poemas aconceptuales

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poemas aconceptuales

MAGDALENA CHOCANO

Salto de mata



poemas aconceptuales



poemas aconceptuales MAGDALENA CHOCANO

Salto de mata


poemas aconceptuales©

Primera edición en Salto de mata Portada de Luis Verdejo© Ilustraciones de Luis Verdejo© Diseño por Karen Plata© ISBN en trámite México, Diciembre 2020


COLECCIÓN PECES DE PLATA



MAGDALENA CHOCANO



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se sabe de aparatos ultrasensibles que una vez calibrado el entorno se autodestruyen con toda una belleza

acá pues se viene a alcanzar la mayor resistencia teórica frente a eso que se hunde o se manifiesta en la superficie de sus trazos

acumulada de datos sobre las nubes tormentosas de Júpiter que son ocres y rojizas y precisan diez veces más oxígeno

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la noche es posibilidades: encanallarse/ se sacan el alma a balazos manos de orantes en templos profanados por ladridos la noche es arrasamientos: maravillarse/ la calavera frota tarso, esternón, occipital, hasta hacerlos resplandecer de piel y labios la noche es fulguraciones: enloquecerse/ moles melódicas capturan momentos puros de metal y escalofríos la noche es espesuras: volcarse/ surcan los cielos entre meteoros se escinden los planetas cuánto hastío lo que sea la noche (si se retira este andamiaje) es arrancado de cuajo es muy breve

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la inexistencia se hace notar en lo cรณmico de cada parpadeo que en un segundo oculta orbes el verde, el azul se sobreentienden una enumeraciรณn cantada una nota mรกs alta y de pronto todo escasea se hace humo a cada paso disminuye se angosta la cosa extensa a uno lo acribilla

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la destrucción no verbal de poemas innecesarios es idéntica a la construcción no verbal de poemas innecesarios demostrar esta supersimetría demora por la cantidad de pruebas anuladas de testimonios invalidados por desidia y por las diminutas deformidades que el día amontona por la noche

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una educación excelente nos impide mentarle la madre (no la tiene)

viene la sombra con su desamor y no es exactamente odio lo que nos obsequia sino filosofemas otrora capaces de taladrar bloques de plomo de años luz de espesor

toda una vida industrial complicándose en ciudades sin industria muy razonable es uno ante las camarillas

se retiene una membrana de sigilo para nutrir oscuridades: un festín

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en campos de amapola le temblamos a la lamentable


trajeada de sutilezas nos pulsea pero no nos vamos a desmayar como una mujer cada treta estrecha mรกs el cerco de lo inteligible el mรกs acรก nos evade lento, lento se entrevera la secuencia se deshoja

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el vacío es energía que se acerca cuando parece que se aleja la fuga masiva de partículas

del ruedo

deja una presencia más aguda

que va raspando de costado y levanta que es la teoría

del todo

somos cuando

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que lo que o

más decantada

una gran polvareda

nos asombra porque

nos explica

seremos

salgamos a dar esa vuelta para verla venir


como si cerrada

tanto

asĂ­ tal cosa

enjuta pudiese desintegrarla a una//

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debían amarrarse al crepúsculo asegurarse bajo su fuelle dorado ebrios de esa belleza trillada por siglos si bien abrumadora obviar las líneas borradoras de horizontes origen de todos los desatinos esto no ha sido así demasiadas vacilaciones embrollos varios muchos se han endeudado los más se han aburrido alguna traición que otra un mar renuente se les ausenta incluso en el verano

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opacos en esta partitura los silencios

pesan en el esternรณn

desligados modulan รกmbitos sobre el recodo idiopรกtico se ahondan en un oleaje que ataja un eclipse submarino de gran virtuosismo

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tiende este infinito infinitamente al cero lo merodea casi lo toca casi lo roza va de un tris se fragiliza se astilla un todavĂ­a se contiene ante un quicio opera oscureciĂŠndose quiere deslizarse agotar ese cero ese contrario que se repliega a medias absoluto

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crueles abstrusidades de muy difícil ejecución le han trastornado los nervios fueran corolas axiomáticas fueran tapices fractales

igual se le chorreaban por las canillas las exigencias histriónicas de un gran sentimiento copaban un ínfimo tablado de materiales porosos vulnerable al conteo de milisegundos estelares dribleaba el tacto concentraciones de hierro agentes del tormento

convergían en pieles escamadas quien pueda llorar todavía, que llore quien pueda disolverse aún, que se disuelva así operaban los instrumentos indispensables en sincronizar naufragios y elucubraciones una pericia extremada ha sido pese a todo insuficiente

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esas cosas rebotaban o venĂ­an en andanada escurridizo el todo fijas las partes hubo que hacer esfuerzos para evitar una sonrisa

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escarba un hoyo furtiva la voz cóncava

socava el humo o lo contiene

anfibio en el oído navega

el tedio

otrosí el ademán que no es espera ni retardo para escuchar la locura de irse por las ramas

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hoy toca inmolación? en cuál hoguera? la duda nos consume cuando cesa el combate entre números imaginarios no despertamos y la carnicería se prolonga en las células nocturnas un refutar punto por punto cuartea los labios

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de estrato en estrato (asocial)

decadente el retorno de lo análogo: años de aclimatación perdidos o ganados una teoría del tiempo ya no alcanza sobre las superficies imbailables en que rumbea un ahora tenebroso borrón y más borrones tijeras trajes un vibrar de carrizos anegados factores que fluctúan reflejan entidades de accionar vertical abrupta la bruna calcinación de los sentidos qué desgano a la hora del motín

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entreabro nubes y algo aguarda

atravesado: un piafar nocturno una planicie pectoral plaĂąen voces y disonancias de gran efecto entre el pĂşblico

pero no hay nada que celebrar todavĂ­a nada que explicar

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noches enteras la inocencia los visita les sopla los cabellos desvelados pero es esquiva: el movimiento hacia queda sumergido abre hendiduras en las octavas palpa fallas en los textos apoyados muerde las vertientes tubulares del sonido piramidal un pensamiento se esparce por los aires es el suyo irreconocible a la distancia

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adĂłnde llegarĂĄn las regularidades de estos materiales que los pequeĂąos vacĂ­os martillean con toda su alma en la cena llamamos al pan, pan y al vino lo dejamos en silencio sobrevienen tinturas, despojos un diagrama parodia un rumbo

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de un modo especulativo la sangre actúa con minucia con esmero tiende su lazo su ternura de la que huyen infinitesimales pulsaciones el verano entonces puede acoger una inmersión pueril en su cadencia sofocante después de aclararse la garganta aún canta o calla con mayor brío hasta ese punto llega la negatividad

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es un soliloquio de voces luchando con un coro de silencios a ratos estos cuerpos se esfuman entre abrazos aturdidos por lo musical de sus razonamientos alimentados de conjuros y secretos posponer es el método para establecer un criterio de mayor a menor de aquí para allá y acabar transgrediendo ese criterio diferido el vandalaje contra locales públicos quizá a destiempo

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vivir en las afueras


clasifican los remanentes de un sistema marcan aspas en las casillas tabulaciones de larguĂ­simo plazo el anĂĄlisis es brillante aunque un poco indescifrable la prueba de un paisaje ruiniforme que encuadra esta vida conocida que al cabo de un tiempo resultarĂĄ desconocida esa imagen puede golpearnos en cierto momento con su filo oxidado y romo tensarnos y ponernos contra la pared cotejarnos de hito en hito a contraluz

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un torso sobrenada en todas direcciones su aritmĂŠtica sin cero se deshilacha sucesiva y es cuasi demostrable que un costillar se sustrae al osario en las arenas

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la telequinesia de contenedores apilados en el puerto alcanzando altas temperaturas en medio de la ciudad no altera la continuidad que se asolea se amolda a lo que sea resuelve inecuaciones de cosas que pasan a travĂŠs de las cosas

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dominan nociones vagas divagan con notaciones un poco mĂĄs intrincadas o turbulentas a favor o en contra de la cremaciĂłn de cadĂĄveres el argumento es artĂ­stico rebosa de un saber pendular es impensable y da regocijo

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a esta negación tan profunda vamos a oponer no una afirmación contundente sino una negación superficial a ver qué pasa si una reversión si una variante a ver qué se derrumba qué se triplica si ondulan razonamientos o formas baratas de lentas y controladas reacciones

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lo amorfo me hace una seĂąal la interpreto con los labios apretados y algo de humanidad es una seĂąal nimia casi una venia un soplo su discreciĂłn me ancla en su sorna ligera

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POST FAC IO

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Sobre poemas aconceptuales / o la señal de lo amorfo Trabajo con las palabras. Tanteos. Trabajo de exploración. Poemas aconceptuales nos sitúa frente a construcciones verbales esquivas y, paradójicamente, de gran precisión. El desajuste y la negación se imponen en ese suelo movedizo que rehúye toda proposición categórica, toda noción normativa. Los sistemas se cuestionan, las teorías se pulverizan ante el humor serio, indiferente y frío, de unos labios que se cuartean; mueca o sonrisa, gesto ambiguo que se desliza entre el escepticismo y la sorna. La mímica más sutil, casi imperceptible, es capaz de borrar el mundo: “la inexistencia / se hace notar / en lo cómico de cada parpadeo / que en un segundo / oculta orbes”, leemos en el tercer poema, que pone al descubierto, como en juego infantil, la precariedad de todo andamiaje que simule sostener lo que aparenta solidez. Se trata entonces, quizás, de abrir resquicios desde los cuales decir y pensar, o como lo dice la propia Chocano: “de abrir fisuras por donde se cuelen energías alternas que desintegren lo evidente para reintegrarlo en un absurdo que, no obstante, es capaz de adentrarse en la persona como la mejor afirmación alcanzable”1. De ahí la constante evasión del significado y también la mixtura verbal que proponen los poemas; el ensamblaje de distintos registros: el culto, el coloquial, el arcaizante, aunado a términos matemáticos, geométricos, filosóficos, botánicos, astronómicos, anatómicos y musicales, que forman texturas heterogéneas (sonoras, táctiles y visuales) de aguda inteligencia y de gran alcance a nivel sensorial. La solidez de cada verso interpela al que lee desde una “voz cóncava”, que al afirmar o negar extiende lo previsible para mostrar la disparidad entre el pensamiento poético y el rumbo obcecado de un mundo cínico que intenta disfrazar su catástrofe. Magdalena Chocano hilvana palabra tras palabra y las agrupa de manera fascinante en esas estructuras sonoras y visuales que son sus poemas. Los vocablos se nos muestran desde un sentido nuevo, desde un matiz 1 Magdalena Chocano, Incertidumbre y poesía (especulaciones) en Pesapalabra, número tres, 2019.

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secreto: “corolas axiomáticas”, “tapices fractales”, “recodo idiopático”, “una membrana de sigilo”, “una planicie pectoral”, “un eclipse submarino / de gran virtuosismo”, por poner unos cuantos ejemplos de resemantización y transferencia léxica. Es quizá por lo anterior que cada uno de los veinticuatro poemas que componen el libro supone un límite distinto “frente a eso / que se hunde o se manifiesta / en la superficie de sus trazos”; versos, estos que cito, del poema de apertura que nos instala en un “acá” que no puede más que señalar al poema mismo, a esa superficie verbal que dibuja, mediante contornos concisos, su presencia y su calidad de objeto resonante, disonante, que pide ser escuchado: acá pues se viene a alcanzar la mayor resistencia teórica frente a eso que se hunde o se manifiesta en la superficie de sus trazos Poemas aconceptuales construye un habla particular que se mantiene siempre al borde y a la distancia. Si el contorno del poema es exacto, el de los sujetos y objetos es impreciso: no hay construcción de un sujeto, y la relación entre palabra, referente y objeto se torna insólita y compleja. La voz está inscrita en la lengua y dice desde ésta; de ahí el uso constante del pronombre átono “se”, instancia impersonal que omite al “yo”; de ahí también el uso del pronombre indefinido: “una /uno”, que se desliza entre el masculino y el femenino sin precisarse jamás. Decir “una / uno” no es decir “yo”, la distancia y cierto extrañamiento se imponen. 48


El “nosotros” no convoca tampoco; la tercera persona pierde nitidez. Lo humano se desdibuja (cuerpos, torso, nómina de huesos, piel, labios) y emerge para hundirse de nuevo ante lo superfluo de ciertos actos, de teorías inservibles, de una “belleza trillada” y de las “exigencias histriónicas / de un gran sentimiento”; se tambalea frente a un “ahora tenebroso”, y el tedio y el hastío y el aburrimiento que dominan la escena. Los poemas trazan esas ruinas, el paso de lo conocido a lo desconocido, y a un mismo tiempo señalan la salida de lo familiar para entroncar con una lejanía que permita pensar y sentir desde un lugar sin andamiajes. La implacable dureza de la vida se hace presente en la materialidad misma de las palabras desde un tono seco, duro, afilado. Magdalena Chocano en estos poemas no escribe de espaldas a su época. En la complejidad de su mundo poético se inscriben las marcas del presente: endeudamiento, trampa, traición, conformismo, miedo, desconfianza, aspaviento, indiferencia, fingimiento, hilvanan un mosaico sintomático de aquello que nos atraviesa. La vida y la muerte se suceden a cada paso sin distinguirse apenas. Aquí, el “más acá nos evade”, el cerco de lo inteligible se estrecha; allá, meteoros, planetas, años luz, milisegundos estelares, muestran la desproporción en la escala con respecto a lo humano. Arriba o abajo el infinito tiende al cero. Sin embargo, entre un “soliloquio de voces” y un “coro de silencios”, despunta, hacia el final del libro, la percepción mínima, la señal de lo amorfo, un gesto discreto que interpela a un “yo” que se ancla, no sin cierta ironía, desde la indeterminación propia del pronombre “me”, a lo abierto de esa otra posibilidad que apunta, desde una materia informe, opaca, y libre de toda idea, a un afuera desde el cual, quizá, rescatar “algo” de humanidad. Tania Favela 49



SOB RE L A AUTORA

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Magdalena Chocano (Lima, 1957) ha publicado Poesía a ciencia incierta (Lima: Safo ediciones, 1983), Estratagema en claroscuro (Lima: Instituto Nacional de Cultura, 1987), contra el ensimismamiento (Barcelona: Ediciones insólitas, 2005), otro desenlace (Barcelona/Londres: Veer Books/ Ediciones insólitas, 2008), Poems read in London (trads. Larisa Chaddick y William Rowe. 1ª edición: Londres: La Yapa, 1995; 2ª edición: Cardboard House, 2016), objetos de distracción (Lima: ediciones insólitas, 2016) y objetos de distracción & laberinto (Lima: ediciones imaginarias, 2017). Ha publicado poemas sueltos en Hueso Húmero, Zurgai, More ferarum, Rosa Cúbica, Tse-tse, El Signo del Gorrión, Poesía 080, Los Infolios, y en medios digitales como Transtierros, ConVersos, Low-fi Ardentía, Jámpster y Verbo-ser, y textos sobre poesía en http://www.letras.mysite.com y Pesapalabra. Es doctora en letras y ejerce la docencia en Lima.

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C ON T E N ID O

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poemas aconceptuales

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11

acá...

13

la noche es posibilidades...

14

la inexistencia...

15

la destrucción...

16

viene la sombra con su desamor...

18

el vacío es energía...

20

debían amarrarse al crepúsculo...

22

opacos en esta partitura...

23

tiende este infinito...

24

crueles abstrusidades...

27

escarba un hoyo...

28

hoy toca inmolación?...

30

de estrato en estrato (asocial)...

31

entreabro nubes...

32

noches enteras la inocencia los visita...

33

adónde llegarán...


35

de un modo especulativo...

36

es un soliloquio de voces...

37

clasifican los remanentes de un sistema...

38

un torso sobrenada...

39

la telequinesia de contenedores apilados en el puerto...

40

dominan nociones vagas...

42

a esta negaciĂłn tan profunda

43

lo amorfo me hace una seĂąal...

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POSTFACIO

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Sobre la autora

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Salto de mata

Poemas aconceptuales se diseùó en los talleres de Salto de Mata.



Poemas aconceptuales nos sitúa frente a construcciones verbales esquivas y, paradójicamente, de gran precisión. El desajuste y la negación se imponen en ese suelo movedizo que rehúye toda proposición categórica, toda noción normativa. Los sistemas se cuestionan, las teorías se pulverizan ante el humor serio, indiferente y frío, de unos labios que se cuartean; mueca o sonrisa, gesto ambiguo que se desliza entre el escepticismo y la sorna. La mímica más sutil, casi imperceptible, es capaz de borrar el mundo: “la inexistencia / se hace notar / en lo cómico de cada parpadeo / que en un segundo / oculta orbes”, leemos en el tercer poema, que pone al descubierto, como en juego infantil, la precariedad de todo andamiaje que simule sostener lo que aparenta solidez.

Salto de mata


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