Sesión de dramatización
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o Calientan motores
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o Dramatizan una escena
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o Se relajan con duendes
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o ¿Qué imaginan?
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En el proyecto titulado “Los sueños” que he realizado con mis compañeras he insertado una pequeña sesión de dramatización con los niños. Estaba encaminada a niños de cuatro años. Esta actividad se encuentra insertada dentro de la película “Fantasía 2000”. A continuación os muestro la actividad. Actividad 2. ¿Qué me transmite esa melodía? Esta película tiene verdaderas obras musicales y por ello no debemos desaprovecharlas. Nos iremos a la sala de psicomotricidad y les pediremos a los niños que se tumben en el suelo y cierren los ojos. Les pondremos la 5ª sinfonía de Beethoven. Diremos que estamos soñando. Estamos en un barco, y de repente miramos por la borda y observamos que sale música de la isla más cercana. Decidimos acercarnos. Ahora guardaremos silencio. Dejaremos que vuele la imaginación de los niños y que les lleve a lugares inexplorados. Una vez que ha terminado la música les pediremos que abran los ojos y se sienten lentamente. Ahora les preguntaremos qué ocurría en su sueño. Podremos observar que algunos niños coinciden entre ellos, otros han soñado cosas completamente desiguales, y alguno quizá, se haya incluso dormido. Ahora viene la parte más divertida para ellos. Les colocaremos en pequeños grupos de seis personas aproximadamente. Tendrán que montar una historia con lo que han estado soñando. Les supondrá un esfuerzo llegar a un acuerdo debido a su egocentrismo. Por ello también será un buen momento para trabajar la competencia emocional. Por último, recrearán una pequeña obra de teatro a la par que suena la música.
Pero esta actividad la voy a mejorar con lo visto durante la sesión de dramatización realizada en la clase de música. Por lo tanto quedaría así: 1.
Calientan motores En esta primera parte de la clase estirarán diferentes partes de su pequeño cuerpo.
Recorrerán la sala de psicomotricidad en cualquier dirección al ritmo dos tambores. Cuanto más rápido sea el ritmo más veloz se moverán y viceversa. Como el centro de interés de nuestra sesión es la magia les pediremos a los niños que realicen diferentes acciones relacionadas con ella: disparad con vuestra varita mágica, haced un conjuro en una olla, volad con vuestra escoba, etc. 3
A continuación se pararán y realizarán unas actividades muy similares a las que hicimos nosotros ya que creo que eran muy apropiadas para esta edad. Serán pequeños brujos que con su varita apuntarán hacia el suelo. De repente se convertirán en pequeñas semillas que comienzan a crecer y a alzarse poco a poco. Se alzan tanto que al final se convierten en un precioso árbol con ramas llenas de flores. Un pájaro se sienta en una rama y movemos los brazos para intentar hacerle marchar. La segunda actividad consistirá en lanzar hechizos y devolverlos a sus compañeros. 2. Dramatizan una escena. Los niños se sientan en el suelo y se hacen los dormidos. Saben que son magos y que no necesitan despertador, pero un pájaro comienza a piar y se despiertan plácidamente. Comienzan a levantarse poco a poco, se ponen su chistera y… ¿dónde está su varita? Comienzan a buscarla por toda la sala. De repente, se dan cuenta de que llegan tarde a su clase de magia. ¡Necesitan su varita! Rápidamente la siguen buscando, preguntan a sus compañeros donde está (sin hablar), y ¡por fin la encuentran! Cogen su escoba, se montan en ella y comienzan a volar. ¡Cuidado, que se chocan contra un edificio! Qué poco ha faltado. ¡Cuidado, qué atropellan a una anciana! Por fin han llegado a la escuela. Se bajan de su escoba, la dejan en el perchero, y suben corriendo la escaleras hacia su clase. Van a abrir la puerta y, ¡se dan cuenta de que ese día no había clase! Deciden dormirse allí de nuevo porque tienen mucho sueño. 3. Se relajan con los duendes En esta ocasión vemos cómo los duendes son un recurso perfecto para trabajar nuestro campo de interés ya que se encuentran dentro del mundo de la magia y la fantasía. Con lo cual, llevaremos a nuestro aula la misma actividad realizada en clase. Cierran bien los ojos y se imaginan unos pequeños duendes que, poco a poco, suben por su cuerpo. Notan cómo suben por los pies, por las manos, por el cuerpo, hasta llegar a la cabeza. Les hacen pequeñas cosquillas, y les susurran cosas bonitas al oído. Finalmente se levantan suavemente. 4. ¿Qué imaginan? Y comparten lo imaginado Aprovecharemos la actividad antes escrita como última actividad de la sesión del proyecto.
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