Vida pastoral168

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Editorial

La alegría de anunciar el Evangelio

uatro años después de la elección del papa Francisco, aún está fresco su pensamiento sobre la Iglesia y su vocación misionera expresada en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Vale la pena entonces recordar algunos de esos postulados que se fijan como objetivos a alcanzar. Ante todo saber que “la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de aquellos que se encuentran con Jesús” como empieza diciendo la Exhortación apostólica con la cual el Sumo Pontífice desarrolla el tema del anuncio del Evangelio en el mundo actual.

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El “estado de misión permanente” es una invitación del Papa a todos los bautizados para que lleven a los otros el amor de Jesús, venciendo “el gran riesgo del mundo actual”: aquel de caer en una “tristeza individualista”. Se trata de “recuperar la frescura original del Evangelio” encontrando “nuevos caminos y métodos creativos” para conocer a Jesucristo. Pero antes, es necesaria una “conversión pastoral y misionera” y una “reforma de las estructuras eclesiales para que “todas sean más misioneras”.

En cuanto a la vida sacramental, fuente extraordinaria de evangelización, decía que la “Eucaristía no es un premio para los perfectos”. En esta renovación no hay que tener miedo de evaluar costumbres de la Iglesia que “no están directamente relacionadas con el núcleo del Evangelio, y algunas radicadas en el curso de la historia”. Signo de la acogida de Dios es “tener por todas partes iglesias con las puertas abiertas” para que quienes están en la búsqueda de una experiencia espiritual no se encuentren con “la frialdad de una puerta cerrada”, “ni siquiera las puertas de los sacramentos se debieran cerrar por cualquier razón”. De esta manera la Eucaristía “no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”. Es preferible una Iglesia “accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”. Lastimosamente la fe se va deteriorando, que “Dios nos libre de una Iglesia mundana y fría”. Pues bien, tengamos presente que no debemos dejarnos llevar por un “pesimismo estéril”, sino que debemos ser signo de esperanza actuando con ternura, rechazando la “espiritualidad del bienestar” que huye a los “compromisos fraternos” y vencer la “mundanidad espiritual” que “consiste en buscar, al puesto de la gloria del Señor, la gloria humana”. Amigos, dirijamos nuestra mirada a la Exhortación apostólica que nos ha dejado el papa Francisco para que el aire fresco de la pasión evangelizadora cubra a nuestra Iglesia discípula y misionera del Padre. El Director

Revista trimestral de la Sociedad de San Pablo —PAULINOS— Colombia, Ecuador, Panamá, Centroamérica y el Caribe al servicio de la Iglesia. Carrera 46 Nº 22A–90 – A.A.: 080152 / Tel.: 3 68 20 99 – FAX: 2 44 43 83 / BOGOTÁ, D.C. — COLOMBIA

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Con aprobación eclesiástica. Las opiniones expuestas en los artículos publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores.


La Voz del Papa RECONOCER NUESTRA VULNERABILIDAD

“E

l secreto para ser “muy felices” es reconocerse siempre débiles y pecadores, es decir, “recipientes de barro”, ese material pobre que sin embargo, puede contener incluso “el tesoro más grande: la potencia de Dios que nos salva”. Y es ante la tentación de muchos cristianos de maquillarse para aparentar ser “recipientes de oro” en cambio, hipócritamente “suficientes por sÍ mismos”. “Hermanos, llevamos este tesoro —Cristo— en recipientes de barro”. Insistió el papa Francisco, “este tesoro de Cristo nosotros lo tenemos, pero en nuestra fragilidad: nosotros somos barro”. Es “un gran tesoro en recipientes de barro: ¿pero esto por qué?”. La respuesta de Pablo es clara: “Para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros”. He aquí entonces, afirmó el Pontífice, “la potencia de Dios, la fuerza de Dios que salva, que sana, que pone en pie, y la debilidad del barro, que somos nosotros”. Con la conciencia, por ello, de que “ninguno de nosotros se puede salvar a sí mismo: todos necesitamos la potencia de Dios, la potencia del Señor, para ser salvados”. Esta verdad, recordó el Pontífice, “es como un leitmotiv en las cartas de Pablo”. Y efectivamente “el Señor dice a Pablo: mi potencia se manifiesta plenamente en la debilidad. Si no hay debilidad, mi potencia no puede manifestarse”. De ahí la eficaz imagen del “recipiente, pero el recipiente débil, de barro”. Así prosiguió el Papa, “cuando Pablo se lamenta y pide al Señor que le libere de los ataques de Satanás, dice él, que le humilla y avergüenza, ¿qué responde el Señor? “Te basta mi gracia, tú continúa siendo barro, que la potencia de salvación la tengo yo”. Precisamente “esta es la realidad de nuestra vulnerabilidad” explicó Francisco. Por que “todos nosotros somos vulnerables, frágiles, débiles y necesitamos ser sanados”. Pablo lo dice

contenido EDITORIAL

La alegría de anunciar el Evangelio

INFOGRAFÍA

Beatificación de...

BEATO ALBERIONE Caminando hacia el Centenario

ACTUALIDAD

I Jornada Mundial de los Pobres

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PASTORAL LITÚRGICA

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PASTORAL DE LA CATEQUESIS

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Un Misal Romano“renovado”

La catequesis familiar según

Amoris Laetitia

EXCLUSIVO

Jornada Mundial de la Juventud #Panamá2019

GUÍAS HOMILÉTICAS Equipo Paulino


con fuerza en su Carta a los Corintios: “Somos atribulados, aplastados, perseguidos, derribados como manifestación de nuestra debilidad”. He aquí la “debilidad de Pablo, manifestación del barro”. Y “esta es nuestra vulnerabilidad: una de las cosas más difíciles en la vida es reconocer la propia vulnerabilidad”.

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octubre diciembre

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Pablo nos lleva, con este modo de pensar, de razonar, de predicar la Palabra de Dios, a un diálogo entre el tesoro y el barro. Un diálogo que continuamente debemos hacer para ser honestos, indicando a modo de ejemplo “cuando vamos a confesarnos” y quizá reconocemos nuestros pecados. Pues, la verdadera pregunta que hay que plantearse es: ¿tú tienes conciencia de este barro, de esta debilidad, de esta vulnerabilidad tuya? Porque “es difícil aceptarla”. También cuando nosotros decimos “somos todos pecadores” quizá es una palabra que decimos así, sin pensar del todo en el significado. Por lo que es oportuno hacer un examen de conciencia con uno mismo, preguntándonos si “tenemos conciencia de ser barro, débiles, pecadores”, conscientes de que “sin la potencia de Dios” no podemos “seguir adelante”. ¿O bien “creemos que la confesión sea blanquear un poco el barro y con esto es más fuerte? ¡No!”. Pero, está la vergüenza que ensancha el corazón para que entre la potencia de Dios. Precisamente “la vergüenza de ser barro y no ser un recipiente de plata y oro: ser barro”. Y “si nosotros llegamos a este punto, seremos muy felices”. Recopilado de papa Francisco, Viernes 16 de junio de 2017.

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ESPECIAL

Frases del Papa Francisco en Colombia

CULTURA

Chesterton: la hora más feliz de su vida

EN LIBRERÍA TEOLOGÍA

Una Iglesia perseguida: ¿cristianofobia?

DIRECTOR: P. Martín Alberto Sepúlveda Mora, ssp EDITOR: Jr. Jorge Forero, ssp CONSEJO DE REDACCIÓN: Jr. Jorge Forero; Jr. Abimelec Pulido; Constanza Moya; Segundo Pacabaque. AUTORES: Editorial: El Director; Infografía: Jorge Forero, ssp; Actualidad: Papa Francisco; Pastoral litúrgica: Linio Emilio Díez Valladares, ssp; Pastoral de la catequesis: P. Martín Sepúlveda, ssp; Guías homiléticas: Equipo Paulino; Especial: Equipo Paulino; Cultura: Antonio Miguel Jiménez Serrano; En Librería: Constanza Moya; Teología; P. Jorge Enrique Bustamante; Mariología: P. Danilo Medina, ssp; Publireportaje: Ultraserfinco; Poema: José Esneider Triana, ssp. FOTOGRAFÍA: Efraín Herera, José Miguel Gómez y Shutterstock PUBLICIDAD: Jennifer Gregory / e–mail: publicidad@sanpablo.com.co DISEÑO & DIAGRAMACIÓN: Luis Gabriel Niño Devia / e–mail: ninoluis@sanpablo.com.co SUSCRIPCIONES: periodicos@sanpablo.com.co IMPRESIÓN: Taller San Pablo, Calle 170 Nº 8G–31, Bogotá, D.C. - Colombia

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MARIOLOGÍA

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POEMA

María modelo de Fe

PUBLIRREPORTAJE

“El dinero debe servir, no gobernar” Lo mejor de Colombia para el mundo

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Infografía Por: Jorge Forero, ssp

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l pasado 7 de julio de 2017, el Santo Padre aprobó el Decreto que reconocía el “martirio” de los presbíteros, por considerar que sus asesinatos fueron por odio a la fe.

La ciudad de Villavicencio (Colombia) fue elegida para la beatificación de monseñor Jesús Emilio Jaramillo y el P. Pedro María Ramírez Ramos, estos dos sacerdotes que promovieron la Palabra de Dios con su servicio. Este hecho se realizó en la misa campal en el Parque Las Malocas de Villavicencio, la capital del Meta.

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Santo Domingo Antioquia - Colombia

Monseñor Jesús Emilio Jaramillo

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anto Domingo (Antioquia), él nació el 14 de febrero de 1916. En 1940 fue ordenado como sacerdote de los Misioneros Javerianos de Yarumal, cuando tenía 24 años de edad. El 11 de noviembre de 1970 fue designado por el papa Pablo VI como Vicario Apostólico de Arauca. Recibió la ordenación episcopal el 10 de enero de 1971. Su designación como obispo de Arauca llegó el 19 de julio de 1984, cargo en el que sirvió a la comunidad hasta que fue secuestrado y asesinado por el Ejército de Liberación Nacional-ELN, el 2 de octubre de 1989.

Biografía


La Plata Huila-Colombia

Padre Pedro María Ramírez Ramos

Biografía

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onocido como el 'Cura de Armero', él nació en el municipio de La Plata (Huila), el 23 de octubre de 1899. Ingresó al seminario de María Inmaculada de Garzón el 4 de octubre de 1915. Su formación sacerdotal la culminó en el seminario de Ibagué y en 1931 recibió el orden sacerdotal. En 1948 fue nombrado párroco de Armero, Tolima. Lamentablemente, en medio de las manifestaciones y revueltas causadas por el magnicidio del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 10 de abril un grupo de personas irrumpió en la iglesia del padre Pedro María y lo asesinó a machetazos.

Arte y diseño: Luis Gabriel Niño Devia.

Visita de san Juan Pablo II a Armero después de la tragedia (1986). octubre / diciembre - 2017 - Vida pastoral no 168

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A los comunicadores Por: BEATO SANTIAGO ALBERIONE

Caminando hacia el Centenario

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ueridos hermanos en Cristo Jesús, en este año de apertura al Centenario de Fundación de la Asociación de Cooperadores Paulinos, el grupo de cooperadores organizó una peregrinación a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá (Boyacá- Colombia), para profesar nuestra fe , dar gracias a Dios por la presencia de la Familia Paulina en la Iglesia católica, y de esta manera ponernos en las manos de nuestra Madre, María Santísima, para que guiara nuestra vocación y servicio al anuncio de la Palabra de Dios con los medios de hoy. La elección de este santuario mariano fue porque en este observamos el ejemplo de María como Evangelizadora y como testimonio viviente de la doctrina de Jesús. Por su intersección suplicamos que así como ella llevó la Buena Noticia, así también nosotros podamos descubrir que por la fe en el bautismo asumimos las exigencias y los compromisos de la vida cristiana para perseverar en esta vocación. El día 20 de Mayo de 2017, iniciamos nuestro peregrinaje en la mañana, con la oración al Señor,

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invocando la presencia del Espíritu Santo y de María Reina de los Apóstoles, en este caminar junto a los peregrinos que respondieron a la invitación. Durante el trayecto al sitio de peregrinación, disfrutamos en cada uno de los buses de la presencia animadora de los religiosos de la Sociedad de San Pablo, quienese con su alegría y piedad estuvieron orientándonos para realizar con plenitud un encuentro con María. Es de resaltar también la labor infatigable y oportuna de los coordinadores de los Cooperadores y del equipo organizador, que tuvieron en cuenta todos los detalles, en la planeación y realización de esta peregrinación. En el centro de este peregrinar se llevó a cabo la Eucaristía presidida por monseñor Gabriel Londoño, el P. Martín Alberto Sepúlveda (Superior Provincial Sociedad de San Pablo) y el Coordinador de la Asociación de Cooperadores Paulinos P. Ciro Quintero. Como hecho que recuerdo, está la homilía que realizó el P. Martín, donde destacó la voluntad del Fundador, el beato Santiago Alberione, de tener en cuenta a los laicos, como Cooperadores para evangelizar con los medios de comunicación social en los diferentes lugares donde nos encontremos, por lo tanto, debemos tomar conciencia de nuestro ser y quehacer para ser testimonio creíble, entregarnos de corazón al servicio de Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida. Ya de regreso a la capital, la ciudad de Bogotá, se realizó

la evaluación de esta experiencia, destacando aspectos positivos y sugerencias para próximos encuentros, resaltando la espiritualidad y acogida de todos los participantes. Texto de Rosalba Correa De Clavijo, cooperdora paulina.


Actualidad

El amor no admite excusas: el que quiere amar como Jesús amó, ha de hacer suyo su ejemplo; especialmente cuando se trata de amar a los pobres. El papa Francisco nos invita a vivir la Primera Jornada mundial de los Pobres (19 noviembre de 2017).

I JORNADA MUNDIAL

DE LOS POBRES No amemos de palabra sino con obras

“H

ijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras” (1Jn 3, 18). Estas palabras del apóstol Juan expresan un imperativo que ningún cristiano puede ignorar. La seriedad con la que el “discípulo amado” ha transmitido el mandamiento de Jesús se hace más intensa debido al contraste que percibe entre las palabras vacías presentes a menudo en nuestros

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labios y los hechos concretos con los que tenemos que enfrentarnos. El amor no admite excusas: el que quiere amar como Jesús amó, ha de hacer suyo su ejemplo; especialmente cuando se trata de amar a los pobres. Por otro lado, el modo de amar del Hijo de Dios lo conocemos bien, y Juan lo recuerda con claridad. Se basa en dos pilares: Dios nos amó primero (cf. 1Jn 4, 10.19); y nos amó dando todo, incluso su propia vida (cf. 1Jn 3, 16).


Un amor así no puede quedar sin respuesta. Aunque se dio de manera unilateral, es decir, sin pedir nada a cambio, sin embargo inflama de tal manera el corazón que cualquier persona se siente impulsada a corresponder, a pesar de sus limitaciones y pecados. Y esto es posible en la medida en que acogemos en nuestro corazón la gracia de Dios, su caridad misericordiosa, de tal manera que mueva nuestra voluntad e incluso nuestros afectos a amar a Dios mismo y al prójimo. Así, la misericordia que, por así decirlo, brota del corazón de la Trinidad puede llegar a mover nuestras vida y generar compasión y obras de misericordia en favor de nuestros hermanos y hermanas que se encuentran necesitados. “Vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno” (Hch 2, 45). Estas palabras muestran claramente la profunda preocupación de los primeros cristianos. El evangelista Lucas, el autor sagrado que más espacio ha dedicado a la misericordia, describe sin retórica la comunión de bienes en la primera comunidad. Con ello desea dirigirse a los creyentes de cualquier generación, y por tanto también a nosotros, para sostenernos en el testimonio y animarnos a actuar en favor de los más necesitados. No pensemos solo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas ex-

periencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida. En efecto, la oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la caridad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangélica. Y esta forma de vida produce alegría y serenidad espiritual, porque se toca con la mano la carne de Cristo. Si realmente queremos encontrar a Cristo, es necesario que toquemos su cuerpo en el cuerpo llagado de los pobres, como confirmación de la comunión sacramental recibida en la Eucaristía. El cuerpo de Cristo, partido en la sagrada liturgia, se deja encontrar por la caridad compartida en los rostros y en las personas de los hermanos y hermanas más débiles. Son siempre actuales las palabras del santo obispo Crisóstomo: “Si queréis honrar el cuerpo de Cristo, no lo despreciéis cuando está desnudo; no honréis al Cristo eucarístico con ornamentos de seda, mientras que fuera del templo descuidáis a ese otro Cristo que sufre por frío y desnudez” (Hom. in Matthaeum, 50, 3: PG 58).

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Actualidad No olvidemos que para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo vocación para seguir a Jesús pobre. Es un caminar detrás de Él y con Él, un camino que lleva a la felicidad del Reino de los cielos (cf. Mt 5, 3; 6, 20). La pobreza significa un corazón humilde que sabe aceptar la propia condición de criatura limitada y pecadora para superar la tentación de omnipotencia, que nos engaña haciendo que nos creamos inmortales. La pobreza es una actitud del corazón que nos impide considerar el dinero, la carrera, el lujo como objetivo de vida y condición para la felicidad. Es la pobreza, más bien, la que crea las condiciones para que nos hagamos cargo libremente de nuestras responsabilidades personales y sociales, a pesar de nuestras limitaciones, confiando en la cercanía de Dios y sostenidos por su gracia. La pobreza, así entendida, es la medida que permite valorar el uso adecuado de los bienes materiales, y también vivir los vínculos y los afectos de modo generoso y desprendido (cf. CEC 25-45). Conocemos la gran dificultad que surge en el mundo contemporáneo para identificar de forma clara la pobreza. Sin embargo, nos desafía todos los días con sus muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión, la violencia, la tortura y el encarcelamiento, la guerra, la privación de la libertad y de la dignidad, por la ignorancia y el analfabetismo, por la emergencia sanitaria y la falta de trabajo, el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio y la miseria, y por la migración forzada. La pobreza tiene el rostro de mujeres, hombres y niños explotados por viles intereses, pisoteados por la lógica perversa del poder y el dinero. Qué lista inacabable y cruel nos resulta cuando consideramos la pobreza como fruto de la injusticia social, la miseria moral, la codicia de unos pocos y la indiferencia generalizada. Hoy en día, desafortunadamente, mientras emerge cada vez más la riqueza descarada que se acumula en 12

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Son los hombres, quienes por desgracia, han levantado fronteras, muros y vallas, traicionan este bien el don original destinado a la humanidad sin exclusión alguna. las manos de unos pocos privilegiados, con frecuencia acompañada de la ilegalidad y la explotación ofensiva de la dignidad humana, escandaliza la propagación de la pobreza en grandes sectores de la sociedad entera. Ante este escenario, no se puede permanecer inactivos ni tampoco resignados. A la pobreza que inhibe el espíritu de iniciativa de muchos jóvenes, impidiéndoles encontrar un trabajo; a la pobreza que adormece el sentido de responsabilidad e induce a preferir la delegación y la búsqueda de favoritismos; a la pobreza que envenena las fuentes de la participación y reduce los espacios de la profesionalidad, humillando de este modo el mérito de quien trabaja y produce; a todo esto se debe responder con una nueva visión de la vida y de la sociedad. Invito a toda la Iglesia a mantener, en esta jornada, la mirada fija en quienes tienden sus manos clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. Son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial. Esta Jornada tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad. Dios creó el cielo y la tierra para todos; son los hombres quienes por desgracia, han levantado fronteras, muros y vallas, traicionando el don original destinado a la humanidad sin exclusión alguna.



Actualidad

Es mi deseo que las comunidades cristianas, en la semana anterior a la Jornada Mundial de los Pobres, que este año será el 19 de noviembre, Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, se comprometan a organizar diversos momentos de encuentro y de amistad, de solidaridad y de ayuda concreta. Podrán invitar a los pobres y a los voluntarios a participar juntos en la Eucaristía de ese domingo, de tal modo que se manifieste con más autenticidad la celebración de la Solemnidad de Cristo Rey del Universo, el domingo siguiente. De hecho, la realeza de Cristo emerge con todo su significado más genuino en el Gólgota, cuando el Inocente clavado en la cruz, pobre, desnudo y privado de todo, encarna y revela la plenitud del amor de Dios. Su completo abandono al Padre expresa su pobreza total, a la vez que hace evidente el poder de este amor, que lo resucita a nueva vida el día de Pascua. En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos. De acuerdo con la enseñanza de la Escritura (cf. Gn 18, 3-5; Hb 13, 2), sentémoslos a nuestra mesa como invitados de honor; podrán ser maestros que nos ayuden a vivir la fe de manera más coherente. Con su confianza y disposición a dejarse ayudar, nos muestran de modo sobrio, y con frecuencia alegre, lo

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importante que es vivir con lo esencial y abandonarse a la providencia del Padre. El fundamento de las diversas iniciativas concretas que se llevarán a cabo durante esta Jornada será siempre la oración. No hay que olvidar que el Padrenuestro es la oración de los pobres. La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseñó con esta oración manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la existencia y de la falta de lo necesario. El Padrenuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se pide es “nuestro”, y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad común. En esta oración todos reconocemos la necesidad de superar cualquier forma de egoísmo para entrar en la alegría de la mutua aceptación. Pido a los hermanos obispos, a los sacerdotes, a los diáconos —que tienen por vocación la misión de ayudar a los pobres—, a las personas consagradas, a las asociaciones, a los movimientos y al amplio mundo del voluntariado que se comprometan para que con esta Jornada Mundial de los Pobres se establezca una tradición que sea una contribución concreta a la evangelización en el mundo contemporáneo.


Que esta nueva Jornada Mundial se convierta para nuestra conciencia creyente en un fuerte llamamiento, de modo que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio. Vaticano, 13 de junio de 2017. Memoria de San Antonio de Padua.

El Padrenuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se pide es “nuestro”, y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad común.


Pastoral litúrgica Por: Linio Emilio Díez Valladares, ssp

UN MISAL ROMANO

“RENOVADO”

El 27 de abril de 1970, Jueves Santo, esperado y deseado por pastores y fieles de todo el mundo, que habían sido sensibilizados y formados en el espíritu de la liturgia tras más de setenta años de movimiento litúrgico, que de pequeño riachuelo estaba pasando a ser un río navegable, veía la luz el Missale Romanum reformado según las deliberaciones del concilio Vaticano II.

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H

abía sido precedido por diversos documentos, entre los que destacan la Instrucción Inter Oecumenici de 1964, que autorizaba una primera aplicación de las indicaciones de la Constitución litúrgica publicada un año antes, la Instrucción Eucharisticum Mysterium sobre la Sagrada Comunión y el culto eucarístico fuera de la misa, de 1967, la introducción de las tres nuevas plegarias eucarísticas que se añadían al tradicional Canon Romano, en 1968, la ordenación del año litúrgico y el nuevo calendario, en 1969, y el Leccionario de la misa en 1970, que verá una segunda edición en 1981. Aún siendo volúmenes distintos, el libro de altar y el leccionario son, ambos, parte integrante del Misal Romano.

Se trata de una obra verdaderamente monumental, en la que trabajaron más de un centenar de estudiosos: biblistas, patrólogos, historiadores, liturgistas, teólogos, pastores, divididos en diez grupos de trabajo o coetus. Para su elaboración se examinaron cuidadosamente los textos en uso, se recurrió a antiguas fuentes litúrgicas, muchos textos fueron corregidos teniendo en cuenta el original, otros fueron recuperados del rico patrimonio de la Iglesia antigua, algunos se adaptaron a la cultura y la sensibilidad del hombre moderno, y no pocos fueron creados expresamente inspirándose en los documentos conciliares, todo ello bajo la personal supervisión del papa Pablo VI, que no perdía detalle, realizando observaciones y sugiriendo cambios de su puño y letra. Para hacernos una idea de la magnitud de la obra baste pensar que los prefacios pasaron de 14 a 81, mientras las oraciones son más de 1600, más del doble del misal precedente. Se puede afirmar tranquilamente que el Misal de Pablo VI constituye el punto de convergencia de los principales documentos del Vaticano II: Sacrosanctum Concilium, Lumen Gentium, Dei Verbum, Gaudium et Spes, Unitatis redintegratio. Es lo que, en 1988, san Juan Pablo II afirmaba de la reforma litúrgica, que es el fruto más visible de toda la obra conciliar, el que ha permitido a la mayor parte de los fieles percibir el mensaje del concilio Vaticano

El Misal tiene una introducción general (Ordenación General del Misal Romano) que explica la importancia y el significado de la misa y de cada una de sus partes, su estructura, las motivaciones de todas de las opciones realizadas, el modo de celebrar, las funciones de cada uno, ministros y fieles, el significado de los lugares, de los utensilios, extrayendo de los significados, con fina pedagogía, las oportunas indicaciones normativas.

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Pastoral litúrgica II (cf. Vicesimus quintus annus, 12).En 1975 salió la segunda edición latina, con pequeñas correcciones, precisiones y algún añadido. El 22 de febrero de 2002 la Tipografía Vaticana concluía la edición del Missale Romanu en su tercera edición típica1. El santo padre Juan Pablo II había dado su aprobación el 11 de enero de 2000, y la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos había promulgado y declarado edición típica, con el Decreto de fecha 20 de abril de 2000, año del Gran Jubileo, Feria V in Cena Domini (Jueves Santo). El Decreto contenía la indicación de la entrada en vigor del Misal en la solemnidad del Cuerpo y Sangre del Señor del mismo año2. El volumen impreso apareció en 2002, realizándose posteriormente, en 2008, una 1 El título completo es MISSALE ROMANUM, ex decreto Sacrosancti Oecumenici Concilii Vaticani II instauratum auctoritate Pauli PP. VI promulgatum Ioannis Pauli II cura recognitum, Typis Vaticanis, A.D. MMII. 2

En el año 2000 se publicó la Institutio generalis, ex editione typica tertia cura et studio Congregationis de cultu divino et disciplina sacramentorum excerpta.

reimpresión con algunas modificaciones. La finalidad de esta tercera edición típica era incorporar los formularios de las misas posteriores a 1975, fecha de la II edición típica, y las modificaciones introducidas en los libros litúrgicos por el Código de Derecho Canónico de 1983 además de otras mejoras. La obra es el fruto de un largo proceso de revisión y puesta al día iniciado en 1991. No es una simple reimpresión corregida, sino una verdadera editio typica, oficial, actualizada, destinada a la celebración eucarística en lengua latina, y que constituye la base inmediata para la traducción a las diversas lenguas vernáculas, tarea que corresponde a las Conferencias de Obispos de los diversos países del mundo. Haciendo propia la afirmación del Sínodo de los Obispos de 1985, san Juan Pablo II confirmó que “la renovación litúrgica es el fruto más visible de la obra conciliar”. Para muchos, el mensaje del concilio Vaticano II ha sido percibido ante todo mediante la reforma litúrgica. Además, “existe, en efecto, un vínculo estrechísimo y orgánico en-


tre la renovación de la liturgia y la renovación de toda la vida de la Iglesia. La Iglesia no solo actúa, sino que se expresa también en la liturgia, vive de la liturgia y saca de la liturgia las fuerzas para la vida”. El Misal es, después del Leccionario de la Palabra de Dios, el libro litúrgico más importante al contener los textos que han de usarse en la celebración de la Eucaristía. Se le ha denominado también Libro del altar, Libro del celebrante principal y Oracional de la Misa, acepciones que denotan aspectos parciales de un libro que fue surgiendo a partir de los antiguos sacramentarios romanos y occidentales que desembocaron en la edición unitaria y oficial promulgada por el papa san Pío V en 1570 y declarada obligatoria para el Rito romano a instancias del concilio de Trento. El concilio Vaticano II ratificó estas características, pero, fiel a su propósito de renovación de la vida litúrgica en la Iglesia (cf. SC 21 ss.), propuso no solo conservar la sana tradición sino abrir también el camino a un progreso legítimo a partir de las formas ya existentes, estableciendo que se procediera previamente a “una concienzuda investigación teológica, histórica y pastoral acerca de cada una de las partes que se habían de revisar” (SC 23).


Pastoral de la catequesis Por: P. Martín Alberto Sepúlveda Mora, ssp Sacerdote paulino @padre_martin

Catequesis La

Familiar según Amoris Laetitia

A partir de la reflexión de los textos de la exhortación apostólica Amoris laetitia se pueden tener en cuenta algunas dimensiones que podemos trabajar en la Pastoral Familiar: 1. Catequesis a la luz de la Palabra La Sagrada Escritura tiene que ser la base fundamental de toda catequesis. Un catequista que quiera incidir fuertemente en cualquier proceso de formación necesita amar la Palabra de Dios y hacerla amar también por las familias. Por eso es necesario que los catequistas tengan bases bíblicas sólidas, busquen herramientas para profundizar en el estudio de la Biblia y sepan ir a las fuentes del Evangelio para iluminar la realidad familiar. Qué importante lograr que las familias amen la Palabra de Dios y esta se convierta en luz para su caminar. “En este breve recorrido, afirma el papa Francisco en Amoris laetitia 22, podemos comprobar que la Palabra de Dios no se muestra como una secuencia de tesis abstractas, sino como una compañera de viaje también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra la meta del camino, cuando Dios ‘enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor’ (Ap 21, 4)”.

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2. Conocer la realidad y los desafíos de las familias Cada familia tiene diversos desafíos, según el contexto social y cultural que está viviendo, pero haciendo un análisis generalizado podemos revelar algunos aspectos que desafían a la familia de hoy (AL 33): el individualismo, la cultura de lo provisorio y desechable y de ahí la falta de compromisos a largo plazo, la urgencia de cubrir necesidades básicas como techo, salud y educación; abusos y violencia contra los menores que, como hemos visto últimamente, son demasiado fuertes (AL 153); quitarle piso jurídico a la familia equiparando otro tipo de uniones (AL 53), por ejemplo, entre personas del mismo sexo, a lo que se le quiere llamar “familia”, que es algo inexplicable “porque ninguna unión precaria o que se cierra a la transmisión de la vida asegura el futuro de la sociedad” (AL 82). Algo para subrayar por lo que conocemos en estos días es la violencia contra la mujer, la instrumentalización del cuerpo femenino, la práctica de los úteros alquilados y la ideología de género que intenta imponer un único pensamiento (AL 56).

3. “Dirigir siempre la mirada a Jesús: la vocación de la familia” Como catequistas debemos tener clara cuál es la vocación a la que está llamada la familia: la santidad de vida (AL 63, 67). Por eso, la indisolubilidad del matrimonio “no es un juego”, un rito vacío, una conveniencia social, “sino un don para alcanzar la santidad y la salvación de los esposos” (AL 72). En la Iglesia se pueden destacar parejas de esposos que fueron reconocidos por su santidad, por la forma heroica como vivieron el seguimiento de Cristo. ¡Qué gran aporte darían a la catequesis aquellos esposos que esforzándose por llevar una vida santa puedan contribuir en el proceso de formación de los jóvenes. Se lograría que muchos catequizandos descubrieran que sí es posible otra manera de amar, distinta a la que el mundo pansexualista de hoy ofrece.

“El Evangelio de la familia alimenta también estas semillas que todavía esperan madurar, y tiene que hacerse cargo de los árboles que han perdido vitalidad y necesitan que no se les descuide” (AL 76). Sobre las familias heridas que se encuentran en el camino, los catequistas deben discernir adecuadamente, pues el grado de responsabilidad no es igual en todos los casos. Si es necesario saber y conocer bien cuál es la doctrina de la Iglesia al respecto, pero también tener en cuenta la complejidad de las situaciones (AL 77-79).

4. “El amor en el matrimonio” Los catequistas deben conocer la diferencia que existe entre el “enamoramiento” y el “amor” y ayudar en la tarea de saber en qué consiste el verdadero amor. Muchas parejas se casan enamoradas, pero no necesariamente amándose, por eso es importante saber en qué consiste el amor en el matrimonio. El amor conyugal es la “máxima amistad” (AL 123). El matrimonio “es una unión que tiene todas las características de una buena amistad: búsqueda del bien del otro, reciprocidad, intimidad, ternura, estabilidad, y una semejanza entre los amigos que se va construyendo con la vida compartida. Pero el matrimonio agrega a todo ello una exclusividad indisoluble, que se expresa en el proyecto estable de compartir y construir juntos toda la existencia” (AL 123). El enamoramiento es más una proyección de un cónyuge en el otro, la persona ideal con la que alguna vez soñó; en cambio, el amor es la aceptación del otro, con sus cualidades y defectos, y empezar a caminar juntos en un proyecto de vida. El amor de amistad también se le llama “caridad” (AL 127), “cuando se capta y aprecia el ‘alto valor’ que tiene el otro”. Esta es una dimensión totalmente desconocida por los esposos o por quienes quieren dar el paso del matrimonio; por eso, este capítulo del amor en el matrimonio y las características del verdadero amor debe ser un soporte claro cuando se quiera hacer una catequeis familiar. octubre / diciembre - 2017 - Vida pastoral no 168

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Pastoral de la catequesis

5. Algunas perpsectivas pastorales En el capítulo sexto de Amoris laetitia el papa Francisco insiste sobre la necesidad de una formación más adecuada de los sacerdotes y los agentes de pastoral o catequistas para que puedan acompañar los procesos de la Pastoral Familiar: “Los matrimonios agradecen que los pastores les ofrezcan motivaciones para una valiente apuesta por un amor fuerte, sólido, duradero, capaz de hacer frente a todo lo que se le cruce por delante”. Y en ese aspecto es fundamental el aporte que se da desde la estructura parroquial (AL 202). Aún en nuestro contexto existe un buen espacio de catequesis familiar a través de la preparación de los novios al sacramento del matrimonio, porque aprender a amar a alguien no es algo que se improvisa; además, sería importante poder acompañar a los esposos en los primeros años de matrimonio para que sean generosos en la comunicación de la vida y lleven una planificación familiar justa, basada en métodos naturales y en consentimientos recíprocos. Algo más, “las parroquias, los movimientos, las escuelas y otras instituciones de la Iglesia pueden desplegar diversas mediaciones para cuidar y reavivar a las familias. Por ejemplo, a través de recursos como: reuniones de matrimonios vecinos o amigos, retiros breves para matrimonios, charlas de especialistas sobre problemáticas muy concretas de la vida familiar, centros de asesoramiento matrimonial, agentes misioneros orientados a conversar con los matrimonios sobre sus dificultades y anhelos, consultorías sobre diferentes situaciones familiares (adicciones, infidelidad, violencia familiar), espacios de espiritualidad, talleres de formación para padres con hijos problemáticos, asambleas familiares” (AL 229).

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Otros temas que nos propone abordar Amoris laetitia en el capítulo sexto los podemos resumir así: acompañar las crisis de los matrimonios y su posible divorcio. Hoy muchas circunstancias atentan contra la unidad matrimonial, pero cada crisis también “puede esconder una buena noticia que es necesario saber escuchar, afinando el oído del corazón”. Es necesario perdonar y sentirse perdonado para reforzar el amor familiar. Existen dramas como el divorcio, “que es un mal que crece de manera preocupante”, por lo cual es necesario acompañar a los hijos para que no resulten víctimas de estos sentimientos que se cruzan. Ahora, frente a la violencia, la explotación, la prepotencia, “la separación es inevitable y moralmente necesaria”. Que los divorciados vueltos a casar no se sientan excomulgados, pues es necesario un discernimiento y atención, sobre todo hacia aquellos que simplemente están aceptando una decisión de algunos de los cónyugues. Es necesario un respeto por los homosexuales; pero que no se haga ninguna analogía entre matrimonio y uniones homosexuales (AL 250-251), aunque se subraya que se debe respetar su dignidad como personas, sin “injustas discriminaciones”. Con este artículo solo se quieren destacar algunos puntos que nos pueden ayudar en el desarrollo de la Pastoral Familiar, señalando que la invitación más clara es a leer y reflexionar el documento, porque seguramente nos ayudará a construir un proyecto que desarrolle el programa de Pastoral Familiar en la parroquia. Sus páginas son muy ricas en reflexión y contenido y tratan de dar una respuesta a los desafíos de la familia hoy, con las circunstancias que la rodean.



Exclusivo Por: Arquidiócesis de Panamá arquipanama

Panamá celebrará junto a todos los jóvenes del mundo la #JMJ2019

Jornada Mundial

de la Juventud #Panamá2019 Logo oficial de la Jornada Mundial de la Juventud

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AMBAR CALVO, DISEÑADORA DEL LOGO

EXPLICACIÓN DEL LOGO

Ambar Calvo, joven de 20 años y estudiante de arquitectura en la Universidad de Panamá, fue la ganadora del concurso del logo para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), convocada por el papa Francisco y que se realizará en este país del 22 al 27 de enero del 2019. El logo fue escogido entre 103 propuestas que fueron evaluadas por un jurado integrado por especialistas en diseño gráfico, marketing y otras profesiones afines que seleccionó las 3 mejores propuestas, que luego fueron evaluadas por el Comité Ejecutivo de la JMJ, junto con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida en Roma. Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá, manifestó sentirse emocionado con el talento de la juventud panameña, porque este diseño de Ambar, “pudo captar el mensaje que deseamos enviar a los jóvenes del mundo, la pequeñez de nuestro país, pero la grandeza de nuestro corazón, abierto a todos sin exclusión de nadie, de la mano de la Virgen María, un modelo de joven valiente, comprometida y generosa que supo de decir SÍ ante el llamado de Dios”.

Para desarrollar el arte del logo mi condición principal es mostrar la ternura y el amor de la Virgen María, en su “Hágase”, que sin duda es momento crucial para nuestra fe. Donde ese “sí” se convierte en el camino directo y claro para nuestra salvación. Utilizando estas memorias: María como protagonista de la ternura, el amor, el “sí” y el “Camino”, se comienza a envolver la idea del arte. Concluyendo así, que la Virgen María es camino o puente directo para llegar a Jesús. Utilizando este concepto, se enfoca en que Panamá, como país de comunicación y encuentro, gracias al Canal de Panamá (el cual es un camino directo de transporte, como un “shortcut”), se convierte también en un medio para llegar a Jesús en la JMJ 2019. Siendo así y mezclando estas dos ideas de información, con una forma llevadera, suave y con colores vibrantes, se resume que al final María es nuestro camino claro para encontrarnos con Jesús, con sus actitudes y su historia. Haciendo de Panamá como medio para realizar este hecho, con el peregrinaje de muchos jóvenes en búsqueda del amor de Dios.

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Lanzamiento Sitio Web Oficial Monseñor José Domingo Ulloa, junto al equipo organizador de la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá realizó el día 31 de julio de 2017 el lanzamiento del sitio web oficial de la Jornada Mundial de la Juventud 2019. Este sitio web está al servicio de los usuarios de todo el mundo, contando con el servicio de cinco idiomas diferentes. Su web oficial cuenta con un reloj con conteo regresivo para el encuentro, mensaje del papa Francisco, noticias relacionadas, imágenes de diferentes escenarios del país, acompañado del lema "He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu Palabra". Así mismo, se encuentra el Himno y el Logo oficial de la #JMJ2019, curiosidades y datos de las jornadas anteriores. Por tanto, este medio oficial permitirá a todos los jóvenes del mundo mantenerse informados de todo lo que va a ocurrir en el encuentro juvenil católico más grande a nivel mundial. "Panamá no solo amplió su Canal, hoy abre el corazón y los brazos para acoger a los jóvenes del mundo en la JMJ 2019" (Monseñor José Domingo Ulloa).

"Los jóvenes son la reserva moral y humana de nuestras sociedades y de la misma Iglesia, ellos son capaces de transformarlo todo, positivamente, arriesgándose como lo hizo la adolescente María de Nazaret, si somos capaces de enseñarles a amar como Jesús lo hizo con nosotros" (Monseñor José Domingo Ulloa). “La Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019, será para nosotros una especial bendición y un bálsamo para nuestra región donde las situaciones de exclusión y pobreza, se ven expresadas en la migración de nuestra niñez y juventud en una indefensión, que los coloca en riesgo ante el flagelo de la droga, de los traficantes, de la trata humana, de la esclavitud, de la delincuencia. Pero también en muchos de ellos vemos nuestra alegría y esperanza porque en medio del ambiente desafiante de la cultura del descarte y del desamor, buscan desesperadamente encontrar su proyecto de vida plena, que como Iglesia sabemos sólo se puede lograr en el encuentro con Jesucristo” (Monseñor José Domingo Ulloa).




Especial

Por: Equipo Paulino Email: vidapastoral@sanpablo.com.co

FRASES DEL PAPA FRANCISCO

EN COLOMBIA

Bogotá Demos el primer paso” es el lema de este viaje. Nos recuerda que siempre se necesita dar un primer paso para cualquier actividad y proyecto. También nos empuja a ser los primeros para amar, para crear puentes, para crear fraternidad”. “La paz nos recuerda que todos somos hijos de un mismo Padre que nos ama y nos consuela”.

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“El mundo de hoy tiene necesidad de constructores de paz y de diálogo. También la Iglesia está llamada a esta tarea, a promover la reconciliación con el Señor y con los hermanos, y también la reconciliación con el medioambiente, que es creación de Dios y que estamos explotando de una manera salvaje”. “¡Sigan adelante!, no se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa” Sólo así, con fe y esperanza, se pueden superar las numerosas dificultades del camino y construir un país que sea patria y casa para todos los colombianos. “Los animo a poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la sociedad, aquellos que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados. Todos somos necesarios para crear y formar la sociedad”.


Actualidad Quiero decirles, jóvenes: dejen que el sufrimiento de sus hermanos colombianos los abofetee y los movilice. Ayúdennos a nosotros, los mayores, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono. Los necesitamos, ayúdennos a esto, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono. ¡Jóvenes, sueñen, muévanse, arriesguen, miren la vida con una sonrisa nueva, vayan adelante, no tengan miedo! La Palabra de Jesús tiene algo especial que no deja indiferente a nadie; su Palabra tiene poder para convertir corazones, cambiar planes y proyectos. “Dios es el único no vulnerable, todos los demás somos vulnerables, en algunos se ve, en otros no se ve. Pero es la esencia de lo humano esa necesidad de ser sostenido por Dios, todos. Por eso no se debe, no se puede descartar a nadie, ¿está claro? Porque cada uno de nosotros es un tesoro que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera”.


Villavicencio “María es el primer resplandor que anuncia el final de la noche y, sobre todo, la cercanía del día. Su nacimiento nos hace intuir la iniciativa amorosa, tierna, compasiva, del amor con que Dios se inclina hasta nosotros y nos llama a una maravillosa alianza con Él que nada ni nadie podrá romper”. Reconciliarse es abrir una puerta a todas y a cada una de las personas que han vivido la dramática realidad del conflicto.

Cristo roto y amputado, para nosotros es “más Cristo” aún, porque nos muestra una vez más que Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. La reconciliación concreta con la verdad, la justicia y la misericordia sólo la puede hacer Él. Que la haga. Y nosotros aprenderemos, detrás de Él, a hacerla.

Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación siempre será un fracaso. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. octubre / diciembre - 2017 - Vida pastoral no 168

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Actualidad

Medellín La Iglesia en Colombia está llamada a empeñarse con mayor audacia en la formación de discípulos misioneros, así como lo señalamos los obispos reunidos en Aparecida. Ver sufrir a los niños hace mal al alma, porque los niños son los predilectos de Jesús. No podemos aceptar que se les maltrate, que se les impida el derecho a vivir su niñez con serenidad y alegría, que se les niegue un futuro de esperanza.

Los jóvenes son naturalmente inquietos y, si bien asistimos a una crisis del compromiso y de los lazos comunitarios, son muchos los jóvenes que se solidarizan ante los males del mundo y se embarcan en diversas formas de militancia y de voluntariado, son muchos. Dios manifiesta su cercanía y su elección donde quiere, en la tierra que quiere, y como esté en ese momento, con las contradicciones concretas, como Él quiere. Dios hace de todo para evitar que el pecado nos venza y que después nos cierre las puertas de nuestra vida a un futuro de esperanza y de gozo. Permanecer no significa solamente estar, sino que indica mantener una relación vital, existencial, de absoluta necesidad; es vivir y crecer en unión fecunda con Jesús, fuente de vida eterna.

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“Todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y a todos nosotros, la Virgen nos sostiene en sus brazos como a hijos queridos”.

Cartagena María de Chiquinquirá y Pedro Claver nos invitan a trabajar por la dignidad de todos nuestros hermanos, en especial por los pobres y descartados de la sociedad, por aquellos que son abandonados, por los emigrantes, por los que sufren la violencia y la trata. “Colombia, tu hermano te necesita, ve a su encuentro llevando el abrazo de paz, libre de toda violencia, esclavos de la paz, para siempre”.

“No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento colectivo. Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural”. La casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de cada hombre y de cada mujer; de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los desocupados, de los abandonados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera más que números de una u otra estadística.

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Cultura Por: Antonio Miguel Jiménez Serrano Ediciones Palabra

CHESTERTON: LA HORA MÁS

FELIZ DE SU VIDA1 Hemos perdido a un hombre, un gran hombre de fuerza única, un hombre de coraje y convicción”, escribió el arzobispo de Westminster el 18 de junio de 1936 en el G.K’s Weekly, diario que G. K. Chesterton editaba junto a su colaborador y amigo Hilaire Belloc. 81 años se cumplieron este 14 de junio de la muerte del gran Chesterton, y 81 años se cumplen ya de aquellas poderosas palabras. El británico Gilbert Keith Chesterton (1874–1936) fue, sin duda alguna, uno de los más polifacéticos y prolíficos autores de comienzos del siglo XX. Se le puede mirar desde ópticas muy variadas: como periodista, ensayista, escritor de relatos policíacos y de novela, converso al catolicismo y apologeta, pensador de la economía, crítico literario, etc. No cabe duda de que la obra y la vida de Chesterton son, definitivamente, inabarcables. Aunque lo cierto es que, con bastante asiduidad, se ha prestado especial atención a dos aspectos, ciertamente fundamentales, del genial escritor inglés: su obra y su pensamiento.

1 Recuperado de https://es.aleteia. org/2017/06/15/chesterton-lahora-mas-feliz-de-su-vida/

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Su desarrollo vital, los acontecimientos que le sucedieron y lo marcaron, parecían demasiado insignificantes frente a la labor intelectual que desarrolló. Pero la vida de Chesterton fue un camino en constante vaivén y movimiento, como la de muchos hijos del imperio británico de la época victoriana. Sin duda, fue


La vida de Chesterton, y no solo a través de su obra, encontramos a un hombre cuya sabiduría pasa por la primera y principal acción cristiana: la humildad, hacerse pequeño para entender lo grande.

su camino, o, mejor dicho, su aventura espiritual la que marcó definitivamente su existencia: “Cuando el joven Gilbert conoció al padre O’Connor, no pudo imaginar que veinte años más tarde se confesaría con el sacerdote para ser recibido en la Iglesia católica. Semejante posibilidad le hubiera parecido –reconoce– más improbable que llegar a ser «misionero mormón en las Islas Caníbal». Sin embargo, sucedió justamente lo más improbable”. Así es como José Ramón Ayllón describe, en El hombre que fue Chesterton (Palabra, 2017), la incipiente amistad que por entonces un “joven Gilbert” entablaba con un sacerdote católico, el padre O’Connor. Sin duda, el amor de y hacia su mujer, Frances, y la amistad con otros grandes personajes del pensamiento británico de su tiempo, como Ronald Knox o el autor de origen francés Hilaire Belloc, fueron factores con un peso determinante en el acercamiento de Chesterton a Dios, primero, y a la Iglesia católica después. Pero si hubo una influencia que terminó por “inclinar la balanza hacia Roma”, en palabras de Ayllón, esa fue la del padre O’Connor: a los cuatro días de presentarse el sacerdote en la casa de Chesterton, éste fue recibido en la Iglesia católica. Merece la pena hacerse eco de las palabras del sacerdote que dio la Primera Comunión a Chesterton, palabras que recoge José Ramón Ayllón en su libro: “La mañana de su Primera Comunión era plenamente consciente de la inmensidad de la Presencia Real, porque el sudor le cubría por completo en el momen-

to en que recibió a Nuestro Señor. Cuando le felicité me dijo: Ha sido la hora más feliz de mi vida”. En la vida de Chesterton, y no solo a través de su obra, encontramos a un hombre cuya sabiduría pasa por la primera y principal acción cristiana: la humildad, hacerse pequeño para entender lo grande. Actualmente, en que la Primera Comunión podría pasar para los niños (y sobre todo para los padres) como un mero rito de paso al más puro estilo de recibir la toga virilis y dejar la toga praetexta por la que los niños romanos se convertían en hombres, tenemos mucho que aprender de este sabio contemporáneo que, siendo un reputadísimo escritor a escala nacional decidió realizar el descenso de convertirse en niño de nuevo, no por incredulidad o inexperiencia, sino por la confiada sencillez que caracteriza a los niños, además de un eterno asombro que aleja la rutina y el aburrimiento de las más bellas y grandes verdades. En definitiva, El hombre que fue Chesterton (Palabra, 2017), de José Ramón Ayllón, nos muestra la esperanzadora historia de un hombre que, como él mismo describiría en su obra El hombre eterno, habría de alejarse mucho de su casa para darse cuenta de que la colina en la que ésta se emplazaba tenía forma de gigante, pero solo se había dado cuenta al alejarse lo suficiente y mirar con necesaria perspectiva. Puede que nosotros no necesitemos alejarnos, lo que es para dar gracias, pero, sin duda, sí que hemos de asombrarnos y ser como niños cada día, como lo fue G. K. Chesterton. octubre / diciembre - 2017 - Vida pastoral no 168

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En librería DE Octubre A Diciembre LEEMOS

EL RECOMENDADO ES...

EL DON EN EL TIEMPO DE LA CRISIS Bauman, un reconocido sociólogo y filósofo polaco, habla acerca de la fragilidad de las relaciones interpersonales en la sociedad actual. El filósofo acuñó el término “modernidad líquida”, para referirse a la vida actual, caracterizada por la fragilidad de los vínculos humanos. Y es que no puede haber una realización personal auténtica si prescindimos del otro, es decir, si nuestra vida es privada de su dimensión intersubjetiva. Así, en El don en el tiempo de crisis, el don comprendido como el darse al otro, es considerado como una necesidad en el ser humano, pues necesitamos del otro para ser reconocidos por él, y éste, a su vez, tiene necesidad de ser reconocido para aceptarse y para crecer emocionalmente. Sin embargo, señalan los autores, la gratuidad del don se ha ido perdiendo en nuestra sociedad, marcada por el mercantilismo, en la cual el individuo espera cierta reciprocidad en el acto de dar y darse. Así pues, el don no es fruto exclusivo de un intercambio de individuos, sino más bien, la manifestación tan-

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gible de una intrínseca sociabilidad de crear vínculos y de relacionarnos como humanos. En este sentido, el perdón aparece como una proyección del don, o, más bien, como lo sugieren los autores, es el don en su perfección. El perdón es un acto de voluntad y, por tanto, una acción que implica libertad. Quien perdona se libera del rencor y del resentimiento, y, así mismo, quien es perdonado se libera de la culpa. Según los autores, en la experiencia del perdón se da una relación de voluntades que actúan en libertad: “Perdonar, como donar, implica la relación máxima entre libertades: solo si es posible recibirlo por parte del culpable, el don que el ofendido hace existe verdaderamente como perdón”. Estos son algunos de los temas principales que se desarrollan en este interesante libro, el cual constituye una seria investigación desde la psicología y la filosofía, la cual permite repensar sobre un tema tan actual y cuya reflexión y experiencia es tan necesaria en la sociedad contemporánea.


ORACIONES DE LOS FIELES LA NOCIÓN DE DIOS EN LA FILOSOFÍA JUDÍA Cecilia Cintra Cavaleiro de Macedo (Compiladora) Como afirma la compiladora de La noción de Dios en la filosofía judía, “el judaísmo, en cuanto religión, jamás sintió por sí mismo una necesidad de justificación filosófica”, puesto que sentó sus bases antes del contacto con la filosofía (específicamente, la griega). Tal necesidad de justificación lógico-racional surgió en el diálogo y en la relación con otras culturas, y se desarrolló en la diáspora. Por eso, la “filosofía judía”, que se entiende como el conjunto de textos producidos por autores de origen y confesión religiosa judía, en distintos idiomas (griego, árabe, alemán, italiano, inglés e incluso latín), tiene un marcado interés por abordar la cuestión de Dios, la posibilidad del conocimiento de Dios y del lenguaje. El libro pretende presentar “las diversas facetas del pensamiento judío a lo largo de la historia, a través de textos que versan sobre la noción de Dios y sus particularidades tal como son presentadas por los distintos autores”, en un orden histórico, comenzando con Filón de Alejandría, considerado el primer filósofo judío, hasta Abraham J. Heschel y Emmanuel Lévinas, pasando por Salomon Ibn Gabirol, Yehuda Ha Levi, Moisés Maimónides, Hasdai Crescas, el jasidismo, Spinoza y Rosenzweig. Con este volumen se quiere contribuir al desarrollo de un área poco explorada en nuestros países.

Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados Las oraciones de los fieles constituyen un subsidio litúrgico de gran importancia pues expresan la fe de la Iglesia y presentan a los fieles la situación real de la Iglesia y del mundo. San Pablo ha editado cinco tomos para los distintos tiempos litúrgicos: Adviento y Navidad, Cuaresma, Pascua y Tiempo Ordinario, escritos por las Monjas Agustinas de los Cuatro Santos Coronados. Las intenciones redactadas tienen en cuenta los criterios de los Principios y Normas para el uso del Misal Romano. La trama ha sido tejida conscientemente en la escucha orante de la Liturgia de la Palabra entregada por la sabiduría de la Iglesia para cada día del año.

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Teología Por: P. Jorge Enrique Bustamante Mora

Licenciado en Teología Bíblica Pontificia Universidad Gregoriana – Roma JORBUSMORA

Una Iglesia perseguida:

¿cristianofobia? La expresión “una Iglesia perseguida” nos obliga a pensar en el pasado y en el presente de la Iglesia, en las luchas y persecuciones que ha vivido a lo largo de su historia. Hoy aparece una expresión más fuerte, la cristianofobia, un neologismo formado por los términos, “cristiano” y “fobos” (phobos = miedo), que significaría “miedo irracional a lo cristiano”. Con esta palabra se quiere evidenciar el sentimiento exacerbado de rechazo a todo lo que tiene sabor a Cristo. El tema de la persecución a los cristianos, que parecería ser asunto del pasado, alcanza hoy tales niveles, que el papa Francisco lo propuso como intención de oración en el mes de marzo de 2017. Dice el Papa: “Cuántas personas son perseguidas por motivo de su fe, obligadas a abandonar sus casas, sus lugares de culto, sus tierras, sus afectos; son perseguidos y ejecutados por ser cristianos, sin que los persecutores hagan distinción entre las confesiones a las que pertenecen”.

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La cristianofobia se expresa en violentas ejecuciones, secuestros, destrucción de lugares y objetos sagrados, persecución sistemática que calla y desplaza; hace del cristiano un motivo de mofa, de burla, de escarnio público, pues se le mira como un signo de estupidez.


El Papa tiene en mente las persecuciones y ejecuciones atroces del Oriente que se han verificado en los últimos años y de las cuales nos hemos enterado por los medios de comunicación. Pero no son las únicas, pues la persecución a los cristianos, a la fe y a la Iglesia, se da en diversos niveles. La cristianofobia se expresa en violentas ejecuciones, secuestros, destrucción de lugares y objetos sagrados, persecución sistemática que calla y desplaza; hace del cristiano un motivo de mofa, de burla, de escarnio público, pues se le mira como un signo de estupidez. La razón no es otra sino el “odio violento que se anida en esos corazones”. Estos niveles de rechazo a todo lo relacionado con el cristianismo no son un salto inesperado en la historia, puesto que este sentimiento se ha ido sembrando y promoviendo de manera sistemática y permanente por los gobiernos y sistemas de un mal llamado y comprendido “estado laico”, en el cual, los que somos cristianos pareciera no tuviéramos cabida, pues se nos ridiculiza, prohíbe, persigue, excluye y acorrala, anulando así nuestros derechos civiles.

América Latina no escapa a estos vientos. No pocos países defienden el mal comprendido “estado laico”, en el cual todo el mundo tiene derecho a opinar y a defender su punto de vista, a vivir y consumir lo que quiera; sin embargo, no sucede lo mismo con los valores y con las personas cristianas. El cristiano, para hablar así en concreto de una persona, es considerado retrógrado, no tiene derecho a defenderse, a vivir según sus convicciones, su acorralamiento llega en algunos casos a desconocer su derecho a la objeción de conciencia. Hay en nuestras naciones latinoamericanas una fuerte presión internacional de fuerzas oscuras que con su lobby promueven campañas, leyes, estilos de educación y acciones que parecieran tienen el único objetivo: la destrucción de lo cristiano. Bajo una errónea comprensión de la libertad y un juicio del pasado viciado se desconocen años y años de ingente y admirable presencia de la Iglesia en todos los campos, llegando incluso a lugares donde el Estado no ha llegado. A lo largo de la historia, los cristianos de las diversas confesiones hemos esta-


Teología do presentes, entregándolo todo para construir patria, comunidad, valores, Iglesia, etc. Hoy la llamada Iglesia “discriminadora e intolerante”, con amor silencioso, sigue atendiendo de manera efectiva y caritativa todos los frentes posibles; ni siquiera los enfermos de VIH escapan a su materna atención. Me pregunto si los que orgullosamente defienden sus posturas y persiguen la Iglesia serían capaces de dedicarse a atender desinteresadamente a uno solo de estos enfermos marcados por la cruz del sida. Ellos abren la boca y critican, mientras que los cristianos católicos abrimos el corazón, decimos la verdad y ayudamos en la realidad.

El cristiano no puede, pues, perder su esperanza, ni su alegría; la persecución es una prueba de que estamos en el camino correcto, que debemos confiar más en Jesucristo y tener la certeza de que nunca podrán acabar con los cristianos. Nosotros somos “luz del mundo y sal de la tierra” (cf. Mt 5, 13-16).

Esta memoria, benéfica para el hombre y para la sociedad, es desconocida por la gente cargada de odio contra el cristianismo, pues lo único que les importa es expresar su cristianofobia. A estos perseguidores de la vida cristiana solo les interesa que la fe sea desplaza de las escuelas, colegios y universidades; que la expresión religiosa en sus diversas y ricas formas no pertenezca al ámbito de lo público, sino que sea “cosa de grutas y vida intimista”. Por eso buscan quitar de lugares visibles las cruces y signos religiosos, bajo la falsa premisa de “respeto a otras confesiones”. Lo único que les interesa es excluirnos de toda acción social, civil y pública, pues, ante sus ojos, aparecemos como un cáncer que hay que extirpar y acabar a como dé lugar. A ellos no les importa el bien que se hace; si usted es cristiano, no tiene cabida en la construcción de la sociedad ni de los destinos gubernamentales. El cristiano resulta incómodo para sus pretensiones, como lo es el bien para el mal.

¿Qué hacer frente a la cristianofobia? La sistemática persecución, directa e indirecta, contra el cristianismo produce diversos sentimientos en la vida de cada creyente. Sentimientos que van desde la indiferencia a una cierta “rabia”, que se expresa en la impotencia frente al poder que nos trata, como se dice en el argot popular, como si fuéramos “los malos del paseo”. Pero, frente a esta realidad, un cristiano católico o de cualquier denominación, ¿realmente qué puede hacer? Veamos. Un cristiano frente a la persecución, venga de donde venga, no debe tener miedo. Ya nos lo había advertido Jesús: “Bienaventurados serán cuando los injurien y los persigan, y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; 56

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pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes” (Mt 5, 11-12). El cristiano no puede, pues, perder su esperanza ni su alegría; la persecución es una prueba de que estamos en el camino correcto, que debemos confiar más en Jesucristo y tener la certeza de que nunca podrán acabar con los cristianos. Nosotros somos “luz del mundo y sal de la tierra” (cf. Mt 5, 13-16). ¡No perdamos el sabor ni ocultemos la luz! Que resuenen profundamente en nuestros oídos las palabras de Jesús: “No tengan miedo, yo estoy con ustedes” (cf. Mt 28, 10.20). Si los persecutores no hacen distinción entre las diversas confesiones cristianas, si para ellos somos lo mismo, y a todos se nos persigue, esto nos debe


invitar a vivir unidos, a no hacernos la guerra entre cristianos, sino, más bien, a buscar los caminos necesarios para anunciar juntos a Cristo Jesús el Salvador. ¡Que la persecución nos una!, que nos ayude a realizar el ideal de Jesús: “Que todos sean uno, como tú, Padre en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17, 21). Certeza del amor de Jesús y el valor de la cruz. No se llega a Domingo de Resurrección sin haber pasado por viernes de dolor. El cristiano sabe que su vida es como la de Jesús y que la cruz forma parte de la vida cristiana: “Si el mundo los odia, sepan que a mí me han odiado antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría, pero, como no son del mundo, porque yo al elegirlos los he sacado del mundo, por eso el mundo los odia…” (Jn 15, 18-19). Nuestra gran arma es la oración, nuestro camino orar y confiar en el poder de Dios. Jesús nos enseñó a orar en estas circunstancias: “A ustedes, los que me escuchan, yo les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a los que los odian, bendigan a los que los maldigan, rueguen por los que los difamen” (Lc 6, 2728). Él mismo, con su muerte y la súplica de perdón: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, se convierte en el mejor ejemplo viviente de cómo debemos orar los cristianos por los que nos persiguen. Oremos por nosotros para tener fuerza de vivir el momento difícil, y oremos por la conversión de nuestros persecutores. Dios los puede cambiar y convertir en grandes defensores de la fe, como sucedió con Pablo de Tarso, que de perseguidor pasó a ser el más grande evangelizador. ¡Y no han faltado en la historia de la Iglesia magníficos testimonios!

política, en su más alta expresión positiva; hay que realmente aprender a elegir a los gobernantes por sus programas y testimonio de vida, sin que ello excluya la participación activa de aspirar a las diversas corporaciones públicas. Finalmente, siento el deber de señalar dos actitudes que no podemos adoptar: 1) No podemos ser indiferentes o quedarnos cruzados de brazos como si nada pasara. 2) No podemos obrar o proceder como los que nos odian y persiguen; el cristiano debe amar a todos como hermanos, pues “si alguno dice: yo amo a Dios, y odia a su hermano es un mentiroso” (1Jn 4, 10). Si sufrimos la persecución de la cristianofobia, tenemos que responder con una vida auténticamente cristiana, como dice san Pablo: “Vence al mal a fuerza de bien” (Rm 12, 21).

"Nuestra gran arma es la oración, nuestro camino orar y confiar en el poder de Dios".

Indudablemente, como cristianos, tenemos que vivir la caridad, la ayuda fraterna con aquellos que son perseguidos. No podemos mostrarnos indiferentes frente a un hermano, hijo del mismo Padre, que vive situaciones difíciles. Nuestra actitud de ayuda debe ser como la del buen samaritano, que acoge al que esta caído en el camino y lo hace “su hijo” para brindarle una caridad auténtica y de verdadera reconciliación. No en vano le dijo Jesús al maestro de la ley: “Vete y haz tú lo mismo” (cf. Lc 10, 25-37). Los cristianos tenemos que defender nuestra fe, nuestro estilo de vida, pero debemos hacerlo de una manera unida y respetuosa de los demás. El cristiano debe aprender a participar en la dimensión octubre / diciembre - 2017 - Vida pastoral no 168

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Mariología

Por: P. Danilo Antonio Medina Sacerdote paulino

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MARÍA MODELO

DE FE

Texto bíblico de referencia: Hb 11, 1-10: El autor de la carta a los Hebreos nos da una especie de descripción (más que definición) de la fe, que pone el acento sobre la confianza y que la acerca bastante al sentido de la esperanza; sin embargo, al presentar a los patriarcas y los grandes personajes bíblicos como modelos de fe, deja entrever el valor práctico de la fe. No es ella un simple ejercicio académico de la razón, es una actitud de vida; no se reduce a la aceptación intelectual de una serie de verdades y principios doctrinales religiosos, la fe compromete a la persona integralmente y desencadena procesos dinámicos, que se viven en la práctica de los valores y en el ejercicio de las actitudes coherentes con aquello que se cree. 58

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esde el primer momento de su actividad pública como mesías, Jesús exige la fe: “¡Crean en el Evangelio!” (Mc 1,15). Esta fe puede entenderse como una especie de fuerza que invita a la confianza y el abandono en Dios. La fe es entrega total a Dios y aceptación de su voluntad. En este sentido, son muchos los ejemplos prácticos de la fe, desde Abrahán, que creyó y obedeció al querer de Dios, hasta María santísima, que con su “fiat” respondió afirmativamente al proyecto de Dios revelado a través del ángel: “¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” (Lc 1, 45). Jesús exige que se crea en Él como se cree en Dios, con la misma fe: “¿Creen en Dios? ¡Crean también en mí!” (Jn 14, 1); “Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las

hago, aunque a mí no me crean, crean por las obras, y así ustedes sabrán y conocerán que el Padre está en mí y yo en el Padre” (Jn 10, 37-38). Creer en Jesús es abrirle la puerta y recibirlo, sabiendo que “A todos los que lo recibieron, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre” (Jn 1, 12; cf. 5, 43; Ap 3, 20). Creer en Jesús es reconocerlo como el Hijo único de Dios, enviado por el Padre para salvar a la humanidad y ofrecerle vida eterna: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio al Hijo único, para que todo en el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvado por medio de Él” (Jn 3, 16-17; cf. 17,21-25). Creer en Jesús es ir a su encuentro, o mejor aún, dejarse encontrar por Él, que siempre viene a buscarnos. “El que venga a mí no tendrá hambre, y el que crea en mí no tendrá nunca sed” (Jn 6, 34; cf. 6, 36.30; 7, 37-38). Pero creer –la fe- es ante todo un don de Dios; lo que podemos hacer como personas humanas es corresponder a ese don, pero nunca ganarlo ni me-


Mariología recerlo, sólo acogerlo y hacerlo producir frutos de santidad en nosotros: “Nadie puede venir a mí si el Padre que me ha enviado no lo atrae” (Jn 6, 44; cf. 6, 65). Y quien se acerque a Jesús y crea en Él, no será rechazado, ni se perderá jamás, pues Jesús mismo le dará vida eterna y lo resucitará en el último día (cf. Jn 6, 37-40). Por eso es que la fe, desde la perspectiva humana, debe ser humilde y sencilla, como la confianza del niño que se abandona en los brazos de su papá o su mamá (cf. Mt 18, 6; Mc 9, 42). La fe es confianza ilimitada: “¡No temas!, solamente ¡cree!” (Mc 5, 36; Lc 8, 50). “¡Todo es posible para el que cree!” (Mc 9, 23). La fe debe ser firme y profunda para que pueda desarrollar todas sus virtualidades: “Si tuvieran fe como un grano de mostaza…” (Lc 17, 6). La fe es condición para la salvación: “El que crea y se bautice se salvará, el que no crea se condenará” (cf. Mc 16, 16). “La puerta de la fe” (cf. Hch 14, 27) que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Este empieza con el bautismo (cf. Rm 6, 4), con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma gloria a cuantos creen en Él (cf. Jn 17, 22). Profesar la fe en la Trinidad –Padre, Hijo y Espíritu Santo– equivale a creer en un solo Dios que es Amor (cf. 1Jn 4, 8): el Padre que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; el Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor.” Con estas palabras el papa Emérito Benedicto XVI iniciaba su carta apostólica Porta Fidei, del 11 de octubre del año 2011, con la cual convocaba a toda la Iglesia a vivir el año de la fe, que se celebró del 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II al 24 de noviembre de este año 2013. Ya en ese carta apostólica, Benedicto XVI presentaba a María como modelo de fe, encabezando una especie de lista actualizada de personajes del Nuevo Testamento que vivieron la fe en lo concreto, así

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Como modelo de fe, María es también prototipo de discipulado, en la medida en que el verdadero discípulo, que además es llamado por Jesús “dichoso”, es aquel que acoge la Palabra de Dios y la pone en práctica (cf. Lc 11, 28). como aquellos personajes del AT que son propuestos como modelo de fe por la carta a los Hebreos en el capítulo 11, con estas palabras: “Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (cf. Lc 1, 38). En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (cf. Lc 1, 46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad (cf. Lc 2, 67). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (cf. Mt 2, 13-15). Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario (cf. Jn 19, 25-27). Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (cf. Lc 2, 19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (cf. Hch 1, 14; 2, 1-4)”. La encíclica de Benedicto XVI acerca de la fe (Lumen Fidei), exalta la figura de María bajo esta perspectiva de la fe, y por eso, en sus últimos numerales, antes de concluir, el Santo Padre, a manera de conclusión, ofrece una breve reflexión acerca de la figura de Ma-


“Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (cf. Lc 1, 38). ría, la “Bienaventurada porque ha creído (Lc 1, 45)”. En ella “se cumple la larga historia de fe del Antiguo Testamento, que incluye la historia de tantas mujeres fieles, comenzando por Sara, mujeres que, junto a los patriarcas, fueron testigos del cumplimiento de las promesas de Dios y del surgimiento de la vida nueva”. Ella ocupa un lugar privilegiado y realiza una misión singular en la llegada de la plenitud de los tiempos. Con su generosa respuesta a la llamada de Dios, participó en los acontecimientos cruciales de la historia de la salvación que encuentra en su Hijo Jesucristo el centro y sentido verdadero. Se entiende por qué el papa concluye su encíclica elevando a nuestra Madre, una oración tan breve como elocuente: “¡Madre, ayuda nuestra fe!...”. Como modelo de fe, María es también prototipo de discipulado, en la medida en que el verdadero discípulo, que además es llamado por Jesús “dichoso”, es aquel que acoge la Palabra de Dios y la pone en práctica (cf. Lc 11, 28). “Desde el principio, María aparece marcada por la bienaventuranza de quien escucha la Palabra de Dios. La primera bienaventuranza del Evangelio, como escribe Lucas, es la que dirige Isabel a María: Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor. La felicidad de esta joven, la primera discípula del Evangelio, se expresa en el canto del Magníficat. María, una pobre muchacha de una aldea perdida en la periferia del Imperio, canta su alegría porque el Señor del cielo y de la tierra se ha fijado en ella. No se estima digna de consideración, ni reclama nada para sí misma. Sabe que todo procede de Dios y que su fuerza y grandeza dependen de Él, de ese mismo Dios que ha librado a Israel, ha protegido a los pobres, humillado a los soberbios y colmado de bienes a los hambrientos, se ha fijado en ella y la ha amado. Ella, por su parte, lo ha acogido en su corazón. Y desde aquel día, a través de ella, Dios ha puesto su morada entre los hombres. María no se olvida de cantar la misericordia de Dios que se difunde de generación en generación”.


Publirreportaje Por: Ultraserfinco www.ultraserfinco.com

“EL DINERO DEBE SERVIR, NO GOBERNAR”

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Ultraserfinco es una compañía que se ha consolidado como resultado de una clara estrategia que es seguida con rigurosidad. Dentro de ella se destaca un gran vínculo con los clientes, quienes perciben que los resultados de sus portafolios son su razón. Así mismo, se mantiene un enfoque en dos líneas claras de negocio: asesoría en inversiones y gestión de

fondos, con alternativas según el perfil de inversión del cliente y enriquecidas con el acceso a los mercados internacionales a través de la filial Ultralat. Por último, se resalta el modelo conservador y el foco en ser una compañía rigurosa en mantener los mejores estándares de la industria en gobierno corporativo al servicio de sus clientes.

"Pues el que quiera llegar a ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero entre ustedes, que sea su escclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre, que no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos" (Mt 20, 26-28).

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Publirreportaje

E

stamos vinculados al sector financiero por 35 años, en Ultraserfinco trabaja desde hace 17 años María Claudia Contreras Sáenz, nacida en Bogotá, de sangre ocañera por línea paterna, boyacense y llanera casanareña por parte materna, casada, madre de tres hijos y siete nietos, quien un día decidió dar un gran peso al amor y al perdón, los cuales han hecho un recorrido en su vida católica como madre, abuela y esposa. Así mismo, ha recibido gran influencia de su formación en la Fraternidad Sacerdotal Nuestra Señora de la Consolación y Correa de los padres Agustinos (OSA), a la que ha pertenecido por más de 16 años. Ha tenido la fortuna de poder enfocar su trabajo como Gestora de Inversiones a la misión de servir, con

toda rigurosidad y cuidado los dineros de la Iglesia católica. Siempre ha sido consciente de la finalidad de servicio pastoral y preservación del trabajo con las comunidades que tienen estas inversiones. Por esta razón, trabaja por la optimización de los recursos teniendo en cuenta el perfil de riesgo conservador de las personas que ha acompañado con sus portafolios todos estos años. En Ultraserfinco ella ha encontrado todas las herramientas para lograr dicho propósito. Una firma donde los resultados de los clientes son el motor, donde se brinda una asesoría experta y especializa-

Nuestra empresa trabaja por la optimización de los recursos teniendo en cuenta el perfil de riesgo conservador de las personas que ha acompañado con sus portafolios todos estos años.


Más que asesores en esta compañía quieren ser aliados de los clientes, porque les importan sus metas, sus retos, y por supuesto, sus resultados.

da, basada en un modelo cercano y riguroso, para que ellos sientan la tranquilidad de estar en el lugar correcto con la gente correcta. Más que asesores en esta compañía quieren ser aliados de los clientes, porque les importan sus metas, sus retos, y por supuesto, sus resultados. Por último, quisiera retomar una frase del Santo Padre en la Exhortación apostólica La alegría del Evangelio; donde afirma: “El dinero debe servir y no gobernar”. Por tanto, entiende que la Iglesia se debe tratar como una empresa muy importante, y velar por la consecución de los objetivos pastorales y el logro de las metas católicas en sus diferentes frentes. En esta medida, el pilar fundamental de su asesoría es la inversión de los recursos para contribuir a una sociedad cada vez más digna y fraterna.


Poema

Lo mejor de Colombia para

el mundo Por: José Esneider Triana, ssp Religioso paulino esneidertr

Con nada más que lápiz, hoja e inspiración y sin pensar en algún verso particular, alisto los sentimientos de mi corazón, para escribir de mi tierra lo más esencial; aquellas cosas que solo en Colombia podrás disfrutar. El café más suave del mundo, un café original, con su fresco aroma lleno de ternura y pasión animarán en ti, cada día, la necesidad de recordar que cada vida se vive con mucha emoción y que aún en el fracaso se puede triunfar. Bailes, cultura y ritmo; bambuco, arte y folklor. Desde el Sanjuanero hasta el Joropo galán, harán que disfrutes siempre de lo mejor. ¿Qué hay en nuestra original manera de bailar? ¡Qué hace únicos nuestros orígenes e identidad!

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Santa Marta, Cartagena, Medellín, Popayán; desde la Guajira hasta Bogotá, la gran capital, puedes conocer gente bella, gente tradicional, que aún sin dinero, los ves siempre gozar, para que tú sientas que estás en tu hogar. La bandeja paisa, la lechona, el ajiaco, el tamal, la pepitoria y la mamona son de agradable sazón, estos platos deleitaran tu paladar. Nuestra comida es única, algo especial, pues en Colombia la comida se prepara con calor de hogar. Y aunque de muchas cosas no hago mención, quiero que sepas, amigo turista, que podrás degustar de bellos paisajes, bailes, techo, comida y amor. Que solo un país como el nuestro te puede brindar y que siempre te abrirá las puertas, sin importar tu lugar.


LIBRERÍAS SAN PABLO COLOMBIA • BOGOTÁ • Quinta Paredes Carrera 46 No. 22A-74 - Tel.: 2444957 PBX: 3682099 Ext.: 6 libreriaquintaparedes@sanpablo.com.co WhatsApp: 3159278061 Centro - Carrera 9 No. 15-01 - Tel.: 2433653 libreriacentro@sanpablo.com.co - WhatsApp: 3184069306 Chapinero - Carrera 13 No. 51-34 - Tel.: 3454014 libreriachapinero@sanpablo.com.co - WhatsApp: 3127571149 Calle 170 - Calle 170 No. 8G-31 - Tels.: 6783656 / 6711221 libreria170@sanpablo.com.co - WhatsApp: 317 377 86 40 Niza - Av. Suba No. 118-93 Tel.: 2537700 librerianiza@sanpablo.com.co - WhatsApp: 3155772597 Montevideo - Calle 17A No. 69-67 - Tel.: 4114011 libreriademontevideo@sanpablo.com.co WhatsApp: 3164670031 20 de Julio - Diag. 27Bis Sur No. 5-79, 1 cuadra arriba del Santuario del Divino Niño - Tels.: 5690551 / 2787337 libreria20dejulio@sanpablo.com.co WhatsApp: 3125747658 Seminario - Carrera 6 No. 10-47 Tels.: 5624472 / 5624473 / 3429881 libreriadelseminario@sanpablo.com.co WhatsApp: 3125738983 • BARRANQUILLA • Calle 84 - Calle 84 No. 50-45 - Local 3 - Tel.: 3586373 libreriabarranquilla@sanpablo.com.co WhatsApp: 3204494589 Arzobispado - Calle 75B No. 42F-83 - Local 1

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• VILLAVICENCIO • Centro Comercial Unicentro Locales 1-28 / 29 - Tel.: 6715214 libreriavillavicencio@sanpablo.com.co - WhatsApp: 3125784261

ECUADOR, CENTRO AMÉRICA Y EL CARIBE • COSTA RICA • San José - Calle 2 entre Av. 6 y 8 175 metros Sur del Banco Crédito Agrícola de Cartago - Tels.: 22565005 / 22222064 / 22562857 libreriacostarica@sanpablo.cr - WhatsApp: (+506) 83850999 Alajuela - Centro Comercial City Mall Local 2067 - Tel.: 21007030 - libreriacostarica@sanpablo.cr WhatsApp: (+506) 8385099 • ECUADOR • Quito América - Av. América No. 30-18 y Pascual de Andagoya Tel.: 02-2541650 - libreriaamerica@sanpablo.ec WhatsApp: 0994658259 Centro Histórico - García Moreno No. 3-56 y Sucre (Pasaje Amador) - Tel. 02-2289529 - libreriaalberione@sanpablo.ec WhatsApp: 0994659083 Centro Comercial Quicentro Sur - Planta 2 - Local 065 Tel.: 02-4000140 - libreriaquicentrosur@sanpablo.ec WhatsApp: 0994658841 Ambato - Avenida Cevallos entre Mera y Martínez. Edificio Asociación de Empleados, planta baja, almacén No. 4 Tel.: 03-2422026 - libreriaambato@sanpablo.ec WhatsApp: 0994659275 Cuenca - Benigno Malo 5-08 y Calle Larga Tel.: 07-2839746 - libreriacuenca@sanpablo.ec WhatsApp: 0994659440 Machala - Guayas entre Rocafuerte y 25 de Junio junto a la Catedral -Tel.: 07-2960430 - libreriamachala@sanpablo.ec WhatsApp: 0994658548 Guayaquil - Centro - Ed. Centro Park, Pedro Carbo No. 801 Locales 4 y 5 - entre Clemente Ballén y 10 de Agosto - Edificio Centro Park Tels.: 04-2516420 / 2512391 - libreriaaguirre@sanpablo.ec WhatsApp: 0997263727 Urdesa - Víctor Emilio Estrada 613 entre las Monjas y Ficus. Tel.: 04-2381379 - libreriaurdesa@sanpablo.ec WhatsApp: 0993316533 Portoviejo - Av. Universitaria y Ramos Iduarte junto a la Catedral -Tel.: 05-2636568 - libreriaportoviejo@sanpablo.ec WhatsApp: 0994658879

• GUATEMALA • Ciudad de Guatemala - 18 Calle 20-71 Zona 10 Boulevard Los Próceres ­-Tels.: (502) 2337-2963 / 2367-4031 libreriaguatemala@sanpablo.com.gt Mayoristas: administracionguatemala@sanpablo.com.gt WhatsApp: (+502) 50190519 Vaticanito Kilómetro 15 carretera Roosevelt 4-54 - Zona 3 Mixco (interior Seminario Mayor) - Tel.: (502) 2 4315926 libreriaelvaticanito@sanpablo.com.gt - WhatsApp: (+502) 50190519 • HONDURAS • Plaza Real - Colonia Lomas del Mayab Boulevard San Juan Bosco Casa 1648 - Tels.: (+504) 22324672 - 22355923 libreriaplazareal@sanpablo.hn - libreriahonduras@sanpablo.hn WhatsApp: (+504) 94518887 Centro - Av. Cervantes - Bajo Palacio Arzobispal 3ra. Calle No. 1113 - Tels.: (+504) 2222-6782 - 2238-7905 libreriacentro@sanpablo.hn - WhatsApp: (+504) 98941783 Centro Comercial City Mall - Local 201 Tel.: (+504) 2262-3215 - libreriacitymall@sanpablo.hn WhatsApp: (+504) 94518878 San Pedro Sula - Mall Galerías del Valle Local 124 Primer Nivel (frente al Banco Atlántida) Tel.: (+504) 2544-0553 - libreriamallgalerias@sanpablo.hn WhatsApp: (+504) 94518874 • EL SALVADOR • Escalón - 1a. Calle Poniente y 59 Av. Norte No. 3103 Colonia Escalón - Tels.: 22605646 / 22605647 libreriaescalon@sanpablo.com.sv - WhatsApp: 63070161 Centro Comercial Galerías - Escalón Local 358 Tercer Nivel Tel.: 22450869 - libreriadegalerias@sanpablo.com.sv WhatsApp: 63070354 San Miguel - Centro Comercial Metro Centro Local 46B - Tel.: 26680306 - libreriasanmiguel@sanpablo.com.sv WhatsApp: 63079360

• NICARAGUA • Managua - Sede Central - Rotonda Rubén Darío 1C.Sur 2 1/2 C. al Oeste (antiguo Edificio Hispamer) - Tels.: (505) 2278 2103 / 2270 2412 librerianicaragua@sanpablo.com.ni Administración WhatsApp: (+505) 89007359 Librería WhatsApp: (+505) 58476831 Plaza España - Centro Comercial Güegüense - Plaza España Tel.: 22660996 - libreriaplazaespana@sanpablo.com.ni WhatsApp: (+505) 58476860 León - Teatro Municipal 1/2 C Este - Tel.: 23112479 librerialeon@sanpablo.com.ni - WhatsApp: (+505) 58872634 • PANAMÁ • El Dorado - Boulevard El Dorado, Av. 17B Norte Edificio Park View 1 - Apartado 0819 -02969 - Tels.: 2603738 2605861 / 2604309 - libreriapanama@sanpablo.com.pa WhatsApp: (+507) 66164554 Centro Comercial Westland Mall - Vista Alegre, Arraiján Tels.: 2515306 / 2515307 - libreriawestlandmall@sanpablo.com.pa Calle 50 (San Francisco) Calle 67, San Francisco casa No. 8 - Tel.: 2264794 - libreriacalle50@sanpablo.com.pa David - Calle 3ra - Edificio Hotel Castilla - Local 2 Tel.: 7754655 - libreriachiriqui@sanpablo.com.pa Santiago de Veraguas - Centro comercial Santiago Mall Local F-110 - Carretera Panamericana - Tel.: 9994570 libreriasantiagomall@sanpablo.com.pa • PUERTO RICO • San Juan - Calle Bori No. 1606 - Urb. Caribe - Código Postal: 00927 Tels.: 787 946-1868 / 787 781-3351 - libreríapuertorico@sanpablo.com.pr WhatsApp: 1- 787-237-6633 • REPÚBLICA DOMINICANA • Santo Domingo - Av. Abraham Lincoln, esq. José Contreras, antigua Librería Mateca - Zona universitaria - Tels.: (809) 5631148 / (809) 6833587 libreriasantodomingo@sanpablo.do WhatsApp: 809 - 4815960



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