Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús Noviciado Interprovincial Viña del Mar, Chile – Diciembre 2012
Vida del Noviciado Día de Muertos Mariluz Borja, rscj
El 1º de Noviembre tuvimos una celebración intercultural muy participada y animada en la comunidad, con amigas del barrio y alrededores. Todo empezó con los preparativos. Magna, rscj mexicana que está estudiando en Santiago, vino a visitarnos y a prepararnos unos deliciosos tamales, al estilo chileno, pues no conseguimos hojas de maíz y los hicimos con papel aluminio, pero estaban ricos. Ella trajo un delicioso mole que le Hizo una tía suya, así que quedaron buenísimos. Mientras se cocían los tamales, toda la comunidad participó en la elaboración del tradicional “Altar de Muertos”, en el que no faltaron las flores de cempazúchitl, que María José fue a conseguir a Valparaíso, el agua, la sal, las velas, los tamales, el pan, la fruta, el incienso, el papel picado, las tradicionales calaveritas y por supuesto, las fotos de “nuestros finaditos”, que en esta ocasión fueron los papás de la Tere y el papá de Linda. Las señoras llegaron con cosas para compartir y al ver el altar se entusiasmaron y pusieron también su ofrenda: papayas y limones. María José explicó en qué consiste el altar de muertos y por qué esta celebración, Linda completó compartiendo la manera como lo hacen en Perú y la gente de aquí también compartió lo que hacen en diferentes regiones de Chile; después tuvimos una oración en la que recordamos a nuestros difuntos y agradecimos lo que recibimos de ellos. Fue una oración muy rica de compartir experiencias de vida y agradecerlas en comunidad. No faltó el compartir en el tecito, con lo que habíamos preparado nosotras y con todo lo que las señoras trajeron y, como siempre, al compartir se da la multiplicación de los panes. Sin haberlo planeado, terminamos con una celebración intercultural, en la que cantamos y bailamos a los ritmos peruano, chileno y mexicano. Fue una celebración de día de los muertos, en la que primaron la vida y la alegría del compartir y el celebrar juntas, entre nosotras como comunidad y con la gente que nos acompañó, con quienes vamos compartiendo también la riqueza de nuestra interculturalidad. Momentos como este, van haciendo también crecer los lazos de cariño entre nosotras y con la gente con la que compartimos la vida y la misión.
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