ROMPIENDO EL SILENCIO Anรกlisis de encuesta sobre violencia sexual a estudiantes mujeres Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotรก
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ROMPIENDO EL SILENCIO
Análisis de encuesta sobre violencia sexual a estudiantes mujeres Universidad Nacional de Colombia Sede Bogotá
2016 Dirección de Bienestar Universitario sede Bogotá D.C. División de Acompañamiento Integral Programa de Convivencia y Cotidianidad Universidad Nacional de Colombia 3
RECTOR Ignacio Mantilla Prada VICERRECTOR Jaime Franky Ramírez DIRECTOR DE BIENESTAR DE SEDE BOGOTÁ Oscar Arturo Oliveros Garay JEFA DE LA DIVISIÓN DE ACOMPAÑAMIENTO INTEGRAL Zulma Edith Camargo LÍDER DEL PROGRAMA DE CONVIVENCIA Y COTIDIANIDAD Doris Pérez Mateus PUBLICACIÓN Dirección de Bienestar Universitario Sede Bogotá EDICIÓN Y TEXTO Laura Mabel Rozo Zapata Psicóloga, Programa de Convivencia y Cotidianidad Jennifer Torres Caicedo Abogada, Programa de Convivencia y Cotidianidad APOYO INVESTIGACIÓN Jerónimo Garzón Martínez Estudiante de estadística DISEÑO Cristian Alejandro Rubio Puentes Estudiante de Diseño 4
TABLA DE CONTENIDO 1 INTRODUCCIÓN 2 EL FENÓMENO DE LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL CONTEXTO UNIVERSITARIO Objetivo General
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Objetivos Específicos
DEFINICIONES, MARCO NORMATIVO, JURISPRUDENCIA NACIONAL E 13 INTER NACIONAL SOBRE LA VIOLENCIA SEXUAL CONTRA LAS MUJERES
3.1 3.2 3.2.1 3.2.2 3.2.3
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DEFINICIÓN DE VIOLENCIA SEXUAL INSTRUMENTOS INTERNACIONALES JURÍDICOS EN EL MARCO DE LOS DERECHOS HUMANOS PARA LAS MUJERES Desarrollo Legislativo Nacional en materia de Derechos Humanos de las mujeres -Violencia Sexual- Jurisprudencia en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos – Violencia SexualJurisprudencia colombiana frente a temas de violencia sexual
LA VIOLENCIA SEXUAL DESDE UN ENFOQUE DE GÉNERO
5 METODOLOGÍA 5.1 INSTRUMENTO
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5.2 POBLACIÓN
6 RESULTADOS
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7 DISCUSIÓN
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8 CONCLUSIONES
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9 RECOMENDACIONES
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10 REFERENCIAS
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INTRODUCCIÓN
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l presente documento está enmarcado en el Proyecto de Inversión Bienestar para la Sana Convivencia y la Cultura Universitaria, ejecutado por Bienestar de sede Bogotá, uno de cuyos objetivos anota: Fortalecer estrategias que promuevan la equidad de género a través de la formulación de acciones tendientes a visibilizar, atender y prevenir la violencia sexual. La responsabilidad de este Objetivo la tiene el Programa de Convivencia y Cotidianidad de la División de Acompañamiento Integral y se desarrolla bajo el sub-proyecto Violencias de Género: Ser mujer estudiante en la UN. Una mirada desde el Enfoque de Derechos, con periodo de ejecución 2016-II a 2018-II.
perspectiva de organizaciones mundiales, entidades estatales colombianas, instrumentos jurídicos internacionales enmarcados en los derechos humanos de las mujeres, jurisprudencia internacional del Sistema Interamericano de Derechos Humanos en el tema de la violencia sexual, normatividad nacional colombiana y jurisprudencia de la Corte Constitucional. Este capítulo finaliza con la descripción de la violencia sexual desde un enfoque de género.
En un segundo momento, se describe la metodología del estudio, el diseño del instrumento y la caracterización de la población participante en la encuesta. Consecuentemente se establecen los resultados arrojados, que se presentan así: lugares donde Para alcanzar las metas planteadas para el año se presentaron los actos de violencia sexual, relación 2016, se diseñaron dos actividades que se detallan de los perpetradores con la UN Sede Bogotá, y tipos de acoso sexual y acto sexual no consentidos por la en el presente documento: víctima en espacios de la UN o en actividades relaIdentificar y caracterizar la violencia sexual cionadas con la universidad en cada facultad; culmisufrida por las mujeres estudiantes de la UN nando con la integración de los resultados de todas sede Bogotá, matriculadas en el III periodo las facultades frente a estos actos. Este capítulo teracadémico del año 2016, a través de una encuesta, y mina con un análisis de correspondencias múltiples que concluye acerca de la interacción entre las vaElaborar un documento que recoge la sisriables. tematización, análisis y caracterización de la violencia sexual. En un tercer momento se realiza la discusión donEste documento inicia con una contextualización de se toman los resultados más relevantes arrojados de la problemática de la violencia sexual, como un por la encuesta y se analizan a la luz de la legislación fenómeno no aislado que afecta a la población uni- colombiana y del enfoque de género; finalizando así versitaria del mundo en general, resultante de una con algunas conclusiones y recomendaciones. cultura que cosifica y subordina el cuerpo de las mujeres. A partir de este planteamiento del problema, se formularon el objetivo general y los específicos, dando paso a la construcción de los conceptos generales, que se inician con la definición de la violencia sexual y violencia contra las mujeres desde la
Este documento ilustra el compromiso de la UN por visibilizar, atender y prevenir las violencias sexuales, lo que configura un gran paso para iniciar transformaciones sociales, académicas y culturales que propendan por la equidad de género y la erradicación de todo tipo de violencia.
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EL FENÓMENO DE LA VIOLENCIA SEXUAL EN EL CONTEXTO UNIVERSITARIO
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a Universidad Nacional de Colombia no es ajena a la cultura en la que imperan “las relaciones asimétricas y desiguales entre los roles y estereotipos asociados a lo masculino y a lo femenino” (pág. 22) y por tanto no está exenta de las violencias asociadas a un ejercicio del poder que se fundamenta en dichas relaciones. Al igual que en muchas universidades del mundo, en sus aulas y pasillos se reproducen expresiones de las violencias que van desde lo más sutil y aparentemente trivial, hasta la violencia más explícita y evidente (Ministerio de la Protección Social, 2011).
La violencia sexual se encuentra presente en los distintos escenarios de la cotidianidad, por lo que el ámbito universitario no es una excepción. En este ámbito se han evidenciado casos de acoso verbal e incluso de acceso carnal violento, como lo evidencia la revisión realizada por la Universidad de Caldas para su investigación sobre “Discriminación y Violencia de Género en la Facultad de Ciencias para la Salud” en cabeza de las médicas Cubillo, Sepulveda & Restrepo (2009), que retoma algunas investigaciones sobre violencia sexual en Universidades de Estados Unidos y Chile, encontrando para el primer Estas son denominadas Violencias Basadas en el Gé- caso el estudio Victimización sexual de las mujeres uninero, que tienen en los actos sexuales no consentidos versitarias (2002), el cual evidencia que: y en el acoso sexual una de sus principales y más nefastas manifestaciones, no solo por las afectaciones (…) las mujeres universitarias se encona los derechos fundamentales, sino por las consetraban más expuestas al abuso sexual que cuencias en la salud física y mental de las personas, otros grupos de las mismas edades (…) el en especial de las mujeres, quienes históricamente 1,7% habían sido violadas (16,6/1000 han representado el mayor número de víctimas. estudiantes femeninas) y el 1,1% tuvie-
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ron un incidente de intento de violación (11/1000 estudiantes femeninas). En cuanto a las otras 10 formas de victimización sexual interrogadas se encontró un rango de ataques desde 9,5 hasta 66,4/1000 estudiantes femeninas. De los incidentes de violación e intento de violación, menos del 5% fueron reportados a las autoridades. (…) Este estudio concluye que hay una alta incidencia de agresiones sexuales en mujeres universitarias. (pág. 28) Así mismo, las autoras describen las conclusiones de la investigación: Experiencias de ultraje y abuso sexual y sus correlacionados en estudiantes de Medicina en Estados Unidos “En el que encontraron que al final de sus carreras el 42% de las estudiantes encuestadas (2316) habían experimentado abuso sexual y el 84% ultraje; pero solo el 13% de estos eventos fueron calificados por los encuestados como graves” (pág. 29).
y posgrado, de universidades públicas y privadas de todo Brasil, fueron víctimas de algún tipo de violencia sexual:
Entre las universitarias, un 56% se reconoce víctima de acoso sexual, un 11% ha sufrido un intento de violación estando bajo los efectos del alcohol y un 36% ha dejado de participar de actividades académicas por miedo a ser agredida. A pesar de ello, un 63 % de las estudiantes brasileñas víctimas de violencia, dice no haber tenido ningún tipo de reacción contra sus agresores. En Colombia, Fernández, Hernández, & Paniagua, (2005) realizaron un estudio sobre violencia de Género en la Universidad de Antioquia, entre las conclusiones es de resaltar que las mujeres estudiantes manifestaron haber sido acosadas sexualmente, recibido piropos o gestos obscenos con más frecuencia que lo manifestado por sus pares masculinos. Igualmente, este estudio retomó las conclusiones de una investigación precedente en la misma universidad sobre acoso y abuso sexual contra las estudiantes de medicina, donde se encontró en relación con la prevalencia del acoso y el abuso, que el 48% de las mujeres entrevistadas (529) consideraban haber sido acosadas y el 13% accedidas sexualmente. “El acoso sexual se manifestó a través de piropos obscenos, insinuación de relaciones sexuales, chantaje académico y el abuso sexual por medio de espionaje en los baños, forzar a desnudarse, exhibición de órganos sexuales, observar masturbación y presión para practicar sexo oral” (pág. 100).
Por otra parte, se ilustra el caso de Chile donde se realizó un estudio descriptivo por parte de Jocelyn A. Lehrer & cols (2005) citado por Cubillo, Sepulveda & Restrepo (2009), quienes concluyeron que existe “una alta proporción de mujeres universitarias en Chile, que tienen experiencias de violación, intento de violación y otras formas de contacto sexual forzado, mostrando la necesidad de mayor atención a lo que consideran un problema de salud en este país” (pág. 30). Continuando con los estudios realizados en América Latina, Miranda (2015) en su artículo sobre violencia sexual en universidades latinoamericanas, También son de destacar las conclusiones de Mocita la investigación recientemente realizada por el Instituto Avon y Data Popular, donde se encontró reno, Osorio, & Sepulveda (2004) de su investigaque el 28 % de las estudiantes entrevistadas de pre ción sobre violencia sexual a estudiantes de la Uni-
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versidad de Caldas, según las cuales:
La violencia sexual es un fenómeno que no es ajeno al ámbito universitario y se presenta en todas sus formas, desde el acoso verbal hasta la violación, sin que hasta ahora se haya visibilizado el problema a nivel institucional. Los agresores fueron identificados, en su mayoría, como docentes, estudiantes de otro programa y estudiantes de igual o menor nivel del mismo programa. Los sitios de ocurrencia más frecuentemente señalados fueron las aulas de clase, las cafeterías y las oficinas. La mayoría de los casos fueron identificados como acoso verbal o leve. (pág. 57) La Universidad Nacional como ya se había puntualizado, no está exenta de estas situaciones como lo evidencia el comunicado de la Escuela de Estudios de Género sobre violencias contra las mujeres en la Universidad Nacional de Colombia (2015), el cual hace referencia a tres casos de violencia de género sucedidos por los meses en los que se publicó. A continuación, se presenta la referencia textual al caso sobre violencia sexual a estudiantes:
(…) Una estudiante interpuso un derecho de petición ante las autoridades de la Universidad Nacional y la Secretaría de la Mujer, denunciando graves casos de acoso sexual a estudiantes dentro del campus y a través de las redes sociales. (pág. 1) Esta no es la única referencia que se tiene, ya que con alguna frecuencia llegan al Programa de Convivencia y Cotidianidad de la División de Acompañamiento Integral, de la Dirección de Bienestar de Sede, mujeres estudiantes que han sufrido de acoso
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o de actos sexuales no consentidos en la universidad, generalmente cometidos por algún miembro de la misma. En Colombia las cifras sobre violencia sexual son altas a pesar de la existencia de un sub registro. Así lo muestra la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS, 2015), la cual afirma que 7.6 por ciento de las mujeres encuestadas indican que han sufrido violencia sexual por parte de sus parejas; 4.5 por ciento de las mujeres manifestó que otra persona diferente a su pareja la había forzado a tener relaciones sexuales, igualmente:
El 17.9 por ciento de las mujeres entre 13 y 49 años manifestó que las habían tocado o manoseado sin su consentimiento. El 35.3 por ciento de los casos sucedió en la casa, el 26.6 por ciento en la calle, el 17.7 por ciento en el transporte público, el 16.8 por ciento en otro lugar y el 4.5 por ciento en la institución educativa (Profamilia, Ministerio de salud y ministerio de protección social , 2015, pág. 82) Por otra parte, la Encuesta de Demografía y Salud de USAID, citada en el informe Datos y Cifras Claves para la Superación de la Violencia Contra Las Mujeres, (2016), afirma que para el 2012, el país tenía uno de los porcentajes más altos de la región en violencia sexual, 11.4%. Este mismo informe reporta las cifras de Medicina legal según las cuales fueron valoradas:
107.698 mujeres víctimas de presunto delito sexual en el periodo comprendido entre 2009 y 2014, es decir, un promedio de 17.950 mujeres por año, 49 por día, 2 por hora. Esta cifra aumentó con respecto al anterior quinquenio evaluado (2004-
2008), en el cual se contaron 73.395 casos, es decir, 40 exámenes médico-legales de mujeres presuntamente agredidas sexualmente por día, 1,6 cada hora. La tasa por 100.000 mujeres valoradas por presunto delito sexual durante el último sexenio se mantuvo con un promedio de 76,54 casos, pasando de 80,01 en el 2009 a 74,45 en 2014. (INMLCF, 2015 citado por Corporación Humanas - Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género, 2016) Según el Ministerio de la Protección Social, (2011) los datos en Colombia dejan claro que las mujeres de cualquier edad componen un grupo especialmente vulnerable ante la violencia sexual en Colombia.
no recibir respuestas por parte de la institución a no ser atendidas de una manera asertiva y adecuada (Bernal, 2016). El silencio ha sido por años el mayor cómplice de la violencia sexual que cotidianamente sufren las mujeres; el silencio se ha guardado muchas veces por miedo o vergüenza y esto solo ha generado invisibilidad, impotencia, impunidad, concesión y por ende más violencia. Sin embargo, a nivel general, actualmente las denuncias por violencia sexual en las universidades han ido en aumento en los diferentes países, según Sánchez y Jaque (2016), esto hace parte de “una corriente global que surge producto de cambios culturales que tienen que ver con que las mujeres no están tolerando situaciones que antes callaban”, las mujeres han roto el silencio y así como la universidad no es ajena a las asimetrías de poder, propias de una determinada estructura social que facilita la violencia, mucho menos es ajena a las transformaciones sociales que buscan de-construir dichas estructuras. Por lo tanto como institución, la Universidad Nacional de Colombia se ha propuesto romper el silencio como parte de su compromiso por erradicar todas las formas de violencia basadas en el género y así promover la equidad y la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres en la Universidad, entendiendo que pocas acciones vulneran la igualdad, como la violencia sexual.
Todos los estudios citados anteriormente concuerdan en que existe un sub registro de casos de violencia sexual, es decir que un número importante de víctimas nunca denuncia la situación. Así también lo demuestran los datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2005) y de La Organización Mundial de la Salud (2003) citados por el Ministerio de Protección Social (2011) según los cuales “Se estima que solo uno de cada 20 delitos sexuales es denunciado, mientras una parte más extensa es visibilizada por las encuestas” (pág. 25). Algo similar afirma Miranda (2012) al encontrar que: “sólo el 40% de las mujeres víctimas de violencia Es por esto que el presente informe es un paso busca ayuda y la mayoría de ellas recurre a familiares hacia la visibilización del acoso y el acto sexual no y amigos y no a la justicia”. consentido en la Universidad, es una voz que se une a otras voces de estudiantes, docentes y trabajadoEn la Universidad Nacional de Colombia como en res que ya han decidido no guardar silencio al resla mayoría de Universidades Colombianas, la violen- pecto. Para el presente estudio se establecieron los cia sexual por mucho tiempo ha pasado desapercibi- siguientes objetivos: da o quienes la padecen guardan silencio por temor a ser re victimizadas. Por esto las víctimas pasan de
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Objetivo General Evidenciar la ocurrencia de acoso y acceso sexual no consentido a mujeres estudiantes matriculadas en el tercer periodo 2016 de la Universidad Nacional de Colombia -sede Bogotá-
Objetivos Específicos Indagar a través de una encuesta la ocurrencia de eventos de acoso sexual y actos sexuales no consentidos a mujeres estudiantes matriculadas en el tercer periodo 2016 de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, perpetrados por otros integrantes de la universidad y/o en espacios relacionados con ésta. Establecer los lugares y eventos donde han ocurrido los sucesos de violencia sexual a las estudiantes de la UN en el campus universitario o en actividades relacionadas con la institución. Evidenciar qué tipo de actos son los presentados en la UN, sede Bogotá, frente al tema de acoso sexual y acto sexual no consentido por las estudiantes. Identificar la vinculación que tienen los responsables con la Universidad frente a la violencia sexual a mujeres estudiantes de la UN, sede Bogotá. Analizar a la luz del enfoque de género los datos arrojados por la encuesta.
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DEFINICIONES, MARCO NORMATIVO, JURISPRUDENCIA NACIONAL E INTERNACIONAL SOBRE LA VIOLENCIA SEXUAL CONTRA LAS MUJERES
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egún las cifras reportadas, se evidencia que uno de los mayores riesgos que enfrentan las mujeres en Colombia es la violencia sexual. Este tipo de acción violenta, vulnera los derechos humanos de las mujeres como son el derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad, a la salud física y mental, entre otros, según el caso. El resultado de estas cifras denota una sociedad patriarcal en la que existe un ejercicio de poder a nivel político, cultural, religioso y económico que determina una dominación y discriminación a las mujeres por el hecho de serlo.
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(Convención Belém Do Pará, 1994, Articulo 7), debe brindar una atención de justicia, reparación y asistencia de salud con el fin de restaurar a las mujeres víctimas de violencia sexual en su integridad física y emocional. La OMS (Organización Mundial de la Salud), resalta que la “violencia sexual comprende una serie de actos que atentan contra la integridad y libertad sexual de las personas, incluyendo las relaciones sexuales bajo coacción, las violaciones por parte de extraños, el acoso y chantaje sexual” (citado por Cárdenas, Silva, Barriga, & Romero, pág. 1).
3.1 Definición de violencia sexual Como lo menciona el Ministerio de la Protección El Estado Colombiano como garantista de Dere- Social, frente a la violencia sexual, Profamilia y la chos, valiéndose del principio de la debida diligencia Defensoría del Pueblo expresan que:
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La violencia sexual se entiende todo acto que atenta contra la libertad, integridad y formación sexual mediante fuerza física o psíquica o la amenaza de usarla, con el fin de obligar a alguien a tener relaciones sexuales o imponerle un comportamiento sexual específico, en contra de su voluntad. (pág. 20) Ahora bien, desde la normatividad nacional e internacional, la violencia sexual es entendida como:
Todo acto u omisión que vulnera el ejercicio de los derechos humanos, sexuales o reproductivos, toda acción que se dirige a mantener o solicitar contacto sexual, físico, verbal o a suscitar la participación en interacciones sexuales mediante el uso de la fuerza o la amenaza, la intimidación, la coerción, el chantaje, la presión indebida, el soborno, la manipulación o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad. (Barraza, 2010, citado por (Estrada Jaramillo, 2012, pág. 180) Por lo tanto, de acuerdo con estos conceptos, se puede inferir que la violencia sexual es un acto encaminado a un fin sexual que se impone en contra de la voluntad de la persona que la recibe y que al momento de efectuarse, atenta contra la integridad física y mental.
3.2 Instrumentos internacionales jurídicos en el marco de los Derechos Humanos para las mujeres Según el Ministerio de Justicia y del Derecho,
Los instrumentos internacionales en materia de género y violencias comienzan con 14
la preocupación por los derechos de las mujeres que se empieza a evidenciar en la década de los 60 del siglo XX. El Pacto de Derechos Civiles y Políticos, de 1966 junto con el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales aprobado en 1966, ratificados por Colombia con la Ley 74 de 1968, abogan por la igualdad en derechos y la prohibición de discriminación. (Ministerio de Justicia y Del Derecho, 2012, pág. 13) La Constitución política en su artículo 93, reconoce la articulación de las disposiciones internacionales a nuestro ordenamiento interno que se constituye como Bloque de Constitucionalidad, estos tratados internacionales son acuerdos pactados por escrito entre los estados, y regido por el derecho internacional, en el cual se crean derechos y obligaciones. La Mesa por el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencias, (2015), expresa que en 1979 se aprueba por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, uno de los instrumentos más importantes en materia de violencia y discriminación contra las mujeres: Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), aprobada en Colombia mediante la ley 51 de 1981. Este instrumento obliga a los Estados que se vinculan, a modificar aquellas leyes y prácticas que constituyan discriminación contra las mujeres, así como crear otras que contribuyan su erradicación. Por otra parte, (Corporación Sisma Mujer, 2013), una vida libre de violencias es el reconocimiento del derecho humano, que proviene de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradi-
car la Violencia contra la Mujer (Convención Belém Do Pará), ratificada en Colombia por la Ley 248 de 1995. El instrumento define que la violencia contra la mujer es “cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado” (art. 1). Igualmente expresa que “la violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica” (art. 2). Es por esto que, al constituirse una afectación de daño, muerte y/o sufrimiento por el hecho de ser mujer, es una violación a nivel mundial de los derechos humanos, toda vez que se involucra la vida, la integridad física y mental, entre otros, lo cual constituye la esencia vital de una sociedad. Es importante recalcar que:
la convención Belém do Pará, establece que el Estado debe actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer, es decir, velar porque las autoridades y sus funcionarios que imparten justicia, garanticen los derechos Humanos de las mujeres y brinden una atención eficiente que permita la atención integral de la víctima. (Corporación Gea Jurisgeneristas, 2017) Por otra parte, es importante mencionar el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, que en su artículo primero y segundo, establece la creación de un Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer para recibir y considerar las comunicaciones presentadas por personas o grupos que aleguen ser víctimas, y el Estado parte haya participado en la efectividad de dicha violencia. Es así que, al identificar que existe un incumplimiento por parte del Estado parte frente al Princi-
pio de la Debida Diligencia, este Comité realiza unas opiniones y recomendaciones que se deben cumplir. Por último, cabe resaltar el Estatuto de Roma de 1998 de la Corte Penal Internacional, incorporado a la legislación colombiana por la ley 742 de 2002, en que se define la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo obligatorio, la esterilización forzada y cualquier otra forma de violencia sexual hacia las mujeres, como crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Son estos los tratados internacionales más destacados en el tema de violencia contra la mujer, que han sido ratificados por Colombia.
3.2.1 Desarrollo Legislativo Nacional en materia de Derechos Humanos de las mujeres -Violencia SexualLa violencia sexual en el marco legal colombiano se ha definido como:
Cualquier contacto, acto, insinuación o amenaza que degrade o dañe el cuerpo y la sexualidad de una niña, niño, adolescente, hombre o mujer y que atenta contra su libertad, dignidad, formación e integridad sexual; concepto que obviamente abarca cualquier daño o intento de daño físico, psicológico o emocional. (Ministerio de la Protección Social, 2011, pág. 21) Como lo expresa el Ministerio de la Protección Social (2011) la violencia sexual les ocurre a niñas, adolescentes, mujeres adultas y ancianas, niños, hombres adultos y ancianos; no obstante, las víctimas más frecuentes son las mujeres, las niñas y adolescentes, y las personas que ejercen sexualidades no normativas (pág. 21). Las situaciones de violencia sexual se presentan bajo las actuaciones de poder
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por parte del agresor y algunas veces por el uso de la fuerza, de esta manera la víctima es controlada y Por otra parte, se encuentra tipificado el Acoso agredida, dejándola en un estado de indefensión. Sexual. Según el artículo 29 de la Ley 1257 de 2008 establece una adición al código Penal para la creaEn el Código Penal Colombiano en el título IV se ción de este delito, así: anota los “Delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales” que castiga entre otras, las conArt. 210 A, se entiende que incurre en el ductas de acceso carnal violento (art. 205), acto sedelito de acoso sexual el que en beneficio xual violento (art. 206), Acceso Carnal o Acto Sexual suyo o de un tercero y valiéndose de su en Persona Puesta en Incapacidad de Resistir (art. superioridad manifiesta o de relaciones de 207), actos sexuales abusivos (arts. 208.209 y 210), autoridad o de poder, edad, sexo, posición acoso sexual (art. 210 A), explotación sexual (arts. laboral, social, familiar o económica, aco213 al 219) y delitos contra la autonomía personal se, persiga, hostigue o asedie física o ver(arts. 188. 188 A y 188 B). balmente, con fines sexuales no consentiEntonces la violencia sexual comprende actos sexuales no consentidos por la víctima que:
Se llevan a cabo a través del uso de la fuerza, la coacción física o psicológica; o aprovechando las condiciones de indefensión. “Obligan a una persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales mediante el uso de fuerza, intimidación, coerción, chantaje, soborno, manipulación, amenaza o cualquier otro mecanismo que anule o limite la voluntad personal”. (Ley 7586 de 1996, pág. Art. 2) Existe tres tipos de violación según el Código Penal, así: Acceso carnal violento (Penetración) o acto sexual violento (cualquier acto sexual diferente al acceso carnal) que se ejerce mediante la fuerza; asimismo se encuentra el Acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir que consiste en que la víctima se encuentre en un estado de inconsciencia, o en condiciones de inferioridad síquica que le impidan comprender la relación sexual o dar su consentimiento.
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dos, a otra persona, incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años. Por lo tanto, el acoso sexual es una conducta de naturaleza sexual no consentida por la persona que la recibe, que afecta la dignidad, resulta irrazonable y ofensiva. Las acciones de acoso sexual pueden ser: piropos obscenos, chantaje académico, muecas, conversaciones de tipo sexual, chistes, llamadas, cartas o invitaciones con intenciones sexuales, acorralar, presionar psicológicamente para tener contacto sexual, entre otros.
3.2.2 Jurisprudencia en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos – Violencia SexualLos dos casos que se citan a continuación, constituyen un hito en la aplicación de la Convención Belém do Pará en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, toda vez que la Corte Interamericana juzgó al Estado, responsable por la acción y omisión
que iban en contra de los Derechos Humanos de las víctimas de violencia sexual (Estrada Jaramillo, 2012).
3.2.3 Jurisprudencia colombiana frente a temas de violencia sexual
La Corte Constitucional se ha manifestado en sus fallos frente a casos atroces de violencia sexual; han impuesto medidas drásticas para brindar una atención eficiente, para impartir justicia y reparación a La Corte expresa que el Estado Mexicano falló a las víctimas. la debida diligencia en el tema de la investigación En la Sentencia T-418/15, la Corte expresa que de los delitos sexuales, que efectivamente existía todas las víctimas de violencia, tienen derecho a la un riesgo real e inmediato de que las víctimas fuejusticia, es decir que tengan acceso a la administraran agredidas sexualmente, torturadas y asesinadas; ción de justicia, sin obstáculos, para que no haya expresa que evidentemente tenían la obligación de impunidad; es hacer que la víctima haga valer sus realizar una búsqueda exhaustiva para encontrarlas derechos con el fin de buscar un responsable y busy no se hizo. (Estrada Jaramillo, 2012). car medidas de reparación (Sentencia T- 418, 2015). Caso de Fernández Ortega y otro Vs. Méxi- Asimismo, expresa que todas las formas de violencia co Sentencia de 30 de agosto de 2010. requieren de una reparación, sin embargo, frente a la violencia sexual: Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs México, sentencia de 16 de noviembre de 2009:
Para la Corte Interamericana, las mujeres víctimas de violencia sexual y violencia intrafamiliar deben ser atendidas por las instituciones indicadas por el Estado, entre otras el Ministerio Público a través de la provisión de los recursos materiales y personales, cuyas actividades deberán ser fortalecidas mediante las acciones de capacitación ordenadas en la presente Sentencia. Es decir que la Sentencia obliga al Estado Mexicano a que se creen entes especializados expertos en la atención de la violencia sexual e intrafamiliar. (Ministerio de Justicia y del Derecho, 2012, pág. 28)
conforme al Derecho Internacional contemporáneo también presenta una dimensión individual, [es decir], abarca todos los daños y perjuicios sufridos por la víctima, y comprende la adopción de medidas individuales relativas al derecho de: (i) restitución, (ii) indemnización, (iii) rehabilitación, (iv) satisfacción y (v) garantía de no repetición. (Sentencia T- 418, 2015, pág. 2) Frente a la salud mental la Corte la señala que, cuando la afectación es a gran escala el Estado debe brindar un acompañamiento integral a la salud, toda vez que comprende afecciones físicas, emocionales y sociales que pueden empeorar la situación de la víctima en lo individual y lo social.
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LA VIOLENCIA SEXUAL DESDE UN ENFOQUE DE GÉNERO
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entro de la perspectiva de género, las construcciones socioculturales de los sujetos y el entorno juegan un papel importante, sobre todo en la manera en como hombres y mujeres han aprendido a comportarse de acuerdo con ciertas normas establecidas en la cultura. Son estos repertorios los que convierten las conductas femeninas y masculinas en identidades fijas y determinan los patrones de relación que influyen en gran medida en la cotidianidad de las personas. De acuerdo con las estadísticas de violencia sexual hasta el año 2015, se evidencia que las principales víctimas son las mujeres, niñas y adolescentes; estas violencias que se ejercen por motivos del género son manifestaciones de una estructura patriarcal, en la que hombres y mujeres se encuentran en un estado de inequidad y desigualdad frente a las oportunidades. Así lo expresa El Ministerio de la Protección Social (2011) cuando afirma que: Al igual que otras formas de violencia, la sexual pone en escena una serie de asimetrías de poder propias de una determinada estructura social, en medio de la cual es posible que unos individuos situados en una posición privilegiada efectúen ejercicios de poder y control sobre otros sujetos en desventaja,
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quienes ven transgredidos sus derechos y se ven enfrentados a asumir obstáculos potenciales para su desarrollo en virtud del ejercicio violento impuesto en su contra. (pág. 19) Cabe resaltar que la violencia sexual atenta contra los derechos fundamentales de las personas como son: la vida, la libertad, la integridad física y psicológica, la seguridad, el libre desarrollo de la personalidad, la salud, entre otros. Ahora bien, la violencia sexual se presenta en todos los escenarios (pareja, familia, amigos, calle entre otros) y es fundamental no abordarla como hechos aislados o individuales sino como “constructos culturales y socio-históricamente encarnados en una acción que se produce dentro de interacciones sociales específicas” (pág. 205). En el caso de la violencia sexual en el marco universitario, los actos de acoso e incluso de abuso sexual suelen hacer parte de las relaciones interpersonales y sociales que se dan en las actividades cotidianas de las instituciones, afectando las esferas académicas, laborales y administrativas y con ello, en el caso de la UN, su compromiso por alcanzar la equidad de género (Fernández, Hernández, & Paniagua, 2005).
Acercarse a la violencia sexual desde un enfoque de género permite identificar y visibilizar más claramente este fenómeno, así como los obstáculos y dinámicas que lo perpetúan en la universidad, como es la dificultad para la denuncia en un contexto jerarquizado donde usualmente:
(…) la maquinaria y la burocracia institucionales acentúan la dificultad cuando la denuncia se relaciona con el nivel más bajo en el organigrama institucional: el estudiantado. Las primeras instancias por ejemplo no tienen ningún nivel de decisión (jefatura de departamento, decanato, etc.), lo cual muestra que solo prosperan las denuncias muy graves o colectivas, cuando la conducta es repetitiva, reiterada a lo largo del tiempo (Fernández, Hernández, & Paniagua, 2005, pág. 206). Por lo general los actos de violencia sexual en la universidad son muy complejos al momento de denunciar, toda vez que las pruebas suelen convertirse en contra de la víctima, dado que dicha violencia se presenta de manera privada, algunas veces en espacios extra académicos que generalmente favorecen que se tilde a la víctima que ella se dejó o lo consintió de manera implícita. Además, en el caso de “la relación docente-estudiante se suelen sumar sentimientos de admiración y estima que convenientemente manipulados pueden llegar al engaño, generar conductas de sumisión e influir en las actitudes y la personalidad de un ser humano que está en formación” (Fernández, Hernández, & Paniagua, 2005, pág. 213). Por otra parte, es preciso puntualizar que el enfoque de género es el que ha permitido visibilizar como violencia sexual, actos que han sido tradicionalmen-
te naturalizados como parte de las relaciones entre los géneros, tal es el caso de los piropos, los cuales son un lenguaje con “valoraciones y subordinaciones de género que dejan campo en las interacciones sociales a manifestaciones ridiculizantes o pretendidamente seductoras que resultan insultantes por su carga lasciva y devoradora, la cual objetiva, inhibe y degrada a la persona que recibe tales cargas” (Fernández, Hernández, & Paniagua, 2005). Se evidencia que mucho del lenguaje sexualizado se ha transformado en un evento de lo cotidiano; cuando se presenta, las mujeres suelen sentirse de alguna manera incomodas, pero como esta normalizado la víctima tiende a aceptar dicha violencia y a no sancionarla por miedo a ser tildada de exagerada o escandalosa.
Las creencias machistas/patriarcales sustentan que las mujeres y la feminidad se fundamenta en el deber de agradar, depender afectivamente y aun económicamente y ser validadas en la vida familiar y social por los hombres. En razón de tales creencias las mujeres deberán socialmente disponerse a ser conquistadas mientras que de los hombres se espera que sean audaces sexualmente, dominantes; el culto al machismo favorece o estimula que el varón tenga múltiples relaciones sexuales desde temprana edad, sin preguntarse por las consecuencias de sus actos; se le estimula a la vivencia de la sexualidad acción frente a la sexualidad relación o compromiso y la agresividad sexual suele ser reconocida como un valor asociado a la masculinidad. (Ministerio de la Protección Social, 2011, pág. 58)
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METODOLOGÍA
E
l estudio realizado es un estudio de corte transversal, el cual se puede entender como una fotografía en el tiempo de la situación de interés, es decir, es un tipo de estudio que se realiza con el objetivo de medir la prevalencia de un evento en una población definida y en un punto específico de tiempo.
aplicación en físico de la encuesta, a través volantes y carteleras dispuestas en diferentes lugares de la universidad. Sin embargo, la aplicación se logró en 6 facultades, por inasistencia de las estudiantesa las otras; ste ejercicio se realizó acompañado de los talleres de sensibilización de violencia de género contra las mujeres.
Entrega de encuesta La población de estudio estuvo constituida por las mujeres estudiantes de pregrado y posgrado activas • Digitalización en formato de Google docs. en el semestre 2016-III en la Universidad Nacional • La encuesta online requería estar autentisede Bogotá. La información requerida se obtuvo cado con el usuario del correo institucional, mediante una encuesta realizada online distribuida a con el objetivo de garantizar la pertenencia a la Universidad Nacional. todos los correos inscritos; además se aplicaron 40 encuestas diligenciadas en físico por mujeres estuEn total se obtuvieron 1630 respuestas de las diantes, asistentes a talleres de sensibilización realizadas en el marco del proyecto de inversión del que cuales 28 registraron como hombres que fueron rehace parte el presente estudio. El procedimiento de tirados, por lo que la muestra quedó compuesta por recolección de información tuvo los siguientes pa- 1602 mujeres. sos:
5.1 Instrumento
Encuestas virtuales • Envío masivo de la encuesta a los correos institucionales de todas las mujeres estudiantes activas de pregrado y posgrado • Encuestas en físico • Se realizó la convocatoria por medio de Bienestar de las once facultades para la
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El equipo de trabajo, conformado por dos expertas en enfoque de género, un estudiante de estadística de último semestre con el apoyo de una profesora del departamento de Estadística de la UN, diseñó una encuesta exploratoria que buscaba identificar el fenómeno de la violencia sexual (acoso sexual y acto sexual no consentido) a las estudiantes de pre y
postgrado del periodo 2016-III de la UN, sede Bogotá. La encuesta fue probada previamente y rediseñada según el análisis previo. Para su diseño se tuvo en cuenta la definición legal en Colombia sobre el acoso sexual y el acto sexual no consentido. A continuación, se presentan las preguntas que buscaban evidenciar acciones de acoso sexual y/o de acto sexual no consentido con su respectiva codificación para el análisis estadístico. Se les pidió a las estudiantes que respondieran “Nunca ‘’, ‘’Una vez‘’, ‘’Dos o más veces‘’ a la pregunta: ¿Has vivido alguno de los siguientes hechos estando en el campus de la Universidad Nacional sede Bogotá o por parte de docentes, compañeros/ as, administrativos/as, guardias de seguridad y demás personal de la Universidad Nacional?’’ Junto a cada pregunta se encuentra en cursiva su respectiva codificación para el análisis: • Llamadas con intenciones sexuales que te hacen sentir incómoda Llamadas • E-mails o chats con imágenes obscenas sin tu consentimiento Emails • ¿Te han tocado las nalgas, senos o vagina en contra de tu voluntad? NaTeVa • Te obligaron a mirar las partes íntimas de otra persona Mirar • Abrazos o caricias sin tu consentimiento que te hacen sentir incómoda Abra/Car • Regalos no deseados que te hacen sentir incómoda. Regalos • Constantes mensajes inapropiados, con contenido sexual, por redes sociales. MensajesRRSS • ¿Te han chantajeado para obtener favores sexuales? Chant • “Piropos” o comentarios sexuales, que te hace sentir incómoda en el campus. Piropos
• ¿Te han chantajeado con publicar videos o fotos tuyas con algún contenido sexual, para obtener algún provecho sexual? Videos • ¿Se te han insinuado o te han hecho propuestas para tener sexo a cambio de algo? (Dinero, notas, celulares, viajes, etc., por parte de pares, docentes o administrativos) Cambio • ¿Te has sentido obligada a besar, acariciar tocar o mantener relaciones sexuales mientras estabas inconsciente, dormida o bajo efectos del alcohol u otras sustancias psicoactivas? Incons • ¿Te obligaron a tener relaciones sexuales de cualquier tipo, mediante el uso de la fuerza o de un arma? Fuerza/Arma Es importante recalcar que se realizó una pregunta en este ítem para determinar el nivel de denuncia según los casos que se reportaran, así: • ¿Has tenido que tomar acciones legales en contra de alguien por motivos de acoso? Legal Para determinar los espacios en los que ocurrían mayores eventos de violencia sexual, se realizó la siguiente pregunta: ¿En cuáles espacios de la Universidad Nacional sede Bogotá o relacionados con ésta, has vivido las anteriores situaciones, te has sentido acosada o has sido abusada sexualmente? marca todas las que correspondan: • Salón de clase • Salidas de campo • Oficinas administrativas • Fiestas y/o salidas recreativas con compañeros o docentes • Biblioteca • “El Freud” • “La plaza Che”
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• La plazoleta de artes •CyT • Parque “ el desalojo” • “La playita” • Monumento Humboldt • Alrededores de la capilla • “Stonehenge” (Detrás del centro de recursos) • Estadio • Concha acústica • Zonas en obra • Ninguna • Otra Para identificar a los perpetradores se realizó la siguiente pregunta: En caso de haber sufrido acoso o abuso sexual en la Universidad, ¿quiénes te han acosado o abusado sexualmente? marca todas las que correspondan.
Información Socio demográfica La encuesta fue diligenciada por 1.602 estudiantes que se reconocieron de sexo mujer y/o de género femenino de la Universidad Nacional; de las cuales 1.8% se reconocieron mujeres de identidad masculina, 97.2% de identidad femenina; 0.2% transgénero y 0.8% Otro. La edad de las encuestadas osciló entre los 16 y más de 35 con una media aproximada de 22 años; 84.4% se reconocen como Heterosexuales; 10.1% como bisexuales; 1.3% como homosexuales; 1.3% como lesbianas y 3% dicen ser pansexuales. Respecto a la etnia el 29.9% dice ser mestiza; el 1.8% indígena; 5 Raizales; 10 Negras/afrodescendientes y el 2.7% otra. 92.3% dicen ser solteras; 4.8% en unión libre y 2.4% casadas. Tan solo el 0.1% presenta diversidad funcional visual; finalmente 86.2% de estudiantes son de pregrado y 13.8% de posgrado.
• Estudiantes • Docentes • Administrativos Ahora bien, frente a las facultades encuestadas en • Guardas de seguridad la UN, sede Bogotá, se muestra la siguiente ilustra• Personal de aseo ción: • Personal construcción en la UN • Persona conocida pero que no pertenece a la Universidad • Persona desconocida estando en el campus universitario • Ninguna Al final de la encuesta, se realiza la siguiente pregunta con el fin de tener un complemento de cualquier índole de violencia contra las mujeres: ‘’¿Deseas comunicarnos alguna información que debamos tener en cuenta en el presente diagnóstico?’’
5.2 Población 22
Gráfica 1 - Distribución de respuestas por facultades
Se puede ver que las dos facultades que más respondieron la encuesta, por un margen muy amplio, son Ciencias Humanas e Ingeniería. Odontología con un total de 34 respuestas mantuvo el menor rango de participación.
de las modalidades de ellas. Es el método apropiado para abordar el análisis multivariado de las encuestas y para explorar bases de datos con información cualitativa. (Pardo & Cabarcas, 2001, pág. 53)
Se toman como variables a estudiar, es decir, vaPara el análisis estadístico se realizó un procedimiento llamado análisis de correspondencias múlti- riables activas, las preguntas (explicadas a continuación) en las que debían responder “Nunca”, “Una ples (ACM) vez” o “Dos veces o más”. Con éstas se generan los ejes factoriales en los cuales se proyectarán las cateEl cual se utiliza en el análisis de tablas gorías de las variables a comparar, es decir las suplede individuos descritos por variables camentarias. Las variables suplementarias son los lutegóricas. Los individuos son similares gares en donde las estudiantes reportan haber sido porque asumen más o menos las mismas acosadas por los perpetradores. Esto con el objetivo modalidades. La asociación entre variade identificar y cuantificar cuáles actos de acoso sebles se presenta porque son más o menos xual y acto sexual no consentidos están siendo realilos mismos individuos que asumen las zados, en dónde y por quién. mismas modalidades de diferentes va-
riables. El análisis de correspondencias múltiples compara individuos a través de las modalidades de las variables. Encuentra asociaciones entre variables a través 23
RESULTADOS
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E
n la primera parte de esta sección se muestran las distribuciones empíricas de las respuestas. Después se encuentra un cuadro comparativo de la cantidad de hechos de violencia sexual por cada facultad que se han presentado (acoso sexual y acto sexual no consentido). Y por último se explican los resultados del Análisis de correspondencias múltiples que se utilizó.
Gráfica 2 - Lugares donde estudiantes presencian violencia sexual.
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En la ilustración 2 se puede observar que los lugares en los que más reportan las estudiantes que se presentan eventos de acoso sexual y acto sexual no consentido, son en los salones de clase; Fiestas y/o salidas recreativas con compañeros o docentes; la plaza Che y en zonas en obra. Esto muestra que el acoso sexual y/o los actos sexuales no consentidos no están precisamente relacionados con lugares “os-
curos” o “aparentemente peligrosos”, las mujeres suelen ser violentadas en lugares donde hay una percepción generalizada de seguridad como es el salón de clase; esto determina que no son hechos aislados, sino que están inmersos en las relaciones cotidianas que se tejen entre las personas en la universidad.
nera, no se puede determinar igual el impacto causado por un perpetrador “Persona de aseso” que el causado por un “docente”, ello ameritaría un análisis de otro momento. Es de resaltar que a pesar de que casi la mitad de las estudiantes encuestadas reportaron no haber sido violentadas sexualmente en la UN, en los resultados de la encuesta se visibiliza que un Ahora bien, frente a los perpetradores de la vio- abusador puede ser cualquiera. lencia sexual se muestra la siguiente gráfica:
Gráfica 3 - Perpetradores de acoso sexual y acto sexual no consentido
En la ilustración 3 se presentan los perpetradores que reportan las estudiantes. La categoría “Estudiantes” tiene la frecuencia más alta muy por encima del segundo, “Persona desconocida estando en el campus universitario”. Además, “Guardias de seguridad” y “Docentes” tienen frecuencias muy similares. Este resultado no nos permite inferir que los estudiantes acosen más que los otros miembros o integrantes de la universidad, solo que, al ser el grupo mayoritario de la comunidad universitaria, aparece con un número más alto de reportes; de igual ma-
Para la siguiente ilustración, se agruparon las respuestas “Una vez” y “Dos o más veces” para así poder ver cuál era el porcentaje de estudiantes que afirmaban haber sido víctimas de acoso sexual o acto sexual no consentido. Se excluyen de manera intencionada las respuestas negativas con el objetivo de puntuar el análisis en el fenómeno de la violencia sexual que se quiere visibilizar. Toda vez que para este estudio no es de interés la cantidad de casos sino la ocurrencia en sí, debido a la gravedad de los daños, tanto sociales como individuales que ocasiona este tipo de actos.
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En la ilustración 4 se presentan las frecuencias de las preguntas reportadas por el total de las estudiantes encuestadas. Se evidencia que la forma más común de violencia sexual son los piropos o comentarios sexuales (368 una vez y 494 dos o más veces), este tipo de violencia tiene la característica de ser la más naturalizada, lo que seguramente tiene que ver con que sea menos denunciada, aunque si genera rabia, impotencia e incomodidad por el hecho de ser mujer, que tiene senos y vagina. Llama la atención que el segundo hecho de violencia sexual que reportan las estudiantes sea una acción directamente invasiva del cuerpo de la mujer como son abrazos y caricias sin consentimiento que generan incomodidad (362 una vez y 266 dos o más veces), este tipo de violencia es complejo de denunciar judicialmente, sin embargo, todo se empieza mostrando la incomodidad de la mujer y la vulneración en su espacio (afectación psicológica). Frente a los regalos (248 una vez y 129 dos o más veces), las llamadas (145 una vez y 89 dos o más veces), mensajes y las invitaciones no consentidas con fines sexuales (154 una vez y 141 dos o más veces), siguen en la frecuencia como hechos de violencia reportados en
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la UN, son situaciones que suelen ser desestimadas por las personas que están alrededor de quien está siendo víctima de esos tipos de acoso. Por otra parte, el manoseo de las nalgas, senos o vagina (152 una vez y 68 dos o más veces), suele ser un tipo de acoso común en la vida de las mujeres porque se presenta en todas partes, por lo que se resalta que las estudiantes UN Sede Bogotá tampoco están exentas de este tipo de hechos. Ahora bien, es preocupante el número de casos reportados de tipos de violencia relacionados con el chantaje (179 una vez y 69 dos o más veces) para fines sexuales que generan unas afectaciones a nivel emocional más agudas a comparación de otros tipos de violencia, máxime si ocurre en la universidad por parte de un docente o una persona que tenga un cargo de autoridad. Los casos menos reportados, pero que tienen una gravedad máxima así sea de una sola vez, es el acceso carnal y acto sexual violento (19 una vez y 3 dos o más veces), así como el acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir (86 una vez y 30 dos o más veces), esto es muy preocupante que se reporte en la UN sede Bogotá, por las conse-
cuencias físicas y psicológicas que este tipo de casos pueden tener en una persona, y cuya afectación se extiende en el tiempo. Es aún más alarmante que el número de denuncias (54 denuncias) sea menor que el de los casos de violencia.
Datos comparativos por facultades Tabla 1
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Tabla 2
En las tablas 1 y 2 se evidencia que el comportamiento de los datos es muy similar en las 11 facultades, siendo los “piropos” seguido de “abrazos/ caricias” y “regalos” las formas más comunes de la violencia sexual. Sin embargo, en la facultad de Odontología, aunque las formas de violencia sexual más comunes siguen siendo los piropos, en segundo lugar, muy cerca a abrazo y caricias, se encuentra el tocamiento de NATEVA.
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A medida que aumenta el número de personas que responden la encuesta por facultad, aumenta también el número de casos reportados, lo que hace pensar que las facultades con menos casos reportados no precisamente reflejan la ocurrencia de menos hechos de violencia, sino que es necesario hacer una indagación más profunda por facultad.
Análisis de correspondencias múltiples
Tipos de violencia sexual Después de observar el comportamiento por facultades ahora se quiere hacer un análisis con el cual se pueda concluir acerca de la interacción entre las variables. Para esto se corre un ACM para el cual se escogieron como variables activas las 14 preguntas sobre abuso y acoso sexual. Se escogió el primer plano factorial en el cual solo se muestran las respuestas “una vez” y “dos veces o más” para cada pregunta. El conglomerado de puntos en el centro del plano hace referencia a la respuesta “nunca” y no se muestra ya que no aporta ninguna información al estudio. Se busca encontrar grupos de categorías con alta correlación. Entre más cerca estén dos puntos, más relacionados están. (Ver Gráfica 5 en pag. 30) En la ilustración 5 lo primero que se evidencia es el agrupamiento entre las respuestas “una vez” y “dos veces o más”. El grupo de “una vez” está mucho más cerca al centro, lo cual quiere decir que es más común que los actos sucedan una sola vez. Se ve que los actos que más alejados del centro están, es decir los menos comunes son: “Fuerza/arma dos o más veces”, que como se dijo anteriormente, el hecho que se reporte es sumamente grave; “Videos dos o más veces”, “Mirar dos o más veces”, estos son problemas que también se tienen que intervenir. El grupo “Una vez” se encuentra en la parte negativa del eje Y mientras que el grupo “Dos veces o más” está en la parte positiva; esto nos permite hacer relaciones con las variables suplementarias. Este mapa nos permite proyectar sobre las variables referentes a los lugares y los perpetradores para así poder identificar quién hace qué en dónde.
Lugares Al proyectar los lugares sobre los tipos de acoso se obtiene el siguiente mapa. Es importante notar que debido a que la agrupación de los tipos de acoso se da en torno a la frecuencia con que sucede y no en torno a los diferentes tipos de acoso, generar conclusiones respecto a cuál tipo de acoso sucede más en qué lugares no se puede hacer, por el contrario, se puede ver en cuáles lugares es reportado el acoso más y menos frecuente. (Ver Gráfica 6 en pag. 31) En consecuencia con lo dicho en el mapa de los tipos de acoso, en la ilustración 6 entonces, las categorías que se encuentren en el eje negativo Y serán las más relacionadas con los tipos de acoso que se presentan “una vez” y los lugares que estén en el eje Y positivo, serán las más relacionadas con los tipos de Acoso que se presentan “dos o más veces”. Resultando así que los lugares en donde los acosos son reportados una vez son: Salidas de campo; Salón de clase; Oficinas administrativas; Fiestas y/o salidas recreativas con compañeros o docentes. En un segundo grupo se puede identificar: la plazoleta de artes; CyT; La plaza Che; Biblioteca; La playita y El parque el desalojo. Los que se ubican en el eje positivo, es decir los relacionados con la respuesta “dos veces o más” son: en menor medida el Freud y en mayor medida: alrededor de la capilla; Concha acústica; Monumento Humboldt; estadio y Stonehenge. Se puede identificar un patrón ya que estos lugares se pueden considerar los más alejados de las zonas más transitadas de la Universidad por lo que se prestan para que estos eventos sucedan con mayor facilidad.
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Grรกfica 5
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Grรกfica 6 - Plano factorial variables suplementarias de Lugares
Perpetradores
Gráfica 7 - Plano factorial variables suplementarias de Perpetradores
Siguiendo con la misma idea, en este caso en la ilustración 7 sólo se muestran las respuestas de interés, es decir las respuestas positivas. De nuevo se muestra el primer plano factorial en donde en el eje positivo Y se encuentran: Personal de construcción UN; guardias de seguridad; administrativos y personal de aseo. Estos son los que están más asociados al grupo de los acosos que suceden dos veces o más. Hay que mencionar que la categoría Personal de aseo fue una de las que reportó frecuencias más bajas, por lo que quizás esto influye en el hecho de que esté tan alejada del resto. Las categorías faltantes se asocian a las menores frecuencias de acoso: Estudiantes; Docentes; Persona desconocida estando en el campus universitario y persona conocida pero que no pertenece a la Universidad.
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Lugares y personas Además, también se puede asociar a los diferentes perpetradores en diferentes lugares. Los que más destacan son: Las personas desconocidas están más asociadas a los siguientes lugares: Zonas en obra; La playita; La plaza Che; Biblioteca y Parque el desalojo. El personal de aseo, los guardias de seguridad y los administrativos con: Monumento Humboldt; Estadio; Stonehenge y alrededores de la capilla. Por último, estudiantes, docentes y persona conocida pero que no pertenece a la Universidad, se asocia con: La plazoleta de artes; Fiestas y/o salidas recreativas con compañeros o docentes, oficinas administrativas, salones de clase y Salidas de campo.
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DISCUSIÓN
A
partir de los resultados de la encuesta se encontró que la mayoría (54%) de las estudiantes que participaron habían sido víctimas de algún tipo de violencia sexual al interior de la universidad o en actividades relacionadas con esta, los datos encontrados reflejan la ocurrencia de un fenómeno que va desde la aparente levedad del acoso callejero al interior del campus, hasta la gravedad del acceso carnal violento ocurrido en espacios o actividades relacionadas con la UN. Los eventos más frecuentes que se presentan en la UN, según los resultados, son los piropos o comentarios sexuales, caricias sin consentimiento que generan incomodidad, regalos no deseados que hacen sentir incomodas a las estudiantes, constantes mensajes inapropiados con contenido sexual que se dan sin consentimiento de la persona, al igual que el manoseo de las nalgas, senos o vagina, llamadas y correos electrónicos con intenciones sexuales e insinuaciones o propuestas para tener sexo a cambio de algo. Ahora bien, estos actos según el artículo 210A del código penal, constituyen un delito que se denomina acoso sexual, sancionado de uno (1) a tres (3) años de prisión; los verbos rectores de las acciones
que reportan los estudiantes se reflejan en la definición del delito así: “el que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su superioridad manifiesta o relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social familiar o económica, acose persiga hostigue o asedie física o verbalmente con fines sexuales no consentidos”. Es importante resaltar que esto también constituye una violación a los derechos humanos de las mujeres tal como lo establece la convención Belem do Pará y la ley 1257 del 2008, la cual creó este tipo penal en Colombia. Estas acciones constituyen actos denigrantes que pueden generar una sensación de vulnerabilidad e impotencia, además de afectaciones y daños psicológicos en quienes las sufren; se enmarcan en una cultura que cosifica y subordina a la mujer, por lo tanto son una forma de ejercer el poder que entorpece el desarrollo humano, académico y social de las mujeres afectadas que hacen parte de la UN. La tardía tipificación del acoso sexual responde a la naturalización de este tipo de fenómenos culturales, tanto así, que, aunque actualmente existe una sanción, cuando la víctima denuncia suele ser re victimizada por los medios probatorios y los prejuicios machistas.
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Frente al acto sexual no consentido o acceso carnal (violación), algunas estudiantes reportaron haber sido obligadas a besar, acariciar, tocar o mantener relaciones sexuales mientras estaban inconscientes, dormidas o bajo efectos del alcohol u otras sustancias psicoactivas. En cuanto al acceso carnal violento algunas reportaron haber sido obligadas a tener relaciones sexuales mediante el uso de la fuerza o de un arma, en el campus o en actividades relacionadas con la UN.
(…) en obligar a una persona a mantener contacto sexualizado, físico o verbal, o a participar en otras interacciones sexuales mediante el uso de fuerza intimidación, coerción, chantaje, soborno, manipulación, amenaza o cualquier otro tipo de mecanismo que anule o limite la voluntad personal. Esto también constituye una violación a los derechos humanos contra las mujeres que lo reafirma la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará) como instrumento internacional ratificado por Colombia.
Aunque este tipo de hechos ocurren con una mínima frecuencia según lo muestran los resultados, es importante resaltar que es sumamente grave que sucedan, aunque sea un solo caso en la UN, por la agudeza de las afectaciones físicas y psicosociales consecuencia de este tipo de actos, como por ejemplo, posibles daños permanentes a nivel fisiológico, Frente a la denuncia de estos actos que atentan un embarazo no deseado, contagio de enfermedades contra la vida, la libertad, la integridad física y pside trasmisión sexual, estrés postraumático, entre cológica, el libre desarrollo de la personalidad y la otros. salud es importante resaltar que, según los resultados arrojados por la encuesta, muy pocas estudianEn el Código Penal Colombiano, en el capítulo pri- tes en comparación con las que afirman haber sido mero denominado “De la violación” se encuentran víctimas, emprendieron acciones legales, esto conlos artículos 205, 206 y 207 los cuales determinan cuerda con lo afirmado por Fernández, Hernández, & como delito el acceso carnal violento, el acto sexual Paniagua, (2005): violento o el acceso carnal o acto sexual en persona puesta en incapacidad de resistir; el primero consisEl silencio y la in visibilización de la viote en que exista una penetración en el cuerpo de malencia de género se ven fuertemente asonera violenta, el segundo consiste en un acto sexual ciados con la no denuncia, incluso cuando diverso al primero de manera violenta y el tercero a pesar de su identificación y reconociconsiste en que haya penetración o acto sexual a una miento se desiste de formalizar el proceso. persona “a la cual se haya puesto en incapacidad de La no denuncia preocupa por la inquietud resistir, o en un estado de inconciencia, o en condiya identificada en el ámbito administraticiones de inferioridad psíquica que le impidan comvo de inhibir con su presencia, la acción o prender la relación sexual o dar su consentimiento”; la intervención oportuna o la formulación de acuerdo con el delito se establecen los años de de cualquier propuesta, cualquier política prisión que pueden estar de tres (3) a quince (15) al respecto. Las instancias administratiaños. Así mismo La ley 1257 del 2008 establece en vas de la universidad son claras en afirmar su artículo tres, el concepto de daño contra mujer en que no va a intervenir en ningún proceso el tema sexual que consiste: que no muestre hechos y datos concretos
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sobre el particular. (pág. 342) Entre las respuestas a la pregunta abierta en la encuesta, una estudiante refiere que:
(…) uno denuncia y no pasa nada, primero la universidad no mueve el proceso y segundo uno sale perjudicado porque uno es una simple estudiante y el abusador es un docente importante en la UN que no se puede tocar, además profesionalmente me puede perjudicar porque son personajes con influencia en el medio.
tener sexo, incluyendo ignorar la negativa de las mujeres, usar agresión física y forzar el coito; el 15% reconocieron haber cometido violaciones y 11% aceptaron haber empleado restricción física para forzar a una mujer a tener sexo. (pág. 25) Se vislumbra una relación entre el acoso sexual en forma de piropos con fines sexuales incómodos, el personal de construcción y los guardas de seguridad. A este respecto se encontró que algunos investigadores afirman que el humor sexista suele ser usado por personas que rigen su comportamiento bajo creencias e imaginarios de tradición patriarcal, es decir que subordina a la mujer y se resiste a los cambios normativos y sociales que respectan a la garantía de los derechos reconocidos a la mujer (Fernández, Hernández, & Paniagua, 2005). La universidad tiene el deber de tomar medidas para sancionar, pero también para prevenir este tipo de acoso por medio de espacios que faciliten la deconstrucción de imaginarios y creencias patriarcales.
Lo que establece la estudiante evidencia las relaciones de poder presentes en la cotidianidad de las relaciones universitarias, que al momento de denunciar le hacen evidenciar que su palabra no es escuchada porque no tiene el mismo valor; generando además un re victimización producto del miedo a las consecuencias sobre su vida académica y profesional. Esta premisa vale igual para la categoría “docentes” que para “adminsitrativos”, en donde la relación En cuanto a los docentes, que también son reporde poder de afectacion en la etapa de la estudiante, tados como perpetradores de la violencia sexual y es evidente. los guardias de seguridad, es importante puntualizar En cuanto a los perpetradores, se puede identifi- sobre el ejercicio de poder que suele usarse como car de acuerdo con los resultados que los “Estudian- instrumento para efectuar dicha acción. Este patrón tes” tienen la frecuencia más alta, muy por encima fue reconocido recientemente por el delito de acoso de “Personas desconocidas estando en el campus sexual, en el que el agresor o agresora aprovecha la universitario”, seguido de “personal de construc- superioridad, relación de autoridad o de poder para ción”, “Guardias de seguridad” y “docentes” con fre- lograr actos con fines sexuales no consentidos en los que se beneficia. Esto lo podemos ejemplificar con cuencias muy similares. las estudiantes de algunas facultades de la UN -sede Estos hallazgos acerca de los estudiantes podrían Bogotá- que asistieron al taller de violencia de géconcordar con lo que afirma el estudio de Koss cita- nero, en el que manifestaron y escribieron en fichas do por Moreno, Osorio, & Sepulveda (2004) según bibliográficas lo siguiente: el cual: - Varios profesores se han insinuado con comentarios sexuales tanto privados como (…) 43% de los estudiantes hombres aden público, vulnerando a las mujeres, siendo
mitieron haber empleado la coerción para
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éstas la minoría en la carrera. Los estudiantes al ser en su mayoría hombres, celebran este tipo de actitudes y también las practican, acosando por las redes sociales y con comentarios machistas en los espacios que compartimos; comentarios mal intencionados se ven todo el tiempo en clase. Yo personalmente he recibido acoso de profesores, tanto por las redes sociales, como de frente.
- En la facultad el vigilante me saludaba con la mano, luego empezó a tocarme la mano de forma intencional y a mandarme besos.
Por último, en cuanto a los lugares en los que las mujeres estudiantes reportan haber sido víctimas de violencia sexual, se encontraron con una mayor frecuencia salones de clase, en segundo lugar, fiestas y/o salidas recreativas con compañeros o docentes; - Profesor en medio de una clase, le preseguido de “La plaza Che” y zonas en obra. Lo antegunta a una estudiante si le gusta el sexo rior concuerda con lo encontrado por Moreno, Osooral. rio & Sepúlveda (2004) quienes afirman que el lugar - El mismo profesor, respecto a la misma de la universidad donde más comúnmente ocurren estudiante se refiere a ella frente a terceros agresiones sexuales son los salones de clase. Este como “La compañera que prefiere hacer baimismo grupo de investigadoras cita la investigales eróticos que estudiar”, ella es bailarina ción de la National Comission on Substance Abuse de danza árabe. at Colleges and Universities donde se encontró una - Comentarios de un docente como: Si us- relación entre el consumo de alcohol y los actos seted quiere llegar lejos en esta carrera debe xuales no consentidos, este hallazgo también puede aprender sexo oral. explicar por qué se encuentra este resultado como segundo lugar de ocurrencia de hechos de violencia - Profesor que en clase constantemente hace chistes sobre la utilidad de la mujer sexual “las fiestas y salidas recreativas”, toda vez relacionada con la sexualidad. que culturalmente estos suelen ser espacios donde comúnmente se consume alcohol. - Profesores hablando sobre el aspecto físico de las estudiantes. A partir de esta información se infiere una rela- Chistes misógenos todo el tiempo en ción entre qué posibles perpetradores se encuentran clase y al momento de realizar grabacioen algunos de los espacios donde más comúnmente nes, les parece muy importante enfocar los ocurre la violencia sexual; es decir en los salones de senos y la cola de una mujer. clase es posible que el agresor/a sea un estudiante o docente, mientras que en las zonas en obra debe ser - Profesores que se refieren a mujeres como niñas y a los hombres como estudian- parte del personal de construcción. Identificar estos tes. lugares permite mapear los espacios de mayor riesgo para las mujeres y plantear la necesidad de inter- Acoso por parte de los vigilantes al venirlos a modo de estrategia de prevención, tales ingresar a la universidad, comentarios y miradas inapropiadas, si uno necesita un como avisos alusivos al rechazo a la violencia sexual favor ellos aprovechan para pedir números en esto lugares. telefónicos.
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Conclusiones
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La violencia sexual afecta derechos humanos de las mujeres, pero también afecta derechos fundamentales que el Estado colombiano tiene el deber de salvaguardar, esta vulneración, tiene consecuencias en la salud física y mental de las personas, en especial de las mujeres, quienes históricamente han sido el mayor número de víctimas frente a este tema. En este caso la UN como parte del Estado colombiano, también debe garantizar los derechos humanos de la comunidad académica, por medio de estrategias de prevención, sanción y reparación. Las cifras expresadas de violencia sexual, denotan una sociedad patriarcal en el que existe un ejercicio de poder a nivel político, cultural, religioso y económico que determina una dominación y discriminación a las mujeres por el hecho de serlo. Se evidencia que mucho lenguaje sexualizado se ha transformado en un evento de lo cotidiano; cuando se presenta, las mujeres suelen sentirse de alguna manera incómodas, pero como está normalizado, la víctima tiende a aceptar dicha violencia y a no sancionarla por miedo a ser tildada de exagerada, loca o escandalosa. Los datos encontrados reflejan la ocurrencia de un fenómeno que va desde la aparente levedad del acoso callejero al interior del campus, hasta la gravedad del acceso carnal violento ocurrido en espacios o actividades relacionadas con la UN. La Universidad tiene el deber de tomar medidas para sancionar, pero también para prevenir este tipo de acoso por medio de espacios que faciliten la deconstrucción de imaginarios y creencias patriarcales. Según las estudiantes encuestadas, los piropos como agresión verbal son más frecuentes en el campus universitario. Según lo mencionado por algunas estudiantes los procesos disciplinarios frente a faltas de actos sexuales sin consentimiento y/o acoso sexual no son efectivos, “nunca pasa nada”. Según los resultados arrojados por la encuesta, muy pocas estudiantes, en comparación con las que afirman haber sido víctimas, emprendieron acciones legales. Las estudiantes manifiestan reiteradamente que al reportar los casos de violencia sexual ante la UN, por lo general no pasa nada y tampoco en las instancias judiciales. Se encontró con mayor frecuencia que los lugares donde más se evidencia la violencia sexual son los salones de clase, fiestas y/o salidas recreativas con compañeros o docentes; seguido de “La plaza Che” y zonas en obra. En cuanto a los perpetradores se puede identificar, de acuerdo con los resultados, que los “Estudiantes” tienen la frecuencia más alta, seguido de las “Personas desconocidas estando en el campus universitario”, en un tercer momento por parte del “personal de construcción” y en cuarto lugar “Guardias de seguridad” y “docentes” con frecuencias muy similares”
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El acoso sexual debe denunciarse, toda vez que constituye un delito y una violación a los derechos humanos de las mujeres, por esto, deben tomarse las medidas correspondientes que expresan las normas nacionales e internacionales. El enfoque de género que apunte a la deconstrucción de las creencias e imaginarios patriarcales, debe ser transversal a la cultura universitaria y a la academia como herramienta para desnaturalizar y prevenir la violencia sexual en todos los estamentos que constituyen la comunidad universitaria. Elaborar y poner en práctica un protocolo de atención en la UN frente a los hechos de acoso y acto sexual. Realizar procesos de sensibilización continuos a quienes conforman la UN. (contratistas, trabajadores, constructores, guardas de seguridad, estudiantes, docentes, entre otros). En los lugares en los que se establece mayor riesgo para las mujeres, la UN debe realizar acciones preventivas para minimizar los actos de acoso y acto sexual, como por ejemplo fijar afiches en los salones, cámaras e iluminación en los lugares sólos y oscuros, control de la vigilancia a las personas que ingresan a la UN y no tienen ningún vínculo, entre otros.
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Debe haber claridad sobre las faltas disciplinarias para los que cometen actos sexuales o acoso sexual en la UN.
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Revisión constante e impulso procesal de los casos que estén en investigación disciplinaria por actos de violencia sexual.
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Recomendaciones
Las denuncias deben ser tratadas con la debida diligencia y las sanciones deben ser cumplidas. Se recomienda a Bienestar Universitario de cada facultad, realizar socialización y capacitación frente a la atención, denuncia y procesos de control interno en las acciones de acto sexual no consentido y acoso sexual.
Se debe realizar un estudio involucrando todos los estamentos de la UN, en donde no sólo se incluya la violencia sexual sino toda la violencia de género que se vive hoy por hoy, por ejemplo, la discriminación por el sexo, diversidad sexual, entre otros. Se recomienda fortalecer la atención jurídica para atender la denuncia en el tema relacionado con la violencia de género. Se recomienda a la División de Salud asegurar la atención psicológica de las personas afectadas por la violencia sexual. Se recomienda fortalecer las Direcciones de Bienestar de facultades y programas de atención en salud física y emocional para la debida atención de casos de violencia de género. Se recomienda el diseño y puesta en práctica de estrategias de prevención de manera permanente, de forma que, a largo plazo, se disminuyan costos de atención psicológica, de salud y de procesos disciplinarios.
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REFERENCIAS
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