A medida que caminamos nos damos cuenta del trayecto que hemos recorrido, la vida es un continuo andar, el reloj que marca las horas del día nunca se detiene y en su permanente tic -tac va trazando de segundo a segundo cada minuto y después de completar 60 minutos la manecilla más corta que se llama “horario” va marcando una hora distinta, pasando de un número a otro.
El ser humano ha inventado esta dinámica para generar un orden lógico cada día, de alguna forma todos estamos limitados por el tiempo, desde esta perspectiva es muy importante organizar nuestra vida para garantizar un mayor provecho de la misma.
Para esta edición los 9 hermanos salesianos que conforman el team vocacional nos proponen el tema del “Discernimiento” a partir de elementos bíblicos, testimonios y otros recursos que iluminan este nuevo desafío que juntos debemos asumir diariamente.
Son muchos los autores, recomendaciones y tratados que sobre este tema podemos encontrar, sin embargo, no son estas apreciaciones lo que garantiza un buen discernimiento; sino la apertura y el querer de cada individuo o persona. El primer paso para un buen discernimiento es querer escuchar y atender tanto a la voz interior como a quienes nos pueden acompañar.
Los invito a adentrarnos al contenido de nuestro Caminemos Juntos y descubrir aquella palabra, frase o imagen que haga eco en nuestro interior y nos catapulte a esta nueva aventura sobre el discernimiento.
Aprovecho esta oportunidad para compartir con quienes nos siguen en @soy_sdb la buena noticia del nuevo santo salesiano el Beato Artémides Zatti que será canonizado el próximo 8 de octubre del 2022 por él Papa Francisco y en esta edición queremos hacerle una mención especial.
Recuerda tÚ también estás llamado a ser un Santo y ojalá sea al mejor estilo salesiano.
P. Edward Páez Llinas, SDB. - Delegado para la Pastoral Vocacional
Querido joven, el término discernimiento se forma a través del sufijo en latín mentum que significa “medio o instrumento” y discernir que también proviene del latín discernere y expresa “distinguir o separar”; dejándonos claro que es algo propio de nuestra vida y que necesitamos experimentar en nuestro cotidiano vivir. El discernimiento en la Sagrada Escritura, siempre orientará a la persona a tener una comprensión adecuada que le permita hacer juicios sabios sobre sus palabras, obras y pensamientos; destacando de este modo, que el discernimiento es algo que todos debemos desear, ya que es necesario en el crecimiento de nuestra fe, evitando en todo sentido, que seamos engañados por el mal espíritu (Hebreos 5,14).
Por lo tanto, querido joven, no podemos olvidar que el discernimiento espiritual nace de la experiencia que el cristianismo realiza de su vida de fe en Cristo, en la Iglesia y en el mundo, donde Dios llama a cada hombre y a
cada grupo de personas reunidas en su nombre con una vocación particular, que se inserta en el contexto de la misión que Él confía al pueblo que ha elegido; recordando que lo que es bueno para uno, no es bueno para el otro, y lo que es mejor para uno, no siempre lo es para el otro; ya que cada experiencia responde a una realidad propia y a un contexto espiritual específico.
Esto nos llevará a vivir un proceso de conversión que nos hace luz, porque como cristianos debemos caminar siendo hijos de la luz, ejerciendo en todo momento el discernimiento, de manera que nos permita percibir continuamente la voluntad de Dios (Ef. 5.8.10.17). Así pues, esto será posible, en la medida en que la persona haya recibido el don del Espíritu, agente divino en Él, principio dinámico y norma de su obrar (Rom 8).
Querido joven, el Espíritu divino entabla con el espíritu humano un diálogo misterioso, que obliga al hombre a una
continua confrontación para dar una respuesta dócil que lo lleve a un constante dinamismo de transformación interior y de renovación, capaz de permitir reconocer el sendero que traza Dios para seguirlo.
En el discernimiento “espiritual” confluyen, pues, tres “llamadas” del evangelio: La llamada “al amor” como dinámica de fondo y motor de la vida (la mía); la llamada “a la atención” respecto al paso y la presencia constante de Dios en nuestra vida humana (la del buen Espíritu); y la llamada “a la vigilancia” con respecto a las interferencias que, desde fuera y desde dentro, nos pueden “tentar” (el mal espíritu) y apartar del camino que el Espíritu de Dios nos señala.
Amigo, el discernimiento espiritual es un movimiento “del amor”: del amor que desea responder al Amor; es discernir viviendo con “atención”, con hondura, con profundidad, por eso, no basta solo con vivir atentos, sino que es necesario algo más: vivir “vigilantes”. Discernir es también vigilar, discernir es adquirir sensibilidad para detectar las voces que “disuenan”, que “desorientan” ... Discernir es cuidar la libertad. Por tanto, el discernimiento espiritual es, pues, la puesta en marcha del amor que busca concretarse, de la atención que permite descubrir al Dios que pasa por nuestra vida y de la vigilancia que nos hace fuertes en nuestra libertad... ánimo, este proceso será iluminador y te ayudará a escuchar la Palabra de Dios en tu corazón para hacerla vida con los demás. Discernir es vivir siendo LUZ.
Señor Jesús.
Tú llamaste a Don Zatti, salesiano coadjutor, para servirte en los pobres y en los necesitados.
Tú le diste la fuerza para entregarse con alegría y sin descanso a sus hermanos enfermos.
Tú lo hiciste un hombre bueno, que supo vivir fielmente tu Evangelio en el trabajo cotidiano y en el sacrificio escondido.
Que la alegría de verlo brillar en el cielo de tus santos nos ayude a dar testimonio de tu Luz.
Te pedimos por su intercesión la gracia de…
7 Para gloria tuya y de tu fiel siervo Don Zatti. Amén.
Don Bosco quiso que sus salesianos sirvieran a los jóvenes como sacerdotes y como coadjutores, quienes son laicos religiosos con votos de obediencia, pobreza y castidad que viven en comunidad con sus hermanos presbíteros y reciben una constante formación específica para su misión en el sector laboral.
Uno de los coadjutores que más ha avanzado en el camino de la santidad es Artémides Zatti, quien fue un joven migrante italiano que llegó a Argentina en 1897. Allí asistió a una parroquia salesiana en Bahía Blanca, donde se entusiasmó por el carisma de Don Bosco e ingresó a vivir en comunidad.
Enfermó de tuberculosis y prometió a María Auxiliadora que al curarse se dedicaría a ayudar a los enfermos. Se curó y de esta manera se entrega por completo a esta misión como salesiano coadjutor, llegando a ser director del hospital administrado por los salesianos en Viedma, ciudad al centro de Argentina.
El pasado 9 de abril de 2022 el Papa Francisco reconoció un milagro atribuido a la intercesión de este beato que será elevado a los altares el próximo 08 de Octubre.
Personaje: Miguel Ángel García Morcuende
Nació: 29 de septiembre 1967
Ordenación sacerdotal: 5 de abril 1997
Formación: Filósofo salmantino, especialista en dirección de centros educativos católicos y acompañamiento del discernimiento vocacional.
El P. Miguel llegó a Colombia y, más específicamente a la Inspectoría de Medellín, en nombre del Rector Mayor. Durante 3 meses visitó cada comunidad y acompañó a cada hermano en un proceso de escucha y de discer nimiento compartido, orientado por el deseo de fortalecer el camino de Reino de la comunidad Inspectorial, siendo más de Dios y más de los jóvenes. En su última semana en Colombia, el P. Miguel recibió al Caminemos Juntos, esto fue lo que dijo:
Juan Carlos (JC)- ¿Cómo nace en usted el deseo de consagrarse a Dios? ¿por qué ser sacerdote en lugar de elegir ser médico, piloto o ingeniero?
P. MIGUEL Ángel (MA)- En primer lugar, porque conocí muy de cerca la experiencia de los Sale sianos que tanto en la escuela, parroquia y el oratorio estuvieron muy cerca mío. Al verlos sale sianos felices eso fue una llamada de atención y alarma para mí que me indicaba que ese modo de vida era posible.
JC- ¿Qué lugar ocupó su familia en su elección vocacional?
Ellos fueron muy respetuosos conmigo, pero sobre todo han vivido siempre con una fe muy fuerte en el Señor y en la Providencia, y han entendido que esta vida es un modo especial de responder al Señor y es un regalo para la Iglesia entregar un hijo a la comunidad salesiana y a los jóvenes más pobres.
MA- Si un joven en este momento va cruzando por tiempos de dudas e incertidumbres sobre su futuro de vida, ¿cómo le haría comprender que ser salesiano es un modelo alternativo de vida que vale la pena?
En primer lugar, que comprendan que la vida salesiana no es una vocación de renuncias sino de conquistas. Es decir, siendo consagrado se gana felicidad, amigos, afectos.
Por tanto, no es dejar cosas como abrazar otras que llenan y satisfacen. En segundo lugar, vale recordar que nunca tenemos certezas absolutas en la vida, mucho menos en la vocación. Con el tiempo se conquistan pequeñas certezas, llamémoslas certezas humildes. Lo importante es caminar, descubrir, experimentar y cuando se goza la opción vocacional podremos decidir si es el proyecto de vida indicado o no. Lo claro es que no nos podemos mover por el criterio del miedo, de la resignación o la tristeza que surge del pensar que dejaremos cosas, cuando en realidad ganamos todo.
JC- Si le pregunto, qué salesiano para los jóvenes de hoy ¿qué responde?
MA- Bueno, tiene que ser el salesiano hombre de Dios. Es decir, entender todos los afectos, deseos y sueños desde el Señor Jesús. Seguidamente, debe ser una persona apasionada por lo que hace, que sienta que su vocación se puede desarrollar con los jóvenes y esto lo haga feliz. Finalmente, que crea que desde la vida comunitaria con otros salesianos que han hecho una opción similar se puede construir camino de salvación.
Ahora preguntas rápidas con respuestas cortas:
Un personaje de la historia: Moisés
Un libro: ¿Quién me ha robado mi queso?
Un equipo de fútbol: Real Madrid
Un lugar del mundo al que quisiera regresar: Calcuta
Una alegría: La salud de mis padres
¿Qué espera?: Acostarme todas las noches con la tranquilidad de haber hecho el bienque debía.
Algo que deba hacerdiariamente: Una frase de Don Bosco, “procura hacerte querer”
Algo que identifique su modo de ser: Soy una persona sencilla
¿Qué es lo más español que usted tiene?: La determinación
¿Le gusta la fiesta brava?: Sí (se ríe)
Un género musical: La balada
Un hobbie: El cine
¿De Almodóvar?: – Entre risas- no propiamente
Un cantante: José Luis Perales
Conocer cada día la vida de Don Bosco, nuestro padre y fundador, es comprender y valorar una vez más los aspectos humanos y espirituales que definieron su ser, su entrega generosa a Dios y el trabajo asiduo por la salvación de los jóvenes, su interés primordial.
Alguna vez te has preguntado ¿qué quiere Dios de ti? ¿Cómo quisieras darle sentido a tu vida? ¿Buscas ayuda para descubrir “eso” a lo que Dios te está llamando? A tu edad, ¿has tomado decisiones importantes que enriquecen tu Proyecto de Vida? Ante una decisión, ¿qué sentimientos vienen a ti: dudas, miedos o tranquilidad? Ahora, ¿será que Don Bosco también se hizo estas preguntas o algunas similares?
Querido amigo, nuestro padre, maestro y amigo, ciertamente tuvo un ritmo de oración propio donde pedía la asistencia del Espíritu de Dios para entender sus inquietudes, además, contó con personas idóneas que aportaron grandes respuestas a sus interrogantes, especialmente Mamá Margarita y Don Cafasso, su confesor y director espiritual; lo ayudaron a descubrir su vocación (la llamada que Dios le hacía), a fortalecer su identidad
como sacerdote y a entregarse definitivamente a su proyecto apostólico a favor de los jóvenes más necesitados. A este proceso para las tomas de decisiones fundamentales para la vida que son oradas y acompañadas por un director espiritual con el fin de poder cumplir con la voluntad de Dios, se le llama: discernimiento.
Sabiendo qué es el discernimiento vale la pena hacer un breve recorrido por los momentos en los que Don Bosco tuvo que tomar decisiones fundantes en las que escuchó la voz de Dios y aún con miedo o con dudas optó por hacer la voluntad de Dios, siempre orientado a la misión a la que estaba llamado: el servicio a los más pequeño y a los pobres.
1. El sueño de los nueve años: “¿serás sacerdote? –le dijo mamá Margarita”. ¿Qué significa el sueño? Desde allí se dio cuenta que Dios lo estaba llamando; lo escuchó a través de un sueño. De igual forma Dios te habla a ti y vale la pena que te preguntes: ¿a qué te está llamando? ¿Cómo respondes a esa voz en tu interior? ¿cómo estás en tu vida de oración?
2. Salir de su casa a los 12 años: Este es un episodio que marca la vida de Juan Bosco y a la de sus familiares. Dada la situación de pobreza y de dificultad dentro del hogar de Margarita, la mamá tuvo que tomar la difícil decisión de enviar a su hijo lejos de su hogar para que él pudiera cumplir su sueño. No es un abandono; comprendemos que es el modo de actuar de Dios, que lo iba preparando
para lo que sería de él en el futuro. Salir de casa para Juanito Bosco abrió un sin número de aprendizajes: pudo estudiar, pudo ejercitarse en diferentes artes y labores, aprendió a valorar lo que tenía, a sus amigos y a reforzar su deseo profundo de seguir a Jesús como sacerdote. Ahora, ¿comprendes que la presencia de Dios está, aún, en los momentos difíciles? ¿Dios se vale de cualquier situación para manifestar a lo que te está llamando? ¿Qué te induce tu corazón para seguirlo más de cerca?
3. Ya soy sacerdote, pero ¿Cuál es mi misión específica?: El sacerdocio no era la meta final para el joven Bosco. Sentía aún su corazón inquieto en busca de “ese algo” que faltaba; en realidad era encontrar el modo concreto para su misión específica. Gracias a sus horas incansables de oración, la ayuda de los consejos de su mamá y la confianza con su director espiritual, pudo observar y tomar para sí el dolor y la necesidad de los jóvenes pobres de su tiempo. “Si ellos tuvieran un amigo…”, supo hacerse padre de los sin hogar y amigos de los sin amigos.
Amigo, es hora que escuches a tu corazón, es tiempo de encontrar el verdadero sentido a tu vida, es necesario que lleves un ritmo de oración profundo, es oportuno que tengas el acompañamiento de un director espiritual. Por último, recuerda que el Papa Benedicto XVI desafió al mundo y especialmente a los jóvenes, con las palabras de su predecesor Juan Pablo II de “no tener miedo”, al recordar que Cristo da todo, no quita nada.
Encuentro de Coadjutores y Sacerdotes Quinquenistas - Santa Rosa de Cabal del 24 al 27 de agosto
¿Has experimentado el paradójico episodio de escuchar en tu interior una voz que te indica varios caminos a seguir, pero desconoces el correcto? Cuando pasa esto ¿Cuál decisión debes tomar y cómo hacerlo? Para ayudarte a descubrir la respuesta a esta situación existencial, quiero que hablemos del discernimiento.
En palabras del Papa Francisco, discernir es la dinámica espiritual por la cual una persona intenta escuchar, reconocer y aceptar la voluntad de Dios en su situación concreta: «Examinadlo todo; quedaos con lo bueno» (1 Ts 5,21) .
El primer paso para el discernimiento, nos dice Francisco, es “aprender a escuchar la voz del Señor”. Se escucha al Señor en la oración, a través de su Palabra acogida con fe, mediante el acompañamiento espiritual orientado por un sacerdote o un acompañante competente: “equilibrado, de fe y de oración, que escucha y que se ha confrontado con sus debilidades y fragilidades” . Se escucha a Dios para leer desde dentro lo que Él nos pide en el amor y traducirlo en opciones de vida.
Lo segundo es “escuchar mi propia voz”, un supuesto fundamental no sólo en la fe, sino para todo aspecto de la vida. Se trata de conocerse a sí mismo, de conocer el propio modo de
proceder, lo que se piensa, se siente y se desea hacer; a saber, “distinguir y reconocer los movimientos de nuestra afectividad” en la óptica misericordiosa de Dios. Por esto, no tengas miedo de volver en sí, de escucharte a ti mismo y descubrir tu corazón, tu voz y tu conciencia. Luego, todas estas revelaciones íntimas las colocas ante el Señor, las contrastas y las lees desde lo que Él te está pidiendo, según tu capacidad, para elegir en el amor su divina voluntad.
Ahora bien, en estas dos formas de escucha, debes ser consciente que el mal, el diablo, el tentador, como quieras llamarle, también habla para confundir y desviar de la voluntad de Dios. Por eso, debes aprender, a través del Espíritu Santo, quien ayuda a distinguir estas tres voces, a reconocer cuándo estás ante las palabras del mal espíritu y cuándo ante la voz de Dios, quien te indica el camino correcto. ¿Cómo saberlo? Después de la elección -finalidad del discernimiento- el corazón siente paz y gozo, incluso en medio de las dificultades existenciales. Mas, cuando el corazón se inquieta, se intranquiliza y sucumbe en desolación, es señal de una opción contraria al designio de Dios. Entonces, ¿Cómo está tú corazón? ¿Cuáles son tus elecciones? Pues bien, recuerda siempre, como San Francisco de Sales, elegir por amor y no por la fuerza.
Brian Alfonso Mejía Cantillo, SDBEn este diversalesiano te invito a buscar en la Biblia los siguientes pasajes para completar la pirámide. Cada palabra y frase son claves y te pueden servir de meditación para tu ejercicio de respuesta al llamado de Dios.
1. Inicial del nombre de la madre de Jesús
2. La ___ es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. (Heb11,1)
3. Dichosos los que trabajan por la ____, porque serán llamados hijos de Dios. (Mt 5,9)
4. Por encima de todo, vístanse de _____, que es el vínculo perfecto. (Col 3,14)
5. Sean compasivos, así como su ______ es compasivo. (Lc 6,36)
6. Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la ______. (3 Jn 1,4)
7. Fiel es Dios, quien los ha _______ a tener comunión con su Hijo Jesucristo (1 Cor 1,9)
8. Pues Dios no nos ha dado un _______ de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. (2 Tim 1,7)
9. Como escogidos de Dios revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y _______. (Col 3,12)
10. Por la __________ de uno solo muchos serán constituidos justos. (Rm 5,19)
