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Fertlizantes orgánicos

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Nutrientes orgánicos y atajos químicos

Un tema que genera un apasionado debate entre los cultivadores de Cannabis es si se deben usar nutrientes orgánicos o químicos. Aunque es bueno discrepar, ambas opciones tienen ventajas, y el hecho de no tener en cuenta aquella de la que discrepamos ha sido la causa de una gran ignorancia.

Grubbycup

El nitrógeno (N), el fósforo (P), el potasio (K), y otros nutrientes son necesarios para el crecimiento saludable de las plantas. Éstos son elementos, y por lo tanto no hay diferencia entre el nitrógeno de un nutriente orgánico y el de uno químico. El nitrógeno a lo que ocurre en la naturaleza cuando caen las hojas y un variado material vegetal acaba en el suelo cuando no hay nadie que lo rastrille. Es cuando este material se descompone (o composta) cuando las bacterias y hongos lo convierten en amoníaco (NH3) y amonio (NH4). Este proceso tarda un tiempo, porque las bacterias procesan el amoníaco cuando lo obtienen.

Me gusta comparar los nutrientes orgánicos con desayunar copos de avena, ambos suelen ser gruesos y liberan sus nutrientes durante un periodo largo de tiempo. Ciertas formas de fertilizantes orgánicos pueden seguir liberando nutrientes durante más de una estación, mejorando la salud general de la tierra a largo plazo. Como el porcentaje de nutrientes respecto a la masa total tiende a ser más bajo, los valores de NPK para nutrientes orgánicos tienden a ser más bajos que los valores para fertidisponible el nitrógeno más rápido que con el proceso natural.

Los nutrientes químicos se parecen más a desayunar una bebida energética, liberan rápidamente sus nutrientes y después se necesita más para evitar un “colapso”. Como los nutrientes químicos son atajos al proceso natural, pueden permitir un mayor control sobre la cantidad y el momento en que el nitrógeno se convierte en disponible para las plantas. Esto facilita un nivel de nutrientes más alto y como resultado un incremento en el rendimiento mayor que el que se consigue con nutrientes orgánicos.

Este nivel de control conlleva necesariamente sentido de la responsabilidad, ya que excederse se convierte en una tentación mucho más probable, lo que puede acabar en “quemadura por nutrientes” o en sobrecargar y dañar los sistemas naturales con los residuos. Añadir un nitrato químico (NO3) por ejemplo, permite saltarse todo el proceso de creación del nitrato, y aportar inmediatamente nitrógeno (N) a las plantas, pero también es muy soluble en agua, y lo que la planta no absorbe será rápidamente arrastrado por la corriente (a menos que vuelva a circular).

Los nutrientes orgánicos imitan hechos naturales como las hojas caídas.

elemental es exactamente lo mismo sea cual sea la fuente.

Lo que más utilizan las plantas para posibilitar la absorción de nitrógeno es una forma llamada nitrato (NO3), que es un átomo de nitrógeno conectado con tres átomos de oxígeno. El nitrato facilita a las plantas separar el nitrógeno del oxígeno, y por lo tanto produce una buena fuente de nitrógeno -las plantas leñosas como los árboles también pueden utilizar amonio (NH4)-.

La materia vegetal que ha caído al suelo y los desperdicios dejados por animales son dos fuentes de nitrógeno que se producen naturalmente en las tierras silvestres. Para imitar esto, los nutrientes orgánicos suelen fabricarse a partir de materiales naturales con un procesado mínimo. Una de las ventajas es que los materiales pueden obtenerse sin gastos (por ejemplo, hojas, recortes de césped, estiércol de ganado, etc.) El compostaje (3-1-2) es muy similar lizantes químicos, que pueden hacerse según recetas exactas. Con la excepción de estiércoles “calientes”, altos en amoníaco, los nutrientes orgánicos tienden a ser menos propensos a la sobrealimentación. El compost, el humus de lombriz y los excrementos de pescado se pueden utilizar en cantidades casi ilimitadas sin causar “quemadura por nutrientes”. Puesto que los nutrientes orgánicos suelen ser menos procesados, también tienden a ser más propensos a obstruir los sistemas hidropónicos que dependen de aspersores y bombas.

Sin embargo, hay más de una forma de obtener amoníaco (NH3). También puede ser una sustancia química hecha de gas de nitrógeno (N2) a base de aplicarle calor, presión y un catalizador de hierro. El sulfato de amonio (NH4)2SO4) y nitrato de amonio (NH4)(NO3) son otras formas manufacturadas de nitrógeno que permiten saltarse las últimas partes del proceso. Todas ellas permiten un atajo en el proceso y hacen Sobredosificar a las plantas con sustancias químicas puede desequilibrar un sistema natural hasta el punto de hacerlo inhóspito para los hongos y bacterias beneficiosos responsables normalmente del proceso. Puesto que los fertilizantes químicos son atajos al proceso, utilizarlos para tratar deficiencias nutricionales tenderá a proporcionar resultados más rápidos que una solución orgánica, que es más adecuada para la acción a largo plazo. Dependiendo de la sustancia química exacta que se utilice, también puede haber residuo “sobrante” después de usar el amoníaco o nitrato que se acumule en el sistema con el tiempo. De aquí viene la práctica de regar abundantemente sin nutrientes durante un período (enjuagar), para ayudar a limpiar cualquier residuo químico sobrante acumulado.

Independientemente de la fuente, si el amoníaco (NH3) está expuesto a condiciones ácidas (pH menor de 7), toma otro átomo de hidrógeno (H) y lo convierte en amonio (NH4). Esta es una de las razones por las que el pH puede tener un efecto en el crecimiento de la planta, si el pH es demasiado alto, esta conversión se inhibe. Después las bacterias benéficas convierten el amonio

Un átomo de nitrógeno es igual que cualquier otro, independientemente de su origen.

(NH4) en nitrato (NO3), que así puede ser utilizado por las plantas.

El fósforo puede obtenerse naturalmente de composts orgánicos, fosfato de roca o harina de huesos, o provenir de sustancias químicas como el super fosfato amoniacado (5-50-0), o el fosfato de amonio (1846-0). El uso excesivo de fósforo es una de las fuentes de contaminación ambiental. El potasio puede ser de fuentes orgánicas como el compost (3-1-2), el kelp (1-0-4), o de sustancias químicas como el nitrato de potasio (13-0-44).

Las diferencias entre nutrición química y orgánica no son tan absolutas como suele decirse, ambas proporcionan los mismos elementos a la planta. Las principales diferencias residen en cuántos atajos se toman y en lo que queda después. Aunque los puristas de ambos bandos puedan discrepar enérgicamente, yo creo que no hay razón para no utilizar con moderación los beneficios de ambas. Las plantas que están a la espera de que los nutrientes orgánicos se conviertan en disponibles pueden beneficiarse de un pequeño acelerón químico, y los materiales orgánicos de larga duración pueden ayudar a crear un colchón de seguridad para plantaciones con nutrientes químicos de acción rápida.

A veces, lo que una persona necesita para empezar el día es un abundante desayuno rico en fibra, y otras veces sólo necesita una buena taza de café fuerte para abrir los ojos. Como siempre, comprender por qué añadimos algo a nuestro jardín, y cómo funciona, contribuye en gran medida a escoger lo que es adecuado para nosotros.

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