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¿CÓMO AYUDA EL CBD A LOS PERROS CON ALTOS NIVELES DE ESTRÉS?
from ES 03 23
by SoftSecrets
MARINA HURTADO, EXPERTA EN EDUCACIÓN CONSCIENTE CANINA, NOS EXPLICA CÓMO EL ACEITE CBD GORILLA GRILLZ AYUDA EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO.
Los perros son animales emocionales, al igual que nosotros, y pueden sufrir de ansiedad y estrés, lo que afecta a su comportamiento y calidad de vida. Algunos casos pueden llegar a ser tan graves que afectan a la convivencia de todos los miembros de la familia, condicionando las rutinas diarias por el problema de ansiedad que está experimentando el perro.
¿Cómo ayuda el CBD en los protocolos de modificación del comportamiento en perros con altos niveles de ansiedad?
Cuando los perros muestran comportamientos inducidos por el miedo, su capacidad de aprendizaje se ve reducida, incluso impedida, en los casos más graves. Aquí es donde el aceite CBD Gorilla Grillz puede aportar grandes beneficios, junto con un protocolo de modificación de la conducta estratégicamente diseñado para cada caso. Como experta en psicología canina y educación emocional con perros, siempre busco la forma más amorosa de transformar la vida de cada perro y de los aspectos de su vida. En casos muy graves, utilizo el aceite CBD Gorilla Grillz de forma controlada y durante el tratamiento conductual, para aportarles la relajación que necesitan, resultando en un aumento de su capacidad de aprendizaje.
El uso consciente del CBD en perros Es muy importante aclarar que siempre se requiere enseñarles, mediante técnicas de modificación del comportamiento amorosas, a afrontar las situaciones que les causan miedo o incluso pánico, para que haya una trasformación en su comportamiento una vez se termine el tratamiento con CBD. Por lo tanto, nunca
Como profesional enfocada en el bienestar emocional de cada perro, siempre busco ayudarles utilizando las técnicas más positivas. A lo largo de los años he identificado 12 habilidades que caracterizan a los perros con temperamentos equilibrados y felices. A estas habilidades yo las llamo “superpoderes”, y, aunque todos nuestros perros pueden llegar a tener estos poderes gracias a una buena educación, no siempre los tienen activos de forma natural. En casos extremos de ansiedad, el superpoder de la calma no está activo, y cuando existen problemas de comportamiento graves, estos se asocian problemas dentro y fuera de casa. El CBD aporta relajación sin que su comportamiento se vea alterado, por lo que ayuda a la hora de fomentar el superpoder de la calma. Gracias a la reducción del estrés, su capacidad de aprendizaje aumenta, y esto nos da una ventaja mayor para enseñarle las habilidades necesarias durante su protocolo de reeducación. Para que pueda experimentar una transformación verdadera a nivel emocional que se refleje en sus comportamientos cotidianos, lo fundamental es trabajar desde la raíz del problema que causa el estado de ansiedad. Así el cambio en gravemente y su corazón se descompensó debido a un soplo y un problema pulmonar, tuve que salir corriendo a urgencias, porque sus pulmones empezaron a encharcarse y el corazón le latía a una velocidad abrumadora. Le pusieron un tratamiento de choque y luego cinco pastillas más para su corazón y sus pulmones. Pero, aunque esto le estaba ayudando a nivel físico, Apolo se tiraba horas jadeando…; su calidad de vida había pasado de normal a la de paciente crónico, y su vida pendía de un hilo. Como profesional, reconozco el trabajo tan impresionante que los veterinarios hacen cada día, pero yo veía, al estar tan enfocada en el bienestar emocional de los perros, que su calidad de vida era mínima, ya que se podía tirar horas y horas jadeando y muy alterado. En estos momentos, cuando ves a tu perro tan malito, te planteas hasta la eutanasia…Y, aunque ese siempre ha de ser el último recurso, he de reconocer que al verlo tan mal se me pasó por la cabeza, y a los veterinarios también. Si nos ponemos en el lugar de Apolo y viviéramos día y noche con una taquicardia de caballo y falta de respiración, imaginaos cómo estaríamos de alterados a nivel emocional, lo cual agrava la patología, porque el sistema nervioso está totalmente descompensado. Aquí es cuando apareció lo que viví como un regalazo de la vida, el CBD. Llevaba varias noches prácticamente sin dormir y yo las pasaba acompañándole sin poder descansar también. El primer día empezamos con la dosis más baja y la fuimos subiendo para encontrar el punto justo. Una vez encontramos la dosis adecuada, fue un alivio tremendo. Empezó a dormir por las noches y a descansar todo lo que necesitaba durante el día. Su sistema nervioso estaba teniendo un respiro y eso le dio la oportunidad de que su cuerpo centrara toda su energía en recuperarse. Una vez que pasó la crisis más grave, he seguido usándolo según le veo cada semana, ya que en su caso es un paciente crónico y tiene recaídas, pero observo claramente como no existe ninguna dependencia del CBD, ni tampoco altera su comportamiento natural. Esto me hizo plantearme el uso del CBD como ayuda en los tratamientos de modificación de la conducta, porque si estaba dando tan buenos resultados en mi propio perro estando tan malito, imagínate los beneficios que aportaría a un perro que además está sano físicamente y que solo cojea de la parte emocional.
¿Cuál es la dosis recomendada?
La dosis variará en función del estado de salud de cada perro, de su peso, su edad…, y de la intención con la que se vaya a usar. Recomiendo que siempre se haga un chequeo al perro en el veterinario, para asegurarnos de que está bien a nivel físico y hacer un seguimiento con etólogo canino especializado, para asegurarnos que evoluciona a nivel emocional. Esto es de especial importancia sobre todo en casos de altos niveles de estrés, como la ansiedad por separación, las reacciones reactivas agresivas contra otros perros o personas, comportamientos compulsivos repetitivos, estereotipias... En el caso de Apolo, sí que utilizo dosis más elevadas que cuando lo empleo en protocolos de modificación del comportamiento, ya que con él además busco sus propiedades sedantes, las cuales aparecen solo si utilizamos dosis altas, para que en su caso específico pueda descansar y aumente su calidad de vida en general. Cuando se trata de problemas de comportamiento, las dosis siempre son las mínimas que se necesiten, para conseguir que su capacidad cognitiva se vea recuperada a un mínimo donde sea capaz de estar receptivo a los nuevos aprendizajes. Esto nos permite enseñarles mediante juegos y dinámicas, y que adquieran las habilidades o superpoderes que necesita cada perro, para afrontar desde el amor y no desde el miedo aquello que les perturbaba en su día a día.
¿Qué sucede en el cerebro de tu perro cuando entra en pánico?
Tanto los perros como las personas, cuando entramos en modo pánico, reaccionamos de la misma forma: nuestro cerebro reptiliano toma el control. Este es el cerebro más antiguo y básico y el que responde automáticamente ante las situaciones que nuestra mente interpreta como amenazantes o límites. Estas respuestas son instintivas y aún más rápidas que nuestra capacidad de pensar y analizar; simplemente, ocurren. También se encarga de conductas inconscientes e involuntarias, como la respiración, la temperatura, la presión sanguínea, el equilibrio…; por eso, cuando entran en pánico o incluso en shock, todo su cuerpo se altera, y en los casos más extremos pueden llegar a desmayarse, al igual que nosotros. Así pues, una ayuda extra a través del aceite CBD puede ayudar a su sistema nervioso a reducir el nivel de estrés y proporcionarle la calma necesaria para estar receptivo a los nuevos aprendizajes que necesita integrar como parte de su recuperación.
¿Cuáles son las 3 reacciones posibles cuando el cerebro reptiliano toma el control?
Cuando este cerebro entra en funcionamiento, nuestro perro reaccionará de una de estas tres formas inconscientemente. Yo las llamo las 3 efes: Imaginemos por un momento que estamos paseando con nuestra mascota, que tiene pánico a otros perros, y al girar la esquina se encuentra de sopetón con Coco, el perro del vecino. Su cerebro reptiliano pasaría a tomar el control, y estas podrían ser las opciones que instintivamente ocurrirían en este caso: Fly = Volar = Huiría de la situación. Esta opción cuando están atados con la correa no está disponible, así que al verse atrapado su cerebro pasa a responder con una de las dos siguientes reacciones: Fight = Luchar = Reaccionaría por miedo atacando a Coco, aunque este sea un buenazo, ya que es incapaz de discernir si es una amenaza real o no, ya que su percepción interna está distorsionada, viendo al otro perro como un dinosaurio que está a punto de comérselo. Freeze = Congelarse = Se paralizaría del pánico, e incluso se tumbaría boca arriba, encontrándose en una postura totalmente vulnerable. El problema aquí también es que, en un segundo, cuando se alejara el otro perro y su miedo dejara de ser paralizante, podría pasar a la F anterior y empezar a ladrar y tirarse a morder. Cuando el otro perro se aleja nuestro perro sentirá alivio, lo cual es como un premio para él; también sentirá el subidón de adrenalina, y esto le hace sentirse con mayor confianza, y además muchos de ellos interpretan que, si ladran y atacan primero, la amenaza desaparecerá más rápidamente, reforzándose este comportamiento, dando lugar a un aprendizaje totalmente contraproducente y a que este problema se agrave cada día más y más. Normalmente en estos casos el compañero humano reacciona tensando la correa, estresándose e incluso gritando, lo que empeora la situación. Es muy importante ser consciente de que no solamente se ha de trabajar al perro emocionalmente, sino que también su compañero humano ha de aprender habilidades nuevas y recontextualizar la situación.
¿Cuál es la clave para que un tratamiento de modificación de la conducta sea un éxito? Muchas veces pueden surgir en nosotros energías relacionadas con el miedo, como rechazo, ansiedad, rabia, etc., porque no esperábamos estar en esta situación tan compleja…, pero ellos son capaces de sentir estas energías de baja vibración, afectándoles, lo cual no ayudará a ninguno de los dos. Observa desde dónde afrontas esta situación, y acepta incondicionalmente a tu perro y su estado emocional. Experimentar esta vivencia desde la compasión es el primer paso para que se dé lugar a una trasformación en ambos, ya que, por muy grave que sea el problema de conducta, no es que tenga una mala intención, sino que simplemente no tiene las habilidades necesarias para afrontar ciertas situaciones en su vida, y reacciona desde el miedo y no desde el amor incondicional que caracteriza a la naturaleza de nuestros mejores amigos de cuatro patas. Nuestros perros nos transmiten a través de su lenguaje corporal cómo se sienten y qué piensan en cada momento, además de tener la habilidad de interpretar nuestras expresiones faciales y gestos corporales, por lo que, si nosotros reaccionamos desde el miedo en esa situación, le estaremos trasmitiendo la idea de que hay razones para asustarse…, empeorando la situación. Por lo tanto, aprender a hablar perruno e interpretar lo que te está diciendo constantemente tu perro, a través de la comunicación emocional canina, y activar sus 12 superpoderes, os llevará a vivir una vida plena y feliz juntos, así que…
¡La clave del éxito eres tú!
Recuerda que cuanto más aprendas sobre tu perro, más podrás ayudarlo. Elegir a un buen profesional que pueda asesorarte de forma holística es importantísimo, y así sabrás si el CBD puede ayudarle, como parte de un tratamiento de modificación del comportamiento. Regálale a tu perro la gran oportunidad de dejar atrás todo el miedo que siente y de empezar a experimentar la vida desde el amor, la calma y la felicidad. ¡Desbloquea todo el potencial de tu perro! Descubre el programa del Efecto Guau y empieza el camino de la trasformación hoy.
Si ya tienes un problema con tu mascota o eres de los que piensan que es mejor prevenir que curar, y quieres conectar desde el amor incondicional con tu perro, te invito a escanear el código QR y que me cuentes la situación que tienes con él. Estaré encantada de guiarte durante el proceso de trasformación sea cual sea tu punto de partida.