Comité Editorial Revista Voces de Mujeres María Alicia Pulido Coordinadora Consejo de Cultura de Mujeres Dayana Rabsin Suárez Corporación Artistas del Mundo Equipo de investigación Sandra Liliana Murillo Rodríguez Antropóloga Universidad Nacional de Colombia Liliam Marcela Salazar Rodríguez Asistente de investigación Entrevistas Blanca Lombana Diseño y maquetación Liliam Marcela Salazar Rodríguez Diseño de portada Sandra Liliana Murillo Rodríguez Fotografías Sandra Liliana Murillo Rodríguez Liliam Marcela Salazar Rodríguez Revisión de textos Sandra Liliana Murillo Rodríguez Fotocomposición, impresión y encuadernación PTOffset
Fecha de impresión Septiembre de 2011 3.000 ejemplares
Esta publicación fue posible gracias al apoyo del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural y la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte en el marco del convenio de asociación No. 116 de 2010 suscrito entre el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural y la Corporación Artistas del Mundo. Agradecemos muy especialmente el trabajo realizado por Adriana Fernandez contratista del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, Milady Ramírez Ardila de la Subdirección de Prácticas Culturales de la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte y Alba Cecilia Pineda Arboleda de la Dirección de Derechos, Desarrollo e Igualdad de Oportunidades de la Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad perteneciente a la Secretaría Distrital de Planeación sin cuya dedicación y esfuerzo no hubiese sido posible esta revista.
PUBLICACIÓN DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Contenido
Presentación ..........................................................................
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Política Pública de Mujer y Géneros, instancias y Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio ..............
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Mujeres, arte, cultura y patrimonio. Un estudio de caso en Bogotá ..............................................................................
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Derecho a una cultura libre de sexismo ............................
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Entrevistas Ruth Valbuena ......................................................................
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María Luisa Rodríguez .........................................................
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Esmeralda Duarte ................................................................
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María Eugenia Vásquez .......................................................
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Marisol Ligio .........................................................................
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Gisella Lozano ......................................................................
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Luz Marina Arboleda ...........................................................
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Patricia Pérez ........................................................................
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Rosalba Silva .........................................................................
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Marisol Ramírez ...................................................................
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Lilia Abella ............................................................................
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Nohora Pulido ......................................................................
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Myriam Triviño .....................................................................
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María Elena Vásquez ...........................................................
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Isabel Cabrera de Castillo ...................................................
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Ana Lucía Ramírez Mateus .................................................
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Amparo Mancilla López .....................................................
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Nelcy Ofelia Narváez ..........................................................
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Leonor Jaramillo ...................................................................
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Clara Isabel Caro ..................................................................
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Pastora Tarapues ..................................................................
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Virginia Guzmán ..................................................................
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María Mora ............................................................................
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Matilde Mora .........................................................................
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Concurso “Mujeres Sembrando Cultura” ........................
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MUJERES SEMBRANDO CULTURA REVISTA VOCES DE MUJERES En el marco de la Política Publica de Mujer y Géneros, adelantada en el distrito con el liderazgo de la Gerencia de Mujer y Géneros y la Subsecretaria de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual, se vienen desarrollando programas, proyectos y acciones que promueven la participación y la ciudadanía plena de las mujeres, proceso enmarcado en los derechos políticos, sociales, económicos y culturales como lo plantea el Plan de Igualdad de Oportunidades y Equidad de Géneros (acuerdo 091 de 2003). El derecho a la participación ha posibilitado el fortalecimiento de liderazgos de mujeres diversas (negras, indígenas, campesinas, urbanas, gitanas, diversas sexualmente, entre otras), que desarrollan su trabajo en torno a diferentes actividades productivas y la promoción y divulgación de talentos y manifestaciones artísticas, culturales y relacionadas con el patrimonio tal como la recuperación y transmisión de los valores de la identidad y la memoria de los pueblos, colectivos y comunidades locales. Las mujeres a través de la historia poco a poco se han vinculado y liderado procesos. Un ejemplo lo constituyen las mujeres campesinas que para conseguir recursos económicos fueron las primeras trabajadoras en la recolección del café y tabaco, destacándose Dorotea Lastra como lideresa de las trabajadoras de la industria del tabaco y primera comunera en 1781, pero lamentablemente para esa época este proceso de participación de la mujer no era visibilizado ni reconocido. Sin embargo, esto nos indica que fueron ellas quienes comenzaron rompiendo con el patrón cultural de dominación y se encaminaron hacia la emancipación económica y social de la mujer. Por otra parte, hablar y escribir en lenguaje no sexista e incluyente es tarea y responsabilidad de todas y todos, propiciando la correcta utilización del lenguaje verbal y escrito (niña/niño, ellos/ ellas, gerente/gerenta) como también el lenguaje incluyente pues este es quien denota igualdad en todos los ámbitos. Las mujeres no podemos seguir siendo la imagen del sexo débil, la de ama de casa (trabajo digno no reconocido) o ser solo el símbolo de la belleza física (utilizada en los medios de comunicación para ofrecer y vender un producto) sino que el lenguaje incluyente nos permita mostrar a la mujer al mismo nivel
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del hombre en el evento de ser mujeres competentes, profesionales o ejercer un cargo. Por lo tanto, debemos nombrar siempre la diferencia entre hombre/mujer de esta manera estaremos respetando el derecho a nuestra existencia y diferencia. En esta perspectiva el Consejo Distrital de Cultura de Mujeres constituye un espacio de participación muy valioso para que desde el arte, la cultura y el patrimonio las mujeres que habitamos la ciudad trabajemos en pro de los derechos culturales de nuestro sector y las personas que habitamos la ciudad. Por esto, la existencia de este Consejo representa uno de los logros más importantes que en torno a la cultura hemos logrado las mujeres en Bogotá. Este espacio, regulado por el decreto 455 de 2009 esta conformado mayoritariamente por organizaciones que hacen parte del Consejo Consultivo Distrital de Mujeres, organizaciones y redes que desarrollan prácticas relacionadas con el arte, la cultura y el patrimonio de Mujeres en el nivel distrital y local y por la administración distrital una persona representante de la Secretaria Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, una del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, una del Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal y una de la Secretaria Distrital de Planeación desde su Subsecretaria de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual. En el seno de este espacio y como una construcción colectiva, se decidió en el 2010 editar la revista Voces de Mujeres, en donde hacemos un homenaje de reconocimiento a la labor que desarrollan las mujeres desde sus localidades en arte, cultura y como protectoras y transmisoras del patrimonio. Estas acciones promueven el reconocimiento, restitución, protección y garantía de los derechos de las Mujeres tanto en la ciudad como en el campo en lo privado y en lo público. Nuestra gratitud con estas compañeras que desde diferentes sectores del arte, la cultura y el patrimonio (música, teatro, danza, literatura, rescate de oficios tradicionales legado de nuestros ancestros y otros) gestionan, formulan y desarrollan proyectos que contribuyen al fortalecimiento del ser humano integral, reducen los índices de violencia contra las mujeres,
nos proporcionan espacios lúdicos, pedagógicos y por medio de una sonrisa nos permiten pensar en seguir construyendo la ciudad inter y pluricultural que todos y todas queremos. Desde el Consejo Distrital de Cultura de Mujeres nuestro agradecimiento a la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte y al Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, entidades que nos convocaron a este espacio de participación y nos proporcionaron el recurso económico para la realización de la revista Voces de Mujeres como también a la Fundación Cultural Artistas del Mundo organización encargada de operar este proyecto. Esperamos que esta revista acerque un poco más a quien la lea a la realidad que vivimos las mujeres gestoras y sirva para que otras mujeres continúen con esta digna labor en sus localidades. Cordialmente,
Cortesía: Foto de María Alicia Pulido. Archivo personal.
MARÍA ALICIA PULIDO Coordinadora Consejo Distrital de Cultura de Mujeres.
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Política Pública de Mujer y Géneros, instancias y Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio Sandra Liliana Murillo Rodríguez Liliam Marcela Salazar Rodríguez
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urante los últimos quince años, Bogotá ha experimentado cambios importantes a nivel urbano, político, económico y social. En este último aspecto, las administraciones distritales han promovido políticas públicas que buscan disminuir las inequidades y discriminación hacia distintos sectores sociales como los y las afrocolombianos(as), las personas en condición de discapacidad, población LGBTI o las mujeres. Para éstas últimas, los avances en materia de derechos toman forma con la implementación de la Política Pública de Mujer y Géneros producto de varios años de lucha de parte del movimiento de mujeres, y que se ha convertido en una herramienta importante para atacar las inequidades que hacia ellas existen en distintos derechos fundamentales como la vida, la educación, el trabajo, la salud, etc. Varias han sido las alternativas que a nivel distrital se han planteado para atacar la asimetría. En el año 2007, se modificó la estructura de la Secretaría de Planeación Distrital para la creación de la Subdirección de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual producto de la implementación de una política pública para las mujeres
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que en ese entonces estaba sintetizada en el Plan de Igualdad de Oportunidades (PIO). Mediante el Decreto 256 del 25 de junio de 2007 se da formal creación a la Subdirección y se le adjudican sus objetivos misionales entre los que se encuentran “formular, orientar, coordinar y hacer seguimiento a las Políticas Públicas de Mujer y Géneros y de Diversidad Sexual en el Distrito, en articulación con las entidades de los sectores de la Administración Distrital y en articulación con las demás dependencias de la Secretaría Distrital de Planeación. Para desarrollar estas funciones cuenta con dos direcciones: Dirección de Diversidad Sexual y Dirección de Derechos, Desarrollo e Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Géneros” (Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual, 2011[2006]). Para el caso de la Dirección de Derechos, Desarrollo e Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Géneros cuya creación y objetivos están también reglamentados en el decreto 256 de 2007, una de sus funciones es la de “coordinar y hacer seguimiento a las diferentes entidades de la administración distrital en el reconocimiento, garantía y restitución de los derechos que articulan el Plan de Igualdad de Oportunidades: a una vida libre
de violencias, a la participación y representación de las mujeres, al trabajo en condiciones de igualdad y dignidad, a la salud plena, a la educación con equidad y a una cultura y comunicación libre de sexismo” (Decreto 256 de 2007). En general, la Dirección de Derechos es la encargada de coordinar interinstitucionalmente la ejecución de todo lo estipulado en la Política Pública de Mujer y Géneros, así como la transversalización del enfoque de género en la Administración Distrital y en los planes de desarrollo distrital y local en Bogotá. Son varias las herramientas que a nivel de la Administración se han implementado para dar ejecución a la Política Pública de Mujer y Géneros como son el Plan de Igualdad de Oportunidades, el Consejo Consultivo de Mujeres, la Mesa Intersectorial de Mujer y Géneros, la Mesa Interlocal de Mujer y Géneros y las Casas de Igualdad de Oportunidades. A continuación, profundizaremos en cada para dar una visión global de las diferentes instancias y herramientas existentes en Bogotá creadas para superar las inequidades de género en el distrito capital. Política Pública de Mujer y Géneros Producto de los compromisos adquiridos en el Plan de Desarrollo de Bogotá de la administración de Luis Eduardo Garzón “Bogotá Sin Indiferencia. Un Compromiso contra la Pobreza y la Exclusión” entre marzo de 2004 y agosto de 2005, se llevó a acabo un proceso de formulación a través mecanismos de construcción participativa de la Política Pública de Mujer y Géneros en Bogotá. Mediante el Decreto 166 del 4 de mayo de 2010 se da formal adopción al documento de Política Pública y se establecen sus principios, objetivos y estrategias aunque ella venía ejecutándose desde tiempo atrás apoyada entre otras herramientas por el Plan de Igualdad de Oportunidades adoptado mediante el Acuerdo 091 de 2003. La Política de Mujer y Géneros tiene como objetivo principal “reconocer, garantizar y restablecer los derechos de las mujeres que habitan en el Distrito Capital, de manera que se modifiquen de forma progresiva y sostenible, las condiciones injustas y evitables de discriminación, subordinación y exclusión que enfrentan las mujeres en los ámbitos público y privado, promoviendo la igualdad de oportunidades y la equidad de género en el Distrito Capital” (Decreto 166 de 2010). La Política, se basa en nueve principios fundamentales: igualdad de oportunidades, igualdad de trato, equidad de género, justicia de género, diversidad,
autonomía, solidaridad, participación y sororidad. Así mismo, consta de 13 ejes transversales que buscan modificar las asimetrías de género especialmente para las mujeres, y 2 ejes estructurales en derechos de las mujeres y desarrollo institucional, cada uno con sus respectivos subcomponentes que cubren las siguientes áreas: Eje 1: derechos de las mujeres, participación y representación con equidad, trabajo en condiciones de igualdad y dignidad, salud plena, educación con equidad, cultura libre de sexismo, habitad y viviendas dignas; Eje 2: gestión con equidad de género, alianza para la equidad de género, fortalecimiento institucional, fortalecimiento del esquema de coordinación de la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género, Instancia de Coordinación Intersectorial, Instancia Consultiva de la Política Pública y Coordinación Institucional. Según el Decreto 166 de 2010, la Política Pública de Mujer y Géneros está apoyada en el Acuerdo 091 de 2003 mediante el cual se establece el Plan de Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género en el Distrito Capital; el Decreto 550 de 2006 a través del cual se modifica la estructura de la Secretaría Distrital de Planeación para la creación de la Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual; el Decreto 403 de 2007 a través del cual se crea el Consejo Consultivo de Mujeres; el Decreto 627 de 2007 por medio del que se modifica el Sistema Distrital de Cultura y se establece el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio con el que se crea el Consejo Distrital de Cultura de Mujeres. En general, la PPMYG condensa y organiza todo el trabajo producto de años de lucha de movimiento de mujeres por la reivindicación de sus derechos, y los esfuerzos de las administraciones distritales por suplir estas deficiencias, que habían comenzado a tratarse, a través de otros instrumentos como el Plan de Igualdad de Oportunidades, que impulsó muchas de las instancias de participación y administración para lograr una simetría en derechos de las mujeres en Bogotá. Por lo tanto, la PPMYG vino a condensar esfuerzos y a ser resultado de años de iniciativas dirigidas hacia las condiciones sociales de las mujeres de la capital. Plan de Igualdad de Oportunidades Está definido como “el instrumento que facilita el diseño de las políticas públicas. Comprende un conjunto de acciones de igualdad interrelacionadas, orientadas a reducir y combatir la desigualdad existente entre hombres y mujeres. Adopta su nombre del Acuerdo 091 de 2003
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que lo establece y ordena su formulación, puesta en marcha, seguimiento y evaluación. Es al mismo tiempo, parte integral de la Política Pública de Mujer y Géneros” (Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual, 2011[2006]). Nace al igual que la PPMYG de los compromisos estipulados en el Plan de Desarrollo de Luis Eduardo Garzón, especialmente, en su artículo 4 numeral 3 que señala la necesidad de crear condiciones para alcanzar la igualdad de oportunidades, el ejercicio efectivo de los derechos y el respeto a las diferencias y al libre desarrollo de la personalidad y la diversidad sexual. El plan tiene en total 15 objetivos todos elaborados alrededor de los derechos de las mujeres y la superación de sus condiciones inequitativas y opresoras. A su vez, está compuesto de 6 líneas de acción reunidas en los siguientes temas: (1) cooperación, desarrollo y fortalecimiento institucional e interinstitucional, (2) promoción y fomento del desarrollo integral a través de la formación, participación, inclusión e integración de las mujeres en igualdad de oportunidades en el desarrollo económico, social, educativo y cultural en el Distrito Capital; (3) promoción de la participación política y ciudadana de las mujeres en la toma de decisiones, cargos de dirección y de representación en el marco de la equidad de género; (4) fortalecimiento de los derechos relacionados con la vida e integridad de las mujeres; (5) afianzamiento y fomento de valores familiares y la no violencia de género, y (6) protección especial en situaciones de vulnerabilidad, riesgo o peligro. A diferencia de la PPMYG cuyo monitoreo se encuentra a cargo de la Dirección de Derechos, Desarrollo e Igualdad de Oportunidades, el Plan de Igualdad de Oportunidades (PIO) es implementado por el Consejo Distrital de Política Social quien es el encargado de asignar responsabilidades a cada una de las instituciones públicas o privadas con función pública para la ejecución y cumplimiento del Plan. Consejo Consultivo de Mujeres El Decreto 166 de 2010 formaliza una instancia de participación y representación llamada Consejo Consultivo de Mujeres reglamentada en el subcomponente “Instancia Consultiva de la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género” del eje estructural de desarrollo institucional. En dicho apartado literalmente se consigna: “La Secretaría Distrital de Planeación a través de la Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual, propiciará la articulación y coordinación con el Consejo Consultivo de
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Mujeres de Bogotá, para el análisis y conceptualización sobre los temas la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género, en el marco de las funciones establecidas en el Decreto Distrital 403 de 2007” (Decreto 166 de 2010). Dicha instancia, existente antes de la creación de la PPMYG, es el mecanismo a través del cual la sociedad civil interlocuta con la Administración Distrital para hacerle conocer las necesidades, problemáticas e intereses de las mujeres del distrito capital. El Decreto 403 de 2007 establece que el Consejo Consultivo de Mujeres es “la instancia de coordinación entre los procesos y las organizaciones de mujeres del Distrito Capital y la Administración Distrital, en el marco de la Política Pública de Mujer y Géneros. Es un organismo de carácter técnico y político, que representa las necesidades e intereses de las mujeres que habitan el Distrito Capital considerando la diversidad generacional, cultural, étnicoracial, territorial, socioeconómica e ideológica, de orientación sexual y las distintas capacidades motoras, visuales, auditivas, psicológicas y cognitivas”. Su objetivo principal es servir de instancia para conceptuar sobre los temas de la PPMYG que buscan erradicar las situaciones de discriminación y opresión de las mujeres a causa de su condición de género. Está regido por 13 principios entre los que se cuentan: igualdad de oportunidades y equidad de género, inclusión social, justicia redistributiva, diversidad y reconocimiento de las diferencias, ciudadanía activa y plural, concertación, autonomía, transparencia, autorregulación, corresponsabilidad, público, representativo y reconocimiento del territorio. El Consejo Consultivo, está compuesto en total por 25 mujeres distribuidas de la siguiente manera: 6 mujeres que trabajen en cada uno de los componentes de la PPMYG (derecho a una vida libre de violencias, derecho a la participación y representación de las mujeres, derecho al trabajo en condiciones de igualdad y dignidad, derecho a la salud plena, derecho a la educación con equidad, derecho a una cultura y comunicación libre de sexismo); 3 representantes por diversidad étnica (una mujer indígena, una mujer afrocolombiana o negra, una mujer ROM); 1 representante por diversidad sexual, 1 representante de las jóvenes, 1 representante de personas en discapacidad, 1 representante de las mujeres en situación de prostitución, 1 representante de las mujeres en situación de desplazamiento, 1 representante de las mujeres campesinas que habitan en Bogotá ciudad-región, 1 mujer feminista y académica que esté articulada con grupos o procesos que trabajen por los derechos de las mujeres, 1 representante de las organizaciones de mujeres al Consejo Territorial de Planeación, 1 representante de
las organizaciones de mujeres al Consejo Distrital de Política Social, 7 representantes de las interlocalidades (una de Sumapaz, una por la interlocalidad de Usaquén, Suba, Chapinero y Teusaquillo, una por la interlocalidad de Candelaria, Santa Fe y Mártires, una por la interlocalidad de Engativá, Fontibón y Barrios Unidos, una por la interlocalidad de Bosa, Tunjuelito y Rafael Uribe Uribe, una por la interlocalidad de Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Usme y una por la interlocalidad de Kennedy, Puente Aranda y Antonio Nariño). Dentro del Consejo Consultivo de Mujeres también hay articulación de las entidades administrativas. Según el Decreto, se debe hacer partícipe al Alcalde o Alcaldesa Mayor de Bogotá o su delegado, y los Secretarios o Secretarias o sus delegados(as) en las siguientes áreas: Gobierno, Seguridad y Convivencia, Educación, Salud, Integración Social, Cultura, Recreación y Deporte, Desarrollo Económico, Planeación Distrital, Gerente o Gerenta del IDPAC y la o el Subsecretario de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual. Mesa Intersectorial de Mujer y Géneros El Decreto 546 de 2007 reglamenta la creación de las Comisiones Intersectoriales en Bogotá para la implementación de las políticas públicas del distrito capital. Las Comisiones tienen la función de “articular y orientar la ejecución de funciones, la prestación de servicios y el desarrollo de acciones de implementación de la política, que comprometan organismos o entidades pertenecientes a diferentes sectores administrativos de coordinación” y “garantizar la coordinación de las entidades y sectores que responden por la implementación de las políticas, estrategias y programas definidos en el Plan de Desarrollo, el Plan de Ordenamiento Territorial, el Plan de Gestión Ambiental y todos los demás planes y programas distritales” (Decreto 546 de 2007). Para Bogotá, están reglamentadas 14 comisiones diferentes que abarcan diversos temas administrativos como seguridad, participación, gestión y desarrollo local, poblaciones, estudios económicos, etc. Para el caso de la Política Pública de Mujer y Géneros, le corresponde la Comisión Intersectorial Poblacional del Distrito Capital. Dicha instancia, según el Decreto 546, está conformada por el(la) Secretario(a) de Integración Social que le preside, el(la) Secretaria(o) de Planeación, Gobierno, Educación, Salud, Cultura, Recreación y Deporte, Desarrollo Económico y el(la) Director(a) del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal (IDPAC) quien a su vez tendrá a cargo la secretaría técnica de la Comisión. La Comisión Intersectorial Poblacional tiene como función “articular la ejecución de las políticas públicas de equidad e igualdad de oportunidades para los grupos
poblacionales del Distrito Capital y en especial, para las poblaciones que se encuentran en situación de debilidad manifiesta”. Sus funciones comprenderán “(1) coordinar las acciones para la asignación de servicios sociales básicos y estrategias tendientes a lograr la igualdad en el Distrito Capital, (2) aunar y coordinar esfuerzos institucionales para la ejecución de las políticas poblacionales referentes a grupos étnicos, Mujer, Géneros y Diversidad Sexual y etarios con énfasis en juventud y población en situación de discapacidad, (3) coordinar la implementación de las estrategias tendientes a evitar las distintas discriminaciones, (4) articular las gestiones que den cumplimiento a los criterios para la interlocución y atención de las demandas de los grupos poblacionales y de las organizaciones que los representan”. Para hacer efectivo el trabajo de la Comisión Intersectorial Poblacional, se han creado mesas para facilitar el desarrollo y abordaje de funciones especializadas. Para el caso del tema de mujeres, existe la Mesa de Trabajo de Mujer y Géneros presidida por la(el) Secretaria(o) de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual de la Secretaría Distrital de Planeación. Esta mesa, tiene como función coordinar las diferentes instancias para la implementación de la PPMYG materializadas en tres puntos básicos: “(1) coordinar las acciones interinstitucionales necesarias para la adecuada puesta en marcha y desarrollo del Plan de Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género, (2) coordinar, articular y orientar las acciones de las entidades distritales para la implementación de la Política Pública de Mujer y Géneros, (3) articular gestiones tendientes al fortalecimiento y promoción de la interlocución de los temas de mujer, géneros y diversidad sexual (puntos focales). Mesa Interlocal de Mujer y Géneros La Mesa Interlocal de Mujer y Géneros es un espacio de coordinación entre la Subsecretaría de Mujer y Géneros y las Alcaldías Locales a través de su delegada(o) como punto focal. Su objetivo básico es realizar la coordinación técnica para la implementación de la PPMYG especialmente, en los temas de formulación, seguimiento y acompañamiento de los proyectos de inversión social de los programas del Plan de Desarrollo vigente. Está compuesta por un total de 20 funcionarias, una por cada localidad de Bogotá. Adicionalmente, pertenecen a esta Mesa, una Coordinadora General de las Casas de Igualdad de Oportunidades, una profesional de la Política Pública para la Garantía Plena de los Derechos de las Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (LGBT) de Bogotá (coordinadora de territorialización)
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y una profesional para la Política Pública de Mujer y Géneros (coordinadora de territorialización). Dentro de sus funciones están las siguientes: “(1) desarrollar un plan de fortalecimiento y capacitación para la integrantes de la Mesa Interlocal, (2) coordinar y ejecutar el plan de sensibilización a las personas funcionarias de las instituciones en el ámbito local en torno al marco conceptual de las políticas, (3) realizar procesos de sensibilización y acompañamiento a los operadores e interventores de los proyectos de la políticas en lo local en el marco de las dos Políticas (MYG y LGBT), (4) acompañamiento a los Comités Operativos Locales y a las Mesas LGBT cuando es requerido, (5) impulsar, de acuerdo a las dinámicas, la construcción de agendas diferenciales de las mujeres en la ciudad” (Mujer y Géneros, 2006). Casas de Igualdad de Oportunidades Las Casas de Igualdad de Oportunidades hacen parte de la estrategia de implementación y territorialización de la PPMYG en Bogotá. Son administradas por el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC). Fueron creadas como “espacios de encuentro, ejercicio de igualdad, semillero de procesos productivos, promotores del liderazgo y empoderamiento de las mujeres en la realización de los seis derechos priorizados en el Plan de Igualdad de Oportunidades, y de construcción participativa de prácticas institucionales y sociales más democráticas que retroalimenten la operacionalización de la Política Pública de Mujer y Géneros. También, buscan generar procesos de construcción de tejido local e interlocal, reconocimiento social y político de las mujeres, para que toda la sociedad promocione y garantice el pleno ejercicio de sus derechos con compromiso y corresponsabilidad” (IDPAC, 2011). Actualmente existe una Casa por cada localidad de Bogotá. Usualmente están establecidas mediante acuerdos locales promovidos al interior de cada localidad, y en los que se estipulan los principios y funciones que regirán el manejo de cada sede. Pueden considerarse como laboratorios de puesta en marcha del Plan de Igualdad de Oportunidades en Bogotá para la garantía y restitución de los derechos de las mujeres en el distrito capital. Las Casas prestan servicios de asesoría jurídica y psicológica además de que desarrollan programas específicos según su misionalidad. Sistema Distrital de Cultura, Arte y Patrimonio El Decreto 455 del 15 de octubre de 2009 “por el cual se modifica, adiciona y reglamenta el decreto distrital No. 627 de 2007, por medio del cual se reformó el Sistema Distrital de Cultura y se establece el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio” establece en su artículo 1° la modificación del numeral 8.3 del artículo
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8 del Decreto 627 de 2007 referente al Subsistema de Grupos Étnicos, Sectores Sociales y Etarios declarando que dicho subsistema, garantizará una interacción equitativa y “una voluntad de convivir mediante la construcción colectiva de políticas que favorezcan el reconocimiento, la inclusión, la participación, la equidad, la garantía y restablecimiento de los derechos culturales de los Grupos Étnicos (Grupos Indígenas, Comunidades Negras, Pueblo Rom y pueblo Rizal), Sectores Sociales (Mujeres, Comunidades Campesinas y Rurales, Personas en Condición de Discapacidad, Sectores LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgeneristas) y Sectores Etarios (Jóvenes, adultos y adultos mayores) poblaciones que han sido históricamente invisibilizadas, marginadas y discriminadas” (Decreto 455 de 2009). Para tal efecto, dicho subsistema contará con diversos espacios de participación como los Consejos dedicados a trabajar en cada una de las poblaciones que cubre este mecanismo. Para el caso de las mujeres, se reglamenta la creación del Consejo Distrital de Cultura de Mujeres. En el capítulo IV, dedicado al Subsistema de Cultura de Grupos Étnicos, Sectores Sociales y Etarios, se establece que el Sistema de Cultura, Arte y Patrimonio en potestad de la Subdirección de Prácticas Culturales de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, contará con dos importantes escenarios donde podrán hacerse partícipes las mujeres, (1) el Consejo Distrital de Cultura de Grupos Étnicos, Sectores Sociales y Etarios y (2) el Consejo Distrital de Cultura de Mujeres que tratará únicamente temas referentes hacia esta población. El Consejo Distrital de Cultura de Grupos Étnicos, Sectores Sociales y Etarios es un escenario creado para el encuentro y la deliberación de políticas, planes, proyectos y programas para el desarrollo cultural de los grupos étnicos, sociales y etarios. Está conformado por un(a) representante del Consejo Distrital de Cultura de Indígenas, un(a) representante del Consejo de Cultura Palenque de Comunidades Negras, otro u otra del Consejo Distrital de Cultura Raizal, Pueblo Rrom-Gitano, Mujeres, Comunidades Rurales y Campesinas, Personas en Condición de Discapacidad, Sectores Sociales LGBT, Personas Adultos Mayores y Jóvenes. Además, también cuenta con la participación de otros subsistemas como el Consejo Distrital de Asuntos Locales en Arte, Cultura y Patrimonio, el Consejo Distrital de Artes, el Consejo Distrital de Patrimonio Cultural y el Consejo Distrital de Equipamientos Culturales. Así mismo, cuenta con el apoyo de la administración distrital referente a la participación del Subdirector(a) de Prácticas Culturales y el Subdirector(a) del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural encargado de la ejecución de las políticas, planes y proyectos dedicados a todos estos grupos poblacionales. El Consejo Distrital de Cultura de Mujeres está
conformado por dos representantes de la sociedad pertenecientes al Consejo Consultivo de Mujeres, cuatro representantes de organizaciones, redes o colectivos de mujeres que desarrollen prácticas artísticas, culturales o patrimoniales a nivel distrital, siete representantes por los Consejos Locales de Arte, Cultura y Patrimonio elegidas por votación popular, el Subsecretario(a) de Prácticas Culturales o su delegado(a), el(la) representante de la dependencia de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte encargado(a) de la ejecución de las políticas destinadas hacia los sectores sociales, la(el) Gerente de Mujer y Géneros del Instituto Distrital para la Participación y Acción Comunal (IDPAC) o su delegado(a), y la(el) delegada(o) de la Dirección de Derechos, Desarrollo e Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género de la Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual de la Secretaría Distrital de Planeación. Dentro de sus principales funciones, se encuentran “(1) analizar los principales problemas entorno al reconocimiento, restablecimiento y garantías de los derechos de las mujeres en el Distrito Capital relacionados con la materialización del derecho de Cultura y comunicación libre de sexismo; (2) a partir del diagnóstico anterior, formular recomendaciones al Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, a la Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual de la Secretaría Distrital de Planeación, a la Gerencia de Mujer y Géneros del Instituto de Participación y Acción Comunal, al Consejo Consultivo de Mujeres y a las demás entidades del distrito, para garantizar el derecho a una cultura libre de sexismo, (3) proponer el desarrollo de acciones concretas de carácter artístico, cultural y del patrimonio con perspectiva de género, contemplando las múltiples diversidades de las mujeres (étnico-racial, generacional, de orientación sexual, de condición biopsicofísica, socioeconómica, en situación de desplazamiento, reinserción y desmovilización, procedencia rural y urbana, entre otras, según lo contemplado en el Plan de Igualdad de Oportunidades, al Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio, a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, a la Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual de la Secretaría Distrital de Planeación, a la Gerencia de Mujer y Géneros del Instituto de Participación y Acción Comunal. Lo anterior para garantizar una cultura libre de sexismo y toda forma de discriminación, (4) formular lineamientos, recomendaciones y propuestas de políticas públicas en materia de Mujer y Géneros para la promoción activa de la participación de las mujeres en los procesos artísticos, culturales y del patrimonio puestos en marcha en el distrito capital” (Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte, 2010).
¿Cómo se articulan la Política Pública de Mujer y Géneros, el Plan de Igualdad de Oportunidades y el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio? El Plan de Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género en el Distrito Capital 2004-2016 contempla dentro de sus componentes el “Derecho a una Cultura Libre de Sexismo”. Es el último de todos los derechos abordados en este plan. Se basa en la idea de que “la cultura, entendida como el conjunto de rasgos distintivos materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o grupo social, nos permite, además de la producción artística y estética, la trama y sentido de prácticas y significados mediante la cual se construyen las identidades, subjetividades, y ejercicios de las diversas ciudadanías. En la cultura están los elementos que conducen a la reproducción y mantenimiento de la inequidad de género y en consecuencia, es desde este orden desde el cual se pueden producir los cambios más significativos. Construir igualdad de oportunidades para las mujeres requiere la existencia de condiciones culturales que permitan revalorizar las identidades y subjetividades, es decir, implica identificar prácticas individuales y colectivas que producen desventajas contra las mujeres e iniciar su trasformación. Realizar el derecho de las mujeres a una cultura libre de sexismo, significa identificar el sexismo y el androcentrismo en los imaginarios individuales y colectivos, en los espacios de construcción de conocimiento y sabiduría, en los ámbitos de producción, circulación y disfrute del arte, la recreación y el deporte, en la vivencia y valoración de los cuerpos y de la vida cotidiana, en las formas de vestir, en las modas, en las canciones, en lo que se nombra y lo que se silencia, en lo que se consagra como autóctono y propio, y lo que se descarta como ajeno” (Departamento Administrativo de Bienestar Social, 2005: 72). Dentro de este componente del Plan, figura un objetivo general en torno al libre disfrute de una cultura libre de sexismo, que desestigmatice a la mujer según sea su condición étnica, racial, de orientación sexual, edad, condición psicobiofísica, etc. De la misma manera, se contemplan varios objetivos específicos y acciones concretas cuya responsabilidad recae sobre varias entidades distritales entre ellas la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte encargada de la ejecución de varias acciones del Plan en el marco del cumplimiento de la Política Pública de Mujer y Géneros del distrito capital, de manera que, es la Secretaría en su papel de rectora de todos estos temas en Bogotá, la encargada del cumplimiento de éstas acciones, de propiciar los espacios de participación y materialización para el cumplimiento del derecho a una cultura libre de sexismo, y de propiciar todas las condiciones políticas para que esto pueda
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llevarse a cabo en los espacios que propicia la misma PPMYG para este fin.
Decreto 403 de 2007: Por el cual se crea y estructura el Consejo Consultivo de Mujeres.
Todos los escenarios descritos a lo largo de este documento, articulan la promoción del reconocimiento de los derechos de las mujeres, la supresión de sus condiciones opresoras e inequitativas, el mejoramiento de su calidad de vida, la reivindicación de su papel en la sociedad y la supresión de sus desventajas dentro de la cultura y la sociedad. Específicamente para el sector de las artes, el patrimonio y la cultura, los espacios de participación buscan empoderar a las mujeres, cumplir con su derecho a la participación y hacer que las artes puedan convertirse en un instrumento de reivindicación de sus derechos, su papel dentro de la sociedad, el cuestionamiento de muchas estructuras que fomentan sus desventajas y el modo de resaltar sus aportes a la construcción de sociedad. La manera en que todos estos espacios se conectan, está en la relación existente entre las concepciones, las políticas, las acciones, programas y espacios cuya coordinación está diseñada para el cumplimiento de una política o concepción general sobre los derechos e inequidades hacia la mujer que parte desde el Estado, y cuyo apoyo está basado en un marco conceptual y social originado desde la academia y las luchas sociales que tratan de encontrar su materialización en las acciones del Estado a través de sus políticas. Sin embargo, al momento de aplicar una determinada política, pueden encontrarse diversas dificultades como falta de sensibilización y responsabilidad de los funcionarios o funcionarias estatales en su aplicación, desconocimiento de los espacios de participación por parte de la ciudadanía, pocas herramientas conceptuales que permitan un adecuado desempeño de las personas dentro de la política o la reclamación de sus derechos, dificultades de interlocución con el estado al desconocer su estructura, etc. lo que no permite garantizar el éxito de una política por mejor que ella esté diseñada. Por esta razón, se hace necesaria la realización de estudios o sondeos que consulten con la población afectada o beneficiada las condiciones de aplicación de la política con el fin de garantizar mayor efectividad y cumplimiento de las obligaciones de los Estados en el mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.
Decreto 546 de 2007: Por el cual se reglamentan las Comisiones Intersectoriales del Distrito Capital.
Fuentes de apoyo Acuerdo 091 de 2003: Por el cual se establece el plan de igualdad de oportunidades para la equidad de género en el Distrito Capital. Decreto 256 de 2007: Por el cual se modifica parcialmente la estructura interna de la Secretaría Distrital de Planeación.
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Decreto 627 de 2007: Por el cual se reforma el Sistema Distrital de Cultura y se establece el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio. Decreto 455 de 2009: Por el cual se modifica, adiciona y reglamenta el Decreto Distrital No. 627 de 2007, por medio del cual se reformó el Sistema Distrital de Cultura y se establece el Sistema Distrital de Arte, Cultura y Patrimonio. Decreto 166 de 2010: Por la cual se adopta la Política Pública de Mujeres y Equidad de Género en el Distrito Capital y se dictan otras disposiciones. Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS) 2005 Plan de Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género en el Distrito Capital 2004-2016. http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/pdf/ plandeigualdaddeoportunidades.pdf, consultada el 7 de junio de 2011. Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC) 2010 Casas de Igualdad de Oportunidades. http://www. participacionbogota.gov.co/index.php?option=com_co ntent&view=article&id=267:casas-de-igualdad-de-oport unidades&catid=105:noticias&Itemid=61, consultada el 10 de junio de 2011. Subsecretaría de Mujer, Géneros y Diversidad Sexual 2011[2006] Mujer y Géneros. Por una comunicación libre de sexismos. http://www.bogota.gov.co/portel/libreria/ php/01.0708.html, consultada el 7 de junio de 2011. Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte (SDCRD) 2010 Documento síntesis sobre Reglamentación de Funcionamiento del Consejo de Cultura de Mujeres. www.culturarecreacionydeporte.gov.co/cultura... cultura...cultura//Mujeres.Doc, consultado el 18 de junio de 2011.
Mujeres, arte, cultura y patrimonio. Un estudio de caso en Bogotá. Sandra Liliana Murillo Rodríguez Liliam Marcela Salazar Rodríguez
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l presente artículo, se centra en analizar las contribuciones que las mujeres han hecho en los campos del arte, la cultura y el patrimonio y la relación que éstos tienen con sus derechos y su papel en la sociedad. Nos centramos en analizar la labor desarrollada por mujeres de base tomado como material de análisis entrevistas realizadas en las 20 localidades de Bogotá a mujeres líderes algunas con trabajo en el campo de las artes y otras que aunque no desarrollan estas actividades, han estado involucradas con los procesos de implementación de la Política Pública de Mujer y Género cuyos componentes abarcan el tema de la cultura, el arte y el patrimonio y que consideramos de utilidad no sólo para entender el tipo de trabajo que las mujeres han desarrollado en las artes, sino los procesos de empoderamiento y apropiación de las políticas públicas impulsadas desde el Estado que buscan solventar sus inequidades.
que son rescatables sin ser por esto un artículo fruto de un proceso de investigación exhaustivo. Queremos resaltar que este tipo de investigaciones son importantes no sólo para conocer la manera como las mujeres en su amplia diversidad entienden sus luchas, sino para potenciar sus espacios de participación, promover un mayor empoderamiento, hacer conciencia de sus derechos pero también de sus contribuciones, y sobre todo, la forma en la cual puede involucrarse de mejor manera a otras personas y hacerles conscientes de las inequidades manifiestas o enmascaradas en la cultura para que los cambios sean mancomunados y se promuevan verdaderas transformaciones sociales.
En este estudio de caso, se pretende analizar de manera breve aspectos importantes entorno al arte y el empoderamiento de las mujeres en Bogotá, que están esbozados en un total de 24 entrevistas abiertas realizadas a mujeres entre los 30 a 70 años de edad en cada una de las localidades de la ciudad.
En aras de presentar un panorama relativamente completo y variado, se incluyeron mujeres en distintos rangos de edad, orientación sexual, origen étnico, racial y psicomotor. Aún así somos conscientes que faltó incluir a más mujeres y que las ideas expresadas con esta pequeña muestra sólo son esbozos de un panorama que quizá pueda realizarse a futuro con metodologías que permitan abarcar un numero ostensiblemente mayor de personas y que así mismo, sus conclusiones puedan encontrar elementos más generales.
Por cuestiones de tiempo y espacio, además de intereses de esta publicación, los puntos resaltados no son muy extensos pues este tema requiere que se aborde en investigaciones mucho más complejas, cuyo interés sea encontrar puntos nodales y que puedan dar cuenta en mayor extensión no sólo del trabajo desarrollado por las mujeres, sino de sus necesidades y hagan un inventario de sus expresiones inmateriales para elaborar un panorama mucho más detallado de sus contribuciones al patrimonio. Nosotras nos limitaremos a proponer puntos
Principales conclusiones Las lideresas que hablan a través de cada una de las entrevistas representan el trabajo de cientos de mujeres que desde las diferentes instancias de participación local y distrital dan testimonio de la construcción del proyecto de mujer y género en Bogotá, con todas las virtudes y dificultades que ello puede engendrar. En cada entrevista, se analizan distintos aspectos en torno a la Política Pública de Mujer y Géneros, el arte y la cultura con perspectiva de género que realizan las mujeres o sus formas de
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empoderamiento. Por tanto, para fines de fácil abordaje en este artículo, los puntos expuestos a continuación, cubren tres grandes líneas que abarcaremos los ítems mencionados. Política Pública de Mujer y Géneros Un primer punto que destacamos en este aspecto, es que la mayoría de las lideresas conocen la existencia de la PPMYG, y salvo pocas excepciones, están ajenas a ella. En este tema, es importante resaltar la forma como cada una de ellas la asume puesto que, aunque la Política deja establecido en varios de sus componentes como el Plan de Igualdad de Oportunidades tanto sus objetivos, principales referentes y las situaciones deseables, muchas mujeres realmente no se sienten interpeladas por ella. Es reiterativa la noción que hay problemas en la manera como se ha acercado la Política a las mujeres, cómo las ha afectado en su vida diaria o en su misma actividad como gestoras y lideresas. Aunque las mujeres reconocen la importancia de esta iniciativa, resaltan que todavía hay mujeres que no la conocen y que se encuentran totalmente ajenas de ella y de toda la legislación existente que brinda protección a las mujeres, lo que limita los alcances de las transformaciones para superar las inequidades ya que restringe el conocimiento de estas herramientas a círculos que estén directamente vinculados a la Política, y no afecta a las mujeres que no están involucradas en ningún tipo de organización, son lideresas o realizan activismo que son la gran mayoría. Unida a esta situación de desconocimiento de la PPMYG, se encuentra el hecho de que esta no logra interpelar a las mujeres. Este es un punto de mucha importancia, puesto que la Política es vista como una herramienta emanada desde el Estado para las mujeres y en la cual se intentan sobreponer muchas situaciones que las afectan negativamente, pero, las líderes mencionan que realmente en su labor la PPMYG va en una vía y su trabajo e intereses por otra. Esto plantea una situación problemática tanto en la territorialización de la Política como en los resultados que ella puede arrojar. En el primer aspecto, resaltan que el Distrito se ha preocupado por capacitar a las mujeres, brindándoles herramientas para acercarlas a los principales referentes conceptuales que son necesarios para su labor, sin embargo, dicha capacitación la ven como insuficiente puesto que siguen haciendo falta instrumentos que les faciliten su trabajo tanto en los escenarios dispuestos por la PPMYG como en sus barrios y localidades: “(…) Muchas de nosotras hasta ahora estamos empezando en el tema de la Política Pública de Mujer. Aún nos falta mucho por conocer. Hemos hecho cursos, capacitaciones y demás, pero a veces sentimos que esto no es suficiente. No conocemos realmente los procesos, y muchas veces, las capacitaciones que recibimos nos dejan con muchos interrogantes porque no hay talleristas claros,
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de este modo, todo se dificulta más para que haya una verdadera participación en los procesos y que podamos hacer cosas en nuestra localidad por las mujeres o incluso podamos tener verdadera participación en la Política Pública” (Entrevista a Esmeralda Duarte, 2011). Relativo a este punto de la territorialización, también está el hecho de que algunas lideresas destacan que la PPMYG se restringe sólo a los espacios de activismo y donde hacen presencia las mujeres que tienen interés en estas actividades, lo que pone de manifiesto, que la Política está restringida sólo a ciertos escenarios en las localidades como las Casas de Igualdad de Oportunidades, que, aunque dentro de la Política cumplen el papel de ser los ejes de territorialización de la misma (IDPAC, 2010), muchas veces estos espacios no se conocen y a pesar de estar ubicados en puntos estratégicos de las localidades, las mujeres desconocen su existencia, para qué sirven o qué se desarrolla allí situación que influye en que la PPMYG no se difunda y no afecte a más mujeres que aquellas que ejecutan papel de líderes comunitarias o gestoras locales que finalmente son quienes más se acercan allí a pesar de que las Casas son de carácter abierto y público. En cuanto a los resultados de la Política, parece existir la idea de que los procesos de territorialización manifiestos en las Casas de Igualdad de Oportunidades y la manera como las mujeres ven la misma PPMYG, pueden afectar la efectividad que ella tenga. Un ejercicio de reflexión relativo a esta idea que hicimos quienes desarrollamos este artículo, tiene que ver con la responsabilidad que se le asigna al Estado sea explícita o implícitamente sobre la transformación cultural. Si bien existen muchas mujeres que llevan años realizando un trabajo en pro de las mujeres, parece que al Estado a pesar de ello, se le asigna la mayor responsabilidad en la intervención sobre las desigualdades, quizá como consecuencia de la misma PPMYG que, al percibirse como una alternativa de solución a las situaciones de inequidad y opresión de las mujeres, capta la mayor responsabilidad en dar soluciones a estos problemas despolitizando a las organizaciones y personas de base quienes delegan todas estas responsabilidades en el gobierno. La despolitización de las organizaciones y personas de base, va unida a la poca capacidad de agencia de estos organismos debido a que este tipo de labores no cuenta con ningún tipo de apoyo económico que potencie y propicie que líderes y lideresas puedan dedicarse completamente a sus actividades como forma de vida. Usualmente, este tipo de trabajos es realizado a manera de voluntariado dedicando el tiempo libre y algunos recursos obtenidos de sus labores remuneradas. Por tal razón, la capacidad de acción de quienes constituyen los movimientos sociales es muy limitada, ya que muchas veces las personas al carecer de un apoyo económico y de tiempo libre es muy poco el esfuerzo y dedicación que pueden invertir, lo que redunda
en que el impacto de las organizaciones y personas de base sea de rangos muy limitados y nuevamente, la necesidad de una transformación estructural, sea producto de otros agentes. “(…) El reconocimiento a esta labor que hacemos. Nosotros desde hace mucho tiempo estamos supliendo algunas obligaciones del Estado en cuanto a estar formando a la comunidad, estar pendiente exigiendo sus derechos frente a las instituciones, y en la labor que nosotras constantemente hacemos de formación de cuidado de los niños, de atención de los niños, de los adultos, y las personas en situación de discapacidad, trabajo que no es reconocido. Nosotras no tenemos remuneración, no tenemos un salario por este trabajo, y nosotras le quitamos tiempo y dejamos a nuestros hijos a un lado, a nuestras familias por dedicarnos al trabajo comunitario y, yo creo que el Estado debe empezar a reconocer ese trabajo; el Estado debe ser consciente de que la situación de las mujeres especialmente las que nos dedicamos al trabajo comunitario no es fácil” (Entrevista a Patricia Pérez, 2011). No obstante, las mismas dinámicas gubernamentales en algunas ocasiones propician un panorama alternativo. Debido a que en el caso de la PPMYG existen espacios de ejecución de proyectos en el marco de la Política, algunas organizaciones logran por este medio sustentar sus actividades y tener una forma de vida a través de ella. A pesar de ello, y de la diversidad de intereses que también existen dentro de los mismos movimientos sociales, hay otros que aprovechan las dinámicas del Estado para avenir unos recursos sin necesidad de estar totalmente involucrados en las mismas luchas del movimiento. En las entrevistas realizadas, otro punto destacable relacionado con la Política Pública de Mujer y Géneros tiene que ver con la percepción que las entrevistadas tienen sobre los encargados de su aplicación, en específico, de los funcionarios y las funcionarias públicos. Varias de las lideresas argumentan que a pesar de existe esta herramienta, muchas veces no se tiene en cuenta o su ejercicio es muy complicado puesto que son los(as) mismos(as) funcionarios(as) quienes la desconocen o no la tienen en cuenta al momento de realizar algún proceso. Ello es una limitante grave a la hora de utilizar y ser partícipes de la PPMYG ya que esto redunda en la poca efectividad que tiene y los resultados que ella pueda arrojar. “¿Cuáles considera que son los principales asuntos que necesita apoyar el distrito para la igualdad de las mujeres? Más apropiación del Plan de Igualdad de Oportunidades para las mujeres. Más apropiación desde las instituciones. Que desde la administración distrital se dé una directriz completa para que en cada entidad se apropien de lo que es el Plan de Igualdad para las mujeres. Que se haga tangible. Que se vea que de verdad los funcionarios y funcionarias que son los garantes de los derechos de las mujeres, lo sepan y lo apliquen porque es que estamos viendo
que la Política Pública de Mujer y Géneros se está quedando como en el papel, y siempre que vamos a exigir nuestros derechos, que no deberíamos hacerlo, sino que las entidades deberían estar apropiadas de esa Política Pública, tenemos que exigirlos por la fuerza. Lo que vemos es que es muy débil, que hay desconocimiento de esa Política, que a veces los funcionarios y funcionarias se hacen los locos y no se le da el cumplimiento como debe ser” (Entrevista a Patricia Pérez, 2011). A pesar de la existencia de la Política, las lideresas argumentan que es necesario ir más allá no sólo quedándose con este instrumento, sino ejecutando acciones que concienticen a las mujeres de sus derechos, hecho sin el cual todo aquello que se ha desarrollado para superar las inequidades comienza a quedar en letra muerta. “(…) en cuanto a los avances jurídicos, pienso que muchos están todavía en letra muerta. Varios de ellos serían mejor si realmente beneficiaran a las mujeres en cuanto al trabajo, la igualdad en la educación o salario, etc., pero especialmente, si todas las mujeres pudieran estar informadas de esto y realmente concientizadas. Me parece que es necesaria una campaña a través de la cual se pueda llegar a ellas para que se den cuenta que tienen una cantidad de herramientas para luchar por su respeto, para que no sean vejadas, para que los hombres no las maltraten, no las golpeen, para que no se sientan como personas de tercero o cuarto lugar por esta razón. A mí me parece que se debe desarrollar una campaña concientizando, motivando más que todo a las mujeres de escasos recursos para quienes el marido, usualmente, tiene la última palabra. Ya las mujeres de capas más altas, también pueden ser sujetas de estas campañas, aunque la situación más grave en materia de derechos es para las mujeres de estratos 0, 1 y 2 con quienes he tenido la posibilidad de interactuar por mi trabajo en varias localidades de Bogotá, y veo que muchas de ellas ven a los hombres casi como un dios por lo que piensan que deben aguantarse porque “así lo quiere Dios” y para eso nacieron, para aguantar y para sacar la casa adelante. Son ellas más que todo quienes necesitan conocer sus derechos” (Entrevista a Amparo Macilla, 2011). Empoderamiento de las mujeres Otro aspecto importante que mostraron las entrevistas es el proceso y forma de empoderamiento de las mujeres con respecto a sus luchas, nociones compartidas, nivel de participación y necesidades. Muchas lideresas ven muy difícil unos cambios de mentalidad en muy corto tiempo. Varias de ellas resaltan que si bien hay un nivel mayor de conciencia sobre sus propios derechos, muchas mujeres aceptan los desbalances o la violencia por educación o enseñanza en sus propios hogares, lo que pone de manifiesto, la importancia y la necesidad de que se siga extendiendo el conocimiento sobre la Política Pública de Mujer y Género, pero sobre todo, que se desarrollen estrategias para que las mujeres sean conscientes de que ciertas situaciones
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como la violencia, no corresponden a parámetros que ellas deban aceptar fundamentados en la autoridad o primacía del hombre. Aquí también es reiterativa la idea de que no sólo es necesario concientizar a las mujeres sobre sus derechos para que puedan reclamarlos o hacer uso de ellos, sino que ellas mismas puedan propiciar transformaciones sociales desde sus hogares y que redunden en su beneficio. “(…) Somos conscientes que no es suficiente con que sólo existan estas normas, también es necesario concientizar a las mujeres sobre sus derechos para que los conozcan y los pongan en práctica” (Entrevista a Ruth Valbuena, 2011). “(…) Yo creo que las mujeres tenemos que hacer una campaña dentro de las mismas mujeres, porque a veces nosotras no conocemos ciertos términos. El hecho de que en una casa desde pequeño críen a un niño que no puede lavar la losa, que no puede barrer, que no puede hacer esto o lo otro, si es que él tiene la misma necesidad como ser humano de tener un orden en su casa, entonces, yo creo que nos falta a las mujeres educarnos como mujeres” (Entrevista a Marisol Ligio, 2011). En las entrevistas también se pone de manifiesto, el hecho de que el nivel de empoderamiento de las mujeres tiene directa relación con el machismo. Aunque la mujer está capacitada para ejercer cargos en distintos niveles, a nivel comunitario o de organizaciones de base, la presencia masculina continúa no sólo siendo mayoritaria, sino también la más fuerte y prioritaria. Esto para varias de las entrevistadas, significa que aún deben luchar contra ideas en las cuales ellas siguen ocupando una posición subordinada o que son utilizadas para marcar una jerarquía en beneficio de unos intereses propios, puesto que estos escenarios, muchas veces, no sólo están dinamizados bajo el interés de realizar un trabajo comunitario. “(…) En el Consejo Local de Cultura me parece que hay una representación de la mujer aceptable en el sentido de que allí tenemos voz y voto pero, muchas veces, uno si encuentra rasgos en los compañeros que a veces lo marcan mucho, pero el problema es dejarse avasallar por ello. Yo pienso que aunque las mujeres nos hemos ganado nuestros espacios de participación, uno como mujer también debe hacer valer unos derechos pero también cumplir con unos deberes que son marcados al interior de cada grupo” (Entrevista a Gisella Lozano, 2011). “Durante su desempeño como gestora local, ¿ha considerado que ser mujer ha representado un obstáculo para su labor? Pienso que ha incidido en la medida en que en la Localidad de Kennedy el movimiento cultural desde hace 15 años, lo han formado organizaciones y artistas en su gran mayoría hombres, sin embargo, me he abierto camino logrando entender a veces esas posiciones machistas y trogloditas de algunos que quedan en la Localidad” (Entrevista a Rosalba Silva, 2011).
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Aun así, ellas reconocen que día a día se va avanzando en el número de espacios que ocupan las mujeres. Su nivel de participación es cada vez mayor pero todavía insuficiente y el trabajo que desarrollan todavía deben llevarlo a cabo con muchas dificultades no sólo económicas sino también culturales, sumado a que se sigue conservando la visión de que el espacio social por excelencia de la mujer es el hogar, y que por lo tanto, es este el que debe tener mayor prioridad en su función existencial y relegar sus otras actividades a su tiempo libre siempre y cuando este no afecte su desempeño en el hogar. “(…) Tengo una anécdota. En una oportunidad, estando en una reunión de la Junta de Acción Comunal, llegó mi esposo que es abogado. Una de las señoras, que tiene el machismo en la cabeza me dijo “Vaya atienda a su esposo”. Le dije que lo atendería cuando se acabara la reunión. “Si ve, por eso es que se acaban los hogares, porque uno tiene que irse de narices allá cuando llegue el marido”. En ese momento me pregunté ¡por favor!, ¿en qué siglo estamos? Cada cual tiene su espacio, ya encontraremos espacio para compartir, pero cuando adquiero una responsabilidad la tengo que cumplir porque ese es mi papel como lideresa. Hay que hacer acciones distintas que creen sinergias frente al movimiento de mujeres y que atraigan nuevas simpatizantes, dispuestas a trabajar y tengan porqué y con qué trabajar. El espacio nuestro es haber conquistado herramientas para que esas otras mujeres trabajen y sigan hacia adelante, pero no decirles que los hombres son lo más espantoso del mundo porque entonces tendríamos que acabar con nuestros esposos e hijos” (Entrevista a Nohora Pulido, 2011). Un punto destacable relacionado con el empoderamiento, significa que a pesar de que varias de las mujeres entrevistadas tienen un amplio trabajo en el tema de mujer y géneros, no siempre ello significa que consciente o inconscientemente se haga un amplio uso o una reeducación por ejemplo a través del lenguaje. Muchas de las lideresas en su propio discurso no hacen uso del lenguaje incluyente quizá por olvido, porque consideran que su uso es complicado o que la lucha debe a partir de otros elementos: “(…) Esto ha sido como complicado porque la gente ni siquiera sabe qué es una cultura libre de sexismo, para la gente muchas de las cosas son normales. Hemos tratado de promover el lenguaje incluyente, pero se considera que esto muchas veces es una bobada porque por ejemplo en el caso de hablar de todos y todas, dicen que en el “todos” las mujeres también están incluidas. También estamos tratando de hacer conciencia sobre lo simbólico o la visión de la mujer, pero en el caso del Consejo de Cultura, ellos no ven ningún problema en lo que les planteamos, hasta han sido machistas y con intereses propios porque sólo gestionan proyectos para sus organizaciones y ya” (Entrevista a María Eugenia Vásquez, 2011). “Cuando inició mi actividad como edil (“yo no digo edilesa no porque no sea incluyente, sino porque eso me suena a feudalismo”)
y en calidad de dirigente de las mujeres, se inició también al lado de ellas un proceso en el cual generamos la activa participación en la búsqueda de una Política Pública para la Mujer (…)” (Entrevista a Lilia Avella, 2011).
varía de acuerdo a su procedencia, edad, grupo social, etc. lo que marca “diferencias entre las mujeres y que median su participación dentro de la escena cultural” (Universidad Nacional, 2008: 136):
“¿Cómo abordan la cuestión del lenguaje incluyente en su labor? Nosotros nos hemos visto abocados culturalmente, a raíz de la tradición patriarcal, que el lenguaje también sea una manifestación del sexismo, pues siempre se sobreentiende que el “todos” en género masculino, es el que incluye al femenino y que esto se da por es la tradición, sin embargo, en vista de la dinámica que nosotros hemos venido manejando, y en conocimiento más del tema, nosotros ahora utilizamos un lenguaje incluyente, aunque no muchas veces, pues incluso, a nosotros se nos dificulta, y en ocasiones, nos resulta hasta antiestético y es un poco difícil pero, pues estamos con la lucha de que siempre se haga uso del lenguaje incluyente dentro de la Localidad” (Entrevista a Marisol Ramírez, 2011).
“(…) Por otra parte, la Política Pública de Mujer y Género. Pienso que le faltó mucha más participación de los pueblos indígenas en la formulación. Las mujeres indígenas sólo fuimos convocadas a dos encuentros solamente y hay varias cosas que no reflejan el sentir de las mujeres indígenas, el cómo nos sentimos violentadas cuando nos tratan como india, cuando nos discriminan. La política pública habla de grupos étnicos pero no se hacen diferencias, las mujeres afro son diferentes a las mujeres indígenas, mientras las mujeres blancas fueron las que lideraron el proceso de liberación de los hombres, de dejar ser sometidas, en cambio nosotras como indígenas tenemos que empezar a gestar ese proceso porque dentro de nuestros usos y costumbres la mujer debía respetar al hombre, acompañarlo siempre y asumir todas las decisiones que él tomaba. Ya con nosotras es diferente porque nos hemos formado, pero si hablas con una abuela ella no estaría de acuerdo si le dijeras que no se deje de su esposo. Incluso, hay jóvenes que han sido criadas dentro de ese pensamiento” (Entrevista a Miryam Triviño, 2011).
Finalmente, para algunas lideresas su trabajo tiene fuertes implicaciones no sólo en visibilizar a la mujer o luchar por sus derechos. Muchas de ellas consideran que su labor en cierto sentido suple las funciones del Estado en términos de educación y empoderamiento de los individuos, lo que le da valor e importancia y hace que sea necesario un reconocimiento económico por parte del Estado. De igual forma, el reconocimiento monetario de una labor tiene para muchas conexión con el empoderamiento de la mujer. Ya sea a través de recibir un salario por las actividades como lideresas o con impulsar proyectos productivos mediante los cuales la mujer pueda obtener recursos económicos, los ingresos tienen explícita o implícitamente un lugar muy importante para que la mujer pueda ejercer sus derechos y su ciudadanía. No en vano, constantemente se menciona que muchas líderes participan en estas iniciativas o son sus impulsoras, quizá, también en la búsqueda de una solvencia económica que sea la base de su sustento o como complemento que les permita obtener una mejor calidad de vida. Dentro del empoderamiento es importante destacar sus niveles con base en la misma diversidad de la palabra “mujeres”. Algo importante es la percepción que se da por parte de la Gobernadora Indígena del Cabildo Muisca de Suba y la de las mujeres entrevistadas en la Localidad de Sumapaz. Todas señalan la importancia de tomar en cuenta la diversidad de las mujeres en el contexto de su identidad y de que sean entendidas y contempladas de acuerdo a sus necesidades y posiciones particulares y no vistas como una “variedad” más dentro del amplio espectro de las mujeres. Por ello señalan la necesidad que dentro de la misma Política Pública y el empoderamiento y presencia de las mujeres, se creen programas y espacios específicos donde se les tenga en cuenta de acuerdo a sus especificidades, y no que sean contempladas todas por igual puesto que la manera en la cual es vista la mujer
“(…) es también como afianzarse uno como en su cultura porque de una u otra forma, nosotros somos también cultura diferente entramos, como siempre lo he planteado yo, entramos como en el tema del género y de la equidad de género, y la igualdad de condiciones, y que la igualdad de derechos pero cuando vamos a ver dentro del mismo movimiento, dentro del mismo rol de mujeres, las campesinas ni nos nombraron, bueno, nos están nombrando ahora por muchas razones y razones de peso pero así que digamos desde el momento de trazar el plan de igualdad se habló de mujeres pero de forma muy general pero, dentro de las mismas mujeres, nosotras [las mujeres campesinas] brillamos por la ausencia” (Entrevista a Matilde Mora, 2011). En general, las mujeres destacan el papel que juega el trabajo comunitario como un proceso que requiere el fortalecimiento estatal, no sólo a través de capacitación, sino con el apoyo efectivo expresado en recursos para la gestión local. De igual manera, perciben el avance en las disposiciones jurídicas sobre mujer y género, aunque consideran necesario que las mujeres hagan mayor presencia en los puestos de poder y corporaciones del estado para garantizar que las decisiones que se tomen se ajusten efectivamente a sus necesidades. Pero este es un aspecto que requiere fortalecerse dado que sigue primando la idea de apoyar candidatos para perseguir beneficios a corto plazo como puestos de trabajo, etc. Mujeres, arte y cultura Dentro de los aspectos analizados en este artículo, la relación mujeres, arte y cultura abarca dos grandes líneas. La primera está referida a las luchas sociales y la reivindicación de derechos de las mujeres que hacen ellas mismas a través del arte y la cultura, y una segunda, sobre
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el nivel y visibilización del trabajo realizado por mujeres en los campos del arte y la cultura. Con referencia al primer aspecto, podríamos decir que el trabajo que desarrollan los grupos de base relativo a la reivindicación de los derechos de las mujeres a través del arte es escasa. Ello representó una de las principales dificultades al momento de realizar las entrevistas que sustentan este escrito al intentar hallar las mujeres adecuadas para los propósitos de esta publicación, pues aunque existen muchas mujeres líderes, no necesariamente siempre realizan un trabajo en torno a los derechos de las mujeres. Al examinar este panorama, nos encontramos con que si bien hay conciencia de las mujeres sobre la necesidad de empoderarse, también su presencia en los campos del arte es escasa. Igualmente, aunque existe la noción de que es importante, es visto generalmente no como una actividad reivindicativa sino accesoria o de esparcimiento, y no totalmente vinculada con sus luchas. Quizá aquí se conjugan todos los elementos que hemos señalado a lo largo de este documento. El trabajo desarrollado por las mujeres en torno al arte guarda directa relación con sus dinámicas de empoderamiento, participación en los espacios e incluso la Política Pública de Mujer y Géneros. Dado que el trabajo realizado por las mujeres tiene un fuerte componente de voluntariado en el cual no existe retribución económica, esto afecta directamente la presencia y dedicación de ellas para potenciar cierto tipo de actividades. No es en vano el señalamiento reiterado de que el gobierno debería reconocer el trabajo que las lideresas realizan no sólo como una forma de vida sino también de potenciar sus luchas. Ello se relaciona directamente en la manera en la que las personas se conectan con sus reivindicaciones, específicamente, que muchas personas se acerquen a ciertos espacios de participación con la esperanza de dar mayor fortaleza a su trabajo mediante el financiamiento de proyectos que tengan impacto en la población. El arte no es la excepción, y este hecho a nuestro juicio, ha mediado profundamente la magnitud del trabajo que las mujeres han desarrollado en estos campos. “Hay algo muy importante y es que nosotras no manejamos dinero, no manejamos nada de recursos y al no tener recursos, las posibilidades de que más mujeres se acerquen es difícil. (…) Entonces, es donde nosotras por más que queramos hacer las cosas realmente nos desmotiva porque como no podemos manejar ningún recurso, no tenemos realmente nada de dinero por ejemplo, si nosotras necesitamos movilizarnos, tenemos que sacar de nuestro bolsillo. Esa siempre es una de las limitaciones por las que fallan muchas cosas, también hay otras. (…)Digamos los proyectos están
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enfocados en muchas cosas pero a las mujeres no se nos da como esa oportunidad de poder ejecutar un proyecto, digamos bueno, vamos a ejecutar un proyecto nosotras como mujeres y a liderar y a demostrar que somos capaces, no se nos da esa oportunidad porque no tenemos dinero, no tenemos personería jurídica, no tenemos todas esas cosas, entonces, eso nos ha perjudicado porque a nosotras no se nos deja trabajar un proyecto” (Entrevista Virginia Guzmán, 2011). Tiene relación también el hecho de que el trabajo de las mujeres ha sido usualmente para responder a las necesidades más apremiantes de su barrio o localidad. Ello explica porque el arte en algunos casos ha quedado relegado no sólo como forma de expresión sino también de lucha, puesto que hay necesidades que se consideran más prioritarias como atacar la violencia sufrida por las mujeres que reivindicar el papel de la mujer o cuestionar su posición a través del arte. Dado que existen estas necesidades apremiantes, es lógico que ciertos aspectos queden relegados en el panorama y más si a ello se le suman otras variables. Adicional a este punto, también está el hecho de hablar desde el mismo lenguaje de “mujeres”. Falta, en el “campo de las artes, una distinción que no sólo hable de las mujeres sino de su multiplicidad puesto que no hay reivindicaciones más allá del género en las que se crucen otros aspectos raciales o étnicos, y que potencien reflexiones propias más allá de mayoría y que a su vez sean útiles a sus propios contextos sociales” (Universidad Nacional, 2008: 220). En cuanto al segundo aspecto sobre el nivel de visibilización del trabajo desarrollado por las mujeres en los campos del arte y la cultura, podríamos decir que este tampoco es muy visible. No es que no existan mujeres desarrollando un trabajo con perspectiva de género en el arte y la cultura, varios ejemplos se presentan en las entrevistas, no obstante, dicho trabajo no es totalmente visible a pesar de que hay espacios diseñados específicamente para potenciar el trabajo como los Consejos Locales de Cultura o el Consejo de Cultura de Mujeres ya que hacen falta espacios potenciados y un cambio de los imaginarios en torno al arte que vayan más allá de una actividad lúdica sino como medio de potenciación de reivindicaciones o como reflexión de la realidad. Fuentes apoyo Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC) 2010 Casas de Igualdad de Oportunidades. http://www. participacionbogota.gov.co/index.php?option=com_co ntent&view=article&id=267:casas-de-igualdad-de-oportunidades&catid=105:noticias&Itemid=61, consultada el 10 de junio de 2011. Universidad Nacional de Colombia 2008 Estado del Arte sobre Cultura, Género y Mujeres en Bogotá 2003-2008. Bogotá, Facultad de Artes.
Derecho a una cultura libre de sexismo
E
l derecho a una cultura libre de sexismo está consagrado en el Plan de Igualdad de Oportunidades para la Equidad de Género en el Distrito Capital 2004-2016. Su objetivo central es “reconocer, restituir y garantizar el derecho de [las mujeres] a construir, agenciar y disfrutar una cultura libre de sexismo, discriminaciones y exclusiones” en la que se les reconozca como sujetos de derecho, se promuevan desde la institucionalidad campañas que divulguen sus derechos, se incluya la perspectiva de género en la Política Pública de Cultura y el Plan Maestro de Equipamientos Culturales, se reconozca el derecho de las mujeres a disfrutar del tiempo libre, la creación artística, la recreación y el deporte y cualifiquen la producción cultural de las mujeres entre otros. Este derecho es uno de los más importantes puesto que desde allí, la administración distrital, busca promover la equidad entre hombres y mujeres resignificando muchos de los imaginarios y roles tradicionales que afectan a las mujeres como la ama de casa, la indecisa, la tierna, la sensible, la que cuida de los niños y las niñas, la sacrificada, etc. y que están sembrados en la cultura encasillándolas en papeles predeterminados, e incidiendo en que no se les conciba como sujetos que pueden desarrollarse en otros ámbitos, lo que limita su accionar como seres humanos y ciudadanas al relegarlas a posiciones subordinadas y estereotipos del deber ser, hacer o pensar que necesariamente deben cumplir. Mediante la Política Pública de Mujer y Géneros, la Alcaldía Mayor de Bogotá, busca promover la transformación de muchas de estas ideas que afectan negativamente a las mujeres. La Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte responsable del cumplimiento de estas acciones consagradas en el PIOEG, ha dinamizado diversas iniciativas y espacios de participación de las mujeres como el desarrollo de un Estado del Arte sobre Cultura, Género y Arte en Bogotá 2003-2008, la Asamblea Distrital de Cultura de Artistas y Gestoras, la identificación de necesidades e intereses de las artistas y gestoras para desarrollar el Plan de Acción 2010 y 2011 y la consolidación del Consejo de Cultura de Mujeres, principal espacio de trabajo entorno al derecho de una cultura libre de sexismo, las artes y el patrimonio de las mujeres y que hace parte del Sistema de Arte, Cultura y Patrimonio de Bogotá. Cada iniciativa, busca no sólo incentivar la participación de las mujeres en diversos espacios sino que el arte pueda constituirse
en un elemento de reivindicación de sus derechos y hacer manifiestas las inequidades que las afectan en su diario vivir así como un instrumento que cuestione los roles impuestos de género. Sin embargo, el derecho a una cultura libre de sexismo no sólo incluye una transformación de imaginarios culturales sobre las mujeres sino la visibilización de sus problemáticas en los medios de comunicación, la ampliación de las representaciones positivas de las mujeres reconociendo su pluralidad étnica, racial, social, por orientación sexual o psicomotora, etc. y su participación en diversas esferas sociales, comprender las experiencias de vida de hombres y mujeres sin pretender encasillarlas o constreñirlas a ningún modelo o cuestionar las ideas que conciben el cuerpo de la mujer como su principal herramienta de poder. También problematizar diferentes nociones sobre la masculinidad y la feminidad para cuestionar las construcciones tradicionales y opresoras del género. La cultura, todo lo que nos rodea, tiene mucha importancia en la manera como se ven o entienden los roles que los individuos cumplen dentro de la sociedad. Es por ello que cuestionar estas construcciones, es un instrumento vital de reivindicación de derechos en cuanto que mediante estas estrategias, se cuestionan categorías que les oprimen o encasillan en comportamientos estereotipados bajo la falsa idea de que todas las personas, en este caso todas las mujeres, deben comportarse de igual manera y bajo parámetros establecidos sin poder ir más allá. Las artes pueden constituirse por tanto, en un mecanismo para visibilizar y cuestionar dichas nociones, pero también en una herramienta que hace partícipes a las mujeres del desarrollo de la sociedad en cuanto que desde el arte no sólo puede cuestionarse sino construirse nuevas formas de entender la sociedad y de promover relaciones más democráticas entre hombres y mujeres. Es importante resaltar que en términos de artes no solamente hablamos de diferentes disciplinas como la música, el teatro, las artes plásticas, la literatura, la danza, etc., sino también de prácticas culturales entendidas como espacios de encuentro que contribuyan a fortalecer una identidad propia así como de cultura y patrimonio, escenarios desde los cuales pueden promoverse prácticas no sexistas, fortalecer una identidad propia y promover transformaciones sociales.
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Ruth Valbuena
Consejera de Cultura de la Localidad de Usaquén
¿Cómo inició su labor como gestora local? Hace 21 años vivo en la localidad de Usaquén. Comencé mi trabajo a través de un proyecto respaldado por una universidad en el que se trabajaba un derecho fundamental para las mujeres: la no violencia hacia el género femenino. A partir de allí obtuve varias herramientas para iniciar mi trabajo como gestora local. En el año 2005, gestioné junto a otras compañeras un proyecto de despulpe de fruta que fue apoyado por la Secretaría de Integración Social que en ese entonces se conocía como DABS. A través de la red de mujeres tres delegados luchamos para que se le asignara presupuesto. Finalmente nos dieron 100 millones de pesos y se ejecutó. Comenzamos el 12 de febrero de 2008 y se capacitaron 50 mujeres. Tiempo después nos presentamos con una amiga para ser representantes del Consejo Local de Cultura. Mi amiga Teresa quedó como representante principal y yo fui su suplente. De esta manera nos dimos cuenta de que podíamos avanzar y empoderarnos participando en diferentes espacios para contribuir al mejoramiento de nuestra calidad de vida. ¿Qué considera que le hace falta a la mujer de su Localidad para poder seguir avanzando en el reconocimiento de sus derechos? Me parece fundamental la capacitación, pero no sólo los diplomados o cursos de pocas horas, sino por ejemplo las carreras técnicas o profesionales que nos puedan garantizar una mejor calidad de vida. He estado enconchada (sic) durante mucho tiempo, pero a medida que uno va saliendo, quiere aprender más, saber más, conocer las cosas que pasan en su localidad, estar informada de todo lo que sucede allí, etc. Me parece que la profesión nos permite abrirnos paso en la vida y darle un mejor futuro a nuestra familia y a nuestros hijos. ¿Qué herramientas jurídicas conoce para la protección de las mujeres? Sabemos que existen muchas herramientas como la Ley 1257 de 2008. Gracias a ella nos sentimos respaldadas, sin
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embargo, somos conscientes de que no es suficiente con que sólo existan estas normas, es necesario concientizar a las mujeres sobre sus derechos para que los conozcan y los pongan en práctica. Los medios de comunicación por ejemplo, deben dar mayor información a la mujer y destacarla por sus habilidades y destrezas contribuyendo así a visualizarla como parte importante de la sociedad. ¿Cuál derecho de la mujer considera que debe promocionarse más? La no violencia contra las mujeres. Podríamos apoyarnos haciendo foros, talleres o cine foros donde se concientice a las mujeres. De todas maneras es un desafío porque la cultura patriarcal sigue muy arraigada y muchas mujeres creen que no pueden luchar contra eso, porque es lo que les han enseñado en sus casas. Me cuesta mucho ver escenas absurdas en las que primero le dan a uno un plato de comida y luego un golpe en la cara. Merecemos respeto.
María Luisa Rodríguez Localidad de Chapinero
¿Cómo inició su labor como gestora local? Llegué al barrio San Luis Nororiental en 1978. Desde el año de 1979 entré a la directiva del barrio y fui una de las promotoras de la fundación del colegio Plan Padrino San Luis, que ahora se llama Monteverde. Uno de mis primeros compromisos fue fundar el colegio ya que a los niños y niñas del barrio les tocaba ir muy lejos a estudiar como a Canteras o a San Isidro, barrios de esta misma localidad pero retirados de aquí. Así inicié mi labor. ¿Qué trabajo por las mujeres se ha desarrollado en su barrio? Aquí se conformó la Red de Mujeres, un espacio en el cual participamos 30 mujeres que hacen trabajo por la comunidad. Ahora me encuentro vinculada al “Portal de la Quinua”, un proceso de capacitación patrocinado por la Alcaldía Local y la Universidad Los Libertadores para aprender el proceso de transformación de este cereal andino. La formación fue de un año, obtuvimos el año pasado el registro sanitario Invima mediante la capacitación para ello en la Universidad de la Salle y ahora nuestro grupo, conformado por 5 mujeres, procesa la quinua. La formación ha sido fundamental para nosotras, creemos en la importancia de la preparación, por eso nos hemos vinculado a otros proyectos como “Alimenta Bogotá” y a cualquier otra iniciativa en la que veamos que vamos a aprender. De hecho, pertenezco al Comité de Alimentación Sana de Chapinero, que es coordinado por la Alcaldía y el Hospital de Chapinero con el apoyo de la Universidad Javeriana. Otra experiencia destacada en nuestra localidad es la de los grupos de danza de adulto mayor, pues están conformados en su mayoría por mujeres y se constituye como una verdadera alternativa para la recreación. ¿En qué instancias de participación trabaja usted? Pertenezco al Comité de Mujer y Género. En ese espacio me he dado cuenta del avance y de la participación de la mujer en diferentes espacios como el Consejo de Cultura. Desde allí he tenido la oportunidad de conocer herramientas como la Política Pública de Mujer y
Géneros, que ha promovido el avance en cuanto a la toma de decisiones y la capacitación de la mujer para que podamos enseñar a nuestros hijos e hijas sobre los derechos que nos respaldan como seres humanos, como personas y como mujeres. Sin embargo, aunque las mujeres de mi barrio hemos tenido el respaldo de la administración distrital, aún nos hace falta más ayuda para capacitar y concientizar a los demás sobre un derecho fundamental: la cultura libre de sexismo. No se trata de buscar la igualdad en tanto a que yo como mujer deba asumir roles propios de los hombres como salir a beber o cosas por el estilo. Según esto, ¿Cuáles considera que son los roles que cada género debe asumir? Las mujeres siempre pensamos en el mejoramiento del hogar, del barrio, de la comunidad, no en asumir la misma actitud que los hombres, como por ejemplo en el caso de infidelidad conseguir también alguien para imitarlo, yo nunca he estado de acuerdo con eso. Sin embargo, no creo que debamos ser asociadas únicamente con lavar platos, brillar ollas o lavar ropa, tenemos más capacidades como para que aparezcamos como las esclavas de la generación. Podemos sobresalir desarrollando cualquier cosa que nos propongamos hacer, a través del trabajo con las comunidades, criando a nuestros hijos, con nuestras propias familias. Antes, por falta de educación éramos la cocinera, la lavandera, la que trapeaba. Ahora hay muchas mujeres más educadas que los hombres, sin menospreciarlos, y pueden desempeñar cargos mejores, pueden demostrarle a la gente sus capacidades. Una historia que recuerdo es cuando las mujeres no teníamos derecho al voto, eso es extraño, no teníamos derecho a tomar decisiones, ni en los negocios. Había que aceptar la forma de pensar de los esposos porque tocaba, más no por convicción. ¿Qué están haciendo las mujeres de su Localidad por el reconocimiento de los derechos de las mujeres? Nos estamos organizando para que nos escuchen y vean que existimos, con nuestras diferencias, desde la perspectiva de un lenguaje incluyente. Pienso que así
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podemos alcanzar grandes metas, pues tenemos las herramientas y la capacidad para que se nos tenga en cuenta. Aunque podemos ser amas de casa también podemos desempeñar papeles importantes en la comunidad y en la sociedad en general, tan sólo debemos aprovechar las oportunidades para capacitarnos tanto en lo personal como lo profesional, así como en lo relacionado a los derechos fundamentales de la mujer, pues está demostrado que podemos desempeñarnos en altos cargos administrativos y políticos. A partir de nuestra experiencia con el “Portal de la Quinua” estamos mostrando lo importante que es para las mujeres ser propietarias de lo que somos. Muchas veces hemos demostrado tener capacidad para emprender cualquier iniciativa, pero tenía que ser un hombre el que la volviera realidad. Eso no nos permitía avanzar porque, a pesar de que el hombre sea nuestro complemento, tenemos que trabajar para ser dueñas de nuestras propias luchas, pensamientos y procesos, es decir, luchar por nuestros derechos y así mismo contribuir en nuestro entorno, del cual, el más cercano es nuestra familia. ¿Qué se requiere para fortalecer el trabajo de las mujeres de la Localidad? Las mujeres necesitamos avanzar y para ello es necesario establecer más alternativas de formación y de trabajo para las niñas. En el caso específico de nuestro barrio, hemos visto que, a pesar de culminar el bachillerato, muchas jóvenes no logran obtener empleo y se encuentran estancadas.
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Esmeralda Duarte
Consejera de Cultura de la Localidad de Santa Fe
¿En qué se desempeña como gestora local? Soy docente de danzas, practico teatro y a las vez trabajo con un grupo de artesanos. Como Consejera Cultural, he visto varias falencias y debilidades por lo que me he comprometido fuertemente en el trabajo por las mujeres, así como por otros grupos como los jóvenes de la calle a los que hemos vinculado a grupos de teatro y danza, que es una de las labores en las que en este momento enfoco mi trabajo. ¿Cómo se ha visibilizado el trabajo por las mujeres y la cultura en su Localidad? Nos han invitado a muchas localidades para representar nuestra Localidad en cuanto a lo cultural y lo que tiene que ver con nuestro patrimonio. En esos encuentros intercambiamos saberes con otras organizaciones, además mostramos el trabajo que se viene realizando con las mujeres y las diferentes poblaciones. En nuestra Localidad llevamos a cabo encuentros de teatro, danza, el Festival de la Chicha en el que participa la comunidad en general y la de otras localidades. Como gestoras sociales, ¿qué trabajo realizan por la visibilización de las mujeres?
sociales y culturales, ya que como mujeres somos el eje fundamental de la vida y si nos lo proponemos podemos alcanzar grandes logros que nos beneficiarían y además, fortalecerían la familia y la comunidad. Actualmente es gratificante contar con un Consejo Local de Cultura sin embargo, es prioritario brindar capacitación a las diferentes mujeres para que participen con mayor interés e irnos vinculando en estos espacios porque actualmente es muy poco el trabajo que se hace sobre este tema. ¿Usted conoce la Política Pública de Mujer y Géneros? Muchas de nosotras hasta ahora estamos empezando en el tema de la Política Pública de Mujer y Géneros. Aún nos falta mucho por conocer. Hemos hecho cursos, capacitaciones y demás, pero a veces sentimos que esto no es suficiente. No conocemos realmente los procesos, y muchas veces, las capacitaciones que recibimos nos dejan con muchos interrogantes porque no hay talleristas claros, de este modo todo se dificulta más para que haya una verdadera participación en los procesos y que podamos hacer cosas en nuestra localidad por las mujeres o incluso podamos garantizar una verdadera aplicación de la Política Pública.
En cuanto a este tema, creo que nos falta mayor sensibilización para fortalecernos como gestoras
María Eugenia Vásquez
Consejera de Cultura de la Localidad de San Cristóbal
¿Desde hace cuánto trabaja en el sector de cultura? Llevo prácticamente toda la vida en mi Localidad porque aquí nací y crecí, tengo 47 años. En lo que respecta a la parte cultural de mi Localidad, nos hemos destacado por la realización de diversos eventos y por la participación. Aquí festejamos el Festival de la Chicha y recogemos
fondos para fechas importantes como el día de la madre, el día del niño, el día de la mujer y demás, ya que no contamos con apoyo presupuestal para el área cultural. Este año tenemos la oportunidad de tener un Consejo Local de Cultura en la Localidad, y estoy muy feliz de representar a las mujeres y poder compartir temas sobre
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la cultura libre de sexismo ya que muchas de ellas no están enteradas de este derecho. También se ha propuesto fomentar un lenguaje incluyente para resaltar a la mujer como parte fundamental en el desarrollo y evolución de la sociedad. ¿Cómo ha sido el trabajo en la Localidad en el tema de las mujeres? En este tema el trabajo ha sido bastante difícil, puesto que para el Comité Operativo Local de Mujer y Géneros es bastante complicado acceder al presupuesto. Generalmente nos ponen a trabajar en comedores y en casas globales y no nos permiten participar fácilmente como nos corresponde pues no nos ocupamos de actividades en las que se ponga en evidencia la relevancia de la labor de la mujer. El trabajo en el sector cultural ha sido gratificante, pues antes permanecía en mi casa e ignoraba temas relacionados a los derechos de la mujer. Pero un día decidí empaparme de estos temas, enterarme sobre qué es una cultura libre de sexismo y el derecho a la igualdad,
de tal manera que ahora participo con mayor seguridad en la Política Pública de Mujer y Géneros, lo que me ha permitido compartir con la comunidad promoviendo la participación. ¿Usted cree que se han dado avances en el tema de una cultura libre de sexismo? Esto ha sido complicado porque la gente ni siquiera sabe qué es una cultura libre de sexismo, para la gente muchas de las cosas son normales. Hemos tratado de promover el lenguaje incluyente, pero se considera que esto muchas veces es una bobada porque, por ejemplo, en el caso de hablar de todos y todas, se dice que en el “todos” las mujeres también están incluidas. También hemos tratado de hacer conciencia sobre lo simbólico o la visión de la mujer, pero en el caso del Consejo de Cultura, ellos no ven ningún problema en lo que les planteamos, han sido muy machistas y privilegian la gestión de proyectos para sus organizaciones.
Marisol Ligio
Localidad de Usme
¿Desde hace cuánto tiempo trabaja usted en temas relacionados con las mujeres? Llevo muchos años trabajando en el tema cultural y sobre todo con las mujeres. Considero que todo proceso empieza desde la casa, dando buen ejemplo a la familia y por ende a los vecinos para construir una sociedad de igualdad frente a las oportunidades y los derechos. Desde hace tiempo, empezamos a reconocer nuestras capacidades y valores, lo cual nos ha permitido ir avanzado en la participación. ¿Cree que las mujeres son reconocidas a nivel cultural en su Localidad? Creo que no. Sin embargo me gustaría tener la oportunidad de conocer las experiencias de trabajo de mujeres en el sector cultural para destacarlas dado que
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es algo innato en la mujer. No he visto que a una mujer le hagan un reconocimiento como por ejemplo, a Omar Rayo, no lo he visto. Todavía existe el machismo. A las mujeres que somos lideresas en esta Localidad nos ha tocado luchar contra la familia, luchar contra los maridos y luchar contra los vecinos. Porque la mayoría de personas que trabajan en el tema cultural son hombres, y ellos mismos han tratado de ponernos zancadillas para que no estemos ahí. Como entre hombres se entienden, entonces ahí mismo llaman al marido y le dicen, “vea, usted cómo está dejando que su mujer se le salga de las manos” Eso ha sido una lucha muy brava pararse uno y tener que enfrentarse con los hombres. Yo creo que las mujeres tenemos que hacer una campaña dentro de las mismas mujeres, porque a veces nosotras no conocemos ciertos términos. El hecho de que en una casa desde pequeño críen un niño que no puede lavar
la loza, que no puede barrer, que no puede hacer esto o lo otro, si es que él tiene la misma necesidad como ser humano de tener un orden en su casa. ¿Qué trabajo han desarrollado las mujeres en su Localidad? En nuestra localidad hemos venido trabajando el proyecto de tiempo libre con los niños y las niñas, así como hemos impulsado proyectos pedagógicos en los cuales participan varias mujeres. También asistimos a ferias en diferentes localidades, a las que nos han invitado
para mostrar las distintas actividades que desde nuestra localidad hemos desarrollado. Como lideresas venimos trabajando con ahínco y como gestoras consideramos debemos dejar un legado de fortaleza y lucha a nuestros hijos. Afortunadamente, existe un Consejo de Cultura Local y Distrital lo que nos ha permitido, entre otras cosas, luchar contra los estereotipos a través de las capacitaciones donde se nos fortalece como mujeres, como madres y como parte fundamental de la sociedad que estamos construyendo.
Gisella Lozano
Localidad de Tunjuelito
¿En qué se ha desempeñado como gestora local de Tunjuelito? Llevo 16 años en la Localidad de Tunjuelito contribuyendo en un proceso artístico y comunitario. Tenemos una sala concertada con el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura. Allí hacemos un trabajo los fines de semana trayendo grupos de diferentes localidades para presentarlos en la sala. Hace parte de este trabajo la Fundación Cultural El Contrabajo. También se dan cursos de formación artística porque nos parece importante abrir espacios que permitan la participación de los niños y niñas, jóvenes y adultos para que se apropien de un proyecto de vida diferente u otras alternativas a sus problemáticas como jóvenes. Afortunadamente en estos procesos culturales y comunitarios la mujer participa con mayor fuerza, es más decidida, eso lo podemos observar en los grupos que tenemos, en las convocatorias que se hacen a nivel artístico y a nivel comunitario, porque la mujer es muy resuelta y propone. Por ello, nos parece importante que sea tenida en cuenta, porque es vital para el desarrollo de la sociedad. Por fortuna, se ha logrado tener un Consejo de Mujeres que represente a todas las localidades para identificar las políticas que vayan en beneficio de la mujer para promover la cultura y el patrimonio y con ello, contribuir a mejorar la calidad de vida del ser humano. Estamos
en una sociedad en la que deberíamos tener en cuenta los géneros en general, ya que la mujer se ha venido destacando desde hace mucho tiempo, por lo que es importante educar desde la familia y la escuela a la misma sociedad sobre la equidad e igualdad de la mujer. Hombres y mujeres de la mano… El hombre y la mujer tienen que ir de la mano para que la lucha sea mancomunada y no se dividan los poderes, ya que eso debilita todos los intentos de organización tanto local como distrital o a nivel del país. La mujer ha demostrado su capacidad, su fuerza y sobre todo ser muy humana en el momento de tomar decisiones, cosas que a veces en el hombre no se notan. Me parece que está mandado a recoger eso de la discriminación, pues tanto hombres como mujeres deben estar unidos para enfrentar situaciones como las que se ven en nuestra sociedad. ¿Qué trabajo se ha hecho en la Localidad por las mujeres? En la localidad se está intentando montar la Casa de Igualdad de Oportunidades para el fortalecimiento intelectual de la mujer. Nos corresponde sensibilizar tanto a hombres como a mujeres en la Política Pública de Mujer y Géneros ya que tenemos pendientes metas por alcanzar puesto que nosotras luchamos día y noche
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con responsabilidades como la de ser madres, mujeres y gestoras sociales. ¿Con qué apoyos cuentan las mujeres de su Localidad? En cuanto a dinero el presupuesto realmente es poco. Hay una casa de igualdad que se está intentando montar, sin embargo, se deben hacer políticas para el fortalecimiento de las mujeres para que puedan desarrollarse a nivel intelectual, en el trabajo, etc., para que la mujer pueda encaminar sus conocimientos, todas sus propuestas en proyectos que conduzcan a desarrollar no solamente a la mujer sino también a la familia, la educación, entre otras cosas. Con ello, las propuestas no se quedarían sin bases y así las alcaldías tomarían más en cuenta nuestro trabajo. El Distrito debería tener en cuenta ese trabajo y establecer mediante un diagnóstico en cada Localidad cuál es el trabajo que realizan; hay cientos de mujeres que trabajan con las uñas tratando de fomentar valores, de promover espacios para encontrarse ellas mismas, porque si bien la mujer está en su casa, está trabajando porque tiene que cumplir con doble jornada que muchas veces no se les paga, porque ese tipo de trabajo nunca tiene un aporte económico (el de ama de casa). Aun así, la mujer es relegada únicamente a la casa, y en pocas ocasiones se le tiene en cuenta para participar. Me parece que en los foros y los encuentros que se hagan de mujeres,
debe también abrirse espacios para que la mujer misma elabore su propio diagnóstico sobre lo que está haciendo, identificar cuántas gestoras locales hay por localidad, cuáles son las mujeres que han aportado al desarrollo de este país, etc., y hacer propuestas que incluyan a otras mujeres, porque son muchas las que están construyendo sociedad. ¿Hay suficientes espacios de participación para la mujer en los Consejos Locales de Cultura? En el Consejo Local de Cultura hay una representación aceptable de la mujer en el sentido en que allí tenemos voz y voto a pesar de que muchas veces los compañeros manifiesten actitudes no gratas, no hay que dejarse avasallar por ello. Pienso que aunque las mujeres nos hemos ganado nuestros espacios de participación, también debemos hacer valer nuestros derechos así como debemos cumplir con los deberes que son marcados al interior de cada grupo. Pienso que la mujer participa activamente en todos los Consejos, especialmente en los de mujeres, y es algo que aplaudo porque considero que es un gran espacio, y espero que desde allí salgan ideas, propuestas y políticas que fortalezcan a las localidades en los espacios de mujeres que hay.
Luz Marina Arboleda Localidad de Bosa
¿Desde hace cuánto tiempo trabaja como gestora cultural y social en la Localidad de Bosa? Estoy en la Localidad hace 7 años. Bosa es una de las localidades que más trabaja por la sociedad. Aquí todos los grupos poblacionales demuestran su calidad trabajando para salir adelante, y más que todo nosotras las mujeres, ya que estamos fortalecidas y dando un ejemplo de superación de vida, no sólo en la parte social, sino emocional e intelectual. ¿Cómo se inserta la Política Pública de Mujer y Géneros en su labor como gestora?
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En lo que corresponde a la Política Pública de Mujer y Géneros todos estamos trabajando por nuestros derechos y por la sociedad, respetándonos, valorándonos y no solamente esperando a que las diferentes instituciones, corporaciones o entidades públicas nos aporten, nosotras también podemos conseguir muchas cosas y recorrer el camino hacia el objetivo. ¿Es visible la mujer en el ámbito cultural de la Localidad? En la parte cultural ahora somos tenidas en cuenta. Anteriormente no éramos parte visible para la sociedad.
El concepto de cultura ha cambiado y esto también nos ha permitido avanzar. A veces creemos que cultura solamente es baile, teatro u otras artes, pero cultura en sí misma encierra diversidad, historia, un patrimonio y una forma de vida de cada una de nosotras. Esto es lo que hemos intentado potenciar en nuestro trabajo en el tema cultural, aquí en nuestra Localidad. Las mujeres nos
hacemos visibles ante la sociedad demostrando nuestra fortaleza, y desde el arte socializamos nuestro trabajo para empoderarnos como por ejemplo, haciendo de una discapacidad una oportunidad de demostrar nuestra fortaleza y espíritu de superación.
Patricia Pérez
Consejo Consultivo de Mujeres. Entrevista realizada en la Localidad de Bosa
¿Qué avances se han logrado en materia jurídica para las mujeres? Desde hace un tiempo para acá hemos conseguido hablar de la Política de Mujer y Géneros, del Plan de Igualdad de Oportunidades, de lo que eso ha significado para nosotras las mujeres que hemos venido trabajando desde hace algún tiempo por nuestros derechos, lo que se consiguió ahora con la Ley 1257, la ley de violencia, etc. Son ganancias, pero no es todo lo que nosotras quisiéramos, porque las mujeres le hemos aportado mucho a la construcción de sociedad, y le estamos aportando constantemente a que nuestra sociedad sea más equitativa, a que se nos garanticen los derechos. Por ello, considero que deberíamos estar recibiendo más apoyo. ¿Qué avances a nivel cultural se han conseguido para la equidad de la mujer? Sabemos que nosotras somos, por decirlo de alguna manera, víctimas de la cultura machista que está muy arraigada en nuestros hombres y también en nuestras mujeres. Yo creo que desde que se empezó a hacer visibles nuestras condiciones de género, se ha venido logrando algo en el cambio de la cultura. ¿Cómo describiría su Localidad refiriéndose al trabajo cultural? Bosa es una Localidad multiétnica y pluricultural. Contamos con un cabildo indígena, pues esta Localidad inicialmente era un cabildo indígena y eso se está tratando de rescatar por eso, se están haciendo encuentros que
buscan hacer visible el rescate de la cultura, que para nosotros es importante porque se estaba perdiendo, se estaba volviendo invisible por la cantidad de construcciones y de población que hay ahora en la Localidad, y lo importante es que se está recatando a tiempo lo que tenemos dentro de la Localidad. ¿Cuáles considera que son los principales temas que necesita apoyar el Distrito para la igualdad de las mujeres? Más apropiación del Plan de Igualdad de Oportunidades para las mujeres y desde las instituciones. Que desde la administración distrital se dé una directriz completa para que en cada entidad se apropien de lo que es el Plan de Igualdad para las mujeres. Que se haga tangible. Que se vea que de verdad los funcionarios y funcionarias, que son los garantes de los derechos de las mujeres, lo sepan y lo apliquen, porque estamos viendo que la Política Pública de Mujer y Géneros se está quedando en el papel, y siempre que vamos a exigir nuestros derechos, que no deberíamos hacerlo, sino que las entidades deberían estar al tanto de esa Política Pública, tenemos que exigirlos por la fuerza. Lo que vemos es que es muy débil, que hay desconocimiento de esa Política, que a veces los funcionarios y funcionarias se hacen los locos y no se le da el cumplimiento como debe ser. ¿Debe hablarse de equidad o de igualdad? No hablo de igualdad, hablo de equidad desde todos los seres humanos, las mujeres y los hombres. Debe haber equidad, la cual se nos debe garantizar como ciudadanas y ciudadanos desde el mismo acceso a la educación,
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la salud, la vivienda, al empleo, a la formación para el empleo, etc. Es más equidad que igualdad. ¿Qué ha significado para usted su trabajo como líder comunitaria? Ha significado un cambio de vida para mí y para mis hijos. Soy mujer cabeza de familia y no es fácil en una sociedad tan machista y tan desequilibrada económicamente y en oportunidades, sacar sola unos hijos adelante y, fuera de eso, desempeñarme en un rol tan complicado como es el liderazgo comunitario en el que las mujeres delegan en mí su representación y vocería de sus necesidades en los espacios locales y distritales. Es complicado, pero eso lo enriquece a uno como ser humano, y me ha permitido conocer derechos y hasta dónde tengo la posibilidad de exigirlos, hasta dónde existen las herramientas para hacerlo, y multiplicar el conocimiento que he adquirido en este tiempo de liderazgo con las mujeres junto a aquellas que están en mi misma condición, que son mujeres cabeza de familia, que no es fácil en una sociedad como esta.
¿Qué tipo de apoyo estatal esperaría usted hacia las mujeres que realizan trabajo comunitario? El reconocimiento a esta labor que hacemos. Nosotros desde hace mucho estamos supliendo algunas obligaciones del Estado en cuanto a estar formando a la comunidad, estar pendiente exigiendo sus derechos frente a las instituciones, y en la labor que nosotras constantemente hacemos de formación y cuidado de los niños, de atención de ellos, de los adultos, y las personas en situación de discapacidad, trabajo que no es reconocido. Nosotras no tenemos remuneración, no tenemos un salario por este trabajo, y le quitamos tiempo a nuestras familias, dejamos a nuestros hijos a un lado por dedicarnos al trabajo comunitario y yo creo que el Estado debe empezar a reconocer ese trabajo, el Estado debe ser consciente de que la situación de las mujeres, especialmente a las que nos dedicamos al trabajo comunitario, no es fácil.
Rosalba Silva
Localidad de Kennedy
¿Qué la motivó a ser gestora local? Empecé hace 13 años porque noté la indiferencia en varios procesos en los que la misma Alcaldía Local no le daba importancia al tema de generar cultura dentro de la Localidad. ¿Cuáles considera han sido los principales logros en su carrera como gestora local? Haber ganado proyectos de la Alcaldía Distrital (Alcaldía Mayor de Bogotá) en los cuales se benefició la comunidad de Kennedy y formular proyectos desde la Mesa Cultural de Encuentros Ciudadanos que hoy siguen vigentes en nuestra localidad. ¿Cuáles han sido las principales dificultades que ha tenido que sortear en su labor como gestora social? Lograr que esos proyectos en los cuales aportaste sigan el curso real que la comunidad necesita, es decir, cuando se formulan los proyectos, la mayor parte de su gestión se
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pierde cuando su ejecución no es la más honesta y buena, especialmente cuando hay intereses creados alrededor de la contratación y termina uno solo en el proceso. También los mecanismos impuestos de alguna manera por las alcaldías con los últimos decretos, en especial el 101, en el cual el Alcalde Local es autónomo en muchos contratos. Sin embargo, pienso que el Consejo Local de Cultura juega un papel político importante en estos espacios logrando que de cualquier forma no se pierdan los procesos. Creo que en este ejercicio, es importante que para que los procesos y continuidad de los mismos cumplan su cometido, los ciudadanos y ciudadanas hagan la respectiva veeduría de sus recursos, los cuales tratamos desde nuestra labor cultural que desempeñen el objeto social en nuestra Localidad. Durante su desempeño como gestora local, ¿ha participado en iniciativas de la administración distrital sobre los derechos de las mujeres? Estuvimos participando con varias lideresas a inicios del año 2004 en el proceso de construcción colectiva
de la Política Pública de Mujer y Géneros. El 21 de julio del mismo año, también participé del proceso de organización de la Mesa Diversa de Mujeres. ¿Conoce usted proyectos liderados por la administración local sobre derechos de las mujeres en su Localidad? Si por supuesto. Hay proyectos propuestos desde las Mesas de Participación y Encuentros Ciudadanos que ayudan de alguna manera a sensibilizar sobre maltrato a mujeres, manifestaciones y expresiones culturales, no obstante, falta demasiado desde la misma comunidad en su cultura sexista, debido a que por nuestra historia es muy complicado reeducar y re-aprender para mirar desde otros espectros los derechos, espacios y retos de las mujeres en cada Localidad del distrito. Durante su desempeño como gestora local, ¿ha liderado actividades que vayan en pro de los derechos de las mujeres de su Localidad? Desde mi labor cultural creo que he aportado a procesos donde se gestan derechos para proyectos incluyentes. Desde mi labor como madre, amiga y mujer a todas las personas con las que me relaciono. De cualquier forma aporto a una cultura más activa y sensible frente a la igualdad de mujeres y a la cultura no sexista. ¿Qué considera que hace falta para trabajar por los derechos de las mujeres? Si bien es cierto que hay una Política de Mujer y Géneros, siempre hacen falta más espacios de participación, construir red no es fácil, es un camino que se construye día a día en la medida que las mujeres acepten, comprendan y se sientan parte de unos nuevos derechos. A veces el desconocimiento de nuestra labor, las leyes y las políticas que se han ganado en los últimos años todavía no han generado el impacto que todas deseamos. Es importante generar una red con grupos de mujeres existentes en cada localidad, fortalecer los procesos y ganar cada día más espacios en cada Localidad, pero con muchos argumentos en todos los campos no sólo el cultural y artístico, sino en todos en los que nos veamos representadas. El respaldo de la Administración Distrital es muy tenue pero, siempre he creído que en la medida que hagamos más uso de esas instancias y seamos propositivas, seremos más visibles para crear, gestionar y desarrollar proyectos que fortalezcan a nuestras mujeres. Las mujeres tenemos que enamorarnos de todas las herramientas, de esas políticas que muchas como
nosotras hemos forjado desde hace muchos años y ya que las tenemos, debemos seguir irradiando a más mujeres para que se apropien de estos espacios. Por último, hay que mirar de qué forma en los espacios de participación se aporta y se delegan personas comprometidas con su representación, sus derechos y deberes frente a una comunidad. ¿Considera que es necesario involucrar a los hombres en los temas relacionados con los derechos de las mujeres o es suficiente sólo con que haya mujeres? El ejercicio de re-aprender como dije está en hombres y mujeres. Nuestra relación al 100% es con los hombres, padres, hermanos o hijos. No podemos excluirlos del contexto donde nos encontremos. Durante su desempeño como gestora local, ¿ha considerado que ser mujer ha representado un obstáculo para su labor o una ventaja? Pienso que ha incidido en la medida que en la Localidad de Kennedy el movimiento cultural, desde hace 15 años, lo han formado organizaciones y artistas en su gran mayoría hombres. Sin embargo, me he abierto camino logrando entender a veces esas posiciones machistas y trogloditas (sic) de algunos que quedan en la Localidad. ¿Qué tipo de trabajo en pro de los derechos de las mujeres considera usted que necesita su Localidad? El trabajo siempre será poco para la labor que las mujeres desempeñamos en el mundo. En la localidad de Kennedy, debe haber más conocimiento en cuanto a la Política de Mujer y Géneros, pero no como aquellas clases magistrales sino desde lo cotidiano, desde la labor de nuestras madres, amigas, vecinas y colegas. Debe propenderse por tener más conocimiento de nuestras mujeres campesinas, y desde nuestros trabajos. Debemos hacer trabajo de memoria de historia colectiva de nuestras mujeres en la Localidad resaltando su importancia, y tomando en cuenta desde los casos y conflictos de una comisaría, hasta las grandes tardes alrededor de un chocolate. ¿Cuáles cree que serían las principales herramientas necesarias para ejecutar un trabajo por los derechos de las mujeres en su Localidad? Divulgación de la información sobre las políticas y deberes de las mujeres. Más conocimiento de los procesos de mujeres en la Localidad. Apoyo verdadero desde la administración local, y gestionar recursos afuera, buscar otras opciones de financiación. El interés sólo lo
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despertaremos en otras mujeres cuando vean nuestros avances y nuestro trabajo, e igualmente, el compromiso que nosotras podamos asumir frente a labores que las involucren. ¿Conoce usted el Plan de Igualdad de Oportunidades? Sí, lo he mirado desde la participación en todos los campos, sólo que a veces en el papel es interesante pero en el ejercicio cotidiano los mismos funcionarios no lo aplican. Los mismos consejeros de nuestras localidades lo desconocen, y los mismos ciudadanos y ciudadanas.
Sí, claro. Como lo dije, es la carta de navegación en nuestra labor y la construcción de tejido humano pero, más que eso, debemos ejercerlo desde nuestras familias de la forma como educamos a nuestros hijos e hijas para que estas herramientas sean las que les brinden en una totalidad, todos los derechos y oportunidades que debemos tener en un futuro las mujeres de éstas y otras generaciones.
¿Considera que es una buena herramienta para la búsqueda de la equidad de la mujer?
Marisol Ramírez
Consejera de Cultura de la Localidad de Fontibón
¿Qué actividades culturales desarrollan ustedes en la Localidad? En el desarrollo de la dinámica cultural de Fontibón, tenemos grupos de reconocimiento a nivel nacional e internacional en teatro, danza y música. Además, el patrimonio cultural de la Localidad es importante dentro de la misma Localidad y a nivel distrital. ¿Cuál es su labor específica como gestora social en el tema de los derechos de las mujeres? Mi proceso lo inicié desde hace 15 años. Yo represento el tema de Mujer y Género a nivel del Consejo Local (de Cultura). Para mí ha sido una labor muy gratificante, máxime cuando por primera vez hemos sido elegidas por voto popular. A nivel distrital tenemos una representación dentro del Consejo, lo que nos ha permitido dar a conocer temas relacionados con la Política Pública de Mujer y Géneros y el Plan de Igualdad de Oportunidades para que otros consejeros se enteren en qué consisten y cómo podrían apoyarlo. ¿En qué consiste el teatro con perspectiva de género que desarrollan ustedes?, ¿Desde hace cuánto llevan a cabo esta labor?
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A partir de los 18 años inicié mi formación en drama y pedagogía lo que me motivó a conformar un grupo de teatro llamado “Nat” compuesto por 6 niñas y 8 niños con quienes trabajo el tema del teatro pedagógico con énfasis en género. Con este proyecto, hemos presentado obras de teatro sobre el lenguaje incluyente rescatando los valores para fortalecer a los niños y a las niñas. Actualmente estamos montando el primer grupo de teatro de género en la Localidad, que está conformado por 8 mujeres llamado “Teatro de Género de Fontibón”. Con esta iniciativa, queremos promover una cultura libre de sexismo y manifestar la igualdad en torno a los géneros rompiendo con paradigmas tradicionales y estereotipos marcados. ¿Cómo abordan la cuestión del lenguaje incluyente en su labor? Nosotros nos hemos visto abocados culturalmente, a raíz de la tradición patriarcal, a que el lenguaje también sea una manifestación del sexismo, pues siempre se sobreentiende que el “todos” en género masculino incluye al femenino y que esto se da es por tradición. Sin embargo, en vista de la dinámica que nosotros hemos venido manejando, y en mayor conocimiento del tema, ahora utilizamos un lenguaje incluyente, aunque no
muchas veces, pues incluso a nosotros se nos dificulta, y en ocasiones, nos resulta hasta antiestético. Es un poco difícil pero estamos con la lucha de que siempre se haga uso del lenguaje incluyente dentro de la Localidad. ¿Qué opinión tiene sobre la cultura libre de sexismo? Yo creo que todavía nos queda un camino muy largo por recorrer porque de todas formas, cuando nosotros hablamos de cultura, nos estamos metiendo un poco con lo que ha sido la tradición histórica y social, un poco de lo que nosotros hablamos en nuestro grupo de teatro de género, especialmente, lo referente a cómo a partir de la sociedad, la política, la religión y la cultura, se viene estigmatizando a la mujer con el estereotipo de que somos inferiores. Nos falta muchísimo para alcanzar la equidad, y estamos trabajando en eso porque, realmente, es un tema importante el concientizarnos a nosotras mismas y tratar de concientizar a los demás, de que debemos cambiar la cultura para transformarla en una libre de sexismo. ¿Cómo ve los avances que se han dado a nivel de la administración distrital en los derechos de las mujeres? A comparación de unos años atrás se ha visto mayor apoyo a nivel distrital. Desde la Alcaldía hasta la Secretaría
de Cultura, nos han dado más apoyo aunque no es el que quisiéramos, ni el que sería ideal porque, para eso se requiere, no tanto un respaldo económico, sino poner a disposición a los funcionarios y funcionarias para que sean un poco más abiertos al tema, pues son ellos mismos los que muchas veces incurren en la discriminación hacia las mujeres, en el maltrato hacia ellas, y en todas esas actitudes discriminatorias, por lo que debería abogarse en la administración pública, porque las mujeres mismas nos concienticemos que somos parte importante y dinámica de nuestra sociedad para poder ampliar un poco más la cuestión de la cultura libre de sexismo y los recursos, porque, cuando se destina un recurso para las mujeres, se piensa que ellas ya tienen suficiente, y nunca es suficiente para todo lo que se necesita hacer por ellas. ¿La mujer ha avanzado en el ámbito académico? ¿Qué opina? Hoy la mujer ha avanzado en la parte académica desde una literatura de lenguaje incluyente, vinculándose en sus escritos y aportes desde diferentes disciplinas. No obstante debemos prepararnos, enriquecernos intelectual y profesionalmente, para poder participar con mayor eficiencia y efectividad en los diferentes espacios que se nos brindan desde los estamentos públicos.
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Lilia Avella
Edilesa Localidad de Engativá
¿Desde hace cuánto tiempo se desempeña como edilesa de la Localidad de Engativá?
¿Qué relación ha tenido el tema de los derechos de las mujeres y su actividad como edilesa?
Llevo 7 años como edil y este es mi segundo periodo.
Cuando inicié mi actividad como edil –yo no digo edilesa no porque no sea incluyente, sino porque eso me suena a feudalismo– y en calidad de representante de las mujeres, se inició también al lado de ellas un proceso en el cual generamos la activa participación en la búsqueda de una Política Pública para la Mujer, la cual concretamos a través de la Casa de Igualdad de Oportunidades que no estaba prevista, porque Engativá no era una localidad de emergencia social, sin embargo, aquí logramos la movilización de mujeres y la puesta en marcha de la Casa de Igualdad de Oportunidades. En este espacio, a través de programas como “Mujeres de los Miércoles” con siete años de trabajo en la Localidad, hemos consolidado la búsqueda de espacios muy amplios donde el lenguaje incluyente, la actitud, el propósito y las metas tengan como componente el reconocimiento de la mujer, nuestros derechos y nuestra acción y el reconocimiento en todos los aspectos de la participación de una franja poblacional que en Engativá es del 53.2% de acuerdo con las estadísticas y que, en general, tenemos que advertir que mantiene la constante de la historia de la mujer, pues estamos en condiciones de desigualdad en todos los terrenos económico, político, cultural, social, ambiental y todos los demás espacios. La mujer, desafortunadamente está supeditada no sólo a nivel económico sino que hay una cultura en la cual está en condición de inferioridad, de manera que creo en el lenguaje incluyente, en el lenguaje diverso en el cual las mujeres seamos claramente reconocidas al igual que otras poblaciones, como en el caso LGBT, que aquí en Engativá empieza a incursionar no con pocas dificultades, pues ha habido debates violentísimos contra la diferencia que hemos efectuado algunas y algunos del tema de LGBT, al igual que con las mujeres. Sin embargo, el tema de mujer aquí ya ha tenido un mayor reconocimiento.
¿Qué se ha trabajado en el tema de cultura en la Localidad? Dentro del Plan de Inversión que votamos anualmente en la Junta Administradora Local, hemos generado importantísimos recursos para el tema cultural. Una tarea que me propuse desde un comienzo, fue la defensa de la Casa de la Cultura tomando en cuenta que las estructuras de las Casas de Cultura en las diferentes localidades de Bogotá, tienen un tratamiento bien complicado porque es un paso hacia la privatización, ya que cuando yo ingresé como edil, muchas de ellas ya se encontraban en manos privadas. Esta situación se ha fomentado porque el presupuesto destinado por la Secretaría de Cultura es mínimo. En el caso de Engativá son 60 millones de pesos que escasamente alcanzan para el pago de servicios públicos y de algunos gastos generales, lo que impide que desde lo local se pueda desarrollar un programa amplio que corresponda al plan de desarrollo actual de la Bogotá Positiva. No solamente desde el tema de presupuesto hemos respaldado la cultura, sino a través de otros medios. En los últimos años, el Consejo Local de Cultura ha empezado a incidir de manera muy fuerte porque antes solamente era un Consejo de papel, hoy es mucho más enérgico con hombres y mujeres, especialmente ellas, muy destacadas, que han logrado que el tema de la cultura se coloque en un punto importante dentro de la Localidad. El último año se redujo un poco el presupuesto asignado por la Junta Administradora Local, teniendo en cuenta que los procesos contractuales se han ejecutado a través de figuras privadas y que la Casa de la Cultura, ha perdido bastante espacio. Sin embargo, mantenemos un apoyo total desde el punto de vista presupuestal y el respaldo, especialmente, a la participación activa de las mujeres en el tema cultural.
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Es necesario rescatar la participación de mujeres tan valiosas para la comunidad como Aura Nelly Guachetá o Lilia Alarcón, quienes han logrado desarrollar un papel
muy importante, no solamente en el tema específico de cultura, sino que, con mirada de mujer, han incursionado en el tema de Política Pública, y eso ha abierto un camino expedito para profundizar en los proyectos del plan de desarrollo de Samuel Moreno Rojas. ¿Cree usted que la mujer tiene reconocimiento a nivel cultural en su Localidad? No, para nada. Aquí estamos en una situación muy compleja igual que en Bogotá y en el país. Lo que reconozco es que hay un grupo de mujeres que empiezan a ganarse sus espacios “con las uñas”, con un esfuerzo muy grande, con un interés más personal que una posibilidad cultural o de un proyecto político claro. Así estamos dándonos la pelea por la violencia contra las mujeres, con muy pocos recursos, con pocas opciones culturales porque hay una
cultura del machismo y de la violencia entronizada, así como nos pasa en materia cultural. Las mujeres vienen luchando espacios para el reconocimiento cultural de su accionar y en eso es que estamos como muchas mujeres de esta localidad. Pero debo decir que el camino no es fácil tanto en nuestros derechos como en el tema cultural. Luchando por el reconocimiento de su accionar, ojalá podamos continuar en la siguiente vigencia de alcalde o alcaldesa para que estos espacios ganados con dificultad puedan seguirse fortaleciendo; retroceder en eso sería lamentable para quienes han dado la pelea por situar el tema cultural de las mujeres en un papel preponderante en la Localidad.
Nohora Pulido
Preside la Fundación Colectivo Conmujer de Suba
¿Cuál ha sido su trayectoria como lideresa de la localidad de Suba? Imagino que ha sido muy satisfactoria para usted… Sí. Me he sentido muy orgullosa de ser una lideresa y la Presidenta de la Junta de Acción Comunal de Centro Suba. Para mí ha sido un logro muy grande, pues me doy cuenta que nosotras las mujeres si podemos y estamos avanzando a pasos agigantados. Cuando comencé a ser lideresa ya era profesional, esto me motivó a trabajar más por las mujeres de Suba por lo que creé una fundación para ellas, de la cual además soy presidenta. Mi labor no ha sido fácil, ya que ha implicado dejar a un lado el rol de ama de casa a convertirme en una figura pública. Afortunadamente he contado con el apoyo de mi esposo y de mis hijos que me han comprendido, por lo que mi rol de ama de casa no se ha convertido en impedimento para desarrollarme como profesional. Yo sé que mis hijos se sienten orgullosos cuando me hacen reconocimiento público por el trabajo que hago por las mujeres. Las mujeres tenemos la capacidad para alcanzar las metas más altas puesto que somos inteligentes y luchadoras, por
ello debemos aprovechar para empoderarnos de lo que nos corresponde como es la Política de Mujer y Géneros donde se establecen ciertos derechos para todas sin importar si son indígenas, blancas, negras, etc. ¿Qué prácticas culturales se destacan en la Localidad? Me gusta mucho mi localidad porque tiene un vasto patrimonio y diversas culturas. Aquí existe un asentamiento Muisca que admiro mucho, porque me fascinan sus historias y la forma de crianza de sus niños que está a cargo de los abuelos mientras los padres salen a trabajar. Además los niños, sin importar el género, llevan el apellido sólo de la madre y no del padre. Ellos dan gracias a los dioses Muiscas, a la naturaleza, a la tierra, al agua. Usualmente lo hacían en el río Juan Amarillo de Tibabuyes –tierra de artesanos– aunque hoy esos humedales están invadidos de basura. Me gustaría a través de mi labor rescatar las artesanías que para los Muiscas son sinónimo de historia y patrimonio ancestral. Me gustaría que los indígenas fueran más visibilizados sin pretender que cambien su forma de vida o su cultura
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y siempre respetándolos, pues aunque son un cabildo Muisca, no tienen territorio. La comunidad está siendo sometida a un proceso de aculturación debido a que se les entregan dádivas como la exención de prestar servicio militar a los jóvenes y auxilios económicos como la reducción de algunos costos de la universidad. Suba tiene mucha diversidad de la cual deberíamos sentirnos orgullosos. Las mujeres son aguerridas y emprendedoras, ellas han movilizado varios procesos. Sin embargo, aún nos falta avanzar más por ejemplo en el tema de las violencias que causan mucho daño a la sociedad, y la sociedad somos nosotras, y el futuro también, porque somos fuente de vida. ¿Qué razones justificarían implementar una cultura libre de sexismo? Tanto hombres como mujeres, a pesar de tener diferencias físicas, tenemos las mismas capacidades para emprender lo que nos propongamos. Sin embargo, ser mujer es una bendición porque podemos dar vida a un ser y es una de las labores más bellas que podamos realizar, así no sea la única actividad que estemos en capacidad de emprender, pues debemos pensar en realizarnos como seres humanos y como personas, saber que nuestros ideales y sueños no se cortan por ser madres. Queremos más igualdad. Chateando con mujeres de países europeos, he notado que el sexismo no es una condición exclusiva de las mujeres en la Localidad, el distrito o el país. Tengo una anécdota. En una oportunidad, estando en una reunión de la Junta de Acción Comunal, llegó mi esposo que es abogado. Una de las señoras, que tiene el machismo en la cabeza me dijo “Vaya atienda a su esposo”. Le dije que lo atendería cuando se acabara la reunión. “Si ve, por eso es que se acaban los hogares, porque uno tiene que irse de narices allá cuando llegue el marido”. En ese momento me dije ¡por favor!, ¿en qué siglo estamos? Cada cual tiene su espacio, ya encontraremos espacio para compartir, pero cuando adquiero una responsabilidad la tengo que cumplir porque ese es mi papel como lideresa. Hay que hacer acciones distintas que creen sinergias frente al movimiento de mujeres y que atraigan nuevas simpatizantes, dispuestas a trabajar y tengan por qué y con qué trabajar. El espacio nuestro es haber conquistado herramientas para que esas otras mujeres trabajen y sigan hacia adelante, pero no decirles que los hombres son lo más espantoso del mundo porque entonces tendríamos que acabar con nuestros esposos e hijos.
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¿Cuál es su posición sobre la violencia contra las mujeres? Es un inaceptable social. Tú puedes adorar al hombre de tus sueños pero si te pone los ojos morados, de tal suerte que no te va a permitir cerrarlos para soñar pues… Es una falta de respeto. En la medida en que tú tienes una relación con alguien no tienes por qué recibir malos tratos de aquella persona a la que le entregas tu alma, tu vida, tu corazón, tu cuerpo o todas las cosas que tienes. Cualquier relación debe partir del respeto. ¿Considera que ha habido avances jurídicos en los derechos de las mujeres? Ha habido avances importantes pero falta implementar mucho más. El tema es que no ha habido voluntad política porque los que toman las decisiones son hombres y cuando nosotras nos aproximamos a ellos ven pasos de animal grande. Nosotras también tenemos algo de culpa porque nos hace falta hacer fuerza, pues somos la mayoría, podríamos apoyar candidatas que apoyen nuestras causas y no los que nos prometen dádivas. Nosotras no nos hemos empoderado, no sabemos qué es lo que somos, qué es lo que tenemos, para dónde vamos y si no sabemos para donde vamos pues cualquier bus nos sirve. ¿Qué apoyos se requieren para las mujeres por parte del Distrito? Oportunidades, como se las han dado en la Casa de Igualdad de Oportunidades. Hacen falta más mecanismos, más herramientas para que las mujeres se empoderen, sepan conseguir su ingreso, sepan mantener a su familia, ser madres presentes y evitar problemas familiares a causa de esto. Por esto, hemos dinamizado varios procesos relacionados con la producción de quinua, amaranto, perfumes y relacionados, para que las mujeres puedan producir desde sus casas y puedan estar pendientes de sus hijos. Además hay que profesionalizarlas. Abrir espacios para que al menos en dos horas semanales puedan aspirar a tener un título que les permita acceder a un trabajo digno.
Myriam Triviño
Gobernadora del Cabildo Indígena Muisca de Suba
¿En qué espacios de participación local ha trabajado? Hace dos años, en el Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal (IDPAC) se gestionó un encuentro sobre mujer indígena, para luchar por la recuperación de la tradición, pues nuestras actividades ancestrales giran en torno a la crianza de los hijos, el ejercicio de las labores agrícolas y la elaboración de artesanías, aunque hoy muchas trabajan como empleadas del servicio doméstico. Evidentemente los contextos han cambiado y en ese evento lo que discutíamos era cómo nos veíamos ahí. Por eso estuvimos en el Comité de Mujer y Género del IDPAC de Suba el 9 de agosto, el día internacional de la mujer indígena. Ha sido un proceso complejo porque, aunque la cultura Muisca sea una cultura de mujer, los hombres eran los que gobernaban. Antiguamente nuestra estructura de gobierno la componían los cacicazgos que fueron suplantados por una estructura llamada cabildos. Desde ahí nos postulamos a los cargos. Yo estoy en mi cargo desde hace 20 años, hice parte del Consejo de Jóvenes y desde ahí hacemos un trabajo bonito de reconstrucción de la memoria con nuestros abuelos. Posteriormente entré a la universidad, me formé como Ingeniero Agrónomo y se me dio la oportunidad de retribuir a la comunidad. Hace más o menos cuatro años me postulé como Alcalde Menor y trabajé en ello desde 2007. En el 2009 fui Gobernadora de Cabildo y este año estoy ya en mi tercer período. Se nota la diferencia al hacer este trabajo entre hombres y mujeres, pues nosotras somos más organizadas y tenemos habilidad para ocuparnos de más cosas, mientras los hombres son algo despistados. Uno de los proyectos de los cuales me siento muy orgullosa es el haber establecido los jardines infantiles indígenas en 2010, donde están nuestros sabedores enseñándoles a nuestros niños bajo nuestros usos y costumbres, lengua materna, tejido y etc. Esa iniciativa la dio una compañera líder de la comunidad que estaba preocupada por tener un espacio en el que nuestros niños fueran cuidados mientras nosotras salíamos a trabajar. Vienen otros proyectos con la Secretaría Distrital de Educación para abrir un colegio indígena, para que se
eduquen bajo nuestros usos y costumbres, y aprendan un arte. Permítanme y les cuento la historia tradicional: los niños a los 5 años eran enviados a la Kuka Muisca, una casa de pensamiento donde estaba el abuelo, y ellos sólo tenían contacto con él hasta los 14 años. Se suponía que cuando los niños salían de ahí, tenían ya un arte, sabían pescar, sabían cazar, tejer redes, ya podían defenderse. Nosotros pensamos el jardín un poco al estilo de esa casa, pero la dificultad es que al cumplir los 5 años los niños pasan al colegio y no queremos que se pierdan esos conocimientos y esa primera formación de infancia que es donde se educan con identidad y valores. El sentirse indígena implica sentir la esencia, el encuentro espiritual con la tierra, con los abuelos, con los padres, son diferencias en el pensamiento y en el sentir. Tenemos arraigo en el territorio, nos une la tierra, aquí nacimos, aquí están mis abuelos, aquí vivieron mis bisabuelos. Hubo un proceso de transformación territorial cuando Bogotá se anexó al distrito, porque esto era un municipio con sus fincas, nuestros abuelos cultivaban las hortalizas, por eso hay diferencias en ese sentir y en ese pensamiento que nos heredaron los abuelos. Eso forma parte de nuestro patrimonio cultural intangible, lo que para nosotros es el territorio. La conexión que tenemos con él no es la tierra que yo piso sino todo lo que me rodea, las montañas, los árboles, mis hermanos, mi familia, eso es territorio, así que tiene una connotación mucho mayor que para cualquier otra persona. Es la laguna, la tierra que me da de comer, el sol, la luna. Para nosotros ese patrimonio intangible debe ser el territorio y la familia en la cual nos fundamentamos y que la conforma no sólo papá, mamá e hijos, sino mi tía, mi primo, mi tío, somos familias numerosas. ¿Qué opina sobre la violencia contra las mujeres? Estamos en contra de ella. En nuestra cultura las personas que maltrataban, eran sometidas a castigos si el cacique se enteraba de que, por ejemplo, un hombre maltrataba a una mujer porque se supone que todos somos iguales. En la cultura Muisca todos somos complementarios. Hay
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una historia muy bonita sobre la serpiente de oro, de la laguna de Tibabuyes, que hace referencia a esa mujer sabia que con su pensamiento orientaba a la comunidad. De todas maneras, la aculturación en nuestra comunidad es responsable de la persistencia del machismo. Antiguamente la mujer era muy respetada, iban a los cultivos a trabajar así como teníamos los mismos derechos, era la dadora de vida. Antes era la mujer la que le daba el apellido al hijo, nuestras abuelas les daban el apellido a sus hijos. Desde la imposición española son los hombres los que dan el apellido, eso ha hecho que se pierda la línea de nuestra consanguinidad. Por otra parte, la Política Pública de Mujer y Géneros. Pienso que le faltó mucha más participación de los pueblos indígenas en su formulación. Las mujeres indígenas sólo fuimos convocadas a dos encuentros y hay varias cosas que no reflejan el sentir de las mujeres indígenas, el cómo nos sentimos violentadas cuando nos tratan como “india”, cuando nos discriminan. La Política Pública habla de grupos étnicos pero no se hacen diferencias, las mujeres afro son diferentes a las mujeres indígenas. Mientras las mujeres blancas fueron las que lideraron el proceso de liberación de los hombres, de dejar ser sometidas, en cambio nosotras como indígenas tenemos que empezar a gestar ese proceso porque dentro de nuestros usos y costumbres la mujer debía respetar al hombre, acompañarlo siempre y asumir todas las decisiones que él tomaba. Ya con nosotras es diferente
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porque nos hemos formado, pero si hablas con una abuela ella no estaría de acuerdo si le dijeras que no se deje de su esposo. Incluso, hay jóvenes que han sido criadas dentro de ese pensamiento. ¿Cómo fue el proceso de articulación de los cabildos en la Localidad? Al comienzo fue difícil, fuimos los primeros en articularnos en 1989. Fue el primer cabildo que se organizó en el Distrito y en la ciudad, de hecho la primera toma de posesión tuvo lugar el 20 de junio de 1991. En este momento somos uno de los cuatro cabildos indígenas de la Asociación de Cabildos Indígenas de Bogotá, y en el Distrito sólo hay 5 cabildos indígenas organizados. ¿Cuáles han sido los principales desafíos que ha tenido que asumir como lideresa? No es una labor sencilla dado que tengo que representar a 2200 familias y manejar 6000 personas que son las que conforman mi comunidad. Me siento orgullosa cuando participo en diferentes espacios de participación con entidades locales y distritales donde represento a mi comunidad. Hablo de mi comunidad, la presento, defiendo nuestros derechos. Buscamos defender los derechos de la comunidad indígena que han sido vulnerados y luchar por el fortalecimiento del pueblo indígena y evitar que nuestra cultura se extinga.
María Helena Vásquez
Consejera de Cultura de la Localidad de Barrios Unidos
¿En qué consiste su trabajo? Llevo en mi localidad 25 años y como gestora social 6 años. Mi función como lideresa aquí en la Localidad es representar a las mujeres en diferentes espacios como lo político, sector productivo, social y en la Política Pública de Mujer y Géneros. En el Comité de Mujer y Género soy representante de las mujeres ante el Consejo Local de Cultura. Inicialmente participé en las diferentes capacitaciones que ofrecía la Secretaría de Integración Social en la Localidad, hice diferentes cursos y me preocupé porque las mujeres pudieran trabajar para el sustento personal y de sus familias, y además en el fortalecimiento de su autoestima para ser así útiles a la sociedad, pues considero que para seguir adelante es necesario prepararnos, capacitarnos, además de hacer uso de los derechos que tenemos las mujeres. ¿Qué es lo que más le gusta de ser gestora local? Para mí lo más satisfactorio como gestora local, es luchar por los intereses de la mujer para mejorar su calidad de vida. Lamentablemente este tipo de trabajo no recibe ninguna recompensa, puesto que no se nos reconoce ni el tiempo ni el trabajo invertido en la labor como gestoras. Esta situación la hemos manifestado en las diferentes mesas de Mujer y Género, puesto que con varias compañeras consideramos que debería dársenos un subsidio ya que invertimos tiempo valioso y estamos defendiendo los derechos la mujer, labor en la que se han logrado grandes avances.
tenemos la Plaza de Artesanos, pero para nosotros la comercialización de nuestros productos allí es complicada porque los presentamos y siempre nos dicen que no tienen diseño, que no tienen calidad, y no nos han dado la oportunidad para participar en ningún festival que han hecho allí. Esa Plaza está en la Localidad de nosotras, por lo tanto debería estar abierta cada fin de semana para que las artesanas podamos vender nuestros productos y no solamente para las de la Localidad sino de las localidades en general. La Plaza se utiliza por ahí dos o tres ferias en el año por lo que está subutilizada, sumado al problema de que nos ponen muchos inconvenientes en el diseño y en la confección de las cosas porque tiene que ser en fibras naturales y no nos dan la capacitación suficiente para cumplir sus criterios. Nosotras si queremos superarnos, si queremos participar, claro, aunque eso es lo que estamos haciendo hace más o menos cinco años y pues, no se nos ha dado la oportunidad de poder vender nuestros productos. Tampoco tenemos un espacio dentro de la Casa de Igualdad de Oportunidades a través de las cuales podamos hacer ferias donde presentar nuestros productos. Todo esto ha representado una barrera para nosotras.
Usted es artesana ¿cuál es la situación de las artesanas en la Localidad? Las redes de artesanas no están reconocidas en la Localidad. Esto ha representado todo un inconveniente, porque si bien nos reconocen como coalición, el trabajo de la mujer no es valorado y a las artesanías no se les da el status que deberían tener. Nosotros en la Localidad
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Isabel Cabrera de Castillo Localidad de Teusaquillo
¿Cómo empezó su trabajo como gestora local? Llevo 53 años en la Localidad. Vi crecer este barrio (El Recuerdo). Era un barrio de gente profesional. Aquí se vivía tranquila y cómodamente pues había mucha naturaleza. Mi trabajo como gestora empezó reuniéndome con un grupo de amigas para trabajar en favor de las mujeres. Nos reuníamos en diferentes casas y compartíamos temas que tenían que ver con la importancia de la mujer en la sociedad. A estas reuniones las denominamos inicialmente “Tertulias” y más adelante “Consejo de Sabios”. En este espacio conversábamos sobre temas de mujer y política, leíamos noticias, y yo aprovechaba a mi esposo que era periodista y le preguntaba sobre estos temas, lo que nos servía para mantenernos actualizadas y motivadas. ¿Cómo ve a la mujer desenvolviéndose a nivel profesional? Creo que aún existe una especie de celo cuando la mujer ocupa un cargo directivo, pues todavía subsisten ideas machistas que contemplan que la mujer no puede estar en este tipo de posiciones. Allí es donde considero que se debe luchar y aprovechar esa cultura libre de sexismo para fortalecernos y contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos. Las mujeres somos supremamente entregadas a nuestras labores y a las actividades o trabajos que desempeñamos, pues sabemos distribuir el tiempo y somos organizadas, todo esto debe potenciarse y aprovecharse para mejorar nuestra situación como mujeres. Por eso invito a los y las demás para que con un gran compromiso y responsabilidad sembremos una buena semilla, para que dentro de unos años, las mujeres tengamos una participación política en igualdad de condiciones, y una cultura libre de sexismo que nos permita valorar tanto a hombres como a mujeres y que nuestros hijos reconozcan el trabajo desarrollado por nosotras. ¿Cree que hay igualdad entre hombres y mujeres? ¿Tenemos o no las mismas oportunidades?
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No, infortunadamente no. Cuando una mujer llega a un cargo directivo hay mucha inquina contra ella. Una cosa que uno no debería pensar pero que es indispensable hacerlo, es que cuando una mujer llega a un cargo, llega con un sueldo inferior al que tenía el señor que estaba ocupando ese mismo cargo. Entonces digo ¿por qué? Las mujeres somos supremamente entregadas a nuestro trabajo, a nuestras labores o lo que hagamos. Yo siempre digo, las mujeres hacemos nuestro primer turno en nuestro hogar. Dejamos todo arreglado, los niños y demás, luego a ejercer. Entonces ¿qué es lo que pasa? Uno está pendiente de lo que está haciendo, absolutamente pendiente, entonces ¿por qué? A pesar de esto uno piensa, esta es la semilla que yo estoy sembrando para cosechar dentro de unos años, y si no sembré una buena semilla no puedo esperar una buena cosecha. Yo no me pongo a pensar que mis sobrinas ni mis hijas son las mejores del mundo, pero, dentro lo posible, si contribuí a que ellas fueran mujeres de bien, mujeres entregadas a lo que están haciendo con sus profesiones limpias, ganándose un salario honestamente y viviendo de lo que se ganaron. Tú me preguntabas del machismo, ¿qué me parece a mí el machismo? Terrible, porque si bien es cierto que la mujer ya descolló a unos cargos directivos y a otros cargos que no son directivos pero son importantes, el señor y la señora están en iguales condiciones. Ahora, la diferencia es muy notoria. A la mujer se le debe respetar porque antes que nada es una mujer, es una madre, es una hija y una esposa responsable, entonces a ella se le debe respetar y como dicen ahora, ni con el pétalo de una rosa. ¿Su esposo alguna vez fue un impedimento para realizar sus labores como gestora? Yo tuve gracias a Dios un esposo que fue mi mejor colaborador, mi mejor incentivo para todo lo que yo pretendí hacer, entonces no tuve en él una tranca para las cosas sino un incentivo, un motor que se prendía todos los días porque él me preguntaba cómo te fue, qué hiciste hoy, etc., era mi crítico, pero no destructor, sino al contrario, pero, desafortunadamente Dios quiso llevárselo.
¿Qué opina de la Política Pública? ¿Debemos seguir avanzando? En mi concepto no se debe parar, ya dimos unos pasos muy bien dados, debemos seguirlos dando en forma firme. Debemos seguir reclamando nuestros derechos, porque los tenemos. Los seres humanos nacemos con derechos, se tienen, no se tiene que ir a pelearlos, no, a mí no me gusta eso de pelear; es hacerles ver a los señores que nosotras estamos reclamando nuestros derechos. Yo le digo cada vez a mi hija que lamento mucho que Dios me haya puesto en este semáforo en rojo y me haya aquietado el 90% del día porque él sabe que yo estaba luchando por eso, luchando con unas personas para
hacerles entender que no es a manera de gritos que se consiguen cosas, es con el comportamiento en primer lugar, y en segundo lugar, usando la cabeza y reclamando lo que se nos ha quitado durante mucho tiempo y que queremos que nos den, no que nos lo devuelvan, no, que nos lo den porque lo merecemos. Menos mal ahora hasta los sacerdotes dicen “ellos y ellas” porque a nosotras nos tenían absolutamente borradas del idioma. Con unas compañeras de los grupos decíamos “cuando alguien diga ellos, nosotras muy cordialmente les vamos a decir “y ellas”. Así lo hicimos muchas veces. Mucha gente se incomodaba o se ponía brava pero es necesario hacerlo por nosotras mismas.
Ana Lucía Ramírez Mateus
Fundadora del colectivo Mujeres Al Borde
¿Qué es Mujeres Al Borde?
¿En qué consiste su artivismo?
MUJERES AL BORDE es un grupo de mujeres bisexuales, trans, lesbianas, heterosexuales, intersex y de personas trans y queer que cuestionamos las normas opresoras de la sexualidad y el género con sus múltiples violencias sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Son 10 años de arte + activismo Al Borde. Durante estos 10 años de CreAcción en Bogotá, hemos trabajado en proyectos con los que buscamos impulsar el nacimiento de nuevos artivismos y artivistas, queremos que seamos cada vez más las mujeres y las personas trans haciendo arte con enfoque de género, de diversidad en la sexualidad y perspectiva postfeminista. También hemos experimentado con la producción radial, el graffitie y la creación de cuentos infantiles con temática lésbica, bisexual y trans. Aquí queremos destacar nuestros dos proyectos principales, uno, el proyecto de formación y creación teatral “Queer Teatro Las Aficionadas” y dos, el de creación y formación audiovisual “AL BORDE Producciones”. Ambos espacios han sido muy ricos en la posibilidad de compartir, crear, valorar y difundir conocimientos sobre nosotras mismas, resistiendo a las formas de conocimiento patriarcales y heterosexistas que invisibilizan nuestras existencias, naturalizando la violencia y la vulneración de nuestros derechos.
Desde abril del 2001 hemos trabajado continua y permanentemente desde la creación artística, la investigación, la producción cultural y comunicativa, el ciberactivismo y la apertura de espacios de encuentro y trabajo comunitario por el respeto, el reconocimiento, la visibilidad y el ejercicio pleno de derechos de las mujeres con diversas orientaciones sexuales, expresiones e identidades de género en Bogotá y Colombia. Hemos hecho una apuesta importante por crear y propiciar experiencias de activismo contrasexual, hecho desde el arte, la parodia, el humor, la creatividad, el placer y el deseo tanto a nivel local, y también con activistas de otras ciudades Suramericanas como Santiago de Chile y Asunción (Paraguay). Creemos plenamente en las posibilidades del arte y de la micropolítica para generar redes de afecto y de trabajo colectivo que potencien el cambio social y sexual que soñamos.
En Colombia somos la única organización de mujeres LBTIQ que tiene como apuesta central y permanente la producción audiovisual y teatral independiente como espacio vital para lograr el cambio social y el ejercicio
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Cortesía: Mujeres Al Borde. Detrás de cámaras ESCUELA AUDIOVISUAL AL BORDE. Archivo Mujeres Al Borde 2011.
pleno de derechos de las mujeres y de todas las personas disidentes de las normas sexuales y de género. A pesar de los escasos recursos económicos con los que contamos, hemos logrado consolidar un trabajo de artivismo con enfoque comunitario, de género, postfeminista y con perspectiva de derechos humanos. ¿Qué es la Escuela Queer Teatro Las Aficionadas? La producción teatral ha sido nuestro escenario para la transformación del mundo. Cada año, abrimos nuestro experimento de formación y creación teatral aficionada y queer. Es gratuito, tiene una duración de 9 a 12 meses y está abierto a personas de todas las edades e identidades, que quieran aprender, hacer teatro, y trabajar por los derechos de las mujeres y las personas LBTIQ desde el arte. Hasta la fecha (2011) han sido beneficiadas y participantes de este proyecto teatral 70 mujeres con identidades bisexuales, lésbicas y heterodifusas, 16 personas trans, bigénero o sin interés en definirse en el género, 10 jóvenes hombres en su mayoría menores de edad bisexuales, gays y una mujer intersex. La Escuela es liderada por dos Mujeres AL BORDE Claudia Corredor y Cecilia Ramírez, unas convencidas absolutas de la potencia de la imaginación y el afecto colectivo para revolucionar el mundo. Actualmente participan de la Escuela 15 compañerxs de diversas edades, géneros, identidades, y orientaciones sexuales. Agradecemos mucho el apoyo financiero de Astraea, Fundación Lésbica para la Justicia, la amistad del Teatro R101 lugar que alquilamos para realizar nuestros talleres, el entusiasmo y compromiso de cada unx de “Lxs Aficionadxs” y sus directoras.
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Otro proyecto interesante que tiene Mujeres Al Borde es su Escuela Audiovisual ¿en qué consiste? La Escuela Audiovisual AL BORDE es un proyecto que nace al interior de AL BORDE Producciones. Responde a nuestro interés de profundizar la dimensión comunitaria de nuestro trabajo audiovisual, convirtiéndonos en “entrenadoras” de otrxs activistas de América Latina y el Caribe, estimulando la producción audiovisual como forma de activismo, respeto, reconocimiento, defensa y práctica de los derechos y las libertades de las mujeres sexualmente diversas y de las personas trans en nuestra región. En este 2011 estamos desarrollando el “proyecto piloto” de nuestra Escuela Audiovisual AL BORDE, en la que estamos participando 11 artivistas (7 de Bogotá y 4 de Santiago de Chile), para ello contamos con el aporte voluntario de trabajo y recursos del equipo coordinador de Mujeres AL BORDE, el apoyo de la financiadora holandesa MAMACASH y la amistad de la maestría de Estudios Culturales de la Universidad Javeriana, que nos facilitó el uso de sus salones para los talleres en Bogotá. Estamos muy felices con este nuevo proyecto que tiene como resultado final 6 documentales AL BORDE, hechos desde la mirada, la voz, la memoria, la experiencia y el deseo de 3 mujeres, 2 personas transfemeninas y 2 personas transmasculinxs de América del Sur. Con todo esto, queremos aportar a la producción cultural, artística y de conocimiento de las mujeres y personas lesbianas, bisexuales, trans, intersex y queer e impulsar la producción y visibilidad de audiovisuales con temática de diversidad sexual y de género realizados por nuestras propias comunidades.
Amparo Mancilla López
Ex-Consejera de Cultura de la Localidad de Los Mártires
¿Hace cuánto tiempo trabaja como gestora cultural? Llevo trabajando más de 15 años. Soy Licenciada en Artes Escénicas con énfasis en teatro. Empecé participando en teatro y más tarde fui la creadora de la Fundación Candela en la cual trabajamos artes escénicas y nos hemos dado a conocer en diferentes localidades con gran acogida. También fui Consejera Local por tres períodos como representante de artes escénicas. Mi labor está especialmente enfocada a los jóvenes entre los 12 y 25 años conformando grupos artísticos y culturales. ¿Qué opina de los avances jurídicos que se han dado en torno a los derechos de la mujer? Pienso que muchos están todavía en letra muerta. Varios se ejercerían mejor si las mujeres estuvieran informadas adecuadamente de esto y se concientizaran, así podrían beneficiarse en lo relacionado al trabajo, la igualdad en la educación o salario, etc. Me parece necesaria una campaña a través de la cual se pueda llegar a ellas para que se den cuenta de que tienen herramientas para luchar por su respeto, para no ser vejadas, para que los hombres no las maltraten, no las golpeen, para que no se sientan como personas de tercera por ser mujeres. A mí me parece que se debe desarrollar una campaña concientizando, motivando más que todo a las mujeres de escasos recursos para quienes el marido, usualmente, tiene la última palabra. Las mujeres de capas más altas, también pueden ser sujetas de estas campañas, aunque la situación más grave en materia de derechos es para las mujeres de estratos 0, 1 y 2 con quienes he tenido la posibilidad de interactuar por mi trabajo en varias localidades en Bogotá, y veo que muchas de ellas ven a los hombres casi como un dios por lo que piensan que deben aguantarse porque “así lo quiere Dios” y para eso nacieron, para aguantar y para sacar la casa adelante. Son ellas más que todo quienes necesitan conocer sus derechos. ¿Qué piensa sobre la igualdad de derechos para la mujer? ¿Muchas mujeres entienden lo que significa?
A mí me parece que la igualdad de género está bien pero cuando se entiende. Pienso que no se puede confundir con un libertinaje en el sentido de que la mujer como tal piense que libertad o igualdad de género es irme a un bar, tomarme 10 tragos, 20 tragos e irme con el primero que esté ahí, eso no está mal en el sentido de que uno puede hacerlo, pero no me parece que sea igualdad de género, me parece que ya empieza a ser un libertinaje, porque de todas maneras, la promiscuidad en todo sentido es mala tanto para el hombre como para la mujer, entonces, hay muchas mujeres que han confundido la igualdad de género con libertinaje y son dos cosas completamente diferentes. Me refiero a tener las mismas oportunidades para estudiar, recibir el mismo salario que tiene un hombre, trabajar en una empresa independientemente si es o no bella. La igualdad de género la entiendo como el que yo esté pulso a pulso con el hombre, que tengamos las mismas oportunidades, que nos califiquen de igual forma, que podamos colaborarnos porque de todas formas el hombre y la mujer se necesitan, y que el hombre, como está sucediendo en algunos casos específicos en Bogotá, se está dando cuenta de que la mujer es un apoyo, es una colaboración y que incluso, hay hombres que cuando la mujer es superior en muchos aspectos, él lo acepta y sigue viendo en ella a una compañera. ¿Qué cree que debe destacarse a nivel patrimonial en su Localidad? Me parece que la Localidad de Los Mártires es una de las localidades con uno de los mayores patrimonios tangibles como son los monumentos. Yo adoro el Cementerio Central, soy su mayor admiradora, me parece bellísimo, creo se le debe apoyar más porque, primero, es un cementerio de los más antiguos de la ciudad, y segundo, su parte arquitectónica, sus esculturas son muy bellas. Otra cuestión que me parece muy importante pero está muy descuidada es el Obelisco, lástima que está tan descuidado y que la gente no sepa apreciarlo, está bastante deteriorado. En la Localidad, desafortunadamente, también se ha perdido la historia y la tradición oral de los antiguos, de los adultos mayores que antes vivían aquí, específicamente en Santa Fe, en Samper Mendoza y que
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sabían la historia de que este primero fue un barrio de gente rica de origen judío. Toda esa historia era contada por los más ancianos, sin embargo eso se ha perdido, mucha gente no lo sabe, mucha piensa que Santa Fe es un barrio solamente peligroso pero, a pesar de todo, esta es una Localidad en la que se vive muy bien porque hay mucha tolerancia. Aquí viven señores travestis, prostitutas y sus hijos, viven adultos mayores, habitantes de la calle, aquí todos convivimos y tratamos de tener un mejor ambiente, un mejor entorno. Me parece a mí que una de las localidades más tolerantes en Bogotá es Los Mártires, porque en el barrio Santa Fe vivimos con todas estas poblaciones como la LGBT, y vivimos normalmente. No peleamos con ellos ni estamos en una guerra a muerte, nada de esto, cada uno está tratando de convivir en su espacio y eso me parece a mí muy especial y hace más interesante a esta Localidad. ¿Realiza algún trabajo afrodescendientes?
por
las
poblaciones
Muchas personas me decían que porque no me presentaba como representante de los afrodescendientes, pero mi fuerte siempre ha sido siempre el teatro. Mi color de piel me parece algo secundario y lo mejor es que en Bogotá nunca he tenido inconvenientes por mi color. He presentado proyectos y me los han aceptado por buenos, no por politiquería, ni por otra cosa que no sea calidad. Me gusta mucho que en Bogotá hay igualdad y participación, pues si tienes una buena propuesta te permiten participar. ¿Cómo ha sido el trabajo del Consejo Local de Cultura en la Localidad?
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Respecto del Consejo Local de Cultura, hay gente que sabe que existe y otra que no lo sabe o ha escuchado algo muy somero. Me parece que el Consejo debe tener más fuerza, debe dar más herramientas para que los consejeros puedan trabajar con la comunidad porque, muchas veces el Consejo trabaja con la comunidad, hacen mesas de trabajo, recoge las ideas de la población y todo esto intenta plasmarse pero cuando los proyectos salen de nuestro control nada de lo que se habló ni lo que se pactó queda como se esperaba. Entonces la gente comienza a pensar que los consejeros los engañan, porque gastan tiempo reuniéndose contigo, discutiendo, recogiendo ideas de cada sector especialmente en lo que la gente siente y cree que se necesita. Esto hace que la gente se sienta engañada y uno se siente defraudado. En ocasiones uno se dice ¿pero para qué hacemos esas vainas, si es sólo para llenar un requisito? Conozco los Consejos Distritales de Cultura y a muchos de sus integrantes. Ha sido importante el espacio de participación que está a nuestra disposición para que las mujeres podamos hablar de los problemas que tenemos y de las necesidades particulares en cada una de las localidades. Necesitamos tener respaldo y apoyo, y que cualquier acuerdo al que se llegue realmente se cumpla, porque mientras esto no sea así la gente no nos va a creer. Nosotros hicimos en la Localidad un trabajo muy bueno con las Escuelas Artísticas formales y no formales, fue una cuestión impresionante, se inscribieron más de 1500 personas hace más o menos seis años. Fue maravilloso. Pasamos todas las inscripciones a la Alcaldía para solicitarle apoyo para seguir con el segundo nivel de esta capacitación pero nunca hubo el recurso. A la gente le molestó esto y nunca más volvieron a prestarnos atención, excepto unos pocos, pero ya no fue lo mismo porque la gente se sintió engañada, por eso necesitamos que las entidades apoyen las iniciativas, las ideas o lo que se concrete con la gente y que eso sea sagrado.
Nelcy Ofelia Narváez Ariza
Preside la Junta de Acción Comunal (JAC) y el Colectivo de Mujeres Magadalena Ortega y Mesa Localidad de Antonio Nariño ¿De dónde surgió su vocación por el trabajo comunitario? Soy lideresa de la Localidad 15 de Antonio Nariño, nacida y criada en el barrio Restrepo. Por esto, conozco de cerca muchas de las realidades que nos afectan, particularmente el trabajo de las mujeres del sector del calzado. Considero que son ellas las que mueven el barrio a través del comercio, a pesar de no tener garantías laborales en términos de seguridad social. Por eso, a través de la Junta de Acción Comunal y del Colectivo Magdalena Ortega, una organización del Restrepo pensada para apoyar a las mujeres mediante su visibilización para la participación, apoyamos las mujeres, empoderándolas para participar en los espacios distritales de participación de mujer, así como gestionamos la construcción de un jardín infantil hace 20 años, como proyecto de la Junta de Acción Comunal, donde las trabajadoras del calzado pueden dejar a sus niños y niñas mientras trabajan. En este sector muchas mujeres trabajan a destajo. Son pocas las que logran vincularse formalmente al trabajo, varias son cabezas de familia. Por esto, deben trabajar largos horarios para que el salario les permita suplir todas sus necesidades y las de sus hijos, entre ellas, acceder a un buen lugar para que se los cuiden. Yo misma soy un ejemplo de ello. Hace 30 años me vinculé a la Junta de Acción Comunal porque como docente de preescolar no encontraba un lugar para dejar a mis hijos mientras trabajaba. Así que propuse que gestionáramos la construcción de un jardín infantil pues tuve que abandonar mi trabajo al no tener dónde dejarlos. Luego conseguí ingresarlos a un jardín de Bienestar Familiar pero los horarios de atención no me eran favorables porque salía de trabajar a las 6 de la tarde mientras el horario de salida de ellos era a las 4 de la tarde. Por eso pagaba una persona que los recogiera y los cuidara mientras podía llegar de trabajar, por lo que mi salario se iba en eso. Así fue que construimos el jardín infantil Tierra de Gigantes que lleva 20 años funcionando. ¿A qué instancias de participación por la mujer está vinculada?
Pertenezco al punto focal de mujer y género de la Alcaldía y participamos en el Comité de Mujer y Género. En este momento represento a las mujeres artesanas en el Consejo de Productividad, participamos en la Casa de la Cultura, así como en la Casa de Igualdad de Oportunidades, que nos da la capacitación en lo relacionado a la Política Pública de Mujer y Géneros, junto a las mujeres de la Localidad de San Cristóbal. También participamos en los Encuentros Ciudadanos. Eso ha sido importante, sin embargo, seguimos trabajando para hacernos visibles efectivamente mediante el apoyo expresado en recursos para fortalecer nuestras organizaciones locales. Hemos formulado algunos proyectos pero en el proceso por hacerlos viables, los han cambiado minimizando el impacto para el cual habían sido formulados. Por otra parte, hay que destacar que en los espacios de participación por las mujeres nos tratamos fuertemente, incluso, muchas veces nos vetan porque al vincularnos con alguna organización nos asocian con politiquería. Además, cuando algunas mujeres acceden al poder, toman decisiones que no nos favorecen y que nos hacen más difícil el trabajo. ¿Qué tipo de formación ha recibido para cualificar su participación? Participamos a través de un proyecto que tenía como finalidad capacitarnos sobre el Plan de Igualdad de Oportunidades -desde 2006-, para replicar los conocimientos adquiridos con las demás mujeres. Eso lo hemos hecho en el Comedor Comunitario. Además, capacitamos a las mujeres en artesanías para que puedan ser productivas cuando no tengan otra alternativa que quedarse en sus casas atendiendo sus familias. Ese es el trabajo que dinamiza el colectivo Magdalena Ortega y Mesa. ¿Cuándo surge el Colectivo? Hace 6 años. Magdalena Ortega y Mesa era la esposa de Antonio Nariño, una mujer que no suele ser
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nombrada y mucho menos su trabajo, a pesar de que apoyó incansablemente a Nariño otorgándole hasta sus riquezas. De la misma manera, quisimos conformar una organización en la que pudiéramos capacitar a las mujeres de la Localidad Antonio Nariño en derechos y otras habilidades como computación, artes manuales y/o artesanales, yoga, así como continuamos desde la organización apoyando lo referente al jardín infantil. El colectivo lo conformamos 20 lideresas de diferentes barrios de la Localidad que dinamizamos diferentes proyectos y que nos vinculamos a varias redes mediante la convocatoria que nos ha hecho la Secretaría de Integración Social, y por lo cual formamos parte de la red suroccidente. A partir de allí hemos podido fortalecernos mediante capacitación para la generación de recursos.
ha significado una gran oportunidad para que, por ejemplo, las mujeres maltratadas conozcan las instancias que existen para su protección y puedan acceder a ellas más fácilmente. Ahora vamos a generar un proceso de capacitación en informática a algunas asociaciones de mujeres de localidades como Puente Aranda y Kennedy. También generamos espacios donde discutimos el valor de la economía del cuidado, que es aquel que debe dársele a la mujer que se dedica a las labores de su hogar sin percibir un salario. Esta mujer que trabaja mucho contribuye a que los suyos, y por ende toda la sociedad, pueda ser productiva.
Uno de nuestros logros lo ha constituido el proceso de capacitación en computación para mujeres, lo cual
Leonor Jaramillo
Localidad de Tunjuelito. Entrevista realizada en la Localidad de Puente Aranda
¿Desde hace cuánto tiempo trabaja en esta Localidad? En esta localidad estoy desde el año 62.
cultura. He visto que en la localidad se dictan talleres, pero los considero de difícil acceso por sus costos. Por otra parte, faltan alicientes para que las mujeres puedan conseguir un mejor nivel de vida.
¿Qué tipo de trabajo artístico desarrolla?
¿Qué opina sobre el machismo?
Siempre me ha gustado trabajar tanto en pintura como en otras manualidades como los bordados y las demás clases que pueda tomar. Me gustado trabajar con el adulto mayor, siempre he trabajado con mujeres porque los hombres asisten a estas actividades en menor proporción.
El machismo ha existido siempre. El hombre siempre ha gozado su primacía seamos o no conscientes de ella. A veces las mujeres tenemos que vivir por debajo porque no se nos valora por los artes que sabemos, por lo que somos, y no nos tienen en cuenta. Es una situación que siempre ha existido. Nosotras las mujeres, y en especial las adultas mayores, no tenemos la oportunidad de sobresalir porque nos lo impiden, porque los hombres se sienten como los únicos que pueden saber, y eso es mentira, porque nosotras sabemos mucho y tenemos mucho por hacer. El maltrato siempre ha existido. No sé cómo podría resolverse esto. Incluso algunas mujeres hacen eso, se sienten grandes y pisotean a las personas de abajo.
¿Es visibilizada la mujer a nivel cultural en la Localidad? En esta localidad siempre ha hecho falta eso. No sé por qué sucede. Quizás las mujeres no han tenido un aliciente para trabajar en las diferentes actividades que hay disponibles como las manualidades, la danza, la música o incluso en los grupos de adultos mayores. Siempre ha hecho falta que aquí se extiendan los programas para la
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¿Conoce la Política Pública de Mujer y Géneros? En realidad he sido una persona ajena a estos procesos, no me gustaba meterme en política porque en ese entonces nuestros padres no nos lo permitían porque se decía que la mujer era de la casa. Era la única que tenía que hacer oficio y estarse en la casa, el hombre era el único que
tenía derecho de salir y hacer lo que le diera en gana; en cambio, la mujer no tenía esos derechos, tenía que estarse en su casa, en “su sitio” como dicen, ante eso no había nada que hacer. Ahora a la vuelta de unos años la hoja se volteó, entonces, ya tuvimos el derecho aun cuando fuera de respirar.
Clara Isabel Caro
Directora Colectivo 20-10. Consejera de Cultura de la Localidad de Puente Aranda ¿Desde hace cuánto ha estado vinculada al tema de las artes y la cultura? Desde que estaba estudiando en la Universidad Nacional Diseño Industrial por los 80’s. Mis intereses estaban entre lo artístico y lo matemático especialmente en la parte de Ingeniería, por eso comencé con una carrera de Diseño Industrial y poco a poco fui virando hacia la moda. Ya empezaba a sacar las colecciones de las estudiantes de Taller 5, entonces después de tres años de estudiar en la Nacional estudié Diseño Textil en UNITEC. Terminé mi carrera. Me gané un primer premio siendo ya graduada, e ilusionada empecé a pasar hojas de vida pero pronto empecé a darme cuenta que para las personas que estudiamos y somos de estrato tres para abajo tenemos muy pocas posibilidades, por no decir que ninguna, de ubicación laboral y ganarse un salario justo de acuerdo con las capacidades que uno tiene. Entonces, trabajé en dos empresas, luego me presenté en otra. Todas mis carreras me las pagué cosiendo, yo soy autodidacta y empecé cosiendo. Me presenté en Candilejas, y dije ¡listo, allí necesitan una diseñadora! presenté una hoja de vida, y me ha dicho el dueño que era como italiano “usted no llegó aquí en carro a la entrevista, usted no tiene plata para ir a Europa una o dos veces al año por lo tanto usted no puede ser la diseñadora de mi empresa, sin embargo, presente la prueba”. Presenté una prueba de patronadora. Un señor que vio mi prueba, me llamó como a los tres días, y me dijo “Venga a trabajar acá que su prueba fue buenísima, me gustó mucho, pero su salario es el mínimo”. Le dije “señor, muchísimas gracias pero no”. Entonces, decidí seguir por mi cuenta y de ahí dije pues ahora voy a estudiar Arte. Estudié Arte en la ASAB, pero con mucha preocupación porque aquí en la casa me
decían “pero usted ya estudió otra carrera, mire que ya está pasando el tiempo y no tiene un trabajo fijo”, les dije, “pero dónde voy a conseguir trabajo si ya me cansé de pasar hojas de vida y no, pues no hay opción”. Entonces estudié Arte. La tesis fue vestuario para la escena y pues yo vengo vinculada en la parte de arte desde hace mucho rato, trabajando para montajes de teatro, de danza y de música. La tesis la hice con un alemán en la ASAB y me invitó a hacer prácticas de vestuario en Alemania. Estuve un año en Alemania, de los cuales tres meses fueron trabajando en un teatro en Boho donde tuve la oportunidad de trabajar en vestuario, de conocer todo el proceso, de ver montajes en escenografía porque cuando uno trabaja en vestuario para la escena está con todo el equipo de escenografía, entonces tiene toda la posibilidad de aprender y conocer más. Regresé al país en el 2004 ilusionada, esperanzada, y la desilusión fue peor porque me había desconectado de todas las empresas con las que había trabajado que son las que se crean en la ASAB. Fue muy triste. Luego dije, “no me queda más remedio que empezar a hacer mi propia empresa”, entonces comencé mi línea de ropa, tengo marca y todo “Trópico Diseños”, pero ha sido muy difícil. Estuve trabajando tres años en la Red de Empresarios de Puente Aranda y salí desilusionada, aunque reconozco que tuve ayuda. En Expoartesanías me colaboraron dos años con la mitad del costo del stand, pero igual en los dos años salí en pérdidas. En Expoartesanías uno invierte diez millones y vende cinco. El primer año vendí cinco millones y el segundo cuatro millones. Este año volví a pasar pero no voy a ir porque uno se va en pérdidas. Ya empecé a trabajar más fuertemente con la cultura a partir del año pasado. Me retiré de la Red Empresarial, porque no vi opciones.
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¿Cómo surge el Colectivo 20-10? 20-10 surgió por la necesidad de asociarse, porque nos obligan a hacerlo. Justamente los artistas plásticos somos los que más dificultad tenemos para eso, porque es un artista individual, no trabaja en colectivo como los especialistas en danza, teatro o música, porque si usted analiza ve que todas esas disciplinas son colectivas. En cambio el plástico es muy individual. Los Plásticos –digo “los” porque no me incluyo en esa característica–, son muy egocéntricos, muy individualistas, muy “mi obra”, “lo que yo hago es lo máximo”, hay una individualidad muy marcada. ¿Cuáles son los objetivos de la organización y qué actividades hace? Colectivo 20-10 se formó porque fue obligatorio. Nos tocó asociarnos para poder pertenecer a la Casa de la Cultura. Ahora pertenezco al Consejo y a la Casa de la Cultura, pero Clara Isabel no puede pertenecer, debía pertenecer una organización. Yo venía trabajando con Maribel Flórez, otra Consejera Local también Plástica, y decidimos llamar a otras dos compañeras, una fuerte en fotografía y la otra también plástica, y conformamos un grupo de cuatro. Pero esto empezó a generar problemas, porque como no hay empleo dos de las compañeras empezaron a exigir: “yo soy una fotógrafa muy dura, yo soy una plástica pero muy dura, entonces yo lo que necesito es que me traiga contratos y plata, yo no quiero ir a la Casa de la Cultura porque qué mamera, yo no voy a desgastarme allá, tráigame plata, tráigame contratos”.
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Para ellas era una empresa que tenía que producir, eso no está mal, pero ¿de dónde les iba a traer contratos? y con ese manejo de la Alcaldía y de los proyectos no fue posible. Por esas razones finalmente les dije “no podemos trabajar así, no les puedo traer contratos que no hay. No puedo sacar plata de donde no la hay”, entonces se retiraron y colectivo 20-10 hoy en día está conformado por Clara Isabel Caro y mi hermana que siempre ha sido mi socia en todo desde Trópico, ella es la que me asesora en la parte económica. Y ahora, ¿qué está haciendo Colectivo? Está buscando trabajar con algunos estudiantes de la EFAPA (Escuela de Formación Artística de Puente Aranda) que son de la localidad, y con algunos entes con los cuales ya estoy haciendo contactos con la parte profesional de audiovisuales. La idea es establecer enlaces entre las personas que tienen el producto, y las personas que quieren aprender y luego para producción y circulación de obras. Estas son las miras de colectivo 20-10. ¿Qué proyectos han desarrollado a lo largo de la existencia del colectivo? Inicialmente se hizo un audiovisual, en realidad, dos audiovisuales que se hicieron a finales del año pasado y ahí paró. ¿Y todo fue financiado por ustedes? Sí. Definitivamente sí. Por ejemplo, tuvimos un proyecto con setecientos mil pesos que se repartieron entre las cuatro personas que integrábamos el Colectivo
en ese momento, pero eso igual no alcanzaba a cubrir absolutamente [nada]. Esa fue una de las razones por las cuales estas chicas dijeron nosotros no le apostamos a eso, nada que hacer. ¿Y qué pasa con esto? Eso no produce, yo puedo hacer el audiovisual más divino pero si eso no produce… Hay que buscar alternativas productivas. ¿Los proyectos que han elaborado o van a elaborar están encaminados, por ejemplo, a la reivindicación de los derechos de las mujeres? Pues es bien importante tomar ese tema, aunque yo personalmente veo que los derechos de las mujeres van de la mano con los derechos del otro. Personalmente me parece muy bien trabajar por los derechos de las mujeres pero sin dejar de lado que somos seres colectivos y que no podemos ver a la mujer aparte del hombre o independientemente del hombre, porque así como ha sido discriminada la mujer, el hombre ha sido afectado igualmente. Cuando alguno de los dos es vulnerado, ninguno puede estar bien. El tema de la mujer es importante y se piensa tomar dentro del colectivo, pero no de una manera feminista sino buscando que sea positivo, pero que de verdad la comunidad tenga unos resultados muy buenos porque se ha pensado de una manera integral al ser humano, la mujer como ente participativo y que convive con el otro. ¿Qué ha significado para usted, como mujer y como artista, desenvolverse en un medio como el arte? El ser mujer ha sido una desventaja en el sentido en que no se nos respeta como empleadas como seres que trabajamos y que producimos, no somos reconocidas, por ser mujeres seguramente. Pero por ser mujer, el enfrentarme con mi visión artística al trabajo no ha sido una desventaja porque no ha tenido que ver con que sea mujer o no, más bien en eso he tenido la fortuna de
buscar caminos alternos como el diseño de vestuario. Me he estado moviendo por otros espacios diferentes que lo que han hecho es enriquecer mi trabajo, mis conocimientos, mis capacidades y mi campo de acción y lo triste es que independientemente de ser hombre o mujer, no hay trabajo, no hay espacio para moverse. Sin embargo en la parte de producción artística para mí ha sido riquísimo, de hecho empecé a estudiar Arte para no seguir cosiendo porque es un trabajo muy duro, agotador, muy esforzado y no produce, yo dije “ya no coso más” pero irónicamente la tesis terminó siendo vestuario para teatro, así que terminé más metida y empecé a hacer máscaras y a enriquecer mucho más mi portafolio de productos, eso es lo más rico hoy en día. ¿Considera que la labor que ha desarrollado en el campo de las artes y la cultura ha logrado visibilizar a las mujeres dentro de la localidad? Sí y no. Toda la plata que el gobierno ha invertido no ha logrado incidir en un resultado positivo al respecto. O sea no, en ese sentido. Sí, en el sentido de que hay mujeres como Aracely o Maribel que trabajan en el campo de la cultura. Aracely ha trabajado todo el tiempo en la Junta de Acción Comunal y también pertenece a la Casa de la Cultura, se ganó una mención por ser una gestora tremenda de la Localidad el año pasado. Está Gilma que trabaja la parte de educación y que ha escrito todo el contenido de cómo debe ser EFAPA, la Escuela de Formación Artística, ha dado todos unos parámetros, todos unos cimientos importantes para decir la Escuela está cumpliendo y va para adelante. Pero somos mujeres que venimos trabajando no porque seamos visibles ni para ser visibles, ni porque hayamos tenido algún tipo de apoyo, sino por amor al arte, por amor a la patria, por enseñanza de la familia, por valores, por principios y por querer hacer algo.
Pastora Tarapues
Lideresa indígena proveniente del Resguardo Indígena del Gran Cumbal. Antigua Consejera de Cultura de la Localidad de La Candelaria
¿Cómo llegó a vivir en La Candelaria? Llegué hace 7 años. Creo que todos tenemos asignado un tiempo y un espacio de establecernos, siguiendo nuestro legado cultural. Mi hermano fue elegido Senador de la
República por las Autoridades Indígenas de Colombia y vine a apoyar la parte social porque en esta Localidad hay un asentamiento de pueblos indígenas. Como Consejera de Cultura, hace 4 años, seguí manteniendo el legado cultural, así como dando a conocer a la demás población
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mestiza y afro la chagra, donde cultivamos las mujeres la medicina ancestral y los alimentos ancestrales de los pueblos andinos en el barrio Los Laches. Trabajamos con diferentes pueblos indígenas mirando y cambiando la alimentación para volverla orgánica, dando el valor del agua lluvia para hacer riego sobre las plantas y mejorando la calidad de vida de todos. Realizamos rituales de nuestros pueblos indígenas, danzas ancestrales, gastronomía ancestral, nuestro tejido social, nuestro legado cultural en la música y lo damos a conocer a los jóvenes y niños que no han tenido la oportunidad de estar en los campos o en los resguardos, queremos dárselos a conocer aquí. Además de la chagra con mujeres indígenas ¿Qué otras actividades dinamiza? Trabajamos en nuestro tejido cultural, es decir realizamos ruanas, bufandas y llevamos ese legado de los abuelos, porque mi mamá cuando nos crió nos lo enseñó y por eso realizamos ese tejido. También realizamos cremas naturales de extractos de plantas y sanaciones. Es hermoso lo que seguimos. Lo hacemos en Los Laches, que no pertenece a esta Localidad, pero los pueblos indígenas estamos dispersos en las dos localidades. Yo vivo en Candelaria pero el territorio está disponible para la chagra allá. Aquí, nuestras comunidades estamos tejiendo nuestra cosmovisión, nuestro sentimiento, nuestro espíritu, y allí lo plasmamos. Vivimos del tejido, es el trabajo honrado que nos dignifica como pueblos indígenas. Mis hijos llevan este legado, así como lo llevo yo como hija de mi mamá.
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Le enseño a mis hijos, les enseño al resto de la población y a todos los que estén interesados en aprenderlo. En nuestra comunidad la mujer tiene el rol de madre espiritual, el rol de la pacha mama, el del agua, el rol universal. En mi comunidad las mujeres tejemos mientras los hombres se dedican a la agricultura. Pero he visto que en los Kankuamo y en los Wayúu son ellos los que cogen la chonta y tejen, eso me gusta. He llevado algunos compañeros indígenas a mi comunidad y ellos se ríen al ver hombres tejiendo. Pero al final vemos que hay actividades que podemos realizar entre hombres y mujeres. Por ejemplo en nuestra chagra, a pesar de que es una actividad para los hombres, aquí la realizamos nosotras porque están sembradas nuestras plantas medicinales y eso es trabajo de la mujer, que es la que alimenta y la que sana. A veces van también los chamanes y cogen lo que necesitan, pero este es un lugar más que nada espiritual y sólo entra la persona que cultiva. Por ejemplo, nos regimos por las fases de la luna cuando vamos a trabajar la chagra. Si vamos a podar miramos que la luna esté en creciente o trasplantamos en quinto de luna, etc. Siempre caminamos con el cosmos. Esa chagra es cuidada por los abuelos, los chamanes, los curanderos también. Cuando hacemos medicina usamos varias plantas que conocemos, así como otras medicinas ancestrales, que preparamos con rituales y todo lo necesario para sanar. Son medicinas que llevan bastante tiempo para prepararse, por ejemplo el ambil, un preparado de hojas de tabaco que es un legado de los pueblos indígenas del
Amazonas, que alimenta el espíritu, el cuerpo y el alma. Para prepararlo debemos ponerlo en cocción por 24 horas en las que debemos bailar, tocar música, rezamos y oramos. Se toma un poquito con la punta del dedo y se pone en la lengua. Te quita los nervios y la timidez. Andamos con ella porque es una herramienta espiritual. Así hacemos otras medicinas para el reumatismo, cremas para el cuerpo, aceites para masajes, de todo con extractos de plantas. Entonces, compartimos conocimiento con otros pueblos indígenas, así como al resto de la gente para fortalecer la organización indígena. Ahora nos estamos organizando para conformar una organización de artesanos. Por ejemplo, vendo tejidos de otros hermanos indígenas pero nos hace falta un lugar de encuentro donde nos podamos poner a tejer, mi idea sería crear una casa cultural donde podamos estar todos los pueblos indígenas para que nos podamos hacer visibles, entre otros cosas, para que nos ubiquen los extranjeros y nos vean trabajando desde nuestra propia tradición. A partir de su experiencia, ¿Cómo ve el campo de los derechos de las mujeres?
Da pena decirlo porque están escritos pero en la realidad no se cumplen. Si no luchamos con las herramientas que tenemos estaremos mal. Ahora por ejemplo, me estoy presentando como lideresa de la Localidad de Candelaria para trabajar con un enfoque social. Mi primer trabajo consiste en visibilizar mis pueblos indígenas. Se está realizando en la Localidad un clúster turístico y muchos suelen decirme que como dirigente indígena debería hacer algo porque los indígenas Emberá andan por las calles, sucios y descalzos, tirados en la calle, dando la peor imagen al turista. Entonces les digo que ellos en su territorio no mueren de hambre, tienen comida en abundancia, pero les quitan su territorio y los desplazan. Ahora están en las ciudades lejos de su legado y de su idioma ancestral, sin poder acceder a la educación. Hasta ahora nos están abriendo las puertas en las universidades. Me siento capaz de asumir este reto. Mis abuelitos vinieron acá a luchar por su territorio hace cientos de años y vinieron con el legado de mantener su territorio y su pueblo indígena. Tengo ese legado que es el que me mantiene y por eso lo continúo.
Virginia Guzmán
Consejera de Cultura de la Localidad de Rafael Uribe Uribe
¿Dónde nació? En Villa de Leyva, Boyacá. ¿Cómo empezó su interés por las artes y la cultura? Me vinculé a estos temas hace más o menos unos 15 años. Digamos que he sido de todo un poquito, en medio de la lucha por sacar adelante a mis hijos, para educarlos (mis hijos son cinco, cuatro mujeres y un hombre). Aprendí a cocinar en el Sena y tengo un CAP (Certificado de Aptitud Profesional), pero también tuve que trabajar como independiente. Trabajé con el Bienestar Familiar durante dos años en la parte de comidas haciendo churros. También aprendí a tejer, no muy experta pero aprendí. Incluso con Martica Villarraga, otra compañera de ASOARTES que había pasado un proyecto al IDPAC, hicimos un curso básico de tejido donde enseñamos a tejer una bufanda,
un gorrito y un cinturón. Fue muy bonito. Luego aprendí la técnica de bordado líquido. Soy muy inquieta con todas estas cosas y me gustan las manualidades. Me gustaría poder enseñarles a las personas, transmitir mis conocimientos y que no solamente quede en mí sino en todo aquel que lo necesite. Lo último que hice y quiero seguir, es la pintura, de la cual me gustaría muchísimo hacer un curso. Ahí hemos trabajado con las mujeres en la Mesa de Mujeres que se fundó en la Localidad, a partir de la Casa de Igualdad de Oportunidades. Se hizo una convocatoria en los barrios. De ahí hemos sacado muchas cosas importantes para la comunidad y para la Localidad, además de que las mujeres hemos trabajo en proyectos como el del primer presupuesto participativo. Trabajamos también en el proyecto sobre violencia contra las mujeres que actualmente se está ejecutando. Ese proyecto es con la Universidad Nacional con apoyo de la Alcaldía. Trabajamos ahí ocho mujeres de la localidad
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como auxiliares de campo para enseñarle a la mujer todo lo relacionado con la prevención de las formas de violencia. A nivel de cultura y arte, la Mesa Local de Mujeres, ¿qué ha trabajado? Pues formulamos un proyecto que se llamaba “Recrear la realidad de las mujeres en la Localidad” ante la Secretaría Distrital de Cultura pero no lo pudimos hacer porque no habíamos firmado todas las integrantes de la Mesa. En cuanto a cultura no hemos podido hacer nada, sin embargo la Alcaldía ejecutó otro proyecto durante tres años relacionado con la transformación de la soya, en el que se capacitaron 150 mujeres. ¿Cuáles son los principales desafíos que han tenido que enfrentar en la Mesa Local de Mujeres en lo relacionado con el área de la cultura y la promoción de las artes? Hay algo muy importante y es que nosotras no manejamos dinero, no manejamos recursos y al no tenerlos las
posibilidades de que más mujeres se acerquen es difícil. Un caso ejemplarizante es el de las mujeres productoras según el cual obtendríamos 16 millones de pesos para la legalización de la entidad a donde iríamos no sólo las mujeres productoras sino la Mesa de Mujeres, además de otros espacios cívicos que hay de participación de las mujeres. Y sorpresa, hasta dónde tengo entendido únicamente hay tres millones de pesos, o eso fue lo último que nos dijeron, entonces eso nos desmotiva porque como no podemos manejar ningún recurso, no tenemos realmente nada de dinero por si necesitamos movilizarnos, tenemos que sacar de nuestro bolsillo. Esa es una de las limitaciones por las que fallan muchas cosas, entre otras. De hecho considero que por este medio podríamos reivindicar nuestros derechos, pues si obtuviéramos aportes suficientes podríamos desarrollar actividades relacionadas con el arte y la cultura, porque tenemos los deseos de hacerlo. Sin embargo, los proyectos están enfocados en muchas cosas pero a las mujeres no se nos da la oportunidad de poderlos ejecutar porque tampoco tenemos personería jurídica.
María Mora
Localidad de Ciudad Bolívar
¿Cómo inició su trayectoria como gestora cultural? Mi trayectoria en el campo cultural en mi Localidad viene desde los años 80. Empecé como artesana. Me gusta todo lo cultural, y en la Localidad hemos promovido la cultura a través de la Red de Mujeres Productoras y Productivas de Ciudad Bolívar donde hemos vinculado no sólo a organizaciones sino a las personas comunes y corrientes. Tenemos hombres y mujeres, tenemos diversidad de género, tenemos diversas etnias, tenemos personas afro. En este momento nuestra mayor [necesidad] es rescatar las culturas en toda la diversidad y en todo género. ¿Qué opina del Consejo Local de Cultura de su Localidad? Tenemos el Consejo Local de Cultura que es un consejo elegido por nosotros. Participando en la
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Localidad tenemos Consejera de Artesanos, Consejera de Discapacidad, Consejera del sector LGBT, tenemos Consejeros en todas las áreas culturales, tenemos de etnias, afro y grupos de mujeres, que somos las que sobresalimos en este momento. Somos las que estamos luchando por tener una capacidad grande, para llegar alguna de nosotras, no de la clase más favorecida sino ojalá de la clase menos incluyente, a tener una posición bien grande en cuanto a la política. ¿Conoce el Consejo Distrital de Cultura? Sí. En este momento incluso estamos vinculándonos como artesanos al Consejo Distrital. Ya hacemos parte de la Mesa Cultural Distrital y esperamos llegar a otras instancias. Hicimos parte en este momento de un proyecto que tenía Artesanías de Colombia para una exposición con artesanos en el cual estuvimos exponiendo siete
personas, y esperamos que esto se amplíe más y tengamos más participación. ¿Qué opina de la cultura libre de sexismo? ¡Uy! Una cultura que debe existir y además se debe formar. Yo tengo 60 años y entiendo muy bien lo que es la cultura libre de sexismo, entonces, yo invito a las mujeres mayores a que nos culturicemos en esto para así formarnos y construir patria. ¿Qué opina del machismo? Eso es un patriarcado que precisamente nos han dejado nuestros padres. Debemos luchar para que esto no se dé
más porque esto nos lleva al sufrimiento. Por él era que antes decíamos que las mujeres no teníamos derechos y por eso es que estamos luchando para que se acabe. ¿En su Localidad se llevan a cabo proyectos culturales que incluyan a las mujeres? Sí, en este momento sí. Hacemos parte de la Casa de Igualdad de Oportunidades y estamos estudiando lo de la Política Pública de Mujer y Géneros donde aprendemos a luchar nuestros derechos. En ese momento estamos más de 60 mujeres en este proyecto. Ojalá que esto sirva para que muchas más se vinculen.
Matilde Mora
Pertenece al Consejo de Mujeres de la Localidad de Sumpaz
MC1: […] El Consejo de Cultura es el más reglamentado, pero no participaban las mujeres [pues] como que nunca se entendió bien cuál era su función, cuál era su dinámica. Se veía como que qué bueno que se incentiven los grupos por ejemplo grupos musicales [porque] como que se ve cultura únicamente desde los artístico y pues, eso ha sido una lucha porque rescatar la cultura campesina siempre a nivel de lo urbano, es algo muy mínimo, una tarea muy grande y de pronto tampoco se ha tenido como el empoderamiento suficiente [porque el Consejo de Mujeres] tampoco se ha apersonado de exigirle a los demás sectores la participación. [Muchos han dicho] ¡Ah! bueno mande la delegada por mujeres, entonces ese día va la que de pronto no tenía nada que hacer […] Yo diría [que] los espacios están, lo que no hay es como esa claridad de lo que yo debo hacer, cuál es mi función ahí, [me parece] que el [problema] es cómo desde ahí […] MC2: […] entonces no hay empoderamiento, como que no hay responsabilidad, digamos como ese compromiso como Localidad de que es, que es lo que se hace ahí… MC1: de pronto yo tengo la voluntad de ir, de asistir, de participar pero como por participar, entonces [la gente dice] yo si participé en esa reunión o en esa asamblea pero de ahí eso con qué, eso con quién se interrelaciona, qué fin busca, es como eso, como que está muy suelto y
yo diría de todas maneras no solamente desde el punto de vista cultural sino el de mujeres también, porque nosotros también llevamos otra dinámica […] nosotras mismas no funcionamos como Comité Operativo Local de Mujeres, nosotras funcionamos como Consejo Local de Mujeres. Una de las peleas que nos hemos dado es déjennos ser Consejo, porque es que uno no puede entrar siempre en la dinámica es que la idea es esto, sino que nosotras también tenemos que comenzar a decir lo que yo tengo también es válido y nosotras venimos funcionando como Consejo hace más de 10 años y funciona igual que lo que funciona el Comité entonces, para qué cambiarle el nombre a una cosa que tiene ya su nombre real pues es también como afianzarse uno como en su cultura porque de una u otra forma, nosotros somos también cultura diferente entramos, como siempre lo he planteado yo, entramos como en el tema del género y de la equidad de género, y la igualdad de condiciones, y que la igualdad de derechos pero cuando vamos a ver dentro del mismo movimiento, dentro del mismo rol de mujeres, las campesinas ni nos nombraron, bueno, nos están nombrando ahora por muchas razones y razones de peso pero así que digamos desde el momento de trazar el plan de igualdad se habló de mujeres pero de forma muy general pero, dentro de las mismas mujeres, nosotras [las mujeres campesinas] brillamos por la ausencia.
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Entrevistadora: ¿Usted pertenece al Consejo de Cultura de Sumapaz? MC1: En algún momento fui delegada representando las mujeres es decir, dentro del mismo Consejo de Cultura iba la representante del Consejo de Mujeres. Yo no era la delegada titular, iba como les dije antes, porque la titular no iba, entonces yo iba, y porque me parecía tan interesante y me sigue pareciendo interesante porque es que uno de los Consejos, yo diría, uno de los más importantes en todas las localidades y, en Sumapaz, debería ser el más importante que es el de Cultura [en el que debería defenderse] esa cultura que no tiene porque desaparecer. El solo hecho de que seamos administrativamente una urbe, no tenemos porque estar aislados de lo urbano, yo lo he planteado así; se lo pregunté en algún documento, creo que fue al Alcalde Mayor y le decía, el distrito como tal debía sentirse orgulloso de tener un patrimonio cultural, tener campesinos en la ciudad, tener campesinos dentro de su administración, campesinos, campesinos porque nosotros no es que nos fuimos a allá a hacer turismo o que compramos porque nos gustó el páramo o nos gustó el río, nosotros nacimos allá, y nuestros antepasados, nuestros abuelos, ellos tuvieron que lucharla muy duro para estar allá y no estamos allá como le digo porque nos guste el frío, estamos allá porque la misma violencia y las mismas condiciones políticas de este país nos han arrinconado allá, entonces, eso hay que defenderlo, eso no ha sido gratuito, eso ha sido una lucha de casi cien años, y mal haríamos en este momento, por estar a la moda o por entrar en las dinámicas de las nuevas políticas públicas, bueno, de todo este sistema, dar por terminado todo, de que como es Localidad ya somos iguales. Para nosotros siempre como que ha sido uno de los parámetros a nivel de todas las organizaciones, sentirnos, desarrollarnos, desenvolvernos y actuar como campesinos. Entrevistadora: ¿Las mujeres de Sumapaz han avanzado en el reconocimiento de sus derechos?
Entrevistadora: ¿Ha sido para usted satisfactorio su trabajo comunal?
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Fotografía: Detalle del Cañón del Río Sumapaz
MC1: Yo diría que si hemos avanzado. Tenemos los mismos problemas que tienen todas las mujeres en el mundo como la discriminación, las violencias no solamente de género sino todas, las políticas, las sociales, las económicas, las laborales. El hecho de que una mujer se haya postulado para ser mandataria eso rompe con la tradición, con las costumbres, y eso es algo bastante complicado que requiere tiempo para acomodarse y encontrar un equilibrio.
Fotografía: Casa campesina de la Localidad de Sumapaz
MC1: Me siento orgullosa de ser mujer campesina, me siento orgullosa de ser la que soy, quien soy y como soy, de hecho eso lo he planteado, y lo sigo planteando, en todo espacio donde me presento orgullosamente digo “soy campesina” indistintamente si a alguien le incomoda. Soy así. Siento en mi interior, en mis anhelos, en mis ilusiones creo que las mismas de todas las mujeres campesinas no solamente las de Bogotá sino de todo el país. Siempre, yo creo que desde que comencé a hablar y escuchar, me ha gustado la organización social; el trabajo comunitario, el trabajar al servicio de los demás y, en muchas ocasiones, yo diría que casi la mayoría, sin lograr beneficios personales; es buscando el bienestar, es buscando mejorar la calidad de vida de todas las mujeres digamos hasta hace que, unos seis o siete años que todavía no era la moda hablar de género, se trabajaba mucho por la comunidad, todos, que mejoremos la escuela para todos, que mejoremos la carretera para todos, que miremos un plan de educación para todos. Hoy día vi esa necesidad que de pronto lo político es muy importante, de pronto el liderazgo es muy importante, pero no solamente por sobresalir o como por buscar el protagonismo, sino es buscando el beneficio [de la comunidad], y uno de los sectores que yo noté era más vulnerable y donde yo podía de pronto colaborar más, es en el sector de las mujeres. Y de hecho no solamente hoy día no trabajo sólo a favor de las mujeres de la Localidad sino del país, y como les digo yo, en lo poco que puedo aportar pero ahí estoy y a mí me ha servido demasiado, nadie es profeta en su tierra eso sí es cierto y eso si es una realidad, pero es muy satisfactorio cuando uno visita a las mujeres en muchos municipios o en partes muy apartadas de este país donde estamos tan lejos de una capital y las mujeres con ese anhelo de
aprender, con esa ansiedad de conocer sus derechos, con esa ansiedad de que alguien les reproduzca el sentir de ellas, entonces, como que uno se cuestiona y dice bueno, caramba, y en el distrito donde estamos en la capital del país, donde hacemos parte de esas veinte localidades, donde tenemos todo lo que nosotros en Sumapaz tenemos, recursos suficientes de toda índole, recursos naturales, recursos humanos, recursos físicos, recursos económicos, y estamos como muy dormidas todavía en el proceso. Como mujeres, nosotras hemos tenido un proceso organizativo histórico pero, de una u otra manera, manejado, liderado u orientado por hombres. Entrevistadora: Si tuviera la oportunidad de pedirle al gobierno algo para su Localidad, ¿Qué le pediría? MC1: Primero una política de estado porque es que las políticas del gobierno son las que nos tienen así, porque hay una política que nos favorece pero hay otra que ni nos determina entonces, que fuera una política de estado. En este momento asumo mi condición de campesina. Me gustaría que se nos reivindicaran todos los derechos de las mujeres campesinas, el derecho a la propiedad de la tierra, al libre uso, al dominio de la misma a tener como esas leyes que están para nosotras que fueran unas leyes aprobadas, unas leyes reglamentadas, exigibles, y yo creo que teniendo nosotras unas leyes que verdaderamente se cumplan entonces podríamos avanzar pero mientras nosotras sigamos con pañitos de agua tibia, de programita para acá de programita para allá, el programita para ahorrar, el proyectico para artesanías, esas son entretenciones que nos van embolatando y no buscamos el futuro que debería ser y la visión.
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Ganadoras del Concurso
“Mujeres Sembrando Cultuea”
E
n el marco del desarrollo de esta publicación, se realizó el Concurso “Mujeres Sembrando Cultura” sobre propuestas gráficas innovadoras que rescaten las prácticas culturales, artísticas y del patrimonio de las mujeres en Bogotá. En dicho Concurso, participaron diversas mujeres del Distrito Capital en distintas modalidades como caricatura, fotonovela, fotografía, fanzice, etc. Las ganadoras fueron LADY DAYANA GONZÁLEZ CITA de la Localidad de Rafael Uribe Uribe y LIGEYA DAZA HERNÁNDEZ de la Localidad de Los Mártires. Sus obras fue escogida bajo cuatro criterios específicos: (1) solidez formal y conceptual de la propuesta artística, (2) pertinencia de la propuesta con procesos y dinámicas distritales y locales (relación con las Políticas Públicas Distritales en Arte, Cultura y Patrimonio y Mujer y Géneros), (3) trayectoria del artista, colectivo o agrupación, y (4) claridad y consistencia del tema propuesto. A continuación presentamos una breve síntesis de las obras ganadoras. LA SEXUALIDAD COMO UN ACTO CREATIVO: ESTRATEGIAS PARA EL ABORDAJE TEMÁTICO DE GÉNERO Y DIVERSIDADES SEXUALES Hemos de precisar, antes que todo, que apenas iniciamos un proceso en materia de reconocimiento y restitución de derechos, así como en lo que a transformación de imágenes e imaginarios sobre diversidades sexuales y géneros respecta. Así en materia de identidades sexuales y de géneros, el terreno está aún por abonar y falta un largo camino por recorrer. En cuanto al diseño inicial de actividades pedagógicas, encontramos la necesidad de realizar un diagnóstico que justificara las distintas problemáticas de exclusión y discriminación por homofobia y misoginia, pues las temáticas de género y diversidades
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sexuales resultan de reciente inclusión en distintos ámbitos educativos, posiblemente por considerarse que las expresiones de la sexualidad deben ser relegadas al dominio de lo privado y que, por tanto, no son un tema susceptible de ser estudiado ni politizado. No obstante, es el ocultamiento lo que nos ha mantenido por tanto tiempo alejadas del ejercicio pleno de nuestra ciudadanía activa. Ello nos lleva a inferir que las acciones que nos permitan evidenciar la efectivamente existente problemática discriminatoria, son fundamentales en los ámbitos educativos, tanto a manera de denuncia como de propuesta. Ratificamos que el arte y las manifestaciones artísticas se constituyen en agentes potencializadores y transformadores pues, por un lado, tienen el poder de encontrar la diferencia, y, por el otro, proveen la libertad para reconocerlo. Así, el arte se convierte en una excusa para reconocernos, para entender que somos iguales porque pensamos diferente. Es el momento de entender las acciones artísticas que logramos trasladarnos a otros lugares y comprender su significado, como si todas y todos dibujáramos el mismo objeto pero desde ángulos diferentes, y el arte nos proporcionara la capacidad para elevarnos un poco y contemplar el objeto desde arriba, para dibujarlo en su totalidad. Ratificamos la necesidad de más acciones y menos discurso, no obstante reconocemos la futilidad del arte por el arte, pues consideramos que un arte que no está al servicio de la gente está condenado a desaparecer. Es el punto de convergencia entre el arte y la política el que nos mantiene aferrados, es la causa emprendida la que alimenta la necesidad de crear, el la certeza de la transformación la que nos empuja a caminar.