ĂĄmbito laboral4 pudimos constatar en general tanto un fuerte nivel de aceptaciĂłn acrĂ­tica de los roles tradicionales asignados a las mujeres como la expresiĂłn de dificultades y temores para poder generar cambios en dichas situaciones.

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Anthony Browne. El libro de los cerdos. MĂŠxico. Fondo de Cultura EconĂłmica. 2003. Eric Maddern. Una vaca en el tejado. Barcelona. Blume. 2006. 4 Geoffroy de Pennart. SofĂ­a, la vaca que amaba la mĂşsica. EspaĂąa. Corimbo. 2006. 3


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Como lo han señalado múltiples autores, “…la familia es el lugar de la construcción de identidad, sin el otro, es imposible que exista el yo, sin lazos o relaciones no existe psiquismo unificado. La familia constituye entonces el compromiso de cada uno con un proyecto relacional que se construye en un determinado tiempo y espacio y que define por lo tanto los valores que en cada unidad familiar se ponen en juego. La familia se constituye así como el primer paso importante hacia la cultura, al organizar el sistema de valores, la manera de pensar y de comportarse de sus miembros, de acuerdo a la pertenencia cultural”.

La familia es claramente el primer contexto de aprendizaje para las personas; en este sentido, es importante aclarar que en su seno aprenden no sólo los niños sino también los adultos; ella contribuye a la socialización de los hijos e hijas en relación a los valores socialmente aceptados. Esta enculturación (como así ha dado en llamarse)consiste en la transmisión de representaciones y valores colectivos, indispensables para el desarrollo y la adaptación de los niños y niñas. Partimos de que los valores, las reglas, los ritos familiares están al servicio de la estabilidad familiar, funcionan como sello de identidad para las distintas familias, están al servicio del sentido de pertenencia. Este “modelo familiar” comprende tanto la forma en que se organizan las familias, cómo se dividen las tareas, qué expectativas se tienen de los miembros de la familia. Los valores, actitudes y expectativas que de esta forma se transmiten constituyen lo que algunos autores (Cremin, 1976; Bloom, 1981) han llamado “currículum del hogar”. Este currículum del hogar no está escrito (a diferencia del escolar) pero cuenta con objetivos, contenidos, “metodologías” que determinan la seña de identidad de cada familia, y contribuyen a generar la identidad y los aprendizajes en cada uno de sus miembros. Partimos de que los valores son elementos centrales en el sistema de creencias de las personas, puesto que nos orientan en la vida, nos hacen comprender y estimar a los demás, pero también se relacionan con la imagen que vamos construyendo de nosotros mismos y se relacionan con el sentimiento sobre nuestros roles y competencias sociales. En ese sentido, entendemos que sin madres y padres que se sensibilicen, reflexionen y actúen sobre la igualdad de género en el seno de sus familias, resultará extremadamente difícil generar un cambio real y sustentable en los estereotipos y prácticas sociales de la comunidad. Esta propuesta de abordar la cuestión de género desde la perspectiva familiar parte de considerar a la familia como: 1. Un proyecto vital de existencia común con un proyecto educativo compartido. 2. Un escenario donde se construyen los cimientos de la autoestima. 3. Un contexto de desarrollo tanto para los niños y niñas como para los adultos. 4. Un escenario inter - generacional. 5. Una red de apoyo para los aprendizajes, las transiciones y las crisis.

¿Qué pretende el Programa en relación a la equidad de género? La estrategia de abordaje procura brindar oportunidades a las mujeres más pobres, quienes han sido generalmente invisibilizadas, apuntando a crear condiciones y espacios de concientización y participación de las mismas, en los diversos ámbitos sociales, culturales y económicos. El Programa trata de responder a la crisis actual de legitimidad de las desigualdades de género, creando espacios de reflexión - acción en busca de una serie de transformaciones y redefiniciones de los lugares sociales de mujeres y hombres, que propicien un momento de construcción de nuevas subjetividades. Se trata de crear condiciones para el ejercicio de una lectura crítica y problematizadora de todos los ámbitos de la vida social, con vistas a visibilizar, analizar y transformar la situación de discriminación de lo femenino.

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Tratándose de una concepción del mundo y de la vida, lo único definitivo es la comprensión de la problemática y el compromiso vital con su transformación. En función de los elementos señalados precedentemente, y procurando aprovechar las potencialidades de la metodología del Programa Cuenta quien Cuenta descrito como antecedente, para empoderar a las familias más desfavorecidas de sus roles socio - educativos, es que nos planteamos el presente proyecto. Objetivo general del proyecto Contribuir a generar procesos de inclusión social y cultural, favoreciendo el fortalecimiento de la equidad de género en las poblaciones en situación de vulnerabilidad, a través del involucramiento de las familias en el proceso de construcción de la identidad de sus hijos e hijas. Objetivo general del proyecto Los diversos objetivos específicos están planteados en función de los diferentes públicos - objetivo del proyecto, a saber: s En relación a las familias participantes: Concientizar a las mismas acerca de la importancia de su rol como primer agente socializador de sus hijos e hijas, involucrándolas activamente en el proceso de construcción de una identidad de género con equidad. s En relación a los docentes y educadores participantes: Promover la incorporación de herramientas conceptuales y metodológicas que faciliten el abordaje de la equidad de género en el trabajo con las familias de sus respectivos centros educativos. 20

s En relación a la comunidad: Sensibilizar a los ciudadanos en relación a la importancia de la equidad de género en el ejercicio igualitario de los derechos sociales, políticos y económicos de los varones y las mujeres.

Resultados esperados Los principales resultados esperados del proyecto refieren a: 1. Las familias participantes (estimadas en 150): Se sensibilizan acerca de la importancia de su rol como modelador de las actitudes y comportamientos de sus hijos e hijas frente a la cuestión del género. 2. Los hijos/as de las familias participantes (estimados en 450): Cuentan con oportunidades de compartir con su familia reflexiones en torno a los arquetipos sociales asociados a la identidad masculina y femenina, así como en relación al impacto de los mismos en las desigualdades de género. 3. Los docentes y educadores de los Centros educativos participantes (estimados en 40): Mejoran sus capacidades de abordaje conceptual y metodológico de la equidad de género en su trabajo regular con las familias. 4. Un grupo de docentes y educadores de la región (estimado en 150): Se sensibiliza en torno a la importancia de incorporar la educación familiar como estrategia de trabajo de cara al desarrollo de la equidad de género. 5. La población residente en las zonas adyacentes a los centros participantes (estimada en 4.000): Accede a materiales creados por las familias participantes que le facilitan un acercamiento primario a la relevancia de la equidad de género en la construcción social.


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Actividades principales Actividades preparatorias y de gestiĂłn s #REACIĂ˜N Y PLANIFICACIĂ˜N DE LAS DINÉMICAS DE TRABAJO A EMPLEAR EN CADA uno de los ocho Talleres de trabajo que componen cada uno de los ciclos del Programa (ver anexo). s !NÉLISIS SELECCIĂ˜N Y ADQUISICIĂ˜N DE LIBROS DE LITERATURA INFANTIL A UTILIZAR EN el desarrollo del Programa. s $ISEĂ—O Y REPRODUCCIĂ˜N DE MATERIALES DE APOYO A UTILIZAR VOLANTES TAPAS de libros; etc.). s %LABORACIĂ˜N DE EVALUACIĂ˜N INICIAL Y FINAL ORIENTADAS A APORTAR ELEMENTOS comparativos del impacto del Programa sobre las ideas, actitudes, preconceptos, etc., vinculadas a la cuestiĂłn de gĂŠnero en el ĂĄmbito familiar. s !CUERDOS INSTITUCIONALES CON LOS #ENTROS EDUCATIVOS PARTICIPANTES s 0RESENTACIĂ˜N PĂžBLICA Y LANZAMIENTO DEL 0ROGRAMA s %LABORACIĂ˜N Y PUBLICACIĂ˜N DE UNA GuĂ­a MetodolĂłgica para el Educador del Programa Cuenta quien Cuenta sobre la equidad de gĂŠnero. Actividades con las familias participantes s 0RESENTACIĂ˜N DEL 0ROGRAMA Y CONVOCATORIA A LAS FAMILIAS s !PLICACIĂ˜N DE EVALUACIĂ˜N INICIAL A LOS PARTICIPANTES s 2EALIZACIĂ˜N DE CUATRO CICLOS DEL 0ROGRAMA DOS EN ZONAS URBANAS Y DOS EN zonas rurales del departamento), con una duraciĂłn de ocho talleres (de dos horas de duraciĂłn cada uno), total: 32 talleres. s 4ALLER LITERARIO DE PRODUCCIĂ˜N DE CUENTOS s $ISEĂ—O GRÉFICO EDICIĂ˜N E IMPRESIĂ˜N DE LOS LIBROS DE CUENTOS CREADOS POR las familias sobre la temĂĄtica de gĂŠnero. s #OORDINACIĂ˜N DE ACTIVIDADES DE CIERRE Y EXTENSIĂ˜N A LA COMUNIDAD POR parte de las familias de cada Centro. s $ISTRIBUCIĂ˜N DE LOS LIBROS DE BOLSILLO EN LUGARES Y EVENTOS PĂžBLICOS s %VALUACIĂ˜N FINAL CON LAS FAMILIAS PARTICIPANTES Actividades con docentes y educadores s 0LANIFICACIĂ˜N Y REALIZACIĂ˜N DE UNA Jornada de FormaciĂłn de educadores multiplicadores del Programa. s 0LANIFICACIĂ˜N COORDINACIĂ˜N Y REALIZACIĂ˜N DE UN Seminario Regional de capacitaciĂłn para Docentes sobre Familia y Equidad de GĂŠnero. s %VALUACIĂ˜N FINAL CON LAS FAMILIAS PARTICIPANTES s 0RESENTACIĂ˜N DE LA EXPERIENCIA REALIZADA EN DIVERSOS EVENTOS EDUCATIVOS tanto a nivel local como nacional y regional.

Anexo 1 Esquema general de talleres que componen un ciclo de Programa ENCUENTROS

CONTENIDO

PresentaciĂłn del Programa a las familias del centro educativo: 1

s 6ALORACIĂ˜N DEL ROL DE LA FAMILIA EN LA CONSTRUCCIĂ˜N DE LA IGUALdad de gĂŠnero. Compartir los principales objetivos y las actividades a realizar. Acordar cronograma y compromiso de participaciĂłn. s !PLICACIĂ˜N DE EVALUACIĂ˜N INICIAL

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Estructura básica de cada Taller: 1) Juegos que dinamizan el encuentro con el cuento y que promueven la motivación a la participación, el fortalecimiento de la autoestima y la construcción de vínculos de confianza entre las familias y con los educadores. 2) Puesta en marcha de estrategias que amplíen los diversos niveles de comprensión de la lectura de los adultos involucrados y desarrollen las relaciones entre el pensamiento y el lenguaje. 3) Lectura de uno de los cuentos seleccionados. Del 2 al 6

4) Espacio de reflexión sobre los valores y mensajes del mismo en torno a, por ejemplo: la participación de la mujer y toma de decisiones, roles en el hogar y la comunidad, dificultad de acceso a las ofertas laborales por su condición de mujer o madre, etc. 5) Taller de compaginación del libro a través de diversas técnicas plásticas. Proyección al hogar: La madre o familiar se compromete a leer el cuento a sus hijos en el transcurso de la semana y antes del próximo encuentro. Al finalizar el Programa cada familia participante cuenta con una colección de 6 libros de cuentos en su hogar.

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Taller literario de producción de cuentos sobre la cuestión de género.

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Actividad de cierre. Extensión a la comunidad: Las familias se organizan para distribuir los libros de bolsillo en lugares públicos. Aplicación de evaluación final.

Reflexiones finales Durante la escucha de los cuentos… “El lector asume el enunciado literario como una construcción que, pese a su carácter ficcional y a no tener una correspondencia directa con lo “real”, tiene la capacidad de representar el mundo cotidiano que le es propio”. (Harris, Donnelly, Guz & Pitt-

Watson, 1986). Este momento nos potencia el convencimiento de que la literatura infantil, lejos de evadir al lector - en este caso mujeres y hombres de contextos muy vulnerables - los reencuentra con su propia realidad, con su propia historia, desacoplando estados mentales y emocionales que favorecen otro tipo de alfabetización. Nos referimos a la alfabetización emocional, proceso imprescindible al momento de crear espacios humanizantes, constructores de ciudadanía.


Y MALTRATO INFANTIL

Género y Equidad

VIOLENCIA DE GÉNERO

Lucía Alicia Cruz Yáñez

E

n los últimos años se han realizado muchos y diversos trabajos científicos acerca de las consecuencias de la violencia de género desde el punto de vista jurídico, social, médico o psicológico y en general sobre las repercusiones de la violencia doméstica sobre las mujeres. Sin embargo, apenas hay estudios que traten de los efectos que esta violencia tiene en las hijas e hijos de las mujeres víctimas, a pesar de que es unánime la opinión de los expertos de que los menores de edad son también víctimas del maltrato a sus madres, y de que la violencia contra la mujer suele ir acompañada de violencia contra los hijos e hijas, perpetuándose así un ciclo de comportamientos destructivos y modelos de conductas negativas en el niño/a que crece en presencia de esos episodios. Es una trágica paradoja que las mujeres y la niñez corran mayores riesgos allí donde deberían disfrutar de mayor seguridad: en su propio hogar. En este sentido, nuestra Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, reconoce en su Exposición de Motivos que “las situaciones de violencia sobre la mujer afectan también a los menores que se encuentran dentro de su entorno familiar, víctimas directas o indirectas de esta violencia”. La Declaración de las Naciones Unidas sobre Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, adoptada por la Asamblea General de la ONU en 1993, proporciona un marco amplio y útil para definir la violencia contra la mujer. En dicha Declaración, se define esta forma de violencia, como “cualquier acto de violencia basada en el género que produzca o pueda producir daños o sufrimientos físicos, sexuales o mentales en la mujer, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto en la vida pública como en la privada”. En la Declaración se dice también, que la violencia contra la mujer abarca, entre otras, “la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el seno de la familia y en la comunidad en general, incluidas las palizas, el abuso sexual de niñas, la violencia relacionada con la dote, la violación marital, la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales dañinas para la mujer, la violencia no conyugal y la violencia relacionada con la explotación, el acoso sexual y la intimidación en el trabajo, en las instituciones educativas y en cualquier otro lugar, el tráfico de mujeres, la prostitución forzada y la violencia perpetrada o tolerada por el Estado”, asociando todas estas formas de violencia a desigualdades de poder entre hombres y mujeres. Por otra parte, la “violencia doméstica” se distingue de la anterior, además del objeto de la violencia, en el contexto donde ocurre, así la violencia doméstica

Profesora de tiempo completo de la carrera de Biología de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala. Obtuvo el grado de licenciatura en Biología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) FES Iztacala; cursó los estudios de la maestría en Programación Neurolíngüística en la UNAM. Integrante del Programa Institucional de Estudios de Género de la FES Iztacala.

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comprende cualquier acto de violencia llevado a cabo por quienes sostienen o han sostenido un vínculo afectivo, conyugal, de pareja, paterno - filial o semejante con la víctima. El maltrato a menores de edad en el entorno doméstico entraría dentro de este último concepto, considerado, según el postulado del Centro Internacional de la Infancia de París, como aquellos actos que privan al niño o niña de sus derechos y libertades, e inciden negativamente en su bienestar y desarrollo integral, causando intenso sufrimiento a el/la menor de edad, cuyos efectos negativos aumentan a medida que la situación se cronifica. Uno de los mitos de la violencia de género es que el maltrato a las mujeres, no supone un riesgo para sus hijos/as; esta idea sin embargo choca con la realidad, puesta de manifiesto, tanto por la frecuencia con la que los comportamientos violentos de los padres maltratadores afectan a los niños y niñas de forma directa, como por los efectos negativos que sobre el desarrollo infantil y adolescente tiene la exposición a situaciones de violencia indirecta. Siguiendo a autores como Espinosa, hay una serie de consecuencias comunes tanto de la exposición directa como la indirecta a la violencia, tanto que, básicamente son las mismas, si bien lo que varía es el origen de éstas, y por tanto, la intervención y el tratamiento que se ha de llevar a cabo para que los miembros más vulnerables de la familia puedan llegar a superar el efecto que tienen sobre el desarrollo de los/as menores de edad, vivir en un entorno familiar nocivo. Las principales consecuencias, en la niñez y en la adolescencia, de la exposición directa e indirecta a situaciones de violencia intrafamiliar se podrían resumir del siguiente modo: a) Directa: Los/as menores de edad experimentan el mismo tipo de actos violentos que la madre esto es insultos, amenazas, humillaciones, desvalorización, manipulación emocional, intimidación, maltrato físico activo (bofetones, patadas, palizas…) y b) Indirecta: Se considera cuando la agresión ocurre en su presencia, y también cuando no estén presentes, pero no pueden tomar distancia de sus progenitores. Oyen disputas, golpes, perciben terror. Pedreira Massa describió el “Círculo Interactivo de la Violencia Familiar”, basándose entre otros, en los trabajos de Wolfe y de Paul Breitner, quien exponía que el inicio de la violencia familiar acontece con la violencia de género, que luego suele generalizarse al conjunto de los integrantes de la familia; este autor exponía que los malos tratos a la niñez están ligados a la consideración que esa sociedad posee de las mujeres, para lo que se basó en una comparación transcultural e histórica en sociedades como la judía, la mahometana, la china y la cristiano - occidental En la teoría del Circulo Interactivo de la Violencia Familiar, la mujer víctima, como consecuencia del maltrato por parte de su pareja, padece una alta tasa de estrés, lo que puede originar, por una parte, un proceso vincular con su hijo/a donde a su vez predomina el estrés, y además padecer síntomas psicológicos y físicos (angustia, trastornos depresivos, trastornos somatomorfos, descompensaciones de procesos crónicos como diabetes o hipertensión arterial), derivados de dicha situación, y que puede llevar a una reducción en sus habilidades de manejo eficaz de los hijos/as. Una segunda consecuencia del maltrato en la mujer es que los hijos/as padecen también una situación de estrés, fundamentalmente referido a la respuesta al proceso vincular, y al establecimiento y desarrollo de las conductas de apego, incrementándose en los niños/as los síntomas emocionales (irritabilidad, trastornos afectivos tipo reacciones depresivas, trastornos somatoformes) y comportamentales (descargas agresivas, oposicionismo). La alteración del proceso vincular afectado va a potenciar en el polo materno un incremento en la tensión a la hora de poder establecer la marentalidad y en el polo filial también se constata una tensión creciente en las relaciones madre - hijo/ a, lo que sin duda repercute negativamente en el estado emocional de ambos. Esta situación de estrés de la mujer víctima no debe en ningún caso ser culpabilizadora para ella ni convertirla en blanco de las críticas. No todas las mujeres reaccionan igual, y la mayoría de las veces, la toma de conciencia de que el maltrato que ellas sufren está afectando a sus hijos/as, les da fuerza para romper el círculo en el que se ven inmersas. Los primeros estudios sobre violencia en el matrimonio realizados por Jaffe, Wilson y Wolfe en 1986, pusieron de relieve la


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relación existente entre formas intensas de conflicto matrimonial y problemas de conducta en los hijos/as, encontrando más problemas externos de conducta y una menor competencia social, de hecho entre el 25% y el 70% de los niños/as con familias en las que se producían agresiones presentaban problemas clínicos de conductas. Otros estudios que se han realizado han mostrado que los niños/as expuestos a la violencia en las familias presentan más problemas externalizantes de conducta (agresividad y antisociales) e internalizantes (inhibición y miedo), que los niños/as que no están expuestos a la violencia familiar. Corbalán y Patró, realizaron un estudio en el 2003 con una muestra de 40 mujeres maltratadas residentes en centros de acogida, sobre los comportamientos problemáticos apreciados en sus hijos/as, concluyendo que los comportamientos más frecuentes eran la violencia hacia iguales (35%) seguida del comportamiento violento a la propia madre (22%), y en menor medida, la conflictividad en la escuela (10%); otros síntomas informados fueron ansiedad (32%), tristeza y aislamiento (27,5%), miedo al maltratador (27,5%) y bajo rendimiento escolar. Las situaciones de violencia familiar de las que los/as menores de edad son testigo, pueden dar lugar a situaciones traumáticas crónicas con tan graves consecuencias para la salud mental que desencadenan un cuadro de Trastorno de Estrés Postraumático. Tras la experiencia traumática se produce pérdida del sentimiento de invulnerabilidad, sentimiento bajo el cual funcionan la mayoría de los individuos y que constituye un componente de vital importancia para evitar que las personas se consuman y paralicen con el miedo a su propia vulnerabilidad; en el caso de los niños/as que no sólo son testigos del maltrato hacia su madre sino que, a la vez, también son víctimas de esa violencia, la pérdida es todavía, si cabe, mucho más desequilibrante, pues afecta a un componente absolutamente necesario para el adecuado desarrollo de la personalidad del niño/a: el sentimiento de seguridad y de confianza en el mundo y en las personas que lo rodean. Este hecho reviste especial severidad cuando el agresor es su propio padre, figura central y de referencia para el niño/a, y la violencia ocurre dentro de su propio hogar, lugar de refugio y protección; ya que se produce la destrucción de las bases de su seguridad, quedando el/la menor a merced de sentimientos como la indefensión, el miedo o la preocupación ante la posibilidad de que la experiencia traumática pueda repetirse, todo lo cual se asocia a una ansiedad que puede llegar a ser paralizante. Tristemente, en el caso de la violencia familiar, la experiencia temida se repite de forma intermitente a lo largo de muchos años, constituyendo una amenaza continua y muchas veces percibida como incontrolable. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM - IV), el Trastorno de Estrés Postraumático aparece cuando la víctima ha sufrido o ha sido testigo de una amenaza para la vida, de uno mismo o de otra persona, y reacciona con miedo, horror e indefensión. Entre los efectos a largo plazo, que se asocian a la exposición de menores de edad a la violencia, y que son fuente de preocupación, no solo por el bienestar y desarrollo de las propias víctimas, sino por la repercusión social que tienen, se encuentra el aprendizaje que hacen los niños/as de las conductas violentas dentro de su hogar. Los/as menores de edad aprenden a definirse, a entender el mundo, y a relacionarse con él, a partir de lo que observan en su entorno más próximo, y en este sentido, la familia es el agente socializador más importante. Los niños/as que crecen en hogares violentos aprenden e interiorizan una serie de creencias y valores negativos entre los que se encuentran los estereotipos de género, desigualdades entre hombre/mujer, las relaciones con los demás, así como sobre la legitimidad del uso de la violencia como medio de resolver conflictos, que sientan las bases de comportamientos maltratantes futuros en las relaciones de pareja. La mayoría de los autores, sostienen que la tendencia observada es que las niñas se identifiquen con el rol materno, adoptando conductas de sumisión, pasividad y obediencia y los niños con el rol paterno, adoptando posiciones de poder y privilegio. Al fin y al cabo lo expuesto, no es más que la expresión de la socialización diferencial de género, un factor que actúa en el origen y mantenimiento de la violencia contra las mujeres, y que se trasmite no solo intrafamiliarmente, sino a través de toda la sociedad.

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A menudo resulta difícil separar las causas de las consecuencias: crecer en una familia en la que la madre es objeto de abusos es una vía importante para que el ciclo de la violencia doméstica se perpetúe, sin embargo existen mecanismos que rompen el ciclo del maltrato y disminuyen la proporción de hogares que sufren de violencia intrafamiliar en la siguiente generación. Aún siendo relevante que la violencia contra las madres es trasmitida de forma vicaria a los hijos e hijas, y sin duda es un factor predictor de victimización (tanto para ser futura víctima o victimario), también es cierto que una intervención terapéutica y un buen apoyo familiar y social, son fundamentales para el sano desarrollo de los/as menores de edad; y que los antecedentes inmediatos en la vida adulta, como adaptación a la vida cotidiana, calidad de relación de pareja, autoestima, habilidades de comunicación y de resolución de problemas, y capacidad de resistencia, desempeñan un papel más importante que los antecedentes de maltrato a la niñez. El estudio realizado por Save the Children presentado en junio de 2006, hace un análisis de la Atención a los Niños y Niñas Víctimas de Violencia de Género en el Sistema de Protección a la Mujer, en él se concluye que los hijos e hijas de las mujeres maltratadas son también víctimas de la misma violencia, y se destaca la importancia del problema, a pesar de lo cual, los recursos y programas de atención a estos niños/as son muy escasos, por no decir inexistentes. Entre las principales dificultades a la hora de atender a hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género (tanto en el ámbito social, policial, sanitario y judicial), que señala el estudio, se destaca la falta de protocolos de actuación, de personal formado y especializado en la materia, y que no siempre se realizan intervenciones periciales a los hijos/as de la mujer, en los casos de niños/as testigos de violencia, cuando no han sufrido la violencia directa. Los niños y niñas testigos de violencia de género, deben contar con el mismo nivel asistencial y especial protección judicial que cuando son víctimas directas de maltrato. Es importante reconocer a los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia, también como víctimas de la misma violencia, y desarrollar los recursos necesarios para atender sus necesidades específicas, es una medida imprescindible para un cumplimiento real de los objetivos con los que nació la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Uno de los mitos que hay que superar, es que la violencia de género sólo forma parte de los conflictos de pareja. Está demostrado que el maltrato a la mujer se extiende a sus hijos e hijas, afectando negativamente su bienestar y su desarrollo, con secuelas a largo plazo; llegando incluso a transmitirse a sucesivas generaciones. Por tanto, debe ser prioritario para las instituciones evitar esta forma de maltrato infantil mediante programas de prevención y asistencia a las víctimas. Estos son algunos de los estudios que se han realizado en países como España y que nos dan la pauta para realizar investigaciones serias en nuestro país en relación a la violencia de género, principalmente dentro del ámbito doméstico, de tal manera que se conozca el contexto real bajo el cual se llevan a cabo este tipo de relaciones destructivas y que todo este proceso vaya encaminado a realizar acciones concretas que incidan en la resolución de dicha problemática. En relación al maltrato infantil se puede incidir inicialmente proporcionando información básica sobre esta problemática, su abordaje, intervención y prevención, y a su vez comprometer a todos los actores del proceso educativo en la definición de estrategias de trabajo que apoyen, faciliten y dinamicen una mejor convivencia. En relación al abordaje, se debe adoptar una definición y varias categorías analíticas que comprendan el maltrato a los niños/as. En cuanto a la intervención se enfatiza que para actuar con absoluta responsabilidad seriedad y compromiso es fundamental recibir asesoramiento por profesionales o docentes capacitados. Y con relación a la prevención, analizamos los niveles de prevención (primaria, secundaria, terciaria), las redes comunitarias, la importancia de la responsabilidad ciudadana, los proyectos locales de prevención y el rol de los agentes de cambio (maestros y maestras de nivel primaria entre otros). El desglose de las dimensiones de la problemática abordada nos llevará a la explicitación de la problemática del maltrato en todas sus formas, que sin duda per-


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mitirĂĄn un rĂĄpido y adecuado tratamiento y/o prevenciĂłn de los casos detectados en el ĂĄmbito escolar. Por otra parte cabe mencionar que en relaciĂłn al maltrato infantil existen ciertos mitos y creencias que dificultan el avance en la resoluciĂłn del problema, ya que su deconstrucciĂłn resulta una tarea compleja para la comunidad que los sostiene, haciĂŠndose de esta manera mĂĄs difĂ­cil la generaciĂłn de acciones tendientes a modificar la situaciĂłn de base. TambiĂŠn, existen una serie de limitaciones que influyen en la respuesta que el ĂĄmbito educativo puede brindar al problema del maltrato infantil, y que podrĂ­an salvarse teniendo en cuenta los siguientes aspectos: s 3E REQUIERE UNA NORMATIVA MÉS ESPECĂ“FICA PARA EL ABORDAJE DEL PROBLEMA del maltrato infantil, indicando claramente el papel que el sector escolar debe asumir. s $ICHA NORMATIVA DEBE INCLUIR ESPECIALMENTE LA COBERTURA DE LOS ASPECTOS relativos a la confidencialidad y el anonimato cuando la situaciĂłn asĂ­ lo requiera. s %XTENDER LA FORMACIĂ˜N Y EL ENTRENAMIENTO ESPECĂ“FICO DE TODAS LAS PERSOnas que se desempeĂąan en las tareas educativas. s $ETERMINAR LAS RESPONSABILIDADES DE CADA PERSONA MAESTRO O PROFESOR director, maestros especiales, equipo de apoyo escolar. s #ONTAR CON INSTRUMENTOS ADECUADOS PARA EL RELEVAMIENTO DE DATOS PROTOcolos para los, informes cuestionarios, entrevistas para una primera detecciĂłn y diagnĂłstico. s /RIENTAR Y APOYAR A LOS DOCENTES EN SITUACIONES TAN CRĂ“TICAS QUE LLEVAN A NO presentar los casos de malos tratos que detectan, a) como temor a enfrentar a padres agresivos o violentos; b) inseguridad con respecto al respaldo del sistema educativo, c) dudas en la realizaciĂłn de un diagnĂłstico adecuado; d) temor a implicaciones legales; e) desconocimiento de lo que ocurrirĂĄ cuando presente su informe, etc. s #IERTAMENTE LAS RAZONES POR LAS CUALES EL FENĂ˜MENO DE LA VIOLENCIA APAREce oculto son porque se interrelacionan una cantidad de “mitos y limitacionesâ€? respecto de este tema. Recopilando algunas ideas de Bringiotti (2000): s ,A VIOLENCIA Y EL MALTRATO VULNERAN Derechos Humanos fundamentales. s ,A ESCUELA ES EL LUGAR PRIVILEGIADO PARA UNA REAL hVISUALIZACIĂ˜Nv DEL TEMA s ,A DETECCIĂ˜N DEL MALTRATO EXIGE UNA INTERVENCIĂ˜N QUE TENGA COMO OBJEtivo producir modificaciones que garanticen el resguardo y la integridad psicofĂ­sica de los niĂąos/as y los adolescentes. s 5N PORCENTAJE ELEVADO DE CASOS PUEDE MODIFICARSE A TRAVĂ?S DE LA INTERVENciĂłn extrajudicial de salud, educaciĂłn y comunidad, las cuales, articuladas, promueven un cambio en las pautas de interacciĂłn violentas. s ,A JUSTICIA ES UN RECURSO UNA ESTRATEGIA DE INTERVENCIĂ˜N QUE A TRAVĂ?S DE SUS representantes, los jueces y los defensores de la niĂąez, puede ayudar a restablecer la ley en familias que funcionan fuera de todo orden, que avasallan los derechos de sus miembros mĂĄs dĂŠbiles y en donde los niĂąos/as son tomados como objetos quedando a merced de la arbitrariedad y el capricho del adulto.

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s %L ABORDAJE DEL MALTRATO INFANTIL REQUIERE UN ENFOQUE INTERDISCIPLINARIO y la necesaria articulación intersectorial (educación, salud, justicia, niñez), en un trabajo conjunto que permita restablecer al niño/a sus derechos fundamentales y haga de soporte el principio rector de las acciones que se tomen en nombre de la niñez: “El interés superior hacia el niño”. “Ha llegado la hora de que nuestra sociedad acepte que detrás de cada niño, niña y adolescente delincuente, toxicómano, enfermo psiquiátrico, prostituido, etc., hay una historia social de poder y violencia”.

REFERENCIAS SEPÚLVEDA García de la Torre A. La Violencia de Género como causa de Maltrato Infantil. España. Cuad Med Forense. 2006.

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LA NECESIDAD DE UN REPLANTEAMIENTO en la Explotación Sexual Comercial de niños y adolescentes varones Osvaldo Muñoz Vargas Introducción

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l presente ensayo hace una seria observación sobre la escasa atención a casos relacionados a la Explotación Sexual Comercial (ESC) de niños y varones adolescentes en América Latina. Si bien existe un esfuerzo gubernamental y no gubernamental por mantener el tema en agenda, así reflejado en las líneas de investigación y de inversión social en diferentes países, la particularidad del tema por razón de género ha tenido un abordaje pobre. En otras palabras, el financiamiento en las áreas de prevención, promoción y atención debe también incluir a la población masculina. En el momento de obviar a esta población, se crea una aguda discriminación, enemiga de los Derechos Humanos. La naturaleza del problema ‘como un todo’ pierde norte así como su total entendimiento. El abandono de la especificidad de género crea un desajuste en la balanza para conocer este tema íntegramente. La explotación sexual comercial de niños y adolescentes no es ‘bien vista’. No por el hecho de que se abuse de un niño, sino porque éste es un hombre.1

Antecedentes generales El tema de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA) ha encontrado un abanico amplio de estudio en diferentes disciplinas académicas. Desde áreas sociales y jurídicas, principalmente, el tema de prevención, promoción y atención de las víctimas de este flagelo ha estado presente a pesar de las presiones de algunos sectores políticos, las indiferencias de los legisladores y los agónicos presupuestos que sostienen la cartera social de los países latinoamericanos.

Costarricense. Antropólogo cultural, Periodista y Abogado especializado en Derechos Humanos de los niños, niñas y adolescentes. Editor de contenido legal de la Revista Debates sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano del Centro de Justicia y Derecho Internacional (CEJIL). Miembro - participante de la Comisión contra la Explotación Sexual (CONACOES) liderada por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) en San José, Costa Rica. Nota: La opinión del autor no coincide necesariamente con la línea temática y/o de investigación de las instituciones de referencia. Los comentarios de este ensayo se basan esencialmente en talleres presenciales sobre el tema y en discusiones dentro de la subcomisión de Defensa de la CONACOES. Contacto: osvaldom@racsa.co.cr. 1

Matilde González Izás. La experiencia de la Explotación Sexual Comercial en Guatemala: ¿un problema nuestro? Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). 2005.

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A lo largo de mucho tiempo, el estudio sobre la Explotación Sexual Comercial (ESC) en América Latina se ha dejado acompañar de ‘clichés’ culturales, e incluso, de información errónea procedente de medios de comunicación masiva, académicos, activistas y profesionales en el área social.A pesar de los obstáculos al abordar esta temática, desde la investigación o de los diferentes modelos de atención psicosocial con los que cuentan los entes rectores de los derechos de los niños y las niñas de los países, la Explotación Sexual Comercial (ESC) de las personas menores de edad tiene un eje de investigación-acción propio, así como la conformación de criterios científicos, compartidos por varias o la totalidad de disciplinas sociales, que le han permitido tener un espacio particular dentro de la construcción del mapa de estudio de los derechos de los niños y de las niñas. Para estos efectos, se ha requerido de la voluntad, incluso no remunerada, de especialistas conscientes de la magnitud del problema, y la necesidad de obtener recursos de toda índole, de enmarcar la problemática dentro del imaginario social de forma integracionista, y de optar por mantener un hilo conductor que conlleve una solución satisfactoria. Este complejo tema ha sido estudiado también en coordinación con expresiones asociadas: la explotación laboral infantil, la trata y el tráfico internacional de personas menores de edad. Debido a sus características afines, la Explotación Sexual Comercial (ESC) de las personas menores de edad tiene una relación muy estrecha con cada uno de esos delitos, observados a nivel local, comunitario, por región y por país.

El papel de la lingüística aplicada: Prostitución infantil vs. Explotación Sexual Comercial (ESC)

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A través de la Convención de los Derechos del Niño (1989) nace a la vida jurídico-social, la Doctrina de la Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes, impulsada desde una nueva corriente ideológica y pragmática de la autonomía (conocida como ‘sujetos de derecho’) de los derechos de los niños y niñas, la cual, evidentemente, comprende una redefinición de términos. La Teoría de la Situación Irregular de los Menores, vigente antes de la Convención, dejó vacíos lingüísticos en el contenido del sistema integral de defensa de los derechos fundamentales de la niñez mundial. La terminología en materia de niñez puede generar malas interpretaciones, que se traducen, eventualmente, en aplicaciones incorrectas. La ambigüedad produce un aumento de la aculturación de estereotipos. Por ejemplo, el término de prostitución infantil necesita ser erradicado definitivamente en cuanto degrada la integridad psicobiosocial de la persona menor de edad. Este término debe ser reemplazado por Explotación Sexual Comercial, pues el niño y la niña son las víctimas de esta enfermedad social, y no los actores principales que la propician. En otras palabras, en esta manifestación existe una relación de subordinación en la actividad ilícita, puesto que el explotador sexual es quien incurre en este delito para sacar provecho personal y/o pecuniario. El perpetrador sexual lleva a cabo esta acción por sí solo o por medio de un intermediario, personificado, la mayor parte de las ocasiones, en un transportista oficial o no oficial, un funcionario público o una ‘madrote’ o un ‘padrote’. Estas dos últimas figuras describen a los líderes claves de esta actividad quienes se encargan de capturar a las víctimas en lugares estratégicos o contactos pre - establecidos, y a pagar los servicios sexuales ofrecidos. Este último concepto expone dos puntos interrelacionados: el poder y la arbitrariedad en la toma de decisiones sobre la vida. Esta última idea basada en el uso sexual del cuerpo y en el provecho económico sobre la persona menor de edad por parte del explotador sexual. Este participante clave en la relación de subordinación que toma lugar, actúa individual o en grupo, aislado o asociado a una red ilegal para así lucrar sobre las pertenencias o la vida misma (cosificación humana). Tema muy próximo a la naturaleza de las redes de narcotráfico, de armas y trata de personas, cuyo fin principal es la mercantilización del ser humano.


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¿Género e Igualdad? La inversión en tiempo y en dinero, debido a la gran cantidad de casos reportados de niñas y adolescentes, ha sido más constante sobre esta población; no obstante, el estudio de este tema ha carecido de una atención apropiada hacia los niños y adolescentes varones debido a la complejidad que lo envuelve y a la falta de criterios para enmarcar su estudio debidamente. Por tal razón, es oportuno adentrarse en el tema de la Explotación Sexual Comercial (ESC) de las mujeres para sacar conclusiones válidas sobre el olvido y el descuido en relación con los varones. A continuación se presentan los principales factores que motivan un estudio más sistemático de este tema hacia las niñas y las adolescentes. Asimismo, estas acciones justifican una mayor inversión académica y social, en el caso de ellas: s El machismo, el sexismo y la misoginia: Si bien estos conceptos pueden interpretarse de forma separada y desde varios ángulos, los factores están asociados con la supremacía de lo masculino tradicional. Una de las disciplinas sociales que encuadra esta asociación de poder relacionada al cuerpo se centra en la antropología. La antropología del cuerpo2 explica la motivación sexual del explotador principalmente sobre el cuerpo de la mujer. En esta relación de poder se presenta el cuerpo femenino como un objeto de mero placer, y el uso de la sexualidad como un privilegio masculino para el control absoluto de las mujeres. El acoso, la violación y el abuso están dirigidos hacia el actuar del hombre. Por tanto, se sobrevalora la virginidad de la mujer. El tema de castidad en los varones no tiene asidero alguno. s La tolerancia cultural: Las relaciones entre los explotadores se toleran más con sus víctimas féminas debido a la cohabitación entre hombres adultos y niñas y adolescentes. En casos similares, existe una relación de matrimonio como base de la relación, lo cual propicia una autoridad mal direccionada, relaciones de incesto entre los miembros y sumisión acompañada de amenazas y temor. s “El familismo”: Un concepto que señala que la comprensión y la intervención hacia el bienestar de la humanidad deben ser dirigidas a la familia bajo el control y la supervisión de varones adultos. s La legitimación de la prostitución como un mal necesario: Dada la creencia de las necesidades sexuales de los varones, de manera subjetiva, este factor legitima la compra de “cierto número” de cuerpos de las mujeres como una forma de “salvaguardar la virginidad de otras mujeres” y de “mantener el matrimonio con las mujeres honestas” en nuestra sociedad. A pesar de esta situación, “las prostitutas” son estigmatizadas por “elegir, disfrutar y beneficiarse” de la actividad sexual. Teniendo una simple visión sobre la importancia del problema-global de la Explotación Sexual Comercial (ESC) de niñas y adolescentes a nivel sociocultural, el desarrollo de esta temática en relación con los niños y adolescentes varones sufre de una ignorancia, así revelada por los mismos especialistas, quienes, en ocasiones, se suman al grueso de la creencia popular que las diferencias de género no son relevantes, o no trascienden en tiempo y en espacio. De esta forma, las simplificaciones salen a flote. Por un lado, se refuerza que una posible diferenciación a nivel doctrinal no hace mayor diferencia a nivel práctico, y que la base que sostiene cualquiera de las manifestaciones en razón de género se reduce a un aspecto únicamente socioeconómico: la brecha social. La

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Esteban, Mariluz. Antropología del cuerpo. Género, itinerarios corporales, identidad y cambio. Bellaterra, Barcelona. 2004.

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pobreza, entonces, se vuelve la protagonista Ăşnica en la diferencia en el abordaje de la ExplotaciĂłn Sexual Comercial por razĂłn de gĂŠnero, lo cual deja al descubierto la necesidad de un replanteamiento de este tema de manera integral. En relaciĂłn con el ‘uso’ y el ‘abuso’ de los niĂąos, estos factores se entrelazan por varias razones: s La impotencia del niĂąo cuando se enfrenta fĂ­sicamente con el adulto (“adultismoâ€?), entendido este hecho como una auto - defensa. s ,A SIMILITUD ENTRE LA SITUACIĂ˜N DE LOS NIĂ—OS Y LA SITUACIĂ˜N DE LA MUJER Aunque menos tolerable desde el punto de vista cultural, muchos adultos buscan relaciones sexuales con varones adolescentes, dado que no existe una sanciĂłn social efectiva en tĂŠrminos de la edad. Esta sanciĂłn, si existe, recae fundamentalmente en la condiciĂłn de la misma, y no en la diferencia y el uso de poder por parte del adulto.

MĂĄs allĂĄ de la ESC, mĂĄs allĂĄ de gĂŠnero

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Aunque las mujeres y las niĂąas son generalmente las vĂ­ctimas de este tipo de abusos, la investigaciĂłn realizada por Casa Alianza en veinte ciudades de Honduras considera que a partir de una muestra de mil diecinueve personas menores de edad vĂ­ctimas de ExplotaciĂłn Sexual Comercial, cuarenta y dos de ellos (cuatro por ciento) eran del sexo masculino.3 Como se ha sostenido en este ensayo, el negocio de la explotaciĂłn sexual en AmĂŠrica Latina refleja un vĂ­nculo claro entre la migraciĂłn de las personas menores de edad y la trata con fines de explotaciĂłn sexual. La mayorĂ­a de los niĂąos y las niĂąas migrantes que viajan solos son vĂ­ctimas de explotaciĂłn sexual, y muchas son vulnerables a ser vĂ­ctimas de la trata tambiĂŠn. Los migrantes jĂłvenes se ven obligados a estas situaciones, no sĂłlo por necesidad econĂłmica sino tambiĂŠn, porque los traficantes, proxenetas y otros intermediarios tambiĂŠn los obligan a estas situaciones. Los explotadores sexuales de niĂąos y adolescentes varones son, a menudo, hombres de mediana edad. Estos hombres buscan a sus vĂ­ctimas en establecimientos de hospedaje, estaciones de autobuses y los restaurantes de comida rĂĄpida, entre otros lugares. El estudio no arrojĂł mayor diferencia en la concentraciĂłn de lugares ni alguna diferencia en el monto que se les proporciona por tales actos, el cual oscila entre quince y cien dĂłlares. No obstante, el informe que se desprende de Guatemala revela una situaciĂłn diferente. La ExplotaciĂłn Sexual Comercial de NiĂąos y Adolescentes Varones opera en la calle en oposiciĂłn al prostĂ­bulo. Los espacios abiertos prevalecen y se dan principalmente en la noche, sin testigos en los alrededores.4 Ciertas formas de explotaciĂłn sexual como la pornografĂ­a, el turismo sexual o el uso de los jĂłvenes varones en pĂşblico y espectĂĄculos erĂłticos privados no son fĂĄciles de documentar, ya que por lo general, ocurren en la clandestinidad. Los ‘padrotes’ les ofrecen protecciĂłn a muchos niĂąos y adolescentes quienes son inducidos o explotados por ĂŠl mismo, con quien establecen, incluso, un vĂ­nculo afectivo. En AmĂŠrica Central y MĂŠxico se evidenciĂł un caso de compra de un niĂąo por un mĂ­nimo de tres mil dĂłlares. El tipo mĂĄs comĂşn de ESC, en este contexto, son las relaciones sexuales remuneradas, pagadas en efectivo o en especie con la ropa, zapatos, telĂŠfonos celulares, alimentos y entretenimiento, por citar solo algunos. Cuando se trata de jĂłvenes homosexuales y transexuales adolescentes, vĂ­ctimas de la trata y el ESC es importante respetar su identidad sexual. En el reporte de Casa Alianza se explica el reto formidable que ha significado para esta agrupaciĂłn el comunicar las condiciones particulares y la vulnerabilidad de esta poblaciĂłn a las autoridades y la sociedad en general. 3

Trata y ExplotaciĂłn Sexual Comercial de NiĂąos y Adolescentes en AmĂŠrica Latina. Iniciativa Global en contra de la Trata de Personas de las Naciones Unidas. Consultado en el sitio electrĂłnico el dĂ­a 12 de setiembre 2010: http://www.ungift.org/ungift/en/stories/trafficking-and-sexual-exploitation-of-boys-andmale-adolescents-in-central-america.html 4 Matilde GonzĂĄlez IzĂĄs. Op., cit.


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Reflexiones finales s $ADA LA GRAN DEMANDA DE SEXO CON PERSONAS MENORES DE EDAD LA Explotación Sexual Comercial (ESC) es un negocio lucrativo, sin importar la población - meta del explotador sexual. s ,A IMPUNIDAD SOCIAL INCLUYENDO LA DEFICIENTE COBERTURA LEGAL EN ESTUDIOS de género, constituye un gran estímulo para la negociación directa o indirecta de los niños y adolescentes varones con fines sexuales. s ,A RECONSTRUCCIØN DE LOS LAZOS EMOCIONALES Y FAMILIARES TAMBIÏN DEBE TEnerse en consideración a fin de garantizar la plena reintegración de las víctimas en sus comunidades. La familia puede jugar un papel en el proceso de explotación de las personas menores de edad. s 3I BIEN HAY ALGUNAS RESPUESTAS INSTITUCIONALES EN !MÏRICA #ENTRAL PARA LAS mujeres víctimas de la trata y el CSE, la respuesta estatal a la explotación sexual de los niños y los adolescentes varones es casi inexistente. s ,A INDIVIDUALIDAD DEBE SER EL EJE CENTRAL DE CUALQUIER ESTRATEGIA DE INTERvención psicosocial. Los adolescentes tienen los mismos derechos inalienables que los adultos. En este contexto, todas las víctimas de la trata y de la ESC, incluyendo niños y varones adolescentes víctimas se deben respetar sus derechos sexuales y la confidencialidad que los cobija. s ,A PRESTACIØN DE SERVICIOS DE LOS NI×OS Y LOS ADOLESCENTES VARONES NO VARÓAN en gran medida de la atención que deben darse a todas las personas menores de edad que han sido víctimas de la trata y la ESC. s ,A ASISTENCIA PSICOLØGICA O DE TERAPIA GRUPO FAMILIAR EN TRABAJO SOCIAL por ejemplo, debe reducir al mínimo las consecuencias de la victimización sexual que pueden tener los niños, niñas y adolescentes, sin diferenciación de género. s ,A VULNERABILIDAD PARTICULAR DE LOS JØVENES HOMBRES VÓCTIMAS DE LA TRATA Y la ESC debe involucrar una estrategia integral sobre los siguientes tópicos, los cuales poseen elementos comunes: a) Abuso de drogas; b) Enfermedades de transmisión sexual y el VIH / SIDA; c) Masculinidad y Adolescencia; d) Humillación; e) Inalienabilidad de los Derechos Humanos de la víctima; f) Sexualidad; y g) Violencia callejera y “supervivencia de la calle”. s #OMO SE DESPRENDE DEL ESTUDIO REALIZADO POR Casa Alianza - Honduras, el tema necesita especificidad para así abordarlo de manera seria e integral. En caso contrario, se pondrá en entredicho la naturaleza y los alcances reales de la doctrina de la Protección Integral, anunciada en la Convención de los Derechos del Niño. s (ASTA TANTO QUE ESTAS CUESTIONES SOBRE SEXUALIDAD Y VIDA SOCIAL DE LOS NI×OS y adolescentes varones, antes enumeradas, se entiendan y se apliquen, esta población gozara plenamente de sus derechos fundamentales. Este desarrollo puede marcar la puesta del plan de especificidad por género respaldada por la Convención y por muchas legislaciones con las que cuentan la mayor parte de los países interesados en temas de niñez y adolescencia. s $E IGUAL MANERA ESTE ESTUDIO A PROFUNDIDAD PUEDE SER LA BASE CON LA QUE SE edifique un sistema integral y transdisciplinario del estudio de la Explotación Sexual Comercial (ESC) de niños, niñas y adolescentes en América Latina.

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NIÑEZ, PERSPECTIVA DE GÉNERO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN MÉXICO

Narce Dalia Santibañez Alejandre Estephanye Reyes Aguiñaga Introducción

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a perspectiva de género es una herramienta útil para que la mirada de quienes trabajan en los medios de comunicación englobe a mujeres y hombres en éstos, sin ningún tipo de exclusión. Esta herramienta aplicada a la infancia nos lleva a generar información que visibilice la condición social de niñas y niños -- tomando en cuenta que históricamente ambos han tenido oportunidades distintas de desarrollo -- en donde las primeras han vivido en desventaja, por ejemplo en el acceso a la educación y a la salud. Es por ello, que la perspectiva de género debe enseñarse desde la niñez, porque es cuando construimos los esquemas de relaciones para promover la igualdad entre niñas y niños, y posteriormente entre mujeres y hombres. Entiéndase que la igualdad significa reconocer las diferencias de exclusión entre las personas para un propósito particular o en un contexto específico, como en este caso lo son los medios de comunicación.

AMNDI de CIMAC Visibilizar la condición social de las mujeres y las niñas es una labor que, por más de dos décadas, Comunicación e Información de la Mujer A.C (CIMAC) ha desarrollado. De ahí que parte de su tarea sea el monitoreo y observatorio de medios a fin de analizar el contenido mediático y evidenciar la forma en que se abordan estos temas. En 2006, la Agencia Mexicana de Noticias por los Derechos de la Infancia (AMNDI) nace como un proyecto que busca un compromiso más firme con las niñas en particular, y en general con la infancia, que representa 36 por ciento de la población en nuestro país.

Licenciada en Comunicación, por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, especializada en medios electrónicos. Ha trabajado en la producción de noticias en Canal 22. También ha producido programas educativos en TV UNAM. De 2005 a 2010 fue fundadora, coordinadora y periodista de la Agencia Mexicana de Noticias por los Derechos de la Infancia (AMNDI), de CIMAC. También se ha especializado en derechos de la infancia a través de la Red ANDI América Latina, participando en talleres y seminarios impartidos por UNICEF Tacro y Save the children Suecia. Pasante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Título de tesis: Pensar en la niñez, por una cultura periodísticas de los derechos de la infancia y adolescencia. Periodista de la Agencia Mexicana de Noticias por los Derechos de la Infancia desde 2007. Especialista en monitoreo y análisis de observatorios de medios en temas de infancia y género.


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La apuesta consiste en establecer puentes de comunicación con los medios periodísticos para que incluyan, dentro de la jerarquía informativa, los temas de la condición social de las niñas, niños y adolescentes. Así como promover la incorporación del enfoque de derechos de la infancia en las noticias para formar nuevas generaciones de periodistas comprometidas con esta causa. El monitoreo realizado de 2006 a 2008 por AMNDI/CIMAC tuvo la tarea de detectar trabajos periodísticos que reunieran dos características: los temas relacionados con el universo de la infancia y sus Derechos Humanos. En este espacio sólo abordaremos una de las 29 temáticas que analiza el Observatorio de Medios: la igualdad/desigualdad de género. El objetivo es identificar si las y los profesionales de la comunicación caen en licencias como la que menciona la Plataforma de Beijing de 1995 con respecto a la cobertura mediática: “la desatención a la cuestión del género en los medios de información por la persistencia de los estereotipos basados en el género1 ”. Los medios de comunicación juegan un papel primordial en la construcción de la equidad de género, ya que son el termómetro del lenguaje y de las concepciones sociales de una época determinada, pues es referente para la construcción de identidades, para la formación de mentalidades.2 Las deducciones del Observatorio de Medios de AMNDI/CIMAC dejan ver un panorama poco favorable en cuestión cuantitativa y cualitativa hacia los temas que tienen que ver con la igualdad o desigualdad de género en la prensa escrita.

La Metodología Lo esencial de esta metodología3 cuantitativa es el monitoreo diario de los periódicos El Sol de México, El Universal, La Jornada, Milenio y Reforma. De los cuales son ubicados y extraídos todos los textos relacionado con la niñez y la adolescencia. El método sugiere seleccionar textos de mínimo 200 a más de 500 caracteres de referencia sobre niñas, niños y adolescentes. Los datos –temas principales, temas de apoyo, fuentes, tipo de texto, ópticas de investigación, etcétera– quedan grabados en una base de datos, a partir de la cual se obtienen y se procesan las estadísticas para el análisis de la cobertura periodística. Se clasifican los textos, con su título, fecha, nombre de autor y por palabras claves que identifiquen su contenido. Se atribuye a cada texto un tema principal, de una lista de 29 opciones, de las que se puede elegir a su vez, uno o varios temas de apoyo. Esta opción permite conocer cuáles son los aspectos más tratados por los diarios al cabo de un periodo determinado y, al compararlos con la realidad de la infancia y adolescencia en el país, detectar desequilibrios en la orientación de la cobertura. Más adelante se desglosaran los resultados arrojados por la investigación con base en esta lógica. También se detalla qué tipo de fuentes –hasta 42 diferentes– fueron las usadas por periodistas. De igual forma se registra el género periodístico, la franja de edad, el sexo4, la localización geográfica donde ocurre el hecho, la presencia de políticas públicas y legislación, la óptica de investigación (denuncia, búsqueda de solución), así como la participación y el protagonismo infantil. Asimismo, se puede identificar los términos ofensivos, denigrantes, sexistas, diminutivos o aquellos que atenten contra las niñas, niños y adolescentes, utilizados por las y los periodistas. 1

Es el conjunto de características sociales, culturales, políticas, psicológicas, jurídicas y económicas, asignadas, según el momento histórico, a las personas en forma diferenciada de acuerdo con el sexo. Género no es sinónimo de sexo, pues hace referencia a lo socialmente construido, como señalan las feministas en diversos textos. 2 Hena Carolina Velázquez Vargas. Hacia la construcción de un periodismo no sexista. México. CIMACUNESCO. 2009., p. 6. 3 AMNDI/CIMAC se basó en la metodología creada por Agencia de Noticias por los Derechos de la Infancia (ANDI) Brasil, en 1996. 4 El sexo hace referencia a las diferencias biológicas que existen entre mujeres y hombres. Con estas diferencias se nace y es lo que permite decir “es niña” o “es niño” al momento de nacer (pene y vagina).

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A continuación compartimos los resultados en igualdad de género en el periodo 2006 - 2008 del Observatorio de Medios de AMNDI/ CIMAC.

Niñas invisibles en los medios, resultados 2006-2008 El análisis constató el poco interés de los medios para abordar los temas desde la perspectiva de género. En 2008, sólo 3 de los 8,728 textos tenían como principal punto de atención este enfoque. En lo que refiere a años anteriores, en 2007 fueron 5 notas de 8,543; y en 2006 se registraron 7 textos de 2,909. Cabe destacar que la metodología utilizada permitió revisar temas de apoyo, es decir, subtemas. En este sentido, en 2008 la investigación detectó 68 textos que destacan como eje transversal las inequidades o equidades de las niñas y adolescentes en ámbitos como salud, trabajo, violencia, educación y migración, principalmente. Para 2007 se encontraron 41 notas, y 35 en 2006. Lo anterior confirma que la perspectiva de género no está incorporada en la prensa, pues los medios forman parte del sistema patriarcal y reproducen los esquemas sexistas5, invisibilizado a las niñas y mujeres, así como sus Derechos Humanos. Así lo afirma Aimée Vega Montiel, investigadora del Programa de Investigación Feminista del Centro de Investigaciones Interinstitucionales de Ciencias y Humanidades de la UNAM. “Por tal motivo podemos entender que las mujeres no existimos en el espectro de los medios de comunicación sujetas de derechos, sino bajo estereotipos sexistas: como objetos sexuales, con esquemas tradicionales de madres o esposas o como protagonistas de escándalos, pero no como protagonistas de la dinámica política y social; las niñas y las adolescentes sufren mayor marginalidad por el hecho de no ser adultas, por el hecho de no ser ciudadanas”, finalizó.

En tres años, se encontró en el contenido de 15 textos (de 20 mil 180) como tema principal la equidad o inequidad de género en la infancia. Aquí la tabla: 36 Equidad o inequidad de género en la infancia (tema principal) Periódicos No. Periódicos No. Periódicos No. 2008 De notas 2007 De notas 2006 De notas

La Jornada El Sol de México Milenio Reforma El Universal Total

1 0 0 1 1 3

La Jornada El Sol de México Milenio Reforma El Universal Total

3 2 0 0 0 5

La Jornada El Sol de México Milenio Reforma El Universal Total

0 2 1 2 2 7

En este mismo periodo se encontró como tema de apoyo en 144 textos. Aquí la tabla: Equidad o inequidad de género en la infancia (tema de apoyo) Periódicos No. Periódicos No. Periódicos No. 2008 De notas 2007 De notas 2006 De notas

La Jornada El Sol de México Milenio Reforma El Universal Total

14 14 4 20 16 68

La Jornada El Sol de México Milenio Reforma El Universal Total

8 10 6 8 9 41

La Jornada El Sol de México Milenio Reforma El Universal Total

4 11 2 7 11 35

5 Se trata de todas aquellas actitudes que tienen que ver con el trato desigual que reciben las personas en razón de su sexo. Este término es análogo a conceptos tales como racismo. Y con todos ellos constituyen una pauta cultural e ideológica contraria a la democracia. El sexismo restringe y condiciona la posibilidad de un desarrollo pleno para todos los sujetos sociales, sean mujeres u hombres.


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Con los datos presentados es difícil hacer algún tipo de análisis acerca de los temas abordados con perspectiva de género hacia la infancia, pues son notas aisladas. Sin embargo, es importante mencionar que encontramos coincidencias en temas como violencia y educación, actuando como apoyo, en los tres diferentes años. Otros temas de apoyo retomados con enfoque de género fueron salud, comportamiento y población en 2008. Los temas abandono, deporte - recreación, justicia y comportamiento, durante 2007; y en 2006 igualdad/desigualdad de color etnia, salud, migración, consumo, pobreza y justicia.

Abuso y explotación sexual: tratamiento periodístico El tema abuso sexual/explotación sexual fue el que obtuvo el mayor porcentaje de notas que mencionan términos peyorativos6 con 67 por ciento. Dentro de esta categoría 46 por ciento de los artículos tratan casos de niñas, 26 por ciento de niños y 27 no hace distinción de sexo. De acuerdo con la Red Internacional de Organizaciones contra la Explotación Sexual Comercial Infantil, México (ECPAT, por sus siglas en inglés) culturalmente, los casos de violencia sexual están más arraigados en las niñas y las adolescentes. Históricamente se ha cosificado mucho más a las niñas en la explotación, sin embargo es una problemática que carece de investigación. Durante la investigación de AMNDI/CIMAC se observó que al reportar abuso sexual, los medios analizados utilizaron un lenguaje distinto dependiendo del sexo. Cuando se hablaba de niñas la referencia era abuso sexual y en el caso de los niños describían la situación como pederastia, este último concepto tuvo que ver con casos donde estaban implicados sacerdotes. Al respecto, ECPAT México ha señalado que es “un absoluto error y falta de conocimiento conceptual abordar la información con esa distinción, pues habría que diferenciar los conceptos; cuando se habla de abuso sexual se refiere a un tipo penal que puede ser empleado para niñas, niños y adolescentes y no tiene que ver con el género”. El término pedofilia se refiere a la preferencia sexual de un adulto hacia las niñas, niños y adolescentes. En términos psicológicos estamos hablando de una preferencia sexual hacia un prepúber; no todos los pedófilos consuman un acto de violencia sexual, es decir ser pedófilo no es un delito y es muy difícil legislar sobre la pedofilia. Cuando hablamos de pederastas, en términos psicológicos hablamos de un adulto que tiene preferencia sexual por adolescentes de su mismo sexo, hablamos de una relación homosexual.

Fuentes de información En igualdad/desigualdad de género no es posible demostrar alguna tendencia en las fuentes de información por el limitado número de artículos informativos. En el análisis general se ha podido determinar que las principales fuentes que se visibilizan en los medios son las gubernamentales, en casi 50 por ciento de los textos periodísticos.

Fuentes de información consultadas 2008

Ejecutivo Estatal Entidad religiosa UNICEF

6

Menciones

1 1 1

2007

Legislativo Federal Otros organismos OSC

Menciones

2006

Menciones

3

UNICEF

7

2

Universidad

1

1

Especialistas universidades

1

La clasificación permite identificar si la o el periodista utiliza términos ofensivos, denigrantes, sexistas, diminutivos o que atenten contra los Derechos Humanos de niñas, niños o adolescentes. Por ejemplo, menor, delincuente, niña prostituta.

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Universidad

Total

1

ONU

1 1

4

OIT Ejecutivo Federal Especialistas Total

1 1 10

Comisión de Derechos Humanos El Universal Ejecutivo Federal Especialistas Total

1 1 1 1 12

Algunos de temas y títulos publicados con perspectiva de género

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Así se publicó en 2008

Así se publicó en 2007

Así se publicó en 2006

“Prohíben minifaldas a alumnas de prepa”. El Universal, 14 de agosto.

“Estereotipo de género vulnera más a las niñas de la calle”. La Jornada, 4 octubre.

“UNICEF: persiste inequidad de género en zonas pobres”. El Universal, 12 diciembre.

“Aumentan los casos de violencia en el noviazgo”. El Universal, 6 de septiembre.

“Unicef y FIFA promoverán derechos de mujeres y niñas”. El Sol de México, 9 septiembre.

“Enseñan a jóvenes que el amor no es violento”. El Sol de México, 18 marzo.

“Insuficientes, las reformas en México para combatir la trata de personas”. La Jornada, 23 junio.

“La mutilación genital femenina es un abuso irreparable: ONU”. La Jornada , 7 de febrero. “Matemáticas, ¿campo minado para mujeres?” El Sol de México, 13 de septiembre. “Mueren mil 200 mujeres por violencia intrafamiliar”. Milenio, 4 noviembre.

“Equidad para las mujeres… y para las niñas”. La Jornada, Opinión, 11 marzo. “Abatir desigualdad entre géneros, el mayor desafío para el país: Rocío García”. El Sol de México, 27 de febrero.

“No asiste a escuelas 70% de mujeres indígenas”. El Sol de México, 17 noviembre. “Consideran urgente combatir desigualdad”. Reforma, 21 agosto. - “Revelan que el maltrato a menores es más frecuente contra las niñas”. El Sol de México, 16 de junio. - “Las niñas dejan la escuela”. El Universal, 11 de junio.

Periodistas El Observatorio de Medios destaca que son mujeres periodistas las que más escriben sobre derechos de la infancia y la adolescencia. Dicha tendencia se observó durante los tres años. La participación de las y los periodistas en la construcción de un periodismo a favor de la niñez es elemental. Por lo que la metodología está diseñada para considerar entre sus cifras a la autoría de los textos. En 2007, se destacaba en la participación femenina. Sonia del Valle ocupó la cima de esta categoría. Le siguió Karina Avilés, Abigail Cruz, Laura Poy, Judith García, Nayeli Roldán, Valeria Berumen, Mirtha Hernández, Nurit Martínez, Blanca Valadez. Para 2008 no cambiaron mucho las posiciones y varias de las periodistas mencionadas repitieron, sin embargo otras y otros alcanzaron a formar parte de los diez primeros lugares. CIMAC presentó en 2008 el libro Condiciones laborales de las y los periodistas en México, un acercamiento, donde se aprecia en cuanto al ejercicio de la libertad de expresión, que “setenta por ciento [de las y los periodistas] consideró que les dejan cubrir


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temas de su agrado o interés, algunos porque les gusta su fuente y otros porque tienen libertad de investigar lo que desean”7.

Además de que las mujeres son quienes más escriben sobre infancia, también son quienes más atienden los problemas sociales y pueden abordar los temas con perspectiva de derechos y género. Sin embargo, ellas no están exentas discriminación y violencia pues, en sus medios, enfrentan dificultades propias de la profesión. “Entre las dificultades están el acoso sexual, las prácticas de trabajo que obligan a las mujeres a asumir rutinas creadas para los hombres (en términos de fuentes, espacios y horarios), la desigualdad que el reconocimiento y la remuneración económica del trabajo realizado por las mujeres recibe y el techo de cristal, objetivado en la experiencia de las mujeres que logran un progreso notable para colocarse en la industria, pero nunca alcanzan las posiciones de dirección y decisión” 8. Periodistas que más escriben sobre infancia, 2008

1. Sonia del Valle, Reforma 2. Laura Poy, La Jornada 3. Nayeli Roldán, Milenio 4. Nurit Martínez, El Universal 5. Judith García, El Sol de México 6. Mirtha Hernández, Reforma 7. Emir Olivares, La Jornada 8. Blanca Valadez, Milenio 9. Mónica Archundia, El Universal 10. Karina Avilés, La Jornada

¿Avances con enfoque de género? Los medios han avanzado en los últimos años por visibilizar la inequidad de género, pero como efecto directo de la labor del feminismo, que ha tenido como principio político fortalecer los Derechos Humanos de las mujeres y niñas, incluidos los comunicativos e informativos, expresó Vega Montiel. Señaló además que es importante seguir convocando al público y a las empresas mediáticas en la contribución de los Derechos Humanos de niñas y adolescentes, porque se necesitan políticas de programación que las visibilicen de otra manera, como protagonistas de la dinámica política, social y económica.

Lenguaje excluyente en la prensa En el análisis se observó un lenguaje excluyente hacia las niñas y las adolescentes, pues fue una constante encontrar en la escritura de las notas monitoreadas el uso de “niño” como genérico. En este sentido, Aimeé Vega señaló que este uso genérico “es coherente con el sistema patriarcal que nombró a todo en masculino”. Sin embargo, no sólo se trata de incluir la “A”, también implica la eliminación de la discriminación gramatical. En otras palabras, nombrar a las mujeres y niñas. Como dice la escritora Griselda Álvarez “además de incluir la ’A‘ en la lengua, se debe denotar la ’A‘ en el contenido, trascendiendo las formas gramaticales y subvirtiendo al tiempo ideas y contenido”.9 Hasta ahora es evidente que el variado y amplio lenguaje castellano contiene una estructura discriminatoria y sexista. El acuerdo cultural de nombrar hombre como sinónimo de humanidad hace que el lenguaje esté cargado de un significado y significante masculino; no por la “O”, sino por el contenido. Pensar en nombrar a la humanidad entera como “hombre” y que esto no excluye a las mujeres es falso.

7

CIMAC - Fundación Friedrich Ebert. Condiciones laborales de las y los periodistas en México, un acercamiento. México. 2008. 8 Ibídem. 9 Sara Lovera, Lucrecia Maldonado y Carolina Velázquez. Comunicación y Genero: Ánalisis y Estrategias. México. CIMAC. 2005.

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En este sentido Alex Grijelmo, en La seducción de las palabras, señala que “nada podrá medir el poder que oculta una palabra. Son las palabras embriones de las ideas, el del pensamiento, la estructura de la razón”, pues las palabras antecedieron a los conceptos, sin embargo, las palabras fueron escondiendo significados, imágenes y conceptos.10 Teresita de Barbieri García lo define: “Tal vez una de las características del mundo de hoy sean las cataratas de palabras que caen sobre las y los lectores de publicaciones de todo tipo” y es que nuevos problemas han dado origen a conceptos y categorías que se transmiten rápidamente a los medios.11 Uno de los aportes más importantes de la reflexión feminista sobre la comunicación es el descubrimiento del discurso sexista. Los estudios feministas sobre el lenguaje han demostrado que las normas gramaticales que colocan a lo femenino en posición inferior y subordinado de lo masculino trasmiten valores que influyen en la construcción de la identidad de género. La reivindicación de la igualdad en el tratamiento lingüístico va más allá de escribir “La/Lo” o “@” para significar sustantivos o adjetivos que se refieren indistintamente a lo masculino o femenino: implica la eliminación de la preeminencia gramatical de lo masculino, como también la revisión de los diccionarios y un mayor equilibrio en los textos de las personas que escriben.

Propuestas para evitar el sexismo en el lenguaje El hecho de utilizar la norma genérica masculina para nombrar diversos aspectos - el profesor, los padres, los niños, el hombre, el alumno, etc. - hace que mujeres y niñas desaparezcan del lenguaje e impide visualizar a la profesora, a las madres, a las niñas, a la mujer, a la alumna, etc. Este hecho hace que niñas y adultas estén excluidas de los discursos y pasen a tomar un segundo plano en la esfera de la comunicación, menciona el manual realizado por Save the Children México.12 No

Si

40 Los Niños

s La niñez s Las niñas y los niños s La infancia

Los Hijos

s La descendencia s Las hijas y los hijos

Los alumnos

s El alumnado

Los muchachos Los jóvenes

s ,A ADOLESCENCIA s ,A JUVENTUD s ,AS MUCHACHAS Y LOS muchachos

Los mexicanos

s ,A POBLACIØN MEXICANA

Cuando se utiliza el masculino plural para ambos géneros, se produce ambigüedad en el mensaje en perjuicio de las mujeres, las adolescentes y las niñas. Así que es mejor utilizar genéricos colectivos e incluyentes. En el caso de los temas relacionados con niñas y niños es recomendable nombrarlos como la niñez, la descendencia (en caso de llamarlos como hijas e hijos), el alumnado, la adolescencia, la juventud, la población, el grupo social, personas menores de edad. Todo con el fin de ser incluyentes.

10

Álex Grijelmo. La Seducción de las Palabras. Madrid. Taurus. 2000. Sara Lovera, Lucrecia Maldonado y Carolina Velázquez. Op., cit. 12 Sylvia Van Dijk (coord.). Un manual para la acción, Prevención de abuso sexual de Niñas y Niños: Una perspectiva con enfoque de Derechos. México: Save the Children México. 2007. 11


EN TORNO A LA EDUCACIÓN ESPECIAL EN MÉXICO (1774 - 1936)

Ensayos y Coyunturas

PRIMEROS ACONTECIMIENTOS

Daniel Bernal González Martha Elba Alarcón Armendáriz Introducción

E

ste trabajo se plantea como objetivo describir y explicar los cambios en el concepto de anormalidad, en el contexto mexicano, aplicado a las personas que hoy son consideradas con Necesidades Educativas Especiales, haciendo énfasis en la niñez. El periodo de estudio comprende desde los últimos años del Virreinato Novohispano hasta la consolidación del Estado Moderno Mexicano (1774 1936). El concepto de anormalidad, aunque tiene su origen a principios del siglo XVIII, se modificó sustancialmente, tanto en el aspecto teórico como práctico desde el final del Virreinato hasta las tres primeras décadas del siglo XX. El documento está divido en tres apartados: s ¬El origen (1774 - 1877): Se aborda el concepto de anormalidad, cuya gestación puede situarse al inicio de 1700, y el establecimiento de las primeras instituciones destinadas a prestar atención a la población anormal. Concluye con el inicio del primer periodo presidencial de Porfirio Díaz. s Porfiriato y posrevolución (1884 - 1917): Se describe la delimitación de la anormalidad en función de la nueva visión de la infancia y la creación de “La Castañeda”, como espacio para atender a las personas anormales. s El Hombre Nuevo, Programa de Ingeniería Social (1918 - 1936): Se hace referencia a la fundación del Departamento de Educación y Cultura de la Raza Indígena y al Programa de Ingeniería Social que sirvió como base para la reconstrucción social una vez concluida la Revolución Mexicana.

Estudiante de la Carrera de Psicología en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Ha asistido a diversos cursos de actualización. Ha sido ponente en el Primer Coloquio Estudiantil de Investigación en Psicología (septiembre de 2009) y en el IV Congreso Iberoamericano de Pedagogía (septiembre de 2010). Profesora de tiempo completo en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Desde 1978 es docente en las asignaturas correspondientes al Área de Educación Especial y Rehabilitación de la Carrera de Psicología en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Licenciada en Psicología por la misma institución y Maestra en Salud Pública (Secretaría de Salud). Ha sido ponente en diferentes actividades nacionales e internacionales, Asimismo, ha impartido cursos de actualización en diversas instituciones nacionales de educación superior.

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El origen (1774 - 1877)

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En el siglo XVIII es cuando las autoridades coloniales y las élites criollas se dieron a la tarea de investigar acerca de las causas y efectos de la anormalidad, lo cual da inicio a la teorización de la infancia anormal, lo que llevó a definir las reformas políticas que contribuyeron a establecer el orden social. La finalidad de dichas reformas fue la recuperación y adaptación de la infancia, que no podía hacerlo a través de medios “normales” (Padilla, 1998). La delimitación del concepto de anormalidad se desarrolla en torno de los principios morales que regían la vida novohispana, establecidos por la Iglesia Católica. Así, la élite criolla clasificó lo que era normal o anormal en función del punto de vista religioso. Hasta finales de 1700, se origina el concepto infancia anormal para abarcar a los individuos que tenían alguna de las siguientes características: huérfanos, abandonados, mendigos, indigentes, ciegos, sordomudos, “pequeños criminales” e indígenas. Nos referimos a las personas, debido a que no había diferenciación en las etapas del ciclo vital y, por ende, los niños eran vistos como adultos. Así, cualquiera que presentara características diferentes a las consideradas como deseables, o que careciera de una familia era incorporado a la categoría de anormal. Los huérfanos, abandonados y mendigos eran considerados como anormales debido a que la Iglesia tenía como parámetro de normalidad a la familia, en tanto célula de transmisión de valores, y dado que los huérfanos, abandonados y mendigos carecían de ella podían corromperse ya que no había quien les proporcionara la instrucción moral y religiosa que la misma Iglesia consideraba indispensable para la vida. En el caso de los indígenas, como quedó claramente establecido desde los principios de la Conquista, la razón por la cual se les consideraba como anormales, gira en torno de las características culturales, religiosas y raciales de este grupo que, evidentemente, no coincidían con las de la clase dominante y que tampoco practicaban la religión católica. Así la base, simple y llana, para clasificarlos como anormales radicaba en las diferencias entre indígenas e hispanos y criollos. Dicha visión se mantuvo casi hasta la mitad del siglo XX. Los ciegos y los sordomudos, al carecer de las aptitudes biológicas para desarrollarse y aprender por los medios empleados por el Estado, también fueron considerados anormales. Habría que recordar que en ese momento la educación estaba fundamentada en la repetición oral de las lecciones y en seguir las pautas visuales y auditivas que el maestro, mediante una regleta, marcaba en la pizarra. Y, por último, en el caso de los “pequeños criminales”, a éstos se les consideraba como anormales por tener conductas tales como poseer objetos de procedencia ilegal, lo cual era considerado inadecuado para una persona, porque violaba uno de los diez principios religiosos asumidos por la Iglesia católica. Entre los factores que se creía jugaban un papel importante para el surgimiento de niños anormales estaban: la calle, el desorden social y la desorganización familiar, siendo estos lugares en donde la anormalidad podía desarrollarse. Una de las primeras instituciones que se crearon para solucionar estos problemas fue el Hospicio para Pobres, o Casa de la Misericordia, que fue establecido en el año de 1774 y que a lo largo de 25 años atendió a una población cada vez más creciente y diversa. En 1799, el procurador del Ayuntamiento, Francisco de Ascárate, reformó las reglas que regían esta institución. Los cambios consistieron en: ampliar las instalaciones, con la finalidad de atender a un mayor número de indigentes, y ofrecer enseñanza de actividades laborales para fomentar y desarrollar oficios que permitieran a quienes ahí eran atendidos, una inserción social adecuada. Además, debido a la sobrepoblación que padecía el Hospicio, Ascárate implementó diversos medios para certificar que quienes ahí vivían necesitaban la atención especializada que ahí se les brindaba. En caso de que las personas no pudieran comprobar dicha necesidad se les expulsaba o se les enviaba a las correccionales por falsear información para recibir los beneficios otorgados por la institución.


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La Guerra de Independencia, iniciada en 1810 y concluida formalmente en 1821, interrumpe la atención a la población anormal, debido a los profundos cambios políticos y sociales que los actos beligerantes conllevaron. La consecuente reorganización del país requirió mucho tiempo, y es hasta el gobierno de Benito Juárez (1858 - 1872) cuando se retoman las acciones en este campo. Padilla (1998:115), señala que “para 1871 se habían establecido dos escuelas especiales, que irían ocupando espacios cada vez más importantes en la atención de la infancia anormal: la Escuela Nacional para Sordomudos, que había sido fundada en 1861 por el Ayuntamiento de la Ciudad de México y ya con carácter nacional en 1867; la Escuela Nacional de Ciegos, establecida en 1871 por Ignacio Trigueros quien contó con el apoyo de José María Castillo Velasco, a la sazón, Secretario de Gobernación”. Es en esta época cuando se comienza a sistematizar la detección y atención a la anormalidad social; sin embargo, esta atención se comenzó a prestar de una manera atomizada, debido a que se fundan instituciones que abordan el problema de manera aislada, no estableciendo relación alguna entre ellas para solucionar el problema de las personas anormales.

Porfiriato y Posrevolución (1884 - 1917) En el año de 1884, Francisco Fagoaga dedicó cuatro departamentos en el Hospicio para Pobres con el fin de que proporcionaran atención a niños, niñas, ancianos, ancianas y a personas con déficit visual. Esos departamentos brindaban instrucción académica a niños y niñas y entre sus actividades se encontraban: enseñanza de letras, y de dibujo; lecciones de música y talleres de costura y bordado, con la finalidad de ayudar a los internos a su posterior reinserción en la sociedad. Los cambios más evidentes que se presentaron en la educación especial y el concepto de anormalidad se comenzaron a gestar durante esta etapa, en las que, sustentadas por las ideas de Orden, Progreso y Modernidad, condujeron a que se pensara en la infancia y en sus necesidades. La visión prevaleciente acerca de los niños era la del infante como un adulto en miniatura, con sus respectivas acciones de adulto pequeño, seriedad y gestos solemnes ante todo, con lo cual no se prestaba atención a la peculiar alegría y espontaneidad que caracteriza a la infancia. El proceso de renovación en la estructura social enfocada a la infancia estuvo sujeto a las ideas de racionalismo y sanidad que imperaban en todo el mundo, y que en México habían sido acogidas por los círculos cercanos al poder, lo cual dio pie a reconceptualizar las prácticas relacionadas con la educación de los anormaLES YA QUE LAS ANTERIORES ¬ EN LAS CUALES SE HACÓA ÏNFASIS SØLO EN LA ASISTENCIA ¬ ERAN consideradas obsoletas por el grupo gobernante. EI contenido de esta reconceptualización se enfocaba a la delimitación de la etapa infantil como fase del desarrollo humano y a la búsqueda de la anormalidad y las desviaciones que se daban en este proceso, para identificar su relación con diversos factores, así como sus posibles consecuencias sociales, principalmente con la delincuencia. Las ideas surgidas en torno de los agentes que ocasionaban la delincuencia, llevó a los intelectuales del momento a sugerir el concepto de “criminal innato” con lo cual se caracterizó a las personas que tenían cierto tipo de rasgos físicos y en función de ellos se les declaraba anormales. Cabe señalar y destacar las dos ideas que comenzaron a gestarse en el siglo XIX: “la visión mágico-religiosa de una ciencia representante del progreso y el saber, capaz de efectuar curaciones mágicas que trastocan lo más profundo de la naturaleza humana; y la visión de la niñez como una etapa fundamental y estratégica del ser humano, capaz de contener en germen el futuro desarrollo de la persona y sus características esenciales, al grado de que un accidente o una experiencia traumática experimentada en esta edad pueden acarrear funestas consecuencias posteriormente para el adulto”. (Del Castillo. 1998: 285) Durante el Porfiriato se dio origen a la estabilización del Estado y a la continuidad del régimen económico y político. Con la finalidad de emular lo que acontecía en Europa, en particular en Francia, se adoptaron las ideas imperantes de racionalismo y sanidad como vías para el mejoramiento y la modernización de México.

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La modernización en las prácticas de salud no se hizo esperar, lo cual llevó a mirar de una manera diferente las enfermedades mentales. Un claro ejemplo fue el establecimiento del primer manicomio en México: “La Castañeda”, el cual cumplía una doble función: ser un hospital y brindar atención psiquiátrica (Ríos, 2003). Conviene detenernos en el párrafo anterior para resaltar varios elementos, en primer lugar, que aunque se comenzó a tratar el problema de las “enfermedades mentales” y se erigió un edificio para alojar a los pacientes, disponer de la organización pertinente fue una tarea ardua, cuya mayor repercusión pudo observarse con el paso de los años, ya que al no tener la claridad conceptual y práctica de lo que es una enfermedad mental y las necesidades educativas especiales, la clasificación y tratamiento se hacía de manera indiscriminada y poco profesional, dado que el personal tenía poca o nula preparación especializada, ejemplo de lo anterior era la idea prevaleciente de que había que catalogar o “distinguir la locura de los pacientes”, algo imposible, debido a que lo que caracterizaba a todos los internos era, precisamente, “la ausencia de razón”, y los médicos sólo podían guiarse por el aspecto externo de las personas (Sacristán, 1992). Para los niños en edad escolar, y que no estaban internados en dicha institución, se aceptaba la posibilidad de educarlos según el tipo de anormalidad que presentaran, al respecto Menéndez (1906) describe una clasificación en la que distingue: anormales físicos, sensorios, intelectuales, del sistema nervioso y pedagógicos. A finales del Porfiriato, en 1908, se decretó la Ley de Educación Primaria y en 1911, la Ley de Instrucción Rudimentaria, en ambas se disponía la creación de escuelas y/o enseñanzas especiales para infantes con discapacidad y el establecimiento de escuelas para los indígenas, aunque ésta última motivó una apasionada polémica entre los intelectuales, las autoridades educativas, los maestros y los ciudadanos (Loyo, 2006). Nuevamente, la lucha civil interrumpió la educación de los niños con discapacidad, la cual sólo pudo continuar hasta 1918, año en que José de Jesús González, argumentaba que para reducir el retraso escolar era indispensable la colaboración entre educadores y médicos, y proponía someter a los infantes a un examen que incluyera aspectos médicos, psicológicos, pedagógicos y sociológicos (González, 1918). Entre 1921 y 1926, el Congreso de la República aprobó la creación del Departamento de Educación y Cultura de la Raza Indígena. En esta época, José Vasconcelos crea las escuelas especiales para la castellanización y la inserción a la modernidad de la población indígena a nivel nacional. En el año de 1926 se crea la Casa del Estudiante Indígena, en la cual se confirma que los indígenas no son inferiores ni biológica ni mentalmente. Para el año de 1932 se suprime esta institución y se crean los internados en poblaciones indígenas (Morales, 1998) lo que mejora la calidad de vida de los grupos originarios. Después de estas acciones se comienza a generar interés por incorporar las escuelas especiales a la Secretaría de Educación Pública (SEP), con la finalidad de dilucidar la etiología de las discapacidades y, por otro lado, mejorar las condiciones de inserción a la modernidad. También se funda, en el año de 1925, el Departamento de Psicopedagogía e Higiene, el cual en ese momento constaba de tres áreas: prevención social, orientación profesional y escuelas especiales.

El Hombre Nuevo: Programa de Ingeniería Social (1918 - 1936) La reconstrucción social después de la lucha armada era una prioridad para los gobiernos posrevolucionarios quienes impulsaron un programa de “mejoramiento de la población” o “ingeniería social” cuyo propósito fue hacer surgir una nueva sociedad física y moralmente regenerada. Con esta base se propuso una estrategia médico-higiénica en la que se recurría a la eugenesia como medio para “evitar el nacimiento de individuos con taras, como las enfermedades mentales o las tendencias criminógenas” (Urías, 2004: 97), lo que daría lugar a un “Hombre Nuevo”, es decir, un mestizo de clase media, libre de vicios y fanatismos religiosos, con valores morales en los que destacaran el patriotismo y la paternidad.


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Desde el régimen de Obregón (1920-1924) y hasta finales del Cardenismo (1930 - 1934) se perfiló este programa de ingeniería social, que visto desde las propuestas médico - higiénicas y demográficas, comienza a desarrollar la eugenesia, la higiene mental y la biotipología. Una vertiente de este programa estuvo relacionada con la revolución cultural mediante la cual se quería cambiar lo “psicológico’’ de la población; lo cual dio sentido a la desfanatización religiosa, conjuntamente con proyectos educativos que buscaban erradicar la ignorancia, a través de una nueva moral cívica nacionalista, acompañada con una educación racionalista. Una segunda vertiente del programa de ingeniería social fue tratar la mutación fisiológica mediante la homogenización y la depuración racial de la población mexicana en la cual se pueden ver implícitamente las políticas que se aplicaron a la población indígena a través de la racionalización y castellanización. Lo que motivó a llevar a cabo estas acciones fue la necesidad de mejorar la calidad física y mental de la población “llevar a cabo una gestión centralizada de las políticas médicohigiénicas y demográficas, mediante las cuales se pretendía alcanzar la depuración racial y social de la población”. (Urías 2007:60). Para el año 1931, los médicos estaban interesados en la salud materno infantil y en la puericultura; esto motivó que se fundara la Sociedad Eugénica Mexicana para el Mejoramiento de la Raza. La finalidad de dicha institución fue estudiar las condiciones biológicas y sociales que influían en la degeneración de la especie humana para procurar que se pusiera en marcha la tecnología proporcionada por las ciencias para el mejoramiento de la humanidad, proyecto encabezado por el Doctor Alfredo Saavedra, quien estaba en contra del alcoholismo, el tabaquismo, y los males venéreos y mentales. Él pensaba que estos padecimientos se transmitían genéticamente. Proponía, entonces, poner un alto a lo que él comprendía como degeneración biológica y social, junto con el impedimento de la reproducción de las personas que manifestaran alguna enfermedad. En la década de los años veinte, algunos funcionarios del Departamento de Salubridad Pública estudiaron la posibilidad de que el Estado autorizara la interrupción del embarazo para procurar el bienestar social, otro tema fue el de la “esterilización de los indeseables”, que se debatió en el Primer Congreso del Niño, celebrado en México en 1921. Es pertinente aclarar que, en general, la eugenesia mexicana no optó por la toma de decisiones extremas para corregir estos atavismos sociales. Lo que pensaban quienes la proponían era que la transformación se podía realizar mediante políticas de migración, mestizaje y educación. En México, la higiene mental fue impulsada por un grupo de médicos vinculados al Departamento de Prevención Social de la Secretaría de Gobernación, al Departamento de Psicopedagogía e Higiene de la Secretaría de Educación Pública y al manicomio de “La Castañeda”, quienes optaron por la normalización de las masas, desprestigiando y no tomando en cuenta los posibles tratamientos individuales. En el año de 1936 se creó la Sociedad de Estudios de Criminología, Psicopatológica e Higiene Mental, así como la Sociedad Mexicana de Neurología y Psiquiatría; ambas sociedades discutían el tema de la relación existente entre el delito y la enfermedad mental como procesos degenerativos. La situación legal, cuestiones jurídicas, peritaje psiquiátrico en materia penal y la esterilización de los enfermos mentales; se validaron a través de la difusión de revistas especializadas y reconocidas en toda Latinoamérica (Urías, 2007). En este marco, el concepto de anormalidad empieza a ser sustituido por el de deficiencia mental, vocablo más cercano a la medicina higienista que a la pedagogía.

Conclusiones Aunque el acercamiento a la Educación Especial surgió a partir de la anormalidad bajo una clara connotación religiosa las contribuciones de diferentes disciplinas y la necesidad de conformar un Estado Nacional Moderno establecieron la manera en que la sociedad mexicana ofrece hoy atención a la niñez con Necesidades Educativas Especiales. El reconocimiento de este proceso a lo largo de la Historia nos ofrece la pauta para comprender la evolución teórico - práctica del término dentro de un contexto político y cultural claramente definido.

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Referencias DEL CASTILLO, Alberto. Entre la criminalidad y el orden cívico: imágenes y representaciones de la niñez durante el Porfiriato. Historia Mexicana. 48. 2,. (190). 1998., p. 277 - 320. GONZÁLEZ, José de Jesús. Reclutamiento de niños anormales psíquicos. Colaboración de médicos y maestros., en: Los niños anormales psíquicos. México. Librería de la Viuda de Ch. Bouret. 1918., pp. 211 - 213. Disponible en: http://normalista.ilce.edu. mx/normalista/r_n_plan_prog/especial/3semes/lec_deshis/1_sept.pdf MENÉNDEZ, Rodolfo. Educación de la infancia anormal. La enseñanza primaria. Quincenal pedagógico. México. Órgano del Colegio de Profesores Normalistas de México. Tomo VI. (2, 3). 1906., p 23 - 25 y 33 - 34. Disponible en: http://normalista. ilce.edu.mx/normalista/r_n_plan_prog/especial/2semes/lec_deshist/11_inf_anormal.pdf MORALES, Sofíaleticia. La educación indígena, especial e inicial: de “modelos complementarios” a estrategias claves para reivindicar la igualdad en la diferencia. P. Latapí Sarre. Un siglo de educación en México. México. Fondo de Cultura Económica. 1998., p. 141 - 168. LOYO, Engracia. La educación de los indígenas. Polémica en torno a la Ley de Escuelas de Instrucción Rudimentaria (1911-1917). En: Moreno, B, M. y González D. R. La génesis de los derechos humanos en México. México, UNAM. 2006., p. 359 - 377. PADILLA, Antonio. Escuelas especiales a finales del siglo XIX. Una mirada a algunos casos en México. Revista de Investigación Educativa. 3(5). 1998., p. 113 - 138. 46

RÍOS, Andrés. La locura en el México posrevolucionario. El Manicomio La Castañeda y la profesionalización de la psiquiatría, 1920 - 1944. Históricas. Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas. 84. 2009. SACRISTÁN, Cristina. Locura e inquisición en la Nueva España 1571-1769. México. FCE. 1992. SACRISTÁN, Cristina. Historiografía de la locura y de la psiquiatría en México. De la Hagiografía a la Historia Posmoderna. FRENIA, V, I. 2005., p. 9 - 33. SANTOS, María Guadalupe. El largo camino hacia una educación inclusiva: la educación especial y social del siglo XIX a nuestros días. XV Coloquio de Historia de la Educación, Pamplona - Iruñea, 29. 30 de junio y 1 de julio de 2009 / coord. por María Reyes Berruezo Albéniz, Susana Conejero López. Vol. 1. 2009., p. 93 - 100. URÍAS Horcasitas, Beatriz. De moral y regeneración: El programa de ingeniería social posrevolucionario visto a través de las revistas masónicas mexicanas., 1930 - 1945. Cuicuilco, 11, 32: 2004. p. 87 - 119. URÍAS Horcasitas, Beatriz. El hombre nuevo de las post revolución., en: Letras libres. México. 2007.


EL INCUMPLIMIENTO DEL DERECHO A LA EDUCACIÓN EN MÉXICO

Bertha Bocanegra Hernández Introducción

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a violencia es una acción humana que cada día va inundando todos los espacios; en los hogares, las escuelas, los centros deportivos y recreativos se observa cotidianamente, amenazas, arbitrariedades, injusticias, agresiones verbales, físicas, extorsiones, privación de la libertad, en fin, la violación sistemática de los Derechos Humanos es parte del paisaje nacional. Es necesario que todos los sectores de este país pongan un alto a tal realidad, se deben buscar nuevas alternativas que reviertan los embates de esa violencia sistemática que impide el pleno ejercicio de los Derechos Humanos, esta tarea es urgente, impostergable; pero en ella se debe considerar a aquellos problemas sociales sutiles en los que no se pone tanta atención, tal vez porque sus efectos no son inmediatos, pero son igualmente devastadores como cualquier violación a los Derechos Humanos. Uno de esos problemas sociales es la situación educativa actual, con frecuencia su abordaje se vuelve el lugar común de múltiples discursos oficiales, sin embargo la incapacidad del Estado Mexicano para resolver los problemas que enfrenta el sistema escolar, pone en riesgo el futuro de muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes y a la sociedad en su conjunto. En este ensayo se pretende hacer evidente la omisión del Estado Mexicano para el cumplimiento de un derecho, que de cumplirse podría contribuir a la transformación de las condiciones de desigualdad de este país.

El derecho a la educación algo más que la inscripción al sistema escolarizado En Artículo 29 de la Convención Internación de los derechos del niño aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por México en 1990 establece que: “1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a: a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades (…)” 1

Licenciada en Pedagogía con experiencia en trabajo educativo con grupos vulnerables. Actual Coordinadora del Centro Comunitario Xochimilco de ednica IAP. 1

Convención sobre los derechos del niño. 1989.

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La claridad de lo que se expresa es contundente, todos los niños y niñas de los Estados que adoptaron la Convención, tienen el derecho de que a través de la educación logren un desarrollo intelectual al máximo de sus posibilidades, las cuales según diferentes teorías del aprendizaje son ilimitadas. También en este artículo se establece que: “2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo o en el artículo 28 se interpretará como una restricción de la libertad de los particulares y de las entidades para establecer y dirigir instituciones de enseñanza, a condición de que se respeten los principios enunciados en el párrafo 1 del presente artículo y de que la educación impartida en tales instituciones se ajuste a las normas mínimas que prescriba el Estado.” 2

Con ello se reconoce la autonomía e intereses de cada uno de los países que se comprometieron a hacer cumplir este documento internacional. En el caso de México hay una gran correspondencia entre lo que se expresa en el artículo 29 de la Convención con lo que se señala en el artículo 3° constitucional sobre todo cuando se señala que: “Todo individuo tiene derecho a recibir educación. El Estado - Federación, Estados y Municipios impartirán educación preescolar, primaria y secundaria. La educación primaria y la secundaria son obligatorias. La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano (…)3

Y en estas facultades del ser humano está por supuesto el desarrollo intelectual. En este mismo artículo más adelante se establece que: II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, la servidumbres, los fanatismos y los prejuicios. 48

De esta manera se puede observar que en ambos artículos se coinciden entre otros aspectos, en colocar la trascendencia e importancia del desarrollo intelectual, y con ello, se puede suponer, que cada niño y niña de nuestro país logrará, por ejemplo, una percepción clara, un comportamiento sistemático, una orientación temporal y espacial adecuada; que también logre percibir y definir un problema, que pueda diferenciar datos relevantes de irrelevantes, desarrollar una precisión y exactitud adecuada para obtener los datos; que logre una flexibilidad y amplitud mental, que desarrolle la interiorización y representación mental, que tenga una conducta comparativa, un pensamiento hipotético, que realice una clasificación cognitiva, que adquiera reglas verbales para comunicar respuestas, que tenga la posibilidad de lograr una proyección de relaciones virtuales y que pueda tener precisión y exactitud al responder, es decir alcance el máximo desarrollo intelectual que un ser humano pueda alcanzar, que todas sus funciones cognoscitivas estén en plenitud y que, desde el punto de vista de Feuerstein, se logre un pleno desarrollo.4 Según el censo del INEGI del 2005 a nivel nacional 94 de cada 100 niños y niñas (de 6 a 14 años) asisten a la escuela5, ¿Será entonces posible que todos y todas ellas, gracias a la escuela sean capaces de analizar, reflexionar, sintetizar, comparar, organizar, crear, abstraer, comprender, imaginar, diferenciar, transformar, y con todo ello, lograr construir un proyecto de vida digna?6 Sin duda, muchos mexicanos y mexicanas han alcanzado un extraordinario nivel de desarrollo intelectual, pero ¿Este logro fue gracias a la experiencia escolar? 2

Ibídem. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 4 Ma Dolores Prieto Sánchez. Modificabilidad Cognitiva y Programa de Enriquecimiento Instrumental. Madrid. Bruño. 1989. 5 INEGI. II Conteo de Población y Vivienda 2005. 6 Es indudable que la educación no sólo favorece el desarrollo intelectual, sino también otros ámbitos del desarrollo humano como el emocional y el social, aspectos que también son contemplados en la Convención y en la Constitución Mexicana, sin embargo es interés particular reflexionar sobre el ámbito cognitivo. 3


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Lamentablemente no en todos los casos, seguramente algunos y algunas que han sobresalido en diferentes áreas del desarrollo académico, científico y artístico han logrado sus metas, no por las acciones escolares, sino como resultado de otros factores que pueden ir desde las condiciones individuales hasta las sociales. Si entonces la escuela es la instancia responsable para que se logre el cumplimiento del artículo 29 de la Convención y el 3°constitucional ¿Realmente se están gestando en ella los procesos intelectuales que se expresan en ambos artículos? ¿Cuál es el beneficio de que 94 de 100 niños y niñas asistan a la escuela? Lamentablemente la incorporación al sistema escolarizado no garantiza el pleno desarrollo intelectual de los individuos, y como consecuencia de ello la incorporación a la escuela no implica el cumplimiento del derecho a la educación. ¿Con qué elementos se cuenta para hacer tal afirmación? La respuesta se encuentra en los propios reportes que hace la Secretaría de Educación Pública que se expondrá a continuación.

El fracaso de la escuela Múltiples teóricos han construido aportaciones imprescindibles para el análisis sobre el papel de la escuela; por ejemplo se ha señalado que esta institución puede favorecer la movilidad social, o bien que es un aparato ideológico del Estado y que sirve como mecanismo de reproducción social. Aunque es un teórico que desde miradas pragmáticas “ya no es vigente”, desde mi punto de vista, Paulo Freire sigue aportando elementos de análisis para la crítica de la escuela contemporánea. Sin duda la categoría de educación bancaria puede ayudar a entender la problemática educativa actual. En 1970 Freire estableció que la educación bancaria es aquella educación en la que la relación entre el educador y los educandos es de naturaleza narrativa, discursiva y disertadora y como consecuencia de ello el educador llena con los contenidos de su narración a los educandos; el primero cuanto más vaya llenando los recipientes con sus depósitos, mejor educador será y los segundos cuanto más se dejen llenar dócilmente, mejores educandos serán. Freire consideró que en este tipo de educación los estudiantes son tan pasivos que la única acción que realizan es la de recibir los depósitos, que guardan y archivan, y como consecuencia de esto, el educador siempre va a ser él que sabe y los educandos serán siempre los que no saben.7 Aún cuando han transcurrido 40 años de la publicación de la obra de Freire, en nuestro país al parecer los niños, niñas y adolescentes siguen siendo los que no saben y los maestros y maestras siguen depositando información que no permite la construcción de un conocimiento propio o bien, un aprendizaje significativo. Si esta situación no fuera así cómo entonces se explican por ejemplo, los resultados de la prueba ENLACE.8 Según las propias palabras de Alonso Lujambio Secretario de Educación Pública la prueba ENLACE …es un instrumento perfectible pero valioso que nos permite conocer qué tan eficaces estamos siendo en nuestras tareas, qué tanto nuestros niños y jóvenes dominan los conocimientos y habilidades contenidos en los planes y programas de estudio que tenemos, que tanto contribuyen los materiales didácticos con que contamos, a este logro educativo.9 Si nos apegamos a las palabras del Secretario y si a través de la prueba ENLACE se ve realmente la eficacia del sistema escolar y el dominio de los conocimientos y habilidades contenidos en los planes y programas de estudio, no podemos menos que suponer, en función de los resultados, que la escuela está fracasando en su tarea de educar. Sólo para sustentar la afirmación anterior se presenta a continuación una pequeña muestra de los resultados que se obtuvieron en la aplicación de dicha prueba en las materias de español y matemáticas, en el Distrito Federal y en todo el país en el 2010, en el nivel básico en escuelas primarias públicas y en secundarias 7

Paulo Freire. Pedagogía del Oprimido. México. Siglo XXI. 1970. La Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) es una prueba del Sistema Educativo Nacional que se aplica a planteles públicos y privados del País. 9 www.enlace.sep.gob.mx 8

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generales. Así pues en el Distrito Federal la prueba de español se aplicó a 475,731 alumnos y alumnas de 3° a 6° de primaria y el 15.7% de ellos y ellas tuvo resultados clasificados como insuficientes, el 46.7% elementales, el 32.0% buenos y sólo el 5.6% excelentes. A nivel nacional se aplicó a 7,150, 699 alumnos y alumnas y de ellos y ellas el 16.8 % obtuvo resultados insuficientes, el 48.2% elementales, el 29.7% buenos y sólo el 5.3 % excelentes. Según los resultados de las secundarias, el problema es mucho más grave; en el mismo año, en el Distrito Federal se le aplicó la prueba a 230,435 alumnos y alumnas de secundarias generales10 de los cuales el 45.2% obtuvieron resultados insuficientes, el 38.9% elementales, el 15.2% buenos y el .08 % excelentes. Los resultados a nivel nacional son aun más graves; la prueba se aplicó a 2,300, 924 alumnos y alumnas de los cuales el 40.7% obtuvo una calificación insuficiente, el 43.4 % elemental, el 15.2 % buena y el .06% excelente. Los resultados en matemáticas también son abrumadores. En las primarias oficiales del D.F., se aplicó a 480, 043 alumnos y alumnas de ellos y ellas el 19.1% obtuvo resultados insuficientes, el 51.0% elementales, el 24.5 % buenos y el 5.5% excelentes. A nivel nacional los resultados no mejoran, la prueba se aplicó a 6 754,332 de los cuales el 18.9% obtuvo resultados insuficientes, el 50.4% elementales, el 27.1% buenos y el 3.7% excelentes. En el caso de la secundaria en el Distrito Federal se aplicó a 119,376 adolescentes de los cuales el 59.3% obtuvo resultados insuficientes el 32.2% elementales, el 7.6% buenos y el. 09% excelentes, y a nivel nacional la prueba se aplicó a 2, 303,236 alumnos y alumnas de los cuales el 55.8% obtuvo resultados insuficientes, el 34.3% elementales, el 8.5% buenos y el 1.4% excelentes. Para realizar cualquier análisis de estas cifras es necesario preguntarnos qué implica obtener resultados insuficientes, elementales, buenos y excelentes. Pues bien según el documento Taller Informativo que también se puede consultar en la página web de la prueba ENLACE, se definen los siguientes niveles: 50

s Insuficiente: Necesita adquirir los conocimientos y desarrollar las habilidades de la asignatura evaluada. s Elemental: Requiere fortalecer la mayoría de los conocimientos y desarrollar las habilidades de la asignatura evaluada. s Bueno: Muestra un nivel de dominio adecuado de los conocimiento y posee las habilidades de la asignatura evaluada. s Excelente: Posse un alto nivel de dominio de los conocimiento y las habilidades de la asignatura evaluada.11 En función de estas definiciones, y en función también de los resultados de este año tenemos que en la materia de español a nivel nacional el 65% de los niños y niñas de entre 3° y 6° de primaria de escuelas oficiales necesitan adquirir y/o fortalecer los conocimientos y desarrollar las habilidades de la materia de español, y con esta afirmación es necesario preguntar ¿Por qué más de 4 millones de niños y niñas que están inscritas en el sistema escolar no han logrado desarrollar esas habilidades? ¿Qué ha pasado en los salones de clase de aquellos niños y niñas que se encuentran en 6° de primaria y no han adquirido los conocimientos de español? ¿Cuál ha sido el papel de los maestros y maestras en los procesos educativos de estos niños y niñas? De la misma manera es imprescindible preguntar ¿Por qué el 90.1% de los adolescentes de este país inscritos en las secundarias oficiales no han podido adquirir ni han fortalecido los conocimientos de matemáticas? ¿Cuáles son las habilidades que si han desarrollado y cómo lo está indagando la SEP? ¿Qué futuro les espera a esos millones de niños, niñas adolescentes que obtuvieron resultados insuficientes y elementales en la prueba ENLACE? ¿Cuántos de estos niños, niñas y adolescentes tendrán posibilidades de continuar estudiando?

10 En este ensayo tampoco se incluyeron los datos de las secundarias técnicas y telesecundarias, pero en la página web que se ha citado se pueden consultar estos datos. 11 www.enlace.sep.gob.mx/gr/docs/ENLACE2010-TallerInformativo.


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Si la escuela no ha logrado que la mayoría de sus estudiantes adquieran los conocimientos y habilidades en matemáticas y español, ¿Será posible que logre desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física de aquellos quienes obtuvieron resultados insuficientes y elementales, tal como se pretende en el artículo 29 de la Convención Internacional de los derechos del niño? ¿Será posible que con tales resultados, se esté luchando contra la ignorancia y sus efectos, la servidumbre, los fanatismos y los prejuicios tal como se señala en la Constitución Nacional? ¿Acaso estos resultados no encierran cierta dosis de violencia? ¿Qué papel deberá jugar la sociedad ante este problema social?, que no aporta datos para la nota roja pero que es exactamente igual de nocivo que la privación de la libertad, la tortura, la censura y el asesinato. Realmente resulta difícil creer que se está ganando la batalla contra la educación bancaria, en todo caso estas cifras son apenas una pequeña muestra del evidente fracaso escolar. Lo más grave es que estas cifras dan cuenta de una minúscula parte de las condiciones de niños, niñas y adolescentes, este sector de la población que para muchos representan el futuro del país; para algunos de ellos y ellas, ya el presente es dramático, tal el caso de los niños, niñas y adolescentes trabajadores en situación de calle.

Los niños, niñas y adolescentes trabajadores en situación de calle El caso del Centro Comunitario Xochimilco de ednica IAP Los niños, niñas y adolescentes trabajadores en situación de calle que asisten al Centro Comunitario, realizan actividades laborales en las calles del Centro Histórico de Xochimilco, la mayoría de ellos y ellas atienden los puestos ambulantes de sus padres, algunos ofrecen sus servicios como cuidadores de automóviles, lavadores de autos o bien venden golosinas en los cruceros. Muchos de ellos y ellas asisten a la escuela. Antes de asistir al Centro Comunitario de ednica realizaban su tarea en las calles, a un lado del puesto de sus padres, entre huacales de verduras, bases de microbuses o puestos de discos piratas (que para promover sus productos elevan al máximo el volumen de sus aparatos de sonido); sin mesas, sentados en las banquetas, sin apoyo de los padres ya que la mayoría no tuvo un “buen desempeño” escolar; pese a ello algunos y algunas de estas niñas y niños se mantiene insistentes en su afán de asistir a la escuela. No es difícil imaginar cuál es el nivel de desarrollo educativo de estos niños, niñas y adolescentes, sin embargo hay un hecho adicional que se ha observado en quienes asisten a nuestros Centros Comunitarios y que se presenta con regularidad: los niños y niñas de primaria son acreditados al siguiente grado sin contar con los elementos mínimos que permitan el buen desempeño en el grado superior al que fueron acreditados. Evidentemente la reprobación ha sido un lastre en el sistema escolarizado, pero no es posible que se pretenda resolver este problema anulándola. La reprobación está íntimamente ligada al aprendizaje; de manera simplista, se podría señalar que quien no aprendió no debe de acreditar, ya que no cuenta con los requisitos para un nivel superior. En torno a esta problemática hay un sin fin de debates: los mecanismos de evaluación educativa, los instrumentos de evaluación, la inteligencia, los planes y programas de estudio, los métodos de enseñanza, las teorías de aprendizaje, en fin aspectos todos que podrían ser temas de tesis, investigaciones, o artículos científicos. Pareciera ser algunos de los que participan en los procesos escolares, prefirieron ahorrarse esos debates y anularon la reprobación. La ausencia de reprobación, podría traer efectos igualmente negativos, por ejemplo para Nayeli12, ella es una niña otomí, que se encuentra en riesgo de situación de calle; es la quinta de 10 hijos; sus hermanos mayores abandonaron la secundaria, su hermana atiende un puesto ambulante de jarcería, su hermano es diablero de uno de los mercados del Centro de Xochimilco. Nayeli no ha reprobado,

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Los nombres de los niños y niñas que se mencionan en este ensayo han sido cambiados para proteger su identidad.

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la promovieron a 3° de primaria sin saber leer ni escribir, no sabía tampoco contar del 1 al 10 y por supuesto no sabía sumar, ni restar. ¿Qué pasó con Nayeli durante esos dos años que asistió a la escuela? ¿Por qué sus maestras la acreditaron? ¿En qué momento y cómo aprendería lo que no aprendió en los primeros años? ¿Quiénes serían los responsables de enseñárselo? ¿Cuál sería el futuro de esta niña en riesgo de situación de calle? ¿Cuántos niños y niñas en este país viven una situación semejante a la de Nayeli? Lamentablemente el caso de Nayeli es muy semejante al de otros niños y niñas que asisten al Centro Comunitario Xochimilco de ednica. La situación de Julia, Natalia y Manuel es semejante a la de Nayeli. Samuel está en 5° de primaria y no sabe las operaciones básicas, además la profesora de USAER (Unidades de Servicio y Apoyo a la Educación Regular) sugiere que Samuel tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, porque es muy “inquieto” y “no aprende”, pero no sabe que Samuel es el hijo más pequeño de tres hermanos, que sus hermanos, a su corta edad, son padres de familia, que su madre no le presta atención porque trabaja todos los días más de 10 horas vendiendo productos para el cabello. Efraín es un niño “franelero”, tiene 10 años va en cuarto de primaria, algunas de sus maestras lo han considerado “un niño problema”. Tres de los hermanos de Efraín, consumen activos y han estado involucrados en acciones delictivas, a él no le gusta ir a la escuela.

Conclusiones

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Regresando al panorama nacional y a los datos oficiales, en el censo del 2005 se señaló que el 8.5% de la población no tiene instrucción, se podría pensar que se ha avanzado y se está ganando la lucha contra la ignorancia, pero hay otro dato que se debe analizar: del total de la población de 15 a 19 años el 53% asiste a la escuela mientras que el 47% no asiste a la escuela.13 Al parecer se ha logrado cumplir con la obligatoriedad del nivel básico, ya que no se están presentando ni reprobaciones, ni deserciones alarmantes en primaria y secundaria ¿Es esto un logro del Estado?; pero es necesario preguntar también ¿Por qué casi la mitad de los jóvenes de 15 a 19 años han abandonado sus estudios? ¿Cuáles serán los motivos por los que ese 47% de adolescentes y jóvenes no asistan a la escuela? ¿Habrán tenido experiencias semejantes a las de Nayeli, Samuel, Efraín? ¿Será que no adquirieron los conocimientos y habilidades en español y matemáticas lo cual impidió su ingreso a un nivel superior? ¿Cuáles serán entonces las actividades cotidianas de ese sector de la población nacional? ¿Cuál será el futuro de estos jóvenes y cuál el de nuestro país? No es difícil imaginar cuáles son las actividades de esos jóvenes, no es difícil tampoco imaginar el nivel de frustración en el que viven, sin expectativas, sin alternativas educativas y laborales, sin posibilidades de vivir dignamente, sin el respeto a sus derechos sociales. De ahí la urgencia para transformar este panorama, en ednica desde hace años se han construido acciones alternativas, actualmente estamos buscando nuevas posibilidades con nuestro Programa de Fortalecimiento Educativo, no con la intención de sustituir la tarea la escuela, sino con la intención de cumplir el artículo 29 de la Convención Internacional de los derechos del niño. Gracias a nuestras acciones actualmente Nayeli sabe leer y ha logrado plasmar por escrito algunas de sus ideas. Vamos así avanzando con cada uno de los niños, niñas y adolescentes en situación de calle que asisten al Centro Comunitario Xochimilco, y aunque nuestros logros nos llenan de gran satisfacción, no podemos considerar que hay garantía de éxito absoluto en la vida escolar de nuestros y nuestras beneficiarias. De aquí que se reitere el llamado a frenar esta problemática y colocar el cumplimiento del derecho a la educación en primer plano; la suma de todos los sectores de la sociedad a favor de este objetivo es fundamental. No permitamos que se sigan construyendo historias sistemáticas de fracasos escolares que favorecen la desigualdad social de nuestro país.

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INEGI. Op.cit.


MARCAS DEL PASO EN LA EDUCACIÓN BÁSICA EN LOS AHORA ADULTOS Esas marcas son las de menos. Las peores se quedan dentro Carlos Ruiz Zafón Oye profe, qué te pasa, que no educas bien a la raza Bandula

Alejandro Espinosa Yáñez Introducción

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ue eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca (Serrat), es lo que cotidianamente retumbaba en los oídos de la población infantil en general hasta hace pocos años. El silencio y el orden se privilegiaban en este modelo pedagógico amplio, que se materializaba en tramas de una historia común en los hogares, en las escuelas, en los recintos religiosos, en los medios de difusión. No era extraño entonces que los padres aceptaran la rigidez del aparato escolar (incluyendo el castigo enderezador, “los medios del buen encauzamiento” a que se refiere Foucault - 1980), depositando en los profesores atributos para ejercitar, con este acuerdo social, tácito en algunos casos, explícito en otros, la violencia de los profesores hacia los alumnos. No es solamente la imposicion de la escuela sobre los padres de familia, pues también la física de las costumbres disciplinarias asume la dirección de los hogares hacia las escuelas. Esto además implicaba entender a las escuelas como depósitos: para los profesores, donde depositarían los conocimientos en los estudiantes (el modelo de educación bancaria que analiza Freire), que exige disciplina estricta y en la que el silencio se constituye en atributo dominante de los alumnos1, como podremos confirmar al detenernos en los testimonios que se exponen en el trabajo; para los padres de familia, la escuela se configura en espacio para dejar a los hijos, depositarlos en los establecimientos escolares como grandes guarderías. Los jaloneos de la historia, la emergencia de los derechos sociales, el descubrimiento de que los niños no son “adultos chiquitos”, la crítica al uso común del término “menores”, así como las reflexiones pedagógicas y la praxis que critican la educación bancaria, y a la escuela como reproductora del capital, y los esfuerzos sociales que ponen en el centro al hombre, son parte del eslabonamiento complejo que ha generado importantes cambios en lo que ocurre ordinariamente dentro de los establecimientos escolares - aunque tomando distancia de los

Profesor investigador del Departamento de Producción Económica, de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco. Contacto: aley@correo.xoc.uam.mx 1 “El sistema disciplinario se caracteriza por un modo de ordenamiento que requiere precisión, obediencia y docilidad. La orden no necesita ser explicada, debe ser ejecutada. La obediencia debe ser inmediata y absoluta. Para lograrlo, el silencio debe reinar como dueño y señor de manera tal que ninguna distracción llegue a perturbar la atención necesaria para la actividad y la vigilancia permanente a las señales de autoridad” (De Gaulejac, 2006: 412).

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optimismos, la historia de la violencia recorre otros caminos (“la barbarie dulce” a que se refiere Montaño2). Con lo que ahora exponemos se da continuidad a una preocupación iniciada hace algunos años sobre el proceso de trabajo magisterial y sus desembocaduras múltiples. En el caso concreto que nos ocupa, partiendo del supuesto de que el estudiante es un producto social, por la combinación de profesores enlazados en las fases sucesivas del proceso de trabajo magisterial, lo que implica atender un encadenamiento productivo que en su devenir produce un sujeto pedagógico, en el que se buscó edificar saberes (que sea útil) y con capacidad de obediencia (que sea dócil). Se trata de un proceso que podemos analizar en sus partes, pero que en la realidad se presenta de manera indisoluble y en el cual una bisagra principal es la violencia como constructo social legítimo que ocupa un lugar significativo en el conjunto de prácticas sociales. El partir de la premisa de que la violencia (material o simbólica), que en su sentido práctico implica la “capacidad de generar obediencia” (Weber, 1987) (fin y medio), es parte inherente del orden en la casa, en el templo, en la pantalla, en la escuela, en múltiples sentidos que se encuentran; es porque no se trata de un hecho aislado ni producto de la generación espontánea o, pensando en la escuela, de profesores que aceptando el rol social que le confiere una parte de la sociedad, en una dialéctica de la violencia, se presentan más como enderezadores, y menos claramente como sujetos violentos. Como intentaremos demostrar en el curso de la exposición, no se trata de hechos aislados ni inconexos, aun cuando en su origen se aprecien almanaques históricos distintos. En el trabajo de campo, que ahora se expone, propio de la investigación cualitativa, podemos apreciar cambios en las formas de gestión de la violencia. En trabajos anteriores hemos dirigido nuestra atención a la forma en que se expresa la violencia en dos generaciones: la de los alumnos actuales de educación básica, y la de los que ahora son profesores, pero recolectando datos de cómo, cuando eran estudiantes de educación básica, fueron sus historias escolares. Aquí nos volveremos a detener, pero ahora poniendo atención en un conjunto de testimonios, en el que se activa la memoria de dieciocho profesores a partir de la petición de que nos platicaran algún suceso que consideraran marcó su trayectoria como estudiantes, y por ello (porque su condición de estudiantes era parte de su condición de vida), su vida. Con este ejercicio nos metemos en un pasado que puede ser incómodo de desenterrar, en algunos casos, en otros en un hecho que está a flor de piel. Es pertinente señalar que no se realizaron historias de vida. No conocemos los antecedentes de las y los profesores que nos ofrecieron en sus testimonios trozos fragmentados, pero muy significativos, de sus historias. Aparte de los testimonios, trabajando con un grupo focal (profesores del Estado de México en Ecatepec, de educación básica) este conjunto de docentes – distinto al que nos aportó sus testimonios – construyó un catálogo en el que se materializan, desde la experiencia de los que ahora son docentes, las múltiples formas de ejercer el maltrato en las escuelas, desde los profesores hacia los estudiantes. Vale aclarar que hay un corte claro en esta investigación: no abordamos el maltrato y la violencia de los estudiantes hacia sus pares o hacia los profesores. Nos concentramos entonces en la historia corta de los profesores, acercándonos a las cicatrices propias de historias personales. Con esta intención creemos que se obtiene parte de lo que plantea Bourdieu: el informante lleva “a cabo una tarea de clarificación – gratificante y dolorosa al mismo tiempo – y para expresar, a veces con gran intensidad, experiencias y pensamientos por mucho tiempo reprimidos o no dichos” (Bourdieu et al, 1999: 615). A esto hay que agregar lo que señala Montaño, retomando a Enriquez: la obligación de “mirar al otro no simplemente como una fuente de información sino como un ser humano que busca constantemente reconstruirse” (Montaño, 2007: 15), y que además en esta reconstrucción encuen2 “La barbarie dulce constituye el punto ciego de la ‘modernidad’ de las empresas y de la escuela (…) Ella desarrolla instrumentos de evaluación del desempeño individual que recortan y clasifican La actividad de los individuos en un esquema de comportamiento reductor del ser humano” (Le Goff en Montaño, 2007a: 69).


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tra el sujeto sentido y coherencia a su propia vida, pues en “todo relato opera una reconstrucción”…”sabemos que la memoria no es confiable. Obedece a otras lógicas diferentes a la verdad o a la ciencia. Olvida, transforma, deforma, reconstruye el pasado en función de las exigencias del inconsciente, de las presiones del medio ambiente, de las condiciones de producción del relato, de las estrategias del poder del locutor y del entrevistador” (De Gaulejac, 2005: 30).

¡Esto es un sombrero, no un elefante comiéndose una boa! En lo que hace a la construcción disciplinaria, podemos constatar, lo intentaremos demostrar, la importancia que tiene en esta generación el castigo de los cuerpos y la tarea de corregir las almas3. El lugar que ocupará en este proceso la disciplina es fundamental, y encuentra su pertinencia en que las escuelas no son espacios inocentes ni neutros. La escuela, como relación social, materializa, produce y recrea los mecanismos de disciplina y socialización que rigen en las aulas y fuera de ellas, pues la escuela encuentra su razón de ser en el afuera (funciones sociales, asignación de roles, reconocimiento de estratos, aceptación del reticulado fino de lo impuesto y asignado) (cf. Fischer, 1998; Foucault, 1980; Poulantzas, 1980): “A cada individuo su lugar”, “poder en cada instante vigilar la conducta de cada cual, apreciarla, sancionarla, medir las cualidades o los méritos. Procedimiento, pues, para conocer, para dominar y para utilizar” (Foucault, 1980: 146 y 147). Veamos en extenso el Catálogo que elaboraron sobre el tema que nos ocupa un conjunto de profesores que conformaron un grupo focal, convocado para reflexionar sobre la violencia escolar ejercida por docentes en educación básica. Por los atributos de sus integrantes se obtuvieron resultados altamente enriquecedores4: al pensar el problema central, avanzan ideas sobre su materia de trabajo, a la par de cómo se mira, desde lo pedagógico, a uno de los actores fundamentales de la comunidad escolar, cómo se articula la escuela a lo social, todo ello con el sustento de sus experiencias docentes y resaltando cinco dimensiones. 55

Catálogo de comportamientos en el uso de la violencia en alumnos de educación básica. Grupo Focal de Ecatepec s Uso de la palabra: Gritarle al alumno “cállate”; “no le hables por que es un burro”; ser ignorados por el profesor o compañeros; decirles su nombre en diminutivo de forma despectiva; “ya sé lo que vas a decir y está mal”; mostrarles una jeringa y decirles que si no se portan bien los van a inyectar; poner cinta adhesiva en la boca; cambio de lugar por hablar con un compañero;

3 En generaciones recientes de sujetos pedagógicos se aprecia más claramente el tránsito del castigo físico al castigo del alma. Nos inspiramos en este sentido en Foucault (1980). Retomando este sentido, cf. Ibarra, 1994; De Gaulejac, 2006. En el mismo filón analítico, Ehrenberg apunta: “Administración participativa, grupos de expresión, círculos de calidad, etc., constituyen nuevas formas de ejercicio de la autoridad que buscan inculcar el espíritu de empresa a cada trabajador. Los modos de regulación y de dominación de la fuerza de trabajo se apoyan menos sobre la obediencia mecánica que sobre la iniciativa: responsabilidad, capacidad de evolucionar, de armar proyectos, motivación, flexibilidad, etc., dibujan una nueva liturgia administrativa (…) Se trata menos de someter el cuerpo que de movilizar los afectos y las capacidades mentales de cada asalariado” – quitemos asalariado y pongamos estudiante, para los fines de esta exposición (Ehrenberg, en Montaño, 2007a: 69 - 70) 4 A pesar de lo estimulante de la dinámica de trabajo y de sus resultados, de acuerdo a comentarios de los profesores participantes, es pertinente resaltar dos aspectos : 1) algunos profesores reconocieron que de niños no sintieron que se ejerciera maltrato sobre ellos, pero mirando retrospectivamente el problema, sin duda ahora coincidían que sí fueron objeto de violencia pero no la habían catalogado como tal; 2) revisando su práctica docente actual, también los profesores reconocieron que han incurrido, como docentes, en violencia simbólica, pero que no se habían percatado de ello hasta que se realizó el trabajo focal, lo que confirma el problema de la « ceguera de taller », con sus respectivas distinciones, en los dos aspectos resaltados. Vale un ejemplo : « una profesora un día nos sacó a ensayar un bailable, pero como no salió rápido nos pusimos a correr por toda la escuela. Cuando se nos ocurrió volver al salón nos recibió con un coco, pero en ese momento no le tomé mucha importancia, al contrario nos dio risa a todos los involucrados, creímos que nos lo merecíamos ».


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cambiar el nombre con toda intención a los alumnos; remarcar palabras o expresiones: captan, entendiste, si entiendes, cuántas veces lo tengo que repetir, no oyes o estás sordo, te estoy hablando, siempre es lo mismo contigo, tenías que ser tú, vienes a calentar nada más la banca, mejor quédate en tu casa. s Relaciones sociales: Golpear (escritorio, pizarrón, bancas de los alumnos, la puerta, para captar la atención); “siéntate”; aislarlo; sacarlo del salón; mandarlo al rincón del salón; dejarlos de pie; hacer a los niños “invisibles”, el profesor impone la ley del hielo para un alumno(a); no te juntes con “x” porque te vas a volver igual que él, etc.

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s El afecto: Zarandear al alumno (de la ropa, del brazo); evidenciarlo (pararlo al frente del grupo, al frente de la fila y que recojan basura, al centro del patio dirigirse a los alumnos con apodos, compararlos, llamarles la atención enfrente de todo el grupo, señalarlos cuando se hacen del baño y a las mujeres cuando manchan su ropa por la menstruación, amarrarlos al asta bandera, en el cuadro de honor resaltar los logros de otros y que muchos no alcanzaron, prueba del aceite y sal - la persona que tomó el objeto se quema -, y cerillo - los cerillos son mágicos y al que robó, su cerillo crecerá - para averiguar quien se roba los objetos perdidos o el dinero); discriminación(por seguir convicciones religiosas y no saludar a la bandera, por venir de una escuela particular o pública, negar la inscripción o servicios por falta de cooperación, por profesión u oficio de los padres “ser hijo(a) de comerciante o de maestro(a), 1) de aspecto: hueles muy feo, no te sientes ahí porque huele mal, tus zapatos tienen hambre, traer el uniforme sucio; 2) características físicas: por salir de la homogeneidad del grupo, en cuanto estatura (alto - bajo), complexión (gordo - flaco), color de tez (blanco, moreno, negro, apiñonado, rubio), por su capacidad estudiantil (nerd o ñoño, burro o tonto); 3) género: no juegas futbol por ser niña, los hombres no lloran, ponerles moño o falda a los niños y a las niñas bigotes; si un niño le pega a una niña lo ponen al frente y todas las niñas le pegan, en caso contrario ponen en una banca a la niña y todos los niños le dan un beso en la mejilla. Reírse de ellos al tener un error; cambio de grupo por que la maestra no lo acepta; uso de sellos para señalar características del trabajo o la persona (trabaja lento: tortuga, trabajo sucio: un cochinito, no trabajó: un burro, platica en clase: loro, es muy inteligente: búho, si trabaja: abejita); invalidando el trabajo del alumno (arrancar las hojas, tirar el cuaderno del alumno a la basura, aventar el libro o cuaderno al patio); enterrar o picar con el dedo a un alumno. s Calidad de vida estudiantil y privada: El que no paga no entra a clase; niños introvertidos por tener problemas en casa son señalados, rechazados, ignorados o reciben poca atención; etiquetarlo con otros profesores diciéndoles de su conducta antisocial y agresiva, por sus problemas de aprendizaje o de necesidades especiales; asimismo, diciendo que es un incumplido, no hace bien la tarea, no sabe nada, es un tonto; amarrar a los zurdos a la banca para que escriban con la derecha; que el profesor revise las mochilas cuando se pierde dinero o algún objeto; se les recoge la mochila o algún objeto y no se entrega hasta que no llegue el papá, mamá o tutor; revisión de limpieza de: ropa interior, calcetas, calcetines y zapatos; encerrarlos con llave en el salón; regresar a un alumno de grado por no contar con los conocimientos; cambiarlo de salón momentáneamente por conducta inadecuada o por falta de conocimientos; obligarlos a quedarse los dos turnos en la escuela; amenaza de calificaciones reprobatorias por no realizar actividades físicas (a pesar de tener un brazo enyesado, con fiebre, enfermedades respiratorias, del corazón); marcar errores ortográficos y notas con rojo; asignación de lugares: por filas (inteligentes, burros; por calificación, por numero de lista, por comportamiento); trabajo y tarea adicional por mal comportamiento; regresar


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los trabajos del alumno por no cubrir los requisitos de presentación que el maestro solicita (fecha, margen, tema, valor o frase de la semana o mes). Salud: Jalón de: orejas, patillas, brazo, cabello; coscorrón: con meniscos, anillo castigador; dar un golpe con la mano abierta (“sape”) en la nuca o en la frente para corregir; reglazo: palma, dedos, dorso, glúteos, espalda, cabeza, brazos, piernas; borradorzazo: cabeza, dedos, palma, dorso, aventarlo a los pies o donde caiga; pellizcar: brazo, piernas, glúteos, pezón; rechazo: por falta de higiene, olor a orines, a sudor, manos sucias, uñas largas, mocos, olor de grasa o verduras, porque tienen piojos, por el cabello sucio; no dejarlos ir al baño; pararlos en el patio: con brazos extendidos, cargando libros, en el rayo del sol, hincados; pegar: con cinturón del profesor (a), con la banda del tambor (banda de guerra) y el metro (plástico, madera y fierro), manguera y palo en cualquier parte del cuerpo, con un libro o libreta en la cabeza; juntar piedritas y sobre ellas hincarse; picar con un alfiler: cabeza, brazos, pene, mano, dedo; azotarlo en la banca o en la pared; cortar las uñas y por accidente cortar un dedo; quemaduras con cerillos, cigarros y agua caliente por conducta inapropiada; dejar sin comer a la hora del recreo o si están comiendo en el salón o formación tirarles la comida.; lavar los baños con la mano por mala conducta o por tirar basura. Hasta aquí el Catálogo elaborado por el grupo focal, que desmenuza detalladamente la anatomía de la violencia que opera en las escuelas mexicanas, con sus diferencias y alcances en las realidades concretas. El trabajo del grupo focal abre un escenario de reflexión muy sugerente: si retomamos la tesis de Baudelot y Establet (1975), por una parte, y de Bowles y Gintis (1981), por otra, de que al mismo tiempo que se construyen saberes, se acompañan éstos de esquemas de orden y obediencia (en un sentido similar cf. Schein, 1977, con sus referencias al adoctrinamiento y al adiestramiento, dimensiones de la socialización organizacional que se sintetizan en una mirada del orden común). La frágil línea que separa el castigo de la violencia (cf. Acevedo, 2010), por lo que se sustenta la hipótesis de que la violencia tiene un sentido pedagógico, como argumento y práctica, para el que la despliega, se aprecia con claridad en las voces de los profesores, recordándonos sus historias: Mi primaria la cursé en Veracruz. En el pueblo donde vivía todos los niños acudíamos a la iglesia, pues el patio central de ésta lo utilizaban como escuela…eran las monjas las que nos impartían las clases, primero nos daban como catecismo y luego nos enseñaban a leer, escribir y a hacer operaciones. Cuando las monjas nos preguntaban sobre el catecismo y no sabíamos la respuesta, nos llevaban al interior de la iglesia y hacían que nos hincáramos y con los brazos extendidos rezáramos a dios, para que éste nos quitara lo burros. Recuerdo que el piso de la iglesia estaba hecho de pedazos de piedra y había algunas que tenían como borditos y eso nos lastimaba las rodillas. En este lugar permanecíamos hasta que terminaba la jornada de enseñanza. También recuerdo que dejaban a una monja viejita a que nos cuidara y se fijara que cumpliéramos el castigo, pero como se quedaba dormida, bajábamos los brazos y nos sentábamos, cuando oíamos que venían nos incorporábamos a la posición en la que nos habían dejado. Tiempo después, el pueblo creció y se construyó la escuela…haciendo memoria, creo que sólo la violencia cambió de lugar.

En el testimonio que a continuación se expone resaltan detalles que le aproximan al testimonio anterior, lo que permite hablar de experiencias individual - sociales: Mi primaria la cursé en el estado de Chiapas, lugar de donde soy originario. Recuerdo que sólo jugaba, pues la escuela era sólo un salón grande construido con madera y el techo con hojas de palmera. Asistíamos niños de todas las edades y con todos creo recordar trabajaban lo mismo5. En el pueblo donde yo vivía la figura del maestro era muy 5

El informante hace referencia a las escuelas multigrado, comunes en las zonas rurales e incluso en zonas urbanas con características marginales.

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respetada por los pobladores, pero el maestro que estaba encargado creo que abusaba de esta condición, pues solicitaba a nuestros padres que le llevaran diversos objetos que eran de su uso personal, incluso les pedía comida y cuando algún papá no le llevaba o no le gustaba, nos hincaba sobre piedras chiquitas (como arena cernida) y nos daba dos piedras grandes las cuales cargábamos con los brazos.

En el material aportado por los profesores destaca el control del espacio por parte del profesor, incluso utilizando herramientas para la enseñanza (gises y borradores) para mantener “el orden”: Recuerdo aquellos ayeres cuando contaba con escasos 10 años de edad y cursaba sexto año…El director de la escuela nos presentó al profesor que estaría con nosotros durante ese año escolar inolvidable por muchas razones, tanto académicas como de aprendizaje y desarrollo personal. La vivencia de violencia comenzó a mediados del año cuando nos enteramos que el profesor había reprobado su examen final para la licenciatura en Derecho (UNAM), porque al no contestar nosotros una pregunta correcta, era pegarnos en las manos con una regla de madera, jalarnos las patillas y si nos observaba platicando nos aventaba el borrador donde le atinara. Así transcurrió la mitad del año con las agresiones fisicas por lapsos esporádicos, fue un dia cuando nos juntamos todos mis compañeros y hablamos con el director para decirle lo que pasaba en el salon. El habló con el profesor, pero tenía tanta suerte que cuando le dieron la última oportunidad empezó a comportarse moderadamente.

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Como fue apuntado en sus observaciones por el grupo focal, son innumerables las formas en que se expresa la violencia. Quizá entre lo más convencional se encuentran las historias escolares referidas al clásico profesor golpeador: La profesora de primer grado nos pegaba con el metro si nos levantábamos; el profesor de quinto grado nos jalaba de las patillas cuando hablábamos en el salón, y nos dejaba sin recreo. Como fue apuntado en sus observaciones por el grupo focal, son innumerables las formas en que se expresa la violencia. Quizá entre lo más convencional se encuentran las historias escolares referidas al clásico profesor golpeador: La profesora de primer grado nos pegaba con el metro si nos levantábamos; el profesor de quinto grado nos jalaba de las patillas cuando hablábamos en el salón, y nos dejaba sin recreo O ese testimonio del niño (ahora adulto), que corriendo en el recreo, …me encontré con la mano del director, que directamente golpeó mi cabeza con una moneda grande, que quizá no hubiera podido cerrar mi mano de niño si la hubiera tenido yo entre los dedos. Estaba jugando y me pegó, sin saber por qué. Muchos años después, siendo ya un joven de 16 o 17 años, lo vi al director en un parque, cerca de la escuela. Me dirigí a él con ganas de golpearlo. Pero cuando estuve cerca me sorprendió descubrirme mucho más alto que ese hombre viejo, empequeñecido, feo a mi vista, me di cuenta que si le daba un golpe quizá lo mataría. Simplemente me alejé. De lo que me arrepiento es de no haberle dicho el daño que me hicieron siendo niño, él y su sobrino golpeador, como maestro, lo que obligó a mi madre a cambiarme de escuela, porque mis propios compañeros estaban enojados conmigo por haber comentado a mi mamá que el maestro nos pegaba. Muchos años, pero, por suerte, comentar esto es una forma de curar ese dolor.

En las escuelas se acostumbra todavía a que al entrar alguna persona al salón los chicos se paran y saludan. Así, es fácil observar en la cotidianidad de una escuela el “Buenos días señor director”. El relato que nos hace llegar una informante es para referir la entrada del director al salón de clases, pero de manera intempestiva y donde no hubo tiempo de saludarlo: …cursaba el segundo año de primaria. Debíamos formarnos antes de entrar al salón. Recuerdo que en lugar de formarme fui directo al salón y junto conmigo uno o dos compañeros más; me parece que el director desde el micrófono hizo un llamado para que todos los niños fueran a formarse, cosa que nosotros no hicimos; pasados unos minutos el director entró al salón equipado con una tabla y nos sacó a tablazos del salón.


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Escuelas distintas, entidades diferentes, sin conexiones familiares o de amistad, de ningún tipo, pero hechos notablemente parecidos, como confeccionados estratégicamente6, como el que nos plantea una informante: Cuando cursaba segundo grado de primaria, al haber terminado la actividad encomendada por la maestra, se me hizo fácil levantarme de mi lugar y balancearme entre las bancas incómodas (binarias), mientras los demás compañeros concluían. La maestra llegó sin que la viera y me llevó a mi lugar de una oreja. Tal vez lo más agresivo fue la burla de los compañeros, porque la agresión física de la maestra a los alumnos era constante.

Como se puede apreciar, en la franja de profesores que ahora está activa, en sus primeros años de incorporación a la escuela sintieron en carne propia ese viejo refrán de que “la letra con sangre entra”7. Las piedras en las rodillas, el cansancio en los brazos (en cruz, simplemente, o con el agregado de la carga, fueran ladrillos o libros), la atención para evitar el borrador o la tiza que mancharía la frente, como la ceniza en ciertos miércoles, todo ello tan presente como castigo físico, encauzador de obediencia, demandante de silencio, creador de miedos, constructor de complicidad para hacer menos al que se quejaba, y visto como “natural” por padres8, alumnos y profesores. La educación, desde esta materialización histórica, era un asunto de adultos. Para los niños, recordamos, en este modelo, con aristas vigentes, hay cosas que no se dicen, que no se hacen, que no se tocan. Detengámonos en esta última reflexión que se expone, articulando al silencio con el miedo, a la construcción de complicidades en donde denunciar es sinónimo, desde este discurso del poder, de delatar.

¡Este es un dibujo en un papel de una caja con un agujero: no hay ningún cordero! El principal operador del modelo pedagógico tradicional es el profesor. De allí devienen el relieve del monólogo, la arbitrariedad cultural concentrada en el docente, el peso de la escuela “para ser alguien en la vida”, la posesión de conocimientos y el énfasis en la transmisión, que no en la construcción de conocimientos. En este sentido, para ejemplificar lo apuntado, un informante comentaba de un profesor al que “nunca le parecía todo lo que proponíamos y decía que no podíamos ser mejor que él”. Los testimonios que se exponen en este apartado son una cara, no tan visible, de este modelo, algunas de sus consecuencias. Desde nuestras premisas, no se trata de disfunciones, pues la violencia escolar es parte inherente del propio modelo, en su exigencia de orden, silencio, individualismo. El peso del docente en la comunidad escolar se deja sentir con claridad en el testimonio de una estudiante que fue cambiada de grado escolar por las ideas que 6 Es muy sugerente en este sentido lo que nos plantea De Gaulejac retomando a Foucault: “El management se presenta como el arte de gobernar a los hombres y las cosas: acondicionar y escatimar, por un lado, ordenar y acomodar por el otro. Disponemos aquí de una tecnología política, en el sentido marcado por Michel Foucault en sus análisis del poder. Es decir, se trata de un conjunto de micro dispositivos que no aparecen como el producto de una concepción centralizada, de un sistema de dominación preestablecido, sino como un conjunto inconexo de tecnologías, de reglamentos, de procedimientos, de equipamientos y de discursos que emergen en un momento histórico dado. Aunque se concibieron en lugares distintos y sin que mediara concertación alguna, estos elementos son portadores de características comunes y de una concepción similar del orden social” (De Gaulejac, 2006: 406). 7 Como parte de un plan de investigación amplio, en la aplicación de un cuestionario encontramos que los niños (ahora profesores) fueron más castigados físicamente que las niñas, en tanto éstas fueron víctimas en mayor grado de violencia psicológica que los niños. Hay un desaliento al uso de la fuerza física, aunque también los datos sobre maltrato psicológico se presentan por debajo en los estudiantes del presente (Cf. Espinosa y Martínez, 2008 y 2009). 8 “…los padres tienden a pasar a sus hijos las lecciones derivadas de las condiciones de la vida de su propia clase social –y ello contribuye a preparar a sus hijos para una posición de clase similar” (Bowles y Gintis, 1981: 196). Lo que encontramos es, de acuerdo a lo planteado por Khon y que retoman los autores anteriormente citados, que “los padres de estatus más bajo prefieren los buenos modales, la limpieza, la honradez y la obediencia” (Bowles y Gintis, 1981:195).

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generó en el profesor su aspecto físico, no como producto de alguna evaluación. El cambio, además, condujo a nuestra informante a vivir situaciones de maltrato: Cuando cursaba el segundo grado, mi grupo era muy grande y el maestro no nos conocía o ubicaba a todos. Yo siempre he sido muy chaparrita y he aparentado menos edad de la que tengo. Un día el maestro recibió la visita del director porque se quejaban los padres de que no enseñaba y cuando ellos preguntaban por el aprendizaje de sus hijos los padres notaban que no nos conocía. Así que a partir de esto, el maestro se dio a la tarea de observarnos a todos y determinar si estábamos en el grado indicado. A mí ni siquiera me evaluó y al verme me dijo: tú no debes ir en este grado, voy a hablar con el director para que te regresen a primer año. Así fue, habló con el director y con mi mamá y al otro día yo ya estaba en primer año, pero yo sí sabía leer y escribir, creo que lo único que me faltaba era practicar, sin embargo, convencieron a mi mamá y ella aceptó el cambio. Con la nueva maestra sufrí golpes y regaños. Al decirle yo a mí mamá, ella me contestaba que era por mi bien, que los maestros solo querían que aprendiera.

No es solamente la violencia física la que marca a los profesores de los que obtuvimos información, pues las burlas y los apodos ocupan un lugar relevante, como es la experiencia que transmite una informante: Cursaba yo el quinto grado, en esa época estaba en cartelera la película El planeta de los simios, lo que ya no recuerdo es si la pasaban por primera vez o ya antes la habían pasado, pero eso era lo menos importante. Desde que se inició el año escolar, el maestro me decía que parecía changuita y yo sí descendía de los monos. Que los científicos se podrían levantar de sus tumbas sólo para verificar o desechar sus teorías. Estos comentarios hacían que mis compañeros me dijeran extraterrestre, mujermono, chimpancé, etc. Cuando lo comenté en casa mi papá se molestó y sin avisar al director o maestro, le pidió a mi mamá que lo acompañara a la escuela y le enseñara al maestro. Sin que el maestro se lo esperara le dio un puñetazo en la cara, que el maestro se cambió de escuela. 60

Otro testimonio que obtuvimos, y que refleja esa violencia que pretende despertar simpatías, pero genera en el que la vive profundo malestar, tanto que pensando en el futuro de su familia, tiene el miedo de que su gente querida viva lo que pasó: …mi hermano, desde pequeño era muy orejoncito y cuando el cursaba el tercer grado tenían un maestro que era muy agresivo y ofensivo. A mi hermano le puso el apodo de orejas de portezuela de Volkswagen. Mi hermano no le comunicó nada a mi mamá, creo que por temor, pero una vez que estábamos en el patio, oí como le llamó. Ese mismo día le dije a mi mamá y ella al siguiente día fue a platicar con la directora, la cual le contestó que su sobrino era muy juguetón con sus alumnos y que no lo hacía por ofenderlos. Ante esta respuesta mi mamá decidió cambiarnos de escuela, aunque ésta nos quedaba muy lejos y nos inscribió en la tarde. Creo que esta experiencia afectó mucho a mi hermano, pues cuando se casa y su esposa estaba embarazada decía que él no quería que fuera niño, porque a lo mejor estaba orejón como él y no quería que su hijo viviera la situación que él experimentó

Ejemplos como los descritos no son algo extraordinario, al contrario, forma parte de lo ordinario, de acuerdo a la evidencia empírica que hemos obtenido. Por eso es un ejemplo recurrente el que expone un informante. En su testimonio el informante recuerda el nombre del “profesor” y el grado, cuarto año (9 años): el profesor “siempre me decía que era muy burro”. Eso sí, dice el ahora profesor, y parece una ironía frente a la buena memoria demostrada, “con el tiempo se me olvidó”, frente a lo cual podríamos abrir signos de interrogación, pues pareciera que realmente de lo que se habla es de capas de experiencias que atemperan las situaciones de maltrato vividas. Acerquémonos a otro testimonio, en el que destaca en la exposición la ira despertada, a pesar de la cual se argumenta, casi como si el tiempo transcurrido tuviera un efecto piadoso en la recomposición de nuestra historia, que no es


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“gran violencia”; aunque en esa pelea interna al hacer la introspección, también se reconoce que “generó temor y desconfianza”: El tercer y cuarto año de primaria los cursé con la maestra (se omite el nombre completo), una mujer violenta de palabra y de actitud. Dos experiencias desagradables tuve con ella. La primera cuando en las clases de Educación Artística nos enseñó a tejer con gancho; yo nunca había tejido y me costaba trabajo hacerlo. Me llamó a su escritorio con mi bola de estambre y con mi gancho, me explicó. Pero para ello me sujetó las manos y comenzó a guiármelas con tanta fuerza que sus uñas me las dejó marcadas en las manos, al mismo tiempo a voz en cuello –que retumbaba en mi cerebro– me daba las instrucciones de cómo hacerlo; no es gran violencia, pero en mi generó temor y desconfianza, y cada vez que la oía gritar –porque gritaba a todo pulmón– me intimidaba. La segunda; supongo que unos minutos después de haber entrado a clase –yo asistía al turno vespertino, después de comer–, le pedí permiso para salir al baño. Molesta me negó el permiso; transcurrió un tiempo más y volví a pedirle permiso para salir al baño, no recuerdo con exactitud su respuesta, pero seguro me lo negó igualmente molesta; lo anterior, unido al temor y desconfianza que ya le tenía, inhibió mis peticiones y me convencí de que tendría que esperar hasta el recreo. Lo intenté, pero no lo logré, y antes del recreo ya había vaciado mi vejiga en el salón. Para salir al recreo tuve que amarrarme el suéter a la cintura, seguro ella se dio cuenta de lo ocurrido pero no me comentó nada; yo lo comenté con mi mamá y al día siguiente ella fue a hablar con la tal maestra. Mi madre no me comentó con detalle lo que habló con la fulana. Por más que le pregunté, lo único que me comentó fue que le había pedido que cuando yo necesitara ir al baño me dejara salir, y que a ese acuerdo habían llegado.

En diversos testimonios aquí expuestos ha aparecido la figura del director protegiendo a los profesores, ya sea porque forman parte de sus cuadros o bien por lazos familiares (el nepotismo), aspecto siempre presente en las diferentes dimensiones culturales en México. En el siguiente testimonio esta situación vuelve a ocupar un lugar en la historia de las escuelas y sus relaciones: …cuando iba en primero de secundaria, el maestro que nos daba la materia de Inglés era hijo del director, por lo tanto era prepotente y le gustaba ofender o burlarse del físico de los alumnos. Un día, al solicitar que dejáramos los libros sobre el escritorio para calificar la actividad, a mí se me olvidó poner mi nombre a la hoja del libro –al iniciar el curso nos pidió que cada quien forrara el libro con lo que uno quisiera, yo decidí forrarlo con fotografías del grupo juvenil Menudo, que estaba de moda en esa época. Cuando llegó el momento para calificar mi trabajo, levanta el libro y pregunta ¿quién es la menuda dueña de este libro? Pero como éramos varias las que lo habíamos forrado así, todas nos levantamos. Cuando vi que era el mío me acerqué y le dije es mío, a lo que él me respondió: les pedí que lo forraran como quisieran, no con porquerías, y me aventó el libro al suelo. Por temor, nunca les comenté esta situación a mis papás, se los platiqué ya cuando había salido de la secundaria.

Muy cerca a esta experiencia se encuentra lo vivido por una alumna: “La profesora me pegaba y me rompía mis libretas, me gritaba…Me marcó, me volví tímida e insegura”. Qué lejos se encontraban, en las geografías, estas personas cuando niños; sin embargo cómo se aproximan en los testimonios. Esto se aprecia en el testimonio que nos acercó un profesor, al compartir su historia: señalaba que no fue agredido física ni emocionalmente: a lo más, “tal vez un regaño muy enérgico”. Sin embargo, queremos detenernos en parte de lo que expone: vivió la experiencia donde un profesor, “por la incapacidad que tenía el maestro para explicarnos la clase, se enojaba si volvíamos a preguntar”. No siente que este acontecimiento marcara su vida: “No. Pero de alguna manera nos hizo ser un poco temerosos al preguntar”. En el conjunto de los testimonios es dominante la referencia a que a los papás no se les comentaba lo que ocurría en la escuela. Exponemos parte de las piezas recabadas en la figura (1) sobre la Pedagogía de la Obediencia.

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Al contrario de lo expuesto en la figura 1, registramos experiencias de comunicación de los niños con sus padres que implicaron niveles de confianza y reconocimiento al referente inmediato, que generó respuestas de distancia frente a la violencia disciplinaria. Volvemos a acercarnos a parte de los testimonios ya expuestos, ahora atendidos desde otro ángulo. Encarando la postura del profesor de insultar con apodos marcadamente ofensivos, la respuesta no se hizo esperar: Cuando lo comenté en casa mi papa se molestó y sin avisar al director o maestro, le pidió a mi mamá que lo acompañara a la escuela y le enseñara al maestro. Sin que el maestro se lo esperara le dio un puñetazo en la cara…que el maestro se cambió de escuela. Otro testimonio de la hermana de un chico al que el profesor le llamaba con un apodo ofensivo, aparentemente “no lo hacía” con intención de ofender (le defiende un pariente poderoso, la directora) pero que, como veremos más adelante, marcó para siempre al sujeto. “Ese mismo día le dije a mi mamá y ella al siguiente día fue a platicar con la directora, la cual le contestó que su sobrino era muy juguetón con sus alumnos y que no lo hacía por ofenderlos”. Ante la negativa de dar permiso para ir al baño, que era muy común de acuerdo a nuestros informantes (véase asimismo el Catálogo), resalta el acuerdo de la mamá con la “tal maestra”, la “fulana”, palabras que dejan sentir un tono que deja ver con claridad la carga emocional en la informante: …yo lo comenté con mi mamá y al día siguiente ella fue a hablar con la tal maestra. Mi madre no me comentó con detalle lo que habló con la fulana. Por más que le pregunté, lo único que me comentó fue que le había pedido que cuando yo necesitara ir al baño me dejara salir, y que a ese acuerdo habían llegado. Reflexionando por escrito sobre parte de la evidencia empírica, un grupo de profesores señalaba que en su momento esa violencia no era tipificada como maltrato sino como disciplina. En su experiencia docente comentan que “los alumnos que manifiestan tener una dificultad física o de aprendizaje son los más agredidos en todos los casos”, así como, del otro lado, los que tienen mejores calificaciones son menos agredidos, aseguran, concluyendo que “los procesos de disciplina y convivencia son una expresión privilegiada del orden moral subyacente en la escuela”.

Consideraciones finales Lo sistemático de aludir a los padres, a que en general no se les comunicaban hechos de violencia como los descritos, dado que o no creían en lo que les decían los niños o bien aceptaban que eso se hacía por su bien, no es una feliz casualidad. Revisando evidencia empírica de su práctica clínica, De Gaulejac narra el caso de Claude: “La violencia de sus condiciones de existencia conduce a los abuelos a luchar en silencio para salir. Toda su energía está investida en el trabajo. No hay tiempo para el amor, la ternura, para hablar de sus sentimientos9. Hablar de eso es ser débil, es caer en el campo 9 Es común encontrar en las cláusulas de los contratos colectivos de trabajo indicaciones de que no se debe platicar en el proceso de trabajo, argumentando para ello que la distracción puede generar mal desempeño laboral o accidentes, lo que es la materialización de un silencio demandado, y acordado.


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de los ‘perezosos’…Ser un hombre, era ser eso. Trabajar y callarse, ‘sofocar los sentimientos”

(De Gaulejac, 2005: 42 - 43). Con matices, pero en el mismo nivel analítico, se encuentra un material testimonial que exponen Baudelot y Establet: “Quien tenía bracitos, dijo, no se quedaba; los más fuertes ganaban... Nunca veía a mi mujer. Nunca salía. Llegaba agotado a la casa, trabajaba hasta la una, y me levantaba a las dos y media de la madrugada. Cuando me tocaba el turno de la noche, me iba a las seis y media de la tarde y llegaba a las cinco de la mañana. Llegando me dormía. Esta vida duró dos años. No teníamos ningún contacto. Nunca veía a la niña. Nos divorciamos. Quería mi matrimonio y lo rompí. Desde entonces ya no trabajo tantas horas. Vivo solo...” (Baudelot y Establet, 1975: 261). En esta última cita se cuela una visión de la masculinidad (como fuerza, virilidad, rol social), con todas sus implicaciones. Quizá el ejemplo más significativo es el que proporciona Taylor, en su famoso diálogo con Schmidt: “…el hombre de valer hace lo que le dicen y no replica” (Taylor, 1961). Con lo enunciado estamos tejiendo un puente entre distintas dimensiones sociales para fortalecer el supuesto de que existe una concepción similar del orden social que articula el aparente desorden. Las organizaciones (escuela - familia), como apuntan Baudelot y Establet, se relacionan estrechamente: “...la escuela interviene con un papel verdaderamente irremplazable: enseñar a los sujetos de la red primariaprofesional cuáles son sus necesidades, someterlos a las necesidades que se tienen de ellos como si fuesen sus propias necesidades” (1975: 257). “Para comprender hasta qué punto familia y escuela forman una pareja, era necesario y suficiente restablecer el término que los une realmente: las relaciones sociales de producción, las leyes de su reproducción y la lucha de clases que emanen de ellas” (Baudelot y Establet, 1975: 262)10, acordando con Althusser que “... (la pareja escuela - familia) constituye el aparato ideológico de Estado dominante. Aparato que desempeña un rol determinante en la reproducción de las relaciones de producción” (Althusser, 1998: 46), que en su materialización pone de manifiesto que “...en la escuela se aprenden las ‘reglas’ del buen uso, es decir de las conveniencias que debe observar todo agente de la división del trabajo, según el puesto que está ‘destinado’ a ocupar: reglas de moral y de conciencia cívica y profesional...” (Althusser, 1998: 14). Las escuelas y las familias, los profesores y los padres de familia, están articulados por la disciplina, son las criaturas del modelo pedagógico tradicional, más allá de los índices de escolaridad diferenciados que cada quien posea. En las casas y en las escuelas se demandaba un atributo: capacidad de obedecer, de guardar silencio, de no reparar. La violencia social legítima ocupa un lugar en esta historia de la dominación, en el que está presente la arbitrariedad cultural, y que en la actualidad presenta cambios en la forma de gestión del maltrato y nuevos campos sociales de regulación del castigo. En el salón de clases los niños de hace algunas décadas vivieron una violencia que los marcó. La pedagogía tradicional se materializó en estudiantes-depósitos de gritos, golpes, burlas y ofensas verbales, exclusiones, todo ensamblado en sanciones normalizadoras. La escuela y el profesor como la metáfora de un nuevo género de prisión y un nuevo género de carcelero (cf. Gasparini, 1998). Viendo al salón de clases como el espacio donde se produce, donde hay un proceso de producción de obediencia y saberes, en los que el conflicto no está ausente, la violencia no está aislada de las relaciones sociales que en el aula se producen: la violencia está incrustada en la propia relación pedagógica, en su configuración material y/o simbólica. En la escuela la violencia se decantaba en lo ordinario en obediencia y domesticidad, en sometimiento corporal – inculcado como modo socialmente impuesto, y con ello legítimo, de incorporación de la obediencia/práctica pedagógica y aceptación, y así, de la dominación. En la superficie accidentada que recorrimos encontramos señales, símbolos, mojones y marcas. Quizá como señaló Carlos Ruiz Zafón en “La sombra del viento”: “Esas marcas son las de menos. Las peores se quedan dentro”.

10 A pesar de ubicarse en un plano teórico distinto, Giroux coincide con los autores citados en que no es extraño aludir a la escuela en la fábrica, si entendemos a la escuela en su vinculación con “la matriz social y cultural de la racionalidad capitalista” (Giroux, 1985: 37).

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PARTICIPACIÓN DE LA NIÑEZ, ADOLESCENCIA Y JUVENTUD un derecho para todas y todos Maribel Martínez Ambriz

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l mundo ha cambiado a lo largo del tiempo. Así mismo, las visiones y realidades también han tenido que modificarse dependiendo de las necesidades de cada época. Existen sectores de la población que constantemente se encuentran en la mira de las naciones, gobiernos y/o sociedades y a los que se dirigen diversas estrategias de “apoyo” por diferente motivos (políticos, económicos, represivos, de protección, entre otros). Un tema que constantemente se encuentra en las agendas de los gobiernos son la niñez, adolescencia y juventud, no obstante la mayoría de las veces, no de manera principal, por lo que se generan pocas oportunidades de verdadero cambio para estos sectores. Con el paso del tiempo se desarrollaron algunos documentos que pretendían proteger a la niñez, adolescencia y juventud, garantizando su bienestar desde diversos ámbitos. El texto más importante y que hasta ahora, después de 20 años, sigue siendo vigente, es la Convención sobre los Derechos del Niño (1989). La Convención es un documento en el que se establecen normas que deben ser respetadas por aquellos países que la firmaron y ratificaron. México es uno de estos países. Lo que lo obliga a modificar sus leyes si obstruyen el ejercicio libre de algún derecho de la niñez y adolescencia. La Convención reconoce a los niños y niñas como sujetos de derechos; se inspira en 4 principios generales: la no discriminación; el interés superior del niño; el derecho a desarrollar su máxima potencialidad y la participación. Consta de 54 artículos, agrupados en 4 categorías: principios rectores; derechos a la supervivencia y desarrollo; derechos a la protección y derecho a la participación (UNICEF 2008). Está última categoría, es de suma importancia para comenzar a generar cambios reales en las sociedades. El tema de la participación de la niñez, adolescencia y juventud es muy reciente en el ámbito de las acciones sociales, en la actualidad muchos países (principalmente en América Latina) están empezando a desarrollar programas y movimientos que permiten observar la importancia de la participación y expresión de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes como una forma de ejercer su ciudadanía. En México existen diversas organizaciones de la sociedad civil que tratan de apoyar y generar proyectos participativos que permitan evidenciar la capacidad de la niñez, adolescencia y juventud para resolver problemáticas que les afectan directamente o que simplemente les interesan.

Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México. Educadora de calle en el Centro Comunitario ednica – Xochimilco desde octubre del 2007 en el Programa de Familias, actualmente Responsable del Programa Niño en Riesgo y Trabajador.


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Desafortunadamente una parte importante de la sociedad mexicana y de los adultos en general, se muestran renuentes ante tales proyectos, argumentando la incapacidad y falta de criterio que los niĂąos, niĂąas y adolescentes puedan tener al momento de proponer acciones o tomar decisiones. Por lo que en la mayorĂ­a de los casos, los adultos son quienes deciden si los niĂąos y niĂąas son maduros o no para participar; tambiĂŠn determinan cuĂĄles son los asuntos en los que lo pueden involucrarse. Promover e impulsar la participaciĂłn de la niĂąez, adolescencia y juventud es un proceso complejo que engloba muchos aspectos, mĂĄs de los que genera la expresiĂłn por sĂ­ misma. Desafortunadamente, el tĂŠrmino se utiliza indiscriminadamente, razĂłn por la que, en ocasiones, no se alcanza a percibir su complejidad; participaciĂłn significa: tomar parte, lo que nos ayuda a tener conciencia de nuestros derechos individuales y de nuestra pertenencia a uno o varios grupos. Al establecer procesos participativos se comparten decisiones entre grupos sobre nuestra vida y la sociedad, teniendo como principio el respeto a las diferencias que se puedan generar, asĂ­ mismo, participar tambiĂŠn permite desarrollar habilidades como el diĂĄlogo, la expresiĂłn, la toma de decisiones en libertad, la organizaciĂłn, la dignidad, la autodeterminaciĂłn y la bĂşsqueda del bien comĂşn; de igual manera se generan competencias necesarias que son importantes para la vida psico - afectiva, social y polĂ­tica de los niĂąos, niĂąas, adolescentes y jĂłvenes. Evidentemente dichas habilidades se aprenden por un proceso de enseĂąanza y para fortalecerlas hay que practicarlas constantemente. A lo largo de los procesos participativos, se pueden observar cambios, en cuanto a las formas de trabajo, pasando de lo individual a lo grupal, encontrando nuevos canales de comunicaciĂłn, llegando a acuerdos con mayor facilidad y tomando decisiones de manera colectiva. Para que los proyectos de participaciĂłn de la niĂąez y adolescencia sean genuinos, es imprescindible que las actividades para las sesiones sean propuestas por los niĂąos y niĂąas, esto garantiza escuchar todas las voces. Aunque esto no significa que todas las cosas que se propongan deben desarrollarse, mĂĄs bien se reflexiona en conjunto la viabilidad de cada una de las propuestas. De lo anterior surge la importancia de construir una democracia a travĂŠs de la participaciĂłn de dichos sectores, puesto que, algunas de las habilidades y competencias se gestionan en conjunto. Es importante retomar aquellos valores y actitudes que permitan construir una ciudadanĂ­a capaz de mantener respeto hacia el otro, donde se realicen debates regidos por la equidad y la participaciĂłn de diferentes agentes sociales, en el cual haya justicia y tolerancia, donde las personas que son excluidas de los procesos participativos puedan reivindicar sus derechos y asĂ­ ejercer una ciudadanĂ­a plena, en la que ellos sean parte tambiĂŠn de la toma de decisiones y de las transformaciones. Como se ha mencionado anteriormente el tema de la participaciĂłn de la niĂąez y adolescencia es un tema muy reciente, principalmente en MĂŠxico, por lo que existe poca literatura a cerca de este tema. AsĂ­ mismo, las organizaciones que han tratado de impulsar y promover estos proyectos no se han dado a la tarea de sistematizar sus experiencias, por lo que es complicado poder evidenciar todos los avances y beneficios que trae consigo la participaciĂłn de la niĂąez y la adolescencia. Roger Hart es un investigador que se ha dado a la tarea de estudiar dichos procesos, planteĂł un modelo muy completo que pretende evaluar el nivel de participaciĂłn de la niĂąez; consta de ocho niveles en donde tambiĂŠn se pueden observar aquellas acciones usadas por organizaciones que no necesariamente desencadenan procesos de participaciĂłn de la niĂąez, adolescencia y juventud, ĂŠstos son: s -ANIPULACIĂ˜N Y O ENGAĂ—O s $ECORACIĂ˜N s 0ARTICIPACIĂ˜N SIMBĂ˜LICA s !SIGNADOS PERO INFORMADOS s #ONSULTADOS E INFORMADOS s )NICIADO POR ADULTOS COMPARTIDO CON LOS NIĂ—OS s )NICIADO Y DIRIGIDO POR LOS NIĂ—OS s )NICIADA POR NIĂ—OS DECISIONES COMPARTIDAS CON ADULTOS

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Los tres primeros peldaños se refieren a la manipulación por parte de los adultos para conseguir sus intereses; mientras que los siguientes cinco pretenden que los niños, niñas y jóvenes tengan una participación más real, donde se tiene una apreciación diferente de los participantes y donde no se decide por ellos y ellas, sino con ellos y ellas. Llegar a los últimos puntos propuestos por Hart es un tanto complicado, pues por una parte representa un tema nuevo que se está probando, y por otra, requiere una visión diferente de los y las participantes, se debe estar convencido de que no se trata de que alguna de las partes lleve un papel protagónico, sino que más bien se aprenda a participar en la diversidad. Para que se pueda generar esta participación en la diversidad, es necesario que las personas que están encargadas de acompañar dichos procesos, tengan una formación específica y un alto nivel de compromiso con los proyectos que los niños, niñas y adolescentes proponen. La capacitación del facilitador o educador tiene que ver con el propio desarrollo, ya que es necesaria la experiencia personal para poder generar cambios. Tomando en cuenta la importancia de que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes ejerzan su derecho a participar, desde hace algunos años México empezó a promover e impulsar espacios que generen procesos participativos, algunos de éstos aún están en construcción y operación, tal es el caso de “Los ecoloquitos”1.

“Los ecoloquitos”, un ejemplo de participación de la niñez en México

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Los ecoloquitos es un grupo conformado por niños y niñas en situación de calle2 que asisten a las actividades del Centro de día de ednica – Xochimilco. Este grupo tiene como objetivo que los niños y niñas participen e incidan en torno a problemas que se presentan en su comunidad a partir de la generación de proyectos. El primer proyecto de Los ecoloquitos inició en marzo del 2009 con un recorrido comunitario, a los y las participantes se les prestaron cámaras fotográficas para fotografiar aquellas cosas que no les gustaran de su comunidad y empezar a incidir en ella. Posterior a esta primera actividad se desarrollaron otras, como: s 5N MURAL DONDE LOS NI×OS Y NI×AS PINTARON ALGUNAS DE LAS COSAS QUE OBservaron en su recorrido. s 5N CUENTO DIBUJO O COLLAGE SEGÞN LA PROPIA DECISIØN DE LOS PARTICIPANtes) para trabajar con la proyección al futuro. s 5N VIDEO CON EL OBJETIVO DE QUE LOS NI×OS Y NI×AS MOSTRARAN LAS ACTIVIDAdes que realizan en el Centro Comunitario ednica - Xochimilco. En cada sesión los facilitadores llevaban propuestas de trabajo flexibles que se discutían con Los ecoloquitos, reflexionando los pros y los contras, con la finalidad de compartir la toma de decisiones, aprendiendo a ejercer la discusión democrática y la participación ciudadana. A partir del recorrido comunitario, de las sesiones trabajadas y de las conclusiones a las que llegaron, Los ecoloquitos decidieron abordar el tema del agua en su comunidad; después de varias sesiones de reflexión y votaciones sobre la estrategia más adecuada para trabajar el tema, se acordó elaborar un video para difundirlo en diversos espacios y así evidenciar el interés que Los ecoloquitos tienen por el cuidado del agua. Este video, en su mayor parte, fue desarrollado por ellos y ellas (sólo la edición corrió a cargo de los facilitadores). Los y las participantes elaboraron las guías de entrevista, definieron a quién se iba a entrevistar, en qué lugares lo querían hacer, las tomas de las actividades, etc. Otro proyecto que Los ecoloquitos han realizado como grupo es la creación de un periódico al cual denominaron PANNA (Periódico Azteca: Niñas y Niños en Acción). 1 Nombre elegido por los niños y niñas para identificar su proyecto y empezar a incidir en su comunidad. 2 Término que se refiere a niños y niñas trabajadores, que tienen familia que vivió o vive en la calle y/o que están en riesgo de trabajar o vivir en la calle.


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En el primer número de PANNA tocaron temas relacionados con su cotidianeidad, cómo viven en sus comunidades y cómo les afectan algunos problemas sociales. Se pretende que el periódico sea bimestral y que se distribuya en la comunidad, actualmente se sigue trabajando en él para obtener los resultados planteados. El trabajo con el grupo es muy importante, ya que en diversas ocasiones las expectativas de los y las participantes rebasan la realidad. Es en este momento en el que la participación del educador o facilitador juega un papel importante, ya que debe incentivar al grupo a la reflexión sobre la viabilidad de las acciones que se realizarán, de tal manera que se cuide que la experiencia de participación de los niños y niñas no resulte frustrante e insatisfactoria. Algunos de los niños y niñas que iniciaron y participaron activamente en el proyecto de Los ecoloquitos son actualmente preadolescentes, ellos y ellas siguen participando en el proyecto. Con el paso del tiempo se ha observado una diferencia notoria en cuanto a las habilidades que han adquirido y desarrollado, muestra de ello es su participación en diversos foros y eventos donde se reflejan la clara expresión de ideas, la organización, el trabajo en equipo, la seguridad, etc. Basándonos en el modelo que Hart propone, esta experiencia estaría ubicada entre el quinto y sexto peldaño (consultados e informados e iniciado por adultos, compartido con los niños), pues el proyecto de Los ecoloquitos fue iniciado por adultos y en un principio pensado para un grupo específico de edad; sin embargo se considera que el proyecto es un ejercicio de participación pues los y las participantes son parte de la toma de decisiones, se escuchan activamente todas sus propuestas y poco a poco se están involucrando en el proceso, de esta manera se busca que ellos y ellas ejerzan su derecho a participar en las distintas etapas de su vida. Es importante reconocer que el ejercicio de la participación es una responsabilidad compartida entre instituciones públicas, privadas y comunidad; es fundamental que todos y todas aprendamos a participar en la cotidianeidad y desde diferentes espacios, reconociendo que ésta es una forma de construir ciudadanía, lo que permitirá la construcción, cooperación y el orden social, donde todos y todas podamos vivir con dignidad. A simple vista, esto último puede parecer una utopía, pero si desde ahora no se empieza a trabajar en el ejercicio pleno de los derechos de las personas (niños, niñas, mujeres, adultos mayores, etc.). ¿Cuál será el momento preciso para hacerlo?, ¿Qué tendremos que aguantar para que decidamos hacer un cambio?, ¿A qué edad lo vamos a hacer? Tal vez la participación de la niñez, adolescencia y juventud no resolverá todos los problemas en los que el país y sus ciudadanos estamos inmersos, sin embargo, es una realidad que puede ser un camino para llegar a lograr verdaderos cambios. Es necesario practicar las habilidades, las actitudes y derechos, de lo contrario se nos puede olvidar cómo hacerlo o simplemente descubrir que nunca los aprendimos.

Conclusiones Reconocemos que estamos viviendo nuevas épocas, que tenemos diversas necesidades y que los problemas que existen en la sociedad tienen que empezar a resolverse desde las comunidades. Por mucho tiempo el Gobierno mexicano, con una visión paternalista, se ha encargado de resolver algunas problemáticas con programas que promueven el asistencialismo, sin embargo esta visión obstaculiza la participación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Es importante que no sólo los gobiernos cambien su visión y posición ante la participación de la niñez, adolescencia y juventud, sino que en general, los adultos reconozcamos a los niños, niñas y adolescentes como personas con necesidades, experiencias y vivencias reales, que pueden generar propuestas interesantes e innovadoras. Es necesario que trabajemos y colaboremos con las iniciativas propuestas por los niños, niñas y adolescentes para que éstas tengan mayor efectividad y estabilidad. Impulsando proyectos de participación se pretende generar un interés especial por la ciudadanía desde edades tempranas, lo que permitirá llenar diversos vacíos a nivel nacional. Esto no quiere decir que la participación es la fór-

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mula mágica para solucionar todos los problemas del país, pero si las experiencias de participación son gratificantes permitirán a la niñez seguir participando en otros momentos de su vida, ahora como niños y adolescente pero en un futuro como jóvenes y adultos responsables que pueden tomar parte de las decisiones de su comunidad y país. Por otra parte, es importante que los procesos de participación sean reales, que las iniciativas no se utilicen para cubrir metas o justificar instituciones, así mismo, es necesario que se realice un seguimiento a los proyectos desarrollados, de esta manera se garantizará que el proceso sea gratificante para los y las participantes, por lo que la práctica permitirá el desarrollo y apropiación de habilidades y actitudes - que se verán reflejadas en diversos espacios (comunidad, escuela, familia, etc.) y ámbitos de su vida. Existen varias experiencias de participación de la niñez y la adolescencia, de éstas han surgido propuestas innovadoras para resolver problemas en las comunidades de origen, desafortunadamente la falta de sistematización no permite visibilizar los avances que se han tenido con respecto al tema. En este sentido, es necesario generar una conciencia en los educadores o facilitadores sobre la importancia de la sistematización, misma que servirá para dotar de un marco conceptual más sólido a los proyectos, así mismo, es necesario que se tome en cuenta el papel y compromiso que tienen los educadores en el proceso ya que su acompañamiento facilitará u obstaculizará el proceso de participación. La propuesta de trabajo que se presentó a lo largo del texto, es una de tantas formas para que los niños y niñas puedan ejercer su derecho a la participación, de igual forma constituye un espacio para la construcción de ciudadanía y el desarrollo y/o fortalecimiento de sus habilidades. Los lectores pueden estar o no de acuerdo con esta propuesta, cabe resaltar que detrás de lo expuesto hay un proceso muy complejo y que como en cualquier situación, hay líneas muy delgadas por las que se debe transitar precavidamente para no rebasarlas: en el caso de la participación de la niñez, adolescencia y juventud es importante señalar que la permisividad no se utilice como un sinónimo de participación, pues lo que se intenta hacer con esta clase de proyectos es un acompañamiento al grupo que permita debatir, consensuar, expresar ideas e implementar acciones que busquen el bien común.

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NIÑOS EN CONDICIÓN DE CALLE una mirada desde el sociopsicoanalisis María Guadalupe Rosete Mohedano Resumen

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e presentan los resultados y análisis de carácter social, de cuarenta niños/as en condición de calle que se encontraban sobreviviendo en las cercanías de una central camionera y en una casa de asistencia social en México. Contiene las experiencias que permiten saber sobre su subjetividad e identidad en construcción. Desde una metodología cualitativa se rescatan las dimensiones objetivas y subjetivas, que permiten estructurar un carácter social a los niños/as en cuestión. Se analizaron los estilos de vida, el habitus, y cómo se ven determinados y determinadas por las condiciones económicas, sociales, culturales y políticas. Se plantea cómo el ambiente en donde se desarrollan no les permite satisfacer necesidades básicas tanto físicas como psicológicas y sociales.

Introducción Hablar de “niños en condición de calle” implica un gran compromiso. Niñez y calle son dos palabras que en su interior llevan sentimientos de esperanza y fe por la vida, el deseo de ser libres; pero también implican desesperanza, soledad y deseos de terminar con ella. Niños y adolescentes que arrastrados por torbellinos han vivido, más bien han sobrevivido a la inclemencia del tiempo, hambre, enfermedades, soledad, sin las mínimas comodidades que pueda brindar un techo seguro y el apoyo de una familia. El estilo de vida para cada ser humano está básicamente construido por la sociedad y la cultura; la esencia de cada ser está edificada según las circunstancias sociales y el momento histórico en el que han vivido y viven y por las relaciones sociales que desarrolla. Ese conjunto de relaciones no son introyectadas y asimiladas de igual forma por todos los sujetos, aun perteneciendo al mismo núcleo familiar, sin embargo si constituyen como diría Bourdieu, el mismo “Espacio de los estilos de vida”. Por otro lado las identidades y subjetividad, están definidas por la estructura intrapsíquica que se va construyendo a partir del nacimiento, es el proceso de socialización y aculturación lo que define la personalidad, entendida ésta como la totalidad de las cualidades psíquicas heredadas (temperamento) y adquiridas (carácter) que conforman la especificidad de cada ser humano. La estructura del carácter, dependerá de las relaciones que establezca cada ser, con base en sus:

Psicóloga, Psiconalista, Dra., en Sociología, Miembro del SNI (Sistema Nacional de Investigadores). Profesora de tiempo completo de la Facultad de Estudios Profesionales Zaragoza y participante del Programa de Investigación Feminista (CEIICH) UNAM.

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“Pulsiones ”,1 “las Relaciones Objetales”2 y el “Apego”3, fundamento del desarrollo emocional que define quién se es y cómo se es. Analizar las experiencias que, sin saberlo, son compartidas con otros/as y que los han llevado a desarrollar un carácter social, (Fromm 1964) moldeado por sus circunstancias, de tal forma que su conducta les permite actuar como tienen que hacerlo, como lo dictan la sociedad y la cultura, al tiempo que obtener la satisfacción de las necesidades básicas no precisamente por gusto-satisfacción, como sería para todo ser humano, sino como un medio para sobrevivir y tener que actuar de acuerdo a sus intereses y necesidades. El carácter social no muestra la estructura del carácter altamente individualizado que existe en todo sujeto, sino una matriz de rasgos de carácter que se puede ver como un síndrome que comparten los miembros de un grupo particular y que se adapta a sus condiciones económicas y sociales,comunes y generalmente impuestas por la propia cultura.

Marco Teórico

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El psicoanálisis, teoría y método que sirve al ser humano para vencer las dificultades de la vida, permite conocerse a sí mismo para definir quién es y a dónde va. El pensamiento rector es el de su fundador, Sigmund Freud, que al paso de los años ha evolucionado y se ha enriquecido. La perspectiva de ese pensamiento se ha ensanchado al recibir la influencia de nuevos descubrimientos, sobre todo del campo de las ciencias sociales, para ofrecer un método mucho más efectivo y de alcances mayores. Ahora se encuentra colocado en condiciones de observar los efectos que producen las diferentes culturas sobre los individuos, lo cual ha demostrado que mucho de lo que se consideraba de naturaleza innata, no lo es, sino más bien, una reacción ante aspectos socioculturales. Erich Fromm afirma que, aunque las necesidades fisiológicas deben ser satisfechas, no son ellas las fuerzas internas básicas que determinan las acciones, sentimientos y pensamientos del ser humano: Sólo considerando las condiciones específicas de la existencia humana y sus contradicciones inherentes podemos entender las fuerzas y pasiones humanas. Carácter, para Fromm, es el equivalente del determinismo instintivo animal que ha perdido el humano, es la manera relativamente permanente en que la energía humana es canalizada y estructurada en el proceso de asimilación y socialización con el objeto de satisfacer las necesidades para la supervivencia física y para la supervivencia emocional y social. La socioaculturación, también base del carácter, necesariamente es matizada por el proceso histórico social que corresponde vivir a cada individuo o grupo. Cada individuo forma parte de diversos grupos y en esos grupos existe lo que Fromm llamó carácter social: la familia, como agencia psíquica de la sociedad, es la institución que tiene la función de trasmitir los requerimientos de la sociedad al niño/a en desarrollo; no es la única, existen otras instituciones, como la escuela, la iglesia, el gobierno, los medios masivos de comunicación que están presentes en el modelamiento del carácter.

Metodología La metodología utilizada es de tipo cualitativo, a través de entrevistas estructuradas a 40 niños en condición de calle sobreviviendo cerca de una central camionera y una casa de asistencia social. El análisis desde la dimensión del carácter social requirió, en un primer momento, ser contextuado, es decir, definir cuál era el

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Proceso dinámico, consistente en un empuje (carga energética, factor de motilidad) que hace tender al organismo hacia un fin. (Laplanche 1983: 324) 2 Es la teoría general de las estructuras que preservan en la mente las experiencias interpersonales y las influencias mutuas entre estas estructuras intrapsíquicas y las vicisitudes generales. (Kernberg 1998:47). 3 El apego remite a una relación emocional especial entre el bebe y su principal cuidador… Se refiere a un proceso diádico que evoluciona y a una relación mutua. (Sroufe 2000:219)


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núcleo del carácter que predomina en el grupo, con relación a su tiempo y espacio concretos. Para investigar las interacciones sociales, se elaboró un instrumento basado en la teoría del carácter social, (Fromm 1964) a partir del Cuestionario Interpretativo, que consiste en una entrevista cualitativa estructurada.

Resultados y análisis Características del grupo: cuarenta niños/as adolescentes, doce del sexo femenino, y veintiocho del sexo masculino con edad promedio de 14 años y un rango de 11 a 16 años. Los años de vivir en condición de calle, van de uno a ocho, tiempo en que han ido de un sitio a otro, el promedio para el grupo es de cuatro años. s %L LUGAR DE NACIMIENTO LO ENCABEZA EL $ISTRITO &EDERAL LE SIGUE EL %STADO DE México, Veracruz, Baja California y Tamaulipas; los estados de Guanajuato, Jalisco, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Chiapas Colima y Michoacán, la mayor parte de los estados de los que proceden tienen bajo desarrollo socioeconómico; en los estados del norte de la República Mexicana la fecha de nacimiento de esos niños coincide con la época en que sus padres se encontraban en espera de ser “braceros”. s Ocupación de los padres: Diez de ellos no conocieron a su padre (porque murió o los abandonó). Todos los padres son subempleados; se dedicaban o dedican a lavar coches, eran braceros, pintores de casas, trabajadores del rastro, vendedores de raspados, tocaban la guitarra en transportes públicos, campesinos, macheteros, electricistas, soldadores, vendedores de flores, taxistas, albañiles, licenciados, ingenieros en computación o narcotraficantes; estos últimos, realidad o fantasía, no lo sabemos. s Ocupación de las madres: Una tercera parte de ellas se dedicaba al hogar, cuatro habían fallecido, dos no la conocieron, varias lavaban ropa, empleadas, comerciantes, una era doctora y otra maestra. Resulta interesante una de las respuestas “nada, durmiendo” ya nos habla de la poca atención que recibía este niño. Se puede deducir que la escasa preparación de los padres les obliga a desempeñar trabajos poco remunerados y eventuales, de ahí que sus ingresos económicos fueran insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de una familia. Se observó que más de la mitad de los niños/as tenía padrastro o madrastra y medios hermanos o bien algunas de las madres han tenido más de una pareja con las que han procreado hijos/as y después han sido abandonadas. Una de las necesidades psicológicas de todo ser humano es la de tener una meta para saber a dónde dirigirá su vida. Varias de las preguntas tienen la función de explorar sus intereses futuros; resulta interesante que más de la mitad de ellos no han pensado a qué les gustaría dedicarse y cuando lo dicen quieren ser lavadores de coches, obreros o carpinteros, sólo hay dos que desean ser doctores. Uno de ellos dice haber estudiado la secundaria; el resto no concluyó la primaria. El nivel académico promedio para este grupo es de dos años, lo que los ubica en el grupo de analfabetas. Cuando se les pregunta a qué grado académico les gustaría llegar, la mayoría dice que quisiera concluir la primaria; una minoría le gustaría estudiar la secundaria, preparatoria o una carrera técnica, o bien aprender un oficio, dos o tres les gustaría tener una carrera profesional. Llama la atención que varios de ellos les gustaría ser policías o agentes federales. Uno de los vectores analizados fue el relacionado con los vínculos familiares y de solidaridad: dos de cada cinco de estos niños/as acudirían en busca de ayuda o consejo con la familia, principalmente con la madre o con otros familiares como los tíos, en menor proporción, con el padre; uno de cada cinco acudiría con personas que representan una autoridad tradicional y a la que tienen que someterse, como sería el caso del sacerdote; tres niños de cada diez, sus respuestas estaban

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encaminadas a la socialización, ya que acudirían en busca de consejo a un viejo amigo y principalmente a un verdadero amigo. En el Cuestionario Interpretativo se utilizan historias proyectivas. Ante el planeamiento de un hombre que se casa en contra de los deseos de su madre, ella enferma y muere por el hecho, la mitad de ellos consideraron que ese hombre es culpable, que cometió un error al casarse y otros contestaron que el joven es realmente un criminal por no obedecer a la madre, justicia distributiva. La repuesta de un poco más de la cuarta parte mencionan que el hombre no puede ser culpable (justicia retributiva). Ocho de cada diez niños presentan una fijación materna. Se puede pensar que, al salirse de su casa, rompen toda relación con las figuras parentales; sin embargo, no es así. En su inconsciente existe culpabilidad por haberlas abandonado. En nuestra cultura, los lazos maternos son primordiales y son enfatizados tanto por la religión como por otras instituciones sociales. Por otro lado, no sólo el amor los une con la madre, sino también el miedo y el odio. Diríamos que en estos niños lo que más existe es el miedo a ser destruidos, a ser devorados por la madre o la figura que la representa y, ante la amenaza constante, decidieron huir; la mayoría de ellos vive con sentimientos de culpa. El miedo impide la fuerza necesaria para aceptar la independencia, así como se opone a un adecuado desarrollo de la vida, la cual se ejercerá sin cordura y sin sentido. Otro vector analizado señaló que estos niños/as no han desarrollado su capacidad de amar, de ser libres, de ser ellos mismos, de tener una convicción propia, de entregarse a vivir plenamente, lo cual les impide crecer. La mayoría de estos adolescentes se pueden considerar rebeldes, “personas que están hondamente resentidas con la autoridad, por no ser apreciada, por no ser querida, por no ser aceptada” (Fromm 1992:60). En otro momento dan respuestas en las que dicen que se drogaban por haber desobedecido a la madre, lo que hace pensar que al no poder destruir a esa autoridad optan por la autodestrucción. Estos niños/as tienen la necesidad de la protección materna y la buscan en el grupo, que parece asumir esa función. La necesidad de satisfacción inmediata de los deseos, la actitud pasivo-receptiva indicada por la obsesión por las drogas y el alcohol, la necesidad de apiñarse, de sentir cerca un cuerpo que dé calor, parece indicar una regresión a los vínculos primarios del niño con la madre. A la pregunta: ¿has pensado en causarte la muerte? Es triste oír respuestas de desesperanza, niños que cuentan con no más de 15 años: once de ellos contestaron afirmativamente, diciendo: “he pensado que debería aventarme al Metro”; “me suicidaría ahorcándome aunque me da tristeza hacerlo”; “lo he hecho” (mostrando la parte superior de su mano, donde a simple vista se ven las cicatrices de las venas cortadas), agrega: “igual que mi papá lo hizo el día que no teníamos que comer”; uno más: “conseguí unas pastillas, me las tomé, pero no me pasó nada”; o la niña que pronto cumplirá 15 años y sueña en una gran fiesta y dice: “cuando le hago al “activo” pienso en algo triste, me dan ganas de aventarme de un edificio alto o tirarme bajo las ruedas de un auto en una avenida”; otro más responde: “quisiera a veces drogarme hasta quedarme loco”; otro dice “drogarme hasta morir”; otro más visiblemente dañado responde: “tres veces me he querido aventar al Metro porque siento que no me quieren”.

No se puede decir que lo hacen por teatralidad; ellos lo que menos tienen son personas a su alrededor que los mire o se ocupe de ellos. En ocasiones, los mismos padres desean su muerte, como lo mencionan algunos de ellos, sería uno menos que alimentar y a quien dar techo y abrigo. Estos niños/as adolescentes están pasando por crisis asistenciales no sólo por su edad, sino porque no tienen a quien acudir, con quien platicar y descargar ese cúmulo de confusión mezclada con desesperanza y frustración acrecentada. En esos pocos años que para ellos han sido siglos, cargando experiencias desafortunadas como el haber sido maltratados, no sólo física sino, lo más grave, emo-


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cionalmente, niños/as no deseados en su concepción o su nacimiento, niños/as que en su crecimiento han percibido la carga que representaban para sus padres, optaron por salir de su casa buscando nuevas formas de vida y sólo encuentran personas deshumanizadas en esta gran ciudad. Su anhelo es un hogar que se ve frustrado; al pasar días, meses y años en la calle; se dan cuenta de su gran soledad y de la vida sin fe, ni esperanza que llevan y piensan en terminar con ella. Uno de cada tres, no ha pensado conscientemente en quitarse la vida; sin embargo, muchas de sus conductas demuestran lo contrario. El ejemplo más nítido es el constante uso de drogas. Hay quienes desde los cinco años se iniciaron en ellas. No es el único medio que tienen para destruirse, hay quienes atraviesan calles “toreando” los autos o escalan grandes muros para robar, o bien infringen las normas sociales para ser aprehendidos y ser maltratados o quizá asesinados. Otro vector analizado fue el material onírico. Se sueñan situaciones que tiene que ver con el sí mismo, con las percepciones diarias, con un estilo de vida. Freud afirmaba que el sueño es la satisfacción de pasiones irracionales reprimidas durante la vida despierta. Sin duda, los sueños son el camino regio al inconsciente y los niños - adolescentes nos dan muestra de ello. 29 niños/as permitieron conocer más de su inconsciente. Resulta interesante el equilibrio que existe en el grupo; la mitad de ellos, presenta sueños que tienen que ver con la realización de deseos en los que su anhelo más preciado es regresar con su familia o bien formar una, donde la paz y la armonía estén presentes, donde sean recibidos y amados; ese deseo inconsciente de ser nutridos y amamantados nos permite deducir la situación regresiva que presentan; su gran necesidad de tener quien los quiera, los proteja y los trate como lo que son: seres humanos sensibles y amantes de la vida y la libertad; su anhelo mayor es estar con la madre, pero una madre “buena”. En sus sueños reflejan su cruda realidad, como es el caso de los sueños de autodestrucción que, paradójicamente presentan casi los mismos que anhelan una familia. Estos sueños simbolizan como en su corta vida sienten a cada momento la muerte, al caerse de un edificio alto o en una profundidad (de donde no pueden salir). Los siguientes sueños hablan por sí solos: “Estoy en un baldío, me estoy drogando; tapado con una sábana blanca, mis hermanos están ahí, como si me estuvieran velando.” En sus asociaciones dicen que lo han vivido, que con frecuencia se drogan hasta perderse: “Veo como me estoy quemando yo y mi otro hermano, porque se está quemando la casa”. Varios de ellos han soñado con la muerte de sus progenitores; estos sueños los relatan como pesadillas en las que hay llanto y tristeza. El deseo inconsciente por acabar con las figuras que les han causado daño les crea sentimiento de culpa. Otro tipo de sueños son los de franca soledad, donde transitan solos por la vida. Otros son los de componente agresivo hacia la sociedad que tan mal los ha tratado o de agresión a los amigos o compañeros; también existen sueños, aunque afortunadamente son pocos, en que su agresión tiene rasgos de sadismo con tendencia a la necrofilia. Un grupo más de sueños es donde los símbolos tienen que ver con pensamiento mágico, seres mitológicos como la llorona, el diablo, seres extraterrestres, la muerte, a los cuales tienen mucho miedo. Es interesante observar que un grupo de niños/as ha soñado con sus progenitores ya muertos que vienen por ellos; desean terminar con esta vida que llevan mediante la fantasía de que posiblemente la otra será mejor. La sociedad ha permitido que sean niños/as profundamente desengañados y desilusionados; empiezan a odiar, no hay nada ni nadie en qué o en quién creer; no existe fe, bondad ni justicia; no existe algo por qué luchar, lo cual los leva a la destrucción por desesperación, el desengaño que los condujo a odiar la vida, desconocen sus derechos y la sociedad se ha encargado de negárselos. Un/a niño/a, al iniciar la vida, no está preparado para comprender lo que sus padres pretenden, sobre todo cuando las órdenes que dan son irracionales. Un/a niño/a a temprana edad no puede y no quiere obedecer algo que no le gusta, que no le sirve y, sobre todo, que no entiende; sólo podrá obedecer cuando se emplee la fuerza, el temor, el castigo, la amenaza, los golpes. Ante el uso de la violencia en su cuidado, el niño/a sólo puede sentir resentimiento y al no poder exterio-

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rizarlo, no le queda más que guardarlo y será en su inconsciente que actuará en la primea oportunidad que tenga. Estos contenidos estarán cargados de cólera, frustración, rencor, odio y, en ocasiones, el deseo de aniquilar a aquel o aquellos que tan mal lo han tratado. La serie de cuentos proyectivos permiten puntualizar más sobre el inconsciente; en la mayoría de las respuestas de estos niños/as, la agresión es lo que sobresale. En las historias presentadas de niños/as que no obedecen a los padres, la respuesta de 26 fue que ante la desobediencia reciben maltratos físicos y emocionales como dejarlos sin comer y golpes despiadados, como demuestran sus cicatrices. Los ejemplos de esto son variados, como es el caso de la niña que dice que, cuando desobedecía, le pegaban con palos o la bañaban con agua fría; ella recuerda también que le pegaban con el machete y envases de refresco y a los diez años le cortaron el cabello porque andaba con un “muchacho”. Uno de los entrevistados menciona que a los tres años su madre fue a “dejarlo” con su abuela porque no lo podía atender, ya que tenía más hijos, o bien, el caso del joven que no sabe cómo y cuándo llego a una casa - hogar y ahora carga en una vieja cartera una hoja de revista que contiene su horóscopo para el año y cuando escucha o le dicen que éste no es favorable, prefiere no andar por la calle porque puede pasarle algo malo. En las historias proyectivas, ninguno de los niños/as menciona que existiera comprensión y justicia, sólo se les acusa, se les humilla y odia. Donde se explora la agresión, se encontró exacerbada, pues son capaces de matar porque les han quitado algo que consideraban suyo. Es evidente que han aprendido a defender lo propio, aunque en ello se lleven la vida. Resulta también interesante que cuando se percatan de compañeros que están en situaciones más complicadas que ellos, se muestran solidarios e intentan ayudarlos; sólo uno de cada tres reaccionaría con agresión ante el débil. En una historia en la que intervienen los padres, éstos nos dicen que ante el robo que comete un niño/a (uno de cada tres) mencionan que hay que entregarlo a las autoridades civiles o religiosas para que sean castigados, no existe comprensión por las causas que les llevaron a cometer algún delito. Muchas de sus necesidades orales no fueron satisfechas, lo cual ha hecho que parte de su desarrollo se encuentre fijado en esta etapa, donde la pasividad está presente en las proyecciones que hacen de su inconsciente; la mayoría de ellos manifiestan sus necesidades de nutrición, pero no podemos decir que sólo su hambre no ha sido satisfecha, sino que su gran necesidad de amor y comprensión es lo que más los ha lastimado; son niños/as que han crecido sin saber qué es el afecto; han sido dejados a la vida como si ésta fuera la responsable. Para finalizar, uno de los vectores trascendentes en la vida de todo ser humano es el amor, como expresión esencial y necesaria. “Amor es la preocupación activa y el crecimiento de lo que amamos” (E. Fromm: 1970). Una tercera parte de estos niños/ as es fruto de uniones sexuales donde solamente la pulsión sexual se satisfizo, generalmente de uno de los miembros de la pareja, el hombre. A esos niños/as, no se les brindó cariño ni el afecto necesario para su desarrollo emocional. El amor es un arte que requiere de aprendizaje. Estos niños/as no lo han tenido; su ambiente social no se los dio y lo muestran en su carácter, sienten que es algo que deberían recibir, que tienen que darles; sus rasgos receptivos aparecen nuevamente en este vector; han de recibir y no dar, y menos compartir. Es difícil pensar en reciprocidad, en unión, en esfuerzo para trascender la vida.

Conclusiones Los resultados encontrados en este grupo no se pueden generalizar; lo que sí puede decirse es que estos niños/as presentan una fijación hacia la madre principalmente, que les impide ser libres y, en consecuencia, pensar, decidir y actuar por ellos mismos. También la sociedad los ha marginado al no darles oportunidad de crecer; su gran deseo de vivir los orilló a buscar en la calle lo que no han tenido en su familia. Toca a la sociedad ayudar a estos niños/as a encontrar una identidad que les permita ser hombres y mujeres libres, amantes de la vida y la naturaleza.


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NIÑEZ Y ADOLESCENCIA: EL DERECHO A LA SALUD balances y perspectivas No hay causa que merezca más alta prioridad que la protección y el óptimo desarrollo de las niñas y los niños, de quienes depende la supervivencia, la estabilidad y el progreso de todas las naciones y, de hecho, de la civilización humana.1

Guillermina Arenas Montaño Magdaleno Santillán Acosta†

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a Convención sobre los Derechos del Niño fue aprobada como tratado internacional de Derechos Humanos el 20 de noviembre de 19892. En el artículo 24 de esta convención se menciona que “Los Estados miembros reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y de servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la misma (salud)”. Algunos aspectos que se mencionan en este artículo son: a) reducir la mortalidad infantil y en la niñez; b) asegurar la prestación de la asistencia médica y sanitaria que sean necesarias a todos los niños y niñas, haciendo hincapié en el desarrollo de la atención primaria a la salud; c) combatir las enfermedades y la malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante - entre otras cosas - la aplicación de la tecnología disponible y el suministro de alimentos nutritivos adecuados y agua potable, teniendo en cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente. Tomando en consideración lo anterior, hemos realizado una revisión estadística sobre algunos indicadores de enfermedad y mortalidad, relacionados con esta etapa de la vida humana, considerando que se ha definido como niño o niña a todo ser humano desde su nacimiento hasta los 18 años de edad. En el mundo, cerca de 130 millones de niños y niñas nacen cada año; más de 10 millones de ellos mueren antes de cumplir cinco años de edad; de éstos, casi 8

Profesora Asociada Nivel C de Tiempo Completo de la FES Iztacala, UNAM. Integrante del Programa Institucional de Estudios de Género de la FES Iztacala. Enfermera de la Escuela Nacional de Enfermeria y Obstetricia, UNAM; Médica Cirujana por la FES Iztacala, UNAM; Maestra en Enseñanza Superior por la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM; Especialista en Sociología de la Educación Superior por la Universidad Autónoma Metropolitana - Azcapotzalco. Profesor Asociado “C” Definitivo de Tiempo Completo de la FES Iztacala, UNAM. Médico Cirujano por la Facultad de Medicina, UNAM; Maestro en Educación Médica por la D.I y P de la Facultad de Medicina UNAM; Especialista en Sociología de la Educación Superior por la Universidad Autónoma Metropolitana - Azcapotzalco; Diplomado en: “Género, Educación y Práctica Docente” y “Desarrollo Humano en Ciencias de la Salud y la Educación”. 1

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millones mueren durante el primer año de vida. 4 millones mueren durante las primeras cuatro semanas de vida; se estima que 3 millones de estas defunciones ocurren durante la primera semana de vida. Un tercio de estas muertes ocurren durante el trabajo de parto y podrían ser evitadas; el 98% de defunciones ocurren en países en vías de desarrollo. En la región de Latinoamérica y el Caribe nacen cada año casi 12 millones de niños y niñas, de éstos, anualmente mueren 400 mil antes de alcanzar los 5 años de edad; 270 mil antes de 1 año; y 180 mil durante su primer mes de vida. Algunos estudios muestran que en México, las causas más importantes de muerte perinatal (inmediatamente antes, durante y hasta 28 días después del nacimiento) son: asfixia neonatal (primeras 24 horas de nacidos), prematurez, malformaciones congénitas relacionadas con falta de control prenatal, y diagnóstico tardío de embarazo de alto riesgo. En el 2004, la tasa nacional de mortalidad infantil fue de 19.7 por cada 1 000 nacidos vivos; mientras que la tasa nacional de mortalidad por asfixia en el recién nacido (primeros 30 días), para el mismo año fue de 4.6 por cada 10 mil nacidos vivos3. Según estimaciones del CONAPO, en el año 2000 la mortalidad infantil en población indígena fue de 34.4 por cada 1000 nacidos vivos. Esta cifra disminuyó significativamente en 2006, a 26.8. También en 2006, las tres entidades del país con las tasas más altas de mortalidad infantil, fueron Chiapas, Oaxaca y Guerrero. Según el Informe de Rendición de Cuentas de la Secretaría de Salud, el riesgo de que un niño o niña muera en dichas entidades es 60% más alto que el de un niño o niña nacidos en el Distrito Federal o Nuevo León; comparativamente, el riesgo de morir de un niño o niña que nace en uno de los municipios más pobres del país, es tres veces mayor que el (la) que nace en uno de los más ricos4. De las 20 principales causas de mortalidad infantil registradas en 2005, en los tres primeros lugares se concentran las afecciones originadas en el periodo perinatal y el cuarto lugar lo ocupan las enfermedades infecciosas intestinales. Dado nuestro interés en el tema, resaltamos que las agresiones como causa de muerte, ocupan el lugar 16, pero en niños y niñas de 1 a 4 años de edad, estas muertes ocupan el octavo lugar en la lista5. En México, hubo una reducción importante en todas las formas de desnutrición de 1988 a 1999 y en 2006. El bajo peso para la talla disminuyó a menos de la tercera parte de su prevalencia original de 1988 a 2006, viéndose la reducción más importante entre 1988 y 1999. La baja talla para la edad disminuyó a la mitad aproximadamente, de alrededor de 23 a casi 13% y el bajo peso para la edad a una tercera parte, de 14 a 5%, durante el mismo periodo. La anemia y carencias de micronutrientes son muy frecuentes en México. En la Encuesta Nacional de Nutrición 1999, más de uno de cada cuatro niños y niñas entre uno y cuatro años de edad (28%) era anémico (a). Esta prevalencia se redujo a 23.7% (-15.3%) hacia 20066. La salud y la supervivencia de los niños y niñas, en particular en la etapa de lactancia, están estrechamente asociadas a la salud y al estado nutricional de sus madres, así como a la atención de salud reproductiva que éstas reciben. Por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), menciona que para reducir aún más la mortalidad infantil y la discapacidad a largo plazo, es necesario que se dé prioridad a la salud de las madres y sus hijos (hijas) en la etapa neonatal (primeras 24 horas de nacidos). La reducción de la mortalidad infantil, que figura entre los objetivos de desarrollo de la Declaración del Milenio, depende de la reducción de la mortalidad materna. Un conjunto limitado de intervenciones de

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bajo costo, puede garantizar que las madres y los neonatos reciban la mejor atención posible. Una buena nutrición de las madres y los lactantes puede ser la base de un desarrollo sano. La OMS está prestando apoyo técnico a los Estados miembros a fin de que apliquen la estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño en colaboración con asociados y otras partes interesadas7. Desde el ámbito escolar, es fundamental que se enfatice la educación sexual para las niñas, los niños y adolescentes, para poder disminuir - entre otras cosas - los embarazos no planeados y los índices de morbi-mortalidad materna en adolescentes. El embarazo no planeado en adolescentes continua siendo un gran desafío para nuestra sociedad y para el Sistema Nacional de Salud, ya que se asocia con abortos inducidos y mayores riesgos de salud para la madre adolescente. La mortalidad de adolescentes asociada al aborto entre 1990 y 2004, reportó 1 444 muertes por abortos realizados en condiciones inseguras8, lo que representa el 7% del total de las muertes maternas en ese período y el 13.2% correspondió a muertes de mujeres menores de 19 años. En el caso de egresos hospitalarios por aborto, entre 2001 y 2005 ocurrieron más de 400 mil; de éstos, 22.5% correspondió a mujeres adolescentes entre 10 y 19 años de edad9. La escuela como espacio educativo y por la cantidad de tiempo que las y los estudiantes permanecen en ella, ofrece innumerables oportunidades para formar hábitos alimentarios y nutricionales saludables. Esto, aunado la promoción permanente de contenidos en la currícula de las carreras del área de la salud, que incluyan temas relacionados con alimentación, nutrición y educación sexual. En conclusión, podemos decir que las niñas y los niños son el sector más vulnerable de la sociedad, de ahí la importancia de asistirlas (os) y promoverlas (os) para lograr su pleno desarrollo físico, mental y social para proporcionarles una infancia feliz. Las niñas y niños requieren, en primer término, del amor y comprensión de la familia, de la sociedad en general y de los esfuerzos de los gobiernos en particular. Brindarles la atención y los cuidados que necesitan permitirá garantizar que en su etapa adulta sean personas sanas. Las niñas y los niños deben ser protegidas (os) desde antes y después de su nacimiento y, sobre todo, durante su crecimiento; debe protegerse su vida y su salud para asegurarles el efectivo goce de todos sus demás derechos10.

7 OMS. Estrategia para la salud y el desarrollo del niño y del adolescente. 111ª reunión. 5 de diciembre de 2002. Consejo ejecutivo EB111/7. Informe de la Secretaría. 8 INEGI. Bases de mortalidad de la población en México 1990 – 2004. 9 Secretaria de Salud. Base de egresos hospitalarios 2001 – 2005. 10 Ley para la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Diario Oficial de la Federación. 29 de mayo de 2000.


DOSSIER

Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes



LA EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL DE NIÑOS Y NIÑAS EN MÉXICO1

Elena Azaola Garrido Introducción

C

omo ocurre en muchos otros países, la explotación sexual con fines comerciales de niños en México no es un fenómeno nuevo; sin embargo, la mayor parte del tiempo ha pasado inadvertido y apenas hace unos cuantos años principalmente a raíz del Congreso Mundial de 1996 y de la visita al país de la Relatora de Naciones Unidas sobre el tema en 1997-, que ha comenzado a prestársele cierta atención (Calcetas - Santos, 1998; ECPAT, 2000). De hecho, no existen estadísticas oficiales que informen acerca del número de niños víctimas de explotación sexual y sólo se dispone de unos cuantos estudios sobre el tema realizados por los escasos especialistas que se han interesado en él (EDIAC, 1996; Pérez Duarte, 1998; Azaola, 2000; Azaola y Estes, 2003; Negrete, 2000; Bautista et.al., 2001). El estudio que llevamos a cabo en México se refiere a los cuatro tipos de Explotación Sexual Comercial de Niños comúnmente reconocidos: prostitución, tráfico, pornografía y turismo sexual (Organización Mundial de la Salud, 1996; IBCR, 1999). Aunque la prostitución que involucra a niñas es el tipo que claramente prevalece, en casi todas las ciudades comprendidas en el estudio encontramos también casos de los tres tipos restantes de explotación. Cabe hacer notar que apenas muy recientemente2 México cuenta con leyes que de manera expresa prohíben estos tipos de explotación sexual a menores de edad pues hasta 1999 estas conductas sólo podían perseguirse a través de figuras legales muy vagas, como la de “corrupción de menores” o “lenocinio agravado”. Nuestro interés principal se centró, por un lado, en obtener la mayor información posible acerca de los niños que están siendo explotados y sus diferentes circunstancias dependiendo del tipo de establecimientos donde se les explota, así como acerca de los procedimientos y modos de reclutar que utilizan los intermediarios y explotadores. Los criterios que motivaron la selección de las 7 ciudades donde se realizó el estudio en México, fueron:

Antropóloga y Psicoanalista, Investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, de la Ciudad de México. Contacto: eazaola@ciesas.edu.mx. 1 El presente trabajo ofrece un resumen de los principales hallazgos de las investigaciones que, sobre Explotación Sexual Comercial de Niños y Niñas, realizamos en México durante el periodo 2000-2003, en el marco de un estudio que, sobre este fenómeno, abarcó a los tres países de la región de América del Norte: Canadá, Estados Unidos y México (Azaola, 2000 y Azaola y Estes, 2003). 2 Es el caso de las reformas al Código Penal Federal que han tenido lugar durante 1999 y 2000 para tipificar como delitos la pornografía infantil, el tráfico y la prostitución de menores y el turismo sexual infantil.

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s Principales destinos turĂ­sticos en cuanto al nĂşmero de sus visitantes por aĂąo y de la actividad econĂłmica que generan a nivel local (CancĂşn y Acapulco); s :ONAS URBANAS MÉS IMPORTANTES TANTO EN TĂ?RMINOS DE SU ACTIVIDAD ECONĂ˜mica como de su poblaciĂłn (Ciudad de MĂŠxico y Guadalajara), y s 0RINCIPALES ZONAS FRONTERIZAS AL NORTE 4IJUANA Y #IUDAD *UÉREZ Y AL SUR (Tapachula), por donde atraviesa el mayor nĂşmero de migrantes que salen, entran o son devueltos al paĂ­s. Se llevaron a cabo poco mĂĄs de 100 entrevistas con niĂąos vĂ­ctimas de explotaciĂłn sexual.3 La mayor parte de estas entrevistas se realizaron a travĂŠs de las instituciones que les prestan servicios o donde se encuentran recluidos: albergues, centros de salud, consejos tutelares. En algunas ocasiones se realizaron entrevistas en los bares donde trabajan, siempre que ello no pusiera en riesgo su seguridad. Los datos relativos a los patrones de reclutamiento y modos de operar de los explotadores, se obtuvieron tanto a partir de los testimonios de niĂąos como de mujeres adultas que fueron iniciadas en la prostituciĂłn siendo menores de edad. Algunas autoridades de procuraciĂłn de justicia tambiĂŠn nos permitieron la consulta de expedientes y la realizaciĂłn de entrevistas a explotadores que se encuentran en prisiĂłn. La informaciĂłn relativa a los clientes se obtuvo de manera indirecta tanto a travĂŠs de los datos que proporcionaron los niĂąos acerca del tipo de clientes que demandan sus servicios, asĂ­ como de entrevistas realizadas con hombres jĂłvenes de las distintas ciudades seleccionadas para el estudio.

Resultados Entre los factores que propician la ESCN en MĂŠxico, cabe mencionar los siguientes:

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s $Ă?BIL APLICACIĂ˜N DE LAS NORMAS s 6IOLENCIA MALOS TRATOS Y ABUSOS SEXUALES EN CONTRA DE LOS NIĂ—OS AMPLIAmente difundidos y frecuentemente tolerados. s $ETERIORO DE LAS CONDICIONES LA CALIDAD Y LAS EXPECTATIVAS DE VIDA PARA amplios sectores de la poblaciĂłn durante los Ăşltimos aĂąos. s -IGRACIĂ˜N DE MIEMBROS DE LA FAMILIA O DE LA FAMILIA COMPLETA DENTRO O fuera del paĂ­s, con la consiguiente inestabilidad y cambios en los nĂşcleos familiares. s !LCOHOLISMO EN LOS PADRES Y CRECIENTE CONSUMO DE DROGAS ENTRE LOS HIJOS s !BANDONO O EXPULSIĂ˜N DE LOS NIĂ—OS DE LA FAMILIA E INCREMENTO DEL NĂžMEro de niĂąos que viven o trabajan en las calles. s %XISTENCIA DE REDES ORGANIZADAS PARA EL RECLUTAMIENTO TRÉFICO Y EXPLOTAciĂłn sexual de menores de edad. s #ORRUPCIĂ˜N DE CUERPOS POLICĂ“ACOS Y PARTICIPACIĂ˜N DE LOS MISMOS EN REDES del crimen organizado. s )NSUFICIENTES RECURSOS MATERIALES Y HUMANOS EN LAS INSTITUCIONES PARA BRINdar atenciĂłn adecuada y especializada a niĂąos vĂ­ctimas.

NiĂąos vĂ­ctimas de explotaciĂłn sexual La situaciĂłn de las niĂąas y niĂąos que estĂĄn siendo explotados en MĂŠxico varĂ­a en gran medida dependiendo del tipo de explotaciĂłn que sufren, los lugares en donde prestan sus servicios, la manera en que son reclutados y los procedimientos que se utilizan para retenerlos. Las diferencias que encontramos pueden agruparse en torno a las siguientes variables: 1) viven en la calle/en espacios cerrados; 2) con su familia/sin su familia; 3) tienen explotadores/trabajan por cuenta propia; 4) laboran en sitios registrados donde se realiza el comercio sexual/en sitios clandestinos; 5) son reclutados por enganchadores bajo engaĂąos y amenazas/sin engaĂąos

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Miquel Ă ngel Ruiz Torres y Karina LĂłpez AlbarrĂĄn colaboraron en la investigaciĂłn en MĂŠxico.


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ni amenazas; 6) pueden cambiar de sitio de trabajo/son retenidos de manera forzosa; 7) sus explotadores son mexicanos/extranjeros; 8) la mayoría de sus clientes son mexicanos/extranjeros; 9) son explotados en su lugar de origen/son trasladados a otros sitios y, 10) sus clientes son de distinto sexo/del mismo sexo. Si bien a partir de la combinación de las variables anteriores nos fue posible identificar a 25 grupos o categorías distintas de niñas y niños que están siendo explotados, encontramos que los tres grupos donde podíamos incluir a la mayoría de los niños, son: s .I×AS Y NI×OS SUJETOS A CUALQUIERA DE LOS CUATRO TIPOS DE Explotación Sexual Comercial que viven en la calle y/o ofrecen sus servicios preponderantemente en la vía pública s .I×AS Y NI×OS QUE PRESTAN SUS SERVICIOS EN LUGARES DONDE DE MANERA MÉS o menos reconocida se prestan servicios sexuales (hoteles, bares, centros nocturnos, casas de prostitución). s .I×AS Y NI×OS QUE PRESTAN SERVICIOS SEXUALES DE MANERA ENCUBIERTA EN sitios que tienen otros fines reconocidos (loncherías, cervecerías, casas de masaje, estéticas, agencias de modelaje, agencias de acompañantes, etc.). Aun dentro de estos grupos es posible encontrar niñas y niños cuyas condiciones de vida son muy diferentes. El escalón más bajo es siempre el de los niños y niñas que viven en la calle y que ofrecen sus servicios en la vía pública, algunos de manera ocasional para poder sobrevivir y otros de manera recurrente como una forma de autoempleo. El escalón que le sigue es el de los niños que trabajan en pequeños restaurantes, cervecerías o loncherías en donde prestan servicios sexuales de manera encubierta, generalmente en una bodega o cuarto anexo que el dueño del local dispone como una forma de obtener ingresos adicionales. Generalmente se trata de locales en pobres condiciones, con poca higiene y sin que los niños tengan acceso a servicios educativos o de salud. En la mayoría de estos casos, las niñas han sido llevadas con engaños para desempeñar el trabajo de meseras y poco a poco son obligadas a prestar servicios sexuales con procedimientos que pueden ir desde las amenazas y los golpes hasta formas más sutiles pero igualmente efectivas que incluyen la seducción o la relación de pareja con los explotadores que pueden o no ser identificados por las menores como sus padrotes. En el otro extremo estarían las chicas y chicos que son empleados en casas de masaje, estéticas o agencias de acompañantes o “amenizadores” de fiestas que funcionan por vía telefónica o Internet. En estos casos, los riesgos a que los adolescentes están expuestos son menores dado que, por lo general, cuentan con protección, reciben atención médica y los locales disponen de mejores condiciones de higiene y seguridad. En medio de estos dos extremos se encuentra una gama muy amplia de circunstancias en que los menores prestan servicios sexuales ya sea en pensiones u hoteles pequeños hasta en centros vacacionales de lujo, pasando por todo tipo de centros nocturnos, bares, salones de baile, cantinas, table dance, etc. Como resulta evidente, los niños que ofrecen sus servicios en la vía pública son el sector más visible e identificable a primera vista; sin embargo, no son la mayoría. Quienes los explotan, a menudo se esmeran por mantenerlos ocultos de tal manera que su presencia pase inadvertida, prefiriendo siempre que sean los clientes quienes se aproximen a los establecimientos donde los niños son estrechamente vigilados y controlados. En la mayor parte de las ciudades estudiadas los niños provienen de los municipios o estados más pobres que rodean a la ciudad y desde donde son trasladados con promesas de obtener un empleo en bares y restaurantes. Sin embargo, también hay ocasiones en que se les traslada a sitios más distantes de sus lugares de origen y puede que viajen de un extremo al otro dentro del país, como también puede ocurrir que sean trasladados fuera del país, principalmente hacia los Estados Unidos. Es también frecuente que quienes los explotan lleven a los niños de una ciudad a otra o bien que los cambien de un bar a otro dentro de una misma ciudad. Es

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evidente que esta forma de operar tiene por objeto distanciar a los niños de su familia y de otros lazos que en su comunidad podrían brindarle apoyo, así como impedir que este tipo de lazos se genere en caso de que permanezcan por mucho tiempo en un solo lugar. Sobre este punto es importante señalar que también encontramos casos en que los niños ingresan al comercio sexual habiendo sido reclutados por algún miembro de la familia que trabaja en esa clase de negocios. En otros casos, si bien la familia no participa directamente, puede tener una actitud de cierta complicidad en la medida en que sospecha que los ingresos que el menor recibe pueden no ser legales pero, sin embargo, prefiere disfrutarlos antes que averiguar cómo los obtiene. Los casos que salen a la luz pública son sólo aquellos en que la familia no se conforma con esta situación y está dispuesta a presentar una denuncia contra los responsables para recuperar a sus hijos. Por lo que se refiere a la edad de los menores explotados, en su mayoría se trata de adolescentes de entre 13 y hasta 18 años de edad. Ciertamente es posible encontrar a niñas y niños más pequeños que pueden ser explotados desde los 7 u 8 años, pero estos casos no constituyen el grueso de los niños explotados. En cuanto al sexo, si bien la gran mayoría de quienes son prostituidos son niñas, la participación de los niños se ha incrementado sobre todo en la pornografía y el turismo sexual. En cuanto al tráfico, niños y niñas son por igual robados, vendidos, intercambiados o dados en adopción de manera ilegal. En tanto que la prostitución sigue siendo la forma de explotación predominante, las niñas continúan siendo más vulnerables y susceptibles de ser explotadas. Por lo que se refiere al número de niños y niñas que están siendo explotados, utilizamos diversos indicadores para elaborar las estimaciones a nivel local: el número de establecimientos donde se reconoce que se prestan servicios sexuales; el número estimado de establecimientos no registrados o clandestinos; número de menores de edad que se emplean en estos sitios (generalmente cerca de una quinta parte del total de quienes prestan servicios sexuales son menores de edad); número de niños de la calle que se prostituyen regularmente; número de casos de enfermedades de transmisión sexual que reportan los servicios de salud; número de establecimientos que se anuncian en directorios telefónicos o comerciales y número de casos que han sido denunciados por los medios. A partir de dichos datos obtenidos de fuentes primarias a nivel local, nos fue posible formular una primera estimación del número total de niños sujetos a explotación sexual en la República Mexicana que serían alrededor de 16 mil.

Explotadores Existen diversos procedimientos para el reclutamiento de niñas y niños. En ocasiones los explotadores reclutan a sus víctimas en forma directa y en otras se valen de intermediarios o enganchadores. Existen sitios donde los niños son reclutados con mayor frecuencia, como son las terminales de autobuses, en donde los enganchadores ubican especialmente a las adolescentes que llegan solas a las ciudades y que tienen una gran urgencia de conseguir un empleo. En otras ocasiones acuden a parques en los que suelen pasear las empleadas domésticas durante sus días de descanso, en donde les ofrecen un empleo mejor remunerado o bien las seducen, contraen matrimonio, y luego las convencen de que deben apoyarlos trabajando sólo por un periodo corto en la prostitución debido a cualquier situación que les hacen creer como urgente o extraordinaria. A los niños los ubican en los parques o locales donde hay juegos electrónicos y, a los que viven en la calle, los encuentran en parques o plazas donde se sitúan aquellos que están dispuestos a irse con un cliente a cambio de comida, ropa, juguetes o un lugar donde puedan asearse o pasar la noche. A menudo los explotadores conocen bien la manera de aproximarse y someter a sus víctimas puesto que han vivido en el medio por generaciones y han podido perfeccionar sus procedimientos. Alrededor de ellos existen redes amplias de protección y complicidad que protegen y aseguran el funcionamiento de sus negocios.


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En este sentido se trata de redes de crimen más o menos organizado que pueden o no tener relación con el tráfico de drogas y que pueden operar a nivel local o tener contactos que les permiten moverse de un lado a otro dentro del país. Algunos grupos tienen también contacto con traficantes de personas lo que les permite traer a sus víctimas de otros países (principalmente de Centroamérica) o trasladarlas y organizar su negocio en otro país, principalmente en Estados Unidos. La mayor parte de los explotadores son hombres mexicanos aunque también existen mujeres que operan como reclutadoras o que son dueñas de bares y que explotan o cobran cuotas por ofrecer protección a mujeres o niñas. Hay también explotadores extranjeros, sobre todo norteamericanos y canadienses, que vienen por periodos cortos a elaborar material pornográfico con niños mexicanos y regresan a sus países a comercializarlo. Estos casos son más frecuentes en Tijuana, Acapulco, Guadalajara y Cancún. Por lo que se refiere a los casos de tráfico o venta de niños entre países, estos ocurren con mayor frecuencia con los que México tiene frontera (Estados Unidos/Guatemala), aunque también en varias ciudades (Cancún y Guadalajara) nos informaron de casos de japoneses que habían venido para llevarse a algunas niñas a cambio de dinero. Una vez ingresados al negocio, existen diversos procedimientos para retenerlos. Por una parte, se les vigila constantemente a fin de controlar todos sus movimientos y evitar que tomen contacto con familiares o con personas que pudieran persuadirlos de abandonar su trabajo. Por otra, se les induce al consumo de drogas y se les hace saber que su suministro depende de su permanencia en el sitio de trabajo. Los golpes y las amenazas de muerte para ellos y sus familiares son el último recurso al que los menores no pueden resistir puesto que han podido constatar que no se trata sólo de palabras. Numerosos testimonios de los niños víctimas de explotación sexual dan cuenta de las diferentes formas de violencia que sufren frecuentemente lo que también explica que muy pocos casos sean denunciados (EDIAC, 1996; Azaola, 2000; Azaola y Estes, 2003). El hecho de que en algunas ciudades encontramos que se emplea la palabra “cautivos” para describir la situación de los niños, da cuenta de que en algunos casos la privación de la libertad a la que se les somete de facto es más severa y restrictiva que en otros. La situación más extrema la encontramos en el estado de Chiapas, en la frontera sur, donde las niñas que han sido compradas en Guatemala, Honduras o El Salvador, son vendidas a los bares que hay a uno y otro lado de la línea fronteriza. En estos bares se les emplea bajo el régimen de servidumbre por deudas, es decir, que no les está permitido abandonar su sitio de trabajo hasta que no cubran lo que el dueño pagó por ellas, además de que su deuda crece diariamente con los cobros que les hacen por el hospedaje y los alimentos que están obligadas a consumir en el lugar (Bales, 1999). Existe una extensa red de intermediarios que se benefician con la explotación de los niños. Por un lado, se trata de quienes los reclutan, los enganchan o los compran para colocarlos en los sitios de trabajo; por otro, de los dueños de esos sitios, que pueden ser hoteles, centros nocturnos, restaurantes, cantinas, salones de baile, discotecas, casas de masaje, etc. Pero también obtienen beneficios los empleados que en estos establecimientos protegen o promueven a los menores: anunciadores, vigilantes, promotores, meseros, cantineros, etc. Así mismo, taxistas que conducen a los clientes a estos lugares y hasta los médicos, farmacéuticos y el personal de los centros de salud a los que acuden las menores de manera regular y obligada para poder desempeñar su trabajo. También se encuentran los inspectores que certifican que el lugar opere bajo las normas y los policías que con frecuencia cobran a los dueños para proteger sus negocios aunque también suelen cobrar cuotas a los menores para permitirles que continúen trabajando. En algunos casos también ha habido policías que al mismo tiempo son explotadores. En la frontera norte, particularmente en Tijuana y Ciudad Juárez, si bien la mayoría de los explotadores son mexicanos, también hay norteamericanos que atraviesan la frontera y emplean a niños que viven en la calle para elaborar material pornográfico. Así mismo, es frecuente que los niños crucen la frontera para acudir a los lugares donde se reúnen pederastas, como ocurre en el Parque Balboa de San Diego.

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Conclusiones

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El hecho de que el estudio nos hubiera permitido confirmar que hay niñas y niños sujetos a explotación sexual en prácticamente todas las regiones de la República Mexicana, nos habla, entre otras cosas, de la difusión y perseverancia de un fenómeno antiguo cuyo rostro moderno cada vez más adquiere sus rasgos siguiendo las líneas que la globalización le impone. En este sentido, queda claro que lo que sucede en México forma parte de una tendencia que rebasa sus fronteras y a la cual no puede sustraerse, si bien ello no impide y más bien aconseja que tome las medidas necesarias para brindar una mayor protección a sus niños. Vale la pena destacar que, con la excepción de la frontera sur, todas las ciudades incluidas en el estudio tienen grados de marginación bajos o muy bajos (de acuerdo con los indicadores del Consejo Nacional de Población, 1993). Ello quiere decir que el fenómeno de la explotación sexual de niños tiende a ocurrir con mayor frecuencia en los centros más alejados de la extrema pobreza, si bien se abastece de ella. La relación entre el fenómeno y la exclusión social se encuentra mediada por factores como el tipo de urbanización, el carácter de polo de atracción de la zona y/o su ubicación geográfica. Las ciudades estudiadas son, sobre todo: a) lugares de espera o negociación para el tránsito hacia los Estados Unidos; b) lugares donde retornan aquellos que fracasan en el intento de atravesar la frontera; c) lugares de tránsito obligado para el comercio y el transporte terrestre entre países; d) lugares de esparcimiento para un gran número de visitantes transitorios, y e) lugares que concentran grandes contingentes poblacionales y una proporción importante de las actividades económicas. Las profundas desigualdades que existen entre los municipios del país marcan una dirección a los flujos migratorios que van desde los municipios más pobres hacia aquellos que ofrecen mayores oportunidades de trabajo e ingreso, quedando las primeras como localidades abastecedoras o expulsoras y las segundas como receptoras o lugares de tránsito. Es en estas últimas donde la explotación sexual de niños tiene lugar con mayor frecuencia. Los tipos de desarrollo brevemente descritos, traen consigo una serie de efectos sobre los vínculos sociales que caracterizan a las comunidades estudiadas. En la mayoría de los casos se trata de sociedades que se distinguen por tener un bajo nivel de integración social y una proporción alta de habitantes que no pertenecen al lugar y que, por lo mismo, se encuentran desarraigados, con débiles lazos que los unan a la comunidad. Son sociedades que continuamente reciben nuevos contingentes poblacionales que, venidos de distintas regiones, tampoco comparten una historia y una identidad, y cuya integración supone un largo proceso no siempre acabado o bien logrado. Estos contingentes, ya sea que hubieran llegado para establecerse o que sólo utilicen a la comunidad como lugar de paso o bien para una corta estancia como ocurre con los turistas, ejercen una fuerte presión sobre la sociedad local continuamente puesta a prueba en su capacidad para integrar a nuevos grupos sin que su identidad se desvanezca o quede en entredicho. En suma, se trata de segmentos sociales con un alto grado de desarraigo o desapego con respecto a la comunidad, lo que, aunado a otros factores, también da lugar a un importante grado de anomia. Se puede afirmar que comunidades donde predomina un alto grado de identidad grupal y local, con lazos de solidaridad estables y duraderos entre sus miembros y con normas y regulaciones reconocidas por todos, tenderán a manejar sus opciones de cambio y conservación sin producir crisis y rupturas a su interior, regulando el conflicto y aislando los comportamientos que amenazan o destruyen el tejido comunitario. Por el contrario, agrupaciones humanas que han roto sus vínculos primarios y asociativos sin reemplazarlos por otros nuevos que cumplan las funciones de cohesión y mutuo reconocimiento y donde la normatividad permanece externa a dicho grupo, tenderán a diseminarse con la crisis, a agotar sus capacidades adaptativas al cambio y a generar una débil afiliación hacia nuevas colectividades y emplazamientos (PNUD, 1998). En síntesis y desde un punto de vista normativo, se puede afirmar que la anomia altera no sólo los límites de la transgresión sino también la percepción misma


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de su existencia. No hay transgresión donde las normas no han sido apropiadas y donde la sanción es débil. Se penetra así en un mundo donde todo es posible, terreno que resulta por demás propicio, entre otras cosas, para la explotación sexual de niños. En otras palabras, fenómenos como la explotación sexual de niños se desarrollan con menor resistencia en un contexto donde prevalece la anomia, en donde existe una débil aplicación de las normas lo que, al tiempo que dificulta que estas conductas sean percibidas como una transgresión, promueve que los agresores continúen operando pues han podido constatar que las posibilidades de ser sancionados son remotas.

Recomendaciones Algunas de las medidas que, de acuerdo con los resultados obtenidos en el estudio, sería recomendable adoptar, son: a) Diseñar una política nacional que cuente con el consenso de los estados para evitar la explotación sexual de niños en todas sus formas a fin de que pueda actuarse de manera coordinada tanto a nivel federal, como estatal y local. b) Establecer convenios de colaboración con otros países, especialmente con los vecinos, a fin de poder actuar coordinadamente en aquellos casos que involucran el traslado de niños de un país a otro o la actuación en el país de agresores extranjeros. Así mismo, como la ha sugerido la Relatora Especial de Naciones Unidas, deben establecerse mecanismos de cooperación bilateral entre los países que comparten fronteras y revisarse las políticas de inmigración y deportación a fin de prevenir mayores daños a los niños que han sido objeto de tráfico.4 c) Elaborar un registro nacional único de los casos de maltrato, abuso sexual y Explotación Sexual Comercial de Niños en México y prescribir la obligación de las autoridades de reportar estos casos. d) Elaborar un registro nacional único de los casos de niños robados o desaparecidos en México y establecer convenios de colaboración con otros países para facilitar su ubicación y reintegración con la familia. e) Adoptar las medidas necesarias para fortalecer la aplicación de las leyes existentes y efectuar las modificaciones legales que se requieran para hacer efectiva la persecución de los agresores y brindar la debida protección a los niños que decidan denunciar. f) Estudiar la conveniencia de prescribir sanciones para los clientes así como para todos los enganchadores e intermediarios que obtienen beneficios de la explotación sexual de los niños, incluyendo las autoridades que pudieran ser responsables de estos casos por acción u omisión en el ejercicio de sus funciones. g) Diseñar estándares mínimos para el trato con niños víctimas y testigos por parte de las agencias persecutoras de delitos y del sistema judicial en su conjunto. h) Diseñar programas de atención integral especializada para niños víctimas de explotación sexual, incluyendo la creación de sitios de refugio y protección tanto para niños que están siendo explotados como para aquellos que se encuentran en riesgo.

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Ofelia Calcetas - Santos. Informe de la Relatora Especial sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la pornografía infantil. E/CN.4/1999/71.

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i) Elaborar campañas de información y sensibilización en los medios que hagan visibles a los adultos responsables que obtienen beneficios así como las circunstancias que colocan a los niños como víctimas y que impiden o dificultan que puedan resistirse a ser explotados.

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ESCNNA Y CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA

Nelson E. Rivera Reyes Introducción

E

l conflicto interno armado colombiano completa seis décadas en cuyo transcurso las condiciones, los actores, los métodos, los intereses en pugna se han metamorfoseado de manera drástica sin que se visualice una salida viable al mismo mientras por el contrario tiende a negarse su existencia o su relación con otras dimensiones del conflicto social. Entre sus innumerables víctimas se cuentan miles de niños, niñas y adolescentes reclutados forzosamente, asesinados con sus familias, desplazados, mutilados por minas anti personales, desaparecidos forzosamente, ajusticiados como desertores de las filas, torturados; de estos dan cuenta todas las estadísticas y análisis que se hacen frecuentemente. Sin embargo muy pocos estudios mencionan las inauditas formas de violencia y explotación sexual que han padecido. Me propongo mostrar la multidimensionalidad de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en relación con diferentes escenarios y actores generadores dentro del conflicto armado; que la explotación sexual en tanto violencia sexual especialmente contra niñas, mujeres y personas LGBT1 ha sido utilizada de manera sistemática como ejercicio de poder por todos los actores armados, legales e ilegales, como práctica continua y sistemática en regiones donde el conflicto está o estaba abiertamente declarado o sistemáticamente negado. No pretendo ni es el lugar para realizar un análisis del conflicto interno armado en cuanto tal sino únicamente en tanto generador y sostenedor de prácticas ilegales, en muchas ocasiones consentidas, toleradas, si no promovidas por las propias Fuerzas Armadas Estatales. En tanto forma de ejercicio de control territorial o político de alguno de los ejércitos en conflicto, la ESCNNA aparece legitimada y se niega, oculta o naturaliza. Pero el accionar de estos grupos ha dejado numerosas evidencias en los cuerpos de sus víctimas, en la organización de familias y comunidades y en las entrañas mismas de la tierra.

Licenciado en Psicología Educativa y Filosofía. Amplia experiencia en el tratamiento de niños, niñas y adolescentes con problemas de uso y adicción a sustancias psicoactivas y víctimas de explotación sexual comercial. En 2006 participó como consultor para el diseño del Plan Nacional de acción contra la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en Colombia. Actualmente es Consultor para la elaboración del Informe Alterno sobre la implementación del protocolo facultativo de la convención de los derechos del niño, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la pornografía infantil y Subdirector Terapéutico de la Fundación Renacer Ecpat Colombia. 1

Lesbianas, gay, bisexuales y transgénero.

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El reclutamiento forzado con fines de ESCNNA2

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La dinámica del conflicto armado en Colombia ha implicado históricamente el reclutamiento de menores de edad; no obstante existir acuerdos internacionales que prohíben expresamente esa práctica no ha dejado de suceder tanto por parte de grupos guerrilleros como paramilitares. Se han conocido numerosos reportes de raptos y reclutamiento bajo chantaje o amenaza en diversas regiones del país. Tal como afirma OIM, “el reclutamiento forzoso de menores3 y adultos por parte de los grupos armados ilegales, la dinámica de prostitución en las zonas de conflicto y el desplazamiento forzado están escalando el problema de la trata. Hay alrededor de 11000 niños reclutados en los grupos armados ilegales, la mayoría trabajaba antes de entrar a (estos grupos) en el raspado y procesamiento de coca y en otras actividades agrícolas”4. El Informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos (2007) señala que “Las FARC-EP continuaron reclutando niños y niñas, especialmente en los departamentos de Arauca, Cauca, Antioquia, Sucre, Bolívar, Guaviare, Meta, Nariño y Valle del Cauca. En algunos casos los menores eran ubicados en la primera línea de fuego, lo cual ocasionó muertes en enfrentamientos con las Fuerza Pública. Así mismo, el ELN y los nuevos grupos armados ilegales continuaron reclutando niños”5. Según la Defensoría del Pueblo, “de acuerdo con un informe de Human Rights Watch, (…) Entre una cuarta parte y casi la mitad de los integrantes de estos grupos son mujeres, y entre ellas se pueden incluir niñas muy pequeñas, algunas de tan sólo ocho años de edad. Las niñas no están a salvo de ninguna de las durezas de la vida militar. Su papel es el mismo que el de los muchachos. Se les enseña a usar armas, a obtener información y a tomar parte en operaciones militares. Frecuentemente son heridas y hasta muertas, como cualquier combatiente. Además de lo anterior, las niñas que hacen parte de las fuerzas rebeldes afrontan presiones relacionadas con su sexo.” 6. No solo los niños, niñas y jóvenes son víctimas del reclutamiento forzado. De acuerdo con la OIM “otras poblaciones como los adultos de comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, están siendo reclutadas forzosamente en distintas regiones del país… los grupos enfrentados están utilizando una serie de métodos y acciones que se identifican claramente con el delito de trata de personas. Por ejemplo, la promesa de un salario a cambio de integrar las filas insurgentes o paramilitares o… la amenaza a la integridad personal o familiar…”7 “Jenny, una niña pequeña de rasgos indígenas, sólo tenía trece años cuando la milicia de la UC - ELN se la llevó por la fuerza en Boyacá. El ELN me obligó a entrar. Eso pasó hace tres meses, más o menos, al principio de marzo [2002]. Ellos venían con frecuencia a las casas de la gente, donde yo vivía en Boyacá, nos decían que debíamos unirnos a las FARC o al ELN. Los dos grupos trabajan juntos. Ellos me decían que yo tenía talento. Las FARC exigían muchachos mayores de quince pero también recibían muchachos más jóvenes que eso. Los del ELN exigían que uno tuviera al menos once. Los adultos no tenían que hacerlo, pero también los invitaban a que se unieran. Ocho días después de que vinieron a mi casa, me obligaron a ir con ellos al campamento. Fueron doce horas de camino. Había como quinientas personas ahí, la mayoría niños. De pronto unos cincuenta habían sido reclutados a la fuerza. Ahí sólo había como unos doscientos adultos.

2 Esta sección y la siguiente se realizaron con base en el Primer Informe Alterno sobre la implementación del Protocolo Facultativo sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía (2003 - 2008), elaborado por el autor bajo encargo de Fundación Renacer - Ecpat Colombia, Plan, Visión Mundial, Aldeas SOS, Fundación Saldarriaga Concha, Terre des hommes - Laussanne, DNI Colombia, Save the Children UK y Fundación Brazos Abiertos. 3 Nota Aclaratoria: se respeta el uso del término “menores” porque así aparece citado en el texto original. 4 OIM. Panorama sobre la Trata de personas. Bogotá. 2006., p. 13 5 Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Colombia. A/HRC/7/39. 28 de febrero de 2008., p. 36 6 http://www.defensoria.org.co/?_item=0303&ts=2&n=1351 7 OIM. Op.,cit., p.21


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En el departamento de Casanare, Johny, el más pequeño de ocho hermanos, estaba en su antigua escuela (dejó de estudiar después de quinto grado) cuando un grupo de miembros de la UCELN se le acercaron y lo amenazaron con matarlo si no se iba con ellos. «Me forzaron a unirme», Johny dijo con firmeza. «Me dijeron que era por tres meses, luego me soltarían y me dejarían en la casa. No creo que me buscaban a mí, fue por casualidad.» Johny fue rescatado por el Ejército antes de que transcurrieran los tres meses. Juan José es un sicuani del departamento de Vichada, que hace frontera con Venezuela y alberga al mayor número de comunidades indígenas. En noviembre de 2001, un escuadrón de las FARC-EP que pasaba por su aldea le reclutó por la fuerza junto con otros miembros de la comunidad, entre ellos mujeres y niños. Obligaron al grupo a marchar durante tres días hasta llegar al campamento guerrillero. Tras quince días de entrenamiento, trasladaron a los nuevos reclutas en un viaje de tres semanas por el río Vichada a La Macarena, Meta, en el corazón de la Zona: “Como ellos siempre llegaban allí, me aconsejaban, me decían muchas cosas: que uno no sufre en la guerrilla, que a uno no le falta nada, ni mata a nadie. Pero era mentira, ya que cuando uno está metido, a uno le mandan a hacer muchas cosas. Me dijeron que si yo no ingresaba, me mataban. Pasó lo mismo con varios indígenas como yo. Era un combo de cinco personas, fueron ellos los que me llevaron. Había otros indígenas en la guerrilla, adultos y niños”.8

Factores políticos, económicos y sociales favorecen el reclutamiento forzado; “La escasa presencia y apoyo del Estado, sumados a las desigualdades ocasionadas por el modelo económico imperante, han contribuido a agudizar la inserción de los jóvenes indígenas en los grupos armados en conflicto a pesar de los esfuerzos que los cabildos vienen realizando para retener a la juventud en sus respectivos territorios. La falta de oportunidades de trabajo, estudio e incentivos para el mejoramiento de la calidad de vida se convierten en estímulo para que los niños y jóvenes sean cooptados por estos grupos al margen de la ley. Las niñas y jóvenes soportan las peores consecuencias, porque además son prostituidas, maltratadas y muchas de ellas obligadas a practicarse abortos o a asumir solas la responsabilidad de la crianza de los hijos.9 El citado informe de OIM reporta que “en relación con las comunidades indígenas, desde el 2001 se denunciaron continuos secuestros masivos por parte de los paramilitares en la zona bananera con el fin de reclutar indígenas en sus filas.” 10

La ESCNNA en el interior de los Grupos Armados Para el año 2005 se estima en más de 1’600.000 las personas desplazadas por la violencia y esta población estaba conformada principalmente por niñas, niños y mujeres que “se han convertido en potenciales víctimas de trabajos forzados, prostitución y mendicidad…”11. El desplazamiento forzado no se ha detenido y sigue ocasionando “impactos específicos sobre la población femenina. Las niñas se ven enfrentadas a asumir labores de responsabilidad en el hogar, están expuestas al trabajo doméstico, a la prostitución y a los servicios callejeros”.12 De acuerdo con el Informe de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos del año 2007 “Los niños y las niñas se encuentran en situación especialmente precaria cuando son víctimas de desplazamiento por razones vinculadas al conflicto. Se siguen registrando casos de niños y niñas gravemente afectados por minas antipersonales, actos de violencia sexual, ataques indiscriminados y actos de terrorismo”.13

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UNICEF. Los pueblos indígenas en Colombia. Derechos, políticas y desafíos. Bogotá., p.50 Ibídem., p. 68. 10 OIM. Op.,cit., p.22. 11 OIM - Misión en Colombia - Misión en República Dominicana. Panorama sobre la Trata de personas Desafíos y Respuestas. Colombia, Estados Unidos, República Dominicana. Bogotá. 2006., p. 19 12 Ibídem., p. 13. 13 Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Op.,cit., p. 35 9

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La violencia sexual es reiterativa en el conflicto armado y es perpetrada tanto por grupos armados ilegales como por las Fuerzas Armadas Estatales; “Los menores vinculados a los grupos armados ilegales deben enfrentar terribles riesgos no solo como combatientes sino también como espías, mensajeros, sirvientes y esclavos sexuales”.14 Se han registrado numerosos casos de encierro, intimidación sexual, restricción de movilización e indumentaria e incluso tortura para obligar a niñas y mujeres adultas a someterse a sus exigencias de carácter sexual. Se han conocido informes y testimonios de niñas que fueron reclutadas entre los 11 y los 17 años15, algunas que pretendían huir de la violencia que padecían en sus familias y comunidades: “Varias jóvenes se vincularon al grupo armado porque estaban abusando sexualmente de ellas o eran maltratadas emocionalmente por parte de algunos familiares…Otra joven experimentó muchos problemas con su novio y se vinculó porque quería alejarse de él y por los rumores humillantes que estaban circulando en la comunidad acerca de su comportamiento sexual”16. Contrariamente a lo que imaginaban, en el grupo armado encontraron otras formas de violencia que implicaban restricciones a su autonomía sexual en tanto se les obligó a usar métodos anticonceptivos y a abortar; algunas se vieron forzadas a “tener relaciones sexuales íntimas cuando reconocieron que esto traía beneficios como más comida, mejores condiciones de vida y oportunidades para montar en carro en vez de caminar largas distancias, entre otros privilegios.” 17.

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“Cuando las peladas entran a las FARC los comandantes escogen entre ellas. Hay mucha presión. Las mujeres tienen la última palabra, pero ellas quieren estar con el comandante para que las proteja. Los comandantes las compran: le dan a la pelada plata y regalos. Cuando uno está con un comandante no tiene que trabajar duro. Así que la mayoría de las peladas lindas están con los comandantes. Las muchachas pueden decir no a los hombres, pero es muy difícil no tener un novio. La mayoría de las muchachas que entran quieren estar con un comandante para poder tener privilegios y hacer lo que quieran. Uno ve a los comandantes con una cantidad de peladas muy jóvenes. El Comandante Topo tenía 52 años, y andaba con una novia de 16. Eso es típico”.18

Una perversa combinación de protección y privilegios supone un poderoso incentivo para que las niñas accedan a mantener relaciones sexuales con comandantes. “A pesar de que usualmente no se toleran la violación y el acoso sexual abierto, muchos militares utilizan su poder para acceder a relaciones sexuales con niñas. Estas relaciones pueden aparentar no ser forzadas, pero ellas tienen lugar en un contexto dentro del cual el comandante tiene una autoridad de vida o muerte sobre aquellos bajo su cargo”.19 “Tuve marido ahí mismo como a los doce años, o sea, el sabía que yo todavía era una niña, me dijo que no fuera a tener miedo, que él no iba a abusar de mí, que el quería que fuera la mujer de él…20

En el contexto de la confrontación armada, las niñas también deben enfrentar actos de violencia sexual por parte del Ejército: “Si llegué a sentir miedo porque el ejército,… por allá cogían a las guerrilleras y los soldados las violaban. Por eso de morir no me daba miedo sino de que el ejército lo llegue a coger a uno vivo. A una compañera la cogieron viva, ella se llamaba X, tenía como dieciséis… la cogieron y la violaron entre todos los soldados, más de cien, y a lo

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OIM. Op.cit. p.19 Ivonne E. Keairns. Voces de jóvenes excombatientes. Colombia. Comité Andino de Servicios, American Friends Services Comité. QUNO. Bogotá. 2004. 16 Ibídem., p.48 17 Op.cit. Loc. cit. 18 Human Rights Watch. Op.cit., p. 94 - 95. 19 http://www.defensoria.org.co/?_item=0303&ts=2&n=1351 20 Ivonne E. Keairns. Op., cit., p.61 15


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último, a lo que ya se cansaron todos, le metieron el calibre del fusil por la vagina y le dispararon, y después le echaron ácido sulfúrico”.21

En este sentido, el Comité de los Derechos del Niño en su informe de 2006 ha manifestado su preocupación por el hecho de “que los niños continúen siendo víctimas de tortura y de tratos crueles y degradantes22. El Comité observa que, aunque miembros de grupos armados ilegales son los primeros responsables, agentes del Estado, en particular miembros del ejército, están también implicados. (…) En particular, el Comité expresa su preocupación por el número creciente de niñas que son víctimas de violencia sexual, y le llenan de inquietud los numerosos informes sobre violaciones cometidas por miembros del ejército (así como) otras formas de tortura y de tratos crueles, inhumanos y degradantes cometidos por funcionarios del orden (…)”.23

Nuevos grupos armados ilegales Como expresión y metamorfosis del conflicto el surgimiento de nuevos grupos armados ilegales, íntimamente relacionados con paramilitares desmovilizados, continúa haciendo víctimas de violencia a niñas, niños y adolescentes en contextos urbanos donde mantienen influencia; “resulta preocupante que a pesar del proceso de ‘desmovilización’ entre los grupos paramilitares y el gobierno colombiano, este no se ha traducido en un desmonte de sus estructuras… Entre el 1 de diciembre de 2002 y el 30 de junio de 2007… 344 personas han recibido tratos crueles, inhumanos o degradantes o han sido víctimas de torturas y 4426 han sido víctimas de amenazas por grupos paramilitares”.24 La Alta Comisionada para los Derechos Humanos reconoce que “el país enfrenta importantes retos para consolidar el proceso de desmovilización por el surgimiento de nuevos grupos armados ilegales. Las estructuras, intereses y modus operandi de estos grupos no son homogéneos y el uso de términos idénticos para calificarlos a veces no logra dar cuenta de su gama de actividades, objetivos y alianzas. Sin embargo, constituyen fuente de legítima preocupación porque continúan ejerciendo violencia contra la población civil, como en los departamentos de Chocó, Valle del Cauca y Putumayo”. Las autoridades han detectado desmovilizados rasos y antiguos cuadros medios de las estructuras paramilitares a la cabeza de los nuevos grupos que operan en áreas que fueron de influencia paramilitar. Informaciones recibidas por la oficina en Colombia atribuyen vínculos entre estos nuevos grupos y líderes paramilitares desmovilizados que se acogieron a la Ley Nº 975 de 2005. La Fiscalía se encuentra al frente de las investigaciones contra jefes paramilitares desmovilizados señalados de seguir delinquiendo desde la cárcel de Itagüí (Antioquia). Muchos de estos nuevos grupos se han involucrado exclusivamente en actividades ilícitas que implican intrínsecamente un control de territorio y población, como el narcotráfico, la extorsión, tareas de seguridad, el cobro de “cuotas de seguridad” y otras actividades ilegales. “ (…). Sus actividades afectaron notablemente a la población a través de homicidios, masacres, actos de “limpieza social”, amenazas de

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Ibídem., p. 64. “La explotación sexual puede asimilarse a una forma de tortura. Cada acto de abuso del cuerpo de un ser humano con fines sexuales es un trato cruel porque provoca dolor, vergüenza y atenta contra el pudor de los niños, las niñas y los adolescentes; es inhumano porque reduce a quienes se les somete a la condición de objeto, se desconoce su carácter humano, de persona y de semejante; es degradante por su capacidad para reducir la naturaleza humana a la nada.” Ligia Galvis Ortíz. Para que los niños y las niñas puedan vivir en dignidad. Unicef e ICBF. Bogotá. 2003., p. 33. 23 CRC/C/COL/CO/3 p.10. El Comité también ha instado al Estado para que “adopte medidas efectivas para proteger a los niños frente a torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes” insistiendo “en la necesidad urgente de investigar y sancionar todos los casos denunciados, cometidos por el ejército, agentes de las fuerzas del orden o cualquier persona que actúe a título oficial, a fin de romper el ciclo generalizado de impunidad en relación con las violaciones graves de los Derechos Humanos. El Comité recomienda que el Estado Parte vele por que todos los niños víctimas de torturas y de tratos crueles y degradantes tengan acceso a recuperación física y psicológica y a reintegración social, así como a indemnizaciones, prestando la debida atención a las obligaciones consagradas de los artículos 38 y 39 de la Convención” 24 Coalición Colombiana contra la Tortura. Informe sobre tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes en Colombia. Enero - Diciembre de 2007. Bogotá., p.11 22

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muerte y reclutamiento de menores.”25. Al parecer mantienen nexos con servidores

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públicos y poderes locales y su influencia económica tiende a estimular la corrupción entre las autoridades. Otros informes revelan que ejercen una poderosa influencia en barrios deprimidos de ciudades como Medellín. “El control que estos grupos ejercen sobre los jóvenes rebasa lo meramente territorial. Muy a menudo se convierten en controladores de ámbitos personales y culturales como son la moda, los horarios y posibilidad de circulación. De igual forma son quienes dirimen conflictos de toda clase, imponen castigos y ‘hacen justicia’ por su cuenta”. 26 La citada investigación de la Fundación Restrepo Barco, la Fundación Renacer y Plan Internacional comprobó la presencia de los actores del conflicto armado en 9 ciudades, donde controlan el comercio, la diversión, la distribución de sustancias psicoactivas, la prostitución de niñas y de mujeres adultas, los juegos de azar y el transporte público siendo además actores principales de la explotación sexual de niñas y niños como proxenetas, tratantes y abusadores (clientes).27 Menciona el estudio como “a pesar de haberse desmovilizado oficialmente, ejercen control sobre las actividades cotidianas de sus habitantes. (…) tienen un poder político y judicial que ejercen a través de asesinatos selectivos, amenazas perentorias, expulsión de… aquellas personas a su juicio indeseables, limpieza social, pero también con acciones de corte populista como entrega de víveres y otras mercancías, ganando entre la gente el reconocimiento y aceptación de sus métodos…” 28 En Medellín, por ejemplo, “exigen impuestos a las mujeres adultas y a las niñas en prostitución para poder permanecer en ciertas zonas; cuando las niñas son demasiado dependientes de las drogas, las expulsan de la zona, las agraden físicamente de manera violenta, las violan o las asesinan. En “Sincelejo, Cúcuta, Montería… persiguen a los niños travestidos porque, al menos en público, rechazan su orientación y su conducta, aunque en privado, muchos de ellos sostengan relaciones con estos chicos.” 29 A cambio de dinero o de protección o para evitar ser castigadas las niñas son sometidas a repetidas violaciones; “para evitar la pena de muerte, una niña que había trasgredido una de sus normas o se había negado a sostener relaciones sexuales con un miembro del grupo armado, debió acceder a sostener relaciones por varios días con el comandante. Posteriormente fue obligada a irse de la ciudad”.30 También se hallaron nexos estrechos entre secuestro, trata y explotación sexual donde las niñas son “contactadas en calles, establecimientos y comunidades y trasladadas bajo coacción, amenaza o engaño hacia los campamentos donde son abusadas sexualmente de manera reiterada por los comandantes y otros miembros del grupo”.31 La utilización sexual de niñas y niños con discapacidad dentro del conflicto armado no ha sido documentada.32

¿ESCNNA en el posconflicto? Resulta contradictorio hablar de posconflicto por dos razones: la primera, porque el conflicto interno armado como tal no ha sido reconocido oficialmente; la segunda, porque las acciones militares y los enfrentamientos entre los grupos armados y las Fuerzas oficiales continúan hasta la fecha con bajas de lado y lado.

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Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Op.,cit. p. 22 - 24. Alexander Pérez Alvarez y Juan Pablo Franco Cardona. “Jugando escondidijo todo el tiempo. Reflexiones sobre el Contexto actual del trabajo infantil y juvenil en la ciudad de Medellín.” Escuela Nacional Sindical y Corporación Educativa Combos. Medellín. 2003., p. 6. Citado en: OIM (2006). Op.,cit. p. 20. 27 Fundacion Antonio Restrepo Barco, Fundacion Renacer, Plan Internacional. 2006. Op., cit. 28 Ibídem., p.57. 29 Ibídem., p.58. 30 Ibídem. 31 Ibídem., p.57. 32 UNICEF y Procuraduría General de la Nación. Niños, niñas y adolescentes de Colombia, sus derechos, nuestras obligaciones. Hacia la construcción de una ciudad mas amable y justa. 2005., p.69. “el 12% de los colombianos y colombianas, aproximadamente 5’000.000, presentan algún tipo de limitación especial de carácter cognitivo, sensorial o motor. De estas, el 50% son personas menores de 18 años de edad. El conflicto armado interno del país ha incidido en el incremento de limitaciones especiales de niños, niñas y adolescentes generando discapacidad motora a causa de minas antipersonales entre otros. La ausencia de un adecuado sistema de información impide contar con datos que permitan monitorear la situación de estos niños y niñas, las causas y las consecuencias de sus limitaciones, lo mismo que la cobertura y calidad de la atención que se les ofrece.” 26


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No obstante, el Estado ha declarado ciertas zonas de rehabilitación en donde al parecer la acción de grupos armados prácticamente fue eliminada; en estas zonas se mantienen guarniciones militares y de Policía y desde hace varios meses no se presentan hostigamientos ni ataques de los grupos subversivos (o terroristas, como se les denomina oficialmente). En este contexto, la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes adquiere dinámicas particulares donde los principales agentes generadores son miembros de las Fuerzas Armadas. En tanto la economía de estas regiones continúa siendo precaria y escasean las oportunidades de desarrollo para los y las jóvenes, la presencia de policías y militares alienta expectativas de superación mediante las uniones temporales y las promesas de matrimonio y emigración hacia otras regiones más promisorias. Los agentes del orden son en muchos casos hombres jóvenes, solteros con una estabilidad económica relativa que proporciona el recibir un salario mensual fijo mientras que los campesinos y pobladores de zonas urbanas apartadas dependen de ingresos irregulares, cosechas temporales o actividades comerciales inciertas con base en productos estacionales. Para las adolescentes y mujeres jóvenes semiescolarizadas la mejor perspectiva es el matrimonio y con esa expectativa en ciernes son frecuentemente abordadas por los uniformados quienes sin mucha dificultad y gracias a la oferta de regalos, dinero y promesas de casamiento pronto las seducen y acceden sexualmente. Esto ha generado para las adolescentes y jóvenes estigmatización y violencia. Por un lado son señaladas en la comunidad como “polocheras”33 y esto las convierte en blanco de amenazas y ataques efectivos de los grupos armados que continúan activos pero de manera soterrada; las amenazan de muerte y las obligan al destierro a veces con sus familias. Por otro lado, es frecuente que los agentes que prometieron matrimonio sean trasladados de guarnición de manera intempestiva dejando a las jóvenes con el estigma y la promesa incumplida. ¿Puede llamarse a esto explotación sexual? Desde nuestro punto de vista sí. La explotación sexual se define como la utilización del cuerpo de una persona menor de edad o de su representación con fines eróticos o comerciales, por uno o varios adultos, a cambio de una retribución o promesa de retribución, en dinero o especie, que recibe el propio menor de edad, otra persona o grupo. La explotación sexual es una forma de violencia que se ejerce contra niños, niñas y adolescentes en razón del género, la edad y el poder económico. Todos estos atributos concurren en la situación que describimos: están las víctimas menores de edad, se hallan unos agentes perpetradores investidos de poder económico y social con permiso para acceder sexualmente a las niñas y adolescentes; también hay retribución o promesa de retribución, en este caso, el matrimonio y una posible salida del lugar habitual de vida de las niñas y adolescentes. Una situación similar se verifica en aquellas regiones donde se han instalado bases militares desde donde se pretende apoyar la lucha contra el tráfico de drogas; en estas zonas no necesariamente hay combates con grupos insurgentes; más bien son sitios de coordinación de operaciones de inteligencia y cuentan con apoyo de efectivos extranjeros. Sin embargo, todo el mundo sabe que participan en el conflicto armado en la medida que su objetivo consiste en combatir a “narcoterroristas”, categoría dentro de la que se incluye básicamente a las guerrillas que se siguen considerando insurgentes. Hace algún tiempo se conoció del abuso sexual cometido por un militar norteamericano contra una niña en los alrededores de una de estas bases militares; el caso llegó hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la madre fue amenazada de muerte para que suspendiera las diligencias judiciales contra el militar quien inmediatamente fue regresado a su país sin que respondiera por los cargos en su contra, en razón de la inmunidad de la que gozan estos ciudadanos extranjeros.

33 Es un adjetivo despectivo para señalar la relación afectiva - sexual con el policía o “polocho”. En el contexto polochera significa “que se entregó a los policías” y es una forma de llamarlas “prostitutas” o “prepagos”.

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No hay que desconocer que aquí también juega un papel importante la tolerancia de la población civil y las autoridades frente a la conducta del extranjero; de manera similar al turista sexual, el militar extranjero porta grandes cantidades de dinero que le permiten acceder de manera irrestricta y muchas veces abusiva a los bienes y servicios que ofrecen las comunidades que ingenuamente se someten al atractivo de quien consideran mejor dotado en lo físico, en lo económico y en lo cultural. No son raros los casos de madres y padres de familia que envían a sus hijas a la búsqueda de la oportunidad de mejorar su condición de vida cediendo al chantaje del poder económico y social de los poseedores. En todas las ciudades o municipios en donde operan bases militares se han constatado casos de explotación sexual de niñas y adolescentes; dentro de las bases y en sus inmediaciones militares contactan y enganchan a menores de edad para someterlas a actos sexuales de diverso tipo. Si bien en muchas ocasiones estos abusos son disfrazados de actos de enamoramiento y noviazgo, es evidente que los militares, nacionales y extranjeros, se aprovechan de su posición privilegiada, desde el poder que proporcionan las armas y el hecho de fungir como autoridades para atraer y explotar a estas menores de edad.

Conclusión

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Si bien la violencia sexual en el contexto del conflicto armado ha sido sistemáticamente denunciada por organizaciones de Derechos Humanos, el Estado no ha prestado suficiente atención a este tema, especialmente en lo relacionado con la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes. La política de reparación integral a las víctimas del conflicto es un claro ejemplo de ello; se ha centrado fundamentalmente en la devolución de tierras a los desplazados y en alguna que otra indemnización económica acompañadas, en algunas ocasiones, con procesos de verdad y justicia efectivas mediante discursos de memoria colectiva y castigo a los perpetradores de masacres, homicidios selectivos y delitos similares. Se sabe de unos cuantos casos de mujeres, no más de una docena, que solicitaron al Estado reparación por haber sido víctimas de violaciones y otros actos lesivos de su dignidad e integridad sexual. No obstante, en ninguno de los procesos de reconciliación el tema de los niños, niñas y adolescentes víctimas de explotación sexual fue puesto en la agenda de las numerosas mesas de trabajo convocadas; incluso se sabe que en Santafé de Ralito donde se desarrollaron conversaciones previas al supuesto proceso de desmovilización de paramilitares, decenas de niñas y adolescentes fueron sometidas a Explotación Sexual Comercial para celebrar los acontecimientos. Sigue siendo una verdad triste y lamentable que a las niñas y adolescentes no se les reconoce como víctimas; frente a la monstruosidad de otros hechos, a la barbarie reflejada en el desplazamiento forzado, la desmembración o exterminio de familias enteras, las masacres y demás crímenes atroces, la explotación sexual de niños y niñas dentro del conflicto armado pareciera no existir. Una niña o una adolescente que se desvincula de cualquiera de los grupos armados que participan en el conflicto muy seguramente será considerada una desmovilizada, le serán entregadas algunas facilidades de estudio y trabajo; probablemente para facilitar su reintegración social el Estado le proporciona una casa en un barrio marginal de alguna de las capitales del país; pero nadie se preocupará por reconocerle el estatuto de víctima de violencia sexual ni le brindará las garantías a que, como tal, tiene derecho, en especial a un proceso de recuperación emocional por los múltiples daños y traumas que arrastrará durante el resto de su vida, ni a que su nombre y su dignidad sean resarcidos frente a sí misma y frente a la sociedad, cubriendo de silencio el dolor de las víctimas y la realidad de un país que las condena doblemente al negarles una justa reivindicación.


SANDRA1

Esta es la historia de una adolescente gutemalteca que de migrante pasó a víctima de trata de personas con fines de explotación sexual… en México.

Víctor Núñez Jaime

C

uando deje de caer, Sandra se habrá fracturado la pelvis y la cadera. También habrá perdido al bebé que desde hace ocho semanas crecía en su vientre, sin que ella lo supiera. Pasará tres meses en cama, adolorida, sin poder dormir, sin querer comer, triste y enojada con ella misma y con la vida, luego de una dura operación obstinada en no cicatrizar. Podrá salir del hospital en una silla de ruedas y, semanas después, tendrá que usar muletas con la esperanza de poder dejarlas pronto. Un día la llevarán con una psicóloga y le contará que hace casi dos años salió de Guatemala para vivir y trabajar en México, sin pensar que sería una víctima más de la trata de personas con fines de explotación sexual. Comenzará un difícil proceso de rehabilitación física y psicológica que la ayudará a denunciar todos los abusos que sufrió. Y, por primera vez en varios meses de angustia, podrá dormir con cierta tranquilidad y pensar en el futuro. Pero ahora un hombre la ha arrojado al vacío por la ventana del tercer piso de un motel y la fuerza de gravedad se impone. El vértigo afloja su cuerpo. Su rostro se descompone. En centésimas de segundo aumenta la velocidad con la que desciende. Cae de pie. Se escucha el estrépito. Un mullido. Sandra está desplomada y semidesnuda en el suelo. Es el ocaso de una fría tarde del 10 de diciembre de 2008. Como desde hace casi un año, Sandra atiende a los clientes de la fonda - bar “La Lupita”, en los límites del Distrito Federal y el estado de México. El local está situado en la esquina de una calle semidesierta, llena de baches y charcos de agua sucia y una sucesión de

Licenciado en Ciencias de la Comunicación con la especialidad en Periodismo por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y Diplomado en Derechos Humanos por la Universidad Iberoamericana, campus Ciudad de México. Tiene estudios de posgrado en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Madrid y en Periodismo Radiofónico por la Universidad Complutense de Madrid. Es reportero independiente y sus textos, en todos los géneros periodísticos, han sido publicados en los periódicos Humanidades, La Crónica de Hoy, Reforma, La Jornada, Milenio, La Prensa (Nicaragua), el sitio web del Centro de Investigación e Información Periodística (CIPER, Chile) y en las revistas Universo de El Búho, Sucesos, Nexos, Este País, Milenio Semanal y Séptimo Sentido (de La Prensa Gráfica, El Salvador). Ha obtenido el Premio Nacional de Periodismo “José Pagés Llergo. Humanismo Joven” 2005, Mención Honorífica del Premio UNICEF 2008 en la categoría de “Mejor Investigación” y el Premio Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez” de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2009. 1

El nombre de la adolescente ha sido cambiado para proteger su identidad.

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grises construcciones. Un viejo pizarrón negro anuncia en la entrada el menú del día con letras de gis blanco y una cartulina fosforescente destaca: “Cervezas 3 X 25.” Las mesas, los manteles y las sillas son de plástico. No hay ventanas, la única luz natural entra por la puerta. El olor a fritangas se mezcla con el aroma a sudor de hombres maduros, la mayoría obreros o albañiles, que han llegado aquí después de sus extenuantes jornadas de trabajo. Sandra y otras cuatro jóvenes mujeres son las “meseras.” Pero no se limitan a servir alimentos y bebidas. Su principal misión es “entretener” a los parroquianos. “Entretener” implica propiciar el consumo de cervezas, ron y tequila. Escucharlos y conversar con ellos. Celebrarles sus chascarrillos. Y, si quieren y tienen para pagar, ofrecerles ratos de placer en un motel que se encuentra a unos metros del lugar. Hace poco menos de dos horas, Sandra se sentó junto a un señor moreno, robusto, medio calvo y con bigote. “Atiéndelo bien, es mi compadre”, le dijo la dueña del local. Empezó a hablar con él con cierto desgano. Una, dos, tres cervezas. Un trago de tequila con sal y limón. Otra cerveza. El calor y el mareo aumentaban. Siempre que alguien le pedía compañía a Sandra, la dueña le daba de beber “para soportar esos momentos.” “Mejor nos vamos a donde estemos más cómodos, mi alma”, dijo el hombre mientras se levantaba de la silla y jalaba de un brazo a Sandra. “Comadre, aquí están mil pesotes porque me llevo a esta chamaca”, espetó y enseguida salieron los dos a paso lento rumbo al motel.

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Sandra nació hace 15 años en Tecún Umán, San Marcos, una de las ciudades ubicadas en la frontera de Guatemala con México. Aquí el paso de migrantes y el contrabando es cosa de todos los días. Por el río Suchiate atraviesan, a cualquier hora, decenas de balsas improvisadas cargadas de alimentos, bebidas y ropa. O de migrantes irregulares. O de armas. O de droga. O de una combinación de todas estas cosas porque, ante la escasa vigilancia, es muy fácil llevar a cabo el “tráfico hormiga.” Más allá de la orilla del río la vida transcurre con lentitud provinciana. Más de la mitad de la población es “flotante”, es decir, sólo permanecen aquí parte del año. Las calles sin pavimentar están plagadas de charcos y lodo, de gallinas y perros. Y de bicitaxis, los vehículos pintados de blanco y azul celeste que recorren breves distancias con una o dos personas abordo. El padre de Sandra manejaba uno de esos bicitaxis y con los pocos quetzales que ganaba mantenía a sus cuatro hijos y a su esposa. Pero había días en que llegaba a casa con las manos vacías porque todo lo gastaba en alguna cantina. Por eso su madre hacía tortillas de maíz que luego vendía entre sus conocidos. Sandra es la segunda hija del segundo matrimonio de su madre. Tiene un hermano de 18 años que trabaja en una empresa de compra - venta de desperdicios industriales al que casi no veía porque pocas veces llegaba a la casa. Sus hermanos menores son dos niños gemelos que estudian la primaria. Con ellos jugaba todas las tardes después de comer y salía a dar paseos a un terreno descampado. Así intentaban olvidar las veces en que sus padres se pelaban a gritos y a golpes. Ella se asustaba y comenzaba a llorar y a pedir ayuda, pero ningún vecino intervenía. Cuando terminaba de pelear, su madre le daba una cachetada para que se callara. Dice que dejó la escuela porque sus compañeros se burlaban de su padre. “Es un borrachito loco”, le decían y ella les pegaba. Su madre la cambió de escuela, no le gustó y ya no quiso ir. Sólo cursó hasta el cuarto grado de primaria. Su mamá la regañó a gritos y le pegó porque no podía concebir que su hija no estudiara. Luego se le pasó el enojo ya que Sandra le ayudaba a limpiar la casa y a repartir pedidos de tortillas. También tiene una media hermana de 22 años que vive en unión libre con un muchacho mexicano en el estado de México y es madre de un bebé de dos años. Se llama Ana y es hija del primer matrimonio de su madre. Con Ana siempre tuvo una buena relación y desde que se fue de su lado no dejaba de extrañarla. Un día que ella habló por teléfono a Guatemala, Sandra le dijo que tenía ganas de ir a visitarla, que había ahorrado lo suficiente para el pasaje de ida y vuelta, que no tenía pasaporte pero que es muy fácil cruzar a Chiapas y que de allí podría llegar al


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estado de México en autobús. Ana se entusiasmó con la idea y le ofreció quedarse en su casa durante un mes. Sandra salió de Tecún Umán hacia Tapachula, Chiapas, luego a Oaxaca y de ahí al estado de México. Fue casi todo un día de viaje pero sin complicaciones. En el reencuentro con Ana y su familia hubo besos, abrazos, recuerdos y ojos aguados. Durante una semana la llevaron a conocer los alrededores del lugar donde vivían y después algunos lugares emblemáticos de la ciudad de México: el Centro Histórico, Chapultepec, Coyoacán. Los siguientes días, en contraste, Sandra estaba muy aburrida porque casi no salía. Pasaba horas enteras frente al televisor o tomando el sol mientras pensaba en algo qué hacer. Se le ocurrió que podría quedarse en México, trabajar y enviarle dinero a su madre. ¿Por qué no? Así que agarró el teléfono y marcó el número de su casa en Guatemala. “Mamá”, dijo, “quiero quedarme aquí en México. Para trabajar y poder apoyarte en tus gastos. Ana está de acuerdo en que me quede con ella.” No muy convencida, su madre le dijo que si eso es lo que ella quería, estaba bien. “No des molestias y no te portes mal”, fue el consejo. Empezó como asistente de limpieza en una purificadora de agua. Sólo tres meses estuvo en ese lugar porque no se sentía contenta. Dice que era la única mujer que trabajaba ahí y eso la incomodaba. Pronto encontró empleo como ayudante en una tapicería de sillones. Sin embargo, un día su jefe le dijo que, debido a su situación migratoria irregular, debía irse. Estuvo dos meses sin trabajo y, quizá por la desesperación de no hacer algo, quizá porque durante años no había expresado varios sentimientos, tuvo una fuerte pelea con Ana. A un montón de gritos le siguieron algunos golpes. Sandra le espetó a su media hermana que ya no le ponía atención, que sólo se ocupaba de su esposo y de su hijo. “Pues si no te gusta, lárgate”, concluyó Ana. Y Sandra salió con sus cosas en una mochila pero se quedó sentada en la banqueta con la esperanza, en el fondo, de que Ana saliera a buscarla y se reconciliaran. Estaba llorando cuando una vecina que caminaba por la calle la vio y se le acercó. Sandra la conocía desde que llegó a vivir al barrio y le contó lo que había pasado. La mujer le dijo que no se preocupara: “yo tengo una amiga que anda buscando una mesera para su restaurantito, alguien como tu: joven y con ganas de trabajar. Lo mejor es que ahí tiene cuartos para sus empleadas. Seguro te puedes quedar en uno. Acompáñame a mi casa, dejo mi bolsa y nos vamos de una vez a verla, ¿sí?” Sandra vislumbró la solución a su problema y aceptó ir. Unos 15 minutos en microbús y ya estaban en “La Lupita.” La dueña dijo que, como era “guatemalteca sin papeles”, el sueldo semanal era de 400 pesos, que podía quedarse en uno de los cuartos de su casa y que también tendría tres comidas al día. “¿Cómo ves?”, preguntó. “Pues sí, acepto”, respondió Sandra y entró a la casa. Al día siguiente se integró al grupo chicas que se presentaron como “meseras.” Le explicaron cómo tomar una orden y cómo servir los alimentos y bebidas. Hizo únicamente eso durante un mes, aunque observaba que sus compañeras atendían “demasiado” a los clientes. Una mañana, antes de abrir el negocio, la dueña le dijo: “Ya es hora de que apoyes a las demás. También tienes que “entretener” a los hombres.” Sandra contestó que le daba miedo y que no sabía hacerlo. “No te va a pasar nada. Y mira: para que se te quiten los nervios te tomas una cerveza o una copita y listo. ¿Entendido?” Para entonces, Sandra ya era “novia” del hijo de la dueña, un chico de 20 años que varias veces la “visitaba” en su habitación propiciando encuentros sexuales al termino de los cuales le pedía que obedeciera a “la jefa”, que no fuera malagradecida porque ella la ayudó cuando más lo necesitaba. “Si alguien te pide que te acuestes con él, no hay bronca. Hazlo. Yo no soy celoso, entiendo que es tu trabajo.” Por su parte, la dueña le decía que no se preocupara por su sueldo, que ella se lo guardaba para que no se le fuera a perder. Pero durante casi un año que estuvo ahí, jamás le dio más de 20 pesos a la semana. Ella le compraba jabón, champú, maquillaje, desodorantes y, a veces, una blusa o una falda. Sólo le permitió llamar una vez a su mamá y ella no le contó lo que realmente hacía. Únicamente podía salir de la casa o del local acompañada por algún cliente rumbo al motel, como aquella fría tarde de diciembre.

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La habitación 307 del motel “La Querencia” huele a humedad. En el suelo marrón hay una mancha de pintura verde. Una de las dos lámparas no enciende. En el techo hay un espejo. Nada en las paredes. El hombre empuja a Sandra hasta que ella queda recostada en la cama. Él intenta besarla. Ella voltea la cara. Los dos forcejean. “¡No quiero!”, masculla ella. “¡Cómo chingados no!”, sentencia él. Una cachetada. Él comienza a desnudarla. Ella logra zafarse, alcanza el cenicero de cristal que está sobre el buró y enseguida aporrea la cabeza de su agresor. Él está atolondrado. Ella ve la oportunidad de escapar. Pero apenas da unos pasos hacia la puerta y el hombre consigue jalarla del cabello. De nuevo ella está en la cama y a él lo tiene encima. Recibe otras dos cachetadas. Caricias bruscas. Patalea. Le falta aire. Suda. Llora. Ya está en ropa interior. Ahora él comienza a desvestirse. Ella aprovecha para levantarse, abre la ventana y grita con todas sus fuerzas: —¡Ayúdenme! Parece que nadie la escucha. Desde el tercer piso puede verse la calle sin gente caminando. De las casas o comercios cercanos nadie se asoma. Él la voltea, le aprieta los brazos con fuerza y la mira lleno de coraje: —¿No quieres coger, pendeja? ¿No? ¡Pues las putas que no cogen se van a la chingada! Entonces la carga y saca el cuerpo por la ventana con los pies por delante. Y la arroja al vacío. En la camilla de la ambulancia, Sandra agolpa un pensamiento tras otro: “me voy a morir. Ya no volveré a ver a mi mamá ni a mi papá ni a mis hermanos. Mi mamá se volverá loca al saber que me morí.” Luego el dolor es insoportable y queda inconsciente. La

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ambulancia emprende el camino hacia el hospital y con la sirena apaga el cuchicheo de algunos curiosos. Las fracturas de pelvis y de cadera requieren cirugía inmediata. Por eso dos médicos piden que alisten el quirófano. Quieren reposicicionar los huesos fracturados con la esperanza de que cicatricen pronto. Pero eso no ocurre. Cuando ella despierta después de la operación, el médico le dice sin mucho tacto: “vamos a ver cómo reaccionas porque puedes quedar en una silla de ruedas para toda la vida.” En el mismo tono, el doctor agrega: “te hicimos un legrado. Perdiste al bebé.” Y Sandra queda desconcertada. Asegura que no sabía que estaba embarazada. Maldice a su “novio” y llora despacio, casi en silencio, mientras el dolor en la cadera vuelve a irritarla. No sólo es el aspecto físico lo que le preocupa. No puede dormir porque con el silencio de la noche revive la sensación de cuando caía. Además, tiene miedo de que el hombre que la tiró llegue al hospital para matarla. Nunca se había sentido tan sola. Una mañana se le acerca un señor que se presenta como agente del Ministerio Público. La acribilla a preguntas sobre lo sucedido, pero nunca más vuelve a saber de él o de algún citatorio para rectificar la denuncia. Quizá él mismo es quien avisa al Instituto Nacional de Migración que una adolescente extranjera convalece en ese hospital sin acreditar su estancia legal en el país y, más tarde, dos agentes del Instituto llegan para decirle que, en cuanto la den de alta, la llevarán a una Estación Migratoria. Mientras tanto, Ana, su media hermana, la está buscando. Pero no quiere localizarla apenas ahora. Lleva seis meses haciéndolo. Cuando tuvieron aquella pelea, Ana pensó que Sandra había vuelto a Guatemala. Muchas semanas después llamó a su madre, quien le dijo: “no, aquí no ha venido. Una vez habló y dijo que estaba trabajando. Debe seguir en México.” Así que fue a la policía para denunciar la desaparición. La penúltima semana de diciembre un judicial le habló por teléfono: “Creo que ya sabemos dónde está la muchachita que busca. Pero para ir necesitamos que nos dé dos mil pesos. Para movernos bien, ¿no?” Ana consiguió el dinero con algunos conocidos y se lo entregó al policía. Dos días después una foto y un mensaje de texto llegó a su celular: “¿es ella?” En efecto, era Sandra triste y postrada en una cama de hospital.


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En la Estación Migratoria de Iztapalapa Sandra conversa con una visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Han pasado casi cuatro meses desde que la tiraron por una ventana y su recuperación es bastante lenta. Está en una silla de ruedas y no ha recibido atención psicológica. Desde que salió del hospital tampoco algún médico ha vuelto a revisar cómo van sus fracturas y en la Estación la tienen “asegurada” para deportarla a Guatemala. Todo eso lo cuenta ella a la visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). También buena parte de su historia y entonces el caso es claro: es una menor de edad víctima de la trata de personas con fines de explotación sexual. Tiene los elementos que caracterizan esta situación: “el enganche (la vecina) que se tradujo en la captación de la menor por parte de la tratante (su patrona), y los medios o la forma en que se engancha, que se reprodujo a través del engaño, el abuso de poder, el estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la menor y el propósito que se refiere a la explotación.” De acuerdo con el Informe Anual sobre Trata de Personas del Departamento de Estado de Estados Unidos, cada año entre 600 mil y 800 mil personas cruzan las fronteras internacionales como víctimas de trata. De esta cifra el 80% son mujeres y niñas y el 50% son personas menores de edad. En México, según el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), 20 mil niños, niñas y adolescentes son víctimas de explotación sexual. Pero de acuerdo con la Relatoría Especial sobre la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía, del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la cifra se eleva a 80 mil menores de edad sexualmente explotados. En 2008, miembros del programa Menores Trabajadores Urbano Marginales (Metrum) del DIF comenzaron a detectar casos de Explotación Sexual Infantil en el estado de México, donde Sandra fue agredida. Tan sólo en su primera inspección localizaron 80 casos de menores de edad obligados a prostituirse. Pero advirtieron que “es difícil identificar a las víctimas porque es un fenómeno social oculto, sobre todo en los municipios metropolitanos del valle de México, donde operan establecimientos con licencias de “cocinas económicas” pero que en realidad son prostíbulos.” Desde la Estación Migratoria de Iztapalapa Sandra pudo llamar por teléfono a su madre. No fue fácil contarle todo lo que había vivido durante las últimas semanas. Por el momento sólo le dijo que se había fracturado la cadera y que la necesitaba junto a ella. Después la señora vino a México y el reencuentro con su hija transcurrió entre lágrimas, regaños y abrazos. Lo mismo ocurrió después con Ana. La CNDH solicitó el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para la atención médica y psicológica de Sandra, así como para llevarla a uno de sus albergues donde pudiera recuperarse y continuar con el proceso legal de su caso. Ahora la atienden médicos del Instituto Nacional de Rehabilitación y se siente mucho mejor. La CNDH dijo que la forma de actuar de los servidores públicos que no detectaron a tiempo la gravedad de la situación, “en los hechos se tradujo en actitudes tolerantes al propiciar la impunidad de los probables responsables.” Y emitió una recomendación al gobierno del estado de México y al Instituto Nacional de Migración: “que los servidores públicos de esas dependencias gubernamentales se capaciten para este tipo de casos donde se ven inmiscuidos migrantes—víctimas de trata de personas y mejoren las condiciones de “aseguramiento” de la Estación Migratoria de Iztapalapa.” Qué querrán decir esos ojos que aparentan ser tan decididos? ¿Por qué miran con tanta insistencia? En el rostro de Sandra hay enojo, desamparo, incredulidad. Pero también miedo y culpa. En esa cara redonda y morena, de frente amplia, nariz ancha, cejas delgadísimas y labios gruesos, los ojos grandes y oscuros se clavan con cierta dureza en todo lo que ven, como si estuvieran siempre al asecho. Pero todavía por las noches, cuando los cierra para intentar dormir, recuerda la caída desde el tercer piso de aquel motel y el sobresalto es inevitable. La invade la ansiedad. Quiere llorar para ver si así se le deshace el nudo que siente a diario en la garganta. Pero no puede. Durante el día, en cambio, llora por cosas que antes le parecían insignificantes. Escucha los gritos de los niños que juegan y se le alteran los nervios. Siente que ahora es muy intolerante. Tiene miedo a la oscuridad. Sólo

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desayuna, no tiene hambre a la hora de la comida y de la cena. Ha bajado cinco kilos, ahora pesa 40. Siente culpa por la mortificación de su madre, pues debido a lo que pasó ella ha tenido que venirse a México, dejando a sus hijos menores encargados con una tía. Cuando conversa con alguien, de pronto su mente parece irse a otro sitio y se le olvida lo que estaba diciendo. Dice que ya no puede confiar en alguien, que siente que todos la quieren utilizar, como la señora que la tenía “trabajando” en su negocio. Es verdad que todo eso va disminuyendo gracias al tratamiento psicológico. Pero no con la rapidez que ella quisiera. Por el momento, su recuperación física es lo único que la alienta. Dejó la silla de ruedas y ha empezado a caminar con la ayuda de unas muletas. La asusta, sin embargo, no tener la certeza de renunciar a ellas. Los médicos dicen que la rehabilitación va bien, pero no descartan alguna recaída. Está a gusto en el albergue, pero hay momentos en que le gustaría salir de ahí. No sabe con seguridad si quiere irse a Guatemala o quedarse en México. Por lo pronto disfruta sus clases de redacción, matemáticas y, en especial, de educación artística. Dice que le encanta dibujar. No obstante, jamás muestra sus dibujos. “Son mi tesoro privado”, dice. Le preocupa su higiene personal, estar siempre presentable para los demás. También crecer sin resentimientos y complejos después de superar los malos ratos por los que ha atravesado. Se ha propuesto madurar y “enderezar su camino.” Todavía le cuesta trabajo pero siente que lo va a lograr. Quiere que en el álbum de su vida haya fotos de momentos felices “para, cuando sea viejita, echarles un vistazo de vez en cuando.”

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LA EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL INFANTIL: Una visión del problema en Latinoamérica Dimitri N. Senmache Artola El mundo al revés: una dura realidad

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o hay peor forma de explotación en la tierra que la explotación sexual, más aún si este tipo de tortura tiene como víctima a menores de edad, incluso bebés recién nacidos. Aunque duela creerlo e incluso reconocerlo como cierto, en el planeta existen formas extremadamente inhumanas de abusar de menores de edad, y una de esas formas, sin duda alguna, es el abuso sexual. Este abuso suele darse por parte de adultos que no sólo buscan satisfacción sexual, sino que además requieren que esta satisfacción venga acompañada de una total subordinación, dependencia y aceptación de su víctima, a quien utilizará sólo como un objeto sexual (pues no le reconocerá valor, sentimiento ni emoción, aunque sostenga lo contrario) y sobre quien descargará su desproporcionado poder, tanto físico como psicológico. Cientos de miles de millones de personas en el mundo han sido, son y siguen siendo explotadas en distinta forma y bajo distinto contexto, pero todas y cada una de ellas lo está en la medida en que su abuso o explotación signifique ganancias y beneficios para sus explotadores. Estas víctimas pasan por situaciones de tortura inimaginables, esto se repite minuto a minuto, al grado de destruir toda esperanza en ellos, transformando a la persona explotada en un ser dócil (claramente por el temor de seguir siendo abusada, golpeada o incluso asesinada), que ante los ojos de los demás carece de carácter, como si con su forma de actuar estuviera aceptando o avalando la situación de abuso por la que atraviesa. Esto genera una sociedad que no termina por reconocer, de forma clara, esta situación criminal; convencida de que el abuso o la explotación sexual no existe en su entorno, que ello es algo lejano, o por lo menos no existe en tal magnitud que debiera preocuparlos, que las víctimas no tienen rostro y que si lo fueran, no estarían ahí, sino que escaparían. Con una visión así donde el abuso y la explotación sexual, son situaciones totalmente alejadas a uno, que no nos afectan en lo absoluto, es donde el crimen de la Trata de Personas, en la modalidad de explotación sexual, encuentra su mejor escenario.

Escenario mundial Es importante señalar que cuando hablamos de Explotación Sexual Comercial Infantil, no sólo nos estamos refiriendo al problema que enfrentan países como Alema-

Presidente de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil. Miembro fundador del Observatorio Latinoamericano contra la Explotación Sexual Infantil (Ob - Lat ESCI). Consultor Internacional, especialista en Trata de Personas, ESCI y Pornografía Infantil. Contacto: dsenmache@red.org.pe.

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nia, España, Inglaterra, Holanda, Rusia, Estados Unidos o Japón, ya que hoy, en medio de una globalización y tecnificación de las comunicaciones, especialmente la expuesta por una herramienta como la Internet, el fenómeno criminal de la pederastia y la Explotación Sexual Infantil es mundial y no distingue países, gobiernos, niveles culturales ni niveles socio económicos.

La “lógica” mercantil del abuso y la explotación sexual

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Teniendo en cuenta que en el mundo habitan cientos de miles de hombres y mujeres agresores sexuales de menores de edad (aunque en el caso de las mujeres en menor porcentaje), que se satisfacen con el sufrimiento de un ser humano tan indefenso como es un infante, es lógico ver como se presenta una industria sexual (que tiene diversas caras o rostros), la cual buscará proveer, facilitar u ofrecer la “mercancía” a dicho “mercado”. Suena duro, pero así de comercial es el asunto. Justamente, es ahí donde aparecen las grandes organizaciones criminales que promueven, sustentan, dirigen y respaldan la Trata de Personas con fines de explotación sexual. Es decir, si hay un mercado mundial que solicita, requiere, necesita o demanda menores de edad para abusar sexualmente de ellos y que está dispuesto a pagar grandes sumas de dinero y, en algunos casos, a utilizar su poder para ofrecer impunidad, entonces, como resultado de dicha demanda, aparecerá una industria que ofrecerá dicho “producto”, más aún si el insumo necesario para obtener este “producto”, es un ser humano desvalido, en situación de pobreza, que ya ha sido abusado, que se encuentra en condiciones de desprotección, que no cuenta con información, que está a la búsqueda de un empleo o mejora económica, que trata de escapar de un contexto de guerra o ha sobrevivido a una catástrofe natural, lo que obviamente abunda en el mundo. Si a todo ello le agregamos que como resultado, esta industria sexual, por medio de colocar a seres humanos en un mercado que demanda sexo, logra ganar exorbitantes sumas de dinero, entonces entenderemos la lógica inhumana y mercantil de estas grandes organizaciones del crimen. Entender esta lógica es un paso necesario para comprender que, frente al abuso y la explotación sexual, principalmente de menores de edad, no sólo debe enfrentarse, perseguirse y sancionarse a los abusadores y explotadores sexuales, sino que también se requiere hacerle frente al crimen organizado que está detrás de toda esta industria ilegal, que ha convertido a seres humanos en productos que se compran y se venden. Debemos reconocer que tan culpable es aquel que abusa sexualmente de un menor de edad, como aquel que facilita o viabiliza que dicho abuso pueda perpetrarse. Para entenderlo de forma clara, es necesario comprender que no siempre el explotador sexual o Tratante de Personas, es quien abusa sexualmente de un menor de edad, ya que su principal objetivo no está en el abuso en sí mismo, sino en las ganancias que dicho infante puede generarle. Un ejemplo claro se da en la industria del narcotráfico (la cual también se relaciona hoy con la Trata de Personas), donde podemos apreciar que el jefe de un cártel de drogas, en muchos casos no consume el producto que ofrece, incluso puede ser un padre amoroso, ser jefe de una familia connotada y aparecer ante la sociedad como un gran empresario, y no verse como el verdadero criminal que es. Asimismo sucede con el Tratante de Personas, el cual puede estar escondido detrás del rostro de un gran padre, un gran hermano, un gran amigo, un excelente esposo, un exitoso empresario, un fiel creyente, pero que termina siendo sólo el peor de los criminales.

Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) Siempre que se hable de explotación sexual debemos estar claros que nos referimos a una situación en la que hay una víctima, un ser humano maltratado, torturado. Del mismo modo, comprender que para cada víctima también hay una serie de victimarios o agresores. Además, debemos reconocer que dicha explotación obedece a diversos intereses de los explotadores, siendo el más visible el interés


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económico. Cada uno de estos intereses, al confabularse, generan el contexto adecuado para la aparición de la explotación. Pero, ¿qué es Explotación Sexual Comercial Infantil? Es el crimen a través del cual se utiliza a niños, niñas o adolescentes en actividades sexuales, ya sea para prostituirlos o producir pornografía. Este delito es una forma de Trata de Personas, en la que un individuo o grupo de personas explotan a niños, niñas y adolescentes, obligándolos, mediante el uso de la fuerza física, amenaza, coerción, dependencia emocional o económica u otra forma de violencia o sin ella, a realizar actividades sexuales, contra su voluntad o cabal conciencia. Y, ¿qué debemos entender por “niño o niña”? La Convención sobre los Derechos del Niño define como niño, en su artículo primero, a toda persona menor de 18 años, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, alcance antes la mayoría de edad. ¿Podríamos considera a la ESCI como una “peor forma de trabajo infantil”? No. Es importante estar claros que la ESCI no es ni debe considerarse una “peor forma de trabajo infantil”, ya que en esencia no puede considerársele un trabajo, ni una manera de ayudar económicamente a una familia, sino únicamente como una forma contemporánea de esclavitud. ¿Quién es el explotador? Debe considerarse explotador tanto a aquel que intermedia u ofrece la posibilidad de la relación sexual a un tercero, como a aquel que mantiene la misma con el niño, niña o adolescente, no importando si es frecuente, ocasional o permanente. s El proxeneta: El que compromete, seduce, o sustrae a una persona para entregarla a otro con el objeto de tener acceso carnal. s El rufián: El que explota la ganancia obtenida por una persona que ejerce la prostitución. s El tratante de personas: El que promueve o facilita la captación para la salida o entrada del país o el traslado dentro del territorio de la República de una persona para que ejerza la prostitución, someterla a esclavitud sexual, pornografía u otras formas de explotación sexual. s El pornógrafo infantil: El que posee, promueve, fabrica, distribuye, exhibe, ofrece, comercializa o publica, importa o exporta por cualquier medio incluido la Internet, objetos, libros, escritos, imágenes visuales o auditivas, o realiza espectáculos en vivo de carácter pornográfico, en los cuales se utilice a personas menores de edad. s El usuario - cliente: El que, mediante una prestación económica o ventaja de cualquier naturaleza tiene acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o realiza otros actos análogos introduciendo objetos o partes del cuerpo por alguna de las dos primeras vías con una persona de catorce y menor de dieciocho años. ¿Cuáles son las principales modalidades de ESCI? a) La actividad sexual remunerada de menores de edad: Común y erróneamente calificada como prostitución infantil, es la acción de contratar u ofrecer los

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servicios de un niĂąo para realizar actos sexuales a cambio de dinero u otra contraprestaciĂłn con esa misma persona u otra. Debemos entender que un niĂąo o niĂąa no se prostituyen, sino que son prostituidos por terceros. b) PornografĂ­a infantil: Toda representaciĂłn, por cualquier medio, de un menor de 18 aĂąos dedicado a actividades sexuales explĂ­citas, reales o simuladas, o toda representaciĂłn de las partes genitales del mismo, con fines primordialmente sexuales y para el placer sexual de un usuario. c) Turismo sexual: La oferta de niĂąos, niĂąas y adolescentes como parte de un “paquete turĂ­sticoâ€? para ser utilizados como objetos en una relaciĂłn sexual donde hay un explotador, un usuario cliente de dicha explotaciĂłn, medios que facilitan la explotaciĂłn y una vĂ­ctima, es decir, el niĂąo, niĂąa o adolescente. d) La trata y la venta de niĂąos: La transferencia de un niĂąo, niĂąa o adolescente con fines primordialmente sexuales, dentro de un mismo paĂ­s o entre paĂ­ses, a cambio de compensaciĂłn financiera o de otro tipo. ÂżCuĂĄl es el impacto de la ESCI en la vida de la vĂ­ctima?

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s FĂ­sicas: Embarazos tempranos no deseados; enfermedades de transmisiĂłn sexual (incluyendo el SIDA); lesiones e infecciones genitales y/o anales, envejecimiento temprano, violencia fĂ­sica. s Emocionales: Trastornos de ansiedad; depresiĂłn (que puede llegar hasta el suicidio); trastornos severos de conducta; abuso de sustancias (drogadicciĂłn y/o alcoholismo); anorexia/bulimia, inseguridad, desconfianza, agresividad, vergĂźenza, miedo, culpa y baja autoestima. s Sexuales: InhibiciĂłn del deseo y conducta sexual; exacerbaciĂłn de la sexualidad; conducta promiscua y compulsiva; disfunciones sexuales. s Sociales: EstigmatizaciĂłn, discriminaciĂłn, rechazo familiar, aislamiento social y retraimiento; victimizaciĂłn; relaciones interpersonales problemĂĄticas y conflictivas, retraso y deserciĂłn escolar. Posible perfil de la vĂ­ctima s %N LA MAYORĂ“A DE VECES SE TRATA DE UNA NIĂ—A ENTRE LOS Y AĂ—OS DE EDAD O adolescente entre los 15 a 17 aĂąos de edad. s ,A EDAD DE INICIO SEXUAL FRECUENTE ES ENTRE A AĂ—OS CONCENTRÉNDOSE la mayor cantidad de vĂ­ctimas entre los 14 y 15 aĂąos de edad. s 3ON MIGRANTES DE ZONAS RURALES O URBANO PROVINCIALES EN SU MAYORĂ“A favorecidas por algĂşn familiar o amigo cercano. s %STÉN EN BUSCA DE TRABAJO O MEJORA ECONĂ˜MICA s 0ROCEDEN DE UNA FAMILIA DESESTRUCTURADA O DISFUNCIONAL s %N UN PORCENTAJE IMPORTANTE HAN SIDO EXPULSADOS DEL ENTORNO FAMILIAR En los adolescentes varones la homosexualidad es un factor, y en caso de las adolescentes mujeres es el embarazo temprano. s ,A PAREJA SENTIMENTAL ES LA PRINCIPAL FUENTE DE EXPLOTACIĂ˜N AUNQUE EN LA mayorĂ­a de veces ĂŠsta se da en forma encubierta. s (AN DESERTADO DEL COLEGIO Y EN SU MAYORĂ“A SE ENCUENTRAN SIN ESTUDIAR s %N LA MAYORĂ“A DE VECES HAN SUFRIDO DE ABUSO SEXUAL PREVIO A LA SITUACIĂ˜N de ESCI y muchas de las vĂ­ctimas han pasado por procesos de aborto clandestino. s (AY UN FRECUENTE USO DE ALCOHOL Y DROGAS ÂżQuĂŠ factores facilitan la ESCI? Entre los factores que desencadenan el problema se encuentran:


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s ,AS RELACIONES SOCIALES DE PODER SEXUAL DESDE LO ADULTO Y HABITUALMENTE lo masculino) que definen la dominaciĂłn de niĂąos, niĂąas y adolescentes como eje de la explotaciĂłn. s ,A DISTORSIĂ˜N DE VALORES PROVOCADOS POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIĂ˜N QUE convierten a grupos vulnerables como son los niĂąos, niĂąas y adolescentes en objetos de consumo. s %L DĂ?FICIT DE ORIENTACIĂ˜N EN EL ÉMBITO EDUCACIONAL Y FAMILIAR s ,AS EXPECTATIVAS CONSUMISTAS INCULCADAS POR EL MODELO DE SOCIEDAD s ,OS PROBLEMAS QUE COMPROMETEN EL ÉMBITO FAMILIAR COMO LA VIOLENCIA familiar, el abuso sexual y el maltrato fĂ­sico y psicolĂłgico. s ,OS ALTOS Y CRECIENTES NIVELES DE POBREZA Y DESIGUALDAD s ,OS FACTORES DE EXCLUSIĂ˜N SOCIAL Y FENĂ˜MENOS CRECIENTES DE MIGRACIĂ˜N s ,AS NUEVAS FORMAS MERCANTILES DE ACTIVIDADES VINCULADAS AL COMERCIO Y EL turismo. s ,OS AVANCES TECNOLĂ˜GICOS QUE SIRVEN DE SOPORTE A NUEVAS EMPRESAS DE explotaciĂłn, por ejemplo, las de pornografĂ­a. s %L CONSUMO DE ALCOHOL Y DROGAS Magnitud del problema Es difĂ­cil de definir la magnitud de la ExplotaciĂłn Sexual Comercial Infantil por la clandestinidad del delito y, en muchas ocasiones, por la tolerancia al mismo. Sin embargo, puede afirmarse que la ESCI se extiende a todos los sectores y estratos sociales de las diversas regiones del paĂ­s. ÂżQuĂŠ puede hacerse para combatir la ESCI? Es necesario que acabemos de una vez con la tolerancia hacia este delito. Debemos dejar de pensar en las vĂ­ctimas como infractores y reconocer que no existen niĂąos, niĂąas o adolescentes prostitutos, sino prostituidos. Por ello, es necesario que actuemos ya, formando redes y trabajando coordinadamente con la sociedad y el Estado en diversos niveles: a) Previniendo el abuso y la explotaciĂłn sexual. b) Enfrentando el delito y procesando a los delincuentes. c) Rescatando y protegiendo a las vĂ­ctimas. d) Cambiando las circunstancias que promueven la ESCI.

El abusador sexual de menores de edad Los abusadores sexuales de menores de edad no son siempre iguales, incluso no se ven como la mayorĂ­a de personas los piensan; pasan desapercibidos en la sociedad pues llevan siempre una mĂĄscara que no permite ver su verdadera condiciĂłn de abusadores. Estos criminales actĂşan de diversas maneras y en diferentes lugares para conseguir niĂąos y niĂąas, con la finalidad de abusar sexualmente de ellos, integrarlos en una red de explotaciĂłn infantil o para elaborar pornografĂ­a. ÂżDĂłnde y cĂłmo actĂşan? s En salas de juegos recreativos: Algunos pedĂłfilos y/o pederastas frecuentan estas salas para despuĂŠs de escoger a un niĂąo o niĂąa como futura vĂ­ctima, ofrecerse a pagarle algunas partidas o retarlo a jugar contra ĂŠl. Los abusos no suelen producirse en el primer encuentro, ya que los agresores normalmente intentan ganarse primero la confianza del niĂąo. Otros prefieren invitar a sus vĂ­ctimas a comer una hamburguesa o se ofrecen a llevarlos al cine. s En zonas marginales: Algunos pedĂłfilos y/o pederastas prefieren frecuentar zonas deprimidas y marginales para buscar niĂąos, niĂąas o adolescentes

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desatendidos o con muchas carencias. Les ofrecen entonces algún tipo de trabajo, la compra de ropa o comida, y les aseguran dinero fácil. s A la salida de colegios y en parques: Otro tipo de agresores, los cuales suelen actuar en redes y bandas, optan por el secuestro. Este puede realizarse a la salida de un colegio, haciéndose pasar por un conocido de la familia que viene a recoger al menor porque la madre no va a llegar a tiempo; o en el entorno de los parques infantiles o incluso desde un coche, pidiendo a su posible víctima que se acerque al vehículo para indicarles, plano en mano, donde está una calle. s En discotecas y pubs (public house): Algunas redes de tráfico y trata, especialmente de adolescentes, captan a niños, niñas y adolescentes utilizando a otros que actúan de ganchos. Normalmente se trata de un “galán o bella chica” que intenta seducir al adolescente escogido como víctima, para después llevarlo, con engaños, hacia un auto o piso donde espera el proxeneta. También pueden utilizar a otro menor de edad, niño o niña, amenazándolo de muerte o violación. Se suele hacer ingerir drogas a la víctima sin que ésta se dé cuenta, para inutilizarla (en la bebida, en el cigarro, etc.).

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s A través de Internet: Se trata del sistema más común que están utilizando muchos pedófilos y/o pederastas, el cual dificulta el trabajo de la policía a nivel mundial. Estos agresores se introducen en los canales de conversación escrita de Internet, o “chats”, haciéndose pasar por niños o niñas en busca de nuevos amigos. Intentan así conocer la situación de algunos menores de edad, sus gustos y aficiones, hasta que llega el momento de concertar una cita en un cine, a la salida de su centro de estudios, en un centro comercial o en un local de venta de comida rápida, con el supuesto objeto de “conocerse mejor”. Muchas de las circunstancias actuales de desaparición de menores de edad se han registrado luego de que estos fueran a una cita concertada por el messenger con un desconocido. s A través de las revistas para niños y adolescentes: En ellas se publican secciones en las que los presuntos “menores” se ofrecen para intercambiar correspondencia incluyendo datos personales (dirección...) e incluso una foto. s Utilizando animales exóticos para atraer a niños en ferias y demás lugares: Los acercan a los mismos y les sacan fotografías para después ofrecérselas a sus padres. Muchos padres dan sus datos para que les envíen la foto o se la acerquen a casa. El pedófilo puede tener así un banco de datos de niños/as con sus direcciones, teléfonos y fotografías. s Al interior de grandes centros comerciales: Algunas redes de pederastas actúan preferentemente en grandes centros comerciales, donde la concentración de gente es alta y los padres, en la mayoría de las veces, están más pendientes de encontrar los productos que necesitan que atender a sus hijos/as. La forma de operar consiste en coger de la mano a un niño/a pequeño que se haya extraviado (o que se encuentre fuera de la vista de sus padres) y alejarlo del lugar. Por lo general, no lo sacan inmediatamente del lugar, sino que se lo llevan a los servicios higiénicos. Allí lo cambian rápidamente de vestimenta y afeitan su cabello, poniéndole luego una peluca o gorra, lo sedan si es necesario y salen por la puerta con total naturalidad y tranquilidad. s En casa: Al menos uno de cada tres abusos sexuales a menores de edad se cometen en el entorno familiar más cercano, por parte del padre, un tío o un abuelo. En dos de cada tres casos, el agresor es un pariente, amigo o persona muy cercana al entorno de la víctima.


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ÂżCĂłmo son estos abusadores? ÂżCĂłmo se ven? No existe un perfil exacto del pederasta o del pedĂłfilo, no se le distingue a simple vista, pero reproducen algunas caracterĂ­sticas que sĂ­ resultan significativas. Por ejemplo, su acercamiento a los niĂąos/as suele ser fĂ­sico. Tras un primer contacto cuidadoso, para no asustar ni levantar sospechas, comienzan a coger al menor, abrazarlo y “mimarloâ€?. Les invitan e incluso les colman de atenciones y regalos para generar en ellos un sentimiento de deuda. A los niĂąos se les enseĂąa que deben ser agradecidos y corresponder a los adultos (por educaciĂłn) y los pedĂłfilos se sirven de esta circunstancia. Buscan, de alguna manera, estar a solas con el niĂąo o la niĂąa para ir a mĂĄs. Los violadores de niĂąos/as siempre quieren mĂĄs, nunca estĂĄn satisfechos. Muchos de ellos tienen un nivel bajo de autoestima y se sienten mucho mĂĄs seguros con los menores de edad. Otros, en un porcentaje elevado, sufrieron abusos cuando eran pequeĂąos. Un tercer grupo busca humillar y doblegar a su vĂ­ctima, posiblemente por haber sufrido antes desprecio de otros niĂąos o niĂąas durante la infancia. No existe un perfil exacto del pedĂłfilo ni del pederasta, pero sĂ­ podemos establecer un retrato a partir del estudio de aquellos que han sido detenidos. s %N MÉS DEL DE LAS OCASIONES LOS VICTIMARIOS SON VARONES s %N EL DE LAS VECES LOS PEDĂ˜FILOS Y PEDERASTRAS SUELEN TENER ENTRE Y 50 aĂąos. El 20% de las agresiones sexuales son cometidas por menores de 30 aĂąos y tan sĂłlo en el 10% se trata de personas mayores a 50 aĂąos. s 3UELEN SER PROFESIONALES CALIFICADOS s #ON FRECUENCIA BUSCAN TRABAJOS O ACTIVIDADES QUE LES PERMITAN ESTAR CERCA de los niĂąos. s 3U NIVEL SOCIAL ES MEDIO O MEDIO ALTO s %N EL DE LOS CASOS NO TIENEN ANTECEDENTES PENALES s %N EL DE LOS CASOS ACTĂžAN SOLOS s %N CASI EL DE LOS CASOS RECURREN A )NTERNET PARA INTERCAMBIAR MATERIAL pornogrĂĄfico. En el 30% de las veces, este material ha sido elaborado por ellos mismos. s .ORMALMENTE SON CASADOS TIENEN UNA FAMILIA A SU CARGO Y CON FRECUENCIA hijos pequeĂąos. s %N MÉS DEL DE LOS CASOS ABUSAN DEL ALCOHOL O DE ALGUNA DROGA s 0RESENTAN FALTA DE EMPATĂ“A INSEGURIDAD PROBLEMAS DE COMUNICACIĂ˜N Y baja autoestima. s %N MÉS DEL DE LAS OCASIONES NO RECIBIERON MUESTRAS DE AFECTO DURANTE su infancia - adolescencia. s %N LA MAYORĂ“A DE LAS OCASIONES NO PADECEN TRASTORNOS PSIQUIÉTRICOS sĂłlo en ocasiones trastornos de la personalidad y algunas veces trastornos psicopĂĄticos. s %N EL DE LOS CASOS NO RECONOCEN LOS HECHOS NI ASUMEN SU responsabilidad. Minimizan sus agresiones. s %N EL DE LOS CASOS CONOCEN A SU VĂ“CTIMA s %N MÉS DEL DE LOS CASOS SE TRATA DEL PADRE EL PADRASTRO EL HERMANO O el abuelo de la vĂ­ctima. El porcentaje aumenta al 68% si se tiene en cuenta a parientes tales como primos, tĂ­os, padrinos u otros parientes lejanos. El porcentaje llega al 85% cuando se trata del maestro, vecinos o amigos cercanos al entorno familiar y social del niĂąo o niĂąa agredido. s %N EL DE LOS CASOS SE NIEGAN A RECIBIR TRATAMIENTO O AYUDA s .O SUELEN SER CONFLICTIVOS EN LA CÉRCEL Y MUESTRAN BUEN COMPORTAMIENTO (pues en la cĂĄrcel no hay niĂąos). s 3U NIVEL DE REINCIDENCIA ES ALTĂ“SIMO AUN DESPUĂ?S DE SER DESCUBIERTOS Y condenados. s %L NECESITA TRATAMIENTO AUNQUE RESULTA POCO EFECTIVO CON LOS pedĂłfilos preferenciales.

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Influencia de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación en el delito de abuso y Explotación Sexual Infantil

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El comercio de seres humanos, principalmente de menores de edad, para su explotación sexual ha visto expandir sus fronteras en estos últimos 20 años con el avance tecnológico, éste ha acortado las distancias y facilitado la comunicación entre las organizaciones criminales encargadas de captar, transportar, someter, comercializar y abusar sexualmente de niños, niñas y adolescentes, con un mercado más global, individual, y muchas veces inhumano, que convive silenciosamente con el abuso y que demanda, cada vez y en mayor número, menores de edad para su explotación. No cabe duda que el avance tecnológico ha traído consigo nuevas y mejores formas de comunicación y educación, nos ha proporcionado comodidad y respuestas más claras a los problemas del ser humano, pero a la vez nos ha enfrentado con nuevas figuras delictivas y renovados crímenes, muchos de los cuales ponen al descubierto la infinita brutalidad y la salvaje insanía de ciertas personas, grupos y organizaciones criminales, tan repulsivas y dañinas, pero a la vez tan misteriosas y anónimas, quienes no sienten el menor remordimiento al momento de cometer sus crímenes. Dentro de la variada gama de avances tecnológicos que se han producido en el mundo, un elemento primordial son las Tecnologías de Información y Comunicaciones. De este rubro, la Internet se ha convertido en una herramienta masiva que no sólo ha logrado globalizar las comunicaciones, las noticias, las informaciones, el idioma, etc., sino también los delitos. Así, la tecnología se ha convertido en la perfecta base y columna para el incremento de redes organizadas del crimen, las cuales ya no necesitan de un lugar físico para armar sus reuniones y planear sus crímenes, más aún, no necesitan conocerse entre sí, sino que les basta mantenerse en contacto, por medio de un correo electrónico, con algún “colega” o “socio”, del cual tan sólo pueden conocer su seudónimo. Además de ello, el incremento de estas redes ha enfrentado a los países y a sus gobiernos con una realidad muy concreta: el anacronismo y lo heterogéneo de sus legislaciones. Mientras que el crimen organizado se amolda al avance tecnológico, se desburocratiza cada vez más, no recurre a interminables discusiones para arribar a sus acuerdos, no se parametriza ni se pone a discutir sobre normas y tratados internacionales, los Estados hacen todo lo contrario, se esfuerzan por rechazar la modernidad en sus gestiones, se burocratizan cada vez más, recurren a infinitos discursos e infructíferos monólogos para nunca arribar a acuerdo o tratado alguno, anteponiendo siempre algún tipo de interés particular frente al interés social. De esta forma, el avance de la Explotación Sexual Infantil y la pornografía infantil se han erguido como claros ejemplos de ello. En tanto que las redes de pedófilos y pederastas, así como las organizaciones del crimen organizado, especialistas en la Explotación Sexual Comercial de miles y millones de mujeres, niños y niñas en todo el mundo, actúan e interaccionan entre sí con perfecta coordinación y sin problema alguno, los Estados no han sabido enfrentar el problema de manera unitaria y en su dimensión mundial, cometiendo muchas veces un error grave al ver estos delitos como un problema interno y de carácter nacional.

Vínculos entre las redes de Explotación Sexual Comercial Infantil, el crimen organizado y el narcotráfico en América Latina Innegablemente el avance del crimen organizado en América Latina representa ya un grave y permanente peligro para la seguridad de todos los países de la región. Los vínculos existentes entre el narcotráfico y la Trata de Personas son fácilmente sustentables si se analiza las diversas formas y modalidades en que el crimen organizado se desarrolla y actúa, y si se tiene además en cuenta el claro afán económico que promueve su origen. Hoy, el crimen organizado no ve únicamente como un “negocio rentable” al delito transnacional de tráfico ilícito de drogas, sino que adicionalmente ya empieza a observar en el delito de Trata de Personas una forma muy rentable de obtener altos beneficios, con menores riesgos y pérdidas.


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Muchas personas, incapaces de ver más allá de sus propias narices, han intentado menospreciar este tipo de hipótesis, tildándola de inverosímil y exigiendo “grandes pruebas” sobre esta conexión, pero la realidad y los hechos fácticos que se han venido produciendo en diversos países de la región en los últimos años, han ido demostrando que los vínculos entre el tráfico de drogas y la explotación sexual son cada vez más evidentes. Las redes de narcotráfico cuentan ya con toda una organización criminal, es decir, toda una capacidad instalada, con nexos internacionales suficientes que les permiten fácilmente introducir las drogas que producen, transportan y comercializan de forma ilícita, de un país a otro. Para ello, el crimen organizado utiliza, además del soborno a autoridades, la corrupción de funcionarios, el beneplácito de ciertos grupos de poder, entre otros “recursos”, la coacción, la amenaza y el sicariato, lo que le facilita el logro de sus objetivos. Es en esa coyuntura que, toda esa infraestructura criminal ve al delito transnacional de Trata de Personas como un rubro más de las posibles actividades ilícitas conexas que puede realizar para seguir obteniendo grandes beneficios económicos. Y es que trasladar a personas para luego explotarlas, sexual o laboralmente, es mucho menos visible que trasladar grandes toneladas de drogas por un aeropuerto o frontera. Además, los narcotraficantes ya se han percatado que los beneficios que la venta de drogas les generan, se produce sólo una vez, al momento de realizarse la transacción. Sin embargo, en la Trata de Personas, las víctimas, utilizadas como mercancía humana, pueden ser “vendidas” una y otra vez, generando cada una de ellas una rentabilidad mayor que la esperada. En pocas palabras, un paquete de droga se vende una sola vez, un ser humano puede ser vendido cientos de veces.

Limitaciones de las legislaciones en la región, en materia de ESCI Si bien es importante el avance a nivel de la región en materia legislativa relacionada a la lucha contra la Trata de Personas y delitos afines, debemos tener siempre presente que el principal obstáculo para enfrentar delitos tan brutales como son la Pornografía Infantil, el Turismo Sexual Infantil, el Tráfico Ilícito de Migrantes y otras formas de Trata de Personas, no radica necesariamente en la falta, ausencia o carencia de legislación sobre estos temas, sino en la falta de coordinación existente entre las instituciones que enfrentan estos delitos en cada uno de los países, y sobre todo, en la carencia de figuras delictivas homogéneas que hagan más fácil perseguir estos delitos, con penas efectivas que no dejen abierta una ventana de impunidad. Uno de los grandes problemas es que cada uno de nuestros países define, de forma aislada, el concepto de figuras delictivas como la trata de personas, el tráfico ilícito de migrantes, la pornografía infantil, el turismo sexual infantil u otro tipo de delitos relacionados al abuso y la Explotación Sexual Infantil, sin tomar en cuenta que cada uno de estos delitos trascienden las fronteras o límites de un solo Estado, se gestan en redes internacionales y suelen utilizar a personas de diversas nacionalidades para sus fines, es decir, son delitos a escala mundial y como tal debieran ser enfrentados. Debemos entender que el éxito por parte de los Estados y la sociedad al reprimir delitos tan inhumanos como los antes mencionados será muy difícil sino imposible de alcanzar, en tanto las legislaciones difieran demasiado de país a país, tanto en lo formal como en lo sustancial, es decir, tanto para determinar y delimitar claramente el delito, para identificar plenamente al agresor, para establecer los procedimientos de investigación y sanción, como para prevenir el hecho. Obstáculos que enfrentan los Estados en Latinoamérica para combatir la ESCI Las leyes existentes en Latinoamérica han sido pensadas como si el problema fuera regional o local. Un ejemplo de ello puede ser apreciado al analizar la figura de la Pornografía Infantil. El problema empieza cuando los legisladores definen el concepto de pornografía infantil, ya que éste es variable, tanto en su fondo como

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en su forma, dependiendo del concepto base que maneje cada Estado sobre lo que es un niño o niña. En muchos países, por ejemplo, no se sanciona la posesión de material pornográfico infantil, en otros, no están considerados como infantes los mayores a 14 años de edad, y por ende, el material que utilice a personas de esas edades no se le considera pornografía infantil, en otros las penas son muy benignas y sólo llegan al año, incluso meses de reclusión, etc. Ello hace que el delincuente sexual busque realizar sus acciones desde aquel país que tenga más vacíos legales o castigue con menos fuerza y rigor el delito. Sin embargo, el resultado de la acción del delincuente, ya sea del tratante de personas, del pedófilo o del usuario del Turismo sexual infantil, influirá y generará consecuencias en diversos países de la región, no sólo en el país desde donde se esté cometiendo el crimen. Por otro lado, un obstáculo diferente a los antes expuestos, pero igual de difícil de superar sin la debida coordinación ni el adecuado consenso entre los Estados de Latinoamérica, es el que enfrentan los agentes encargados de perseguir y reprimir este delito (es decir, la Policía y el Ministerio Público) al querer cumplir cabalmente su labor. En la mayoría de los países de la región aún no se ha definido bien una ley que permita a la Policía tener agentes encubiertos o agentes especiales para luchar contra la Explotación Sexual Comercial, la trata de personas y la Pornografía Infantil, tal y como sí lo hacen para enfrentar el narcotráfico o el terrorismo. Similar trato les dan a las campañas o acciones contra la Pornografía Infantil que realizan los Estados en Latinoamérica. Por lo general, estas campañas suelen ser regionales, enfrentan el problema con una visión muy local como si el problema sólo existiera en el país ejecutor de la campaña, peor aún, como si fuera un problema de terceros países, cuando éste es un delito mundial. Las organizaciones de la sociedad civil muchas veces cometen, sin quererlo o desearlo, el mismo error, pues enfrentan, desde sus espacios locales y sus limitadas posibilidades, este problema.

Posibles soluciones 114

Una probable salida es encaminar nuestros esfuerzos como sociedad organizada y como Estados a crear redes internacionales funcionales que enfrenten este delito desde diversos niveles y espacios: tanto la persecución y represión del delito, la investigación sobre sus alcances y consecuencias, como su prevención y el cuidado de los niños, niñas y adolescentes. Aquí las empresas que brindan el servicio de Internet, así como empresarios dueños de hoteles, administradores de cabinas públicas de Internet, profesores de colegios, municipios y gobiernos locales, asociaciones de padres, organismos religiosos, etc., tienen el deber de participar en estas campañas, pues cada una de estas organizaciones tienen un nivel de responsabilidad en este hecho y de compromiso para enfrentarlo. Finalmente, debemos entender que los delitos de Trata de Personas (Explotación Sexual Comercial, tráfico ilícito de migrantes, explotación laboral y tráfico de órganos) y Pornografía Infantil, generan una cantidad impensable de ganancias a las redes criminales. Aproximadamente 12 billones de dólares al año en ganancias sólo para las redes de Pornografía Infantil. Ello nos muestra la principal característica de este delito: el ser una industria, la cual cuenta con una cadena productiva determinada, con productores, distribuidores, un mercado y consumidores. En la actualidad, por la magnitud de este crimen, podemos equipararlo a industrias como la del tráfico ilícito de drogas (que en muchos casos son la misma) y el tráfico de armas, y como tal debe ser enfrentado y combatido.


LA EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL INFANTIL Y LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS Una “violación” por parte del Estado Leonardo Bastida Aguilar

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ostros y cuerpos que aún reflejan un dejo de inocencia se observan en las calles de las ciudades donde tradicionalmente se ejerce el trabajo sexual. A diferencia de aquellas miradas infantiles plenas de regocijo y sin preocupación características de la infancia, estos niños y niñas han sido testigos de un sinfín de crueldades. La mayoría de estos seres de corta edad son ajenos a los sitios en los que se les observa deambular. Sus hogares se encuentran a decenas de kilómetros del lugar. En algunos casos, la mayoría, son años los que han dedicado a ejercer el trabajo sexual sin su consentimiento. La gran derrama económica que este tipo de servicios brinda a las redes criminales incentiva que estos niños y jóvenes sean sometidos a gran cantidad de vejaciones como golpes, engaños, chantajes, abuso sexual, y en sí, a una esclavitud moderna. Estas formas de explotación de la niñez benefician a unos cuantos mediante el comercio de los cuerpos de los infantes y las víctimas viven una realidad atroz en la que nunca más recuperarán aquellas miradas tiernas propias de su edad. Reflejo de esta situación es que no existe país en el mundo en el que no se presente esta situación, incluso en momentos de desgracia como ha ocurrido recientemente en Haití. Tras el sismo que azotó a esta isla caribeña, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales denunciaron que era muy factible que aquellos niños trasladados a otros países para ser adoptados pudieran caer víctimas de las redes del crimen organizado y pudieran traficar con ellos. Najat M’jid, relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre la venta, prostitución y pornografía infantil, señaló en el marco de la Conferencia Internacional sobre Movimientos Migratorios Infantiles que los flujos migratorios han provocado un incremento en los delitos de venta, prostitución y pornografía infantil debido a que la respuesta por parte de los países ha sido “fragmentaria e ineficaz” por lo que pidió a los gobiernos garantizar a los menores de edad acceso a los servicios que les permitan evitar la vulnerabilidad a la que están expuestos por encontrarse en un país que no es el suyo.1 Situaciones similares acontecen en otras latitudes. En Alemania se han registrado 11 mil 357 casos de redes de pornografía infantil en Internet. Las medidas to-

Colaborador del suplemento Letra S del periódico La Jornada y de la Agencia Informativa NotieSe. Ha escrito en diversas publicaciones artículos y reportajes sobre la Explotación Sexual Comercial Infantil en México y Estados Unidos, los Derechos Humanos de la infancia y la infancia y el VIH. 1

El Universal. México. 5 octubre 2010.

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madas por parte de la Ministra de Familia de la Unión Europea (UE), Ursula Von der Leyen, indican que se debe dificultar el acceso a este tipo de páginas. Sin embargo, hasta el momento, solo cinco países de la UE las han acatado.2 La venta de adolescentes de la Isla de Tan Loc en Vietnam a hombres de Taiwán o de Corea del Sur por seis mil dólares, propiciada por sus propios padres, ante salarios de menos de 30 dólares mensuales indican la vulnerabilidad de algunos sectores sociales de la nación asiática y la manera en que la mujer se convierte en una solución económica.3 John Carlin describe una situación similar en Birmania, en Asia, “Se dan casos aquí de madres desesperadas que, cuando no ven otra posibilidad de supervivencia, venden a los niños, habitualmente para que se conviertan en esclavos; esclavos sexuales, si son niñas”.4 La declaratoria de Tailandia como un país paraíso para la distribución y venta de material pornográfico infantil, así como la adquisición de servicios sexuales es muestra de la impunidad circundante a este fenómeno. Estas parecen ser realidades distintas a México, lejanas e inimaginables. Sin embargo, hechos como que el del sacerdote Rafael Muñiz López, conocido en el mundo cibernético de la pornografía infantil como lobosiberiano6, quien con ayuda del payaso Palín atrajera a niños para ser filmados en video sosteniendo relaciones sexuales en la Iglesia de San Pedro Apóstol en Xalapa, Veracruz5 o que el magnate Jean Succar Kuri, quien de acuerdo a Edith Encalada, una de sus víctimas, es uno de los principales pederastas del sureste mexicano6 demuestran que en nuestro país los delitos de trata de personas con fines sexuales y la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) son una realidad. Más ejemplos de esta situación son hechos como el reportado por Luis Cruz, quien describe la situación del municipio de Tenancingo, Tlaxcala en torno a la trata de personas “Los proxenetas asentados en este Municipio del Sur de Tlaxcala han llegado a tener tanto poder que ni la misma Policía Municipal Auxiliar se atreve a meterse con ellos.”7 Una muestra más es el polémico caso de la desaparición de niños del albergue infantil Casitas del Sur ubicado en la delegación Tlalpan, ciudad de México. Diversas organizaciones de la sociedad civil (OSC) han exigido desde hace algunos años que se ejerzan acciones contundentes en este rubro. Asimismo comisiones estatales de Derechos Humanos y algunas medidas implementadas por el gobierno federal y locales han comenzado a poner la temática en las agendas gubernamentales prioritarias. A pesar de estos esfuerzos, los hechos publicados en diversos medios de comunicación, indican que éstos han sido insuficientes y la problemática no se soluciona.En torno a esta situación se vislumbra la Explotación Sexual Comercial Infantil (ESCI) definida por activistas como el “enganche” por parte de una persona o grupo de personas de niños y jóvenes, entendiendo al niño como alguien menor de 18 años, para insertarlo en actividades sexuales con el fin de satisfacer a terceros y obtener un beneficio económico a cambio de ello. Detrás de la ESCI están la trata y tráfico de personas. México al ser origen, paso y destino de migrantes posee dentro de su territorio una red de organizaciones criminales dedicadas a estas actividades. A si mismo su cercanía con los Estados Unidos y el gran kilometraje de frontera que comparten ambas naciones le hacen ser un punto clave, ya que en los EUA se encuentra la mayor demanda de este tipo de servicios. En muchas ocasiones existe una complicidad por parte de las autoridades de ambos países. La Convención sobre los Derechos del Niño promulgada el 20 de noviembre de 1989 establece en su artículo 328 que es responsabilidad del Estado proteger a los infantes contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser nocivo para su salud o su desarrollo. 2

Noroeste. México. 26 de marzo 2009. Reforma. México. 5 abril 2009. 4 Carlin, John. El país más triste del mundo., en: El País Semanal. No. 1728. 8 de noviembre. 2009., p. 46. 5 Reforma. México. 25 abril 2009. 6 La Jornada. México. 16 marzo 2009. 7 Reforma. México. 4 abril 2009. 8 Convención sobre los derechos del niño. Madrid. UNICEF. 1989., p. 27. 3


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Esta misma convención, ratificada por México en 1989, señala en su artículo 34 que “los Estados partes se comprometen a proteger al niño contra todas las formas de explotación y abusos sexuales”.9 En este apartado se establece que se deben tomar medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral para impedir “la incitación o coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal, la explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales o la explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos”. Agrega en su artículo 35 que los Estados “tomaran las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma”.10 En algunas entidades del país se han comenzado a ejercer acciones al respecto. El gobierno federal estableció la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra la Mujer y Trata de Personas (FEVIMTRA) y la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 27 de noviembre de 2007. En el Distrito Federal, el código penal establece que por el delito de corrupción de menores se sentencia al culpable de 7 a 12 años de prisión al que obligue, procure, induzca o facilite a una persona menor de edad a realizar actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, ebriedad, consumo de drogas o enervantes, prácticas sexuales o a cometer actos delictuosos. Asimismo, este código contempla que por el delito de lenocinio se otorgan de 2 a 15 años de prisión a quien obligue a una persona mayor o menor de edad a explotar su cuerpo por medio del comercio carnal u obtenga de él un lucro. Juan Sabines Guerrero, gobernador de Chiapas, presentó la iniciativa de la creación de la Ley para Combatir, Prevenir Sancionar la Trata de Personas en el Estado de Chiapas, que tiene como objetivo prevenir y sancionar el delito de trata de personas, adoptar medidas de protección, atención y asistencia los derechos de las víctimas, tipificar el delito que se comete con fines de explotación, así como aprovecharse del estado de vulnerabilidad de otra persona. Esta ley contempla por primera vez el tema de la trata de migrantes y sus hijos, así como los delitos que se cometen por Internet.11 Sin embargo, las medidas más exitosas han sido implementadas por la sociedad civil a través de movimientos como la Iniciativa Popular en Tlaxcala que tras la constante desaparición de mujeres en la entidad durante septiembre y octubre de 2007, un grupo de organizaciones de la sociedad civil locales encabezadas por el Centro Fray Julián Garcés, iniciaron una movilización social con el fin de exigir a las autoridades locales la tipificación de la trata de personas como un delito, al considerarla como el detonador de estas desapariciones. El resultado fue la colecta de más de 25 mil firmas llevadas al Congreso local y exigir las reformas a las leyes locales. Meses después se modificaron los códigos civil y penal tlaxcaltecas. En marzo de 2009, al final de la Primera Reunión Regional sobre “Buenas Prácticas en contra de la Demanda y de la Legalización de la Prostitución: Siglo XXI”, con participación de activistas y defensoras de Derechos Humanos de toda América Latina, se concluyó que la trata es un fenómeno creciente por factores como las relaciones de poder patriarcales, la pobreza, la falta de oportunidades para la mujer, las profundas disparidades y desigualdades entre mujeres y hombres, violencia y discriminación que históricamente han sufrido las mujeres en América Latina, además que varios países no cuentan con políticas públicas, programas, planes de acción y leyes específicos en la materia. Se detectó que la problemática se agrava ante el avance de las redes de prostitución en la región, los medios de comunicación, y los proveedores de servicios de internet, así como otros actores juegan un papel de complicidad por lo que deben ser llamados a cuentas y a conducirse con ética y responsabilidad. En aquella ocasión, las activistas exigieron respeto y cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres

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Op., cit., p. 28. Ibídem. 11 La Jornada. México. 23 marzo 2009. 10

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(CEDAW), así como de las recomendaciones generales y de las observaciones finales por país de ese comité y llamaron a los gobiernos de la región a ratificar el Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena y los Protocolos Adicionales a la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional sobre Trata y Tráfico de Personas, también conocidos como Protocolos de Palermo. También pidieron políticas públicas efectivas para penalizar la demanda de comercio sexual. Asimismo, se decidió implementar un “sistema de alerta roja”, denominado Observatorio ciudadano de trata y tráfico de mujeres y niños, conformado por una red ciudadana y gubernamental de informantes del continente que operará en los países donde se origina el problema y en los países de tránsito y destino de las redes de grupos criminales.12 A pesar de estas propuestas hechos como que el pasado 21 de marzo de 2009 en el Bar El Capricho y los Hoteles Madrid y El Universo ubicado en el Barrio de La Merced en la Ciudad de México hubo 28 detenciones por el delito de trata de personas, corrupción de menores, asociación delictuosa y homicidio. 45 mujeres, entre ellas 5 menores de edad, fueron localizadas en este lugar, obligadas a ejercer el sexoservicio y a entregar 10 mil pesos diarios para no ser maltratadas. A pesar de los hechos, la mayoría de los detenidos fue puesto en libertad ante la falta de prueba. Así lo explicó Dylcia Samantha García, Subprocuradora de Atención a Víctimas y Servicios a la Comunidad de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), En el operativo en La Merced en días recientes, no se pudo atrapar a los explotadores porque se hacían pasar como clientes, no hay condiciones para condenarlos.13 En el año 2003 Leydi Campos Subprocuradora de Averiguaciones Previas de Quintana Roo estuvo involucrada en el caso de la desaparición de niños del Albergue La Casita en Cancún y posteriormente fue vinculada al caso de Jean Succar Kuri.14 Muchas de las medidas tomadas con anterioridad no responden al fenómeno real; Teresa Ulloa, durante la reunión regional, expresó que a pesar de que México ratificó la Convención del 49, la cual indica que quien comete un delito, lo comete a pesar de contar con el consentimiento de la víctima, no hay avances significativos porque en nuestro país el consentimiento dado por la víctima, excluye del delito.15 Rodolfo Casillas, investigador y experto en la materia, coincide con la activista respecto a la manera en que se ha legislado en torno a la situación en México “La forma adoptada, abolicionista, se pronuncia por la libertad para el ejercicio de la actividad, pero no por la abolición de dicha práctica, con el propósito de dar de esa forma protección a las mujeres y menores de edad, pues pasan a ser consideradas víctimas.” 16 El principal problema, es la falta de comprensión por parte de las autoridades de la situación, lo cual se ve reflejado en el intento de establecer zonas de tolerancia para el trabajo sexual, “Se trata como si fuera un ejercicio sexual voluntario y sólo se sanciona a los lugares donde se ejerce el comercio sexual” y no se observa el trasfondo de la situación”. Hasta el momento se han desarrollado programas contra la trata y el tráfico de personas por parte de la Procuraduría General de la República y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, sin embargo, la ESCI es pocas veces pronunciada dentro de estos programas y aún menor su visibilización. Sólo el Distrito Federal ha reconocido que se debe actuar en el tema. Muestra de esto es que la Asamblea Legislativa del DF dentro de sus “Leyes del Programa de Derechos Humanos del DF” decidió tomar como línea de acción definir el delito de la trata de personas en el Capítulo IV del Código Penal local, ceñido al artículo 3 del Protocolo de Palermo, con la finalidad de que se consideren todas las modalidades de la trata de personas.17 México es considerado entre los primeros cinco productores de pornografía infantil a nivel mundial y sus acciones a nivel federal son nulas. El Senado de la Re-

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La Jornada. NotieSe. Marzo 24 – 27. 2009. NotieSe. México. 27 marzo 2009. 14 La Jornada. México. 26 marzo 2009. 15 Ibídem. 16 Rodolfo, Casillas. Me acuerdo bien.. México. CDHDF. 2007., p. 167. 17 Informe y propuesta Legislativa “Leyes del Programa de Derechos Humanos del DF”. 13


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pública ha exhortado al titular del ejecutivo, Felipe Calderón, a investigar “las redes de prostitución, pornografía y trata de personas que se publicitan a través de los anuncios clasificados en medios de comunicación”18, y en caso de considerarlo necesario “impulsar una reforma legal para combatir ese tipo de delitos y castigar a los responsables con penas más duras”.19 Más las respuestas son nulas e incluso se propicia que personas identificadas con estos delitos como Jean Succar Kuri, líder de una banda de pornografía infantil, haya sido trasladado de un penal de alta seguridad a una prisión ordinaria. De esta manera, el Estado mexicano “viola” los derechos de los infantes mexicanos ya que al no tomar medidas efectivas para prevenir y erradicar este problema, o solape y proteja a los miembros de estas asociaciones delictuosas, provoca que la infancia en México continué siendo uno de los sectores más vulnerables de la población y no tenga un acceso pleno a sus derechos.

Referencias CASILLAS, Rodolfo. Me acuerdo bien… Testimonios y percepciones de trata de niñas y mujeres en la ciudad de México. Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Comisión de Derecho Humanos del Distrito Federal. Organización Internacional para las Migraciones. México. 2007. UNICEF. Convención sobre los Derechos del Niño. Cuadernos del Comité Español del UNICEF. Madrid. 1989. ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DISTRITO FEDERAL. Informe y propuesta Legislativa “Leyes del Programa de Derechos Humanos del DF”. México. 2010. 119

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Reforma. México. 13 octubre 2010. Ibídem.


CARACTERIZACIÓN DEL PROBLEMA DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL trata interna y la utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía en Paraguay Celeste Houdin, Elizabeth Duré y Cristiano Morsolin Introducción

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a propuesta de este artículo es analizar el problema de la explotación sexual, la trata interna y la utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía dentro del Paraguay, mediante un acercamiento a la realidad vivida por este sector de la población. El Paraguay es un país con una población de poco más de 6 millones de habitantes, el 46% tiene menos de 18 años de edad, el 25% representa a la franja etárea, cuatro de cada 10 personas tienen menos de 15 años. Lo que significa que el país cuenta con una población eminentemente joven. En términos de pobreza, afecta al menos al 37 % de la población, de la cual más de la mitad corresponde a niñas y niños. En cuanto a protección de derechos de niñez y adolescencia estos están garantizados principalmente en la Constitución Nacional (CN), la Convención por los Derechos del Niño y la Niña (CDN) promulgado por Ley 87/90 y el Código de la niñez y adolescencia 1680/011. Se cuenta además con

Docente de la carrera de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Asunción, feminista, investigadora, ha realizado trabajo en el ámbito de la niñez y adolescencia en el área de violencia contra la mujer, maltrato y abuso y explotación sexual, y diversas publicaciones relacionadas a estas temáticas, se ha desempeñado hasta mediados del mes en el plantel de directivos de la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia con esta administración. Contacto: cele.houdin@hotmail.com. Feminista, educadora popular, investigadora, ha realizado trabajos en la formación y fortalecimiento de mujeres, en el ámbito rural, ha acompañando a la Coordinación de Niños/as, Adolescentes Trabajadores CONNATs en el proceso de formación en género, y elaborado diversos materiales, entre ellos los Aty Ñomongetara para la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia en el año 2009, entre otras publicaciones. Es miembro fundadora del grupo Luna Nueva. Contacto: ellydure@yahoo.com. Trabajador social italiano y operador de redes internacionales para la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de Latinoamérica en el puente con Europa. Trabaja en Latinoamérica desde 2001, acompañando proyectos sociales en Ecuador, Perú, Colombia, Brasil. Ha escrito varios libros y en particular algunos artículos sobre el dialogo entre organizaciones sociales y el Gobierno de Fernando Lugo, publicados por el Nework Mundial CRIN de Londres y el Centro Tri. RINJLD. Contacto: cristianomorsolin@yahoo.com. continental CETRI de Bruxel. Colabora con 1

Con la aprobación de la Ley 1680, en el año 2001, existe un ordenamiento jurídico y administrativo importante para la atención del sector niñez y adolescencia, ya que se crean nuevas figuras jurídicas y administrativas para la atención del sector arriba mencionado. Entre las figuras administrativas más importantes está la creación por ley de las Consejerías Municipales por los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (CODENI), dependencias encargadas desde el municipio de la atención directa del sector niñez y adolescencia.


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una Política Nacional de Niñez y Adolescencia (POLNA) y un Plan Nacional de Acción por la Niñez y la Adolescencia (PNA). En el país existen instituciones responsables de la aplicación de las normativas, entre ellas la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia en el nivel ejecutivo y las CODENI en el ámbito Municipal. Este contexto del país da cuenta de que existe una normativa jurídica y un marco de políticas públicas, aunque aún insuficientes, para garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes. Se evidencia falencias en la aplicación del marco normativo relacionadas principalmente a la escasa formación de las y los funcionarios de los servicios, insuficiente formación ciudadana, incidencia de factores culturales autoritarios fuertemente arraigados, que impiden garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

La explotación sexual Para acercarnos al problema de la Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (ESNNA), es necesaria una conceptualización, por lo tanto asumimos que: La Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (ESNNA) es el delito que se comete cuando se somete a personas con menos de de 18 años a actividades sexuales, eróticas y/o pornográficas, ofreciéndoles pago en dinero o en especie. En este delito, una persona o grupo de personas explotan a niños, niñas y adolescentes, obligándolos, mediante el uso de la fuerza física, amenaza, coerción, dependencia emocional o económica u otra forma de violencia, a realizar actividades sexuales, contra su voluntad.2

La diferencia entre este concepto, y el utilizado anteriormente, y que fuera colocado desde el Pre Congreso Mundial realizado en Río de Janeiro en el 2008, es que prescinde de la palabra comercial que daba una connotación vinculada a la mercantilización monetaria del delito, excluyendo otros modos utilizados para la explotación sexual, tales como el pago en especie o el uso de la manipulación afectiva por parte del explotador sexual. La explotación sexual y otros problemas vinculados a la ausencia manifiesta del cumplimiento de los derechos de la niñez y adolescencia deben enmarcarse en una sociedad paraguaya profundamente violenta y desigual en términos socioeconómicos. UNICEF explicita que: “En América Latina, a Paraguay le corresponde el segundo puesto con relación a la mayor inequidad en la distribución del ingreso. Una proporción significativa de los niños, niñas y adolescentes aún no disfrutan del pleno ejercicio de sus derechos, especialmente aquellos que son pobres, campesinos e indígenas, quienes sufren de exclusión, discriminación y una inadecuada protección”.3

Si bien la explotación sexual permea las clases sociales, la desigualdad económica sumada a las limitaciones de políticas públicas para niñez y adolescencia que aborden esta temática nos confronta con una realidad donde las niñas, niños y adolescentes de familias empobrecidas, por estar vulnerabilizados en sus derechos son más propicias a ser víctimas de estos delitos. El problema de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en el Paraguay recién es visibilizado en la década de los 904, a partir de una investigación que tiene como antecedente la puesta en marcha del Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial. Sin embargo, en América Latina antes del congreso mundial, se realizó un seminario en la ciudad de Brasilia, el cual posibi-

2 LUDOCA – Luna Nueva, Don Bosco, Callescuela. Material Educativo: Contra la explotación sexual. Toda niña, niño y adolescente tiene derecho a vivir sin violencia y con dignidad. Asunción. 2009. 3 En www.unicef.org.py. Consultado el 17 de septiembre de 2010. 4 A partir de la investigación diagnóstica realizada en el año 1996 por UNICEF Luz Marina Acosta y Nilce Acosta. Explotación sexual de niñas y adolescentes en Ciudad del Este. Asunción. UNICEF. 1997.

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litó conceptualizar y dimensionar el problema en el continente, socializando las acciones realizadas desde las diversas instancias públicas y privadas por los países de la región para abordar esta temática. Es importante resaltar que las primeras acciones emprendidas para enfrentar este problema se han dado recién a partir del trabajo de las organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil5. Los Informes anuales de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY), en el capítulo que corresponde a la niñez y adolescencia, dan cuenta de la situación grave en la que viven las niñas, niños y adolescentes víctimas de explotación sexual en el país.

La trata interna

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La información relacionada a la trata interna explicitada en este apartado fue extraída del Artículo: La trata interna sigue sin castigo. A pesar de los cambios legislativos realizado por el Grupo Luna Nueva6 - INECIP - Paraguay7, para el Informe DDHH 2009 CODEHUPY. La tipificación de la trata de personas ha sido ampliada para incluir todos los fines contemplados en el Protocolo de Palermo, pero no así a las modalidades de trata interna, por lo que termina desprotegiéndose a un amplio sector de la población de niñas, niños y adolescentes, quienes están más expuestas y vulnerables a ser víctimas de trata en el ámbito nacional en una cultura de hegemonía adultocentrista, patriarcal y heteronormativa La trata de personas, si bien solo ha sido colocada públicamente en nuestro país en las últimas décadas, es un fenómeno de larga data y uno de los delitos que mayores recursos moviliza en torno a grupos de crímenes organizados. Paraguay aparece como uno de los países reconocidos por ser lugar de “origen, tránsito y destino” de la trata internacional8. En los últimos años, la creciente migración de mujeres paraguayas a países europeos (España principalmente) y a la Argentina ha visibilizado la explotación con fines sexuales de mujeres tratadas, muchas de las cuales tienen menos de 18 años de edad. Si bien la trata con destino internacional ha sido colocada públicamente, no ocurre lo mismo con la trata interna. Muchas veces la trata interna es la antesala de procesos de trata internacional, ambas formas de trata en ocasiones se ven precedidas de migraciones de las adolescentes, del campo a la ciudad, de forma autónoma (Grupo Luna Nueva, 2005).

Esta situación se agrava principalmente por la deficiente criminalización primaria de la trata, que deja impune a la trata interna de personas y por los inadecuados controles fronterizos: […] en el caso del Puente de la Amistad, ni Paraguay ni Brasil están haciendo un control del paso de los niños, niñas y adolescentes, mientras que en la Argentina se están desarrollando controles más estrictos (MRE, IILA y Cespi, 2009).

El triángulo formado por Ciudad del Este en Paraguay, Foz de Iguazú en Brasil y Puerto Iguazú en la Argentina funciona como un agujero negro donde se expanden diversas formas de la explotación comercial de niños, como el tráfico y la explotación turística. Un estudio de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) estima que 3.500 niños y niñas adolescentes, menores de 18 años, son víctimas de 5

Desde el año 92, la ONG BECA., realiza trabajos comunitarios para la prevención de la ESC con el apoyo del BICE, también participa en el Seminario Regional de Brasilia, año 1996, en el marco de la realización del Primer Congreso Mundial en Estocolmo. En el año 1995 se crea la ONG Luna Nueva, que fue la primera en realizar atención directa integral para abordar este problema en el país. www. lunanueva.com.py 6 Por Grupo Luna Nueva: Elizabeth Duré y Raquel Fernández. 7 Por INECIP - Paraguay: Felicia Vázquez, Ana Brañas y Juan A. Köhn. 8 Informe Global sobre Tráfico de Personas – Resumen Ejecutivo. Oficina de Delitos y Drogas de las Naciones Unidas. Febrero del 2009., en www.unodc.org


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tráfico y explotación sexual en la Triple Frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina. La Triple Frontera es un lugar de tránsito para armas y drogas que interesa a las mafias internacionales; este conglomerado de problemas confirma que la trata y explotación infantil hacen parte de una estrategia criminal y no puede ser considerada como peores formas de trabajo infantil. La Triple Frontera es sólo una parte visible del problema, ya que los pasos fronterizos en otros Departamentos como Ñeembucú, Canindeyú, Encarnación, Amambay, entre otros, carecen de un sistema de control efectivo. La mayor parte de las investigaciones emprendidas hasta ahora en el ámbito de la trata de personas se han orientado al estudio de la trata internacional con fines de explotación sexual9, en algunos casos se ha estudiado la trata interna con fines de explotación laboral, sobre todo en relación con el criadazgo y el trabajo infantil doméstico10. “En Paraguay se da con una práctica institucionalizada, el ‘criadazgo’, que es el envío de niños a familias más pudientes con la idea de que van a tener acceso a la educación, algo que raramente sucede”, relata Enrique Restoy, representante de Anti Slavery International. Según Anti Slavery Internacional, sólo en Asunción hay unos 12.000 menores de entre cinco y 17 años en esta situación11. Por otro lado, la trata interna, está poco visibilizada e investigada12. Para introducirse en el problema de la trata interna, es necesario ubicarlo conceptualmente: Se entiende por trata interna de NNA, cuando una niña, niño, adolescente heterosexual o con otra orientación sexual e identidad de género es atraída, trasladada, alojada, recepcionada dentro de las fronteras de nuestro país. La Explotación Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes (ESNNA) es el delito que se comete cuando se somete a personas con menos de 18 años a actividades sexuales, eróticas y/o pornográficas, ofreciéndoles pago en dinero o en especie. En este delito, una persona o grupo de personas explotan a niños, niñas y adolescentes, obligándolos, mediante el uso de la fuerza física, amenaza, coerción, dependencia emocional, económica u otra forma de violencia, a realizar actividades sexuales. La referencia a la orientación sexual y a otras identidades de género tiene por intención visualizar que la explotación sexual y la trata interna para dicha finalidad también se realizan con niñas, niños, adolescentes gays, lésbicas o transgénero13. Consideramos que la trata interna es una violación de los derechos humanos agravada por el hecho de que no está configurada en el marco jurídico nacional .14

La coacción y el abuso de poder son elementos siempre presentes cuando las víctimas son niñas, niños, adolescentes. El poder ejercido está vinculado porque culturalmente se considera a este sector como seres incompletos, donde la persona adulta tiene derecho a decidir e incidir en su vida. Niñas, niños y adolescentes víctimas de trata interna con fines de explotación sexual no consiguen romper el silencio y el cerco por miedo a las consecuencias para su vida y su familia.

9 Cf. Molinas Cabrera y Núñez Benítez (2004), Grupo Luna Nueva (2005), Núñez (2005) y Ortega (2006). 10 Cf. Aun sin identificarlos como trata de personas, se dispone de los estudios de Heisecke y otros (1995), Leyra Fatou y otras (2002), Soto y otras (2002), González y Obando (2003), Giménez (2004). Asimismo, vinculando el alcance de este fenómeno se encuentra un estudio en tres municipios de Central, Celma y Francezón (2009). 11 www.antislavery.org/.../contemporary_forms_of_slavery_in_paraguay.pdf 12 Este artículo está basado en un primer acercamiento a la problemática de trata interna en el marco de la investigación sobre trata interna con fines de explotación sexual realizada por el Grupo Luna Nueva con el objetivo de determinar las características y los factores que inciden en la trata interna de niñas, niños y adolescentes con fines de explotación sexual y de la explotación sexual en cinco departamentos del Paraguay. 13 En muchos casos niñas, niños, adolescentes gay, lésbicas, transgénero, como consecuencia de la discriminación y la expulsión del ámbito educativo, familiar, social, encuentran como única posibilidad de sobrevivencia económica la realización de actividades sexuales. 14 Concepto construido por el Equipo de investigación del Grupo Luna Nueva, en el marco de la investigación sobre “Trata interna de niñas, niños y adolescentes con fines de explotación sexual”. Jornada de trabajo 8 de octubre. Asunción – Paraguay. 2009.

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ÂżQuiĂŠnes son las niĂąas, niĂąos y adolescentes victimas de trata interna con fines de explotaciĂłn sexual? Las instituciones que realizan atenciĂłn directa integral para niĂąas, niĂąos y adolescentes victimas de trata interna con fines de explotaciĂłn sexual, refieren que en la totalidad de los casos en el que intervienen, las niĂąas, niĂąos, adolescentes provienen de familias expulsadas del orden social. “ExpulsiĂłnâ€? social en vez de “exclusiĂłnâ€? es la expresiĂłn para referirse a quienes no existen para el sistema. La expulsiĂłn social produce un desexistente, un desaparecido de los escenarios pĂşblicos y de intercambio. El expulsado perdiĂł visibilidad, nombre, palabra, es una “‘nuda vidaâ€? [...] Un ser de “nuda vidaâ€? es un ser al que se han consumido sus potencias, sus posibilidades. (Duschatzky y Corea. 2005).

Las vĂ­ctimas de la trata interna con fines de explotaciĂłn sexual pertenecen a ese territorio de los expulsadas socialmente, a quienes se describe por lo que no tienen, es decir, no cuentan con registro de identidad, no son parte del sistema educativo, no tienen acceso a salud, a seguridad alimentaria, perdieron el vĂ­nculo familiar y son los otros y otras, a quienes no se les reconoce su existencia, ni siquiera cuando son vĂ­ctimas de un delito.Varias de las situaciones identificadas como trata con fines de explotaciĂłn sexual, estĂĄn vinculadas al trabajo infantil domĂŠstico15, en su mayorĂ­a niĂąas o adolescentes, mujeres migrantes, que son llevadas a otras ciudades y en la mayorĂ­a de los casos terminan siendo vĂ­ctimas de violencia sexual y explotaciĂłn sexual.

Algunas situaciones que describen el problema de la trata interna Las situaciones identificadas en la trata interna de niĂąas, niĂąos y adolescentes con fines de explotaciĂłn sexual en nuestro paĂ­s son las siguientes16: 124

s .IĂ—AS NIĂ—OS Y ADOLESCENTES QUE SON TRASLADADAS PARA REALIZAR TRABAJO INFANTIL domĂŠstico en otras ciudades, en la modalidad del criadazgo, terminan siendo explotadas en prostĂ­bulos; s .IĂ—AS Y ADOLESCENTES MUJERES TRATADAS SON UBICADAS EN LOS CRUCES DE RUTAS mĂĄs transitadas para subir a camiones; s .IĂ—AS Y ADOLESCENTES MUJERES TRATADAS PARA TRABAJAR EN BARES COMEDORES copetines, pensiones y paradores en los principales cruces del territorio nacional, terminan siendo vĂ­ctimas de explotaciĂłn sexual; s NiĂąas y adolescentes mujeres que suben a barcazas y viajan por semanas en situaciĂłn de explotaciĂłn sexual, donde los viajes pueden durar de dos semanas hasta un aĂąo; s .IĂ—AS Y ADOLESCENTES DE PUEBLOS INDĂ“GENAS TRATADAS Y EXPLOTADAS SEXUALMENTE s NiĂąos y adolescentes hombres que son captados para supuestas escuelas y equipos de fĂştbol.

Los factores socioculturales El problema de la ESNNA, trata interna y la utilizaciĂłn de niĂąas, niĂąos y adolescentes en pornografĂ­a, estĂĄ en relaciones sociales heteropatriarcales, clasistas, adulto - cĂŠntricas que ubican a mujeres de todas las edades, a niĂąos y adolescentes

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En Paraguay es muy extendida aĂşn la prĂĄctica cultural del “criadazgoâ€?, donde una familia generalmente empobrecida se ve obligada por las circunstancias a entregar una hija o un hijo a otra familia en mejor posiciĂłn econĂłmica, para que asista a la escuela y a cambio de techo y comida en esa familia, realice tareas domĂŠsticas. En muchos casos la niĂąa es vĂ­ctima de violencia sexual y maltrato. 16 AnĂĄlisis preliminar de datos recabados en el marco de la investigaciĂłn realizada actualmente por el Grupo Luna Nueva en cinco departamentos de Paraguay.


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hombres y a las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas en relaciones desiguales de poder. La explotación de las mujeres de todas las edades es más visible en la agenda pública debido a los cuestionamientos y emprendida por el movimiento de las mujeres para dar cuenta de la subordinación y la desigualdad en las relaciones entre mujeres y hombres. Las categorías de análisis, género y generacional permiten comprender mejor las implicancias de este problema. El análisis de género posibilita enmarcar la ESNNA con la construcción de las identidades de género, los roles y espacios que se les asignan, y las consecuencias que tienen en la vida de niñas y adolescentes. El factor generacional, ubica a la niñez y adolescencia en relaciones de poder donde muchas veces son vistos como objetos y no como sujetos de derechos. Para una mejor compresión del problema abordado debemos situarlo en el proceso de socialización de niñas y niños en un sistema binario17 y heteronormativo18 donde predominan valores machistas, homo y lesbofóbicas, estereotipos y prácticas sociales de objetualización de mujeres, niñez y otros cuerpos e identidades diferentes a la masculina.

Nuevos sujetos en la explotación sexual: desafío actual Los cambios socioculturales en la sociedad van instalando nuevos desafíos para las Instituciones tanto gubernamentales como no gubernamentales que trabajan desde el enfoque de derechos de la niñez y la adolescencia. Tanto en la explotación sexual, la trata interna y la utilización de niñas, niños y adolescentes en la pornografía, son sus cuerpos el objeto de dominación. Esta cosificación de los cuerpos tiene que ver con la construcción de las sexualidades y del placer, en una sociedad donde la heteronormatividad19 y el machismo someten los cuerpos de mujeres, de niñas, niños y adolescentes y de personas gays, lesbianas y transgénero. Un fenómeno alarmante que fue tomando fuerza desde el año 2000 ha sido la presencia de familias indígenas en las calles de Asunción y de las principales ciudades paraguayas, tales como Ciudad de Este, Caaguazú y Encarnación, por citar algunas. Durante los años 2009 y 2010, han proliferado denuncias de situaciones donde niñas y adolescentes mujeres indígenas son explotadas sexualmente, muchas de ellas victimas de trata interna20. Estos hechos si bien han sido denunciados en las instancias correspondientes, no cuentan con diagnósticos ni investigaciones21 que permitan plantear acciones que propicien la protección y la defensa de las niñas y adolescentes indígenas principalmente. La mirada binaria, en muchos casos restringe la visibilidad de la explotación sexual de adolescentes y niños con identidades diferentes a la heterosexual, tales como gays, bisexuales o transgénero. Pero es una realidad que debe ser abordada y que exige de Instituciones gubernamentales y ONG’s, estrategias y propuestas que los consideren como sujetos de la intervención.

17 Se habla de un sistema binario en la sociedad, cuando las categorías utilizadas son las de hombres y mujeres negando otras identidades. 18 La heteronormatividad se refiere a la construcción de una sexualidad donde lo “aceptable y normal” es ser heterosexual, excluyendo e imponiendo medidas disciplinarias simbólicas y reales a quienes asumen otras identidades, sexualidades y cuerpos. 19 Se refiere a las normas sociales que imperan en la sociedad por la cual es “obligatorio” ser heterosexual, castigando en forma simbólica y real a quienes transgreden dichas normas utilizando mecanismos disciplinarios. 20 Los medios de comunicación, han relevado situaciones de explotación sexual de niñas y adolescentes indígenas identificando, en algunas ocasiones, a los mismos líderes como promotores de este delito. No se cuenta con informes oficiales sobre el punto. 21 El Grupo Luna Nueva cuenta con una investigación próxima a ser publicada, realizada en el periodo de octubre 2009 a mayo de 2010, que arroja datos sobre nuevos sujetos en la explotación sexual como niñez indígena y con otras identidades de géneros diferentes a la heterosexual.

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La explotación sexual en la agenda pública

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Si bien recordamos que el problema se hace visible en Paraguay en el año 1996, tomando en cuenta el contexto mundial que abordaba esta temática, ya que en el país no se contaba con la información suficiente que diera cuenta del problema, por lo que se iniciaron acciones que permitieron contar con un diagnóstico más preciso acerca de la situación. Es así que en el marco de la implementación el Proyecto Amar apoyado por la Comunidad Europea, implementado desde la Secretaría de Acción Social (SAS) se propone una investigación amplia sobre el tema entre los años 2000 y 200122. Los resultados arrojados mostraron la existencia de aproximadamente unos 619 casos de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes entre 8 y 18 años, en lugares como: calle, burdeles, bares, clubes de baile y prostíbulos. Si bien esta investigación no pudo dar cuenta de la totalidad de víctimas afectadas por este problema reveló la existencia del problema y la necesidad de que éste sea abordado en forma urgente. La OIT - IPEC entre los años 2003 y 2005 implementó un proyecto en la triple frontera, desde donde se realizó también un diagnóstico de la situación; en dicho estudio se relevaron los siguientes datos: cerca de 3.500 niñas, niños y adolescentes viven en situación de violencia sexual en la triple frontera Argentina - Brasil - Paraguay23, de esta cifra una gran parte se encuentra en situación de explotación sexual, ligada sobre todo con el trabajo en calle. En el año 2004, el Paraguay recibe al Relator Especial de las Naciones Unidas del Protocolo Facultativo de la Convención relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, el Sr. Juan Miguel Petit, en cuyo informe da cuenta de que el problema está vigente y que además; existe vinculación de la explotación sexual con el crimen organizado. En este sentido la información recogida expone una de las falencias más graves del sistema de protección social y judicial ya que se recoge que han existido; amenazas contra varios actores que trabajan en contacto con las víctimas de explotación sexual como jueces de paz, funcionarios de las Consejerías Municipales para los Derechos del Niño, Niña y Adolescente o educadores de calle. El informe presenta no sólo la situación como problema que debe ser intervenido sino también pone en evidencia la incapacidad de las instancias gubernamentales para hacer frente a la explotación sexual, pues el Relator continúa diciendo que en la zona de la triple frontera se puede ver; cómo hay poderes paralelos, fuertes y peligrosos, que operan y se benefician de la economía oculta generada por la explotación sexual.24 Se pude decir que el Estado paraguayo ha estado prácticamente ausente en la intervención de este problema por lo menos hasta el año 2005, a pesar de que, en el año 1996 el Paraguay se había comprometido, en el Congreso Mundial realizado en la ciudad de Estocolmo, a elaborar una agenda de trabajo para abordar este problema. Antes del año 2001, no se contaba con información relacionada al cumplimiento de esta agenda. El segundo Congreso Mundial sobre explotación sexual, se realizó en diciembre de 2001, en la ciudad de Yokohama, y tuvo como finalidad comprometer a los países en la elaboración e implementación de planes nacionales de acción que apunten al abordaje de este problema. Tomando en cuenta el compromiso asumido en Yokohama, desde iniciativa de la sociedad civil25, con apoyo de UNIFEC y OIT - IPEC se inicia un proceso de

22 Esta investigación fue realizada por BECA y abarcó un estudio en las ciudades de Asunción, Ciudad del Este, Hernandarias y Presidente Franco, ciudades fronterizas con el Brasil y fue publicada en el año 2001. 23 OIT. Sensibilización y Fortalecimiento Institucional. Colección de Buenas Prácticas y Lecciones aprendidas en prevención y erradicación de la explotación sexual comercial (ESC) de niñas, niños y adolescentes. Paraguay. 2005., p. 127. 24 La OIT reporta en el documento mencionado anteriormente que entre mayo de 2003 y abril de 2004 se realizaron 22 intervenciones desde el Ministerio Público, en locales donde se sospecho existía ESC y fueron presentadas 37 denuncias de ESC, de las cuales una resultó en pornografía y fue suspendido del juicio oral. 25 La Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, CDIA, asumió la coordinación de este proceso.


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elaboración del Plan de Acción. En el año 2003, se somete el borrador del plan a una consulta de validación de la propuesta con todos los sectores participantes y se ajusta tanto el contenido como la estructura del plan, obteniendo un documento final; el Plan Nacional de Prevención y Erradicación de la Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (2003 - 2008), presentado a la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia y al Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia, siendo éste aprobado por esta última instancia. Actualmente (2010) el plan se encuentra en proceso de evaluación, y delineamientos de ejes de acción, a través del Proyecto Pepojera (Alas abiertas)26.

Abordajes desde el Estado Es importante resaltar que en el año 2005 el Ministerio de Relaciones Exteriores, por Resolución Nº 5.093 crea e integra la Mesa Interinstitucional para la Prevención y Combate a la Trata de Personas en la República del Paraguay27. Esta mesa tiene como misión principal orientar en las políticas y directrices de las acciones preventivas, sanción y combate a la trata de personas. La nueva gestión política iniciada en el año 2008 por el presidente Fernando Lugo, abrió renovadas expectativas28 para que instancias gubernamentales responsables de la protección de niñez y adolescencia diseñaran e implementaran políticas públicas con incorporación de dimensiones antes no tenidas en cuenta, tales como género, explotación sexual, maltrato, etc. Si bien la Secretaria de la Niñez y Adolescencia instala la Unidad de Trata de Personas y Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, todavía no se cuenta con programas desarrollados o apoyados en forma directa por las instituciones del Estado, dejando toda la responsabilidad en organizaciones no gubernamentales. Se espera que este proceso permita re - direccionar las acciones desde las distintas instituciones que tienen competencia legal y social para intervenir desde el marco de protección de derechos. En este proceso de evaluación del plan se ha explicitado que si bien existen algunos avances sobre todo en lo relacionado al marco jurídico, y campañas de sensibilización, se reconoce que existen aún muchas limitaciones para abordar el problema desde un enfoque integral, en las instituciones del Estado, ya sean del ámbito social como también del ámbito judicial. Existen experiencias empíricas que dan cuenta que desde las instituciones del Estado el problema no ha sido comprendido en su complejidad, y esto sumado a una débil institucionalidad ha creado condiciones favorables para la alta incidencia en la victimización sexual de las niñas, niños y adolescentes. Así mismo las respuestas desde el ámbito social como jurídico aún son insuficientes29.

La utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía Durante la elaboración del presente artículo, cobra estado público a través de los medios de comunicación en fecha 17 de septiembre, una intervención, realizada desde la Fiscalía especializada en trata y explotación sexual, en la Penitenciaria de

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Este proyecto de erradicación de la explotación sexual y la trata con fines de explotación sexual, es implementado por las ONG BECA y CECTEC, en alianza con la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescencia con el apoyo de la Unión Europea. 27 Integrado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio del Interior, Ministerio de Educación y Cultura, Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, Ministerio de Industria y Comercio, Secretaría de la Mujer, Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia, Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados Connacionales, Secretaría Nacional de Turismo, Secretaría de Acción Social, Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (Dgeec), Dirección General de Migraciones, Policía Nacional e Itaipú Binacional. Actualmente la mesa se ha ampliado integrando a otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, entre las que se encuentran Luna Nueva y BECA. 28 Además del hecho importante de que al frente de la Secretaria de la Niñez y en diferentes direcciones asumieron referentes importantes que lucharon siempre por los derechos de la niñez en el país. 29 Varios casos que habían sido denunciados por la prensa y en los que intervino la justicia no han podido dar protección a las víctimas ni imputar a los acusados.

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Tacumbú, principal centro de reclusión ubicado en la ciudad de Asunción. En donde el principal eco de la noticia fue “la existencia de una posible red dedicada a la producción de materiales pornográficos que operaba dentro del reclusorio y que además involucraba la participación de menores de edad30”. Los supuestos explotadores utilizaban redes sociales como facebook para coaccionar a las víctimas, a las que intimaban a que se presentaran en la cárcel de Tacumbú y las obligaban a mantener relaciones sexuales bajo amenazas de que si éstas se oponían tomarían represalias contra ellas o algún familiar ya que contaban con todos sus datos personales y de residencia. Durante esta intervención se reportó que al menos tres de las mujeres eran adolescentes y que éstas fueron violadas en un pabellón de la cárcel y filmadas para luego subir las imágenes a Internet. El hecho desnudó la extrema debilidad institucional, ya que se produce un delito de esta naturaleza, en un lugar de tutela del Estado e involucra además a referentes del ámbito religioso que desarrollan programas de recuperación y reinserción social en la penitenciaría para con los internos. Otro caso paradigmático constituye el juicio y condena del padre de la ex Ministra de la Secretaria de Acción Social del Gobierno anterior. Ricardo Andraschko fue condenado en marzo del corriente año a siete años de prisión, tras probarse su responsabilidad en los hechos punibles de abuso sexual en niños y pornografía infantil. En su poder se encontraron 43 filmaciones y 1.343 fotografías que realizó con niñas, producidas por él mismo. La utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía ha sido tipificada como delito en el país a principios del año 2006, Ley Nº 2. 861/0631, lo que da sin duda un nuevo escenario para la visibilización del problema como delito y su sanción penal. La utilización de niñas, niños y adolescentes en pornografía es aún un problema poco abordado en el país, por lo que en muchos casos se invisibiliza como un delito. Culturalmente existen prácticas que podrían ser consideradas altamente pornográficas como la participación de niñas en los desfiles de los carnavales, así como en concursos de modelaje y belleza, muy promovidos por los medios de comunicación y financiados por empresas. Este tipo de hechos no es colocado en la agenda pública como un problema, sino más bien es analizado como una forma de participación “libre” y lucrativa para las niñas, niños y adolescentes y sus familias. La erotización de la imagen de mujeres-niñas y adolescentes, principalmente, refuerza los parámetros de avasallamiento del cuerpo de las mismas como “objeto del deseo sexual” y las ubica como mercancía en una sociedad en la que la doble moral es un hecho cotidiano. No es casual que existan fotos periodísticas32, vídeos caseros de actos sexuales de modelos conocidas con sus parejas adultas, o de adolescentes con adolescentes33 en ventas callejera sin ningún tipo de restricción legal, con el absoluto consentimiento social y el disfrute del morbo ya que es comentado en todos los programas televisivos y/o radiales, ubicando a la mujer en la categoría de “puta” y al hombre en la categoría de “macho”. Socialmente hechos como éste no implican un rechazo colectivo, sino más bien una aceptación cómplice de prácticas abusivas y una doble moral ya que se culpabiliza principalmente a la mujer-adolescente o niña del hecho, y no se reclama la violación del derecho a la intimidad sexual, sobre todo en los casos de relaciones sexuales con sus pares, y más aún cuando esta relación resulta ser un hecho abu-

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En www.abc.com.py. Consultado el 17 de 09 – 2010. Esta ley estuvo en vigencia hasta el año 2008, algunos de los artículos fueron incorporados en el código penal. 32 Un caso denunciado por la CDIA (2006), fue la portada de un periódico que publicó la foto del acto de violación a una niña indígena, por supuestos fanáticos del Tras Chaco Rally. Si bien hubo intervención por parte de la Fiscalía, el medio no fue sancionado. 33 Se conocen casos famosos de modelos que habían sido filmadas aún cuando eran menores de 18 años, aparentemente dando su consentimiento, sin embargo al ser utilizado para la venta se convierte en un producto en el cual se promociona pornografía adolescente. Existen otros casos en los que las y los mismos adolescentes se toman fotografías con sus teléfonos celulares y lo pasan a sus parejas y éstas a otras personas, o lo cuelgan en la red virtual. 31


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sivo. En la cultura paraguaya aún no está asumido que las personas menores de edad no están en condición de dar su consentimiento informado para las relaciones sexuales. Éstas no son vistas como víctimas sobre todo cuando son adolescentes y por ello no se considera un delito comprar en la calle y/u ofrecer el vídeo de tal o cual adolescente ya que existe el supuesto de la complicidad y del disfrute de ésta con la persona de mayor edad que resulta ser su pareja sentimental. Lo presente ante un hecho de pornografía es la creencia, en todos los ámbitos, de que la adolescente que se ve involucrada para este tipo de cosas lo hace porque le gusta. Al no existir una aplicación del Protocolo y de las penas respectivas en el Código Penal, evidentemente no se registra como delito hechos como éste, más bien se promueve la cosificación de la mujer, sea niña o adolescente, así como la perversión al promover conductas abusivas como éstas, desvinculadas al daño psicosocial que produce en las víctimas. Si bien la Fiscalía especializada en delitos como éste ha buscado realizar una ardua tarea, no ha sido suficiente debido a que generalmente existe una alta complicidad en los espacios de la sociedad donde se comercializan con este tipo de productos y, no pocas veces apoyados por otras autoridades.

Consideraciones finales Las dificultades para el abordaje del problema de la explotación sexual son varias; sin embargo, es importante explicitar que en los últimos cinco años, éste problema ha sido invisibilizado sobre todo a nivel internacional, ganando espacios a nivel institucional, gubernamental y no gubernamental el problema de la trata de personas en detrimento de la explotación sexual. No cabe preguntarse sobre qué problema afecta en mayor o menor medida a la niñez y adolescencia; ya que ambos dejan huellas en las victimas. Sí es trascendente señalar que la trata al estar vinculada a la migración, cuenta con recursos de gobiernos extranjeros y organismos multilaterales, cuya financiación está vinculada a políticas migratorias restrictivas del derecho de las personas a la migración libre. Los financiamientos generan programas y acciones con agendas encuadradas en las mismas, desplazando la prevención y abordaje en este caso, de la explotación sexual. Otro factor a ser encarado es la impunidad y complicidad de autoridades locales, policiales y políticos que apañan acciones ilícitas de los agentes implicados en la trata interna, la explotación sexual y la utilización de niñas, niños y adolescentes en la pornografía. A pesar del esfuerzo sostenido en la última década de parte de las organizaciones de la sociedad civil, la explotación sexual, aún en la actualidad, es vista como un problema de prostitución; colocando a las víctimas como “responsables de la situación” reforzado por diversos contextos socioculturales, políticos y económicos, lo que hace que continúe predominando la idea de mujer/niña objeto, tanto en los medios de comunicación, en los servicios sociales y judiciales, así como también en los espacios comunitarios en general. Si bien el rol de los medios de comunicación es importante para la exposición pública de estos problemas, el enfoque de la mayoría de las noticias son de tinte amarillista y morboso, vulnerabilizando una vez más a las víctimas y generando confusiones para entender el problema en la magnitud que se requiere. La concepción de prostitución infantil y no de explotación, reduce ampliamente la reprochabilidad del hecho ya que se ve como una actividad decidida, es decir, a la que se opta para obtener un provecho, y no en forma coaccionada. Por lo tanto tomando en cuenta esta concepción, las niñas, niños y adolescentes en situación de explotación fácilmente son tratadas/os como culpables y como delincuentes. Con relación a la trata interna, si bien la ley 3440/08, amplió y especificó la sanción a la trata con fines de explotación sexual, personal y laboral, no incluyó la trata interna, desconociendo de esta manera una realidad que afecta, principalmente a adolescentes paraguayas, y que para castigar se tiene que recurrir a otras figuras penales como la coacción grave, dificultando la prueba de los delitos. Es ineludible especificar que, si bien el marco normativo es necesario, el Estado debe tomar medidas que posibiliten además una atención integral y repara-

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dora del daño psicosocial a las niñas, niños, adolescentes víctimas de explotación sexual, trata y pornografía, con las especificidades que requieren las identidades diversas de géneros.

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ENTRE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL Y LA EMPATÍA: Dilemas que enfrentan los y las adolescentes1

Anel H. Gómez San Luis Introducción

L

a Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA), es un antiguo problema que apenas hace un par de décadas ha atraído la atención de diversos actores, organismos e instituciones interesados en garantizar los derechos de niños, niñas y adolescentes en el mundo. La ESCNNA, consiste en prácticas delictivas en las que un niño, niña o adolescente es utilizado y forzado en actos sexuales con adultos, a cambio de algún tipo de remuneración o ganancia para un tercero(s) que lo explota. El niño, niña o adolescente es rebajado a nivel de mercancía y objeto sexual, pasando por encima de todos los derechos que como ser humano le debieran ser inherentes. El problema de la ESCNNA es grave no sólo por las dimensiones de sus consecuencias en las víctimas, sino porque al ser un ilícito se da en la clandestinidad y conocer cómo funcionan las redes de explotación sexual y a qué numero ascienden sus víctimas, es prácticamente imposible. La existencia “oculta” de este problema ha dado por resultado un desinterés e indiferencia general en la sociedad, así como una carencia de políticas públicas que la ubiquen como tema prioritario en las agendas gubernamentales; lo cual se ve reflejado en la escasez de programas de prevención y atención especializada, así como en la escueta difusión de los mecanismos de denuncia y el marco legislativo que la penaliza. Ante este panorama, pareciera que la ESCNNA es un problema privativo de algunas instituciones y organismos ocupado en temas de niñez y adolescencia. Dejando de lado la participación de diversos actores sociales como los jóvenes, estudiantes, la academia, las familias, las comunidades, entre otros. Sin embargo, la ESCNNA no debe ser vista más como una problemática ajena al grueso de la

Maestra en psicología, por la Universidad Nacional Autónoma de México. Autora y coautora de diversas investigaciones en materia de ESCNNA, como el libro “Prostitución, no con nuestros niños”, y la investigación “La crianza en los procesos de prevención de la ESCNNA”. Experiencia de 10 años en trabajo operativo para prevenir ESCNNA, en Espacios de Desarrollo Integral A.C. Coordinadora nacional del Programa Mundial de Participación Juvenil contra la ESCNNA (PPJ - México), implementado por ECPAT México, desde el 2009. Estudiante del doctorado en psicología, autora del proyecto de tesis “Prostitución de niñas y adolescentes: un estudio de representaciones sociales”. 1

El presente trabajo está integrado por una serie de reflexiones en torno a la vulnerabilidad de género en la incorporación de niñas y adolescentes a la prostitución.

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población, porque nos involucra y afecta a todos los seres humanos, sin excepción; y cada uno desde nuestro particular ámbito de trabajo o interacción social podemos hacer algo para prevenirla. Este estudio busca contribuir al conocimiento que se tiene de la ESCNNA, pero desde la mirada particular de niños, niñas y adolescentes que la observan y conviven con ella, quienes han aprendido que la prostitución y pornografía forman parte del panorama cotidiano de su comunidad. Adicionalmente, esta investigación busca reflexionar sobre el género y la sexualidad como elementos de vulnerabilidad en la ESCNNA.

Estrategia metodológica s Pregunta de investigación: ¿Cómo se construye la representación social acerca de la prostitución de niñas y adolescentes, que comparte un grupo de jóvenes de La Merced? s Tipo de estudio: Descriptivo. Participante: El muestreo realizado fue de tipo intencional, cuyos criterios de inclusión abarcan adolescentes hombres y mujeres de entre 14 y 18 años de edad, que vivan, trabajen o acompañen a sus padres u otros adultos responsables de su cuidado en sus actividades laborales dentro de La Merced.

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El número de participantes se estableció de acuerdo con el criterio de saturación teórica, y con un criterio temporal de 6 meses, las entrevistas se concluyeron según el criterio temporal que abarcó dicho lapso. El número de participantes fue de 3 en total, un varón y dos mujeres de entre 15 y 18 años de edad, las mujeres habían dejado la escuela y el varón estudiaba el tercer grado de secundaria. Una de las mujeres entrevistadas era madre y junto con la otra joven no estudiaba ni tenía una actividad laboral remunerada al momento de la entrevista. s Instrumento: El instrumento utilizado en esta investigación es la entrevista etnográfica (Galindo, 1987). El tema de la entrevista es “la prostitución de niñas, y adolescentes en La Merced”. Con este tipo de entrevista, se obtuvieron elementos suficientes para la descripción y análisis del contexto donde ser realizó el estudio, así como del proceso mediante el cual se gestan las representaciones sociales que se pretende conocer. s Escenario: El escenario para el desarrollo de esta investigación fue la comunidad de La Merced. Delimitada al sur, por la Av. Fray Servando Teresa de Mier; al este se encuentra la Av. Anillo de Circunvalación y su prolongación norte: Vidal Alcocer. Al norte están las calles de Apartado y de Peña y Peña; al poniente están las calles de República de Argentina, Pino Suárez y la Plaza de la Constitución. s Análisis de los resultados: El material discursivo resultante de las entrevistas, fue sometido a un análisis de tipo argumentativo (Gutiérrez, 2003) porque esta modalidad de análisis permite tener una visión general y coherente de lo que habla el discurso, posibilita reconstruir la forma en que se utiliza el lenguaje y permite relacionar esto con la posición del informante en relación a un tema, fenómeno u objeto de estudio, como lo es la prostitución de niñas, niños y adolescentes. Pero además, resulta particularmente útil conocer esta posición porque refleja directa o indirectamente la ubicación social del informante, ya que cada persona en diferentes contextos requiere argumentar porque la argumentación forma parte de la vida cotidiana y desde esta perspectiva, el discurso es visto como una práctica social.


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La argumentación está constituida por una persona o por toda una colectividad, y está ligada a la lógica de la experiencia, la cual además de basarse en hechos observables, se ancla en un sistema de valores y creencias, que depende de la cultura de cada comunidad y que cobra su valor en el marco de cada grupo sociocultural (Calsamiglia, en Gutiérrez, 2003). Esta forma de análisis se concreta en una propuesta metodológica que retoma el análisis sociohistórico, el análisis discursivo y la interpretación. Es decir, una explicación interpretativa de lo que se dice, lo que devela la representación social o conocimiento socialmente compartido del informante con su grupo social.

Preámbulo: Hablemos de La Merced. “Pues sí, aquí sí se venden personas” La Merced, ubicada en la Delegación Venustiano Carranza de la Ciudad de México no es una comunidad cualquiera. En sus calles alberga un sinfín de establecimientos comerciales en los que confluyen personas de todo el país, en los que se compra y se vende sin distinción de sexo, edad, religión o grupo étnico. La ESCNNA, se circunscribe en este gran mercado e históricamente se ha instaurado en su estructura comercial. El ambulantaje del cuerpo, ya sea mediante pornografía en video o papel, o bien; de carne y hueso a través de la prostitución, no discrimina edad ni sabe de derechos, por el contrario; la ESCNNA en La Merced se ha arraigado con tal fuerza que se ha naturalizado y ha llegado a considerársele una tradición. Si, aunque duela, uno de los principales “atractivos” de La Merced, es la prostitución de sus “niñas”, así les llaman algunos de los consumidores o clientes-explotadores, a las niñas, adolescentes y jóvenes que están siendo prostituidas en la vía pública, en las principales calles de esta comunidad, y en “pasarelas” en callejones como los de Manzanares y Santo Tomás. 133 “En la esquina de acá, del otro lado se paran muchos señores, y pasan a ver a las prostitutas, así pasan las prostitutas, las ven y ya si les gusta una se van con ella” (Mujer, 16 años).

En una lógica comercial de pensamiento, crecen niños, niñas y adolescentes, la mayoría trabajadores, hijos de comerciantes y empleados de los mercados de La Merced, quienes desde muy temprana edad se insertan en actividades de compraventa y para quienes el comercio sexual en la modalidad de prostitución es una expresión más del comercio en general y una opción de trabajo tanto para la niña o adolecente prostituida como para los explotadores. “Pues sí, obviamente aquí si se venden personas… (La prostitución de niñas y adolescentes es un trabajo) porque recibes dinero ¿no? a cambio de lo que tu das. Tú estás vendiendo algo y te están pagando por eso. La prostitución es como un medio ya drástico de trabajo, cualquier chava puede ir a prostituirse ¿no?” (Varón, 15 años).

Este testimonio da cuenta del proceso de naturalización que se ha dado en torno a la Explotación Sexual Comercial en La Merced, donde a dos ilícitos como la prostitución y pornografía con niñas y adolescentes, se les ha dejado de ver (quizá nunca se les vio) como un acto aberrante que vulnera los derechos más elementales de sus víctimas y que pone al descubierto un escenario típico de explotación sexual que no es más que un fractal de la desigualdad social en el mundo. Y por otro lado, deja ver la explicación lineal y la falta de problematización ante un fenómeno social multifactorial como la Explotación Sexual Comercial. Pero ¿cómo es que la prostitución y pornografía se instauran en La Merced y se insertan como un producto más a la venta? Desde una perspectiva procesual de la teoría de representaciones sociales, trataré de delinear algunos elementos que ayuden a comprender y dar respuesta a esta interrogante.


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Representaciones sociales de los y las adolescentes en La Merced: entre la explotación sexual y la empatía El comercio sexual en el Centro Histórico de la Ciudad de México y comunidades aledañas como La Merced, ha existido por lo menos desde la época prehispánica, ya que en Tenochtitlán, como centro de intercambio y comercio de diversas mercancías, eran vendidas niñas y adolescentes como esclavas; y en calidad de esclavas eran utilizadas sexualmente tanto por sus amos como por otras personas que pagaban a éstos para tener acceso sexual a ellas. Al igual que en aquella época, hoy día la existencia de niñas y adolescentes prostituidas en La Merced es evidente, y aunque esta situación indigna, ya no sorprende, mucho menos a los y las adolescentes oriundos de esta comunidad, quienes han convivido con esta problemática desde su nacimiento. “Luego allá en la esquina se ven así chavitas, se ven niñas, se ven muy chiquitas, están bien chiquitas las chavas, como niñas como de 15, 16 (años). Hay chavitas paradas allá afuera, llegan los señores y se van con ellos. Yo luego voy a la calle y escucho que cobran y todo eso” (Mujer, 16 años).

Lo mismo pasa con la pornografía, así lo expresa uno de los participantes en este estudio. “Si, obviamente, pues en todos lados (venden pornografía). En cada puesto de películas, revistas también… toda la extensión de la pornografía. De hecho si he comprado, pero obviamente para los que venden es negocio ¿no?, entre más vendan pues mejor, a ellos qué… y yo también haría lo mismo, si un chavito me viniera a comprar una revista, pues igual se la vendo, no es mi problema que haga con ella. Nos preocupamos por vender, no por lo que pase con lo que vendes” (Varón, 15 años).

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En este testimonio, podemos ver como las víctimas de la explotación sexual en La Merced no sólo son las niñas y adolescentes utilizadas en prostitución y pornografía, sino los niños, niñas y adolescentes trabajadores, quienes carentes de una cultura y conocimientos en materia de derechos, asumen que las personas podemos ser equiparadas a mercancías, cosas que pueden intercambiarse, venderse o alquilarse. Ellos y ellas saben de pornografía y prostitución, pues conviven diariamente con ella y la tienen al alcance de la mano, es adquirible como cualquier otro producto por el cual se paga y se obtiene. Han entrado a un proceso de desensibilización, en el que otras jóvenes como ellos sólo son vistas como mercancía, una mercancía que genera ganancias como cualquier otra. “(La prostitución)… es como un intercambio o un préstamo. Si yo presto una silla pues obviamente cuido la silla, para que otro venga y se la preste y me pague. O sea, cuido esto porque me va a generar más. Es algo que estás prestando y no tiene tanto valor para ti, tiene valor porque eso te puede generar más ingresos. La silla es nada más para lo que sirve, por eso la estoy cuidando, las chavas sirven para tener sexo, son prostitutas (a quienes se les puede hacer)… de todo, siempre y cuando les pagues. Sexo significa todo, golpearlas…” (Varón, 15 años).

Este argumento refleja la representación de jóvenes varones, quienes en un contexto de violencia hacia las mujeres han sido “instruidos” para mirarlas como objeto de placer y violencia. Su argumento busca convencer sobre la validez o legitimidad para utilizarlas sexualmente y golpearlas. “(Está permitido golpearlas)… pues sí, porque originalmente son mercancía, y no… porque igual son personas, tienen derechos obviamente. Pero, igualmente pasa, porque cuando una es prostituta pues no tienes el control de tu vida.” (Varón, 15 años).

Aquí surge un nuevo elemento constituyente de la representación, aparece la figura de la niña o adolescente prostituida como sujeto, sujeto de derechos; pero


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contradictoriamente aparece como un ser que carece del control de su vida; control que ha depositado (más bien le ha robado) otra persona: “al que le das el dinero, el padrote”. En esta línea, siendo un tercero el que tiene el control de su vida, las niñas y adolescentes prostituidas son consideradas como inocentes e indefensas. “Pienso que tal vez no sea su culpa ¿no?, bueno porque yo he hablado con gente así, y dicen hay pues es que están todas tontas, para qué se dejan, yo digo que a veces no es culpa de ellas que estén ahí en eso ¿no?, pues la vida las lleva por ese camino ¿no? El hecho de no tener dinero, estar desesperadas, pues las lleva a hacer eso… que… pues… está bien, yo digo que está bien siempre y cuando ellas quieran, ahora sí que estaría mal si ellas no quisieran, si las tuvieran ahí a la fuerza pues si estaría muy mal. Porque pues tú no puedes obligar a alguien a que haga algo si no quiere” (Varón, 15 años).

Para muestra basta un botón, y en este contexto otra de las jóvenes entrevistadas comenta: “En un hotel que está acá, encontraron a chavas secuestradas que las estaban obligando a prostituirse” (Mujer, 18 años). Los y las jóvenes saben que a la prostitución no se llega por libre elección, sino por diversas circunstancias que acorralan a las niñas y adolescentes, que las obligan a estar ahí. Aunque en el imaginario también aparece esa posibilidad de que sea una actividad elegida libremente, esa posibilidad se viene abajo al reconocer que están ahí sin querer y que salir de ese círculo de explotación no es fácil. “Si de verdad fuera tan fácil yo creo que no habría tantas prostitutas ¿no?, porque por ejemplo, cuando uno crece va madurando ¿no? y se da cuenta de que… que si las tienen por miedo, obviamente cuando tú ya razones y ya veas que, pues no hay porque tenerles miedo… pero entonces te saldrías a la primera, pero como eso no pasa, entonces quiere decir que no es tan fácil salirte de prostituta ¿no?” (Varón, 15 años). “Yo digo que como que las amenazan, o no sé porque varias veces, nosotras hemos visto a las chavas así golpeadas y eso…o que andan llorando o así. Como que están raras, como que se ven tristes, como unas así que vienen de pueblito y así, son las que más se ven tristes. Cuando ya entras ahí, pues ya no puedes salirte nunca más de ahí, que igual si te quisieras salir, te llegan a matar los mismos (explotadores). Yo me imagino que si las han de amenazar o algo así porque siguen ahí desde chavitas hasta que son bien viejitas” (Mujer, 18 años).

Aunado a la incertidumbre acerca del mecanismo por el cual niñas y adolescentes ingresan a la prostitución, está el dilema de la legalidad o ilegalidad de esta, ya que mientras para unos es completamente legal, pues “se trata de un trabajo”, para otras, la prostitución es ilegal, aunque curiosamente cuando se le reconoce como delito, el delincuente no es el explotador, sino la niña o adolescente explotada porque “está mal que vendan su cuerpo a los señores y todo eso”. La figura del proxeneta o padrote como delincuente queda completamente desdibujada, al igual que la del consumidor, quien también está incurriendo en un delito, pero que al ser muchas veces un actor social de la comunidad, incluso un vecino, no suele vérsele como criminal. “Bueno, yo siempre veo a los mismos (consumidores o clientes), yo he visto algunos chavos que son de aquí mismo… vienen a verlas” (Mujer, 16 años).

Así, en el discurso de estos y estas adolescentes quedan al descubierto diversas metáforas y dilemas constituyentes de la representación social: las niñas y adolescentes como objeto sexual y mercancía o como sujetos de derechos, la explotación sexual como trabajo o como delito, el proxeneta como explotador o como comerciante, la prostitución como actividad a la que se llega libremente o a la que se llega mediante engaños, necesidad y amenazas. Y en este embrollo de metáforas surge un nuevo elemento, la sexualidad femenina.

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“Como tú ya eres una prostituta, tú ya no tienes valor como persona, yo no te dejaría ir porque tú me estas generando ingresos y es poco lo que invierto en ti, nada más con que les des comida, agua, pues obviamente te generan ingresos. Es como los perros ¿no?, si tú tuvieras un montonal de perros no dejarías que uno se te fuera, porque si tú los rentaras para que los demás los acariciaran, yo no dejaría ir al perro” (Varón, 15 años).

Aparece la sexualidad como elemento que otorga valor a las mujeres, la sexualidad reducida a la virginidad femenina, y ahora parece haber más empatía con el explotador o padrote, que con las víctimas, quienes al ser incorporadas en las redes de prostitución han perdido todo su valor como personas y a quienes despectivamente se les equipara a un animal, a un perro al que podríamos llamar un animal “promiscuo”. La sexualidad, ese elemento ambiguo que les hace perder todo su valor ante la sociedad, es el que se entreteje con la “juventud” para hacer que niñas y adolescentes tengan un mayor valor en el comercio sexual. “A las chavitas como que, yo digo que, como tienen mejor cuerpo y así, como que las tratan mejor. Porque pues hay señores bien coscolinos que se van igual por el cuerpo, y a una señora ya más adulta, como que ya no tiene cuerpo y eso” (Mujer, 18 años).

Pero volviendo al tema de la virginidad, ésta no sólo es determinante del valor que se otorga a las mujeres, pues también es el típico indicador de la etapa de vida a la que pertenecen, es decir, la virginidad determina su estatus de niña o adolescente, ya que al “perderla”, de forma automática y sin importar su edad cronológica se les considera adultas, más aún si producto de esa “pérdida” se llega a la maternidad. “El tener relaciones, tener un bebé… (Hace que dejes de ser niña)” (Mujer, 18 años). Y a pesar de reconocer que a la prostitución se llega por engaños o necesidad y que no es fácil salir de ella, aparece otra explicación que representa a las niñas y adolescentes como deseosas de tener diversos encuentros sexuales. 136

“Yo digo que algunas lo hacen por necesidad y otras porque ya quieren, porque les gusta” (Mujer, 16 años).

Un último elemento que aparece y encaja perfectamente en la representación social de la prostitución de niñas y adolescentes en La Merced, es la drogadicción. “En ese ambiente es muy fácil conseguir drogas, y más aquí (en La Merced) que hay un montonal de drogas. Eh… por ejemplo, supongo que las prostitutas tienen que estar muy activas en todo el día ¿no? obviamente las drogas pues te genera mucha energía ¿no? Podrían llegar, no sé… vendedores o los mismos padrotes ¿no? les venderían la droga para que tuvieran más energía y así mismo seguir y ser más productivas. Y así, si las vuelves adictas sería más fácil controlarlas… no sé, y si son adictas ya no es tan fácil que se vayan porque necesitan quién les de las drogas” (Varón, 15 años).

Efectivamente, la drogadicción es un elemento de control para que niñas y adolescentes estén impedidas para escapar de las redes de explotación. Y ante esta serie de argumentos de los y las jóvenes, queda un panorama desalentador, en el que a decir de éstos sólo la muerte acabaría con el círculo de explotación.

Reflexiones en torno a la vulnerabilidad de género en la incorporación de niñas y adolescentes a la prostitución “El que el hombre tenga muchas parejas pues ya es señal de que él es fuerte ¿no? él es superior a ti ¿no? porque los hombres somos así. Si un hombre tiene muchas parejas, novias, pues es superior a ti… piensa que es superior a ti. En cambio, por ejemplo una mujer que tiene más novios le dicen pues así igual puta, zorra…” (Varón, 15 años).

La construcción social de género determina la forma en que hombres y mujeres vivimos y nos relacionamos, en cualquier ámbito en el que nos desenvolvamos


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y en todas las esferas de la vida de los seres humanos. El género influye en nuestra vida pública y privada, en ámbitos tan íntimos como la sexualidad y determina la forma en cómo la vivimos y ejercemos. Desde el momento en que nacemos (e incluso desde el vientre materno) existe una serie de expectativas y demandas sociales que el niño o la niña debe cumplir para ser aceptado e incorporado a una sociedad que de antemano ha determinado las conductas que serán aceptables para uno y otro sexo. Palabras como pasiva, emocional, débil y sumisa, describen la gama de comportamientos que puede desplegar la mujer en la vida social, mientras que para los hombres el ser activo, racional, fuerte, poderoso y agresivo, dictarán su actuar. La sexualidad es uno de esos ámbitos permeados por los mandatos y expectativas de género. En términos generales puede decirse que a la mujer se le asigna la tarea de servir al hombre y criar a los hijos, mientras que el hombre asume el rol de proveedor y protector. Sin embargo, tanto las relaciones de género como la forma en la que se vive y se expresa la sexualidad son procesos sociales en transformación, que en épocas recientes han sido modificados en función de los cambios que la vida moderna ha traído consigo, como la incorporación creciente de las mujeres en el trabajo extra doméstico, debido a la necesidad de contar con un mayor ingreso en el hogar; así como la globalización cultural, que ha permitido el surgimiento de diversas realidades que influyen en las relaciones entre cultura y sexualidad (Szasz, 2007). Hoy por hoy, las mujeres comparten con los hombres la tarea de la provisión, y ante la amenaza que viven éstos al dejar de ser los únicos proveedores en el hogar, la sexualidad puede convertirse en una forma de control; ya que si como mujer no se tiene el “permiso” de decidir sobre sí misma, sobre el propio cuerpo; mucho menos se podrá decidir sobre el contexto familiar, económico y social. Esta forma de control de las mujeres que se da a partir de su sexualidad, es posible debido a que la construcción social de las relaciones de género y la sexualidad favorecen a los hombres en cuanto a las conductas que les son permitidas e incluso aplaudidas. Un ejemplo de esto es que tanto hombres como mujeres coinciden en que éstas no deben tomar por sí solas la iniciativa para tener un encuentro sexual, ni siquiera en el contexto de la vida matrimonial (Instituto Mexicano del Seguro Social, 1998). Este tipo de concepciones desiguales sobre las posibilidades y necesidades eróticas de hombres y mujeres son un elemento a considerar como conducente a la vulnerabilidad hacia la Explotación Sexual Comercial de Niñas Niños y Adolescentes, pues como mujeres se espera que pongan su cuerpo y su sexualidad al servicio y goce de otro (hombre). Otro ejemplo de esto son las comunidades que conservan creencias y tradiciones dañinas, como el considerar que las hijas son propiedad de los padres y que éstos pueden decidir sobre ellas, con quién pueden o deben unirse y a cambio de qué pueden ser otorgadas. Como ha denunciado ECPAT (2007), en ocasiones los matrimonios tempranos son una forma de disfrazar la Explotación Sexual Comercial, ya que mediante ellos, las niñas y adolescentes son tratadas para ingresar a la prostitución. Por otro lado, existe una arraigada y difundida creencia de que sólo los varones tienen deseos eróticos, esta desigualdad de género se expresa de tal manera que los varones se construyen a sí mismos como sujetos sexuales mientras que las mujeres lo hacen en consecuencia, es decir, orientadas a despertar el deseo sexual de aquellos y a satisfacer sus necesidades sexuales (de otros), debido a que se asume que el deseo sexual es masculino y que las mujeres no son sujetos sexuales, lo que las constituye como objetos, reforzando esto la vulnerabilidad hacia la prostitución de niñas y adolescentes. Debido a que su comportamiento sexual es considerado desviado o desobediente, las adolescentes y mujeres en prostitución sufren procesos de estigma y discriminación. Una mujer sin familia y sin pareja masculina es percibida en el grado más extremo de vulnerabilidad social, porque las normas culturales dominantes en relación con la sexualidad se transforman en un factor de riesgo y un condicionante de vulnerabilidad social para las mujeres que se encuentran en

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prostitución, facilitando los abusos a los que son expuestas por sus familiares y parejas, por agentes públicos corruptos, y por empleadores e intermediarios abusivos (Casillas, 2006). Un ejemplo de esto es que las mujeres que están en prostitución, frecuentemente “necesitan” de la figura de “protectores varones” o padrotes, lo que les impide conservar completas las ganancias económicas generadas con su explotación sexual. En el caso de las niñas y adolescentes existe una variable que las hace aún más vulnerables, ésta es su edad; ya que la demanda de niñas y adolescentes es muy alta y tiende a incrementarse, además de generar mayores ganancias para quienes cometen este delito (Nieto y Sierra, 2009). Edad y género se conjugan para permitir que la explotación sexual exista en relaciones con un inminente desequilibrio de poder, donde las niñas y adolescentes prostituidas, son revictimizadas por el estigma y la discriminación social; situación que les impide salir de la explotación. Así, diversas prácticas de explotación sexual, a pesar de ser verdaderamente crueles, pueden llegar a ser justificadas y naturalizadas, al insertarse en un sistema de pensamiento machista, en el que lejos de mirárseles como personas con múltiples capacidades y sujetos de derecho, se les culpabiliza, estigmatiza y priva de todos sus derechos.

Referencias CALSAMIGLIA, Helena y TUSÓN, Amparo. Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso., en: GUTIERREZ, Silvia. Escritos, Revista del centro de ciencias del lenguaje. No. 27. Enero-junio. 2003., p. 45 - 66.

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CASILLAS, Rodolfo. La trata de mujeres, adolescentes, niñas y niños en México. Un estudio exploratorio en Tapachula, Chiapas. México. Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Organización Internacional para las Migraciones y Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. 2006., p. 118 - 192. ECPAT INTERNATIONAL. Questions and answers about the commercial sexual exploitation of children. Bangkok. Ecpat international. 2007., p. 4 -15. GALINDO, Jesús. Encuentro de subjetividades, objetividad descubierta. La entrevista como centro de trabajo etnográfico., en: Estudios sobre las culturas contemporáneas. No. 03. Vol. 1. 1987., p.151 - 183. GUTIÉRREZ, Silvia. El discurso argumentativo. Una propuesta de análisis., en: Escritos, Revista del centro de ciencias del lenguaje. No. 27. Enero - junio. 2003., p. 46. INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL. Encuesta de salud reproductiva con población derechohabiente. México. IMSS. 1998. NIETO, Arturo y SIERRA, Antonio. Continúa prostitución pese a operativo en La Merced. Atrapan a lenones: huyen cabecillas., en: Reforma sección Ciudad. 16 de marzo. 2009., p. 5. SZASZ, Ivonne. Salud reproductiva y condiciones de vida en México. México Tomo I. El Colegio de México. 2007.


NUEVOS ESCENARIOS Y NUEVAS MIRADAS SOBRE UN VIEJO PROBLEMA: LA ESCNNA

Florencia Barindelli Víctor Giorgi La explotación

L

a mercantilización de la sexualidad mediante el pago en dinero o especies a cambio del acceso sexual a mujeres y varones de diferentes edades es una práctica tan antigua como la humanidad misma. Las transformaciones de la sociedad y la cultura, el encuentro de las grandes tendencias globales con las realidades locales, las nuevas tecnologías de transporte y comunicación han configurado nuevos ámbitos y escenarios donde esta mercantilización de cuerpos, con destino a la satisfacción de los impulsos sexuales de quienes pagan por ellos, adquiere modalidades novedosas que sorprenden al observador incrédulo, desbordan las normativas y regulaciones existentes y configuran nuevos ámbitos de reproducción de las ancestrales relaciones de explotación basadas en asimetrías de poder. Pero los cambios no sólo acontecen en el entorno y en las características del fenómeno, sino que el avance que la sociedad ha tenido en relación a la consagración y garantía de los derechos, produce nuevas perspectivas que enfatizan aspectos hasta el momento invisibilisados. Uno de estos cambios de mirada se deriva del nuevo paradigma con que se piensa a la niñez y a la adolescencia a partir de la aprobación por parte de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989). La CDN redefine la forma de pensar la niñez y las responsabilidades que las familias, las comunidades y los Estados – con el conjunto de instituciones que lo componen – tienen en la promoción, protección y restitución de los derechos de los primeros. La llamada “perspectiva de derechos” establece una radical diferenciación entre el trabajo sexual de personas adultas y las prácticas de compra - venta de sexo que involucran a niñas, niños o adolescentes. La Convención sobre los Derechos del Niño establece el derecho de todo niño o niña a ser protegido contra todo tipo de explotación, entre ellas la Explotación Sexual Comercial, y asigna a los Estados la obligación de garantizar esta protección (Art. 34). Desde esta perspectiva la situación queda claramente caracterizada como una forma de explotación y la protección ante ella es un derecho que como tal es irrenunciable. Por tanto, cualquier aparente consentimiento o complicidad de los niños, niñas o adolescentes con su propia explotación no es válida ni constituye atenuante alguno para sus explotadores.

Socióloga. Consultora a cargo del Programa Interamericano ANNAObserva del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, OEA. Psicólogo. Coordinador del Programa de Promoción y Protección de Derechos del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, OEA.

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La asimetría de poder, la ausencia de opciones, las limitaciones del discernimiento ante la situación hacen que estas prácticas sean claramente encuadradas dentro de las más flagrantes violaciones de los Derechos Humanos. Tomando en cuenta lo planteado en el Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de Niños (Estocolmo, l996):“La explotación sexual comercial de los niños es una violación fundamental de los derechos del niño. Ésta comprende el abuso sexual por adultos y la remuneración en metálico al niño o niña y a una tercera persona o varias. El niño es tratado como un objeto sexual y una mercancía. La explotación sexual comercial de los niños constituye una forma de coerción y violencia contra los niños, que puede implicar el trabajo forzoso y formas contemporáneas de esclavitud”. La relación que muchos autores establecen entre la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y adolescentes (ESCNNA) y la esclavitud se fundamenta en que ésta se diferencia de las distintas formas de explotación laboral, características del capitalismo, en que la apropiación que realiza el explotador no es sobre el producto del trabajo sino sobre el propio cuerpo, la sexualidad y el deseo de las víctimas. Si bien el trabajo infantil, en especial en las llamadas “peores formas” compromete el desarrollo pleno, generando consecuencias sobre la salud holísticamente entendida, en el caso de la ESCNNA la cosificación de la niñez y las secuelas psíquicas, físicas y sociales de estas experiencias adquieren un carácter devastador sobre sus posibilidades de desarrollo como personas.

Programa Interamericano ANNAObserva

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Conscientes de las dimensiones que esta problemática tiene en la región, en julio del 2007, el Consejo Directivo del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN) establece la creación del “Programa Interamericano para la Prevención y Erradicación de la Explotación sexual comercial infantil, tráfico ilícito y trata de niños, niñas y adolescentes” (www.annaobserva.org). Este programa fue aprobado por resolución de la Asamblea General de la OEA en el año 2008, principal órgano político del sistema interamericano. La Asamblea General valora su funcionamiento e insta al IIN a que continúe con el mismo, mediante nuevas resoluciones aprobadas en el 2009 y 2010. En el marco del Programa Interamericano ANNAObserva se realizó en agosto de 2010, en San José de Costa Rica, el Encuentro Regional sobre “Prevención, Protección y Restitución de derechos frente a la ESCNNA: Experiencias para pensar”, organizado en conjunto con el Patronato Nacional de la Infancia de Costa Rica. Allí se trabajó durante dos días con la presencia de expositores del país anfitrión, Guatemala, El Salvador, Panamá, Nicaragua, República Dominicana, México y Argentina, conferencistas de organismos internacionales como UNICEF, OIT IPEC y OEA a través del Departamento de Seguridad Pública, y conferencistas de la sociedad civil como la Fundación PANIAMOR, la asociación internacional INHOPE y el Centro norteamericano ICMEC. Esta instancia constituyó una oportunidad para intercambiar acerca de las características que el fenómeno de la ESCNNA está adquiriendo en la región y sobre las modalidades que los Estados y la sociedad civil se vienen dando para enfrentar estas prácticas delictivas, tanto en los niveles de prevención y reducción de la demanda, como en la persecución de los explotadores y la reparación de las víctimas. Dentro del amplio espectro de temáticas y experiencias que el IIN ha venido recopilando y sistematizando hemos seleccionado para compartir con los dos de ellas. Se trata de la ESCNNA en viajes y turismo (en lectores de adelante ESCNNA-VT) y la ESCNNA en Internet. La primera por tratarse de un ámbito de indudable importancia en la región, la segunda por la relevancia que está tomando a nivel global y las nuevas situaciones a que nos enfrenta.

La ESCNNA en el ámbito de los viajes y el turismo Esta es la actual denominación de lo que en algunos círculos se denomina “turismo sexual”. El turismo es una actividad comercial, cultural y recreativa legal por tanto no puede hablarse de modalidades delictivas del turismo. La evidencia


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muestra la existencia de actividades de explotación sexual en circuitos turísticos o por parte de personas vinculadas a la actividad turística. Esto ha llevado a denominar las modalidades que se presentan en este escenario como ESCNNA en viajes y turismo (ESCNNA - VT). Durante las últimas décadas el turismo ha experimentado un espectacular crecimiento pasando a ser una de las principales fuentes de ingreso de divisas en muchos países. La llegada de turistas extranjeros en el conjunto de los destinos turísticos del mundo aumentó de 25 millones en 1950 a 700 millones en el 2000. Proyecciones realizadas por la Organización Mundial del Turismo esperan que esta cifra alcance a 1500 millones de personas en el 2020. A su vez según la misma fuente 1 de cada 16 puestos de trabajo en el mundo está asociado directa o indirectamente a la actividad turística (OMT, citado por UNICEF 2005). La relevancia relativa del turismo ante otras actividades económicas es sensiblemente mayor en países en subdesarrollo donde la estructura de empleo suele ser precaria. En estos países los turistas representan una oportunidad de obtención de dinero en tanto entran en contacto con poblaciones que viven en condiciones de extrema pobreza. Es en este contexto que se produce la demanda - oferta de niños y niñas como objetos sexuales para el consumo de los turistas extranjeros. La Fundación PANIAMOR (Costa Rica, 2006) define la ESCNNA-VT como: “…un problema global que implica la utilización, con fines sexuales, de personas menores de 18 años, en su país o región de residencia, por parte de extranjeros o nacionales que se desplazan a dicho país o región en calidad de viajeros o turistas. Incluye – como parte constitutiva del fenómeno – la promoción del país como punto accesible para el ejercicio impune de esta actividad, a cargo de nacionales o extranjeros”. En ésta como en otras modalidades de explotación las inequidades, el contacto entre el consumismo y la opulencia por una parte y la pobreza por otra, generan condiciones propicias para alimentar, en el turista, la convicción de que el acceso sexual a niños o niñas está al alcance de su posibilidad de compra. Por su parte, estas prácticas alimentan en la población local la idea de que el comercio sexual puede ser una vía de acceso a bienes y espacios sociales deseados pero inalcanzables por otros caminos. En países o regiones en que el turismo internacional representa una fuente importante de divisas se generan varias consecuencias. Por una parte, existe en la población la idea de que no se debe molestar ni contradecir al turista aun cuando sea a costo de los derechos de los niños y niñas. Muchas veces la problemática de la seguridad que se vive en estos países sirve de pretexto para la construcción de edificaciones y espacios aislados exclusivos para turistas, lo que dificulta el control de los organismos nacionales e invisibiliza estas prácticas. Otro factor generador de impunidad es la inexistencia de legislación apropiada aplicable a los extranjeros. Por lo general los países desarrollados no admiten extradiciones de sus nacionales por este tipo de delitos. Los beneficios económicos, unidos a la consagración de la impunidad y a la desvalorización que en los propios circuitos turísticos se realiza de los y las adolescentes reclutadas para estas actividades genera una especie de tolerancia o complacencia de estas prácticas por parte de la propia comunidad, en las cuales la venta de sexo por parte de menores de edad (en especial de adolescentes) se naturaliza como estrategia de sobrevivencia y oportunidad de ganar dinero. El sentido de anonimato del que goza el turista en un país que no es el propio, la sensación de poder que le da su capacidad económica, los mitos muchas veces alimentados desde las mismas promociones turísticas en relación a la cultura local, el lugar que en ella ocupa la sexualidad y la supuesta relativización del carácter infantil de estos y estas adolescentes los llevan a involucrarse en prácticas sexuales que no realizan en sus países de origen. Por otra parte, la existencia de estas prácticas delictivas dirigidas al consumo extranjero incide sobre los modelos de comportamiento a nivel de la población nacional. Legitima el pago por sexo en tanto es una práctica que se observa en ciudadanos de países más desarrollados y genera recursos económicos que desarrollan y fortalecen a las organizaciones criminales que operan en el territorio nacional.

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Las posturas del Sector Turístico

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En las últimas décadas ha existido desde el sector turístico una toma de conciencia del daño que estas prácticas generan a la propia actividad turística. La imagen de un destino turístico asociada a la ESCNNA genera un sesgo en relación al tipo de turismo que atrae. Deteriora la imagen de los operadores y empresarios y termina afectando la cotización internacional. La existencia de este tipo de actividades en un determinado espacio turístico es señal de la presencia de organizaciones criminales que operan en el mismo, lo que incrementa el riesgo de desprestigio, produciendo importantes pérdidas. Por tanto, estas actividades – que pueden generar dinero en el corto plazo – son a mediano y largo plazo incompatibles con una gestión turística responsable y sustentable. Una de las novedades en las estrategias de prevención y erradicación de la ESCNNA en viajes y turismo es la participación activa de los propios empresarios, sindicatos y operadores turísticos. Desde los años 90 se viene trabajando desde las propias organizaciones del sector turístico en códigos de ética, campañas de sensibilización y otras modalidades de autorregulación. Estas campañas organizadas conjuntamente con organizaciones estatales y de la sociedad civil se basan en: informar acerca del carácter delictivo del pago por sexo a personas menores de edad y las sanciones penales a que se expone quien lo haga; la identificación de los hoteles que repudian estas prácticas como signo de calidad del servicio que ofrecen; el control de los mensajes publicitarios que se emiten en el exterior, evitando que los mismos incentiven el turismo sexual; la elaboración de mensajes y folletería dando cuenta de las medidas de protección que el Estado realiza ante estos riesgos. Estas medidas deben acompañarse de instrumentos legales eficientes que se apliquen a nivel internacional incluyendo penas mínimas y sanciones como el decomiso de bienes o la prohibición de actividades comerciales. Los especialistas en el tema señalan la existencia de brechas entre la legislación y su real aplicación en las prácticas jurídicas. Los tiempos, modalidades operativas y condiciones de aplicación de las leyes no son adecuados a la movilidad, recursos económicos y capacidades de incidir en los operadores de la justicia, que caracteriza tanto a los consumidores de estos servicios como a las organizaciones criminales que lucran con estas prácticas. Otra estrategia para enfrentar esta práctica es el fortalecimiento de los niños y adolescentes que viven próximos a los destinos turísticos. Esto incluye una amplia gama de acciones enmarcadas en la Doctrina de la Protección Integral. Pueden incluir desde el fortalecimiento de las organizaciones juveniles y su sensibilización sobre el tema, el tratamiento del tema en los ámbitos educativos, hasta medidas de redistribución de la riqueza que mejoren las condiciones de vida de la niñez y la adolescencia en las zonas de intensa actividad turística. El cuidado del potencial de las nuevas generaciones, el desarrollo de una cultura de respeto a los derechos y de integración de las diferencias es el mejor escenario para un turismo seguro, sustentable y de creciente valorización a nivel internacional. Lo antedicho reafirma la validez de la consigna bajo la cual se organizo la campaña en Costa Rica: “Rechazar la ESCNNA-VT es un asunto de Dignidad Nacional, de Seguridad Ciudadana y de Conveniencia Sectorial”.

ESCNNA e Internet La preocupación por la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en la pornografía lleva a la comunidad internacional a elaborar el Protocolo Facultativo de la CDN relativo a la venta de niños, prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía en el año 2000. En estos últimos diez años, la cantidad de usuarios de Internet en América ha crecido un 254%. Es en los países de América Latina y el Caribe donde relativamente más crece la cantidad de nuevos usuarios, puesto que la penetración de Internet en América del Norte ya es muy profunda, llegando al 76% de sus habitantes. Paralelamente, otros avances tecnológicos han cambiado completamente


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el escenario de la interacción en Internet: el aumento del ancho de banda y de la capacidad de almacenamiento, el acceso inalámbrico a Internet incluso a través de telefonía móvil, las aplicaciones que permiten el intercambio de videos e imágenes en forma instantánea y de alta calidad, ya sea archivos peer to peer o por medio de redes sociales, entre otros. La red de redes es hoy un ámbito adicional de interacción, de socialización, de experimentación y de riesgos en la vida de los niños, niñas y adolescentes. Ya sea que los padres o educadores se coloquen en una postura de confianza ciega a la tecnología o, por el contrario, le teman y la consideren una catástrofe, lo cierto es que cada día - las experiencias que los niños, niñas y adolescentes tienen en Internet son relevantes para ellos y su desarrollo integral. Centrándonos en el tema que nos toca y no en todas las posibilidades que tiene Internet, vemos que la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes y la tecnología pueden estar vinculadas de diversas maneras. En primer lugar, encontramos la tradicional explotación en pornografía, es decir, la generación de imágenes y sonidos en los cuales personas menores de edad realizan actividades sexuales o con connotación sexual. En estas situaciones el daño ocurre en el momento de la grabación, pero también se perpetúa en el tiempo, dada su accesibilidad por otros y la incapacidad de la víctima para quitar o remover el contenido de Internet. Tampoco estos materiales se realizan siempre igual. Tomaremos las categorías de Díaz y Rojas (2009) para distinguir algunas situaciones bien distintas que empíricamente estos autores han identificado, por medio de las que niños, niñas y adolescentes producen videos con contenido sexual. A saber: a) Niños, niñas y adolescentes que se graban o saben que están siendo grabados: Díaz y Rojas identificaron dos tipos de situaciones: a) Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) explotados en la prostitución que utilizan internet como un medio de propaganda; b) NNA víctimas de bullying (acoso escolar), para quienes victimizarse es parte del circuito de la violencia, ya sea porque están siendo chantajeados o porque utilizan su propia victimización como un medio para ganar algo de popularidad frente a un contexto absolutamente hostil. b) Niños, niñas y adolescentes que se graban o saben que están siendo grabados, pero lo hacen en un contexto de intimidad: Estos NNA están utilizando la tecnología como parte de su experimentación y en el marco de la confianza. Posteriormente son traicionados por alguien que hace públicas las imágenes y videos, y ya no tienen manera de controlar la situación. c) Niños, niñas y adolescentes que no saben que están siendo grabados y, por lo tanto, hay una intromisión abusiva en su intimidad: A veces son víctimas de extorsión posterior. d) Niños, niñas y adolescentes víctimas de montajes o usos dañinos de su imagen con propósitos difamatorios. Pensemos también que cuando hablamos de Internet, incluimos todos los dispositivos móviles que pueden transmitir datos (imágenes y sonidos) en forma inalámbrica, como los celulares. El fenómeno del sexting es un ejemplo de comportamiento riesgoso y a la vez típico de la etapa de la vida del adolescente, se trata del intercambio de imágenes sexuales más o menos explícitas entre pares, sin mediación aparente de terceros, a través de teléfonos móviles. A veces son textos con fotos, otras veces videos, que son muy fáciles de confeccionar con cualquier celular moderno. El contenido de lo que se produce ha cambiado y con ello la discusión existente acerca de la terminología utilizada para describir el material sexualizado (imágenes, texto y archivos de audio) relacionado con niños y niñas. Por ejemplo, la fuerte distinción entre abuso sexual y ESCNNA se desdibuja, si

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pensamos que a partir de situaciones domésticas que pueden ser abusivas pero que también pueden no serlo, se producen imágenes que sí son la “moneda de cambio” de comunidades en línea. Una vez que se encuentran en Internet, pueden ir a parar a un sitio en el que hay que pagar por ellas, habiendo alguien que se beneficia económicamente por ello. Esto sucede incluso en los casos en que las imágenes fueron tomadas subrepticiamente y el niño o niña desconoce que las mismas fueron publicadas, comercializadas e incluso, a veces, hasta que ellas se produjeron. ¿O qué sucede cuando son los propios NNA los que publican sus imágenes y videos? Se ha estudiado que la información personal dispersa en las distintas redes sociales incluye al menos nombre completo, colegio, localidad en la que viven, fecha de nacimiento, dirección de correo electrónico, y a veces su número de celular y la dirección de la casa, que no es raro dejen accesible también por medio de fotografías o videos. La protección de los datos personales es una forma elemental de prevención. La utilización del anonimato y la posibilidad de gestarse falsas identidades, es lo que favorece el grooming o preparación en línea. Un adulto, haciéndose pasar por un adolescente, busca construir confianza con un niño, niña o adolescente a través de Internet, para posteriormente obtener un beneficio de carácter sexual por parte del niño o niña. El grooming, frente al rechazo del niño o la niña, puede derivar en un ciber-acoso sistemático dependiendo de la cantidad de información que el adulto haya obtenido, producto de la interacción que estableció con el niño o la niña o mucha información personal -, investigando sus “huellas cibernéticas” Con eso puede atormentarlo y perseguirlo, enviándole mensajes instantáneos, llamando a su casa, apareciéndose en la escuela, hasta en su propia hogar. Si logró obtener alguna foto o video, puede chantajear al niño o la niña para que vaya aumentando su exposición, así el niño o la niña sufrirá a solas por bastante tiempo, dado que en general se sienten responsables por ese lugar de víctimas al que han llegado. Además, temen por su reputación. A pesar de todo esto, la práctica de chatear con desconocidos no les resulta riesgosa a los adolescentes (León, 2009). Los recursos del medio – como ser la posibilidad de bloquear y eliminar contactos indeseados – hacen que los adolescentes sientan que tienen control sobre sus interacciones, por lo que no reaccionan con temor si algún desconocido les habla de sexo, por ejemplo. Estas maneras aparentemente “domésticas” de la generación de imágenes y videos con contenido sexual, puede tener fuertes consecuencias en los y las adolescentes víctimas, desde la afectación psicológica y emocional hasta ser víctimas de ataques físicos posteriores. Hay NNA que han debido cambiarse el nombre, familias que se han mudado de su lugar de origen, por no poder sostener la presencia ubicua y perpetua de ciertas imágenes al acceso de todos. El entorno virtual tiene hoy algunas características sobre las cuales es preciso reflexionar y actuar en consecuencia: sus contenidos tienen un amplísimo alcance geográfico y de permanencia en el tiempo, son accesibles con gran facilidad tanto por personas menores de edad como por mayores de edad, tanto por personas con buenas intenciones como aquellas que no las tienen. Los contenidos inadecuados están débilmente regulados, tanto porque los fenómenos van cambiando a gran velocidad, como porque los contenidos cambian de jurisdicción y son de difícil rastreo. Esto lleva a la impunidad de los responsables y a una carencia de respuestas dirigidas a las víctimas de explotación y sus variantes en el entorno virtual. A veces ni siquiera se les encuentra, o hay una distancia muy grande entre las iniciativas de persecución del delito trasnacional y castigo de quienes almacenan, distribuyen o se enriquecen con pornografía infantil, y la situación de la víctima en un pequeño pueblo de un país latinoamericano, por ejemplo. Tal vez la víctima ha sido engañada, acosada, chantajeada, quizá en algunos momentos del proceso por adultos, pero también pudo haber sido por otras personas menores de edad. Posteriormente, como todas las víctimas de explotación, estigmatizada en su entorno. Entonces, las acciones de reparación y restitución de derechos de las víctimas son complejas y distan mucho de las grandes operaciones de Interpol.


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Vale la pena tener en cuenta que en estas expresiones de violencia, los NNA son receptores, pero también productores y propagadores de contenidos. Más allá del problema legal y conceptual que se presenta frente a la vulneración de derechos entre adolescentes, es importante conocer más y elaborar herramientas acordes a un nuevo espacio de socialización como es Internet. Hoy por hoy, los y las adolescentes están muy solos en este espacio, puesto que los adultos han perdido su poder como referentes en el proceso de acompañamiento respecto al tema, ya que desconocen en gran medida lo que las personas menores de edad hacen en la web. Esta brecha generacional dificulta el rol de guía que los adultos deben tener. En conclusión, el fenómeno de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en el ámbito de las nuevas tecnologías es dinámico, complejo y aún poco estudiado. Estamos frente a un escenario en el que los delincuentes sexuales tienen más posibilidades de compartir imágenes y tener contacto con niños, niñas y adolescentes, de una manera antes desconocida, y con pocas respuestas tanto preventivas como restitutivas.

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TRATA DE PERSONAS Y EXPLOTACIÓN SEXUAL DE LA NIÑEZ EN MÉXICO

Erick Gómez Tagle López

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n la República Mexicana el balance sobre la trata de personas se reduce a lo siguiente: ausencia de impacto de las políticas públicas, confusión conceptual, desarrollo incipiente de la investigación, desconocimiento de patrones de demanda, insuficiente respaldo ciudadano, interés centrado en lo jurídico, limitado avance en perfiles criminales y victimales, rezago en los diseños normativos, turismo sexual no reconocido y uso irresponsable de cifras. Nuestro país es origen, tránsito y destino de víctimas de trata. En él se explotan a ciudadanos/as de Argentina, China, Costa Rica, Cuba, El Caribe, El Salvador, Guatemala, Honduras, Hungría, Nicaragua, Panamá y Venezuela, a la vez que es puerta de salida a Estados Unidos, Europa y Japón. Situación lamentable, pues la trata tiene como fines las adopciones ilegales, la explotación sexual y laboral, la extracción y tráfico de órganos, los matrimonios forzados, la servidumbre (condición de siervo) y el reclutamiento forzoso en conflictos armados. Práctica, la de los matrimonios impuestos, presente en Afganistán, Arabia Saudita, Etiopía y Nepal, donde niñas son casadas con adultos. La trata ocasiona innumerables consecuencias negativas, como embarazos no deseados, trastornos del sueño, tendencias suicidas, adicciones, desórdenes alimenticios, anulación retroactiva, delirios de persecución, desorden de estrés postraumático, distorsión de la imagen corporal y contagio de enfermedades de transmisión sexual. Amplia cantidad de instrumentos internacionales han buscado erradicar la trata, sin que hasta la fecha se logre. Destacan los convenios de la Organización Internacional del Trabajo: el 29, relativo al trabajo forzoso u obligatorio; el 105, sobre la abolición del trabajo forzoso; el 138, sobre la edad mínima de admisión al empleo; y el 182, sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación. En nuestro contexto, en 2001 se instaló la Coordinación Nacional para Prevenir, Atender y Erradicar la Explotación Sexual Comercial Infantil. Mismo año en el que el

Científico social formado en la Universidad Nacional Autónoma de México, la cual le concedió las medallas Gabino Barreda y Alfonso Caso. Colabora en Asesoría de Diseños Normativos SC, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto Nacional de Ciencias Penales. Sus obras: La explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes. Una aproximación sociológica (INACIPE) y Estudio jurídico - penal relativo a la explotación sexual comercial infantil. Bases para su unificación legislativa en México (INACIPE/OIT/STPS), ésta en coautoría, han sido retomadas en amplios estudios y reformas legislativas.


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Sistema Nacional DIF instrumentó el Programa para la Prevención, Atención y Erradicación de la Explotación Sexual Comercial Infantil. En principio operaba en 23 ciudades de 11 estados. Posteriormente en 18: Baja California, Campeche, Colima, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Guerrero, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán. En 2002 se presentó la campaña “Abre los ojos”, coordinada por INMUJERES, PGR, DIF Nacional y UNICEF. Incluyó cápsulas de radio y televisión, así como la distribución de carteles. Más adelante se puso en marcha la segunda fase: “Abre los ojos pero no cierres la boca”, con la cual se incentivó la denuncia. Ese año, el Programa de Cooperación Técnica en Materia de Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT y la SPTS buscaron cumplir el Convenio 182 (ratificado por México en 2000), mediante la atención de una de las peores formas de “trabajo infantil”, si es que así se le puede llamar a lo que son delitos. Del 30 de septiembre de 2002 al 30 de mayo de 2005 se implementó el Programa de apoyo para la prevención y eliminación de la ESCI y la protección de víctimas de ESCI en México, con cobertura nacional, pero énfasis en Acapulco, Guadalajara y Tijuana. Dentro de lo destacable, el 25 de marzo de 2004 se presentó en el Senado la Iniciativa de Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones del Código Penal Federal, el Código Federal de Procedimientos Penales, la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Trabajo en el cual el Instituto Nacional de Ciencias Penales tuvo un papel primordial. Aportaciones valiosas, pero la trata de personas hay que abordarla más desde el ámbito del fuero común que del federal, por la calidad de los sujetos activos del delito. Lo anterior, sin demérito de fortalecer los convenios de colaboración entre procuradurías, la función federal preventiva, los grupos de trabajo interinstitucionales, la intensa labor contra la delincuencia organizada y la protección a los migrantes, particularmente a la niñez no acompañada, nacional y extranjera. Identificación, registro y asistencia a este último sector, en términos de lo establecido en la Ley de Asistencia Social, la Ley General de Población, la Ley General de Salud y la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, garantizando su albergue, protección, comunicación y, en caso de ser procedente, su reunificación familiar y protección diplomática. Posición, la de legislar prioritariamente en el fuero común, que sostenemos a contracorriente de la opinión mayoritaria. Postura asumida con base en los datos que aporta el informe sobre trata de personas que elaboró el Departamento de Estado de los Estados Unidos, dado a conocer en junio de 2006, en cuyo contenido se hace un balance de la situación, esfuerzos y avances en 150 países, entre ellos México, señalando que en este país de 1336 casos reportados de enero a agosto de 2005, sólo 57 correspondieron al ámbito federal, lo que representa poco más del 4 por ciento del total. Lo cual significa que el resto (1279 casos) es competencia del fuero común. “The Inter - institutional Working Group on Trafficking is now under the control of the Preventive Federal Police (PFP) which will dedicate 140 agents to investigating trafficking cases and it will create a database to track future cases. However, from January 2005 - August 2005 law enforcement authorities reported criminal proceedings for trafficking-related offenses in 1,336 cases (57 federal and 1,279 state) and imposed sentences in 531 cases. The government’s information was difficult to analyze, and the number of these cases that involve trafficking in persons is not clear.”

Para evitar estas situaciones, en 1999 se estableció en México una comisión interinstitucional para prevenir, atender y erradicar la ESCI, encabezada por el DIF. Contó con la Subcomisión de Seguimiento y Evaluación de Acciones, cuyo objetivo fue el

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Trafficking in Persons Report. EUA. June 2006. (www.state.gov/g/tip/rls/tiprpt/2006/index.htm).

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desarrollo de mecanismos expeditos de denuncia y protección de las víctimas, así como el diseño de material didáctico. El 23 de octubre de 2001 se instaló la Coordinación Nacional para Prevenir, Atender y Erradicar la Explotación Sexual Comercial Infantil. Se encargó de articular el Plan de Acción Nacional para Prevenir, Atender y Erradicar la ESCI. En la coordinación, operada por el Sistema Nacional DIF, convergieron más de treinta instituciones y organizaciones. Se integró con las subcomisiones: atención, investigación, prevención, protección jurídica y defensa de la niñez, así como la de articulación de esfuerzos. De su labor y de los convenios celebrados con posterioridad se logró que instancias como el Instituto Nacional de Ciencias Penales trabajara con miembros de esta Coordinación y del Poder Legislativo, recabando en un documento lo mejor de diversas propuestas presentadas. En su primera versión se entregó a comisiones del Senado de la República el 12 de noviembre de 2003. Una versión más acabada se presentó ante el pleno de ese órgano legislativo el 25 de marzo de 2004. Pese al gran apoyo conseguido (25 instituciones), este proyecto no prosperó, aunque sí logró incidir en las iniciativas que le continuaron, dos de las cuales fueron aprobadas en sus Cámaras de origen. La primera fue un proyecto de decreto por el cual se reformaban, adicionaban y derogaban diversas disposiciones del Código Penal Federal, del Código Federal de Procedimientos Penales y de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, en materia de Explotación Sexual Infantil. Texto aprobado en la Cámara de Diputados el 28 de abril de 2005 y turnado a la Cámara de Senadores para los efectos constitucionales. La segunda, fue un proyecto de decreto que expedía la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, y que adicionaba la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, así como el Código Federal de Procedimientos Penales. Documento aprobado en el Senado de la República el 15 de diciembre de ese mismo año. De lo dictaminado por la Cámara de Diputados destaca la inclusión del libre desarrollo de la personalidad como bien tutelado. Se estableció con claridad la protección de las personas menores de dieciocho años y se incluyó dentro de ésta a las personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho y a aquéllas que no cuentan con la capacidad para resistirlo. Su redacción, aunque imprecisa, sustituyó el concepto de incapaces, de connotación denigrante. Se reformularon asimismo los delitos de corrupción, pornografía, turismo sexual, lenocinio, trata de personas, provocación de un delito y apología de éste o de algún vicio, junto con la inclusión del tipo de omisión de impedir un delito que atente contra el libre desarrollo de la personalidad, la dignidad humana o la integridad física o mental. Avances significativos, pero cuyo análisis bajo la óptica de la teoría de la legislación y de las técnicas normativas deja que desear, debido a que su redacción contempló una muy amplia cantidad de variantes, incluyendo el uso de términos ambiguos y vagos, permitiendo además al juzgador gran discrecionalidad al contemplar márgenes punibles tan amplios (mínimos y máximos de las penas). Condiciones preocupantes, dado que la generación de tantos subtipos o descripciones de conductas acreedoras de pena acrecentan la posibilidad de un amparo, confundir a los operadores del derecho y corromper a los juzgadores. Situación que además se agrava porque en varios casos las sanciones señaladas se aumentan al doble de la que corresponda cuando el autor tiene con la víctima alguna relación familiar, laboral, de subordinación, de confianza o se sirve para su fin de algún cargo público. Los legisladores, en su afán de ser precisos, generaron más incertidumbres que seguridades, logrando que casi todas las formas de victimización fueran agravadas (más de veinte tipos de relaciones), permitiendo la duplicación automática de la pena, sin considerar que en su descripción mezclaron calidades de sujetos, circunstancias de comisión y relaciones propiamente dichas. En lo que corresponde a lo aprobado por la Cámara de Senadores, apoyado por el autodenominado “Grupo promotor de legislación antitrata de personas”, compuesto por académicos, funcionarios y miembros de la sociedad civil, es oportuno mencionar que uno de sus propósitos fue clarificar la distinción entre tráfico de


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migrantes y lo que es trata de personas, derivado de que aún entre los especialistas existe confusión, en parte por las traducciones del inglés.2 Dentro de sus disposiciones estableció que la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas tiene por objeto la prevención y sanción del delito del mismo nombre, así como la protección, atención y asistencia de quienes sufren este mal. Lo anterior, con la finalidad de garantizar el respeto al libre desarrollo de la personalidad de las víctimas y posibles víctimas, residentes o trasladadas al territorio nacional, así como a los mexicanos en el exterior. Ley de aplicación nacional en materia del fuero federal. Bien jurídicamente tutelado coincidente con lo aprobado por la Cámara de Diputados, cuyo sustento, en ambos casos, se desprendió de una investigación académica.3 No obstante, pese a lo bien intencionado de la ley, tuvo problemas de origen, como no tomar en cuenta tratados vigentes para México, algunos de los cuales tenían décadas, relacionados con la esclavitud, los trabajos forzosos u obligatorios, la trata de personas y la explotación de la prostitución ajena. En su artículo 3 precisó que se entenderá por trata de personas: promover, facilitar, conseguir, trasladar, entregar o recibir, para sí mismo o para un tercero, a una persona, por cualquier medio, para someterla a cualquier forma de explotación o para ser extirpada de sus órganos, tejidos o componentes, dentro o fuera del territorio nacional. Esa explotación incluirá, cuando menos, el trabajo o los servicios forzados, la prostitución u otras formas de explotación sexual, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la remoción de órganos, tejidos o sus componentes. Con relación a lo anterior, cabe señalar que la “similitud” es imprecisa y por ende contradictoria con la estricta aplicación de la ley penal. Además, en delitos como corrupción o pornografía de menores de edad es claro que se afecta el libre desarrollo de la personalidad en lugar de los anticuados conceptos de moral pública y buenas costumbres; sin embargo, a una persona que le extirpan o remueven los órganos, máxime sin su consentimiento, le afectan algo más que su personalidad, por primordial que sea ésta. Error que se desprende al hablar en el artículo 1 del delito de trata de personas, en vez del fenómeno del mismo nombre, el cual obviamente no es un delito, sino un conjunto de ellos, con bienes jurídicamente tutelados diversos, como la dignidad, la integridad, la libertad y la personalidad, además de que en cuestión de órganos se protege el control sanitario de las donaciones y trasplantes. En su artículo 4 se estableció que en todo lo no previsto por esta ley son aplicables supletoriamente las disposiciones del Código Penal Federal, del Código Federal de Procedimientos Penales, de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y de la Ley General de Población. Sin embargo, aunque hace referencia a la explotación laboral no aludió a la Ley Federal del Trabajo. Situación común con los servicios forzados en donde no se menciona a la Carta Magna (la cual prohíbe la esclavitud) y con la extracción y remoción de órganos, tejidos o sus componentes, cuyas conductas y sanciones ya estaban consideradas en la Ley General de Salud y en su reglamento correspondiente. En lo referente a esto último, la legislación vigente incluye además de la disposición de órganos, tejidos o sus componentes, a las células y los cadáveres de seres humanos, incluyendo fetos, por lo que es más amplia. Más aún, nuestra legislación ya contempla doce prohibiciones en torno al manejo de órganos: sacar del territorio nacional, pretender sacar, obtener, conservar, utilizar, preparar, suministrar, comer2 Alien (extranjero, extraño, forastero); alien smuggling (tráfico de indocumentados); bonded labor (trabajo en régimen de servidumbre); clandestine trade (comercio clandestino); debt bondage (servidumbre por deudas); human bondage (servidumbre humana); human trade (tráfico de seres humanos); human trafficking (trata de seres humanos); involuntary servitude (servidumbre involuntaria); sex trafficking (trata con fines sexuales); slavery (esclavitud); smuggling (contrabando); trade (comercio, tráfico); trafficking (trata de personas); trafficking in persons (trata de personas). 2 Erick Gómez Tagle y Miguel Ontiveros. Estudio jurídico-penal relativo a la explotación sexual comercial infantil. Bases para su unificación legislativa en México. México. Organización Internacional del Trabajo, Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Instituto Nacional de Ciencias Penales. 2004.

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cializar, realizar simulación jurídica, intermediar onerosamente, trasplantar y desatender listas de espera. Situación parecida con las otras leyes no contempladas. Por ello, pese al avance que esta ley ha significado, en la cual se incluyen elementos de política criminal, de atención victimológica y de coordinación interinstitucional, es útil reconocer sus deficiencias. Considerar, en este sentido, como delito grave la trata de personas, mediante su mención en el Código Federal de Procedimientos Penales, e incluirla en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada son elementos positivos, pero que deben aquilatarse en su conjunto, en especial porque alude a un fenómeno criminal habitualmente transnacional. Esfuerzos legislativos plausibles, en los cuales reconocemos un interés genuino, particularmente de quienes integraron la Comisión Especial de la Niñez, Adolescencia y Familias de la Cámara de Diputados, así como de quienes participan en la Comisión Especial de Lucha contra la Trata de Personas. Voluntades con espíritu crítico que debemos felicitar, pero también reconocer que no ha sido suficiente la labor desempeñada, pues en conjunto los legisladores han presentado proyectos contradictorios, poco innovadores y con errores en la técnica normativa, lo cual ha derivado en prescribir de distintas maneras las mismas conductas o en englobar como si fuera un delito un fenómeno tan amplio como la trata de personas. Condiciones que, en su momento, complicaron la ratificación de los proyectos legislativos comentados, pese a la enorme presión política y mediática hecha por algunos grupos, cuya buena intención no suple su falta de conocimiento jurídico. Asimismo, la idea de empatar ambos proyectos y aprobarlos casi simultáneamente en un periodo extraordinario fue más complejo de lo que parecía, aunque hubo quienes argumentaban que sí era posible, siempre y cuando del proyecto de decreto por el que se reformaban, adicionaban y derogaban diversas disposiciones del Código Penal Federal, del Código Federal de Procedimientos Penales y de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, en materia de Explotación Sexual Infantil, aprobada en abril de 2005 por la Cámara de Diputados, se eliminara el artículo 207, que a la letra dice: “Comete el delito de trata de personas quien promueva, facilite, consiga, traslade, entregue o reciba a una persona para someterla a cualquier forma de explotación, ya sea explotación sexual, trabajos o servicios impuestos de manera coercitiva, o para que le sean extirpados cualquiera de sus órganos, tejidos o sus componentes, dentro o fuera del territorio nacional. Al autor de este delito se le impondrá pena de cuatro a nueve años y de cuatrocientos a novecientos días multa.”

Se buscaba que lo aprobado por los senadores se circunscribiera a la trata de personas, mientras que lo hecho por los diputados se limitara a la explotación sexual. Posición que debió analizarse más, con el fin de no incurrir en desatinos parlamentarios, sea en la forma o en el contenido, lo que deja aún en incertidumbre la protección que en materia jurídica hace falta en el país, recordando que una situación de anomia lo mismo se da por la ausencia de reglas claras que por el atiborramiento de leyes. En éste, como en otros casos, ha existido una dificultad real para dar solución legal a los problemas, por lo que sólo queda recomendar allegarse de información actualizada, conformar equipos de trabajo interdisciplinarios, implementar la prospectiva en la toma de decisiones y no ceder a la presión de grupos. Política legislativa coadyuvante de una política criminal eficaz y garantista. En fecha más cercana, el 31 de enero de 2008, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Acuerdo A/024/08, por el cual se creó la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas. Abrogó el Acuerdo A/003/06 del Procurador General de la República por el que se creó la Fiscalía especial para la atención de delitos relacionados con actos de violencia contra las mujeres en el país. Con facultades para investigar y perseguir los delitos previstos en la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de noviembre de 2007. Cuando los delitos de trata son cometidos por la delin-


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cuencia organizada, es competente la Unidad Especializada en InvestigaciĂłn de TrĂĄfico de Menores, Indocumentados y Ă“rganos, adscrita a la SubprocuradurĂ­a de InvestigaciĂłn Especializada en Delincuencia Organizada, la cual se coordinarĂĄ con la FEVIMTRA. En 2009, el 27 de febrero, se publicĂł en el DOF el Reglamento de la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. En ĂŠl se menciona a quienes son los miembros y los participantes de la ComisiĂłn Intersecretarial para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. Esta ComisiĂłn tiene por objeto coordinar las acciones de sus integrantes para elaborar y poner en prĂĄctica el Programa Nacional para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas y los programas permanentes, asĂ­ como aquĂŠllas que realicen para prevenir el delito y proteger, atender y dar asistencia a las vĂ­ctimas. El 3 de abril de ese aĂąo se publicĂł el Decreto 207 por el que se expide la Ley para Combatir, Prevenir y Sancionar la Trata de Personas en el Estado de Chiapas, y se adicionan diversas disposiciones al CĂłdigo de Procedimientos Penales para el Estado de Chiapas, el cual ha sido objeto de crĂ­ticas positivas, puesto que fortalece el trabajo coordinado entre los tres niveles de gobierno y fomenta, a travĂŠs de su comisiĂłn interinstitucional, la solidaridad y la prevenciĂłn social del delito. El 10 de agosto se publicĂł el Reglamento de la Ley para prevenir y erradicar la trata de personas, el abuso sexual y la ExplotaciĂłn Sexual Comercial Infantil para el Distrito Federal. Contempla la utilizaciĂłn de menores de edad en prostituciĂłn, como vĂ­ctimas de lenocinio, pornografĂ­a, turismo sexual y trata con fines de explotaciĂłn sexual. Incluye la perspectiva de gĂŠnero y la protecciĂłn a vĂ­ctimas directas e indirectas. Poco antes, en julio de 2009 se instalĂł la ComisiĂłn Intersecretarial para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. En diciembre de ese aĂąo se celebrĂł la 1ÂŞ. sesiĂłn de la ComisiĂłn Intersecretarial, presidida por el Secretario de GobernaciĂłn. Se presentaron los informes de la SubcomisiĂłn Consultiva, encargada de elaborar el Programa Nacional para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas (se previĂł concluir en el 1er. semestre de 2010). Se aprobaron las actividades que el gobierno desarrollarĂĄ en el marco de la campaĂąa “CorazĂłn Azulâ€? de las Naciones Unidas. En febrero de 2010 se instalĂł la ComisiĂłn Especial de Lucha contra la Trata de Personas, conformada por 16 diputados federales y presidida por Rosi Orozco. IniciĂł sus actividades con el Foro de anĂĄlisis sobre la legislaciĂłn penal en materia de trata de personas, derivando con posterioridad en la iniciativa que crea la Ley General para Prevenir, Combatir y Sancionar la Trata de Personas, y abroga la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, dada en el Palacio Legislativo de San LĂĄzaro, a los 15 dĂ­as del mes de abril de este aĂąo. Texto cuyas disposiciones generales establecen que esta ley regula la prevenciĂłn, combate y sanciĂłn del delito de trata de personas, la atenciĂłn a las vĂ­ctimas DE ESTE DELITO Y LA COORDINACIĂ˜N DE LAS ACCIONES DEL %STADO ÂŹFEDERACIĂ˜N ENTIDADES FEDERATIVAS Y MUNICIPIOSÂŹ EN ESTAS MATERIAS 3U OBJETO ES TIPIFICAR Y ESTABLECER LA trata de personas como tipo penal en todas sus modalidades y sus sanciones, la distribuciĂłn de competencias y las formas de coordinaciĂłn entre la federaciĂłn, el Distrito Federal, los estados y los municipios. Recientemente, se buscĂł prevenir y sancionar la pederastia mediante el Decreto publicado en el DOF el 19 de agosto de 2010, por el que se reforman y adicionan: CĂłdigo Penal Federal, CĂłdigo Federal de Procedimientos Penales, Ley para la ProtecciĂłn de los Derechos de NiĂąas, NiĂąos y Adolescentes, Ley General de EducaciĂłn, Ley de Asociaciones Religiosas y Culto PĂşblico, Ley Federal de ProtecciĂłn al Consumidor, Ley Reglamentaria del ArtĂ­culo 5 Constitucional relativo al ejercicio de las profesiones en el DF. Como ciudadanos exigamos ahora que los integrantes de las distintas comisiones estĂŠn a la altura de tan loable encomienda, pues la polĂ­tica criminal adoptada y las investigaciones cientĂ­ficas desarrolladas, carecen de la amplitud y la profundidad necesarias, desprotegiendo con ello a la innumerable cantidad de vĂ­ctimas. Imagen negativa que proyecta MĂŠxico, tal como se documenta en los estudios anuales: Trafficking in persons report, elaborados por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Los retos son abundantes y las investigaciones pocas. Sobre la trata de personas y la explotaciĂłn sexual aĂşn falta mucho por conocer, por lo que urge la aprobaciĂłn de una ley federal para la protecciĂłn de la niĂąez migrante no acompaĂąada,

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campañas mediáticas, capacitación amplia de funcionarios, la defensa irrestricta de los derechos de las víctimas, la participación del sector turístico y la publicación de estudios integrales. La violencia hacia las mujeres, las niñas y los niños, no es natural. Tiene causas estructurales fundadas en un sistema patriarcal y adulto-céntrico, el cual fomenta y justifica su subordinación. El derecho a una vida libre de violencia es inefectivo ante patrones culturales que limitan el acceso a la justicia. La demanda cotidiana de servicios sexuales forma también la idiosincrasia de que el cuerpo es un objeto con valor en el mercado, fomentando con ello la prostitución, el lenocinio y la trata de personas, además de mantener elevados los niveles de producción y consumo de pornografía, tanto la legal como la que no lo es. El Reglamento sobre Publicaciones y Revistas Ilustradas faculta a la comisión calificadora de la Secretaría de Gobernación, responsable de la licitud del título y del contenido, avisar al Ministerio Público federal de publicaciones delictuosas, enviando dictamen. La denuncia no es por pornografía, como sí lo es en el Código Penal Federal (arts. 200, 202, 204), sino por ataques a la moral, lo cual incumple el principio de ley estricta. Formalmente sanciona con multas, suspensión o arresto, aunque en la práctica circula a diario gran cantidad de publicidad sexual, principalmente en periódicos, evidenciando la inoperancia de la Ley de Imprenta, vigente desde 1917. Para atender éstas y otras problemáticas se requiere dignificar el cuerpo de las mujeres, respetar la indemnidad sexual de niñas y niños (bien jurídico ignorado en la legislación mexicana), fomentar alternativas de trabajo para quienes ofertan servicios sexuales y promover la equidad de género, puntualizando que la atención integral de quienes son víctimas y de quienes están en situación de riesgo, no debe estar supeditada a la denuncia, aunque ésta facilite el proceso de recuperación. Al reconocer a las víctimas en esta calidad y no como copartícipes, autoridades y sociedad debemos garantizar la debida diligencia, el interés superior de la niñez y la adolescencia, así como la no repetición de los hechos traumáticos en los procesos de procuración y de administración de justicia, salvaguardando así el derecho a una vida libre de violencia y la protección integral de los derechos fundamentales.


CARRERAS DELICTIVAS SEXUALES EN JÓVENES con prácticas abusivas tempranas Rodrigo Venegas Cárdenas Resumen

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l presente artículo explora las características de los jóvenes ofensores sexuales, y el desarrollo de su historia de vida a mediano y largo plazo. Identificándose que, si bien un grupo significativo de adultos agresores sexuales refieren el inicio temprano de sus prácticas abusivas, específicamente en la adolescencia, hay pocos antecedentes que refieran que los adolescentes que ofenden sexualmente a niños, niñas y/o pares desarrollen a largo plazo carreras delictivas que incorporen prácticas de Explotación Sexual Comercial infantil. 153

Jóvenes ofensores sexuales: incidencia y prevalencia Un joven que realiza prácticas abusivas sexuales no tiene una definición simple, y no ha estado libre de discusión, ¿cómo diferenciar una conducta abusiva sexual, en niños/as, y jóvenes, de otras conductas sexualizadas de tipo exploratorias o simplemente inadecuadas? Un criterio que resulta útil es el que desarrolla Ryan y Lane (1991) quienes plantea que, para que una conducta sexual sea definida como abusiva debe contener tres grandes componentes, por un lado (1) que la conducta sexual se realice en contra de la voluntad de la víctima, (2) sin un consentimiento informado y claro de las consecuencias y conductas especificas asociadas a la petición sexual y que (3) se desarrolla de modo agresivo, bajo amenaza o utilizando mecanismos de manipulación. La definición apunta a una diferencia de poder físico, o de desarrollo maduracional o un diferencial de estatus que es utilizado para alcanzar un objetivo de tipo sexual y en donde la víctima presenta una desventaja en las opciones para negarse, u oponer resistencia, sea de forma activa o pasiva. En la actualidad en Chile existen pocos antecedentes concretos respecto de la incidencia y prevalencia de las ofensas sexuales de adolescentes hacia niños pequeños y pares, por lo que es común tener en consideración cifras y antecedentes internacionales para poder ponderar la magnitud del problema. Se habla de más

Psicólogo, Licenciado en Psicología. Máster en Criminología y Ejecución Penal por la Universidad Autónoma de Barcelona; Post grado en Psicología Forense por la Universidad Diego Portales y Post Grado en Terapia Familiar Sistémica por el Instituto de terapia familiar de Santiago. Docente de postgrado en la Universidad de Valparaíso y Pontificia Universidad Católica de Chile. Miembro de International Association of Forensic Mental Health Services IAFMHS. Actualmente Director del Centro de intervención con jóvenes ofensores sexuales Centro Trafun de la Corporación Paicabi.


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de 3000 causas anuales en justicia juvenil asociadas a delitos sexuales por parte de jóvenes en Chile, pero las cifras tienen importantes dificultades metodológicas. Al observar los datos internacionales, como por ejemplo las estadísticas penales del periodo 1997 (Home office 1998) para Inglaterra y Gales, del total de las personas acusadas por delitos sexuales presentes en los registros oficiales (33.200), de los cuales 6.400 fueron declarados culpables. De este número, aproximadamente el 23 por ciento (1.500) tenían entre 10 años y menos de 21 años de edad. Otra fuente estadística con datos para el período 2000 - 2001 es lo reportado por el F.B.I., a través de su The Uniform Crime Reports and National Incident - Based Reporting System (2001) que refleja únicamente los casos de violación y abuso más graves, dicho reporte identificó que el 12,4% de los delitos sexuales más graves fueron cometidos por jóvenes menores de 18 años. El mismo informe da cuenta que los delitos sexuales cometido por jóvenes en Estados Unidos han ido disminuyendo progresivamente, pero en cambio en un fenómeno aún no esclarecido, las acusaciones por ofensas sexuales cometidas por adolescentes menores de 13 años han ido incrementándose progresivamente desde el 4% en 1980 al 12% en 1997. (Office of juvenile justice and delinquency prevention 1999) Si bien las estadísticas oficiales dan una referencia general, existe un significativo número de conductas agresivas sexuales hacia niños y niñas que quedan dentro de la llamada “cifra negra”, se han ideado diferentes aproximaciones para tener una estimación más cercana del fenómeno más allá de los escuetos datos oficiales, de este modo, en un gran estudio retrospectivo desarrollado con adultos respecto de sus experiencias de abuso en la infancia, Finkelhor (1979) encontró que el 34 % de las mujeres y el 39 por ciento de los hombres recordaba haber tenido en su infancia una “relación” o “encuentro” sexual con alguien cinco o más años mayor, y que coincidía con los criterios clínicos para tipificar (dicha experiencia) de abuso sexual. En otro estudio Fromuth et al., 1991 y Ageton, 1983 sugieren que alrededor del 3 % del total de los adolescentes varones han cometido actos de abuso sexual, mientras que Abel et al., (1985) encontró que aproximadamente el 50 % de los delincuentes sexuales adultos reportó a través de autoregistros que comenzaron su conducta ofensiva sexual durante sus años como adolescentes. Las mejores estimaciones desarrolladas por especialistas como Becker ,Kaplan, Cunningham Ratner y Kavoussi sugieren que el 20% de las violaciones y entre el 30% y 50 por ciento de los abusos sexuales es perpetrado por adolescentes hombres. Teniendo en cuenta este tipo de resultados de la las investigaciones es posible presumir que entre un 25 y un 33 % del total de las agresiones sexuales a niños, niñas y grupo de pares involucra a jóvenes (sobre todo los adolescentes) en calidad de autores.

¿Cómo un joven llega a agredir sexualmente? Dentro de las teorías que tienen más aceptación está el modelo traumatogénico de Finkelhor y Brown (1986) que entrega una mirada a los nefastos efectos del abuso sexual y el maltrato grave y cómo se organiza una dinámica que lleva a niños maltratados a abusar sexualmente de otros, como parte de la propia respuesta (traumática) a su experiencia de abuso. Para los modelos explicativos no criminógenos, la base de la concepción respecto a la etiología de la ofensa sexual juvenil es diferente, como plantea Venegas R. (2009) los chicos y chicas que cometen violencia sexual hacia sus pares presentarían un déficit de identidad narrativa, o en otras palabras la autoconstrucción de sí Mismos está mal adaptada a su ecología social, estos jóvenes carecerían de los conocimientos, actitudes y recursos necesarios para llevar una vida satisfactoria y para satisfacer sus necesidades pro sociales. y por ello, si bien, identifican los valores y bienes sociales a alcanzar (intimidad, afecto, poder), fallan en el camino para lograrlos. Por otra parte, Skuse et al., (1997) trabajó en un modelo que intenta explicar la conducta abusiva independiente de la historia de victimización sexual, mediante el concepto de “factores de riesgo”, esto es, un agregado de variables indepen-


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dientes pero sumativas , que en su conjunto pueden llevar a la conducta agresiva sexual. Skuse identifica como factores ser víctima de violencia física; presenciar actos de violencia física; falta de cuidado durante la infancia, presencia de rechazo familiar de su familia. Todo ello conjugado con un entorno que entrega posibilidades de agredir aumenta las probabilidades de gatillar una agresión sexual.

Caracterización de los jóvenes ofensores sexuales Los jóvenes que agreden sexualmente presentan una gran diversidad tanto en el tipo de conducta agresiva que presentan, como en las características personales e históricas, por lo que no es fácil poder hacer una caracterización que pueda englobar a la totalidad de los jóvenes con prácticas abusivas. Las investigaciones respecto de las características de los jóvenes ofensores sexuales parecen reflejar que estos presentan una disminución en las habilidades sociales, aislamiento social y altas tasas de ansiedad social tal y como lo muestran los estudios de Shoor et al., (1966); Becker y Abel, (1985); Fehrenbach et al., (1986); Awad y Saunders, (1989). Además, Marshall (1989) ha sugerido que los problemas tempranos de apego emocional pueden contribuir a una incapacidad para establecer relaciones íntimas en la edad adulta y con ello la posterior baja autoestima y la soledad emocional. Un conjunto de investigaciones dan cuenta que los jóvenes ofensores sexuales presentan dificultades escolares, Kahn y Chambers, (1991) en sus trabajos reflejan que los adolescentes estudiados presentaban un retraso escolar promedio entre 2 y 3 años. Respecto de sus propias historias de victimización sexual, O’Callaghan (1994) investigo sus historias, encontrando que entre un 25 % al 60% reconoce la condición de víctimas en la infancia. Una serie de estudios desarrollados por Ryan y Lane, (1997) también sugieren que las familias de estos jóvenes pueden tener una serie de dificultades en cuanto a su estabilidad y la dinámica intrafamiliar, siendo las disfunciones familiares un aspecto destacado continuamente como parte constitutiva del perfil del origen del ofensor sexual adolescente. En el caso de los jóvenes que agreden sexualmente en el contexto chileno nuestras investigaciones apuntan en un sentido similar Venegas R. (2009) en un análisis de 177 casos ingresados a Centro Trafun de la Corporación Paicabi plantea que un aspecto relevante corresponde a la clara diferenciación del porcentaje de ingreso asociado al sexo siendo el 97% de los sujetos hombres. Las edades promedio de ingreso se ubican entre los 10 a 13 años, encontrándose el 90% dentro del sistema escolar al momento del ingreso, pero con un retazo escolar de 1 a 2 años promedio. En relación con la agresión cometida, el 98,6% corresponde a abuso sexual y sólo el 3,2% es tipificado como violación. Respecto a la relación con la víctima el 100% de los jóvenes tienen relaciones de amistad, cercanía, parentesco o conocimiento cercano, alcanzando el 55,7% de los adolescentes un vínculo sanguíneo directo con la víctima. De los grupos familiares se distingue que el 31,5 % son “familias nucleares”, el 24,2% “familias reconstruidas”, 18,9% “familias uniparentales”, 12,6% “familia extensa” y el 12,6% proceden de centros residenciales de SENAME (Servicio Nacional de Menores). En relación a las características familiares más relevantes nos encontramos que se sostiene un patrón familiar con la siguiente estructuración: a) Abuso sexual transgeneracional b) Violencia física y o psicológica actual o histórica c) Parentalización del joven ofensor d) Consumo de drogas o alcohol por las figuras paternas e) Rigidez en los roles f) Vínculos simbióticos del adulto con el niño, y g) Familias multiproblemáticas, donde se observó más de una de estas características.

Jóvenes ofensores. ¿Futuros adultos agresores? Un aspecto relevante y de continua discusión en el espacio público corresponde a las carreras delictivas de los jóvenes que agreden sexualmente a niños, niñas y pares. Una duda razonable por parte del público en general es si, chicos que ofenden sexualmente persisten en las conductas inadecuadas a lo largo de su historia vital.

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Lo que sabemos con base en los estudios retrospectivos con agresores sexuales adultos encarcelados es que un porcentaje significativo de ellos presentaban sus primeras ofensas sexuales en la adolescencia. Sin embargo, existe evidencia controvertida respecto de si todos los jóvenes ofensores persisten en trayectorias criminógenas de carácter sexual, que se observa en los trabajos de Abel y Osborne (1992); Smallbone y Wortley (2004). Las investigaciones, basadas principalmente en estudios norteamericanos, sugieren, que la gran mayoría de estos adolescentes no progresan en el proceso delictivo para convertirse en adultos agresores sexuales ATSA, (1997). No obstante, es un tema en pleno desarrollo donde la tendencia actual es considerar que más que “los jóvenes ofensores sexuales¨ como un todo, existe un subgrupo específico de jóvenes con importantes factores de riesgo de desarrollar trayectorias de agresiones sexuales de modo persistente a través de toda su vida. Al desarrollar estudios comparativos entre jóvenes ofensores y población no agresora sexual, se identifican un mayor número de conductas antisociales en relación al grupo control. En una investigación de seguimiento por más de 7 años luego de alcanzar la edad adulta a un grupo de 303 adolescentes ofensores sexuales Ian A. Nisbet, Peter H. Wilson, y Stephen W. Smallbone (2004) identificaron que el 61,3% de los sujetos recibieron condenas por delitos no sexuales en la edad adulta y 25 (9%) llegó a la policía por denuncias de presuntos delitos sexuales, de los cuales 14 (5%) recibieron condenas por estos delitos. En un interesante estudio prospectivo con 300 jóvenes agresores sexuales, quienes fueron seguidos por un período entre 3 y 6 años luego de alcanzar la edad adulta, Donna M. Vandiver (2006) encontró que tan sólo 13 de ellos fueron re arrestados por delitos sexuales, pero más de la mitad presentaban conflictos con la justicia por delitos no sexuales. El estudio realizado por Rubinstein et al., (1993) siguiendo a jóvenes ofensores durante 9 años post ofensas y ya adultos arrojó una tasa del 37% y la reincidencia para delitos no sexuales en el mismo grupo vario el 35% a 54%. Las investigaciones realizadas por Sipe et al. (1988) encontraron que un 9,7% de164 jóvenes ofensores sexuales seguidos volvieron a cometer delitos sexuales. Finalmente, un grupo de investigaciones organizadas en torno a la criminología del desarrollo o del ciclo de vida de la delincuencia entregan antecedentes relevantes respecto de la reincidencia sexual de adultos que iniciaron sus delitos sexuales en la adolescencia, así por ejemplo, la investigación de Kahn y Chambers (1991) y Rubinstein et al., (1993), mostró que entre el 8% y 37% de los sujetos estudiados volvían a delinquir sexualmente. Por su parte Smith y Monastersky, 1986; Rasmussen, (1999) plantea que entre el 35% a 54% de su muestra de estudio siguen con conductas delictivas, pero de carácter no sexual. Si bien, falta bastante investigación al respecto, se estima con cierto consenso conservador que aproximadamente el 10% de todos los jóvenes que ofenden sexualmente presentan un patrón persistente de violencia sexual hacia niños y niñas en la vida adulta, lo que incluye agresiones sexuales intrafamiliares, incestos, abusos sexuales/violación a niños/as del entorno cercano y Explotación Sexual Infantil (ESCI). Sin ser excluyente, ni taxativo el estado de las investigaciones nos dan cuenta que aquellos que pertenecerían a este 10% responde a alguno de los siguientes “perfiles” adolescentes. a). Patrón de preferencias sexuales específicamente hacia niños y niñas: En algunos sujetos adolescentes es posible identificar rasgos tempranos de interés sexual persistente en niños y niñas prepuberes, con un patrón organizado de excitación sexual, fantasías, y conductas orientadas con relativa exclusividad hacia niños/as. Para este grupo de sujetos la definición de pedofilia puede no ser la más adecuada en tanto no se dan de manera completa los criterios requeridos en el DSM IV TR1. Sin embargo, existe la posibilidad

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Edición vigente del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica de los Estados Unidos (American Psychiatric Association).


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que el patrón sea sostenido en el tiempo y se complemente o enriquezca con otras parafilias y/o preferencias hebefílicas. b). Patrón de apego inseguro: Marshall; Smallbone y Dadds, Ward, Hudson y otros investigadores, plantean que, desde una perspectiva de desarrollo, un patrón estable y fijado de apego inseguro puede reducir en el joven y en futuro adulto, las posibilidades de regulación emocional, aumentando la dificultades de interacción social, favorecer la soledad emocional, ampliando las dificultades de vinculación con pares del mismo sexo o del sexo opuesto. Además puede implicar una disminución de la capacidad de cortejo que conllevaría la búsqueda de la satisfacción de deseos sexuales en poblaciones que no opongan resistencia o sean fácilmente dominables, que no afecten su autoestima disminuida, con bajas expectativas sexuales como son los prepuberes. En investigaciones retrospectivas con adultos agresores sexuales de niños y niñas, se ha identificado de manera consistente la presencia de relaciones de apego inseguro, factores que también son identificados en jóvenes ofensores sexuales. c). Desde el modelo de los factores de riesgo/protección: Existe un grupo de jóvenes que presentarían una mayor probabilidad de reincidencia en la medida que un conjunto de factores son sostenidos a través del tiempo, entre estas variables destacan: 1. Intereses sexuales desviados: Los adolescentes que han ofendido sexualmente y quienes presentan interés sexual en niños/as preadolescentes con o sin violencia sexual presentan un incremento del riesgo de volver a cometer conductas agresivas sexuales. (Worling y Curwen, 2000). 2. Presencia de sanciones anteriores por ofensas sexuales: En un estudio retroactivo, se encontró que adolescentes con más de una condena por asalto sexual habían sido evaluados con un alto índice de probabilidad de agresión antes de su última ofensa (Schram et al., 1992). 3. Agresiones sexuales a más de una víctima: Rasmussen (1999) encontró que el número de asaltos a víctimas de género femenino aumenta la probabilidad de nuevas agresiones de carácter sexual. Langstroms (2002) y Worling (2002) de manera independiente, reportaron resultados similares en tanto que, adolescentes que habían cometido agresiones sexuales a varias víctimas presentaban una mayor probabilidad de ser encarcelados o sancionados por nuevos delitos sexuales. 4. Aislamiento social: Langström y Grann (2001) encontraron que los adolescentes con significativas limitaciones sociales presentaban tres veces más probabilidades de volver a ser condenados por delitos sexuales. 5. Presencia de tratamientos anteriores no finalizados: Existe un consistente número de estudios que revela que los jóvenes que no participan en ningún programa especializado de intervención frente a su agresión sexual tienen más probabilidad de reincidir que aquellos que sí han participado. 6. Ofensa sexual a personas desconocidas: Smith y Monastersky (1986) y Langstrom (2002) llegaron al mismo resultado en tanto que la selección de desconocidos como víctimas estaba moderadamente asociado con nuevas revictimizaciones. d. Matriz de violencia: Epps (1997) detectó que los jóvenes sin supervisión de adultos, con acceso a pornografía y a potenciales víctimas incrementaban el riesgo de agredir sexualmente en comparación con otros adolescentes.

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Ross y Loss (1991) encontraron que los adolescentes con baja supervisión y con acceso a potenciales víctimas presentaban más alto riesgo de reofensas sexuales. La noción de joven ofensor sexual esta imbricada en su génesis a una matriz de violencia más amplia que involucra al sistema familiar (experiencias de victimización de carácter físico, psicológico, negligencia, frialdad emocional), el sistema social (entregando justificaciones a las ofensas sexuales, patriarcado) y de grupo de pares (quienes pueden reforzar la conducta o las creencias erróneas respecto de los niños, las mujeres y su propia hombría y valía).

Programas de Intervención con jóvenes ofensores

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Frente a los datos presentes asociados a la reincidencia de diferentes grupos de jóvenes con conductas agresivas sexuales, el alto nivel de daño que causan a sus víctimas y el significativo impacto social de los delitos sexuales, en particular cuando son cometidos hacia niñas/os es que emergen en diferentes partes del mundo centros de intervención /tratamiento orientados al manejo de las conductas agresivas sexuales. Un ejemplo de programas de tratamiento para niños y niñas y jóvenes que agreden sexualmente es el Centro Trafun de la Corporación Paicabi. Hacia el año 2000 comienza a ser patente en los proyectos de maltrato de la Corporación Paicabi la continúa alza de víctimas de delitos de connotación sexual cuyos perpetradores corresponden a otros niños o jóvenes del mismo círculo familiar. En ese contexto, surge la idea de proyectar un Centro cuya responsabilidad sea la intervención terapéutica temprana con jóvenes que han desarrollado conductas agresivas de carácter sexual entre los 10 y 17 años. Dicha instancia se constituyó hacia el 2003 con el nombre de Centro Trafun y desde entonces hasta la fecha ha atendido a más de 177 jóvenes y sus familias derivados desde Tribunal de Menores, Fiscalías Locales, Tribunal de Familia, y red SENAME V región, entre otras instituciones. El principal objetivo del Centro Trafun de la Corporación Paicabi es la disminución y en lo posible, la interrupción de la conducta ofensiva sexual que el joven presenta al momento de ingresar al programa, como también prevenir el riesgo de reincidencia, a través de la identificación de los factores de riesgo asociado a la delincuencia sexual juvenil y la potenciación de los factores protectores claves. El diseño contempla características particulares como es su definición en tanto programa psicosocial, de tipo ambulatorio, conceptualmente ecosistémico, basado en los conocimientos empíricamente elaborados asociados a las ofensas sexuales juveniles, centrado en el joven y su adulto/s significativos, sin perder la perspectiva de la víctima y que apuesta por la restitución de derechos vulnerados en los casos que corresponda. Ello ha conllevado a que el andamiaje de la intervención del Centro Trafun presente varias perspectivas como un modo de integrar al menos dos niveles: s El proyecto desarrolla un Modelo ecológico: El concepto principal del modelo ecológico (Bronfenbrenner (1987) explicita que los ambientes naturales son la principal fuente de influencia sobre la conducta humana. Ello implica afirmar que el funcionamiento psicológico de las personas tiene un componente significativo en la interacción de ésta con el contexto físico, social y psicosocial que lo rodea. 1. Microsistema: Es el nivel más cercano al sujeto, e incluye los comportamientos, roles y relaciones característicos de los contextos cotidianos en los que éste pasa sus días, es el lugar en el que la persona puede interactuar cara a cara fácilmente, como en el hogar, el trabajo, sus amigos, es en este espacio donde la terapia individual y grupal ocupa un espacio central en la modificación de distorsiones cognitivas, desarrollo de autoestima, empatía, desarrollo de la asertividad, responsabilización de las ofensas sexuales y restitución a la víctima entre otras.


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2. Mesosistema: Responde a los espacios donde se desarrolla la interacción (familia, trabajo y vida social). Esto implica representar la interacción entre los diferentes ambientes en los que está inmerso el sujeto. En el caso del adolescente agresor sexual incluye al adulto significativo, al grupo familiar, el colegio y la familia extensa, con ello se pretende entregar pautas de orientación hacia la modificación de patrones familiares transgeneracionales definir normas y límites específicos condensados hacia el joven, fortalecer ciertas dinámicas comportamentales del joven y colaborar en la construcción de una red de contención social (emocional pero también física en algunos casos) para el joven. 3. Ecosistema: Implica varios posibles espacios de convivencia que no incorporan al sujeto directamente, no obstante, lo que pase en dichos espacios afecta de manera indirecta el desarrollo del individuo (lugar de estudios, la pareja, grupos de amigos de la pareja, etc...). Con ello se destaca la labor dentro del Centro dirigida al colegio y la incorporación del joven a otros grupos potenciadores de competencias sociales. El Programa Trafun, a la fecha presenta significativos logros, que van desde las invitaciones a dar conferencias en otros países, como capacitaciones dentro del país, colocando la temática para el conocimiento de los profesionales de las ciencias sociales. Tal vez el mayor logro pasa por las bajas tasas de reincidencia del Centro con menos de un 3% de casos de los177 casos atendidos a la fecha y que lo coloca dentro de las líneas esperables de resultados para esta temática (con el perfil de usuario del Centro) a nivel internacional.

Discusión Los datos existentes nos plantean que no es posible establecer una relación causal entre el joven que ejerce prácticas de agresión sexual y el riesgo de actuar como un futuro adulto agresor sexual, lo que hemos visto es que hay poca evidencia que permita proyectar que un joven que agrede tempranamente a niños y niñas puede entrar a una escalada de ofensas sexuales que cubra desde la juventud hasta la adultez. Lo anterior nos hace revisar los conceptos más popularmente conocidos respecto de la naturaleza de las ofensas sexuales a niños y niñas. Como hemos comentado, el mayor porcentaje de responsables de dichas agresiones no corresponde, a la de un sujeto con una carrera criminal de delitos sexuales. Por el contrario, los datos existentes demuestran que los ofensores sexuales de niños y niñas corresponden a personas que no cuentan con significativos historiales de ofensas anteriores, sino que, en términos generales a figuras conocidas, padres, tíos, abuelos, quienes lejos de presentar patrones parafílicos, presentan historias de maltrato infantil, dinámicas familiares disfuncionales y presencia de significativas distorsiones cognitivas que permiten justificar y sostener la ofensas. En relación al comercio sexual infantil es sostenible la misma situación, si bien el concepto de explotador sexual puede tener una serie de caracterizaciones diferentes, y su definición no está exenta de dificultades, pues involucran normas legales, tradiciones culturales y acepciones técnicas diferentes. Pero en general se considera al explotador sexual infantil como un sujeto que utiliza de manera indebida una gradiente de poder (físico, psicológico, social económico) sobre un niño o niñas (generalmente considerado como una persona menor de 18 años) para su beneficio o placer personal en el espacio sexual. El explotador sexual comercial infantil involucra a una persona que puede desarrollar indistintamente dos grandes dimensiones de conductas, por una parte, el que no teniendo contacto sexual directo con los niños/as los utilizan para obtener beneficios económicos, siendo ellos “intermediarios” que facilitan u organizan actividades y contextos donde adultos tienen interacción sexual con niños y niñas. Por otra, implica al sujeto que directamente accede sexualmente o utiliza a niños y/o niña para satisfacer un deseo sexual y que, aprovechando la gradiente

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de poder a su favor realiza una transacción económica (en dinero, especies, u otra forma de “compensación” al niños o al intermediario) en el proceso. En ambos casos, si bien un grupo puede haber presentado una escalada de abuso sexuales, hay poca información para sostener que constituyan delincuentes sexuales seriales o de carrera delictiva sexual. Las investigaciones en este ámbito refuerzan la idea de estar delante de sujetos sin patologías psicológicas /psiquiátricas relevantes, pero que explotan sexualmente a niños/as sea por “factores económicos”, los niños y niñas son más “baratos” dentro de la cadena de explotación en comparación con adultos/as a quienes pagar por servicios sexuales; “factores sanitarios” frente a la difundida falacia de la inmunidad de niños/as al VIH/SIDA o a otras enfermedades de transmisión sexual y “factores de intercambio” en la medida que el acceso sexual es parte de una tratativa no por dinero sino que, por protección, bienes y/o servicios a la familia del niño/a. En cada uno de estos casos nos encontramos con una enorme racionalización, justificaciones de diverso índole, construcciones de las relaciones de género patriarcales y una invisibilización de la diferencial de poder sobre el joven o niño. Sin embargo, al menos en Chile, las características de los explotadores sexuales de niños, la construcción de perfiles criminales y su carrera criminógena se encuentra aún en fases iniciales de desarrollo. Estando muy alejados del conocimiento esperable para una temática de alto impacto ético y social.

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INFORME ALTERNATIVO1 relativo a la venta de los niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía ECPAT México Introducción

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arte de la información presentada en este documento se basa en el diagnóstico Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes. Una Aproximación Nacional sobre las acciones tomadas en México en materia de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes realizados entre el 2008 y el 2009 por ECPAT México en colaboración con ECPAT International. Para esto, se realizaron mesas de trabajo en cuatro regiones del país con la participación de investigadores, instancias públicas, legisladores y organizaciones de la sociedad civil para el análisis de la situación específica en cada región relativa a los marcos legales, políticas públicas específicas, investigaciones y buenas prácticas relacionadas a la ESCNNA en cada estado de la República Mexicana. Asimismo, se utilizó el Informe Global de Monitoreo de las acciones en contra de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes de México2. Elaborado por ECPAT International, que proporciona una línea base de información sobre las medidas adoptadas y las acciones aun necesarias para hacer frente a la ESCNNA teniendo en cuenta el marco establecido por la Agenda para la Acción de los Congresos Mundiales contra la ESCNNA (1996, 2001 y 2008).

Información general A pesar del reconocimiento de la existencia de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA) en México, no hay estadísticas que informen

Representación local de la Red Internacional ECPAT (End child prostitution, child pornography and trafficking of children for sexual purposes), con sede central en Tailandia y con presencia en más de 75 países. ECPAT posee estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas y en el Comité de los Derechos del Niño. Sede en México, EDIAC. Tallo núm.2 A 304 Col. San Pablo Tepetlapa, México D.F. 04630 Coyoacán. 1

El presente trabajo es una síntesis del Informe Alternativo al Informe inicial presentado por los Estados Unidos Mexicanos al Comité de los Derechos del Niño con arreglo al Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niños relativo a la venta de los niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Elaborado por ECPAT International y ECPAT México en Abril de 2010; el informe completo puede ser consultado en: www.ecpatmexico.org.mx 2 ECPAT International. Informe Global de Monitoreo de las acciones en contra de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes de México. 2006


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sobre su extensión. Esto es resultado de la carencia de un sistema integrado y formalizado que permita cuantificar el problema de la explotación sexual. El Informe inicial presentado por el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos menciona algunas cifras, pero estas estimaciones son muy dispares, reflejan diferentes concepciones y representan a diferentes grupos. Por ejemplo, la investigación nacional sobre la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en México que estima en 16 mil el número de víctimas, fue realizada con base al número de casos reportados en la prensa entre 1998 y 2000, data del año 2000. Sin embargo, el Relator Especial de la ONU contra la Venta de Niños, la Pornografía y la Prostitución Infantil, alertó en su visita en 2006 que en México podría haber cerca de 80 mil niñas y niños explotados sexualmente en las ciudades principales3. El poco conocimiento que se tiene sobre la ESCNNA se refleja en la falta de información y acciones concretas para cada modalidad del fenómeno. Por lo tanto, es necesario un estudio que permita entender la situación actual y evaluar el progreso realizado por el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos en reducir la incidencia de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes. Se resalta la carencia de metodología científica actualizada para estimar cifras de la ESCNNA a nivel nacional. Se menciona que ninguna institución cuenta con datos precisos sobre las víctimas de ESCNNA y que se tiene un empleo inadecuado del término explotación sexual. Por otra parte, al momento no se han realizado investigaciones que profundicen sobre la Explotación Sexual Comercial de Niños y Adolescentes varones. ECPAT International y ECPAT México recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos establecer un sistema permanente de recolección de datos a nivel nacional y la ejecución de un estudio cuantitativo sobre la extensión de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes que alimente decisiones en torno a políticas públicas e intervenciones relacionadas. Al momento se cuenta con datos provenientes de investigaciones de pequeña escala de las cuales es difícil extrapolar el número total de víctimas. Asimismo, estos datos no incluyen información desagregada sobre niños y adolescentes víctimas que estén siendo atendidos (Mexicanos y extranjeros).

México es visto a nivel mundial como destino de turismo sexual. El problema afecta a los grandes polos turísticos del país como Tijuana, Cancún y Acapulco, que es conocido como “el Bangkok de Latinoamérica”. Según una investigación realizada en el 2003, estas ciudades acogen a miles de niños, niñas y adolescentes atrapados en prostitución, en su mayoría explotados por turistas provenientes de Estados Unidos y demás países desarrollados4. Niños, niñas y adolescentes en situación de calle son uno de los grupos particularmente vulnerables a las técnicas de captación y al abuso por parte de turistas. Según ECPAT México, las Secretarias de Turismo, tanto a nivel local como a nivel federal han sido particularmente indiferentes en cuanto a la prevención de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en el sector de viajes y turismo. No solo han negado su existencia en territorio nacional o por nacionales en territorio extranjero, sino también han hecho caso omiso de las acciones emprendidas a través del Código de Conducta para la prevención de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en el Sector de Viajes y Turismo. Las estadísticas de la Policía Federal Preventiva (PFP) de México, señalan que la explotación sexual de niños/as y adolescentes a través de Internet ocupa el tercer lugar en la lista de delitos cibernéticos, sólo antecedida por los fraudes y las amenazas. Además, afirma que los sitios en la red incrementan a ritmos acelerados. Mientras en enero de 2004 se registraron 72 mil 100 sitios de pornografía sexual de menores de edad, a inicios del 2006 ya existían más de 100 mil sitios. Además, México es

3 Grupo Parlamentario del PRI. Discurso de la Diputada Yolanda de la Torre Valdez. http://www.diputadospri. org.mx/res 01/oldsite/prensa.php?accion=texto&noticia=1166 4 ECPAT International. 2006. Op., cit.

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considerado segundo país a nivel mundial con mayor producción de pornografía infantil, también referida como imágenes de abuso y/o Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes5. A pesar de estos datos, no se cuenta con investigaciones a nivel nacional sobre turismo sexual ni sobre pornografía e imágenes de abuso sexual de niños, niñas y adolescentes. Teniendo en cuenta la limitada información disponible, es imperante contar con datos actualizados sobre cuáles son los grupos más vulnerables de niños, niñas y adolescentes en relación a su explotación en prostitución, pornografía, trata y turismo. Investigaciones realizadas en diferentes ciudades del país revelan marcadas diferencias en las estrategias utilizadas por proxenetas y explotadores, las cuales se adaptan a patrones culturales presentes en las comunidades a las que pertenecen las víctimas (por ejemplo, robo de novias, criadazgo, etc.)6.

Marco jurídico mexicano Leyes y normas que sustentan la aplicación del Protocolo Facultativo En febrero de 2007, se reformaron por decreto diversas disposiciones del Código Penal Federal, del Código Federal de Procedimientos Penales y de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada en materia de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. Los cambios incluyeron adiciones y derogaciones y penas más severas para los explotadores7. Los siguientes párrafos presentan un análisis de la legislación federal que tipifica las conductas delictivas respecto de la pornografía infantil, prostitución, venta y trata de niños, niñas y adolescentes con propósitos sexuales y de la Explotación Sexual Comercial en el sector viajes y turismo.

Pornografía infantil / imágenes de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes 164

No existe una ley específica sobre la producción, la venta o la distribución de material pornográfico de niños, niñas y adolescentes; el Código Penal Federal es aplicable en esta materia. El Código Penal Federal contempla en el artículo 202 que: “comete el delito de pornografía de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, quien procure, obligue, facilite o induzca, por cualquier medio, a una o varias de estas personas a realizar actos sexuales o de exhibicionismo corporal con fines lascivos o sexuales, reales o disimulados, con el objeto de video grabarlos, fotografiarlos, filmarlos, exhibirlos o describirlos a través de anuncios impresos, transmisión de archivos de datos en red pública o privada de telecomunicaciones, sistemas de cómputo, electrónicos o sucedáneos8.” Esta definición cumple con la enunciada en el Protocolo Facultativo (artículo 2) en relación con la pornografía de niños, niñas y adolescentes aunque no está claro si se incluye prohibiciones a grabaciones en audio de abuso sexual de niños, niñas y adolescentes. El artículo 202 penaliza: a quien fije, imprima, video grave, fotografíe, filme o describa actos de exhibicionismo corporal o lascivos o sexuales, reales o simulados, en que participen una o varias personas menores de dieciocho años de edad o una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo, se le impondrá la pena de siete a doce años de

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Senado de la República. Del Senador Adolfo Toledo Infanzón, del Grupo Parlamentario del PRI, la que contiene punto de acuerdo en contra de la pornografía infantil vía Internet. Gaceta Parlamentaria. No. 21. Año 2006. Consultado: http://www.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/?sesion=2006/11/16/1&documento=30. 6 Para más detalle sobre estas investigaciones, ver: Explotación Sexual Comercia de Niñas, Niños y Adolescentes. Una Aproximación Nacional. ECPAT México. 2009. Páginas 105 a 120. 7 Relator Especial sobre la ESCNNA, A/HRC/7/8/Add.2, 2008. 8 SRE, Derechos Humanos: Agenda Internacional de México No. 133, Julio 2009. Consultado en enero 2010, http://portal.sre.gob.mx/oi/pdf/dgdh133.pdf


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prisión y de ochocientos a dos mil días multa, así como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito. La misma pena se impondrá a quien reproduzca, almacene, distribuya, venda, compre, arriende, exponga, publicite, transmita, importe o exporte el material a que se refieren los párrafos anteriores.

El artículo 202 – Bis estipula penas para la mera posesión de pornografía de niños, niñas y adolescentes: quien almacene, compre, arriende, el material a que se refieren los párrafos anteriores, sin fines de comercialización o distribución se le impondrán de uno a cinco años de prisión y de cien a quinientos días multa. Asimismo, estará sujeto a tratamiento psiquiátrico especializado. Es importante recalcar que los artículos 202 y 202 Bis no criminalizan el consumo y el acceso a materiales de pornografía de niños, niñas y adolescentes. El Código Penal Federal tampoco criminaliza el fenómeno de «grooming» (atracción o preparación) de niños, niñas y adolescentes en Internet, crimen directamente relacionado con la pornografía de niños, niñas y adolescentes en Internet. Ciertos abusadores utilizan imágenes pornográficas de niños, niñas y adolescentes o de adultos para reducir la inhibición de los niños, niñas o adolescentes con el fin de incitarles a tomarse fotos o videos con contenido sexual. En algunos casos, estos materiales son luego utilizados por el abusador para chantajear a la víctima. Asimismo, la responsabilidad legal debe extenderse a personas jurídicas, como proveedores de servicio de internet, compañías de teléfono celular, motores de búsqueda por internet, cibercafés entre otras, en caso de involucración en la producción o diseminación de estos materiales. La ley también debe contar con provisiones para asegurar la identificación, apoyo y atención especializada a víctimas de estos delitos. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan a las autoridades mexicanas resolver este vacío legal para asegurar la tipificación de todos los delitos relacionados a la pornografía de niños, niñas y adolescentes.

Por otra parte, el Código Federal de Procedimientos Penales en su artículo 278 bis, obliga a las empresas concesionarias y de servicios de telecomunicaciones o de Internet a colaborar con las autoridades para la obtención de pruebas. Este artículo cumple con el contenido de la Declaración y Llamado a la Acción de Rio de Janeiro, en relación con la investigación de casos de pornografía infantil. Dentro de los avances legislativos correspondientes relativos al uso de niños, niñas y adolescentes en pornografía, resalta el que la ley incorpore como pena el decomiso de objetos, instrumentos y productos del delito y la sanción a quien realice actos sexuales o de exhibicionismo corporal. Sin embargo, desde una revisión crítica del lenguaje utilizado se destaca que el empleo de términos como “a sabiendas” brinda herramientas jurídicas a las personas que cometen este ilícito para evitar una sentencia que conlleve sanción.

Prostitución de niños, niñas y adolescentes El Código Penal Federal en su artículo 204 trata del lenocinio de personas menores de 18 años de edad. La sanción de este delito conlleva una pena de prisión de ocho a quince años y multa de 1,000 a 2,500 días de salario mínimo vigente. La definición del delito parece en general conforme al artículo 2 del Protocolo Facultativo. Sin embargo, en el artículo 204 - fracción I que sanciona a la persona que explote el cuerpo de un niño / una niña por fines sexuales, no tipifica en forma diferenciada la utilización del niño o niña en actividades sexuales, sea realizada a cambio de una remuneración (dinero) o de otra forma de retribución. El artículo 204 - fracción II sanciona a la persona que facilita la prostitución de menores (proxenetas) y el artículo 204 - fracción III condena a las personas que regenten, administren o sostengan lugares donde se explota la prostitución de personas menores de edad. Es importante recalcar que el artículo 204 no sanciona específicamente el hecho de ofrecer, solicitar, obtener, o proporcionar un niño, niña o adolescente con fines de prostitución. Por eso no cumple integralmente con el articulo 3 b) del Protocolo Facultativo.

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ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos de México hacer las adecuaciones pertinentes para cerrar este vacío tipificando la figura del cliente de prostitución de niños, niñas y adolescentes, incluso si el perpetrador desconoce la edad de la víctima. De igual manera es preponderante incorporar en el Código Penal Federal el delito de venta de niños, niñas y adolescentes en los términos del Protocolo Facultativo. ECPAT International y ECPAT México recomiendan a los Estados Unidos Mexicanos que los delitos relacionados con los niños, niñas y adolescentes sean agrupados en un solo título sin equipararlos con Personas que no tienen Capacidad para comprender el Significado del Hecho o de Personas que no tienen Capacidad para Resistirlo.

Venta y trata de niños, niñas y adolescentes con fines sexuales

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México adoptó la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas en el 2007. La ley tiene una visión de Derechos Humanos al garantizar el respeto de las víctimas y posibles víctimas, la protección, atención y asistencia a la víctima. El artículo 5 brinda protección a los niños, niñas y adolescentes contra la trata de personas en forma cabal, ya que esta definición esta armonizada con el artículo 3 del Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. El artículo 5 de la Ley estipula que: comete el delito de trata de personas quien promueva, solicite, ofrezca, facilite, consiga, traslade, entregue o reciba, para sí o para un tercero, a una persona, por medio de la violencia física o moral, engaño o el abuso de poder para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes. Cuando este delito sea cometido en contra de personas menores de dieciocho años de edad, o en contra de quien no tenga capacidad para comprender el significado del hecho o capacidad para resistirlo no se requerirá acreditación de los medios comisivo. Sin embargo, el artículo 5 no incluye una definición del concepto de explotación sexual. Según el artículo 6 - fracción II de la Ley, la sanción de este delito conlleva una pena de nueve a dieciocho años de prisión y de 750 a 2,250 días multa, si el delito es cometido en contra de una persona menor de dieciocho años de edad. La pena con agravantes mayores contempla un incremento de hasta una mitad, es decir, hasta 27 años de prisión y 3,375 días multa. A pesar de que esta ley sobre trata esta en concordancia con los estándares internacionales estaduales tendrán prioridad. Según ECPAT México, en cuanto a la armonización de las leyes estatales con la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas al 2010, 25 Estados y el Distrito Federal (sobre 31 estados) han hecho reformas a sus Códigos Penales para sancionar la trata de personas (Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chihuahua, Coahuila, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y el D.F.). Sólo 3 Estados y El Distrito Federal cuentan con una Ley especial de Trata de Personas, Chiapas, Distrito Federal, Tabasco y Tlaxcala. Los Estados que no han hecho reformas en sus códigos penales y no tienen ley son: Veracruz, Tamaulipas, Querétaro, Hidalgo, Sinaloa y Yucatán. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos a asegurar la armonización y homogeneización de las leyes estatales referente a la trata de personas con la ley federal tomando en cuenta contradicciones generadas por la falta de coherencia entre la ley estatal contra la trata de personas y la ley federal, la falta de claridad en términos de jurisdicción, debilitan el sistema también, lo dispuesto en el Protocolo Facultativo. Los vacíos legales y las de respuesta legal contra las personas involucradas en la trata de niños, niñas y adolescentes en México. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos asegurar que los niños, niñas y adolescentes víctimas de la trata con fines sexuales reciban protección y asistencia especializada en todos los estados e inde-


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pendientemente de si la víctima accede a entablar juicio a sus tratantes. Es necesaria la creación de centros de atención con modelos de intervención específicos para niños, niñas y adolescentes víctimas de la explotación sexual comercial, que cuenten con personal altamente calificado para su funcionamiento. Asimismo, es necesario que cuenten con financiamiento público suficiente para ser operados sistemáticamente y que su labor se haga en colaboración con organizaciones de la sociedad civil. También, es preciso asegurar servicios adecuados y profesionales a niños, niñas y adolescentes en el proceso judicial y en las investigaciones a través de la formación sistemática de los equipos que intervienen en los procedimientos jurídico-penales que involucran a niños, niñas y adolescentes.

En el 2008 se crea la Fiscalía Especial para los Delitos de la Violencia contra las Mujeres y la Trata de Personas9. Esta unidad tiene por objeto aplicar el mandato establecido por el decreto federal, para crear la estructura administrativa necesaria, dado el carácter federal de la delincuencia de la trata. A pesar de estos esfuerzos, solo se tiene 1 sentencia condenatoria (enero 2010) por este delito, siendo que 38 causas fueron abiertas desde el 200810. Organizaciones no gubernamentales y otros observadores continúan informando que la corrupción entre los funcionarios públicos, especialmente la policía local y personal de migración, se considera un problema. Se ha reportado casos de funcionarios que supuestamente aceptaron sobornos o extorsiones e incluso servicios sexuales, facilitando la falsificación de documentos de identidad, desalentado a víctimas de la trata a denunciar estos crímenes, o ignorando casos de prostitución infantil y otras actividades relacionadas a la trata de seres humanos con fines sexuales11. ECPAT International y ECPAT México solicitan al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos tomar medidas para asegurar la implementación de la Ley de Prevención y Sanción de la Trata, aumentando la transparencia de las instituciones relevantes y su accountability

Explotación Sexual Comercial de niños, niñas y adolescentes en el sector de viajes y turismo El Código Penal Federal incluye artículos que tratan específicamente del delito de Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes en el sector de viajes y turismo. Según el artículo 203, comete el delito de turismo sexual quien promueva, publicite, invite, facilite o gestione por cualquier medio que una o más personas viajen al interior o exterior del territorio nacional con la finalidad de que realice cualquier tipo de actos sexuales reales o simulados con una o varias personas menores de dieciocho años de edad, o con una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o con una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo. Al autor de este delito se le impondrá una pena de siete a doce años de prisión y de ochocientos a dos mil días multa. El artículo 203 BIS establece penas para el cliente, penalizando a: a quien realice cualquier tipo de actos sexuales reales o simulados con una o varias personas menores de dieciocho años de edad, o con una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o con una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo, en virtud del turismo sexual, se le impondrá una pena de doce a dieciséis años de prisión y de dos mil a tres mil días multa, asimismo, estará sujeto al tratamiento psiquiátrico especializado.

9 Acuerdo A/024/08 mediante el cual se crea la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y la Trata de Personas. 10 El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal condena a 10 años de prisión a Omar Capilla Mastranzo por explotar a una mujer en prostitución en Puebla y el Distrito Federal. La sentencia se otorga bajo la Ley para Prevenir y Erradicar la Trata de Personas, el Abuso Sexual y la Explotación Sexual Comercial Infantil para el Distrito Federal., en: Diario El Sol de Cuatla. Pasará 10 años en prisión por trata de personas. 24 de abril de 2010. (http://www.oem.com.mx/elsoldecuautla/notas/n1609174.htm). 11 United States Department of State. Trafficking in Persons Report – 2009. Country Report on Mexico.

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Si bien ambos artículos son amplios, no llegan a penalizar a los hoteles, moteles y demás medios de alojamiento individuales y colectivos, líneas aéreas y otros transportistas, agencias de turismo, restaurantes y demás comercios que promuevan o faciliten la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes. Otros países de la región (por ejemplo Costa Rica), cuentan con leyes ejemplares que podrían servir de base para fortalecer la protección a niños, niñas y adolescentes asegurando la reparación de las víctimas y la sanción a los explotadores. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Mexicanos reformar los artículos relacionados a la explotación sexual comercial de niños y adolescentes en turismo y viaje a fin de sancionar a entidades del sector privado que por medio de sus servicios y estructuras faciliten y se beneficien económicamente de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. El Código de Conducta para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes frente a la Explotación Sexual en la Industria de Viajes y Turismo es un instrumento de autorregulación y de responsabilidad social corporativa que provee una estrategia para el trabajo mancomunado de gobierno, sociedad civil y sector privado.

Desafíos para la aplicación de leyes y normas en concordancia con el Protocolo Facultativo

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En el diagnóstico realizado por ECPAT México en el 2009, se menciona que se cuenta con un marco legal débil y políticas públicas insuficientes en prevención, atención y combate de la ESCNNA. El marco legislativo dentro del país tiene leyes de distintas generaciones que se encuentran operando al mismo tiempo, lo que vuelve prioritaria la homologación de esta herramienta jurídica. Los vacíos legales son resquicios que permiten que esta problemática vaya en aumento. Además, no se observa una acción decidida del Estado para combatir este tipo de delincuencia y crimen organizado. Más aún, en ocasiones hay una complicidad de las estructuras de seguridad y de la clase política con estas redes criminales. Sirva como ejemplo el caso reportado del Sacerdote de la parroquia de Xalapa en Veracruz, Rafael Muñiz López a quien la policía cibernética le descubre imágenes de bebes y niñas de 6 a 14 años siendo violadas en su computador portátil y a las cuales distribuía desde su parroquia12. A pesar de los avances en la investigación del caso, se detiene el proceso ya que la Arquidiócesis de Veracruz paga fianza para la liberación del sacerdote13. La concesión de fianza es otorgada gracias a la intervención del gobernador Fidel Herrera14. Las modificaciones a la legislación no serán suficientes para erradicar la ESCNNA mientras no se cuente con recursos materiales y disponibilidad de personas para combatir estos delitos. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan la implementación de las leyes sin consideración del rango social o político del criminal o criminales y se debe dejar de proteger a las autoridades involucradas y a los particulares en las redes de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes. Se recomienda la creación de consejos, los cuales deben ser considerados en las leyes de protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes como el instrumento vigilante, sea quien, haga las recomendaciones con carácter de obligatoriedad.

Estrategia general para eliminar la ESCNNA Tal como menciona el Informe inicial del Gobierno de los Estados Mexicanos, México cuenta con un Plan Nacional de Desarrollo (2007 - 2012); el Programa Nacio-

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Noticias. Pornografía Veracruzana. 23 de febrero de 2010. Accesible en: http://www.lydiacacho.net/ El Universal. Iglesia defiende a presunto pedófilo. 23 de abril de 2009. Accesible en: http://www.eluniversal.com.mx/notas/593132.html 14 Noticias. Op., cit. 13


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nal de Derechos Humano (2008 - 2012) y el Programa de Acción Un México Apropiado para la Infancia y la Adolescencia (2002 - 2010). Estos planes apuntan a promover el desarrollo integral de la niñez mexicana. También se destaca el Plan de Acción Nacional para Prevenir, Atender y Erradicar la Explotación Sexual Comercial Infantil ya que es el único plan de acción nacional que se aboca a la protección de niños, niñas y adolescentes ante la Explotación Sexual Comercial, y por tanto contempla acciones específicas necesarias para erradicar este problema y brindar atención especializada a las víctimas. Es importante recalcar que ya en el año 2008 el Plan de Acción Nacional elimina el término “Comercial” de la problemática. Este giro en la política pública nacional es cuestionable porque deja fuera de consideración que en muchas ocasiones la ESCNNA está vinculada al crimen organizado y tiene un fuerte elemento económico. Por otra parte, permite que se genere una confusión con otra problemática que atañe a la niñez, el abuso sexual. La ESCNNA implica una mercantilización extrema de las víctimas y por lo tanto, ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos de México a mantener en la agenda del gobierno a la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes atendiendo a la especificidad del problema. Varias organizaciones de la sociedad civil conformadas en un comité promotor de la Ley, impulsaron consideraciones indispensables para la Ley de Protección a los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes que no fueron incluidas, por ejemplo la creación de un mecanismo de seguimiento y vigilancia. El instrumento legal que se creó señala en el Art. 7 de la elaboración un Programa Nacional Para la Atención de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia que a la fecha no existe. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos considerar la elaboración del Programa Nacional del que se desprendan políticas públicas con recursos financieros asignados y suficientes que cuenten con diagnostico, indicadores, objetivos, metas claras, precisas medibles para su evaluación y medición de su impacto. 169 Asimismo, la Coordinación Nacional para Prevenir, Atender y Erradicar la Explotación Sexual Comercial Infantil no posee los mecanismos ni los recursos económicos suficientes para permitir la implementación del Plan y mantener la continuidad de sus programas. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos la creación de programas continuos de capacitación policial, el establecimiento de protocolos y reglamentos de monitoreo de organismos federales y municipales, y el establecimiento de mecanismos de denuncia seguros y sancionar la corrupción. De igual forma observan y recomiendan la creación y puesta en funcionamiento de centros de atención especializada para niños, niñas y adolescentes víctimas de la explotación sexual comercial.

Presupuesto asignado para la implementación del Protocolo El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Nacional señaló que cuenta con un presupuesto anual de 7 millones de pesos mexicanos para la problemática de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes. Además, cada municipio aporta para la prevención y atención a víctimas y existen otros programas con recursos que cruzan con esta problemática. En contraste y mientras el DIF Nacional destinó, durante el año 2008, 7 millones de pesos de su presupuesto para atender esta problemática en todo el país, tan solo una delegación política del Distrito Federal, invirtió en ese mismo año 92 millones de pesos en la construcción del Centro de Desarrollo Deportivo Tlalpan. El presupuesto a nivel federal que se destina a los programas para atender y erradicar la ESCNNA no cuentan con una partida específica, sino distribuida en cada entidad federativa con acciones alternadas entre las distintas necesidades de la niñez. Esto genera que se vean minimizados los recursos y acciones dirigidas a esta problemática,


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debido a una falta de etiquetación específica. ECPAT International y ECPAT México observan y recomiendan al Gobierno de los Estados Unidos de México disponga recursos fijos para que los planes de implementación que acompañen a estas políticas cuenten con recursos suficientes para tal fin y disponga las medida necesarias para que los planes educativos de la educación básica obligatoria incorporen en su curricula la formación en los derechos de las niñas, niños y adolescentes y en particular en la prevención y protección de la ESCNNA.

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UNA NUEVA VISIÓN PARA LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES víctimas de abuso y explotación sexual1 Maria Eneide Teixeira Vera Lúcia A Anastácio Introducción

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a explotación y el abuso sexual infantil - juvenil son prácticas intolerables; las condiciones peculiares del ser niño o adolescente han sido castigadas por la violencia y la omisión. La violencia sexual excede el límite de la tolerancia. Este es un tema que va más allá de la violencia física y agrede la esencia del alma humana y no respeta la especificidad de la infancia y de la adolescencia, que avanza a pasos agigantados en la destrucción de la identidad del ser niña o niño. Un tema complejo, silencioso, prohibido, manipulado por una falsa moral. Se trata de interfaces complejas, con aspectos moralistas, en un país muchas veces negligente en la protección de sus niños y adolescentes y poco eficaz en sus políticas de prevención y combate a los problemas que afectan de manera permanente. Para hacer frente a estas situaciones Circo de Todo Mundo cree en la fuerza de la participación y movilización de los propios niños y niñas. Son ellos los encargados de construir alternativas que viabilicen la garantía plena de sus derechos, a través de mecanismos de defensa, denuncia y de instrumentos políticos para encaminar y exigir soluciones inmediatas. Con este sesgo, la premissa que proponemos es una actuación en colaboración con el sistema de garantía de Derechos Humanos de niños y adolescentes, donde está insertada la red de atención y protección para este público.

Fundadora y Coordinadora General de la ONG Circo de Todo Mundo, que consiste en las unidades de cuidados para niños y adolescentes en riesgo: Centro de Defensa Helen Greco , el Centro Cultural Circo de Todo Mundo y la Sala del Saber Paulo Freire; Coordinadora en Belo Horizonte del Programa para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección de Adolescentes Trabajadores de la OIT / IPEC; Secretaria Nacional del Movimiento Nacional de Niños y Niñas de la Calle (1996 - 1998 y 2000 - 2002); Coordinadora Estatal en Minas Gerais del Movimiento Nacional por la calle Niños y Niñas Calle; Miembro del Foro Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil; Miembro del Foro Estatal de Lucha contra el Trabajo Infantil y Protección de la Adolescencia - FECTIPA, Miembro del Consejo Estatal de los derechos del Niño y del Adolescente de Minas Geiras; Consejera Consultiva de AMAS - Acción Municipal de Asistencia Social, Ex miembro del Consejo Nacional de los Derechos del Niño y del Adolescente (1995 - 1997). Trabajador Social, Especialista en el área de violencia doméstica contra niños y adolescentes por la Universidad de São Paulo. Colabora en el Progrma de Asistencia Domiciliar del Hospital Infantil Juan Pablo II, la Fundación Hospitalaria del Estado de Minas Gerais. Consultor de la organización no gubernamental Circo de Todo Mundo. 1

Título original: Um Novo Olhar para as Crianças e Adolescentes Vítimas do Abuso e Exploração Sexual. La traducción de este artículo estuvo a cargo de Raúl Caballero Jiménez, estudiante de la licenciatura en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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Luchamos, nos organizamos y nos movilizamos para que niños y niñas de Brasil tengan derecho de ejercitar los sentidos: soñar, imaginar, inventar. De ejercitar el conocimiento de su propia imagen; su cuerpo, su familia, sus amigos, su mundo. De ejercitar el saber, que los hace libres, cultos, políticos, artistas. Niñas y Niños brasileños viven situaciones de abuso y opresión. Son usados como objetos sexuales, son manipulados, oprimidos, amenazados con perder su infancia, su ternura, su encanto, su inocencia, su cuerpo y su identidad. La discusión de esta temática, a partir de una nueva visión propone profundizar el debate sobre diversos ejes: inclusión social, intersectorialidad y red de atención. El objetivo de fortalecer la red de protección y responsabilidad, así como, perfeccionar las prácticas y acciones dirigidas a la atención directa de la niñez y adolescencia vitimizadas, contribuyendo a enfrentar la violencia sexual es el común denominador en la misión de Circo de Todo Mundo y en todas las acciones que desarrolla. El presente artículo busca presentar reflexiones, que contribuyan a terminar con los paradigmas formados anteriormente y traer una nueva visión para los niños y niñas víctimas de abuso y explotación sexual. Abordaremos, así, la importancia de la intersectorialidad, que constituye una concepción que debe informar sobre una nueva manera de planear, ejecutar y controlar la prestación de servicios. Eso significa alterar toda la forma de articulación de los diversos segmentos de la organización gubernamental y de sus intereses.

La intersectorialidad: una propuesta de corresponsabilidad en políticas públicas de atención para la niñez y la adolescencia

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Ante los nuevos esfuerzos y estrategias para combatir la explotación sexual de Niños, Niñas y Adolescentes, es necesario resalta la importancia de una atención más enfática y global, sistémica e integrada de políticas públicas para promover y proteger los Derechos Humanos de los niños y adolescentes. En este sentido, abordamos la importancia de las relaciones intersectoriales, que constituye una nueva forma de planear, ejecutar y supervisar la prestación de servicios para garantizar el derecho de protección de niños y adolescentes. Es en este sentido que la intersectorialidad surge trayendo una nueva lógica, pues busca superar la fragmentación de las políticas, considerando al ciudadano en su totalidad. En esa perspectiva, es interesante resaltar que no es un concepto que engloba sólo las dimensiones de las políticas sociales, también su interface con otras dimensiones. Es la osadía de cambiar, a través de la alianza de todos los que desean incrementar la calidad de vida de la infancia y adolescencia. En este caso, abordamos la protección al niño y adolescente de manera integrada, a través de la articulación de una planificación que integra las acciones y servicios. Pero eso no es suficiente.“Es necesario un nuevo hacer que implique cambios en los valores, de cultura como un fenómeno activo, vivo, a través del cual las personas crean y vuelva a crear los mundos dentro de los cuales viven” (Morgan, 1996). Esa nueva realidad debe ser llevada y discutida en el interior del sistema de protección, en su totalidad. Eso exige que los diversos actores, parte de esa red, se integren, formando un nuevo tejido. Es en este contexto, que la intersectorialidad surge como una práctica social que se construye a partir de la existencia de profundas insatisfacciones, principalmente aquellas que se refieren a la capacidad de las organizaciones sociales para dar respuesta a las demandas sociales y a los problemas complejos del público beneficiario. Esa crítica actualmente produce más efecto y tiene mayor capacidad de estimular alternativas, porque la realidad se fue haciendo más compleja, produciendo problemas y situaciones nuevas que el conocimiento especializado y fragmentado no tiene capacidad para explicar, ni la acción setorial, tiene la capacidad de resolver. Enfatizamos, el concepto de intervención profesional asociada al ejercicio de derechos, donde el Sistema de Garantía de Derechos Humanos de Niños y Adolescentes opera de manera directa. Se trata de la visión completa de los procesos, que ocurren y llevan la definición y solución de los casos. Se trata de la visión completa de los procesos, que ocurren y llevan la definición y solución de los casos.


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Así tenemos que el individuo para disfrutar una vida con calidad, necesita que sus problemas sean tratados en su totalidad y no de forma fragmentada. “El tratamiento de las demandas y de los problemas vivenciados por las personas, requiere una visión integrada de los diversos aspectos/procesos que constituyen su cotidiano (salud, educación, cultura, protección, libertad y autonomía)” (BOUTBO-

GUIGNON, 2001). Por lo tanto, la intersectorialidad consiste en una articulacióno de saberes y experiencias, envolviendo diferentes personas, organismos, departamentos, divisiones y organizaciones, ya que los saberes se encuentran de forma fragmentada. Por otro lado, una actuación intersectorial se caracteriza, también, como una actuación en red, entendida aquí como una intervención continua entre los diversos sectores y actores, que prestan atención al niño y adolescente vitimizado. El uso de la intersectorialidad implica la utilización del concepto de Red. Basado en una abordage intersectorial, percibimos que los problemas del individuo deben ser considerados como un conjunto único, del modo como ellos se presentan en el cotidiano de la sociedad, y que deben ser tratados en su totalidad. Sin embargo, vemos que las problemáticas se presentan de un modo que el Estado o cualquier otra organización, solos y con conocimientos especializados y fragmentados, no consiguen trabajar en una solución para los mismos. En ese punto el concepto de red puede ser útil, ya que tiene como objetivo vincular varios actores en torno a diversos aspectos de un problema en un determinado segmento de la sociedad. Este término sugiere la idea de articulación, conexión, vínculos, acciones complementarias, relaciones horizontales entre compañeros, interdependencia de servicios para garantizar la integralidad de la atención a los segmentos sociales.(BOURBOGUIGNON, 2001) No se consigue hacer nada solo. La brecha existente debe ser conquistada a través del diseño de red. Obtener y comprender que el dominio y fortalecimento de la práctica están en la actuación en red, es el gran desafío. Con este parámetro las acciones propuestas traen beneficio al individuo y a la sociedad. Esta concepción de red, de derechos y de calidad en la atención posibilita la formación de un proceso de transformación. Se busca consolidar el ejercicio de buscar a otros, envolver actores y otros interesados. Se trata de profesionales, ciudadanos, comunidades y políticas que se encuentran y que construyen servicios de asistencia y movimientos de solidaridad y ayuda mutua. Es la consolidación de espacios de conversación y reflexión para la construcción colectiva de nuevos conceptos y nuevos parámetros para la tención de niños y adolescentes víctimas de abuso y explotación sexual.

Consideraciones finales: es posible avanzar El actual escenario brasileño es complejo, marcado por contradicciones, inseguridades, pero también por la búsqueda de soluciones. El diferencial estratégico para los próximos años será la capacidad de movilización, que debe ser fortalecida y estar articulada. Estos deberán proporcionar al niño y adolescente vitimizados una atención, que promueva la construcción y conquista de la ciudadanía. Es un desafío que envuelve a toda la sociedad, a través de la voluntad política, responsabilidad social y la realización de un trabajo articulado e integrado, que se consolida en el cotidiano. Esta es la nueva visión que buscamos, a partir de la actuación de Circo de Todo Mundo, con vista a fortalecer la responsabilidad y hacer frente a la impunidad.

Breve descripción del trabajo del Circo de Todo Mundo El Circo de Todo Mundo está conformado por tres ejes de intervención: la defensa y garantía de los derechos; el estímulo al proceso educativo y formativo y el fortalecimiento de actividades artísticas y culturales como las siguientes:

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a) Centro de Defensa Helena Greco: Proporciona asistencia jurídica y social a víctimas de alguna forma de explotación y/o violencia; es responsable de la ejecución de proyectos que son estandartes de la lucha de la ONG como: la erradicación del trabajo infantil, el abuso y explotación sexual y la violencia doméstica. b) Sala del Saber Paulo Freire: Se constituye como un espacio creativo, por medio de la biblioteca, materiales educativos y computadoras con acceso a Internet, donde la comunicación estimula el placer de aprender. c) El Centro Cultural del Circo de Todo Mundo: se inserta en la línea de educación artística - cultural. Dirige sus actividades hacia el desarrollo de aspectos lúdicos, como el sueño, el juego, la creación artística y el aprecio de la cultura y la comunicación con la niñez, como un herramienta eficaz para recuperar la autoestima y la identidad de sus beneficiarios.

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Con esta filosofía, Circo de Todo Mundo eligió como su público el segmento infantil - juvenil y sus familias y, en particular, aquellos en situación de desventaja. La carencia de una política de atención para la familia, de formación educacional, profesional y actividades que generen ingresos, son el punto de partida para el análisis de la real y concreta necesidad socioeconómica. Esta carencia impulsa a niños y adolescentes a asumir responsabilidades, como trabajar y brindar apoyo financiaero a sus familias. Circo de Todo Mundo considera que la contribución que realiza a través de su práctica, se suma a la sólida determinación, experiencia y calificada trayectoria que viene desarrollando a lo largo de 17 años, creando, reinventando y promoviendo una lucha ética y política para una infancia que sea sinónimo de alegría, de felicidad, diversión, de gentileza, de libertad y justicia. Este es el compromiso que la ONG tiene con la población que atiende. El objetivo es asegurar los Derechos Humanos de niños y adolescentes en riesgo personal y social, por medio de actividades culturales, educativas, recreativas y circenses. La metodologia conduce la reflexiones y se orienta en el eje de la educación, de la comunicación, de lo lúdico y de lo artístico - cultural. En el área de la educación son presentados subsidios capaces de transportar niños y adolescentes desfavorecidos para una sociedad letrada, estableciendo las bases para la construcción de un nuevo proyecto personal. Lo novedoso aporta un enfoque que prioriza el desarrollo físico, emocional y cognitivo del joven. El elemento artístico y cultural se traduce en una práctica de carácter participativo, que busca afirmar las raíces de la cultura de un pueblo que crea y produce la continuidad de su historia. La comunicación además de ser un espacio de aprendizaje, se traduce en expresión, la cual se comparte a través de representaciones y productos tangibles e intangibles con la comunidad y los beneficiarios. El año 2009, la ONG replicó su tecnología socio - cultural para la Región Metropolitana de Bello Horizonte, a través de la instalación de dos núcleos de Circo de Todo Mundo, en las ciudades de Betim y Nueva Lima. Belo Horizonte siguen siendo las sede de la ONG, la oficina estatal del Centro de Defensa Helena Greco, las actividades de formación y los talleres del Grupo de Protagonismo Juvenil deCirco de Todo Mundo. Las actividades de articulación (control social) se llevan a cabo en todo el país, a través de la representación en foros y redes. Atendiendo a la invitación de la ONG Italiana COSPE, fue elaborada la propuesta y está siendo articulada la réplica de su modelo de tecnología - socio cultural, para la comunidad Chã de las Caldeiras, en Cabo Verde, en África. La prioridad es la atención de niños y adolescentes en situación de riesgo personal y social, especialmente aquellos con trayectoria de violación de sus derechos: víctimas del trabajo infantil, violencia doméstica, abuso y explotación sexual.


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Referencias SILVA, Maria Lúcia Lopes da. Um novo fazer profissional. Capacitação em Serviço Social e Política Social. Módulo 4. O trabalho do Assistente Social e as Políticas Sociais. Brasília. Unb. 2000. JUNQUEIRA, L. A. P., INOJOSA, R. M, e KOMATSU, S. “Descentralização e intersetorialidade na Gestão Pública Municipal no Brasil: a experiência de Fortaleza.” INOJOSA, R. M. “Redes de compromisso social”. RAP – Revista de Administração Pública.33 (5). Rio de Janeiro. Set/Out. 1999., p. 115 -141. BOURGUIGNON, J. A. “Concepção de rede Intersetorial”. 2001. ENEIDE Teixeira, Maria, Anastácio, Vera Lúcia. “Uma história de Magia e Cidadania – Belo Horizonte”. Setembro de 2000. ENEIDE Teixeira, Maria, Anastácio, Vera Lúcia. “Cartilha Rompendo o Muro do Silêncio - Projeto Enfrentamento ao Abuso e à Exploração Sexual de Crianças e Adolescentes”.

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LA ESCNNA EN EL CONTEXTO DE LA MIGRACIÓN IRREGULAR FRONTERIZA

Jorge Estrada Silva Antecedentes

L

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a historia de los Derechos Humanos ha sido trágicamente llevada a las peores formas de discriminación, asedio y exterminación masiva, explotación y esclavitud, comercio y muerte. El panorama oscuro de la desolación y el miedo ha menospreciado la vida de hombres y mujeres, de mayorías y minorías sociales y políticas. Las mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes y ancianos se convirtieron en las principales víctimas de grupos y movimientos organizados dedicados al lucro, la explotación y el comercio por encima de la ley. Los Derechos Humanos de los NNA, incluyendo el principio de “los más altos intereses”, están completamente definidos en la Convención sobre los Derechos del Niño (1989). La visión del niño como sujeto de derechos busca el reconocimiento del papel activo de éste y su participación para contribuir en su propio desarrollo, en el de su familia y en el de su comunidad. El artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) establece: “Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio, el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afecten al niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del niño”.

Al incorporar el derecho de la niñez a ser escuchados y que sus opiniones sean tenidas en cuenta (lógica del sistema de protección integral de derechos de niñas, niños y adolescentes), la CDN da legitimidad jurídica a un hecho casi ignorado por las normas, las instituciones y las prácticas sociales anteriores a ella. Por esta razón, saber cuál es la opinión de la niñez respecto al desplazamiento – decisión que transforma radicalmente su vida – es primordial para pensar de forma integral sobre la satisfacción o vulneración de otros derechos. La condición de migrantes de miles de seres humanos les otorga a estas personas y/o grupos un nivel de fragilidad; los niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes son el grupo más endeble y apetecido por la delincuencia internacional. La vulnerabilidad de NNA se incrementa todavía más ante la exposición silenciosa de la Explotación Sexual y Comercial en las fronteras terrestres. Este artículo es el

Pedagogo, licenciado en Filosofía con experiencia educativa por más de 20 años, en los últimos años dedicado a la gestión de proyectos con énfasis en Migración y Derechos Humanos, especialmente, de mujeres, niños, niñas y adolescentes. Contacto: estradasilvaj@yahoo.es.


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análisis del autor acerca de la opinión y percepción de un grupo niños, niñas y adolescentes que viven en la frontera centroamericana.

Aclaremos algunos términos La Migración es el desplazamiento de una persona de un país a otro. A través de medios legales o ilegales y puede ser tanto voluntaria (con el consentimiento de la persona migrante) como forzada (sin su consentimiento), usualmente es voluntaria. La Migración irregular en el Art. 5 de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, adoptada por la Asamblea General en su resolución 45/158, del 18 de diciembre de 1990 es definida así: “serán considerados documentados o en situación regular aquéllos que han sido autorizados a ingresar, permanecer y a ejercer una actividad en el Estado de empleo, de conformidad a las leyes de ese Estado y a los acuerdos internacionales en que ese Estado sea parte. Serán considerados no documentados o en situación irregular aquéllos que no cumplan las condiciones de irregularidad establecidas anteriormente”.

El Tráfico ilícito de migrantes, sea por tierra, mar o aire es definido como “la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado Parte del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material”. Por entrada ilegal se entiende “el paso fronteras sin haber cumplido los requisitos necesarios para entrar legalmente en el Estado receptor”. Esta definición incluye el cruce de fronteras en los que se evita los controles de la autoridad competente y los cruces aparentemente legales pero que se efectúan con documentación falsa, robada o adulterada, según el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire (2000), Art. 3. La Trata de Personas se entiende como “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”, según el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Art.3.

Diferencia entre Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes1

CONSENTIMIENTO

EXPLOTACIÓN

Trata de Personas

Tráfico Ilícito de Migrantes

Las víctimas nunca dan su consentimiento y si lo dan, en un inicio, es por la utilización de medios de coerción, engaño o en situaciones de abuso contra ellas. La migración puede ser tanto regular como irregular.

A pesar de que las personas que migran de manera irregular están expuestas a una serie de peligros o situaciones degradantes por las condiciones irregulares del tránsito, ellas dan su consentimiento para la migración irregular y entre ellas y el traficante media una negociación y paga por servicios (en dinero o especie).

La trata utiliza el tránsito con El tráfico termina cuando la el fin de obtener un fin postepersona migrante llega a su rior a la migración cual es la destino. explotación.

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Puede ser transnacional o interna. Las víctimas pueden Es siempre transnacional, imser movidas de región a lo inTRANSNACIONALIDAD plica necesariamente el cruce terno de un país y/o trasladade fronteras internacionales. das de un país a otro, una o varias veces.

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

Delito contra las personas: a) Vida Delito contra el Estado: b) Libertad general, libertad violenta la soberanía del sexual Estado. c) Dignidad e integridad física

El Tratante “se refiere a quienes se dedican a la captación, el transporte de personas, quienes ejerzan control sobre las víctimas de la Trata, quienes las trasladen o mantengan en situación de explotación, quienes participen en delitos conexos y quienes obtengan un lucro directo o indirecto de la Trata, sus actos constitutivos y los delitos conexos”.2 Lo anterior, nos indica que la migración y el tráfico ilegal de migrantes no son trata de personas. Es de considerable importancia señalar dentro de este contexto, los artículos de la Convención sobre los Derechos del Niño referidos a la protección y respeto de la integridad física.

Derechos del Niño (CDN) relacionados a las diversas formas de violencia y abuso3

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Art. 16

Protección legal contra la interferencia arbitraria o ilegal en la vida privada, la familia, el hogar o la correspondencia, al igual que para los ataques ilegales a la honra o la reputación.

Art. 19

Protección contra la violencia física o mental, las lesiones, el abuso, el abandono o el maltrato o explotación por negligencia, incluso el abuso sexual.

Art. 32

Protección contra la explotación económica o contra la realización de cualquier trabajo que pudiese ser peligroso, que interfiera con la educación o que sea nocivo para la salud del niño o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.

Art. 34

Protección contra cualquier forma de explotación sexual y abuso sexual.

Art. 35

Protección contra el rapto, la venta o la Trata de niños en cualquier modalidad o para cualquier propósito.

Art. 36

Protección contra todas las demás formas de explotación perjudiciales para el bienestar del niño

Art. 37

Libertad de la tortura u otro trato o castigo cruel, inhumano o degradante; ninguna privación ilegal o arbitraria de la libertad.

Art. 39

Promoción de la recuperación física y psicológica de un niño víctima, al igual que su reintegración a la sociedad.

Los proveedores de servicios, los defensores, los abogados y las autoridades, han de reconocer la necesidad de implementar medidas que aborden la diferen-

1 OIM y Save the Children. Estrategias de Intervención Psicosocial para la asistencia directa con Personas Víctimas de Trata. 2004. 2 Consejo Económico y Social. Principios y Directrices recomendados sobre los derechos humanos y la Trata de Personas. Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. E/2002/68/Add.1 nota 5 páginas 6, mayo del 2002. 3 Convención sobre los Derechos del Niño. 1989.


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cia entre niĂąos y adultos objeto de trata o de explotaciĂłn sexual. Los niĂąos tienen una condiciĂłn legal diferente y por lo tanto suelen recibir un tipo diferente de protecciĂłn de sus derechos bajo las leyes nacionales e internacionales. TambiĂŠn poseen una menor capacidad para ejercer su agencia y necesitan de otros para proteger sus derechos. Por estas razones, la Trata de niĂąos deberĂ­a atenderse en forma separada a la Trata de adultos.4

Los niĂąos, niĂąas y adolescentes en la frontera Es un dĂ­a casi normal como otros en la frontera con Honduras. El movimiento de automotores livianos y de carga comercial es incesante. Grupos de familias, amigos y mujeres van y vienen. Unos a pie, otros en vehĂ­culos o en las caponeras.NNA se mezclan entre turistas y pobladores migrantes de la frontera. NiĂąos entre 8 y10 aĂąos corren apresurados por vender alguna prenda tĂ­pica, comida o refresco; en cambio, los adolescentes y jĂłvenes entre los 16 y 24 aĂąos se ofrecen llenar los formularios migratorios o aduaneros, otros, en limpiar los furgones o de vigilarlos mientras el conductor realiza los trĂĄmites del paso fronterizo. La mayorĂ­a de NNA pertenece a familias mono parentales, cuyas condiciones de vida son deplorables. La madre, responsable del hogar, sale todos los dĂ­as a vender al mercado local o al mercado fronterizo del vecino paĂ­s. Algunos de estos niĂąos tienen a su madre en algĂşn paĂ­s de Centro AmĂŠrica y llevan ya meses de no verla. Han quedado solos, al cuido de la abuela o alguna tĂ­a, que tambiĂŠn es jefa de hogar y cuyos hijos han emigrado. No queda otro camino que ir a la escuela o trabajar. O, aventurarse con otros adolescentes amigos de su edad a emigrar. Casi todos los NNA que viven en la frontera han viajado acompaĂąados por su madre o un familiar; no es raro que muchos de ellos tengan mĂĄs de un pariente en Honduras, Guatemala o El Salvador. Es curioso observar que las niĂąas asisten mĂĄs a la escuela y logran concluir la primaria, que los niĂąos y adolescentes varones. TambiĂŠn es importante prestar atenciĂłn que los niĂąos y niĂąas menores de 10 aĂąos abandonan menos la escuela y que generalmente viven con su papĂĄ y mamĂĄ. Con base en lo anterior podemos reflexionar lo siguiente: s ,A FRONTERA ES UN ESPACIO SOCIAL QUE FACILITA UN SINNĂžMERO DE OPORTUNIDAdes buenas y malas, de situaciones que benefician a unos pocos y exponen a los mĂĄs vulnerables (NNA, mujeres, ancianos y personas con discapacidades) a las peores formas de explotaciĂłn y abuso, como la sexual con fines comerciales. s (AY QUE SUSTITUIR LA TENDENCIA DE CRIMINALIZAR A LA FAMILIA Y A LOS ..! POR actitudes de respeto, apoyo y solidaridad. Los verdaderos delincuentes que ocasionan el daĂąo, el perjuicio y el delito se encuentran ocultos - y muchas veces a la vista de la poblaciĂłn y de las autoridades - entre los abusadores sexuales, tratantes y traficantes de personas. s ,A SOBREVIVENCIA EN LA FAMILIA OCASIONA QUE ..! SE VEAN DESVINCULADOS DE la tutorĂ­a de sus padres/madres (PM) y atraviesen severas dificultades en su desarrollo, asumiendo responsabilidades impropias de su edad y adoptando un rol incongruente. s ,A AUSENCIA DE CONDICIONES SOCIALES SUSTENTABLES Y ADECUADAS EN LAS COMUNIDAdes y municipios fronterizos impacta en la calidad de vida de sus pobladores. s .O HAY ENTENDER LA MIGRACIĂ˜N COMO UN MAL MENOR O MAYOR %S UN DEREcho natural y todo desarrollo y crecimiento humano conlleva ese impulso a

4

Manual de Derechos Humanos y Trata de personas. 3ÂŞ. Ed. Alianza Global contra la trata de mujeres, pg. 52.

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“salir deâ€?, “transitar haciaâ€? y “llegar aâ€? (emigrar/transitar/inmigrar). Desde esta perspectiva y concepto, la migraciĂłn no es un problema social, mucho menos humano, polĂ­tico o econĂłmico para los paĂ­ses de origen, trĂĄnsito y destino. Tal como se ve y escucha decir con mĂĄs frecuencia: “La migraciĂłn no es un delito, delito es lo que causa la migraciĂłnâ€?. Por ello, es responsabilidad que todo ciudadano/a conozca y contribuya en combatir las causas que no le dejan mĂĄs alternativa que ingresar a ese “cĂ­rculo viciosoâ€? de la migraciĂłn, cĂ­rculo que es fruto de los desaciertos en las polĂ­ticas, normativas y leyes de los Estados que no tutelan, ni promueven los Derechos Humanos. s ,OS EMIGRANTES AL CAER DENTRO DE ESE CĂ“RCULO VICIOSO SE CONVIERTEN EN LA principal vĂ­ctima de un sistema polĂ­tico – econĂłmico que fluye como manantial de riqueza por los altos costos y burocrĂĄticos trĂĄmites de documentos de identidad (cĂŠdula, tarjeta, carnet, certificado), documentos de viaje (pasaportes, permisos vecinales, visas) y otros documentos de salud, educativo, laboral, profesional, tĂŠcnico o familiar. En este sentido, lo que es un derecho ciudadano, se ha convertido en un negocio muy lucrativo. Puedo decir entonces a todas luces, que las actuales polĂ­ticas, leyes y programas migratorios tienden a convertirse en una amenaza social, totalmente opuestos a los Derechos Humanos y a los principales instrumentos jurĂ­dicos internacionales reconocidos y adoptados por los Estados.

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s ,A MIGRACIĂ˜N IRREGULAR SE CONVIERTE EN LA PLATAFORMA POR LA QUE LOS LAS que emigran son ahora, vĂ­ctimas del trĂĄfico ilegal de migrantes y de trata de seres humanos. Es decir, que la migraciĂłn indocumentada o irregular, tĂŠcnicamente mal llamada “migraciĂłn ilegalâ€? no es causada por los migrantes, sino por los Estados de origen, trĂĄnsito y destino. Dentro de este panorama los NNA es el mercado mĂĄs versĂĄtil, codiciado, diverso y durable, siempre renovable. Este grupo poblacional que representa en la regiĂłn mĂĄs del 60% es una mina de oro para la ExplotaciĂłn Sexual y Comercial de las bandas del crimen organizado que han venido involucrando a los migrantes, en especial, a NNA y jĂłvenes en la farmacodependencia y en el emporio de la droga, de la pornografĂ­a y comercio sexual. s ,A VULNERABILIDAD DE ..! ES UNA REALIDAD CRECIENTE 0RIMERO QUEDAN MUchas veces desprotegidos en su hogar por diversas causas (PM separados, la tutela de parientes o vecinos, violencia en la familia, alcoholismo, adicciĂłn a drogas y narcĂłticos, dobles jornadas de trabajo). Segundo, los actuales instrumentos jurĂ­dicos o normativas nacionales no estĂĄn suficientemente enmarcados en el espĂ­ritu y letra de los convenios, tratados y protocolos internacionales. Existen esfuerzos en los cĂłdigos de la niĂąez y adolescencia, en ciertas legislaciones y acuerdos regionales, pero en la prĂĄctica NNA continĂşan siendo la mayor tasa de violencia despuĂŠs de la mujer adulta, con dramĂĄticos hechos de muertes.

La ruptura de la sangre ÂżQuĂŠ significar emigrar para un niĂąo o una adolescente? La necesidad de afecto y de reencontrarse con sus familiares es una necesidad de todo ser humano. Decimos comĂşnmente que “la sangre llamaâ€? y es muy cierto. Nos es fĂĄcil romper con los vĂ­nculos sanguĂ­neos. El niĂąo y la niĂąa necesitan mantener vivo ese lazo de sangre y no dejar que la ruptura de ese vĂ­nculo quede en el olvido. “Yo fui al Salvador porque tenemos familiares‌ nos Ă­bamos ilegales, nos encontramos con la policĂ­a‌ migraciĂłn nos dijo que no podĂ­amos pasar porque Ă­bamos ilegal, entonces nos regresamos‌ nos pasamos por el rĂ­o, arriesgĂĄndonos que nos agarraran‌ permanecĂ­amos un mesâ€? (niĂąa de 12 aĂąos).


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La migraciĂłn de NiĂąos, niĂąas, adolescentes y jĂłvenes (NNAJ) es orientada y acompaĂąada por redes familiares, se practica de forma indocumentada, por senderos donde no existe autoridad migratoria (“puntos ciegosâ€?) y el mayor temor es ser interceptados y detenidos por las autoridades tanto nicaragĂźenses, hondureĂąas como salvadoreĂąas. El hecho de viajar sin permisos, sin documentos, suman las “obligadas mentiras disimulasâ€? que exponen a una adolescente a las oportunidades que esperan inescrupulosos transportistas para cometer abusos y violaciones. El grado de vulnerabilidad se incrementa y las condiciones existentes facilitan que NNA solos sean las prĂłximas vĂ­ctimas. Debemos considerar que la separaciĂłn del niĂąo o niĂąa respecto a sus espacios naturales y culturales de relacionamiento, incide directamente en la dificultad de asimilaciĂłn para establecer nuevos modelos de conducta y socializaciĂłn. El desprendimiento de sus vĂ­nculos familiares mĂĄs cercanos representa una dificultad para una adecuada inserciĂłn social en un nuevo medio, que puede determinar la disminuciĂłn de sus capacidades naturales, por ejemplo, para aprovechar los contenidos pedagĂłgicos de la escuela. Los procesos migratorios, condicionan la vida de niĂąos, niĂąas y adolescentes en tres escenarios: a) los niĂąos que migran junto a sus padres o familiares; b) los niĂąos que permanecen en el paĂ­s de origen cuando sus familiares directos trasladan su residencia a otro paĂ­s; c) los niĂąos que migran solos, sin la compaùía de sus padres o responsables. Un aspecto a tener en cuenta en este escenario es si el desplazamiento implicĂł la separaciĂłn de uno de sus padres. Por otra parte, una amenaza de esta situaciĂłn, son los casos en que en el trayecto los niĂąos son separados de sus padres por las autoridades durante la repatriaciĂłn, transformĂĄndose asĂ­ en un NNA no acompaĂąado o separado de su familia.

Enfrentando mayores riesgos Los riesgos se suman en la medida que salen y viajan sin los documentos requeridos. Durante la salida o retorno de los NNA a sus hogares ocurre lo siguiente: s %VADEN LA INTERCEPCIĂ˜N Y RECHAZO ADMINISTRATIVO DE LAS AUTORIDADES MIgratorias. s Generalmente no son detenidos en centros de retenciĂłn migratoria, aunque a veces son enviados a casas de albergue o protecciĂłn (si existen en la frontera). s ,A RELACIĂ˜N DIRECTA CON LA AUTORIDAD SE DA COMĂžNMENTE AL RETORNO DE SU migraciĂłn al paĂ­s de origen. s %L REGRESO LO REALIZAN POR EL PUESTO DE CONTROL MIGRATORIO Y NO EXISTE IMPEdimento por parte de las autoridades. s 2ETORNAN CON SUS FAMILIARES DE MANERA VOLUNTARIA Hay NNA que se arriesgan solos y que por su edad pensarĂ­amos que no saben lo que hacen. No es tan cierto. No emigran por vagancia o solo por conocer otro pueblo mĂĄs. Buscan la oportunidad para trabajar a su tierna edad. Los riesgos asoman en el camino: robo, abuso sexual, explotaciĂłn laboral o trabajo forzado, esclavitud, desapariciĂłn o muerte. Viajan porque sus necesidades bĂĄsicas estĂĄn insatisfechas: subsistencia, respeto de sus derechos, condiciones de desarrollo educativo, ambiental, recreativo, intelectual entre otras, imprescindibles para su crecimiento. Estos niĂąos, niĂąas y adolescentes en situaciones de riesgo o carencias sociales estĂĄn expuestos a la explotaciĂłn y abusos sexuales, al trabajo infantil y a la privaciĂłn de libertad. TambiĂŠn sufren con frecuencia discriminaciĂłn y no tienen acceso a la alimentaciĂłn, al cobijo, a la vivienda, a los servicios sanitarios y a la educaciĂłn. Los NNA no acompaĂąados y separados de sus familias estĂĄn particularmente expuestos a la violencia de gĂŠnero y, en particular, a la violencia domĂŠstica. En algunos casos, los NNA no pueden obtener documentos de identidad apropiados, no tienen acceso a registros, su edad no puede determinarse, ni pueden tampoco solicitar documentos, instar la localizaciĂłn de la familia, ni acceder a sistemas de tutela o asesoramiento jurĂ­dico. Pero ocurre tambiĂŠn, que niĂąos y niĂąas nacidos

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en país distinto al de la madre o padre, los controles en la frontera no funcionan, da la impresión que existe una política que puede estar discriminando a la madre y a su hijo por la nacionalidad. No es asunto de suerte.

Conclusiones

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Una primera medida fundamental de los Estados receptores para la protección de los Derechos Humanos de los NNA migrantes no acompañados, es tomar todas las disposiciones necesarias para identificarlos como tales lo antes posible, particularmente en la frontera. Posteriormente, todas las decisiones que tengan repercusiones importantes en la vida del niño, deben efectuarse considerando su interés superior, como principio fundamental del conjunto de derechos. Ya sea niño, niña o adolescente la relación con su madre es fundamental. Por ello, es de importancia proteger y asegurar que esta relación no se rompa y sea restituida, y en todo caso, sea disminuida por las condiciones de pobreza, marginación, exclusión o cuadro de violencia. Lo que se entiende por trata de personas o tráfico ilícito de migrantes, su distinción no siempre es obvia para los funcionarios de migración ni para las propias víctimas. Ocurre muchas veces que se le niega la protección específica que requieren los niños, niñas y adolescentes víctimas de trata, por identificarlos equivocadamente como migrantes irregulares. A su vez, el niño víctima, frente a las amenazas de los sujetos del crimen organizado así como frente al temor de la deportación inmediata, puede no atreverse a denunciar su situación de explotación. El desplazarse solos no sólo hace a los niños vulnerables a ser objeto de trata o tráfico, también el haber sido previamente víctimas de estos delitos puede ser la razón por la que las autoridades los encuentran no acompañados, sin documentos y en un país extraño. En estos casos de ninguna manera puede penalizarse al niño, niña o adolescente, sino que se le debe prestar la asistencia necesaria como víctima de una grave violación de sus Derechos Humanos. En estas circunstancias tan desfavorables, muchos niños, niñas y adolescentes que alcanzan la frontera se ven expuestos a situaciones que, mediante modalidades de limitada calidad institucional, resultan en repatriaciones masivas. Los niños, niñas y adolescentes separados o no acompañados deben tener acceso a los mismos derechos que los niños nacionales y en pie de igualdad con éstos. Sin embargo, todo este tren de espera es un drama para el niño y la niña, que hay quienes dicen que por su edad fácilmente lo superan. Pero no es tan cierto ni tan justo decirlo. En realidad, únicamente ellos y ellas saben lo duro que es crecer sin sus padres. Sin lugar a dudas, la necesidad de afecto y reencontrase con sus padres es ineludiblemente vital para su felicidad. Los niños crecen con altos niveles de vulnerabilidad y fragilidad emocional, que los obliga a una maduración precoz y que se manifiesta en muchas ocasiones en deserción escolar y embarazo temprano. Estos casos se dan en mayor número cuando es la madre quien emigra, ya que ella es el principal referente afectivo y es la figura más importante en el desarrollo emocional del niño.

Algunas recomendaciones 1. Promover el interés significativo por parte de las administraciones en el ámbito de la niñez en situaciones de riesgo, destacando una sensibilización en el aumento de la problemática del abuso sexual infantil. 2. Impulsar campañas de sensibilización sobre la problemática del abuso sexual infantil para los profesionales y población en general, para la correcta detección, prevención, protección y denuncia. 3. Capacitación sobre mayores indicadores claros e inequívocos del abuso sexual infantil a los operadores de justicia a fin de mejorar la falta de detección o a la inhibición en la comunicación y la denuncia.


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4. Mejorar el funcionamiento de la justicia para que sea capaz de adaptarse a las características y necesidades de los NNA víctimas (lentitud del procedimiento judicial, vocabulario incomprensible para el niño, presencia del abusador), lo que incrementa el riesgo de victimización secundaria. 5. Trabajar precozmente con los niños y adolescentes abusadores, mediante tratamientos especializados, para facilitar su rehabilitación y evitar la comisión de nuevos abusos en un futuro.

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ATENCIÓN DE LA VIOLENCIA FAMILIAR:

Legislación y Políticas Públicas

POLÍTICAS DE PREVENCIÓN Y

Un saldo pendiente con la infancia Elsa Herrera Bautista Antecedentes y legislación

L

a violencia familiar comienza a percibirse como un asunto de orden público desde más o menos mediados del siglo pasado, cuando, después de la Declaración sobre Derechos Humanos, la igualdad y la libertad se convirtieron en valores que perseguir y defender. Antes de esto y por mucho tiempo el problema de la violencia familiar se circunscribió al ámbito de lo privado, legitimado por valores y estereotipos que afirmaban el dominio de los hombres sobre las mujeres y de los adultos sobre los infantes. Además, prevalecía el mito de la familia como un grupo ideal y armonioso, en el que los miembros se protegían y ayudaban mutuamente por el simple hecho de tener lazos de parentesco. Sin embargo diversas investigaciones mostraron que, antes que una rareza, la violencia familiar es una cuestión “normal” en términos estadísticos (Azaola 2008). Aunque los conocimientos sobre el maltrato infantil llamaron la atención de los expertos respecto a la violencia que se vive al interior de las familias1, la emergencia del tema en las agendas gubernamentales deriva directamente de los problemas que el feminismo y la perspectiva de género hicieran evidentes en torno a la discriminación y el maltrato que sufren las mujeres en el plano doméstico y en las relaciones de pareja. De esta forma, la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pekín 1995); la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (1979); así como la Convención de Belém do Pará (Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer), ratificada por México en 1996, constituyen los antecedentes más inmediatos de la legislación actual en materia de prevención y atención de la violencia familiar. Además, a nivel mundial, el reconocimiento de la violencia como un problema de salud pública se acentúa en octubre de 2002, cuando la OMS dio a conocer el Primer Informe Mundial sobre Violencia y Salud. En este Informe, la violencia familiar aparece como un subtipo de violencia interpersonal que afecta

Doctora en sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Puebla; ha participado en diversas investigaciones sobre el tema de la infancia y la juventud en situación de calle. Actualmente trabaja en el Centro de Apoyo Técnico de la Fundación JUCONI y tiene a su cargo el Programa de Monitoreo de los Egresados. 1

Como un antecedente de fundamental importancia en el estudio del síndrome del niño maltratado, se encuentra el caso de Mary Ellen, primero en EUA que provocó una intervención legal en 1874. Como no existía una ley ni dependencia que tuviese facultades para intervenir, en forma irónica el caso fue llevado a la corte avalado por la Sociedad Protectora de Animales. A raíz de este hecho, surge en EUA, en 1875, la Sociedad de Prevención de la Crueldad en los Niños y, posteriormente, se crean otras organizaciones con esta misma función (Herrera - Basto 1999).

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principalmente a mujeres, niños y ancianos. Se destaca que la violencia no tiene que ver exclusivamente con el maltrato físico; la negligencia y el abuso psicológico se incluyen como manifestaciones graves. El Informe enfatiza que la violencia comporta un importante problema de salud pública pues tiene grandes costos sociales y económicos, por lo que es imprescindible que los países desarrollen programas de prevención primaria. Además, se recomienda la realización de investigaciones científicas sobre el tema y la construcción de mecanismos eficientes para recabar información (OMS/OPS 2002). Siguiendo esta ruta, los gobiernos de varios países comenzaron a realizar estudios similares, tendientes a la implementación de programas para prevenir y atender la violencia. En México, fue en 1996 cuando se promulgó la primera Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Intrafamiliar en el Distrito Federal. En 1995 se crearon el Programa Nacional de la Mujer (PRONAM) y el Programa Nacional a Favor de la Infancia. En 1999 se instituyó el Programa Nacional contra la Violencia Intrafamiliar (PRONAVI) y el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) realizó la primera Encuesta Nacional sobre Violencia Familiar (ENVIF), que concluyó que en uno de cada tres hogares se vivían episodios de violencia reiterados. Aunque de existencia efímera y acciones desagregadas, estos programas son el antecedente de las políticas públicas actuales en materia de atención a la violencia familiar en México. En el sexenio 2000 - 2006, mientras Julio Frenk fungió como secretario de salud, la violencia familiar comenzó a ser pensada y tratada formalmente como un tópico de salud pública. En 2000, la Secretaría de Salud aprobó la Norma Oficial Mexicana (NOM) 190, relativa a la prestación de servicios de salud y a los criterios para la atención médica de la violencia familiar. En ella se introdujo un enfoque de género que buscaba quebrantar algunos estereotipos y prejuicios que redundaban en la culpabilización de las mujeres y en la legitimación de la dominación masculina. En 2006 la Secretaría de Salud publicó el Primer Informe Nacional sobre Violencia y Salud, que fue elaborado por académicos e investigadores expertos en los temas abordados. En el Informe, que analiza el problema en tres grandes dimensiones (violencia en el ciclo de vida, violencia cotidiana y violencia colectiva), la violencia familiar se hace evidente principalmente en los capítulos relativos a la violencia contra menores de edad, contra ancianos y en la pareja. En estos rubros los autores hacen referencia a la escasez de datos existentes, así como a su falta de fiabilidad. Sin embargo, queda claro que nos encontramos frente a problemas sub - registrados que demandan respuestas preventivas y consistentes (Secretaría de Salud 2006; Pinheiro 2006). En 2005 existían Sistemas Integrales de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia Familiar (SIAMVIF) en 24 estados de la República Mexicana (Instituto Nacional de las Mujeres 2005) y en 2008 eran 26 los estados que contaban con legislaciones específicas en materia de violencia familiar (Álvarez 2008). Actualmente, aunque por ley en cada estado debe funcionar un Consejo para Prevenir y Atender la Violencia Intrafamiliar (CEPAVI), no en todos los estados se cuenta con estos Consejos y en los existentes, el nivel de organización y sistematización de las acciones es variable. Los CEPAVIS de Jalisco, Colima, el Distrito Federal y Sinaloa tienen portales electrónicos en los que se definen sus líneas de acción, misión, visión, programas, etc2. Cabe resaltar que, además de la atención a mujeres víctimas, los grupos para hombres que han exhibido conductas violentas en sus hogares constituyen un componente novedoso y necesario de los Centros de Atención, pues aparte de sanciones legales para el agresor, ofrecen un espacio de reflexión para apoyar cambios actitudinales y conductuales. Los Programas para Hombres Renunciando a su Violencia (PHRSV) comenzaron a implementarse hace casi veinte años, a partir de que diferentes investigadores y organizaciones civiles advirtieran que la violencia 2

http://www.equidad.df.gob.mx/consejos/consejo_violencia.html http://www.cepavi.jalisco.gob.mx http://www.cepavisinaloa.gob.mx http://www.cepavi.col.gob.mx


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masculina es resultado de modelos culturales que amputan la expresión emocional y privilegian comportamientos agresivos, incluso riesgosos para la propia salud de los varones. Sin embargo, los PHRSV enfrentan sus propias limitaciones y se han topado con múltiples resistencias culturales, legislativas e institucionales que han dificultado su proliferación y consolidación (De Keijzer s/f; Garda s/f, 2009; Frías 2004). Por otra parte, en los años de 2003 y 2006 el INEGI levantó la Encuesta Nacional de Dinámica de Relaciones en los Hogares (ENDIREH) que, partiendo de un enfoque de género y un marco metodológico ad hoc, buscaba establecer las situaciones de violencia vividas por las mujeres en la República Mexicana. Cabe resaltar dos diferencias fundamentales entre la ENDIREH 2003 y la 2006. En 2003 la Encuesta se enfocó al ámbito de lo doméstico y a las relaciones de pareja; para 2006 el espectro de relaciones se amplió para abarcar lo público: la violencia que viven las mujeres en la calle, la escuela y el trabajo. Además, en 2003 se consideraba un apartado sobre la relación con los hijos, éste se eliminó en el diseño de 2006, pues la intención era contar con una herramienta para analizar la situación de las mujeres como víctimas, antes que como perpetradoras de violencia (INEGI 2006: 100)3. Esta modificación de la ENDIREH nos da pie para reflexionar sobre la situación de la infancia en relación con las políticas y programas de prevención y atención de la violencia familiar. Éstas han tenido como prioridad – no sin justificación – la protección y atención de las mujeres, sin embargo, la situación de los niños en este contexto ha sido insuficientemente discutida y escasamente atendida. Tal no es una falta menor. El mismo Informe Nacional sobre Violencia y Salud reconoce que el maltrato infantil constituye un reto pendiente “dada la alta aceptabilidad de la violencia psicoemocional y física como forma de corrección de los padres hacia los hijos e hijas menores de edad…” (Secretaría de Salud 2006: IX). Otro problema importante enunciado en el Informe Nacional es el siguiente: …generalmente se detectan casos de violencia extrema y pasan desapercibidos casos de maltrato en niñas y niños que podrían detectarse de manera oportuna antes de llegar a producir mayores secuelas – las cuales redundarán en su vida adulta y han demostrado ser claros factores de riesgo para generar o recibir violencia de pareja o familiar (Secretaría de Salud 2006: IX).

Violencia familiar y derechos de la infancia En 2006 la ONU publicó el Informe Mundial sobre Violencia contra los Niños, llamando la atención de diversos sectores sobre este tema. No obstante, la violencia que viven los niños al interior de la familia ha recibido poca atención en comparación con otras formas de violencia que afectan a la infancia. El estudio de la ONU muestra que los niños tienen mayor posibilidad de ser abusados sexualmente por alguien que conocen (usualmente un miembro de la familia) y que entre 133 y 275 millones de niños de todo el mundo son testigos de violencia doméstica cada año (Pinheiro 2006). México cuenta con uno de los índices más altos de violencia contra la niñez, se calcula que en promedio un niño menor de cinco - años es asesinado cada dos días y que entre 1991 y 2002 murieron asesinados dos menores de catorce años al día (Azaola 2006)4. Esto contrasta con el hecho de que tanto en los Tratados internacionales como en las Leyes federales y estatales de protección a la infancia se consagra el derecho de los niños a vivir vidas libres

3 Los cuestionarios de la ENDIREH 2003 y 2006 pueden consultarse en: http://www.inegi.org.mx/est/ contenidos/espanol/cuestionarios/encuestas/especiales/C_endireh.pdf http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/espanol/cuestionarios/encuestas/especiales/ENDIREH06_M_unidas.pdf 4 En un análisis efectuado sobre 285 homicidios en el Reino Unido entre 1989 y 1991 con víctimas menores de 18 años se descubrió que sólo el 13% habían sido asesinados por extraños y que un 60% lo habían sido por sus propios padres. Resultados similares se obtuvieron en los EEUU y Australia. En los países en los que los homicidios se estudian teniendo en cuenta la edad de la víctima, los bebés y los niños pequeños aparecen como los grupos de mayor riesgo (CIDN/ UNICEF 1999: 5).

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de violencia. Tomando como punto de referencia la Convención de los Derechos del Niño, una situación de violencia en el hogar quebranta varios derechos, entre ellos, el derecho a la salud, a ser protegido de toda forma de abuso físico o mental y el derecho a vivir en una familia que brinde cuidado y protección. La Convención de los Derechos del Niño contiene en su preámbulo la idea de que la familia es el entorno natural para el crecimiento y bienestar de todos sus miembros —en particular los niños—, con lo cual reconoce que es la familia la que mayor capacidad tiene para proteger a los niños y proveer lo necesario para su seguridad física y emocional…Eliminar y dar respuesta a la violencia contra los niños es quizá más difícil en el contexto de la familia que en ningún otro, dado que ésta es considerada por lo general la más privada de todas las esferas privadas. Sin embargo, los derechos de los niños a la vida, la supervivencia, el desarrollo, la dignidad y la integridad física no terminan en la puerta del hogar familiar, ni tampoco acaban ahí las obligaciones que tienen los Estados de garantizar tales derechos a los niños (Pinheiro 2006: 13).

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La violencia familiar, definida en la legislación actual con basamento en las investigaciones y en las directrices de organismos como la ONU y la OMS5, puede afectar a cualquier miembro de la familia y ser de diferentes tipos: física, verbal, psicoemocional o sexual. Asimismo, la mayoría de las leyes menciona entre sus prioridades la prevención de la violencia, junto con procedimientos de conciliación y programas de atención. Sin embargo, tanto la legislación como los programas de acción existentes en México (Unidades de Atención a Víctimas de Violencia Intrafamiliar, refugios, procedimientos de avenencia y conciliación) están dirigidos principalmente a las mujeres o, en todo caso, a los adultos, a pesar de que los niños y niñas llevan una carga muy pesada cuando son testigos o víctimas de violencia en sus hogares. Hay evidencia científica de que atestiguar o sufrir violencia durante la infancia afecta gravemente varias áreas del desarrollo, lo que se traduce no sólo en perjuicios para el individuo en su vida adulta, sino en costos sociales de consideración necesaria. El Informe Nacional de Violencia y Salud señala: Existe, por ejemplo, una clara asociación entre las situaciones de estrés postraumático crónico – como las que se viven en los hogares donde se dan relaciones de violencia interpersonal— con trastornos cardiovasculares, digestivos, así como con trastornos de salud mental como depresión, ansiedad o insomnio, entre otros. El costo social asociado a la violencia es enorme. En los distintos ámbitos de la actividad humana (en el trabajo, el hogar, la escuela, la vida social y pública) el impacto de la violencia genera costos enormes de diversa índole. (Secretaría de Salud 2006: VIII).

Estas afirmaciones tienen sustento en un grueso cuerpo de investigaciones que van desde la neurobiología hasta las ciencias sociales. Como lo apuntan Shonkoff y Philips (2000) y Eming Young (s/f) las experiencias durante la infancia temprana determinan el desarrollo del cerebro, influyendo en las capacidades de control emocional, la salud y las habilidades sociales de los individuos6. Ser testigo o víctima de violencia pone en marcha procesos que afectan el funcionamiento del cerebro, ocasionando el deterioro de áreas específicas. La tensión produce un aumento en la secreción de hormonas como la adrenalina y el cortisol cuya liberación prolongada puede afectar el sistema inmunológico y el funcionamiento

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La Ley de Prevención y Atención de la Violencia Familiar del DF define la Violencia Familiar como sigue: Aquel acto de poder u omisión intencional, recurrente, o cíclico, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier miembro de la familia dentro o fuera del domicilio familiar, que tengan parentesco o lo hayan tenido por afinidad, civil, matrimonio, concubinato o mantengan una relación de hecho, y que tiene por efecto causar daño… (Artículo 3). 6 Hablando sólo del maltrato físico, Elena Azaola señala “La consecuencia inmediata es el dolor, pero los daños pueden permanecer mucho más allá de las cicatrices. Los niños pequeños están más expuestos a sufrir daños neurológicos de largo plazo incluyendo: irritabilidad, letargia, temblores y vómitos.”(2008: 117).


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de áreas cerebrales implicadas en la memoria y el control de las emociones, tales como el hipotálamo y la amígdala (Mustard 2005; National Scientific Council on the Developing Child 2005). Una investigación realizada en EU señala que una infancia afectada por la adversidad ocasiona una variedad de trastornos en la vida adulta, entre ellos: desajustes sociales, emocionales y cognitivos; comportamientos de alto riesgo (adicciones, prácticas sexuales sin protección, etc.); enfermedades incapacitantes y muerte temprana7. El siguiente testimonio de un joven que vivió en las calles, se dedicó a cometer pequeños robos y pasó una temporada de su vida en prisión nos habla del peso de la violencia doméstica en la biografía personal: O sea, ya empezaba yo a tener más cuerda ¿Cómo te diré? A ser más, a querer ser más libre. Ya no estar con mi papá. Porque cuando no estudiaba yo o no le echaba yo ganas, pues sí me daba unas buenas tranquizas. Llegaba al punto en el que me desnudaba por completo y ¡órale! A cinturonazos, ya después de que me daba mi buena soba: “Vístase y póngase a hacer la tarea”… Sí, pues yo sí la verdad tuve una infancia muy ¿Cómo se podría decir? Pues sí, algo traumática porque cuando no me pegaba mi jefe me pegaban mis tíos y si no, los abuelos. Sí, eso también me hizo ser rebelde, rencoroso. Yo a mi familia no la quería, los odiaba yo por lo mismo de que me golpeaban, me humillaban… hasta me quemaban las manos en la lumbre, sí, por tentón. Luego me echaban pasta de dientes, pero más me ardía. Todo eso me hacía ser muy rencoroso… (Herrera 2009: 191).

Es claro que la violencia en el hogar tiene un impacto social y económico significativo. La conexión entre abuso infantil y criminalidad es importante: un estudio realizado en Reino Unido encontró que el 72% de los niños procesados por asesinato y otros delitos graves habían sido, a su vez, víctimas de abuso en sus hogares (CIDN/ UNICEF 1999: 15). A pesar de estas evidencias, existen pocos programas enfocados a atender a los niños que viven en hogares violentos, así como escasos programas de prevención primaria efectiva. Si bien la mayoría de los estados de la República Mexicana cuentan con leyes para prevenir, atender y sancionar la violencia familiar, en algunos casos estas mismas leyes, bajo la idea de la “corrección”, avalan ciertas formas de violencia contra los menores de edad, siempre que se den con “moderación”, “razonablemente”, o bajo alguna otra atenuante más bien arbitraria8. Este hecho no es privativo de la legislación vigente en la República Mexicana, por el contrario, constituye una materia en la que muchos países tienen que hacer modificaciones para apegarse a la Convención de los Derechos del Niño y no validar ninguna forma de violencia contra la niñez (CIDN/ UNICEF 1999; Pinheiro 2006). Actualmente los niños están protegidos legalmente contra toda forma de castigo corporal sólo en 29 países9. El castigo corporal a los niños es una práctica legalmente sancionada y culturalmente aceptada en la gran mayoría de los países. De hecho, el castigo físico hacia los niños es la única forma de violencia interpersonal consentida por la ley. (Newell y Bennet en Azaola 2008: 116).

7 Las Experiencias Adversas durante la Infancia (ACE por sus siglas en inglés) incluyen el abuso físico severo y recurrente, el abuso emocional severo y recurrente, el abuso sexual, el que un miembro del hogar sea alcohólico, drogadicto o se encuentre convicto, el que un miembro del hogar padezca alguna enfermedad mental o que ambos padres biológicos se encuentren ausentes (Felitti 2002, 2004). 8 Por ejemplo, la Ley del estado de Puebla señala: No se considerará maltrato psicoemocional aquellos actos que tengan por objeto responder o reconvenir a las o los menores de edad, siempre que aquéllos sean realizados por la madre, el padre o quienes participen en la formación y educación de los mismos, con el consentimiento de los padres o madres de la o del menor y se demuestre que están encaminados a su sano desarrollo (Artículo 2, fracción VIII). 9 La lista actualizada de estos países puede consultarse en: www.endcorporalpunishmente.org/pages/frame.htlm

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Perspectivas y propuestas Es posible afirmar que la introducción del enfoque de género en la forma de conceptualizar el problema de la violencia familiar ha significado principalmente: 1) La visualización, protección y el tratamiento de las mujeres como víctimas y 2) La discusión y el incipiente tratamiento de la situación de los varones en tanto agresores10. Asimismo, las leyes y consejos existentes en este rubro ponen énfasis en la labor preventiva que debe realizarse en diversos espacios (talleres, conferencias, ciclos de cine y teatro, etc.) pero pocos son los programas que además de la perspectiva de género incluyen un marco de Derechos de la Infancia y Cultura del Buen Trato hacia la Infancia, como ejes a partir de los que la violencia familiar debe pensarse, prevenirse y atenderse11. La situación de niños y niñas en contextos de violencia familiar, como señala el Informe Nacional sobre Violencia y Salud citado anteriormente, se atiende por lo general sólo en casos extremos, cuando el problema ya constituye materia legal y los jueces deben determinar a quién le compete la custodia del “menor” tomando en cuenta, teóricamente, el interés superior del mismo. Parece prevalecer la idea de que trabajar con los padres o las madres aliviará automáticamente la situación de los niños, sin que estos necesiten de un tratamiento particular, además las respuestas frecuentemente apuntan a la atomización de las familias antes que a su restauración (grupos para HRSV, refugios para mujeres víctimas, albergues para niños que han sufrido maltrato etc.) y se concentran en los efectos antes que en las causas de la violencia doméstica. En lo que a legislación y políticas sobre violencia familiar se refiere, México ha tenido avances y retrocesos (el interés a nivel federal del sexenio pasado ha decaído durante los últimos años), una tarea pendiente es el establecimiento de programas preventivos eficaces y otra, es la introducción de programas de atención de carácter integral que contemplen los derechos de los niños, ya que los circuitos de violencia familiar son complejos y van más allá del hombre agresor y la mujer víctima12. 190

De los programas de prevención Si bien la violencia familiar puede presentarse sin distinción de nivel socioeconómico, escolaridad, credo o ascendencia étnica, existen factores de riesgo ante los cuáles, especialmente a nivel de política pública, deben focalizarse las estrategias de prevención primaria, sobre todo porque ello implica la reducción tanto del daño para los individuos como del costo social de la violencia. Algunos factores que pueden desencadenar la violencia familiar son: bajo nivel de ingresos, presencia de un solo padre en el hogar, discapacidad o trastorno mental en algún miembro de la familia, adicciones o desempleo de los padres, antecedentes de abuso en la historia de los padres, falta de redes sociales de apoyo o aislamiento de la familia, maternidad y paternidad precoz (Herrera - Basto 1999). Las anteriores son condiciones que suelen aumentar el nivel de tensión entre los miembros del grupo familiar y frecuentemente aquellos más débiles (niños y niñas), se vuelven blanco para descargar la frustración y la ira que genera tener que manejar cotidianamente estos problemas. Establecer programas que prevengan la violencia contra la niñez y provean herramientas para la sana crianza de los hijos

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La inclusión de los hombres en la política pública con perspectiva de género suele darse únicamente en función de las mujeres y en términos negativos (el agresor, el problema, etc.), esto es, sin incluir las preocupaciones, intereses ni esperanzas de los hombres en relación con la igualdad (Garda 2009: 56). 11 En un sentido, la perspectiva de género soslaya la situación de los niños y niñas como víctimas de violencia, pues se concentra en los niños y adultos varones como agentes clave en la opresión de las mujeres y niñas. 12 Diversos autores han señalado la necesidad de complejizar el enfoque de género reconociendo que, en relaciones de poder desigual, los hombres pueden ser víctimas de violencia por parte de otros hombres o ejercer violencia contra sí mismos constreñidos por estereotipos nocivos para la salud (Garda 2009: 54).


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entre madres solteras o parejas adolescentes de escasos recursos, por ejemplo, puede traer grandes beneficios tanto para la comunidad como para el desarrollo individual de los involucrados (niños y adultos; mujeres y hombres), pues, como hemos visto, muchas formas de maltrato físico y emocional se deben a prácticas culturalmente arraigadas y a menudo la negligencia (una forma de maltrato muy extendida y altamente nociva) deriva de la ignorancia y la incertidumbre presente en la vida de muchos padres y madres. De esta forma, es mucho lo que se puede ganar si se realizan programas para que los padres aprendan sobre el desarrollo y las necesidades (físicas, afectivas y cognitivas) de los niños pequeños, así como sobre métodos alternativos de crianza (distintos de los golpes y los gritos tradicionales) que favorezcan la comunicación y el bienestar emocional. Se han documentado casos exitosos de programas de intervención en la infancia temprana a través de experiencias no formales (Eming Young y Fujimoto 2004). Las experiencias no formales incluyen el trabajo de promotores que visitan a las familias, o bien, trabajan con grupos de padres para instruirles en habilidades básicas de estimulación y cuidado infantil, así como en la organización de centros comunitarios de atención integral. Los programas no formales han demostrado ser una buena opción, sobre todo en áreas marginales y densamente pobladas. A continuación, parte de las conclusiones del Proyecto Nacional de Educación Inicial (México): Los padres informan que la capacitación ha cambiado sus actitudes sobre la crianza de los niños y muchos dicen que ahora reconocen que los castigos tradicionales para los niños son inapropiados e innecesarios. En algunas zonas el programa está también cambiando las ideas sobre los roles en función del género en la crianza de los niños. En pueblos distantes de Chiapas, por ejemplo, son los padres quienes asisten a las reuniones de capacitación. (Eming Young s/f).

En este sentido, los programas de intervención en la infancia temprana pueden ser una valiosa herramienta para prevenir y erradicar la violencia familiar, sobre todo si se dirigen a grupos con características de riesgo.

De los programas de atención integral La atención de la violencia familiar no tiene por qué darse exclusivamente cuando el problema ha alcanzado dimensiones extremas en las que es urgente resguardar la seguridad física de los implicados (colocando a las mujeres en refugios o separando a los hijos de los padres). Siempre que sea posible, es necesario establecer programas en los que los participantes aprendan a resolver sus conflictos de manera no violenta y a comunicarse con respeto, para ir sanando conjuntamente las secuelas de la violencia en su salud emocional y en otras áreas de su vida. Dado que los patrones de conducta que observamos, en especial durante la infancia y la adolescencia, son los patrones que internalizamos para organizar nuestro propio comportamiento, es fundamental que los niños y jóvenes cuenten con modelos adecuados de interacción y que los padres y/o cuidadores modifiquen sus patrones violentos de conducta, para ello los grupos de HRSV, por ejemplo, pueden resultar herramientas de gran utilidad. Pero además es necesario realizar un trabajo terapéutico en el que participen todos los integrantes de la familia con el fin de construir un ambiente seguro, libre de cualquier forma de violencia. A través de acciones terapéuticas sistematizadas, tanto individuales como grupales, deben promoverse la sana expresión de las emociones, la superación de las experiencias traumáticas y la construcción de proyectos positivos para la familia. La Fundación JUCONI ha desarrollado una metodología educativa y terapéutica para tratar la violencia que afecta a niños y familias que viven en condiciones de marginación y pobreza. Esto a partir de que tanto la evidencia científica existente como la experiencia de veinte años de trabajo apuntan a que la violencia familiar es

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una cuestión medular en la solución de varios problemas sociales, en la restauración de los derechos de la infancia y en la construcción de una sociedad más justa.

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Atender a cabalidad la violencia familiar implica restaurar los derechos de provisión, protección y participación de niños y niñas, pues la familia debe convertirse en fuente genuina de protección y seguridad, pero también en un lugar en el que el niño pueda expresar sus opiniones, ser tomado en cuenta y recibir información sobre los temas que le son relevantes, siempre en un ambiente de respeto y tolerancia. Este trabajo demanda la formación de terapeutas, educadores, trabajadores sociales y una serie de profesionistas especializados en la materia, sin embargo, sus costos siempre serán menores en comparación con los problemas sociales que la violencia familiar genera a mediano y largo plazo. Quienes han vivido infancias violentas difícilmente lograrán un ajuste social exitoso, pues además del daño fisiológico que ocasiona la violencia, han aprendido patrones poco saludables para relacionarse con el mundo y con los demás. Como mencioné líneas atrás, padecer o presenciar violencia durante la infancia tiene efectos de largo alcance, por ejemplo, los daños a las estructuras de la memoria pueden ocasionar bajo rendimiento escolar, frustración, deserción escolar y por ende, escasa calificación profesional, lo que es casi una garantía de empleos inestables y bajos salarios. Problemas como las adicciones, el comportamiento sexual riesgoso y la depresión también se asocian con la violencia durante la infancia. Ya que la violencia familiar inhibe la capacidad de los individuos para integrarse a la sociedad de manera plena y productiva, no basta con proporcionar educación y asistencia a los niños que viven en condiciones de vulnerabilidad o marginación13, es necesario restablecer sus sentidos básicos de confianza y seguridad. Esto sólo puede lograrse a través de un trabajo que posibilite el aprendizaje de nuevas formas de relación. En esta tarea el papel de la familia es crucial, pero otras instituciones alrededor de los niños y niñas (escuelas, iglesias, casas de asistencia, centros de internamiento, etc.) deben convertirse en ambientes que apoyen este proceso.

Recomendaciones Establecer un Plan Nacional para la prevención y atención de la violencia familiar en el que, además de la perspectiva de género, se incluya el Enfoque de Derechos de la Infancia como eje a partir del cual proyectar y calibrar las estrategias de acción. Los CEPAVIS y Programas Estatales de Prevención y Atención de la Violencia deben desarrollar estrategias de prevención primaria dirigidas a grupos en condiciones de riesgo (madres solteras, parejas adolescentes, padres/ madres con adicciones en contextos de escasos recursos, etc.), y deben contar con presupuesto y recursos para llevarlas a cabo de manera consistente y sistemática. Establecer, además de los programas de protección a las víctimas y sanción para los agresores, programas encaminados a la corrección de patrones violentos de comunicación que, a través de la participación de todos los miembros del grupo familiar en acciones terapéuticas, transformen a la familia en un espacio donde niños y niñas puedan desarrollarse a plenitud. Realizar encuestas, investigaciones y estudios tendientes a conocer la situación de la infancia en relación la violencia familiar, diseñando instrumentos y metodologías efectivas que recojan las voces de niños y niñas.

13 Tales como los niños en situación de calle, los que se encuentran viviendo en condiciones de pobreza, los niños institucionalizados, los que han cometido conductas tipificadas como delito y los migrantes, muchos de los cuales han experimentado maltrato o negligencia al interior de sus familias y en otros contextos.


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LEY DE PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA (LEPINA)

Ismelda Villacorta de Rivera Introducción

L

as niñas, niños y adolescentes son las principales víctimas de la violencia. En la forma extrema de violencia encontramos que se reportan más de 12 homicidios a diario en El Salvador, de los cuales, en promedio, dos niñas o niños son víctimas que mueren diariamente. Pero la niñez, la adolescencia y la juventud se ven afectada por otras formas de violencia como: la violencia intrafamiliar, que transcurre en el hogar y que es producto de una cultura del castigo y adultocentrista; por abusos sexuales de adultos o de otros jóvenes, que están íntimamente relacionados con la cultura sexista que priva en nuestra sociedad y por la violencia social o común, que ocurre a diario y afecta a toda la población con efectos graves sobre la niñez. Además, la niñez en El Salvador se ve afectada por la violencia estructural, es decir por la imposibilidad de acceder satisfactoriamente a condiciones dignas de vida, a servicios básicos como la salud, la alimentación y la educación. Igualmente, tales condiciones favorecen la existencia y agudización de fenómenos como la niñez en la calle, maltratos físicos contra niñas y niños, altas tasas de mortalidad y morbilidad infantil, desnutrición, epidemias, explotación laboral de la niñez y juventud, analfabetismo, deserción escolar y delincuencia juvenil. El Estado de El Salvador es el garante principal de los derechos de la niñez y tiene un conjunto de responsabilidades establecidas en las normas nacionales e internacionales relativas a la niñez. La Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (en lo sucesivo LEPINA) trae consigo, sin lugar a dudas, una interesante perspectiva del estudio y de la protección de la niñez y adolescencia. El régimen legal, es el punto de partida para adecuar acciones, políticas e instituciones, pero sobre todo, para modificar la mirada social sobre la niñez. Esta ley contempla la creación del Sistema Nacional de Protección de Derechos para Niños, Niñas y Adolescentes, que - agrupa a las instituciones que estarán involucradas en políticas y en la ejecución de los programas de atención. En ellas se incluye al nuevo Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (CONNA), los Comités Locales de Derechos de La Niñez y Adolescencia, las Juntas de Protección de la Niñez y Adolescencia y otras instancias.

Abogada de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), con estudios sobre herramientas para la evaluación del cumplimiento de los derechos de las y los jóvenes y el diseño de políticas públicas de juventud realizados (a distancia) en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe - CREFAL, México. Investigadora sobre temas de derechos de la niñez, juventud y justicia penal juvenil; representación legal en áreas de familia, penal y penal juvenil.

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A través de las siguientes líneas pretendemos describir brevemente, algunos aspectos que orientan la LEPINA.

Bases Jurídicas Tal y como lo establece nuestra Constitución, uno de los deberes del Estado es garantizar la vida y la integridad física y moral de todos y todas la personas incluidos los niños y niñas; es decir el derecho a no ser maltratados de ninguna forma, torturados o mutilados, a no ser agredidos ni física ni moralmente, a no ser sometidos a tratos crueles o inhumanos; asimismo a garantizar el ejercicio, el goce, la conservación y la defensa de nuestros derechos (Art. 2 inciso, primero). El artículo 34 señala que “Todo menor tiene derecho a vivir en condiciones familiares y ambientales que le permitan su desarrollo integral, para lo cual tendrá la protección del Estado. La ley determinará los deberes del Estado y creará las instituciones para la protección de la maternidad y de la infancia”. El Art. 35, inciso primero, señala que “El Estado protegerá la salud física, mental y moral de los menores y garantizara el derecho de estos a la educación y a la asistencia” (…)”. La Constitución sienta las bases de la protección de la niñez salvadoreña contra la violencia, las cuales son desarrolladas en un conjunto de leyes secundarias. ¿Qué es la LEPINA?

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Es una nueva ley denominada Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, cuyo objetivo es la protección del niño, niña y del adolescente, este instrumento legal se ajusta al paradigma (modelo o ejemplo a seguir) de protección integral en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. La LEPINA, entró en vigencia parcialmente el 16 de abril de 2010 y su implementación total está prevista para el 1º de enero de 2011. La ley reconoce al niño, niña y adolescente como sujeto de derechos a los cuales da contenido; establece mecanismos y procedimientos idóneos para su tutela; construye un Sistema de Protección con instancias jurídicas y administrativas donde hacer valer sus derechos y contiene normas destinadas a incidir en las políticas públicas orientadas al cumplimiento de los derechos de la niñez.

Antecedentes El origen de esta ley se remonta a la aprobación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con fecha del 20 de noviembre de 1989, cuyo objeto principal fue transformar las necesidades de niños, niñas y adolescentes en derechos. Por ejemplo, anteriormente se consideraba que la niñez y la adolescencia tenían necesidad de educación y salud con la aprobación de la Convención se crearon los derechos a la educación y a la salud. La Convención fue firmada y ratificada por El Salvador el 26 de enero y el 27 de abril de 1990 respectivamente, constituyéndose desde entonces en Ley de la República, por mandato constitucional, de acuerdo con el Art. 144 de nuestra Constitución. La Convención es el instrumento jurídico más importante, de carácter universal, de protección a los derechos de la niñez y la adolescencia, al reconocer tanto los derechos civiles como los derechos económicos, sociales y culturales que requiere la niñez para su supervivencia y desarrollo integral. Representa un hito importantísimo en las concepciones doctrinarias. En el ámbito de la niñez, hay un antes y un después de la Convención, la cual ciertamente, tiene una gran incidencia en la calidad de vida de las niñas y de los niños. Bajo este contexto se busca transitar de la “situación irregular”, superación de la doctrina y práctica social y legislativa, , la cual considera a los niños y a las niñas como sujetos de compasión - representación, tutelados por el Estado a la doctrina y práctica de “protección integral”, la cual reconoce a las niñas, niños y adolescentes como “sujetos plenos de derechos”, capaces de ejercer y exigir las facultades que las leyes les reconocen. Esto implica reconocer su ciudadanía social;


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la protecciĂłn integral ofrece mecanismos procedimentales e institucionales que brindan soluciones y respuestas en el ĂĄmbito mĂĄs cercano a las personas, asimismo abre canales para que la ciudadanĂ­a participe en la formulaciĂłn de iniciativas y ejerza control de los asuntos pĂşblicos. La “situaciĂłn irregularâ€?, se ha definido como: “aquella en que se encuentra un menor de edad cuando ha incurrido en un hecho antisocial, como cuando se encuentra en un estado de peligro, abandono material y moral, o padece dĂŠficit fĂ­sico o mental‌.â€?; segĂşn este concepto la situaciĂłn irregular, debe tratar a los niĂąos como “menoresâ€?, los cuales deberĂĄn ser objeto de tratamientos especiales y sometidos a ciudadanos y medidas de control por su condiciĂłn social, econĂłmica, fĂ­sica o psicolĂłgica, por parte del Estado. La situaciĂłn irregular plantea que los niĂąos por su condiciĂłn estĂĄn en riesgo, lo cual justifica la adopciĂłn de cualquier medida tutelar aplicada a su persona. En tanto la Doctrina de ProtecciĂłn Integral se erige sobre el respeto de una serie de principios rectores, que constituyen los pilares fundamentales de la LEPINA. SegĂşn la ExposiciĂłn de Motivos, la LEPINA, apuesta por un sistema integral e integrado de protecciĂłn de los Derechos de las NiĂąas, NiĂąos y Adolescentes, proponiendo mecanismos sociales y jurĂ­dicos para su protecciĂłn, lo que se traduce en efectivos procedimientos administrativos y judiciales a travĂŠs de polĂ­ticas, planes y programas con la debida participaciĂłn social; instituciones para denunciar y adoptar medidas de protecciĂłn; sanciones e infracciones para los responsables de afectar los derechos de las niĂąas, niĂąos y adolescentes; asĂ­ como la institucionalidad necesaria para dar sostenibilidad al sistema. La legalidad de esta Ley, se fundamenta en nueve ejes transversales: s Las niĂąas, niĂąos y adolescentes como sujetos plenos de derechos; s %L ROL FUNDAMENTAL DE LA FAMILIA s 0RINCIPIOS DE INTERPRETACIĂ˜N E INTEGRACIĂ˜N s %QUIDAD DE GĂ?NERO s )NTEGRALIDAD DE LOS DERECHOS s %FICACIA s #ORRESPONSABILIDAD ENTRE %STADO FAMILIA Y SOCIEDAD s $ESCENTRALIZACIĂ˜N Y s 2EDEFINICIĂ˜N DE FUNCIONES JUDICIALES

ComposiciĂłn de la Ley La Ley de ProtecciĂłn Integral de la NiĂąez y Adolescencia, estĂĄ compuesto por 260 artĂ­culos, divididos en tres Libros: s Libro I, se refiere a Derechos, GarantĂ­as y Deberes, consta de un TĂ­tulo Preliminar que contiene Disposiciones Generales, y dos CapĂ­tulos que se refieren a Disposiciones Preliminares del artĂ­culo 1 al 8, y Principios Rectores del artĂ­culo 9 al 15, respectivamente, ademĂĄs de cinco TĂ­tulos, que de manera respectiva se refieren a: a) TĂ­tulo I, Derechos de Supervivencia y Crecimiento Integral, que incorpora dos CapĂ­tulos que hacen relaciĂłn, el primero al Derecho a la Vida, del artĂ­culo 16 al 20, y el segundo a la Salud, Seguridad Social y Medio Ambiente, del artĂ­culo 21 al 36. b) TĂ­tulo II, Derechos de ProtecciĂłn, que incorpora dos CapĂ­tulos que hacen relaciĂłn, el primero a la Integridad Personal y Libertad, del artĂ­culo 37 al 56, y el segundo a la ProtecciĂłn de la Persona Adolescente Trabajadora, del artĂ­culo 57 al 71. c) TĂ­tulo III, Derecho al Desarrollo, que incorpora dos CapĂ­tulos, el primero que se refiere a la Personalidad del artĂ­culo 72 al 80, y el segundo a la EducaciĂłn y Cultura del artĂ­culo 81 al 91, TĂ­tulo IV Derecho de ParticipaciĂłn,

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que consta de un Capítulo único del artículo 92 al 100, y un Título V, que hace referencia a los Deberes de las Niñas, Niños y Adolescentes. s Libro II, se refiere al Sistema Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, el cual consta de siete Títulos, que de manera respectiva se refieren a: a) Título I, Disposiciones Comunes al Sistema, Capítulo único, del artículo 103 al 108. b) Título II, Políticas y Planes Públicos, que incorpora dos Capítulos que hacen relación, el primero a la Política Nacional de Protección de la Niñez y Adolescencia del artículo 109 al 114, y el segundo a Planes Locales artículo115. c) Título III, Programas, que consta de un Capítulo único del artículo 116 al 118. d) Título IV, Medidas de Protección, que consta de tres Capítulos, que se refieren el primero Disposiciones Generales del artículo del 119 al 123, el segundo a Medidas Judiciales del artículo 124 al 130 y el tercero a Disposiciones Comunes del artículo 124 al 130. e) Título V, que se refiere al Componente Administrativo; consta de cuatro Capítulos, el primero se divide en cuatro secciones. La sección primera hace referencia a los Aspectos Generales (del artículo 134 al 137); la sección segunda retoma el Consejo Directivo (del artículo 138 al 144); la sección tercera sobre la Dirección Ejecutiva (del artículo 145 al 148); la sección cuarta refiere al Régimen Financiero del CONNA (del artículo 149 al 152). 198

El segundo capítulo se refiere a los Comités Locales de Derechos de la Niñez Adolescencia (del artículo 153 al 158); el tercer capítulo se refiere a las Juntas de Protección de la Niñez y Adolescencia (del artículo 159 al 168); el cuarto capítulo se refiere a la Red de Atención Compartida, el cual se divide en tres secciones de la siguiente forma: sección primera, Disposiciones Comunes (del artículo 169 al 178), sección segunda, del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Niñez y la Adolescencia (del artículo 179 al 192), sección tercera que se refiere a las Asociaciones de Promociones y Asistencia a los Derechos de la Niñez y Adolescencia (del artículo 193 al 198), f) Título VI, de las Infracciones y Sanciones, que consta de dos Capítulos, el primero sobre las Reglas Comunes (del artículo 199 al 200) y el segundo se refiere al Régimen de Infracciones (del artículo 201 al 202). g) Título VII, que se refiere a Procedimiento Administrativo (del artículo 203 al 213). s Libro III, de la Administración de Justicia, que incorpora siete Títulos: a) Título I, de la Competencia, consta de un Capítulo único del artículo 214 al 217. b) Título II, de Las Partes, consta de un Capítulo único del artículo 218 al 220. c) Título III, Principios y Actividad Procesal, consta de un Capítulo único del artículo 221 al 224. d) Título IV, Proceso General de Protección, Capítulo único del artículo 225 al 229.


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e) TĂ­tulo V, Proceso Abreviado, que consta de dos capĂ­tulos, el primero que se refiere a Actos Previos a la Audiencia del artĂ­culo 230 al 236, y el segundo que se refiere a Audiencia Ăšnica del artĂ­culo 237 al 240. f) TĂ­tulo VI, Disposiciones Generales, que consta de un CapĂ­tulo Ăşnico del artĂ­culo 241 al 247. g) TĂ­tulo VII, Disposiciones Finales, Transitorias, Derogatorias y Vigencia, que consta de un CapĂ­tulo Ăşnico del artĂ­culo 248 al 260.

Finalidad de la Ley La finalidad de la Ley es garantizar el ejercicio y disfrute pleno de los derechos y facilitar el cumplimiento de los deberes de toda niĂąa, niĂąo y adolescente en El Salvador, independientemente de su nacionalidad, para cuyo efecto se crea a travĂŠs de la misma un Sistema Nacional de ProtecciĂłn Integral de la NiĂąez y Adolescencia con la participaciĂłn de la familia, el Estado y la sociedad, fundamentado en la ConstituciĂłn de la RepĂşblica y en los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos vigentes en El Salvador, especialmente en la ConvenciĂłn sobre los Derechos del NiĂąo. La ConvenciĂłn, en su artĂ­culo 1, establece que “se entiende por niĂąo todo ser humano menor de 18 aĂąos de edad...â€?. Es decir, se considera niĂąo simplemente todo menor de edad. La LEPINA por su parte, distingue entre “niĂąo o niĂąaâ€? y “adolescenteâ€?. De conformidad con el artĂ­culo 3 de tal ley “se entiende por niĂąa o niĂąo toda persona desde el instante mismo de la concepciĂłn hasta los doce aĂąos cumplidos y “adolescenteâ€? es la comprendida desde los doce aĂąos cumplidos hasta que cumpla los dieciocho aĂąos de edad.â€?. De manera que al margen de la sutileza terminolĂłgica en torno a la edad y al lĂ­mite que marca la niĂąez de la adolescencia, con anterioridad a la LEPINA se contaba con una protecciĂłn jurĂ­dica especĂ­fica a favor de las personas menores de edad. Sobre la presunciĂłn de niĂąez y adolescencia, dispone que se presuma niĂąa o niĂąo antes que adolescente, y adolescente antes que mayor de edad segĂşn sea el caso. De igual forma en esta Ley, se regulan dentro de las Disposiciones Preliminares: ĂĄmbito de aplicaciĂłn, sujetos obligados, deberes del Estado.

Bases TeĂłricas Principios Rectores Los principios suelen asociarse a las ideas orientadoras de un sistema, en este caso al orden jurĂ­dico que ampara a la niĂąez y adolescencia. Los principios como su denominaciĂłn lo indica preceden al sistema y se sobreponen a ĂŠste. De los artĂ­culos 9 al 14 la LEPINA ha recogido varios principios que tienen que estar presentes a la hora de interpretar cualquier norma o situaciĂłn jurĂ­dica que tenga que ver con el menor de edad. s El rol primario y fundamental de la familia. s El ejercicio progresivo de las facultades. s )GUALDAD NO DISCRIMINACIĂ˜N Y EQUIDAD s )NTERĂ?S SUPERIOR DE LA NIĂ—A NIĂ—O Y ADOLESCENTE s #ORRESPONSABILIDAD s 0RIORIDAD ABSOLUTA El rol fundamental de la familia La ConvenciĂłn sobre los Derechos del NiĂąo en su preĂĄmbulo expresamente se refiere al importante papel de la familia en la garantĂ­a de los Derechos del NiĂąo e indica: “el niĂąo, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensiĂłnâ€?.

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Con la LEPINA se privilegia la familia como el medio natural y primario donde se garantiza el desarrollo y la protección integral de las niñas, niños y adolescentes. Los padres son los principales responsables de cuidarlos y educarlos. A tal efecto, el Estado tiene la obligación indeclinable e ineludible mediante políticas, planes, programas y acciones de crear las condiciones para que la familia pueda desempeñar su rol de manera adecuada. La familia es responsable, de forma prioritaria, inmediatamente e indeclinable, de asegurar a los niños, niñas y adolescentes el ejercicio y disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías. El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos e hijas. El Estado debe asegurar políticas, programas y asistencia apropiada para que la familia pueda asumir adecuadamente esta responsabilidad, y para que los padres y las madres asuman en igualdad de condiciones, sus responsabilidades y obligaciones. Derechos y Garantías (Art. 16 al 100 LEPINA) Los derechos de la infancia y la adolescencia son un reflejo de los derechos de la persona en general, existiendo sin embargo, cierta categoría de ellos que requieren una protección particular dado el carácter vulnerable del menor de edad. Estos derechos se agrupan de la siguiente manera: s Derechos de Supervivencia y Crecimiento Integral: Derecho a la vida, salud, seguridad social y medio ambiente. s Derechos de Protección: Integralidad personal y libertad y protección de la persona adolescente trabajadora. s Derecho al Desarrollo: De la personalidad, educación y cultura. s Derecho de Participación. 200

Los Derechos de Supervivencia y Crecimiento Integral se refieren a la protección de la vida en general y de las personas que están por nacer, abarcando la prohibición de experimentación genética y prácticas que atenten contra la vida y el derecho a una vida adecuada, y los derechos a la salud, a la seguridad social y al medio ambiente, haciendo énfasis en los derechos de las niñas, niños y adolescentes con discapacidad. Se reconocen asimismo, en la categoría de Protección, los derechos a la integridad personal y libertad, la erradicación del trabajo infantil y la protección del trabajador adolescente, garantizando de esta manera la integridad física y moral de las niñas, niños y adolescentes como parte del concepto más amplio de libertad; sobre las peores formas de trabajo infantil y la erradicación progresiva del trabajo infantil, se le da una especial importancia, en el sentido de regular entre otros, la edad mínima del trabajo para adolescentes, regulación que se encuentra relacionada con los Convenios 138 y 182 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Los Derechos al Desarrollo se encaminan a la protección y garantía del libre y pleno desarrollo de la personalidad de las niñas, niños y adolescentes acorde a su edad, a esta categoría se aúnan los derechos a la educación y cultura, también haciendo especial énfasis en los derechos de las niñas, niños y adolescentes con discapacidad. En relación a los Derechos de Participación, son los que pretenden proteger a las niñas, niños y adolescentes en aquellos aspectos directamente vinculados con la construcción de su ciudadanía, refiriéndose al acceso de la información, a opinar y ser oído, crear su propio criterio a través de la libertad de pensamiento, conciencia, religión y a no ser afectado en su integridad moral por cierto tipo de informaciones y programas radiales, televisivos o escritos. Deberes de las niñas, niños y adolescentes (Art. 102 LEPINA) El niño, niña o el adolescente es un sujeto de derecho con toda la plenitud que despliega su capacidad de goce y en consecuencia, tendrá deberes que ejercerá conforme a su condición de persona.


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Todos los niños y adolescentes tienen los siguientes deberes: 1. Conocer y defender activamente sus derechos; 2. Respetar y obedecer a su madre, padre, representantes, responsables y maestros; 3. Tratar con respeto y decoro a los funcionarios y empleados públicos; 4. Respetar los derechos y garantías de las demás personas; 5. Respetar y cumplir la Constitución y las leyes de la República; 6. Respetar los símbolos patrios y la diversidad cultural; 7. Reconocer la historia nacional; 8. Cumplir con las obligaciones y deberes escolares y familiares; 9. Proteger y conservar el medio ambiente y hacer uso racional de los recursos naturales; y 10. Cualquier otro deber que se establezca en esta Ley.

Sistema de Protección Integral de la Niñez y de la Adolescencia El Sistema de Protección Integral de la Niñez y de la Adolescencia utiliza dos grandes sistemas: administrativo y judicial, en la Ley se define a este Sistema, como el “conjunto coordinado de órganos, entidades o instituciones, públicas y privadas, cuyas políticas, planes y programas tienen como objetivo primordial garantizar el pleno goce de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en El Salvador” artículo 103. Dentro de este sistema participan: a) El Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia; b) Los Comités Locales de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia; c) Las Juntas de Protección de la Niñez y de la Adolescencia; d) Las Asociaciones de Promoción y Asistencia; e) El Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia; f) El Órgano Judicial; g) La Procuraduría General de la República; h) La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, y, i) Los miembros de la Red de Atención Compartida. Es en el Sistema de Protección donde se hará efectiva la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes; se diseñaran y ejecutaran las políticas públicas para la niñez y se cristalizará el principio de la corresponsabilidad establecido en el artículo 113 de la LEPINA. Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (CONNA) El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (CONNA), es la máxima autoridad del Sistema, su naturaleza es administrativa con personalidad jurídica y patrimonio propio; tiene autonomía técnica, financiera y administrativa y se relaciona y coordina con los demás órganos del Estado por medio del Ministerio de Educación(Art. 134). El CONNA lo integran las siguientes instituciones: s Ministerio de Justicia y Seguridad Pública. s Ministerio de Hacienda. s Ministerio de Educación. s Ministerio de Trabajo y Previsión Social. s Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. s Procuraduría General de la República. s Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador. s #UATRO REPRESENTANTES DE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA ELEGIDOS POR LA Red de Atención Compartida dos de los cuales deberán pertenecer a organizaciones no gubernamentales de Derechos Humanos.

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Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia La exposición de motivos de la LEPINA señala que el elemento articulador del sistema, es la Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (PNPNA); esto en razón que se constituye como el factor principal a través del cual se relacionan las distintas instituciones que integran al mismo; la Ley lo define como un “conjunto sistemático de objetivos y directrices de naturaleza pública cuya finalidad es garantizar el pleno goce de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”. Los programas, son complementos de las políticas y se enfocan en: la protección, atención, restitución, promoción o difusión de los derechos de las niñas, niños y adolescentes por parte de las entidades de atención públicas o privadas, todos estos programas deben guardar coherencia con la Política Nacional; estos programas se deben inscribir y acreditar por el Consejo Nacional y se constituyen como el elemento de conexión entre la Red de Atención Compartida y el Sistema Nacional de Protección y de este sistema con los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Juntas de Protección de la Niñez y Adolescencia Las Juntas de Protección de la Niñez y Adolescencia son Dependencia Administrativa Departamentales del CONNA, con autonomía técnica, cuya función primordial es la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en el ámbito local. El CONNA debe crear, organizar, mantener y financiar al menos una Junta de Protección. Su composición es de tres miembros, uno de los cuales es abogado. El resto podrá ser trabajador social, psicólogo u otra rama de las ciencias de la conducta. Entre algunas de las competencias de las Juntas de Protección están: a) Conocer en su ámbito de competencia, de oficio o a petición de parte, las amenazas o violaciones individualizadas de los derechos de las niñas, niños y adolescentes; 202

b) Dictar y velar por la aplicación de las medidas administrativas de protección que sean necesarias para proteger los derechos amenazados o violados; c) Registrar las medidas de protección dictadas; d) Denunciar ante las autoridades competentes las infracciones administrativas y penales, de las que tenga conocimiento, cometidos en contra de niñas, niños y adolescentes, y también aquellas cuya atención no sean de su competencia, etc. Los Comités Locales de Derechos de la Niñez y Adolescencia A nivel local, se crean los Comités Locales de Derechos de la Niñez y Adolescencia, lo que significa que todos los municipios deberán formar sus respectivos Comités Locales; su naturaleza es un Órgano Administrativo Municipal, tiene un carácter deliberativo y paritario y son creados por los gobiernos locales con el apoyo técnico y financiero del Consejo Nacional (Art. 153). Son paritarios, pues, están conformado por 6 miembros, uno escogido por el Concejo Municipal (entre sus propios miembros); un representante local del más alto nivel de las instancias de salud pública ; un representante local del más alto nivel de la educación pública y tres representantes de la Comunidad, elegidos por la Red de Atención Compartida con la colaboración del gobierno municipal y de acuerdo al procedimiento y criterios de selección establecidos reglamentariamente por el CONNA. Algunas de sus competencias fundamentales son: implementar y difundir la Política Nacional de Protección de la Niñez y Adolescencia (PNPNA); establecer lineamientos técnicos complementarios a los fijados por el CONNA para la aplicación de la


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PNPNA en la localidad; proponer las políticas locales en materia de derechos de la niñez y de la adolescencia; evaluar la implementación de las políticas locales en materia de protección de NNA; vigilar la coherencia de las políticas y decisiones y acciones públicas frente al PNPNA y emitir la recomendaciones procedentes.

Protección de Derechos Medidas de Protección Son órdenes de obligatorio cumplimiento, dictados en sede administrativa o judicial en caso de amenaza o violación de derechos de niños, niñas y adolescentes, individualmente considerado. La amenaza o violación puede provenir de la acción u omisión del Estado, familia, sociedad o del propio niño. Los tipos de medidas de protección según la LEPINA son: s Medidas Administrativas: a) Inclusión de la niña, niño o el adolescente y su familia en forma conjunta o separada, en uno o varios programas. b) Orden de matrícula o permanencia obligatoria en los centros educativos públicos o privados. c) Orden de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico a la niña, niño o adolescente o a su madre, padre, representante o responsable. d) Separación de la niña, niño o adolescente de la actividad laboral. e) Acogimiento de emergencia de la niña, niño o adolescente. 203

f) Amonestación al padre, madre, representante o responsable. g) Declaración de responsabilidad. s Medidas Judiciales: a) Acogimiento familiar b) Acogimiento institucional. Las Medidas Administrativas es competencia de las Juntas de Protección de la Niñez y de la Adolescencia, mientras que la aplicación de las Medidas Judiciales es competencia de los Jueces Especializados en Niñez y Adolescencia.

Conclusiones Lo más importante de la LEPINA es que propiciará el desarrollo integral de su mayor y mejor capital humano: los niños, niñas y adolescentes, que son ciudadanos sociales, aunque carezcan de ciudadanía política (capacidad para elegir y ser electos) y de ciudadanía civil (capacidad de ejercer con plena autonomía el derecho de establecer compromisos y celebrar contratos). La ciudadanía social significa tener derecho y la capacidad de exigir del Estado el cumplimiento de las garantías necesarias para vivir dignamente. Sólo el reconocimiento de la ciudadanía social de los niños y las niñas permite la reorganización administrativa del Estado, creando canales para que la niñez y adolescencia puedan exigir sus derechos y denunciar situaciones o personas que los violen. Consideramos que la ley puede constituirse en un instrumento contra la violencia y a favor de la paz, pues, permite prevenir las distintas formas de vio-


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lencia contra la niñez, tanto la ejercida por el propio Estado como por particulares además de reaccionar cuando se generen. La nueva legislación de la niñez y adolescencia contribuye a hacer del consenso y concertación nacional una práctica prioritaria y constante para reducir al mínimo el uso de la violencia y de la fuerza para resolver problemas sociales.

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DE LA CALLE

Testimonios

AVATARES

Román Díaz Salgado Introducción

E

l presente texto es un compendio de cinco testimonios1 de jóvenes que viven en calles de la Colonia Morelos, en la Delegación Venustiano Carranza de la Ciudad de México. El propósito de presentar estos testimonios es dar a conocer, de viva voz de los jóvenes que viven en calle, sus experiencias relacionadas con dicha condición. ¿Cómo es que sale un chico o chica a la calle? ¿Dónde vivían y con quién vivían antes de salir a la calle? ¿Qué problemas padecían y qué detonó su salida a la calle? ¿Cómo es su proceso de arraigo a la calle? ¿Cuáles son sus sueños, anhelos y deseos a futuro? ¿Qué hacen para cambiar su situación? Estas son algunas preguntas que nos llegamos a formular cuando vemos o interactuamos de una u otra manera con chicos y chicas que padecen esta problemática. No existen respuestas exactas, únicas, ni correctas a estas preguntas pues siempre habrá un espacio para las implicaciones objetivas, racionales y subjetivas en la singularidad y colectividad de quien o quienes nos formulemos tales cuestionamientos. Por ello, esta serie de testimonios es una invitación para que el lector reflexione sobre la complejidad en la vida de cada adolescente o joven que vive en la calle y así obtenga sus propias conclusiones.

Testimonio de M.R.R. Ahora, hace un mes estuve trabajando como voluntario en el curso de verano de ednica. Me gustó mucho porque estuve con los niños y niñas que vienen a ednica. Así, me obligaba a portarme bien para que los niños confiaran en mí. Lo que me gustó del curso de verano fue que los niños no me discriminaran, ellos me respetaban. No me discriminaban ni a mí y ni a mis amigos. Nos fuimos de paseo a la alberca de Aragón, Al Desierto de los Leones y a los Dínamos con ellos. Yo creo que esto es lo que necesitamos los que vivimos en la calle, estar ocupados haciendo muchas cosas que nos gustan y que nos hacen olvidarnos de la droga y de los problemas. También, en el curso de verano nos cooperábamos con los chavos para hacernos nuestras tortas y comer con los chamaquitos. ¡Hijotes!, los niños son bien… canijos, hay niños que si te hacen caso y otros que no te escuchan. Hubo un niño que se

Educador de calle del programa de Niños y Jóvenes en Situación de Calle de ednica IAP desde el año 2000. Responsable del área de adicciones de ednica en 2002. Ha colaborado como Operador del Programa Matlapa – ednica así como Operador del proyecto Quórum. Actualmente es Coordinador del Centro Comunitario Morelos ednica IAP. 1

Los nombres de los jóvenes han sido omitidos para proteger su identidad.

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llama Gerson, que era bien grosero, no me hablaba bien. Una vez me dijo bien feo y yo lo regañé, hablé con la maestra y ella le llamó la atención.

También hay niños muy… muy, que son muy buenas personas. Te hablan bien y te ponen atención. Unas niñas que me cayeron muy bien, fueron Astrid y Miranda; ellas te ponen atención y hacían bien sus trabajos. Luego, me gustaba hacerle bromas a Miranda, le preguntaba que qué había comido, le preguntaba lo mismo todos los días y todos los días ella me decía que había comido caldito de pollo, todos los días. Eso me daba mucha risa. Le decía que si me invitaría a comer caldito de pollo y ella nada mas se me quedaba viendo, como que se quedaba pensando. Esto es lo que quiero platicar del Curso de Verano. Antes de salirme de mi casa, la vida era bonita, no me drogaba. Me salí a calle por problemas en mi casa, mi padrastro se drogaba. Me salí a la calle a los ocho años. Me iba pa todos lados. Al primer lugar que llegué fue al Metro La Raza. Ahí me “monié” por primera vez. Me invitó un amigo y ese amigo se murió tiempo después. Ahora, gracias a Dios, ya no me quedo en calle, hay una señora que se llama Evangelina y que me dejaba quedar en su casa. Me da chance porque soy buena persona y los respeto. También me han apoyado en ednica, los maestros que son buenas personas.

Testimonio de V.S.V. Creo que nací en 1982, y según tengo como 28 años de edad. Mi fecha de cumpleaños es el 28 de julio. Nací en Cárcel de Mujeres, en Iztapalapa. Antes de salirme a la calle vivía con mis tíos, en San Miguel Tlaltongo. Me salí a la calle cuando tenía siete años de edad. Me salí por culpa de mi madrastra, porque ella no me dejaba ir a la escuela y no me compraba mis útiles. Mi madrastra me pegaba en todo el cuerpo con varas y cables.

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Tenía tres hermanas, Lupe, Diana y Estela. Estela era mi media hermana. Ellas viven en Zacapuascla Puebla. Nadie de mis hermanos y medios hermanos salió a vivir a la calle. Ahora, todos mis medios hermanos ya son casados. Sólo yo estoy soltero. Hace siete años me atropellaron y desde entonces camino chueco, en la calle me dicen “El Chiquilín” y hace tres años dejé el vicio, pero tuve una recaída. Aquí en la Morelos llevo 18 años viviendo, ya me conocen en San Lázaro, en el Mercado Morelos, en el Metro. También estuve en Buena Vista, Plaza Aragón y San Miguel Teotongo. Estando en calle he llegado a estar en algunas casas, con gente que me ha ayudado. Estuve en la Villa, Caracas, con el Vallejo, Ecuador y en Anexos. A los siete años estuve por primera vez en un Anexo y ahí me llevó uno de mis valedores de calle. Lo feo de andar en la calle es que me han pegado, me han golpeado, he agarrado el vicio, también he trabajado desde niño. Hay mujeres que me dicen que me vaya a vivir con ellas, ellas luego me quieren ayudar para que yo salga adelante. También he visto que algunos de mis amigos se han muerto en la calle. En la calle hay maltrato. Mis amigos en la Morelos son “El Largo”, “El mamado”, “El Chato” y el hijo del “Chato”. A ednica la conozco desde hace dos años. Aquí he aprendido a vivir en paz, a no pelear con las personas. A salir adelante para hacer una vida feliz sin vicios. También he aprendido a no pegar a las personas. Apenas, estuve participando en el curso de verano, estuve apoyando a los maestros. Me sentí muy bien participando con los niños y niñas, me sentí contento haciendo las actividades en las que participamos. Me gustó cuidar a los niños y decirles que se portaran bien y que no se pelearan. Me sentía feliz de que me dijeran “maestro” y me decían así porque jugaba con ellos.

Testimonio de L.C.M. Tengo 24 años de edad, nací en el estado de Naucalpan en 1984, el 27 de agosto. Cursé hasta el 2do grado de primaria. Mi vida antes de salirme a la calle era de mucho maltrato. Mi padrastro me maltrataba mucho. Tuve dos padrastros. Con mi segundo


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padrastro vivíamos cerca del metro Cuitláhuac, sobre avenida Vallejo. De mi mamá no me acuerdo. Me salí de mi casa bien chavito, tenía siete años cuando esto pasó. Ya en la calle estuve en muchas partes, en Chapultepec, San Lázaro, Mercado Morelos, Barranca del Muerto, Observatorio, Candelaria. También estuve en instituciones como Casa Alianza, Ecuador, Finca. Aquí en la Morelos llevo seis años. Mis amigos en la Morelos se encuentran en el Mercado Morelos. El “Quimba” es un luchador, bueno, trabaja repartiendo hielo en el Mercado, él me ha dado trabajo y cuando lucha me ha invitado a ver sus funciones. Él me enseñó dos, tres llaves. Lo feo de vivir en la calle, es que luego abusan de uno, la gente te mira mal, uno vive mucho peligro y atropellamientos. Algunas ocasiones he estado anexado, he estado en tres anexos. Conozco a ednica desde hace tres años. En ednica he aprendido a respetar a la gente. Apenas, participé en el curso de verano. Estuve apoyando a los morritos y ellos me trataban bien. Me gustaron los talleres de computación y manualidades. En el curso les pedía a los niños que no se pegaran y que no se faltaran al respeto. Me gustaron los paseos a los que fuimos, nos la pasamos chido.

Testimonio de M.P.M. Antes de irme a la calle, en mi casa pasaba mucho maltrato. A los 13 años me salí de mi casa y me fui a la calle. Antes, estaba con mis papás mis carnalas y mi carnal. Fueron los maltratos, en ese entonces, mis papás me pegaban mucho, lo que me llevó a la calle. Estudié la primaria en Ecatepec, Edo., de México. También me salí de mi casa porque éramos seis hermanos, y por eso mi mamá gastaba mucho dinero. Después mi mamá nos llevó a un internado atendido por monjas pero tenía que pagar dinero para que estuviéramos con ellas. 207 Pasé problemas en el internado y ya no pude seguir. Mi mamá me preguntó que si quería seguir ahí o que si me quería salir. Yo le dije que me quería ir de ese lugar. Uno de mis hermanos ya estaba viviendo en calle y me invitó a que me fuera con él a Pantitlan. Me fui con él, en Pantitlan me presentó a sus amigos, unos chóferes que se drogaban. Me quedé en la calle con mi hermano y me drogué, desde entonces me seguí drogando. Esto fue a los 13 años. Un chofer que se llama Casimiro me enseñó a ponerle con activo y mi carnal Miguel me enseñó a charolear. En calle estoy triste, porque no estoy con mi familia, a veces regreso con ellos. Me quedo a dormir sobre Av. Canal del Norte, en los tacos. Gano dinero cantando en el metro y con el dinero que gano compro comida, a veces me regalan la comida porque saben que soy tranquilo y que no me meto con las personas. Me gusta la Morelos, conozco a mucha gente aquí y algunas personas me echan la mano. Me gustaría dejar las drogas, por eso voy a ednica. Hace unos meses me acompañaron a un centro de rehabilitación, un anexo. Aguanté sin drogarme y los maestros me visitaban. Lo que quiero es ya no drogarme, vivir bien, tener una familia y un trabajo.

Testimonio de D.J.V. Salí a la calle a los 16 años de edad, me salí de mi casa por problemas familiares, también porque empecé a tener problemas de adicciones, comencé a consumir activo. Antes de salirme de mi casa, vivía con mi familia, vivía bien, entre comillas bien, porque a veces había amor, cariño, ternura; pero otras veces había golpes, maltrato y desprecio, pues me llegaban a decir que “no servía para nada”. Mi mamá era la que me maltrataba y me decía estas cosas. Creo que mi mamá era así porque así sacaba su frustración o su ira. Mi padrastro era alguien muy alcohólico y seguido se peleaba con mi mamá. Mi mamá se desquitaba con nosotros de lo que le hacía mi padrastro.


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Tengo ocho hermanos, tres hombres y somos cinco mujeres. Soy la mayor de mis hermanas. Ahora tengo 24 años de edad, soy del 12 de febrero de 1985. Lo más feo de vivir en la calle son los golpes y las riñas, luego me fastidian y se quieren sobrepasar conmigo. No sé por qué sigo en la calle, creo que regreso a calle porque aquí está Mauricio, mi pareja. Creo que me ha faltado voluntad y ser más responsable para dejar la vida en calle. Me gustaría cambiar de rumbo, si siguiera con Carlos seguro seguiría tirada en el piso, así me tenía el Carlos. En el futuro me gustaría tener mis hijos, mi familia, contar con personas que se hagan cargo de mí, que sean responsables. Ahora no me quedo en la calle, me estoy quedando en hoteles con mi chavo.

Nota metodológica

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Hasta aquí la presentación de estos testimonios de jóvenes que viven en la calle. La lectura de estos textos puede dar pie al análisis cualitativo de diversos elementos socioculturales que se revelan a través del discurso de quienes los emitieron. Sin lugar a duda, los testimonios dan cuenta de factores comunes que detonan la vida en calle, pero también evidencian las significaciones singulares que cada individuo va construyendo a partir de dicha condición social. Los testimonios expuestos, no se tratan de entrevistas, sino de conversaciones que se han tenido con los emisores a partir de su participación en las actividades educativas que se desarrollan con ellos y ellas en el Centro Comunitario ednica – Morelos en el 2009. En este sentido, los testimonios presentados hablan por sí mismos con su propia riqueza comunicativa. La única intención metodológica, desde el lugar de quien promueve la difusión de dichos testimonios, es impulsar la valoración del niño, niña y/o joven que vive en la calle como sujeto de expresión, opinión, manifestación y, sobre todo, como sujeto de derechos.


TRABAJADORES OAXAQUEÑOS se expresan a través de la fotografía

Expresiones

NIÑAS Y NIÑOS

Valeria Mari

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a libertad que tenemos para crear cuando somos niños y niñas es una de esas circunstancias privilegiadas de la vida que se repiten cada vez menos cuando nos convertirnos en adultos, sin embargo cuando sucede, a veces sin darnos cuenta, deja una huella imborrable en nosotros. La mirada despojada de convencionalismos y prejuicios no vuelve a ser nunca la misma cuando crecemos. Quizás en lo que aún se ignora se encuentra esa pureza que nos muestra la niñez para expresar el mundo que les rodea. En la aparente ausencia del saber y en la supuesta fragilidad de su conocimiento es donde niños y niñas nos enseñan, rehacen nuestros esquemas, nos desafían a descubrirlos y nos recuerdan que ellos deberían ser siempre nuestra prioridad. La convicción de que la niñez puede generar un cambio significativo en sus vidas si cuentan con más y mejores herramientas, fue la razón que dio origen al taller de fotografía1 con los niños y niñas que participan de las actividades de CANICA A.C., (Centro de Apoyo al Niño de la calle de Oaxaca).2 Para comenzar con el taller se recolectaron cámaras fotográficas de film y digitales que fueron donadas por personas de diferentes países; se organizaron rifas y eventos, como la venta de comida, para recaudar dinero destinado a pagar rollos, revelados y excursiones en las que los niños y niñas visitaban, muchas veces por primera vez, lugares emblemáticos de Oaxaca. Todos los niños y niñas asistieron a clases de fotografía dos veces por semana durante los meses de julio y agosto, ahí aprendieron los principios básicos de la fotografía, desde el encuadre hasta la edición en computadora; asimismo participaron activamente mediante la exposición de sus obras, la observación y la crítica constructiva del trabajo de sus compañeros. Durante el taller se trabajaron distintos ejes temáticos como: Biodiversidad, Mi familia, La vida en el mercado, Paisajes oaxaqueños y Retratos. Niños y niñas tuvieron la oportunidad de trabajar con varios tipos de cámaras, en la mayoría de los casos fue una experiencia mágica, pues no habían tenido ningún contacto previo con la fotografía. No fue necesario esperar mucho tiempo

Argentina, en dos ocasiones, 2007 y 2009, ha colaborado como Voluntaria en CANICA A.C., en el Proyecto de Taller de Fotografía. Área de conocimiento y trabajo: Filosofía, Desarrollo Internacional y Políticas Sociales. Contacto: valeriamari@hotmail.com. 1

En el taller de fotografía participaron 25 niñas y niños, quienes tuvieron la oportunidad de fotografiar momentos de su vida cotidiana y familiar, además de conocer y visitar lugares emblemáticos de la ciudad de Oaxaca. 2 Organización sin fines de lucro que desde hace 18 años se ha especializado en la atención a niñas, niños, jóvenes y familias trabajadoras de calle, a través de una metodología educativa que atiende 3 campos: salud, cognitivo y afectivo - emocional. Anualmente atiende a 300 beneficiarios de manera directa. Contacto: www.canicadeoaxaca.org.

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para comprender la necesidad que tienen los niños y niñas por expresarse, esta necesidad unida a la motivación y a la rapidez con que aprendían, fue la mejor razón para que este proyecto tuviera sentido y llegara al cumplimiento de su objetivo final: la impresión de una serie de 32 postales3. Al preparar las clases fue esencial comprender aquello que ellos y ellas consideran importante por ejemplo: ¿cómo ven su núcleo familiar?, ¿qué los alegra o los entristece?, ¿qué expectativas les genera a futuro aprender el arte de la fotografía de manera profesional?, etc. Al principio los niños y niñas no creían que alguien fuera a ver sus fotos, sin embargo el hecho de poder llevarse las cámaras a sus casas para practicar fue un gran paso que les generó confianza. Los recuerdos de este taller siempre estarán presentes en quienes lo hicimos posible. Los rostros incrédulos de los niños y niñas el día en que las postales llegaron de la imprenta, el orgullo de ver sus nombres impresos, las miradas de quienes vuelven a creer en sí mismos cuando se les felicita. Ellos y ellas le dieron sentido a este proyecto y lo hicieron suyo por su entusiasmo, sensibilidad y dedicación. Otros aspectos de este taller de fotografía representaron un enorme aprendizaje para mí; algunos de estos niños tienen una capacidad asombrosa para captar con el lente lo mejor que los rodea; aún en situaciones adversas, encontraban y reflejaban la belleza de la vida. Así por ejemplo surgió la fotografía ‘Lo que ven mis ojos cuando se abren’, una manera de recordarnos que siempre hay algo que vale la pena mirar aunque todo sea muy duro a nuestro alrededor. Como meta para el futuro nos queda la realización de próximos talleres que continúen con esta primera etapa de trabajo, asimismo contar con mejores equipos fotográficos, llegar a más niños y niñas y ahondar en otras temáticas con quienes ya tienen cierta experiencia. Dicen que la fotografía sirve para no olvidar, para congelar un gesto, hacer eterna una mirada, prolongar la risa, extender para siempre una mano, recordar qué paso, quiénes fuimos. El desafío de esta clase de talleres es permanente; la infancia está hecha de esos momentos únicos, ese tiempo que debería ser siempre hermoso, de verdadera libertad y que no podemos dejar pasar ni olvidar.

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Las postales, en su totalidad, pueden apreciarse en: http://www.canicadeoaxaca.org/postales.html.


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Pies de foto 1. “La visión de una hormiga”. Serie Biodiversidad. Autora: Jacqueline Almaraz Ruiz (13 años). Oaxaca, 2009. 2. “El recorrido de una gota de agua”. Serie Biodiversidad. Autora: María Cruz Cruz (16 años). Oaxaca, 2009. 3. “Buscando la mejor foto”. Serie Retratos. Autor: Leonardo García Mateos (10 Años). Oaxaca, 2009. 4. “Luces y sombras afuera de Sto. Domingo”. Serie Mi ciudad. Autor: Omar García Mateos (12 Años). Oaxaca, 2009. 5. “Jaulas”. Serie La Vida en el Mercado. Autora: Ana Alicia Martínez Lorenzo (9 Años). Oaxaca, 2009. 6. “Lo que ven mis ojos cuando se abren”. Serie La Vida en el Mercado. Autora: Analilia Martínez Lorenzo (9 Años). Oaxaca, 2009. 7. “Nos vamos de viaje”. Serie Retratos. Autora: Inés Martínez Lorenzo (13 años). Oaxaca, 2009. 8. “Tunas Verdes”. Serie La Vida en el Mercado. Autora: Inés Martínez Lorenzo (13 años). Oaxaca, 2009. 216

9. “El suelo que no miramos”. Serie Hierve el Agua. Autor: Jonathan Morales Duran (10 Años). Oaxaca, 2009. 10. “Cascadas Petrificadas”. Serie Hierve el Agua. Autor: Eliud Pinacho Ramírez (11 Años). Oaxaca, 2009. 11. “La complicidad de mis hermanos”. Serie Retratos. Autora: Yuridia Ramírez Reyes (17 Años). Oaxaca, 2009. 12. “Ausencias y presencias”. Serie Hierve el Agua. Autora: Silvia Reyes Pérez (11 Años). Oaxaca, 2009. 13. “Un árbol que llega al cielo”. Serie Biodiversidad. Autora: Silvia Reyes Pérez (11 Años). Oaxaca, 2009. 14. “Detalle Iglesia Sto. Domingo”. Serie Iglesias Oaxaqueñas. Autora: Aidee Rodríguez Luna (12 Años) Oaxaca, 2009. 15. “Solidaridad”. Serie Retratos. Autora: Azucena Rodríguez Luna (11años). Oaxaca, 2009. 16. “El sonido del mar en Huatulco”. Serie Costa Oaxaqueña. Autor: Wilber Rodríguez Luna (14 años). Oaxaca, 2009. 17. “Las mil formas de un suelo”. Serie Hierve el Agua. Autora: Estefanía Sánchez Quero (11 Años). Oaxaca, 2009. 18. “Azucenas Oaxaqueñas”. Serie Mi ciudad. Autor: Josué Viera Vargas (11 Años). Oaxaca, 2009.


MIEMBROS DE FAMILIAS JORNALERAS MIGRANTES

Obra Fotográfica

NIÑAS Y NIÑOS

Itzel Adriana Becerra Pedraza

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a presente muestra fotográfica tiene como objetivo dar cuenta de la vida cotidiana de niñas y niños miembros de familias jornaleras migrantes, en zonas particulares de México. Se presenta una colección de imágenes captadas en la región de los valles agrícolas de Culiacán, Sinaloa, en dos periodos de tiempos, enero y febrero de 2006 y marzo y abril de 2009. La selección de imágenes se realizó tratando de respetar los principios éticos para informar acerca de la infancia (UNICEF, 2007). Estos señalan que en la difusión de fotografías o textos, el interés superior del niño o la niña habrá de prevalecer sobre cualquier consideración, inclusive sobre la voluntad de denunciar las cuestiones que afectan a la infancia y de promover sus derechos. De acuerdo con el Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas se estima que cada año entre 350,000 y 700,000 niños, niñas y jóvenes migran con sus familias para trabajar en los campos agrícolas de México. Últimamente y con frecuencia observamos a grupos vulnerables a la naturaleza del cambio, no por ser incapaces de, sino al contrario, porque el ritmo del mundo hoy en día incrementa en tiempo, en velocidad. Una gran proporción de ellos(as) realiza trabajo doméstico y/o agrícola, formando parte de los 3.6 millones de niños, niñas y jóvenes que trabajan en el país (INEGI, 2007). Dar cuenta de las condiciones de vida y/o de trabajo de este grupo social pone en evidencia los múltiples desafíos en materia de protección, salud, educación y nutrición, que se presentan actualmente para asegurarles un mayor bienestar. El interés superior de los niños y las niñas es la piedra angular de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)1, por ende, debería también serlo al seno de nuestras sociedades y políticas de Estado.

Referencias BONFIL Sánchez Paloma. Niñas indígenas: la esperanza amenazada, de la serie La niña de hoy es la mujer del mañana. México. GIMTRAP – UNICEF. 2002. INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo - Módulo de Trabajo Infantil. México. 2007.

Estudiante doctoral en “Socio - antropología del Desarrollo” en el Instituto de Estudios del Desarrollo Económico y Social (IEDES) de la Universidad de Paris 1 Panthéon - Sorbonne, Francia. Trabajos de investigación centrados en el conocimiento y análisis de las condiciones de vida y de trabajo de niñas y niños jornaleros(as) agrícolas. 1 Nombre de convención criticado por Bonfil (2002) debido a la ausencia de la perspectiva de género en su contenido al dar por sentado que el término niño incluye el de niña.

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UNICEF. Principios ĂŠticos para informar acerca de la infancia: herramientas para un periodismo con enfoque de derechos. 2007. Disponible en: http://www.unicef.org/spanish/ media/media_tools_guidelines.html consultado el 5 de enero de 2009.

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Título: Jugando con piedritas. Semblanza: Niña jugando en los alrededores del albergue.

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Título: Acciones. Semblanza: “Proniño”, programa desarrollado por una empresa privada para reducir el trabajo infantil.


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Título: Mirada de niño. Semblanza: El 12 de marzo de 2007, los miembros de la Confederación de Asociación de Agricultores del estado de Sinaloa (CAADES) firman un Acuerdo Institucional de Erradicación de la Mano de Obra Infantil de la producción hortícola del estado.


Título: En el aula. Semblanza: La demanda de servicios escolares es numerosa si se considera que más del 40% de la población migrante son niños y niñas menores de 14 años. 221

Título: Niña escribiendo. Semblanza: Alumna del proyecto “Aula Inteligente” coordinado por la SEPYC Sinaloa.


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Título: Qué lindo es despertar en los brazos de mamá. Semblanza: Aunque el trabajo infantil prevalece en varias regiones agrícolas, las acciones emprendidas por instancias públicas y privadas son muestra de que un mejor futuro para estas niñas y niños es posible.


Título: Con papá. Semblanza: Esperando el camión para regresar a casa …

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Título: Desafíos. Semblanza: El tránsito en favor del cumplimiento de los derechos de las niñas y niños de familias jornaleras migrantes es uno de los grandes desafíos de nuestro país.


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Título: En el corte. Semblanza: La población infantil desempeña actividades equivalentes a las de la mano de obra adulta.


Título: En la cocina … Semblanza: La incorporación de las niñas al trabajo jornalero no les releva de realizar trabajo doméstico, sino que viene a constituirse como una doble carga de trabajo. 225

Título: Bebé durmiendo en el surco. Semblanza: El 7 de febrero de 2009 las llantas de un “torton” pasaron por encima de Ismael “N”, niño de un año y seis meses quien se encontraba en los surcos de un campo mientras sus padres se dedicaban al corte de ejotes.


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Título: Niña jornalera cortando pepino. Semblanza: 12 años de edad y 6 años de experiencia como jornalera agrícola.


EXPLOTACIÓN SEXUAL E INSTITUCIONES FRACTURADAS

Entrevistas

TRATA DE PERSONAS,

entrevista con: Mario Luis Fuentes Alcalá Gabriel I. Rojas Arenaza Introducción

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l maestro Mario Luis Fuentes Alcalá, Fundador y Director del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS), A.C., ha forjado una trayectoria académica, como funcionario público y en la sociedad civil siempre cercana a los grupos más vulnerados de este país. Los años más recientes de su vida profesional han estado enfocados en la investigación y la acción contra la trata, la explotación sexual y en la revaloración de la asistencia social como un mandato ético. Con el objeto de recuperar su experiencia en los temas mencionados, presentamos esta entrevista, la cual tuvo lugar en las oficinas del CEIDAS localizadas en el centro de Coyoacán, en la Ciudad de México.

Queremos iniciar preguntándote, desde el trabajo realizado en el CEIDAS ¿Cómo definen la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA)? Primero hay que pensarlo desde la dimensión de los derechos humanos y segundo, desde una dimensión ética. En primer término, la ESCNNA es un problema que viola todos los derechos; desde lo ético implica la ruptura de la dignidad de los seres humanos. La ESCNNA no sólo es la ruptura de todos los derechos, sino también, la transgresión de la dignidad de sus víctimas. Por otro lado, hemos abierto la reflexión que abarca, también, a los que comenten este crimen: ¿Quiénes son? ¿Cómo lo comenten? ¿De dónde son? Y esto abre un universo de mucha complejidad. Si bien está documentado que este delito se comente en espacios públicos, sabemos que la mayoría de esos crímenes se dan, inician, en espacios propios, es decir: el espacio privado -el hogar- se convierte en amenaza. Es aquí donde encontramos los elementos precursores de estos crímenes. Volviendo al ámbito comunitario, la ESCNNA se encuentra detonada por desordenes urbanos, exclusión, desigualdad, marginación e intolerancia; obviamente es un proceso brutal de violencia social y de género. ¿Cuáles son las dimensiones del problema? Las cifras existentes, las zonas del país

que identificas con mayor presencia del problema.

Estudió la licenciatura en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente es Director de ednica IAP.

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Veámoslo en tres dimensiones. Por una parte, podemos esbozar el tamaño del problema a partir de lo que llega – las denuncias, lo que dice la víctima – al Ministerio Público. Pero esos registros son indicadores que no dan la dimensión real del problema. También tenemos los trabajos que algunas organizaciones han documentado la violencia o el abuso. Pero no es una tarea fácil, empezando porque predomina la no denuncia y la impunidad; en general tenemos que por cada 10 delitos que se comente, 9 no se denuncian. Existe una gran invisibilidad de un problema nacional. La invisibilidad se acentúa cuando el victimario es el padre, el hermano, el tío el abuelo; porque hay una enorme cultura de tolerancia a la violencia, sobre todo hacia los niños y a las niñas. Esta parte de la violencia sexual, del abuso sexual, tarda mucho en ser descubierto, estamos hablando de procesos muy prolongados de transgresiones, que cuando salen a la luz, es porque las víctimas ya tienen procesos de abuso de años, tiempo en el que la víctima busca rechazarlo y en el que se ha vivido el rechazo de quienes le rodean, de quienes buscaron no mirar, no aceptar que esto pasaba, amparados en el pensamiento de que no es tan grave, de que no pasa nada. En este sentido, toco otro tema: la ruptura del sistema institucional. Para que la ESCNNA sea posible, no sólo es necesario que haya pobreza, desigualdad, exclusión, discriminación, también implica que hay una ruptura en el sistema de protección social de este país; el caso más didáctico es la escuela pública: porqué si ahí hay evidencias, nociones de que una niña o niño manifiestan una serie de problemas psicológicos, de salud, entre otros, la escuela no se convierte en un instrumento que alerte a un sistema de protección para que de inmediato, una trabajadora social, visite a la familia y se haga algo. Hay esta ruptura de los sistemas de protección social, con lo cual, lo que pasa en el hogar no es recuperado por el espacio escolar, que debe ser el otro círculo de protección ¿no? Y lo que pasa en el hogar y en la escuela, no es recuperado por el círculo de la comunidad: los vecinos, los compañeros, etcétera. Entonces no sólo es la exclusión o la vulnerabilidad por ser niño, niña o indígena, sino también un sistema de protección fracturado, fragmentado, sin capacidad de responder. La tercera dimensión está conformada por una cultura tolerante al abuso, a la violencia hacia los niños y las niñas. Más allá del discurso, a veinte años de la Convención sobre los Derechos del Niño, de que la niñez tiene derechos, en la práctica -más allá de las leyes, de los discursos- las niñas y los niños siguen siendo vistos como menores, es decir: como personas que no portan derechos, por lo que padres o tutores pueden hacer con ellos casi todo. Esta visión se presenta en el mundo indígena, en el mundo del trabajo infantil, en el de jornaleros agrícolas, más aún cuando el trabajo infantil crecerá debido a que la economía del mundo del trabajo está resquebrajada. Habría que considerar otro tema: la sexualidad. Nuestro país sigue atrapado en el enorme deterioro de la educación sexual, de sectores que generan percepciones, hipócritas, muy oscuras sobre el erotismo; vivimos un sexismo mercantil en el que todo se consume, de ahí las enormes ganancias de la pornografía o el consumo fetichista de niños, niñas y mujeres de una manera permanente. Es un problema de una magnitud escandalosa. En la experiencia del CEIDAS: ¿Qué hace a un niño o a una niña tan vulnerable, que puede ser enganchado por otra para persona para ser sometido para su explotación sexual?

Muchas veces, la ruptura de la familia, la violencia familiar o el abuso sistemático por el padrastro son tan altas, que niños y niñas huyen de esos espacios y ante esa enorme desesperanza, pueden aceptar la oferta de afecto, cariño, noviazgo, matrimonio, de la primera persona que se les acerca. He sido testigo de que algunas víctimas prefieren el abuso de un tercero, que no conocen, que el de un familiar. O lo hacen porque están amenazados por ese tercero, quien les ha advertido de que van a ir por la hermanita y entonces será ella la explotada sexualmente.


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Son varios eslabones de vulnerabilidad los que se presentan en los casos de explotación sexual o en la trata de personas: la violencia sexual en lo privado; la ruptura escolar; haber vivido con un embarazo no deseado que estigmatizó, porque una vez que han sido tachadas en su comunidad o en su entorno familiar, pueden ser enganchadas vía empleo, enamoramiento rápido, afecto, violencia o robo; más un ausente sistema de protección social. Muchas veces se ve que la explotación sexual está ligada con la explotación laboral; quien vive explotación sexual también vive explotación laboral, por ejemplo el trabajo doméstico: en todos los lugares del país, una niña de 12 o 13 años es llevada a una casa para que se dedique a las labores del hogar y se naturaliza que esta niña trabaje 12 horas, que no tenga ningún derecho laboral, aquí se abre la propensión a un abuso sexual, dentro de los hogares. Por eso hay que ser muy cauto y no dejar de ver que la condición de vulnerabilidad es un proceso múltiple que atraviesa a un niño o una niña. Estamos ante un enorme desafío, afortunadamente las experiencias de las organizaciones dicen que sí es posible rescatar a una niña o niño, si hay núcleos éticos, si hay espacios para buscar un entorno favorable. ¿Cómo ligan su tarea de investigación, de hacer visible un tema como la trata de personas, con la incidencia en la política pública para prevenir y atender el problema?

El CEIDAS asumió la enorme tarea de hacer una investigación permanente sobre estos temas, para incidir en políticas públicas y privadas; hacemos investigación para incidir, para lograr transformar y construir políticas públicas y privadas. El CEIDAS reconoce que si no logramos hacer visibles estos temas, no lograremos incidir en la política pública y privada, por eso establecimos convenios – desde hace siete años – con Grupo Imagen y otros medios de comunicación, de modo que, semana a semana hacemos una investigación que da cuenta de las dimensiones de la exclusión y de aspectos que la conforman como: discriminación, desigualdad, vulnerabilidad. Nosotros no hacemos un análisis de lo que hacen o no hacen bien las políticas públicas; hacemos un análisis de lo que no están haciendo, de las brechas que quedan, los espacios no atendidos. Desde hace 10 años, CEIDAS está construyendo materiales para la radio, para la prensa nacional; sabiendo que de esta manera podemos, y esa es nuestra hipótesis de trabajo, incidir en la toma de decisiones de todos los ámbitos que nos interesan. En particular tomamos el tema de trata de personas porque implica la violencia extrema. La trata es la violencia límite, la violencia total, la violencia radical. Usamos el tema de trata, porque emblemáticamente nos lleva al límite, nos convoca a trabajar todos los procesos de vulnerabilidad anteriores; porque exige pensar en todas las dimensiones de la cuestión social – pobreza, desigualdad, exclusión – y porque nos confronta con un tema mayor: quiénes son los victimarios, quiénes son los verdugos, ¿Qué hace a un ser humano capaz de comprar a otro?. En fin, hacemos investigación, hacemos publicaciones con diagnósticos que nos permitan vincular el problema con todas las dimensiones que tiene toda cuestión social. Por eso CEIDAS tiene un área de comunicación social que está soportada por un área en la investigación. Que busca promover los derechos humanos. Y una tercera vertiente de CEIDAS es, cómo lograr que los jóvenes se conviertan en una red activa de promotores de derechos humanos, sobre todo en los niños y niñas. Por eso una apuesta del CEIDAS es trabajar con todo el sistema de educación media y superior, con los jóvenes de secundaria y prepa. Confrontándolos con esta oscuridad humana, con este horror humano. Confrontándolos en términos de que las leyes, la ley1 de 2007 en este caso, es insuficiente. Y en ese sentido, CEIDAS, en su misión de promover una nueva generación de promotores de

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Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas, publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 27 de noviembre de 2007.

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derechos humanos, pues usa la investigación en medios de comunicación, para generar la tercera vertiente de CEIDAS, que es generar las intervenciones públicas y privadas que permitan prevenir proteger, proteger y perseguir. Entonces una parte de CEIDAS busca construir las mejores experiencias y replicarlas para poder generar una mayor acción en las tres dimensiones de la política pública. Hablamos del sector privado, porque estamos convencidos de que mientras el sector privado no logre involucrarse en lo activo, este proceso de ser socialmente responsable a través de la donación es un hecho insuficiente. Las empresas privadas deben ser promotores de todos los derechos humanos de sus trabajadores y de sus familias, no solamente empleadores. Y es transformar toda la concepción de lo que es ser empresa socialmente responsable. Que a nuestro juicio, o a mí juicio, no es suficiente para este país. Poniendo el acento en lo importante que es visibilizar un problema de la magnitud y complejidad como la trata de personas, me gustaría que nos hablaras sobre el trabajo de difusión y acercamiento con una figura mediática muy específica que han realizado ¿Cómo lograron vincularse con la Fundación Ricky Martin y qué resultados les ha traído?

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Una de las fortalezas de CEIDAS es su vinculación con promotores internacionales de los derechos humanos. Sin duda la vinculación con UNICEF, con programas de Naciones Unidas, con el DIF o con el área de Derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos han sido parte de las estrategias del CEIDAS. A través de estos actores, nos hemos relacionado con otras organizaciones internacionales que en su interés por acercarse a México, nos han tomado como un elemento de orientación y, es el caso de la Fundación Ricky Martin, de un socio estratégico. La Fundación Ricky Martín tiene un área de Derechos Humanos: Ama y vive, la cual ha hecho trabajo en varias naciones centroamericanas y ha construido una vinculación con el gobierno estadounidense a través del Departamento de Estado; así, la fundación – en su interés de vincularse con México – le solicitó a CEIDAS que orientara su trabajo aquí. El CEIDAS tiene investigaciones que van más allá de proyectos puntuales, y en este camino, nos hemos percatado de que para atraer la atención del público a temas como la ESNNA, la alianza con una figura pública de esta magnitud es fundamental. En esta alianza hemos atestiguado la enorme capacidad de comunicación que tienen estas personalidades y dimos inicio a un trabajo intenso para desarrollar una propuesta en una de las entidades donde se vive mayor violencia: el Estado de México. La iniciativa que operamos con la Fundación Ricky Martin es uno de los programas más integrales que hay en México, no es solamente colocar spots, si no construir un sistema de referencia y contrarreferencia con la puesta en línea de un numero 01 8002, los 365 días del año, 24 horas al día, que permite que la población afectada hable y pida orientación, con personal que sabe cómo hablar con la víctima, qué cauce dar a la denuncia de abuso, con un centro telefónico equipado y sustentado por el Gobierno del Estado de México, con el apoyo del Inmujeres estatal y la construcción de un albergue especializado en trata. En resumen, tenemos un albergue en el cual se protege a la víctima y un sistema que capta las denuncias y que las refiere a un proceso de investigación que pueda culminar con el castigo a este crimen. La iniciativa tiene varios socios, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que puso recursos, la Fundación Ricky Martin que puso su experiencia y la enorme presencia en medios de su fundador; como ya te dije, participa el gobierno del estado también con su área de comunicación social; se involucró a transportistas para que los camiones de la zona de Ecatepec estén rotulados con el número telefónico, hubo capacitación y se dio inicio a la formación de un nuevo perfil de agentes sociales que conozcan la complejidad del problema; a todo esto le damos un seguimiento semanal. Además, en medio de una relación muy horizontal con los diferentes actores y niveles del gobierno.

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El número mencionado es: 01800 8 32 47 45.


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De nueva cuenta, te pediría una valoración sobre los recursos del Estado Mexicano para atender el problema. En esta perspectiva quisiera retomar dos elementos que ya mencionaste. ¿Qué le falta a esta ley? Y por otro lado, tu opinión sobre el trabajo del DIF en este tema. ¡Ah pues es fácil! El Sistema DIF está fracturado. Dejó de ser sistema. El sistema que tiene este país en siglo XXI, es uno que no tiene las capacidades para enfrentar estos problemas. Yo fui responsable del DIF Nacional, a finales del siglo pasado, por lo que hablo con todo el peso que pueda tener y para externar mi preocupación. El Sistema DIF dejó de ser un centro de referencia para proteger los derechos de la infancia, hoy ese referente está invisible. El gobierno de Vicente Fox creó una estructura que se llama Consejo de Infancia y Adolescencia (COIA), que estaba suscrito a la presidencia, bajo la tutela de la esposa del Presidente, Martha Sahagún, después pasó a SEDESOL y después se perdió, ya no sabemos donde está. Aparte se dio un proceso en el cual el DIF no siguió siendo un espacio ético para convocar y concertar el esfuerzo de las 32 entidades; en el que las casas cuna y casas hogar son insuficientes en términos de números y de tecnología. El DIF atendía y atiende un número importante de niños, niñas y mujeres vulneradas, pero es insuficiente y no construyó un sistema de protección, ni de prevención. Este país no tiene una institución social para defender los derechos de los niños, no se tienen las capacidades para hacerlo. La ley de 2007 es una ley que se inserta dentro de una sociedad en la cual hay un enorme incumplimiento de las leyes y de las normas. Una ley no es suficiente si no va acompañada de un proceso que genere una cultura de legalidad y cero tolerancia a la violencia. La ley se enfrenta a esos procesos de no denuncia, de sistemas judiciales, de justicia, totalmente abrumados por el tema de las drogas y las armas. Una ley, por más que sea jurídicamente un modelo de eficiencia, inserta en una cultura de no denuncia, de impunidad y de corrupción, no funciona. Si algo nos demuestra el tema de la trata de personas es que para que se dé este fenómeno es porque hay una enorme corrupción en todo el sistema de justicia del país: corrupción en las estaciones migratorias, corrupción en los presidentes municipales, hechos que alimentan actos como el rapto de migrantes, la extorsión a sus familiares o para ser explotados sexual o laboralmente en el país. De este modo, pensar que el tema se resuelve con una ley es simplificar el problema. Las cifras no nos dejan mentir. No ha habido consignaciones, bueno se habla de una o tres consignaciones: en tres años no ha habido prácticamente consignaciones. Por otro lado, tenemos un sistema judicial en el cual los jueces y ministerios públicos no están capacitados, donde hay una mala integración de los expedientes, donde por distintas visiones morales se minimiza o piensa que no es un tema relevante: tenemos un sistema jurídico aberrante. Hay estados en los que se tipifica de distinta manera, estados en los que existen contradicciones en los códigos penales, la necesaria coordinación está muy lejos de darse. La realidad es que pese a que hay leyes específicas, pese a que hay un sistema DIF fracturado que es depositario de lo poco que se hace en el país, no hemos podido construir una política pública que promueva los derechos de los niños, el país no tiene un sistema de protección, de promoción de los derechos de los niños. El Estado Mexicano está obligado a presentar informes periódicos sobre el tema de infancia y derechos humanos en general, en Ginebra. Y a riesgo de ser reiterativo ¿Qué opinas sobre lo que va a presentar el Estado Mexicano próximamente?

No se han atendido las recomendaciones del alto comisionado de derechos de los niños. El Estado Mexicano sigue entregando informes tardíos, pero también informes que no dan cuenta de estas recomendaciones. Es este sentido, los informes son presentados tardíamente, lo que es condenable éticamente, y no recuperan todas esas recomendaciones que se han hecho desde los comités en años anteriores. Este año ya hubo una reunión en Ginebra y las organizaciones que asistieron plantearon las enormes vacíos de los reportes oficiales y se puso de manifiesto que México sigue siendo un país en el que no se respetan los derechos

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de los niños, donde los fenómenos de las violencias hacia la niñez no han sido atendidos, menos ahora que estamos sumidos en la lucha entre los grupos del crimen y las autoridades en el país. Tocas también el tema de la sociedad civil. ¿Cómo valoras los esfuerzos de la sociedad civil mexicana que ha hecho suyo este problema?

Pues que es ejemplar. Las organizaciones están – a nivel de calle – atendiendo a las víctimas y que han evolucionado para fortalecer sus capacidades ante una complejidad mayor. Organizaciones que enfrentan la falta de financiamiento para sus actividades; pese a que hay fundaciones ejemplares como Quiera, necesitamos de nuevas estrategias y fundaciones para fondear a las organizaciones, necesitamos proyectos como los de algunos bancos internacionales. Lo cierto es que en la sociedad civil se ha vuelto un círculo que no logramos expandir; necesitamos una sociedad civil que acceda a deducibilidad fiscal, a un registro especifico, con apoyo del Estado para sus actividades. Los problemas se han acrecentado, se han complejizado y las organizaciones se siguen debatiendo por la subsistencia, sin recursos para tener los mejores profesionales, los mejores especialistas, sin resolver el dilema de la renta o la necesidad de un espacio. Creo que tenemos que revisar el vínculo que tenemos entre nosotros, entre las organizaciones. Uno de los temas centrales es que, abrumados por las necesidades del día a día, las organizaciones estamos aisladas, fragmentadas, por más que tratamos de estar en contacto, todas estamos dentro de nuestros propios círculos de trabajo y en ese sentido falta un espacio que consolide un esfuerzo colectivo, pese a que existen algunos intentos. ¿Hablas de que hay cierta fragmentación entre sociedad civil, a que atribuyes esta fragmentación?

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A la enorme necesidad de subsistir de cada una. El tiempo se utiliza en subsistir, no hay tiempo para asistir a reuniones. No se tiene los recursos. Cualquier organización que sea convocada a cualquier lugar de la República, pues no tiene los recursos para asistir; aún siendo dentro de la Ciudad de México. La enorme necesidad de la subsistencia, hace que haya pocos esfuerzos, pocos recursos disponibles para llegar a la concertación y coordinación entre nosotras. Es parte de estar abrumados por la subsistencia para operar, la búsqueda de entregar a tiempo proyectos para “n” concursos y convocatorias requiere de gran esfuerzo. Así no nos queda tiempo para generar estos sistemas de colaboración. Hay algunas organizaciones que están trabajando para desarrollar redes virtuales, espero que lo logren, que permitan estar al tanto de qué estamos haciendo unos , que permiten con otros. Y por eso bienvenidos esos proyectos como conocer más. Necesitamos más medios de comunicación colectivos, donde sepamos qué estamos haciendo, con quién, las experiencias y los fracasos. Pero no lo hemos resuelto, estamos fragmentados, aislados; de pronto nos encontramos algunos que coincidimos en ciertos temas, pero no sabemos de muchos que a lo mejor están haciendo más y mejores trabajos, no hemos podido construir una red virtual amplia, nacional que permita que todos estemos creando sinergias positivas y enfrentar esta fragmentación y aislamiento y enorme saturación de trabajo para subsistir. ¡Tú y yo no sabemos! Desde hoy nos estamos preguntando: ¿Y en febrero de 2011, qué va a pasar? También has abordado desde el CEIDAS la idea de reconstituir el concepto de asistencia social. Que las instituciones tenemos que ver la asistencia social desde otra perspectiva, ya no desde una perspectiva del siglo XX. ¿Cómo visualizas este tema? Lo primero que yo señalaría es que todos enfrentamos una enorme distorsión de los conceptos. La asistencia social sigue siendo utilizada por muchos de una manera peyorativa, para describir lo que no debe ser. Todos enfrentamos primero un


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enorme desconocimiento de lo que es la asistencia, asistir a alguien que no puede asistirse por sí mismo. Eso es la asistencia. Eso es sin duda el llamado más ético que puede tener un ser humano, una organización, un gobierno. Entonces el primer asunto es reivindicar el concepto de asistencia. Que por la realidad de muchos seres humanos, principalmente niños, requieren de una asistencia mientras logran recuperar sus capacidades. Claro que aspiramos a que sea una asistencia temporal que genere, recupere, las capacidades para que un individuo pueda valerse por sí mismo, pero los que estamos en este trabajo sabemos que sólo se logra con acciones prolongadas y especializadas, con el mejor personal, con las mejores tecnologías posibles. Segundo. Reconocer que lamentablemente la realidad nos muestra que hay seres humanos con un nivel de fractura tan grande que van a necesitar atención de por vida. Te hablo del niño con discapacidad intelectual profunda o abandonado, si no hay un Estado solidario que lo mantenga en una casa hogar de por vida, ese niño tiene la muerte como destino. La asistencia social, en algunos casos, debe ser permanente y ahí viene lo más humano de nosotros. El asumir que todo asunto es temporal y que todos pueden readaptarse es un enorme desconocimiento, una enorme vanidad e hipocresía. Y tercero reconocer el estado de crisis: crisis del empleo, de crisis en los entornos educativos, crisis en entornos familiares; esto nos lleva a replantear el tema de asistencia. Hay una distorsión a los conceptos. Los programas de combate a la pobreza son programas que buscan, asistir vía transferencia bancaria o vía apoyo becas a niños y niñas que no pueden valerse por sí mismos por la fractura de sus entornos. Por eso, los programas de pobreza son, en realidad, programas asistenciales. Y deberíamos reivindicarlos y no negarlos. Muy pocos programas para el desarrollo tiene este país; este país lo que requiere son programas que favorezcan el empleo, que generen ingresos propios en las familias. Pero sólo tenemos programas, mal llamados contra la pobreza, que insisto, son programas asistenciales que al brindar un servicio digamos primario ayudan a recuperar la dignidad, a rescatar a las víctimas, en ese sentido yo sigo manejando el concepto de asistencia social y confrontando esa noción de aquellos que dicen, con enorme ignorancia, que lo que necesitamos es desarrollo y no asistencialismo. Los que hemos trabajado el tema de la asistencia sabemos que se requieren años para transformar las problemáticas, que muchas veces los daños no son resarcibles, entre otras cosas, porque nos faltan las políticas públicas de reintegración social. Por ejemplo, ahora como país estamos hablando de violencia pero ¿cuántos de los individuos que pasan por las cárceles y los centros de readaptación social de este país han sido reintegrados al mundo del trabajo? Ninguno. ¿Cuantos reincidentes hay entre los jóvenes que entran a los centros de atención a las adicciones? Uno de cada diez, porque los detonantes de la adicción siguen siendo los mismos: abuso y desesperanza. Entonces, por una parte, lo que yo sigo sosteniendo la reivindicación de la asistencia social, como elemento fundamental, el más ético que podemos tener hacia alguien que no puede sostenerse por sí mismo, sobre todo a los ya vulnerados. Para mí, es recuperar una ética: una ética de la tolerancia, una ética contra la vulnerabilidad; así se rompe ese discurso de las capacidades del desarrollo humano que coloca todo el peso en los individuos, como si fuera un asunto de voluntad. Tú y yo conocemos a niños y niñas, jóvenes que quieren pero que no pueden. Pues prácticamente ya abordamos todos los temas que identificamos como necesarios para esta entrevista, pero tal vez haya algo que quieras recuperar, colocar algo que se nos haya olvidado, algo que sea necesario pulir. Ya tocamos el punto de la trata como un asunto de violencia limite, radical. Por eso CEIDAS está obligado a tocar todas las dimensiones de la violencia social y de género. Un tema que no tocamos es el espacio urbano y la violencia. Yo estoy convencido de que, en nuestro país, la violencia es una construcción económica, social y política. Es decir, la violencia en Ciudad Juárez ya existía antes de esta brutal lucha contra el crimen organizado y también tiene que ver con el desarrollo

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urbano fundamentalmente desordenado, que va desde la construcción de grandes conjuntos habitacionales que cuentan con los peores servicios, con las peores vías de comunicación. La violencia tiene que ver con la reducción del espacio de vivienda: casas de 36 m2 fondeadas por el Estado ¡es un crimen! Sabemos que el hacinamiento es factor de tensión y estrés familiar que puede llegar hasta violencia física. Si algo debemos desmontar en el tema de violencia es verla como un asunto individual, es una construcción política y económica. La violencia social y de género son problemas que se construyen en el abandono de los espacios urbanos; en un entorno en el cual se excluye, discrimina y se vulnera a las familias más pobres y marginadas. Debemos recuperar el asunto de la planeación urbana como un elemento que genera la recuperación de los espacios públicos para la convivencia, revertir las políticas que hacen que el mercado ofrezca viviendas pequeñas, lejanas, sin servicios urbanos, aisladas, con servicios de la más ínfima calidad. Así evitamos caer en este discurso que dice que todo se resuelve con más leyes, más policías, más soldados. No demos como válido el discurso que nos dice que esta violencia la genera el cártel equis o individuos patológicamente dañados, no. La violencia existe por la construcción de un modelo de desarrollo inequitativo en este país; de la construcción de espacios urbanos desordenados, excluyentes y agresivos. Gran parte de la violencia tiene como factores precursores el deterioro de los espacios urbanos, hay que colocar esta realidad en el centro del combate a la violencia. Muchas gracias por la entrevista.

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DEL ACOSO SEXUAL ESCOLAR

Aleph

PREVENCIÓN Y ATENCIÓN

Programa Institucional de Estudios de Género FES Iztacala

L

a presente muestra gráfica forma parte de la fase IV del Programa de Trabajo Institucional sobre Prevención, Identificación y Atención del Acoso Sexual solicitado por la Dirección de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala para realizarse en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres. Este programa se llevó a cabo el 25 de noviembre del 2009, diseñado y realizado por el Programa Institucional de Estudios de Género de la FES Iztacala UNAM, a quienes expresamos un agradecimiento y reconocimiento a través de este trabajo, por el equipo sistemático y responsable que llevó a cabo las actividades académicas que integraron el mismo. El presente programa tenía como objetivo general sensibilizar a la población estudiantil, académica y laboral sobre el tema de la prevención del acoso sexual y la importancia de la participación universitaria dentro de ésta. Constó de cuatro fases: una primera, dedicada a la prevención primaria la cual estaba conformada por un ciclo de conferencias cuyo objetivo era dar a conocer el tema a través de expertos en la materia que ayudarán a aclarar los conceptos relacionados con esta problemática social. La fase dos estuvo conformada por talleres de sensibilización que desarrollaran conocimientos y habilidades relacionados con la prevención, identificación y atención del acoso sexual tanto dentro de la FES Iztacala como al exterior de ella. La tercera fase se integraba de asesorías jurídicas y psicológicas que auxiliaran en la intervención de casos específicos de acoso sexual escolar y laboral existentes dentro de la Facultad. Por último, la cuarta fase, relacionada con esta muestra gráfica tenía como finalidad realizar medios de información permanentes que dieran seguimiento a esta necesidad estudiantil y laboral a través de carteles de difusión para ofrecer medidas de seguridad y apoyo para aspectos de denuncias relacionados con el acoso sexual dentro del recinto universitario. Para ello, se llevó a cabo a principios del mes de febrero de este año, una convocatoria para concursar en el diseño de carteles sobre prevención y atención del acoso sexual escolar y/o laboral.

El Programa Institucional de Estudios de Género de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México surge como una necesidad institucional con el fin de promover y generar espacios de vinculación para que académicos(as) e investigadores(as) de la FES Iztacala desarrollen y difundan sus proyectos y programas relacionados con los estudios de género. Inicia con el apoyo institucional y directivo en noviembre del 2003 siendo su objetivo crear una red de investigación, docencia, servicio y difusión de la cultura que permita actividades multi e interdisciplinarias para fortalecer los temas de investigación e incrementar los recursos económicos que dentro de esta área se desarrollan a nivel nacional e internacional. Actualmente se conforma por 25 participantes activos(as) pertenecientes a las 6 carreras que integran la Facultad.

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Se inscribieron 29 trabajos que fueron evaluados por un jurado conformado por integrantes del PIEGI así como por diseñadores de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Esta muestra refleja los ocho primeros lugares, resultado de la convocatoria antes mencionada.

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Carteles ganadores

Título: Acoso sexual (1º lugar). Autora: Ma. De lourdes Mastache Villalobos. Licenciada en diseño gráfico. Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Azcapotzalco. Semblanza: Cuando una persona está siendo acosada, lo que debe hacer es no dejarse intimidar y denunciar inmediatamente al acosador. Este cartel es una herramienta para invitar a las víctimas de acoso sexual a denunciar.

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Título: Otra forma de violencia... (2º lugar). Autora: Tania Domínguez García. Licenciada en Diseño Gráfico. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores (FES) plantel Acatlán. Semblanza: El objetivo del cartel es generar respeto hacia la persona, ya sea hombre o mujer; hacer conciencia y repudio hacia la discriminación. El acoso sexual se puede denunciar y prevenir.


Carteles ganadores

Título: Manos atadas (3º lugar). Autores: Christian Iván Guarneros Pablo, María del Pilar Cruz Méndez y Néstor Iván Cruz Granados. Estudiantes de la licenciatura de Diseño Gráfico. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores (FES) plantel Acatlán. Semblanza: La intención del cartel es crear conciencia en el receptor, sobre el maltrato físico y psicológico hacia la mujer (niñas, jóvenes, adultas, ancianas) que ha perdurado en una sociedad machista quedando implícita la imagen que busca lograr un cambio.

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Título: Acoso sexual - Miedo (4º lugar). Autora: Dacia Paulina González Castillo. Publicista. Semblanza: Este cartel es una ilustración que intenta reflejar el miedo y la reacción de la persona que sufre el acoso sexual de la manera más real y directa posible; a través de los ojos. Se alcanza a distinguir una figura masculina acercándose a la mujer para que el público entienda desde un punto de vista más cercano la desagradable experiencia de ser acosado sexualmente. Al ser un acercamiento al ojo se muestra el estrés psicológico y físico de la víctima del acoso.


Carteles ganadores

Título: No se ve pero ahí está… (5º lugar). Autor: Gustavo Aarón Bernabé Vidal. Estudiante de la licenciatura de Diseño Gráfico. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores (FES) plantel Acatlán. Semblanza: Esta imagen, trata de representar de alguna manera, lo que causa el problema del acoso sexual, ese momento que nos obliga a sumergirnos en una penumbra muy espesa, rodeándonos de miedos. El problema puede llegar a ser tan grave, que por culpa de ello, podríamos no tener una vida plena, por esto mismo, la única luz de esperanza, ayuda o salida, somos nosotros mismos.

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Título: El semáforo del acoso sexual (6º lugar). Autor: Gerardo Salomé Ortega. Estudiante de la licenciatura de Diseño Gráfico. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores (FES) plantel Acatlán. Semblanza: El objetivo del cartel es el de prevenir, identificar y saber diferenciar cuando una convivencia es sana y cuando una persona está siendo acosada. Se pensó en transmitir el mensaje a través de la idea de un semáforo por dos razones. Primeramente, por que etimológicamente, la palabra semáforo significa “llevar señales” o “lo que lleva las señales”. Y en segunda instancia, por que esta idea permitió compactar y ejemplificar claramente toda una serie de comportamientos en tan solo tres señales.


Carteles ganadores

Título: Que nada corte tus alas (7º lugar). Autores: María Fernanda Galicia Marines y Magaly Martínez Méndez. Estudiantes de la licenciatura de Diseño Gráfico. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Estudios Superiores (FES) plantel Acatlán. Semblanza: Nuestro cartel tiene el fin de transmitir la confianza a jóvenes y adultas para pedir ayuda; haciéndoles ver que no están solas, que después de vivir algún el momento de tristeza y agresión existe la luz cuando recibes ayuda para salir adelante.

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Título: Denuncia (8º lugar). Autor: Fermín Parra Puyadas. Licenciado en Administración de Empresas. Semblanza: En este cartel aparece un tiburón que va por su presa, esta escena representa la agresión hacia un(a) pez pequeño en una clara alusión al abuso sexual.


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