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Revista de prensa
from 2005 06 ES
by SoftSecrets
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THE EVENS
“The Evens” (Dischord, 2005)
Al frente de Minor Threat creó todo un movimiento filosóficomusical aún vigente que ni él mismo esperaba. Con Fugazi se olvidó del ‘straight edge’ y rompió moldes cuando parecía que no quedaba nada por destrozar. Ahora, junto a Amy Farina en la batería y voces, Ian MacKaye confirma definitivamente que es uno de esos pocos personajes duermen con la conciencia tranquila de ser un referente contemporáneo haciendo simplemente lo que le da la gana. En el año en que el amigo irlandés de Kofi Annan saludó a unas 80.000 personas por pantalla gigante, podemos curarnos al fin de tan cansinos terrorismos promocionales. Disfrutando de una obra maestra hecha a sí misma que llega sin aditivos desde Washington DC. Un proyecto paralelo y susurrante del último mohicano punk, que concentra las dosis de verdad que faltan a tantos hype pasajeros del NME. Melódico. Muestra la fuerza tranquila que pierde Jack White codeándose con modelos de élite y bridgetjones. Regala, en definitiva, doce temas que no necesitan más que una guitarra y dos baquetas para sonar como un ejército. Básico. Y se sirve de uno de los mejores registros vocales de MacKaye: los que lucía en la poderosa banda sonora de ‘Instrument’. Humildad orgullosa de un dúo con algo relevante que contar.
DECEMBERISTS
“Picaresque”
(Kill Rock Stars, 2005)
Es extraño imaginar al líder de Placebo desmaquillándose para grabar el genial disco que han firmado The Decemberists. Pero es innegable que la voz de Colin Meloy aún recuerda a la del chaparro Molko. El resto es todo nuevo. El grupo ha dejado de ser ya una panda de cómicos cantando sobre el escenario, para sonar tan profesionales como teatrales. Sin perder un ápice de imaginación en sus textos, los temas ganan toneladas de dinamismo con respecto a su anterior trabajo ‘Her Majesty’, que los emparentaba injusta y lejanamente con Neutral Milk Hotel. En el escaparate, junto a la ropa de invierno, Picaresque habla del perdedor que avergüenza a su familia cuando compite en cualquier deporte. Cuenta como hay amores que son realmente imposibles. Explica la belleza de un mundo decadente. Enumera caníbales, mujeres de militares y mimos famosos. Es pop folk con aires de vodevil, bohemia romántica, dramatismo y sentido del humor. Fan confeso de Morrisey y Robyn Hitchcok, Meloy se acompaña del multiinstrumentista Chris Funk, el bajista Nate Query, Jenny Conlee a los teclados y el acordeón, y Rachel Blumberg a la batería. Aviso a navegantes: no se parecen a Belle & Sebastian ni en las gafas de pasta. Psicodelia & Orquestal./IF
Costa Rica Reggae Night
(Papaya Music/Pulpería Collection, 2005)
Javier Hidalgo (culturadelamaria@yahoo.es)
Este es el segundo recopilatorio que saca el sello independiente por excelencia de Costa Rica, “Papaya Music”, dentro de una serie que han bautizado con el nombre de “Pulpería Collection”. Este esta dedicado al reggae de Costa Rica con trece temas y grupos que hacen un recorrido de veinte años de música reggae hecha en esta república multicultural. A quien conozca Costa Rica no le sorprenderá la presencia de la cultura rasta en el país, donde hay una gran variedad de producciones musicales reggae. No hay que olvidar que hace más de cien años que llegaron los primeros trabajadores jamaicanos a este país centroamericano para construir el ferrocarril. Se asentaron en la costa caribeña, concretamente en la zona de Limón, y es precisamente de allí de donde han salido la mayoría de estos artistas, y donde se hacen la mayoría de las famosas reggae nights que dan nombre al disco. Con una cuidada presentación y contenido, en el disco podrás profundizar en la historia del reggae de esta diáspora jamaiquina, que hasta la fecha ha conservado su lengua, el “patois” o “mekatelyu”, su gastronomía y por supuesto su música.En el disco encontraremos desde la primera banda de reggae del país, la Baby Rasta Band que fueron los que empezaron a traducir las letras de las canciones de Bob Marley al español, hasta temas inéditos de roots, ska y dancehall de grupos más modernos como Mekatelyu, Trinity Roots Band, Native Culture, Ragga by Roots, Basamelo, Salomón y Un Rojo, Pushin´y Camaleón
Amerie “Touch”
(Columbia, 2005)
Esta belleza con tan sólo veinte años ya tiene un disco de oro en su haber. Pero además de belleza cuenta con una voz prodigiosa que va del rugido a la dulzura en dos toques. La producción de Rich Harrison le funciona a esta washingtoniana. El disco arranca con un hip hop soulfúrico, que suena a deliciosa canción protesta. Todo es ritmo y soul, en algunos casos y muy de moda el ritmillo oriental de los bongos, con el que tienes que saber mover el vientre; las bases rítmicas son ricas en elementos y soniquetes no muy habituales en el R n´ B común y corriente. La razón es que en el disco se emplean siete artistas del ritmo distintos. Además de tres artistas invitados, entre los que destaca el cantante Carl Thomas y la rapera Eve en una de las dos versiones del maravilloso single “Thing”. Ella por si sóla es capaz de llevarnos a la pista con sus cantos de chica en pie de guerra. Y no le reprocho nada tal y como están las cosas de violentas, sobre todo en su país. Ella afirma en sus declaraciones que sus canciones muestran el lado bello y cariñoso de las mujeres e incluso el peligroso si alguien se cruza en su camino. Y como también comenta de las relaciones: “dos que están equivocados no hacen nada. Pues eso, disfrutad el disco y “go on girl !”. ¡ Ah se me olvidaba !, para los deejays una muy bien pensada remezclilla a modo de Bonus Track. Ella es terrible.
TED LEO & THE PHARMACISTS
“Shake the streets”
(Lookout, 2005)
De vuelta de casi todo. De The Clash o Elvis Costello como presuntas influencias. De sus días mod con el grupo Chisel. De regresar a casa de sus padres en New Jersey hace un par de años. De tocar su guitarra al servicio de The Spinanes o Secret Stars. De la tasa de rotación de sus músicos ‘farmaceúticos’. Por todo esto y más, Ted Leo ha decidido centrarse en la creación de un disco de power-pop con reminiscencias punk de los últimos setenta. En el lado más político critica que “tu paz y silencio es criminal”, se siente “engañado por todos en cada uno de los bandos”, recuerda que “hay mucho camino por andar” y se reconoce “preocupado por mi país cansado”. Desde una orilla más intimista, también encuentra hueco para pedir que lo alimenten, curen y le presten suelo en el tema ‘The Angels’ Share’. Si hay un corte en ‘Shake the Streets’ que sobresale frente al resto, ese es sin duda ‘Bleeding Powers’, poema amargo y crudo que ya apareció sin batería entre los elegidos para el documental de Christoph Green ‘Burn to Shine’. Si bien es cierto que no se encuentra aquí la agresividad de ‘Hearts of Oak’ y se añora quizá la batería que en ‘Ballad of the Sin Eater’ arrancó tu cabeza del cuello, no es menos veraz afirmar que sigue siendo rápido y único. Que no es poco sino bastante./IF
FRANZ FERDINAND
“You Could Have It So Much Better with... Franz Ferdinand”
(Domino/PIAS, 2005)
A estas alturas, y visto lo visto, nadie ignorará lo que significa un segundo disco para el destino de una banda como Franz Ferdinand. Y parece que los escoceses han aprobado con creces ese exámen de reválida, distanciándose así de otras ‘sensaciones’ surgidas en torno al revival internacional de rock bailón. Aparcado el disco que -junto con la caída de cartel del ex Smiths, claro- les valió el título de ‘mejor grupo de Benicassim 2004’, Kapranos y los suyos suenan por momentos a Bowie, Kinks o incluso Pulp. La clave: suenan a ellos mismos. Juegan con ese estilo propio que los situó un día en el ojo del huracán pero sin encasillarse en una posible secuela mediocre de su álbum de debut. ‘You Could Have It So Much Better with... Franz Ferdinand’ es menos efectista pero bastante más sólido. Entre lo más destacado, anotar que la calmada ‘Walk Away’ es el single que nunca debió haber sido la contundente ‘This Boy’ y que todo el CD en su conjunto es más sucio que el anterior. Poco más de un año después, un hilo de reverberación hará las delicias de quienes necesitaban creer en himnos accesibles. Y dejará a los escepticos rezando porque el tercero se venda al creciente público que seguro los seguirá fiel en los próximos meses ¿Bailas?/IF
Latin Lounge
(Putumayo, 2005)
El rey de lo que conocemos hoy con la etiqueta de lounge latino fue Esquivel, el director de orquesta mexicano que triunfo en el Los Angeles del incipiente sodido cuadrafónico que lleno de nuevas sonoridades los –de aquellos modernos estudios de grabación- Una música que con intrumentalidades latinas calentó -junto con los cocktails- el ambiente de la guerra fría. Hoy a los estadounidenses les sigue gustándo los –ya no tan extraños– ritmos y sonidos latinos. Pero, ¿en que consite este disco recopilatorio? En doce selecciones musicales de países en su mayoría latinoamericanos, españoles, italianos, brasileños, estadounidenses y una colaboración India-México. Algunos artistas del disco son conocidos pues recientemente han recibidio menciones y premios como la española Bebe. Muchas de los temas son producciones internacionales donde se encuentran la música típica de Latinoamérica con la música elctrónica europea, estadounidense y lambién latinoamericana. No debe sorprender encontran algunas de estas producciones resultonas, como en el caso electrocatalobrasileños Wagner Pá & Brazuca Matraca o los italoargentinos Alacrán con un electrotango al mejor estilo Gotan Project. Sorprenden los Charanga Cakewalk que resucitan el cha cha chá con un bonito tema titulado Carmela. Siempre faltan nombres y el título de Lounge confunde, pero ahí vamos.
Tracy Chapman “Where you live”
(Atlantic , 2005)
A esta chica con su primer disco “Tracy Chapman” consiguió cuatro premios Grammy, incluido el de mejor artista nueva, el listón se le puso muy alto y lo ha sabido mantener. Fue tal el éxito y la repercusión de ese primer disco, que hasta la fecha cuenta con unos seguidores fieles que –como yo- no olvidan que ese fue uno de los discos que más marcó el gusto por la música de toda una generación. Recordemos que con tan sólo el single “Fast car” logró vender más de diez millones de copias. Muchos cambios ha habido en la música desde aquellos años ochenta. En este nuevo disco Tracy no ha cambiado mucho, se mantiene fiel a sus mensajes, comprometidos con la paz social, con sentimientos reales y profundos que logran encandilarnos con su variedad de registros. Tracy es una verdadera cantautora que no disfraza su voz, ni sus ideas con aderezos artificiales, es una voz supernatural y protagonista de un sonido que suena a desenchufado, pero de antes de que se inventase el “unplugged”. Es la sencillez de la trovadora con guitarra en mano que se sabe expresar en un mundo donde pareciera que cada vez es más difícil comunicarse, a pesar del gran desarrollo tecnológico. Es increíble hasta donde nos puede llevar una voz seria, bonita y profunda acompañada por unos simples pero latentes acordes de guitarra. Nunca es tarde para descubrir o redescubrir a una de las cantautoras más importantes del panorama musical.