Conéctate VOL. 6 NO. 2

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VOL. 6 NÚM. 2, 2024

Transfórmense

por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)

Con el Ejército de Salvación

¿QUIERE PROMETERLES A SUS HIJOS UN FUTURO

LLENO DE POSIBILIDADES?

Sendero de Esperanza usa un método de gestión de casos que se enfoca en el cliente para empoderar a las familias de manera que enfrenten los obstáculos que les impiden ser más autosuficientes. Al romper el ciclo de crisis junto con nuestros socios comunitarios, el programa ofrece apoyo más que limosnas, permitiendo que sigan el sendero que los sacará de la pobreza.

GENERAL Lyndon Buckingham

LÍDERES TERRITORIALES

Comisionado Ralph Bukiewicz

Comisionada Susan Bukiewicz

SECRETARIO EN JEFE

Tte. Coronel Ivan Rock

DIRECTOR DE COMUNICACIONES INTERNAS

Joseph Pritchard

JEFE DE REDACCIÓN Warren L. Maye

EDITORA EJECUTIVA Minerva Colón–Pino

CORRECTOR/EDITOR Luis N. Sáez

DIRECTOR DE ARTES Reginald Raines

DISEÑADORES GRÁFICOS

Karena Lin, David Hulteen Jr., Lea La Notte Greene, Joseph Marino

FOTÓGRAFA Lu Lu Rivera

CIRCULACIÓN Doris Marasigan

DECLARACIÓN DE LA MISIÓN DEL EJÉRCITO DE SALVACIÓN

El Ejército de Salvación, un movimiento internacional, es una parte evangélica de la Iglesia Cristiana Universal. Su mensaje está basado en la Biblia. Su ministerio es motivado por amor a Dios. Su misión es predicar el Evangelio de Cristo Jesús y tratar de cubrir las necesidades humanas en su nombre, sin discriminación alguna.

Carta de la editora

Hace unos años visité un país escandinavo. Aunque la visita fue encantadora, pude disfrutar algunas experiencias nuevas para mí. Para empezar, no hablaba el idioma lugareño, por lo que —en ocasiones— se me dificultaba la comunicación con los demás. Como el propósito del viaje se debió a una invitación que recibió mi esposo, él tuvo que atender sus responsabilidades y —por tanto— me las arreglé sola. Aproveché la ocasión para explorar la ciudad. Me sentía bastante segura, pero estaba consciente de que —si surgía alguna dificultad— podía regresar al hotel. El hecho de no conocer a nadie y la incapacidad de comunicarme con libertad me hicieron reflexionar.

El Territorio Este del Ejército de Salvación de los Estados Unidos publica CONÉCTATE VOL. 6 NÚM 1, 2024. Impreso en los Estados Unidos. Jefe de correos: Envíe todo cambio de dirección a: SAconnects, 440 West Nyack Rd., West Nyack, NY 10994–1739. SAconnects acepta publicidad. Copyright © 2024 por el Ejército de Salvación, Territorio Este de los Estados Unidos. Los artículos pueden reimprimirse solo con autorización por escrito.

Así debe ser la experiencia de alguien que llega a un país, por primera vez, en busca de una nueva vida. Solo que a esto se le suma el sinnúmero de emociones que implica. Aunque muchos llegan esperanzados, eso no elimina la tristeza, el temor ni la inseguridad que pueden sentir.

Sin embargo, el Ejército de Salvación es una de las mejores fuentes de ayuda para el inmigrante. Por eso le provee víveres y ropa, frecuentemente, así como también asistencia de otros tipos. Una de las grandes ventajas de esta institución es que, además de lo anterior, invita al que llega a este país a participar en una comunidad de fe en la que puede encontrar una nueva familia. Esta oportunidad puede representar, para muchos, el comienzo de una transformación existencial.

Es por eso que, en esta edición de la revista Conéctate, presentamos varios artículos acerca de la experiencia de algunos inmigrantes que llegaron a nuestras puertas y encontraron provisión integral, tanto para sus necesidades materiales como también espirituales.

Son muchos los inmigrantes que han llegado al Ejército de Salvación y han experimentado una transformación espiritual que los ha llevado a disfrutar de una vida mejor. En cuanto a esa transformación, el Señor nos exhorta lo siguiente: “No adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto” (Romanos 12:2 RVC). Espero que esta edición les bendiga en muchas maneras.

MINERVA COLÓN–PINO Editora ejecutiva

una nueva manera para que las damas jóvenes puedan

conectarse y crecer

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Ayuda en la festividad

El Ejército de Salvación es conocido por su obra social. Su declaración de misión claramente explica que su misión es predicar el Evangelio de Jesucristo y suplir las necesidades humanas en su nombre, sin ninguna discriminación. Somos un Ejército que sirve a la humanidad. Y aunque cumple con la misión todo el año, hay temporadas en que la obra y el servicio se multiplican. En noviembre se celebra en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, conmemoración en que se acostumbran las reuniones familiares para expresar agradecimiento por las bendiciones recibidas. Es tradición que en este día se prepare y se

disfrute de una gran cena, sin embargo, hay muchas personas que no tienen los medios para disfrutar de esta celebración.

El Ejército de Salvación anualmente organiza una campaña de recaudación en la que se recolectan alimentos entre otras cosas para asistir a las comunidades que desean celebrar la festividad. Se entrega comida de toda clase, mayormente los pavos, plato tradicional de la celebración. Además de repartir comida, también se preparan cenas para entregar a individuos y familias. El Día de Acción de Gracias, es una fecha muy ocupada para los centros e iglesias del Ejército de Salvación puesto que se acostumbra a

cocinar y servir la cena tradicional para todo el que visite. En el 2023, se sirvieron en el este de Estados Unidos a más de 105,000 personas, además se entregaron más de 30,000 cenas preparadas y más de 40,000 órdenes de alimentos. Es una temporada en que experimentamos la generosidad de la comunidad con recaudaciones en grandes cantidades. Si desea ayudarnos a alimentar a la comunidad, puede obtener información acerca de las maneras en que puede ayudar en los centros o iglesias locales del Ejército de Salvación o puede visitar nuestra página web, easternusa.salvationarmy. org/eastern-territory/

Los arbolitos de ángeles

El Ejército de Salvación, durante la temporada navideña, lleva a cabo el programa Angel Tree, diseñado para recolectar ropa y juguetes para los niños. Este programa anual provee regalos en Navidad para cientos de miles de niños, los que —de otra manera— no recibirían nada. Las familias que necesitan ayuda la solicitan y, si califican, se les pide una lista de los artículos que les gustaría recibir como obsequio. Esa información se incluye en una tarjeta, con la figura de un ángel, que se cuelga en un arbolito de Navidad para que los donantes las recojan. Los donantes consideran la solicitud y compran ropa, juguetes o cualquier otro artículo de la lista que les sea posible. El programa de los arbolitos de ángeles, Angel Tree, les ofrece a las familias —de pocos recursos— la oportunidad para proveer obsequios a sus familiares durante la temporada festiva. Es hermoso y gratificante ver la reacción de los niños y sus familias cuando reciben los regalos. La provisión es apreciada y disfrutada en la comunidad. Los arbolitos de Navidad, con las tarjetas, se colocan en los centros e iglesias del Ejército de Salvación. Es por eso que apelamos a su compasión. Si se anima, visite uno de nuestros centros y participe en el programa. Su generosidad será motivo de felicidad para un niño y su familia.

Nueva vida, después del otoño mortal

El comediante Jim Gaffigan me hace reír y pensar cuando habla de mi estación favorita, el otoño: “La gente que ama el otoño se vuelve loca por el follaje”, comenta. Sin aliento, Gaffigan imita a los fanáticos del otoño: “El follaje… ¡pasemos al lado del follaje!”. Hace una pausa y continúa, todavía imitando, pero ahora… en un tono más pensativo, aumentando gradualmente el volumen: “Es tan hermosa la forma en que mueren las hojas... y son más bonitas justo antes de que MUEREN”. La audiencia se ríe. Yo también. Pero, además, me hace pensar. La variedad de colores en el bosque es hermosa

Sin embargo, Gaffigan tiene razón. Las hojas experimentan una transformación, de verde a amarillo, a naranja, a rojo, a morado, a marrón… porque están perdiendo

clorofila. Lo que significa que están falleciendo. Las hojas se están muriendo y están vivas. ¡Impresionantes! ¡Vivas! Recorremos la carretera para ver la deslumbrante exhibición de su muerte. El mundo de la naturaleza está muriendo… ¡y es más hermoso que nunca! ¿Qué podemos aprender de esta conexión entre la belleza y la muerte?

Bueno, primero, seamos claros: ¡la muerte nunca estuvo destinada a ser parte del panorama! En la creación, Dios otorga el don de la existencia a seres distintos a él. Dios da el don de la vida. Su intención es morar con su creación (Génesis 3:8), para que el cielo y la tierra se unan. Él quiere tener una relación especial con los humanos —tú y yo—, por lo que nos honra con el privilegio de portar su imagen y, a la vez, cuidar la naturaleza y la cultura de su buen mundo (Génesis 1:26-31; Génesis 2:15). Como parte de esa responsabilidad, Dios

nos da el poder de elegir: el libre albedrío. Cuando abusamos de ese libre albedrío y elegimos seguir nuestro propio camino en lugar del indicado por nuestro Creador (Génesis 3:6), escogemos el camino de la muerte en vez del de la vida. La creación abundante y armoniosa que, en principio, latía con la hermosa bendición de la vida se convierte en una creación disminuida, dividida y dañada que ahora sufre y gime con la horrible maldición de la muerte (Génesis 3:10-19; Romanos 8:19-22). Dios nos expulsa del jardín (Génesis 3:23-24). El cielo y la tierra ya no están unidos.

Sin embargo, el Creador no abandona su muy buena creación. La Biblia es el relato de la misión de Dios para restaurar la creación, para restaurarnos a nosotros (los creados a la imagen del Creador), para restaurar su relación y su morada entre nosotros (uniendo el cielo y la tierra) y, de esa manera, para cumplir el propósito definitivo que tiene con la creación (Mateo 19:28; Hechos 3:21; Romanos 8:18,

Escrito por GORDON SPARKS

21, 23-24; 1 Corintios 15:51-55; Isaías 65:17-25; Apocalipsis 21:1-5).

¿Qué tiene que ver todo esto con el hecho de que la decadencia del otoño se manifiesta con un magnífico despliegue multicolor? ¿Qué tiene que ver esto con la conexión entre la belleza y la muerte? Bien, la misión de Dios con la restauración tiene sentido. Pero el método de Dios, no tanto; al menos, no para nosotros. Aunque Dios es todopoderoso, a menudo elige cumplir su bella misión y renunciar al poder, usar la auto restricción, adoptar la pequeñez, abrazar el sacrificio, el servicio, la debilidad e incluso la muerte: un método extraño para nuestro Dios todopoderoso. Hay muchos ejemplos a lo largo de la Biblia; pero los que hallo más llamativos se ven en Jesús de Nazaret, la revelación de Dios más clara que tenemos. El propio hecho de que Jesús sea Dios —que permanezca como tal—, y que nazca como humano para cumplir su

misión es un ejemplo impresionante de ese método (Juan 1:14, 18). Luego Jesús instruye a sus seguidores, a nosotros, con su técnica: “Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará” (Lucas 9:23-24). En otras palabras, para salvar tu vida (algo hermoso), debes perder esa vida (con la muerte). Por supuesto, la propia y tortuosa muerte de Jesús y su subsecuente resurrección inauguran la hermosa nueva creación y la posibilidad de una grata vida nueva ahora para todos los que se alejan del pecado y se vuelven a Jesús para seguirlo.

Lo bello de las hojas otoñales en camino a su muerte puede recordarnos lo hermoso de la muerte a uno mismo, la belleza del

servicio y el sacrificio, que es la manera en que los seguidores de Jesús vivimos en nuestro mundo tan necesitado… como Jesús, mostrando el amor de Dios. Tomar ese rumbo brinda la vida más bella y floreciente imaginable, para cada uno de nosotros como individuos y para nuestra comunidad de fe, el Ejército de Salvación. A eso se le podría decir: nueva vida, después del otoño mortal.

Y en cuanto a esas hojas bellas, espero disfrutar de su belleza en el cielo y la tierra restaurados, ya no en camino a la muerte. Quizás estén entre las hojas del árbol de la vida que son para la sanidad de las naciones… (Apocalipsis 22:2).

Cómo ayuda el Ejército de Salvación a los niños inmigrantes

La inmigración es una travesía llena de desafíos y cambios significativos, sobre todo para los niños. Muchos de esos pequeños llegan a Estados Unidos sin conocer la cultura, el idioma y sin tener amistades. Sin embargo, el Ejército de Salvación ha sido un faro de esperanza y amor para esos chicos, brindándoles no solo refugio físico, sino también apoyo emocional y espiritual.

Mi historia

Como alguien que emigró a Estados Unidos siendo niño, puedo testificar de primera mano el impacto transformador del Ejército de Salvación. Al llegar a este país, mi familia y yo no conocíamos la cultura ni el idioma, por lo que nos sentíamos completamente desorientados. Sin embargo, el Ejército de Salvación nos proporcionó alojamiento en un refugio en Reading, Pensilvania, y asistimos al Cuerpo hispano donde nos sentimos amados y acogidos. Además, tuvimos la oportunidad de asistir a campamentos como Ladore y Star Lake, que fueron una bendición inmensa para nosotros, a pesar de no hablar el idioma. El Ejército de Salvación fue un instrumento crucial que Dios usó para nuestro crecimiento espiritual.

Continuidad de la historia

La historia que viví se repite hoy en día con muchos otros inmigrantes. Los niños y jóvenes que llegan a un país extranjero enfrentan un idioma diferente y una cultura nueva, lo que trae consigo muchas dificultades. Sin embargo, en el Ejército de Salvación, tanto en cuerpos hispanos como americanos, los niños

encuentran el amor de Dios y se sienten como en casa.

Salmos 46:1 nos recuerda: “Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Este versículo encapsula la misión del Ejército de Salvación en cuanto a ser un refugio y un apoyo constante para los necesitados.

Programas y apoyo

Muchos de esos niños participan en programas después de la escuela, programas de música y asisten a la iglesia los domingos. Algunos incluso encuentran refugio en los albergues del Ejército de Salvación. Estos programas no solo les brindan un espacio seguro, sino que también les permiten crecer en su fe y encontrar un propósito.

Proverbios 22:6 dice: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. A través de los programas y actividades del Ejército de Salvación, estamos sembrando semillas de fe y esperanza en los corazones de esos chicos, asegurando que su caminar con Dios perdure toda la vida.

Hijos de familias inmigrantes juegan en el gimnasio del Ejército de Salvación en Nueva Jersey.

Experiencias en los campamentos

El campamento es una experiencia transformadora para muchos de esos niños. Allí nos aseguramos de asignar consejeros hispanos para que la experiencia sea más enriquecedora. Los niños viven una nueva aventura en un ambiente cristiano y saludable, donde pueden ser simplemente niños y disfrutar sin preocupaciones. Muchos de ellos encuentran la salvación en Cristo y regresan a casa con un corazón transformado.

Mateo 19:14 nos enseña: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”. En el campamento, los niños tienen la oportunidad de acercarse a Jesús y experimentar su amor de una manera profunda y significativa.

Desafíos y oración

Uno de los grandes desafíos que enfrentan los jóvenes inmigrantes sin documentación legal es el deseo de estudiar y trabajar, ya que se les hace muy difícil salir adelante. Este es un gran motivo de oración para nuestra comunidad.

Filipenses 4:6 nos anima: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Continuemos apoyando, motivando e intercediendo por estos jóvenes, para que sientan el amor de Dios en nuestras congregaciones y que sus vidas puedan ser guiadas a Cristo Jesús.

Conclusión

El Ejército de Salvación juega un papel crucial en la vida de los niños inmigrantes, brindándoles amor, apoyo y oportunidades para crecer tanto espiritual como emocionalmente. Que continuemos siendo un faro de esperanza y transformación para esos pequeños, reflejando el amor de Cristo en todas nuestras acciones.

Extraviados en busca de alimento espiritual

Era un frío domingo de febrero, en Queens, Nueva York. Faltaban apenas cinco minutos para iniciar nuestro servicio de la iglesia. De repente, entró una de las miembros de la iglesia, la soldada Ana, con nueve jóvenes venezolanos. De inmediato, Ana, comenzó a explicarme que los chicos estaban en el autobús en busca de una iglesia para visitar y, como se habían extraviado, ella los invitó a la nuestra.

Procedí a saludar a los chicos y les dimos la bienvenida. Al finalizar el servicio conversamos un poco y les explicamos algo de nuestra labor en la comunidad. Continuaron visitándonos algunos domingos hasta que se interesaron en venir a servir en el voluntariado. En ese intervalo de tiempo comenzamos a suplirles algunas de sus necesidades de ropa, botas, abrigos y alimentos no perecederos que les fuera posible llevar al albergue.

Cinco de los jóvenes, los meses subsiguientes, llegaban a diario a ayudarnos cuando se recibían los víveres, para preparar las bolsas y limpiar las instalaciones. Las chicas ayudaban en la cocina tanto con la preparación de alimentos como con la distribución de la sopa.

Con el tiempo, algunos de los varones se relocalizaron a Detroit, en busca de oportunidades de trabajo, pero todavía tenemos a tres de ellos que continúan fielmente visitándonos. Las chicas han aprovechado la oportunidad de limpiar una que otra casa con la promesa de que eso se convierta en un trabajo fijo para ellas en el futuro.

Al Ejército de Salvación llegan muchas personas en busca de ayuda en primera instancia; sus necesidades son como un abanico que se abre de acuerdo con la composición familiar. Muchos han pasado por aquí y nunca más los hemos visto, pero este grupo de jóvenes se ha quedado con

nosotros y han hecho de Queens Temple su hogar espiritual. Han hallado provisión para sus necesidades físicas y también para las espirituales.

Aun en su situación un tanto inestable, su experiencia espiritual ha producido frutos. Una de las jóvenes ya compartió la Palabra de Dios con los jóvenes, hace unos meses, y también predicó a la congregación en la reunión de Santidad.

Su progreso espiritual es evidente, pero también su esfuerzo por establecerse en el país. Ya casi todos han recibido su cita inmigratoria para lo de las huellas y algunos han conseguido trabajo para así poder sustentarse y, a la vez, ayudar a sus familias que quedaron en Venezuela.

Cabe señalar que entre ellos hay un pastor y todos ellos se mantienen muy conectados a su iglesia en Venezuela, aunque nosotros aquí —en el Ejército de Salvación— somos su hogar lejos de casa.

Escrito por MAYORA ARLENE DICATERINA

UNA VIDA T ransformada

Todos enfrentamos muchos desafíos en la vida, los que nos hacen crecer o nos obligan a poner a un lado nuestros sueños. No cabe duda de que los retos de la vida están diseñados para fortalecernos y reafirmarnos como personas. Nuestra actitud determina si usamos los problemas para crecer y mejorar o para rendirnos y estancarnos. Para superar los retos, debemos desarrollar una actitud que no nos permita rendirnos ante la vida sino, al contrario, superar los obstáculos de la mejor manera posible. ¿Qué podemos aprender del conflicto? En mi experiencia, he descubierto que considerar los problemas como oportunidades para crecer es la mejor manera de afrontar un reto y desarrollar un carácter más fuerte.

Mi vida se ha caracterizado por afrontar retos que me han servido para llegar a donde estoy hoy. Nací en Cuba comunista, en un hogar cristiano. Eso significa que por ser cristiano, en un país comunista, llegará el momento en el que experimentarás persecución por tus creencias. De alguna manera, intentarán destruir tu fe. En mi infancia viví la persecución y el cuestionamiento por creer en Dios. Recuerdo que mis profesores me desafiaban en

lo referente a mi fe, e intentaron muchas veces convencerme de que la Biblia la escribieron hombres ignorantes y que todo lo que habían escrito en ella eran leyendas, mitos y cuentos de hadas. Recuerdo incluso que querían quitarme la tarjeta de estudiante porque asistía a la iglesia, lo que nos diferenciaba de los demás estudiantes. Intentaron crear actividades los domingos para que no fuera a la iglesia y, si iba, mis expedientes escolares reflejaban que no me comportaba según los principios comunistas. No teníamos libertad de expresión, de pensamiento ni de prensa. Se nos prohibió usar la Biblia, y el gobierno limitó severamente la entrada de Biblias del extranjero en aquellos años. Recuerdo que mi pastor fue perseguido y enviado a un campo de concentración hace muchos años, pero su ejemplo nos hizo permanecer fieles en medio de las dificultades. Creo que nuestra mejor arma era la oración y llevar un estilo de vida que demostrara que no éramos lo que el comunismo decía de nosotros.

La constitución del Estado cubano se considera atea, pero en 1992 cambió a un Estado laico. Eso significa una

Escrito por TENIENTE RENATO SARMIENTO

separación total entre la Iglesia y el Estado. Fue un cambio de nombre porque el gobierno sigue siendo ateo, materialista y humanista en su filosofía. Por un tiempo nosotros, como cristianos, fuimos fuertemente reprimidos de diferentes maneras porque el gobierno cubano decía que apoyábamos a Estados Unidos. Sufrí lo que era no tener nada porque mis padres eran cristianos. Pasé hambre y sufrí carencias hasta el punto de no tener zapatos ni ropa. Además, como cristianos se nos negaban oportunidades porque no estábamos de acuerdo con el sistema comunista. En ese entorno, crecí y luché para seguir adelante. Fueron momentos difíciles, pero Dios me ayudó a mantener mi fe bajo tanta presión.

Mi padre vino a Estados Unidos cuando yo tenía 17 años, y mi madre llegó dos años después. Así que me quedé solo con mis hermanos en Cuba. Al tiempo, mi padre se hizo ciudadano en Estados Unidos y eso le permitió reclamarme junto con mi hermano mayor y nuestras familias para venir a Estados Unidos. Fue un largo proceso de espera, siete años llenos de dificultades, hasta que tuvimos la oportunidad de salir de Cuba.

En 2016 llegué a Estados Unidos como refugiado y no hablaba inglés ni lo entendía. Mi reto entonces era aprender una nueva lengua a los 35 años para comunicarme con los demás. En el proceso, fui discriminado por aquellas personas que se burlaban de mí porque no hablaba inglés con fluidez. ¿Cuál era mi actitud?

Ante este reto, me esforcé más por aprender, demostrando que no soy lo que la gente piensa de mí, sino que forjo un destino diferente con la ayuda de Dios, aceptando la dificultad como una oportunidad para crecer.

Mi primer encuentro con el Ejército de Salvación fue en junio de 2016, cuando visité el Cuerpo del Templo de Syracuse. Mi madre y mi abuela ya eran miembros desde hacía varios años. Mi abuela me contó que eligió ser soldado del Ejército de Salvación porque su marido cuando tenía 14 años (década de los 30 en Cuba), tenía a su padre muy enfermo y estuvo en los refugios del Ejército de Salvación en La Habana donde le cuidaron hasta que murió de tuberculosis. Me dijo que mi abuela siempre había estado muy agradecida por esa ayuda. En agradecimiento a la memoria de mi abuelo (fallecido en junio de 2000), mi abuela se hizo soldado del Ejército de Salvación.

Cuando llegué a Syracuse Temple Corps, en el año 2016, fui recibido por los capitanes Minaya. La acogida fue muy buena. Me admitieron como uno de ellos y pude experimentar, por primera vez, lo que es ser libre en un ambiente cristiano y celebrar la Navidad, un acontecimiento transformador para mí. Al principio no me sentía muy cómodo al ver a los pastores con uniformes junto a los miembros del Cuerpo, ya que eso me recordaba a la policía y al ejército de Cuba.

Sin embargo, cuando fui conociendo más sobre el Ejército de Salvación entendí que eso no tenía nada que ver con mi manera de pensar en aquel tiempo. En Cuba, de donde soy nativo, tuve la oportunidad de estudiar Teología en una institución cristiana patrocinada por una universidad de Estados Unidos que radica en Florida y, cuando obtuve mi Maestría en Estudios Bíblicos y Teológicos, me admitieron como profesor en esa casa de estudios. Esa experiencia permitió que me desempeñara como Sargento de Escuela Dominical en Syracuse, primero con los capitanes Minaya y luego con los capitanes Mendoza, desde 2017 a 2019, antes de ser enviado al Colegio de Entrenamiento para Oficiales. Serví en el Cuerpo por tres años en la enseñanza y la predicación.

Finalmente, Dios me llamó en 2019 para ser pastor; al principio estaba sorprendido. Sin embargo, mayor fue mi sorpresa cuando Dios confirmó mi llamado a ser pastor y oficial del Ejército de Salvación aquí en Estados Unidos. Así pues, mi último reto es creer. Creer que, con la ayuda de Dios, podemos seguir adelante y cumplir con el llamado a ser fieles. Creer que todo es posible con Él a nuestro lado. Dios me hizo esta promesa: "Esta es mi orden: ¡sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes. Porque el SEÑOR tu Dios está contigo dondequiera que vayas" (Josué 1:9). Esa ha sido la promesa que me ha sostenido toda mi vida, incluso en la transición de un país comunista anticristiano a otro en el que me acogió y me dio la libertad que nunca tuve, mi vida fue transformada e incluso hoy, por la gracia de Dios, soy ciudadano de Estados Unidos. Gloria a Dios por su fidelidad.

AYUDA AL EXTRANJERO

EN TIERRA EXTRAÑA

Escrito por HUGO BRAVO
El Ejército de Salvación está ayudando a satisfacer las necesidades de los inmigrantes y sus familias

Aveces, cuando me siento a escribir sobre los inmigrantes y su conexión con el Ejército de Salvación, mi mente se remonta al 10 de abril de 1988. Ese fue el día en que mi madre y yo abordamos un avión desde Lima, Perú, hacia el Aeropuerto Internacional de Newark. Yo tenía 5 años. Mi padre, que había llegado a Estados Unidos dos años antes, tenía preparada para nosotros una casa alquilada en un solar trasero en Paterson, Nueva Jersey, una ciudad que —según les gusta decir a sus habitantes— tiene más peruanos que cualquier otro lugar del mundo, menos el propio Perú.

LA MISIÓN DEL EJÉRCITO DE SALVACIÓN, SUS

RECURSOS Y LA DIVERSIDAD DE SUS PASTORES

HACEN QUE ESTÉ ESPECIALMENTE PREPARADO

PARA

AYUDAR A LOS INMIGRANTES.

Cuatro décadas y tres nacionalidades después, puedo recordar nuestra llegada y agradecer que —a pesar de las dificultades— fuimos de los inmigrantes más afortunados. Las barreras lingüísticas acabaron derrumbándose con el estudio y la práctica (a mí personalmente me ayudó una dieta sana de música rock estadounidense). Mis padres se habían licenciado en psicología en la Universidad de Lima, por lo que papá encontró trabajo fijo como terapeuta familiar durante el día y como conserje por la noche. Mi madre hacía turnos en fábricas e imprentas. El

cuidado de los niños no era un problema. Yo ya estaba en edad escolar y, cuando nació mi hermana, teníamos amigos y vecinos que les encantaba cuidarnos mientras nuestros padres trabajaban días, noches y fines de semanas. Quizá lo más importante de todo es que nuestro futuro como residentes de los Estados Unidos de América nunca estuvo en duda. No temíamos que los agentes del gobierno aparecieran en nuestra puerta para separarnos o enviarnos de regreso, debido a un cambio en la administración presidencial o a un papeleo mal archivado.

Aquí estábamos estables y seguros. Actualmente no se puede decir lo mismo en cuanto a las miles de familias que entran al país procedentes de todo el mundo. Ninguno de nosotros puede limitarse a ignorar a las personas que han llegado a nuestras comunidades en busca de una vida mejor. La Biblia destaca la importancia de brindar "hospitalidad a los extranjeros" (Romanos 12:13) y de mostrar amor al "extranjero que reside" con nosotros (Levítico 19:34).

Cuando el Ejército de Salvación llegó a estas costas a finales del siglo diecinueve, Vengan todos La enviada Emily Betts (al piano) afirma que los jóvenes del Cuerpo de Kearny han dado nueva vida a la iglesia a través de la música y los deportes.

también experimentó el sentimiento de rechazo a los extranjeros por parte de la sociedad, a menudo dirigido contra los inmigrantes chinos, irlandeses e italianos. Aunque eran pocos en aquellos años, los Salvacionistas, con su cultura característica y su voluntad de romper las tradiciones, se enfrentaron a mucha hostilidad. Pero eso no les impidió prosperar ni, a lo largo de los años, ayudar a los extranjeros recién llegados a Estados Unidos de América.

La misión del Ejército de Salvación, sus recursos y la diversidad de sus pastores hacen que esté especialmente preparado para ayudar a los inmigrantes. Sus oficiales y sus miembros han mostrado el corazón y la dedicación para acoger en sus iglesias y comunidades a personas de muchas culturas. A su vez,

sus congregaciones y ministerios no han hecho sino enriquecerse siguiendo la dirección de Proverbios 3:27: "No niegues el bien a quienes lo necesitan, si en tu mano está hacerlo".

Los chicos de Kearny están bien El primer nombramiento de la enviada Emily Betts como pastora del Ejército de Salvación fue en Kearny, Nueva Jersey, una ciudad que es 45% hispana o latina, con inmigrantes procedentes de países como Ecuador, Perú y la República Dominicana. "Cuando llegué en 2021, la congregación dominical del Cuerpo de Kearny no reflejaba la demografía de la ciudad, ni siquiera las familias hispanohablantes que visitaban nuestra despensa de alimentos durante la semana", dice Betts. "Una empleada que hablaba español era nuestra

conexión con la comunidad. Cuando ella se fue, tuve que actuar. Aunque no hablaba español, vi eso como una oportunidad para cambiar radicalmente la dirección de nuestro Cuerpo".

Así que decidió empezar promocionando los programas infantiles del Cuerpo. Cualquier persona que llegaba a buscar los servicios sociales era informada sobre los ministerios disponibles para sus hijos. En dos semanas, esos programas pasaron de tener unos 10 niños asistentes a un promedio de 30. A medida que crecía el número de niños, también lo hacían las cifras en otros programas.

"Cada vez más adultos eran conscientes de lo que nuestro Cuerpo podía ofrecerles a sus familias y a ellos ", afirma Betts. "Cada vez que nuestros chicos del Cuerpo presentaban un recital de música, por

LEAH CARTER (3)
Estaré a tu lado
El Cuerpo de Chelsea inscribe a las personas (arriba) que reciben ayuda de su despensa de alimentos.

Refugio de la tormenta

A través de una variedad de programas del Ejército de Salvación, en Quincy, Massachusetts, Rezarta Prence ayuda a familias e individuos a encontrar hogares, recursos y empleo".

ejemplo, llegaban 100 personas a verlo, todas familias hispanohablantes. Decidimos mantener nuestros programas infantiles todo el verano y con un horario ampliado".

Los programas más populares del Cuerpo de Kearny no son los impulsados por los servicios sociales, sino los ministerios relacionales y de formación de carácter, como las noches de juegos de mesa, las clases de inglés como segunda lengua y el estudio de la Biblia.

"Antes de eso, no hacíamos estudios bíblicos, porque por mucho que quisiéramos hacerlos en los dos idiomas, no teníamos a alguien que pudiera dirigirlos en español", indica Betts. Cuando encontraron un ayudante ministerial hispanohablante, pudieron

poner en marcha el estudio de la Biblia en inglés y español.

El Cuerpo de Kearny también inició servicios dominicales bilingües, una vez al mes, con la ayuda de un traductor del Cuartel Divisional de Nueva Jersey. Al cabo de dos meses, los servicios se ampliaron a todos los domingos y añadieron canciones de adoración en español. Para Betts y los angloparlantes de la congregación, cantar una canción en español era más fácil que intentar hablar el idioma, pues solo había que centrarse en la pronunciación.

"Cuando realmente le dimos la bienvenida al español los domingos, los padres de los niños de nuestros programas empezaron a venir más",

dice Betts. "Me dijeron que el Cuerpo de Kearny fue en un entonces un Cuerpo muy 'tradicional', pero que teníamos que seguir con la tradición de hacer que todo el mundo se sintiera bienvenido.

Algún día podría haber aquí un Oficial que hable perfectamente español y se encargue directamente del alcance, pero tal como está ahora, me siento feliz de estar en un lugar donde tanto los antiguos como los nuevos integrantes, aceptan las culturas de nuestra congregación. Es una nueva y hermosa normalidad, además de un ejemplo de cómo puede obrar y transformar Dios a su iglesia para todos".

Un hijo (y una nuera) afortunados

En su país natal, Albania, a orillas del mar Adriático, en el sur de Europa, Ermal Hysko y su esposa, Rezarta Prence, escucharon las historias que mucha gente oye. Estados Unidos es el lugar perfecto para vivir, y si tienes la suerte de venir aquí, todo es posible.

"Por supuesto, no fue exactamente así", dice Ermal. Sus padres habían emigrado a Quincy, Massachusetts, tres años antes de su propia llegada en 2016. "Mis padres me advirtieron que vivir en Estados Unidos no sería fácil. Pero aquí había oportunidades, y sabía que si trabajaba duro, no pasaría inadvertido. Eso es muy diferente de lo que ocurre en Albania donde, debido al nepotismo, es casi imposible encontrar cualquier tipo de trabajo, por pequeño que sea".

Rezarta recuerda que cuando ella y Ermal llegaron a Quincy, el padre de Ermal les habló de la primera vez que entró al Ejército de Salvación en Quincy. Ella dice: "Le encantó poder conocer a una trabajadora social que le dio tarjetas de regalo para comprar comida y muebles para su apartamento vacío".

La madre de Ermal sugirió que, puesto que Rezarta había hecho trabajo social en Albania, debía buscar un trabajo similar aquí. "Pero Ermal y yo habíamos venido a Estados Unidos estando yo embarazada de nuestro primer hijo. Me preguntaba: ¿quién querría contratarme?", cuenta Rezarta.

Para su sorpresa, consiguió un trabajo como directora del preescolar del Cuerpo de Quincy. Ahora es directora de servicios sociales en el Ejército de Salvación de Quincy, y ayuda a las familias igual que el Ejército ayudó un día a sus suegros.

"Dios siempre sabe lo que nos espera a todos, por eso es tan importante el cuidado pastoral que acompaña a la asistencia del Ejército", afirma Rezarta. "Muchas personas que acuden a nosotros nos piden que oremos con ellos en privado. Nuestros oficiales se sientan con ellos y les aseguran que sus oraciones son escuchadas".

Ermal, que es el director regional de ministerios sociales del Ejército de Salvación en el Gran Boston, afirma: "Una vivienda estable y económica es la necesidad principal de estas familias inmigrantes. Podemos dirigirlos a agencias como la Autoridad de la Vivienda, que pueden ayudarles a alcanzar ese objetivo. Pero aún queda más por hacer. Necesitan un seguro médico, para no tener que hacer frente a una factura hospitalaria de 5.000 dólares si alguien se enferma".

También necesitan ayuda para encontrar empleo. "Dunkin' Donuts, en Massachusetts, aceptará empleados solo con un ITIN", un número de identificación

personal del contribuyente, indica Rezarta. "Pero si acabas de llegar aquí desde otro país, ¿cómo podrías saber eso? No solo se trata de darle comida y ropa a alguien. Es ayudarles a que, en uno o dos meses, estén en una posición mejor que la actual".

Uno de sus casos involucraba a una pareja de casi 70 años de la República Dominicana. No tenían otra familia y vivían en su automóvil, intentando sobrevivir al invernal frío de Massachusetts, además de sus problemas de salud. Rezarta pudo darles un vale de alojamiento en un hotel para sacarlos de la calle, y luego los puso en contacto con la Autoridad de la Vivienda de Quincy, que gestionaron para encontrarles un apartamento.

“Usted ve mucha gratitud y emociones desbordadas cuando una familia como la de ellos entra por primera vez en un refugio o en una casa", afirma Rezarta. "El marido dijo que yo era su Madre Teresa, que también era albanesa. Oír eso me hizo llorar".

"Siempre pienso en nuestra propia historia como inmigrantes", dice Ermal. "Vinimos aquí con tarjetas de residencia y la orientación de mis padres. Vivimos con ellos un año sin pagar alquiler. Y aun con toda esa ayuda, tuvimos nuestras propias luchas. Imagine una familia que no tiene a

nadie. No conocen el idioma ni la cultura, ni las leyes que les afectarán directamente. Si hay momento en que necesitan toda la ayuda y orientación posibles, es este. Ayudar a esas familias es algo más que un trabajo para Rezarta y para mí".

Los corazones hambrientos de Chelsea Chelsea, Massachusetts, es una ciudad santuario. Eso significa que el gobierno local limita su cooperación con las agencias federales y las leyes de inmigración. Casi la mitad de sus 39.000 residentes nacieron fuera del país. "Solo puedes imaginarte la inseguridad alimentaria y la necesidad en una ciudad como esa", dice Ermal, que recibe habitualmente actualizaciones y cifras de la despensa de alimentos al aire libre del Cuerpo de Chelsea del Ejército de Salvación. “Cuando se trata de alimentar a la comunidad, el Cuerpo de Chelsea es una estrella del rock”, dice. La comparación es demasiado acertada. Cada semana, una fila de personas, que da la vuelta a la manzana, espera por comida. Parecido al tipo de escena que puede verse en la entrada de un concierto con los boletos agotados. "Chelsea atiende semanalmente de 1.200 a 1.500 familias", dice Ermal. "Eso es diez veces más que en otras

“IMAGINE UNA

LA AYUDA Y ORIENTACIÓN

POSIBLES, ES ESTE. AYUDAR A ESAS FAMILIAS ES ALGO

MÁS QUE UN TRABAJO PARA REZARTA Y PARA MÍ".

despensas del Ejército de Salvación de Massachusetts. Incluso hemos tenido familias de Connecticut y Rhode Island que han conducido horas hasta aquí para conseguir comida. Por eso han tenido que poner en marcha registros y enviar a las familias de otros estados al Ejército de Salvación de su localidad".

Puede ser difícil pararse a hablar con alguien cuando hay más de cien personas esperando comida detrás. De modo que un registro adecuado también les permite a los asistentes sociales del Ejército hacer un seguimiento de las familias que acuden a la despensa de alimentos, para determinar qué puede hacer el Cuerpo por ellos, además de ofrecerles los servicios alimentarios.

"Chelsea no es un Cuerpo muy grande ni con mucho personal, pero hay muchos voluntarios que ayudan en su despensa

de alimentos, alabado sea Dios por cada uno de ellos", señala Ermal. "Recibimos comentarios de familias de Chelsea que dicen que somos su única fuente de alimentos cada semana. Vuelven porque saben que con nosotros no van a ser juzgados. Los ayudamos y los tratamos con respeto y dignidad. Cuando incluyes esas cualidades en el trabajo que haces para los demás, la gente lo nota".

Puente sobre aguas turbulentas en Dover Los Capitanes Reginald y Ardrine Montour, inmigrantes haitianos y Oficiales Directivos en el Cuerpo del Ejército de Salvación en Dover, Delaware, estudiaron inglés en Haití años antes de venir a Estados Unidos, donde se conocieron. Él llegó en el 2008 y ella en el 2012. Aprender una lengua en un aula, dice el Capitán

Apóyate en mí El Cuerpo de Dover, en Delaware, es dirigido por los capitanes Reginald y Ardrine Montour, quienes —al igual que la mayoría de su congregación — son de Haití.

Reginald, no garantiza la fluidez en una situación de la vida real.

"Para aprender inglés de verdad, hay que estar interactuando y escuchando el contexto en el que se utilizan las palabras", afirma. “A veces entendía los significados de las palabras y las frases mucho después de que terminara una conversación".

El idioma es solo uno de los obstáculos a los que se enfrentan los nuevos inmigrantes. Más allá de su trabajo como pastores de los servicios brindados en el Cuerpo de Dover, donde están desde agosto de 2020, los Montour tienen conexiones con recursos de toda la ciudad.

"Nuestro Cuerpo está formado en su mayoría por inmigrantes haitianos como nosotros. Cuando conocemos a alguien que pueda obtener ayuda y beneficiarse con su estatus de residencia o asilo, sabemos

dónde enviarlo", dice el Capitán Reginald. "Pero también los acompañamos, en cada paso del camino”.

Desde 2021, los capitanes han trabajado con una iglesia metodista unida de la localidad y con el programa Justice For Our Neighbors (Justicia para nuestros vecinos, siglas en inglés JFON). Este programa, impulsado por la fe, trabaja con inmigrantes en Delaware y en otros lugares del país para proporcionar servicios jurídicos de alta calidad, educación y abogar por ellos. Los Montours llevan a la gente del Cuerpo a la Iglesia Metodista Unida, donde pueden hablar con un abogado gratuitamente.

"Llamamos a esa iglesia 'la clínica', porque es donde los nuevos inmigrantes pueden consultar un profesional acerca de su experiencia y su situación", dice el Capitán Reginald. "Saben que dentro de una iglesia están amparados y protegidos por la ley. Pueden ser completamente francos con el abogado y con nosotros en cuanto a las condiciones en que llegaron aquí”.

Los abogados, que han sido aprobados por los Montour ayudan a los inmigrantes haitianos representándolos ante los tribunales. Si una familia no puede acudir a todas las citas del tribunal de inmigración por motivos de trabajo o cuido de los hijos, un abogado puede asistir en su lugar.

Los Montour también tienen conexiones con organizaciones comunitarias judías locales, que envían a su personal al Cuerpo de Dover para reunirse con inmigrantes haitianos y mostrarles cómo reunir los requisitos para recibir beneficios alimentarios, ayuda con dinero en efectivo y seguros de bajo costo.

"No queremos que ningún recién llegado a este país confíe en cualquiera y se arriesgue a que se aprovechen de él, en los tribunales o de otro modo", afirma el Capitán Reginald. "Así que mi mujer y yo ayudamos a estas familias llevándolas a la lavandería, a las citas médicas o a cualquier otra cosa que necesiten. Tenemos 'horario de oficina' todos los domingos después del servicio en la iglesia, donde ayudamos a

traducir y explicar documentos importantes o cartas de la escuela de sus hijos”.

"Conocemos a una pareja que tuvo a su primer hijo aquí", dice la Capitana Ardrine. "Cuando la madre dio a luz, pasé dos días

con la labor de ayuda en catástrofes del Ejército de Salvación en Haití.

"Cuando ven a un Oficial en uniforme o un escudo rojo, dicen que les recuerda a su hogar", afirma la Capitana Ardrine. "Y

"Y QUEREMOS QUE TODO

EL QUE VENGA AL EJÉRCITO DE SALVACIÓN SE SIENTA

COMO EN CASA”.

en el hospital a su lado vestida con ropa médica. Después, nos dirigimos con ellos al Departamento de Vehículos Motorizados, para que aprendieran a instalar y asegurar correctamente una sillita de bebé".

"Me gusta pensar que somos un puente para llevar a esas familias adonde necesitan ir", dice el Capitán Reginald. "Compartimos los problemas a los que nos enfrentamos como inmigrantes, con la esperanza de que, al aceptar nuestra ayuda, no se enfrenten a esas mismas dificultades. A veces, cuando mi mujer y yo tenemos que ausentarnos, volvemos con un montón de trabajo y peticiones de ayuda. Puede ser mucho, pero aceptamos esa responsabilidad”.

Esa responsabilidad les llega no solo como compatriotas haitianos, sino como brazos y piernas de Dios a través del Ejército de Salvación; y las personas a las que ayudan lo saben. Algunos de ellos han adorado en el pasado en un Cuerpo haitiano. Otros están más familiarizados

queremos que todo el que venga al Ejército de Salvación se sienta como en casa”.

Nuestra canción de inmigrante

Venir a un nuevo hogar en Estados Unidos fue una decisión que tomaron por mí dos personas amables y trabajadoras que querían dar a su familia la oportunidad de tener el mejor futuro posible. Hoy se puede decir lo mismo de las miles de familias que entran al país procedentes de todo el mundo. Cada inmigrante tiene su propia canción que compartir, quizá con una letra diferente o una melodía desconocida, pero una música hermosa igualmente.

Si mis padres hubieran recorrido un camino más pedregoso, espero que hubieran recibido una mano para ayudarles a navegar por una tierra extraña. Esto es lo que el Ejército de Salvación hace cada día por las familias a través de sus programas, ministerios y orientación, con cada acto realizado en nombre de Cristo, tanto para los residentes como para los inmigrantes.

Carne de res a la cubana

Ingredientes

• 4 cucharadas de aceite de oliva

• 2 tazas de cebolla picada

• 2 tazas de pimiento verde picado

• 6 dientes de ajo, machacados

• 2 libras de carne de vaca magra, lomo de ternera o redondo, cortada en cubitos

• ½ taza de harina blanca para rebozar

• 2 cucharaditas de comino molido

• 2 cucharaditas de orégano molido

• 1 cucharadita de sal

• ½ cucharadita de pimienta negra

• 1 lata (15 onzas) de salsa de tomate

• 3 cucharadas de vinagre

• 1/4 taza de aceitunas verdes rellenas

• 1/4 taza de pasas

• 2 cucharadas de alcaparras

• 2 hojas de laurel

• 1½ a 2 tazas de agua

• 4 o 5 papas peladas y cortadas en trozos grandes

Procedimiento

1. Caliente el aceite a fuego medio en una sartén grande. Añada la cebolla y la pimienta; cocine y remueva hasta que estén transparentes. Añada el ajo y saltéelo un minuto más.

2. Sazone ligeramente la carne con sal y pimienta, y rebósela con la harina. Añada la carne a la sartén y dórela por todos lados. Añada el comino, el orégano, la sal y la pimienta, luego cocine durante 3 minutos.

3. Añada la salsa de tomate, el vinagre, las aceitunas, las pasas, las alcaparras y las hojas de laurel. Añada agua suficiente para cubrir la carne.

4. Llévela a ebullición, reduzca el fuego a lo más bajo, tápela y cuézala a fuego lento hasta que esté tierna al pincharla con un tenedor, entre 1 y 2 horas. Añada más agua si el guiso queda demasiado espeso.

Pollo a la jardinera

Ingredientes

• 2 libras de pollo

• 1 hoja de laurel

• 3 zanahorias

• 3 papas

• 2 dientes de ajo

• ½ cebolla

• Sal con ajo al gusto

• Pimienta al gusto

• 1 taza de chícharos

• 2 tomates

• 3 ½ cucharadas de aceite de oliva

• ½ cucharada de tomate verde

• ½ cucharada de orégano

• 2 tazas de caldo de pollo

Procedimiento

1. Limpie el pollo

2. En un recipiente, agréguele al pollo sal, ajo y pimienta al gusto

3. Corte las papas y las zanahorias en pedazos similares

4. Corte los tomates y la cebolla en trozos finitos

5. En una olla caliente el aceite de oliva

6. Fría el pollo en la olla

7. Muela el ajo y coloque en la olla junto a la cebolla

8. Una vez que la cebolla se haya caramelizado agregue los tomates

9. Añada sal y pimienta al gusto, añada el orégano y el tomate verde

10. Mezcle todo, luego añada las papas, los chícharos y las zanahorias. Deje cocinar unos minutos.

11. Agregue el caldo de pollo y mezcle todo.

REMEDIOS CASEROS PARA LA GRIPE

Los aires frescos del otoño son un alivio para soportar las altas temperaturas del verano. Muchas personas esperan ansiosos esta temporada, cansados de la sofocante intensidad del calor. Con el cambio de clima, llega el tiempo de sacar los abrigos y las bufandas para abrigarse. Sin embargo, no a todos se les facilita la adaptación climática. Por lo que esta es una de las temporadas en que más nos contagiamos con la gripe o influenza. Los sistemas inmunitarios débiles y los espacios encerrados donde nos relacionamos son algunas de las maneras en que ocurre el contagio. Ya dejamos de pasar tiempo al aire libre y compartimos con otras personas en espacios donde el aire no fluye de igual manera. El virus de la influenza se puede esparcir fácilmente en esas condiciones. En cierta manera es inevitable, pero qué hacemos una vez comenzamos a sentir los incómodos síntomas de la gripe.

Aunque no debemos tomarlos como sustitutos de la atención médica, existen remedios caseros que pueden ayudar a aliviarnos. A continuación, listamos algunos muy comunes en la comunidad latina.

• En nuestro medio es muy común que unos de los primeros remedios para la gripe sea una buena sopa o caldo de pollo. Tanta es la fe y la confianza en este remedio que muchos lo llaman “levanta muertos”.

• Es importante mantenerse hidratado, por lo que el té o las infusiones son remedios que no pueden faltar. Ya sean de jengibre, miel y limón, anís estrellado o ajo, sus propiedades antivirales, analgésicas y descongestionantes pueden producir gran alivio.

• El agua con sal es el mejor remedio para el dolor de garganta.

• Si se trata de congestión nasal no puede faltar la olla de agua y eucalipto hirviente, además del famoso ungüento llamado Vicks.

• Acompañados de bastante descanso, es opinión unánime que estos remedios acortarán la gripe o influenza para que pronto pueda sentirse mejor y restaurado.

Escrito por MINERVA COLÓN PINO

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