Marchas en la Cuidad de Mèxico De marchas y marchantes, la ciudad de México, se ha llenado en las últimas semanas. Ya no queremos que marchen sino que se marchen y que ya no marchen! Todos hemos marchado, por ir y venir a nuestros destinos, ya sean locales, metropolitanos o internacionales, todos hemos marchado! menos el metrobús, que en muchas ocasiones se ha quedado sin marcha. Ya marchó!…otra vez va a haber marcha y bloqueo y manifestación, con todas sus externalidades, efectos resultantes de las históricas y maltrechas relaciones de poder de nuestra insípida, incolora pero (in)fragante estructura orgánica política mexicana. Por cierto, y hablando de política a la mexicana, recuerdan el eslogan del pasado gobierno de la ciudad, sí claro!, ese mero: Ciudad en Movimiento…telúrico permanente! Y el de la administración actual, ¿lo recuerdan?, por supuesto, el mismisísimo: Decidamos Juntos…pero no revueltos!, pero cuándo, ¿cómo se le hace para decidir juntos? Hasta ahora sólo hemos Asumido Juntos –bueno, como siempre, ni tan juntos- los costos de la falta de inteligencia y liderazgo, de la falta de fortaleza y diligencia, de la falta de mejoras y beneficios para todos, de la falta de organismos públicos, privados y políticos, maduros, responsables, cultos y educados, hemos Asumido Juntos el conjunto de componentes históricos materiales del sistema político mexicano y de sus actores; el resultado no es nada halagador: perjuicios, daños, pérdidas y agravios! La ciudad está sitiada y no sabemos cómo fue que lo decidimos juntos!? No se entiende cómo debemos decidir juntos, a menos que el eslogan se refiera, más bien a la idea de Asumamos Juntos, y entonces sí a marchar se ha dicho; por que de otra forma, sería muy raro que, como resultado del cerco urbano en el que nos encontramos, todos debemos entender que hemos decidido juntos