Puesta en valor del patrimonio material e inmaterial de Las Piedras

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Puesta en Valor del Patrimonio Material e Inmaterial de Las Piedras



Puesta en Valor del Patrimonio Material e Inmaterial de Las Piedras


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Agradecimientos A los adultos mayores por su sabiduría, a los voluntarios, a los líderes y lideresas, por su vocación de servicio y arduo trabajo. Sin su gran contribución no hubiese sido posible la realización de este inventario cultural del corregimiento de Las Piedras. A toda la comunidad de Las Piedras, gracias a su participación se ha hecho realidad este sueño. Al Ministerio de Cultura de Colombia, por su apoyo financiero a través de la convocatoria Jóvenes en Movimiento 2021.



Las Piedras,

rostros y voces de un territorio ancestral



Bienvenidas y bienvenidos a Las Piedras, un corregimiento de San Estanislao de Kostka, ubicado al nordeste del departamento de Bolívar, cerca de El canal del Dique. Limita al norte con el departamento del Atlántico, al sur con los municipios de Arjona y Mahates, al este con el departamento del Atlántico y el municipio de Soplaviento, al oeste con Turbaco y Villanueva. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas – DANE (2018), aquí vivimos 16.518 habitantes (11.332 se encuentran en la cabecera municipal y 5.186 en los centros poblados y rurales dispersos). Nos reconocemos como pedreros o pedranos, y nos identificamos como afrocolombianos. En nuestro territorio verás a gente sentada en las terrazas en sus mecedoras o en taburetes, conversando de temas variopintos; verás a los niños jugando en las calles; te encontrarás con hombres y mujeres fuertes, que trabajan en el campo, sembrando yuca, ñame, frutas y verduras, pero también esperanza de una vida mejor; notarás a hombres peces en sus lanchas sobre la ciénaga de Luisa. Somos un pueblo agricultor, piscicultor y ganadero, con una historia que aquí te contamos. El libro es una iniciativa liderada por el Colectivo “Cultura Pedrana”, de la Corporación Artística y Cultural Caño de Luisa, proyecto ganador de la convocatoria Jóvenes en Movimiento del Ministerio de Cultura. La investigación fue realizada bajo la metodología de diálogos colectivos, con la participación activa de jóvenes, adultos mayores, líderes y lideresas de la comunidad. El objetivo fue poner en valor el patrimonio cultural material e inmaterial de la comunidad por medio del relato oral, que constituye una fuerte tradición en el territorio. De este modo, se logró un acercamiento a las prácticas y manifestaciones culturales, tradiciones, bienes muebles e inmuebles, expresiones culturales autóctonas, que permitió que la comunidad reconociera y se apropiara de su patrimonio para salvaguardarlo y darlo a conocer. Con este libro te invitamos a vivir un recorrido por nuestro pueblo y nuestra historia. Podrás reconocer lo que somos, lo que nos da vida como territorio. Tendrás la posibilidad de adentrarte en nuestro patrimonio cultural, material, inmaterial y natural. Verás nuestros rostros y escucharás nuestras voces a través de las historias y nombres que aquí contamos. Conocerás nuestra identidad cultural.



Historia colectiva Este pueblo nace a orillas de la ciénaga de Luisa, en el “payares”. En este lugar se construyó el primer caserío, pero paulatinamente, los primeros pobladores se trasladaron para zonas más altas. Allí se asentaron y dieron inicio a las que en la actualidad se reconocen son las actividades económicas principales del corregimiento, esto es, pesca, agricultura y ganadería (Lupercio Rodríguez, 2021). Según el relato de los adultos mayores, de las mujeres, de los líderes y lideresas, debe su nombre a unas piedras que hacían referencia a un punto de ubicación del ferrocarril. Otra versión cuenta que se debe a unas piedras usadas para pilar. La historia oral relata que el corregimiento fue fundado en 1810 por José Gregorio, un hombre que gozaba de una gran admiración por parte de los habitantes, quien regaló a sus trabajadores parcelas y animales para que trabajaran en su finca. De hecho, las personas le decían que era un enviado de Dios. Posteriormente, en 1881, la Ley 44 de poblaciones y división territorial, en su artículo 1 agregó el caserío de Las Piedras al distrito de San Estanislao, y fue segregado por la Ley 31 de 1878. A finales del siglo XIX, en 1889, el Estado contrató la construcción de un ferrocarril que comunicara a Cartagena con Calamar, dado que la ciudad necesitaba conectarse con el río Magdalena por la que el comercio de Colombia circulaba tanto de día como de noche. Esta obra se llevó a cabo en cinco años. Así, se constituyó como un canal mediante el cual salían los productos de exportación y entraban los de importación a la región. No obstante, el tren solo funcionó entre 1894 y 1951 (Ortiz, 2014). El tren se inauguró el 20 de julio de 1894, en la ruta Cartagena-Calamar del antiguo ferrocarril. La estación estaba ubicada sobre el kilómetro 57 en la línea férrea. La ruta conectaba a la Heróica con el Río Magdalena, tenía estaciones en Turbaco, Arjona, Arenal, Soplaviento, Hatoviejo y Calamar. Su objetivo era unir el río Magdalena con la bahía de Cartagena (Nichols, 1973). De acuerdo con el historiador Javier Ortiz Cassiani, (“Un diablo al que le llaman tren”, 2014), el tren era de suma importancia para las poblaciones de la región, con un alto impacto económico y cultural. Su construcción cambió la forma en que la gente estaba acostumbrada a transportarse, de tal manera que representaba un símbolo de desarrollo y avance. En la vía del ferrocarril Arjona - San Estanislao de Kostka, y en el transcurso del recorrido del tren hacia Calamar se encontraba la población de Las Piedras, con tan solo 13 años de agregarse a San Estanislao de Kostka [3] como corregimiento. Esta comunidad apenas joven en su origen también se vio impactada por el paso del ferrocarril, a la vez que la construcción de este nace con la visión de progreso y desarrollo económico.


El tren contribuyó a engrandecer poblacionalmente a la comunidad de Las Piedras, en la medida en que muchas de las familias que hoy permanecen llegaron por medio del ferrocarril; estas personas se encontraban trabajando en la construcción y se alojaban en el pueblo, al resultarles muy difícil retornar hacia sus municipios de origen, como San Estanislao, Soplaviento, Mahates, Manatí, entre otros. Pero esta no fue la única causa del crecimiento poblacional, algunas familias llegaron buscando nuevas oportunidades a ser este un corregimiento que apenas surgía. Con el ferrocarril circulando en esta ruta, fueron muchas las personas que conocieron de la existencia de la comunidad y se asentaban en la población. Vieron en este, un corregimiento con características singulares para el comercio. En la actualidad, los relatos e historias se han mantenido vivos en el tiempo y han pasado de generación en generación. El ferrocarril es una parte constitutiva de los procesos que han marcado el devenir histórico del pueblo; fue de gran ayuda para el crecimiento poblacional y económico, y ha dado inicio a múltiples historias y relatos basados en las experiencias vividas durante esa época, que hoy por hoy permanecen impregnadas en la memoria de todos los pedreros y pedreras. En ese orden de ideas, la historia permite entender el pasado. Ayuda a interpretar el presente y mejorarlo, nos recuerda hechos y procesos históricos y cómo ha ido evolucionando el corregimiento. Para la comunidad de Las Piedras, además de los recuerdos sobre este tren y de los valiosos relatos, es la huella viva de un momento histórico que revolucionó la realidad.

[1] https://revistacontestarte.com/el-ferrocarril-de-cartagena-a-calamar/ [2]https://revistas.uniandes.edu.co/pb-assets/res/book-reviews/RES_rese%C3%B1a_Dar%C3%ADo-Henao-Restrepo-1604960625917.pdf [3] Archivo de la nación


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Patrimonio material Las Piedras cuenta con un patrimonio material que le da vida y significado a la cotidianidad de los pedreros. Con una visión ilustrada del patrimonio material conocerás sus primeras casas, los elementos y herramientas que usan para labores domésticas como la pesca, agricultura y ganadería configuran su identidad y permite que se apropien de su legado cultural. Conoce el patrimonio material de Las Piedras. Las primeras casas En Las Piedras, las primeras casas fueron hechas con materiales orgánicos, tomados del entorno natural circundante, tales como palma, bahareque, barro y bejuco. Algunas eran construidas por sus mismos dueños y otras por albañiles de otros pueblos, uno de los más reconocidos fue Cañita, de Turbaco. Las construcciones eran trasladadas constantemente por alrededor de 20 personas que habitaban el pueblo. La tradición oral relata que dichas casas eran compradas; estas debían ser trasladadas hasta el lugar elegido por el propietario, y eran las mujeres quienes las cargaban, utilizando unas herramientas denominadas olquetas. De acuerdo con la historia, el primer caserío se fundó en la orilla de la ciénaga de Luisa, en las orillas de una zona conocida como payares, sin embargo, otra versión manifiesta que se edificaron alrededor de la iglesia. En ese espacio estaba ubicado el corral de los animales de José Guerrero. Se cuenta que este hombre tenía muchos trabajadores, la mayoría provenían de pueblos vecinos, por tanto, en temporada de vacaciones viajaban a sus pueblos. En aras de que sus trabajadores no perdieran tiempo y gastaran su dinero recibido en pago por su trabajo en dichos traslados, José Guerrero les obsequió lotes cercanos al suyo, de tal manera que pudieran quedarse a vivir allí con sus familias. En la actualidad aquellas primeras casas se aprecian intactas. Sus dueños han decidido mantener su arquitectura y diseños, y cuentan con más de 150 años de antigüedad. Anteriormente les pertenecían a familias adineradas y ampliamente reconocidas por la comunidad por sus contribuciones a la vida cultural, social y política del territorio, en consecuencia, las mismas poseen un valor importante para la tradición pedrana. Casa de Leopoldo Torres Mendoza Aproximadamente en el año 1811 fue construida una de las casas más antiguas del pueblo, hecha de barro. Sus primeros dueños fueron Justo Torres y su esposa, José María Torres Cabarcas. En ella se conservan algunos objetos representativos de esas primeras casas, como una cama de lienzo, un baúl, una tinaja y algunas vitrinas.


Casa de Leopoldo Torres Mendoza

Casa de Clemente Cantillo Castilla

Casa de Zoila Garcia (Partera)

Iglesia Sagrado Corazón de Jesús

La cruz nueva

Riel del ferrocarril


Casa de Clemente Cantillo Castilla Clemente Cantillo Castilla, a quien se le conoce como El mono Cantillo, fue una de las personas más influyentes en Las Piedras. Con su trabajo logró convertirse en un poblador adinerado y prestante del pueblo y sus alrededores. Cedía sus toros en las fiestas patronales, y organizaba grandes fiestas en su casa para toda la comunidad, incluyendo pueblos cercanos como San Estanislao de Kostka, Mahates y Arjona. El mono Cantillo fue padre del primer médico que tuvo el pueblo, Clemente Cantillo Santander, quinto hermano de seis hijos que tuvieron Clemente Cantillo Castilla y su esposa María de Jesús Santander Olivo. El médico hizo sus estudios de bachiller en Cartagena, en el colegio León Trece, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad. Posteriormente se fue a estudiar medicina a Cali, allí cursó tres semestres; más adelante se mudó para Montevideo, en Uruguay, donde culminó su carrera. Según el relato de la población pedrana, a pesar de su estatus económico fue una persona muy humilde, poseedor de un carisma y encanto naturales. Tenía una fuerte vocación de servicio que lo motivaba a trabajar por el bienestar de su comunidad, y que lo hacía merecedor de una gran estima por parte de los pobladores. Cuando llegaba al pueblo ofrecía sus servicios de medicina y donaba también los medicamentos necesarios. Clemente Cantillo Santander murió a sus 39 años en un suceso trágico para su familia y la comunidad. Un 29 de enero de 1977, en plenas fiestas patronales, él se encontraba compartiendo con sus dos sobrinos Willian y Wilson Torres Cantillo, y con su esposa Amparo Campo. Cuentan los testigos del hecho que el doctor fue al baño y en ese momento fue emboscado. Recibió una puñalada por la espalda que causó su muerte el 31 enero. Algunos moradores dicen que el asesinato ocurrió debido a pleitos de tierras entre la familia Agámez, que pese a ser de Mahates vivía en Las Piedras, y la familia Cantillo. Todo inició porque los Cantillo ganaron la tierra y los Agámez no aceptaron el fallo dado por el juez. Casa de Zoila Garcia (Partera) Esta casa pertenecía a Zoila García, una de las parteras más importantes de la comunidad, quién empíricamente, a falta de hospital o centro de salud en Las Piedras, aprendió a atender los partos de las mujeres del pueblo. Se desempeñó en este oficio hasta el final de sus días, razón por la cual a medida que fue perfeccionando sus técnicas, también fue acoplando su casa por lo que construyó en esta, una serie de camas de concreto, que a la fecha se conservan. A pesar de que la casa estaba adecuada para atender allí cualquier parto o lo que se le solicitara, los clientes decidían finalmente si deseaban ser atendidos allí o en otro lugar. La casa se convierte en una auténtica reliquia histórica. Hasta la entrada en funcionamiento del puesto de salud, allí se atendía a los enfermos de la comunidad.


Posteriormente, cuando se inauguró, la actividad de las parteras entró en declive hasta que la casa pasó a ser simplemente residencial. Iglesia Sagrado Corazón de Jesús Este templo fue construido en el año 1977 por José Castilla Elguedo con la ayuda activa de todos los miembros de la comunidad, entre quienes se resaltan María de La Cruz (Mamá Cuba), Gregorio Zarate y Rafael Valle, luego de que la primera edificación, construida con ladrillos y tejas de zinc, quedara destruida después de un día de lluvias y tormentas. En el presente, la iglesia representa para los católicos un espacio de encuentro con Dios, y para venerar al patrono de la comunidad, el Santo Cristo de la Expiración. La cruz nueva Este lugar fue creado en honor a la Santa Cruz que se conmemora en el mes de mayo. Es un espacio de encuentro para jóvenes y adolescentes de la comunidad. Allí se reúnen para compartir tiempo, vivencias, conversaciones cotidianas. Es parte fundamental de un proceso de apropiación social del espacio, constituyéndose como un lugar importante para la vida cultural. La cruz fue construida en el barrio El Chivero, allí quedaba una cancha la cual era utilizada por los habitantes para recrearse, en el año 1956 las mujeres María Prens, Nicolasa Pacheco, Alicia castilla, Pabla Prens, Esperanza Amador y María Martínez se reunieron y deciden salir en todo el pueblo para hacer una recolecta para la creación de la cruz de mayo, esta fue hecha por el señor Miguel Arnedo quien era albañil de la época , la cruz fue hecha de material, hoy día, el barrio la cruz hace alusión a este monumento que ha sido de gran importancia para todos los habitantes de esta calle, la cruz empezó a deteriorarse y entre todos los habitantes se creó un grupo llamado la sede y los tremendos quienes entre ellos cada diciembre se reúnen e invierten para hacerle el mantenimiento. Riel del ferrocarril Cartagena - Calamar En 1894 se inauguró todo el trayecto de la ruta ferroviaria que conectaba a la capital del departamento de Bolívar con el Río Magdalena. Cincuenta y cinco años después cuando este ferrocarril suspendió sus servicios en la vía de Las Piedras, aún se encuentran rieles, clavos y maderas que dan cuenta de la historia de este medio de transporte. Dicha historia se conserva fresca en la memoria de los adultos mayores de este territorio. Este tren ayudó a engrandecer poblacionalmente a la comunidad de Las Piedras, ya que muchas de las familias actualmente constituidas dentro de la población llegaron por medio del ferrocarril; estas personas se encontraban trabajando en la construcción y por medio de ello, se alojaban en el pueblo, puesto que se le hacía muy difícil retornar hacia sus municipios de origen tales como: San Estanislao de


Kostka, Soplaviento, Mahates, Manatí, entre otros. Pero esta no fue la única causa del crecimiento poblacional, así mismo algunas familias llegaron buscando nuevas oportunidades a un corregimiento que apenas surgía. Por otro lado, ya con el ferrocarril circulando en esta ruta de Arjona - San Estanislao Kostka, fueron muchas las personas que conocieron de la existencia de la comunidad y se asentaban en la población, en la cual, vieron un corregimiento con características singulares para el comercio. Es así, que en la actualidad estos relatos e historias se han mantenido vivas en el tiempo y han pasado de generación en generación. Elementos representativos de la vida cultural de Las Piedras En la vida de los pedreros es imprescindible el uso de esos elementos, ya que hacen parte de su cotidianidad. Los verás al recorrer sus calles y ver su gente jugando cartas y dominó en las terrazas y debajo de un árbol bien frondoso. Abarcas Este calzado es tradicional en los campesinos y miembros de la comunidad por ser fabricado en un material resistente para labores de ganadería y agricultura. Es muy cómodo para el uso diario. Son elaboradas en cuero de ganado. Aunque suelen ser utilizadas por hombres, también es posible ver a mujeres de la comunidad usándolas. Tinajas Es un recipiente de barro con forma de vasija muy utilizado para almacenar agua al interior de sus propias casas, al conservarla muy fresca y limpia. Totumas y cucharas de totumo Las cucharas y las totumas son elaboradas con el fruto del árbol del totumo. Esta artesanía es elaborada por los mismos habitantes del pueblo para usos domésticos y decorativos. Con este material natural se pueden realizar varios objetos, entre ellos las cucharas y totumas con los que disfrutan los sancochos en sus casas, y en un paseo de olla, así como tomar café, agua o sopa. Pilón Este objeto de madera de forma cóncava se usa para pilar el maíz (sacar cascarillas y sucios), utilizado para hacer bollos, chicha y otros alimentos. Canoas Es el medio de transporte de pescadores y campesinos que tienen sus predios en la “isla” para el cultivo y la ganadería. Las canoas también son utilizadas para trasladarse a pueblos vecinos como Mahates, y para que los visitantes conozcan la riqueza natural de la ciénaga de Luisa. Adicionalmente, las canoas se utilizan en las balleneras, que es un acto festivo donde se lleva a las candidatas de las fiestas novembrinas a un paseo por la ciénaga con su comitiva. Canalete “Son las aletas de un pez en madera para el piloto” (Omar Zabaleta, 2021). Es usado para dar dirección y mayor velocidad a las canoas en el agua. Está formado por un mango y una figura redonda en su punta. Al igual que las canoas, los canaletes son construidos con madera. Sin embargo, en la actualidad también son construidos con fibra.


Taburete Es una silla construida por carpinteros con madera y cuero. Los taburetes son muebles muy tradicionales que adornan las terrazas, salas y patios de la mayoría de las casas en el pueblo. Mechón y lámpara En la época en que el pueblo no contaba con energía eléctrica, el mechón y la lámpara eran el mejor acompañante de los campesinos y pescadores por las noches para iluminar los senderos y fincas. En la actualidad, este objeto es muy común en casas de la comunidad para iluminar cuando se va la luz, y sigue siendo el compañero de muchos campesinos. Hornillas “No hay comida más sabrosa que la que se hace en hornillas” (María Figueroa, 2021). En estos objetos de madera y barro se preparan las comidas típicas de la comunidad, el sancocho y el pescado frito a base de leña. Las casetas y estaderos La primera caseta del pueblo fue creada por José Castilla para las fiestas de carnavales. Entre las más conocidas se encuentran El Rubí, por ser propicio para la realización de cualquier actividad festiva. En la actualidad se observa un fenómeno muy importante para las nuevas generaciones, los picos, elementos icónicos de la música champeta y una manifestación popular muy relevante para el disfrute. En la comunidad se encuentran “El Recochero”, “El Dance Music”, “El JP”, “El Caribeño”. Además, se cuenta con sitios como “Pa mi pueblo”, “La terraza”, el billar “Eduardo”, billar “Miguel Ángel” y las galleras “El papujo”, “La esperanza”, “La escobita”, “El tamarindo”, los cuales representan para la comunidad espacios de disfrute y entretenimiento. Galleras Esta tradición no cuenta con una fecha exacta de surgimiento, sin embargo se dice que fue alrededor de 1930. Personajes emblemáticos en este deporte, como Diomez y Fredis Beltrán, cuentan que sus papás ya peleaban gallos cuando ellos nacieron. Las peleas han cambiado, pues anteriormente eran callejeras y las reglas eran distintas: se peleaba por 30 minutos, se declaraba un ganador o perdedor, cuando los animales ya no se podían parar los cogían y los llevaban a un círculo donde debía permanecer de pie o de lo contrario moriría. También se puede perder si al momento de colocarlos en el círculo se salen tres veces, o si cuando se enfrentan los gallos en las manos, este no hacía cara. Se destacan Rafael Padilla, Mane Santander y Manuel Ramos. Las galleras eran hechas de cañabrava, ahí disfrutaban sus espectáculos; iban a otros pueblos cercanos a poner a pelear a sus gallos, y como no existían muchos medios de transporte se iban a pie o en burro. Con el paso de los años, una gallera llamada El Rubí se hizo una de las más importantes del departamento, cuyo propietario era Fredis Beltrán. Actualmente las galleras siguen haciendo parte de la historia y cultura de Las Piedras, con diferentes reglas y más modernizados, pero con el mismo sentimiento de antes, con un orgullo de gallero de apostador y de palabra, valores representativos de los galleros pedranos.


Elementos hechos en Totumo

Lámpara de mecha

Pilón

Tinaja

Canoas

Casetas y estaderos




Patrimonio natural Este pueblo de campesinos, ganaderos y pescadores cuenta con un patrimonio natural que enriquece la vida de los pedreros, en su imbricación con la fauna y flora de la ciénaga de Luisa, que permiten vivenciar una experiencia sensorial. Ciénaga de Luisa La ciénaga es un lugar rico en fauna y flora, muy significativo para la comunidad. Este lugar es la fuente hídrica más importante para la población. A su vez, es el escenario donde muchas familias buscan su sustento económico diariamente, al depender sus ingresos de la pesca, la ganadería y la siembra. Gracias a este cuerpo de agua es posible sembrar maíz, yuca, ahuyama, entre otros productos que constituyen la base de la alimentación y producción agrícola del pueblo. Igualmente, es un lugar de distracción para los jóvenes y visitantes, así como un medio de transporte para trasladarse a otros pueblos vecinos. En definitiva, representa un espacio de encuentro y un sitio de interés turístico por su paisaje imponente. Es un espacio biodiverso en el que convergen plantas, animales, peces y aves, iguanas, hicoteas, rayas, manatíes. Hay un dicho popular que reza: “El que se baña en el caño se queda amañado en Las Piedras”. Valencia, L(2021). Conflictos socioambientales y derechos culturales: Estudio de caso de la ciénaga de Luisa, en el corregimiento de Las Piedras, San Estanislao de Kostka, Bolívar.


Garcipola en la ciénaga


Bailarina en indumentaria de Negros Macoqueros


Patrimonio inmaterial En el transcurso del año, en Las Piedras se realizan diferentes actividades culturales, entre estas se encuentran las fiestas patronales, las fiestas en honor al Cristo de la Expiración, la celebración de Semana Santa, las fiestas novembrinas, el festival de intérpretes y compositores de la canción inédita. Cada una de estas festividades es una parte esencial de la vida cultural de los pedranos en la medida en que contribuye en los procesos de desarrollo de la comunidad. Es importante destacar que las distintas iniciativas que tienen lugar al interior de la comunidad son organizadas por los mismos habitantes, quienes se convierten en actores festivos y líderes del territorio. De este modo se aporta a la creación de emprendimientos culturales y en la generación de empleos formales e informales, que proveen de ingresos económicos a las familias más estables, impactando en su calidad de vida, así como en el disfrute y la participación colectiva de los miembros de la comunidad. Fiestas y festivales Este pueblo es un territorio vivo, que cuenta con muchas fiestas y festivales celebradas a lo largo del año. Es un territorio cargado de expresiones musicales, de bailes en casetas, de una fuerte tradición gastronómica, entre otros eventos y elementos propios de la tradición cultural. Fiestas del Santo Cristo de la Expiración Esta fiesta tradicional se realiza el 14 de septiembre. Es celebrada desde hace aproximadamente 100 años. Su gestora fue María de la Cruz González (Mamá Cuba), una mujer sobresaliente del pueblo como fundadora de la iglesia católica. Cada año se lleva a cabo un recorrido religioso por las calles a fin de venerar al patrono en una procesión, mientras que los niños y niñas realizan su primera comunión. Los pobladores de Las Piedras son muy devotos del Santo Cristo, hasta el punto de que en temporadas de sequía lo caminan por las distintas calles para pedirle que regrese la lluvia. Fiestas taurinas en honor al Santo Cristo de la Expiración Las fiestas taurinas de nuestro corregimiento se realizaban con toros silvestres criados por Preciliano Pérez en corridas de toros en las calles principales de la comunidad, luego al pasar los años estas fiestas fueron creciendo y se realizaba una corraleja de bahareque alrededor de la iglesia, con corridas de toros regaladas en este entonces por el Mono Cantillo y Camel Ramos.


Hoy se han convertido en una de las festividades más icónicas de nuestro corregimiento Esta tradición taurina o los “Toros” como comúnmente se nombran, empezaron de la mano de la fiesta patronal del Santo Cristo al celebrarse en la misma fecha. y son organizadas grupos (Juntas) que velan por la organización de estas festividades constituidos por hombres y mujeres que se encargan de recolectar fondos y buscar a la “Reina de los toros” que es la imagen principal de esta tradición. En la actualidad, estas fiestas se desarrollan mancomunadamente con ferias gallísticas y carreras a caballo, cabalgata, fiestas en caseta, conciertos entre otros. Fiestas de independencia o fiestas novembrinas Esta festividad fue creada por José Dionisio Castilla Elguedo en 1967 cuando tenía 23 años de edad. Inicialmente se realizaba en el patio de su casa, y el centro de la fiesta era un popular picó. Poco a poco esta música se fue volviendo una parte clave de las fiestas. Al principio las personas no estaban tan familiarizadas con el género musical debido a que las fiestas se celebraban durante los carnavales. Entonces a José Castilla le tocaba pagarles a las jóvenes para que entraran y así poder llenar el baile. Con el tiempo, la gente fue cada vez más partícipe de estas fiestas, que comenzaban una o dos semanas antes del 11 de noviembre. Las personas tenían la posibilidad de utilizar capuchones realizados por el mismo José Castilla. Estos eran unos disfraces usados con el fin de esconder la identidad de la persona. Hoy, en esta festividad se realizan bailes en casetas y un bando con carrozas, disfraces, danzas, caballos de palo, para hacerlo más colorido y atractivo. Festival de Intérpretes Compositores de la Canción Inédita El festival nació por iniciativa de Manuel Lara Cantillo (QEPD), quien a mediados del año 1986 se reunió con Santiago Martínez, Eduardo Gazabón, Carmelo Torres, entre otros para materializar la idea de crear el festival. Este evento cultural se realizó por primera vez en la caseta “El Rubí” de propiedad de José Castilla y Luis González (El Nenito González). En este primer festival los participantes que se destacaron en piquería fueron Leduin Cantillo, más conocido como Paco, Jesús Cantillo, El Cuco de Farid Torres, Alfonzo Lozada (El chichongo). Entre los participantes de la canción inédita se destacaron Orlando Zabaleta (QEPD), El Zurdo, entre otros. Un hecho relevante a destacar es la elección de la primera mujer presidente del festival, Delcy Cantillo Torres, a mediados del año 1988. El festival es un elemento importante de la cultura del pueblo, que ha trascendido las diferentes generaciones. En la actualidad se encuentra a cargo de Santiago Martínez, quien se ha mantenido al frente del festival desde su creación. Por este festival han pasado artistas como Julio Cárdenas Arroyo Rey, de la piquería de Valledupar, con el acompañamiento en la caja del rey vallenato Aníbal Alfaro, oriundo del corregimiento. Este festival es una plataforma importante para mostrar


la tradición vallenata de maestros como Octavio Torres y el Negro Arrieta, quienes han acompañado con sus notas en el acordeón. Festival del dulce Es realizado por la Institución Educativa Técnica Agropecuaria (INSETAP). Involucra a la comunidad en general con una muestra de dulces tradicionales como el guandul, el dulce de leche de zaragoza, entre otros. El festival se lleva a cabo todos los años dos semanas antes de Semana Santa, en la calle principal y en la calle de Las Flores. Cada año se hace un homenaje a cocineras populares del pueblo. Festival del Retorno El Festival del Retorno es una invitación a toda la comunidad de Las Piedras y las comunidades vecinas a vivir una agenda llena de tradición e identidad pedrana, además de disfrutar presentaciones de danza, música, pintura, artesanías y tradiciones de la comunidad. Este festival invita a regresar a los orígenes y costumbres propias, como una oportunidad de mantener vivas las tradiciones del territorio, y que de ese modo las nuevas generaciones conozcan sus raíces y se apropien de su cultura. Agrupaciones folklóricas y musicales En las celebraciones de nuestra comunidad, fiestas y festivales no puede faltar una muestra cultural de estas agrupaciones que animan y le dan alegría a nuestra gente al ritmo de un tambor, con el sonido de una trompeta y los movimientos de los bailarines. Son de negros Herencia de José Polo Esta danza es de herencia africana y debe sus orígenes a los tiempos de la colonia y la esclavitud, cuando los españoles ordenaban a los esclavos danzar para distraerlos. “Las muecas hacen referencia a las burlas de los esclavos hechas a los españoles, como una forma de mofarse dentro de la danza sin que los españoles se percataran” (José Polo, 2021). El grupo fue fundado por José Polo Arrieta a sus 23 años. En sus inicios contaba con 20 integrantes entre bailarines y músicos, acompañados por instrumentos como el guache, el tambor, el llamador y las palmas de madera. En el presente, está a cargo de su nieto Cristian, quien ha preservado la tradición y enseña a niños de la comunidad. Agrupación folklórica Kairos La agrupación folclórica Kairos nació bajo la dirección de Ronal Pérez Muñíz y del director coreográfico Ricardo Parra Martínez, quienes se unieron para conformar


Fiestas Taurinas

Agrupación folklorica Kairos

Santo Cristo de la expiración

Festival del retorno

Día de las velitas

Son de negros


un grupo artístico con niños, jóvenes y adultos mayores, con el fin de rescatar, difundir y proyectar el folclor de Colombia a través de la danza, como manifestación artística y cultural que proviene de las raíces. En este colectivo las tradiciones y el lenguaje corporal se convierten en baile. “La danza es una herramienta que conecta con lo creativo, lo espiritual, y lo social permitiendo que se gesten procesos de transformación social. Es un proceso que facilita la interacción con el entorno, de tal forma que favorece la formación, sensibilización, creación y relación e interacción con el mundo.” (Ronal Perez, 2021) Banda 14 de septiembre Así se llama en honor a la fecha en la cual se celebra el patrono de la comunidad. Inició en 1986 con la gestión de Julio Rodríguez y su grupo de amigos, quienes tomaron la iniciativa de conformar una banda musical. Años después, su hijo Remberto Rodríguez continuó con el legado de su padre enseñando a otros miembros de la comunidad para que esta tradición no quedara en el olvido. Actualmente su director es Edwin Prens y cuenta con integrantes de todas las edades. Esta banda resalta las festividades religiosas al ritmo de la marcha de la procesión del santo patrono, pero a su vez, alegra las festividades de la comunidad al son de un fandango y de porros con instrumentos como el redoblante, la tuba, el trombón, el clarinete.



Mitos y leyendas Las Piedras es un corregimiento poseedor de múltiples historias que alimentan la tradición oral. Las leyendas y mitos propios constituyen un elemento vital de la vida cultural, y forman parte de las interacciones cotidianas de los pobladores, por lo que son imprescindibles para mantener viva la memoria colectiva de la comunidad. Para los pobladores, “en las primeras lluvias del mes de mayo no se pueden bañar ya que trae mucha suciedad y trae mala suerte”. “Los agricultores dicen que en luna nueva no se puede sembrar ni cortar madera porque a las plantas les cae gusano o se enferman, y la madera cortada para ese tiempo tiende a apolillarse. La lamparita Lupercio Rodríguez Rodríguez (2021) contó que se trata de una luz incandescente que se aparece en las noches más oscuras. Suele confundirse con la luz de un vehículo. Esta lamparita ha sido vista especialmente por los pescadores, quienes cuentan que es inofensiva siempre y cuando no se sienta atacada. El diablo convertido en niño Según la historia, es un niño que aparece a altas horas de la noche; se ve inofensivo y jugando solo; cuando es visto las personas le preguntan: ¿Niño que haces jugando ahí solo? Este se levanta, se va transformando y creciendo cada vez. El diablo convertido en niño no ataca si ve que hay otro niño en el grupo, su dicho es: “Te salvas por el angelito”. Palomita llama la muerte Según la tradición oral, es una paloma de color negro que se posa en los techos de las casas anunciando que algún morador del sector va a morir. Por este motivo, cuando las personas la ven en los techos de las casas les tiran objetos con el fin de que se vayan y no presagien una tragedia. Las mariposas La comunidad de Las Piedras le ha dado varios significados a las mariposas, dependiendo de sus colores. Las de color negro simbolizan la muerte; las pequeñas de color café que la familia tendrá una visita. Papá veme el diente Cuentan los señores pedranos que en ocasiones, cuando venían de los montes en los burros, se les aparecía un niño llorando que pedía que se lo llevaran para el


pueblo; al verlo lo subían en la parte de atrás del animal, más adelante en el camino, al mirar hacia el suelo podían ver unos pies arrastrando y al alzar la vista, el niño era una persona inmensa con un solo diente, que decía: “Papá veme el diente”. Viernes de Semana Santa La creencia popular en torno a los viernes de esta semana es que las personas no pueden bañarse, puesto que ello trae mala suerte, o genera una enfermedad conocida como lazzarino. Anteriormente, se tenía la costumbre de bañarse el día anterior por la tarde en la Ciénaga de Luisa. También estaba prohibido quemar basura e ir al trabajo.

Tradiciones, costumbres, creencias Herencia de nuestros antepasados, quienes dejaron este legado cultural para que continuara vivo en la memoria colectiva y se transmitiera de generación en generación. Semana Santa Es una celebración religiosa que conmemora la pasión de Cristo, por medio de actividades cristianas como viacrucis y misas solemnes. El jueves santo se intercambian platos como el arroz de frijol, pescado y ensalada de payaso, dulces de guandul, papaya, leche, ñame, mango y coco, que son típicos del pueblo. Según lo cuentan los adultos mayores, una de sus costumbres para estas fechas era vestirse con ropa de luto el viernes santo, y no comer carnes rojas, además en la madrugada del jueves santo se bañaban en la ciénaga. Ángeles Somos Se celebra el 1 de noviembre. Por grupos, los niños y otros miembros de la comunidad van de casa en casa recolectando alimentos y pregonando: Ángeles somos / del cielo venimos / pidiendo limosna / pa’ nosotros mismos Aji guao guao / pa’ los casaos / el hijo ‘el conde / está jorobao No te escondas (bis) / que te tiró con la onda / No te rías(bis) que la mochila está vacía / Ándate ligero(bis) / saca el bollo del tinajero. Fiesta de la Inmaculada Concepción (Las velitas) Esta festividad religiosa es realizada cada año el 7 de diciembre, con el fin de honrar a la Inmaculada Concepción, dando inicio a su fiesta, la cual se realiza cada año en la calle ternera. Toda la comunidad se reúne la noche del día 7 esperando la aurora del día 8, la gente se prepara para sacar a la virgen adornada en su paso de madera y realizar su


procesión por las calles del pueblo, mientras el resto de las personas adorna los alrededores de sus terrazas y orillas de las casas con velitas y faroles para atraer cosas buenas hasta que estas sean desgastadas. Es una tradición que los niños y niñas recolecten la esperma de las velitas para luego realizar volcanes, conocida como El Diablito Encuero. Consiste en realizar un hueco en la tierra, colocando dos alambres y una tapita de metal, haciendo símbolo del fogón, este juego muy tradicional y se realiza cada año hasta que termine la aurora. Carreras de caballo Las carreras de caballos son pruebas de velocidad que se realizan entre dos o más caballos ganando el que primero pase la meta. Las carreras de caballos son uno de los deportes más antiguos y populares que se conocen en el corregimiento de Las Piedras. No tiene una fecha concreta de nacimiento, pero a raíz de ese interrogante se puede entender que no es una tradición nueva. Álvaro Beltrán y William Cantillo, que fueron corredores de antaño, cuentan que esta tradición ha venido evolucionando con el paso del tiempo, ahora se practica con caballos pura sangre y cuarto millas que son razas especializadas para estos fines; les colocan a los caballos implementos hecho de diferentes materiales, como cuero o soga, que se colocan en la cabeza del animal para poder girarlo, el freno es un implemento hecho con aluminio que se coloca en la boca para poder frenar al animal; la rienda es una soga que va puesta en el freno y que sirve para que el corredor cuando quiera detener el caballo jala la rienda, esta fuerza se le transmitirá al freno y así al caballo; la silla es un implemento que va en el lomo del caballo y sirve para que el corredor se pueda sentar cómodamente.


Gastronomía Las Piedras posee una gran variedad gastronómica, es rica en sabores y sazones influenciados por la gastronomía caribeña y las múltiples culturas con las que se ha interconectado. En estas tierras es posible el cultivo de distintos tubérculos y frutas tropicales, como el mango, el corozo, la cereza y el tamarindo. En la ciénaga se encuentran peces como la cúrrala, la arenca, el bocachico, la mojarra, así como diferentes animales silvestres que habitan en la zona. La rica y variada gastronomía se debe también a los aportes de las abuelas y de los campesinos que van a cultivar, a pescar y a ordeñar, quienes preparan los alimentos con yuca, ñame, maíz, ahuyama frescos y orgánicos, y acompañan sus platos con conejo, ponche, vena´o, carne de res, de cerdo y gallina criolla de sus propias tierras. Una gran parte de su gastronomía también son los derivados de la leche como el suero y el queso, de vital importancia en la mesa de los habitantes al ser utilizados como acompañantes para cualquier plato. Si la pregunta es qué comer, la respuesta contiene muchas opciones. Desde una mazamorra de plátano y de maíz, un arroz de leche, un bollo limpio, de yuca, de coco y de mazorca, un sancocho de gallina, un plato de arroz de frijoles con pescado frito, tajadas, de arroz de auyama, de coco, yuca con suero o queso, plátanos en tentación, morcilla, ajiaco, chicha de maíz, agua de panela, jugo de corozo, café con leche, hasta peto. Dulces tradicionales En Las Piedras se cuenta con una gran cantidad de dulces típicos, preparados por las matronas del pueblo, con variedad de ingredientes combinados con una creatividad desbordante, entre ellos los más populares son el caballito, cocadas, enyuca´o, bola de tamarindo, conserva, hojalda, raspao, bola de chocolate, alegría y el turrón.


Juegos tradicionales Los niños y niñas de la comunidad cada tarde, al terminar sus tareas escolares, se encuentran en las calles de sus vecindarios para conversar sobre cómo fue su día, las anécdotas familiares, las travesuras y aventuras vividas. Una actividad que disfrutan son los juegos típicos: el Barril, la Panela, Que pase el rey, el Chinche, Jaba pero no cuchara, el Yule, el Tango, el Chinchojon, la Tapita, el Escondido, el Balin, el Pasa cerca, la Peregrina, la Sortija, la Libertad, la Carrucha, la Chiva, el Chibi chibi, la Penca, el Carga baúl volao, el Trompo, el Barrilete, entre otros. La Yuca Este juego es de mucha estrategia y fuerza. Se crea un grupo con un número determinado de integrantes o jugadores, quienes buscan un árbol o poste como soporte donde sujetarse. El grupo tiene un capitán que hace el papel de tronco y otro integrante hace de compadre, acompañado con los otros jugadores que representan una yuca, además otro integrante hace de comprador, que llega cantándole al compadre en voz alta: - ¡Compadre regáleme una yuquita! - ¿Y la que le di? - ¡Se la comió un gatico! - ¿Y dónde estaba usted? - ¡En una fiestecita! - ¿Y cómo bailaba? (En esta parte el comprador baila) achiqui,chiqui,chiqui,chiquicha - ¡Échese un peo y arránquela! (Comprador Arranca la yuca) El Cacao Este juego se realiza usando cinco piedrecitas cantando “Ventiago, de dos, de tres, de cuatro, cuchareta, pico loro, eñuñio, brinquillo, juego sano, cañón, trinche, cuchareta gompea, cuchillo, lavado, maretira, manduco. Trompo Se enrolla la cuerda al trompo para luego lanzarlo al suelo intentando bailarlo, además se hacen distintos trucos mientras el trompo se mantiene girando. Bolita de uñita Se necesita un hoyo y se pinta en el suelo una línea, desde esta línea los jugadores lanzan las bolitas en dirección al hoyo y el que más cerca esté de la línea será el primero en ganar canicas a los oponentes.


Actores culturales Conocer las Piedras, es sentir el calor humano de nuestra gente, del vendedor de raspao con el sol templado, de las voces pregonando al vender la yuca, el pescado y el bollo de mazorca. La gente del pueblo es linda y buena como comerse un pescado bien frito y acompañao con Yuca y suero. José Adalberto Polo, artesano Tiene 27 años de estar trabajando como artista y comenzó con 22 años de edad. Su arte empezó con la pintura, pero su curiosidad y la búsqueda por trabajar con materiales autóctonos y reciclados lo llevó a trabajar con el totumo, haciendo obras de arte a base de este material, junto con conchas de jobo y maderita de guayacán. Otros artesanos, pintores y fotógrafos reconocidos en la comunidad son José Rodríguez, Sofía Polo, Elver Castilla, Leonith Padilla, Pedro Beltrán, Javier de Ávila Muñiz, Jaime Barrios y Engrid Torres. José Miguel Arrieta Padilla- músico, pescador y compositor Tiene 73 años, a la edad de 13 años empezó a tocar caja, guacharaca y acordeón. Su primer acordeón se lo regaló María Villadiego. Con este instrumento compuso una canción titulada “El Bautizo”, que representa el bautizo de su acordeón. Ha compuesto canciones como “La vaca”, que escribió desde que tocaba acordeón a los 17 años. A pesar de no saber leer, continúo tocando y componiendo canciones, y así aprendió a tocar los instrumentos que deseaba, observando a su padre sin ir a una escuela de música. Ha participado en festivales en Sincelejo, Arenal, Mahates, Cartagena. Además de ser compositor es pescador, beisbolista y sabe de todo un poco. “A mis 73 años estoy aprendiendo a leer, por eso mi método para componer es observar y memorizar, pensando y practicando lo que compongo, porque a mí me gusta cantar y tocar mi acordeón porque me siento pleno haciéndolo”.


Octavio Torres Mendoza - músico, compositor Este hombre de 78 años cuenta con un talento para componer innato, desde que empezó a componer le cantaba a sus hermanos, amigos y familiares, su primer instrumento fue una violina, que le pidió al niño Dios para un 24 de diciembre. Así empezó a componer canciones a la edad de 14 años. Desde pequeño aprendió que las canciones deben llevar sus rimas, los instrumentos que utiliza es el acordeón, la guitarra, la violina y también hace casas de bahareque y kioscos de palma. “Compongo porque me nace del corazón y porque tengo amor a las canciones, he estado en festivales que se han celebrado en Las Piedras, Arjona, Arenal y en Mahates y todos los días siento el gran deseo de componer canciones”. Otros nombres que figuran en el mundo de la composición musical sampedrana son los José Antonio Polo Arrieta; Edgris Torres Castilla; Fredis Enrique Muñiz Ligardo; Alfonso Manuel Julio Valdéz; Yair Cantillo Santander; Jorge González y Nelis María Aparicio Santander. Rafael Enrique Pérez Pajoy- compositor, pescador y médico tradicional Tiene 71 año y empezó la pesca a la edad de 30 años. Cuenta que su abuelo elaboraba atarrayas pequeñas, con la que se iba a los pozos con amigos y de esa manera fue aprendiendo a utilizando la atarraya maruca, tanas y flechas. También hace medicina natural. “En esos tiempos el pescado daba bastante plata, quien tenía vacas y sacaba dos cántaros de le leche no ganaba la cantidad de plata que ganaba yo” (Rafael Pérez, 2021). Joselina Beltrán Gutiérrez - cocinera Más conocida por sus familiares como Mami Jose, es una mujer que a pesar de sus 82 años continúa con una sonrisa en su rostro, y constantemente lanza bromas a sus seres queridos. Es un ejemplo de aquel dicho según el cual no se deja de reír cuando se es viejo, sino que se es viejo cuando se deja de reír. Desde la infancia Mami Jose ha sido activa, y descubrió desde muy joven su talento gastronómico. Sabe hacer bollos de yuca, bollo limpio, de coco y de mazorca; prepara conservas, cocadas, turrón, alegría, merengue, almojábanas, panderos, galletas María Luisa, caballitos, enyuca´o, pícaro, mazamorra, ajiaco y cocadas de ajonjolí. Se caracteriza por sus deliciosos dulces de zaragoza, batata, guandul, pepino negrito, leche, mango, pero sus especialidades son el dulce de papaya con


plátano y piña y el denominado “La bola de mi abuelo”, una preparación con forma de círculo hecha a base de coco, leche y azúcar. Además de la cocina, ejerce el oficio de santiguar a los niños, adolescentes y adultos orando por su protección. El oficio lo aprendió de Andrea Villa, una matrona del pueblo. Esta costumbre nació desde las apariciones de seres sobrenaturales que despertaban el miedo en la comunidad por tratarse de animales sin cabeza, personas transformándose en animales, hasta lamparitas que se posaban sobre las puntas de las canoas cuando los pescadores salían a sus labores en horas de la madrugada. Sus santiguos se han extendido en todo el territorio, hasta el punto de que todos los días es ampliamente solicitada y visitada por muchas personas de diferentes edades. Es una mujer descomplicada, generosa, graciosa, cuya máxima es no dejar de comer todo lo que le guste, aunque un médico se lo recomiende: “Todas mis amigas que han dejado de comer suero, yuca, ñame, arepas o dulces ya están muertas, así que el día que deje de comerlas me muero” (Joselina, 2021). Felipe de Jesús Acevedo Julio - descompositor También conocido como El Terry. Sus inicios como descompositor de canciones se dieron entre los 12 y 13 años. Aprendió a hacerlo con una tía que también es cantante y compositora. Para descomponer canciones el Terry se centra en las notas, y dependiendo de las canciones así sacará o creará una nueva, escucha la melodía para que todo vaya al compás. Cuenta que le gusta entretener y siente que nació con ese gran don. Ha tocado y cantado en Arenal, Cartagena, Las Piedras y ha descompuesto canciones como “El Cantor” de los hermanos Zuleta, canción a la que le puso por nombre “El cantor de Las Piedras”. Descomponía rezos, pero afirma que dejó de hacerlo por respeto a Dios. Ha competido en comedia con Margarito, hace publicidad con perifoneo, es periodista local y humorista. Nicanor Grau Gutiérrez - campesino y artesano Nicanor Grau, más conocido como el señor Nico, es esposo de Joselina Beltrán. Es un hombre fuerte, bromista, de 85 años y el último de 13 hermanos. En su vida ha aprendido diferentes artes, pero lo que más le apasiona son las artesanías. Desde sus 14 años crea jaquimas, cabestros, bozales, riendas, mochilas de majagua, rayos, cabuyas con pita de saco, correas, palotes, nudos y trenzados para las cabuyas. Su talento e ingenio lo convierte en uno de los más solicitados del pueblo en tiempos de cabalgata. Las personas que diariamente visitan sus parcelas en horas de la madrugada lo buscan para solicitar sus servicios y productos. Es conocido por su gran destreza fabricando productos con totumo, árbol cuya flor desata un olor nauseabundo, pero su fruto es un antídoto muy usado para aliviar la tos y la gripe. A decir del mismo Nicanor, su proceso creativo inicia con la elección de


un totumo con proporciones grandes, luego se marca con una tiza, rula o segueta la línea por donde este va a ser cortado; el siguiente paso es a su juicio el más complejo, marcar dibujos de animales o flores en la cáscara y posteriormente dejarlo secar. Además de hacer totumas que sirven de platos para los sancochos, también crea cucharas, calabazos, remillones, alcancías, incluso juegos de comedor y guachos (totumos rellenos de piedras o semillas para producir música). Mariela de Los Santos Castilla García - Partera Mariela es una mujer de 68 años, que comenzó a ser partera a los 20, cuando inyectaba y saturaba puntos a la gente de la comunidad que se acercaba a su casa en busca de sus servicios. Ella cuenta que lo aprendió de su madre Zoila García y de Juanita Pino, dos parteras excepcionales de gran reconocimiento en el pueblo. Ahora ya no ejerce su oficio como años atrás, pero sigue gozando del renombre y la popularidad: “Antes de que una mujer diera a luz, se ponía a caminar, lavar y hasta barrer, pero desde que el hospital llegó ya no hago mi trabajo como antes. Los niños que han nacido conmigo me dicen madrina así que casi todo el pueblo me llama así. Utilizaba métodos naturales, de hecho, no se ponía guantes porque pensaba y sentía que el bebé iba a resbalar de sus manos. Curiosamente, en la casa de su madre se conservan todavía las camas, tantas veces protagonistas del nacimiento de una nueva vida. María de los Santos Castilla- rezandera Tiene 40 años, inició a los 20 en su oficio de partera, inspirada por la sabiduría de su abuela Zoila García, como mujer partera de la región. Estos saberes en torno a los rezos fueron pasando de una generación a otra, hasta configurarse como un espacio sagrado para estas mujeres miembros de una misma familia. La gran abuela tuvo el deseo de hacer trascender en el tiempo la tradición. Uno de sus elementos imprescindibles para llevar a cabo su oficio es el rosario. Con esta herramienta le reza a los difuntos para implorar el descanso eterno de su alma y les pide su protección y cuidado. Ella afirma que en algunas ocasiones ha experimentado momentos inquietantes, como sentir mucho frío al momento de levantar el altar con el que acompaña sus rezos, que otro de sus elementos importantes. “He pensado por momentos dejarlo de hacer, pero por circunstancias de la vida no lo he hecho porque me gusta y además me genera ingresos” (María Castilla, 2021). No solo ha levantado altares en Las Piedras, sino también en Mandinga, Zipacoa, Turbaco y Arjona. Con su voz firme y sonora, asegura que a pesar de los tropiezos, se siente plena con lo que hace. Por su labor, es merecedora de un alto estima por parte de los pobladores del corregimiento.


Juan Evangelista Guzmán Tapia- sobandero Este hombre de 83 años empezó como sobandero a los 18. Es portador de un cofre de secretos y rezos invaluables para la tradición cultural del pueblo. Su voz es suave y delicada, por lo que la gente se siente calmada y tranquila mientras está siendo masajeada en la zona del cuerpo donde se ubica el dolor. Con firmeza, los representantes de este oficio afirman que requiere de mucha responsabilidad. Una vez culmina de sobar, el sobandero no puede bañarse ni serenarse. Al revisar a la persona utiliza solo la técnica de tocar, de ese modo identifica su malestar y si esta requiere de un médico profesional. Lleva más de 60 años en el oficio, y no ha tenido ningún inconveniente en su labor: “Todo lo que tenga que ver con rezos y sobos me gusta, y me nace hacerlo. Utilizo la pomada, pero más la grasa de chivo y carnero, pongo secretos para que a la persona no le duela” (Juan Guzmán, 2021). En el pueblo hay otros sobanderos, como Tomas Pajoy, Luis Enrique Prado, Lázaro Figueroa, Naida Marimon, José Castilla y Amadís Torres.





Colectivo Cultura Pedrana

Andrés Arnedo Padilla Virgilio Castilla Pérez Mariela Castilla García Lina Valencia Grau María de los Santos Castilla Representante legal Octavio Torres Mendoza Rafael Enrique Pérez Pajoy Ronal José Pérez Muñiz Juan E. Guzmán Tapia Elvira Torres Gazabón Felipe Acevedo Julio Eduardo Martínez Alfaro José Miguel Arrieta Padilla Heidy Gazabón Figueroa Octavio Torres Mendoza Neryeli Canoles Martínez José D. Castilla Elguedo Zuri Castilla Pajoy José Polo Arrieta Omar Zabaleta Figueroa María Torres Mendoza Investigadores voluntarios Elvira Rosa Figueroa Ubaldo Figueroa Ricardo Parra Martínez Justo Torres Gonzalo Valencia Grau Luis Fernando Beltrán Torres Luis Miguel Villadiego Lupercio Rodríguez Jorge González Padilla Gledis Castilla Arrieta Ángel Corrales Santander Óscar González Prens Luis Carlos Pajoy Ramos Entrevistados Joselina Beltrán Gutiérrez Fotografías Nicanor Grau Gutiérrez Juan David Prens Muñíz Adalberto Polo Mauro González Cantillo Edwin Prens Marielis Grau Beltrán Diagramación Luis R. González Prens Rubén Egea Jorge González Padilla Yair Cantillo Santander




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