LA LARGA RUTA BLANCA. La evolución de la presencia del narcotráfico en Guatemala.
Rodrigo Fernández Ordóñez.
1 ABSTRACT. La segunda parte del presente trabajo, aborda la evolución del narcotráfico en Guatemala, desde finales de la década de los años ochenta hasta el año 2006. Iniciando con la preeminencia de los carteles colombianos en el control de las rutas que cruzaban el territorio guatemalteco y la búsqueda de alianzas y socios locales para gestionar y supervisar el transporte, así como el involucramiento de personajes importantes de la política en el contrabando de estupefacientes y la incrustación de estructuras criminales dentro de las propias fuerzas encargadas del combate al narcotráfico. Termina esta segunda parte con la caída de figuras criminales importantes, como Otto Herrera y Byron Berganza en manos de las autoridades estadounidenses y la llegada de los carteles mexicanos y su violenta lucha por el control de los pasos ciegos para el trasiego de drogas.
Palabras clave: Cartel de Medellín, Cartel de Cali, Centroamérica, CIA, Colombia, DEA, Democracia, Estado Paralelo, Ejército de Guatemala, Guatemala, Inteligencia Militar, Mafia Rusa, México, tráfico de drogas, Panamá, Zetas, Zetitas,
SEGUNDA PARTE: EL SITIO DEL ESTADO -IComo pez en el agua. Los años de 1993 a 1996 parecen haber sido años de transición, tanto para el Estado guatemalteco como para las redes de narcotraficantes, pues para finales de 1996 ya se podía identificar la droga incautada por sus signos específicos. Por ejemplo, se podía identificar la cocaína incautada al Cartel de Medellín porque sus paquetes tenían el característico sello de un escorpión. “La procedencia de los cargamentos de droga a veces puede determinarse de acuerdo con el tipo de empaque, o en su defecto, el cártel responsable de ella.”1 De acuerdo a una fiscal de narcoactividad entrevistada por la periodista guatemalteca Julie López para el diario Siglo Veintiuno, los paquetes de droga tenían una envoltura especial: “Unos tienen mostaza por encima, después un plástico amarillo seguido de uno transparente, una capa de café en polvo, otra de papel impermeable y por último una de hule.”
Ese mismo año, la fuerza creada para combatir el tráfico de drogas dentro de la Guardia de
Hacienda,
llamado
Departamento
de
Operaciones
Anti-Narcóticas,
-DOAN-,
reportaba que los carteles colombianos arrojaban desde avionetas sus cargamentos de cocaína sobre las aguas del río Usumacinta, La Pasión y Salinas, así como en los lagos de Petén Iztá e Izabal2. De acuerdo a las autoridades, “contratistas” guatemaltecos recogen la droga y la almacenan en el área rural, fraccionando los cargamentos y preparando los envíos por vía terrestre hasta México, en donde los mexicanos relevan el transporte hasta la frontera con los Estados Unidos.
De acuerdo a un artículo publicado el 27 de agosto de 1996 en el diario Siglo Veintiuno, el director de la Guardia de Hacienda, Cecilio López comentó: “Los capturados han determinado que los cárteles colombianos pagan a los contactos guatemaltecos parte en dinero y parte en especie, lo cual ha obligado que las células locales tengan que vender la droga forzosamente en territorio guatemalteco. Esta situación ha provocado que centros de distribución como El Gallito, tengan que movilizar sus tentáculos hacia otros puntos de la capital y ahora actúen en la Zona Viva, zonas 4, 7, 18 y 21 donde en los últimos meses se han detectado lugares específicos de venta de droga.” 1
Julie López. Huellas desde el Sur. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 12 de agosto de 1996. Equipo de Investigación. Narcos descargan cocaína sobre ríos y lagos del país. Siglo Veintiuno, Guatemala, 27 de agosto de 1996. El artículo ofrece un interesante organigrama sobre la organización del tráfico de drogas elaborado por la Sección Antinarcóticos (NAS) de Estados Unidos.
2
2
El DOAN estableció, de acuerdo a sus investigaciones que el extenso y asilado departamento de Petén era el principal punto de desembarque y almacenamiento de droga, en donde estaban establecidas células operativas de los carteles colombianos de Cali y Medellín, especialmente activas en el sureño municipio de Sayaxché y que supervisaban y coordinaban a los grupos de guatemaltecos. El modus operandi era relativamente sencillo: las aeronaves se comunicaban brevemente por radio y eran guiadas desde tierra por luces de bengala hacia corrientes de agua (ríos o lagos) en cuyas aguas lanzaban los paquetes de droga, en donde eran recogidos por los grupos locales en lanchas rápidas y llevados a lugar seguro.
El primer “cartel”. Aunque en Guatemala no se puede hablar propiamente de la existencia de Carteles de droga, sino más bien de organizaciones prestadoras del servicio de transporte de droga, el periodista Howard LaFranchi, desde las páginas de The Christian Science Monitor identifica que el primer cartel guatemalteco surge en el departamento de Petén, “made up of at least five powerful families (…) The families receive large quantities of Colombian cocaine warehousing and subsequent shipment to the U. S. But increansingly, the cartel is also undertaking its own production and processing, officials say, with plantations of marijuana and amapola, the poppy that produces heroin…”3 Sin embargo y pese a que dicho artículo cita autoridades guatemaltecas, durante la presente investigación no se ha encontrado ninguna publicación sobre laboratorios de droga descubiertos en el territorio guatemalteco, incluso se ha encontrado información, detallada en la primera parte de este trabajo, que los bulbos de amapola se sangraban en el país y se remitía la base cruda a México para ser procesada en heroína.
Como respuesta al surgimiento de esta organización criminal, el gobierno guatemalteco creó dos fuerzas policiales especializadas en la guerra contra el tráfico de drogas, llamadas “pumas” y “jaguares”, pero que sufrían de crónica escases de munición, y solían incursionar en el territorio controlado por los traficantes con armas no adecuadas para su tarea, como armas cortas, lanzagranadas y algunos pocos fusiles de asalto.
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Howard LaFranchi. US Drug War aims its sights at the Guatemala connection makeshift jungle air strips. The Christian Science Monitor, 17 de abril de 1997, pág. 8.
3
Las mulas. Tanto Julie López en su artículo ya citado, como LaFranchi, hablan de una nueva figura que incursiona en el siempre cambiante mundo de los traficantes de drogas: las mulas, personas individuales que se tragaban droga en pequeños empaques y pretendían introducirla a los Estados Unidos, transportándola en sus estómagos. Y aunque algunos oficiales de la Guardia de Hacienda guatemalteca se hacían ilusiones sobre que cada vez les era más difícil a los carteles colombianos hacer llegar la droga a Guatemala, y que por eso habían optado por esta forma minorista de transporte, López reporta que otras autoridades guatemaltecas sabían con toda certeza que se trataba de un simple ardid. La periodista reporta: “Los narcos invierten pequeñas cantidades de droga como un distractor, para que al ser incautadas por las autoridades, cargamentos mucho mayores sean transportados por otra ruta. Este método es utilizado para evitar que las fueras antinarcóticos ejerzan un control más estricto por falta de decomisos.” Dentro del mismo artículo Huellas desde el sur, se cita a una autoridad antinarcóticos que afirma: “Tenemos detectado cuando tratan de distraernos con pequeñas cantidades, que es cuando mandan ‘mulas’, o personas con droga en el estómago, mientras que por otro sector ingresa un cargamento de varios kilos.”
Por su parte LaFranchi confirma que las autoridades guatemaltecas “últimamente” habían arrestado a un creciente número de personas con más de 100 cápsulas de cocaína o heroína en sus intestinos: “known as ‘mules’, the individuals are trained for their task by swallowing large numbers of whole grapes (…) Doctors in Colombia administer a drug that suppresses hunger, then once in Guatemala, another doctor removes the capsules. The drugs are then collected and other individuals continue the transport north.”
-IILos mexicanos al poder. El relevo. Junto al fenómeno de las mulas, se empieza a gestar un cambio también en el cerebro y músculo de las operaciones de transporte de droga. El cartel de Medellín, luego de la muerte de Pablo Escobar4 el 3 de diciembre de 1993 a manos de las fuerzas de seguridad colombianas, se había fraccionado en decenas de pequeños carteles sin capacidad operativa para hacer llegar la droga hasta el mercado estadounidense. Por su parte, el
4
Un recuento completo sobre la operación que resultó en el asesinato del líder del Cartel de Medellín puede leerse en el interesante libro de Mark Bowden, Matar a Pablo Escobar. RBA Libros, Barcelona, España: 2007.
4
cartel de Cali había sido virtualmente liquidado, o al menos atomizado en grupos más pequeños luego que en 1995, sus cabecillas, los hermanos Rodríguez Orejuela se entregaran a las autoridades colombianas del presidente Ernesto Samper, de quien se supo luego que recibió varios millones de dólares del narcotráfico para financiar su campaña presidencial.
También cambia el mapa del tráfico de drogas la exitosa operación llevada a cabo por la policía y ejército peruanos que durante el año 1996 cierran el espacio aéreo a toda aeronave de la que se sospeche que transporta pasta base de coca con destino a los laboratorios colombianos. Decenas de aeronaves son derribadas, lo que lleva a los carteles colombianos, que se calculan en alrededor de 300 pequeñas estructuras, a sembrar la coca dentro del territorio de su país5. Para el año 2,000 en Colombia se producirá ya el 90% de la coca necesaria para suplir al mercado mundial de cocaína.
Esta nueva situación llevó a que los carteles mexicanos, que eran contratados por los colombianos para pasar la droga a través de la frontera para los Estados Unidos a cambio de una tarifa predeterminada, buscaran consolidar su control sobre estas rutas fronterizas, contactando directamente a los pequeños carteles sudamericanos para pactar nuevas condiciones. El empujón que necesitaban los mexicanos para asumir un papel mayor en el tráfico de drogas lo explica el periodista mexicano Ricardo Ravelo: “El asesinato de Rafael Aguilar Guajardo, jefe del cártel de Juárez, en 1993, y la aprehensión, tres años después, de Juan García Ábrego, líder del cártel del Golfo, obligó a los grupos criminales a modernizarse…”6
Los carteles mexicanos establecieron contactos con otras mafias de transporte, como las puertorriqueñas o dominicanas, que aprovechando la condición de Estado Libre asociado del primero introducían grandes cantidades de droga directamente en el puerto de Nueva York. Los dominicanos tenían ya una fuerte organización que tenía alquilados en Puerto Rico o Nueva York (Washington Heights, específicamente), complejos habitacionales para distribuir la droga, férreamente controlados por verdaderos ejércitos. De acuerdo a una fuente de inteligencia americana entrevistada por la periodista Juanita Darling, de Los Ángeles Times, algunos grupos de traficantes observaban con inquietud y
5
Julie López. 40 años de narcotráfico. Infografía animada fechada en marzo de 2011, que puede consultarse en el sitio web: plazapública.com.gt. 6 Ricardo Ravelo. Los Capos. Las narco-rutas de México. Debolsillo, México: 2006. Pág. 78.
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desconfianza esta consolidación de los carteles mexicanos, a la vez que establecían nuevas redes de tráfico de drogas hacia Europa para no perder su fuente de riqueza y trataban denodadamente de: “…break the Mexican monopoly. Groups who don´t have anything and who don’t want anything to do with Mexico are exploring new possibilities.”7
Estas nuevas rutas con destino europeo, diseñadas en conjunto con la mafia rusa, constituían: “… an attempt to make an end run around Mexico’s drug distributors, who had taken advantage of the Colombian cartels’ vulnerability to grasp a tremendous share of the
market.”8
Las rutas partían del norte del valle del Cauca, (cuya capital provincial es
Cali), conectaban ahora con las islas de Saint Martin o Antigua y de allí con el mercado de los Estados Unidos o bien con puntos de compra europeos controlados por la mafia italiana, pero también la mafia estaba sufriendo duros golpes: algunos capos habían sido capturados en Colombia y extraditados a Italia.
En esos tiempos de cambio, hasta la oferta de drogas se estaba diversificando. De acuerdo al citado artículo de Darling, los carteles mexicanos y colombianos habían tenido un rotundo éxito en introducir heroína al mercado americano, una droga que rendía muchos más réditos que la cocaína, por ser nueve veces más cara que la otra droga, por lo que pequeñas cantidades de heroína rendían grandes ganancias para los traficantes. Este exitoso producto por lo tanto, no necesitaba del volumen para generar riqueza, por lo que los traficantes podían prescindir de contenedores, o de avionetas con pesadas cargas, y se podía apoyar en un tipo de tráfico minorista: las personas. Las mulas fueron entonces vehículos efectivos para transportar esta droga, al igual que los miles de migrantes ilegales que trataban de cruzar la frontera para buscar trabajo en los Estados Unidos. Darling apunta que el 90% de la heroína introducida subrepticiamente en los EE.UU. se realizó dentro de los estómagos de personas.
El ascenso de los carteles mexicanos. Así que la debilidad de los carteles colombianos devino en la fortaleza de los carteles mexicanos, que habían surgido como meros transportistas luego que los Estados Unidos cerraran de forma efectiva las rutas de tráfico de drogas que cruzaban el Caribe y que se
7
Juanita Darling. Colombian Cartels find new drugs paths to US. Los Ángeles Times, Los Ángeles, California, 17 de noviembre de 1997, pág. 1. 8 Juanita Darling. Ibid.
6
apoyaban en Jamaica o las Bahamas y los colombianos necesitaran otra base de operaciones cerca del mercado norteamericano.
El agente de inteligencia entrevistado por Darling comenta: “Whith the fall of the Rodriguezes [Orejuela], Mexican ‘narcos’ began to take control (…) from the Colombian cartels. Today, Colombian organizations depend on the Mexicans for getting 60% to 70% of their drugs into the States, and the Mexicans have moved from being simple intermediaries to the owners of the trade.”
Guatemala no quedaba fuera de este nuevo ordenamiento de poderes. En un operativo realizado por fuerzas de policía de Guatemala y Alemania, se determinó que una red colombiana usaba al primer país para llevar cocaína y heroína a Europa, utilizando al segundo como puerta de entrada al continente. De esta investigación resultó el arresto del gerente general de la transnacional suiza Nestlé en Guatemala y su hijo. Ellos, junto con el jefe de la policía de Antigua Guatemala formaban parte de una red de tráfico que había logrado introducir alrededor de U$100 millones en cocaína escondida en cajas de flores de exportación.
Alrededor de un lustro llevó a los carteles mexicanos apoderarse del monopolio del control de la frontera sur de los Estados Unidos. De acuerdo a Julie López en su dinámica historia de cuarenta años de tráfico de drogas, para el año 2,000 los mexicanos dominaban y concentraban la mayor parte de las ganancias del tráfico de droga. Ahora ellos eran quienes pagaban a los productores colombianos tarifas predeterminadas por la droga y una vez en sus manos ellos se encargaban de hacerla llegar al mercado norteamericano.
La primera organización mexicana en surgir como poder real en el control de las rutas fue la encabezada por Amado Carrillo Fuentes, “el señor de los cielos”, el Cartel de Juárez. A él se suma luego el cartel de Tijuana, liderado por los hermanos Arellano Félix. Estos dos carteles hacen sentir, casi inmediatamente, su presencia en Guatemala, como una forma de asegurar bases de operaciones al sur de su frontera.
Un último elemento que jugó a favor de la consolidación del poder de los carteles mexicanos fue el triunfo electoral del candidato a la presidencia Vicente Fox, primer
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presidente electo en no pertenecer al PRI desde la fundación del partido dominante de la vida política de México.
En el recuento que hace Julie López del narcotráfico en el país comenta que la llegada de Fox al poder marcó el inicio de una guerra represiva contra los carteles que abarcó su sexenio y provocó que los carteles buscaran un reacondicionamiento del poder pero ahora fuera de las estructuras tradicionales del PRI, que había mantenido el poder sobre las organizaciones criminales hasta un punto manejable y soportaba sus actividades siempre y cuando no desafiaran la autoridad del Estado. Esta nueva situación dio pie para que surgieran otras organizaciones, como el Cartel del Golfo o el de Sinaloa, dispuestos a participar del jugoso negocio de la droga.
Los colombianos se niegan a desaparecer. Pero el desplazamiento de los colombianos en el control de las rutas de tráfico por Centroamérica no fue inmediato, e incluso su presencia persiste hasta el día de hoy. El 5 de marzo de 2000 la Guardia Costera de los Estados Unidos reportó la captura del buque colombiano Por siempre amigos, en aguas internacionales, a 400 kilómetros al oeste de Acapulco, México. El buque llevaba una carga de 8.8 toneladas de cocaína y se capturó a toda la tripulación conformada por ocho nicaragüenses, un salvadoreño y un ucraniano. Pero también se capturó al colombiano Pedro Pablo Gómez Trejo, identificado por la DEA como el jefe del cartel del Cauca, un ramal del Cartel de Cali.
La ruta del cartel de Cali por el Océano Pacífico tocaba los siguientes puntos de abastecimiento: San Juan del Sur en Nicaragua, San Miguel y Usulutlán en El Salvador, y Puerto de San José en Guatemala, mientras que la ruta atlántica abarcaba: Puerto Cabezas, en Nicaragua, Gracias a Dios, Colón, Río Tinto y Puerto de Castilla en Honduras y Río Dulce en Izabal, Guatemala. La forma de operación típica es explicada por un agente del DOAN, guatemalteco: “En la costa Atlántica se conoce que barcos de gran calado descargan la droga en pequeñas lanchas tiburoneras, equipadas con motores de alta potencia, ingresan en Río Dulce y la llevan al Lago de Izabal, donde son descargados en chalés privados y transportados por tierra hasta la frontera mexicana.”9 De esta forma explicó el agente, decomisos de drogas en Guatemala se podían conectar con arrestos en El Salvador o Nicaragua.
9
S/A. Atrapados en la red. Reportaje en dos partes. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 19 y 20 de marzo de 2001.
8
Incluso para el año 200210, el DOAN emitió un documento titulado Situación del narcotráfico en Guatemala, en el que se indicaba que los carteles colombianos de Cali y Del Valle seguían utilizando la ruta marítima del pacífico para trasegar droga rumbo al gigantesco mercado norteamericano, tocando los puertos guatemaltecos del Pacífico de San José y Puerto Quetzal.
-IIIEl sitio del Estado.
9
El historial de decomisos. De acuerdo al balance de las incautaciones de droga presentado por el DOAN en el año 2002, los años en que mayor cantidad de droga fue descubierta fueron 1990 y 1991, cerrando
ambos
con
16
toneladas
métricas
de
droga.
El
año
1992
bajó
considerablemente, llegando a 9 toneladas, llegando reduciéndose a tan sólo 1 tonelada en 1995, siendo 1999 el último año en que se incautaron grandes volúmenes de droga: 10 toneladas.
La llegada a la presidencia de la república de Alfonso Portillo la caída en las incautaciones de droga coincidió con reportes periodísticos sobre la poca seguridad que ofrecían los puertos nacionales. “Las cantidades de droga incautada durante el régimen eferregista11 son un claro ejemplo del poco combate al narcotráfico y la implicación de las autoridades en el trasiego de las mismas (…) el escaso decomiso en el puerto Quetzal fue la causa del despido del presidente de la junta directiva de esa entidad…”, afirmaba el equipo de investigación de elperiódico, en un balance de la lucha antidrogas durante el período de la presidencia de Portillo12. El despido de los funcionarios se debió a las constantes protestas en su contra emitidas por la Embajada de los Estados Unidos. El resultado de este relajamiento de las autoridades fue que de enero de 2000 a agosto de 2002 los decomisos llegaban a apenas 6 toneladas de estupefacientes.
El informe de Otto Reich.
10
Equipo de investigación. Dos años de éxito para el tráfico de drogas. Diario elperiódico, Guatemala, 5 de agosto de 2002. 11 El partido político que llevó al poder a Alfonso Portillo, fue el Frente Republicano Guatemalteco, cuyas siglas eran: FRG. 12 Equipo de investigación. Dos años de éxito para el tráfico de drogas. Diario elperiódico, Guatemala, 5 de agosto de 2002.
El poco interés del gobierno guatemalteco en la lucha antidrogas llevó a que el propio subsecretario de Estado para el hemisferio occidental y mano derecha de Colin Powell, Otto Reich, en un discurso sobre Guatemala ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso de los Estados Unidos afirmara lapidariamente que el combate a la corrupción era pura palabrería, y afirmó que la laxitud de las autoridades bien podría ser connivencia con los narcotraficantes. Reich también informó: “Algunos de los líderes del narcotráfico tienen vínculos muy cercanos con el Gobierno de Guatemala, y con regularidad influyen en las decisiones de éste, especialmente en lo que respecta al nombramiento de personal en los ministerios de Defensa y Gobernación.”13
En el artículo de elperiódico que cubrió las declaraciones de Reich también se incluyeron otras opiniones de funcionarios estadounidenses, como Paul Simmons, asistente del Secretario de Estado para narcóticos y cumplimiento de la ley, que comentó: “Quizá el aspecto más perturbador de la situación en Guatemala es la evidencia del involucramiento de exmilitares en el tráfico de drogas. En todo caso, es un hecho que nuestros esfuerzos por detener el flujo de drogas se ven debilitados por la corrupción endémica en todo nivel de la Policía y el Ejército. No es de sorprenderse que los esfuerzos del Gobierno de Guatemala por combatir la corrupción hayan sido infructuosos.”
En el artículo citado también se incluyó el comentario emitido por Rogelio Guevara, Jefe de Operaciones de la DEA, que indicó: “La corrupción en el DOAN se volvió tan intolerable que en abril de 2002 las fuerzas fueron reducidas de 650 a 140 miembros. El comportamiento criminal del DOAN ha ido mucho más allá del soborno y se ha convertido en algo tan lamentable como el secuestro y el asesinato. El impacto de esta situación en los esfuerzos de la DEA por combatir el narcotráfico en Guatemala es obvio. La DEA ha tenido que ser muy cauta al compartir su inteligencia y pistas operativas con sus contrapartes guatemaltecas, por temor a comprometer la información.”14 Guevara expuso en un informe rendido al Departamento de Estado en donde se analiza el papel del gobierno de Portillo citado por Siglo Veintiuno: “Embarcaciones rápidas salen de Colombia con cargas de cocaína que oscilan entre mil a dos mil kilos y llegan a las costas de Guatemala. El país es una zona primaria de aterrizaje de avionetas en las más de 490
13
Juan Carlos Llorca. EE. UU.: ‘El combate a la corrupción es palabrería’. Diario elperiódico, Guatemala, 11 de octubre de 2002. 14 S/A. DEA llevaría casos a Estados Unidos. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala 15 de octubre de 2002. El artículo ofrece un extracto de la declaración realizada por Roger Guevara, Jefe de Operaciones de la DEA ante la Comisión del Congreso norteamericano en el apartado titulado Informe I: El narcotráfico.
10
pistas clandestinas. Contenedores con droga utilizan embarcaciones comerciales que atracan en los dos puertos más importantes: Puerto Quetzal y Puerto Barrios.” El informe de Reich concluyó indicando que: “Algunos que mueven estas actividades [tráfico de drogas e indocumentados] tienen lazos estrechos con los más altos niveles del Gobierno.”15
Sin embargo, la preocupación manifestada por los funcionarios estadounidenses no quedó allí, pues Mónica Vegas Kladakis, otra funcionaria del Departamento de Estado, encargada de la promoción de la democracia y derechos humanos comentó, citada en el artículo del Siglo Veintiuno: “Oficiales militares retirados, con vínculos con el crimen violento organizado, tienen significativa influencia dentro del Ejército, la Policía y los poderes Ejecutivo y Judicial.”
Las declaraciones de los funcionarios norteamericanos causaron grandes tensiones a lo interno del gobierno de Portillo. Incluso la cancillería llamó al embajador guatemalteco en Washington, Ariel Rivera, para realizar ‘consultas’. El canciller guatemalteco, Gabriel Orellana explicó, sobre el incidente: “Lo que preocupa al gobierno es que se hagan señalamientos de un gobierno amigo de la existencia de figuras vinculadas, real o presuntamente, con el narcotráfico y con la delincuencia organizada, sin que haya dado los elementos de juicio para combatir esos flagelos”16 y agregó “Veremos de qué manera podemos requerir o demandar que el Gobierno de EE.UU. haga públicos esos nombres y esas acciones, porque el hecho de ocultar esos nombres, de omitir
información, no
contribuye al proceso de la democracia.”17
En respuesta a las declaraciones cada vez agresivas de los funcionarios guatemaltecos, el Departamento de Estado se limitó a informar que seguiría con su política de revocar visas a las personas a las que considerara sospechosas de participar en el tráfico de drogas o de pertenecer al crimen organizado18, y el encargado de negocios de la embajada de los Estados Unidos, Stephen MacFarland, agregó que su gobierno había cumplido con
15
Hugo Alvarado y Jorge Jiménez. EE. UU. Vincula al Gobierno con crimen organizado. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 11 de octubre de 2002. 16 S/A. Cancillería llama al Embajador en Washington para ‘consultas’. Diario elperiódico, Guatemala, 12 de octubre de 2002. 17 S/A. Gobierno protesta a EE.UU. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 12 de octubre de 2002. 18 En marzo de 2002 la entonces embajadora de los Estados Unidos, Prudence Bushnell le canceló la visa a Luis Francisco Ortega Menaldo, al vincularlo con tráfico de drogas. El exmilitar demandó pruebas a la embajada sin obtener respuesta.
11
señalar claramente los problemas de corrupción y crimen organizado de tipo institucional en que se encontraba inmerso el gobierno y que las declaraciones de Reich no debían matizarse malévolamente, ya que éste funcionario había hablado en nombre de los Estados Unidos y no a título personal.
Ya para el día 16 de octubre de 2002 el gobierno guatemalteco había suavizado su discurso y empezaba a hablar de cooperación y de sanar las relaciones diplomáticas, y se restó importancia a la llamada a consultas del embajador en Washington, explicando el canciller que tenía mucho tiempo de no hablar con el diplomático y que había llegado el momento de llamarlo.
El informe Cambridge. Tan sólo un par de días después de las explosivas declaraciones de Otto Reich ante un comité del Congreso de los Estados Unidos, se hizo del conocimiento público las conclusiones de un estudio sobre Guatemala realizado por Hemisphere Iniciatives, de Cambridge, Massachussets.
Investigadores de este centro realizaron un análisis político y económico de Guatemala, concluyendo que “existen muchas evidencias circunstanciales sobre la influencia que Jacobo Salán Sánchez y Francisco Ortega Menaldo ejercen sobre la administración de Portillo”.19 El informe incluía informaciones sobre los lazos existentes entre elementos del crimen organizado y ex agentes de inteligencia militar en activo en los años ochenta y noventa con los funcionarios en el gobierno al momento de realizarse la investigación, entre ellos el propio presidente del Congreso de la República, Efraín Ríos Montt. La investigación titulada ¿Quién gobierna? fue realizada por Rachel Sieder de la Universidad de Londres, Megan Thomas, periodista y analista política, George Vickers y Jack Spence, de la Universidad de Massachussets.
La descertificación.20 Tras la batalla diplomática desencadenada por las declaraciones de Reich ante miembros del Congreso de los Estados Unidos, los nubarrones de tormenta se fueron disolviendo y el nuevo panorama fue aclarándose: el gobierno de Alfonso Portillo decidió 19
Equipo de investigación. Cabezas delincuenciales en Gobierno. Diario elperiódico, Guatemala, 14 de octubre de 2002. 20 Descertificación: Sanción que los Estados Unidos impone a un país por sus notorios fracasos para colaborar con ellos en el combate al tráfico de estupefacientes.
12
relevar del cargo de canciller a Gabriel Orellana y nombrar en su lugar a otra persona considerada más idónea: Edgar Gutiérrez, con la misión casi imposible de lograr la certificación de Guatemala en la lucha contra las drogas. En respuesta a las críticas vertidas en contra del DOAN, el gobierno ordenó el 17 de octubre de 2002 la disolución de la unidad especial policial y la conformación de otra unidad especializada. Dicha medida se efectuó luego que se confirmara que 10 agentes de esa unidad se robaran 1,604 kilos de cocaína en bodegas bajo su custodia y dentro de sus instalaciones. Al día siguiente del anuncio de la desaparición del DOAN el nuevo canciller viajaba a los EE.UU. para presentar a la Casa Blanca los avances.
Por su parte, el gobierno de los Estados Unidos nombró como embajador a John Hamilton, quien presentó cartas credenciales el 10 de enero de 2003 manifestando que “las preocupaciones se mantienen en Estados Unidos”.21 El diplomático comentó días después que el gobierno norteamericano contemplaba la posibilidad de descertificar a Guatemala en el combate al narcotráfico, pero bajo una modalidad denominada “waiver”22, que no implicaba sanciones y sí un reconocimiento por los esfuerzos de meses recientes.
Casi milagrosamente, en noviembre de 2002 empezaron a surgir nuevos decomisos de drogas. A mediados de mes, la Policía Nacional Civil incautó 898 kilos de droga, y tan sólo unos días después se encontraron otros 8 kilos y medio millón de dólares en efectivo.
Sin embargo, pese a los cabildeos realizados por el canciller en la capital estadounidense y los nuevos esfuerzos policiales, el 31 de enero de 2003 la embajada de EE. UU. distribuyó un boletín a la prensa en el que se informaba de la decisión de la Casa Blanca de descertificar a Guatemala argumentando que el país: “…ha fracasado manifiestamente durante los últimos 12 meses en adherirse a sus obligaciones bajo acuerdos antinarcóticos internacionales establecidas en la ley estadounidense”, boletín que vino acompañado de declaraciones del subsecretario de Estado interino para asuntos antinarcóticos, que desde Washington afirmó que “La policía se robó el doble del volumen de drogas que ha sido confiscado y se ha identificado con ejecuciones relacionadas a la droga, tanto de
21
Juan Carlos Llorca. Los esfuerzos contra la descertificación. Diario elperiódico, Guatemala, 20 de enero de 2003. 22 Waiver: dispensa que a pesar de estar desertificado, recibe un país por resultar de interés nacional para los EE.UU. no imponerle sanciones económicas.
13
narcotraficantes como civiles”23. La embajada hizo referencia también a que durante el período de 1996 a 1999, se incautaron en Guatemala alrededor de 30,157 kilos de droga frente a tan sólo 6,878 para el período 2000-2002, calificando de “fracaso manifiesto”, las acciones de Guatemala, Haití y Birmania en su lucha contra las drogas.
El gobierno guatemalteco respondió con comentarios emitidos por el canciller Gutiérrez, quien calificó a la decisión de los Estados Unidos como: “una medida unilateral que viola el principio de igualdad jurídica entre las naciones (…) una mera percepción de ese Gobierno
(…)
Redoblamos
la
capacidad
para
luchar
contra
el
narcotráfico,
independientemente de la certificación (…) La descertificación es una medida unilateral y la rechazamos.”24
En los Estados Unidos también hubo críticas a la descertificación de Guatemala en la lucha contra las drogas. La más contundente fue quizás la realizada por el Consejo de Asuntos Hemisfericos –COHA- (por sus siglas en inglés) que editó en el mes de febrero de ese 2003 un informe titulado El resurgimiento de los escuadrones de la muerte y el comercio de drogas en la Guatemala de Hoy, a cargo de Jason Ballet. El COHA, fundado en 1975, es considerado por el Congreso de los Estados Unidos como uno de los ThinkTanks más eruditos y creadores de políticas más respetados.
El informe realizaba acusaciones contundentes: “El gobierno del presidente Alfonso Portillo no es una democracia sino una drogacracia: su débil administración está corrompida, vinculada al crimen organizado y a los escuadrones de la muerte de base militar. Además, es cómplice o se beneficia del comercio de drogas.”25 El informe también concluía que: “Existen argumentos para ayudar a Haití, pero no a Guatemala. Haití no tiene escuadrones de la muerte, ni un presidente que muestre indiferencia ante el tráfico de drogas, o un ejército que constituye el factor principal de las violaciones a los derechos humanos y del comercio de las drogas.” El COHA recomendaba que para que la situación de Guatemala diera un vuelco antes de convertirse en la próxima Colombia dominada por violentos carteles de droga se debían tomar cinco medidas, que contemplaban la reducción del ejército y reforzar a la policía, investigar los grupos clandestinos, erradicar el Estado Mayor, que a lo largo de la historia contemporánea de 23
Sandra Valdéz. Descertificados; en peligro TLC. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 1 de febrero de 2003. Abner Guoz. Gutiérrez confía en lograr la Recertificación. Diario elperiódico, Guatemala, 1 de febrero de 2003. 25 Sylvia Gereda Valenzuela. ‘Drogacracia’ de Guatemala. Diario elperiódico, Guatemala, 24 de febrero de 2003. 24
14
Guatemala ha sido acusado de violaciones a los derechos humanos, y que a la fecha del informe estaba conformado por 486 miembros. También recomendaba suspender todo tipo de ayuda de los Estados Unidos hasta que Guatemala demostrara claridad y efectividad del gasto de dicha ayuda y promover reformas tendientes a la transparencia de la actividad gubernamental, priorizando el combate a la corrupción.26
La primera guerra de reacomodo. Para el año 2003, las nuevas autoridades antinarcóticos, el recién estrenado Servicio de Análisis e Información Antinarcóticos, -SAIA-, podían definir claramente que cinco organizaciones criminales dominaban el tráfico de drogas por territorio guatemalteco: en el norte, en el departamento de Petén y Alta Verapaz, operaba el denominado cartel de Sayaxché; en el oriente, en el departamento de Izabal, operaba la organización denominada Izabalino, y en Zacapa el cartel de Zacapa; en el sur, principalmente en el departamento de Escuintla, operaba el cartel Luciano y en occidente, en la frontera con México, el grupo llamado Ocós, por la localidad en donde tenían su base de operaciones.
Sin embargo, la relativa tranquilidad en que operaban todas las organizaciones se vio rota por eventos ocurridos a cientos de kilómetros al norte, en México, en donde surgían dos organizaciones especialmente violentas que tenían nuevos planes en Centroamérica. Los carteles de Sinaloa y del Golfo surgieron como poderosos carteles que desplazaron al de Tijuana y al de Juárez, a quienes les arrebataron el control de la frontera con Estados Unidos.
Ambos carteles estaban dispuestos a asumir el control total de las rutas transfronterizas de la droga, y negociaban directamente con productores colombianos los precios de la droga y luego ellos se encargaban de introducirla hasta el mercado norteamericano. El nuevo plan implicaba que debían tomar control de los caminos de trasiego que cruzaban el territorio guatemalteco, y como los carteles locales no iban a entregarlos voluntariamente, se desató la guerra, liderada por el cartel del Golfo.
Sumado a ello, la descertificación de Guatemala por parte de los EE.UU. empujó a las autoridades nacionales a combatir a regañadientes a las organizaciones, lo que también provocó desplazamientos de territorios y vacíos que alguien quería, inevitablemente 26
Sylvia Gereda Valenzuela. Ibid.
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llenar. Un oficial de la SAIA explicó: “…si las autoridades ya no dejan pasar los cargamentos de todos por igual, unas bandas delatan a otras, se roban los embarques entre sí y, como hay más riesgo, quieren eliminar la competencia.”27
El primer encuentro armado entre carteles rivales se llevó a cabo a finales del mes septiembre de 2002, cuando un numeroso grupo de hombres armados ocupó la aldea la Pepesca, en Río Hondo, Zacapa, y asesinaron a Luis Alfonso Orellana Morales y su hijo, Luis Alfonso Orellana León, presuntamente obra del cartel del Golfo. La SAIA comentó que los Orellana tenían estrechos vínculos con el cartel de Zacapa.
Esta acción fue vengada meses después, el 17 de enero de 2003, cuando presuntos sicarios del cartel de Zacapa asesinaron a Alfredo Acevedo Barrientos, de 78 años, en la aldea Izabalito, departamento de Izabal, supuestamente para provocar la presencia del hijo del asesinado, Mariano Acevedo en el funeral para ser asesinado allí. Según vecinos, en el asesinato de Alfredo Acevedo participaron cerca de 100 hombres uniformados como tropas paramilitares, armados con fusiles de asalto y lanzagranadas.28 La SAIA manejaba la hipótesis de que el Cartel del Golfo pretendía debilitar al de Zacapa, para ocupar sus rutas, o al menos para utilizarlas en su intento de centralizar el tráfico. Sin embargo, la fortaleza del cartel de Zacapa se basaba en que sus líderes “tendrían vínculos cercanos con coterráneos que ahora ocupan puestos en el ejecutivo”, según el artículo periodístico ya citado, además de tener relaciones estrechas con los carteles de Juárez y Sinaloa.
Otra de las movidas que realizó el cartel del Golfo fue apoderarse de la ruta de Ocós, un punto importante para el tráfico por su cercanía con México. El 14 de octubre de 2002 muere acribillado en la Avenida de la Reforma, ciudad de Guatemala, Jorge Caballeros Rivera y un acompañante. Según la DEA, Caballeros traficaba armas y drogas y cuando la SAIA allanó su residencia en Ocós se encontraron 10 lanchas, 16 motores, 5 brújulas y un radiotransmisor. Pero la violencia no se detuvo con este asesinato, pues una de las convivientes de Caballeros, Aída Sonia Cruz, según denuncias posteriores de familiares, ordenó el asesinato de Ángel Caballeros, padre de Jorge, porque “no quedó contenta con lo que mi hermano le dejó. Quiere más”, según declaraciones que hizo a la policía su 27
S/A. Documentos revelan negocios entre Narcos ahora en guerra. Diario elperiódico, Guatemala, 29 de abril de 2003. 28 S/A. En el reacomodo, el grupo de Zacapa parece haber salido ganador. Diario elperiódico, Guatemala, 30 de abril de 2003.
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hija.29 La violencia continuó, pues a su vez, Cruz murió acribillada en la población de Coatepeque, departamento de Quetzaltenango, cercana a la frontera con México. La SAIA adjudicó el espiral de violencia a un personaje desconocido del que se sólo pudo ofrecer el nombre: Juan Chamalé30, en su búsqueda por controlar Ocós.
Por último, la pinza del cartel del Golfo se cerró sobre Sayaxché, en donde sería abatido frente al palacio municipal de la localidad su Alcalde, Guillermo Segura de la Cruz, el 1 de abril de 2003. Segura había sido sujeto de investigaciones por parte del disuelto DOAN, quien le atribuía ser la cabeza del cartel de Sayaxché, que controlaba el paso de droga por Alta Verapaz y Petén hacia territorio mexicano. El informe del DOAN reportaba que Segura era propietario de “camiones de doble fondo, aviones y helicópteros para realizar los traslados de la droga hacia México”31. Con el asesinato del alcalde, el Cartel del Golfo pretendía asumir el control del cartel mediante la imposición de un nuevo alcalde afín a la organización, manteniendo el esquema de ejercer control directo sobre el poder local. El cartel de Sayaxché, de acuerdo a información de la SAIA era una de las organizaciones más nuevas, y había surgido como un prestador de logística para aterrizaje y descarga de avionetas procedentes del Caribe y demás países centroamericanos, y enviaba la droga a México por los ríos Usumacinta y La Pasión. El cartel se consolidó bajo el liderazgo del beliceño Ángel Úrsulo Mendoza, quien sería capturado luego por las autoridades guatemaltecas en Flores, Petén, y fue extendiendo sus actividades a la distribución y comercio de amapola, heroína, marihuana y cocaína.32 El cartel, que controlaba alrededor de veinticinco pistas de aterrizaje diseminadas en todo Petén, se convirtió en el punto de enlace entre los productores de droga colombianos y el cartel de Sinaloa. El cartel también utilizó la remota ubicación del Parque Nacional Laguna del Tigre para descargar droga, y la SAIA y el ejército encontraron numerosas avionetas estrelladas en la selva o hundidas en las lagunas luego de ser descargadas.
La guerra entre grupos se extendió durante todo el año, incluyendo un espectacular operativo en el que sicarios ingresaron al hospital El Pilar en ciudad de Guatemala, disfrazados como agentes de las Fuerzas Especiales Policíacas, -FEP-, y armados con fusiles 29
Elperiódico. En el reacomodo… Juan Alberto Ortiz López, alias Chamalé, sería capturado por un operativo de la DEA en la ciudad de Quetzaltenango el 30 de marzo de 2011, y era considerado el lugarteniente de “El Chapo” Guzmán en Guatemala, responsable de coordinar el trasiego de grandes cantidades de cocaína por el sur del país. 31 Elperiódico. En el reacomodo… 32 Equipo de investigación. Biosfera Maya tomada por el narcotráfico. Diario elperiódico, Guatemala, 5 de mayo de 2003. 30
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de asalto y asesinaron a Edwin Alcides Cruz Cardona, internado en dicho centro médico y a otras tres personas que estaban en la habitación a la llegada de los asesinos. Cruz Cardona es identificado por la SAIA como supuesto líder de un comando de sicarios del cartel del Golfo.
Por su parte, las autoridades de Guatemala apuntaban a su favor un golpe. El 3 de abril de 2003, fuerzas antinarcóticos irrumpieron en una casa ubicada en la zona 14 de la ciudad de Guatemala, reportando el decomiso de U$ 14 millones en efectivo. La casa supuestamente servía de almacén para Otto Herrera, un capo guatemalteco que daría mucho de qué hablar posteriormente. Los operativos continuaron con registros de 17 casas en toda la ciudad propiedad de Herrera, sin lograr capturarlo. Pero de forma inmediata, la reacción fue el asesinato, tan sólo seis días después del operativo, del capitán del ejército, Oscar Armando Rodríguez, en el kilómetro 34.5 de la carretera al Pacífico. El militar asesinado habría pertenecido presuntamente a una unidad militar llamada “comando y búsqueda” encargada de recabar inteligencia en el combate al narcotráfico, luego del desmantelamiento del DOAN.
El balance de 2003. Los Estados Unidos decidieron recertificar a Guatemala en su lucha contra las drogas en septiembre de 2003, manifestando que se habían realizado verdaderos esfuerzos por parte de las autoridades. Los decomisos reportados por la SAIA sumaron un total de 7,000 kilos de droga y millones de dólares incautados. La recolección de inteligencia resultó en la clara definición de los carteles guatemaltecos y sus ubicaciones, identificando que en el departamento de Guatemala actuaba el cartel del Gallito, por el nombre del barrio en que tiene su centro de operaciones, el cartel de Sayaxché en Petén, supuestamente dirigido por Otto Herrera, el cartel del Golfo, en Izabal, al que no se debe confundir con el mexicano, mucho más grande, poderoso y peligroso, el cartel de Zacapa y la Pepesca, en el departamento de Zacapa y el cartel Luciano en Escuintla.
No obstante el aumento en la captura de droga, fue duramente criticada la circunstancia que no se arrestara a ningún capo importante de los carteles, no obstante la supuesta guerra sin cuartel que el gobierno de Portillo había lanzado en contra de los carteles, pero para la fecha, los Estados Unidos se encontraba comprometido en su aventura militar en Irak, que le causaba más preocupaciones que la política antidrogas en Guatemala.
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El año 2003 fue también el último de la administración de Alfonso Portillo, quien ofreció una entrevista al diario Siglo Veintiuno en la que hizo señalamientos que por su interés se transcriben completos:
“Periodista: En el combate al narcotráfico ¿qué hizo falta? Alfonso Portillo: Más apoyo de Estados Unidos. Ahora me encuentro que no podemos hacer funcionar un avión A-37 porque Estados Unidos no nos autoriza vender el vidrio delantero. Ello porque tenemos un veto por parte de ellos en productos de la guerra y no nos dan repuestos. Nos exigen y no tenemos suficiente apoyo; sin embargo, los logros que hemos tenido los ha reconocido el embajador Hamilton en los últimos meses. La recertificación no fue un trabajo de lobby ni político, fue porque hubo un trabajo concreto, pero será un problema que irá creciendo no sólo en Guatemala, sino en América Latina.”33
-IVLas declaraciones de Llort Quiteño.
La caída de Byron Berganza. José Armando Llort Quiteño, ex presidente del Crédito Hipotecario Nacional, -CHN-, el principal banco estatal guatemalteco durante el régimen eferregista, financista de la campaña de Alfonso Portillo y amigo íntimo del político decidió entregarse a las autoridades estadounidenses y acogerse al programa de testigo protegido a finales del mes de noviembre de 2003. Llort Quiteño tenía buenas razones para tomar tan arriesgada decisión, se le acusaba de lavado de dinero en el CHN proveniente del tráfico de drogas y de la corrupción de funcionarios del Estado que arrasaban con el tesoro nacional. Desde su posición privilegiada enviaba el dinero a bancos de Miami, El Salvador y las Islas Vírgenes.
Llort Quiteño declaró que camiones blindados llegaban a altas horas de la noche a los subterráneos del banco para realizar voluminosos depósitos de dinero proveniente de los carteles de la droga y de actos de corrupción. El exbanquero denunció que las
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S/A. “En narcotráfico faltó más apoyo de EE.UU.” El presidente Alfonso Portillo evalúa su gestión. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 20 de diciembre de 2003.
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operaciones eran coordinadas y dirigidas por Portillo y otros amigos militares en activo y retirados34.
Pero sus declaraciones ante las autoridades guatemaltecas no se limitaron a descubrir las intrincadas redes de la corrupción durante la administración de Alfonso Portillo, sino que abarcaron las relaciones entre el mismo gobierno y el cartel de Zacapa, dirigido en su momento por Byron Alcides Berganza Espina.
20 Llort relató a los fiscales de La Florida que el cartel de Zacapa se remontaba a los tiempos del alcalde Arnoldo Vargas, de quien Berganza era administrador de una de sus fincas, pero no permaneció ajeno al nuevo negocio de su patrón, y poco a poco se fue involucrando, de tal forma que a la captura y extradición de Vargas, Berganza tomó el control de la organización, recibiendo la oportuna asesoría de miembros del cartel de Cali establecidos en Guatemala, sobre todo del lugarteniente local del cartel, el colombiano Harold García.
De acuerdo al recuento del exbanquero, el negocio del trasiego de drogas fue viento en popa durante un período que abarcó de 1994 hasta 1996, hasta que las autoridades le declararon la guerra y llegaron a hacerle decomisos de hasta una tonelada de cocaína, lo que motivó que Berganza decidiera retirarse del negocio y dar lugar a dos de sus segundos para dirigir las operaciones: Jorge Rubén Orellana Pazos, “canasto de loros” y Oliverio Cordón Paz, quienes casi de inmediato intentaron controlar la totalidad de la organización, enredándose en una guerra interna.35 Mientras ambos hombres se dedicaban a matarse, Otto Roberto Herrera García se involucró en la organización, con el beneplácito de Berganza y tomó la responsabilidad de transportar la droga, lo que hacía en camiones de doble fondo que simulaban transportar ganado. Con el tiempo Herrera se fue fortaleciendo dentro del cartel, llegando a controlarlo, compartiendo la autoridad y las ganancias con su jefe, Byron Berganza.
Pero de la información dada por Llort Quiteño dada a la justicia americana, no quedaba clara la razón por la cual Berganza hubiera decidido ceder el control de la organización y pasar a la clandestinidad, viviendo supuestamente en los Estados Unidos y El Salvador, gozando de las regalías de la droga. 34 35
Coralia Orantes. Llort y sus acciones en el narcotráfico. Diario elperiódico, Guatemala, 29 de enero de 2004. Rodolfo Zelada. El poder tras el trono. Diario Siglo Veintuno, Guatemala, 29 de enero de 2004.
No fue sino hasta el 9 de octubre de 2005 que se supo toda la verdad sobre el capo del narcotráfico, gracias a una investigación efectuada por Claudia Méndez Arriaza, titulada Cómo cayó Byron Berganza. La periodista Arriaza, quien viajó a los Estados Unidos para entrevistar a Berganza cuando repentinamente apareció el capo en una prisión norteamericana, realiza un relato que pareciera salido de una novela de Frederick Forsyth. Berganza relató que no fue capturado en los Estados Unidos como se informó en una de las primeras noticias, sino que en realidad había sido capturado por la policía salvadoreña en la frontera entre Guatemala y El Salvador la mañana del 11 de septiembre de 2003, cuando intentaba cruzarla ilegalmente por la provincia de San Cristóbal. Una vez en manos de la policía del país vecino fue entregado a agentes de la DEA en un camino secundario no lejos del aeropuerto de Comalapa. Describe Arriaza: “Los agentes federales lo recibieron, le esposaron los tobillos, y le informaron que en esos momentos, un avión salía desde Estados Unidos hacia El Salvador para recogerlo y trasladarlo directamente a Nueva York, donde se encuentra detenido desde entonces.”
Al parecer, la DEA tenía información de que Berganza viajaría a El Salvador para discutir detalles de un envío de cocaína al país del norte de media tonelada, gracias a que habían rastreado una llamada con uno de los “contactos” del narcotraficante en los EE.UU. Junto con Berganza, se produjo la captura de William Eliú Martínex, ex diputado salvadoreño, en Panamá, el 12 de noviembre de 2003 y del guatemalteco Marco Antonio Lara Paiz, en el entramado de un amplio operativo conjunto de la DEA, unidades antinarcóticos guatemaltecas, salvadoreñas y agentes Mexicanos, que tenía como objetivo desarticular los contactos del Cartel de Cali con Centroamérica. Los capturados trabajaban como transportistas de droga para el cartel de Zacapa y eran los hombres de confianza de Otto Herrera. Al parecer Martínez había utilizado fincas y otros inmuebles en donde almacenaba droga y otras que utilizaba como “casas de seguridad” para albergar reuniones entre traficantes guatemaltecos y colombianos.
“De acuerdo con fuentes allegadas al caso, fue Llort Quiteño quien los delató y ayudó en su aprehensión, citándolos en Estados Unidos, lo que implica que mantenían alguna relación financiera y de respaldo.”36
36
R. Zelada y C. Orantes. DEA a la caza de peces gordos del narco. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 29 de enero de 2004.
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Mientras el operativo buscaba infructuosamente la captura de Otto Herrera se mantuvo en secreto la captura del jefe del cartel de Zacapa, quien a su vez, desde los Estados Unidos, nombró a Herrera como su sucesor. La noticia de la captura de Berganza se supo en Guatemala cuatro meses después, en enero de 2004, cuando súbitamente apareció en los registros de las prisiones americanas.
Pero las sorpresas no terminaron allí. Arriaza, gracias a las consultas a los expedientes judiciales de Berganza pudo determinar que el capo había llevado una doble y peligrosa vida desde mediados de los años noventa, pues había sido informante de la DEA.
Cito a Arriaza en extenso:
“A mediados de los 90, Berganza atravesaba momentos difíciles. El 26 de junio de 1996, la Policía encontró en la finca Guacamayo, en Izabal, propiedad de Berganza, una avioneta accidentada con 359 kilos de cocaína. Un juzgado de Izabal abrió una causa en su contra (…) ese año también el Gobierno de los Estados Unidos cargó una acusación contra Berganza por delitos de narcotráfico. Su situación cambió radicalmente el día que un informante se acercó a él y le dijo que la DEA quería hablarle (…) Los agentes le explicaron que Estados Unidos había emitido ya una orden de captura en su contra. ‘Me dijeron que si yo quería colaborar, ellos podían encargarse de esa situación con la Fiscalía, en Nueva York. Les dije: ‘Yo tengo cierto conocimiento sobre traficantes de drogas, colombianos y guatemaltecos’. Les dije que podíamos llegar a un acuerdo’”.37
Al parecer la colaboración de Berganza con la DEA, que se extendió por cinco años, rindió sus frutos. De acuerdo al recuento de Arriaza, el capo ayudó activamente a realizar decomisos de grandes cargamentos de cocaína de 1996 a 2001. Con la droga incautada en los operativos, la DEA organizó una distribución controlada de la droga a traficantes locales de forma que se pudo llegar a conocer a sus cabecillas, organización y forma de trabajo. Arriaza afirma que incluso llegó a entregar a miembros de su propia organización.
A su captura Berganza explicó a los agentes de la DEA que era un informante de la agencia, e incluso pidió hacer una llamada. Localizó a Rafael García, delegado de la 37
Claudia Méndez Arriaza. Cómo cayó Byron Arriaza. Diario elperiódico, Guatemala, 9 de octubre de 2005.
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DEA en Guatemala y quien operó a Berganza como informante. García le explicó que no podía hacer nada al respecto, pues había sido capturado mientras él trataba de llevar a cabo un negocio de drogas y que la protección de la agencia no se podría extender tanto, recomendándole cooperar. Berganza se incrimina de querer introducir 500 kilos de cocaína a los Estados Unidos.
Otras informaciones que han sido surgiendo del expediente judicial de Berganza son interesantes, pues Arriaza reporta que agentes de la DEA reportaron que las conexiones de Berganza llegaban hasta el ejército de Guatemala, tanto porque una hermana del traficante estaba casada con un general, Carlos Pinier como porque durante el conflicto armado, Berganza había sido comisionado militar y miembro de un escuadrón de la muerte ampliamente conocido en Guatemala: La mano blanca38, así como que su socio Marco Lara Paiz y otros que han recibido nombres clave como CC-1, CC-2, CC-3 y CC-4 han aceptado incriminar a Berganza a cambio de beneficios judiciales.
Berganza explotó sus conexiones con el ejército de una forma productiva para el negocio de drogas: “Un grupo de campesino le identificó [a Berganza] a principios de la década de los 90 como el integrante del grupo que irrumpía en sus parcelas para amenazarlos para que desocuparan Los Amates (…) los campesinos, bajo presiones y amenazas, eran obligados a descargar avionetas cargadas de droga, además de luego ser expulsados de sus parcelas, que más tarde se convertirían en pistas clandestinas de aterrizaje.”39
Sin embargo, la actividad de informante de la DEA no es excepcional, pues dentro del expediente judicial expuso el agente Rafael García que muchos narcos se acercan a la agencia para saber si son buscados, y si están en la lista de inmediato buscan cooperar a fin que la fiscalía sea benevolente. También se acercan a la DEA para eliminar a la competencia. Comenta Arriaza: “Muchas veces vienen para proveer información sobre otras organizaciones de narcotráfico.”
Otto Herrera. El supuesto jefe del cartel de Zacapa luego de la captura de Berganza, Otto Herrera es de origen humilde, nacido en el municipio de Morales, Izabal, de oficio pescador, hasta que
38 39
R. Zelada. Cómplices hunden a Berganza. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 11 de febrero de 2004. Claudia Méndez Arriaza. Cómo cayó…
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se involucró en el tráfico de estupefacientes, en donde descubrió que tenía un talento especial en disfrazar los cargamentos de la droga con rumbo a los Estados Unidos.
Las autoridades guatemaltecas habían venido siguiendo a Herrera a solicitud de la DEA desde el año 2003, e incluso habían realizado operativos en sus propiedades, en una de la cuales habían localizado U$14 millones, escrituras de 17 viviendas y dos fincas en Izabal. En el allanamiento se encontraron teléfonos celulares y satelitales y facturas por compras de yates y avionetas y boletas de depósitos voluminosos.
Herrera era conocido como “El Profe” o el Ingeniero, y estaba establecido en México, desde donde coordinaba las operaciones bajo la protección del cartel de Sinaloa, pero también tenía vínculos con el “Chapo” Guzmán.40 En un operativo coordinado por la DEA y autoridades mexicanas estuvo a punto de ser capturado en una zona residencial de Guadalajara, pero la información se filtró y pudo escapar.
La persecución duró aproximadamente un año, hasta que el 21 de abril de 2004, autoridades mexicanas anunciaron su captura ese mismo día en el aeropuerto del Distrito Federal, junto con tres cómplices suyos y llevado al Reclusorio Sur, de donde se fugaría más tarde disfrazado de policía el 13 de mayo de 2005, luego de repartir alrededor de dos millones de dólares, según reportó el diario mexicano El Universal, en un relato pormenorizado de la fuga publicado el 24 de octubre de 2005.
Al parecer, la libertad de Herrera era del interés de casi todo el mundo del narcotráfico, por su habilidad de esconder los cargamentos de droga. De acuerdo a información dada al periodista guatemalteco Eddy Castillo por personal de la Procuraduría General de México, los carteles mexicanos estaban preocupados por la caída del comercio de estupefacientes por los golpes asestados por las autoridades estadounidenses, por lo que “los capos de los carteles de Cali y Sinaloa, con la ayuda de dos de los más grandes traficantes de droga de México, Joaquín el Chapo Guzmán y el Mayo Zambada, lograron sobornar a las autoridades mexicanas para ayudarlo a escapar (…) y regresarlo a su país, a efecto de que reinvente nuevas formas para que el negocio continúe fructificando”.41
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Olga López Ovando. Recompensa millonaria para capturar a narco. Diario Prensa Libre, Guatemala 28 de marzo de 2004. 41 Eddy Castillo. El talento de Otto Herrera. Diario elperódico, Guatemala, 21 de mayo de 2005.
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Pero pese a la fuga de Herrera, durante su cautiverio el capo hizo declaraciones comprometedoras, allí afirmó que la mayoría de cargamentos de droga los había logrado trasladar hacia los Estados Unidos, gracias a que recibía protección de funcionarios guatemaltecos pertenecientes a las administraciones de Álvaro Arzú y Alfonso Portillo. De acuerdo al periodista Castillo, Herrera: “Califica como la mayor parte de su éxito, la compra de jefes policíacos, políticos y militares de alto rango, que son investigados actualmente por la DEA.”
De acuerdo a las investigaciones de la DEA, los cargamentos de Herrera partían por aire, mar y tierra rumbo al mercado norteamericano. Por vía terrestre simulaba cargamentos de frutas, electrodomésticos, gaseosas, combustibles e incluso flores, mientras que para los traslados por aire, Herrera tenía armada una red de pistas clandestinas en fincas que alquilaba en Centroamérica, México y Panamá, entre cuyos puntos los pilotos tenían órdenes estrictas de realizar vuelos a baja altitud y con varias escalas a efecto de burlar los radares de los aeropuertos. Pero la ruta más importante era la marítima en donde utilizaba lanchas rápidas que se abastecían de combustible en alta mar, en donde utilizaba barcos pesqueros como tanqueros. También remitía la droga en contenedores por barco en donde consignaba en los manifiestos de carga que contenían productos químicos o altamente tóxicos para evitar los registros, asegurándose la complicidad de las autoridades portuarias.
Herrera había estructurado una complicada trama de empresas de transporte. De acuerdo a información provista por la SAIA, los carteles mexicanos y colombianos le entregaban la droga en Colombia o en las costas guatemaltecas, en donde centralizaban los cargamentos en Puerto Barrios y Puerto Quetzal y la remitían a México vehículos de las empresas Transportes Refrigerados Herrera Hermanos y Transportes Pesados del Atlántico, propiedad de los hermanos Herrera, Vinicio, Carlos Humberto y Roger Alberto.42 Pero los Herrera también se dedicaban al negocio del tráfico de armas, importando y exportando, sobre todo para suplir a las FARC colombianas, como pago parcial por la droga comprada.
Sus principales contactos eran personas ya conocidas, como el ex diputado salvadoreño William Eliú Martínez, quien colaboraba con el transporte de la droga; Guillermo Herrera
42
K. Reyes y L. de León. Capturan a Herrera en México; Estados Unidos quiere extraditarlo. Diario elperiódico, Guatemala, 22 de abril de 2004.
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García, “Willy”, hermano de Otto, quien recibía la droga y se encargaba de almacenarla; Sabbas David Arias Martínez, “narcolanchero”, quien con lanchas rápidas trasladaba la droga desde las costas salvadoreñas hasta puntos de recepción en Guatemala (capturado en El Salvador en 2000 y extraditado a los EE. UU.) y Byron Linares Cordón, quien también recibía la droga en Guatemala y la almacenaba.
Sumado al tráfico de drogas, la DEA acusaba a Herrera de participar en el asesinato de por lo menos 20 personas, entre las que se encontraba Guillermo de Jesús Segura de la Cruz, alcalde de Sayaxché, asesinado a las puertas del palacio municipal y de sus dos hijos, Ricardo de Jesús y Jonny Segura Sagastume, ambos asesinados durante una emboscada en el lejano municipio de Playa Grande, departamento de Quiché. Estos asesinatos habrían tenido por objetivo controlar nuevos puntos ciegos de trasiego de drogas, aprovechando lo remoto y poco vigilado del área norte del departamento de Quiché, así como el paso a las aguas de los ríos Usumacinta y La Pasión, que se internan en territorio mexicano.
La carrera delictiva de Herrera terminaría el 21 de junio de 2007 cuando agentes del DAS colombiano lo capturaron en un Centro Comercial en Bogotá. De acuerdo al diario bogotano El Tiempo43, al momento de ser capturado Herrera ofreció U$ 700,000 a cada uno de los detectives participantes del operativo a cambio de que lo dejaran escapar. Las autoridades colombianas lo entregaron a la DEA para su extradición el 14 de febrero de 2008, luego que cortes de la Florida y Nueva York lo reclamaran para procesarlo por cargos de tráfico de drogas.
-VCon el agua al cuello.
Nubes negras. Los esfuerzos de la lucha contra las drogas efectuados en el norte, afecta significativamente al sur. De esta forma mucha de la violencia en México tiene íntima relación con los golpes que las autoridades norteamericanas le efectúan a los carteles, y de igual manera los éxitos de las autoridades mexicanas afectan fuertemente a Guatemala, en donde se reportan restos de avionetas dentro del área protegida llamada Laguna del Tigre, en la esquina noroeste del ya de por sí aislado departamento de Petén. 43
El artículo puede leerse en www.eltiempo.com, y buscar la pestaña de archivos.
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Las avionetas que han llevado cocaína son abandonadas, previamente inutilizadas, empujadas a ríos o lagunas o incendiadas en plena selva. De acuerdo a la periodista Mary Jordan: “In the 1990s, tons of Colombian cocaine were flown to northern Mexico and then driven across the border into the United States. But now better-equipped Mexican military pilots scramble to intercept suspicious planes. So traffickers prefer Guatemala, where the radar is spotty and the government is largely unable to stop the flights, according to Guatemalan and U. S. law enforcement officials.”44
27 En su artículo la periodista traza un interesante retrato de los “esfuerzos” de las autoridades guatemaltecas en su lucha contra el tráfico de estupefacientes. Comenta que en una entrevista realizada al Fiscal General del momento, Juan Luis Florido, éste recurrió a la estratagema de cualquier buen político, quejándose de que el presidente Oscar Berger había heredado un gran problema con el tráfico de droga, sin contar casi con dinero para hacerle frente. Comenta Jordan: “…if Guatemalan anti-drug police happen to spot a drug plane now, they have to ask the army for a helicopter to chase it. There is only one army helicopter available to the police (…) and it is in poor shape. A second helicopter recently crashed, injuring several anti-drug officers, and has not been replaced.” Esta precaria situación en cuanto al soporte aéreo de las autoridades guatemaltecas encuentra su origen en la prohibición que en 1990 aplicara el Congreso de los Estados Unidos limitando la ayuda militar a Guatemala, pues el ejército arrastraba un largo historial de violaciones a los Derechos Humanos, bien sabido también que muchos oficiales del ejército acusados de tortura y ejecuciones extrajudiciales habían sido entrenados en la denominada Escuela de las Américas y apoyados por la CIA. Debido a esta prohibición los Estados Unidos tampoco tenían apostadas aeronaves en suelo guatemalteco, sino que utilizaba naves estacionadas en la vecina Honduras para prestar apoyo aéreo.
Si este panorama no era nada alentador, un hecho tiraría por los suelos las esperanzas de las autoridades ejecutivas sobre un hipotético éxito en la política antidrogas: fuentes de inteligencia militar mexicanas informaron que un nuevo cartel se estaba desarrollando en Guatemala, al que llamaron cartel de Petén-Cobán, integrado por ex guerrilleros, ex militares, prófugos de la justicia y sicarios, y fundado a inicios de los años noventa y se estaba convirtiendo en la segunda organización criminal más fuerte del país, después del
44
Mary Jordan. Pit Stop of Cocaine Highway; Guatemala becomes favores link for U. S.-Bound Drugs. The Washington Post, Washington D. C., 6 de octubre de 2004, pág. A.20.
de Zacapa45. El nuevo cartel tenía vínculos con los poderosos capos mexicanos Ismael el Mayo Zambada y Joaquín Loera, El Chapo.
De acuerdo a la información de inteligencia, dada a conocer por el diario mexicano Reforma, el cartel de Petén-Cobán manejaba alrededor de 30 a 50 avionetas de droga mensuales, provenientes directamente de Colombia, y que aprovechaban un corredor aéreo que pasaba por el sur de Belice, sobrevolaba la línea divisoria entre los departamentos de Petén y Alta Verapaz, hasta Tabasco.
El supuesto origen de la organización, según la información recabada por la inteligencia militar mexicana databa de la década de los noventa, cuando un grupo de más de 50 ex guerrilleros y desertores del ejército guatemalteco se refugiaron en la remota zona al norte de Alta Verapaz, y en un principio se dedicaron a la explotación ilegal de maderas preciosas, pero fueron derivando en otras actividades delictivas como secuestro de ganaderos y finqueros locales y tráfico de armas.
Por sus profundos conocimientos de la zona y lo recóndito de la región, el grupo fue cobrando importancia a medida que las rutas se fueron estrechando del lado mexicano, por lo que se volvieron transportistas de droga de los carteles colombianos, pero en seguida se volvieron productores de marihuana. Una vez consolidada la organización, sus dirigentes buscaron establecer lazos con los carteles mexicanos, a medida que la balanza de poder se inclinaba hacia el norte, limitando el poder de los capos colombianos. De acuerdo al artículo del diario Reforma: “En territorio mexicano, el radio de acción del cartel del Petén-Cobán se extiende en más de 100 comunidades fronterizas de los municipios de Othán P. Blanco, en Quintana Roo; Calakmul, Escárcega, Champotán, Palizada y Candelaria, en Campeche; y en Balancén y Tenosique, Tabasco.”
Según autoridades antinarcóticos guatemaltecas entrevistadas por el diario, el grupo sería liderado por Horst Walter Overdick Mejía y Magno Marcel Lemus, que habían logrado que la organización, calculada entre 200 y 400 elementos se convirtiera en altamente efectiva, lo “…que les permite en cuestión de menos de 15 minutos, posteriores al aterrizaje de una aeronave sospechosa, extraer la droga, subirla a vehículos pesados y de tipo todo terreno, para luego transportarla a casas de seguridad, tanto en territorio mexicano como
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Martín Morita Cansino. México identifica red de narcos chapines. Diario Siglo Veintiuno, Guatemala, 15 de febrero de 2004.
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de Guatemala y en algunos casos los cargamentos son enterrados…”, una efectividad que se había logrado gracias a la utilización de vehículos todo terreno de modelos recientes, armas sofisticadas, teléfonos celulares y satelitales, radios de transmisión y detalladas cartas de navegación aérea de toda la región, lo que había permitido que el corredor norte de Alta Verapaz se convirtiera en un aeropuerto de narcotraficantes.
La información denunciada por el diario mexicano se vio confirmada en un operativo llevado a cabo por la Fuerza Aérea Guatemalteca, -FAG-, efectuada a mediados del mes de septiembre de 2004, cuando una estación de radar localizó a una aeronave que ingresaba a espacio aéreo de Guatemala proveniente del Golfo de Honduras. De inmediato se organizó un operativo aéreo que terminó con el aterrizaje forzoso de la avioneta en una alejada zona del municipio de San Andrés, Petén, en las cercanías de la Laguna del Tigre. Cuando las autoridades aterrizaron en el lugar hallaron a la avioneta abandonada semidestruida cargada con 450 kilos de cocaína. A los pocos días, el 18 de septiembre, dos hombres, un hondureño y otro sin nacionalidad reportada murieron acribillados en el boulevar Los Próceres en ciudad de Guatemala. En el vehículo en el que se conducían se encontraron 53 cápsulas de heroína, dinero en efectivo y armas. Tanto el vehículo, como sus ocupantes presentaron impactos de bala de 9mm y de fusil AK-47. Las pesquisas de la SAIA llevaron al allanamiento de una habitación de un hotel no muy lejano al lugar donde los hombres habían sido asesinados. Allí encontraron tres aparatos GPS, U$ 13mil en efectivo y un listado de presuntos distribuidores de droga de toda ciudad de Guatemala.46
Por si lo anterior no fuera suficiente, las autoridades reportaron un dramático repunte en la siembra de opio en el departamento de San Marcos, fronterizo con México. Este departamento, de accidentada geografía tradicionalmente había sido utilizado para la siembra de la amapola, pero de acuerdo al Fiscal contra la Narcoactividad de Suroccidente, Hugo Leonel Marroquín, la siembra de la planta se había multiplicado luego que en el año 2000 el desaparecido DOAN cerrara la sede del grupo de erradicación en dicho departamento: “…hace aproximadamente cuatro años se redujo el número de efectivos del Departamento de Operaciones Antinarcóticas (DOAN) que hacía el trabajo de erradicación. Luego, vino la disolución de ese departamento y el cierre de la sede de erradicación en Tejuela, San Marcos. Ésta era la que mantenía, más o menos, controlada
46
S/A. Incautan droga y equipo. Diario elPeriódico, Guatemala, 18 de septiembre de 2004.
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la situación”47. De acuerdo al fiscal la zona preferida para los sembradíos eran las faldas del volcán Tajumulco, por lo remoto y poco accesible del área: “Dos horas en vehículo y luego a pie. Es decir, que debe calcularse el tiempo de descenso y el tiempo de regreso, a efecto de poder salir antes de la lluvia y la neblina”, indicó el fiscal. También la DEA había estado monitoreando el departamento de San Marcos, detectando que los campesinos habían dejado de sembrar papa y maíz para dedicarse a la siembra más lucrativa de la amapola, pues el balance de ganancias era inmejorable: una cuerda de cosecha de papa o maíz, cada seis meses rendía Q300 de ganancia, mientras que la misma cuerda sembrada de amapola, daba cosecha cada tres meses y un margen de ganancia de Q25,000.00, por lo que la elección no era difícil48. Además, autoridades de policía se mostraban preocupadas por nacientes conflictos entre municipios por el control de las áreas de siembra de amapola, que presentaba indicios de tensión entre las poblaciones de Tajumulco e Ixchiguán, temiéndose una explosión de violencia.
También en el mar se reportaron cambios. Durante el mes de septiembre de 2004, el periodista norteamericano John Burnett, de la Radio Pública Nacional, -NPR- (por sus siglas en inglés), de Estados Unidos acompañó a las autoridades guatemaltecas y americanas en un operativo conjunto denominado Pelícano II, durante el cual se le informó que los traficantes de drogas utilizaban lanchas rápidas para trasegar alrededor de dos toneladas por embarcación. Los botes estaban cargados además de bidones de combustible y tres motores de hasta 200 caballos cada uno, que permiten alcanzar velocidades de 60 millas por hora. Un oficial de la marina estadounidense comentó: “el gris es el color favorito de los traficantes para pintar sus botes. Una vez en el aire, vistos desde arriba son casi indistinguibles. La única señal visible es el rastro de agua que dejan a su paso…”49. Asimismo, las autoridades le informaron al periodista de un nuevo sistema de entrega de droga: “una aeronave lanza paquetes de 25 kilos de cocaína con coordenadas preestablecidas a 50 millas de la orilla de la playa. Un comprador en el puerto notifica a un grupo de pescadores que recuperan cada paquete y cobran por ello entre US$3mil y US$5mil…”
47
Amafredo Castellanos. FRG liberó cultivo de Amapola en San Marcos. Diario elPeriódico, Guatemala, 21 de septiembre de 2004. 48 Equipo de investigación. San Marcos: el escondite del opio. Diario elPeriódico, Guatemala, 20 de septiembre de 2004. 49 Claudia Ortiz. Repúblicas cocaineras. Diario elPeriódico, Guatemala, 17 de noviembre de 2004.
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El año cerró con una dramática baja de incautaciones de droga en relación a la decomisada en 2003, que ascendió a un total de 7,980 kilos de droga, mientras que el 2004 cerraba con alrededor de 3,906 kilos de droga. A raíz de la caída de los números Estados Unidos impuso condiciones a las autoridades antinarcóticos guatemaltecas, como reorganizar a la SAIA, lo que realizó el gobierno mediante la Orden General 3-2003, implementación de pruebas periódicas de polígrafo y análisis de orina a todos los miembros de la SAIA y la elaboración de inventarios e inmediata destrucción de la droga decomisada.
La guerra urbana. Una serie de asesinatos, iniciados en el 2001 y culminados en el 2004 pusieron fin al monopolio de la distribución de droga del Cartel de El Gallito en la ciudad de Guatemala. El primero en caer abatido fue Mario García Rodríguez, Marioco, quien fue asesinado el 1 de mayo de 2001 a pocos minutos de haber salido de su centro de operaciones en el barrio El Gallito, en la zona 3 de la ciudad capital. En su asesinato participaron 16 sicarios, según confirmaron testigos. Durante el tiroteo murieron cinco personas, incluyendo a un agente de la SAIA, del que nunca se explicó su presencia en el lugar.50
El Cartel de El Gallito se remonta a los años noventa, cuando es fundado por Héctor Leonel Marroquín, alias El Coyote o El Morado, quien fue hallado muerto en 1995 con otras cuatro personas en los asientos traseros de dos vehículos en Las Majadas, en la zona 11 de la ciudad. A Marroquín le sucedió Omar Reyes Castellanos, el Marín, quien a su vez fue asesinado en una emboscada en la ciudad el 18 de mayo de 1999, tomando el mando de la organización sus lugartenientes: Marioco y Marco Tulio Alvarado Estumes, Jefe de Jefes, quienes intentaron tomar el control, resultando en una fractura del cartel. La fracción disidente se estableció en el barrio San Antonio, en la zona seis, al oriente de la ciudad. En El Gallito permanecieron dos facciones rivales, los Cara Dura y los Shumitos quienes iniciaron una guerra por el control del territorio que se extendió durante tres años y que de acuerdo a los datos de la Policía Nacional Civil, cobró alrededor de cien vidas.51
El 23 de octubre de 2004 la balanza se inclinó del lado contrario a los fieles seguidores de Marioco. En las cercanías del estadio Mateo Flores, a un costado del edificio del Instituto
50
Julio Revolorio. Sicarios matan a madre, hermana y otros dos familiares de ‘Marioco’. Diario elperiódico, 24 de octubre de 2004. 51 Julio Revolorio. Ibid.
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Guatemalteco de Turismo, -INGUAT-, Rosa Angélica Rodríguez Diéguez, Lisbeth Amanda García Rodríguez, Sharon Kensy Mérida García y Carlos Gilberto Rodríguez Pérez fueron interceptados en su vehículo en el semáforo ubicado en la esquina del INGUAT y séptima avenida por un vehículo azul del cual descendieron cuatro hombres que inmediatamente dispararon en contra del auto. Lisbeth García logró descender del auto pero al intentar huir fue ejecutada a quemarropa por uno de los sicarios.
El nacimiento de los Zetas. En una nota publicada por el diario The New York Times52, la Secretaría de Defensa de México expresaba sus temores sobre una nueva organización armada que habían identificado estaba surgiendo en territorio mexicano. Según información de inteligencia del ejército de ese país habían identificado una organización de sicarios conformada por ex oficiales mexicanos y desertores de la fuerza élite del ejército guatemalteco denominada Kaibiles. El nuevo grupo, que se denominaba a sí mismo Zetas, prestaba seguridad para carteles de la droga y entrenaban a sus efectivos en un rancho ubicado en las afueras de McAllen, Texas.
La existencia de los Zetas fue denunciada por el propio Secretario de la Defensa, Clemente Vega García, durante una audiencia ante el Senado mexicano. Las sospechas surgieron a raíz de la captura a principios del mes de septiembre de siete efectivos de las fuerzas kaibiles guatemaltecas en la frontera sur del país, quienes llevaban seis ametralladoras y alrededor de U$ 100,000.00 en quetzales y pesos. Las denuncias fueron confirmadas por el vocero del ejército guatemalteco, Coronel Jorge Antonio Ortega Gaitán, quien confirmó la deserción de un experto en explosivos, un piloto experto en técnicas de defensa y un miembro de escuadra, todos elementos del ejército que habían tomado el curso Kaibil.
De acuerdo a informes de la DEA, la creación del nuevo grupo obedecería a una técnica de defensa del Cartel del Golfo, ante la infiltración de su territorio por parte del Cartel de Sinaloa. La DEA observaba con preocupación que los miembros de los Zetas estaban entrenando a otros sicarios del Cartel del Golfo, denominados Zetitas, quienes habían abierto su propia ruta de drogas, traficando metanfetaminas hacia Arkansas y Tennessee.
52
Ginger Thompson. Mexico fears its drug traffickers get help from Guatemalans. The New York Times, septiembre 30 de 2005, pág. A.5.
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Además, en Colombia, el esquema de los carteles de la droga también estaba cambiando. Cada vez eran más pequeños los carteles, quienes trabajaban en conjunto con las FARC y la Autodefensas Unidas de Colombia, -AUC-, (paramilitares). Tanto las FARC como las AUC producían droga y la vendían a los carteles colombianos, quienes se encargaban de encontrar compradores a quienes le entregaban la droga, saliendo pues del control de las rutas hacia los Estados Unidos, por lo menos en cuanto a las organizaciones más pequeñas.
¿Quién vigila a los que vigilan? Desde la captura del zar antidrogas mexicano, general Joel de Jesús Gutiérrez Rebollo, el 18 de febrero de 1997, no se había tenido pruebas de la contundencia de la infiltración de los carteles en las estructuras de las fuerzas antidrogas, hasta un hecho que tuvo amplias resonancias en Latinoamérica.
El 17 de noviembre de 2005, los diarios guatemaltecos informaban en sus portadas que la misma cúpula de la SAIA había sido capturada en los Estados Unidos, acusados de narcotráfico. El jefe del Servicio de Análisis e Información Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil, Adán Castillo y dos de sus subalternos, Jorge Aguilar García y Rubilio Palacios habían sido capturados dos días antes en el estado de Virginia, acusados de los delitos de conspiración e intento de ingreso de drogas hacia los Estados Unidos, cuando bajaban del avión en dirección a un curso de capacitación antidrogas.53
De acuerdo a lo informado por elperiódico, el Ministerio de Gobernación había anunciado que durante el allanamiento realizado a las instalaciones de la SAIA, se localizaron U$ 23,000.00 en las gavetas del escritorio de Adán Castillo, localizando además 5 paquetes de cocaína bajo el lavamanos de su despacho, y 14 más con marihuana y efedrina. En los lockers de otros oficiales fue localizada droga.
Las investigaciones internas de la PNC concluyeron que “los jefes antinarcóticos ofrecían información privilegiada a los traficantes de drogas sobre los inminentes operativos a realizar por el SAIA (…) los capturados realizaban incautaciones importantes, pero al final
53
A. Sas, A. Gouz, K. Reyes y O. Herrea. Cúpula del SAIA capturada en EE. UU. vinculada con el narcotráfico. Diario elperiódico, Guatemala, 17 de noviembre de 2005.
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reportaban una pequeña cantidad de droga y permitían el libre paso del resto (…) también se proveía custodia de vehículos que transportaban estupefacientes.”54
El operativo de investigación y seguimiento había durado varios meses, durante los cuales agentes de la DEA montaron un engaño, en el cual un agente de la DEA contactó a Adán Castillo para acordar un paso de droga por el territorio guatemalteco. Según documentos de la fiscalía del Distrito de Columbia, “Gato [Rubilio Palacios] dijo que su jefe (Adán Castillo) lo había puesto en el puerto para que hiciera dinero. El informante habló sobre la posibilidad de enviar cargamentos a través del puerto y que Gato confiscara. Él contestó que eso lo haría quedar bien con los gringos… y dijo que no se preocupara por el puerto porque los únicos contenedores que registraban eran los que ellos ordenaban”.55
El agente de la DEA se reunió con Castillo y sus dos lugartenientes en tres ocasiones, reuniones en las que ultimaron los detalles para el trasiego de la droga por territorio guatemalteco: “El jefe del SAIA le dijo al supuesto narcotraficante que enviaría un vehículo con una escuadra de policías a acompañar su cargamento. La fiscalía sostiene que Castillo agregó que no 56 requisar el contenedor en el puerto le costaría al narco U$ 200mil, pero que patrullarlo hasta la frontera costaría U$ 300mil adicionales.”
Hasta el momento de su captura ninguno de los tres agentes tenían expedientes abiertos por ningún tipo de falta. Incluso Adán Castillo había sido promovido como jefe de la SAIA luego de su exitosa tarea a la cabeza de una comisaría modelo en el municipio de Villa Nueva. Incluso Castillo había saltado a los medios de comunicación por declaraciones en las que abiertamente denunció la existencia de la familia Mendoza como una organización de traficantes de droga cuyas redes se extendían a Petén, Izabal, Cobán y Zacapa, a quienes acusó de tener un ejército privado y de tener estrechos vínculos con políticos de importancia.
La cabeza de Hydra. Los territorios de frontera cada vez se convertían más en cabezas de playa del narcotráfico. En San Marcos no sólo se había dado un repunte en la siembra de amapola
54
A. Sas y compañeros. Ibid. Claudia Méndez Arriaza. Droga Asegurada. Diario elperiódico, Guatemala, 26 de marzo de 2006. 56 Claudia Méndez Arriaza. Ibid. 55
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durante el año 200657, sino que las autoridades denunciaban la conformación de grupos armados ilegales, -GAI-, al servicio de traficantes tanto guatemaltecos como mexicanos, armados con fusiles de asalto, como M16, AR15 o AK47 y que incluso estaban diversificando sus tareas de seguridad con participación activa en el tráfico de drogas. El entonces Ministro de la Defensa, General Francisco Bermúdez informó que estos GAI estaban adquiriendo vehículos y avionetas para trasegar drogas desde la frontera con El Salvador hasta México. De acuerdo a un detective de la PNC, estos grupos eran varios: “en Sayaxché, Petén, hay uno: otro se ubica en Gualán, Zacapa; uno más opera en Jutiapa y Jalapa; también en Escuintla, principalmente en sus playas; en Morales, Izabal, y otro en Ocós, San Marcos…”58
La declaración del estado de prevención y un multitudinario operativo59 en el departamento de San Marcos buscaba retomar el control del extenso y remoto departamento, con resultado de 20 capturados y U$15millones en matas de amapola destruidas.
Otro operativo de gran escala fue lanzado por las autoridades antinarcóticas guatemaltecas, la DEA y el ejército en Ixcán, al norte del departamento de Quiché. Ocho helicópteros y casi un centenar de agentes de todas las instituciones de seguridad fueron trasladados a Ixtaguán Chiquito en donde se sospechaba la existencia de antiguos buzones de la guerrilla utilizados por las organizaciones de narcotraficantes para esconder armas y drogas y para capturar al prófugo Otto Herrera, quien supuestamente se habría reunido secretamente en Cobán con Joaquín el Chapo Guzmán.
El nuevo operativo se realizó en virtud de informaciones de inteligencia militar según las cuales los narcotraficantes estaban abandonando sus áreas de operaciones de Petén para establecerse en el norte de Quiché y Huehuetenango, ante operativos continuados en Petén de localización y destrucción sistemática de pistas de aterrizaje, por lo que recurrieron a zonas aún más remotas y poco vigiladas para establecerse.60
57
Equipo de investigación. San Marcos, en el ojo del huracán del narcotráfico. Diario elperiódico, Guatemala, 21 de marzo de 2006. 58 S/A. Detectan grupos armados ilegales en área fronteriza de San Marcos. Diario elperiódico, Guatemala, 4 de abril de 2006. 59 Lorena Seijo. San Marcos bajo estado de prevención. Diario Prensa Libre, Guatemala, 3 de septiembre de 2006. 60 Luis Ángel Sas. Aseguran que narcos cobran poder al norte de Quiché y Huehue. Diario elperiódico, Guatemala, 23 de agosto de 2006.
35
Consecuencias de la captura de Otto Herrera. Otto Herrera fue capturado en un centro comercial de Bogotá, Colombia en junio de 2007, luego que agentes del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad) le hicieron creer que podía conseguir droga a precio más bajo que el del mercado regular. A su captura la organización creada por el traficante abarcaba Izabal, Petén, Zacapa, Chiquimula, noreste de Quiché, Alta Verapaz, norte de Jutiapa y norte de Baja Verapaz. Supuestamente el capo habría dejado como encargado de la organización a su hermano, Guillermo Herrera, Willy.61
A pesar del relevo, agentes de la DEA y de la SAIA ponían en duda la capacidad del hermano de Herrera de controlar la organización sobre todo porque Otto había dejado su marca personal, pues no permitía que ninguna persona negociara los precios del transporte de droga, viajaba de país a país para supervisar las operaciones de transporte y designaba quien realizaría los transportes y de qué forma se harían los mismos.
Las autoridades antinarcóticas veían más bien con preocupación el relevo de Herrera, pues habían detectado el surgimiento de nuevas organizaciones con integrantes más jóvenes que financiaban sus operaciones con el robo de droga (tumbes) de otras organizaciones. Si bien Otto Herrera había supuesto un cambio en la estructura tradicional de los carteles de la droga tradicionales, como los Mendoza o Lorenzana, construidos básicamente sobre las relaciones familiares, la organización de Herrera y su socio, Jorge el gordo Paredes, se estructuraba en relaciones de socios con gente u organizaciones de confianza con quienes iba trabajando. También la forma de trabajo había cambiado con la llegada de Herrera. Mientras que los carteles familiares Mendoza o Lorenzana realizaban pequeños pero constantes envíos de droga hacia los Estados Unidos, de forma controlada para no llamar la atención, Herrera apostaba por un plan más agresivo, que consistían en grandes alijos de droga que enviaba por distintas rutas.62
El retrato de las organizaciones que para 2006 trazaba la SAIA comprendía a organizaciones emergentes como la liderada por Juancho León, con operaciones en Petén e Izabal; la organización de Jorge Mario Paredes, con operaciones en Chiquimula,
61
Equipo de Investigación. La estructura que Otto Herrera montó. Diario elperiódico, Guatemala, 11 de julio de 2007. 62 S/A. Carteles se reacomodan tras captura de Herrera. Prensa Libre, Guatemala, 16 de julio de 2007.
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Jutiapa, Guatemala y Huehetenango; el grupo de Manolo Castillo, cubriendo la frontera de El Salvador por el departamento de Jutiapa y la de Otoniel Turcios, operando en Alta Verapaz. La SAIA declaraba a los carteles familiares de los Mendoza y Lorenzana como muy debilitados por la iniciativa de las autoridades de los Estados Unidos de incluir entre los 40 más buscados a Herrera y Paredes. Las organizaciones que se mantenían al margen de la lucha por territorios eran el cartel de El Gallito, en ciudad de Guatemala, una organización
operando
en
Cuyotenango,
Suchitepéquez,
otra
agrupación
que
controlaba el paso fronterizo de Pedro de Alvarado en Jutiapa, Los Sarceño, operando en Santa
Rosa,
Escuintla,
Chichicastenango,
Sacatepéquez,
Suchitepéquez,
Sololá,
Retalhuleu, Quetzaltenango, San Mracos y Totonicapán y la de Juan Chamalé, presente en
Huehuetenango,
San
Marcos,
Quetzaltenango,
Escuintla.63
63
S/A. Carteles se reacomodan tras captura de Herrera…
Retalhuleu,
Suchitepéquez
y
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Referencias.
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