Poema en Cadena by Rumorvisual

poema en cadena

poema en cadena verano 2010

poema en cadena Se ríe, y se toca las orejas con la boca y tintinean los pendientes al son que mudo, marca el abanico cuando por la ventana no entra la brisa mañanera suenan, los versos de sirenas, soñando el mar. Y mientras sueñas viéndola marchar, suena una música de truenos mortal que devuelve mi alma perdida a la realidad que se repite incesante, en la grieta marchita del olvido. Sueñan las sirenas con versos de mar versos no cadenas, besos por amar por amor o ternura, del niño que sueña con aviones volar, cada verso tuyo es una cadena que puede besar, y casi tocar... ay ¡¡¡del mar las olas...!!! vuelan amapolas, por verte mirar. Llega un latido de otro tiempo, cuando tu luz era mi guía y caía rendido ante ti, cuando se deshacía el pálpito sordo de un desamor y el reencuentro de un viejo amor, de juventud latidos encadenando los recuerdos,

amarrando versos, amores, almas en vuelo. El tiempo lleva sonidos, besos, versos confundidos buscando afectos, sentidos, antiguas luchas cuerpo a cuerpo, el cuerpo del amor; las voces buscando puertos, como barcos perdidos. Sirenas de cantos susurrantes sentadas a la barra de un bar, con bocas llenas de besos de otras bocas ausentes de desesperados amantes que nunca supieron amar. Deseos que aún interrumpen mis sueños, luz tristísima entre besos de piel del amanecer dormido.

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Jesús M. García Santiago Tobar Alonso Torres Ventosa Montse Huguet Valle María S. Durán José A. Secas Conrado Gómez López Gloria Martín Puertas Víctor Manuel Jiménez Andrada Valentín Valle Nelida Campillay Ana Isabel Masa

20 poema en cadena Llámame cobarde, si quieres si quiero, no digo nada, solo espero tu mirada en respuesta silenciosa de reproches guardados. Escarba en mi interior porque solo susurro y sueño, sin decir tú, ese ser perfecto, tan dulce y tan cruel, tan fuerte y frágil a la vez. Me obligas a hablar con tu silencio, tan sutil...con tus preguntas, que saben a despedida, a sentimiento muerto a sentimiento vacío.... Que si te miro, hace frío.... y este pensamiento mío se esfuma en el aire dejando un rastro sin huella, un vacío por llenar, cuantas cosas por vivir!! Mira mis ojos, te llaman...te hablan.... él o ella... comprendiendo su ausencia aunque sepamos que todo poema, no conduce a nada... El ruego, la súplica de unos ojos que esperan....

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Montse Huguet Valle Jesús M. García Mariam Núñez Más María Hernández Rebollo Gloria Martin Puertas Su Sa José A. Secas Miguel Méndez Pérez Aroa Marchena López Alonso Torres

30 poema en cadena Me siento feliz cuando llueve y estoy triste, porque el cielo me acompaña. Cuando los amigos me regalan su sonrisa y la llevo de paraguas, como un sombrero de paja, protegiendo el corazón, corazón que sueña despierto con su incansable latido, al compás de un mar de olas de asfalto, asfalto cálido de tardes de verano. Me siento feliz cuando me hundo en el silencio y me olvido de quién soy. Me rescato del olvido con la mirada entusiasmada de los niños. Solo un momento en la arena, olas del mar en crepúsculo... un grito que susurra al volcán del futuro que aún hay palabra y amor. Forma en la mano, para escribir llena, desbordada y convierte el corazón en una implosión de júbilo. Se mece la calma sobre los sentimientos tristes, vencedora, mientras el cielo derrama su esencia húmeda en ciclos imperecederos.

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Montse Huguet Valle Francisco De Borja Ana Isabel Masa Jesús M. García Víctor Manuel Jiménez Andrada Arantzazu Rodríguez Hernández Gloria Martín Puertas José A. Secas Nelida Campillay

40 poema en cadena Pronto llegará el otoño y con él, los suspiros amarillos y ocres... las ausencias. Con ese perfume fresco, que revitaliza el alma de recuerdos y reencuentros, de la rutina diaria.... de la nostalgia de amores de verano, de despedidas apasionadas, del tiempo en que adorabas limpiar la arena entre mis dedos. Los días más cortos me recogen en casa, rescato del kit de invierno: manta y taza. Al paisaje interior de fondo dorado añado manzanas perfumadas. La horas traeran el declinar de los días, preludiaran el invierno, se llevarán amores muertos de sol. Visto la casa mientras te espero con calor de un ciclo nuevo. Y mientras espero, añoro en silencio, recuerdos del tiempo borrados del fondo del corazón, caídos entre las hojas doradas de los bosque de otoño, perdidos en los pasillos de viento de la ciudad, paseando la cinta de moebius del tiempo.

Adiós, adiós. Partamos en el barco del futuro El futuro, vestido de azul domingo, se puso tierno...me dio la mano, de tacto suave, como todo tu cuerpo, que me envuelve de ternura.

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Montse Huguet Valle María S. Duran Gloria Martín Jesús M. García Circe la Bruja Santiago Tobar

50 poema en cadena ¡Oh, necios, yo os saludo! No me regaléis aduladoras palabras de víbora y cesen del vicio de aplaudir embustes. Que vuestra alma, podrida queda, bajo una niebla de compasión y no es el desprecio lo que me empuja, sólo el olvido. Ni será suficiente vuestra insultante presencia para frenar mis voluntades. Ni mis hechos serán cuestionados por aquellos que sólo ansían el placer mundano. Vosotros, que negásteis la evidencia y me perseguísteis sin la razón de la razón justa... Antes del alba, vuestros cadáveres pasarán por mi puerta, inertes cuerpos sin alma jamás poseída y la muerte descalza merodeará por sus retinas.

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Conrado Gómez Santiago Tobar María S. Duran José A. Secas Arantzazu Rodríguez Jesús M. García Víctor Manuel Jiménez Nelida Campillay Martín Aja

60 poema en cadena Préstame el coche, Wolfgang, que ya lo empotro yo contra el cemento y cambia de una maldita vez ese CD que hoy prefiero Rock and Roll. Wolfgang, baja las ventanillas que se te está pudriendo el cerebro y huele... Gaviota, gaviota, son mis gafotas... ¿o vuela en pelotas? ¿Gaviota?... Pedazo cigüeña. O me lo prestas o no, Wolfgang, cariño. Dónanos una motocicleta, a Dalí no le importará mucho: Hay más en el almacén, además de los platos ..y los televisores cubiertos de hormigón que prometiste regalarnos... ¡Oh Rafa!, ayúdame a escribir surf o para los surferos, todos con la tabla al pantano. Hay que huir de los celebros hormigonados Y de aquellos que escupen hiel cuando se trata de adularte.

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Santiago Tobar J. I. Pidal Montes José A. Secas Jorge Villar Conrado Gómez Miguel Méndez Mariam Núñez Jesús M. García Víctor Manuel Jiménez Arantzazu Rodríguez

70 poema en cadena Se creen los ricos que el mundo es suyo. Aplastando, engañando, ideando mil argucias. En este entramado nefasto de los que no tienen voz, me revuelvo inquieta contra las suelas de zapatos ingentes que quieren aplastarme y enarbolo sin dudarlo mi espada: La palabra. ¡Pobres ilusos! inquilinos pasajeros de una frágil burbuja, ni la noche ni el día les pertenece ni si quiera el amanecer, tampoco nuestro respeto; no son de los nuestros. Pobres ricos infelices, no saben que "el cariño verdadero, ni se compra ni se vende". Tendrán el oro y el moro, pero mi palabra no la podrán callar pues ni ellos saben lo que es escuchar.

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Jesús M. García Martín Aja Circe la Bruja Nelida Campillay Montse Huguet José A. Secas Víctor Manuel Jiménez María S. Durán

80 poema en cadena Me gustan los lunes sólo por fastidiar, pues también me gustas tú, pero eso ya es otro cantar. Los lunes tienen el gusto de los besos clandestinos del domingo. Me gustan los lunes porque amo los comienzos, encontrar la sonrisa del chico favorito con el que nunca cruzo una palabra. Que entre el sol cuando la ventana se abra y pensar que todo irá mejor, que no sentiré odio ni resquemor por ese mágico arte del abra cadabra. Un nuevo lunes ¿qué me traerá? ¿será algo hermoso? ¿triste? al menos será un nuevo día de la vida, ábrete a ella. Abrir puertas, cerrar los ojos y dejar que la luz radiante te traspase el párpado y llegue al pensamiento, refugiándose en el alma protegida, atrapando en su camino sueños y esperanzas puestas en la semana venidera.

El lunes es algo más que el primero de siete, el comienzo. También sería octavo, la continuación... Lunes, promesas y deseos que no se llevan a cabo. !Qué pereza! el próximo lunes... seguro. Lunes, agosto, no puedo mi alma necesita al viernes, no sé, tengo el cerebro "enlunao". Un lunes da a tus sueños la ironía de lo pequeño, el comienzo sin sentido de lo que aún no ha sido, te devuelve la sonrisa al comienzo de un camino, a ritmo de unos pasos que parecen ya perdidos.

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María Hernández María S. Durán Víctor Manuel Jiménez Circe la Bruja Funkberto Escuderock Arantzazu Rodríguez Jesús M. García Sandra Gisela

90 poema en cadena La madre tierra se resiente, no tiene un tribunal donde ir a reclamar sus derechos. Su grito se apaga, sus ubres se secan sus ojos pierden el brillo de la fuerza y se anegan en las lágrimas de nuestra desidia. La madre tierra nos ama y su bondad se derrama. Pero no estaremos, nos destruiremos antes y la madre llorará por los hijos perdidos, por lo que se perdió inutilmente. Pero ya desaparecidos y todo arrasado vuelve sola a tener esperanza de renacer de nuevo. Cual ave fénix, se agita convulsa y retorna a su ser sin importar lo que antaño la hizo padecer. Somos la especie matricida, irrespetuosos condenados por nuestra propia codicia... perecemos al abrigo de tu seno.

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Dounia Mnassri José A. Secas Montse Huguet María Hernández Jesús M. García Arantzazu Rodríguez Nelida Campillay

100 poema en cadena Ahora que estamos solos y bebemos vino, no me apartaré del camino que conduce a tu larga espera. Aunque lleno de piedras, seguiré hasta que pueda. Limpiaré todas mis nostalgias, llenaré el instante de flores, seguiré mi quimera y llenare de versos y de vino, los campos, las aceras. Aventemos canciones, seamos indiscretos, subamos a los espacios claros de la risa, compartamos secretos y deseos, hagamos del momento un diamante de tiempo, mientras estamos solos y compartimos vino. Buscaré las huellas de tus pasos en las veredas y respiraré el aire que desprenden tus polvoredas. Hablaremos, cantaremos, reiremos y quizá nos hagamos cómplices de algunos secretos que el vino se encargará de descubrir. Aunque sus vapores nos hagan perder los puntos cardinales y nuestros ojos no distingan los caminos sinuosos, hasta regresar a la uva parida

donde se liberan los instintos y que seas tú, y que sea yo. Siempre te creí lejana en mi pasado mas nostálgico, en cambio, en mi presente más cercano, gracias a una copa de vino te siento a mi lado. ¡¡ Salud!!

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Santiago Tobar María S. Durán Sandra Gisela Montse Huguet Circe la Bruja La Botika Teatro Jesús M. García Víctor Manuel Jiménez Javier Plata Nuria Cepeda José A. Secas

110 poema en cadena No camines en balde arrastrando tras de ti el peso de tus cadenas, que levantas el polvo sucio de todos los males del mundo. Levanta la cabeza y mira lejos, dirige los pasos hacia tu horizonte. Un horizonte nítido donde estan los justos, donde la tranquilidad y el sosiego se viva y se respire la calma. Aliméntate del camino, tropieza con sus piedras y respira el aire que, sin pudor, te empuja adelante, siempre adelante. No añores tiempos pasados, queda mucho por vivir, no te pares... camina. Caminante de lento y seguro paso. No desfallezcas, aún cuando creas que es empinado el camino, una larga y venturosa recta te espera. No camines en balde, caminante, ¡deja huellas! Se surca camino al vivir ahora y cada día. Que los pasos cansados, que nunca se detienen, prisioneros del próximo camino, queden en la memoria de los hombres. Que alguien nos recuerde diciendo: "aquel día ¡me regaló la risa!"

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Jesús M. García María S. Durán José A. Secas Puri Claver Gloria Martín Javier Plata María Hernández Arantzazu Rodríguez Nelida Campillay Martín Aja Circe la Bruja

120 poema en cadena Aquella guerra no era mi guerra, pero así y todo, tuve que meterme hasta el fondo para poder llegar a ti, hurgar en tus recuerdos dormidos, sanar todos los miedos, nadar donde escondías tus secretos anegados de lágrimas para encontrar al fin una sonrisa. Una sonrisa escondida en los recovecos de tu memoria. Yo la encontré y tuve que hacerla aflorar con un beso apasionado en tu boca llena de amargura. Aunque no te lo dije, aquella no era mi guerra. Era de otros, pero tú me importabas ¡tanto!, que hipotequé mi gloria en el filo de tus labios y escribiendo poemas en tu piel anduve tus caminos reencontrados, descubriendo secretos, secretos de los que nunca quise saber, de los que nunca debería haber sabido, secretos que enterré bajo una losa, para no recordarte, para que no me hablaras de tantas tristeza y horas amargas.

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María S. Durán Circe la Bruja Puri Claver Santiago Tobar Gloria Martín Víctor Manuel Jiménez Jesús M. García María Hernández

130 poema en cadena Tengo, vamos a ver, tengo un miedo en cada bolsillo y un llavero vacío, porque no hay nada que abrir. Una luna enamorada y el mar penando por ella, una lágrima cayendo y tú sin estar allí. Un océano dentro de mi puño que estoy temiendo abrir y unas manos que se abren ¿a quién quieren recibir? Tengo un saco de recuerdos, de paisajes de mil pueblos y otras vidas que he vivido, otros ayeres perdidos y un cajón lleno de olvidos, que dejaron de sentir. Y lo que es aquí y ahora ¡tengo ganas de vivir! Tengo un cajón lleno de pensamientos, que dormitan al alba para no ver amanecer.

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Miguel Méndez María Hernández Montse Huguet Eva Huebra Jesús M. García Elena Romero Puri Claver Circe la Bruja María S. Durán

140 poema en cadena He vuelto a escribir sobre el cristal empañado de la memoria, empañado se queda al pensar en ti y por más que hago para ponerlo transparente todo queda igual en mi mente. He vuelto a escribir y me salen palabras vacías, no puedo pensar, llamo a mi musa, no quiere regresar. Llamo a los recuerdos y sale la niña que fuí, cogida de tu mano sin temor a tropezar en el camino. Sigo tu sombra en silencio, dejándome llevar hasta tus secretos guardados en aquel rincón lleno de luz. De a una, en secreto, vuelven las palabras; traen viejas rimas, nuevas esperanzas caen de la pluma manchan la ausencia. ¿Qué deseas que haga ahora con palabras? ¡Qué pregunta más odiosa! La respuesta obvia.

Qué dilema amoral, qué cuetión de no estar, que la tristeza es profunda como el mar adentro. Cierro los ojos y respiro profundamente; mil y una palabras nadan en el inmenso océano de mi memoria. Un faro de luz métrica quiere indicarme el camino.

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José María Fernández María S. Durán María Hernández Puri Claver Eva Huebra Nelida Campillay Martín Aja Arantzazu Rodríguez

150 poema en cadena Me basta con estar a tu lado, mirar tu cara surcada por el tiempo vivido juntos. He olvidado los tiempos de absurdo en que metía barriga, recorría la playa paseando en busca de bellezas, una sonrisa amable o culos respingones. Las noches y las tardes en que sólo deseaba irme con los amigos a tomar una copa. Después de caminar a solas una vida, de enfadarnos mil veces, de mirarte con sorna, de creerte anticuada, de seguir los apremios de mi cuerpo a escondidas, al fin te encuentro entera, y estoy aquí contigo, por fin, en compañía, arropados en la complicidad hilada por el tiempo, afianzando nuestra unión, nuestro amor añejo, adivinando la inmensidad para desvelar la trama del tejido de la vida.

El mar. Símil fascinante de la vida, contemplarlo te hace comprender la poca importancia que tienen los problemas cotidianos, así como ante la edad tardía o temprana, en este justo momento, nos iguala. Y me basta, me basta con estar a tu lado. Sumergirme en la sal, esa sal que siempre que me empapa cura un poco más las cicatrices de mi alma. ¿Dime tú, que estás a mi lado, me sientes?

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Santiago Tobar María Hernández Circe la Bruja Aish Qream Osvaldo Etrat Arantzazu Rodríguez Javier Plata Jesús M. García

160 poema en cadena Como una primavera enferma que no se da por vencida, así es mi mirada hacia ti, ausente de mi tiempo, real y presente en mis sueños. ¿Por qué me frunces el ceño cuando propongo ir al ferial? Si sabes que no lo pasamos mal escuchando temas de Leño. Los sueños se funden entre primaveras, yo sé que me esperas a pesar de todo. Tu lejanía me exaspera y tu cercanía no me alivia; tengo pereza de llamarte y astenia de no dejar de hacerlo. Siento alergia de quien te añora, no quiero compartirte, no deseo que llegues y te vayas. Quédate, siempre habrá flores en el huerto, en los rincones ocultos de los parques, adornando ventanas y jardines y quedaran flores, si te miro, en mis ojos, en mi alma... Te llevo grabada, para siempre.

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Santiago Tobar José A. Secas Funkberto Escuderock Montse Huguet Arantzazu Rodríguez María Hernández Circe la Bruja Alonso Torres

170 poema en cadena Tengo pies de poeta, corazón de quijote, alma de marinero, y alma de veleta. Ellos se mueven al son, de acordes que vienen a través de las ventanas. Los bolsillos llenos de palabras y las entrañas empapadas de suspiros. Mis pies de poeta son libres, van, vienen, buscan aire fresco que les lleven a un lugar único... Ermitaño que busca en páramos versos prohibidos, versos de esos que sólo tú sabes de dónde vienen y a dónde me dirigen. Zarandeado a su merced cual veleta mecida, chirriantes los goznes con cada movimiento, creo que tendré que aprender a bailar, porque como cantaba Loquillo, entonces "habré aprendido a volar" y al volar, como un mercurio alado, saltaré por las calles, por los parques, por los rincones donde susurra el viento,

detrás de tus cristales y en tu alma rescatando emociones y deseos para hacerlos poesía. Deja tus huellas tintadas en los surcos de un papel, si se empañan los cristales con palabras, los limpiamos con un guante de podar...

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Santiago Tobar José A. Secas Rosa María González Gloria Martín Javier Plata María Hernández Francisco Bermejo Arantzazu Rodríguez Jesús M. García Alonso Torres Circe la Bruja Raúl Jurado

180 poema en cadena Puse tu sonrisa en mi ipod para fijar en la memoria el sonido de tus labios y saludar con tu buen ánimo cada día que voy a vivir. La melodía que me acompaña cada mañana es la esencia de mi existir, desde allli me mirabas y sentía burbujear la risa y el impuso de presumir ante la gente, a todos enseñaba mi rescate, había salvado para siempre tu sonrisa. Pero esos no eran tus labios, era sólo un gesto vacío de ilusiones, no eran ellos la expresión de tu afecto, entonces tu sonrisa ya no era tu imagen. Incierto el himno que anhelaba. Incierta la posición de tus ojos diciéndome NO. Mientras zurcías un sí siniestro con tus hombros y tus manos. Y aún así, al encenderlo cada día y aparecer tu imagen cálida, el compuesto frío de sus integrados comenzaban a hervir dándole un sentido humano a la palabra ipod.

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José María Fernández José A. Secas Francisco Bermejo Circe la Bruja Sandra Gisela Mariam Núñez Jesús M. García

190 poema en cadena Respiró profundamente antes de fingir, quiero fingir pero no puedo, soy transparente y esto no es un cuento. Amigos, a este lado del cristal sólo está la vida real, lo que vemos y sentimos, los miedos, los desatinos, lo que amamos y perdemos. Fingir que estamos varados, mientras fingimos huir, fingir que estoy a tu lado, soy un experto postgrado en el arte de fingir. Contenerme levemente y decidirme a no sentir; No verás mi alma rota, la ilusión desangrada, otra vez lastimada ni las baldosas pisoteadas por tu ingrata razón. Razón merecedora de mi respiración vengadora en el arte de fingir. ¿Porqué llamas a mi puerta cuando antes entrabas por la ventana? ¿No ves que me siento cansada de esta respiración insistente e inconsistente que me recuerda lo liviano de esta vida?

No quiero vivir sin percibir en tu mirada un solo signo de ilusión, el amor que derramaste en cada poro mi piel ha dibujado en mis versos un fingido dolor. Ausencia de aire y de silencio provoca tu indiferencia a mi etérea voluntad.

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José A. Secas Laura Pagador Domínguez Circe la Bruja Nely Campillay Arantzazu Rodríguez Francisco Bermejo Sergio Martínez

20 al cierre Hemos compartido vagón, asiento doble y poco equipaje. Hemos brindado con cerveza y hemos lanzado al viento ilusiones compartidas. Hemos soñado e inventado mundos reversibles, Nos hemos dado uno al otro en sencillos instantes cotidianos de energía. Hemos sido palabras, versos indomables que cabalgan en almas aladas, corrido por caminos juntos, disfrutado de la sorpresa, tomado inspiracion en las palabras vuestras gozado del sabor de lo presente, la vida. Hemos comido, hemos reído y hemos compartido los versos del poema que escribo. Y viajamos sin billete, escondidos en el humo del tren. Hemos compartido una alforja llena de versos en las tierras áridas y lóbregas. Hemos sido HOLA y ADIÓS, nos vimos y hasta luego, hemos sido la espera del nuevo verso, incansables lo hemos seguido pero ya llega a su final perdido.

Por dónde andarás perdido, verso amado, verso amigo... quizás el viento te lleva, por el mar y sin abrigo y sin embargo muchas veces no hemos sido. ¡Hemos compartido la lluvia húmedos versos frescos cadenas embriagadas en poemas solidarios! Y fuimos, siendo lo que somos, exquisitamente cadavéricos. Con cada frase me sentí importante, compartiendo nuestro tiempo, caminé, volé, fui libre, gracias a todos. Y en colectivo, la comunicación se hizo verso y lanzó al aire estelas de solidaridad para que los cielos se abrieran eternamente con sosiego y en libertad. Seremos. Serenos. Por siempre nuestros versos perduraran mas allá de nosotros mismos, siendo lo que somos; versos sueltos, enredados, unidos, entrelazados... Cantemos al vagón y a los versos del equipaje, el que portamos sin notar su peso,

20 al cierre el que tras acompañarnos en nuestro viaje se ha ido llenando con un pedazo del alma de cada uno, el que repleto de palabras nos va sorprender al abrirse. Eso, eso, cantemos, la de LA LA LA LALALA LA LA LA... Cantemos, dancemos, sintamos la vida sobre la cara y brindemos por los pedazos que cada uno de nosotros hemos vertido sobre estas vías y que el polvo del camino nos vista de vagamundos. Amén.

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Puri Claver Sergio Martínez Sandra Gisela Francisco Bermejo Circe la Bruja Gloria Martín J.I. Pidal Montes Víctor Manuel Jiménez Raúl Jurado María S. Durán Montse Huguet Martín Aja Nely Campillay María Hernández Francisco De Borja Arantzazu Rodríguez Miguel Méndez Jesús M. García José A. Secas Javier Plata Alonso Torres

Agradecemos a todos los poetas su participaci贸n, porque sin ellos 茅sta publicaci贸n no hubiera sido posible.